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ETNOBIOLOGÍA<br />
Editores/Editors<br />
Rafael Monroy<br />
Universidad Autónoma del estado de Morelos<br />
Marco Antonio Vásquez Dávila<br />
Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca<br />
Comité EditoriaUEditorial Board<br />
Abigail Aguilar Contreras Ramón Mariaca Méndez<br />
Instituto Mexicano del Seguro Social El Colegio de la Frontera Sur<br />
Guillermo Aullet Bribiesca Luis Alberto Vargas<br />
Instituto Politécnico Nacional Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM<br />
Ángel Moreno Fuentes Artemio Cruz León<br />
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo Universidad Autónoma Chapingo<br />
Eraldo Medeiros Costa-Neto Maira Fernández Zequeira<br />
Universidad Feria de Santana, Brasil Instituto de Ecología y Sistemática, Cuba<br />
Árbitros/ Arbiters<br />
Cándida Martínez Callís Edelmira Linares Mazari<br />
Instituto de Ecología y Sistemática, Cuba Jardín Botánico, Instituto de Biología, UNAM<br />
Gladys Isabel Manzanero Medina Martha Patricia Jerez Salas<br />
CIIDIR Oaxaca, Instituto Politécnico Nacional Instituto Tecnológico del Val le de Oaxaca<br />
Martín Gómez Cárdenas Ángel Moreno Fuentes<br />
INIFAP Oaxaca Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo<br />
Juan Manuel Rodríguez Chávez Dalma López Luis<br />
Facultad de Ciencias, UNAM Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca<br />
Blanca Margarita Berdeja Martínez Gustavo Valencia del Toro<br />
Instituto Politécnico Nacional Instituto Politécnico Nacional
,<br />
ETNOBIOLOGIA<br />
<strong>Asociación</strong> <strong>Etnobiológica</strong> <strong>Mexicana</strong>, A.C .<br />
ISSN 1665 - 2703<br />
Número 6 México 2008
Elllohiologia 6, 2008<br />
Editorial<br />
Hace quince años que se conformó la <strong>Asociación</strong> <strong>Etnobiológica</strong> <strong>Mexicana</strong>, A.e. (AEM). Durante el transcurso<br />
de este tiempo, los que nos avocamos al trabajo de documentar la amplia diversidad de relaciones entre<br />
Homo sapiens y su entorno biológico hemos efectuado diversos esfuerzos para apoyar el desarrollo de esta<br />
multidisciplina. Destaca entre éstos, los seis Congresos Mexicanos de Etnobiología (CME) celebrados en Toluca<br />
(1994), Cuemavaca (1996), Oaxaca (1998), Huejutla (2001), Chapingo (2003) y Xoxocotlán (2007) que se han<br />
nutrido cada vez de una mayor afluencia tanto de ponentes como de asistentes.<br />
Dentro de los estatutos de la AEM, se encuentra un mandato que dice "estimular a través de reconocimientos<br />
las tesis, trabajos investigación y trabajos desarrollados por expertos nativos en comunidades". Por ello, previo<br />
al Sexto CME se instituyó el "Premio Miguel Ángel Martínez Alfaro a la mejor tesis etnobiológica" en las<br />
categorías: Licenciatura, Maestría y Doctorado, Sin lugar a dudas, nuestro querido maestro MAMA estará<br />
de plácemes cada vez que se vea galardonado el empeño y talento de los estudiantes comprometidos con la<br />
Etnobiología.<br />
La AEM ha encontrado en las universidades e institutos de educación superior que han fungido como<br />
sedes imprescindibles aliados en la difusión de la Etnobiología mexicana. En este sentido, ya se han arrancado<br />
los trabajos preparativos para el siguiente congreso, que se realizará en el 2009 en la ciudad de Pachuca,<br />
bajo el auspicio de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Como parte de la conmemoración del<br />
quince aniversario de la AEM, este año se realizó una reunión sobre medicina tradicional en coordinación con<br />
la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco en la que se cotejaron las condiciones de Villahermosa como<br />
escenario para el octavo congreso de nuestra asociación.<br />
Otro esfuerzo de los miembros de la AEM es la difusión de los resultados de las investigaciones realizadas<br />
en el área y la Revista Etnobiología llega a su número 6 conformada precisamente por seis contribuciones<br />
originales relacionadas con la etnomicología, La comercialización de bromelias y manzanilla (Matricaria recutita)<br />
así como tres artículos de corte etnozoológico, dos de México y uno de Argentina. Finaliza este volumen con<br />
la edición de breves notas científicas presentadas en el último congreso en la mesa titulada "Etnobiología de<br />
Oaxaca, México". Esperamos que no decaigan los ánimos de los etnobiólogos para continuar fortaleciendo los<br />
lazos entre la ciencia y la realidad que nos tocó vivir.<br />
Marco Antonio Vásquez-Dávila<br />
Editor responsable de Etnobiología número 6<br />
3
Editorial<br />
ARTÍCULOS<br />
CONTENIDO<br />
Conocimiento tradiciona'l de Ustilago maydis en cuatro grupos mayenses<br />
del Sureste de México<br />
Ramón Mariaca Méndez, Felipe Ruan-Soto y Eréndira Juanita Cano-Contreras<br />
La comercialización navideña de bromelias epífitas en la ciudad de Oaxaca, México<br />
Demetria Mondragón<br />
El sutil camino de una planta aromática: del medio rural al anaquel<br />
del centro comercial<br />
Karla Josefa Milla Escobar<br />
Conocimiento y uso de la tortuga blanca (Dermatemys nzawii Gray, 1847)<br />
en diez ejidos en el sur de Quintana Roo, México<br />
Romel René Calderón-Mandujano<br />
Etnoecología de mamíferos silvestres y los zapotecos del municipio<br />
de Santiago Camotlán, Villa Alta, Oaxaca<br />
Rusby Guadalupe Contreras-Díaz y Martín Pérez-Lustre<br />
Representaciones del oso andino (Trenzaretos ornatus) en el discurso literario<br />
del noroeste argentino y en un texto discursivo científico<br />
Fátima Imarú Lameda- Camacaroy Fernando Del Moral<br />
Memoria del Simposio: La Etnobiología en Oaxaca<br />
(Xoxocotlán, Oaxaca, 19-23 de marzo del 2007)<br />
Marco Antonio Vásquez-Dávila, coordinador<br />
Información a los autores 98<br />
3<br />
9<br />
24<br />
29<br />
42<br />
56<br />
68<br />
81
CONTENT<br />
Editorial 3<br />
ARTlCLES<br />
Traditional knowledge of Ustilago maydis in four Mayan groups<br />
frorn Southeast Mexico<br />
Ramón Mariaca Méndez, Felipe Ruan-Soto y Eréndira Juanita Cano-Contrera<br />
Christrnas Marketing of epiphytic brorneliads in the city of Oaxaca, Mexico<br />
Demetria Mondragón<br />
The subtle way of an arornatic plant: from rural to shopping center shelf<br />
Karla Josefa Milla Escobar<br />
Knowledge and use of the white turtle (Dermatemys mawii Gray, 1847)<br />
in ten ejidos in southern Quintana Roo, Mexico<br />
Romel René Calderón-Mandujano<br />
Ethnoecology of wild rnarnrnals and the Zapotec of the rnunicipality<br />
of Santiago Carnotlán, Villa Alta, Oaxaca<br />
Rusby Guadalupe Contreras-Díaz y Martín Pérez-Lustre<br />
Representations ofthe Andean bear (Tremarctos ornatlls) in the northwestern<br />
Argentine literary discourse and a scientific discoursive text<br />
Fátima Imarú Lameda- Camacaro y Fernando Del Moral<br />
Report of the Syrnposiurn: The Ethnobiology in Oaxaca<br />
(Xoxocotlán,Oaxaca 19-23 March 2007)<br />
Marco Antonio Vásquez-Dávila, coordinator<br />
lnformation to authors 98<br />
9<br />
24<br />
29<br />
42<br />
56<br />
68<br />
81<br />
7
CONOCIMIENTO TRADICIONAL DE Ustilago maydis<br />
EN CUATRO GRUPOS MAYENSES DEL SURESTE DE MÉXICO<br />
Ramón Mariaca Méndez•, Felipe Ruan-Sotoh, Eréndira Juanita Cano-Contreras<<br />
• El Colegio de la Frontera Sur. Carretera Panamericana y Periférico Sur s/n. Barrio de María Auxiliadora. San Cristóbal de Las<br />
Casas. Chiapas, México. CP 29290 (rmariaca@ecosur.mx)<br />
b Sección de Micología, Herbario Eizi Matuda. Escuela de Biología. Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Libramiento<br />
Norte Poniente s/n. Col. Lajas Maciel. Tuxtla Gutiérrez. Chiapas, México. CP 29039 (ruansoto@yahoo.com.mx)<br />
Introducción<br />
Ustilago maydis (DC.) Corda (del latín ustus =<br />
quemado), es un hongo parásito del maíz perteneciente<br />
a la familia Ustilaginaceae (Alexopoulos et al. 1996).<br />
La enfermedad, patente en la mazorca, se caracteriza<br />
por la producción de agallas de varios tamaños,<br />
carnosas cuando jóvenes y polvosas al madurar.<br />
Según Kealey y Kosikowski ( 1981) éste<br />
hongo es causante de pérdidas de millones de dólares<br />
alrededor del mundo en las plantaciones del maíz.<br />
Sin embargo, su utilidad también es grande como<br />
modelo experimental en estudios de genética y<br />
biología molecular, siendo útil para estudiar aspectos<br />
de cinética enzimática, patogeneicidad, procesos de<br />
división celular, replicación de ADN, entre otros. De<br />
la misma manera, también es importante en la dieta<br />
de algunos grupos humanos de México.<br />
Aunque varios autores, entre ellos Kealey y<br />
Kosikowski (1981), postulan que aparentemente la<br />
comestibilidad de Ustilago maydis en el centro de<br />
México es conocida desde tiempos prehispánicos,<br />
en fuentes virreinales tales como la Historia<br />
General de las Cosas de la Nueva España escrita por<br />
Sahagún (1985) y el Códice Florentino, esto no es<br />
mencionado.<br />
En el centro de México, Ustilago maydis<br />
es conocido como cuitlacoche o huitlacoche. Su<br />
nombre proviene del término náhuatl cuitlacochtli,<br />
vocablo compuesto de -cuitla (ti)-, suciedad, basura,<br />
excremento y -cochtli- dormido, significando en<br />
consecuencia suciedad dormida, aparentemente por<br />
encontrarse cubierto por las brácteas de la espiga<br />
parasitada (Martín Del Campo 1968).<br />
Distintos grupos étnicos del centro, oriente<br />
y norte de México asignan diferentes nombres a<br />
esta especie: kuchíchikua terékua en purépecha de<br />
Michoacán (terékua significa hongo en purépecha)<br />
• a pes et al. 1981 ), tacatzazamazlato takatzazakushi<br />
en nahua de la Sierra norte de Puebla (tacatzazamazlat<br />
ignifica hongo de excremento en náhuatl) (Martínez<br />
Alfaro et al. 1983), kjú tha en otomí del Estado de<br />
_léxico jú tha significa perder la mazorca en<br />
o- rml (Estrada-Torres y Aroche 1987), xanat kuxi<br />
e!! mtonaco de Papantla (xanat significa flor en<br />
o · kuxi significa maíz) (Chacón 1988), cho<br />
dahuica del Estado de México (Palomino-<br />
1990 . jaroi o jura' en tepehuano (jaroi<br />
corazón en tepehuano) (Gonzalez-Elizondo<br />
10<br />
Mariaca Méndez el al.<br />
1991), d'n tha khjo en nahua (?) de Tlaxcala (d'n<br />
tha khjo significa hongo de milpa) (Montoya 1992),<br />
ku'u se le nombra entre los wirrarítari (huicholes) de<br />
Jalisco (Villaseñor 1999) y witáchori o sunó weko<br />
wiwara en rarámuri de Chihuahua (en rarámuri<br />
sunó significa maíz; weko wi significa hongo; wa<br />
significa hoja de mazorca) (Moreno-Fuentes 2002).<br />
Para el estado de Chiapas solo existen reportes de<br />
que los tseltales de Oxchuc y Tenejapa nombran a<br />
esta especie slu 'il ixim que significa hongo del maíz<br />
(Lampman, 2007 a; Shepard et al., 2008) en tanto que<br />
los tsotsiles lo nombran stok 'al ixim que significa<br />
tormenta de nubes del maíz (Shepard et al. , 2008)<br />
Estos grupos humanos conciben a Ustilago<br />
maydis de diferentes maneras, generando así muy<br />
diversas formas de entenderlo y clasificarlo. Como<br />
ejemplo de estas concepciones, algunos grupos como<br />
los Tlahuicas del Estado de México lo perciben como<br />
un hongo (Palomino-Naranjo 1990), en tanto que para<br />
otros, como los nahuas de Tlaxcala, este organismo<br />
es concebido como una enfermedad (Montoya 1992).<br />
En cuanto a la noción dicotómica de la naturaleza fría/<br />
caliente de diversos elementos bióticos y abióticos;<br />
los nahuas de Tlaxacala y los otomíes del Estado de<br />
México lo clasifican como de naturaleza caliente,<br />
contrario a los demás hongos considerados por ellos<br />
como de naturaleza fría (Estrada-Torres y Aroche<br />
1987; Montoya 1992).<br />
Ustilago maydis es utilizado como alimento<br />
en el centro de México, siendo preparado de<br />
varias formas, principalmente en tamales, atole,<br />
quesadillas y diversos guisos (Estrada-Torres y<br />
Aroche 1987; Gonzalez-Elizondo 1991 ; Mapes et<br />
al. 1981; Martínez-Alfaro et al. 1983; Montoya<br />
1992; Palomino-Naranjo 1990; Villaseñor 1999).<br />
No obstante, en muchas regiones de nuestro país,<br />
Ustilago maydis no se consume (Guzmán 1997) o<br />
tiene un consumo marginal.<br />
Entre los totonacos de Papantla, Veracruz,<br />
es consumido por pocas personas, principalmente<br />
adultos (Chacón 1988). Entre los rarámuri de<br />
Chihuahua, en general este hongo no se conoce ni<br />
consume y cuando lo han comido parece ser debido a<br />
costumbres adquiridas recientemente de la población<br />
mestiza foránea con la que han tenido contacto<br />
(Moreno-Fuentes 2002). Lampman (2007b) reporta<br />
su consumo entre los tseltales de Oxchuc y Tenejapa.
Menciona además que la recolecta es oportunista en<br />
los sembradíos de maíz.<br />
Este organismo no sólo es utilizado como<br />
alimento, también tiene un importante uso dentro<br />
de los sistemas etnomédicos de México. En el<br />
centro templado de este país, entre los otomíes y los<br />
purépechas, este hongo es utilizado contra la erisipela<br />
y otras afecciones cutáneas como granos, rozaduras y<br />
quemaduras; su forma de uso es rociar las esporas del<br />
hongo seco sobre la parte afectada (Mapes et al. 1981;<br />
Estrada-Torres y Aroche 1987; Palomino-Naranjo<br />
1990; Montoya 1992). Los tseltales de Tenejapa y<br />
Oxchuc utilizan a esta especie para aliviar la diarrea<br />
y malestares estomacales.<br />
Entre las familias que hacen uso de este<br />
recurso, el cuitlacoche se constituye no sólo como<br />
un complemento importante en la dieta debido<br />
al valor nutrimental que posee, sino como una<br />
fuente importante de ingresos monetarios a través<br />
de su comercialización. Con respecto a su valor<br />
nutrimental, el cuitlacoche contiene 1 7 aminoácidos<br />
entre los que destaca un alto contenido de lisina;<br />
además de presentarse de 11.5 a 16.4 gramos de<br />
proteína por cada 100 g del hongo, por 32% de la<br />
ingesta recomendada de fibra y de 100-130 Kcal de<br />
contenido energético (Serafin-Muñoz et al. 2005).<br />
Por otro lado, varios autores han documentado su<br />
venta en distintos mercados del país, estableciéndose<br />
como uno de los hongos más vendidos, apreciados<br />
y costosos (Aguilar-Pascmd 1988; Mapes et al.<br />
1981; Mariaca et al. 2000; Martínez-Alfaro et al.<br />
1983; Montoya 1992). Como ejemplo de esto, en<br />
el transcurso del 2007, se pudo observar la venta<br />
de Ustilago maydis en los mercados de la Ciudad<br />
de México con precios fluctuantes entre los US$4<br />
y US$8 por kilo (un dólar=10 pesos mexicanos); en<br />
tanto que en algunos comercios de Tuxtla Gutiérrez,<br />
Chiapas alcanzaban los US$20 por kilo. Si tomamos<br />
en cuenta que en México el salario mínimo equivalía<br />
aproximadamente a US$5, podremos entender la<br />
importancia de comercializar estos recursos por parte<br />
de los campesinos.<br />
Después de examinar en la literatura disponible<br />
el papel de Ustilago maydis entre diferentes grupos<br />
humanos en México, es apreciable la carencia de<br />
información acerca de su importancia y uso en las<br />
zonas tropicales del país, principalmente entre los<br />
grupos mayenses que abarcan casi todo el sureste<br />
de México. Por ello consideramos relevante abordar<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
en el presente estudio la concepción y el uso de U.<br />
maydis en poblaciones tsotsiles, tseltales, lacandonas,<br />
tojolabales y mestizas del estado de Chiapas.<br />
Zona de estudio<br />
Las comunidades tseltales en las que se realizó el<br />
presente estudio fueron: Tenejapa y Amatenango<br />
del Valle; las tsotsiles abarcaron San Juan Chamula,<br />
Chenalhó, Zinacantán, San Andrés Larráinzar y<br />
Huixtán; la comunidad Tojolabal fue La Trinitaria.<br />
Todas ellas se ubican entre los 800 y los 2,300<br />
m.s.n.m. en la zona denominada Altos de Chiapas,<br />
región fisiográfica que abarca un macizo montañoso<br />
en la zona central del estado. Las comunidades<br />
Lacandonas fueron Nahá y Lacanjá-Chansaayab,<br />
ambas pertenecientes al municipio de Ocosingo y<br />
ubicadas en la región denominada Selva Lacandona,<br />
en una altitud que oscila entre los 140 y los 570<br />
m.s.n.m. Aunado a éstas, también se visitó la<br />
comunidad indomestiza de Playón de la Gloria,<br />
Municipio de Marqués de Comillas, en la parte sur de<br />
la Selva Lacandona (Fig. 1 ).<br />
En cuanto al tipo de vegetación presente en las<br />
comunidades de estudio; Nahá y Lacanjá-Chansaayab<br />
(lacandonas ), poseen selva alta perennifolia, aunque<br />
en Lacanjá-Chansaayab ésta se combina con zonas<br />
de acahual de mediana edad y en Nahá la selva<br />
alta sólo se encuentra en el Área Natural Protegida<br />
Nahá-Metzabok y se rodea de crecientes zonas de<br />
deforestación. Nahá tiene un tipo de clima cálido<br />
subhúmedo tendiente a húmedo y con estacionalidad<br />
(Aw 2 (w) (i) g) y una altitud de 550 m. Lacanjá<br />
Chansaayab posee un tipo de clima cálido húmedo<br />
(Am) y está a una altitud de 350 m. En ambas<br />
comunidades las principales actividades económicas<br />
son la agricultura de autoconsumo y la fabricación y<br />
venta de artesanías, aunque en Lacanjá el ecoturismo<br />
representa una fuente importante de ingresos<br />
económicos (Cano-Contreras, 2007; Marion, 1999).<br />
Playón de la Gloria es una comunidad de<br />
extracción indomestiza y de formación relativamente<br />
reciente (décadas de los 1960 y 1970). Sus pobladores<br />
proceden de diversos lugares del estado de Chiapas<br />
e inclusive de otros estados del país. Pertenece al<br />
municipio de Marqués de Comillas; colinda con la<br />
Reserva de la Biósfera Montes Azules y se encuentra<br />
en la ribera sur del Río Lacantún, dentro del área<br />
11
+ Comunidad mestiza<br />
* Comunidad lacandona<br />
• Comunidad IDjolabal<br />
• Comunidad lsotsil<br />
• Comunidad tse1ta1<br />
Figura l. Ubicación de las comunidades con las que se trabajó.<br />
que ocupa la Selva Lacandona. El tipo de vegetación<br />
presente es la selva alta perennifolia con amplias<br />
zonas de deforestación y potreros, con un tipo de<br />
clima cálido húmedo (Am); está a una altitud de 140<br />
a 260 m (Ruan-Soto, 2005).<br />
Las comunidades tseltales estudiadas fueron<br />
las cabeceras municipales de Amatenango del Valle<br />
y de Tenejapa, ubicadas en los Altos de Chiapas.<br />
Amatenango posee una vegetación de bosque de<br />
encino-pino y bosque de pino en las partes más altas,<br />
con un tipo de clima templado subhúmedo (Cw 2 ) y<br />
una altitud de 1800 m. Las principales actividades<br />
económicas son la fabricación y venta de alfarería<br />
y la agricultura de autoconsumo. Tenejapa tiene<br />
un tipo de clima de transición de templado a cálido<br />
subhúmedo C(A)w 2 y se encuentra a 1800 msnm. Las<br />
principales actividades económicas son el cultivo de<br />
café y frutales para venta externa y la agricultura de<br />
autoconsumo.<br />
En cuanto a los tsotsiles, se realizaron<br />
entrevistas en las cabeceras municipales de San<br />
Juan Chamula, Huixtán, San Andrés Larráinzar<br />
12<br />
Mariaca Méndez et al.<br />
11..-o"W<br />
CAMPECHE<br />
y Zinacantán y en la comunidad de Santa Martha<br />
perteneciente al municipio de Chenalhó, todas ellas<br />
en los Altos de Chiapas. En San Juan Chamula el<br />
tipo de vegetación es de bosque de pino-encino,<br />
presentándose un tipo de clima templado subhúmedo<br />
(Cw 2 ), se encuentra a 2260 m.s.n.m. Las principales<br />
actividades económicas son la fabricación y venta de<br />
artesanías, el turismo y la agricultura de autoconsumo.<br />
Huixtán tiene una vegetación predominante de bosque<br />
de pino-encino, presenta un tipo de clima templado<br />
húmedo (C(m)) y se encuentra a 1990 m.s.n.m. La<br />
principal actividad económica es la agricultura de<br />
autoconsumo. Santa Marta tiene una vegetación de<br />
bosque de pino-encino y un clima de transición de<br />
templado a cálido sub húmedo Cw 2 a A( e )w 2 • Se<br />
encuentra en un gradiente altitudinal que va de los<br />
1200 a los 700 m.s.n.m; las principales actividades<br />
económicas son el cultivo y venta foránea de café y la<br />
agricultura de autoconsumo. San Andrés Larráinzar<br />
tiene una vegetación de bosque mesófilo de montaña<br />
y de pino, y un tipo de clima templado lluvioso (C(f));<br />
se encuentra a 2100 msnm, y su principal actividad
económica es la agricultura de autoconsumo.<br />
Zinacantán posee una vegetación de bosque de pino<br />
y un tipo de clima templado subhúmedo (Cw 2 ); está a<br />
2140 m.s.n.m. Las principales actividades económicas<br />
son la floricultura, la fabricación y venta de artesanías<br />
y la agricultura de autoconsumo (García, 1983).<br />
Región<br />
Grupo<br />
étnico<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
Las entrevistas realizadas a tojolabales se !le aron<br />
a cabo en el Parque Nacional Lagunas de Montebello<br />
en el municipio de La Trinitaria. El tipo de egetación<br />
presente es bosque de pino, con un tipo de clima templado<br />
subhúmedo ( Cw 2 ). Las actividades económicas principales<br />
son la agricultura de subsistencia y la prestación de<br />
servicios turísticos (Tabla 1 ).<br />
Tabla l. Localidades y grupos étnicos con los que se realizó el presente estudio.<br />
Localidad Clima<br />
Na-Há Cálido subhúmedo<br />
(Aw 2 (w) (i) g)<br />
Lacandón<br />
Selva Lacanjá Cálido húmedo (Am)<br />
Lacandona Chansaayab<br />
Indo mestizo Playón de la Cálido húmedo (Am)<br />
Gloria<br />
Tseltal<br />
Amatenango Templado subhúmedo<br />
del Valle (Cw 2 )<br />
Tenejapa Templado a cálido subhúmedo<br />
C(A)w 2<br />
San Juan Templado subhúmedo<br />
Chamula (Cw¡)<br />
Huixtán Templado húmedo<br />
(C(m))<br />
Altos de San Andrés Clima templado (C(f))<br />
Chiapas<br />
Tsotsil<br />
Larráinzar<br />
Santha Templado a cálido sub-<br />
Martha Che- húmedo<br />
nalhó Cw 2 aA(C)w 2<br />
Zinacantán Templado subhúmedo<br />
(Cw 2 )<br />
Tojolabal Parque Na- Templado subhúmedo<br />
cional Lagu- (Cw 2 )<br />
nas de Monte<br />
bello<br />
Procedimiento metodológico<br />
Durante los meses de enero a septiembre de 2004,<br />
se realizaron 64 entrevistas semi estructuradas y no<br />
Altitud<br />
550m<br />
350m<br />
Tipo de Actividad<br />
Vegetación económica<br />
Selva alta pe-<br />
Agricultura de autoconsurennifolia<br />
mo, fabricación y venta de<br />
artesanías, ecoturismo<br />
140 a 260 Selva alta pe- Agricultura de autoconsumo<br />
m rennifolia<br />
1800 m Bosque de en- Fabricación y venta de alcino-pino<br />
y de farería y agricultura de autopino<br />
consumo<br />
1800 m Bosque de enci- Cultivo y venta de café y<br />
no-pino frutales y agricultura de autoconsumo<br />
2260m Bosque de pino- Turismo, agricultura de auencino<br />
toconsumo, fabricación y<br />
venta de artesanías<br />
1900m Bosque de pino- Agricultura de autoconsumo<br />
encino<br />
2100m Bosques mesó- Agricultura de autoconsumo<br />
filo de montaña<br />
y de pino<br />
700 a Bosque de enci- Cultivo y venta de café, agri-<br />
!200m no-pino cultura de autoconsumo<br />
2100 m Bosque de pino Floricultura, agricultura de<br />
autoconsumo, venta de artesanías<br />
2140 m Bosque de pino Agricultura de subsistencia,<br />
turismo<br />
estructuradas aplicadas a igual número de personas,<br />
de ambos sexos y pertenecientes a tres grupos de<br />
edad (jóvenes, adultos y ancianos) procedentes de<br />
cuatro grupos étnicos (lacandón, tseltal, tsotsil y<br />
13
tojolabal) y un grupo indomestizos. Las entrevistas<br />
no estructuradas implican un plan básico que el<br />
investigador retiene en mente, aunque se procurar<br />
establecer con el entrevistado una conversación libre,<br />
con el fin de que éste pueda expresar sus ideas de la<br />
mejor manera, en sus términos y lógica. En el caso<br />
de las entrevistas semi estructuradas, éstas se basan<br />
en un cuestionario con las preguntas que se desea<br />
realizar aunque éste no necesariamente es seguido<br />
al pie de la letra; estas preguntas sólo dan la pauta<br />
para establecer conversaciones que el entrevistador<br />
procura llevar hacia los temas de interés.<br />
En cuanto a la dinámica seguida en la<br />
realización de entrevistas, al inicio de las mismas<br />
eran mostradas fotografias del hongo a la persona<br />
entrevistada; esto con el fin de conseguir que la persona<br />
tuviera un buen reconocimiento del organismo al cual<br />
se hacía referencia. Posteriormente y siguiendo las<br />
pautas y dinámicas del tipo de entrevista realizada,<br />
se establecía una conversación en la cual los ejes<br />
temáticos con respecto al objeto de estudio (U.<br />
maydis) versaban acerca de los siguientes aspectos<br />
del conocimiento local: nombres y significado,<br />
ecología y variantes conocidas, concepciones y<br />
causas que determinan su aparición, usos y formas<br />
de preparación, frecuencia de consumo y aspectos<br />
relacionados con su comercialización.<br />
Por otra parte, también fueron visitados<br />
los tres principales mercados de San Cristóbal de<br />
Las Casas, el Mercado Municipal José Castillo<br />
Tiellemans, Mercaltos y Merposur, con el fin de<br />
determinar la abundancia, frecuencia, precio y forma<br />
de consumo de Ustilago maydis, así como determinar<br />
Mariaca Méndez et al.<br />
el tipo de compradores que adquieren este producto.<br />
Esta decisión se debe a que el centro comercial y<br />
político de la zona Altos de Chiapas es la ciudad de<br />
San Cristóbal de Las Casas, siendo el destino final<br />
de comercialización e intercambio de productos<br />
agrícolas provenientes de los municipios aledaños,<br />
precisamente los mercados de esta ciudad.<br />
La información obtenida en las entrevistas fue<br />
registrada en diario de campo, para ser posteriormente<br />
capturada en una base de datos. La información<br />
fue· sistematizada para su análisis, dividiéndola en<br />
los cinco rubros mencionados anteriormente: 1)<br />
conocimiento, nombres y significado, 2) ecología<br />
y variantes conocidas, 3) percepciones y causas<br />
que determinan su aparición, 4) usos y formas de<br />
preparación, y 5) aspectos de comercialización.<br />
Para cada una de las categorías se elaboraron<br />
fichas temáticas, en las cuales se registró la<br />
información recibida, así como el nombre, la edad,<br />
la etnia y la comunidad de procedencia de la persona<br />
entrevistada que aportó dicha información. Una vez<br />
realizadas estas fichas temáticas, se realizó el análisis<br />
global de la información obtenida.<br />
Resultados y discusión<br />
Nomenclatura. Se registraron veinte nombres<br />
para denominar a Ustilago maydis: ocho entre los<br />
tsotsiles, cuatro entre los lacandones, cuatro entre los<br />
indomestizos de Playón de la Gloria, tres entre los<br />
tseltales y uno entre los ·tojolabales (Tabla 2).<br />
Tabla 2. Nombres con que se refiere a Ustilago maydis entre distintos grupos mayenses del sureste mexicano.<br />
Tsotsiles Tseltales Lacandones Tojolabales Mestizos<br />
- xu' - lu' (insulto referente - ta'ulum (excre- - Caca de mono - me' ixim (mamá del maíz)<br />
- xu'ixim (leche de la milpa) al sexo) mento de la tierra) - ñooi (hongo del maiz) [chinan<br />
- me'xu' - sakil ti'bal (carne - kuxum (hongo del teco])<br />
- pajayón blanca) maíz) - wewech o huehueche<br />
- suc'ixim - cayo/ de burro ( testícu- - ta'uri ner - cuitlacoche<br />
- tok' (nube) los de burro) - ukobL<br />
- chikin te' (oreja de palo)<br />
- tok'al ixim (nube del maíz)<br />
14
Los nombres que le asignan a esta especie los<br />
grupos lacandón y tojolabal reflejan una asociación<br />
simbólica entre Ustilago maydis y el excremento.<br />
Esta noción se presenta de manera similar entre<br />
grupos de influencia nahua del centro de México y<br />
la Sierra Norte de Puebla, quienes poseen ésta misma<br />
concepción (Martín Del Campo 1968; Martínez<br />
Alfaro et al. 1983). Esta asociación entre Ustilago<br />
maydis y el excremento probablemente se debe a<br />
su fenología y determina su rechazo por algunos<br />
entrevistados, ya que éste en palabras de los mismos<br />
se debía a su aspecto "poco agradable". No obstante lo<br />
anterior, un informante tseltal con formación doctoral<br />
-Antonio López Meza- nos indicó que para él más<br />
que excremento, al hablar del cuitlacoche debíamos<br />
pensar en secreciones corpóreas.<br />
Como puede apreciarse en la Tabla 2, no existe<br />
un consenso en la forma de denominar a Ustilago<br />
maydis al interior de cada grupo, lo cual se refleja en<br />
el hecho de que se encuentren ocho vocablos distintos<br />
entre los tsotsiles. Esto contrasta con lo reportado<br />
para otros grupos étnicos de país, entre los cuales<br />
sí existe un nombre consensuado para esta especie<br />
(Chacón 1988; Estrada-Torres y Aroche 1987;<br />
Mapes et al. 1981; Montoya 1992; Palomíno-Naranjo<br />
1990). Sin embargo, en todos los grupos estudiados<br />
en esta investigación existe al menos un nombre que<br />
asocia a esta especie con el maíz, ya sea identificado<br />
como hongo o como otro elemento asociado con la<br />
milpa, de la misma manera que lo reportado en otras<br />
investigaciones del centro, occidente y norte de<br />
México (Mapes et al. 1981; Montoya 1992; Moreno<br />
Fuentes 2002).<br />
Los tsotsiles entrevistados perciben como<br />
hongos diferentes a los estadios de desarrollo de<br />
Ustilago maydis, asignando con nombres distintos<br />
a cada uno de ellos. Estos estadios se diferencian<br />
de acuerdo con porcentaje de la mazorca cubierto<br />
por el parásito; este aspecto se discutirá con mayor<br />
amplitud en la siguiente sección. Creemos que el<br />
hecho de que los tsotsiles perciban como especies<br />
diferentes y otorguen nombres distintos a los estadios<br />
sucesivos de Ustilago maydis, pudiera ser un reflejo<br />
del poco interés que este organismo despierta en<br />
ellos, dando paso a observaciones imprecisas acerca<br />
de crecimiento. Como se explicará posteriormente,<br />
al ser observado sólamente por azar en algunas de<br />
las visitas realizadas a la milpa y no ser un recurso<br />
de uso importante en la actualidad, la gente no le<br />
EtmJbiología 6, 2008<br />
concede la atención necesaria para identificar que e<br />
trata de diferentes estadios del mismo organismo sin<br />
embargo como se discutirá en el siguiente capitulo<br />
esto no es factor para que no hayan desarrollado<br />
un conocimiento local extenso al respecto de<br />
maydis.<br />
Variantes conocidas y ecología. Entre la gente<br />
entrevistada sólamente se percibe una variante de<br />
Ustilago maydis, aunque hubo colaboradores que<br />
diferenciaban dos de este mismo organismo. Cabe<br />
resaltar que los colaboradores que identifican dos<br />
variantes, no tienen entre ellos alguna relación, ya<br />
sea por filiación cultural o por proceder de la misma<br />
comunidad. Entre las personas que consideran que<br />
existen dos tipos de U. maydis, los aspectos tomados<br />
en cuenta como caracteres de diferenciación son: el<br />
porcentaje en que es cubierta la mazorca por el hongo<br />
(diferenciándose entre el que cubre todo el elote y el<br />
que no lo cubre en su totalidad), la coloración que<br />
presenta (catalogándose como el de "tono claro"<br />
y el de "tono oscuro"), el estadio de desarrollo del<br />
hongo (clasificándose en el que es "tierno" y el que<br />
está "po/vaso") y su localización en la mazorca<br />
(conceptuándolo como el que "sale en la punta" y el<br />
que "sale en la base"). Cabe hacer la mención de que<br />
éste es un dato que contrasta con lo reportado hasta<br />
ahora en la literatura consultada, ya que otros grupos<br />
estudiados del centro y norte del país, solo perciben<br />
la existencia de una variante (Chacón 1988; Estrada<br />
Torres y Aroche 1987; Mapes et al. 1981; Montoya<br />
1992; Palomino-Naranjo 1990).<br />
Pese a esta diferencia, todos los entrevistados<br />
concuerdan en que este organismo aparece en el maíz<br />
cuando está tierno --cuando aún es elote-; no cuando<br />
ha madurado --cuando ya es mazorca-.<br />
En cuanto a la abundancia de esta especie,<br />
la mayor parte de los informantes coincide en que<br />
"aparece poco en la milpa", presentándose por lo<br />
general sólo dos a cuatro elotes con Ustilago maydis<br />
en el terreno de cultivo, separados espacialmente.<br />
Algunos señalan que llegan a aparecer hasta diez<br />
elotes con este organismo, pero nunca una cantidad<br />
mayor. Un dato interesante es que la gente habitante<br />
de climas cálidos, señala que en esas zonas no aparece<br />
mucho esta especie, contrario a lo ocurrido en "tierra<br />
fría", donde aparece en gran cantidad. Sin embargo,<br />
ningún informante señaló que Ustilago maydis<br />
apareciera de manera abundante, sin importar las<br />
15
condiciones del sitio que habitan. Este número quizá<br />
esté subestimado por las personas entrevistadas, ya<br />
que, como se verá posteriormente, esa es la cantidad<br />
de organismos observado cuando se recolectan elotes;<br />
sin embargo, pueden haber más ejemplares que pasen<br />
desapercibidos y se encuentren posteriormente en el<br />
momento de la pizca o cosecha final, cuando Ustilago<br />
maydis ya esté seco.<br />
En cuanto a su [enología, los informantes de la<br />
región de los Altos de Chiapas señalan que éste aparece<br />
principalmente en los meses de septiembre y octubre,<br />
condicionándose su aparición a la cantidad de lluvias<br />
que haya habido en los meses previos; cabe mencionar<br />
que estos meses corresponden a la temporada en que<br />
la gente cosecha elotes para el consumo familiar. Con<br />
respecto al señalado factor de la humedad, algunas<br />
personas de Amatenango del Valle especificaron<br />
que las plantas de maíz que se cultivan en zonas de<br />
mayor humedad son más propensas a desarrollar este<br />
organismo que las plantas sembradas en pendientes,<br />
donde la humedad es menor. Incluso, su presencia se<br />
liga a la ocurrencia de otro hongo llamado en tseltal<br />
koloch (Auricularia polytricha); es decir, cuando<br />
aparece el koloch, es tiempo de que aparezca el hongo<br />
del maíz (U. maydis). En regiones cálido-húmedas,<br />
los informantes señalan que Ustilago maydis aparece<br />
durante los meses de julio, agosto y septiembre,<br />
dependiendo del estado de maduración del elote. Esta<br />
idea probablemente se deba a la variación de la fecha<br />
de siembra con respecto a las zonas templadas, que<br />
allí va desde mediados de mayo hasta mediados de<br />
junio. Sólo algunos informantes, aunque procedentes<br />
de todas las zonas, conciben ciertas interacciones entre<br />
Ustilago maydis con algunos animales silvestres. En<br />
la región templada de los Altos de Chiapas señalan<br />
que este organismo es comido por eljomut (Quiscalus<br />
mexicanus ), en tanto que en la región de la selva se ha<br />
observado que es comido por loros (Amazona spp.).<br />
Como puede apreciarse, entre la gente<br />
entrevistada existe un conocimiento amplio y diverso<br />
respecto a la biología de Ustilago maydis. Esto no<br />
es de asombrarse si consideramos que las personas<br />
entrevistadas han vivido en estrecho contacto con los<br />
elementos de su entorno. En este sentido, diversos<br />
autores han documentado los extensos conocimientos<br />
ambientales locales presentes en el área maya (Cano<br />
Contreras 2007; Lee 1996; Marion 1998, 1999; Ruan<br />
Soto 2005; Villa-Rojas 1985).<br />
16<br />
Mariaca Méndez et al.<br />
Concepciones, clasificación y causas que determinan<br />
su aparición en la milpa. Con respecto a las<br />
concepciones que existen acerca de Ustilago maydis,<br />
así como al lugar que le asignan dentro de su esquema<br />
clasificatorio de los elementos de la naturaleza, en toda<br />
la región estudiada se puede observar que no existe<br />
una uniformidad en lo señalado.<br />
Para una parte de los entrevistados, no<br />
importando su etnia ni su procedencia, Ustilago<br />
maydis es clasificado dentro del grupo de los hongos.<br />
Para otros, se percibe la presencia de U. maydis<br />
como una enfermedad, como en Chenalhó, donde<br />
es nombrado chamel ixim, que en tsotsil significa<br />
enfermedad del maíz. Estas percepciones también se<br />
han observado en grupos étnicos del centro de México<br />
(Montoya 1992; Palomino-Naranjo 1990).<br />
Otras de las personas entrevistadas, aunque<br />
no consideran a Ustilago maydis una enfermedad, sí<br />
señalan que provoca que se pierda el maíz. Algunos<br />
informantes conciben a esta especie como una plaga<br />
para el maíz y un castigo para la milpa procedente de<br />
diversas deidades locales, en tanto que otra parte de<br />
los entrevistados no lo consideran así, ya que no sale<br />
en tal cantidad como para considerarlo un castigo.<br />
Entre los entrevistados de Zinacantán, se<br />
percibe la presencia de este organismo como una<br />
señal de que "algo bueno que va a pasar". Contrario<br />
a esto, a algunas personas les asusta la presencia de<br />
Ustilago maydis en sus milpas, ya que se trata de un<br />
evento cuyas causas no pueden explicar.<br />
En lo referente a las causas a las que la gente<br />
atribuye su aparición, a lo largo de toda la zona de<br />
estudio existe un porcentaje significativo de gente<br />
que manifiesta desconocer por qué aparece Ustilago<br />
maydis en sus milpas.<br />
Entre tsotsiles de Huixtán y mestizos de Playón<br />
de la Gloria, su presencia se explica por la abundancia<br />
de las lluvias; afirmando que cuando la hoja no protege<br />
bien al grano, el agua se filtra y los granos se humedecen<br />
desarrollándose así Ustilago maydis.<br />
Entre los tsotsiles de San Juan Chamula y<br />
de San Andrés Larráinzar, la aparición de Ustilago<br />
maydis se atribuye a la alimentación que haya tenido el<br />
campesino el día previo a la siembra; de esta manera,<br />
para que se produzca una "milpa sana" la persona<br />
que siembra debe comer el día anterior carne, frijol o<br />
pescado seco; es decir, alimentos más ''fuertes". Si el<br />
campesino come verduras, caracoles o toma mucho<br />
café, la milpa no estará sana y le saldrá el tok.
