VI. Los habitantes de las playas y dunas - Inecol

VI. Los habitantes de las
playas y dunas
EN LAS DUNAS ENCUENTRAN REFUGIO, ALIMENTO, ZONAS DE APAREAMIENTO Y PROTECCIÓN
numerosas especies de animales y de plantas. A pesar de parecer un sitio inhóspito,
difícil de vivir y utilizar, muchas especies se han adaptado y logran crecer y reproducirse.
Algunas especies solamente pueden vivir en las dunas como las especies endémicas, dos de las
cuales desarrollan su vida en los médanos de Veracruz. Son plantas pioneras que requieren del
enterramiento por arena para crecer vigorosas y que no soportan la competencia con otras
plantas. Pocas especies utilizan tanto la playa como las dunas. La mayoría prefieren uno o dos
ambientes. Se necesitarían muchas páginas para hacer un recuento de todos los habitantes de
estos ecosistemas, pero a través de unas pocas imágenes se puede percibir la riqueza de formas
de vida, de tipos, tamaños, colores y adaptaciones.
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Rayadores americanos (Rynchops niger) volando
sobre las olas.

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Hábitats de playas y dunas
Las playas y dunas presentan gran riqueza
de flora y fauna. Algunas de las
plantas son específicas y aun endémicas
de estos ecosistemas, mientras que otras
son de amplia distribución. Son ecosistemas
muy heterogéneos, en gran
parte debido a su topografía y dinámica.
Ello permite que existan zonas protegidas
de la salinidad y del movimiento
de arena, zonas húmedas, otras secas y
aun otras inundadas. Hay zonas donde
la temperatura es muy alta y quema al
tocarla y otras donde se mantiene más
baja durante todo el día. Ello hace que
tanto en playas como dunas existan distintos
tipos de ambientes o hábitats. Se
han clasificado en tres tipos:
• Ambientes donde hay movimiento de
arena, es decir, la arena se acumula y
entierra lo que encuentra a su paso o
bien hay erosión y entonces desentierra.
En estos ambientes hay poca agua.
• Ambientes con agua formando condiciones
húmedas o bien inundadas. El
agua puede ser dulce, salobre o salina.
• Ambientes estables, donde no hay
movimiento de arena, ni se produce
inundación y existen suficientes nutrientes,
por lo que la vegetación que
predomina son pastizales, matorrales
y selvas.
Cada uno de estos ambientes implica
distintas condiciones y rangos de los
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS
principales factores físicos como humedad,
sequía, salinidad, temperatura, enterramiento
o desenterramiento. Hay
distintas plantas y animales que pueden
vivir en cada una de estas condiciones,
por lo tanto el resultado es un ecosistema
heterogéneo y diverso, un mosaico
de comunidades.
A lo largo del perfil de una duna, de
la orilla de la playa hacia tierra firme,
pueden encontrarse varios tipos de
ambientes (A), en función de la topografía
y la cercanía con la fuente de arena,
es decir, la playa. A lo largo de la
duna y dependiendo del tipo de ambiente
es la intensidad de los factores
ambientales (B) que producen perturbaciones
o alteraciones y que a la vez
definen el tipo de ambiente. Los prin-
cipales factores son la inundación de las
hondonadas y la propia playa por agua
dulce o agua marina, la salinidad aérea
producida por la aspersión de las olas,
el viento que mueve la arena y la
acumula o erosiona y las interacciones
entre plantas y animales como competencia
y depredación.
Habitantes de las playas
La playa es uno de los hábitats más
estresantes que existen: alcanza altas
temperaturas en el día, es bañado por
agua salina, la arena se mueve, en el invierno
se erosiona. Por lo tanto son pocas
las plantas y animales que viven en
la playa. Desafortunadamente la mayo-

