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AS 1


i ARTÍCULOS ENSAYO<br />

*<br />

*<br />

*<br />

10 CRÓMICAS<br />

*<br />

*<br />

1 ENTREVISTA<br />

S CRITICAS<br />

Correspon<strong>de</strong>jtcia Guare-schi-López Rubio Enrique Víla Selma<br />

España y la orientación <strong>de</strong> la cultura Adolfo Maíllo<br />

Apariencia y sinceridad Antonio Manuel Campoy<br />

La pintura y el sentimiento inconsciente José Luis EstéVez<br />

La itustracián. se in<strong>de</strong>pendiza José María jíove<br />

Saint Michel, una montaña viviente. Josefina R. Sanjurjo Salgado<br />

I<strong>de</strong>as ée Europa ... ... ... ... Manuel Liaeano<br />

Cinco informaciones <strong>de</strong> ía vida catalana<br />

Granada, Sevilla, Alicante. Galicia, Guipúzcoa. Cáceres, Ciudad<br />

Keaí, Albacete, Segovía, Jaén, Salamanca. Marrueco», Cádiz ... ...<br />

* Con Marín Beneyto., ,. Pilar Narvíón<br />

* Teatro<br />

* Cine ..<br />

* Libros<br />

* Arte ..<br />

2 ' NARRACIONES<br />

* Rocaola ... ... ... . . Mosérs<br />

* El pésame Jorge Ferrer-Vidal<br />

7 COMIMMfSTAS<br />

* Regina García<br />

* José íavier Aíeixandre<br />

* Antonio Castro Villacañas<br />

* Juan Goraig<br />

Página<br />

5<br />

13<br />

14<br />

29<br />

30<br />

28<br />

10<br />

12<br />

25<br />

31<br />

... ... ., ... S<br />

... 9<br />

, 27<br />

... 16<br />

El Indiscreto ... ... 39<br />

Juan Pérez Creus .,. ... 39<br />

Juan Emilio Aragonés ... 40<br />

1 LIBRO DE POEMAS<br />

Quinta <strong>de</strong>l 42<br />

1 B Ü J A :<br />

A N C I E L A S C O<br />

m «ATENEO»: Emisiones por el Tercer Programa <strong>de</strong> Radio Nacional,<br />

todos tos días 1 y 15, a earg© <strong>de</strong> Juan Emilio Aragonés<br />

A NUESTROS LECTORES ^ I**"* 1110 a«»i«ro <strong>de</strong> esta revista se publicará el 1 <strong>de</strong> septiembre.<br />

No aparecerá, pues, ef correspondiente al 15 <strong>de</strong> agosto.<br />

La difícil coní>ervaeíóa <strong>de</strong>l ritmo habitual en el acopio <strong>de</strong> originales durante esta época <strong>de</strong> veraniega<br />

dispersión <strong>de</strong> colaboradores hace aconsejable conce<strong>de</strong>r una vacación a lo* lectores <strong>de</strong> nuestro quincenario.<br />

Concedida, lectores. En compensación, nos proponemos ofrecer, tal vez en el otoño, un extraordinario <strong>de</strong><br />

NUESTRA PORTADA<br />

$ nuestra portada, una estampa da «L'IHustration», grabada por<br />

Miranda en 1873. Ahora que eí asfalto quema en las ciuda<strong>de</strong>s,<br />

mientras las playas se cubren <strong>de</strong> bañistas, refresca nuestras páginas<br />

ssta <strong>de</strong>liciosa escena <strong>de</strong> la «frenoniUere», un «watering place», ios elegantes<br />

<strong>de</strong> entonces la llamaban asi, situado en los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong><br />

París y que reemplazaba a TrouviBe y Dteppe para los hombres ocupados<br />

en ta noche. «Canoiiers», cerveza, casetas <strong>de</strong> baño a franjas<br />

rojas, blancas y azules,- zambullidas, sombrillas. El dibujo <strong>de</strong> ilustración<br />

<strong>de</strong> revistas es, precisamente, el tema a que <strong>de</strong>dica su sesción, en<br />

este número, José María Jové. (Páginas 3C-31).<br />

16<br />

17<br />

kkV<br />

NEO<br />

.1<br />

^l<br />

TTO-1<br />

ANO IV - NUMERO 86<br />

MADRID, 1 - 8 - 1955<br />

1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1955


ESTE subtítulo ha sido<br />

puesto por nosotros<br />

al artículo-ensayo<br />

<strong>de</strong> Adolfo Maíllo que encontrará<br />

el lector en la<br />

página 13 <strong>de</strong>l presente<br />

número.<br />

El tema en que Maíllo toma postura es interesante<br />

por diversos motivos. De un lado, por su actualidad,<br />

ya que ía in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia o <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

los intelectuales, o como ahora se dice, <strong>de</strong> su «engagement»,<br />

motiva algunas polémicas y da ocasión<br />

a bastantes malentendidos. De otro lado, porque<br />

en una misma respuesta (la que da Maulo y personalmente<br />

suscribo) coinci<strong>de</strong>n dos mentalida<strong>de</strong>s tan<br />

diferentes como la cristiana y ía comunista.<br />

Para el comunismo real, para el comunismo orgánico<br />

y vigente <strong>de</strong>l Kremlin, los intelectuales son<br />

un género <strong>de</strong> trabajadores enrolados, como los <strong>de</strong>más,<br />

en el proceso <strong>de</strong> la producción; no se tolera a<br />

los intelectuales <strong>de</strong>sviarse <strong>de</strong> las líneas <strong>de</strong> este proceso;<br />

eí intelectual participa en él tan regladamente<br />

como la vaca, el tractor, el metalúrgico o el funcionario.<br />

Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> nuestra religión no<br />

se compren<strong>de</strong> cómo el intelectual pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse<br />

a sí mismo <strong>de</strong>sligado <strong>de</strong>l prójimo, aislado en compañía<br />

<strong>de</strong> su «élite» o solitario en su propia «persona-<br />

SEÑOR<br />

DE<br />

ATENEO<br />

lidad ilustre»; el concepto romántico <strong>de</strong>l «genio»<br />

señero, libre, altivo, espontáneo y soberano, choca<br />

<strong>de</strong> frente con el primer mandamiento <strong>de</strong> ía Ley <strong>de</strong><br />

Dios, y con la figura entera <strong>de</strong> Jesucristo que se<br />

da a los hombres completo, inteligencia y palabra,<br />

alma y vida, comprensión, indulgencia, habla, silencio,<br />

amor.<br />

Por esta razón <strong>de</strong> coinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> dos tan diferentes<br />

campos en.una misma respuesta, no faltará<br />

quien juzgue «socialista» la tesis <strong>de</strong> Maulo, aunque<br />

él, muy hondamente, señala cómo la servidumbre<br />

social <strong>de</strong>l intelectual consiste en «vivir activamente<br />

la caridad». Entre nosotros, españoles, fue ía Institución<br />

Libre <strong>de</strong> Enseñanza quien, <strong>de</strong> hecho, <strong>de</strong>sligó<br />

a los intelectuales <strong>de</strong> la caridad y produjo ese tipo<br />

esteticista, amoral, engreído, cínico e «in<strong>de</strong>pendiente»,<br />

que sigue todavía siendo el «<strong>de</strong>si<strong>de</strong>rátum» <strong>de</strong><br />

bastantes escritores agraviados porque no siempre<br />

se les respeta y adula.<br />

Lo que antece<strong>de</strong> pue<strong>de</strong><br />

parecer, no sin razón,<br />

DERECHISTAS<br />

una censura contra ciertas<br />

manifestaciones <strong>de</strong>l<br />

izquierdismo intelectual.<br />

Pero me interesa señalar<br />


MARÍA Beneyto se enteró <strong>de</strong> que íia-<br />

" l bía alcanzado ei premio <strong>de</strong> nuestra<br />

revista por un telegrama que se le envió<br />

a Valencia, don<strong>de</strong> resi<strong>de</strong>; pero cuando<br />

ya me puse en contacto directo con<br />

ella no estaba muy convencida <strong>de</strong> que<br />

fuera ei suyo precisamente eí primer<br />

premio Por 1» fotografía se advierte<br />

bien claro que es una criatura joven,<br />

alegre y sencilla. Por sus <strong>de</strong>claraciones<br />

se advierten muchas mas cualida<strong>de</strong>s<br />

todavía más interesantes.<br />

—¿Quieres explicarnos la síntesis argumenta!<br />

<strong>de</strong> tu novela?<br />

—Es un relato <strong>de</strong> la invasión <strong>de</strong>l<br />

tiempo sobre una niña <strong>de</strong> sensibilidad<br />

enfermiza p <strong>de</strong> sus reacciones psicológicas<br />

ante dicha «invasión*. Todo retadonado<br />

con eí ambiente en que vive,<br />

que es el <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>sto barrio <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>,<br />

y el <strong>de</strong> ios seres que la ro<strong>de</strong>an.<br />

Pue<strong>de</strong> ser también la tragedia <strong>de</strong>l hombre<br />

<strong>de</strong> letras fracasado, encarnada en<br />

el padre <strong>de</strong> la protagonista (y quizá el<br />

protagonista real <strong>de</strong> la novela).<br />

—¿Cuál es el perfil psicológico <strong>de</strong> la<br />

protagonista?<br />

—Ya digo; es una criatura enfermiza,<br />

<strong>de</strong> sensibilidad excesivamente <strong>de</strong>spierta,<br />

en guien., por esta razón, se polariza<br />

el sufrimietJo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. No<br />

es un retrato <strong>de</strong> niña muy alegre. Y<br />

sin- embargo, no hay en él exageración.<br />

Bs un retrato real,<br />

—¿Un retrato real? ¿Qué quieres <strong>de</strong>cir<br />

con eso? ¿Tiene algo que ver contigo<br />

la protagonista?<br />

—Comprendo dón<strong>de</strong> quieres ir a parar<br />

con esta doble pregunta, pero na<br />

tengo ningún inconveniente en <strong>de</strong>clarar<br />

la parte autobiográfica <strong>de</strong> la novela<br />

Por lo pronto, queda localizada en el<br />

ambiente en que vívi en mi niñez, por.<br />

Que yo fui a <strong>Madrid</strong> muy pequeña, con<br />

mi familia. Puedo <strong>de</strong>cirte, sin embargo,<br />

que la novela está preparada para que<br />

parezca más biografía <strong>de</strong> lo que es,<br />

en lo cual tuve que echar mano <strong>de</strong> la<br />

literatura y novelar, novelar mucho<br />

(como, por otra parte, ocurre a casi todos<br />

los biógrafos y autobiógrafosj.<br />

—Bueno; ahora hablemos <strong>de</strong> María<br />

Beneyto escritora.<br />

—Mi historial literario comienza eí<br />

año 4?, con la edición <strong>de</strong> mí libro <strong>de</strong><br />

versos ^Canción olvidada». Ese libro<br />

contenía toda la producción poética <strong>de</strong><br />

mi adolescencia, que...f bueno, <strong>de</strong>jémosla<br />

dormir, (Sin embargo, te aclaro que<br />

no eran poemas <strong>de</strong> tipo amoroso, como<br />

suele acontecer, que algo es algo...} Luego<br />

estuve mucho tiempo callada —sólo<br />

publicando alguna cosita en revistas—,<br />

hasta el año 52, en que lancé otro libro<br />

<strong>de</strong> versos, ya mayorcito, con el titulo<br />

<strong>de</strong> *Eva en el tiempo». Por entonces<br />

comencé a publicar algún cuento en<br />

resistas <strong>de</strong> noveles. «Rumbosa me dio<br />

un premio pequeñito, y otro nUmbrals-<br />

(Tengo suerte, ¿sabes?, con los cuentos<br />

que presento a concursos. Casi todos me<br />

los premian.} Así, en un concurso que<br />

organizó sLa Actualidad Española» tí<br />

53, tuve un premio, y otro fue el «accésit»<br />

<strong>de</strong> ATENSO, sin olvidar el <strong>de</strong> la<br />

Fiesta <strong>de</strong> las Letras <strong>de</strong> Tomeüoso. Todx*<br />

en el 53f que <strong>de</strong>bió ser mi año <strong>de</strong> grada,<br />

pues t&mbién en poesía me fue<br />

bien. La Diputación <strong>de</strong> aquí me concedió<br />

el premio Valencia* <strong>de</strong> poesía* dotado<br />

con diez mil pesetas, a! tiempo que<br />

obtenía un hermoso primer zaccésit»<br />

<strong>de</strong>l Bascan. Junto a un año tan pictó-<br />

maestros: D1CKI<br />

pesimista<br />

es novélame, toao participa ae la<br />

cjue se llama villa<br />

ENTREVISTA CON MARÍA BENEYTO<br />

e co?as, el 54 no trajo más novedad<br />

que la edición <strong>de</strong>l libro premiado<br />

•por la Diputación, ^Criatura múltiples.<br />

Y g£ 55..., esto. ¿Te parece poco? Concretándonos<br />

a novela, &La invasión» la<br />

tengo escrita <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace cinco o seis<br />

años. Lo que hice es arreglarla un poco<br />

últimamente, y, sobre todo, abreviarla<br />

Tengo otra novela, que habré <strong>de</strong> volver<br />

VICENTE GAOS<br />

Nació en Valencia el 31 <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong> 1913. AIBí hizo sus estudios <strong>de</strong>l Bachillerato,<br />

licenciándose ©a Filosofía y<br />

Letras por la Universidad <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>.<br />

Escribe poesía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su adolescencia.<br />

En 1943 obtuvo el Premio Adonais con<br />

el Eforo <strong>de</strong> sonetos «Arcángel <strong>de</strong> mi<br />

noche», obra, con ia que se dio a conocer<br />

<strong>de</strong> forma <strong>de</strong>finitiva en el mando<br />

literario. Cuatro años mes tar<strong>de</strong> se<br />

publicó su segundo libro <strong>de</strong> poemas:<br />

«Sobre la Tierra». SSn la votación qae<br />

O<br />

egrta<br />

a escribir si quiero aprovecharla, aunque<br />

ya no me gusta. Todas mis ÜBSÍOnes<br />

las concentro en una que comienzo<br />

ahora, $Las amazonas*. El tema es<br />

ambicioso, y me pue<strong>de</strong> un poco, pero<br />

espero sacarlo a flote, Dios mediante.<br />

Otra ilusión que tengo es la <strong>de</strong> formar<br />

un libro <strong>de</strong> narraciones. Pero extenso.<br />

F, claro, para eso necesitaría tener más<br />

hicieron vatios críticos, escritores y<br />

profesores pava elegir tos nueve* poetas<br />

más importantes <strong>de</strong> la generado»<br />

<strong>de</strong> posguerra, salió elegido entre los<br />

nombres más prestigiosos, figurando,<br />

por tanto, oa la famosa «Antología<br />

consultada». Es un magnifico traductor<br />

<strong>de</strong> poetas ingleses y franceses:<br />

E I i o t, Pégny, Rimbaud.» Conferenciante,<br />

crítico literario y profesor.<br />

Actualmente explica I¿engua y Literatura<br />

españolas es una Universidad<br />

<strong>de</strong> Nueva York. Recientemente ha<br />

publit-iílo en la colección O Crece- o<br />

Muere el ensayo titulado «Poesf» y<br />

técnica poética».<br />

NOTA AUTOBIOGRÁFICA<br />

Nací en enero <strong>de</strong> 1921, en Elehe (Alicante).<br />

Corsé BachOíeraio y estadios<br />

<strong>de</strong>l Magisterio en Alicante, don<strong>de</strong> ejerzo.<br />