Tanto tsotsiles de Zinacantán como tseltales<br />
de Amatenango del Valle, atribuyen a la luna la<br />
presencia de este organismo; argumentando que<br />
cuando existen eclipses de luna o cuando se siembra<br />
en el momento en que la luna está en cuarto creciente,<br />
la milpa sufrirá daños.<br />
Entre tseltales de Tenejapa y Amatenango<br />
del Valle e indomestizos de Playón de la Gloria, se<br />
atribuye la aparición de Ustilago maydis a la presencia<br />
de ciertas aves. En Tenejapa y Amatenango del Valle<br />
se piensa que los zanates (Quiscalus mexicanus)<br />
son los encargados de dispersar este organismo;<br />
en tanto que en Playón de la Gloria se cree que es<br />
debido al loro (Amazona spp.); explicándose que éste<br />
hongo aparece en las milpas donde se encuentran las<br />
mazorcas que dicha ave ha consumido.<br />
Otras explicaciones otorgadas a la aparición<br />
de U. maydis son: (a) debido a si existe distinta<br />
frecuencia en diversos años, su aparición tiene que<br />
ver con el mal comportamiento que pudo haber<br />
tenido el campesino en el transcurso del año (San<br />
Juan Chamula) y; (b) aparece como consecuencia del<br />
uch' que sale de las cuevas cuando el maíz esta en<br />
flor o en jilote (Amatenango del Valle). Cabe aclarar<br />
que el uch' es concebido como una especie de aire<br />
maligno de naturaleza extrahumana que provoca<br />
enfermedades en el maíz.<br />
Como puede apreciarse, la explicación de<br />
por qué aparece Ustilago maydis en las milpas está<br />
relacionada con las concepciones que se tienen de este<br />
organismo. Cuando es percibido como enfermedad o<br />
plaga, las causas pueden ser evitadas con ciertos actos<br />
como la alimentación; cuando es considerado como<br />
un castigo de naturaleza divina, la causa se relaciona<br />
más con acciones socialmente reprobadas cometidas<br />
por el campesino.<br />
Usos y formas de preparación. El uso principal que<br />
la gente señala es el alimenticio. Casi la mitad de<br />
las personas (35 ó sea el 53% de los entrevistados)<br />
afirmó haber comido alguna vez Ustilago maydis.<br />
Sin embargo, este consumo no es frecuente, ya<br />
que los informantes mencionan que este acto se da<br />
de actualmente de manera ocasional o solía ocurrir<br />
con mayor frecuencia en años anteriores. En este<br />
sentido, el consumo de U. maydis forma parte<br />
más de la memoria histórica que de una actividad<br />
consuetudinaria. Este dato contrasta con lo reportado<br />
para las zonas templadas del centro de México,<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
donde este hongo se constituye como un recurso de<br />
aprovechamiento intensivo durante la época en que<br />
aparece (Aguilar-Pascual 1988; Mapes et al. 1981;<br />
Mariaca et al. 2000; Montoya 1992).<br />
No obstante, esto significa que el consumo<br />
de Ustilago maydis no tenga una importancia en el<br />
esquema de alimentación de los grupos mayenses<br />
estudiados. En ciertos sectores de la población<br />
rural este hongo cobra importancia en condiciones<br />
específicas. Una respuesta recurrente, tanto entre<br />
los ancianos como entre personas adultas, es que<br />
antiguamente éste hongo se comía en mayor medida,<br />
sin embargo actualmente ya casi no se consume. Ésto<br />
puede deberse a las percepciones que la gente tiene<br />
respecto de la comestibilidad de Ustilago maydis.<br />
En este sentido, la gente percibe a este organismo<br />
como un alimento que se consume cuando hay escasez<br />
de maíz (que es la base de la alimentación de estos<br />
pueblos). De esta manera, cuando por alguna razón.<br />
los alimentos considerados básicos se encuentran err<br />
menor cantidad, la gente comienza a hacer uso de<br />
comestibles que pueden denominarse como ··
Por su parte, el sector de personas que<br />
consumen Ustilago maydis adquirieron dicha<br />
práctica de tres diversas maneras: por tradición, por<br />
experimentación y por comunicación horizontal.<br />
En el primer caso los entrevistados señalan que los<br />
miembros más viejos de la familia les han enseñado<br />
que este hongo puede ser utilizado como alimento<br />
cuando escasea el maíz. Un pequeño sector de los<br />
informantes aprendieron a comer Ustilago maydis en<br />
una dinámica de ensayo de nuevas posibilidades de<br />
alimentación; ejemplo de ello son expresiones como<br />
" ... si es del maíz sí se come ... ", " ... si el pájaro<br />
lo come, es bueno para comer ... en la mañana nos<br />
los gana si no lo juntamos antes ... ". En cuanto a la<br />
tercera vía, los entrevistados señalan que personas<br />
que vienen de las ciudades de México y Puebla o<br />
en general de los estados del centro templado del<br />
país y que en los últimos años han migrado en gran<br />
numero principalmente a la ciudad de San Cristóbal<br />
de Las Casas, les han enseñado a consumirlo y las<br />
maneras de prepararlo.<br />
Dentro del grupo de gente que nunca ha comido<br />
Ustilago maydis, existen dos sectores: quienes sólo<br />
han escuchado de personas que lo utilizan, aunque<br />
ellos "no tienen la costumbre de hacerlo"; y quienes<br />
no saben que este organismo puede ser consumido.<br />
Las razones que exponen para no comer este hongo<br />
se resumen de manera general en la frase de que "no<br />
es una costumbre", es decir, no se encuentra bajo<br />
su esquema tradicional de alimentación; evitando<br />
consumirlo debido a que les provoca desconfianza y<br />
temor a enfermar en caso de hacerlo.<br />
En cuanto a la dinámica de recolecta para<br />
acceder a este recurso, por lo general son las mujeres<br />
quienes lo recogen de las milpas cuando acuden a ella<br />
a buscar otros organismos comestibles silvestres y/o<br />
cultivados. De esta manera, el hongo se recolecta si<br />
es visto en el recorrido de las mujeres al pizcar los<br />
elotes; sin embargo nunca se realizan recorridos por<br />
la milpa ex professo para buscar Ustilago maydis.<br />
Esta manera azarosa de encontrar el cuitlacoche es<br />
muy similar a la dinámica de recolección para otros<br />
hongos silvestres como el Schizophyllum commune o<br />
el Pleurotus djamor, que son obtenidos de las milpas<br />
por lacandones de Lacanjá-Chansayab y mestizos de<br />
Playón de la Gloria (Ruan-Soto 2005); y contrasta<br />
con la búsquedas especificas que hace la gente en el<br />
centro templado de México para apoderarse de una<br />
considerable cantidad de ejemplares de esta especie.<br />
1<br />
Mariaca Méndez el al.<br />
Entre las formas en que U. maydis es preparado<br />
se cuentan: (a) en "caldo" (sopas que lo tienen como<br />
ingrediente principal o secundario); (b) en tamales; (e)<br />
asado y posteriormente aderezado con limón y sal; ( d)<br />
combinado con frijoles; (e) combinado con huevos;<br />
(f) frito con una mezcla de cebolla, jitomate y chile;<br />
(g) hervido con los mismos granos de elote; (h) en<br />
empanadas e; (i) mezclado con la masa con la que se<br />
preparan las tortillas. Una forma de consumo que sólo<br />
se registró entre los tojolabales, fue: (h) revuelto con<br />
azúcar y untado sobre pan de trigo, a manera de dulce.<br />
Una respuesta recurrente entre la gente entrevistada<br />
es que Ustilago maydis debe de consumirse cuando<br />
está tierno y tiene una consistencia carnosa, ya que<br />
cuando se seca adquiere una consistencia polvosa y<br />
no es adecuado para el consumo humano.<br />
Otro uso del que algunos colaboradores<br />
tienen conocimiento es el medicinal, sin embargo<br />
no tienen claro la manera en que funciona, cómo se<br />
debe aplicar o qué enfermedades cura. Al parecer,<br />
estos conocimientos se encuentran en franco proceso<br />
de pérdida, a diferencia de lo ocurrido en el centro<br />
templado de México, donde sí constituye un recurso<br />
probado y de uso frecuente en el tratamiento de<br />
diferentes padecimientos cutáneos (Estrada-Torres y<br />
Aroche 1987; Mapes et al. 1981).<br />
Por otra parte, Ustilago maydis ha cobrado<br />
una mayor importancia como producto con valor de<br />
cambio al descubrirse como un alimento codiciado<br />
por personas migran tes del centro del país, punto que<br />
será abordado con mayor profundidad en el siguiente<br />
apartado.<br />
Comercialización de Ustilago maydis. En las<br />
comunidades visitadas, las personas que conocían la<br />
comestibilidad de Ustilago maydis, señalaron que su<br />
recolecta tenía el fin de ser consumido al interior de la<br />
unidad familiar y en ningún momento este organismo<br />
era recolectado para vender. En este sentido, en los<br />
tres mercados visitados de la ciudad de San Cristóbal<br />
de Las Casas (Merposur, Mercaltos y José Castillo<br />
Tiellemans), sólo se encontraron tres personas que<br />
vendían dicha especie, una Merposur y dos en el<br />
Mercado Municipal José Castillo Tiellemans. Esto<br />
contrasta fuertemente con lo reportado para el centro<br />
de México, donde se puede encontrar a un gran<br />
número de personas comercializándolo (Aguilar<br />
Pascual 1988; Mariaca et al. 2000; Martínez-Alfaro<br />
et al. 1983).
Estos vendedores lo llaman cuitlacoche,<br />
aunque uno de ellos sí conoce su nombre en lengua<br />
tsotsil de Chenalhó y de Zinacantán. El hecho de<br />
que ambos lo nombren como cuitlacoche tiene que<br />
ver con su proceso de adquisición y transmisión del<br />
conocimiento, ya que ambos manifestaron haber<br />
conocido su comestibilidad a partir de pláticas<br />
con gente procedente de otros estados de México,<br />
principalmente del centro del país.<br />
La temporada en la que el cuitlacoche es<br />
comercializado en estos mercados es durante los<br />
meses de septiembre a diciembre. Dicho período<br />
coincide con los tiempos de fructificación del maíz y<br />
de este hongo en consecuencia.<br />
Ustilago maydis fue encontrado en puestos<br />
que presentaban las mismas características<br />
independientemente del mercado en el que se<br />
encontraran: los tres se especializaban en la venta<br />
elotes como producto principal y tenían al cuitlacoche<br />
como producto secundario. Otra característica era<br />
que los vendedores no cosechaban directamente<br />
este organismo, sino que otros campesinos que ya<br />
conocían a estos locatarios, lo recolectaban y se los<br />
vendían, para que estos a su vez lo revendieran al<br />
consumidor final. Los recolectores que proporcionaron<br />
el hongo a los vendedores finales, procedían de los<br />
vecinos municipios de Teopisca y Amatenango del<br />
Valle así como de otras comunidades ubicadas en<br />
los alrededores de San Cristóbal. Estas personas<br />
juntaban las mazorcas infectadas con cuitlacoche,<br />
almacenándolas en cajas de madera ("rejas") para<br />
transportarlos a ambos mercados de San Cristóbal.<br />
Una vez que este producto es adquirido por<br />
el vendedor, éste separa las agallas de la mazorca<br />
y las va juntando en una canasta de plástico para<br />
posteriormente llenar los recipientes o "medidas" en<br />
que será vendido. Las "medidas" son pequeños platos<br />
de barro de aproximadamente 15 cm de diámetro<br />
que funcionan como unidad tradicional de volumen.<br />
Cada medida era vendida en U$2.00 y contenía<br />
aproximadamente 165 gramos de Ustilago maydis<br />
(el precio por kilogramo equivaldría alrededor de<br />
U$12.00 de 2004, esto es, ca. $120.00).<br />
Los vendedores señalan que sólo ellos o tal<br />
vez sólo una persona más en cada mercado venden<br />
cuitlacoche, ya que la mayoría de la gente no lo conoce<br />
ni consume. De hecho, la venta de este producto<br />
está dirigida a personas originarías de otros estados,<br />
particularmente de la Ciudad de México. Incluso uno<br />
Etnobiologia 6, 2008<br />
de los vendedores comenzó a comercializarlo debido a<br />
un encargo hecho por una persona originaria de dicha<br />
ciudad. De igual manera, comentan que antiguamente<br />
el cuitlacoche no se consumía en la región, por lo<br />
que la gente lo tiraba. Actualmente el consumo de<br />
esta especie se está difundiendo y por ello algunas<br />
personas ya lo compran o incluso lo juntan para<br />
comerlo. Inclusive el mismo vendedor explica que<br />
ha atendido a diversas personas que no lo conocen<br />
y se acercan a su puesto para saber qué es y cómo se<br />
puede preparar.<br />
Como puede apreciarse, a diferencia del centro<br />
de México, donde el cuitlacoche representa una<br />
importante fuente de recursos monetarios para las<br />
familias campesinas a través de su venta (Aguilar<br />
Pascual 1988; Mapes et al. 1981; Mariaca et al. 2000;<br />
Martínez-Alfaro et al. 1983; Montoya 1992), en el<br />
estado de Chiapas apenas comienza a convertirse, de<br />
un alimento marginal con valor de uso, a un alimento<br />
con valor de cambio, esto en la medida que más<br />
gente en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas<br />
(principal mercado de consumo regional) conoce su<br />
comestibilidad. Esto provoca que cada año aumente la<br />
cantidad de este hongo que ingresa al mercado. Quizá<br />
este proceso de transmisión del conocimiento pueda<br />
verse acelerado por la creciente presencia de personas<br />
procedentes del centro y otras regiones de México.<br />
Otra diferencia con lo que ocurre en zonas<br />
templadas del centro de México, es el menor nivel<br />
de intermediarismo que se presenta en el área<br />
estudiada, ya que el mercado regional (San Cristóbal<br />
de Las Casas) no se abastece de Ustilago maydis<br />
de los mercados locales, sino directamente de los<br />
campesinos recolectores. Aunado a esto, en el centro<br />
del país, el cuitlacoche es comercializado junto con<br />
otros hongos de origen silvestre (Aguilar-Pascual<br />
1988), en tanto que en los mercados de San Cristóbal,<br />
es comercializado junto con el maíz.<br />
Conclusiones<br />
A diferencia de lo reportado para la zona templada del<br />
centro de México, donde el cuitlacoche es un recurso<br />
fuertemente aprovechado por los campesinos debido<br />
a su popularidad como alimento, su valor nutritivo, su<br />
facilidad de obtención y las ganancias monetarias que<br />
acarrea su comercialización, en el sureste de México,<br />
no existe una tradición ligada a su aprovechamiento<br />
19
intensivo.<br />
Esto se ve reflejado en la poca uniformidad<br />
que se presenta en los nombres que recibe en las<br />
distintas lenguas e inclusive al interior de una misma<br />
comunidad; en algunas observaciones imprecisas de<br />
las fases de su ciclo vital; en su consumo ocasional<br />
y su concepción de alimento de emergencia ligado<br />
a una representación social de pobreza, siendo<br />
consumido sólo como resultado de la falta de otras<br />
opciones alimentarías.<br />
Sin embargo, el extenso y diverso conocimiento<br />
local al respecto de las variantes morfológicas<br />
que presenta esta especie, de la abundancia de este<br />
organismo en los agroecosistemas, de la fenología<br />
que presenta y las especies de otros hongos que<br />
aparecen al mismo tiempo, además de la relación que<br />
existe entre Ustilago maydis y otras especies animales<br />
-aves-, dan cuenta de la importancia que tiene para<br />
los grupos mayenses esta especie. Aunado a esto el<br />
hecho de que U. maydis se encuentra perfectamente<br />
ubicado en sus sistemas de clasificación, existiendo<br />
diversas explicaciones tanto biológicas como<br />
culturales para su aparición, lo cual también nos habla<br />
de la presencia que tiene en su esquema comprensivo<br />
de los elementos de la naturaleza. Estos parámetros<br />
pueden ser considerados como indicadores de la<br />
relevancia que tiene U. maydis entre los grupos<br />
mayenses, concordando con Hunn (1982), para quien<br />
los elementos bióticos y abióticos importantes para<br />
un grupo cultural, son los que reciben nombres y se<br />
incorporan a sus sistemas de clasificación, pese a no<br />
tener un uso directo.<br />
Aunado a esto, producto del número cada<br />
vez mayor de vías de comunicación y de migrantes<br />
del centro del país a Chiapas, los pueblos mayas<br />
paulatinamente se ven inmersos en una dinámica<br />
de reconfiguración de sus conocimientos locales al<br />
respecto de Ustilago maydis. En este sentido se están<br />
percatando de su comestibilidad, su valor nutrimental<br />
y su potencial valor económico, adquirido a través de<br />
su comercialización en los centros urbanos del estado<br />
de Chiapas.<br />
Agradecimientos<br />
Los autores queremos agradecer primeramente<br />
a toda la gente que colaboró en este trabajo en las<br />
comunidades visitadas; especialmente l@s señor@s<br />
20<br />
Mariaca Méndez et al.<br />
Manuel Castellanos en Lacanjá; Juana Gómez en<br />
Amatenango; Roberto Pérez en Lagos de Montebello;<br />
Kayum Ma'ax y Antonio Chankín Martínez en Nahá,<br />
Rubén Jiménez Cruz, Rubén Jiménez Álvarez y Ana<br />
Rodríguez, en Playón de la Gloria y; Manuel Pérez<br />
Gómez de San Juan Chamula. Agradecemos también<br />
la valiosa colaboración de Antonio López Meza,<br />
Nicolás Jiménez y Miguel Martínez Icó de ECOSUR<br />
San Cristóbal. Así mismo reconocemos el apoyo de<br />
Adrián Sarabia de LAI GE-ECO SUR en la elaboración<br />
del mapa, se Hermilo Cruz y Mario Zúñiga del SIBE<br />
ECOSUR San Cristóbal por las facilidades otorgadas<br />
en la consulta bibliográfica. También agradecemos<br />
los comentarios de tres revisores anónimos que<br />
contribuyeron a mejorar este trabajo.<br />
Literatura citada<br />
AguiJar-Pascual, 0.1988.Análisissobrelacomercialización<br />
de los hongos silvestres comestibles en la Ciudad<br />
de México: correlación entre selectividad y valor<br />
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Ciencias UNAM, México D.F.<br />
Alexopoulos, C., C. Mims and M. Blackwell. 1996.<br />
Introductory Micology. John Wiley & Sons,<br />
New York.<br />
Cano-Contreras, E. J. 2007. Prácticas y procesos<br />
simbólicos de las mordeduras de serpiente entre<br />
los lacandones de Na-Há, Chiapas, México.<br />
Tesis de Maestría, El Colegio del Frontera Sur,<br />
San Cristóbal de Las Casas.<br />
Chacón, S. 1988. Conocimiento etnoecológico de los<br />
hongos en Plan de Palmar, Municipio de Papantla,<br />
Veracruz, México. Micologia Neotropical<br />
Aplicada 1 :45-54.<br />
Estrada-Torres, A. and R. M. Aroche. 1987. Acervo<br />
etnomicológico en tres localidades del Municipio<br />
de Acambay, Estado de México. Revista<br />
<strong>Mexicana</strong> de Micología 3: 109-131.<br />
Fidalgo, O. 1965. Conhecimento micológico dos indios<br />
brasileiros. Rickia 2:1-1 O.<br />
García de Miranda, E. 1983. Apuntes de Climatología.<br />
Universidad Nacional Autónoma de México.<br />
México D. F.<br />
Gonzales-Elizondo, M. 1991. Ethnobotany of the<br />
southern Tepehuan of Durango, México: l.<br />
Edible Mushrooms. Journal of Ethnobiology<br />
11(2):165-173.
22<br />
Mariaca Méndez el al.<br />
Figura 2. Don Manuel Pérez Gómez y Señora, tsotsiles de San Juan Cbamula mostrando Ustilago maydis. Autor:<br />
Felipe Ruan-Soto.<br />
Figura 3. Venta de Ustilago maydis en el mercado José Castillo Tiellemans en San Cristóbal de Las Casas.<br />
Autor: Felipe Ruan-Soto.
Etnobiología 6, 2008<br />
Figura 4. Presencia de Ustilago maydis en una milpa tsotsil en San Juan Chamula. Autor: Felipe Ruan<br />
Soto<br />
23
LA COMERCIALIZ<strong>AC</strong>IÓN NAVIDEÑA DE BROMELIAS EPÍFITAS<br />
EN LA CIUDAD DE OAX<strong>AC</strong>A, MÉXICO<br />
Demetria Mondragón 1<br />
1Centro de Interdisciplinario de Investigación para el desarrollo integral regional unidad Oaxaca (CIIDIR) Calle Hornos 1003,<br />
Sta. Cruz Xoxocotlán, Oaxaca, México C.P. 71230 Tel.: 5170610 y 5170400 Ext. 82743, email: dmondragon@ipn.mx.<br />
RESUMEN<br />
Las bromelias epífitas, uno de los componentes más conspicuos del dosel de los bosques de pino encino de la región de la sierra<br />
norte de Oaxaca, han sido comercializadas por los habitantes de esa región para el adorno de los nacimientos desde hace más de<br />
50 años. Aunque diferentes autores han realizados listados de las especies comercializadas, poco se sabe de los aspectos humanos<br />
relacionados con dicha actividad. Con el fin de conocer aspectos como: ¿Quién recolecta dichas plantas?, ¿De donde las recolectas?,<br />
¿Quién las comercializa?, etc., durante diciembre del 2004 se recorrieron los principales mercados de los valles centrales de<br />
Oaxaca, en donde se compró un ejemplares de cada una de las especies de bromelias que se vendían y se aplicaron entrevistas<br />
semi-estructuradas a una muestra aleatoria de vendedores. Se identificaron 21 especies de bromelias (19 spp. de Tillandsia, 1 sp.<br />
de Catopsis y 1 sp. de Viridantha); las cuales son recolectadas en Las Guacamayas (20 %), Ixtepeji (20 %) y Nochixtlán (20%),<br />
lugares donde hace más de 10 años son extraídas; la recolección es llevada acabo por más de dos miembros de la familia (73 %),<br />
siempre la madre y/o la hija y algún otro miembro de la familia; el 67 % de los recolectores considera que ahora hay menos plantas<br />
en el campo.<br />
Palabras claves: Bosque pino-encino, Bromeliaceae, Conservación, Etnobotánica, Oaxaca<br />
ABSTR<strong>AC</strong>T<br />
Market visits revealed that 21 species of bromeliads (19 Tillandsia, one Viridantha and one Catopsis species) were traded in<br />
Oaxaca State. Interviewees identified Santa Catarina Ixtepeji (20%), Guacamayas (20%) and Nochixtlán (20%) as major areas<br />
for harvesting bromeliads. Harvesting was usually performed by women (27%) or couples (47%; she sold, both harvested); the<br />
majority (60%) have been harvesting bromeliads for over 10 years; 33% considered these plants to be abundant whereas the rest<br />
(67 %) said they were scarce.<br />
Key words: Bromeliaceae, Conservation, Ethnobotany, Pine-oak forests, Oaxaca<br />
Introducción<br />
Las bromelias han sido ampliamente utilizadas por<br />
el hombre desde tiempos antiguos (Bennet 2000),<br />
siendo empleadas como alimento, fibras, forrajes,<br />
combustible, medicinas, ornamentales y en rituales<br />
(Rees 1976, Rauh 1992, Bennett et al. 1999, Wolf &<br />
Konings 2001 ). En el estado de Oaxaca uno de sus usos<br />
más frecuentes es como adorno en los nacimientos, en<br />
donde son colocados simulando pequeños magueyes.<br />
Es por ello que en el mes de diciembre su venta en los<br />
24<br />
mercados locales se vuelve una actividad cotidiana<br />
(Rees 1976, Obs. Pers.). Las plantas puestas a la venta<br />
son recolectadas en los bosques cercanos a la ciudad,<br />
propiciando el saqueo de las poblaciones naturales y<br />
amenazando o poniendo peligro de extinción a algunas<br />
de las especies colectadas (PROFEPA 2000).<br />
Dado que las bromelias, junto con el resto<br />
de las epífitas son de primordial importancia para<br />
el funcionamiento de ciertos ecosistemas, ya que
contribuyen notablemente a la riqueza de especies<br />
(Gentry & Dodson 1987); ocupan un lugar importante<br />
dentro del ciclo de nutrimentos, dada su capacidad<br />
de capturar y almacenar nutrimentos de la atmósfera,<br />
de formar humus, y de concentrar agua y recursos<br />
orgánicos e inorgánicos que de otra forma se perderían<br />
porlavado (Nadkami 1984, Benzing 1990, Veneklaas<br />
et al. 1990, Nadkami & Matelson 1989, Clark et al.<br />
1998); así como por gran número de interacciones<br />
que establecen con otros organismos animales,<br />
vegetales y microorganismos (Strong 1977, Erwin<br />
1983, Janos 1993, Montaña et al. 1997, Richardson<br />
1999, Stuntz et al. 2002), es fundamental importancia<br />
su conservación para el buen funcionamiento de los<br />
mismos.<br />
Uno de los primeros pasos para conservar<br />
una especie, es saber si esta siendo comercializada,<br />
ya que ello podría significar que sus poblaciones<br />
naturales están sufriendo una presión de recolección<br />
de individuos, para ser vendidos (Cunningham 1986,<br />
Peters 1996, Williams et. al. 2000). En Oaxaca<br />
aunque se han realizados listados de especies de<br />
bromelias epífitas comercializadas (Rees 1976),<br />
poco se sabe de los aspectos humanos relacionados<br />
con dicha actividad, por lo cual nos planteamos<br />
contestar las siguientes preguntas: ¿Quién recolecta<br />
dichas plantas?, ¿De donde las recolectas?, ¿Quién<br />
las comercializa?<br />
Materiales y metodos<br />
En Diciembre del 2002 se visitaron los principales<br />
mercados de la zona del Valle Central de Oaxaca;<br />
las visitas se realizaron durante los días de "tianguis"<br />
(mercados populares).<br />
Los mercados visitados fueron: la Central de<br />
Abastos en la ciudad de Oaxaca de Juárez (Población<br />
de la localidad 256,130) y los Mercados de las<br />
ciudades de Tlaculola (Población 13, 507), Ocotlán<br />
(Población 18,183), Nochixtlán (Población 13,745)<br />
(INEGI 2000).<br />
En cada mercado los vendedores de bromelias<br />
fueron identificados. Se seleccionó al azar al 60 % de<br />
ellos para aplicarles una entrevista semi-estructurada<br />
(Alexiades 1996) en la cual se les preguntó:<br />
l. ¿De donde traen las plantas?<br />
2. ¿Quien las recolecta?<br />
3. ¿Son fáciles de encontrar?<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
4. ¿Desde hace cuanto tiempo recolectan?<br />
5. ¿Traen siempre las mismas plantas?<br />
En cada puesto de las personas entrevistadas,<br />
se registraron las especies que se vendían y quien las<br />
estaba vendiendo.<br />
Así mismo se documentó el número aproximado<br />
de individuos que se vendían y si eran juveniles<br />
o adultos.<br />
Especimenes de cada una de las plantas<br />
comercializadas fueron depositados en el herbario del<br />
Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C.<br />
(CICY)<br />
Resultados<br />
Se identificaron 21 especies de bromelias comercializadas<br />
en los principales mercados de los Valles<br />
Centrales de Oaxaca (Cuadro 1). Se observó que la<br />
oferta variaba en función de la especie, siendo T.<br />
ionanta Planchon y T. schiedeana Steudel las menos<br />
ofertadas, solamente en un puesto, seguidas por T<br />
punctulata Schltdl. & Cham. y Viridantha plumosa<br />
(Baker) Espejo (en el65% de los puestos); mientras<br />
que T. gymnobotrya Baker (69 %) y T usneoides L.<br />
(97 %) fueron las especies más ofertadas.<br />
El mayor número de vendedores se localizó en<br />
el mercado de la central de Abastos en la capital del<br />
estado (30), seguido por Nochixtlán y Tlacolula (4);<br />
mientras que en Ocotlán solamente se encontraron<br />
dos. Las entrevistas solo se realizaron a vendedores<br />
de la Central de Abastos, ya que en el resto de los<br />
mercados la gente se rehusó a colaborar. Sin embargo,<br />
de los mercados donde no se realizaron entrevistas, se<br />
reportan las especies.<br />
Las entrevistas revelaron que la venta de las<br />
plantasrecaeensumayoríaenlasmujeres(87%,Cuadro<br />
1 ), quienes también se encargan de su recolección<br />
ayudadas generalmente por otros miembros de la<br />
familia (73%). Muchas de las vendedoras (60%)<br />
llevan más de diez años recolectando y vendiendo el<br />
mismo tipo de plantas (80 %). La gran mayoría (67%)<br />
considera que éste tipo de plantas es escaso por lo que<br />
es necesario invertir tiempo para poder encontrarlas<br />
dentro del bosque.
Cuadro l. Bromelias (Tillandsioideae) encontradas<br />
en los principales mercados de los Valles<br />
Centrales de Oaxaca durante el mes de<br />
diciembre del 2002.<br />
Género Catopsis<br />
Catopsis compacta Mez<br />
Género Tillandsia<br />
Tillandsia achyrostachys Baker<br />
Tillandsia aff. prodigiosa (Lem.) Baker<br />
Tillandsia calothyrsus Mez<br />
Tillandsia carlos-han/di Matuda<br />
Tillandsia drepanoclada Baker<br />
Tillandsia dugesii Baker<br />
Tillandsia fasciculata Sw.<br />
Tillandsia gymnobotria Baker<br />
Tillandsia juncea (Ruíz y Pav.) Po ir.<br />
Tillandsia ionantha Planchon<br />
Tillandsia limbata Schldl.<br />
Tillandsia macdougallii L. B. Sm.<br />
Tillandsia macrochlamys Baker<br />
Tillandsia multicaulis Steud.<br />
Tillandsia oaxacana L. B. Sm.<br />
Tillandsia punctulata Schltdl. & Cham.<br />
Ti/landsia quaquaflorifera Matuda<br />
Tillandsia schiedeana Steudel<br />
Tillandsia usneoides L.<br />
Género Viridantha<br />
Vzridantha plumosa (Baker) Espejo<br />
Discusión y conclusiones<br />
En Oaxaca, el uso de las bromelias como adorno en<br />
los nacimientos, se remonta a tiempos desde la colonia<br />
(Rees 1976) y continúa actualmente. Sin embargo, al<br />
parecer las especies ofertadas han cambiado a través<br />
del tiempo; Rees (1976) en su estudio sobre el mercado<br />
de plantas navideñas en Oaxaca reporta 15 especies de<br />
bromelias epífitas, de las cuales Catopsis floribunda<br />
L.B. Sm., Tillandsia califanii Rauh, T. dasyliriifolia<br />
Baker, T. grandis Schltdl., T. mexicana L.B. Sm. y<br />
T. karwinskyana Schult. f. no fueron encontradas<br />
durante nuestro estudio. La falta de estas especies<br />
26<br />
Mondragón<br />
durante nuestro estudio, pudiera deberse a en parte<br />
a determinaciones taxonómicas incorrectas, ya que<br />
Rees (1976) reporta que todas ellas fueron colectadas<br />
en el estado de Oaxaca, sin embargo Espejo-Serna y<br />
colaboradores (2004) en su listado de las bromelias<br />
de México, no mencionan a Catopsis floribunda, T.<br />
dasyliriifolia, T. karwinskyana y a T. mexicana para el<br />
estado de Oaxaca. Dado que T. califanii y T. violacea<br />
están reportadas para el estado, no podríamos explicar<br />
su ausencia en los mercados de los Valles Centrales de<br />
Oaxaca al momento de nuestro estudio.<br />
El estudio de Rees (1976) al igual que el<br />
nuestro muestra que una de las localidades donde<br />
más se recolectan bromelias epífitas es Santa Catarina<br />
Ixtepeji, una razón de esto es probablemente a su<br />
cercanía con la ciudad de Oaxaca y a la disponibilidad<br />
de transporte público para llegar a ella.<br />
De nuestros resultados podemos concluir<br />
que existe un mercado establecido para la venta de<br />
bromelias epifitas durante el mes de diciembre que<br />
está ejerciendo una presión de recolección sobre sus<br />
poblaciones naturales localizadas a los alrededores del<br />
Valle central de Oaxaca. Sin embargo dado que esta<br />
actividad, que es llevada a cabo desde hace más de 30<br />
años, contribuye por un lado al mantenimiento de una<br />
de las tradiciones más antiguas de México (la puesta<br />
de nacimientos) y por otro representa una fuente de<br />
ingreso extra en una temporada crítica en la economía<br />
familiar, su prohibición podría afectar la economía de<br />
las familias que practican dicha actividad, así como<br />
propiciar la pérdida de tradiciones. Es por ello que<br />
es de vital importancia generar planes de manejo y<br />
conservación de este tipo de especies no sólo para<br />
preservar dichas especies y la biodiversidad de los<br />
ecosistemas que las comprenden, sino para generar<br />
alternativas de extracción y producción, las cuales<br />
permitirían el ingreso económico a los poseedores de<br />
los recursos creando una valoración de los bosques<br />
y por tanto un compromiso para su conservación<br />
(Peters 1996, Freese 1996, Wolf & Konings 2001).<br />
Agradecimientos<br />
Agradezcó a la World Wild Fundation (WWF Convenio<br />
QR17), al Instituto Politécnico Nacional junto con su<br />
dependencia la Coordinación General de Estudios de<br />
Postgrado (CGPI) y al Consejo Nacional para la Ciencia<br />
y la Tecnología (CON<strong>AC</strong>YT) por la aporte económico<br />
para la realización de este proyecto.
