RCD Espanyol de Barcelona SAD Revista Oficial

acompañado por todos los ‘nueves’ de todas las categorías
inferiores, incluyendo los equipos femeninos, no pudo aguantar
la emoción y se le escaparon unas lágrimas. Es más: en
cuanto aparcó el coche se encerró en el vestuario antes de
salir porque sabía que necesitaba recuperarse del shock
emotivo que le iba a tocar vivir en los siguientes minutos.
“No puedo. Estas cosas me emocionan muchísimo. Tengo un
nudo en la garganta que no me deja hablar”, explicó mientras
sus padres y su novia le esperaron discretamente en un rincón
de la ciudad deportiva cercados por la prensa que quería
saber algún detalle más del ídolo que se niega a serlo. Eso
dijo mientras Daniel Sánchez Llibre, unos metros más allá,
y rodeado de micrófonos, apuntaba que “Raúl es nuestro
buque insignia, nuestro modelo, un jugador que es todo un
emblema para los más jóvenes y un ejemplo del trabajo que
se hace en el fútbol base”.
Llegó al club con quince años y por un precio que
suena a frivolidad en un negocio tan profesionalizado y en el
que se manejan, a veces, cifras obscenas. ¡Seis balones!
recibió el Milan de Santa Coloma por un traspaso que se
arregló en una cena en la que el padre de Raúl —“ha sido
siempre la persona que ha estado más encima de mi carrera.
Me ha exigido mucho y tengo que darle la razón. Se lo debo
todo a él”— dio el visto bueno para que su hijo atravesara el
umbral de un club histórico.
Desde aquel día, Tamudo supo que podría llegar a ser futbolista
y que, para eso, “me tocaba ser el que más trabajara.
Conocía mis limitaciones y lo que siempre he intentado ha
sido esconder mis defectos, que no se vieran mucho, por-
REPORTAJE
que, al final, todo se reduce a una milésima de inspiración, de
intuición, de acierto, de estar en el momento oportuno en el
sitio adecuado y con la escopeta cargada”.
— De aquella época recuerdo que les decía a mis padres,
que no se preocuparan, que intentaría vivir del fútbol durante
un tiempo y que luego ya trabajaría en lo que fuese. Mi primer
contrato profesional sirvió para comprarles una casa. Eso era
algo que tenía muy claro en cuanto llegué al primer equipo y
pude hacerlo muy pronto. Cuando las cosas comenzaron a ir
bien, además de divertirme en el fútbol, pedía algo más… títulos,
ser internacional… Todo eso. ¿Quién me iba a decir…?
¿He dicho eso? Madre mía, si parezco el Bisbal!!!!! —grita
entre risas, sin poder contenerse por la gracieta que se le ha
escapado y que sabe que nunca, ni bajo tortura, diría en voz
alta en ninguna entrevista porque allí, ante un micrófono, está
siempre a la defensiva. Otro secreto: posiblemente el Tamudo
más divertido que se haya visto públicamente fue en apenas
unos 30 segundos de tomas falsas que emitió TV3 en un
especial de fin de año en el que el de Santa Coloma, junto a
Xavi, ayudaban al cocinero Sergi Arola a preparar unas tapas.
Sólo se emitieron unas secuencias, pero las risas durante la
grabación duraron minutos y minutos contagiándose entre
todos los presentes en los que se tuvo que repetir, hasta que
casi lo dejaron por imposible, el plano de despedida—. Ahora
miro hacia atrás y veo que he sido muy afortunado, que he
podido hacer lo que más me gusta y que he conseguido
metas que ni siquiera hubiera soñado.
Con contrato hasta el 2010, después de todo este
tiempo le siguen quedando ganas “de levantarme cada día
para ir a entrenar”. A pesar de la competición, de las largas y
tediosas concentraciones, de la tensión, de las caídas,
de alguna patada malintencionada, confiesa que “este
deporte continúa siendo mi pasión. Me encanta jugar,
me encanta competir, me encanta la posibilidad de
seguir marcando goles. Si hasta cuando no juego me
invento partidos en la Play Station… El día que pierda
esa sensación será una mala señal”.
Hay en su vida dos incógnitas, dos preguntas sin respuesta.
Una del pasado y otra del futuro. Una porque es
imposible resolver y la otra porque no se la ha cuestionado
más allá de las próximas horas.
rcde
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