Mi vocación literaria arranca <strong>de</strong> la<br />

adolescencia. Aatores como Miré, «Azorín»,<br />

Valle laclan, sin contar con los<br />

poetas, especialmente Becqacr. Tagore<br />

y Hol<strong>de</strong>rlin, influyeron en mis primeros<br />

versos. Siles, en cierto modo, me revelaron<br />

el sentido armonioso y creador<br />

<strong>de</strong> la palabra.<br />

Publiqué en Alicante, y en 1940, un<br />

hbrito <strong>de</strong> versos: «Perlas <strong>de</strong>l silencio».<br />

HP colaborado luego, sin continuidad,<br />

en algunas revistas poéticas: «Intimida*<br />

Poética», «Verbo», «Agora», «Ebro»,<br />

«Al-Motamíd», «Galatea», y en otras'<br />

publicaciones pedagógicas y literarias.<br />

En !958, estando en Tarragona, publi-<br />

material && gue tengo... Asi que voy<br />

a ponerme a trabajar en. serio. Hasta<br />

ahora he sido muy perezosa; pero ese<br />

se acabó. (Y tendré que olvidar un poco<br />

la poesía —aunque me duela—, que es<br />

lo que más me absorbe.)<br />

—¿Cómo ves a la mujer <strong>de</strong> hoy?<br />

—¿Cómo quieres que la vea? ¿Acaso<br />

no formo parte <strong>de</strong>l clan? La perfecta<br />

mujer actual es para mi aquella gue<br />

<strong>de</strong>fien<strong>de</strong> su femineidad a toda costa y<br />

aun la extien<strong>de</strong> sobre él quehacer <strong>de</strong><br />

hoy, tan poco propenso a la ternura,<br />

como sabes,<br />

—¿Qué problemas <strong>de</strong> la Humanidad<br />

<strong>de</strong> hoy te apasionan?<br />

—Me preocupa la actualidad ád<br />

mundo sobre todo, y no me dirás que<br />

eso no es un problema apasionante. Lo<br />

que pasa es que es también un problema<br />

sin aparente solución y que, aúe.<br />

más, trae gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>cepciones... En otra<br />

dirección, comprendo que <strong>de</strong>biera interesarme<br />

más por la situación jurídica<br />

<strong>de</strong> la mujer y Jodo eso que ahora se<br />

discute, pero te~confieso que jamás senti<br />

gran<strong>de</strong>s veleida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tipo feminista.<br />

Personalmente me es igual ser mujer i&<br />

hoy que mujer <strong>de</strong> hace dos siglos. No<br />

veo gran<strong>de</strong>s ventajas, francamente.<br />

—Dejemos a las mujeres, <strong>de</strong>jemos a<br />

la Humanidad en masa, y dime: si tuvieses<br />

que regalar un tesoro a los niños,<br />

¿qué les regalarías?<br />

—¡Ah, los niños.' Ese sí que es un.<br />

problema apasionante. Cierta clase <strong>de</strong><br />

niños. Sí yo tuviera mucho dinero... Pero,<br />

bueno, voy concretamente a la pregunta.<br />

Pues mira: iría y les regalaría<br />

cosas que tú, y yo, y otros ex niños <strong>de</strong><br />

nuestra generación no tuvimos: un<br />

mundo bueno, ya que no feliz. Y enor.<br />

mes dosis <strong>de</strong> esperanza... Les regalarte<br />

nuestras tempranas <strong>de</strong>cepciones vitales<br />

para que las echaran a la. basura y les<br />

dotaría <strong>de</strong> fuertes espaldas para sostener<br />

todo lo que se cae. ¡Les regalaría<br />

tantas eosasf<br />

—¿Charlamos <strong>de</strong> los hombres? ¿Qué<br />

virtud moral consi<strong>de</strong>ras que está en crisis<br />

entre nuestros contemporáneos?<br />

—La caridad en todas sus acepcionet.<br />

Y precisamente cuando más falta hace...<br />

Sí; lo peor es esta lucha sorda entre<br />

unos y otros, con todos sus COBÍbalismos<br />

adyacentes,<br />

—Bien; seamos nosotras un poco carrfcatJvas,<br />

y vamos a piropearlos. ¿Cuál<br />

gué «Poemas», coa tm protege <strong>de</strong> Carmen<br />

Con<strong>de</strong>.<br />

Mí incursión ea la novela ia <strong>de</strong>ba *<br />

«Teresa Ferrer», que mandé al eonesiso<br />

<strong>de</strong> «La Novela <strong>de</strong>l Sábado» y eon la<br />

coa] quedé finalista, publicándose en<br />

«] año 1954.<br />

Escribí luego «Un aire <strong>de</strong> amor envenenado»,<br />

novela gue me <strong>de</strong>cidí a enviar<br />

al concurso <strong>de</strong> ta revista ATENEO.<br />

Tengo en prensa un libro <strong>de</strong> poemas:<br />

«La lacba elemental».<br />

Obras inéditas: «La casa <strong>de</strong> la caite<br />

Navajeros», nWocdo en la aurora», «Los<br />

milagros <strong>de</strong> la calle <strong>de</strong>l Pez».<br />

1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 19SS


es la virtud que les supones en alza en<br />

estos momentos? •<br />

—No sé concretamente si habrá gran<strong>de</strong>s<br />

virtu<strong>de</strong>s en alza ahora, en él momento<br />

en que vivimos. Por lo menos<br />

no se dan asi, en dosis masivas, como<br />

para- generalizar'. Pero, mira, yo, a pesar<br />

<strong>de</strong> todo, no soy pesimista con nuestro<br />

tiempo. Veo, por <strong>de</strong> pronto, mucha<br />

gente bienintencionada. Gente que se<br />

esfuerza, que quiere edificar algo bueno.<br />

Quizá algo bueno y nuevo al mismo<br />

tiempo. Si no hay gran<strong>de</strong>s virtu<strong>de</strong>s<br />

hay, por lo menos, buenas intenciones.<br />

Y esperanzas,<br />

—¿Cuáles han sido tus gran<strong>de</strong>s maestres<br />

literarios?<br />

—En poesía, todos los Que conozco <strong>de</strong><br />

entre los buenos. De ellos aprendí, y<br />

seguiré aprendiendo aún mucho tiempo.<br />

Te hago gracia <strong>de</strong> los nombres porgue<br />

es larga la lista. En novela, como es<br />

principalmente un díptico, ahí va: Dickens<br />

y Dostoyevski, como dioses mayores.<br />

También Balzac y también otros<br />

autores más cercanos; pero esos d&s, en<br />

la cumbre,<br />

—¿Sientes un interés especialmente<br />

Ccorrespon<strong>de</strong>ncia<br />

LÓPEZ Rl<br />

C<br />

OÍMPLETAMENTE <strong>de</strong> acuerdo en que<br />

para aceptar el teatro <strong>de</strong> López Rubio<br />

í>*y Que estar dispuestos a soportar<br />

gitu?e>oites <strong>de</strong> película americana, *absurila<br />

entre nosotros, don<strong>de</strong> tendría un<br />

<strong>de</strong>senlace rápido sin lugar alguno para<br />

«se diálogo ameno con que el señor<br />

López Rubio la esmalta y la adoba»<br />

< Antonio ¿ttotta),<br />

0c acuerdo también en que lo expuesto<br />

por su argumento por cualquiera<br />

<strong>de</strong> ellos «no pasa <strong>de</strong> ser bisutería fina»,<br />

así como también que «sus damas y<br />

caballeros pertenecen a la más insípida<br />

Horacios parasitaria <strong>de</strong>l mondo actual»,<br />

y que «lo peer es la frivolidad esencial<br />

por la que los problemas miníanos<br />

que pue<strong>de</strong>n sernos comunes a todos adquieran<br />

un matiz que ios sitúa en un<br />

mundo «part«». {Nicolás González<br />

Ruiz.)<br />

López Rubio, excepto en «Alberto»,<br />

practica el tipo <strong>de</strong> comedia que hemos<br />

dado «n llamar psicológica, como si todo<br />

argumento, annqae no sea teatral,<br />

no estuviera basado en la. psicología.<br />

Admitiendo el típo <strong>de</strong> comedia psico-<br />

' lógica, ao es <strong>de</strong> extrañar qne sus argumentos<br />

estén basados en las pequeñas<br />

cuestiones conyugales, que ofrezca<br />

facetas repetidas <strong>de</strong> los mismos argumentos<br />

y, buscando una novedad difícil,<br />

sutilice hasta extremos inconcebibles:<br />

tal el caso' <strong>de</strong> «Veinte y cuarenta».<br />

La comedia psicológica, que tmfo los<br />

remotos orígenes nada menos que en<br />

pasado teatro feminista <strong>de</strong> Enxlqne Ibsen,<br />

ha tenido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces ana tradicléB<br />

n* interrampida en ningún país<br />

<strong>de</strong> Europa. En España, sin hablar <strong>de</strong><br />

Benaveate, encontramos tantas facetas<br />

distintas cerno ásteres ha tenido el genero.<br />

En la generación <strong>de</strong> anteguerra<br />

nada había más afín entre sí, y al mis-<br />

ATENEO<br />

apasionado hacia alguna figura viva <strong>de</strong><br />

la Humanidad actual?<br />

—Tanto como pasión... Pero, mira<br />

simpatizo mucho con algunas «primeras<br />

cabezas» vivas. No te diré nombres<br />

porgue para mí el viejo político, el gran<br />

músico, d sorpren<strong>de</strong>nte escritor y hasia<br />

el futbolista y la artista <strong>de</strong> cine<br />

—¿por qué no?— son criaturas novelabres<br />

<strong>de</strong> enorme Interés humano... Tu<br />

como periodista, lo sabrás bien. Y no<br />

te asuste lo <strong>de</strong>l futbolista y la artista<br />

<strong>de</strong> cine, aunque solo se trate, en et<br />

fondo, <strong>de</strong> seres primarios. $pn trozos <strong>de</strong><br />

nuestro tiempo. Y todo vive, todo vale<br />

literariamente, ¿no crees? Todo es una<br />

partecita minúscula <strong>de</strong> esta alegría<br />

^-queramos o no— Que se llama vida...<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> todas estas preguntas y<br />

respuestas, que las dos hemos hecho<br />

con mucha seriedad, en la charla al<br />

margen se adivina en María Beneytcan<br />

estupendo y sano sentido <strong>de</strong>l humor,<br />

que no asoma «oficialmente» por<br />

culpa <strong>de</strong> una timi<strong>de</strong>z cautelosa <strong>de</strong> la<br />

que ella, por otra parte, presume un<br />

PILAR NARVION<br />

mo tiempo más distinto, qoe las<br />

<strong>de</strong> Honorio Maura, Linares Rivas, Gregorio<br />

Martínez Sierra. Ningún otro género<br />

dramático, ni el histórico, ha pagado<br />

con tanta rapi<strong>de</strong>z, tan sin <strong>de</strong>jar<br />

huella, como estas dirí latas visiones anguladas,<br />

inverosímiles las más <strong>de</strong> las<br />

veces, <strong>de</strong> cuestiones triviales entre nevsenajes<br />

que no tienen profundidad ninguna.<br />

Los <strong>de</strong>fectos, pues, <strong>de</strong> José López Rubio<br />

serán <strong>de</strong>fectos comunes al género<br />

teatral que cultiva,, y no propios, exclusivamente,<br />

<strong>de</strong> su obra.<br />

May acertados han estUdoJos críticos<br />

al enjuiciar cada una <strong>de</strong> las obras <strong>de</strong><br />

este autor; muy sutiles al advertir <strong>de</strong>fectos<br />

y virtu<strong>de</strong>s. Jamás na autor ha<br />

sido tan bien tratado, tan justamente<br />

juzgado como «L Pero Jamás se ha hablado<br />

<strong>de</strong> la rara semejanza que timen<br />

machísimas <strong>de</strong> sus frases con las <strong>de</strong>l<br />

finisecular Osear Wü<strong>de</strong>.<br />

Al azar, una <strong>de</strong> ellas:<br />

Escribió Wíl<strong>de</strong>: «Es malo que hables<br />

<strong>de</strong> ano, pero hay algo itnucho peor; que<br />

no hablen.»<br />

Escribió López Rubio en «Veinte y<br />

cuarenta»; «Es molesto para los artistas<br />

que les pidan autógrafos. Es más<br />

molesto qne no se los pidan.»<br />

¥ <strong>de</strong>spués, algo inconcreto, vago, que<br />

recuerda cien nombres ingleses o franceses<br />

en cada una <strong>de</strong> las reaforttmadas<br />

frases <strong>de</strong>l diálogo. Supongamos, por<br />

ejemplo, nna: «El dinero es algo gue<br />

los hombres inventamos para las mu-<br />

Aparte estas pequeneces, quedan cesas<br />

más importantes que advertir. No<br />

ya que et tema <strong>de</strong> «El remedio en la<br />

memoria» no es nada original —recor<strong>de</strong>mos<br />

tos célebres cuentos <strong>de</strong> Voltaire,<br />

«La otra comedia», <strong>de</strong> Somerset Mattg-<br />

CONFIEMOS EN EL MIEDO.<br />

L<br />

OS gran<strong>de</strong>s sabios <strong>de</strong>l musido,<br />

siete vivos y uno muerto, entre<br />

eiíos cinco premios Nobel, firmaron,<br />

un documento que, publicado en la<br />

prensa <strong>de</strong> Londres, foé reproducido<br />

por ía <strong>de</strong>l mundo entero. Es, como<br />

se sabe, un tremendo y angustiado<br />

aí"iso a los estados mayores <strong>de</strong> la política<br />

mundial sobre el inminente<br />

riesgo <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción absoluta <strong>de</strong> la<br />

Humanidad que llevan en sí las armas<br />

<strong>de</strong> energía nuclear.<br />

Estos sabios se extien<strong>de</strong>n en consi<strong>de</strong>raciones<br />

acerca <strong>de</strong> las horrendas<br />

consecuencias qne la expansión <strong>de</strong><br />

las oí»d!»s mvivas acarrearían a la<br />

especie humana, no sólo en la generación<br />

que las emplease, sino en<br />

las siguientes, por espacio <strong>de</strong> vanos<br />

siglos<br />

¡Los sabios! ¡Lo» inefables sabios!<br />

Por esa ley que hace tocarse<br />

a ios extremos, los cerebros orfteeres<br />

tienen macho <strong>de</strong> puerilidad.<br />

¿Qué cosas nuevas pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>cir los<br />

sabio —como no sea técnicamente—<br />

a los gran<strong>de</strong>s capitanes <strong>de</strong> la política<br />

sobre las consecuencias <strong>de</strong> «na»<br />

armas que esos mismos gobernantes<br />

están ensayando reiteradamente? ¿Es<br />

que DO están patentes ¡todavía! las<br />

consecuencias <strong>de</strong> Hirosima, producto<br />

infantil <strong>de</strong> la ciencia nuclear, sí se<br />

la compara con la madurez alcanzada<br />

nor las superbombas H, C y U?<br />

£vos sabios avanzan en sus especulaciones,<br />

posesos <strong>de</strong>l ansia febril<br />

<strong>de</strong>l «más allá» y arrancan sus secretos<br />

al universo. Con júbilo infantil<br />

lanzan sus <strong>de</strong>scubrimientos, los<br />

divulgan, y cuando los po<strong>de</strong>rosos se<br />

los apropian y les emplean en el<br />

mal, los pobres sabios, aterrados,<br />

quieren poner remedio a esas trágicas<br />

<strong>de</strong>sviaciones que ellos no supieron<br />

prevenir, y o bien procuran la<br />

compensación creando unos premios,<br />

como NóbeL o bien intentan evitar<br />

el mal con anas advertencias tardías,<br />

como esas <strong>de</strong> los ocho firmantes<br />

<strong>de</strong>l documento en cuestión.<br />

"Todo inútil. Después <strong>de</strong> la creación<br />

<strong>de</strong>l Premio Nobel y la patética<br />

<strong>de</strong>claración <strong>de</strong> su fundador, los<br />

hombres continuaron empleando la<br />

dinamita y sus formidables <strong>de</strong>rivados<br />

para la <strong>de</strong>strucción, y <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> la advertencia <strong>de</strong>l 8 <strong>de</strong> iolio seguirán<br />