Etnobiología 6, 2008<br />
Cuadro 2. Resultados de entrevistas semiestructuradas a 15 vendedores localizados en la Central de Abastos en la<br />
ciudad de Oaxaca de Juárez, durante el mes de diciembre del2002. Se especifica la localidad de colecta;<br />
quien colecta; la percepción de la abundancia las especies en el bosque por parte de los vendedores; los<br />
afios que lleva en esta labor comercial el entrevistado (Años) y la variación en cuanto tipo de especies<br />
comercializadas a lo largo del tiempo (var. Temporal)<br />
Localidad Vendedor Colector<br />
Guacamayas Pareja Esposo<br />
Guacamayas Hija Padres<br />
Guacamayas Esposa Cuñado<br />
Sta. Catarina Esposa Esposa<br />
Sta. Catarina Esposa Pareja<br />
Sta. Catarina Esposa Ella<br />
Nochixtlan Esposa Hijo<br />
Nochixtlan Esposa Pareja<br />
Nochixtlan Pareja Pareja<br />
San Antonio Esposa Esposo<br />
Peras<br />
San Juan estado Esposa Esposo<br />
San Pedro Etla Esposa Pareja<br />
Sierra Juárez Esposa Esposa<br />
Tuxtepec Esposa Esposa<br />
Zaachila Esposa Pareja<br />
Literatura citada<br />
Alexiades, M. N. 1996. Collecting ethnobotanical<br />
data: an introduction to basic concepts and<br />
techniques. Pp 54-94. En M. N. Alexiades,<br />
ed. Selected guidelines for ethnobotanical<br />
research: a field manual. New York, U. S.A.<br />
Bennett, B. 2000. Ethnobotahy of Bromeliaceae. En<br />
Benzing, D. H. edit. Bromeliaceae: profile of<br />
an adaptative radiation. Cambridge University<br />
Press. Cambridge.<br />
Bennett, B., M.A. Baker & P. Gómez. 1999. The<br />
ethnobotany of the Shuar of Eastem Ecuador.<br />
Advances in Economic Botany 14:12-23.<br />
Benzing, D.H. 1990. Vascular epiphytes. General<br />
biology and related biota. Cambridge<br />
University Press, Cambridge.<br />
Bermudes, D. & D. H. Benzing. 1991. Nitrogen<br />
fixation in association with Ecuadorian<br />
abundancia Años var. Temporal<br />
abundante 26+ Las mismas<br />
abundante 20+ Las mismas<br />
Escaso 15 Las mismas<br />
abundante 5+ Las mismas<br />
Escaso 8+ Las mismas<br />
Escaso 20+ Las mismas<br />
Escaso 15+ Las mismas<br />
Escaso 5 Las mismas<br />
Escaso 3 Varia<br />
abundante 5+ Las mismas<br />
Escaso 20+ Varia<br />
Escaso 20+ Las mismas<br />
Escaso 8 Las mismas<br />
abundante 10+ Varia<br />
Escaso 10 Las mismas<br />
bromeliads. Journal of Tropical Ecology 7:<br />
531-536.<br />
Clark, K. L., N. M. Nadkami, D.S. Chaefer & H. L.<br />
Gholz. 1998. Atmospheric deposition and net<br />
retention of ions by the canopy in a tropical<br />
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Cunningham. A. B. 1986. Etnobotánica aplicada.<br />
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Erwin, T. L. 1983. Beetles and other insects oftropical<br />
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S.L, Whitmore, T. C. & Chadwik, A. C. (eds).<br />
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Espejo-Serna, A., R. López-Ferrari, I. Ramírez, B. K.<br />
Holst, H. E. Luther & W. Hill. 2004. Checklist<br />
27
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distribution and levels of endemism. Selbyana<br />
25(1): 33-86<br />
Gentry, A. H. & C. Dodson.1987. Contribution of<br />
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Janos, D. P. 1993. Vesicular-arbuscular mycorrhizae<br />
of epiphytes. Mycorrhiza 4: 1-4.<br />
Mendoza A. E. 1994. Demografía e integración<br />
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Cercidium praecox in an intertropical semiarid<br />
ecosystem. Biotropica 29:517-521<br />
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Nadkami, N. M. 1984. Epiphyte biomass and nutrient<br />
capital of a neo tropical Elfin forest. Biotropica<br />
16:249-256.<br />
Peters, C.M. 1996. Beyond nomenclature and use: a<br />
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manual. New York, U.S.A.<br />
PROFEP A. 2000. Las cactáceas, bromelias y<br />
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Rauh, W. 1992. Are Tillandsias endangered plants?.<br />
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Rees, J. 1976. The Oaxaca Christmas plant market.<br />
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28<br />
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Sokal, R. R & A. Rohls. 1981. Biometry. W.H.<br />
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Stuntz, S., C. Ziegler, U. Simon & G. Zotz. 2002.<br />
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within three canopy epiphyte species in central<br />
Panama. Journal ofTropical Ecology 18: 161-<br />
176.<br />
Veneklaas, E., R. Zagt, A. Van Leerdam, R. Van Ek,<br />
G. Broekhoven & M. Van Genderen. 1990.<br />
Hydrological properties of the epiphyte mass<br />
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Vegetatio 89:183-192.<br />
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EL SUTIL CAMINO DE UNA PLANTA AROMATICA:<br />
DEL MEDIO RURAL AL ANAQUEL DEL CENTRO COMERCIAL<br />
Karla Josefa Milla Escobar<br />
Universidad Iberoamericana, México, D.F.<br />
RESUMEN<br />
Este ensayo representa otro tipo de acercamiento a las diversas formas de interacción entre el hombre y su medio, de igual forma,<br />
retrata una de las facetas del proceso de globalización a través del consumo de una mercancía. Se ocupa del caso de una planta a<br />
la vez medicinal y aromática, las relaciones de los agentes que intervienen en el proceso de su producción y comercialización. Tal<br />
producto (la manzanilla), tradicionalmente parte del auto-abasto familiar campesino en un pequeño pueblo del centro de México,<br />
ha pasado a un trato comercial expansivo, este le ha procurado una amplia aceptación por su estatus de translocalidad. El trabajo<br />
nos brinda la posibilidad de explorar y comparar las prácticas cotidianas y los conocimientos tradicionales con el consumo global<br />
de productos sofisticados y de alto valor derivados de la manzanilla.<br />
SUMMARY<br />
This essay represents another type of approximation to the di verse forms of interaction between the man and his environment, of<br />
equal form, portrays one of the facets of the process of globalization across the consumption of merchandise. It deals with the case<br />
of a plant simultaneously medicinal and aromatic, the relations of the agents who intervene in the process of its production and<br />
marketing. Such product (the chamomile) ha ve been a traditional part of the diet of peasant families in a little village of central<br />
Mexico, has gone on toa commercial expansive, this treatment has tried a wide acceptance for its status oftranslocality. The work<br />
offers to us the possibility of exploring and comparing the daily practices and the traditional knowledge with the global consumption<br />
of sophisticated products and ofhigh value derived from the chamomile.<br />
Introducción<br />
Los elementos que denotan el surgimiento de un sistema<br />
económico-social a escala global, se encuentran en el<br />
desarrollo de los mercados nacionales, este sistema<br />
ha catapultado los cambios en la red de consumo,<br />
en la revolución en la producción de alimentos, en<br />
su procesamiento y distribución y en el surgimiento<br />
de la red de ventas en supermercados y por encima<br />
de todo ello, en la revolución de la informática, los<br />
transportes y la publicidad (Roseberry, 1996).<br />
Han sido muy analizadas las medidas<br />
importadas para "desarrollar" al campo en México y<br />
América Latina, ya finalizada la II Guerra Mundial.<br />
Estas comprendieron políticas de industrialización<br />
y en algunos países del Tercer Mundo tomaron un<br />
giro acelerado. Se introdujeron procesos de cambio<br />
en sus sistemas productivos, requerimientos de los<br />
países industrializados, especialmente los Estados<br />
Unidos, envuelto en ese entonces en la Guerra Fría<br />
y en la confrontación este-oeste. En dicho contexto<br />
se acuña el concepto "desarrollo", concepto de<br />
carácter sociológico nacido en un entorno bélico y<br />
blandido como un instrumento político. El discurso<br />
del presidente estadounidense Trumao en 1949 fue<br />
significativo del inicio de una nueva era de vinculación<br />
mundial y abrió las puertas a una "era del desarrollo",<br />
reforzando la idea de que todos los pueblos se mueven<br />
hacia un estado de "madurez" cuyo modelo son las<br />
naciones que corren a la cabeza (Sachs, 2001 ).<br />
29
En medio de este espíritu de colaboración/<br />
reconstrucción se dio forma a lo que llegaría<br />
a ser conocido como la Revolución Verde en<br />
México, auspiciada por el mismo Henry W allace,<br />
vicepresidente de los Estados Unidos, en búsqueda<br />
de la gran producción alimentaria y con el apoyo del<br />
gobierno mexicano, soporte privado de la Fundación<br />
Rockefeller mas los créditos del Banco Mundial.<br />
Con la puesta en marcha de la investigación técnica<br />
agropecuaria comenzó un proceso de importación<br />
de tecnología agrícola, se realizaron programas de<br />
investigación genética para aumentar el rendimiento<br />
de semillas acompañado por la implementación<br />
de sistemas de riego, uso masivo de agroquímicos<br />
y amplio acceso a créditos, lo que hizo que tales<br />
planes beneficiaran en última instancia a los grandes<br />
inversionistas privados en zonas de agricultura<br />
comercial y no a los pequeños productores (Hewitt,<br />
19 5). De este vehículo para ampliar los mercados de<br />
productos industriales destinados al campo se pasó a<br />
una fase más directa de beneficio a la agroindustria<br />
transnacional y a los grandes productores locales.<br />
La siguiente fase se caracterizo por una<br />
paulatina absorción del sector agrícola a los otros<br />
sectores de la economía (Peder, 1975). Con ello se<br />
gestaba otra etapa que cobró fuerza en el proceso<br />
de globalización: el crecimiento de las empresas<br />
transnacionales de comestibles básicos. En resumen,<br />
la libertad de decisión de los productores sobre qué<br />
sembrar o cuándo vender se veía limitada por sus<br />
acreedores, ya fuera banco, empresa productora de<br />
alimentos o un comerciante que otorgaba crédito a<br />
un pequeño productor agrícola. El caso extremo de<br />
la pérdida de la decisión en manos de los productores<br />
se dio cuando surgieron contratos de producción que<br />
contemplaban "arreglos" entre empresas y pequeños<br />
productores, la mayoría de las veces informales pero<br />
con la suficiente vaguedad para anular la capacidad<br />
de negociación del productor (Peder, 1981).<br />
Hasta aquí, a partir de los años sesentas<br />
puede apreciarse en México un paulatino proceso de<br />
concentración de la venta al menudeo de alimentos<br />
y abarrotes que permitió la creación de cadenas de<br />
supermercados como Comercial <strong>Mexicana</strong>, Aurrerrá,<br />
Gigante, Blanco y otras más, lo que también facilitó<br />
la exportación de productos primarios al mercado<br />
mundial como el algodón, el cacao y el café. Para<br />
facilitar su acceso a ese gran mercado de consumo,<br />
30<br />
Milla<br />
las empresas generaron cambios en los procesos<br />
productivos, básicamente la diversificación de la<br />
producción por áreas y no por finca y la generación<br />
de cadenas de abasto, lo que obligó a los productores<br />
a especializarse en un determinado bien comercial<br />
(Peder, 1981).<br />
Este proceso de concentración comercial en<br />
manos de gigantes comercializadores internacionales<br />
confrontó las prácticas tradicionales de mercadeo<br />
aunque no las abolió, pero a la postre redujo a<br />
pocas manos la comercialización. Por su parte<br />
el estado mexicano con su faceta "neoliberal"<br />
empezó a liquidar las empresas paraestatales como<br />
la CONASUPO, INMECAFE, COMEXAL y otras<br />
instituciones creadas a lo largo de cuarenta años,<br />
que entorpecían el dominio de la libre empresa en<br />
el recién creado entorno neoliberal. Esta paulatina<br />
desaparición abrió el camino para que las empresas<br />
trasnacionales se encontraran libres para absorber el<br />
mercado y vincularlo a la globalización. Resultado<br />
de ese cambio, apareció una empresa emblemática<br />
representada en la Cadena Comercializadora<br />
norteamericana Wall-Mart. Desde 1962, la empresa<br />
revendedora en los Estados Unidos, deviene en la<br />
más grande empresa revendedora de América en<br />
1990 y a partir de 1991, comienza su progresiva<br />
dispersión mundial empezando por México. Asume<br />
diversas presentaciones internacionales para acceder<br />
al consumidor, incluyendo tiendas de descuento<br />
SAM'S, Supercenters, Super Mercados y restaurantes,<br />
completando su red de mercadeo con la fundación<br />
de un sistema propio de banca y crédito, además de<br />
generar sus propias comunicaciones mediante un<br />
sistema privado de conexión satelital. (Wikipedia,<br />
2008; Head, Simon 2004).<br />
Hacia mediados de los años 1970 las economías<br />
desarrolladas se enfocan también a la producción<br />
de alimentos pero ahora con otros enfoques de<br />
carácter más comercial y más moderno, tales como la<br />
identificación de nichos especializados de mercado<br />
(tipología de consumidores) y la producción de<br />
bienes para tales nichos en oposición a la producción<br />
en masa estandarizada. Esto último implicaba la<br />
reducción de plantas de procesamiento y del propio<br />
proceso; reducción de inventarios, de forma que<br />
los procesadores compren pequeñas cantidades en<br />
el tiempo justo de venta; reducción del tiempo de<br />
almacenaje mediante el uso de nueva tecnología
que agiliza estos movimientos y el transporte, Es<br />
indudable que estos cambios también llegaron a<br />
afectar las relaciones ciudad/campo a una escala de<br />
competitividad por el uso de recursos nunca antes<br />
vista (Harvey, 1989; Roseberry, 1996: 770).<br />
En los países ricos la agricultura se volvió<br />
una forma de capitalizar vendiendo productos al<br />
mundo entero, y en los países menos afortunados<br />
se quedó marginada sirviendo apenas para apoyar<br />
el auto-abasto. En este cambio, sin embargo, las<br />
empresas trasnacionales s1rv1eron de eslabón<br />
adecuado para llevar productos agropecuarios al<br />
mercado internacional. Inclusive cabe hasta la<br />
ironía: la trasnacionalización del mercado de países<br />
subdesarrollados quedó a merced de las mismas<br />
empresas trasnacionales, tal es el caso del aguacate<br />
mexicano (Persea gratissima) el cual ahora es<br />
comercializado por manos trasnacionales. Es justo en<br />
este renglón donde se ha dado una vinculación global<br />
notoria, donde el mercado ha generado enclaves de<br />
producción en países de campesinos pobres pero<br />
cuyo producto final se consume en las grandes urbes.<br />
Inclusive estos productos han sido introducidos<br />
también en los mercados emergentes pero ahora<br />
con la presentación comercial de las empresas<br />
trasnacionales. En México hay casos emblemáticos<br />
como el mismo maíz (Zea mays) cuyo precio como<br />
materia prima es apenas de unos centavos de dólar<br />
por kilo, pero si ese kilo se convierte en producto<br />
suntuario como una botana "con presentación de lujo,<br />
el kilo llega a valer en el mercado más de cien veces<br />
ese valor inicial.<br />
La relación agricultura y mercado mundial<br />
ha sido poco analizada en México con datos de<br />
campo. Sirva este ejercicio para aportar un estudio<br />
de caso, al analizar la producción de la manzanilla a<br />
la manera de mercancía signada por los parámetros<br />
de un desarrollo asimétrico en el marco de relaciones<br />
de producción e intercambio que generan nuevas<br />
desigualdades e incremento de la explotación del<br />
trabajo (Blim, 1992).<br />
Perfil etno-botánico de una mercancía<br />
Dado que la manzanilla es vista aquí como una<br />
mercancía, nos compete también referirnos a ella en<br />
su trayecto de consumo como planta medicinal, con<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
los usos comunes que ello entraña. La Matricaria<br />
camomilla L. es nativa de Europa y las regiones<br />
templadas de Asia, se ha naturalizado en algunas<br />
regiones de América y Australia. Por cientos de<br />
años formó parte de la herbolaria tradicional de<br />
pueblos europeos y asiáticos; es traída a América<br />
por los españoles durante la colonia e incorporada<br />
a la herbolaria indígena precedida por una lista de<br />
estimadas propiedades curativas (Linares y Bye,<br />
1984). La variedad más conocida en México es<br />
la Matricaria recutita L. 1753, como se señalo<br />
antes, es una planta europea cultivada en México<br />
principalmente en regiones templadas. Su nombre<br />
científico es Matricaria recutita L. y tiene como<br />
sinónimo a Matricaria chamomilla L. Pertenece a<br />
la familia Asteraceae o Compositae. Se trata de una<br />
hierba anual, ramificada, aromática, glabra, de 25 a 70<br />
cm de altura; hoja simple, alterna, aromática, hasta 5<br />
cm de largo, glabra, pinnatífida, segmentos filiformes,<br />
peciolada; la inflorescencia es una cabezuela en forma<br />
abultada, aromática, de 1 a 2 cm de diámetro, con<br />
receptáculo campanulado, desnudo; flor periférica<br />
femenina, ligulada, 1 O a 20, blanca, reflexa; flor de<br />
disco hermafrodita, tubulosa, amarilla, 5 lobulada;<br />
fruto aquenio sin vilano (Linares et al. 1988:60).<br />
En el caso de la manzanilla, se destaca su<br />
carácter alternativo frente a las dificultades de acceso<br />
a la medicina formal; sus propiedades aromáticas y<br />
cosméticas la vuelven atractiva a las clases medias,<br />
la sencillez de su cultivo y bajos costos de inversión<br />
son un aliciente para muchos campesinos locales que<br />
la alternan con sus cultivos tradicionales, dentro de<br />
un ciclo natural de rotación de la tierra. De acuerdo<br />
al uso que comúnmente se le ha dado a la planta y<br />
la parte de ella que se utiliza, la manzanilla se ha<br />
destinado principalmente para el tratamiento de<br />
enfermedades gástricas de tipo infeccioso y antiparasitario<br />
por lo general en combinación con<br />
otras hierbas (Osuna et al, 2005). Comúnmente<br />
se la ha utilizado por sus propiedades digestivas,<br />
carminativas, sedantes, tónicas, vasodilatadoras,<br />
antiespasmódicas y el aceite esencial se emplea en<br />
aromaterapia. Se la recomienda como infusión contra<br />
los cólicos estomacales, menstruales e infecciones<br />
menores en los ojos, en forma de vaporización para<br />
tratamientos de la piel y aplicada capilarmente para<br />
conservar el tono dorado del cabello. Después de ser<br />
sometida a análisis farmacológicos, se le reconocen<br />
31
propiedades anti reumáticas, anti asmáticas,<br />
cicatrizantes, para el tratamiento de la colitis, para<br />
aclarar el cabello, los cólicos hepáticos, la neuralgia,<br />
las inflamaciones oculares, entre otras dolencias<br />
(Cecchini, 2004:190,191 ).<br />
La manzanilla ha sido incluida dentro de<br />
investigaciones etnobotánicas en las que se ha<br />
rescatado la importancia de los estudios sobre los<br />
mercados urbanos para la apropiada comprensión de la<br />
herbolaria y el entorno social que entraña (Bye 1983;<br />
Linares y Bye 1984; Hersch Martínez 1996). A partir<br />
de aquí, se reafirma la idea de que los mercados de<br />
plantas representan objetos de estudio particularmente<br />
ricos, dotados de un material específicamente<br />
intrincado con propiedades bioquímicas y, si se<br />
quiere considerar, sociales (Hayden, 2003: 363).<br />
Algunos de estos estudios se han interesado en la<br />
frágil subsistencia de los recolectores de plantas<br />
medicinales (Hersch, 1996). Estos estudios botánicos<br />
y agro-químicos han llegado a establecer contacto<br />
con los vendedores del mercado e incluso a localizar<br />
la fuente original de su mercancía: algunos no son los<br />
recolectores directos mientras otros lo hacen como<br />
una tarea complementaria a sus labores en el campo.<br />
¿Cómo se inicia el ingreso de un producto de<br />
consumo local en las cadenas de mercados nacionales<br />
e internacionales? En este sutil camino es necesario<br />
hacer notar lo siguiente: la apertura de espacios que<br />
estos productos se han procurado en el campo se<br />
ha visto favorecido recientemente por la creación<br />
y estímulo de los antes mencionados, nichos de<br />
consumo. Entran en juego dos elementos pujantes<br />
hoy día en el mercado, por un lado, la industria<br />
farmacéutica aunada al mercado de las bebidas<br />
aromáticas o exquisitas, por el otro, el mercado de<br />
comidas rápidas y para el "remanente", los grandes<br />
mercados locales que abastecen de vegetales a las<br />
tiendas de autoservicio. Es muy útil retomar aquí las<br />
afirmaciones del teórico Arjun Appadurai al hablar del<br />
"fetichismo del consumidor", sugiere entenderlo en<br />
términos de un mundo con relaciones estructuradas '<br />
parte de ellas, las del consumidor, constituyen el<br />
lugar y el proceso de selección (Roseberry, 1996).<br />
Este es el caso de la manzanilla y su consumo bajo<br />
la forma de té. Aunque no constituya una mercancía<br />
de mercado masificado, sus procesos de producción<br />
y distribución están derivando hacia la centralización<br />
y marcando una diferenciación de clase desde las<br />
32<br />
Milla<br />
relaciones mismas de producción, orientadas por las<br />
condiciones de mercado y comercialización a que<br />
está sujeta. La historia del surgimiento del mercado<br />
de manzanilla es relatada por un productor y un<br />
comercializador de manzanilla:<br />
"Es en los años 1970 cuando crece la industria del<br />
té, la distribuidora AZTECA (empacadora de capital<br />
mexicano) comercializa estos productos y otras plantas,<br />
pero en el caso de mi distribuidora, estamos lejos de<br />
ser una industria pesada o fuerte en el campo de las<br />
hierbas. Actualmente las empacadoras más fuertes son<br />
La Pastora y Laggs. Los empacadores de McCormicky<br />
Plamesi también son importantes, McCormick maneja<br />
una calidad del65% de tallo, La Pastora maneja 50-50<br />
de tallo y flor, pero hoy día la mejor calidad la ofrece<br />
Carabela. También negociamos con laboratorios,<br />
en Sinaloa HERBAX, en el Distrito Federal con<br />
Naturales Sevilla, Rosa Elena Dueñas S.A. y con<br />
CEDROSA; ellos hacen extractos y también revenden<br />
planta a otros laboratorios. Ha surgido un nuevo nicho<br />
con los orgánicos, algunos productores han seguido<br />
estos parámetros pero la mayoría no quiere asumir los<br />
costos. Está condenándose a ser un mercado suplente<br />
por la ausencia de tecnología, sobre todo se carece del<br />
apoyo para eso. Este mercado se ha vuelto oportunista,<br />
la moda dicta muchas de las decisiones del mercado<br />
desviándose del objetivo primordial: un servicio a la<br />
comunidad".<br />
La producción de la manzanilla y su<br />
comercialización se han desarrollado al margen<br />
de grandes empresas. Su paso desde las huertas<br />
familiares a la producción a mayor escala ha sido<br />
una jornada rápida, signada por los cambios sufridos<br />
en los hábitos de consumo ahora global de plantas<br />
con propósitos medicinales y/o degustativos. Este<br />
fenómeno ha trastocado la forma de vida de muchas<br />
familias campesinas de Juchitepec, localidad de<br />
mucho tiempo atrás dedicada en gran parte a las<br />
labores agrícolas bajo el régimen de propiedad<br />
ejidal y que había dado prioridad a la producción de<br />
trigo, maíz y forrajes. Desde hace unos 35 ó 40 años<br />
comenzó con una incipiente producción de papa a<br />
cargo del único "agrónomo titulado" de la localidad.<br />
Algunas familias sin acceso a tierras comenzaron a<br />
trabajar como recolectores o jornaleros en este nuevo<br />
cultivo, el trabajo temporal de estos campesinos les<br />
fue guiando por nuevas rutas de mercado:
"Mi madre trabajaba como cosechadora de papas<br />
cuando yo era un niño de siete años. Don Máximo<br />
Arana, de Tlaxcala, nos llevaba a mí y a mis hermanos<br />
a sus tierras en Juchitepec, así aprendimos a trabajar,<br />
fue mi madre quien nos enseñó a trabajar y ella trabajó<br />
para los Arana como diez años. Mi padre combinaba<br />
la recolección de plantas medicinales con el trabajo<br />
como jornalero; solía viajar a vender estas plantas al<br />
mercado San Ciprián en el Distrito Federal a partir<br />
del mes de julio cuando comenzaban las "labores de<br />
plantas". Inició con mostaza y nabo, poco a poco los<br />
mercaderes comenzaron a encargarle otras plantas. Al<br />
aumentar el negocio y con capital suficiente, decidió<br />
trasladarse a la Ciudad de México para comerciar<br />
directamente las plantas en el mercado. Comencé<br />
a trabajar con plantas medicinales junto a mi padre<br />
cuando tenía 21 años, antes trabajaba a jornal. Mi<br />
padre nos dijo, a mí y a mis hermanos, que no nos<br />
daría herencia de tierras u otra cosa pero en cambio,<br />
nos dio por herencia el conocimiento del trabajo con<br />
plantas".<br />
Los pequeños productores agrícolas de<br />
Juchitepec realizan su inserción en el mercado de<br />
yerbas desde un ámbito local y deben sobrellevar<br />
las relaciones con otros productores, diversos tipos<br />
de intermediarios o comercializadores y con el<br />
gobierno local y/o nacional. También han tenido que<br />
considerar las llamadas innovaciones tecnológicas<br />
en la producción. Los campesinos productores de<br />
manzanilla muestran mucha cautela a la hora de<br />
adoptar ciertas innovaciones en sus procesos de<br />
producción; pero, a pesar de ello, los requerimientos<br />
del consumo tienen un peso que también imprime<br />
su marca en las decisiones de estos productores.<br />
Un informante que se dedica a la exportación de<br />
manzanilla habla sobre el proceso de cultivo:<br />
"El proceso de cultivo no ha cambiado pero hace dos<br />
años he introducido ciertos cambios para modernizarlo,<br />
asesoramientos por cuenta propia con ingenieros, uso<br />
de agroquímicos e introducción de maquinaria. Estos<br />
cambios han sido rechazados por muchos productores<br />
debido a la falta de educación y a los costos que<br />
implican. Son gente de poca educación, se les debe<br />
indicar todo como receta, aun así no lo hacen y si los<br />
costos suben un peso, no los adoptan".<br />
Esta afirmación puede ser entendida a la<br />
luz de los propios intereses del campesinado de<br />
la localidad en muchos otros sentidos. Dispuesto<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
a aceptar los condicionamientos del mercado, un<br />
productor nos dice que antes no se usaban pesticidas<br />
pero desde hace como tres años se ha observado que<br />
las plantas han empezado a enfermarse con hongo,<br />
así que se comenzó a fumigarlas pero con ciertos<br />
productos permitidos por los compradores. En lo que<br />
respecta a fertilizantes, algunos productores muestran<br />
disposición al uso de abonos orgánicos aunque en la<br />
región resultan más caros debido a la ausencia de<br />
granjas de gallinas, de donde proviene el mejor abono<br />
orgánico. Otros no se muestran dispuestos a correr<br />
con tales costos si sus compradores no lo demandan, y<br />
parten del principio de que los fertilizantes químicos,<br />
rinden más en proporción a la extensión del cultivo<br />
que los fertilizantes orgánicos.<br />
Por otro lado, los productores de papa y otras<br />
hortalizas o más bien, empresarios agrícolas a gran<br />
escala, han debido tender determinados tipos de<br />
relaciones entre los habitantes locales para facilitarse<br />
el acceso a las tierras de cultivo. Juchitepec es un<br />
municipio al sur-oriente del Estado de México dentro<br />
del área denominada eje neo volcánico, es poseedor<br />
de elementos que lo particularizan: sus características<br />
climáticas, su colindancia con el Distrito Federal,<br />
otros municipios y Estados, la particular relación<br />
entre la Delegación Cuijingo y Juchitepec Cabecera<br />
municipal, las formas primordiales de tenencia de la<br />
tierra y las formas que han ideado los productores<br />
para aprovecharla. Esta localidad campesina<br />
también se muestra particular en las relaciones que<br />
se han establecido entre los productores agrícolas,<br />
los ganaderos, comerciantes y las instituciones<br />
gubernamentales, relaciones que se reflejan en otras<br />
esferas de la organización de la comunidad.<br />
Respecto a los cultivadores de manzanilla, se<br />
ha podido observar el tendido de una red de relaciones<br />
establecidas mediante lazos de parentesco ficticio que<br />
funcionan como mecanismos de inclusión selectiva.<br />
En todos los casos observados, este tipo de relaciones<br />
institucionales por costumbre, son objeto de repudio<br />
aparente, aunque no dejan de ostentar el poder<br />
suficiente para constituir un recurso de acuerdo a las<br />
circunstancias. Para los productores de manzanilla,<br />
es la transmisión de un conocimiento técnico<br />
acompañado por cierto grado de financiamiento,<br />
el que se constituye en un fuerte lazo de relaciones<br />
asimétricas, donde quien "otorga" el conocimiento<br />
lo hace de acuerdo a reglas no establecidas pero<br />
33
implícitas. Para el caso, un exportador de manzanilla<br />
refiere sobre el primer contacto con productores de<br />
Juchitepec:<br />
"La producción en el Estado de México comenzó con<br />
la valeriana (Valeriana officinalis). Debido a la escasa<br />
cantidad de tierra disponible en Puebla y a la similitud<br />
de climas con México, mi padre (originario del Estado<br />
de Puebla y desde los años 1960 productor de hierbas<br />
para té de considerable escala), decidió llevar allá la<br />
semilla y forma de cultivo. Una vez en Juchitepec o<br />
Cuijingo para ser exactos, se asocia con al menos 5<br />
proveedores confiables, uno de ellos es don Julián<br />
a quien adopta como "proveedor-hijo", así como a<br />
Lucio, Fidel y ahora a sus hijos, esto ocurrió hace 30-<br />
35 años (1970)".<br />
Don Julián confirma tal verswn, su padre<br />
(Victoriano) comenzó produciendo y comerciando con<br />
valeriana. El comprador de su padre, Jacinto Sierra (de<br />
Puebla), fue quien los animó a producir manzanilla.<br />
El primer pedido que le hizo Sierra hace 33 años fue<br />
de 2 Ton. de valeriana, recuerda. La producción de<br />
manzanilla se inició en los años 1980, continua Julián.<br />
En 1978 Sierra padre los invitó a Tochimizolco,<br />
su pueblo natal, para que observaran el proceso de<br />
cultivo y cosecha y así se animaran, lo que pasó luego<br />
de un año con la escasez de la valeriana. "Mediante<br />
el contacto con Sierra -señala- también aprendimos a<br />
aprovechar el tallo de la planta que antes tirábamos.<br />
En las bodegas de Atlixco vimos el tallo molido y<br />
mezclado, así le comenzamos a buscar mercado".<br />
Otra productora refiere que tiene entre 20 y 25<br />
años de antigüedad en la producción de manzanilla,<br />
trabajando otras plantas con su padre 32 años y su<br />
padre el doble de tiempo quizá. Nuevamente fue<br />
Jacinto Sierra el primero en impulsarlos a producir<br />
la manzanilla y las otras yerbas para té. Sierra les dio<br />
las ideas para sembrar la manzanilla. Esta productora<br />
recuerda que desde 1966 su padre comenzó a recolectar<br />
semilla de valeriana por encargo de Jacinto y desde<br />
entonces, ella trabajaba con su padre en las tareas de<br />
recolección de yerbas. El hijo de Jacinto señala que<br />
estos primeros proveedores de valeriana, serían luego<br />
los proveedores de manzanilla (de su padre) así, "mi<br />
padre convirtió a sus recolectores en cultivadores, en<br />
una especie de sucesión natural".<br />
Hasta ahora, el sutil recorrido ha mostrado que<br />
el conocimiento alrededor de la mercancía se logra o<br />
34<br />
Milla<br />
facilita, acercándose a la fuente misma de consumo,<br />
un hierbero-intermediario relata:<br />
"Don Julián (el productor) no negocia directamente<br />
con las empacadoras porque no se encuentra en el<br />
Distrito Federal y no está dispuesto a dejar su trabajo<br />
en el campo para venir hasta acá a negociar días<br />
enteros con esa gente. En ese sentido, yo funjo como<br />
comisionista o representante entre los productores y<br />
estas compañías. La relación con los productores se<br />
ha fortalecido a lo largo de los años pues ellos saben<br />
que se les pagará, despacio, pero se les pagará. De mis<br />
bodegas sale el producto hacia varias empacadoras de<br />
la República".<br />
Estos lazos están sometidos a cambios,<br />
pueden observarse aquí los procesos contingentes y<br />
contradictorios que marcan su formación y disolución<br />
(Roseberry, 2002). Uno de estos primeros cultivadores<br />
relata a su vez:<br />
"Llegamos a saber con quienes negociaban los patrones<br />
pues ellos nos comentaban y lo hacían porque sabían<br />
que les éramos leales y no íbamos a llegar a negociar<br />
por "allá", ya que sólo éramos productores, ellos<br />
tenían la confianza de nuestra lealtad. Con el paso<br />
del tiempo, por medio de Sierra hice contacto con la<br />
empresa "AGRIX" cuando aun producían valeriana.<br />
Trabajé con ellos 4 años (1981-85), era un joven [el<br />
jefe de la empresa] muy emprendedor, nos envió a<br />
Guanajuato para conocer las semillas de amaranto<br />
(Amaranthus) y su siembra, a Tabasco para conocer<br />
la pimienta (Piper nigrum), nos traía "movidos"<br />
familiarizándonos con diferentes tipos de producción<br />
para el mercado pero eso sí, procuraba no contactamos<br />
con otros compradores para asegurarse nuestro trabajo.<br />
Continuamos produciendo manzanilla en ese periodo<br />
pues era el "producto de casa", negociábamos con<br />
Sierra, Wolf y PLAMESI. En cierta ocasión ocurrió<br />
que el hijo del patrón, (Jacinto Sierra) con quien ahora<br />
hacemos negocio después de la muerte del padre,<br />
nos hizo un pedido de toronjil (Melissa officinalis),<br />
pero había perdido el trato con sus compradores y no<br />
nos había dicho nada, sólo dejaba pasar el tiempo.<br />
Después de esto, decidimos hacer contacto con otros<br />
compradores pues perdimos la confianza en él".<br />
Para cerrar este punto, volvamos a lo que señala<br />
Appadurai respecto al conocimiento sobre las mercancías.<br />
Este conocimiento es de dos tipos: el que acompaña a<br />
la producción de la mercancía y el que acompaña su<br />
consumo apropiado. Aunque parezca una especie de
polarización, no podemos permttmws considerar el<br />
conocimiento sobre la producción de la mercancía,<br />
exclusivamente técnica y empírica ni al conocimiento<br />
sobre el consumo, exclusivamente valorativo o<br />
ideológico. Tales componentes permean a ambos<br />
polos en interacción mutua y dialéctica (Appadurai,<br />
1991: 60). Hasta este punto del camino, se ha podido<br />
apreciar cómo los productores y comercializadores<br />
de manzanilla se apropian de estos componentes que<br />
modelan a ambos tipos de conocimiento, cómo tales<br />
apropiaciones marcan determinadas relaciones de poder<br />
y campos de actividad.<br />
El ropaje silvestre de la mercancía y su puesta en<br />
escena.<br />
La difusión paulatina de ciertos hábitos de consumo<br />
más "afines" con la vida moderna, han facilitado<br />
la inserción de plantas como la manzanilla, en el<br />
mercado de las bebidas aromáticas o exquisitas.<br />
Aunque su comercialización, ahora en múltiples<br />
presentaciones y con los controles propios de una<br />
bebida de este tipo, no parece representar en México<br />
la suficiente envergadura como para desplazar a los<br />
cultivos de subsistencia, la constancia de su demanda<br />
la convierte en una mercancía de un alto atractivo para<br />
la producción. Sobre la preferencia de su consumo,<br />
un comercializador acota:<br />
"Comienza a venderse la manzanilla como té<br />
empacado allá por 1934-36, (lo inició] un comerciante<br />
español luego le siguieron otros también españoles y<br />
los empaques se hacían en bolsitas de tela cosidas a<br />
máquina. Tuvo éxito, la costumbre era tomarla como<br />
una infusión medicinal pero comenzó a difundirse<br />
la costumbre de tomarla simplemente como un té.<br />
¿Quiénes acostumbran a tomarla como un té ya<br />
empacado? Pues los flojos, es la comodidad y la<br />
higiene. Además las plantas empacadas y con una<br />
determinada presentación aseguran al comprador la<br />
certeza de que no está siendo engañado al tomarlo".<br />
Este cambio en un hábito de consumo del té<br />
de manzanilla de la planta disecada o fresca a su<br />
consumo en empaques, puede ligarse a un cambio<br />
en las circunstancias de clase y trabajo a nivel de<br />
las sociedades industriales. Posteriormente, su<br />
disponibilidad como producto que reúne diversas<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
presentaciones y calidades, le permite acceder al<br />
recién desarrollado mercado de cafés y otras bebidas<br />
"gourmet" cuya importancia ya para los años 1980<br />
les merece la atención de revistas especializadas<br />
estadounidenses, "World Coffee and Tea", "Coffee<br />
and Cocoa Internacional" (Roseberry, 1996: 763).<br />
De este modo, el que la manzanilla sea una mercancía<br />
de "dos mundos", el medicinal y el de degustación, le<br />
imprime la suficiente flexibilidad para asegurarse un<br />
sitio en el mercado de consumo global.<br />
Sin embargo hay que considerar que en el<br />
mercado global la calidad es requisito indispensable.<br />
En el caso de la manzanilla la calidad del producto<br />
puede variar y ésta no es siempre lo que el empresario<br />
importador llamaría "de acuerdo a las normas de<br />
calidad". Una vez listo para su entrega, el productor<br />
se comunica con el comprador para que lo transporte<br />
(en este caso, llegará un "furgón" de la exportadora<br />
para llevarla a puertos aduanales, en el momento<br />
de la entrevista tiene listo un cargamento que será<br />
llevado a los Estados Unidos). Este productor tiene<br />
preparada para los exportadores otra carga de diez<br />
y media Ton. del 75% de tallo, tampoco se le ha<br />
eliminado el exceso de polvo de polen, "es la más<br />
baja calidad", dice. En el caso de los encargos de<br />
los empacadores nacionales como Carabela, la<br />
entrega la realiza el productor en México y es la<br />
mejor calidad, 50/50, mitad tallo y mitad polen o<br />
flor. De acuerdo a la información de productores que<br />
proveen a exportadores de manzanilla, las calidades<br />
de mercancía entregada varían, siendo las más altas<br />
aquellas destinadas a las empacadoras en el mercado<br />
interno, el acuerdo respecto a las calidades se concreta<br />
con anticipación y siendo un acuerdo, requiere la<br />
aquiescencia de ambas partes.<br />
La producción de manzanilla a mayor escala<br />
ha sido una jornada rápida, guiada por los cambios en<br />
los hábitos de consumo. La flexibilidad del mercado<br />
de plantas permite y contribuye a la amplitud de las<br />
redes sociales entre productores y comercializadores,<br />
lazos que trascienden a la localidad. Se ha acentuado<br />
el nivel de competencia entre los productores, quienes<br />
han llegado a adquirir, mediante el tendido de redes,<br />
conocimientos y contactos de mercado que custodian<br />
celosamente:<br />
"En cierta ocasión -relata un productor- cuando<br />
secaba la manzanilla en las bodegas de CONASUPO,<br />
35
otro productor que también la secaba allí, hacía trato<br />
con gente de México pero no había querido decirme<br />
con quién. Ese día por casualidad me encontraron y así<br />
inicié negocios con ellos".<br />
Acerca de los contratos de producción, otro<br />
productor refiere:<br />
"El contrato de venta es de palabra, incluyendo a<br />
las compañías exportadoras, ya que no les conviene<br />
tener compromisos por escrito debido al alza de los<br />
precios del producto en el mercado. Y o prefiero así<br />
la negociación, ya que me da margen para ofrecer el<br />
producto al mejor postor".<br />
Desde luego, cuando las condiciones del<br />
mercado no son favorables, quien paga la cuenta<br />
finalmente es el productor, máxime si ha corrido con<br />
todos los riesgos sin tener el mínimo aval representado<br />
en un documento. Las exigencias del mercado global<br />
de consumo penetran las redes sociales tendidas<br />
a través del mercado de plantas, aunque no con la<br />
velocidad y profundidad que se esperaría. Cuando<br />
alguna ruta se cierra otras más pequeñas pero más<br />
flexibles, permanecen. El exportador sentencia:<br />
"En los años 1980, en Juchitepec no se sembraba<br />
mucho más de lOO has., hace unos cinco años unas<br />
250 has. y hace dos años 600 has. Eso es lo máximo<br />
que se puede alcanzar en esa zona; ahora estamos<br />
considerando otras áreas. En el Estado de México no se<br />
contempla la mecanización, la forma de tenencia de la<br />
tierra (propiedad ejidal) no se presta para ese proceso.<br />
Tendría que ser otro tipo de sistema para ser global.<br />
Pero ya no es necesario comprarles a los pequeños<br />
productores porque el mercado ya no lo requiere<br />
debido a la mayor competitividad en el mercado<br />
exterior, esto es, mejores condiciones en otros países.<br />
Se requiere cambiar totalmente la estructura: tecnificar,<br />
tener acceso a mayores tierras. Ellos (productores de<br />
Juchitepec) siguen siendo los principales proveedores<br />
pero ya dejarán de serlo, desde hace dos años ha<br />
disminuido la compra, allí ya llegaron al máximo de lo<br />
que podían dar. (No mencionó la zona a la que piensan<br />
trasladarse pero en el curso de la conversación hizo<br />
una elusiva mención al Estado de Puebla)".<br />
En relación con lo anterior, este exportador de<br />
manzanilla agrega:<br />
36<br />
"Existe una enorme competencia con Asia, Suramérica<br />
Milla<br />
y Centroamérica, en especial con China, Egipto y<br />
Argentina. Aún siendo (la suya) la empresa exportadora<br />
más importante de México, no se encuentra totalmente<br />
mecanizada, por ejemplo en el proceso de recolección,<br />
tampoco se han desarrollado variedades. Tendría que<br />
tecnificarse, resulta más barato importar que producir<br />
aquí; la producción en Egipto es más barata, en<br />
Argentina también, en especial después de su crisis<br />
económica".<br />
Son claramente identificables las ideas de<br />
"modernización" del campo, imperantes entre la mayoría<br />
de los grandes productores locales, el teórico Ernest<br />
F eder profundiza en esta pugna cuyas consecuencias<br />
reales han corrido por cuenta de los campesinos<br />
(Feder, 1978). Sin embargo, el mercado al interior<br />
de la República ofrece una alternativa a los pequeños<br />
productores de manzanilla y a otros grupos relacionados<br />
con el consumo del producto; las relaciones con la<br />
Ciudad de México delinean una clara fuerza centrífuga.<br />
Un hierbero o comercializador señala:<br />
"No se han encontrado las condiciones (más favorables)<br />
para abaratar los costos y competir con el exterior. Los<br />
mayores proveedores de planta por su cercanía son el<br />
Estado de México, Hidalgo, Puebla y Guerrero. Los<br />
proveedores ( comercializadores) seguirán subsistiendo<br />
pues han creado y diversificado los nichos del mercado.<br />
He comprobado la importancia de transmitir estos<br />
conocimientos y experiencias en el comercio de plantas,<br />
no necesariamente a los hijos, también al personal para<br />
dejar una base. Actualmente son pocos los proveedores,<br />
unos diez o quince, por que el trabajo es "sucio",<br />
implica el manejo de plantas y se desempeñan varias<br />
labores a la vez. Yo por ejemplo trato de vender a<br />