ía de ellos tienen poca importancia para
los habitantes locales, por lo que no tienen
nombres comunes.
Los organismos más pequeños a simple
vista son las algas. Alrededor de los
granos de arena se adhieren pequeñas
algas verdes que sirven de alimento a
muchos de los filtradores que se entierran
en la parte de la playa bañada por
el mar. Cuando la playa queda expuesta,
si se fija uno con cuidado, la arena
tiene un tinte verdoso en algunas partes,
son estas pequeñas algas.
Pero también hay plantas de mucho
mayor tamaño. Las plantas que se esta-
blecen en la playa se consideran plantas
pioneras. La mayoría son hierbas
como los pastos, las rastreras o pequeños
arbustos erguidos. La riñonina, una
planta con gruesos tallos que reptan
sobre la arena y que pueden quedar enterrados
y volver a emerger, llega a pesar
hasta 30 kilos (de peso seco).
Entre las plantas hay gran variedad
de tamaños y formas, de color y tamaño
de flores y semillas, de forma y
grosor de hojas. Rastreras como la riñonina
(Ipomoea pes-caprae) y la canavalia
(Canavalia rosea) tienen grandes
hojas y tallos gruesos, algunos de más
de 25 metros de largo. Se extienden
sobre la playa y el primer cordón de
dunas formando una especie de sábana
que cubre la arena impidiendo que
el viento la acarree. Toleran el enterramiento
de arena, por lo que son
buenas fijadoras y forman dunas embrionarias.
Ambas tienen flores lilas,
grandes y llamativas. La flor de la riñonina,
en forma de campana, se abre
temprano en la mañana y al caer la tarde
se cierra.
Ipomoea pes-caprae abre sus hojas en la mañana
y recibe el nombre por la forma de la hoja.
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Ipomoea imperatii, con flores blancas y hojas más
pequeñas que la anterior. Es más frecuente en las
dunas embrionarias y en el primer cordón de dunas.
Canavalia rosea, una leguminosa que extiende sus
ramas sobre la arena formando un tapete, al igual
que Ipomoea pes-caprae.
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS

Otras plantas interesantes son los pastos.
Sporobolus virginicus es un pasto bajo,
que crece por estolones, es decir tallos
enterrados que forman raíces cada determinado
tramo. Sobre la arena, solamente
vemos emerger los penachos de
pastos. Es un pasto bajo que forma
inflorescencias en forma de pequeñas
espigas y también acumula arena a su
alrededor, ayudando a la formación de
cordones de dunas.
Palafoxia lindenii es un arbusto bajo,
de hojas alargadas y flores rosa pálido.
Es una especie endémica, lo cual significa
que tiene una distribución geográfica
restringida. En este caso solamente se le
encuentra en las dunas de Veracruz y Tabasco.
También tolera el enterramiento
por arena y tanto en la playa como en las
dunas ayuda a la estabilización. Sus semillas
tienen pequeños pelitos que les
ayudan a dispersarse en las corrientes de
viento y así llegan a otras playas.
El pasto Sporobolus virginicus tiene un crecimiento
a base de estolones.
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LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS

P. 178. Palafoxia lindenii, arbusto pionero que fija
los médanos.
El cangrejo azul (Cardisoma guanhumi) es un habitante de zonas inundables, pero baja a las playas en las
noches de luna llena durante la época de lluvias a desovar.
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La actividad en la playa nunca cesa.
Hay que asomarse lentamente, con precaución, para
evitar a los depredadores.
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS

Aves playeras y aves vadeadoras
En la orilla de la playa, donde el agua
baña la arena, viven muchos invertebrados
enterrados. Son fuente de alimento
para las aves playeras, que llegan aisladas
o en grupos a alimentarse. La mayoría
de las aves playeras migran largas distancias
entre sus áreas de apareamiento y
anidación y sus áreas no reproductivas.
Durante estos recorridos, que para algunas
incluyen más de 4 000 kilómetros,
los playeros dependen de áreas clave para
descanso, alimentación y arreglo de sus
plumas. Algunas veces se congregan miles
de playeros en estos sitios de paso,
donde se alimentan de invertebrados
como insectos, crustáceos, gusanos y arañas,
las cuales les permiten engordar, formar
grasas y proteínas que les sirven de
reserva durante el viaje. Muchos de los
playeros que vemos en las costas de
México son migratorios y se aparean en
Canadá o Estados Unidos.
Entre las aves playeras están los chorlitos
(Charadriidae), los playeritos, zarapitos
y afines (Scolopacidae), y las
avocetas (Recurvirostridae). Es frecuente
ver en las playas y orillas bajas de las
lagunas costeras a varias especies de la
familia de los playeros y zarapitos. En el
mundo hay más de 80 especies y en
México constituyen el grupo más abundante.
Se alimentan de pequeños crus-
táceos, gusanos marinos y moluscos que
viven en la orilla de la playa y que son
descubiertos por las olas del mar. Algunas
de las especies que se pueden
observar en la playa y en el estero son:
el chorlito collarejo (Charadrius collaris), el
chorlito piquigrueso (Charadrius wilsonia),
el chorlito semipalmado (Charadrius semipalmatus),
el chorlito tildío (Charadrius vociferus),
el playero solitario (Tringa solitaria),
el playero alzacolita (Actitis macularius)
y el playero blanco (Calidris alba).
Los playeros tienen las alas proporcionalmente
más grandes que el resto de las
La playa es un punto de reunión de diversos tipos
de aves, algunas reposan, otras buscan alimento.
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aves playeras, y generalmente son capaces
de tener un vuelo fuerte y sostenido, planeando.
Tienen picos y patas más largas
que los chorlitos y caminan continuamente
mientras forrajean, es decir mientras
buscan alimento. Cuando entierran
el pico en la arena o en el fango, los sensores
que están en la punta son capaces
de detectar el movimiento de gusanos y
otras presas. En general son gregarios por
lo que siempre los vemos en grupos.
Los chorlitos son otro grupo de aves
playeras. En México hay únicamente alrededor
de 8 especies. Son aves playeras
que pesan unos 190 gramos y que comen
en peso el equivalente al 33% del
peso de su cuerpo diariamente. Se alimentan
corriendo o caminando varios
pasos, y luego parando. Al detenerse generalmente
picotean y recogen algo de
la superficie como pequeños organismos
marinos, insectos, etc. Miden entre
5 y 38 centímetros, con una cabeza
relativamente grande, ojos largos, cuello
y cuerpo corto y el tamaño de su
pico es corto y relativamente grueso. Las
patas son más o menos cortas.
Las aves vadeadoras, dependen parcialmente
del medio acuático, ya que
no permanecen cerca del agua todo el
tiempo. Sin embargo, están fuertemente
relacionadas con este ambiente ya que
una parte de sus actividades y requerimientos,
sobre todo la alimentación, dependen
del mismo.
Una garza (Ardea alba) esperando el paso de
una presa.
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS

La garza de dedos dorados (Egretta thula), la gaviota reidora americana (Leucophaeus atricilla) y una gallareta
americana (Fulica americana) forman un grupo a la orilla del mar.
La avoceta de pico recto (Himantopus mexicanus)
recorre incansable las playas en busca de alimento.
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La avoceta de pico curvo (Recurvirostra americana)
es otra visitante frecuente de las playas.
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS
El playerito mínimo (Calidris minutilla) forma grupos durante el invierno, a la
orilla de la playa, que buscan alimento activamente.