«onstrayendo armís <strong>de</strong> energía<br />

nuclear.<br />

Ahora bien, ¿llegarán a emplearlas?<br />

To lo dudo; más bien creo que<br />

la superpoteneia <strong>de</strong> esas armas asegura<br />

la paz, que resulta muy di'ícfi<br />

si se basa en an <strong>de</strong>sarme mundial,<br />

par^ el rwal sería n«ícesaña la absoluta<br />

le^ltarl <strong>de</strong> todos los Gobiernos,<br />

rosa


Dados» sería una copia servil <strong>de</strong> «Budas<br />

<strong>de</strong> sangre»; «Carta a París* tendría<br />

una indiscutible influencia en «Yerma»;<br />

«Barriada», <strong>de</strong> Julio Alejandro,<br />

evocaría «Historia <strong>de</strong> una escalera», estrenada<br />

na año antes, y ésta, a su vez,<br />

recordaría «La calle», <strong>de</strong> EUner Rice,<br />

estrenada por la Xirgtfi nada, menos<br />

que en el año 1930, y «Siempre», 4e Jo-<br />

!ia Maura, sería consecuencia <strong>de</strong> «I-a<br />

plaza <strong>de</strong> Berketey*.<br />

Todo lo dicho es natural. Todos estamos<br />

enterados <strong>de</strong> eilo y, lógicamente,<br />

ne DOS extraña. Shakespeare no inventó<br />

ni un solo argumento; hasta «La fterefilia<br />

domada» tiene un marcado argnítn-nto<br />

jnacinaniielista.<br />

Pero sí es nuevo que «José López Kobio<br />

haya coincidido coa GoarescSü.<br />

«Celos <strong>de</strong>l aire» es, sin duda, la mejor<br />

eomedla <strong>de</strong> «no <strong>de</strong> los mejores dramáticos<br />

actuales; y, sin diida también,<br />

el final <strong>de</strong>l acto secundo es uno <strong>de</strong><br />

Ua gran<strong>de</strong>s aciertos <strong>de</strong> la obra.<br />

Sin recorday qne el graeios© Gervasio<br />

parece arrancado <strong>de</strong>l avispado sirviente<br />

<strong>de</strong>l segundo acto <strong>de</strong> la latal «Pspirvsa»,<br />

veamos <strong>de</strong> qué »xtraña maocrp<br />

coinci<strong>de</strong>n López Rubio y el humorista<br />

GaaresehL<br />

tn «El marido colegial», <strong>de</strong> Guaresehi,<br />

Cariota, casada con Camilo, observa<br />

gue su mujer juguetea <strong>de</strong>scaradamente<br />

con el señor Medítalo Filet.<br />

Camilo, encendido por los celos, habla<br />

con Robinia, ptims <strong>de</strong> su mujer, que.<br />

en el fondo, s© siente atraída por Camilo,<br />

y aconsejado por etla, <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n<br />

iniciar una escena <strong>de</strong> amor para dar<br />

celos a sn esquiva Carlota. Y escribe el<br />

italiano:<br />

« granítico <strong>de</strong> la costa: en el país <strong>de</strong> lo*<br />

unicornios, ají I ico símbolo <strong>de</strong>. I a virginidad<br />

.<br />

AI bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> fa carretera, coches <strong>de</strong> todas<br />

ías nacionalida<strong>de</strong>s. Terrazas llenas <strong>de</strong><br />

gente, <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>raos peregrinos que toman<br />

el soí sorbiendo whisky. Be vez en cuando,<br />

algaria que otra tienda <strong>de</strong> campaña.<br />

Y al enfilar el dique que conduce directamente<br />

al monte, veo a an lado y a<br />

otro la marea baja, «na playa íalsa tte<br />

arenas movedizas en don<strong>de</strong> a adié te<br />

ítaña.<br />

—Aquí hay <strong>de</strong>sgracias todos los año»<br />

- nos dicen- ; estas arenas son peligrosísimas.<br />

Conforme nos acercamos, Ift niebla se<br />

disipa, y, al <strong>de</strong>tenerse el coche ante la<br />

mole inmensa <strong>de</strong>l monte, me siento sobrecogida<br />

y pequeña. Unos jóvenes vestí*<br />

dos <strong>de</strong> «i 1 reres jaeques». que han venido<br />

1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1955


e-<br />

Ueza se <strong>de</strong>be al abad Robert <strong>de</strong> Torigny<br />

y en suya época la influencia espiritual<br />

ác Saint Michel se extendió por todo el El coro y el <strong>de</strong>ambulatorio, ya góticos,<br />

Occi<strong>de</strong>nte. Sobre la abadía, una bella y fueron edificados, asimismo, sobre una<br />

se r?na iglesia románica: su crucero se cripta y datan <strong>de</strong> I4S2. Mo<strong>de</strong>rnísimo gó-<br />

alienta sobre la pirámi<strong>de</strong> tniñeada <strong>de</strong>l tico con aire expresión isla.<br />

simnte y sus braaos reposan sobr' dos cartillas<br />

subterráneas: la <strong>de</strong> San Martín, al LA MARAVILLA<br />

Sur. v la ile loa Treinta Cirios, s<br />

E! último bastión áe la corona anglonomutnda<br />

pasó, con Felipe Augusto, aí<br />

reino <strong>de</strong> lo» Lises. Devoto <strong>de</strong>l Arcángel y<br />

hábil político, Felipe Augusto dio sumas<br />

enormes al Santuario; así fue cómo e*<br />

abad Jourdaia pud» llevar a cabo su<br />

grandioso proyecto.<br />

En el flanco Norte <strong>de</strong>l monte se alzan<br />

naus gigantescos muros <strong>de</strong> 240 pies <strong>de</strong><br />

largo por 108 <strong>de</strong> alto. Tres pisos se superponen<br />

audazmente sobre una serie <strong>de</strong><br />

criptas abovedadas. Son la Liraosnería,' la<br />

Bo<strong>de</strong>ga, la Sata <strong>de</strong> loa Caballeros, la Sala<br />

<strong>de</strong> Huéswdr-- el Refectorio v ©1 Claustro.<br />

¡Toaos loa <strong>de</strong>partamentos necesarios<br />

para la vida y la hospitalidad monacales!<br />

Sobre las columnülas <strong>de</strong>l claustro —góíico<br />

<strong>de</strong> principios <strong>de</strong>l xm—, típicamente<br />

francés, cortesano y frágil, las mochetas<br />

ostentan todas wa motivo diferente: el<br />

Cor<strong>de</strong>ro Pascual, OQ vendimiador, Dios<br />

Padre, «na. crass extraña, una roseta. Coiunmíllas<br />

y mochetes están ejecutadas en<br />

esa blanda piedra caliza tan propia <strong>de</strong> las<br />

construcciones normandas, pero el resto<br />

es granito; todas las edificaciones abaciales<br />

son graníticas como la misma roca <strong>de</strong><br />

que forman parte y que baja hasta la<br />

playa <strong>de</strong> Canéale. Esta es la Maravilla,<br />

equilibraba y fuerte, ligera y aérea. Y su<br />

construcción no daté más «pie veinticinco<br />

a partir <strong>de</strong><br />

LA TOMBELA1KE<br />

A una altura <strong>de</strong> 40© pies pobre el nivel<br />

d*-l mar, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la escalera <strong>de</strong> encaje «ranítíeo<br />

que circun<strong>de</strong> el ábsi<strong>de</strong>, la vista se<br />

mer<strong>de</strong> en el arenal y raí eí mar lejano.<br />

TVro si sr mira en dirección norte, podré<br />

verse muy cerca un pequeño islote <strong>de</strong>shabitado,<br />

pobre y salvaje y sin belleza.<br />

Es la Tombeüaine. Un islote tan antiguo<br />

f-f»mrt el monte, «roe tiene también su leyenda<br />

v su Iitstoria.<br />

La leyenda nos había <strong>de</strong> an extraño<br />

cómbete habido entre el rey Arturo y un<br />

gigante, por haber éste encantado y dado<br />

i«lote es, según la leyenda, la tumba <strong>de</strong><br />

Plena; mas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la atalaya <strong>de</strong> piedra,<br />

yo no he podido ver el más mínimo rastro<br />

<strong>de</strong> IB vieja tumba.<br />

La historia nos dice cómo este islote<br />

fue lugar <strong>de</strong> la resistencia inglesa, e»<br />

1^72. frente a la abadía, <strong>de</strong>fensora ya <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>rechos franceses. Y cómo tras la victoria<br />

<strong>de</strong>l monte, convertido eJ Arcángel<br />

.San Miguel en el símbolo <strong>de</strong> la naciente<br />

Francia, el Rey Luis XI establecía en él,<br />

en agosto <strong>de</strong> 1469, la se<strong>de</strong> <strong>de</strong> la primera<br />

or<strong>de</strong>n nacional: la Or<strong>de</strong>n Militar'<strong>de</strong> San<br />

Migue!.<br />

El Mont Saint MicheU que hubo <strong>de</strong> sufrir<br />

los estragos <strong>de</strong> innumerables guerras,<br />

tempesta<strong>de</strong>s e incendios (el raye- incendió<br />

el monte trece veees en el curso <strong>de</strong> su<br />

historia, siendo, quizá, uno <strong>de</strong> estos rayos<br />

ci que diera lugar al milagro referido<br />

por Bereeo. según el cual sólo se salví<br />

el retablo <strong>de</strong> la Virgen y el Niño), ha logrado,<br />

merced a las infinitas restauraciones<br />

<strong>de</strong> siglo» diferentes y a la impresión<br />

<strong>de</strong> sug estilos diversos, la belleza compleja<br />

que hoy conserva.<br />

ft adiós al Mont Saint Míche! en un»<br />

bella tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> julio- La abadía <strong>de</strong>saparepe<br />

<strong>de</strong> nuevo en la lejanía y, conforme<br />

avanzamos, bajo la bruma ligera, «I tu»»'<br />

te recobra su aspecto fantasmal a la faor»<br />


EL TEATRO EN LA CAMPAÑA DE<br />

J| ENTRO <strong>de</strong> fa campaña <strong>de</strong> extensión<br />

cultura! que la Diputación <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong><br />

viene <strong>de</strong>sarrollando en ios pueblos <strong>de</strong> la<br />

provincia, se iia celebrado por primera<br />

ve? este año un ciclo <strong>de</strong> representaciones<br />

teatrales.<br />

La iniciativa partió <strong>de</strong> Eugenio Lostáu<br />

diputado provincia!, y aprobado el proyecto<br />

por la Diputación, se encomendó<br />

su realización al Teatro Popular <strong>de</strong>l Departamento<br />

<strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong> la Delegación<br />

Nacional <strong>de</strong> Educación, teatro constituí'<br />

do en su totalidad por actores jóvenes*<br />

machos <strong>de</strong> ellos universitarios, y dirigido<br />

por Gustavo Férez-Puíg.<br />

De este primer eiclo he podido asistir<br />

únicam»nl- - a las rrpresentaciones ofrecida*<br />

en alcalá <strong>de</strong> Henares, ante la portada<br />

<strong>de</strong> la Universidad, y puedo garantizar<br />

¡a extraordinaria acogida que los espectadores<br />

complutenses dispensaron al<br />

Teatro i*opu!ar, al igual que, según ee<br />

me informa, había sucedido antes en Torrelagima.<br />

Aran juez y Colmenar Viejo.<br />

En Alcalá <strong>de</strong> Henares se representaron<br />

w Ifigenia», <strong>de</strong> Eurípi<strong>de</strong>s, en versión <strong>de</strong><br />

José María Rincón, y t-El con<strong>de</strong>nado por<br />

<strong>de</strong>sconfiado», atribuida a Tirso <strong>de</strong> Molina,<br />

y ec los restantes pueblos mencionados,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> estas dos obras, se monta<br />

famMéti «Tres sombreros <strong>de</strong> copa», <strong>de</strong><br />

Miguel Mihura.<br />

Las representaciones tuvieron siempre<br />

carácter gratuito, y los pueblos <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong><br />

han respondido con entusiasmo ?1 generoso<br />

empeño <strong>de</strong> la Diputación asistiendo<br />

en masa a las representaciones. Honradamente,<br />

me parece que éste es el camino<br />

para (jae el teatro vuelva a s*;r un<br />

espectáculo j*>pular en Fspaña, y todos<br />

cuanto? esfuerzos conduzcan a la continui»<br />

dad e intensificación <strong>de</strong> campañas como<br />


«Ingenia», áe EnrípMes<br />

Sea quien fuere su autor —que no es<br />

cuestión para §er dilucidada aquí y ahora—.<br />

la obra contiene indudables calida<strong>de</strong>s<br />

dramáticas que consignen acrecentar el interés<br />

«leí esencial problema teológico que<br />

en día se plantea: el <strong>de</strong> la libertad y la<br />

pre<strong>de</strong>stinación <strong>de</strong>l alma, según los supuestos<br />

<strong>de</strong> la polémica que sobre la gracia<br />

sostuvieron los Padres Báñex y Molina, y<br />

que eu la comedia, acor<strong>de</strong> eon la rese-lu-<br />

«»n <strong>de</strong>l Papa, se ¿acusa a £ar#r <strong>de</strong>l raolinisrao,<br />

haciendo el aufot qoe e! contumas<br />

pecador salve si alma, porque nunca<br />

le ialtó la le en la misericordia <strong>de</strong> Dios,<br />

en tanto se con<strong>de</strong>na el asceta, que dndó <strong>de</strong><br />

esta misma misericordia.<br />

La resáófi <strong>de</strong> José María Rincón acaso<br />

pecó <strong>de</strong> excesivamente esquemática, aun<br />

cuando es <strong>de</strong> justicia reconocer que no<br />

faltas en ella singana <strong>de</strong> las escenas fundamentales<br />

y qoe ha hecho fácilmente inteligibles<br />

los párrafos más oscuros <strong>de</strong>l orí-<br />

Tanto Fernando Delgado como Ángel<br />

Menéndbz supieron matizar nnrjr a<strong>de</strong>cuadamente<br />

sos respectivos y nada cómodos<br />

personajes —Enrice y Paslo, respectiva,<br />

mente—. Sin embargw, la careada <strong>de</strong> mi-<br />

«ófanos hubiera hecho peligrar e! buen<br />

éxito <strong>de</strong> la representación» a no ser por<br />

el brío y potencia coa que Fernando Guillen<br />

y Blanea SendJno dijeron sn» partes,<br />

consiguiendo que- el resto <strong>de</strong> los intérprete*<br />

elevara» el tono, que en. principio era<br />

<strong>de</strong>masiado bajo para qae pudiese llegar a<br />

los espectadores, Pilar Lasaña! Pedro Bel-<br />

Irán, Márcele Yurfe y el propio Peres-<br />

Puig, que se ñó obligado a improvisar,<br />

secundaron con acierto a los anteriormente<br />

citados.<br />

ATENEO<br />

JOAQUÍN DICENTA y<br />

ERNESTO VELLVE "<br />

A Compañía Renacimiento,<br />

L por Joaquín Dicenía y José María<br />

Seoane, ha estrenado en el teatro Lara<br />

JUAN EMILIO ARAGONÉS «Tres sombreros», <strong>de</strong> Mlhur»<br />

lina comedia <strong>de</strong> tema rabiosamente actttat»<br />

y <strong>de</strong> factor» torpe y vieja. Si<br />

«El hogar en la calle» se hubiera escrito<br />

coa na mínimo <strong>de</strong> picardía- escénica<br />

y coa un criterio- mas acor<strong>de</strong><br />

con las exigencias <strong>de</strong>l teatro mo<strong>de</strong>rno,<br />

la comedia sabría armado on gran al*<br />

borato, logrando nray probablemente ara<br />

bnea éxito <strong>de</strong> público-, porque su asunto<br />

es <strong>de</strong> los que interesan y apasionan<br />

a todo tipo <strong>de</strong> espectadores.<br />

Si esto ne &a ©camáo sólo puedo<br />

achacarlo al sentido anacrónico qae<br />

Joaquín Dicenta y Ernesto VelKS han<br />

<strong>de</strong>mostrado tener <strong>de</strong> lo que el teatro<br />

requiere actualmente para ser aceptado.<br />

No falta en esta comedia ningún elemento<br />

<strong>de</strong> cuantos reiteradamente se<br />

han <strong>de</strong>nunciado como inadmisibles en<br />

el buen arte dramático: la escena inicial<br />

a cargo <strong>de</strong> dos criados, que nos ponen<br />

en antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la situación;<br />

la absoluta vulgaridad <strong>de</strong> un lenguaje<br />

que resta toda eficacia a las verda<strong>de</strong>s<br />

que se dicen; <strong>de</strong> cuando en cuando, una<br />

evi<strong>de</strong>nte imitación <strong>de</strong> las frases seodofilosóficas<br />