clientes muy confiables o mediante pago de contado.<br />
En los años 1970 las tiendas más grandes eran las de<br />
la familia Michán y la Supersoya, originarios de la<br />
Mixteca. Los Michán, los Peñafiel y otros comenzaron<br />
a montar las tiendas naturistas. Esas tiendas necesitaban<br />
de proveedores, surgieron fabriquitas de cápsulas y<br />
pequeñas empacadoras, se muele y transforma la planta,<br />
así surgieron los fabricantes y distribuidores".<br />
La diversificación de actividades, en este caso<br />
a pequeña escala, es la alternativa que un mercado<br />
más flexible ha ofrecido a estos comercializadores.<br />
"El mercado de plantas se puede decir que es muy<br />
variable año con año, no es un nícho seguro, no los<br />
hay, el que desaparece no es el que fracasa sino el que
acierta menos; por eso, entre más nichos de mercado<br />
ocupe tiene mayor oportunidad. El mercado se cierra<br />
cada vez más, ahora es más dificil colocar en tienda,<br />
la fabricación es baja, por ello me dedico a proveer a<br />
los fabricantes. Para volver más seguro ese nicho se<br />
deben conjugar varias partes del proceso como unir<br />
la "tienda de recomendación" con la fabrica; volverlo<br />
más estable significa resolver los problemas con<br />
Salubridad (Consejo de Salubridad General, órgano de<br />
carácter institucional) y con nuestra propia gente".<br />
Junto al cultivo de la manzanilla como medio<br />
de ingreso al mercado, persiste el cultivo de la<br />
tradicional planta de autoconsumo, el maíz. Este a<br />
su vez ha cobrado nuevo cariz al ser negociada su<br />
hoja en los mercados locales. Este nuevo espacio ha<br />
sido ocupado principalmente por mujeres, ya sea en<br />
su comercialización como en su procesamiento. No<br />
es extraño que el sostén de la economía doméstica<br />
lo constituya el comercio del maíz y de su hoja,<br />
administrado por las mujeres del núcleo familiar:<br />
La esposa de don Julián, uno de los mayores<br />
productores de manzanilla, es una mujer de mediana<br />
edad quien junto a sus dos nueras se encarga de la<br />
administración del hogar. La economía doméstica<br />
es sostenida por un fondo administrado por doña<br />
Floriana y proviene de la negociación del maíz y<br />
su hoja. El maíz es producido por don Julián; las<br />
esposas de dos de sus hijos, que viven en la misma<br />
casa, aportan ayuda en forma de trabajo ya sea en las<br />
labores domésticas de limpieza y cocina, como en<br />
la preparación de la hoja de maíz para la venta. Sus<br />
hijos aportan también un porcentaje del producto.<br />
Doña Floriana se encarga personalmente de localizar<br />
a los compradores del maíz en mazorca y de la hoja<br />
ya preparada en diferentes tipos de manojos.<br />
"Las mejoras a la casa - señala con entusiasmo-- como<br />
la nueva cocina, salieron de este fondo". La parte<br />
de mayores dimensiones es la de bodegas y el gran<br />
zaguán que da cabida a los transportes que recogen la<br />
manzanilla. Sobre el techo de la cocina han habilitado<br />
una azotea donde colocan el maíz, lo separan de la<br />
hoja y la dejan secar. Allí, doña Floriana y sus nueras<br />
trabajan con la hoja, empacándola para su venta.<br />
"Antes que mi esposo tuviera dinero -dice- yo le<br />
ayudaba con la comercialización del maíz".<br />
El tradicional cultivo del maíz han sido<br />
conservado con una importancia que no desmerece<br />
Etnobio/ogía 6, 2008<br />
en mucho al de la mercancía, ya que a éste también se<br />
le ha aprovechado como mercancía bajo la impronta<br />
del consumo de diversos tipos de alimentos a base<br />
de maíz, distribuidos a través de una bien establecida<br />
red de mercados locales que alcanzan los grandes<br />
centros urbanos. La comercialización de la hoja del<br />
maíz resulta ser un elemento que integra el ingreso<br />
campesino en el contexto de la economía doméstica.<br />
Dirigida por mujeres del núcleo familiar extenso,<br />
es otra de las formas globales de incremento de la<br />
explotación del trabajo doméstico. Como punto final<br />
de este recorrido, es oportuno traer la justa posición<br />
respecto a las implicaciones que para la acumulación del<br />
capital, tienen las unidades domésticas dependientes<br />
del trabajo no remunerado. Como destaca Cook, es<br />
fundamental tener en cuenta este elemento a la hora<br />
de realizar un análisis de la pequeña producción de<br />
mercancías. Al conceptualizar el proceso, propone<br />
un estudio a detalle del tamaño, composición y etapa<br />
del ciclo vital de la familia, cuyo papel es prominente<br />
en el desarrollo de la empresa capitalista campesinoartesanal<br />
(Cook y Leigh, 1990: 231).<br />
Consideraciones finales<br />
En este ensayo se ha hecho un intento de separación<br />
de la manzanilla de su aparente y exclusiva relación<br />
con la producción o la idea de producción. Este<br />
camino teórico nos condujo por un prodigioso paisaje<br />
de versatilidad de esta planta, tan humano como el<br />
contexto social que lo anima.<br />
Los estudios sobre las mercancías han variado<br />
mucho en sus puntos de atención, sin embargo<br />
todos coinciden en señalar a los mercados como<br />
arenas donde se desenvuelven las manifestaciones<br />
socio-culturales en su más directa interacción con<br />
elementos económicos y terapéuticos. Un estudio<br />
sobre una mercancía dentro del proceso de la<br />
globalización, no puede excluir a los sitios donde<br />
ésta suele circular a pequeña escala. A lo largo de la<br />
historia, sociedades no industriales o pre-industriales<br />
se han servido de sitios de mercado local, paralelos<br />
a sistemas de comercio de larga distancia para<br />
mercancías preciosas. Estos mercados domésticos de<br />
grandes dimensiones han sido el escenario del tráfico<br />
de productos simples en pequeña escala detrás de los<br />
37
cuales se ha escondido una gran cantidad de horas<br />
de trabajo femenino familiar y toda una jerarquía de<br />
autoridad patriarcal para controlarla (Gates, 1996).<br />
La supervivencia actual de grandes mercados en<br />
México ha facilitado el acceso directo a recolectores/<br />
productores y comercializadores de manzanilla, esto<br />
es un ejemplo de la capacidad adaptativa de ciertos<br />
productos como las plantas medicinales. Hemos<br />
podido vislumbrar la manera en que esta planta se<br />
ajusta a las propias dinámicas sociales y es reflejo<br />
de formas de subordinación y resistencia en las<br />
relaciones de clase en su camino a convertirse en<br />
producto de consumo.<br />
Por un largo periodo la manzanilla como<br />
producto de consumo global ha propiciado los cambios<br />
que impulsan las formas de vida de estos productores<br />
y los diversos agentes con los que interactúan, como<br />
se ha visto, mediante formas distintas de inserción<br />
al mercado, más o menos flexibles y más o menos<br />
dirigidas directamente por el mercado industrial.<br />
El comercio de la manzanilla como mercancía -y<br />
la facilidad que ha ofrecido para su recolección o<br />
producción y negociación- ha contribuido a trasladar<br />
consigo, desde una tradición campesina a la sociedad<br />
contemporánea, específicos y antiguos elementos<br />
de estructura social, economía y cultura. Cabe<br />
recordar la afirmación de Shanin cuando se refiere<br />
al campesinado no como una sociedad "atrasada",<br />
sino de características en transformación que están<br />
teniendo lugar (Shanin, 1990).<br />
Esta planta como mercancía juega todavía<br />
diversos roles, que pueden estar en el ámbito de la<br />
economía campesina y entonces apenas significan una<br />
parte limitada del autoconsumo y del mercadeo local.<br />
Hemos observado como a través de la intervención<br />
del consumidor, adquiere las características culturales<br />
de aceites esenciales y productos suntuarios, sus<br />
precios se vuelven fuera de toda proporción. Este<br />
es el mercado global que hace que el insumo inicial<br />
apenas cueste el 1 ó 2 % del precio que adquiere la<br />
mercancía una vez que alcanza su nicho de mercado.<br />
Esta ganancia especulativa es el mejor estímulo para<br />
que las empresas globalizadas vendan productos<br />
que implican en su compra conocimiento, cultura,<br />
medicina, salud, diversión. Son los productores<br />
quienes constituyen la base de todo este proceso, han<br />
pagado los costos del crecimiento, han sufrido los<br />
estragos de la experimentación y muchas veces han<br />
38<br />
Milla<br />
visto menguar sus recursos y sus tierras por el afán<br />
de vincularse a las redes del mercado. La manzanilla<br />
en su sistema de producción nunca ha recibido un<br />
apoyo técnico y continúa en manos de productores,<br />
pero al llegar a las cadenas del mercadeo sufre<br />
transformaciones radicales cuyo producto final viene<br />
a incorporarse al mundo del consumidor bajo diversos<br />
protocolos: la medicina, los cosméticos, sin dejar de<br />
mencionar al creciente consumo de tés e infusiones<br />
que se han puesto de moda.<br />
Dedicatoria<br />
Se dedica el presente trabajo a la memoria de la Dra.<br />
Lety Gándara Mendoza, a su entrega y robustez<br />
mental así como a su esposo, el Dr. Tomás Martínez<br />
Saldaña por su valioso apoyo en este trabajo.<br />
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Núm. 20 URL: http://www.nybooks.com/<br />
articles/17647, (última consulta: 17/1 0/08).<br />
Wal-Mart, orígenes y giros de mercado de la<br />
empresa: Wikipedia, the free enciclopedia,<br />
"Wal-Mart", (última modificación 21 Octubre<br />
2008), consulta abierta en las páginas URL:<br />
http://en.wikipedia.org/wiki/Wal-mart;http://<br />
en.wikipedia.org/wiki/W almex; http:/ 1<br />
es. wikipedia.org/wiki/Econom%C3%ADa _<br />
agr%C3 %ADcola#Mercados _agropecuarios;<br />
ultimas consultas: 17/10/08.<br />
39
Milla<br />
Figura l. Planta de Matricaria recutita L. en floración (Foto Giancarlo Dessi, Mayo 2005, Instituto Profesional de Agricultura y medioambiente<br />
"Cettolini" de Cagliari, Italia).<br />
Figura 2. Tierras de Juchitepec preparadas para el trasplante de manzanilla (Foto Karla J. Milla, Junio 2004)<br />
40
CONOCIMIENTO Y USO DE LA TORTUGA BLANCA<br />
(Dermatemys Mawii Gray, 1847) EN DIEZ EJIDOS<br />
EN EL SUR DE QUINTANA ROO, MÉXICO<br />
Romel René Calderón-Mandujano'<br />
1 El Colegio de la Frontera Sur. Avenida Centenario km 5.5, Chetumal, Quintana Roo 77900. México. rcalderon@ecosur.mx<br />
RESUMEN<br />
Se realizó un estudio en las comunidades de la Rivera del Rio Hondo, límite México-Belice, y en la periferia de la Bahía de<br />
Cheturnal y Laguna Guerreo con la finalidad de compilar el conocimiento tradicional sobre la Tortuga Blanca en estos sitios.<br />
Se aplicaron 60 entrevistas informales a los pobladores en general y 28 dirigidas a informantes clave con la finalidad recabar la<br />
mayor cantidad de información sobre el conocimiento que tienen los pobladores de 10 Ejidos sobre esta especie. Se realizaron dos<br />
salidas a campo para comprobar la certeza de sus respuestas. Se observó que los pescadores (informantes clave) presentan un buen<br />
conocimiento de la especie, tanto de su biología como de su hábitat. El uso más frecuente de la especie es el de autoconsumo y su<br />
frecuencia es baja en comparación con otros sitios del país. La abundancia que describen los pescadores, de igual manera, es más<br />
elevada que la reportada en otras localidades del país. Las artes de pesca son similares a las empleadas en Belice, lo cual se explica<br />
por su cercanía geográfica. La información aportada por parte de los informantes clave sobre aspectos generales de la biología de<br />
la especie es muy amplia y aporta elementos no observados en referencia en la literatura especializada.<br />
Palabras clave: Tortuga Blanca, Quintana Roo, conocimiento tradicional, uso, historia natural<br />
ABSTR<strong>AC</strong>T<br />
I realized a study in the communities from the Río Hondo, natural border between Mexico and Belize, and from the limits of the<br />
Cheturnal Bay, and Guerrero Lagoon. The goal was the compilation of the traditional knowledge about the Central American<br />
river turtle in these sites. I applied 60 informal interviews to local settlers and 28 full interviews to fishermen with the finality<br />
to compile information from 10 settlements. At the same time, I realized two field trips to compare the obtained information to<br />
field observations. The results showed a high leve! oftraditional knowledge ofthe species, such as its habits and habitat. The self<br />
consumption is the unique use and its frequency is low according to others ones in Mexico. The Mexican fisheries are similar to<br />
Belize, undoubtedly for their geographical proximity. Fishermen's information obtained on the biology and ecology ofthis species<br />
is important and supplies new elements not yet encountered in other records.<br />
Key words: Central American river turtle, Quintana Roo, traditional knowles, use, natural history<br />
Introducción<br />
El conoc1m1ento tradicional consiste en la<br />
acumulación de observaciones a lo largo del tiempo y<br />
que se transfiere de manera oral, pictórica o escrita, de<br />
generación en generación (Gispert & Gómez 2000).<br />
Aunque varia de la ciencia en diferentes vías, es<br />
considerado el primer acercamiento del hombre a la<br />
ciencia (Berkes et al. 2000). Existen diversos trabajos<br />
42<br />
que destacan la importancia del conocimiento local o<br />
tradicional de los recursos en todo el mundo (Pierotti<br />
& Wildcat 2000 ), y recientemente se ha retomado<br />
como una parte importante en trabajos de manejo de<br />
vida silvestre (Riley et al. 2002), medicina (Wayland<br />
2001) y aspectos de biología de la conservación<br />
(Huntington 2000). Algunas veces la información
de la gente atribuye cualidades especiales a los<br />
recursos, que muchas veces están fuera de la realidad<br />
(Carvalho 1999). En otras ocasiones, el conocimiento<br />
local o tradicional ha llevado a encontrar formas de<br />
uso o aprovechamiento alternativas, ampliando el<br />
aprovechamiento del recurso (Guerra 2001). En<br />
muchos casos, se ha observado, el conocimiento<br />
tradicional apoya de manera importante y en ocasiones<br />
rebasa el que realizan los investigadores bajo un<br />
esquema científico establecido, ya que el contacto<br />
que la gente tiene es mayor que el de cualquier<br />
investigador (Lyver 2002 ).<br />
En México existe por tradición mucha<br />
información respecto al conocimiento tradicional<br />
de los recursos (Toledo et al. 2001, Monroy-Vilchis<br />
2008), algunos grupos como las plantas han sido<br />
más estudiadas debido a que representan una fuente<br />
de alimento, medicina o monetaria para quienes la<br />
aprovechan (Canales et al. 2006). La fauna también<br />
sigue los mismos procesos, aquellos que son mas<br />
utilizados, sea como alimento, medicina comercio o<br />
bien que representen algún riesgo para la salud, son<br />
lo que acumulan mayor información local al respecto<br />
(Monroy-Vilchis 2008 ).<br />
A pesar de que la Tortuga Blanca (Dermatemys<br />
mawii), es una especie ampliamente usada a lo largo<br />
de su distribución, no se encuentra ningún trabajo<br />
específico sobre su conocimiento tradicional. Se<br />
sabe que es utilizada como alimento y algunos<br />
aspectos sobre su biología (Flores-Villela 1980,<br />
Álvarez del Toro 1988); sin embargo, aun queda<br />
bastante información que no ha sido capturada en<br />
literatura. Las referencias sobre éste conocimiento<br />
se han obtenido, de manera indirecta, mediante otros<br />
trabajos que implican estudios sobre aspectos de tasas<br />
de extracción o reproducción de la tortuga blanca<br />
(Polisar 1994 y 1995; Vogt et al. 2005).<br />
En esta idea, se realizó una investigación<br />
cuya meta principal es recopilar el conocimiento<br />
tradicional de la tortuga blanca, en el sur de Quintana<br />
Roo. La finalidad de esto, es que este conocimiento<br />
pueda apoyar investigaciones posteriores en cuanto<br />
al diseño del muestreo, estado de sus poblaciones, y<br />
aspectos prioritarios para su conservación. La idea<br />
de iniciar por el conocimiento tradicional, es el de<br />
comprender la visión y los motivos que llevan a los<br />
pobladores a la extracción de esta especie como un<br />
recurso mas.<br />
Etnobíología 6, 2008<br />
Antecedentes<br />
La tortuga blanca (Dermatemys mawü) se distribuye<br />
desde el sureste mexicano en los estados de Veracruz,<br />
Chiapas, Oaxaca, Tabasco; al sur de la Península<br />
de Yucatán hasta Guatemala, Belice y el norte de<br />
Honduras. Es una especie monofilética que a lo largo<br />
de su distribución presenta diferentes niveles de<br />
aprovechamiento. (Álvarez del Toro, 1960; Smith y<br />
Smith, 1976; Ernst y Barbour, 1989, Iverson, 1992;<br />
Campbell, 1998; Lee, 1999, 2000; Kholer, 2003).<br />
La última evaluación del estado de conservación<br />
de la tortuga blanca considera a la especie en peligro<br />
crítico de extinción debido a que, en las últimas décadas,<br />
varias de las poblaciones estudiadas han desaparecido<br />
de su hábitat natural (Álvarez del Toro, 1982; Vogt<br />
y Flores-Villela, 1992; Polisar, & Horwich, 1994;<br />
Polisar, 1995; Vogt et al., 2005; Guichard, 2006).<br />
Las principales amenazas que pesan sobre la tortuga<br />
blanca son la sobre-explotación, la pérdida y alteración<br />
de su hábitat, y factores intrínsecos como su baja tasa<br />
reproductiva (Flores-Villela, 1980; Polisar, 1995;<br />
Viveros, 1996; Vogt et al., 2005). La información<br />
relativa al conocimiento de la especie varía a lo largo<br />
de su distribución. Estados como Tabasco, Veracruz<br />
y Chiapas son los que han dirigido mayores esfuerzos<br />
por el valor cultural y económico que representa su<br />
aprovechamiento (Vogt et al. 2005).<br />
Las primeras referencias en la literatura<br />
sobre la especie vienen de la década de los 60's con<br />
trabajos como los de Going y Neil (Holman, 1964),<br />
en donde se hace mención de su alimentación la cual<br />
consiste primordialmente de pastos acuáticos, hace<br />
mención sobre su preferencia totalmente acuática y<br />
comenta sobre puestas de huevos en los meses de<br />
agosto a octubre, en múltiples puestas de un huevo.<br />
En estos trabajos ya se destaca la importancia de su<br />
protección para su conservación. Álvarez del toro<br />
( 1960), menciona aspectos de historia natural como su<br />
presencia en ríos y lagunas, su alimentación herbívora<br />
y su importancia como recurso en Chiapas. Smith y<br />
Smith (1976) proporcionaron algunas de las primeras<br />
referencias en cuanto a su distribución, reportándola<br />
para estados como Veracruz y Chiapas. En la década<br />
de los 80's se realizaron algunos trabajos como el de<br />
Flores-Villela (1980) donde hace referencia al uso de<br />
la especie en diferentes partes de México y así como<br />
la sobre-explotación a la que se encuentra sometida y<br />
43
el riesgo de sus poblaciones en algunos sitios donde<br />
no se regula. Iverson y Mittermeier, ( 1980) realizaron<br />
una compilación de la información disponible<br />
para la especie, incluyendo comentarios sobre su<br />
distribución e historia natural. El trabajo de Moll<br />
(1986) sobre el nivel de explotación de la especie,<br />
con base en registros de pesca, en algunos ríos de<br />
Belice permitió identificar el riesgo de extinción local<br />
de la tortuga blanca y facilitó las primeras acciones<br />
para su conservación a nivel internacional. Su trabajo<br />
fue continuado en 1989, aunque en esta ocasión se<br />
enfoco en aspectos sobre sus hábitos alimenticios<br />
(Moll, 1989). Polisar, en los años posteriores (1994,<br />
1995, 1996); realizo una evaluación sobre la pesca<br />
de la tortuga blanca en áreas muy cercanas a las<br />
que trabajo Moll. Estos trabajos aportaron mayor<br />
conocimiento de la especie y sus poblaciones, así<br />
como aspectos relacionados con su tasa reproductiva<br />
y sobrevivencia, los cuales están estrechamente<br />
relacionados con la supervivencia de las especie. De<br />
igual manera, resalta el impacto de la extracción o<br />
"cosecha" de las tortugas en Belice y los riesgos para<br />
su conservación (Polisar & Horwich, 1994).<br />
También en los 90's Vogt y Flores-Villela,<br />
en Chiapas y Veracruz, estudiaron aspectos<br />
reproductivos y hábitos alimentitos de la tortuga<br />
blanca. Muestreando en la Reserva de Montes<br />
Azules, capturaron ejemplares de tortuga blanca y les<br />
practicaron lavados estomacales para determinar su<br />
dieta. Realizaron seguimientos de huevos incubados<br />
en laboratorio en donde observaron el efecto de la<br />
temperatura sobre la determinación del sexo.<br />
Durante la 15a reunión del Comité de Fauna<br />
(<strong>AC</strong>15), en Antananarivo, Madagascar, en 1999,<br />
se vio la necesidad de evaluar periódicamente las<br />
poblaciones de la tortuga blanca a lo largo de toda<br />
su distribución geográfica para establecer su estatus<br />
actualizado. El trabajo solicitado se realizó entre los<br />
años 2002 al 2006 y se enfocó en la concentración<br />
de la información disponible y el muestreo en áreas<br />
previamente estudiadas de la Reserva de Montes<br />
Azules para su comparación (Guichard, 2006). El<br />
trabajo reporta la captura de 21 ejemplares de tortuga<br />
blanca, cifra considerablemente baja a la previamente<br />
encontrada por lo que se procedió a solicitar la<br />
recategorización de la especie.<br />
A partir de la Evaluación Global de los<br />
Reptiles (GRA) de la IUCN y de las reuniones de<br />
44<br />
Calderón-Mandujano<br />
especialistas para elaborar la Estrategia Nacional<br />
para la Conservación y el Manejo Sostenible de la<br />
Tortuga Blanca (Dermatemys mawii) en México, se<br />
han destacado las necesidades de investigación que<br />
se requieren para poder revertir la situación actual de<br />
la tortuga blanca. Vogt et al. (2005.) y CONABIO<br />
DGVS-CONANP (2006) resaltan como necesidades<br />
primordiales la evaluación de las poblaciones, el<br />
conocimiento de su actual área de distribución, así<br />
como los usos y niveles de extracción. Para comprender<br />
estos procesos y establecer acciones indispensables,<br />
como el establecimiento de un programa de monitoreo<br />
para determinar las tendencias de las poblaciones<br />
y medidas de conservación para asegurar su<br />
supervivencia, se requiere generar información básica<br />
sobre la historia natural y la ecología de la especie. El<br />
principal problema es, sin embargo, que para varias<br />
áreas donde se distribuye la tortuga, apenas existe<br />
información sobre su ocurrencia.<br />
Localmente Pozo y colaboradores (en<br />
Camarena-Luhrs y Salazar-Vallejo, 1991), describen<br />
la presencia de la especie pero no abundan sobre<br />
mayor información. Viveros-León (1996), realizó<br />
el único trabajo específico sobre tortuga blanca<br />
para nuestra área de estudio. Aplicando encuestas<br />
y apoyado con trabajo de campo, evaluó el uso y la<br />
abundancia de la especie en Laguna Guarrero, sus<br />
resultados nos muestran una escases de la especie<br />
en la zona y un pobre aprovechamiento de la misma<br />
debido a esta baja abundancia. De acuerdo con sus<br />
resultados, la especie es naturalmente escasa en este<br />
sistema y no producto de algún uso excesivo de la<br />
misma como recurso.<br />
Métodos<br />
Área de estudio<br />
La zona de estudio comprende dos sistemas<br />
dulceacuícolas ubicados en el sur de Quintana Roo,<br />
la Laguna Guerrero y el Río Hondo. Este último sirve<br />
de frontera natural entre México y Belice (Figura<br />
1). El Río Hondo tiene una longitud de 120 km, con<br />
una profundidad media de 1 O m y 50 m de ancho<br />
y cuenta con varios afluentes (Camarena-Luhrs et<br />
al., 1991 ; Cedeño-Vázquez, 2002). Por otro lado,<br />
Laguna Guerrero es un sistema de canales de aguas<br />
cristalinas, con una profundidad media de 4 m. Sus
principales afluentes son las lagunas de Bacalar y<br />
Chile Verde (Anónimo, 1999). Ambos sistemas<br />
desembocan en la Bahía de Chetumal, y la columna<br />
de agua presenta diferentes condiciones químicas<br />
y fisicas. La vegetación ribereña que predomina en<br />
ambos sistemas es el manglar, y en menor grado<br />
sel as bajas y medianas subperennifolias (Miranda &<br />
Hernández, 1967).<br />
Entrevistas<br />
Por medio de pláticas informales y entrevistas<br />
estructuradas dirigidas a pobladores (hombres y<br />
mujeres) de las comunidades ubicadas en la orilla<br />
de los cuerpos de agua mencionados recopilé<br />
información sobre la distribución de la especie en<br />
el pasado. Esta aproximación me dio una idea del<br />
conocimiento de la especie por parte de los pobladores<br />
de la rivera de ambos cuerpos de agua y del uso que<br />
se hace tradicionalmente de la especie, la abundancia<br />
de la misma, así como las técnicas de captura y tasas<br />
de extracción en años anteriores. Para corroborar la<br />
información que nos dieron realicé dos salidas con la<br />
finalidad de capturar algunos ejemplares y ver si las<br />
referencias de las técnicas de captura y las abundancias<br />
que reportan correspondían con la realidad.<br />
Se aplicaron 60 pláticas informales en los<br />
Ejidos de Obregón Viejo, Ingenio, Cacao, Calderón,<br />
Revolución, Botes, y La Unión, en el Río Hondo.<br />
Los Ejidos Calderitas, Laguna Guerrero y Raudales<br />
y la ciudad de Chetumal en la Bahía de Chetumal.<br />
Con estas platicas se ubicaron a 28 pescadores<br />
como informantes clave (Calme & Sanvicente, en<br />
Prensa) para aplicarles entrevistas dirigidas (Anexo1,<br />
Figura 2). Las encuestas informales se aplicaron<br />
tanto a hombres como a mujeres de los Ejidos antes<br />
mencionados, sin embargo las entrevistas dirigidas<br />
solo se aplicaron a hombres ya que estos son los que<br />
son los que se dedican a la pesca. El trabajo se realizó<br />
de la siguiente manera:<br />
Entrevistas semi-estructuradas y pláticas<br />
informales<br />
Se platicó con 60 pobladores de los Ejidos que se<br />
encuentran ella rivera de los cuerpos de agua donde<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
se ha registrado la especie (de acm¡rdo con Bartlett et<br />
al. 2001 ). Se realizaron pláticas informales hasta que<br />
se encontró que la información se mantuvo constante<br />
(Vela 2001). En las pláticas se recopiló información<br />
básica sobre las personas que conocen la especie,<br />
quienes las han comido, pescado, vendido o comprado<br />
y demás información relacionada con la especie y su<br />
medio ambiente. Con estas pláticas se ubicaron los<br />
informantes clave de las que se tenía la certeza que<br />
en algún momento de su vida han pescado o pescan a<br />
la especie para aplicarles una entrevista.<br />
Entrevistas dirigidas<br />
Con la elección de los informantes clave se procedió<br />
aplicar las entrevistas previamente diseñadas (Anexo<br />
1). La información se dividió en seis partes que<br />
consideramos esenciales: Información general del<br />
entrevistado, características de la especie, información<br />
sobre la extracción de la especie, del donde se<br />
encuentra, de los usos y productos que se obtienen<br />
de ella, y de las reglas internas para su protección así<br />
como de las autoridades locales y nacionales.<br />
Esta información fue útil para describir la<br />
forma en que realizan la pesca, conocer los sitios<br />
mas frecuentados, equipo y materiales utilizados,<br />
así como su percepción del estado actual de sus<br />
poblaciones con respecto a los años anteriores. Se<br />
realizó por dos personas, uno que entrevistaba y otro<br />
que registraba en un diario de campo la información<br />
que nos proporcionaban. Se realizaron de una manera<br />
de tal forma que los pescadores no se sintieran<br />
interrogados y fueran a restringir alguna información<br />
que considerarán no conveniente. Esto sirvió para<br />
que los entrevistados pudieran aportamos puntos de<br />
vista y comentarios sobre la historia natural o del<br />
aprovechamiento de la especie no contemplados en<br />
la entrevista, pero de igual manera enriquecedores a<br />
la hora de las comparaciones con la literatura.<br />
Todalainformación obtenida de los informantes<br />
clave se vertió en una base de datos Excel y se analizó<br />
mediante medidas de tendencia central y frecuencias<br />
para establecer los rangos en los que las respuestas<br />
son generales y donde son puntuales. La información<br />
obtenida se comparó con literatura de trabajos<br />
similares previos, haciendo énfasis en los sitios más<br />
cercanos a nuestra zona de muestreo y destacando la<br />
45
información que no se ha documentado, pero que la<br />
gente proporcionó.<br />
Resultados<br />
La información capturada, tanto de las pláticas<br />
informales como de las entrevistas dirigidas<br />
mostraron diferencias en cuanto al conocimiento de<br />
la tortuga blanca, el 90% (n=60) de los pobladores<br />
contactados mediante platicas informales, reconoce<br />
a la especie aunque no sabe mucho de su biología.<br />
El total de los informantes clave (1 00%, n=28),<br />
conoce bien la especie y al resto de las tortugas,<br />
aunque las denominan de diferente forma debido a su<br />
procedencia. La diferencia en este campo consistió en<br />
la profundidad del conocimiento. Si bien la mayoría de<br />
la gente conoce la especie, solo los informantes clave<br />
tienen conocimiento de su biología e historia natural.<br />
Debido a esta condición, el resto de la información se<br />
baso explícitamente sobre los informantes clave (n=<br />
28), ya que son el objeto de estudio de este trabajo.<br />
Información de los entrevistados<br />
La edad promedio de los informantes clave vano<br />
de 18, el más joven a 69 el de mayor edad, con un<br />
promedio de 42.5. En su mayoría (82%) provienen de<br />
otros estados de la República, y de Belice. Los lugares<br />
de procedencia son, Tabasco, Veracruz y Michoacán,<br />
solamente 5 (17.8%) de los entrevistados son nativos<br />
de sus Ejidos actuales. En promedio, llevan 29.2 años<br />
de estar en su actual Ejido. El inmigrante más reciente<br />
llevaba 15 años de haber llegado y el más viejo 48.<br />
Todos ellos coincidieron en señalar que el motivo de<br />
su migración fue la oportunidad de obtener tierras para<br />
trabajar. Muy pocos tienen un trabajo permanente, en<br />
general son campesinos con agricultura de temporal<br />
o jornaleros.<br />
Conocimientos sobre las tortugas<br />
Entre las diferentes especies o tipos de tortugas<br />
que alcanzan a distinguir están la tortuga blanca<br />
(Dermatemys mawii); la jicotea, pinta, de la virgen<br />
o hicotea (Trachemys venusta); las tres lomos,<br />
46<br />
Calderón-Mandujano<br />
chicas y grandes (Claudius angustatus y Staurotypus<br />
triporcatus respectivamente); los pochitoques<br />
(Kinosternonsp.) y lamoj in a o chifl.adora(Rhinoclemys<br />
areolata ), el nombre común cambia dependiendo de la<br />
procedencia del entrevistado. La importancia de que<br />
reconozcan bien la identidad de las especies radica<br />
en la certeza de que lo que nos responden durante las<br />
entrevistas es de la especie que nos interesa. Destaca<br />
el hecho de que no se observó confusión en señalar a<br />
las tortugas de manera particular, lo cual es indicativo<br />
del estrecho contacto que tiene la gente con este grupo<br />
de organismos. Especialmente para la tortuga blanca,<br />
la cual manifestaron todos conocer y haber comido<br />
en más de una ocasión. Que la pescan muy raramente<br />
sobre todo durante la Semana Santa, ya que es vigilia.<br />
De los pescadores, todos manifestaron que la pescan<br />
solo accidentalmente cuando cae en sus redes y tres de<br />
ellos manifestaron pescarla actualmente para vender,<br />
aunque lo hacen muy esporádicamente. Cinco de<br />
ellos la pescaron de manera intensiva en la década de<br />
los 80's, con un permiso de la Secretaria de Pesca.<br />
Conocimiento de la especie y su medio<br />
De acuerdo a los informantes clave se sabe que es una<br />
especie crepuscular mayormente, aunque se le puede<br />
ver activa durante todo el día sus picos de actividad<br />
los realiza por las noches y hasta muy temprano en la<br />
madrugada. Se refugia bajo piedras, palos o cuevas<br />
en las orillas de los ríos y lagunas. Prefiere los sitios<br />
de aguas clamadas con abundante materia vegetal ya<br />
sea sumergida o en la orilla. Es una especie netamente<br />
acuática y se le puede encontrar ocasionalmente<br />
asociada a especies como los cocodrilos, compartiendo<br />
algunas cuevas. Algunos pobladores creen que es una<br />
especie de despensa de los cocodrilos ya que estos<br />
se los comen. La mayoría de los entrevistados no<br />
alcanzan a diferenciar sexualmente a las tortugas,<br />
sin embargo; los pescadores e informantes clave<br />
coincidieron en señalar que el macho tiene la cabeza de<br />
color amarilla, mientras que la hembra tiene la cabeza<br />
de color negra. Así mismo, la cola de los machos es<br />
más larga que la de las hembras y más picuda. En<br />
cuanto a la selección de sexos para la pesca no hubo<br />
alguna preferencia general. Quienes si alcanzaban a<br />
reconocer los sexos mencionaron que la hembra tiene<br />
mejor sabor y mas carne que los machos, ya que estos
tienen un sabor mariscoso. Referente si alcanzaban a<br />
reconocer la edad de los especimenes, ninguno de los<br />
entrevistados reconoció que fuera capaz de hacerlo.<br />
La principal amenaza natural mencionada<br />
es el cocodrilo ( Crocodylus moreletti) y el perro de<br />
agua o nutria (Lontra longicauidis annectens), para<br />
los individuos adultos. Para las crías y los huevos<br />
mencionaron que el mapache (Procyon lotor), el tejón<br />
(Nasua narica) y la comadreja (Mustelafrenata) son<br />
los que depredan con mas frecuencia a las tortugas.<br />
Estas especies también son conocidas por su fiereza,<br />
se comenta que las nutrias arrastran a las tortugas a<br />
la orilla y las voltean, dejándolas indefensas y las<br />
devoran, sin importar el tamaño o peso de la presa.<br />
Uno de los pescadores comento que en una<br />
ocasión, durante la veda, encontraron un poza con<br />
cerca de 70 tortugas grandes, pero como no las podían<br />
sacar las concentraron en un una poza mas pequeña<br />
que se encontraba aislada del resto del Río. Según<br />
comenta, las mantuvieron por espacio de algunas<br />
semanas, llevándoles de comer hojas de un arbusto o<br />
bejuco que crece a la orilla del Río. Las mantuvieron<br />
allí, llevándoles comida y verificando que comieran,<br />
hasta un día en el que se dieron cuenta que las hojas<br />
que habían llevado no estaban mordidas. Al ver<br />
no encontrar las tortugas en una búsqueda rápida<br />
pensaron que se las habían llevado otros pescadores.<br />
Después de un tiempo, al andar pescando, uno de<br />
ellos decidió ir a pescar a la poza donde las habían<br />
puesto y al sumergirse para pescar observó que las<br />
tortugas se encontraban enterradas en el fango de la<br />
poza. Para ese entonces habían pasado varios días<br />
(cerca de mes y medio según comentan), sin que las<br />
tortugas salieran a comer o a respirar.<br />
Aspectos reproductivos<br />
Referente al conocimiento de la reproducción de la<br />
tortuga blanca, todos mencionaron que es una especie<br />
que se reproduce mediante huevos, los cuales fueron<br />
descritos de color blanco y de forma ovalada, de tres<br />
a cuatro centímetros de longitud. De acuerdo con<br />
los entrevistados, la tortuga blanca no sale del agua<br />
a menos de que vaya a hacer un nido, mencionaron<br />
que las tortugas hacen nidos en las orillas de los ríos<br />
o lagunas, muy cerca o dentro del agua, en claros,<br />
playas o espacios abiertos. Los nidos son huecos<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
excavados en la tierra a no mas de cinco metros del<br />
agua y están cubiertos por la hojarasca. Algunos<br />
comentaron que los escarban con agua y en forma<br />
diagonal, con una profundidad de 20 cm. El número<br />
de huevos que puede pone varia, según comentaron,<br />
de 15 a 40. Indicaron, quienes se las comen con más<br />
frecuencia, que al cocinarlas les llegan a encontrar<br />
hasta 60 huevos en desarrollo. En su mayoría<br />
desconocen la época de anidación, aunque los<br />
informantes clave indicaron que iniciaba en marzo<br />
y se llegaba a prolongar hasta octubre. El tiempo de<br />
incubación es también poco conocido, pero los que<br />
lo mencionaron coincidieron en que es de 30-45<br />
días. En cuanto a la temporada de aparición de crías<br />
tampoco se sabe mucho, algunos dicen que desde<br />
febrero y hasta septiembre se pueden encontrar. En<br />
general la tortuga blanca se percibe como una especie<br />
solitaria, que no forma agregaciones mayores a tres<br />
o cuatro individuos, aunque pueden coincidir varios<br />
grupos en la época de secas debido a que baja el nivel<br />
del agua concentrándose los individuos en las pozas<br />
más grandes.<br />
Abundancia actual e histórica de sus poblaciones<br />
y métodos de extracción<br />
La percepción de la gente en general es que existe<br />
un número elevado de tortuga blanca actualmente<br />
(75% de los informantes clave), el resto considera<br />
que hay de regular a poca abundancia de las mismas.<br />
Todos coincidieron en señalar que es más abundante<br />
en el Río Hondo con respecto a Laguna Guerrero o<br />
el resto de la Bahía de Chetumal y sus alrededores.<br />
Mencionaron que es una especie que le gusta más el<br />
agua dulce que la salobre. La extracción de la especie<br />
es poca, ocasional y mayormente accidental según<br />
comentaron. De todos los entrevistados, solo uno la<br />
extrae de manera regular con fines de comerciada. De<br />
hecho, es conocido en toda la rivera del Río por esta<br />
actividad. En promedio, el resto de los pescadores<br />
consumen o capturan tortugas dos a cuatro veces al<br />
año, principalmente en las fiestas de Semana Santa,<br />
donde se organizan para ir a pescar con toda la familia.<br />
El lugar preferido para donde encuentran tortugas<br />
es en aguas calmadas o canales ( creeks ), en pozas,<br />
aguas lentas y profundas, o en las curvas que hace el<br />
río y que es donde se detiene el agua y se acumula<br />
47
la materia orgánica y troncos, que son sus refugios.<br />
Entre los pescadores, el tiempo que tiene de extraer<br />
la especie varía de acuerdo al tiempo que llevan en<br />
sus Ejidos (Fig. 3), así como la forma y materiales<br />
que usan para tal fin. Al cuestionarlos sobre como se<br />
pueden atrapar las tortugas mencionaron que utilizan<br />
redes o trasmallos de varios metros de longitud que<br />
ponen a la orilla del río o las lagunas. Otros utilizan<br />
arpón para sacarlas, otros usan cordel y anzuelos con<br />
cebo de frutos locales o la pescan mediante buceo<br />
libre. La temporada en la que mencionaron que había<br />
mayor extracción esta muy relacionada con la forma<br />
en que la pescan. Aquellos que usan redes lo hacen a<br />
lo largo del año, con cierta preferencia a la temporada<br />
de lluvias, al igual que los que usan arpón. Los que<br />
utilizan cordel y anzuelo prefieren pescar tortugas<br />
cuando los árboles de corcho y la uva de mar tienen<br />
fruto, ya que estos son los que usan más frecuente<br />
como cebo. Mencionaron que han observado tortugas<br />
con frecuencia en las orillas donde hay árboles de<br />
este tipo. Finalmente quienes las atrapan mediante<br />
buceo libre prefieren hacerlo en la época de secas,<br />
cuando las aguas son mas transparentes y de pueden<br />
localizar más rápido. Como ya se menciono, durante<br />
la temporada de secas el nivel del agua baja y las<br />
tortugas se agregan en pozas o lagunas que mantienen<br />
un nivel considerable de agua.<br />
De acuerdo a lo que nos contaron, históricamente<br />
la tortuga blanca ha padecido diferentes escenarios,<br />
por un lado en la década de los 70's, pescadores de<br />
diferentes ejidos, estados y beliceños coincidían en el<br />
Río Hondo para extraer tortugas y comercializarlas, ya<br />
sea localmente o llevarlas a Tabasco. En los 80's, con<br />
la entrada de la veda se concesionaron algunos permiso<br />
de extracción, con lo que se tuvo cierta regulación al<br />
respecto. De todos los entrevistados, siete pescadores<br />
(25%, n=28), manifestaron haber participado en<br />
actividades de extracción masiva de tortugas durante<br />
ésta década. Dicha labor la realizaron con un permiso<br />
expedido por la Secretaria de Pesca, ya sea propio o<br />
contratado. Según comentan llegaban a extraer hasta<br />
300 ejemplares en una semana. Todos los ejemplares<br />
se mandaban a Tabasco, donde al parecer la demanda<br />
era alta. La veda duraba los meses de julio y agosto,<br />
según recuerdan, y el resto de los meses podían pescar<br />
lo que pudieran. Al cuestionarles sobre su percepción<br />
de la abundancia de tortugas a lo largo de los años,<br />
desde que llegaron al Ejido, la mayoría coincidió en<br />
48<br />
Calderón-Mandujano<br />
que no ha habido muchas variaciones y que es una<br />
tortuga abundante. Algunos comentaron que cuando<br />
tenían los permisos si bajo un poco la población de<br />
tortugas, pero se recupero a lo largo de estos años.<br />
También señalaron a los beliceños que consumen<br />
con mayor frecuencia a la tortuga, como un factor<br />
que influye en las densidades a lo largo del Río. En le<br />
caso de Laguna Guerrero y la Bahía de Chetumal, sus<br />
pobladores la consideran de abundancia mas bien baja.<br />
No se sabe que haya existido extracción extensiva en<br />
esa área, la extracción se debe a que algunos piensan<br />
que su carne es buena para las mujeres embarazadas<br />
y previene o cura la anemia. No se encontró otro tipo<br />
de utilidad que se le pueda dar a la especie. Algunos<br />
comentaron que han visto que otras tortugas las usan<br />
para instrumentos musicales, pero ninguno de los<br />
entrevistados consideró usar otra parte o producto de<br />
la especie más que su carne.<br />
Reglamentación local y protección de la especie<br />
Las entrevistas y pláticas sostenidas nos indican<br />
que la mayoría de los pobladores, sean hombres<br />
o mujeres, conocen que la tortuga blanca es una<br />
especie que se encuentra protegida por las leyes<br />
nacionales, aunque desconocen el grado o estatus<br />
en el que se encuentra. De hecho, mencionaron<br />
que todas las tortugas están protegidas a diferentes<br />
niveles. Se observó además que ninguna autoridad<br />
se ha presentado para informarles sobre que especies<br />
dentro de sus Ejidos deben ser consideradas bajo cierta<br />
protección para su aprovechamiento. La mayoría de los<br />
informantes clave, cuya actividad esta mas relacionada<br />
con estas especies, fueron mas específicos al señalar<br />
que especies saben que están protegidas. Reconocieron<br />
que no existen reglamentos internos de los ejidos que<br />
protejan a las tortugas, como sucede con algunas<br />
especies como el venado (Odocoileus virginianus) o<br />
jaguar (Panthera anca). Ni tampoco que haya tanto<br />
interés por su conocimiento como para otras especies<br />
como el manatíes (Trychechus manatus). En general, y<br />
debido a su apreciación del tamaño de las poblaciones<br />
de la tortuga blanca, la mayoría de la gente considera<br />
que no deben existir reglas para su extracción y<br />
aprovechamiento. Sobre todo debido a que no se<br />
consume en grandes cantidades localmente, por lo que<br />
sus poblaciones no las consideran en peligro.