Las tortugas marinas
Las tortugas son especies emblemáticas
de las playas. Son animales longevos,
pueden vivir de 150 a 200 años según
su especie, pero aun así están muy amenazados.
Estas especies marinas llegan a
la misma playa donde nacieron y ahí
hacen un nido para poner sus huevos.
Las tortugas hacen un recorrido muy
largo y con muchos obstáculos por la
playa hasta encontrar el lugar perfecto
para el desove. Tiene que ser un lugar
en la playa sin vegetación y a cierta distancia,
ya que la marea alta podría lle-
gar al lugar de incubación y arrastrar a
los huevos. Escarban un hoyo y en él
depositan de 50 a 100 huevos. La temperatura
que predomine en el hoyo es
la que determina el sexo de las tortugas.
La incubación puede durar entre
40 o 70 días. Los huevos se enfrentan a
numerosos peligros, como mapaches,
perros, mareas altas y sobre todo traficantes
de huevos y turistas. Las nuevas
tortugas también tienen que escapar de
depredadores (gaviotas y otras aves y
mamíferos) al cruzar por la arena y cuando
van nadando. De pequeñas encuentran
refugio entre los pastos marinos y
En la playa, donde la ola juega, es frecuente ver
golondrinas marinas (Sterna sandvicensis) como la
que aparece a la izquierda de la imagen y la gaviota
reidora americana (Leucophaeus atricilla).
los arrecifes. Después migran cientos
de kilómetros para alimentarse y crecer
antes de retornar a la playa a poner sus
huevos. El hombre ha matado tortugas
para extraer todo: carne, piel, caparazón
y huevos. Ha habido masacres
de tortugas y ahora la mayoría están en
vías de extinción. Actualmente en el
mundo se busca conservar las playas de
desove como parques nacionales o reservas
protegidas.
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Habitantes de las dunas
En las dunas, el ambiente sigue siendo
difícil para la supervivencia. Hay menos
salinidad que en la playa, pero las
temperaturas sobre la superficie de la
arena son más altas, pues también hay
menos viento en pendientes internas.
El movimiento de arena, tanto la
sedimentación o acreción, es decir, el
enterramiento, como la erosión que
produce desenterramiento, son más
intensos que en la playa. Es importante
recordar que la playa recibe aportes
constantes de arena del mar y el oleaje
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS
la redistribuye; en cambio las dunas dependen
de los vientos que solamente
en determinadas temporadas del año
mueven la arena, y como está más seca,
el acarreo es mayor.
En las dunas de Veracruz hay un arbusto
pequeño cuyo nombre científico
es Chamaecrista chamaecristoides, que tolera
tanto el ser enterrada como desenterrada
por la arena en movimiento.
Experimentos han mostrado que aun
cuando solamente la punta de las hojas
queda fuera de la arena, es capaz de seguir
creciendo y emerger. Esta planta,
por sí misma, brinda un servicio am-
Crías de tortugas caminando entre la vegetación
de la playa en busca del mar para iniciar su viaje.
biental fundamental para los habitantes
de Veracruz, vecinos de los grandes médanos
en movimiento: ayuda a estabilizar
la arena con sus raíces, tallos y hojas.
Croton punctatus es un arbusto bajo,
rizomatoso, frecuente en las playas de
Estados Unidos y México. Forma dunas
embrionarias ya que tolera la salinidad
aérea, el enterramiento por arena,
las altas temperaturas y la escasez de nutrientes,
al igual que Chamaecrista.
En las dunas estabilizadas se encuentran
otro tipo de especies. No toleran el

Croton punctatus, una pionera de dunas embrionarias
y dunas móviles.
Chamaecrista chamaecristoides, arbusto pequeño, endémico del Golfo de México,
que estabiliza las dunas móviles exitosamente.
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LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS

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enterramiento por arena, y por tanto no
pueden vivir en las arenas desnudas. Se
establecen una vez que Chamaecrista, Cro-
PP. 188-189. Chamaecrista chamaecristoides es
la primera especie que comienza la estabilización
de sistemas móviles. Puede verse cómo crece vigorosamente
conforme va siendo enterrada y cómo
va modificando la forma de la duna y extendiéndose
sobre ella.
Lantana camara tiene vistosas flores que atraen a
las mariposas.
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS
ton y otras especies pioneras han avanzado
en la estabilización de las dunas.
Son especies herbáceas y arbustivas, y
aun algunas arbóreas. Forman pastizales
y matorrales y con el tiempo llegan a
formar selvas con árboles bajos (de 10-
15 metros de alto) y que pierden sus
hojas completamente durante las secas
(selvas bajas caducifolias) y selvas con
árboles de tamaño mediano (20-25 metros
de alto), algunos de los cuales man-
tienen sus hojas todo el año (selvas medianas
subcaducifolias). Es importante
comentar que en el Golfo de México
ya solamente queda un último remanente
de este tipo de comunidad sobre las
dunas costeras, ya que ha sido talado para
aprovechar la madera y sembrar cultivos.
Este remanente se encuentra en la
reserva del Centro de Investigaciones
Costeras La Mancha (Cicolma) del Instituto
de Ecología A.C., en Actopan.