que tanto se prodigaron<br />

en el teatro <strong>de</strong> Benavente —y ya oportunamente<br />

dijo éste: «Bienaventurados<br />

nuestros imitadores, porque <strong>de</strong> ellos serán<br />

nuestros <strong>de</strong>fectos»; la inclusión <strong>de</strong><br />

escenas marginales que preten<strong>de</strong>n ser<br />

trascen<strong>de</strong>ntes —<strong>de</strong> otro modo no se justifica<br />

sn inctosióa—, y que no pasas<br />

<strong>de</strong> anodinas, y, sobre todo, el escamotee<br />

—inhábil, a<strong>de</strong>más— <strong>de</strong> las situaciones<br />

más difíciles» que tos autores han<br />

solucionado, por la vía más cómoda,<br />

entre bastidores, y este es el caso <strong>de</strong><br />

la <strong>de</strong>cisiva escena entre Angeles y Fernando<br />

Monterrey, ele la que los espectadores<br />

sólo pue<strong>de</strong>n conocer el feliz <strong>de</strong>senlace,<br />

pero no los caminos que siguieron<br />

para llegar a él.<br />

Joaquín Dicenía y Ernesto Vellvé han<br />

hecho constar en el programa: «Si alguien<br />

se encentrase parecido en cualquier<br />

personaje <strong>de</strong> esta comedia, no culpe<br />

a los autores, que no tuvieron intención<br />

<strong>de</strong> hacer ea ella semejanza alguna<br />

personal». De^<strong>de</strong> Inego, la nota no hubiese<br />

estado <strong>de</strong> más en el caso <strong>de</strong> qae<br />

el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la comedia hubiera respondido<br />

a su concepción, puesto que los<br />

problemas aue en. ella han querido<br />

plantearse: los negocios sucios, el estraperto-<br />

las fortunas amasadas al margen<br />

<strong>de</strong> la ley, son muy <strong>de</strong> nuestro tiempo;<br />

pero la <strong>de</strong>safortunada plasmación<br />

<strong>de</strong> la I<strong>de</strong>a ha restado fuerza a ésta,<br />

y difícilmente pu«<strong>de</strong> nadie reconocerse<br />

en «nos personajes tan elementales e<br />

inconsecuentes como los que aparecen<br />

en «El hogar en la calle». Be lo dicho<br />

pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ducirse que carece <strong>de</strong>! neeesa-<br />

.•io vieor la intención citieista, y en a«gúo<br />

modo purifica<strong>de</strong>ra, con qae la comedia<br />

fue escrita.<br />

Con la salvedad <strong>de</strong> Amalia Kodrígaez<br />

—espléndida <strong>de</strong> gesto y ton» en el<br />

tercer acto— y o> José Mr»ría Seoane,<br />

poco hicieron los áemás intérpretes por<br />

dos, <strong>de</strong> García y Ros, tan anserómees<br />

como la obra.<br />

ESDE luego, no es cosa qae se<br />

D haya Inventado ahora —ni para<br />

escribir las cuatro lineas <strong>de</strong> esta columna<br />

vale la pena tampoco remontarse<br />

a los grandiosos tiempos primeros<br />

<strong>de</strong>l teatro en Grecia— las representaciones<br />

dramáticas al aire iit>re.<br />

Pero si tienen una faceta especial<br />

entre nosotros a partir <strong>de</strong> Sagunto.<br />

Es lo que se ha empezado a<br />

llamar «tamayismo» y, últimamente,<br />

«teatroscope».<br />

Efectivamente, empezó Tamayo en<br />

Sagunio, siguió en ¿Herida —elevando<br />

lo espectacular a la enésima potencia—,<br />

y recientemente han seguido<br />

por sus fueros Esteban Polis y<br />

Juan Germán Schroe<strong>de</strong>r en «El libro<br />

<strong>de</strong> Cristóbal Colón», <strong>de</strong> Paul Clau<strong>de</strong>l»<br />

con la carabela «Santa Mari»» como<br />

fondo, en la orilla barcelonesa<br />

<strong>de</strong>l Mediterráneo.<br />

Con lo cual parece ser que habrá<br />

qae ir pensando en una nueva, invasión<br />

<strong>de</strong> hábitos dramáticos específicos<br />

<strong>de</strong> nuestro tiempo. Una Invasión<br />

qne irá levantando sos campamentos<br />

por todos les rincones <strong>de</strong> España<br />

que <strong>de</strong>n moíh'o por sus condiciones<br />

naturales o sti paisaje histórico<br />

para una exhibición a<strong>de</strong>cuada a tal<br />

o cual obra preparada esprofeso para<br />

la ocasión o adaptada al medio<br />

por sus especiales condiciones intrínsecas.<br />

A primera vista pue<strong>de</strong> parecer que<br />

esto, en último extremo, conduce directamente<br />

a ana expansión cultural<br />

<strong>de</strong> la qne sería estúpido negar que<br />

hay numerosos rincones españoles<br />

— rincones y exnlanadas— hambrientamente<br />

necesitados.<br />

Pero inmediatamente nos vemos<br />

obligados —aparte <strong>de</strong> entrar en consi<strong>de</strong>raciones<br />

<strong>de</strong> más largo alcance<br />

^esperto a la dudosa influencia útil<br />

<strong>de</strong> estas especiales manifestaciones<br />

faltnrales— a establecer una diferen-<br />

"iación ineludible entre dos términos<br />

qoe pue<strong>de</strong>n no ser antitéticos,<br />

oero que también pue<strong>de</strong>n serlo. Estos<br />

dos términos son: teatro y espectáculo.<br />

No se pue<strong>de</strong> dudar qoe —por lo<br />

«se yo personalmente he presenciado<br />

en Sagtmte v en Mérida— e! esnectácnle,<br />

peroné no pue<strong>de</strong> negarse<br />

••ne lo sea, es bello, atractivo, sares-<br />

*ivo. Et marco es grandioso y el tinglado<br />

levantado en él consigne el<br />

fin propuesto, si el fio propuesto<br />

"onsiste en aue hasta las estrellas y<br />

la noche misma colaboren con les<br />

ictores y los <strong>de</strong>corados —naturales<br />

r fingidos— en la representación.<br />

Sm embargo, hablando en plaia,<br />

no es teatro. Se trata <strong>de</strong> otra cosa<br />

distinta. Tal vez le sirva el título <strong>de</strong><br />

espectáculo en principio. Y tampoco<br />

qniero <strong>de</strong>cir que carezca <strong>de</strong> importancia,<br />

en cierto sentido. Pero me<br />

resigno a llamarlo teatro. Seria largo<br />

dar razones. Tendría razón quien<br />

pudiera exigírmelas, y creo qae podría<br />

darlas. Pero en estas líneas únicamente<br />

me interesa sentar este juicio<br />

particular qne —claro está— pue<strong>de</strong><br />

también estar equivocado.<br />

JOSÉ JAVIEK ALEIXANDRE


Harold Brauíu<br />

«MIENTRAS ESTES A MI<br />

LADO><br />

Lástima que nos llegue tan poco<br />

cine alemán. Porque supongo qoe ese<br />

cine dará más <strong>de</strong> una película como<br />

ésta, en la que muestre su gran ciarse,<br />

©a la que recuer<strong>de</strong> que la cultora<br />

alemana, la sensibilidad germana, tienen<br />

todavía mucho que <strong>de</strong>cir al amado<br />

<strong>de</strong> los «frigidaires» y la» «cocacolas»;<br />

<strong>de</strong> los congresos <strong>de</strong> munícipaos<br />

y <strong>de</strong> la fabricación <strong>de</strong> «frégates».<br />

Buena <strong>de</strong>mostración la <strong>de</strong> este film,<br />

que no es, sin embargo, extraordinario.<br />

Hay mucho <strong>de</strong> comedia rosa^<br />

amable, en esta película. Hay un problema,<br />

sin embargo. Como el musido<br />

<strong>de</strong> la realidad y <strong>de</strong> la ficción se entremezclan<br />

a veces, y el hombre no<br />

sabe dón<strong>de</strong> empieza la vida, y dón<strong>de</strong><br />

el suelto. Es «1 mundo interior <strong>de</strong>l cine,<br />

al que Ereahborg llamó fábrica<br />

<strong>de</strong> sueñes y otros hemos llamado espejo<br />

<strong>de</strong> fe* vida. £3 cine que crea fantasmas<br />

<strong>de</strong> luz y los lanza a «h&rros<br />

blancos sobre un blanco lienzo. El dne<br />

Que crea mañéeos <strong>de</strong> nada y los<br />

mueve sobre un espacio qoe no existe<br />

y les da anas voces que nnnea han<br />

hablado. £1 cine que nos da cada día<br />

1» lección <strong>de</strong> un mondo cread© sobre<br />

la esperanza^, tas Hustctoes y los recuerdos.<br />

Sobre el asco y Ja admiración,<br />

sobre al náusea y el llanto, sobre<br />

1» vid» y la muerte. Los hombres<br />

nacen y mueren en el cine. Pero ésta<br />

es la mas hermosa mentira que Jamas<br />

haya inventado el hombre. Esta es<br />

una. mentira que pue<strong>de</strong> calentar el corazón<br />

helado <strong>de</strong>l mundo.<br />

Que<strong>de</strong> dicho, pues, que éste es un<br />

ftlra importante. Una realización expertísima<br />

los <strong>de</strong>corad», la música, todo<br />

h» servido a un tema que, Junto<br />

a sus <strong>de</strong>rivaciones rosáeeas, tiene sugerencias<br />

importantes para todo hombre<br />

<strong>de</strong> bien y <strong>de</strong> inteligencia. Para<br />

un film, sobre todo, que cuenta con<br />

una actriz como María Schell. Una<br />

actriz capaz <strong>de</strong> llenar un cine. Uno<br />

piensa con tristeza que el cine español<br />

pue<strong>de</strong> hacer muy poco mientras<br />

no tenga una María Schell o una<br />

Claire Bloom. Una actriz que pueda<br />

dar vida al mundo <strong>de</strong> la fábula y<br />

crear vida sobre la pantalla, y llevar<br />

a la vida ese escalofrío<br />

que el hombre siente sólo<br />

ante la presencia <strong>de</strong><br />

lo subMme. &fa¡ría ríe,<br />

llora, grita, habla, anda,<br />

vive prodigiosamente en<br />

este Film. ¥ se nos mnestra<br />

como una <strong>de</strong> las ac-<br />

A. Isas i Isasmendi:<br />

<strong>de</strong>licaetas que cuenta el<br />

séptimo arte.<br />

«RELATO POL1CIACO><br />

El cine barcelonés —porque hay un<br />

cine barcelonés que «así nada &eee<br />

que ver coa el eiue madrileño— tiene;<br />

una clara ten<strong>de</strong>ncia' al mimetismo.<br />

Mientras aea hacemos pelfcutas folklóricas,<br />

allá se hinchan a hacer films<br />

policíacos.<br />

Vkt <strong>de</strong>scargo diré Que a mí ase h»<br />

' gustado este film <strong>de</strong> lsasi. Es ingenuo,<br />

torpón, primitivo. Y tiene mi inagnan-<br />

parche al comienzo y otro al flnai;<br />

la intervención <strong>de</strong> Conrado San<br />

Martin, actor at que sólo hemos visto<br />

nna película aceptable. No es ésta.<br />

LA palíenla: cuenta dos historias policíacas,<br />

cuyos protagonistas son agentes<br />

españoles. Lastima que la mala<br />

construcción <strong>de</strong>l guión y la interpretación<br />

mediocre <strong>de</strong> algunos actores<br />

haya, <strong>de</strong>saprovechado la<br />

ocasión <strong>de</strong> hacer un film<br />

muy aceptable. I*o que<br />

queda, sin embargo, tiene<br />

atisbos <strong>de</strong> ínteügenda,<br />

y no es <strong>de</strong>cir poce.<br />

Hay buena luz, excelente<br />

movimiento <strong>de</strong> cámara<br />

e Imaginación en e!<br />

director. No es poco.<br />

Vlsrk Robson:<br />

«NUBE DE SANGRE»<br />

Hay que estar atentos a los films<br />

dé Robson. El último fue «El ídolo<br />

<strong>de</strong> barro».- No es cosa <strong>de</strong> hacer ahora<br />

aquí su crítica, pero recordamos<br />

que era nn nlm importante. No tanto<br />

como «El gran eiwSeaval», por la<br />

extensión <strong>de</strong>l argumento; pero bueno,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego. Ahora, en «Nube <strong>de</strong><br />

sangre», Robson nes da otro buen folletín.<br />

Una película <strong>de</strong> curas que recuerda<br />

mucho a «Llamad a cualquier<br />

puerta» en el tono y la intención, y<br />

en la que ía historia presenta faltos<br />

lamentables. Toda la justificación <strong>de</strong>l<br />

relato central es falsa, artificial, convencional.<br />

Pero todo esta contado con<br />

baen lenguaje cinematográfico, gracias<br />

a utt a<strong>de</strong>cuado sentido <strong>de</strong>l montaje,<br />

que es siempre la sintaxis <strong>de</strong>l<br />

film.<br />

La cinta muestra, a pesar <strong>de</strong> todo,<br />

que las películas buenas<br />

no se hacen con directores<br />

buenos solamente;<br />

hace falta, a<strong>de</strong>más, un<br />

buen guión. Este era<br />

malo. Lo siento, porque<br />

era una <strong>de</strong> las películas<br />

más trascen<strong>de</strong>ntes, por<br />

so tema, que se nos haeu<br />

los<br />

Ei titulito castellano


FUERA DE LA PANTALLA<br />

El director cinematográfico Luis Lucía ha hecho unas <strong>de</strong>claraciones al<br />

periodista Casas que se «an puoíicadc en la revista «.friamos. En eilas<br />

—y eiio me parece lógico, iícito y elogiable— justifica sus películas que,<br />

evi<strong>de</strong>ntemente, son comerciales. (.En <strong>de</strong>finitiva, mi opinión critica auw<br />

cada película <strong>de</strong> Lucia se produce en el momento <strong>de</strong>l estreno; Hasta la<br />

fecha, no es favorable, y estoy <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r rectificar.) Añora bien,<br />

l¿ui& Lucia opina soers las Primeras Conversaciones Cinematográficas Naclónales<br />

celebradas en Salamanca, que, a juzgar por lo que dice, sólo conoce<br />

«muy <strong>de</strong> oídas». Y opina, naturalmente, en contra; cusa que uic parece<br />

lógica y lícita, porque, justamente, en el cine que en Salamanca se recna-<br />

¡^oa va incluida la casi totalidad <strong>de</strong>l cine que Lucia ha rtaüzado.<br />

Pero esta opinión contraria se manifiesta en dos direcciones. Una, hábil,<br />

consiste> en quitar importancia a las Conversaciones sobre la base <strong>de</strong> Ja<br />

referencia a la juventud <strong>de</strong> los organizadores, a los que adorna ^con les<br />

calificativos <strong>de</strong> limpiamente sinceros, entusiastas y Henos <strong>de</strong> buena fe.<br />