Discusión y conclusiones<br />
La información obtenida mediante los informantes<br />
clave nos aporta elementos importantes que no se<br />
conocían para la tortuga blanca. Haciendo énfasis en<br />
el hecho de que nunca se había realizado un trabajo<br />
de esta índole en el sur de Quintana Roo, debemos<br />
destacar elementos de su biología y manejo que son<br />
de vital importancia para investigaciones posteriores<br />
en pro de la conservación de la especie. Guichard<br />
(2006), mencionan a la especie como muy escasa, y<br />
no se hace referencia a ella en el sur de Quintana Roo,<br />
sin embargo; durante este trabajo se observó que la<br />
especie, en ésta zona, es mas abundante de lo que se<br />
menciona en dicho trabajo. Esto lo corroboramos al<br />
realizar dos salida de campo en las que registramos<br />
16 ejemplares de tortuga blanca. De estos ejemplares<br />
11 fueron capturados mediante buceo libre y 5 fueron<br />
capturados mediante redes de 20 m de longitud. De<br />
acuerdo con esto, las abundancias corresponden con<br />
las que mencionan los informantes clave para la zona.<br />
Aunque habrá que hacer un trabajo mas intenso al<br />
respecto. Evidentemente, y en términos generales,<br />
aun hace falta mucho trabajo con la especie.<br />
La biología de la especie es bien conocida<br />
por los pescadores, su información contribuye sobre<br />
aspectos que no habían sido considerados en la<br />
literatura especializada (Álvarez del Toro, 1982; Vogt<br />
y Flores-Villela, 1992; Polisar, & Horwich, 1994;<br />
Polisar, 1995, 1996;Lee, 1996,2000;Campbell, 1998;<br />
Vogt et al., 2005; Guichard, 2006). La información<br />
sobre el proceso de estivación de la especie, es algo<br />
que se ha observado en otras especies de tortugas,<br />
y que se ha visto en los procesos de incubación de<br />
los huevos en esta especie, que presentan diapausa<br />
(V ogt y Flores-Villela, 1992; Lee, 1996). A reserva<br />
de corroborar este proceso, esta podría ser una de<br />
las explicaciones por las que no se han encontrado<br />
muchos ejemplares al momento de su muestreo<br />
(Guichard, 2006). La información obtenida nos<br />
indica que las artes de pesca son muy similares a las<br />
reportadas por Polisar en Belice ( 199 5, 1996), lo cual<br />
es de esperarse dado la cercanía geográfica de ambos<br />
sitios. Esto se pudo comprobar en una de las salidas<br />
a pescar con los pobladores de ambos sitios, las redes<br />
que usan los pescadores de Belice son iguales a las que<br />
se utilizan en el sur de Quintana Roo. La información<br />
que corresponde a los aspectos reproductivos de la<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
especie, resulta ser la más débil y confusa ya que no<br />
existe certeza de la temporada de reproducción y la de<br />
crías. Esto es comprensible al tratarse de pobladores<br />
inmigrantes de otros estados de la Republica, donde<br />
inclusive no existe esta especie (P. e. Michoacán).<br />
Respecto a la información de su historia natural<br />
obtenida mediante las entrevistas dirigidas, podemos<br />
deducir que la especie es susceptible de un buen<br />
manejo ex situ mediante granjas o UMAS. Los<br />
pescadores que la estuvieron extrayendo en la década<br />
de los 80's comentaron que las mantenían durante<br />
varios días en piletas en las que llegan a juntar hasta<br />
150 ejemplares adultos, y las mantenían con un<br />
bejuco (ND), con el corcho (Annona glabra) o con<br />
la uva de mar (Coccoloba uvifera), auque coinciden<br />
con que es una especie que come casi de todo lo<br />
que llega a la orilla del agua. La percepción del<br />
estado de sus poblaciones contrasta con las recientes<br />
investigaciones de Vogt y colaboradores (2005)<br />
y Polisnar (1995) en otras zonas; en donde se hace<br />
especial énfasis a la potencial extinción de la especie<br />
debido a las altas tazas de extracción (Guichard<br />
2006). Durante nuestros conteos, pudimos comprobar<br />
que efectivamente existen muchos ejemplares en el<br />
Río y en Belice, sin embargo, también pudimos ver<br />
que son un recurso apreciado por cierto sector de la<br />
población. Aun falta comprobar en campo lo que nos<br />
mencionaron en las entrevistas, es necesario realizar<br />
un trabajo para evaluar sus poblaciones y establecer<br />
medidas que aseguren la conservación de la especie.<br />
Aparentemente en esta caso si ha servido de algo la<br />
prohibición de pesca de la especie, por lo menos en<br />
el lado mexicano. Esto es muy importante ya que de<br />
acuerdo a nuestra experiencia (Calderón-Mandujano<br />
y Cedeño-Vázquez, 2002), la especie representa,<br />
además de una fuente de alimentación local, una<br />
potencial fuente de ingresos en esta zona del país.<br />
A pesar de que en las entrevistas la mayoría de los<br />
informantes clave comentaron que no hay un impacto<br />
de la extracción sobre sus abundancias, resulta<br />
contradictorio el hecho de que en sus respuestas<br />
el 28.5% mencionó que los Beliceños son los que<br />
impactan sus poblaciones, esto puede estar relacionado<br />
al hecho de que en Belice es legal la extracción de la<br />
especie para autoconsumo, por lo su extracción haga<br />
pensar en algún efecto en sus poblaciones.<br />
Aun se están realizando trabajos sobre sus<br />
poblaciones en diferentes puntos de su distribución,<br />
49
las cuales seguramente tendrán un impacto mayor<br />
para la plantación de acciones y seguimiento de las<br />
mismas. Sin embargo; es importante considerar que a<br />
lo largo de su distribución las diferentes comunidades<br />
las perciben de diferente forma, por lo cual, las<br />
acciones serán igualmente diferentes acorde a su<br />
relación con la especie.<br />
Agradecimientos<br />
Quiero agradecer a Miguel Tun y Ariane Dor, quienes<br />
me acompañaron a aplicar las. A los informantes<br />
claves principalmente a Nacho (Ejido Obregón<br />
Viejo), Daniel (Calderitas), los hermanos Arriaga,<br />
Isac, Salustrino y Delfino (La Unión), quienes me<br />
direccionaron y aportaron la mayor parte de la<br />
información. Este trabajo se realizó con el apoyo de<br />
ECOSUR-Unidad Chetumal, que aportó los medios<br />
necesarios para las salidas durante el trabajo campo.<br />
Agradezco la Beca proporcionada por el CON<strong>AC</strong>YT,<br />
como parte del programa de postgrado sin la cual<br />
hubiera sido imposible realizar el trabajo. Al programa<br />
Turtle Conservation Funds Grants, que mediante<br />
Conservation Intemational que contribuyeron<br />
con parte del financiamiento para este trabajo. A<br />
los revisores y editores de la revista por el tiempo<br />
dedicado a mejorar el escrito. Holger Weissenberg<br />
elaboró el mapa de la zona de muestreo.<br />
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Álvarez del Toro, M. 1982. Los reptiles de Chiapas.<br />
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Anexo l. Entrevista aplicada a informantes clave<br />
Calderón-Mandujano<br />
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Quarterly, New Series, Vol. 15, No. 2, pp.<br />
171-188<br />
Conocimiento y Uso de la tortuga blanca (Dermatemys mawil) en la ribera del Río Hondo, Laguna<br />
Guerrero y Bahía de Chetumal<br />
Fecha: _____ _ Nombre del encuestador: _____________ _<br />
A. Información general<br />
Nombre del entrevistado: 1 Edad:<br />
¿De dónde es originario?<br />
¿Cuándo llego al Ejido?<br />
¿Usted se dedica a: Milpa 1 Ganado 1 Madera 1 Pesca 1 Otro:<br />
¿Cuántas especies de tortugas Especificar<br />
conoce en su ejido?<br />
¿Por qué conoce a la tortuga La ha comido 1 La Pesca 1 Otro:<br />
blanca?<br />
52
B. Características de la especie (Especificar spp)<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
¿A que hora esta más activa? ¿Tiene madrigueras?, ¿Dónde?<br />
¿Reconoce entre machos y hembras? ¿Cómo?:<br />
¿Prefiere alguno? ¿Por que?:<br />
¿Reconoce la edad de de los ejemplares? ¿Cómo?<br />
¿Conoce sus nidos? ¿Donde los ha visto?<br />
¿Cuántos huevos pone? ¿Cuándo?<br />
¿Cuanto tardan en incubarse? ¿Como son los huevos?<br />
¿Cuándo ha visto crías? ¿Vive sola o en grupo?<br />
¿Hay algún animal que conozca que se las coma? ¿Cuál?<br />
¿Cuántas ha visto? ¿Donde?<br />
Comentarios:<br />
C. Extracción:<br />
¿Usted la pesca para: Alimento Distracción Venta Otro<br />
¿Cada cuándo la pesca? Diario Cada semana Cada mes Ocasionalmente<br />
¿Dónde pesca?<br />
¿Desde hace cuanto? ¿Cómo la Pesca?<br />
¿Tiene alguna época preferida? No Si, ¿Cuál?<br />
¿Tiene algún sitio preferido? No Si, ¿Dónde?<br />
¿Ha notado alguna disminución en su Si ¿Por qué? No<br />
número?<br />
¿Vienen de otras partes para comprar o Si ¿Cuándo y de donde? No<br />
sacar tortugas?<br />
Comentarios:<br />
D. Del sitio<br />
¿Que tipo de vegetación prefiere? 1 Monte: 1 Bajo: 1 Aguada: 1 Rio: 1 Otro:<br />
¿Dónde son más abundantes?<br />
¿A que distancia del agua?<br />
¿Qué sitios prefiere para anidar?<br />
¿Cómo y/o con que hace los nidos?<br />
¿Cómo es el agua cercana a los nidos?<br />
Comentarios:<br />
1 No<br />
53
ETNOECOLOGÍA DE MAMÍFEROS SILVESTRES Y LOS ZAPOTECOS<br />
DEL MUNICIPIO DE SANTIAGO CAMOTLÁN, VILLA ALTA, OAX<strong>AC</strong>A<br />
Rusby Guadalupe Contreras-Díaz y Martín Pérez-Lustre<br />
Laboratorio de Ecología Animal. Centro lnterdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional, Unidad Oaxaca, Instituto<br />
Politécnico acional. Hornos 1003, Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca. C. P. 71230, MÉXICO.<br />
rusby83@hotmail.com<br />
RESUMEN<br />
Las etnias son poseedoras de un valioso conocimiento sobre el medio ambiente en el cual se desenvuelven, el cual es proveedor de<br />
alimento, cura y, en ocasiones, da explicación a eventos que acontecen. La comprensión y valoración de estos saberes tradicionales<br />
juega un papel fundamental en las estrategias de conservación de la biodiversidad donde las comunidades tienen el eje principal,<br />
por lo que se realizó un estudio etnoecológico en abril de 2005 con la finalidad de documentar el conocimiento, valor y utilidad que<br />
tienen los mamíferos silvestres para la etnia zapoteca del municipio de Santiago Camotlán, Villa Alta, Oaxaca. El estudio consistió<br />
en tres etapas: entrevistas a los pobladores, recorrido en campo para verificar la presencia de las especies y, finalmente, la revisión<br />
de literatura y ejemplares depositados dentro de la Colección Mastozoológica del IPN CIIDIR-Oaxaca (OAXMA). Los pobladores<br />
zapotecos sostienen una relación con 29 especies de mamíferos, nombrando 21 en zapoteco y describiendo como medicinal tres.<br />
La utilidad que tienen los mamíferos es básicamente alimenticia y se suelen cazar únicamente para la mitigación de daños a sus<br />
bienes. La relación hombre-mamíferos dentro de este municipio radica principalmente en corpus (conocimiento) y praxis (utilidad)<br />
pero tienen arraigada la creencia (kosmos) en el nahualismo, destacando el jaguar, Panthera onca, además de ser considerado el<br />
fundador de la comunidad.<br />
Palabras clave: etnoecología, mamíferos, zapotecos, Oaxaca, jaguar.<br />
ABSTR<strong>AC</strong>T<br />
The ethnic groups have a worth knowledge about their environment where they develop, this environment supplies food, cure an<br />
sometimes explanation to the current affairs. Understanding and valuating this traditional knowledge play a fundamental role in<br />
conservation strategies where the comrnunities have the main axis, so we made an ethnoecological study on April 2005 in order to<br />
research the knowledge, value and usefulness ofthe wild mamrnals to the zapotecs ofSantiago Camotlán town, Villa Alta, Oaxaca.<br />
We interviewed people, made field work to record species anda book and scientific collection review in the Mammalian collection<br />
from the IPN CIIDIR-Oaxaca (OAXMA). People are related with 29 mammal species, 21 ofthem have a zapotecan name and three<br />
are medicinal. Mammals are mainly used as food and they are hunted just to mitigate damages to crops and tame animals. Humanmammal<br />
relationship in this town mainly settles down corpus (knowledge) and praxis (usefulness) but zapotecs has a deep-rooted<br />
belief about nahualism, jaguar (Panthera onca) stands out from the rest because it is considered the town founder.<br />
Keywords: ethnoecology, mammals, zapotecs, Oaxaca, jaguar.<br />
Introducción<br />
Oaxaca es un estado con una alta diversidad biológica<br />
(Briones-Salas y Sánchez-Cordero, 2004; Casas<br />
Andreu et al., 2004; Navarro et al., 2004) como<br />
resultado de una compleja interacción de diversos<br />
factores, que son el área, latitud, historia geológica,<br />
la intrincada yuxtaposición de diversos patrones<br />
climáticos, topografía y sus diferentes tipos de<br />
56<br />
vegetación (Ceballos et al., 2005). Oaxaca alberga<br />
196 especies de mamíferos terrestres (Pérez Lustre,<br />
2008) por lo que se le ubica como el estado con mayor<br />
diversidad de este grupo en el país (Ceballos et al.,<br />
2005), además de ser uno de los estados con el mayor<br />
número de especies cinegéticas, lo cual incluye la<br />
cacería de subsistencia.
Los grupos étnicos son dueños de un gran<br />
cúmulo de conocimientos acerca de su entorno<br />
ecológico (Vásquez-Dávila, 1992), resultado del<br />
proceso histórico de acumulación y transmisión<br />
de conocimientos, no exento de experimentación<br />
(Toledo, 1991). Los mamíferos han desempeñado un<br />
papel determinante a lo largo de la historia humana<br />
ya sea como alimento, vestido, transporte, fuerza<br />
en el trabajo, compañía llegando a establecer hasta<br />
lazos afectivos y, ocupando cierto lugar dentro de<br />
sus más profundas creencias, lo cual es comprobable<br />
en representaciones asociadas a elementos culturales<br />
desde la Era Glacial (entre los años 60,000 y<br />
10,000 a. C.), en cuevas y otros lugares que por sus<br />
características se les puede identificar claramente<br />
como sagrados (Valverde-Valdés, 2004).<br />
Esta valiosa información antropológica de las<br />
etnias con la fauna con que cohabitan es estudiada<br />
por la Etnozoología (March, 1987), en Oaxaca<br />
existen diversos trabajos como el Del Campo (1986)<br />
en San Pedro Jicayan donde describe el uso y manejo<br />
tradicional de la fauna silvestre donde enlistó ocho<br />
especies de mamíferos que son aprovechadas por la<br />
comunidad mixteca de la región. Aguilar-Mata (1992)<br />
en San Miguel Soyaltepec, comunidad mazateca,<br />
hace un análisis de la flora y fauna del lugar, 23<br />
especies de mamíferos establecen una relación con<br />
el grupo étnico. En Santiago Xanica, en la sierra<br />
Sur, Cruz y Cruz (1992) describen la relación de la<br />
comunidad zapoteca con los animales, describen 20<br />
especies de mamíferos con algún tipo de relación con<br />
la población. Vásquez-Dávila et al. (1995) realizan<br />
un análisis acerca del aprovechamiento faunístico<br />
tradicional en diversas localidades en Oaxaca.<br />
Es importante contar con estudios<br />
etnozoológicos para que exista una congruencia<br />
entre las estrategias de manejo y aprovechamiento<br />
de los recursos así como la legislación ambiental,<br />
tomando en cuenta que en muchos casos la cacería de<br />
subsistencia en las comunidades es la única fuente de<br />
proteína animal (Uribe y Arita, 1998), sin poner en<br />
riesgo el patrimonio cultural de estos grupos étnicos.<br />
Este trabajo pretende documentar la relación entre<br />
los zapotecos del municipio de Santiago Camotlán,<br />
Villa Alta, Oaxaca, y los mamíferos silvestres con los<br />
que cohabitan, con la finalidad de coadyuvar, aunque<br />
sea en una pequeña medida, en la preservación del<br />
patrimonio natural y cultural de México.<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
Los zapotecos del Rincón Talea, Didza xidza<br />
Los zapotecos son el grupo etnolingüístico más<br />
numeroso de Oaxaca, ubicados en diferentes regiones:<br />
los Valles Centrales, la Sierra Norte, la Sierra Sur y el<br />
Istmo. Los zapotecos de la Sierra Norte se denominan<br />
a si mismos bene ya 'a ("gente de la sierra"), su<br />
territorio abarca el distrito de Ixtlán, parte de Villa<br />
Alta y Choapan, y algunas localidades del distrito de<br />
Tlaco lula, conocidas como los pueblos de Al barradas,<br />
a su vez se dividen en cinco subregiones pero la etnia<br />
de estudio se centra en la del Rincón que integra<br />
básicamente las comunidades asentadas en el límite<br />
de la región de la Chinantla. El Rincón es agrupado<br />
en tres sectores: Rincón Talea, Rincón Ixtlán y<br />
Rincón Villa Alta. El Rincón Talea se constituye por<br />
siete municipios incluido Santiago Camotlán (Ríos<br />
Morales, 1995; Barabas, 1999).<br />
Los zapotecos son campesinos que practican<br />
básicamente la agricultura de autoconsumo. La<br />
tenencia de la tierra es principalmente comunal<br />
y en pequeña medida ejidal. En la mayoría de las<br />
cabeceras municipales y agencias la gestión política<br />
está en manos de zapotecos y las autoridades<br />
municipales se eligen con la modalidad de Usos y<br />
Costumbres. La base de la organización social es<br />
la familia. La más común es la nuclear, los lazos<br />
familiares se extienden mediante actos ceremoniales<br />
de apadrinamiento o amadrinamiento; se reconocen<br />
otros grados de parentesco que incluyen la hermandad<br />
y el compadrazgo (Barabas, 1999).<br />
Descripción del área de estudio<br />
Santiago Camotlán se localiza en el distrito de<br />
Villa Alta, en la parte noreste del Oaxaca y dentro<br />
de la provincia fisiográfica de la Sierra ladre e<br />
Oaxaca, cuenta con una superficie de .J3_.99 kni.<br />
que representa el 0.35 % de la superficie estatal<br />
(Secretaría de Gobernación et al .. 19 : Ortiz Pérez et<br />
al. , 2004). Dentro de la zona se presentan los climas:<br />
sernicálido templado húmedo (Acf) cálido húmedo<br />
(Af) (García y CO ABIO 199 . La vegetación<br />
predominante es de selva alta perennifolia, bosque<br />
mesófilo de montaña bosque de pino ;EGI e INE<br />
1996) (Figuras 1 y 2).<br />
57
Etnobiología 6, 2008<br />
Figura 2. Vegetación de Bosque Mesófilo de Montaña observada a lo largo de los recorridos (Foto: Mario César<br />
Lavariega Nolasco)<br />
Figura 3. Recorrido en el campo en compañía de guías locales.<br />
59
Resultados y discusión<br />
Mediante las entrevistas se logró una lista y se<br />
obtuvieron dos colectas: una excreta de Urocyon<br />
cineroargenteus y unos pelos de la cola de un<br />
individuos de Sciurus aureogaster. Se observaron<br />
tres cráneos y una piel de Panthera onca y, un cráneo<br />
de Puma concolor (Figuras 4 y 5). Se registró un<br />
total de 29 especies de mamíferos con las cuales<br />
tienen relación los habitantes de Santiago Camotlán<br />
(Anexo), diez especies más que en el estudio de<br />
March ( 1987) con los lacandones de Chiapas, aunque<br />
este autor únicamente registró a las especies de<br />
mamíferos silvestres que eran cazadas por este grupo<br />
étnico y obtuvo evidencias físicas de cada especie,<br />
ante estas restricciones metodológicas el registro que<br />
obtuvo fue menor al que se presenta para Santiago<br />
Camotlán.<br />
De las 29 especies registradas, seis tienen<br />
relación con la cosmogonía de la población<br />
(nahualismo) y todas tienen una utilidad potencial,<br />
según lo establecido por Toledo (1991) se puede<br />
señalar que en Santiago Camotlán la relación de los<br />
habitantes y la comunidad abarca principalmente el<br />
corpus y la praxis, ya que se tiene el conocimiento<br />
acerca de los animales y un uso que por lo general es<br />
alimenticio (cuadro 1 ).<br />
Kosmos<br />
Se identificaron seis especies que tienen relación con<br />
las creencias de los habitantes de Santiago Camotlán.<br />
Sciurus aureogaster se utiliza en la fiesta de San<br />
Santiago Mayor, santo patrón del pueblo, en la danza<br />
de los güenches viejos o huinches viejos donde se<br />
diseca la ardilla y se coloca en un carrizo donde por<br />
medio de una cuerda se sube y baja a lo largo de este.<br />
Las personas identifican al jaguar (Panthera<br />
onca) bajo el nombre en español de "tigre" y, señalan<br />
que el tigre es el nahual de algunas personas, pero que<br />
realmente desconocen quien designa ese fenómeno.<br />
Por otro lado, las personas comentan que no siempre<br />
es lo correcto matar a un tigre porque nunca se sabe<br />
si es un "animal del Señor" o un "brujo" y, que si<br />
se trata de lo último, podría traer consecuencias<br />
fatales porque las personas que han cazado a un tigre<br />
murieron trágicamente de causas desconocidas.<br />
60<br />
Contreras-Díaz y Pérez-Lustre<br />
En Cristo Rey La Selva y Asunción Lachixila<br />
(agencias de Santiago Camotlán, Figura 1), los<br />
habitantes capturaron un jaguar macho y afirman que<br />
había matado varios borregos, no lo mataron porque<br />
aseguran que brillaba indicando que no quería morir,<br />
las personas de esta localidad dicen que se trata de<br />
uno de sus ancestros debido a que el pueblo fue<br />
fundado por el abuelo jaguar (bechtaurubechtao),<br />
un nahual que limitó al pueblo montado en un tigre<br />
que arreaba con una serpiente de cascabel, por lo que<br />
estas personas se autodenominan los hombres jaguar.<br />
Antiguamente estas personas le rendían culto al<br />
jaguar en un paraje de la comunidad con dos piedras<br />
pintas como tigre, en forma de dos jaguares echados,<br />
los abuelos lo llamaron lachi soa yíabechtao, que<br />
quiere decir llano piedra-tigre, adonde se rendía culto<br />
a este animal, ahí se llevaba a los niños recién nacidos<br />
para que tuvieran el don del tigre. En esta misma<br />
agencia las personas tienen la creencia que el tigre<br />
no hace daño a las personas pero cuando se lo llegan<br />
a topar en la selva es necesario perderle el miedo<br />
para que se vaya y si no lo hace, tiene la persona que<br />
desnudarse.<br />
El jabalí (Pecari tajacu) también es<br />
involucrado en el nahualismo igual el temazate,<br />
Mazama americana.<br />
La zorra, Urocyon cineroargenteus, es<br />
considerada mensajera de la muerte ya que cuando<br />
esta grita es seguro que alguien va a morir, también<br />
entre los zapotecos de Sierra Sur tienen considerada<br />
a la zorra como un animal místico, de acuerdo a Cruz<br />
y Cruz (1992) tiene la capacidad de hipnotizar a las<br />
personas.<br />
Se dice que los changos (Ate/es geoffroyi)<br />
son animales groseros ya que avientan palos y frutos<br />
cuando la gente pasa en su territorio pero que si se<br />
simula que va a hacer del baño los changos se van<br />
rápidamente.<br />
Los mamíferos son principalmente relacionados<br />
con el nahualismo y la brujería, especialmente el<br />
jaguar, denominándose así al acto de transformarse<br />
de hombre a animal y, el compartir el alma con un<br />
animal y tener el mismo destino que este pudiese<br />
tener; lo cual de acuerdo a Reyes-Gómez (1995),<br />
Bradomín (1991), Valverde-Valdés (2004) y Barabas<br />
(1999) son cosas que se denominan con diferente<br />
nombre ya que la transformación es el verdadero<br />
nahualismo y el vivir una vida paralela a un animal
En general todas las especies de mamíferos<br />
registradas son comestibles, debido a que cuando los<br />
pobladores cazan a un animal silvestre no desperdician<br />
la carne, incluso consumen al jaguar y el puma (Puma<br />
concolor), y otros carnívoros de talla menor debido a<br />
que estos animales son considerados "dañeros" por<br />
lo que cuando son sorprendidos asechando animales<br />
domésticos deben ser cazados y, posteriormente,<br />
consumidos para aprovechar su carne, esta dinámica<br />
de cacería es totalmente opuesta a la descrita entre<br />
los mayas de Quintana Roo por Quijano-Hernández y<br />
Calmé (2002), donde la cacería de animales silvestres<br />
se da principalmente en los meses no donde no existe<br />
actividad agrícola y en los de cosecha cuando los<br />
animales entran a consumir frutos y granos producidos<br />
en los cultivos, las actividades de cacería no fueron<br />
registradas.<br />
Las personas que han comido jaguar afirman<br />
que es de un sabor similar a la res y de consistencia<br />
muy dura, diferencia de la del puma que es de textura<br />
más suave. También es consumido el mono araña,<br />
aunque algunas personas prefieren no hacerlo debido<br />
a prejuicios morales, lo consideran pariente del ser<br />
humano por lo que incurrirían en el canibalismo.<br />
Regularmente la carne es preparada en caldo<br />
con verduras, asada, en amarillo o barbacoa. Antes de<br />
cocinarse, es asada para quitarle su "olorcito natural",<br />
en el caso del jabalí (Pecari tajacu) se le quita su<br />
glándula de almizcle o golpea al animal con una vara,<br />
de otra manera, se apesta la carne, esta práctica de<br />
extirpar la glándula de almizcle es seguida también<br />
por los zapotecos de Santiago canica en la Sierra Sur<br />
según Cruz y Cruz (1992). En el caso de los roedores,<br />
su carne es descrita como sin "olor" por lo que no<br />
requiere de ningún procedimiento previo, excepto la<br />
tuza ( Orthogeomys hispidus) que se chamusca con<br />
todo y pelo antes de ser cocinada para después se le<br />
desprendan los pelos de la piel.<br />
Los zorrillos ( Conepatus semistriatus, Mephitis<br />
macroura y Spilogale putorius) son considerados<br />
medicinales y se emplean para combatir problemas<br />
de la piel. El tlacuache, Didelphis virginiana, es<br />
considerado medicinal y comestible aunque por<br />
62<br />
Contreras-Díaz y Pérez-Lustre<br />
su aspecto no es muy bien aceptado, se dice que su<br />
carne ayuda a prologar la vida porque de acuerdo a<br />
sus creencias no muere por más intentos que se hagan<br />
para matarlo, creencia similar a la que describe Cruz<br />
y Cruz (1992) y, de la misma manera, es considerado<br />
medicinal debido a que proporciona fuerza a la<br />
persona que lo consuma.<br />
Conclusiones<br />
Se identificaron un total de 29 especies de mamíferos<br />
con los que los habitantes de Santiago Camotlán<br />
tienen alguna relación (kosmos, corpus y praxis),<br />
la mayor parte de las especies tienen un uso y, en<br />
su mayoría, comestible. El aprovechamiento de<br />
carnívoros, por lo regular, deriva de defender a los<br />
animales domésticos, por lo que la carne no debe ser<br />
desperdiciada y es consumida, patrón observado en<br />
etnias diferentes.<br />
Los habitantes de Santiago Camotlán tienen la<br />
creenciadelatonayelnahualismo,ambosdenominados<br />
nahualismo, siendo el jaguar el más relacionado con<br />
estas creencias, pudiendo darse el fenómeno con la<br />
intención de hacerle daño a otra persona o el de velar<br />
por el bien común, como en Asunción Lachixila. Los<br />
pobladores de Santiago Camotlán desconocen quien<br />
o que designa determinado animal para que sea el<br />
nahual de una persona.<br />
Existen un gran número de especies en<br />
algún estatus de riesgo de lo cual está consciente<br />
la comunidad, sin embargo, afirman que mientras<br />
no se les ofrezca una estrategia de desarrollo o un<br />
pago por servicios ambientales, no dejaran de cazar<br />
animales silvestres, por lo que es pertinente tomar<br />
en consideración a los pueblos en las estrategias de<br />
conservación y aprovechamiento de la fauna silvestre,<br />
de manera que se respete y preserve su conocimiento<br />
y prácticas tradicionales, ya que ellos son los que<br />
tienen el contacto directo con el entorno, los que<br />
conservan y los que por derecho innegable son los<br />
dueños de los recursos naturales.
