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Libro MÁS PUTAS QUE NUNCA FINAL.indd - Menú Cultural

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eforma, milicia y guerra, son míos exclusivamente, y nadie los<br />

ha conocido... Hay papeles que se suponen míos, que son de<br />

Azuero o de Soto, o de Gómez, que también escriben con hiel<br />

cuando se les antoja. 7<br />

Los granadinos honrados terminaron alejándose despavoridos<br />

del crimen que signifi caba ser hombre público en nuestra América.<br />

Estamos convencidos que Bolívar igualmente se aterraría al concebir<br />

lo que se avecinaba al continente: Estados Unidos no tenía ningún<br />

tipo de obstáculo para hacerse con nuestros recursos, y Bolívar veía<br />

con claridad que volveríamos a ser nuevamente una colonia.<br />

Francisco, pensaba en prospectos de banqueros y grandes<br />

comerciantes para su tren ejecutivo: en la conformación de una casta<br />

oligárquica que dominara completamente la política que sostenían los<br />

godos. Venían a su mente los Uribe y Santamaría, los Arrubla, Montoya<br />

y Lorenzo María Lleras, los Florentino González, Francisco Sotos y<br />

Azuero, acaso algunos de los Mosquera, los Restrepo o Caycedo;<br />

posiblemente José Ignacio Herrán, algunos de ellos dueños de las<br />

salinas de Zapaquirá, Nemocón, Tausa, Chita, Numaque, Recetor,<br />

Pajarito y Chameza, además de ser dueños de grandes potreros y<br />

tiendas. Eso sí, no podía integrar esta casta los venezolanos, por más<br />

ricos que fuesen.<br />

Así, surgió la idea de crear un periódico audaz que comenzara<br />

pues a “invertir los sentidos”. Este fogonazo mediático fue El Correo<br />

de Bogotá, cuyos objetivos apuntaban a atacar a la religión, procurar la<br />

inmigración extranjera, defender los principios del fi lósofo utilitarista<br />

y defensor de la usura, Jeremías Bentham; y fundar una sólida cofradía<br />

masónica. Siguió con éste la proliferación de camarillas de todo tipo, y<br />

Santander para despistar al público, siempre oculto entre sus papeles,<br />

sacó El Patriota, donde aparentaba atacar a su propia logia.<br />

Colombia entera tenía consolidada sus fronteras: Morales era<br />

dueño de Maracaibo, Calzada estaba fuerte en Puerto Cabello, mientras<br />

que los pastusos alzados solicitaban a gritos que Fernando VII se<br />

7 Roberto Cortázar, Cartas y proclamas del general Santander, Librería Voluntad, 1964.<br />

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