A los que llama, como era <strong>de</strong> esperar, buenos muchachos. Y nada más.<br />

Implícitamente, se íes tacha <strong>de</strong> ingenuos. Y nada mas. i,as Cuu versaciones,<br />

presentadas así, pasan a convertirse en una especie <strong>de</strong> cachupinada<br />

más o menos confusa, don<strong>de</strong> unos muchachos —probablemente ambiciosos,<br />

pero eso sí, generosos— <strong>de</strong>spotricaron sin mayor interés sobre eí<br />

cine español. Y, cí&fi> esta, r^suita qu« ia casa no lúe así. acanita que di<br />

Salamanca casi todos hablaron <strong>de</strong> cine español con conocimiento verda<strong>de</strong>ro,<br />

con un apasionado estudio <strong>de</strong> sus problemas <strong>de</strong> todo tipo, y se<br />

alcanzaron unas conclusiones a las que me remito. Toda comparación es<br />

idiosa, pero me gustaría conocer alguna otra reunión don<strong>de</strong> se alcanzaran<br />

conclusiones % ,n útiies sobre el cine español.<br />

La otra dirección consiste en buscar no se sabe qué ocultas intenciones<br />

en los que estuvimos allí reunidos. Allí se aprobaron unas conclusiones y<br />

DO la exposición que las precedía o la intención oculta <strong>de</strong>l que las presentaba.<br />

Se buscó, y se encontró, una base <strong>de</strong> unidad entre los reunidos, y<br />

eso fueron las conclusiones. Cuidadosamente se persiguió que en ellas no<br />

apareciera ni un solo vocablo equívoco, ni una sola palabra <strong>de</strong> posible<br />

interpretación contradictoria. Dice Lucia: «Se llegó a <strong>de</strong>cir que "eí cine<br />

español es socialmente estéril y políticamente ineficaz".» Apart <strong>de</strong> que lo<br />

que se dijo, junto a otras tres características más, no es exactamente eso.<br />

sino «políticamente ineficaz y socialmente falso», que no es lo mismo, ni<br />

mucho menos. ¿Es que eso no es verdad, por parte <strong>de</strong>l comercial cine<br />

español es socialmente estéril y políticamente ineficaz".» Aparte <strong>de</strong> que Jo<br />

ao expresada y que no podíamos adivinar quienes no somos poseedores <strong>de</strong><br />

faculta<strong>de</strong>s «psíquicas» dignas <strong>de</strong> un faquir? ¿Es que la mejor prueba <strong>de</strong><br />

que el cine comercial español es eso, exactamente eso, no es. cabalmente,<br />

«Un caballero andaluz», al margen <strong>de</strong> su éxito mercantil y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sgraciada<br />

—y aquí hablo políticamente, como falangista— acogida fervorosa<br />

que encontró en el público español?<br />

Soy <strong>de</strong> los que creen que trasladar al campo <strong>de</strong> la política temas que<br />

no le pertenecen es contribuir a una confusión lamentable. Pido perdón<br />

y los lectores por haberlo hecho en esta ocasión, pero era inevitable si<br />

quería contestar cumplidamente no sólo a Luis Lucia —que planteaba el<br />

tema en ese terreno—_. sino también a una cierta especie difundida sobre<br />

estas Primeras Conversaciones Cinematográficas Nacionales, recogida ya en<br />

varios comentarios <strong>de</strong> prensa. Si los que fuimos a Salamanca a hablar <strong>de</strong><br />

pero que «trabajaba» Constan©» Bennet,<br />

X&ta. vez Pedro infantes canta<br />

poco, aunque regular. La, Mtrosfctva se<br />

nos recuerda como una mujer impresionantemente<br />

bella; la<br />

conocí en <strong>Madrid</strong>, y pu<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cir <strong>de</strong> ella que era<br />

una <strong>de</strong> las mujeres más<br />

inteligentes y ©oa .mayor<br />

sentido <strong>de</strong> la alegría<br />

que he conocido; se suihace<br />

poco. Perra.<br />

La, película hace reír<br />

y entretiene. Pero <strong>de</strong> cine,<br />

palabra, no tiene nada*<br />

absolutamente nada.<br />

S. <strong>de</strong> la B.—En eí pasado Harnero<br />

se <strong>de</strong>spremBeron las «abeeüas<br />

que, a modo <strong>de</strong> firma, llevan al final<br />

las distintas crónicas <strong>de</strong> esta<br />

sección, en las críticas correspondientes<br />

a «El guardián <strong>de</strong>l paraíso»<br />

(Marcelo Arroita-Jáuregui, en el tipo<br />

<strong>de</strong> letra «redonda», y José María<br />

Pérez Lozano, ea 1» «negrita»}. Si<br />

añadimos que el primero <strong>de</strong> los nombrados<br />

era attter <strong>de</strong> la nota <strong>de</strong> «Fuera<br />

<strong>de</strong> la pantalla», los hneqnecitofl<br />

blancos <strong>de</strong> Ja página 10 <strong>de</strong> nuestro<br />

número 8$ quedan rellenes, a&n?uc<br />

ses quince días <strong>de</strong>spués. Por lo <strong>de</strong>más,<br />

el lector avisado hatera podido<br />

advertir n cada m *e los «firmantes»<br />

tiene adjudicado an tipo <strong>de</strong><br />

letra especial y, salvo en la neta sobre<br />

el doblaje, podo <strong>de</strong>ducir por si<br />

mismo la paternidad <strong>de</strong> caá* va» <strong>de</strong><br />

las criticas nnértaoas.<br />

ATENEO<br />

cine nos hubiéramos puesto a habíar <strong>de</strong> política, seguramente no hubiéramos<br />

estado <strong>de</strong> acuerdo. Como nos pusimos a hablar <strong>de</strong> cine, lo estuvirr.os,<br />

y formulamos una serie <strong>de</strong> conclusiones que, con toda evi<strong>de</strong>ncia,<br />

conducen a uxi cine español mejor, más digno <strong>de</strong> la España en que vivimos.<br />

De don<strong>de</strong> resulta que, al final, realizamos una labor política en el mas<br />

amplio y más noble sentido <strong>de</strong> la palabra. Lo <strong>de</strong>más, las diferencias estéticas<br />

o políticas, que se quedaron justamente en el umbral <strong>de</strong> las conclusiones,<br />

resultan secundarias; por lo menos, allí, y para lo que nos<br />

habíamos reunido.<br />

Para Luís Lucia, y aunque estoy seguro tíe que ya lo conoce,<br />

con el fin <strong>de</strong> que sea más caritativo con una empresa<br />

que quiso ser generosa, y para que lo compartan también esos<br />

otros comentaristas suspicaces, transcribo <strong>de</strong>l «Juan <strong>de</strong> Mairena»,<br />

<strong>de</strong> Antonio Machado, unas líneas:<br />

«La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.<br />

AGAMENÓN.—Conforme.<br />

EL PORQUERO.—No me convence.»<br />

]Vjf I crónica <strong>de</strong> íss Conversaciones Cinematográficas Nacionales <strong>de</strong> Sftla*<br />

i-'-tt manca me ha traído nray diversos y pintorescos comentarios. Unos<br />

han visto sibilinas intenciones en la omisión <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados nombres,<br />

otros han dicho que sí tal errata. Otros, que si la mención » Fulano es<br />

<strong>de</strong>masiado rápida. H» habido comentarios para todos los gustos. Por eso,<br />

con permiso, me interesa aclarar que mí original ocupaba algo más <strong>de</strong>l<br />

doble <strong>de</strong> Jo publicado, y que fueron simples exigencias <strong>de</strong> espacio, <strong>de</strong> planificación,<br />

las que obligaron a ia Redacción <strong>de</strong> ATENEO a- reducir el texto.<br />

A mí no me importa, como s ningún periodista, que se me corte por causas<br />

razonables, y yo mismo tengo qae nacerlo en origínales ajenos otras<br />

veces, Pero parece conveniente aclarar eo este caso que no ha habido en<br />

mi crónica más mala intención <strong>de</strong> la que claramente s« ve. Oculta, ninguna.<br />

Siento, concretamente, que mi resumen <strong>de</strong> ía ponencia <strong>de</strong> Marcelo<br />

Arroita haya sido <strong>de</strong> los párrafos a los que le tocó la china <strong>de</strong>l lápiz<br />

rojo, ¡porque la ponencia era interesante y porque —a mí, la coba, pliro—<br />

Marcelo le merece, y <strong>de</strong> eso sabe el lector tanto como yo.<br />

Esto no tiene nada que ver con el hecho <strong>de</strong> que las Conversaciones<br />

<strong>de</strong> Salamanca hayan tenido otras repercusiones <strong>de</strong> bastante interés. Alguna,<br />

incluso, peligrosa: la <strong>de</strong> formar grupos. Por eso ya se está pensaado<br />

«it las II Conversaciones Nacionales, que, como <strong>de</strong>cía, Patino, bien podían<br />

organizarse a los resplandores <strong>de</strong> la antorcha <strong>de</strong> Vinces, ese cíneclub mo<strong>de</strong>lo<br />

que sin efectismos, pobremente, arduamente, está haciendo más- por<br />

el buen cine íjue ios cinedubs <strong>de</strong> señores eon tirilla y señoras con pestañas<br />

artificiales, & que los otros, ios <strong>de</strong>í «snobis&no» intelectual a todo pasto.<br />

José ¡María Caíio, cayo inteligente, artículo ea «Triunfo» sobre la censura<br />

quise reproducir también en aquel intento <strong>de</strong> crónica salmantina,<br />

estamos seguros <strong>de</strong> que sabrá apoyar este proyecto.<br />

Finalmente, yo creo gue la gran lección <strong>de</strong> Saiamsaca es la <strong>de</strong> la<br />

responsabilidad. Allí hubo señor que tocó el flautín, <strong>de</strong>sentonando mucho,<br />

porque ésa era I» única manera <strong>de</strong> gue se le oyera. Allí hubo mucho<br />

«ritito <strong>de</strong> intelectual histérico y algo pachucho. Allí hubo algo —¿algo?—<br />

<strong>de</strong> miedo a hablar con machada claridad <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> julio. Allí hubo mocha<br />

maniobra <strong>de</strong> «catrefour» privado. Allí hubo sus zonas<br />

<strong>de</strong> penumbra. Pero hubo también una gran verdad: la <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar<br />

que cnaníos estábamos allá queremos al cine español.<br />

Y ésta es la lección: la mejor manera <strong>de</strong> querer si cine español<br />

es la <strong>de</strong> servirte eon honra<strong>de</strong>z y con fervor. Que los críticos<br />

seamos cada vez mejores críticos. Que los directores se exijan<br />

cada vez más. Que los guionistas, lo mismo. Que cada cual,<br />

ei> fin, lleve a su campo <strong>de</strong> acción d sentimiento <strong>de</strong> qne el<br />

futuro <strong>de</strong>l cine español ha comenzado.


;ED ACTOR MI'SICA Lt ITRNANC<br />

T AMBIEN en la danza ha habido una<br />

invasión, <strong>de</strong> los bárbaros. Una invasión<br />

que ha traído nueva vida y<br />

fresca renovación a las viejas formas<br />

académicas, ya un tanto hueras por haber<br />

ido perdiendo vigencia los valores<br />

que les daban sentido. Bárbaros - -como<br />

en música— hemos sido españoles y<br />

rusos. Onos y otros hemos llegado por<br />

distintos caminos al antiguo arca <strong>de</strong><br />

la tradición europea. En cuanto a nosotros,<br />

los españoles, mejor <strong>de</strong>bemos<br />

<strong>de</strong>cir que hemos vuelto, ya que en los<br />

orígenes <strong>de</strong> esta tradición hemos tenido<br />

buena parte. Si durante unos dos<br />

siglos nos hemos ido apartando <strong>de</strong> la<br />

corriente artística europea que en gran<br />

modo habíamos contribuido a formar<br />

—escuela polifónica <strong>de</strong> la Compostela<br />

medieval, Tomás Luis <strong>de</strong> Victoria, vihuelistas.<br />

Ramos <strong>de</strong> Pareja, con sus<br />

teorías sobre el temperamento; Correa<br />

<strong>de</strong> Arauxo, en la composición para el<br />

órgano...—, ello toa contribuido a que,<br />

vivienda <strong>de</strong> espaldas al arte cosmopolita,<br />

ahondáramos más en nuestra propia<br />

esencia. Así nuestra música y nuestra<br />

danza tienen noy una personalidad<br />

tan <strong>de</strong>finida.<br />

Hay error en suponer que el presente<br />

<strong>de</strong> estas artes se origina exclusivamente<br />

—<strong>de</strong> acuerdo con las i<strong>de</strong>as nacionalistas<br />

<strong>de</strong> Felipe Pedrell que .siguen<br />

nuestros músicos <strong>de</strong> este siglo— en raíces<br />

populares, tanto mas cuanto que si<br />

examinamos con atención estas fuentes,<br />

encontraremos, no sin sorpresa,<br />

que su supuesta popularidad encuentra<br />

fáciles antece<strong>de</strong>ntes en formas cultas<br />

<strong>de</strong> tos siglos XVEC y XVTtL Esto lo<br />

saben bien los estudiosos <strong>de</strong>l folklore,<br />

que han encontrado que más <strong>de</strong> un<br />

traje típico <strong>de</strong> alguna Iregióti se correspondía<br />

con eí <strong>de</strong> una época <strong>de</strong>terminada.<br />

Y el mo<strong>de</strong>lo, cuya evolución paralizada<br />

había dado iugar al supuesta<br />

tipismo, ha sido, en más <strong>de</strong> una. ocasión,<br />

un traje <strong>de</strong> corte.<br />

Concretándonos a ia música y ia danza,<br />

que tan unidas van, como es natural,<br />

en su evolución, tenemos que MI<br />

cultivo partiendo, según la consigna<br />

pedrelKana, <strong>de</strong> las fuentes populares<br />

autóctonas, supone muchas veces, en<br />

realidad, reanudar una tradición encuadrada<br />

en ia mejor linea europea e interrumpida<br />

por nosotros —no es este<br />

lugar para averiguar las causas— en el<br />

siglo XVlIi.<br />

Esto que <strong>de</strong>cimos es un hecho d e<br />

nuestra Historia, que, nos guste o no,<br />

hemos <strong>de</strong> aceptar. Hay en su apreciación<br />

dos vertientes: nuestro apartaminio<br />

<strong>de</strong> lo europeo, en un momento<br />

en que estas artes cristalizan en formas<br />

perfectas, nos restó universalidad;<br />

por otra parte, este volvernos <strong>de</strong> espaldas<br />

durante tan largo tiempo nos llevó<br />

a ahincarnos en nuestro ser esencial:<br />

lo que perdíamos en universalidad lo<br />

ganábamos en hondura. Recor<strong>de</strong>mos<br />

que España, que apenas ha dado obras<br />

románticas, ha sido el país romántico<br />

por excelencia para el arte y la literatura<br />

europeos.<br />

Hoy, al postular <strong>de</strong> nuevo un arte<br />

universal, nos encontramos que no estamos<br />

comprometidos en la aventura<br />

<strong>de</strong> las formas tradicionales <strong>de</strong> la aca<strong>de</strong>mia,<br />

ya <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ntes, y, lo que es mejor,<br />

que estamos en condiciones <strong>de</strong><br />

aportar la energía revitalizadora <strong>de</strong><br />

que tan necesitado está el arte #»<br />

nuestra Europa.<br />

• • •<br />

Pienso estas cosas ante la breve y<br />

esperanzadora temporada <strong>de</strong> «ballet» esr<br />

pañol que Marierama ha <strong>de</strong>sarrollado<br />

estos días en <strong>Madrid</strong>. «Ballet» español<br />

como empresa <strong>de</strong> esta bailarina que..<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> niña, tuvo la doble formación <strong>de</strong>seable:<br />

la. clasica —fue alumsa en Pa-<br />

rís <strong>de</strong> la Gronteharova-— y la <strong>de</strong> nuestra<br />

escuela. A<strong>de</strong>mas, ella nos lo dirá, tuvo<br />

el ejemplo <strong>de</strong> Antonia Mercé, como<br />

máxima presencia <strong>de</strong> un espíritu español<br />

estilizado, que, en la nostalgia <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el Sena, se hace culto diario y familiar.<br />