Contreras-Díaz y Pérez-Lustre<br />
Categoría taxonómica Nombre Nombre Uso Relación NOM-059<br />
castellano zapoteco<br />
ORDEN PERISSOD<strong>AC</strong>TYLA<br />
Familia Tapiridae<br />
Tapirus bairdii Ante burro C, O Co,Px<br />
ORDEN ARTIOD<strong>AC</strong>TYLA<br />
Familia Tayassuidae<br />
Pecari tajacu Jabalí Cuchirishi C, O Co, Px, Ko<br />
Familia Cervidae<br />
Mazama americana Temazateo Güechi C, O Co, Px, Ko<br />
maza te<br />
Odocoileus virginianus Venado Yinaguishi C, O Co, Px<br />
ORDEN RODENTIA<br />
Familia Erethizontidae<br />
Coendou mexicanus Puercoespín Belljietzi e Co,Px<br />
Familia Geomydae<br />
Orthogeomys hispidus Tuza Bieg e Co,Px<br />
Familia Cuniculidae<br />
Cuniculus paca Tepezcuintle o Biegag e Co,Px<br />
tepezcuincle<br />
Familia Sciuridae<br />
Sciurus aureogaster Ardilla Ricuris C,O Co,Px, Ko<br />
ORDEN LAGOMORPHA<br />
Familia Leporidae<br />
Sylvilagus brasiliensis Conejo C,O Co, Px<br />
Sylvilagus floridanus Conejo C,O Co,Px<br />
1 El arreglo taxonómico es de acuerdo a Ramírez-Pulido et al. (2005). Uso: C, comestible; M, medicinal; O, ornamental; M, mascota. Relación<br />
(relación del conocimiento de acuerdo a la obra de Toledo en 1991 ): Co, corpus (conocimiento); K o, kosmos ( cosmovisión); Px, praxis (uso). NOM-<br />
059 (NOM-059-ECOL-2002): E, extinta en el medio silvestre; P, en peligro de extinción; A, amenazada; PR, sujeta a protección especial.<br />
64
Figura 5. Cráneo de puma,<br />
Puma concolor (Foto: Mario<br />
César Lavariega No lasco<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
Figura 4. La primera autora<br />
sosteniendo dos cráneos de jaguar,<br />
Pamhera anca. en propiedad de<br />
uno de los habitantes de Santiago<br />
Camotláa<br />
65
Agradecimientos<br />
Agradecemos a las autoridades y los pobladores de<br />
Santiago Camotlán por las facilidades proporcionadas<br />
en el transcurso de esta investigación, en especial a la<br />
familia Illescas por abrimos las puertas de su casa, su<br />
invaluable apoyo y compartir algo de lo mucho que<br />
saben de fauna silvestre. A Francisco Javier Contreras<br />
Ruiz y Alicia Alejandra Díaz Zarate por el apoyo<br />
económico en la realización de este trabajo. A Francisco<br />
Javier Contreras Díaz, Néstor Ornar Vargas Ramírez,<br />
Griselda Manuel Félix y Fátima Maldonado Ruiz por<br />
su apoyo y compañía en el campo. A Emma Cisneros<br />
Palacios y Antonio Santos-Moreno por su apoyo en la<br />
determinación taxonómica. A Mario César Lavariega<br />
N o lasco por proporcionar imágenes de la zona. A Marco<br />
Antonio Vásquez-Dávila por sus atinados comentarios<br />
e impulsar el desarrollo de este trabajo.<br />
Literatura citada<br />
Aguilar-Mata, V. 1992. Flora y fauna de San Miguel<br />
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En: González, A. y M. A. Vásquez (coords.).<br />
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Aranda, M. 2000. Huellas y otros rastros de los<br />
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CONABIO e Instituto de Ecología, A. C.<br />
Xalapa, Veracruz, México. 212 pp.<br />
Barabas, A. M. 1999. Gente de la palabra verdadera.<br />
El grupo etnolingüístico zapoteco. En:<br />
Barabas, A. M. y M. A. Bartolomé (coord.).<br />
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J. Ordóñez y M. A. Briones-Salas (editores).<br />
2004. Biodiversidad de Oaxaca. Instituto de<br />
Biología, UNAM-Fondo Oaxaqueño para la<br />
Conservación de la Naturaleza-World Wildlife<br />
66<br />
Contreras-Díaz y Pérez-Lustre<br />
Fund. México. 423-447 pp.<br />
Casas-Andreu, G., F. R. Méndez-de la Cruz y X.<br />
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In: Biodiversidad de Oaxaca. A. J. García<br />
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Ceballos, G., J. Arroyo-Cabrales, R. A. Medellín, L.<br />
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Del Campo Parra Lara, A. 1986. Uso y manejo<br />
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Xalapa, Veracruz, México. 51 p.<br />
García, E. y Comisión Nacional para el Conocimiento<br />
y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). 1998.<br />
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por García). Escala 1:1 000 000. México.<br />
Guerra Roa, M. M., E. J. Naranjo Piñera, F. Limón<br />
Aguirre y R. Mariaca Méndez. 2004. Factores<br />
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cacería de subsistencia en dos comunidades<br />
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Hall, E. R. 1981. The Mammals of North Arnerica.<br />
Second edition. Vol. 1 y 2. John Wiley & sons.<br />
United S tates ofNorth Arnerica.
REPRESENT<strong>AC</strong>IONES DEL OSO ANDINO (Tremarctos ornatus)<br />
EN EL DISCURSO LITERARIO DEL NOROESTE ARGENTINO<br />
Y EN UN TEXTO DISCURSIVO CIENTIFICO<br />
Fátima lmarú Lameda - Camacaro 1 y Fernando Del MoraF<br />
1 Estudiante de Maestría en Recursos Naturales y Medio Ambiente. Universidad Nacional de Salta- UNSa. Investigadora Oso Andino. Urb. Don<br />
Flore Avenida Principal Casa# 5. C.P 3081. Quibor, Municipio Jiménez, Estado Lara- Venezuela .Teléfono:+ 58 (253) 4912085.<br />
Correo: imarulameda@gmail.com.<br />
2 Estudiante de Biología. Universidad Nacional de Salta- UNSa. Investigador Oso Andino. Dr. Eduardo Wilde N° 450 Dpto. A, Villa Soledad.<br />
CP. 4400. Salta, Provincia Salta- Argentina. Teléfono: +54 (387) 15 5313698. Correo: jfdelmoral@gmail.com .<br />
RESUMEN<br />
La investigación se basa en identificar y exponer las representaciones del oso andino en el discurso literario del noroeste argentino y<br />
en el discurso científico. Se tomaron 8 textos literarios con 30 narraciones relacionadas con la especie en el noroeste argentino y un<br />
texto científico que agrupa la mayor información sobre el oso andino en Suramérica. Dichos textos fueron identificados, clasificados<br />
y procesada la información mediante el método de análisis de discurso; los textos literarios fueron analizados y establecidos ítems<br />
para observar la frecuencia con la que la especie es representada dentro de los mismos y el texto científico fue agrupado en ejes<br />
temáticos según la representación de la especie dentro de este; en cuanto a los resultados el oso andino, está presente en la oralidad<br />
y literatura del noroeste argentino, conocido como el juco, juca, ucumar, ucumari, ukumar, jucumari, uco, uca, representado como<br />
un animal antropomorfizado, mitad oso - hombre presente en los problemas sociales de las comunidades y dentro del discurso<br />
científico la representación de la especie mantiene su objetividad para exponer información sobre esta, el discurso científico expone<br />
características biológicas del oso andino dentro de sus textos mas no toma elementos de la subjetividad que se observan dentro del<br />
discurso literario; al identificar las representaciones del oso andino en los textos se pueden obtener las percepciones sobre la especie<br />
por las comunidades, literarios y científicos.<br />
Palabras claves: oso andino, discurso literario, discurso científico, leyendas, noroeste argentino<br />
ABSTR<strong>AC</strong>T<br />
The research is based on identifying and presenting performances of the andean bear in the northwest of the Argentine literary<br />
discourse and scientific discourse. It took 8 literary texts with 30 stories related to the species in northwestem Argentina and a<br />
scientific text in this recital, which includes being the most information on the andean bear in South America, these texts were<br />
identified, sorted and processed by the information the method of discourse analysis, literary texts were analyzed and items set out<br />
to observe the frequency with which the species is represented within the same text and scientific themes were grouped according<br />
to the representation ofthe species within this in as for the andean bear results, it is present in the oralliterature and northwestem<br />
Argentina, known as the juco, juca, ucumar, ucumari, ukumar, jucumari, uco, uca, represented as an animal antropomorfizado, half<br />
bear - man in the social problems of the communities and within the scientific discourse representation of the species to maintain<br />
their objectivity about this exhibit, the scientific discourse sets ofbiological characteristics andean bear within its text does not take<br />
elements of subjectivity that are observed in the literary discourse, to identify the representations of the Andean bear in the texts<br />
can be obtained perceptions about the kind of communities, literature and science.<br />
Keywords: andean bear, literary discourse, scientific discourse, legends, northwestem Argentina<br />
68
Introducción<br />
El oso andino o de anteojos (Tremarctos ornatus),<br />
habita en el complejo andino tropical desde los Andes<br />
occidentales y orientales venezolanos, pasando por<br />
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia hasta el noroeste<br />
argentino. Denominado vulgarmente también, como:<br />
oso frontino, juco, jucumari, ucumar, oso de anteojos,<br />
ukumar, uco, uca, oso criollo, juan el oso, oso -<br />
hombre; dependiendo los regionalismos de su rango<br />
distributivo.<br />
Según Del Moral y Lamerla (2008): "El Juco, oso andino ó<br />
de anteojos Tremarctos ornatus es el único úrsido (familia de<br />
los osos) presente en América del Sur. Se ha incluido en el<br />
apéndice I de CITES (Convención Internacional de Tráfico<br />
de Flora y Fauna Amenazadas) desde 1977, y la Unión<br />
Internacional para la Conservación de la Naturaleza lo ha<br />
clasificado como Vulnerable a nivel mundial desde 1994. En<br />
la actualidad se confirmó que distribución de la especie, abarca<br />
los bosques nublados tropicales y subtropicales de los Andes<br />
en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y el noroeste<br />
de Argentina. Vive entre los 250 y 4250 metros sobre el nivel<br />
del mar (m.s.n.m)."<br />
A la especie se le han atribuido diferentes<br />
creencias religioso-culturales relacionadas con<br />
su hábitat, comportamiento y morfología. Según<br />
Randall (1982) en la mitología precolombina, el oso<br />
de anteojos fue venerado como un gran mediador por<br />
medio del cual la gente y sus desafíos pasaban de una<br />
condición a otra; un papel que indudablemente se<br />
derivó del enorme rango altitudinal del oso de anteojos<br />
(por ejemplo, entre las fuerzas oscuras que habitan<br />
la selva y el mundo superior iluminado en los picos<br />
montañosos, entre el bien y mal, entre enfermedad y<br />
salud, entre muerte y renacimiento, entre cosecha y<br />
siembra y así de un año al siguiente).<br />
En el noroeste argentino, se le han atribuido al<br />
oso andino, una representación dentro de la cultura<br />
aborigen y gauchesca, la cual ha sido plasmada<br />
a través de la producción de literatura, luego de la<br />
recopilación de relatos orales en las zonas cercanas a<br />
los hábitats de la especie por personas oriundas de la<br />
zona (Lameda y Del Moral, 2008).<br />
El objetivo general de la investigación se basa<br />
en exponer las representaciones del oso andino en los<br />
textos discursivos literarios del noroeste argentino y<br />
los textos discursivos científicos.<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
En vista de la gran cantidad de producción<br />
literaria existente en el noroeste argentino, en donde<br />
esta representado al oso andino e realizó e ta<br />
investigación para comparar como es el discurso<br />
literario del noroeste argentino con el discurso<br />
científico que exponen investigadores de la especie<br />
en sus trabajos y observar cuales son las relaciones y<br />
diferencias existentes entre estos discursos.<br />
Morote (1957- 1958) publico un estudio de 25 versiones de<br />
narraciones sobre el oso raptor, fue un examen comparativo de<br />
las versiones recopiladas. Instituto Lingüístico de verano ( 1987)<br />
realizó una recopilación de diferentes versiones del cuento de<br />
"Juan el Oso" en Perú. Yanéz (1990) desarrollo un estudio<br />
sobre la percepción de tres grupos étnicos en Bolivia, se trata<br />
de los aymaras (de las comunidades de Chuñave y Lambate,<br />
provincia de Sud- Yungas del Departamento de La Paz) de<br />
los quechuas (comunidad de Curva, provincia Franz Tamayo<br />
del Departamento de La Paz) y de los quechuas - guraníes<br />
(Huacareta, provincia Remando Siles del Departamento de<br />
Chuquisaca) que viven en áreas aledañas a los hábitats del oso<br />
jukumari ( Tremarctos ornatus, Cuvier, 1825). Valérie Robin<br />
(1997) presenta un ensayo de interpretación de dos versiones<br />
quechuas cuzqueñas del relato panandino conocido como "Juan<br />
Oso" o "El hijo del oso". Camacho et al. , (1999) En Ecuador,<br />
realizaron una recopilación de relatos de Oyacachi, con la<br />
compilación del relato Juan Osito. Paisley (2001) Expone en<br />
su tesis de doctorado la relación oso andino - comunidad en<br />
Apolomba - Bolivia. Stucchi y Figueroa , (2002) dentro del<br />
proyecto oso andino en Perú, realizaron una recopilación de<br />
la visión sobre el oso de anteojos de algunos cronistas de la<br />
colonia .. Stucchi y Figueroa (2004) realizan un trabajo en<br />
donde exponen la importancia de la cultura indígena en la<br />
conservación del oso andino en Perú, dicho trabajo expone<br />
las actividades y representaciones culturales en donde esta<br />
presente el oso andino y como estas actividades culturales,<br />
permiten la conservación de la especie en Perú. Vida! de Battini<br />
(1983) compilo una serie de cuentos y leyendas populares de la<br />
argentina, exponiendo 3 versiones y variantes sobre el hijo del<br />
oso, el muchacho forzudo, cada una de estas versiones fueron<br />
recopiladas en las provincias de San Luis, Jujuy y La Rioja y<br />
sus informantes son de La Quiaca y Tres Cruces (Jujuy) y San<br />
Luis. En el noroeste argentino se cree que un oso, el ucumarí,<br />
ucumare o ucumar, rara especie de la fauna regional, roba a<br />
las mujeres y tiene hijos con ellas. Angulo (2005) observo en<br />
su trabajo como en los relatos del Ukumar se pueden reactivar<br />
las potencialidades del discurso evangelizador a partir de la<br />
actualización de la imagen de lo monstruoso como imagen de<br />
la degeneración racial. Diez (2006) realiza una compilación<br />
de leyendas de Anta (Departamento de la Provincia de Salta<br />
69
-Argentina), en relación a las leyendas compiladas, analiza a<br />
través del análisis de discurso narraciones orales relacionadas<br />
con el ucumar.<br />
Materiales y métodos<br />
Se tomaron los textos literarios del noroeste argentino<br />
(Salta, Jujuy, Catamarca, Tucumán y Santiago del<br />
Estero) que exponga información sobre el oso andino<br />
y los textos científicos que hablen de la especie.<br />
En cuanto a los textos científicos se trabajo con:<br />
Peyton (1998) y Bracho (2007). (Edil.). Considerando<br />
este documento el que recoge la mayor información<br />
del oso andino en Suramérica.<br />
Respecto a los textos literarios trabajados,<br />
se tomaron en cuenta las narraciones recopiladas<br />
en los siguientes textos: Vidal De Battini (1983),<br />
en su libro se encuentran 3 narraciones sobre Juan<br />
del Oso, El Jucumari, El Hijo del Ucumari. Angulo<br />
(2005) que contiene dentro de su investigación 12<br />
narraciones sobre el Ukumar. Diez (2006), en su libro<br />
se encuentran 9 narraciones sobre El Ucumar. Frías<br />
(1989) en su libro se encuentra 1 narración sobre<br />
Ucumar. Fadel (1984) en su libro se encuentran 3<br />
narraciones sobre El Ucumari de la Selva del Baritu.<br />
Paleari (1982), en su libro se encuentra 1 narración<br />
sobre Ucumar. Bossi (2007), en su libro se encuentra<br />
1 narración sobre El Ucumar y en Saravia (2000) se<br />
encuentra 1 narración sobre El Ukumari y su hembra.<br />
Para un total de 30 narraciones analizadas.<br />
La recolección de información se realizó<br />
a través de visita a bibliotecas e instituciones del<br />
noroeste argentino para los textos discursivos<br />
literarios; revisión de páginas web entre ellas<br />
Red Mundial de Especialistas del Oso Andino en<br />
el Mundo (Red Tremarctos) y la pagina web de<br />
Intemational Bear Association (IBA) para los textos<br />
discursivos científicos sobre el oso andino, contacto<br />
con investigadores que han abordado investigaciones<br />
sobre el tema desde el punto de vista literario y<br />
científico.<br />
Las técnicas de análisis se realizaron de la<br />
siguiente manera previamente una identificación y<br />
clasificación de los textos literarios y la selección del<br />
texto científico que abarcara la mayor información<br />
sobre la especie en Suramérica. Luego el análisis de<br />
los textos discursivos literarios y del texto científico,<br />
70<br />
Lameda-Camacaro y Del Moral<br />
el cual fue desarrollado a través del método de análisis<br />
de discursos mediante lecturas pormenorizada,<br />
análisis de contenido, presentación resumida de la<br />
información, resúmenes analíticos, análisis crítico y<br />
el método deductivo.<br />
Para los textos discursivos literarios, fueron<br />
leídas cada una de las 30 narraciones que se<br />
encontraron en los textos escogidos, luego de hacer<br />
una primera lectura de los textos se establecieron una<br />
serie ítems relacionados con la representación del oso<br />
andino en el contenido de los mismos.<br />
Los ítems para el análisis del discurso en los<br />
textos literarios y para identificar la representación la<br />
especie en el discurso literario son los siguientes:<br />
• A vistamientos: si dentro del texto se expone que<br />
alguno de los informantes o narradores ha visto a<br />
la especie.<br />
• Cacería: si dentro del texto exponen que ha sido<br />
cazada o matada la especie.<br />
• Conflictos oso - humano: si dentro del texto<br />
exponen la presencia de conflictos de matanza<br />
de ganado ó la especie ha invadido espacios de<br />
cosechas de los pobladores.<br />
• Desconocimiento de la existencia de la especie:<br />
si dentro de texto exponen que no sabían la<br />
existencia del oso andino.<br />
• Ser mágico, sobrenatural e irreal: si la especie<br />
es considerada como algo fuera de lo normal, con<br />
poderes.<br />
• Animal real: si es reconocido dentro del texto al<br />
oso andino como un animal verdadero.<br />
• Cultura: presencia de la especie en los elementos<br />
culturales de los lugares donde son expuestas las<br />
narraciones o dentro de la narración hacen énfasis<br />
de su importancia cultural.<br />
• Distribución: exposición de los lugares donde se<br />
encuentra la especie.<br />
• Hábitat: descripción de los lugares donde hábitat<br />
el oso andino.<br />
• Descripción del oso andino: si dentro del texto<br />
exponen características del animal.<br />
• Alimentación: información sobre lo que la<br />
especie come.<br />
• Comportamientos: descripción en el texto de las<br />
actividades que la especie realiza en su hábitat natural.<br />
• Problemas sociales: si la especie es presentada<br />
dentro del discurso en problemas tales como<br />
machismo, desaparición de personas, violaciones,<br />
robos, secuestros, venganza y elementos que los<br />
castigan por alejarse de la religión.
•<br />
Confusión con otros animales: si la especie es<br />
descripta en el texto con características de otros<br />
animales.<br />
• Elementos antropomórficos: si la especie es<br />
representadas con actitudes y comportamientos<br />
humanos.<br />
• Temor y desconfianza: si la especie es considerada<br />
como algo dañino y malo.<br />
• Actitud de valoración a la especie: si la especie<br />
dentro del texto es considerada de gran valor y de<br />
importancia.<br />
Luego del establecimiento de los ítems,<br />
se procedió a realizar un análisis del discurso e<br />
identificar cuantas veces era presentada alguna de<br />
estas características establecidas en los ítems dentro<br />
del contenido de los textos.<br />
Respecto a los textos científicos se reviso la<br />
traducción al español del capítulo 9 Andrés, B. (2007)<br />
(edit.) del Status Survey and Conservation Action<br />
Plan Bear. Peyton, B. (1999). Dicho documento fue<br />
considerado para su análisis por ser el que expone<br />
mayor información sobre el oso andino a lo largo<br />
de Suramérica y por agrupar información detallada<br />
y completa de la especie en los países donde habita.<br />
Cabe destacar que otra justificación para la selección<br />
de este documento es la participación para su<br />
elaboración de especialistas de diferentes países,<br />
así como la presentación de los resultados de sus<br />
investigaciones en el mismo.<br />
La traducción al español del capítulo 9 sobre el<br />
oso andino, se encuentra con un formato y lenguaje<br />
científico solo para especialistas, la información es<br />
presentada comenzando por una introducción sobre<br />
la traducción al español, una introducción del capítulo<br />
y luego es descrita la situación de la especie en los<br />
diferentes países donde se encuentra, al final presenta<br />
una serie de citas que fueron utilizadas para sustentar<br />
la información que en el mismo se expone.<br />
Se procedió a leer la traducción al español del<br />
capítulo 9 y simultáneamente ir realizando un análisis<br />
de discurso, el cual permitió ir obteniendo elementos<br />
que nos demostraran como es representada la especie<br />
a lo largo del discurso de este texto, a medida que<br />
se analizo el discurso, se fue clasificando estos<br />
elementos en (4) cuatros ejes temático y a su vez cada<br />
eje contiene un elemento más especifico de cómo la<br />
especie es representada en el texto, los ejes temáticos<br />
y sus elementos son los siguientes:<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
l. Relación oso - hombre: a islami<br />
con la especie (obsen-arlo. - barlo .<br />
(matanza, usos de sus panes_ cautiverio _ eros<br />
(depredación de ganado. pérdida de cosec - -<br />
desinterés por la protección de la especie. inierés<br />
protección de la especie, sentimientos hacia la<br />
especie.<br />
2. Aspectos míticos - religiosos: presencia de la<br />
especie en manifestaciones culturales.. creencias<br />
(usos de sus partes, poderes sobrenaturales de la<br />
especie), leyendas y mitos.<br />
3. Aspectos naturales de la especie: hábitat.<br />
alimentación, distribución, comportamiento.<br />
nicho ecológico y beneficios de su conservación.<br />
descripción de la especie, investigaciones sobre la<br />
especie.<br />
4. Otros: problemas sociales ajenos al oso andino y<br />
valores a favor de la conservación de la especie.<br />
Para la cuantificación de dichos elementos<br />
presentes en el texto sobre la representación del oso<br />
andino, se leyó el texto y se contaron las veces que<br />
estos elementos se repetía dentro del mismo.<br />
Resultados y discusión<br />
En los textos discursivos literarios según los ítems<br />
planteados dentro de la investigación el oso andino<br />
está representado de la siguiente manera dentro del<br />
discurso literario del noroeste argentino:<br />
En las figuras 1 a la 5 se muestras las representaciones<br />
del oso andino tanto en el discurso literario del<br />
noroeste argentino como en el discurso científico.<br />
En relación a los ítems encontramos estos<br />
elementos emergentes dentro del texto que definen<br />
claramente como hablan de la especie:<br />
A vistamientos<br />
" ... Tuve la oportunidad de conocer uno ... ".<br />
Informante: Antonio Moskalintz. Salta - Argentina.<br />
Diez (2006).<br />
" ... allá en Lo Pino li visto yo, ése pal Barrio<br />
San Antonio más allá. Mi asustáo de noche, de<br />
noche íbamo a palomiá nosotros y áhi lo hemo vito. "<br />
Informante: Ramón Mancuso. Diez (2006).<br />
71
" ... mi mama dice que el Ukumar que ella<br />
conocía es un oso ... como un oso que está envuelto en<br />
pelusa ... ". Informante: Noelia Farfán. Angulo (2005).<br />
" ... mi tía lo sabía ver en la Charquiada, cuando<br />
iba a cambiar el tiempo, ella lo encontraba sentado<br />
al lao de las vacas del bebedero ... " Informante:<br />
Erasmo Vizgarra.<br />
Conflictos oso - humano<br />
" ... ¡y no va que vemos un ukumari cerca de la vacada,<br />
tratándose de llevarse un corderito! ... ".Saravia<br />
(2000).<br />
" ... que lo veían sólo de noche, que se robaba<br />
los cultivos en realidad, las cabras, las ovejas<br />
y carne para comer y que se le podía ver ... o... en<br />
realidad es como una sombra, un oso que parece<br />
mono, un animal grandote, de fuerza grandota que<br />
aparece entre los cabritos ... robando gallinas ... pero<br />
nunca ha sabido caso de que haya robado niños ... ".<br />
Informante: Noelia Farfán. Angulo (2005).<br />
Desconocimiento de la existencia de la especie<br />
" ... cuando se le aparecieron dos animales de<br />
pelambre oscura, con manchas blancas alrededor de<br />
los ojos y del hocico. Según ellos eran dos enormes<br />
monos, el legendario Ukumar como le llaman los<br />
nativos del noroeste. Pero resulta que, de acuerdo a la<br />
descripción que hacen del animal sus características<br />
corresponden en un todo a las del oso "Ucumari" ... "<br />
Fadel (1984).<br />
"Ya no cabía menos duda que, lo que habían<br />
visto los peones era el Ucumarí (oso), y no, el Ukumar<br />
(mono), de la leyenda. Fadel (1984).<br />
Ser mágico, sobrenatural e irreal<br />
"Existen versiones de que no sería un animal sino el<br />
alma de un hombre rico condenado por mezquino y<br />
malvado". Bossi (2007).<br />
" ... era una hombre chiquito que tiene mucha<br />
fuerza y si asemeja al oso ... "Vidal de Battini (1982).<br />
" ... él ha quedado con ese trabajo de matar<br />
tigres y domesticarlos ... "Vidal de Battini (1982).<br />
72<br />
Lameda-Camacaro y Del Moral<br />
Animal real<br />
"El Ucumar es un oso, es lo que conocemos nosotros<br />
como oso de los anteojos ... " Informante: Antonio<br />
Moskalintz. Salta - Argentina publicado en Diez<br />
(2006).<br />
" 1Jucumari < ucumarí "hombre- oso que<br />
rapta mujeres" para la creencia popular. Es el nombre<br />
del oso ucumari (Tremaretos ornatus) llamado<br />
también ucumar. La pronunciación corresponde a<br />
una supuesta h aspirada." Vidal de Battini (1982).<br />
Cultura<br />
"Una vertiente afirma que el llanto del monstruo, por<br />
la muerte de su madre, era tan fuerte y desgarrador<br />
que llegó a oídos de Wiracocha -Espuma de Mar -,<br />
el dios blanco de larga barbas rubias que gobernaba<br />
el Cuzco, y para calmar su pena (?) le prometió la<br />
inmortalidad. ". Paleari (1982)<br />
"Otro venero mitológico sostiene que<br />
Wiracocha se presentó al ucumar y para castigarlo<br />
por sus crímenes y lascivia, le dio vida eterna<br />
vagando por los cerros y selvas. Así también lapidaba<br />
a los violadores sobre quienes pendía la permanente<br />
amenaza de ser devorados por el ucumar. ". Paleari<br />
(1982)<br />
Distribución<br />
"Dice que el Ucumar anda por los cerros, por el<br />
Parque el Rey ... por esas partes. " Informante: Juana<br />
Martinez de Bermúdez. Diez (2006).<br />
Hábitat<br />
" .. . Tesorero esta en medio de dos cerros y que por<br />
hay una cueva del Ukumar ... ". Informante: Graciela<br />
Mercado. Angulo (2005).<br />
Descripción del oso andino<br />
"Como lo señala la bibliografia especializada,<br />
el Ucumari es un oso de largo pelaje negro, con
manchas blancas alrededor del hocico y de los ojos.<br />
Mide entre 1,50 y 1, 70 de longitud y pesa alrededor<br />
de 130 kilos. Es un animal que no se muestra jamás,<br />
es muy huraño.". Fadel (1984).<br />
" ... cuando se le aparecieron dos animales de<br />
pelambre oscura, con manchas blancas alrededor de<br />
los ojos y del hocico ... ". Fadel (1984).<br />
Alimentación<br />
"... que lo veían sólo de noche, que se robaba los<br />
cultivos en realidad, las cabras, las ovejas y carne<br />
para comer ... " Informante: Noelia Farfán. Angulo<br />
(2005).<br />
" ... el Jucumari salía a las quintas y chacras a<br />
robar qué comer ... "Vidal de Battini (1982).<br />
"Una vuelta un hombre lo hallao al Ucumar<br />
robando choclos en el cerco ... "Informante: Hilarion<br />
Coronel. Diez (2006).<br />
Comportamientos<br />
" ... sus costumbres son arborícolas ... " Fadel (1984).<br />
" ... 'taba cruzando por medio del río, en el<br />
árbol, y lo dio vuelta el ucumari chico al árbol, y<br />
lo ha hecho llevar con el río al padre ... "_Yidal de<br />
Battini (1982)<br />
Problemas sociales<br />
" ... !Dónde están yendo el Ukumar les va agarrar,<br />
va salir ... " Informante: Norma Mariscal. Angulo<br />
(2005).<br />
" ... alguien la agarró de atrás y ... se la llevó.<br />
Y dice que... esa señora, que su marido la buscaba<br />
intensamente por... y no la encontró, nunca la<br />
encontró. Pero una vez dice... la señora quedo<br />
embarazada del Ukumar ... " Informante: Graciela<br />
Mercado. Angulo (2005).<br />
"... el Ukumar, su papá, le enseñaba al<br />
chiquito como hacer ... como pelear o como agarrar<br />
a las chicas o algo así ... ". Informante: Graciela<br />
Mercado. Angulo (2005).<br />
" ... y vio una mujer que estaba lavando sola,<br />
no había nadie por áhi cerca, y la robó y la llevó a su<br />
cueva ... ". idal de Battini (1982).<br />
Emobiologúl 6. 1008<br />
"Dice que había un hombre que salía mucho<br />
al monte y en eso lo 1/evao la Ucumar lo llemo,<br />
lo metía bajo una piedra y engendráu un hijo en<br />
la Ucumar ... ". Informante: Ricardo Palma. Diez<br />
(2006).<br />
Confusión con otros animales<br />
"Daban los gauchos fronterizos el nombre de<br />
"ucumar" al mono más grande conocido en la<br />
región; tipo de orangután, pero más chico que él ... "<br />
Frias (1989).<br />
Elementos antropomórficos<br />
"Es un hombre - oso que vive en los lugares muy<br />
escondidos de las quebradas, en las cuevas de las<br />
peñas, en medio de montes y cerros altísimos cerca<br />
de nuestras fronteras con Bolivia. " Bossi (2007).<br />
" ... donde los moradores colgaban la comida<br />
al sereno, para que se conservara con el fresco de la<br />
noche, y entonces la robaba y huía sin que nadie lo<br />
viera ... ". Saravia (2000).<br />
" ... como no se le veían órganos genitales de<br />
ningún sexo, pero sus piernas se manchaban de rojo<br />
cada luna,fue la "ucumara" ... ". Paleari (1982).<br />
" ... entonces descubren a que sexo pertenece<br />
porque todas las lunas se le manchaban las piernas<br />
con algo rojo y ellos interpretaron que era hembra<br />
y la llamaron Ukumara ... " Informante: Florencia<br />
Soledad del Valle. Angulo (2005).<br />
Temor y desconfianza<br />
" ... cuentan que eljuco, o Ukumar macho, se roba las<br />
mujeres, laJuca, o Ukumar hembra se roba los hombres,<br />
con preferencia los pastores ... "Fadel (1984).<br />
" ... era enorme, fea, gruñosa, pero<br />
temerosa ... ". Informante: Florencia Soledad del<br />
Valle. Angulo (2005).<br />
" ... después lo ha ido a buscar el padre de él y<br />
le ha hecho unos tiros y de ahí se ha piráu pal monte.<br />
Ese es el Ucumar, sí existe. " Informante: Francisco<br />
Ferrer. Diez (2006).<br />
73
Actitud de valoración a la especie<br />
"De hecho, muchos cuentan que es generoso con<br />
aquellos a quienes atrapa, los cuida y los alimenta<br />
con miel y frutas silvestres". Bossi (2007).<br />
Actitud de Valoración a la especie<br />
Temor y Desconfianza<br />
Elementos antropomórficos<br />
Confusión con otros animales<br />
Problemas sociales<br />
Comportamientos<br />
Alimentación<br />
Descripción del oso andino<br />
Lameda-Camacaro y Del Moral<br />
Hábitat<br />
Distribución<br />
Cultura<br />
Animal real<br />
Ser mágico, sobrenatural e irreal<br />
Desconocimiento de la existencia de la ...<br />
Conflictos Oso- Humano<br />
Cacería<br />
Avistamientos<br />
o<br />
2<br />
En el texto científico según los ejes temáticos<br />
planteados se encuentran de esta manera la<br />
representación del oso andino:<br />
7<br />
9<br />
11<br />
10<br />
11<br />
16<br />
15<br />
55<br />
63<br />
10 20 30 40 50 60 70<br />
Figura l. Representación del oso andino en el texto cientifico, tematica: relación Oso- Hombre. Fuente: Lameda, 2009. Fuente: Lameda<br />
& Del Moral, 2009<br />
74
Etnobiología 6, 2008<br />
Sentimiento<br />
Figura 2. Representación del oso andino en el texto cientifico, tematica: Aspectos Miticos- Religiosos. Fuente: Lameda & Del Moral,<br />
Presencia de la<br />
especie en<br />
M anifestacione<br />
s culturales<br />
Figura 3. Representación del oso andino en el texto cientifico, tematica: Aspectos naturales de la especies. Fuente: La meda & Del Moral,<br />
2009<br />
75
En los textos literarios del noroeste argentino<br />
y en los textos científicos se encuentra representado<br />
el oso andino, adecuándose su escritura y exposición<br />
a las normas de cada uno de los discursos.<br />
El discurso literario del noroeste argentino, se<br />
caracteriza como en la mayoría de los textos literarios<br />
en presentar narraciones de personas, animales u<br />
otros de hechos ligados a los contextos ambientales,<br />
sociales y culturales; es más libre en su escritura<br />
y permite agregar elementos sobrenaturales de lo<br />
que se está hablando ó exponer sus características<br />
tal y como es, esto depende de lo que se desea el<br />
escritor transmitir a través del texto pero le agrega<br />
subjetividad al discurso. Durante los análisis de<br />
discursos en algunos de los textos literarios tales<br />
como: Fadel (1984), Díez (2005), Saravia (2000),<br />
Vida! de Battini (1982) se observo que se expone a<br />
la especie como un animal conocido, en sus textos<br />
aclaran que se trata del oso andino de lo que se va<br />
hablar o que está relacionado con el oso andino, esta<br />
aclaración la realizan al principio o al final de sus<br />
narraciones. El resto de los textos analizados exponen<br />
a la especie como un animal fantástico, con poderes<br />
sobrenaturales, existentes para uno y para otros un<br />
personaje mitológico.<br />
El oso andino también es presentado dentro<br />
del discurso literario con una serie de nombres entre<br />
ellos ucumar, juco, juco, ukumar, jucumarí, juan el<br />
oso, hombre - oso, estos nombres atribuidos por los<br />
narradores y autores en el texto; Así mismo dentro<br />
de este discurso representan al oso andino dentro de<br />
problemas sociales antropomorfizando la especie<br />
atribuyéndole actitudes y comportamientos de los<br />
seres humanos a lo largo de los textos y a su vez<br />
juzgándola con hechos de la vida tales como robar,<br />
matar, violar que en los textos es protagonista la<br />
especie.<br />
Dentro de algunos relatos analizados a pesar<br />
que se habla del oso andino ó la antropomorfización<br />
del oso, es confuso el discurso ya que dentro de sus<br />
textos aparecen elementos de un ser mágico, mitad<br />
hombre - mitad osos y con poderes sobrenaturales<br />
que rapta mujeres y con apariencia de mono, respecto<br />
a esto Fadel (1984) expone lo siguiente:<br />
"Hemos comprobado a través de los relatos de los lugareños<br />
que no hay la menor coincidencia cuando se refieren al<br />
Ucumarí. Ellos inmediatamente lo relacionan con el Ukumar de<br />
Emobiologia 6, :!008<br />
la leyenda. del hombre mono. Leyenda que se ha generalizado<br />
en la mente de la mayor pane de los habitantes de la montaña<br />
y de la selva del noroeste argentino. Aunque la existencia de<br />
este monstruo animal haya llegado a su conocimiento por<br />
medio de la tradición. para ello es completamente cieno. Esta<br />
fuertemente incluido en su literaurra y en sus creencias-. Pp<br />
144.<br />
El oso andino conocido como el Ucumar en<br />
el noroeste argentino, dentro de las narraciones<br />
analizadas solo presento 4 elementos que lo ubican<br />
dentro de la cultura de los pueblo a pesar que solo<br />
el hecho en sí de hablar de la especie en los textos<br />
literarios se considera patrimonio zoocultural, los<br />
narradores de estos textos literarios analizados no<br />
lo exponen de tal manera sino como un personaje<br />
sobrenatural que está en la oralidad del noroeste;<br />
respecto a esto Angulo (2005) expone:<br />
" ... Estos discursos orales han sufrido reelaboraciones<br />
permanentes a partir de la intersección conflictiva con el<br />
universo colonial. .. Los misioneros fueron los encargados de la<br />
manipulación del imaginario de las comunidades aborígenes.<br />
Adiestrados en la palabra, se adueñaron de los discursos<br />
indígenas. Los vaciaron de los contenidos que le daban sentido<br />
y que habían regido el mundo prehispánico. Los cargaron de<br />
nuevos sentidos, muchas veces opuestos y contradictorios a la<br />
visión de los naturales americanos." 37p.<br />
Dentro del texto científico analizado existe<br />
una exposición sobre esa pérdida actual de las<br />
comunidades que conviven con la especie en relación<br />
con la valoración del mismo como un elemento<br />
importante para la naturaleza.<br />
"Aunque el incremento de la competencia por recursos entre<br />
oso y gente, así como la adopción de la cultura occidental<br />
han remplazado gran parte de los temores espirituales que<br />
los usuarios de la tierra tenían por el oso de anteojos con<br />
valores del machismo ... Todo aquel que se identifica con el<br />
oso de anteojos ya sea a través de la humilda o el machismo,<br />
obtiene fortaleza de esta especie para combatir su deteriorada<br />
condición socioeconomica" Peyton (1999).<br />
El discurso en el texto científico analizado en<br />
la investigación representa a la especie de una manera<br />
objetiva, donde el autor no puede emitir juicios de valor<br />
sobre este; no se presentan elementos de subjetividad,<br />
al contrario todo lo expuesto dentro de este discurso<br />
es justificado con alguna observación ó investigación<br />
realizada por un especialista en el tema.<br />
77
La estructuración de la información es clara,<br />
concisa y precisa, con un lenguaje para ser entendido<br />
por conocedores en el tema.<br />
Se fundamenta es describir a la especie,<br />
mostrar los nombres con lo que se conoce ante la<br />
comunidad científica y personas que no están dentro<br />
de este medio, así mismo, describe elementos sobre<br />
su autoecologia como características morfológicas,<br />
hábitat, distribución, comportamientos, así como su<br />
interacción con el medio donde vive.<br />
Respecto a los nombre con lo que se conoce la<br />
especie el texto científico realiza una diferenciación<br />
entre el nombre científico (denominación con la que<br />
es conocida a nivel de este campo) y otra designación<br />
que son los nombre común (denominaciones<br />
atribuidas a la especie por todas aquellas personas<br />
que están fuera del ámbito científico); en relación<br />
a los nombres comunes encontramos los siguientes<br />
dentro del discurso del texto científico analizado:<br />
"Nombre comunes: Oso de anteojos, oso frontino, oso<br />
achupayero, oso ganadero, el salvaje, oso real, manaba,<br />
meéni, ucumarí, ucucu, uco, uca (oso con poder místico) puca<br />
mate (oso de frente roja), yura mateo (oso de frente blanca)<br />
yanapuma." Peyton (1999).<br />
Los nombres anteriores presentan una relación<br />
con los nombres de los personajes en las narraciones<br />
literarias estudiadas en la presenta investigación, este<br />
elementos nos permite afianzar nuestra idea que en<br />
los textos discursivos literarios del noroeste argentino<br />
se habla del oso andino.<br />
Dentro del texto discursivo científico estudiado<br />
se exponen elementos de la relación oso - hombre,<br />
presentando a la especie como un ser dentro de<br />
la oralidad y cultura de los pueblos, realizan la<br />
presentación en la introducción y en los reportes por<br />
países, esta información solo se basa en describir como<br />
se presenta la especie en la cultura de cada uno de los<br />
países donde habita, mas no expone característica<br />
profundas y subjetivas de estas representaciones en la<br />
cultura andina, tales como por ejemplo en se basa la<br />
leyenda, que personajes tiene, cuales son las acciones<br />
de ese personaje en el contexto de la leyenda o el cuento;<br />
dentro de este discurso también se expone la relación<br />
oso - hombre pero desde el punto de vista del uso que<br />
le dan a la especie las comunidades ( cacería, usos de<br />
sus partes) así como los conflictos oso- ganado, oso<br />
78<br />
Lameda-Camacaro y Del Moral<br />
- cosecha (invasión del oso a sembradíos, ataques del<br />
oso al ganado) las informaciones que observamos a lo<br />
largo de texto científico son presentadas respaldándose<br />
con observaciones de investigadores en campo y<br />
datos comprobables. Son nombradas la existencia<br />
de leyendas y mitos sobre la especie narradas por las<br />
comunidades, estas solo se nombra de manera efimera<br />
en el texto; lo mismo ocurre pero de manera contraria<br />
de lo dicho anteriormente en el discurso literario que<br />
solo algunos autores realizan la aclaración que ese<br />
ser llamado Ucumar es el oso andino habitante de los<br />
andes suramericanos.<br />
Dentro del discurso científico el oso andino<br />
es representado como una especie que genera<br />
beneficios al ambiente en donde se encuentra y que<br />
protegiendo a la especie se conserva el entorno donde<br />
este habita, la representación es proteccionista y de<br />
conservación, considerando al animal como un ser<br />
carismático y único en Suramérica. A diferencia del<br />
discurso literario que nos expone a la especie como<br />
un ser antropomorfizado, que rapta a las mujeres, que<br />
viola, que secuestra es considerado un ser dañino que<br />
está ligado a problemas sociales y con actitudes de<br />
animal y de humano esta percepción es considerada<br />
actualmente por las comunidades. En relación a<br />
esto dentro del texto científico analizado exponen lo<br />
siguiente:<br />
" ... los nativos sudamericanos tenían una percepción distinta<br />
del oso de la de un animal que mata ganado y saquea los<br />
cultivos. Desde los 1600. Huaman Poma de Ayala describió<br />
al oso como un miembro importante del mundo religioso de<br />
estas personas. Para ellos era una manifestación de castigo de<br />
parte de las divinidades, o un ser antropomórfico benigno ...<br />
Con el paso del tiempo, estas percepciones han cambiado,<br />
influenciados por las religiones más suculare. La antigua<br />
actitud positiva a favor del oso está perdiendo terreno." Peyton<br />
(1999).<br />
En cuanto a los beneficios del discurso<br />
científico para la conservación del oso andino es que<br />
nos proporciona una información verdadera, clara,<br />
concisa y veraz, sin subjetividades y comprobada<br />
pero la desventaja que las personas que mayormente<br />
conviven con el oso andino en los ecosistemas<br />
donde la especie hábitat son personas que no tienen<br />
accesos, obtener y leer esta tipo de información que<br />
se publican dentro del ámbito científico y desconocen<br />
la importancia de conservar la especie.