Schrankia quadrivalvis es una pequeña planta rastrera,
espinosa, de flores atractivas.
Caesalpinia bonduc tiene vainas grandes muy espinosas que albergan dos semillas
grises de gran tamaño.
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Opuntia stricta var. dilleni es un cacto que crece
profusamente en las dunas.
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS
Randia laetevirens es un arbusto abundante con grandes espinas que se conoce
como crucetilla. Sus frutos sirven de alimento a muchas aves.

Enterolobium cyclocarpum, conocida como parota o guanacaste, es un árbol de
copa muy extendida y tronco muy grande, abundante en las dunas y en los
potreros. Su sombra siempre se agradece.
Tecoma stans, conocida como tronadora, es un arbusto
alto que forma grandes racimos amarillos que
motean el paisaje de las dunas estabilizadas.
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LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS

Hay varios tipos de higueras (Ficus sp.) en las
dunas. Algunos como los matapalos forman raíces
que bajan hacia el suelo y dan estabilidad a las
grandes ramas.
Cuando las plantas cubren la arena impiden su
movimiento. Primero los pastos y hierbas forman
un tapete y en las zonas más protegidas comienzan
a crecer arbustos y árboles. El mar de arena
se disfraza, pero las curvas siguen hablando de la
fragilidad de esta cubierta.
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Las selvas de las dunas
Cuando la estabilización avanza en las
dunas tropicales, los matorrales se convierten
en selvas con árboles bajos o
medianos, dependiendo del grado de
humedad y nutrientes. En las zonas más
templadas se establecen bosques de pinos
y encinos.
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS
La fauna
En las dunas también hay fauna, sobre
todo en los ambientes más estabilizados
y en las hondonadas húmedas. Hay cangrejos
rojos, lagartijas, víboras y mamíferos,
y sobre todo numerosas aves.
La zona central de Veracruz, donde se
localizan los grandes sistemas de du-
nas, forma parte de la vía o corredor
de migración de aves rapaces del centro
de Veracruz. Se denomina Río de
Rapaces. Se han registrado más de 95%
de la población global del gavilán de
En las dunas más antiguas los árboles han tomado
el lugar de hierbas y arbustos. Los troncos se elevan
y las lianas se entrecruzan. Sólo el suelo arenoso
nos recuerda que es una duna.

Los halcones fajados (Falco femoralis) utilizan las
dunas como zonas de caza.
Pandion haliaetus o águila pescadora se alimenta
de peces.
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LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS

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LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS
alas anchas (Buteo platypterus), del aguililla
cuaresmeña (Buteo swainsoni) y del
milano migratorio (Ictinia mississippiensis).
Son impresionantes los números
de aves registrados en los conteos de la
migración otoñal. El promedio anual
de individuos registrados de aura roja
(Cathartes aura) es de 1 699 147 individuos,
del aguililla migratoria menor
(Buteo platypterus) es de 1 856 443, del
aguililla cuaresmeña es de 679 776 y para
el milano migratorio es de 118 856.
PP. 198-199. Este trogon de pecho amarillo y cabeza
negra (Trogon melanocephalus) tiene un pico gris
azuloso pálido y su larga cola lo hace inconfundible.
Burhinus bistriatus, conocido como alcaraván americano,
prefiere zonas abiertas y secas como las dunas
donde “corre”.

Loro tamaulipeco (Amazona viridigenalis). El aguililla negra menor (Buteogallus anthracinus) gusta de cazar en zonas de
humedales.
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Dryocopus lineatus es el nombre científico del pájaro
carpintero grande de cresta roja.
La titira puerquito (Tityra semifasciata) recibe este
nombre porque emite sonidos parecidos a los gruñidos
de un cerdito.
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS

Anfibios de las dunas
En las partes más húmedas de las dunas y
donde hay vegetación que proporcione
protección, es posible encontrar varias especies
de anfibios. Entre ellos están el sapo
marino (Bufo marinus), el sapo marmoleado
(Bufo marmoreus), el sapo borracho
(Rhinophrynus dorsalis) y el sapo del Golfo
(Bufo valliceps). También es posible hallar
individuos de la rana arborícola
mexicana (Smilisca baudini) y del tlalconete
amarillo (Bolitoglossa mexicana).
La tórtola de cola larga (Columbina inca) es una
paloma pequeña, frecuente de ver.
Rana de árbol (Smilisca baudini).
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Tortuga chachagua o pochitoque (Kinosternon leucostomum).
Lagartija de vientre rosado (Sceloporus variabilis),
confundiéndose con el tronco de un árbol.
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS

Reptiles de las dunas
En las hondonadas, donde llega a inundarse
es posible encontrar tortugas como
el pochitoque (Kinosternon leucostomum),
que al secarse su hábitat se entierra hasta
que retornen condiciones más favorables.
También se pueden encontrar el
niño o salamanqueza (Coleonyx elegans),
el tilcampo (Ctenosaura acanthura), la
iguana verde (Iguana iguana), el huico
verdiazul (Cnemidophorus deppii) y el
huico costeño (Cnemidophorus guttatus).
Otros reptiles, del grupo de las víboras
son abundantes en los pastizales, matorrales,
selvas y hondonadas de las
dunas costeras. Entre ellos están la mazacuata
(Boa constrictor), la sabanera de
dos manchas (Coniophanes bipunctatus),
la sabanera de vientre rojo (Coniophanes
imperialis) y la sabanera rayada (Conophis
lineatus), el tilcuate (Drymarchon
corais), el falso coralillo (Lampropeltis
triangulum) y el coralillo verdadero (Micrurus
diastema), la culebra escombrera
(Leptodeira frenata), el bejuquillo pardo
(Oxibelis aeneus) y la culebra voladora o
petlacoba (Spilotes pullatus).
Garrobo (Ctenosaura acanthura), tomando el sol
en las raíces de un árbol.
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Víbora bejuquillo (Oxybelus aeneus).
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS
PP. 206-207. Iguanas verdes jóvenes (Iguana iguana).
La boa o tatuana (Boa constrictor) se encuentra
frecuentemente enredada en las ramas de
los árboles.

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LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS
Mamíferos de las dunas
Cuando se establece una selva que brinda
alimento, refugio y terrenos para cazar,
se pueden encontrar, además de
gran cantidad de aves, anfibios y reptiles,
mamíferos. Si embargo en estos casos
la extensión debe ser grande o estar
conectada con hábitats adecuados tierra
adentro. Entre los más frecuentes
estaban el tlacuache común (Didelphis
virginiana), el armadillo (Dasypus novemcinctus),
el brazo fuerte (Tamandua mexicana),
el coyote (Canis latrans), la zorra
gris (Urocyon cinereoargenteus), el tigrillo
(Leopardus wiedii), el zorrillo de espalda
blanca (Conepatus leuconotus), el tejón o
pizote (Nasua narica), el mapache (Procyon
lotor), el venado cola blanca (Odocoileus
virginianus) y el conejo de castilla
(Sylvilagus floridanus). Hoy en día es difícil
poder avistar un mamífero en los
sistemas de dunas.
Conformando un ecosistema
En las dunas conviven distintos ambientes
y diversas etapas de estabilización.
Cerca del mar, donde la arena está acumulándose
en la playa y cubriendo las
dunas, las zonas móviles o activas siguen
en constante movimiento. Cuando las
plantas estabilizan la arena y la inmovilizan,
las plantas pioneras van desapare-
Murciélagos volando en la noche.