Mariemma vive así estos años<br />

<strong>de</strong>cisivos: <strong>de</strong> un lado, eí ejemplo <strong>de</strong>l<br />

mejor «ballet» tradicional europeo, en<br />

las mejores agrupaciones mundiales; <strong>de</strong><br />

otro, Antonia Mercé,. en quien ve el<br />

mejor resumen <strong>de</strong>l más alto y aquilatado<br />

baile espeñaí, cuyos secretos tée<br />

nicos recibe <strong>de</strong>i famoso maestro Mira<br />

lies, que en sus andanzas por el mun-<br />

—Su enorme personalidad, que los diferencia<br />

<strong>de</strong> las fórmulas clásicas, ya<br />

gastadas.<br />

—Sin embargo, algo hay <strong>de</strong> coman<br />

entre nuestra danza y el «ballet» académico...<br />

—Claro es: los orígenes. Nosotros hemos<br />

conservado casi milagrosamente<br />

pasos y actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ios siglos XVII<br />

y XVIII que ellos habían perdido en<br />

la evolución.<br />

—¿En qué dirección cree usted que<br />

<strong>de</strong>be orientarse ei futuro <strong>de</strong> nuestro<br />

«ballet»?<br />

—-En la <strong>de</strong> ahondar cada vez más en<br />

i el « español<br />

do había llegado á ser- primer bailarín<br />

en la Opera <strong>de</strong> San Petersburgo.<br />

Mariemma, pues, estíá en'condicionen<br />

excepcionales para realizar la difíc'<br />

empresa <strong>de</strong> crear un «baílets español.<br />

De reinsertar, en la vieja tradición,<br />

nuestro, paradójieamenite, joven y vigoroso<br />

arte. De, por el contrario, introducir<br />

en nuestra pastóra el or<strong>de</strong>n y la<br />

inteligencia <strong>de</strong>l noble arte antiguo, Mariemma<br />

pue<strong>de</strong> hacerlo.<br />

Charlo con ella en un saloncito <strong>de</strong><br />

su casa, constituido eo cuartel general<br />

<strong>de</strong> la campaña: flores, trajes, paquetes,<br />

notas, partituras, ¡sobre muebles <strong>de</strong><br />

estilo. Hay cuadros mw<strong>de</strong>mos y un amplio<br />

ventanal. Sobre una mesita las<br />

«Diez melodías vascas», <strong>de</strong> Guridi, se<br />

dan la mano con las «Danzas fantásticas»,<br />

<strong>de</strong> Turina, Mairiemma es morena,<br />

menudo. Elegante casi a pesar su<br />

yo, tiene un aire eastio y sencillo que<br />

recuerda su dulce y dura castelianía.<br />

Me habla <strong>de</strong> Antonia Mercé —dice simplemente<br />

Antonia— com veneración. Ert<br />

eíla evoca, se resume ia fina y honda<br />

estilización <strong>de</strong> nuestra», danza.<br />

—¿Qué cree usted fundamental en<br />

nuestros bailes?<br />

nuestras esencias, elaborando y estilizando<br />

los matufíales originarios.<br />

—Entonces, ¿la- labor <strong>de</strong> los Coros y<br />

Danzas...?<br />

—Sencillamente admirable, como cantera<br />

inagotable <strong>de</strong> sugerencias <strong>de</strong> las<br />

que el bailarín profesional <strong>de</strong>be extraer<br />

los elementos en que base su obra con<br />

la imprescindible —repito— elaboración<br />

y estilización.<br />

Estas dos palabras son como el «leít<br />

motiv» <strong>de</strong> la conversación. Su réplica,<br />

en términos musicales, bien la conocen<br />

r# estros músicos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Manuel <strong>de</strong> Falla<br />

para acá.<br />

—Su actividad como eoreógrafa creo<br />

que es la primera vez que la ejerce en<br />

España. ¿No eg así?<br />

—Así es. Sin í^mbargo, en el Scala,.<br />

<strong>de</strong> Milán, y colaborando con Massíne,<br />

he montado «Carmen», <strong>de</strong> Bizet, y, posteriormente,<br />

para el mismo teatro, y ya<br />

sola, «España», <strong>de</strong> Chabrier. Por cierto<br />

que esta última alcanzó la cifra, récord<br />

para aquel teatro <strong>de</strong> catorce representaciones.<br />

Ahora brillan sus ojos osearos, serios,<br />

a wees traicionados por «n duen<strong>de</strong>cílio<br />

~Y sola, (ha bailado mucho?<br />

—He hecho toda Europa y toda Amé-<br />

.tica, <strong>de</strong> arriba abajo y en más <strong>de</strong> una<br />

ocasión.<br />

—¿Obras que prepara?<br />

—Estoy ahora con las ((Danzas fantásticas»,<br />

¿Se Turína. Otras tengo en<br />

perspectiva, pero aún es -prematuro...<br />

—¿Es negocio ti<br />

—De eso más vale no<br />

En un «A B C» que está sobre la mesa<br />

hay un breve artículo <strong>de</strong> Antonio<br />

Fernan<strong>de</strong>z Cid. —que le señalo— en que<br />

el crítico se pregunta por la preparación,<br />

entre otras cosas, <strong>de</strong>l futuro cuer*<br />

po <strong>de</strong>- baile <strong>de</strong>l Real, que aún r¡& ha<br />

sido acometida.<br />

—¿Qué le parece eso?<br />

Se sonríe».<br />

—Yo sólo le diré que la formación<br />

completa <strong>de</strong> una bailarina dura unos<br />

quince años. Para po<strong>de</strong>r poner los pies<br />

en un escenario es necesario un mínimo<br />

<strong>de</strong> cinco años <strong>de</strong> trabajo. Y esto,<br />

contando con que sólo llega <strong>de</strong> verdad<br />

a bailarina la que comienza su preparación<br />

a los ocho o nueve años.<br />

En el programa: «Suite vasca», sobre<br />

las «Diez melodías vascas», <strong>de</strong> Guridi;<br />

ocho números <strong>de</strong> recital; «El amor brujo»,<br />

<strong>de</strong> Falla; un intermedio, «Ofrenda<br />

a PaHa», <strong>de</strong> Arámbarri, y «España», <strong>de</strong><br />

Chabrier. Todas las coreografías son <strong>de</strong><br />

Mariemma. La Orquesta Sinf ó n i c a<br />

—unos sesenta profesores—, con Arámbarri<br />

al frente, da un <strong>de</strong>sacostumbrado<br />

tono <strong>de</strong> dignidad al espectáculo.<br />

Los <strong>de</strong>corados, <strong>de</strong> Cortezo («Suite<br />

vasca» y «Amor brujo») y Cassinari<br />

(«España»), son xm verda<strong>de</strong>ro acierEO<br />

en sus alusiones ambientales, cada uno<br />

?n el aire que requiere la obra: campesino,<br />

para la «Suite vasca»; trágico<br />

y misterioso, en la «gitanería»; estilizado,<br />

irónico y luminoso, para Chabrier.<br />

Los figurines son bellísimos, especialmente<br />

los variados y alegres <strong>de</strong> la obra<br />

<strong>de</strong> Guridi<br />

Presencio la primera parte entre bastidores;<br />

quiero conocer <strong>de</strong> cerca a las<br />

primeras figuras y cuerpo <strong>de</strong> «ballets.<br />

Ellas y ellos son muy jóvenes y alegres.<br />

Dan la sensación <strong>de</strong> estar gozando tanto<br />

como el público; eg evi<strong>de</strong>nte que todos<br />

están enamorados <strong>de</strong> su profesión.<br />

Se santiguan antes <strong>de</strong> empren<strong>de</strong>r el<br />

vuelo. Juan Morilla, el primer bailarín,<br />

lo hace tres veces.<br />

Excelente y apropiada, la coreografía<br />

cíe la «Suite vasca», que en todo momento<br />

se adapta aí espíritu <strong>de</strong> la magnífica<br />

obra —una <strong>de</strong> las mejores eont<br />

e m poráneas españolas— <strong>de</strong> Guridi<br />

Juan María Astigarraga, ágil, viril, elegante,<br />

se revela en esta ocasión como<br />

excelente bailarín.<br />

Con el breve recital <strong>de</strong> cosas flamencas<br />

comienza la actuación <strong>de</strong> Mariemma.<br />

Bailando es leve, ligera y graciosa.<br />

Eíla me diría que prefiere acentuar en<br />

estos bailes la gracia fina señoril mejor<br />

que ei fondo trágico <strong>de</strong> que tanto<br />

se abusa. Juan Morilla, su pareja, me<br />

pareció, en cambio, <strong>de</strong>masiado cercano<br />

al tópico que hay que evitar. De gran<br />

temperamento, es curioso oírle las breves<br />

exclamaciones, casi toreras, con que<br />

aríma sus intervenciones. Los' «Verdiadiales»,<br />

que Mariemma misma- recogió<br />

en la montaña <strong>de</strong> Málaga, son una <strong>de</strong>liciosa<br />

estampa mañanera, limpia y fe--<br />

Uz. Se acompañan con guitarra, pan<strong>de</strong>reta<br />

y un violih, en el que yo creo<br />

encontrar el eco <strong>de</strong> algún viejo rabel<br />

pastoril.<br />

Para «El amor brujo» tiene Mariemma<br />

un pon<strong>de</strong>rado concepto, que mantiene<br />

ei difícil equilibrio entre los peligrosos<br />

extremos en que tan fácil es<br />

caer- eri la famosa composición. La coreografía<br />

es la que Mariemma preparó<br />

en 1947 para la Opera Cómica, <strong>de</strong> París-<br />

«España», <strong>de</strong> Chabrier, fue montada,<br />

queda ya dicho, para el Scala, <strong>de</strong> Milán,<br />

don<strong>de</strong> tuvo un enorme éxito. Como<br />

es sabido, la música gira en tomo 8<br />

aires <strong>de</strong> jota y como labor coreográfica<br />

señala, a rni juicio, el mejor momento<br />

<strong>de</strong>l programa. La ironía y el<br />

buen humor dan la ré-jUea juste- a este<br />

música, que está casi en la españolada,<br />

Muriemnia, Morilla, Astigarraga y Pepita,<br />

Reyes, con el resto <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong><br />

baile dan tma versión OesS&fadada, dt<br />

En resume»; un.<br />

español en marcha. Una realidad que<br />

1 «le


A se hable <strong>de</strong> un hombre o <strong>de</strong> un pueblo,<br />

Y ía cultura consiste en una serie <strong>de</strong><br />

i<strong>de</strong>as, normas y hábitos que sirven <strong>de</strong><br />

sustentáculo y expresión a la conciencia, y<br />

el servicio <strong>de</strong>- unos valores. Cuando se<br />

trata <strong>de</strong> perfilar programas <strong>de</strong> extensión<br />

cultural, suele pensarse solamente en Sa<br />

generalización y divulgación <strong>de</strong> los conocimientos,<br />

en un enfoque intelecLualista <strong>de</strong>l<br />

problema.<br />

"No es menos fragmentaria la 'perspectiva<br />

esteticista, que mira, a la cultura sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> las emociones que proporcionan<br />

la Literatura y el Arte. Unilateral,<br />

también, con vicio <strong>de</strong> pragmatismo,<br />

es la receta tecnológica, según la cual bastaría<br />

con elevar los índices <strong>de</strong> producción<br />

industrial <strong>de</strong> un país para transformarlo<br />

en el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la cultura. Finalmente, por<br />

acertadas que sean la versión espiritualista<br />

y la terapéutica política, una y otra necesitan<br />

apoyarse en realida<strong>de</strong>s proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong><br />

otros campos, si no quieren con<strong>de</strong>narse a<br />

la ineficacia.<br />

Esto quiere <strong>de</strong>cir que la transformación<br />

<strong>de</strong> un pueblo, en el sentido <strong>de</strong> mejorar su<br />

cultura, exige ía acción conjunta <strong>de</strong> todo<br />

un sistema <strong>de</strong> medios encaminados a hacer<br />

posible la incorporación <strong>de</strong> los valores, jerarquizados<br />

en or<strong>de</strong>n a su calidad y a svi<br />

urgencia.<br />

II<br />

Cultivo <strong>de</strong> la inteligencia, afinamiento <strong>de</strong><br />

la sensibilidad, mejora <strong>de</strong> la Técnica y la<br />

Economía, ahondamiento religioso y a<strong>de</strong>cuada<br />

or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> la vida social en una<br />

comunidad unificada, son aspectos inter<strong>de</strong>pendientes<br />

<strong>de</strong> esa estructura compleja,<br />

«órgano» sociológico que hace posible la<br />

cultura. Cualquier enfoque particularista,<br />

que fíe un propósito <strong>de</strong> renovación, por<br />

tímido que sea, a la acción <strong>de</strong> uno sólo <strong>de</strong><br />

estos medios, o a todos- ellos, pero sin la<br />

<strong>de</strong>bida implicación y coordinación mutua,<br />

queda con<strong>de</strong>nado a la esterilidad.<br />

España ha ensayado ya algunos <strong>de</strong> estos<br />

caminos con óptica parcial y equivocada.<br />

Así, la Institución Libre y su secuela literaria<br />

y artística, la generación <strong>de</strong>l 98, impulsó<br />

.el esteticismo y aquella dirección <strong>de</strong><br />

la cultura que la hace consistir sólo en<br />

«posesión» <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, creación <strong>de</strong> Centros<br />

docentes y permeabilidad a las corrientes<br />

i<strong>de</strong>ológicas venido <strong>de</strong> fuera. El mejoramiento<br />

económico y la adopción <strong>de</strong> las maneras<br />

<strong>de</strong> pensamiento y <strong>de</strong> trabajo propias <strong>de</strong> la<br />

mentalidad técnica, fueron olvidadas, al<br />

menos en cuanto propósitos <strong>de</strong> ía España<br />

oficial, a todo lo largo <strong>de</strong>l siglo XIX. Es<br />

cierto que, durante esta época, se lleva a<br />

ATENEO<br />

cabo la industrialización <strong>de</strong> Cataluña y Vascongadas,<br />

y evi<strong>de</strong>nte, también, que minas<br />

y ferrocarriles inician las tareas <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rna<br />

Economía; pero todo ello al margen<br />

<strong>de</strong> la acción gubernamental y, en muchos<br />

casos, en franca lucha contra ella, hasta el<br />

punto <strong>de</strong> que ía inconsciencia política respecto<br />

<strong>de</strong> los problemas que planteaba el tiempo,<br />

explica la génesis <strong>de</strong> no pocas anomalías y<br />

perturbaciones, <strong>de</strong>bidas al diferente ritmo<br />

i<strong>de</strong>ológico y vital <strong>de</strong> una periferia alerta, y un<br />

centro abroquelado en viejas maneras.<br />

Cuando se haga la historia completa y<br />

veraz <strong>de</strong> nuestro siglo XIX, se verá en qué<br />

medida una porción <strong>de</strong>l país hubo <strong>de</strong> <strong>de</strong>svincularse<br />