Respecto al discurso literario entre sus ventajas<br />
es que se transmite de generación en generación es<br />
perdurable en el tiempo y puede llegar a muchas<br />
persona ya que se utiliza un lenguaje que todos<br />
pueden entender y las personas que conviven con<br />
el oso andino pueden obtener esta información, las<br />
desventajas es que los relatos orales antropomorfizan<br />
a la especie, lo involucran dentro de problemas<br />
sociales que no son bien vistos dentro de las normas<br />
sociales, a pesar que algunas narraciones describen<br />
la especie, alimentación, hábitat, comportamientos<br />
tal y como es, todavía el temor y el miedo entre las<br />
personas está presente.<br />
Cabe destacar que dentro del discurso científico<br />
y el literario, uno no es más importante que otro,<br />
cada uno tiene sus características, y su importancia<br />
para la conservación de la especie y el de resaltar el<br />
patrimonio zoocultural de las especies naturales; hay<br />
que fomentar estrategias en donde los investigadores<br />
que realizan textos literarios y científicos, expongan<br />
sus informaciones siempre resaltando valores de<br />
respeto y armonía al oso andino y sus habitas naturales<br />
sin que los textos tanto literarios como científico<br />
pierdan sus características y que estos lleguen a todos<br />
las personas que conviven con el oso andino y que la<br />
información plasmada no conlleve a la desaparición<br />
de la especie.<br />
Agradecimientos<br />
Dedicamos el trabajo a la memoria de Rosa Adela de<br />
Camacaro. Agradecimientos al Dr. Arturo Canedi por<br />
su apoyo en la realización de la investigación, Raquel<br />
Espinosa de manera desinteresada me obsequio uno<br />
de los textos para realizar el trabajo y a todos los<br />
informantes anónimos que en su momento contaron<br />
a los autores de los textos utilizados las narraciones<br />
sobre el ucumar.<br />
Literatura citada<br />
Angulo, F. 2005. El Ukumar: Lo monstruoso en<br />
el discurso evangelizador de la conquista.<br />
Cuadernos de la Facultad de Humanidades<br />
y Ciencias Sociales (Universidad Nacional de<br />
Jujuy, Argentina) 27: 37- 59.<br />
Etnobiologia 6, 2008<br />
Bracho, A 2007. (Edil.). Traducción al Español del<br />
Capítulo 9: Spectacled Bear Conservation<br />
Action Plan. S ando val S. Secada L., Rodríguez<br />
M., Monsalve D., Goldstein I. (Traducts). In:<br />
Servheen C., Herrero S. y Peyton. B. (Comps).<br />
1998. Bear. Status Survey and Conservation<br />
Action. Peyton B. Chapter 9: Spectacled Bear<br />
Conservation Action Plan. IU SSC Bear<br />
Specialist Group.<br />
Bossi, E. 2007. Seres Magicos: El Ucumar. Ediciones<br />
del Copista. Córdoba - Argentina.<br />
Camacho, J, F. Cuesta, S. Flores, A. Rivas T.& P.A.<br />
Mena V. 1999. Relatos de Oyacachi. "Juan<br />
Osito". EcoCiencia. Quito.<br />
Del Moral F. y Lameda F. 2008. Juco: El oso<br />
oculto de las selvas andinas. Fotografia de<br />
Naturaleza Argentina Web. 1: 7- 10.<br />
Diez, S. 2006. Leyendas de Anta. En: Abordajes y<br />
Perspectivas 4 /Sonia María Diez Gómez;<br />
Raquel Espinosa y Beatriz Elisa Moyano -<br />
1 a ed. - Salta: Ministerio de Educación de la<br />
Provincia de Salta - Secretaria de Cultura.<br />
312p. : 20x14 cm. (Concurso literarios<br />
provinciales).<br />
Fadel, J. 1984. Las tres incógnitas: El Tesoro de El<br />
Zorrito, El Ucumari de la selva de Baritu,<br />
La silla del Inca. Comisión Bicameral<br />
Examinadora de Obras de Autores Salteños.<br />
Salta - Argentina.<br />
Frías, B. 1989. Crónicas y Apuntes: El Ucumar.<br />
Comisión Bicameral Examinadora de Obras<br />
de Autores Salteños. Salta - Argentina.<br />
Instituto Lingüístico de verano 1987. Juan del Oso.<br />
Serie Lingüística Peruana No 26. 1 o Edición.<br />
IUCN 2007. Tremarctos ornatus. The UICN Red List<br />
ofThreatened Species.<br />
Lameda, F.I. & F. Del Moral. 2008. The andean bear<br />
in the world view ofthe South America Andes.<br />
International Bear News 17 (4): 14- 15.<br />
Morote Best, E. 1957-1958. El oso raptor. Archivos<br />
venezolanos del Folklore 5: 135-178.<br />
Randall, R. 1982. Qoyllur Rit'i, and Inca fiesta ofthe<br />
pliedes: refl.ections on time and space in the<br />
Andean world. Bu/l. Inst. Fr. E t. And. 11 :3 7-<br />
81.<br />
Saravia, A. 2000. Cuentos y Leyendas del Altiplano.<br />
Ediciones Continente. Buenos Aires<br />
Argentina.<br />
79
Stucchi, M. y Figueroa J. 2002. Visión sobre el oso<br />
de anteojos de algunos cronistas de la colonia.<br />
Red Tremarctos.<br />
Stucchi, M. y Figueroa J. 2004. Importancia de<br />
la cultura indígena en la conservación del<br />
oso andino en Perú. Memorias del 15th.<br />
Intemational Bear Assosiation Conference.<br />
San Diego, EEUU.<br />
Paisley, S. 2001. Andean bears and people in<br />
Apolobamba, Bolivia: Culture, confiict and<br />
conservation. Thesis submitted for the degree<br />
of Doctor of Philosophy. Durrell Institute of<br />
Conservation and Ecology. University of<br />
Kent, Canterbury.<br />
Paleari, A. 1982. Diccionario Magico Jujeño: Ucumar.<br />
Editorial Pachamama. Jujuy- Argentina.<br />
Peyton, B. 1999. Spectacled Bear Conservation<br />
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o<br />
Lameda-Camacaro y Del Moral<br />
Herrero & B. Peyton (compilers). Bear, Status<br />
Survey and Conservation Action Plan. IUCN/<br />
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IUC , Gland, Switzerland and Cambridge,<br />
UK309p.<br />
Robin, V. 1997. El cura y sus hijos osos o el recorrido<br />
civilizador de los hijos de una cura y una osa.<br />
Boletín del Instituto Francés de Estudios<br />
Andinos 26 (3): 369 - 420.<br />
Vidal De Battini, B. 1983. Cuentos y Leyendas<br />
Populares de la Argentina. Ediciones<br />
Culturales Argentinas. Secretaria de Cultura<br />
de la Presidencia de la Nación. Tomo VI.<br />
Y añez, M. 1990. El Jukumari en el discurso<br />
Antropocultural. Un estudio preliminar en<br />
tres grupos étnicos de Bolivia. Conferencia,<br />
primera reunión GEOF -BOL. Santa Cruz.
MEMORIA DEL SIMPOSIO: LA ETNOBIOLOGÍA EN OAX<strong>AC</strong>A<br />
(XOXOCOTLÁN, OAX<strong>AC</strong>A, 19-23 DE MARZO DEL 2007)<br />
Marco Antonio Vásquez-Dávila • Coordinador<br />
Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, marcoantoniov@yahoo.com<br />
En el Estado de Oaxaca, México, las comunidades indígenas mantienen relaciones específicas con su entorno natural.<br />
En el Simposio La Etnobiología en Oaxaca celebrado en el marco del VI Congreso Mexicano de Etnobiología, se<br />
mostraron los resultados de nueve investigaciones realizadas por alumnos y profesores del Instituto Tecnológico del<br />
Valle de Oaxaca, que documentan las relaciones tradicionales de zapotecos, mixtecos, mazatecos, mixes, chontales,<br />
chatinos, tacuates y nahuas con el reino fungi, cactáceas, ciperáceas, arañas, aves y vertebrados de las diversas regiones<br />
del estado con mayor biodiversidad y pluralidad cultural de México.<br />
Introducción<br />
l. ETNOMICOLOGIAAYUUJKEN SANTA MARÍA TLAHUITOLTEPEC MIXES,<br />
OAX<strong>AC</strong>A, MEXICO<br />
Landy N. Hernández-Martínez 1 , Marco A. Vásquez-Dávila 1 y Teófilo Herrera Suárez'<br />
1Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, ' Instituto de Biología de la UNAM<br />
Oaxaca es considerado como el estado más rico<br />
del país en cuestión de diversidad biológica, lo que<br />
incluye al reino de los hongos que han constituido<br />
parte importante de las estrategias de subsistencia<br />
desde épocas prehispánicas (León, 1999). Con<br />
la finalidad de avanzar en la recopilación del<br />
conocimiento, uso y manejo de los hongos en Oaxaca<br />
(Cfr. Vásquez Dávila, 2003), se planteó el objetivo de<br />
realizar un estudio etnomicológico entre los ayuujk<br />
ja'ay (generalmente conocidos como mixes) de Santa<br />
María Tlahuitoltepec, Oaxaca, México.<br />
Materiales y métodos<br />
La investigación se realizó en tres etapas: la de<br />
revisión de literatura, la de campo e identificación de<br />
las especies. La región mixe se encuentra situada en<br />
la parte noreste del Estado de Oaxaca, está dividida<br />
en tres zonas: la alta o tierra fría hacia el poniente,<br />
la media o templada en el centro y la baja o tierra<br />
caliente hacia el oriente. En la tierra fría, coronada por<br />
el Zempoaltepetl se encuentran seis municipios, entre<br />
los cuales se encuentra Santa María Tlahuitoltepec<br />
(Kuroda, 1993), municipio que fue seleccionado para<br />
realizar el trabajo debido a que se han hecho pocos<br />
estudios enfocados a la Etnomicologia; además de<br />
que sus pobladores guardan muy celosamente sus<br />
costumbres y tradiciones, conservando su idioma<br />
materno, lo cual les ha permitido mantener un<br />
conocimiento tradicional vigoroso y vigente en<br />
su relación con el ambiente de la Sierra. Junto con<br />
los Ingenieros Arturo Vásquez y Toribio López,<br />
profesores del Bachillerato Integral Comunitario<br />
Ayuujk Polivalente, se realizaron salidas a las<br />
poblaciones; se estructuraron entrevistas cerradas y<br />
abiertas y la aplicación de encuestas a la población en<br />
general y a jóvenes bachilleres.<br />
Resultados y discusión<br />
Se encontraron 28 especies de hongos que reconocen<br />
los ayu uj k de Santa María Tlahuitoltepec de los cuales<br />
81
MEMORIA DEL SIMPOSIO: LA ETNOBIOLOGÍA EN OAX<strong>AC</strong>A<br />
(XOXOCOTLÁN, OAX<strong>AC</strong>A, 19-23 DE MARZO DEL 2007)<br />
Marco Antonio Vásquez-Dávila • Coordinador<br />
Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, marcoantoniov@yahoo.com<br />
En el Estado de Oaxaca, México, las comunidades indígenas mantienen relaciones específicas con su entorno natural.<br />
En el Simposio La Etnobiología en Oaxaca celebrado en el marco del VI Congreso Mexicano de Etnobiología, se<br />
mostraron los resultados de nueve investigaciones realizadas por alumnos y profesores del Instituto Tecnológico del<br />
Valle de Oaxaca, que documentan las relaciones tradicionales de zapotecos, mixtecos, mazatecos, mixes, chontales,<br />
chatinos, tacuates y nahuas con el reino fungi, cactáceas, ciperáceas, arañas, aves y vertebrados de las diversas regiones<br />
del estado con mayor biodiversidad y pluralidad cultural de México.<br />
Introducción<br />
l. ETNOMICOLOGIAAYUUJKEN SANTA MARÍA TLAHUITOLTEPEC MIXES,<br />
OAX<strong>AC</strong>A, MEXICO<br />
Landy N. Hernández-Martínez 1 , Marco A. Vásquez-Dávila 1 y Teófilo Herrera Suárez'<br />
1Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, ' Instituto de Biología de la UNAM<br />
Oaxaca es considerado como el estado más rico<br />
del país en cuestión de diversidad biológica, lo que<br />
incluye al reino de los hongos que han constituido<br />
parte importante de las estrategias de subsistencia<br />
desde épocas prehispánicas (León, 1999). Con<br />
la finalidad de avanzar en la recopilación del<br />
conocimiento, uso y manejo de los hongos en Oaxaca<br />
(Cfr. Vásquez Dávila, 2003), se planteó el objetivo de<br />
realizar un estudio etnomicológico entre los ayuujk<br />
ja'ay (generalmente conocidos como mixes) de Santa<br />
María Tlahuitoltepec, Oaxaca, México.<br />
Materiales y métodos<br />
La investigación se realizó en tres etapas: la de<br />
revisión de literatura, la de campo e identificación de<br />
las especies. La región mixe se encuentra situada en<br />
la parte noreste del Estado de Oaxaca, está dividida<br />
en tres zonas: la alta o tierra fría hacia el poniente,<br />
la media o templada en el centro y la baja o tierra<br />
caliente hacia el oriente. En la tierra fría, coronada por<br />
el Zempoaltepetl se encuentran seis municipios, entre<br />
los cuales se encuentra Santa María Tlahuitoltepec<br />
(Kuroda, 1993), municipio que fue seleccionado para<br />
realizar el trabajo debido a que se han hecho pocos<br />
estudios enfocados a la Etnomicologia; además de<br />
que sus pobladores guardan muy celosamente sus<br />
costumbres y tradiciones, conservando su idioma<br />
materno, lo cual les ha permitido mantener un<br />
conocimiento tradicional vigoroso y vigente en<br />
su relación con el ambiente de la Sierra. Junto con<br />
los Ingenieros Arturo Vásquez y Toribio López,<br />
profesores del Bachillerato Integral Comunitario<br />
Ayuujk Polivalente, se realizaron salidas a las<br />
poblaciones; se estructuraron entrevistas cerradas y<br />
abiertas y la aplicación de encuestas a la población en<br />
general y a jóvenes bachilleres.<br />
Resultados y discusión<br />
Se encontraron 28 especies de hongos que reconocen<br />
los ayu uj k de Santa María Tlahuitoltepec de los cuales<br />
81
17 son comestibles, 1 de uso ritual, 1 como ornamental,<br />
1 venenoso, 1 indicador, 1 como combustible y 7 no<br />
tienen uso. Se encuentran ubicados taxonómicamente<br />
en 15 familias 15 géneros 1 especies. Se descubrió<br />
que posiblemente Fistulina hepatica ea comestible.<br />
Phel/inus igniarius les servía para mantener el fuego,<br />
esto con la única finalidad de no gastar mucha leña,<br />
en lo manchones de bo que mesófilo de montaña<br />
se en ontró Higrophoros psittacinus resultando<br />
ser el egundo reporte para Oaxaca. Las personas<br />
encuestadas relacionan la anatomía de los hongos con<br />
la de las planta y mencionan a sus diferentes partes<br />
como "sombrero" (píleo), "tallo" (estípite) y raíz (base<br />
del tallo, vol va y micelio). En Tlahuitoltepec, debido a<br />
micetismos accidentales, las autoridades municipales<br />
han prohibido la comercialización de los hongos<br />
recientemente. Se usa a Trametes versicolor como<br />
un llavero y le denominan kipj'mux. Se encontró<br />
un término para nombrar a los hongos: muux. La<br />
época de fructificación de los hongos coincide con la<br />
época de lluvias, los meses de mayor fructificación<br />
son Mayo, Junio, Julio, Agosto y Septiembre. El<br />
integrante de familia que generalmente colecta a los<br />
hongos son los abuelitos. El fin principal de la colecta<br />
de hongos es el autoconsumo. Conocen siete formas<br />
Introducción<br />
Ven e gas J uárez et al.<br />
distintas de preparar a los hongos: asado, frito, caldo,<br />
crudo, tamal y cocido.<br />
Para los ayuujk de Santa Maria Tlahuitoltepec<br />
el nááxj tutux (literalmente: "huevo de la tierra"<br />
Calostoma cinnabarina, es comestible, este es un<br />
nuevo registro de comestibilidad a nivel mundial,<br />
pues la literatura micológica no consigna este dato.<br />
Literatura citada<br />
León A., H. H. 1999. Programa de Etnomicologia en<br />
Oaxaca. En: Vásquez-Dávla, M. A. (editor):<br />
La Etnobiología en México: Reflexiones y<br />
experiencias. <strong>Asociación</strong> <strong>Etnobiológica</strong> en<br />
México!ITAO. Oaxaca, México. p. 187-192.<br />
Kuroda, E. 1993. Bajo el Zempoaltepetl. La sociedad<br />
mixe de las tierras altas y sus rituales. Instituto<br />
Oaxaqueño de las Culturas. Oaxaca, México.<br />
p. 11-21.<br />
Vásquez-Dávila, M.A. 2003. La Etnomicología<br />
en Oaxaca, nuevos datos, nueva teoría.<br />
V Congreso Mexicano de Etnobiología.<br />
Chapingo, México.<br />
2. ETNOMICOLOGÍA MAZA TECA DE HUAUTLA DE JIMÉNEZ,<br />
OAX<strong>AC</strong>A, MÉXICO<br />
Norma Venegas Juárezt, Marco A. Vásquez-Dávila 1 y Teófilo Herrera Suárez2<br />
'Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, Ex-Hacienda de Nazareno, Xoxocotlán, Oaxaca; marcoantoniov@yahoo.com.<br />
'Instituto de Biología UNAM, Circuito exterior s/n, Ciudad Universitaria, Copilco, Coyoacán México, D.F.<br />
Los mazatecos de Huautla de Jiménez y otros<br />
municipios del Distrito de Teotitlán, Oaxaca, han<br />
jugado un papel muy importante en la historia de<br />
la Micología por su conocimiento, uso y manejo<br />
de los hongos del género Psilocybe, lo que se<br />
enmarca incluso en la acuñación y surgimiento de<br />
82<br />
la Etnomicología a nivel mundial, trabajo realizado<br />
por los esposos Wasson en 1957. Guzmán (1995)<br />
ha calculado que existen más de 40 mil especies de<br />
hongos en México de los cuales apenas se conoce un<br />
poco más del diez por ciento. León (1995) reportó<br />
76 especies de hongos comestibles para el estado de
Oaxaca. El objetivo de este trabajo fue investigar y<br />
describir la etnomicología de los mazatecos en el<br />
municipio de Huautla de Jiménez, Oaxaca, México.<br />
Materiales y métodos<br />
El trabajo se realizó en el Municipio de Huautla de<br />
Jiménez mediante: la investigación bibliográfica, el<br />
trabajo de campo; consistió en salidas periódicas para<br />
la obtención de ejemplares en los alrededores del<br />
municipio, agencias y congregaciones, se fotografiaron<br />
la mayoría de los ejemplares y posteriormente fueron<br />
etiquetados, la obtención de información de los<br />
hongos se obtuvo mediante la entrevista a un total<br />
de 45 habitantes, posteriormente el material fúngico<br />
se identificó a través de las técnicas taxonómicas<br />
tradicionales, los ejemplares serán resguardados en<br />
el Herbario Etnomicológico "Dr. Teófilo Herrera<br />
Suárez" del Instituto Tecnológico del Valle de<br />
Oaxaca.<br />
Resultados y discusión<br />
Los mazatecos no sólo aprovechan los hongos<br />
silvestres, sino que practican cultivo de hongos<br />
comestibles y medicinales. El conocimiento utilitario<br />
mazateco incluye 35 especies de hongos. De ellos,<br />
25 son comestibles; por ejemplo, tjain naxínni<br />
(Polyporus umbellatus); tjain xi (Hydnopoliporus<br />
pa/matus ), tj a in k un (Laetiphorus sulphureus ), hongo<br />
árbol de huachipil o tjain ya ski (Pseudofistulina<br />
radicata); los hongos medicinales mas consumidos<br />
son: San Isidro o ndí xitjó nraja (Psilocybe cubensis),<br />
derrumbe o ndí xitjó kixó (Psilocybe caerulescens),<br />
pajarito ndí xitjó nisé (Psilocybe mexicana), bagazo<br />
de caña ndi xitjó tjéle ndajai (Psilocybe yungensis).<br />
Los hongos utilizados en el juego son: hongo de oreja<br />
tjain le ru'ñú (Auriculaha delicada), hongo hule de<br />
león tjain kondo le xa (Lycoperdon spp.), hongo de<br />
cera tjain le cera (Ca/acera cornea). Sobre el cultivo<br />
tradicional de hongos comestibles y medicinales, tal<br />
como Vásquez-Dávila (2003) supuso previamente,<br />
los mazatecos "cultivan" de manera generalizada<br />
especies como Pleurotus djamor y Schizophyllum<br />
commune conservando los troncos infestados con el<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
micelio de manera natural en sus patios, mientras que<br />
el "cultivo" de los hongos medicinales (Psilocybe<br />
yungensis) es practicado por algunas, que "siembran"<br />
las esporas sobre el bagazo caña (Saccharum<br />
offinarum); para Psilocybe cubensis la forma que se<br />
cultiva es colectando la excreta de toro con toda la<br />
"semilla", se mantienen en cacerolas con extremos<br />
cuidados. En cuanto a la preparación de los hongos<br />
comestibles, se conocen diversas formas: el tesmole,<br />
empanadas, caldo, al vapor y frito. En cuanto a la<br />
preservación, Schizophyllum commune se mantiene<br />
secándolo al sol y los hongos medicinales del género<br />
Psilocybe se mantienen en frascos con miel de abeja<br />
(Apis mellifera) para que no pierdan las propiedades<br />
psicotrópicas.<br />
Conclusiones<br />
Los mazatecos de Huautla de Jiménez informaron<br />
sobre 35 especies locales o etnoespecies de hongos<br />
que conocen y usan; hasta la fecha, se han determinado<br />
taxonómicamente 17 familias, 23 géneros y 27<br />
especies. Los mazatecos de Huautla, Oaxaca, conocen<br />
25 especies de hongos como comestibles, seis como<br />
medicinales o sagrados y tres como juguete.<br />
Literatura citada<br />
Guzmán, G. 1995. Hongos y líquenes en: Guevara, S.,<br />
P. Moreno Cassola y J. Redowski. Perspectiva<br />
del conocimiento de los recursos vegetales de<br />
México en vísperas del siglo XXI. Instituto<br />
de Ecología- Sociedad Botánica de México.<br />
México p. 85- 94.<br />
León A., H. 1995. Aprovechamiento y perspectiva<br />
del cultivo de hongo comestibles silvestre en la<br />
Sierra Juárez de Oaxaca. En: Vásquez Dávila,<br />
M.A. (ed.): Sociedad y naturaleza en Oaxaca<br />
l. La tecnología agrícola tradicional. ' ITAO<br />
CON<strong>AC</strong>YT. Oaxaca, México. p. 114-138.<br />
Vásquez-Dávila, M.A. 2003. La Etnomicología<br />
en Oaxaca, nuevos datos, nueva teoría.<br />
V Congreso Mexicano de Etnobiología.<br />
Chapingo, México.<br />
3
Introducción<br />
Sandoval y Vásquez-Dávila<br />
3. ETNOMICOLOGÍA EN LOS MERCADOS DE OAX<strong>AC</strong>A, MÉXICO<br />
José Armando Sandoval Porras y Marco Antonio Vásquez-Dávila<br />
Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca Ex-Hacienda de Nazareno, Xoxocotlán, Oaxaca<br />
El conocimiento que poseen los indígenas es<br />
holistico, por que está intrínsicamente ligado a<br />
las necesidades prácticas de uso y manejo de los<br />
ecosistemas locales (Toledo, 1991 ). Él termino<br />
Etnomicología fue acuñado por Wasson y Wasson<br />
en 1957 refiriéndose a la relación sociedad-hongos,<br />
consolidándose como disciplina científica a partir<br />
de ese entonces. Una gran parte de las comunidades<br />
indígenas y campesinas de Oaxaca, México<br />
conservan su idioma nativo así como valores<br />
culturales y sociales. Un rasgo mesoamericano de<br />
origen prehispánico es la compra-venta de productos<br />
de la región en determinados días de plaza, hecho que<br />
recibe el nombre náhuatl de tianguis. El estudio de<br />
hongos (comestibles, medicinales o con alguna otra<br />
categoría antropocéntrica de uso) encontrados en los<br />
mercados, constituye una estrategia de investigación<br />
adecuada para obtener el inventario etnomicológico<br />
regional y así aportar a la consolidación de un Atlas<br />
Etnomicológico de Oaxaca (Vásquez-Dávila, 2003).<br />
De ahí que el objetivo del presente trabajo haya sido<br />
el inventariar la riqueza fúngica presente en los<br />
mercados del estado de Oaxaca, México.<br />
Materiales y métodos<br />
El trabajo se dividió en cuatro etapas: 1) Documental,<br />
2) de campo, 3) Determinación taxonómica y 4)<br />
de gabinete. Las localidades de estudio fueron:<br />
Ayoquezco, Etla, Huautla, Miahuatlán, Nochixtlán,<br />
la ciudad de Oaxaca (los mercados de la Central<br />
de Abasto y Democracia), Ocotlán, Sola de Vega,<br />
Teotitlán, Tlacolula, Tlaxiaco,Yalalag, Villa Alta,<br />
Talea y Zoogocho. Las visitas se realizaron durante<br />
los días de plaza o tianguis en los meses de mayo a<br />
septiembre, de 1996 al 2007. Se realizaron entrevistas<br />
de tipo informal con la técnica de compra entrevista<br />
con los vendedores de hongos.<br />
84<br />
Resultados y discusión<br />
En las 165 colectas obtenidas en los días de plaza se<br />
registró la comercialización de 54 especies fúngicas,<br />
de las cuales tres especies tienen la categoría de uso<br />
medicinal y 51 especies tienen un uso comestible.<br />
Amanita grupo caesarea es el de más frecuencia,<br />
pues se encuentra a la venta en ocho plazas; Boletus<br />
edulis, B. pinophillus, Hydnum repandum y el género<br />
Ramaria aparece en cinco, mientras que Amanita<br />
laurae se expnede cuatro plazas. Destaca en el<br />
mercado de Tlaxiaco la venta de hongos medicinales<br />
del género Elaphomyces: E. granulatus, E. reticulatus<br />
y E. muricatus.<br />
Los sitios de estudio con mayor venta de especies<br />
fúngicas fueron el mercado y el día de plaza de la central<br />
de abasto en la ciudad de oaxaca y la plaza de tlaxiaco.<br />
Los hongos se comercializan en los días de plaza, con<br />
excepción del mercado de la central de abasto, en donde<br />
la venta se realiza el resto de la semana. Los hongos<br />
silvestres comestibles se expenden junto con plantas<br />
silvestres y las procedentes de los huertos familiares.<br />
La recolecta de ejemplares fúngicos es realizada por<br />
mujeres y niños de las filiaciones culturales: chatino,<br />
náhuatl, mazateco, mixteco y zapotecos procedentes<br />
de localidades cercanas a los municipios donde es<br />
celebrada la plaza. Los vendedores pertenecen al<br />
género femenino.<br />
Por su filiación cultural, se reconocieron dos<br />
grupos de vendedores: 1) mestizos y 2) indígenas,<br />
el cual abarca cinco grupos étnicos: a) chatino, b)<br />
náhuatl, e) mazateco, d) mixteco y e) zapoteco. Se<br />
observaron tres actores sociales en la recolecta y<br />
manejo de especies fúngicas: 1) recolector-vendedor<br />
(indígena): persona que recolecta y vende los hongos<br />
a los consumidores directamente, 2) recolectordistribuidor<br />
(indígena): persona que recolecta y<br />
vende los hongos a personas con puestos en la plaza<br />
y 3) revendedor (mestizo): persona que no realiza<br />
la recolecta, compran los hongos a los recolectoresdistribuidores<br />
y revenden el producto.
Conclusiones<br />
En los mercados de Oaxaca, México. se comercializan<br />
54 especies fúngicas, la mayoría de uso comestible<br />
(sobresaliendo los géneros Amanita, Boletus,<br />
Hydnum y Ramaria) y tres especies medicinales del<br />
género Elaphomyces. El mercado de la central de<br />
abasto en la ciudad de Oaxaca y la plaza de Tlaxiaco<br />
son los que tienen la mayor riqueza de especies. La<br />
recolecta de ejemplares fúngicos es realizada por<br />
mujeres y niños de las filiaciones culturales: chatino,<br />
náhuatl, mazateco, mixteco y zapotecos procedentes<br />
de localidades cercanas a los municipios donde<br />
es celebrada la plaza. Los vendedores pertenecen<br />
al género femenino. Se observaron tres grupos de<br />
Emobiologia 6. :<br />
personas en el manejo de las especies fúngicas: 1)<br />
recolector-vendedor. _ recolector-distribuidor y 2)<br />
revendedor.<br />
Literatura citada<br />
Toledo, V. M. 1991. El juego de la supervivencia. Un<br />
manual para la investigación etnoecológica<br />
en Latinoamérica. CLADES. Berkeley,<br />
California. 75 p.<br />
Vásquez-Dávila, M. A. 2003. Comercialización de<br />
hongos silvestres comestibles en los mercados<br />
de México. Informe interno. Instituto<br />
Tecnológico del Valle de Oaxaca.<br />
4. ATLAS ETNOMICOLÓGICO DE OAX<strong>AC</strong>A: AVANCES DE UNA DÉCADA<br />
Introducción<br />
El término Etnomicología fue acuñado hace medio<br />
siglo por Wasson y Wasson (1957) y como los propios<br />
autores aclaran fue en Oaxaca en donde descubrieron<br />
una veta enorme de relaciones tradicionales con el<br />
reino Fungi, hecho que impulsó el desarrollo de la<br />
Micología no sólo en México sino incluso a nivel<br />
mundial. El presente trabajo tiene como objetivo<br />
detallar los avances que se tienen sobre la relación<br />
sociedad-hongos en Oaxaca como parte de una<br />
estrategia de enseñanza e investigación surgida en la<br />
Licenciatura en Biología del Instituto Tecnológico<br />
del Valle de Oaxaca, México.<br />
Materiales y métodos<br />
A lo largo de una década se ha realizado trabajo<br />
de campo por parte del autor y junto con tesistas y<br />
residentes profesionales en diversas localidades del<br />
Estado de Oaxaca. Los ejemplares colectados han<br />
sido identificados con ayuda de tres especialistas<br />
mexicanos (M.C. Ricardo Valenzuela, Dr. Gastón<br />
Guzmán y Dr. Teófilo Herrera). Cada año, en el<br />
Marco Antonio Vásquez-Dávila<br />
Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, marcoantoniov@yahoo.com<br />
curso de Etnoecología se trabaja en la teoría y<br />
metodología de la Etnomicología, mediante un<br />
modelo constructivista, motivando así a los alumnos<br />
a aportar a dicha ciencia. La información generada<br />
se ha capturado en una base de datos electrónica que<br />
permite la recuperación y pronta detección de los<br />
nuevos registros micológicos y etnomicológicos.<br />
Resultados y discusión<br />
El tamaño y la complejidad socioambiental de Oaxaca<br />
hace que los estudios etnobiológicos se planifiquen<br />
teniendo en cuenta a sus 570 municipios, 30 distritos,<br />
8 regiones geopolíticas, 17 grupos étnicos así como<br />
los diversos ecosistemas y la dinámica histórica y<br />
cultural. Con el fin de avanzar en el conocimiento<br />
sobre la relación de los diversos grupos étnicos de<br />
Oaxaca con la micobiota, desde 1997 he dirigido doce<br />
tesis o residencias profesionales sobre el tema. Los<br />
tesistas, regiones geopolíticas y el número de especies<br />
fúngicas con algún uso o valor se señalan en el Cuadro<br />
l. Como se observa, a la fecha se ha trabajado con:<br />
85
a) zapotecos de la Sierra Norte y de Valles Centrales,<br />
b) mixtecos de Valles Centrales y de la Mixteca;<br />
e) chinantecos del Papaloapam; d) mazatecos de la<br />
Cañada; e) mixes de Sierra Norte. Hace tres años,<br />
afirmé que ante los nuevos datos arrojados por los<br />
estudios etnomicológicos en Oaxaca, era necesario<br />
Vásquez-Dávila<br />
hacer replanteamientos teóricos y metodológicos<br />
(Vásquez-Dávila, 2003), empleando las categorías:<br />
Cosmovisión, conocimiento, uso, manejo (propuestas<br />
por Víctor Toledo) enmarcándolas en el tiempo,<br />
cultura y ambiente (que es la propuesta del maestro<br />
Hemández Xolocotzi).<br />
Cuadro l. Colaboradores del proyecto Atlas Etnomicológico de Oaxaca, México<br />
AUTOR AÑO GRUPO REGIO N ESPECIES<br />
López, J. 1997 Zapoteco S.N 11<br />
Matías, S. 1997 Zapoteco V. C. 12<br />
Melchor, M. 1997 Mixteco V. C. 12<br />
Córdova, J. 1999 Zapoteco S.N 28<br />
Caballero, A. 2003 Mixteco v.c 12<br />
Hernández y Velasco 2003 Chinanteco p 7<br />
Avendaño, T. 2003 Zapotecos V. C. 8<br />
Morales, M. 2005 Chatinos S.S. 11<br />
Ramírez, J. 2006 Tacuates S.S. 14<br />
Venegas, N. 2007 Mazatecos e 35<br />
Hernández, L. 2007 Mixes S.N. 20<br />
Sandoval, A. 2007 Varios V.C. y M 48<br />
Regiones: SN: Sierra Norte; V.C.= Valles Centrales; P= Papaloapam; S.S.= Sierra Sur; C= Cañada; M= Mixteca<br />
Lo anterior ha permitido la documentación de<br />
categorías antropocéntricas de uso como: alimenticio,<br />
consumo en épocas de crisis alimentaria, golosinas,<br />
artesanía, juguete, ornamento de viviendas y personal,<br />
medicina para humanos y veterinaria, combustible,<br />
tintóreo y tóxico. Destacan entre los valores: el<br />
ritual, cosmogónico y como augurio. En cuanto al<br />
manejo, hemos documentado por primera vez para<br />
Mesoamérica el cultivo de hongos por los mazatecos.<br />
Por otra parte, asentamos los nuevos registros para<br />
México de comestibilidad de Pseudofitulunia radicata<br />
entre los chatinos y mazatecos y Podaxis pistilaris en<br />
Cuicatlán; para Oaxaca se documenta el consumo in<br />
si tu de Laetiporus sulphureus y de A manita tullosi, A.<br />
jacsonii y A. laurae; el empleo medicinal y comestible<br />
de Daldinia concentrica y el registro a nivel mundial<br />
de comestibilidad de Calostoma cinabarina entre los<br />
mixes de Tlahuitoltepec.<br />
86<br />
Conclusiones<br />
En cuanto a las regiones por estudiar, faltan el Istmo<br />
y la Costa (regiones tropicales en donde habitan<br />
zapotecos, zoques y mixtecos). Existen datos<br />
etnomicológicos preliminares pero faltan las colectas<br />
de localidades nahuas, triques y chontales; faltan por<br />
realizar trabajos con los siguientes grupos: ixcatecos,<br />
chochos y zoques. En cuanto a los temas, es clara<br />
la ausencia de investigaciones sobre las bebidas<br />
fermentadas.<br />
Bibliografía<br />
Caballero C. A. y N. García. 2002. Etnoecología<br />
mixteca de San Antonio Huitepec, Oaxaca,<br />
México. Memoria de Residencia Profesional.<br />
En Licenciatura en Biología. Instituto Tecnológico<br />
Agropecuario de Oaxaca 23. 95 p.