El tlacuache cuatro ojos gris (Philander opossum)
se ayuda del rabo para caminar por las ramas de
los matorrales y selvas de las dunas.
Mosaico que muestra los distintos ambientes que
pueden encontrarse en un sistema de dunas,
así como los diversos grados de estabilización
del sistema.
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ciendo y dejando el lugar a las especies
de pastizales, de matorrales y finalmente
de selvas. Una duna es un mosaico
heterogéneo, una mezcla de parches con
diferente grado de estabilización y
distintas formas de crecimiento de las
plantas, que conjunta desde las zonas
inundables, las húmedas hasta las secas.
Adaptaciones a los ambientes
de dunas
A lo largo de este escrito se ha visto
que la vida en la playa y en las dunas
no es fácil. Las condiciones ambientales
son extremadamente limitantes.
Los principales factores a los que las
plantas y animales deben enfrentarse es
al movimiento de arena que entierra o
desentierra plantas y madrigueras, la
sequía que deseca las células, la salinidad
que produce sequía fisiológica,
las altas temperaturas, el viento y la escasez
de nutrientes.
Las plantas invierten mucha energía y
recursos en crecer y formar tejido fotosintético.
Cuando quedan enterradas,
este tejido ya no recibe la luz y hay que
crear nuevo, por lo tanto para la planta
es un esfuerzo aún mayor, en un ambiente
escaso en nutrientes y agua. Hay
plantas como Chamaecrista, adaptadas a
estas condiciones, al grado que crecen
Individuo de Chamaecrista chamaecristoides casi
desenterrado, pero aún muestra hojas en la punta
de las ramas; con las siguientes lluvias y algo de
arena se volverá a recuperar.
LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS

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LOS HABITANTES DE LAS PLAYAS Y DUNAS
mejor cuando quedan enterradas. Posiblemente
se debe a que ello impide
la entrada de otras especies y por tanto
tiene menos competencia por recursos
de por sí escasos; otra posible razón
complementaria es que en la arena nueva
que la va enterrando, hay nutrientes
y micorrizas disponibles, que van a favorecer
su crecimiento.
Las semillas de dunas también tienen
adaptaciones interesantes. Las semillas
son la parte de la planta que puede
moverse y encontrar nuevos sitios adecuados
para que la planta crezca. La dispersión
es el mecanismo que usan las
plantas. Las semillas se dispersan por
distintas vías (agua, viento, animales) y
aquellas que logran germinar y la plántula
establecer serán capaces de formar
semillas, dispersarlas y seguir colonizando
nuevas áreas. En las dunas el viento
es un factor de dispersión muy importante,
por lo tanto hay muchas semillas
aladas que aprovechan las corrientes
para moverse de un lado a otro. Pero el
viento también mueve arena y las entierra.
Hay semillas, como las de Chamaecrista,
que son capaces de deslizarse
sobre la arena y no se entierran. Siempre
están sobre la superficie de la arena
y cuando llegan las primeras lluvias,
germinan. La sal puede llegar a ser tóxica
para muchas plantas. Sin embargo se
ha visto que hay especies de dunas cu-
Plantas con grandes ramas reptantes soportan el
enterramiento y vuelven a brotar metros más adelante,
como el caso de Ipomoea imperati.

yas semillas germinan mejor después
de haber estado en contacto con la sal
y ser lavadas con agua de lluvia.
Hay muy poca información sobre
las adaptaciones de las especies de animales
que viven en las dunas. Las
principales adaptaciones son a nivel
de conducta, y por ello muchas de
las especies modifican su ritmo de vida
para moverse en las horas de menor
temperatura. Buscan la cobertura que
dan las plantas y por ello encontramos
a la mayoría de la fauna en los matorrales,
selvas y pastizales, y casi nada
sobre arena desnuda. La mayoría de
los animales de dunas costeras aparecen
en la madrugada y al caer la tarde,
como los cangrejos rojos o bien
son de hábitos nocturnos.
Las playas y dunas son hábitats de gran
cantidad de especies. Sus diferentes
ambientes y la variedad de condiciones
espaciales y temporales que presentan
permiten la presencia de un gran número
de plantas y animales con distintos
requerimientos. Sin embargo, para
mantener esta biodiversidad, se requiere
de sistemas de dunas móviles y otros
estabilizados o semimóviles, así como
de zonas inundables, zonas húmedas y
otras secas. Hay que recordar que los
sistemas de dunas son dinámicos y su
forma de mantenerse es a través de procesos
de estabilización y desestabilización.
Ello implica tener suficiente área
o superficie de estos ecosistemas como
para permitir que en el tiempo y en el
espacio se mantenga esta dinámica.
Fruto de una trepadora, que al abrirse libera numerosas
semillas que son acarreadas por el viento
hacia nuevos sitios.
VERACRUZ, MAR DE ARENA 215