<strong>de</strong> la otra, porque ésta fue incapaz<br />

<strong>de</strong> percibir exigencias proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong><br />

un tipo <strong>de</strong> vida nueva. Tan honda fue la<br />

disensión, que no sólo aludía a motivaciones<br />

<strong>de</strong> índole económica o política, sino que<br />

arrastraba, en su resaca, supuestos y evi<strong>de</strong>ncias<br />

que, en el plano teórico, <strong>de</strong>berían<br />

haber permanecido incólumes, pero que,<br />

por inevitable implicación sxistencial ignorada<br />

entonces, y aún ahora mismo, por<br />

muchos' - siguieron ía marcha impuesta<br />

por la dinámica psico-sociológica.<br />

Frente a la incomprensión <strong>de</strong> los políticos<br />

<strong>de</strong>cimonónicos, correspondía a los rectores<br />

<strong>de</strong> la cultura —que no suelen ser sólo los<br />

usuarios <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, sino también los «intelectuales»<br />

conscientes <strong>de</strong> su responsabilidad---<br />

haber intentado siquiera el acuerdo<br />

<strong>de</strong> «mo<strong>de</strong>rnistas» y «antañones», cualquiera<br />

fuese el resultado <strong>de</strong> sus propósitos. No<br />

hubo tai, pues el caso <strong>de</strong> Giner en manera<br />

alguna pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse a<strong>de</strong>cuado, por<br />

dos razones: en primer lugar, porque se situó<br />

al margen <strong>de</strong>l catolicismo, que no sólo<br />

es la Verdad, sino también la única eficaz<br />

ligadura comunitaria que tenemos los españoles,<br />

como proclamó Menén<strong>de</strong>z Pelayo.<br />

Pero, a<strong>de</strong>más, la Institución Libre <strong>de</strong>svió los<br />

i<strong>de</strong>ales y las posibilida<strong>de</strong>s constructivas <strong>de</strong><br />

amplios núcleos <strong>de</strong> españoles hacia el individualismo<br />

egoísta y recoleto y hacia un<br />

esteticismo, entre «snob» y «<strong>de</strong>sesperado»,<br />

que no podrían servir <strong>de</strong> levadura unitiva<br />

para ningún intento <strong>de</strong> poner a punto la<br />

nación, sino sólo <strong>de</strong> fermento disociador,<br />

estimulante <strong>de</strong> protestas y rebeldías. Hacer<br />

esto en un país insolidario por excelencia,<br />

en el que, <strong>de</strong> añadidura, diversas causas<br />

que no es <strong>de</strong>l caso analizar, produjeron una<br />

centuria cuajada <strong>de</strong> «pronunciamientos» y<br />

asonadas, era, no «hacer la revolución <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

arriba*, sino operar en un sentido favorable<br />

a la «revolución permanente».<br />

La «distancia» a que se situaban úel<br />

«pueblo» los fundadores y los secuaces <strong>de</strong><br />

la Institución daba al movimiento que iniciaron<br />

el carácter <strong>de</strong> una acción impopular<br />

y antipopular sueño <strong>de</strong> «élites» <strong>de</strong>sintegra-<br />

das, tanto en !o religioso como en lo sociológico,<br />

<strong>de</strong> la comunidad cuya edificación<br />

<strong>de</strong>bió ser su primordial anhelo. '•*'<br />

El esteticismo <strong>de</strong>l 98, con su castellanismo<br />

telúrico y paisajístico, exento <strong>de</strong> interés<br />

hacia unas realida<strong>de</strong>s humanas que apenas<br />

concebía y cantaba «a distancia», sin fundirse<br />

con ellas en abrazo vivencial y justificador,<br />

fue consecuencia <strong>de</strong> esta propensión<br />

a enfocar la transformación española como<br />

obra <strong>de</strong> cenáculos <strong>de</strong> «exquisitos» que se<br />

dispensan a sí mismos la calidad <strong>de</strong> tales<br />

y que sólo «sienten» el pueblo y sus problemas<br />

en cuanto temas aptos para un simbolismo<br />

pintoresquista o para apoyar y expresar<br />

su <strong>de</strong>sesperanza atormentada.<br />

III<br />

Nos encontramos ahora en la coyuntura<br />

oportuna para iniciar el empujón superador<br />

en un sentido integral, libre <strong>de</strong> perspectivas<br />

unilaterales. Des<strong>de</strong> el siglo XVIII aquel<br />

«carloLercismo», <strong>de</strong>l que tanto po<strong>de</strong>mos<br />

apren<strong>de</strong>r, aún, en más <strong>de</strong> una dirección—,<br />

España no había sido objeto <strong>de</strong> una política<br />

económica consciente hasta estos últimos<br />

años. El mejoramiento <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> vida es<br />

asunto clave sin cuya atención no es posible<br />

soñar con una auténtica cultura nacional.<br />

Uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s méritos históricos <strong>de</strong> la<br />

política <strong>de</strong>l Caudillo es este obstinado empeño<br />

en impulsar la riqueza, tanto más <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>stacar cuanto que las condiciones materiales<br />

<strong>de</strong>l país al iniciada eran <strong>de</strong>sfavorables<br />

en grado sumo.<br />

Consi<strong>de</strong>ramos tan importante este aspecto,<br />

que, en nuestra opinión, sus líneas<br />

maestras <strong>de</strong>ben inspirar a cuantos tienen en<br />

sus manos tareas <strong>de</strong> responsabilidad, ya<br />

sea en el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, ya se trate <strong>de</strong>l<br />

mundo <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as. El proceso <strong>de</strong> transformación<br />

económicosocial por que atraviesa<br />

el país impone a todos los que tengan una<br />

porción, por mo<strong>de</strong>sta que sea, <strong>de</strong> participación<br />

en la conducción <strong>de</strong> los españoles,<br />

el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> entregarse con ardor a facilitar<br />

en Ir. medida que. les sea posible esta tarea<br />

gigantesca.<br />

Para unos, esta obligación será tributo<br />

patriótico; otros la llamarán contribución<br />

política. Es igual; mas lo evi<strong>de</strong>nte, lo duro<br />

para muchos, sin duda, es que sin consi<strong>de</strong><br />

rarse gravemente implicados en la faen<br />

nacional <strong>de</strong> elevar el nivel <strong>de</strong> vida y <strong>de</strong> cul<br />

tura <strong>de</strong>l español ni hay verda<strong>de</strong>ra ciudada


nía, ni intelectualidad válida, ni arte que<br />

merezca tal nombre. Ha pasado la hora d e<br />

las «liberta<strong>de</strong>s ilimitadas» y <strong>de</strong> los «estet -<br />

cismas <strong>de</strong> tertulia» para <strong>de</strong>jar paso a uln<br />

tipo <strong>de</strong> cultura cristiano en tanto vive activamente<br />

la caridad, y solidario en cuanto<br />

sirve a ía realidad existencial <strong>de</strong>l creador y<br />

<strong>de</strong> «les otros».<br />

Oigo las protestas que levantarán las anteriores<br />

afirmaciones en el espíritu <strong>de</strong>'niu'<br />

chos, reacios a admitir que pertenecen a~<br />

pasado lo mismo los conceptos «humanistas»<br />

<strong>de</strong> «personalidad», «élite» y «minoría»,<br />

que el sueño liberal <strong>de</strong> la autonomía <strong>de</strong>l<br />

pensamiento y la acción individuales. Por<br />

terrible que ello pueda ser, no cabe duda<br />

que el auge <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> «estructura», <strong>de</strong><br />

«totalidad», <strong>de</strong> «engibément», <strong>de</strong> «lealtad»<br />

y <strong>de</strong> «existencia» proclama el advenimiento<br />

<strong>de</strong> una nueva era, en la que, contrariamente<br />

a lo que ocurrí?, en la cultura anterior, la<br />

libertad ilimitada <strong>de</strong> pensamiento será proscrita<br />

en cuanto rebase la órbita <strong>de</strong> las <strong>de</strong>dicaciones<br />

exigibles, tanto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong><br />

vista religioso, como <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el plano político<br />

y social. «La verda<strong>de</strong>ra necesidad filosófica<br />

<strong>de</strong> nuestra época --ha dicho McKeon— es<br />

evitar la abstracción y alcanzar la realidad<br />

existencial, empírica y orgánica». Esta realidad<br />

existencial no es el existencialismo, sin<br />

más, aunque mucha <strong>de</strong> su savia está nutriendo<br />

ya el pensamiento <strong>de</strong> las mejores<br />

cabezas, sino la. realidad doble <strong>de</strong>l estar en<br />

un lugar <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong>l tiempo y <strong>de</strong>l espacio,<br />

y <strong>de</strong>l estar en ese lugar con otros cuya<br />

vida y mejoramiento constituye uno <strong>de</strong><br />

nuestros cuidados, frente al individualismo<br />

liberal, que sólo atendía a satisfacer las veleida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l egoísmo.<br />

El culto romántico a la personalidad va<br />

a quemar su postrer incienso en los altares<br />

<strong>de</strong>'una nivelación en el plano <strong>de</strong> la radical<br />

condición humana ni siquiera sospechado<br />

por los nostálgicos, que se aferran a sus quimeras,<br />

como a tablas <strong>de</strong> salvación. El genio<br />

tendrá - ¡qué duda cabe! - - sus prerrogativas;<br />

pero bastante disminuidas en relación<br />

con las que le otorgaba el liberalismo. Por<br />

<strong>de</strong> pronto, no se podrá «genializar» para la<br />

disociación. Esto es ya una realidad en la<br />

mayor parte <strong>de</strong>l mundo. Por otra parte, se<br />

exigirá <strong>de</strong>l genio un «servicio» efectivo al<br />

engran<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong> la comunidad. Los<br />

tiempos no van a permitir egolatrías, aunque<br />

surjan en cabezas excepcionales. Y<br />

hasta el implacable realismo <strong>de</strong> la época que<br />

está naciendo preferiría un millar <strong>de</strong> hectáreas<br />

<strong>de</strong> bosques y otro <strong>de</strong> regadíos a cua'.quier<br />

«origínalísimc» constructor <strong>de</strong> utopías<br />

o animador <strong>de</strong> resentimientos y aun a cualquier<br />

literato o artista que haga <strong>de</strong> la espresión<br />

<strong>de</strong> rebuscadas trivialida<strong>de</strong>s o simbelismos<br />

entcntecedores menester <strong>de</strong> una vida<br />

inútilmente ornamental.<br />

Claro está que la verdad y la belleza auténticas<br />

seguirán encontrando admiración<br />

y ayuda. Pero es más que probable que la<br />

paráfrasis, más o menos rítmica —íbamos<br />

a <strong>de</strong>cir «melodiosa», pero ya no se lleva la<br />

melodía • <strong>de</strong> subjetivismos baratos y las<br />

«vanida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l lenguaje, en que lo insustancial<br />

se <strong>de</strong>sliza hacia lo estéril», como ha dicho<br />

recientemente André Rousseaux ocupaciones<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>socupados que se <strong>de</strong>svinculan<br />

<strong>de</strong> las exigencias <strong>de</strong>l estar con para entregarse<br />

a manejar alfabetos sólo utilizables en<br />

el círculo restricto <strong>de</strong> los «iniciados», han<br />

entrado en barrena, y la garrulería formalista<br />

<strong>de</strong> ios cubileteadores <strong>de</strong> normas cuya<br />

ina<strong>de</strong>cuación, cuando no injusticia, les tiene<br />

sin cuidado, bajará mucho en la cotización<br />

cultural,<br />

«Lo social» no es, como propalan algunos<br />

soñolientos, ban<strong>de</strong>ra política, ni invitación<br />

a un tipo <strong>de</strong> sociedad masivo e inorgánico.<br />

Es mucho más: una exigencia <strong>de</strong>l pensamiento<br />

actual, que no pue<strong>de</strong> trabajar sino<br />

<strong>de</strong>scubriendo vinculaciones <strong>de</strong> mi vida con<br />

las vidas <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, reflejos <strong>de</strong> mis <strong>de</strong>beres<br />

sobre los <strong>de</strong>beres <strong>de</strong> los otros, facetas<br />

<strong>de</strong> cooperación en la empresa común <strong>de</strong>l<br />

existir en una sociedad, que es todo menos<br />

una «sociedad anónima», porque está compuesta<br />

por hombres concretos, cada uno<br />

con sus activida<strong>de</strong>s, sus problemas y sus<br />

aspiraciones, pero implicados en una totalidad<br />

que les <strong>de</strong>termina y les condiciona.<br />

Individualismo, «élitistno minoritario»,<br />

esteticismo-vacío y formalismo paralizador,<br />

son modalida<strong>de</strong>s culturales opuestas a las<br />

necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro tiempo. Reorientar<br />

la cultura en un sentido realista, integrador<br />

y comunitario nos parece tarea inaplazable<br />

en el momento renovador que vive<br />

España.<br />

ADOLFO MAÍLLO<br />

Puraitre nc reux, quand étre /V peitx.<br />

LA VARENBK.<br />

XJANDO yo era muchacho<br />

(lo recuerdo no sin cierta<br />

melancolía) me complacía<br />

en aparentar saber casi todo lo que<br />

i«noraba. Aquello sería absurdo, convengo<br />

un f]]o, pero me proporcionaba una esticcie.<br />

<strong>de</strong> intelccHialismo paradisíaco que<br />

me, llenaba la ^ida <strong>de</strong> alegría. Luego supe<br />

••"fue eJ paraíso aquel era artificial, estúpido;<br />

pero enterarme me costó nada menos<br />

que la mocedad. De ahí que estos<br />

recuerdos me resulten, paradójicamente,<br />

más bien melancólicos que otra cosa. Y<br />

•;s que si para el sabio es la verdad la<br />

única felicidad posible, nc siempre lo es<br />

para el lego, entre otras cosas, ponrue el<br />

lego aventaja al sabio en esto <strong>de</strong> no apostar<br />

<strong>de</strong>masiado sobre qué pueda ser la verdad.<br />

Así, uní» recuerda ciertos errores no<br />

sin nostalgia. La \erdad, por lo que sospociio,<br />

es algo que se alcanza inexorablemente,<br />

sin que muchas veces se lo proponga<br />

el que ía consigue. Nos llega la verdad<br />

porque sí, sin que hagamos mucho<br />

por tenerla y, lo que es más grave, sin<br />

.-¡ue podamos evitarla. No sé si estaré en<br />

lo cierto; todo es reís: ti vio, y sólo los muy<br />

listos y ios muy necios saben a qué atenerse<br />

en estas cosas.<br />

Digo que cuando era muchacho me daba<br />

líricamente a aparentar icasi todos los conocimientos<br />

que no teníai. La tentación <strong>de</strong><br />

las letras me vino, comió a tantos otros,<br />

por vía <strong>de</strong> unos ojos <strong>de</strong> mujer. Mejor diría<br />

por una mujer enteira: peni esto <strong>de</strong><br />

los ojos ba sido siempre la vía más com-<br />

•p arable y no he <strong>de</strong> romjper aquí tan rica<br />

figura. A aquellos primeros ojos, naturalmente,<br />

envié mis primeras cajas <strong>de</strong> bom- E<br />

bones y mis primeras <strong>de</strong>dicatorias. Las <strong>de</strong>dicatorias,<br />

claro está, eran largas, casi Interminables...<br />

No entendía yo aún que una<br />

<strong>de</strong>dicatoria corriente y moliente, apoyada<br />

f^n una caja <strong>de</strong> bombones es un formida-<br />

ANTONIO<br />

ble vehículo expresivo. Sí entonces no <strong>de</strong>diqué<br />

a aquellos ojos cuanto <strong>de</strong> ojos traía<br />

la fisiología do cuarto, amén <strong>de</strong> cuanta<br />

literatura me sabía sobre el particular,<br />

sería por pura casualidad.<br />

En aquel tiempo era yo incapaz <strong>de</strong> hablar<br />

<strong>de</strong> tina mesa, pongo por caso, sin<br />

volear en el papel cuanto sabía, o no sabía,<br />

<strong>de</strong> todas las mesas que en el mundo<br />

habían sido. Entonces gustaba <strong>de</strong> a<strong>de</strong>rezarlo<br />

todo con sorpren<strong>de</strong>ntes citas, espeeíalmente<br />

en latín, pues las citas latinas<br />

tenían para mí un prestigio enorme,<br />

fabuloso. Las citas, muchas veces, me venían<br />

buenamente a la memoria; otras veces<br />

las llevaba a colación por los mismísimos<br />

pelos. Era feliz admirando a mía<br />

amigos eon citas intrincadas 1 intrigándolos<br />

con párrafos brillantes y <strong>de</strong> oscuro sentido.<br />

Ya había leído algunos libros y tenia<br />

cierto ingenio para engañar a los <strong>de</strong>más,<br />

engañándome, con aquel aparato erudito<br />

que pa<strong>de</strong>cía, para el que ni siquiera me<br />

molestaba en hacer ficha!*, procedimiento<br />

éste que, eso fá, ya rae parecía grotesco<br />

cuando lo sorprendía aplicado como fin.<br />

El vértigo <strong>de</strong> aparentar, que es un vértigo<br />

al<strong>de</strong>ano, me impedía son<strong>de</strong>arme y me<br />

escamoteaba la loralización <strong>de</strong> esto que<br />

llamamos la vocación. Era yo un muchacho<br />

<strong>de</strong> temperamento exaltado, dado a<br />

imaginar, sin <strong>de</strong>masiada disciplina; un<br />

temperamento acientífico, en resumidas<br />

cuentas. Sin embargo, la apariencia <strong>de</strong><br />

lodo lo contrario era para mí un frenesí<br />

íilegre e ilusionado, y si entonces no me<br />

con<strong>de</strong>né <strong>de</strong>finitivamente (tal camino lleva<br />

fácilmente al limbo) fue porque en mi<br />

vértigo aparencial no había astucia alguna.<br />

Tal vez fuera aquélla, en el fondo y<br />

en la forma, una versión más <strong>de</strong>l espíritu<br />

<strong>de</strong>portivo.<br />

1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>


Me partía entonces que lo más digno<br />

<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse era lo más <strong>de</strong>sconocido,<br />

v a ello me entregaba dogmáticamente,<br />

como una especie <strong>de</strong> incansable <strong>de</strong>scubridor<br />