Hemández E. A., y A. M. Velasco P. 2003.<br />
Etnobiología chinanteca de San Lucas<br />
Ojitlán, Tuxtepec, Oaxaca. Memoria de<br />
Residencia Profesional. Instituto Tecnológico<br />
Agropecuario de Oaxaca. 120 p.<br />
Matías Cruz, S. 1997. Hongos comestibles de los<br />
Valles Centrales de Oaxaca. Tesis. Universidad<br />
Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Facultad<br />
de Ciencias Químicas. Oaxaca, México. 62 p.<br />
Morales C., N. 2003. Etnomicología chatina de<br />
Santiago Y aitepec, Juquila Oaxaca. Memoria de<br />
Residencia Profesional. Instituto Tecnológico<br />
Agropecuario de Oaxaca, Licenciatura en<br />
Biología. 72 p.<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
Ramírez L. I. 2006. Etnomicología de los tacuates<br />
de Santa María Zacatepec, Putla, Oaxaca.<br />
Memoria de Residencia Profesional. Instituto<br />
Tecnológico Agropecuario de Oaxaca,<br />
Licenciatura en Biología. Oaxaca, México. 64<br />
p.<br />
Vásquez Dávila, M.A. 2003. La etnomicología<br />
en Oaxaca: nuevos datos, nueva teoría.<br />
V Congreso Mexicano de Etnobiología.<br />
Chapingo, México.<br />
Venegas Juárez, N. 2006. Etnomicología de los mazatecos<br />
de Huautla de Jiménez, Oaxaca, México.<br />
Memoria de Residencia Profesional. Instituto<br />
Tecnológico del Valle de Oaxaca. 61 p.<br />
5. USO Y MANEJO DE CIPERÁCEAS EN TRES REGIONES DE OAX<strong>AC</strong>A<br />
Gisela Sánchez Cruz•, Marco A. Vásquez-Dávila 1 , Cándida Martínez Callís 2 y Maira Fernández Zequeira 2<br />
1lnstituto Tecnológico del Valle De Oaxaca; giselita82031 l@hotmail.com; 2lnstituto de Ecología y Sistemática de La Habana, Cuba.<br />
Introducción<br />
La etnobotánica es el campo científico que estudia las<br />
interrelaciones que se establecen entre el hombre y las<br />
plantas a través del tiempo y en diferentes ambientes<br />
(Hemández-X, 1970). La familia Cyperaceae son<br />
hierbas parecidas a gramíneas frecuentemente de<br />
lugares húmedos; tiene unos 115 géneros y 3600<br />
especies de acuerdo a Davidse et al., (1994); Catasús<br />
(1997) menciona para esta familia 4000 especies y<br />
Mabberley (2002), menciona 98 géneros y 4350<br />
especies. El objetivo de este estudio consistió en<br />
documentar el uso y manejo de las ciperáceas en las<br />
regiones: Sierra Norte, Valles Centrales e Istmo de<br />
Oaxaca, México.<br />
Materiales y métodos<br />
El trabajo se llevó a cabo en los meses de junio a<br />
diciembre del 2005; teniendo como área de estudio<br />
el estado de Oaxaca (regiones: Sierra Norte, Valles<br />
Centrales e Istmo de Tehuantepec) México; la<br />
fase de campo abarcó los meses de junio, julio, las<br />
dos primeras semanas de agosto y las dos últimas<br />
semanas del mes de noviembre. Se utilizó el<br />
método de entrevistas abiertas y escritas; así como<br />
también caminatas etnobotánicas. Las entrevistas<br />
abiertas fueron con informantes claves (yerberos o<br />
conocedores tradicionales) localizados previamente.<br />
Resultados y discusión<br />
En el Cuadro 1 se enlistan las ciperáceas de Oaxaca<br />
indicando la región, el uso y manejo. Aunque<br />
destaca en la región Sierra Norte el uso artesanal de<br />
Cyperus canus para la elaboración de petates y en los<br />
Valles Centrales se utilizan Cyperus a/temifolius,<br />
Cyperus canus y Cyperus papyrus como plantas<br />
ornamentales, en general se evidencia que esta familia<br />
es poco utilizada y aunque existen comunidades<br />
que le confieren un uso popular con sus respectivos<br />
conocimientos, saberes y manejo tradicionales (por<br />
ejemplo San Juan Yagila en la Sierra Norte) no se<br />
amplia a otras comunidades como normalmente<br />
sucede con otras familias de plantas.<br />
87
Conclusiones<br />
Hernández y Vásquez-Dávila<br />
Cuadro l. Ciperáceas útiles de Oaxaca, México<br />
N. CIENTÍFICO REGIO N uso MANEJO<br />
Cyperus alternifolius L. ve o e<br />
Cyperus articulatus L. 1 M S<br />
Cyperus canus J. Presl. & C. SN, 1, y AyO D<br />
ve<br />
Cyperus odoratus L. 1 M S<br />
Cyperus papyrus L. ve o D<br />
Fuirena sp. 1 M S<br />
Scleria hirtella Sw. 1 M S<br />
Regiones: VC= Valles Centrales; I= Istmo; SN=Sierra Norte. Uso: O= Ornamental; M=<br />
Medicinal; A= Artesanal; Manejo: C= Cultivado; S= Silvestre; D= Doméstico.<br />
En el estado de Oaxaca, específicamente el área de<br />
estudio (región Sierra Norte, Valles Centrales e Istmo<br />
de Tehuantepec) se encontraron siete ciperáceas<br />
útiles con tres categorías antropocéntricas de uso<br />
(ornamental, medicinal y artesanal).<br />
Literatura citada<br />
Catasús, G., L. 1997. Manual de agrostología. Ed.<br />
Academia. La Habana Cuba. 98 p. Davidse,<br />
G., M. Sousa y A.O. Chater. 1994. Flora<br />
Introducción<br />
mesoamericana. Vol. 6. Alismataceae a<br />
Cyperaceae. UNAM. Instituto de Biología<br />
1 Missouri Botanical Garden/ The Natural<br />
History Museum London. México DF. Pp.<br />
402-485.<br />
Hemández-X., E. 1970. Exploración etnobotánica<br />
y su metodología. En: Barrera, A. (ed.) La<br />
etnobotánica: tres puntos de vista y una<br />
perspectiva. Instituto de investigaciones sobre<br />
recursos bióticos. Xalapa Veracruz. 30p.<br />
Mabberley, D. J. 2002. The plant Book. A portable<br />
dictionary of the vascular plants. 2a edition.<br />
Cambridge University Press. United Kingdon.<br />
857 p.<br />
6. ETNOBOTÁNICA DE LAS C<strong>AC</strong>TÁCEAS ENDÉMICAS DE OAX<strong>AC</strong>A<br />
La Etnobotánica estudia las relaciones entre el<br />
hombre y las plantas. Las cactáceas son nativas de<br />
América con alrededor de 1650 especies, en su<br />
mayor parte adaptadas a climas áridos. Se trata de un<br />
grupo monofilético de 3 subfamilias: Pereskiodeae,<br />
Opuntidae y Cactoidae (Reyes y Crisanto, 2001).<br />
El objetivo del presente trabajo es documentar los<br />
nombres comunes, el uso y manejo de las cactáceas<br />
endémicas a Oaxaca.<br />
88<br />
Nelly Hernández Victoria y Marco A. Vásquez-Dávila<br />
Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca; e mail: vihn_55@hotmail.com<br />
Materiales y métodos<br />
A lo largo de un semestre se realizó trabajo de campo<br />
en diferentes localidades de Oaxaca preguntando el<br />
nombre común, el uso local y el manejo diversas<br />
especies de cactáceas endémicas a Oaxaca reportadas<br />
por Hemández y col. (2004).
Resultados y discusión<br />
Importantes como fuente de alimento y otros<br />
satisfactores en muchas de las zonas donde crecen,<br />
por su peculiar aspecto craso y espinoso, las<br />
cactáceas son además plantas muy apreciadas como<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
ornamentales tanto por nacionales como extranjeros<br />
por lo que están sometidas a una presión por el<br />
saqueo y comercio ilegal. En el Cuadro 1 se muestran<br />
los nombres comunes, los usos y el manejo que se<br />
le otorga a las especies de cactáceas endémicas a<br />
Oaxaca.<br />
Cuadro l. Etnobotánica de cactáceas endémicas de Oaxaca, México<br />
ESPECIE N. COMÚN uso MANEJO<br />
Cephalocereus nizandensis Bigui cv SyC<br />
Cephalocereus totolapensis Órgano cv SyC<br />
Mamillaria dehertiana Biznaga o SyC<br />
Mamillaria kreaheenbuehlii Biznaga o SyC<br />
Mamillaria polyedra Biznaga Coy O SyC<br />
Mamillaria rekoi Biznaga Coy O SyC<br />
Mamillaria tonalensis Biznaga o SyC<br />
Opuntia nejapensis Nopal de gato F S<br />
Ortegocactus macdougallii Biznaga o SyC<br />
Peniocereus madcougallii S/nombre o SyC<br />
Pilosocereus quadricentralis Tunillo s/u S<br />
Selenicereus chontalensis Órgano o SyC<br />
Stenocereus chacalapensis Pita yo o SyC<br />
Uso: CV= Cerco vivo; O= Ornamental; Co= Comestible; F=Forraje; S/U= Sin uso; Manejo: S= Silvestre; C= Cultivado<br />
Como puede observarse el uso que predomina<br />
es el ornamental, los frutos de dos especies son<br />
consumidos ocasionalmente y otras son empleadas<br />
como cerco vivo. El Cuadro 2 presenta información<br />
sobre la distribución regional y la categoría de<br />
amenaza según la Norma Ecológica NOM-Ecol-059-<br />
1994 de las cactáceas estudiadas.<br />
89
Conclusión<br />
Hemández y Vásquez-Dávila<br />
Cuadro 2. Distribución y conservación cactáceas endémicas de Oaxaca<br />
ESPECIE DISTRIBUCIÓN STATUS<br />
Cephalocereus nízandensís Istmo Rara<br />
Cephalocereus totolapensís Valles Centrales<br />
Mamillaría dehertiana Valle Centrales Rara<br />
Mamillaría kraehebuehlii Cañada Rara<br />
Mamillaría po/yedra Mixteca<br />
Mamillaría rekoí Valles centrales<br />
Mamillaría tonalensís Mixteca Amenazada<br />
Opuntía nejapensís Mixteca<br />
Ortegocactus macdougallii Cañada Amenazada<br />
Peníocereus macdougallii Istmo<br />
Peníocereus oaxacensís Istmo<br />
Pílosocereus quíadrícentralís Istmo<br />
Selenícereus chontalensís Istmo<br />
Stenocereus chacalpensís Valles Centrales Rara<br />
Se determinaron ocho géneros de cactáceas<br />
endémicas estrictas a Oaxaca que tienen algún nombre<br />
común, son usadas y manejadas: Cephalocereus,<br />
Mammillaria, Opuntía, Ortegocactus, Peniocereus,<br />
Pílosocereus, Selenícereus y Stenocereus los cuales<br />
comprenden a 14 especies. El uso predominante es<br />
el ornamental. Cuatro especies están catalogadas en<br />
la Norma Ecológica NOMEcol-059 como raras y dos<br />
como amenazadas.<br />
90<br />
Literatura citada<br />
Hemández, H. M., C. Gómez-Henestrosa y B. Goettsch.<br />
2004. Cactáceas. En: García Mendoza, A. et al<br />
(coords.): Biodiversidad de Oaxaca. UNAM,<br />
WWF, FOCN. México. p. 199-207.<br />
Reyes J. S. y J. Crisanto. 2001. Cactáceas y otras<br />
plantas nativas de la Cañada, Cuicatlán,<br />
Oaxaca. Instituto de Cactología <strong>Mexicana</strong>.<br />
Vázquez Y., C. 1997. Suculentas <strong>Mexicana</strong>s,<br />
Cactáceas. CVS publicaciones. México, D.F.
Introducción<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
7. Nephila clavipes (Nephilidae, Araneae)<br />
PRIMER REPORTE DE AR<strong>AC</strong>NOFAGIA EN MESOAMÉRICA<br />
Marco Antonio Vásquez-Dávila<br />
Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca. Ex hacienda de Nazareno Xoxocotlán, Oaxaca; marcoantoniov@yahoo.com<br />
El consumo de insectos es un rasgo cultural de<br />
Mesoamérica (área cultural habitada desde la época<br />
prehispánica por diversos grupos étnicos; actualmente<br />
abarca los países de México, Guatemala, El Salvador,<br />
Honduras y parte de Nicaragua). Los indígenas de<br />
Oaxaca, México, ingieren "pan de tierra", hongos<br />
y flores silvestres, ratas de campo, "caquita de<br />
vendado" (el contenido del intestino de Odocoileus<br />
virginianus Zimmerman) y otros alimentos poco<br />
comunes en la culinaria occidental; hasta el momento<br />
no existen informes sobre la aracnofagia en el área.<br />
El objetivo del presente trabajo es presentar el primer<br />
reporte de consumo de una araña (Nephila clavipes)<br />
en Mesoamérica.<br />
Materiales y métodos<br />
La información inicial sobre el consumo de una araña<br />
por parte de los ayuujk (generalmente conocidos como<br />
mixes) del municipio de Santa María Tlahuitoltepec<br />
(ubicado en la región geopolítica de la Sierra Norte<br />
del Estado de Oaxaca) la obtuve en el contexto de una<br />
comida de aniversario realizada en 1997 en el Instituto<br />
Tecnológico Agropecuario de Oaxaca. Posteriormente<br />
realicé una salida de campo a Tlahui (como se<br />
conoce comúnmente dicho municipio) invitando<br />
a ocho alumnos de la Licenciatura en Biología para<br />
realizar una serie de entrevistas y colectar ejemplares<br />
aracnológicos en la Ranchería las Flores. Visitas<br />
posteriores a la misma localidad corroboraron la<br />
información. Luego de comentar el hallazgo con la<br />
Dra. Anita Hoffman (+), de la Facultad de Ciencias<br />
de la UNAM, pude identificar el ejemplar (preservado<br />
en alcohol al 80% y bajo el resguardo la colección<br />
zoológica del IT AO); corroboré dicha determinación<br />
en la Colección Aracnológica Nacional de la UNAM;<br />
el trabajo de campo en las regiones chontal y zapoteca<br />
(en la Sierra Sur de Oaxaca) arrojó nuevos datos sobre<br />
el tema (Vásquez Dávila, 2004).<br />
Resultados y discusión<br />
Los ayuujk de La Ranchería Las Flores perteneciente<br />
al municipio de Tlahuitoltepec consumen a una araña<br />
llamada pock (Nephila clavipes, Nephilidae, Araneae );<br />
saben que teje una telaraña amarilla y fuerte en el bosque<br />
de pino u ocote (Pinus spp) o en los agroecosistemas<br />
(milpa, frijolar) empleando como soporte plantas de<br />
frijol (Phaseolus vulgaris) o maíz (Zea mays); enjulio<br />
las arañas "están tiernitas ... cuando llovizna y vamos a<br />
traer leña, se puede ver su telaraña" ... "se da en la parte<br />
seca cuando las milpas se secan" (esto ocurre entre<br />
noviembre y diciembre) ... No se organizan salidas ex<br />
profeso para recolectar a la araña comestible, sólo se<br />
consume cuando la encuentran por casualidad. ''No<br />
lleva cuidado agarrarla" (porque son inofensivas), se<br />
come como botana, "por puro gusto". Para prepararla<br />
"se lava, se echa en el comal, se le echa sal, la tuestan<br />
y se comen todo". Cabe mencionar que el consumo<br />
de Nephila clavipes no es generalizado entre todos los<br />
miembros de la comunidad, sino preferentemente por<br />
los ancianos, pues a los jóvenes no les gusta su sabor<br />
y prefieren el de la carne. Otros artrópodos conocidos,<br />
usados y manejados por los ayuujk son: cangrejos de<br />
río ( eexy, famila Pseudotelphusidae ); abejas meliponas<br />
(tseen pa'ak, de tseen= ocote y pa'ak=dulce),<br />
chapulines (ajaamyu'u); larvas de coleptero<br />
(quipquiapspec); chicharras (chiquetiu); gusano<br />
de maguey (zastenec; zast=maguey, enec=gusano ).<br />
Cabe destacar el consumo de un megaloptero del cual<br />
conocen perfectamente el estadio larvario acuático<br />
y a los adultos (las personas nos mostraron ambos<br />
ejemplares). Esta información también constituye<br />
el primer registro de un megalóptero consumido en<br />
México.<br />
En el método científico, "siempre existen<br />
antecedentes" (Hemández X., 1979). Siendo un<br />
estudiante de secundaria y sin haber definido mi<br />
campo de trabajo, conocí sobre el tema de las arañas<br />
comestibles por dos amigos. La primera ez fue por<br />
91
el Dr. Rogelio Morales Patiño, quien trabajó muchos<br />
años en el área de los Loxicha (en la Sierra Sur) y me<br />
comentó sobre el consumo de una araña (que ahora<br />
sabemos es laNephila); la segunda vez que supe de ello<br />
fue por la Dra. Gema Orozco Dávila sobre el uso de la<br />
viuda negra (Latrodectus mactans) como estimulante<br />
en el área de Zacatepec Mixes: "cuando los hombres<br />
toman y se les acaba el dinero para comprar cerveza,<br />
levantan una piedra, recogen la araña y la comen, con<br />
ello pueden seguir con los efectos embriagantes".<br />
Años después, un alumno en mi clase de Etnoecología<br />
recogeria el dato entre los zapotecos de Cajonos con la<br />
misma araña y el mismo efecto.<br />
La ingesta de insectos como alimento y<br />
medicina ha sido ampliamente documentada en<br />
Mesoamérica; sin embargo, no existían reportes<br />
sobre aracnofagia en dicha región cultural. El<br />
descubrimiento del consumo de Nephila c/avipes en<br />
tres grupos étnicos de Oaxaca desencadenó una serie<br />
de trabajos académicos y de investigación sobre los<br />
artrópodos de la región, influyendo decisivamente en<br />
la necesidad de contar con una colección aracnológica<br />
en el Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca.<br />
Comentar el hallazgo de la araña comestible<br />
en el salón de clases con los alumnos de Biología<br />
del ITAO, motivándolos a realizar estudios<br />
etnobiológicos y sistemáticos, ha repercutido en el<br />
avance del cocimiento de los artrópodos de Oaxaca:<br />
a) se propició la fundación de dos colecciones<br />
institucionales: la aracnológica y la etnoentomológica<br />
en donde los alumnos participan activamente; b)<br />
recientemente se han realizado tres Residencias<br />
profesionales sobre la clase Arachnida (Scorpiones,<br />
Pseudoescorpiones y arañas asociadas a bromelias)<br />
y otra sobre Etnoentomología de la Valles Centrales;<br />
dicha información se ha presentado en eventos<br />
nacionales e internacionales; en la actualidad se<br />
imparte la materia Biología Animal 2 enfocada hacia<br />
el conocimiento de la diversidad y el uso racional de<br />
los artrópodos (y otros invertebrados) de Oaxaca.<br />
Conclusión<br />
Se reporta por primera vez el consumo de Nephila<br />
clavipes (Nephilidae, Araneae) en Mesoamérica. Tres<br />
grupos étnicos de Oaxaca practican la aracnofagia: los<br />
ayuujk (mixes), los chontales y los zapotecos del sur.<br />
92<br />
V ásquez-Dávila<br />
Literatura citada<br />
Hernández X., E. 1979. El concepto de Etnobotánica.<br />
En: Barrera, A. (Ed.): La etnobotánica, tres<br />
puntos de vista y una perspectiva. INIREB.<br />
Veracruz, México. p. 13-18.<br />
Hernández X., E. 1985. Exploración etnobotánica y su<br />
metodología. En: Xolocotzia, obras de Efraím<br />
Hernández Xolocotzi. Universidad Autónoma<br />
Chapingo. México. Tomo 1: 163-188.<br />
Vásquez-Dávila, M. A. 2004. Valle y montaña: uso<br />
diferenciado de los ecosistemas en la región<br />
chontal de Oaxaca. En: Memoria del Sexto<br />
Simposio Internacional Bienal de Estudios<br />
Oaxaqueños. Instituto Cecil W elte para<br />
Estudios Oaxaqueños y Universidad Regional<br />
del Sureste. Oaxaca, México.<br />
Figura l. Nephila clavipes de la Sierra Norte de Oaxaca (Foto<br />
Gabriela Linares Sosa).
Los mixtecos de Huitepec ocupan gallinas<br />
criollas en rituales de curación en los cerros. Una<br />
gallina o gallo criollo son sacrificados en los lugares<br />
sagrados para curarse de una enfermedad o hacerle<br />
mal a alguna persona, el curandero le pide una gallina<br />
si la persona bajo tratamiento es mujer o un gallo si se<br />
trata de un varón.<br />
Las mujeres chontales de Zapotitlán<br />
diferencian y nombran a sus gallinas de acuerdo a la<br />
forma que presentan: a) chaparrita por su tamaño, ya<br />
que sus patas son cortas de 5 a 7 cm a diferencia de<br />
la gallina común que mide de 9 a 10 cm; b) peluco(a)<br />
porque carece de plumas en el pescuezo; e) sin cola,<br />
porque no tiene cola; d) espinuda, ya que sus plumas<br />
las tiene hacia arriba y se ven chinitas; e) gallina de<br />
granja y f) gallina común; son de diferentes colores:<br />
negras, coloradas, amarillitas, gavilán y una variedad<br />
de combinaciones.<br />
El uso que las mujeres chontales les dan a las<br />
gallinas es para autoconsumo, comercial y medicinal.<br />
Se consumen de 1 a 4 huevos por semana y el consumo<br />
de la carne es cada mes o más tiempo. Los huevos<br />
los venden a 3 x $2.00, los cuales se pueden utilizar<br />
para comer o para incubar y las gallinas las venden<br />
a un precio de $25 a $40 dependiendo del tamaño;<br />
no todas las personas entrevistadas conocen el uso<br />
tradicional, la clara del huevo lo utilizan para curar<br />
la calentura pasándolo por todo el cuerpo y tirándolo,<br />
los pollos chiquitos se los dan a comer a las personas<br />
que no les da hambre y las gallinas negras sirven para<br />
curar el "mal espíritu".<br />
Los mixtecos de Huitepec emplean a las<br />
gallinas criollas para la producción de huevos para<br />
autoconsumo (tres o más veces por semana), para la<br />
venta y para hacerse "limpias" (curación tradicional<br />
de una enfermedad). La misma gallina es una fuente<br />
de alimentación en los días festivos cuando sacrifican<br />
a la más vieja.<br />
El manejo chontal de las gallinas criollas es<br />
muy antiguo, aunque en la actualidad el 85% de las<br />
familias cuentan con dicha especie (comentan que si<br />
quieren recibir apoyos económicos del gobierno, se<br />
les prohíbe tener a las gallinas sueltas en el traspatio ).<br />
De las familias que poseen gallinas, el 60% cuentan<br />
con más de 10 gallinas, el30% de 6 a 10 gallinas y el<br />
resto tiene de 1 a 5. La alimentación de las gallinas está<br />
94<br />
Jerez et al.<br />
basada en maíz en grano, masa de maíz y sobrantes<br />
de comida. El 53% de las personas entrevistadas que<br />
se dedican al cuidado de las gallinas son mujeres,<br />
29% niños, 12% abuelos y el resto hombres.<br />
Las enfermedades que se presentan en las<br />
gallinas criollas son la tos, granos, "patas entiesadas"<br />
y diarrea. Para curar la primer enfermedad, sus<br />
criadoras les dan ajo (Allium sativum L.) con limón<br />
(Citrus liman (L.) Burm.) machacado o agua con<br />
trocitos de sábila (Aloe vera (L.) Burm.); para<br />
los granos utilizan una pomada comercial a base<br />
de Eucaliptus. Las chontales curan la diarrea con<br />
el mismo remedio utilizado para las personas, el<br />
extracto de chaparro amargo (Castella tortuosa Lieb.)<br />
preparado en la localidad. Los parásitos que mas<br />
presentan las gallinas son los cocoyuches (Dermanisis<br />
gallinae), los cuales combaten con Foliad, polvo que<br />
se utiliza para conservar el maíz. Las gallinas de esta<br />
localidad no se vacunan, porque no se cuenta con<br />
personal capacitado, lo que influye en que las aves se<br />
enfermen o mueran.<br />
Literatura citada<br />
Alberti M., P. 2001. Contexto socioeconómico de las<br />
mujeres campesinas e indígenas. En: García.,<br />
M. L. ( ed): El desarrollo rural, un camino<br />
desde las mujeres: género, poder, ciudadanía y<br />
sustentabilidad. EMAS:México. p. 20-31.<br />
Henderson, J. y J. Harrington. 1914. Ethnozoology<br />
of the Tewa Indians. Bureau of American<br />
Ethnology. Washington. Bulletin 56.<br />
Jerez S., M. P., J. Herrera H. y M. A. Vásquez D.<br />
1994. La gallina criolla en los Valles Centrales<br />
de Oaxaca. Reportes de investigación l.<br />
CIGA. Instituto Tecnológico Agropecuario de<br />
Oaxaca. México. 89 p.<br />
Toledo, V.M. 1991. El juego de la supervivencia,<br />
manual para la investigación etnoecológica en<br />
Latinoamérica. CLADES. Berkeley, California.<br />
Vásquez D., M.A. 1994. La cría de gallinas en Oaxaca<br />
en el siglo XVI. En: Jerez S., M. P., J. Herrera<br />
H. y M. A. Vásquez D. 1994. La gallina criolla<br />
en los Valles Centrales de Oaxaca. Reportes de<br />
Investigación l. CIGA. Instituto Tecnológico<br />
Agropecuario de Oaxaca. México. 89 p.
Etnobio/ogía 6, 2008<br />
9. IMPORTANCIA DE LA FAUNA SILVESTRE PARA LOS ZAPOTECOS DE UNION<br />
HIDALGO, ISTMO DE TEHUANTEPEC, OAX<strong>AC</strong>A, MEXICO.<br />
Cintia Natalia Martín Regalado<br />
Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca. Ex Hacienda de azareno, Xoxocotlán, Oaxaca. E-mail: cinthia_l4@msn.com<br />
Introducción<br />
Desde sus orígenes, el hombre ha cazado animales<br />
para alimentarse con su carne, vestirse con sus pieles,<br />
crear herramientas con sus huesos y también obtener<br />
remedios curativos (Starker, 2000). La fauna silvestre<br />
constituye un recurso fundamental para la subsistencia<br />
de las comunidades en el estado de Oaxaca (V ásquez<br />
et al., 1995). El objetivo del presente trabajo es<br />
indagar la importancia que la fauna silvestre tiene<br />
para los zapotecos de Unión Hidalgo, Oaxaca.<br />
El interés por investigar las maneras de como los<br />
grupos indígenas conocen y utilizan su entorno natural,<br />
ha cobrado una relevancia notable en los últimos<br />
años (Toledo et al., 1983). Diversos investigadores<br />
han contribuido al conocimiento de la etnozoología,<br />
entre ellos: Góngora-Arones, 1987, presentó el<br />
aprovechamiento y la importancia de la herpetofauna<br />
para los lacandones de Lacanjá-Chansayab, Sánchez,<br />
2005, realizó una investigación herpetológica acerca<br />
OAX<strong>AC</strong>A<br />
+<br />
N<br />
del conocimiento tradicional mazahua en la Reserva<br />
de la Biosfera Mariposa Monarca, México, March,<br />
1987, analizó la relación de los lacandones con los<br />
mamíferos silvestres y Enríquez et al, 2006, estudiaron<br />
el uso medicinal de la fauna silvestre en los Altos de<br />
Chiapas, México, entre otros.<br />
Materiales y métodos<br />
Unión Hidalgo se localiza en la región del Istmo de<br />
Oaxaca limitando con otros municipios zapotecos<br />
como Juchitán y con huaves de San Dionisio del<br />
Mar (Figura 1). Los datos de este trabajo fueron<br />
recabados en salidas a campo en los meses de octubre<br />
y noviembre del 2006 aplicando entrevistas abiertas<br />
a personas clave; además se realizó una caminata<br />
etnozoológica.<br />
Figura l. Localización de Unión Hidalgo, Oaxaca.<br />
95
Resultados y discusión<br />
La fauna silvestre es importante para la población<br />
zapoteca de Unión Hidalgo por ser parte de una<br />
tradición alimentaria. Se emplean 17 especies de<br />
Martín<br />
la siguiente manera: 13 son comestibles, cinco de<br />
uso ornamental, cuatro son medicinales y seis son<br />
comercializados, de los cuales 16 son vertebrados<br />
(Cuadro 1).<br />
Cuadro l. Lista de especies con sus respectivos usos en Unión Hidalgo Oaxaca.<br />
Nombre común Nombre científico<br />
Alacrán Centruroides sp.<br />
Alcaraván Burhrinus bristriatus<br />
Ardilla Sciurus aureogaster<br />
Armadillo Dasypus novemcinctus<br />
Chachalaca Ortalis poliocephala<br />
Cocodrilo Crocodylus acutus<br />
Conejo Sylvilagus sp.<br />
Gavilán Accipiter sp.<br />
Iguana negra Ctenosaura pectina/a<br />
Iguana verde Iguana iguana<br />
Oso hormiguero Tamandua mexicana<br />
Paloma Zenaida asiatica<br />
Sapo Bufo marinus<br />
Tortuga terrestre Kinosternon sp.<br />
Tortuga marina Orden Testudines<br />
Venado Odocoileus virginianus<br />
Víbora de cascabel Crotalus durissus<br />
El armadillo que en zapoteco del Istmo es<br />
Ngupi, contracción de las palabras zapotecas puerco<br />
y tortuga, porque, en efecto, se trata de un puerco<br />
enconchado, es común consumirlo en la región del<br />
viento (Istmo de Tehuantepec); sin embargo, las<br />
iguanas (Iguana iguana y Ctenosaura pectinata)<br />
son de las más apreciadas en Unión Hidalgo, por su<br />
inigualable sabor, además de ser un platillo tradicional<br />
en Semana Santa. Otra especie de fauna silvestre que<br />
también es consumida por los pobladores de Unión<br />
Hidalgo es el bidxiña (Odocoileus virginianus)<br />
este organismo es preparado de diversas formas; en<br />
guisado, en mole, carne asada, entre otras.<br />
En cuanto al comercio, actividad que distingue<br />
a los zapotecos del Istmo, los huevos de las tortugas<br />
marinas son de los que fácilmente se encuentran en los<br />
mercados de esta región, a pesar de que estas especies<br />
96<br />
Nombre zapoteco Uso<br />
manixubi Medicinal<br />
berelele Comestible<br />
Comestible y Ornamental<br />
ngupi Comestible y Medicinal<br />
xhiga Comestible<br />
be'ñe Ornamental<br />
Lexu Comestible y Ornamental<br />
bisiá huiini' Comestible<br />
guchachí Comestible<br />
guela' Comestible<br />
(bedxe) chiinu' Ornamental<br />
guugu Comestible<br />
bidxi' Medicinal<br />
bigu Ornamental<br />
Comestible<br />
bidxiña Comestible<br />
beoda gubizi Comestible y Medicinal<br />
se encuentran protegidas por normas nacionales e<br />
internacionales.<br />
La víbora de cascabel ( Crotalus durissus)<br />
es utilizada para elaborar con su carne supuestos<br />
remedios curativos contra el cáncer, mito que ha puesto<br />
en peligro a estos animales desde hace ya varios años.<br />
El sapo (Bufo marinus) es utilizado cuando un niño<br />
tiene la enfermedad de papera, el Bidxi' es pasado<br />
varias veces por los cachetes del niño, esto para que<br />
el sapo absorba la enfermedad, después el sapo es<br />
arrojado y muere debido a la papera.<br />
Hacevariosaños,elcocodriloyelosohormiguero<br />
eran utilizados como mascotas, actualmente ya no se<br />
les da este uso debido a la escasez de estos animales en<br />
los alrededores de este municipio.<br />
El único invertebrado que se presenta en la lista<br />
de especies con algún uso es el alacrán ( Centruroides
sp.), a estos organismo es normal encontrarlos en los<br />
meses de marzo a junio que corresponde a la época<br />
de calor, generalmente se les observa en las casas de<br />
tejavana debido a los escondites que les ofrece este<br />
tipo de techado. Después de su captura el animal es<br />
colocado en un frasco con alcohol y otras hierbas que<br />
después servirán como remedio para el cansancio de<br />
las piernas de las personas de edad avanzada.<br />
El conocimiento utilitario que tienen los<br />
zapotecos sobre el uso de la fauna silvestre es amplio<br />
a pesar de los procesos de cambio cultural que se dan<br />
en forma acelerada, amenazando gravemente el acervo<br />
cultural. Lo anterior no garantiza la conservación<br />
de la fauna; en general los zapotecos del Istmo no<br />
toman en consideración si las poblaciones silvestres<br />
se encuentran en peligro de extinción ni emplean<br />
técnicas de manejo in situ o ex situ del recurso fauna.<br />
La enseñanza de la biología de la conservación<br />
para los niños y jóvenes zapotecos y la educación<br />
ambiental para la población zapoteca en general<br />
sería una opción para la preservación de las especies<br />
animales de la región istmeña.<br />
Conclusiones<br />
La fauna silvestre de Unión Hidalgo Oaxaca es<br />
un importante recurso alimentario, ornamental,<br />
medicinal y comercial. Sin embargo, la fauna tiene<br />
Etnobiología 6, 2008<br />
serios problemas de conservación que ameritan<br />
campañas educativas.<br />
Literatura citada<br />
Enríquez V. P., et al., 2006. U so medicinal de la fauna<br />
silvestre en los altos de Chiapas, México. INCI<br />
31 (7): 491-499.<br />
Góngora-Arones, E. 1987. Etnozoología lacandona.<br />
La herpetofauna de Lacanjá-Chansayab,<br />
Veracruz, México. INIREB. 3lp.<br />
March, M. l. 1987. Los lacandones de México y<br />
su relación con los mamíferos silvestres. Un<br />
estudio etnozoológico. Biótica 12 (1): 43-55.<br />
Sánchez N. E. 2005. Conocimiento tradicional<br />
mazahua de la herpetofauna: un estudio<br />
etnozoológico en la Reserva de la Biósfera<br />
Mariposa Monarca, México.<br />
Starker, A. l. 2000. Fauna silvestre de México. 2a.Ed.<br />
Ed. Pax México. México, D. F. 608 p.<br />
Toledo, V. M., Caballero, J., Mapes, C., Barrera,<br />
N., Argueta, A. y Núñez, M. A. 1983. Los<br />
purépechas de Pátzcuaro: Una aproximación<br />
ecológica. 2 3 • Ed. Serie Etnociencia, Cuaderno<br />
Etnobiología 1, SEP/Dir. Culturas Populares.<br />
México, D. F. 54p.<br />
Vásquez Dávila, M.A., E. Katz y G. Estrada L. 1995.<br />
Aprovechamiento faunístico tradicional en<br />
Oaxaca. En: Sociedad y naturaleza en Oaxaca 1,<br />
La tecnología agrícola tradicional. CON<strong>AC</strong>YT<br />
IT AO. Oaxaca, México. p: 255-284.<br />
97
ETNOBIOLOGÍA es una publicación anual de la<br />
<strong>Asociación</strong> <strong>Etnobiológica</strong> <strong>Mexicana</strong>, A.e.<br />
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mismo, está registrada en Periódica.<br />
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Nuestra portada:<br />
El título ETNOBIOLOGÍA se refiere al dominio de<br />
esta disciplina y al objeto de su quehacer.<br />
La imagen muestra a Nephila clavipes, una conspicua<br />
araña cuyas hembras son consumidas por los ayuujk<br />
(mixes), chontales de los altos y zapotecos de la<br />
Sierra Sur de Oaxaca, México. La aracnofagia se<br />
había documentado previamente en Australia, Asia,<br />
África y Sudamérica, pero no para Mesoamérica.<br />
En la toma original se aprecian dos hembras de esta<br />
helmosa araña, su resistente tela (usada en cirugías<br />
como sutura) y parte del fragoso territorio de los<br />
zapotecos de la Sien'a Norte de Oaxaca.<br />
Foto: Gabriela Linares Sosa (Unión de<br />
Organizaciones de la Sierra Juárez de<br />
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