<strong>de</strong> mediterráneos. Los problemas locales<br />

se me antojaban baludíes, mezquinos,<br />

sin interés. £1 carácter <strong>de</strong>l barbero, el paisaje<br />

dd pueblo, cuanto Av, próximo y víiaí<br />

tenia todo aquello no conseguía ocupar<br />

mi atención Lo que a mí me iba era<br />

lo exótico, lo forastero n mi formaeió:i,<br />

lo extrajo a mi naturaleza. Esta paradoja<br />

es cnmparuMe ;i itque'lti oirá que ¡>erp


A Miguel Oca Merino.<br />

E encontraron en el almacén muni-<br />

S cipal <strong>de</strong> Limpieza Pública, como cada<br />

mañana. Estaban fastidiados. Aquel<br />

día no iba a ser como ios <strong>de</strong>más. Ramón<br />

sabía que iba a ser un día muy<br />

inste. Algo tendría que <strong>de</strong>cirle al amigo.<br />

Alguna palabra <strong>de</strong> consuelo, cualquier<br />

cosa. No se le muere a uno la<br />

mujer cada día. Iba a ser una jornada<br />

triste.<br />

Se encontraron a las siete, cogieron<br />

el carrito <strong>de</strong> las escobas y salieron a<br />

la calle. Jaime no dijo nada. NT dio<br />

los buenos días, nada. Marcharon ha-<br />

Sf MPIEZA a ílover furiosamente, y<br />

•- J en seguida se levantan muclios<br />

espectadores para salir <strong>de</strong> los gra<strong>de</strong>ríos<br />

<strong>de</strong>í campo «le fútbol y buscar<br />

cobijo. Los <strong>de</strong>más esperamos aún<br />

unos segundos, pero la lluvia no cesa<br />

y nos unimos todos a la multitud<br />

que avanza dificultosamente hacia<br />

la salida <strong>de</strong> la general, empujando,<br />

tratando <strong>de</strong> protegerse <strong>de</strong>l<br />

temporal veraniego. Pero la única<br />

salida es excesivamente angosta, y el<br />

camino para situarse bajo los gra<strong>de</strong>ríos<br />

<strong>de</strong>l gol es cada vez más arduo y<br />

lento. A nuestras espaldas se oye un<br />

griterío débil. «¿Quién lia marcado?»,<br />

preguntan unos pocos. «El Español,<br />

el Español», respon<strong>de</strong> alguien; pfro<br />

nadie vuelve la cabeza para ver 1»<br />

alegría <strong>de</strong> los jugadores, nadie se<br />

<strong>de</strong>tiene y aplau<strong>de</strong>: el partido es poco<br />

importante y el chubasco <strong>de</strong>masiado<br />

fuerte.<br />

Y <strong>de</strong> pronto, en la incontenible<br />

riada humana, corre un soplo <strong>de</strong> temor:<br />

<strong>de</strong>lante, una muchedumbre<br />

ocupa ya completamente él espacio<br />

que protegen los gra<strong>de</strong>ríos; <strong>de</strong>trás,<br />

la gente sigue empujando, ignorante<br />

<strong>de</strong> que ya no queda sitio. Codazos,<br />

sudor, ropas empapadas; una valla<br />

metálica es arrancada <strong>de</strong>l cemento.<br />

Algunos empiezan a gritar: «; Cuidado!<br />

¡Volveos atrás! ¡Atrás! ¡Hay<br />

peligro!» Pero todo es inútil, y seguimos<br />

avanzando, prensados en espacios<br />

inverosímiles.<br />

JO RGE FERRER-VIDAL TU RU L. L<br />

cía la plaza <strong>de</strong> España. Iniciaban siempre<br />

el itinerario en la plaza <strong>de</strong> España.<br />

Allí se <strong>de</strong>tenían unas momentos, i'omaban<br />

un cigarrillo y charlaban. Después<br />

comenzaban eí trabajo »n serio,<br />

recorriendo Gran Vía, Alcalá, Cibeles,<br />

In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia; Serrano. £1 mismo<br />

trayecto que el autobús 1, sólo que tirando<br />

<strong>de</strong>l carrito.<br />

—Eh, tú, dame la escoba. Ahora te<br />

toca a ti tirar áel carfo.<br />

Así, relevándose carrito y escoba, escobita<br />

y carro, llevaban ya varios años<br />

<strong>de</strong> kilometraje.<br />

Aquella mañana. Ramón estaba fastidiado.<br />

Sí. Tendría que <strong>de</strong>cir algo al<br />

compañero, algo que sonase bien, que<br />

quedase en su sitio. Tendría gue <strong>de</strong>ciile<br />

que lo había sentido mucno, que<br />

hasta había llorado al enterarse <strong>de</strong> la<br />

noticia, que había querido mucho a la<br />

chica por ser la mujer <strong>de</strong> su mejor<br />

amigo.<br />

Comenzaba la primavera. El sol, casi<br />

horizontal <strong>de</strong> purc joven, inundaba<br />

ia plaza <strong>de</strong> España y se veían ya hojítas<br />

ver<strong>de</strong>s y pequeñas en las ramas<br />

<strong>de</strong>snudas <strong>de</strong> los árboles.<br />

Llegaron a la plaza y se <strong>de</strong>tuvieron.<br />

Se <strong>de</strong>tuvieron en el mismo sitio <strong>de</strong> siempre.<br />

Iba a ser un día como cada día,<br />

La tristeza <strong>de</strong> todo estaba ahí, precisamente<br />

«m eso-, en que iba a ser un<br />

día como todos. Jaime no <strong>de</strong>cía nada.<br />

I'aró el carrito junto a la acera, miró<br />

a su alre<strong>de</strong>dor y sacó la petjea. Después<br />

la pasó a su amigo. Siempre era<br />

él quien invitaba a fumar. Liaron un<br />

cigarrillo. La plaza estaba en calma,<br />

parecía llena <strong>de</strong> placi<strong>de</strong>z y mansedumbre.<br />

El sol daba <strong>de</strong> lleno en la fachada<br />

<strong>de</strong>l edificio España y se reflejaba en<br />

sus infinitas Ventanas, como cientos <strong>de</strong><br />

soles diminutos. Fumaron, Ramón miró<br />

el edificio y dijo:<br />

—Mira qué bonito, Jaime.<br />

El otro se encogió <strong>de</strong> hombros.<br />

—Pse...<br />

Estaban fastidiados. Ramón pensó<br />

que lo mejor sería romper el hielo y<br />

atacar abiertamente el tema que, a ia<br />

fuerza, tentíríja que abordar un momento<br />

u otro.<br />

—Oye, ¿sabes qué te digo?<br />

El otro consumió medio cigarrillo <strong>de</strong><br />

una chupada.<br />

-¿Qué?<br />

—Pues nada, hombre, que lo he sentido<br />

mucho.<br />

Se hizo un silencio impresionante.<br />

Toda la. plaza parecía envuelta en un<br />

manto <strong>de</strong> silencio. Ramón sintió un nudo<br />

tremendo en la garganta. Parecía to-<br />

Entonces, por unos momentos<br />

—¿unos segundos?, ¿quizá un par <strong>de</strong><br />

minutos?— brota el pánico, aquí y<br />

allá, en los que estamos entre los<br />

dos fuegos, entre las dos muchedumbres.<br />

Por unos momentos olvidamos<br />

absolutamente todo: ya no somos<br />

oficinistas, estudiantes u obreros, ya<br />

no importa nada lo que hemos hecho<br />

esta mañana o nuestros proyectos<br />

para <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l fútbol, ni para nada<br />

cuentan nuestras aficiones ni<br />

nuestras manías; somos unos seres<br />

humanos que únicamente estamos<br />

absortos en resistir» en aguantar <strong>de</strong><br />

pie, en mo ser arrollados. Un rato<br />

antes existían mil diferencias entre<br />

cada uno <strong>de</strong> nosotros; ahora somos<br />

exactamente iguales. Y el chaparrón<br />

sigue, y el griterío ¡sigue, y nadie es<br />

capaz <strong>de</strong> pensar ein otra cosa que'<br />

en el peligro que die un momento a<br />

otro pue<strong>de</strong> convertiirse en catástrofe.<br />

do imposible. Imposible y absurdo. líacía<br />

sólo dos días que habían estado allí,<br />

en ^quel mismo lugar, charlando <strong>de</strong> los<br />

temas dt siempre, <strong>de</strong> cosas <strong>de</strong>i servicio,<br />

<strong>de</strong> lo horrible que- era pasar los días tirando<br />

<strong>de</strong>l carrito aquel, recogiendo basuras<br />

<strong>de</strong> las aceras, hablando <strong>de</strong> las restricciones<br />

y <strong>de</strong> la sequía, criticando al<br />

Gobierno. Hacía sólo cuarenta y ocho<br />

horas que Jaime le había contado cosas<br />

<strong>de</strong> ia mujer, que le había dicho que<br />

su mi'jei estaba cada día más estupenda.<br />

Ramón se dio cuenta <strong>de</strong> que su pésame<br />

había sido un fracaso. Pero no dijo<br />

nada. Siguió fumando y contempla<br />

la belleza <strong>de</strong> la mañana, el sol bañando<br />

la plaza, las ramas <strong>de</strong> los árboles prcsneíiendo,<br />

inequívocamente, que! la primavera<br />

había, al fin, llegado. Después<br />

mhó a su compañero y se le inundó el<br />

corazón <strong>de</strong> ternura. Se dio cuenta <strong>de</strong><br />

lo mucho que significaba la amistad <strong>de</strong><br />

Jaime para él, <strong>de</strong> lo mucho que significaban<br />

aquellos cinco años <strong>de</strong> tirar<br />

juntos <strong>de</strong>l carrito, relevándose escomía<br />

y carro, <strong>de</strong> recoger papeles en las aceras.<br />

Sintió una ternura inmensa.<br />

—Lo he sentido <strong>de</strong> verdad, ¿compren<strong>de</strong>s?<br />

Hasta lloré lo mío.<br />

-^-Buenoi Gracias.<br />

Era difícil expresarse. Siguieron fumando.<br />

Ramón dijo:<br />

—La Vida tiene estas cosas. Pronto o<br />

ífirdf. se muere uno. Claro que...<br />

Kra una torpeza intentar <strong>de</strong>cir nada.<br />

Las palabras resultaban frías, no servían<br />

para nada. Eran incapaces <strong>de</strong> espresar<br />

el dolor que él sentía, el doior<br />

que trascendía <strong>de</strong> los muros d? su persona<br />

y que inundaba la plaza en primavera,<br />

los árboles en primavera, el mundo<br />

en primaveral. Miró a su alre<strong>de</strong>dor y<br />

le vio todo lleno <strong>de</strong> tristeza; se encontró<br />

viviendo en una redoma <strong>de</strong> <strong>de</strong>solación<br />

y <strong>de</strong> amargura.<br />

—No hubo nada que hacer, ¿verdad?<br />

—La culpa la tuvo el <strong>de</strong>l Seguro. 0ijo<br />

que aquello él lo curaba sin ¡os antibióticos<br />

esos. x<br />

—¡Qué animal!<br />

Jaime se encogió <strong>de</strong> hombros.<br />

—Yo le dije que si los antibióticos están<br />

en las farmacias será para algo.<br />

Y él me dijo que no.<br />

—¡Qué bestia!<br />

Femaron en silencio. Un gorrión, e 1 *'<br />

ondído entre las ramas <strong>de</strong> los árboles,<br />

comenzó a trinar. Los dos hombres levantaron<br />

la vista. Los cristales <strong>de</strong>l edificio<br />

España, reflejando el sol, herían<br />

ios ojos. Ramón dijo:<br />

—Está bonito, ¿eh? Está bonito el edi-<br />

Después, muy poco tiempo <strong>de</strong>spués,<br />

la amenaza empieza a <strong>de</strong>crecer, el<br />

pánico baja. Continúan las protestas<br />

y los empujones, pero el impresionante<br />

ramalazo <strong>de</strong> locura colectiva<br />

ha pasado, y ya es posible compren<strong>de</strong>r<br />

que hemos experimentado,<br />

aunque en pequeña escala, lo mismo<br />

que en una revolución sangrienta o<br />

en un terremoto, cuando en el hombre<br />

sólo hay eso que llaman «instintos<br />

<strong>de</strong>senfrenados».<br />

Pero ¿qué son esos instintos, hacia<br />

dón<strong>de</strong> van? Y aquí, en esos momentos<br />

en que súbitamente quedan barridos<br />

todos los prejuicios, todas las<br />

costumbres y las formas cotidianas,<br />

y sólo resta el hombre <strong>de</strong>snudo, hallamos<br />

una razón <strong>de</strong> gozo y <strong>de</strong> confianza.<br />

Sí; no todos esos «<strong>de</strong>senfrenados<br />

instintos» nacen <strong>de</strong>l mal y en<br />

el mal acaban. Porque si es cierto<br />

que, bajo la lluvia, alguien manotea-<br />

ficio ese cuando rebota el sol asi. iu<br />

me pregunto como se l^s arreglarán<br />

j*ara hacer casas tan gran<strong>de</strong>s, ¿verdad,<br />

tú*;<br />

£í oiro bajó ia cabeza y no contesto.<br />

Estaba enormemente íastidiarto, seima<br />

un cánsamelo inlimto. Ramón se OJO<br />

cuenta <strong>de</strong> que resultaba inútil intentar<br />

mstraerle, intentar conVersacAón para<br />

distraerle. Dijo:<br />

—Lo siento. >o lo hacía sólo para que<br />

<strong>de</strong>jases <strong>de</strong> pensar en eso.<br />

£1 otro sonrió. iMiró a su amigo y<br />

vio que, efectivamente, el chico parecía<br />

impresionado. Sabía que Ramón lo había<br />

sentido mucho.<br />

—Gracias. Sé que lo lias, sentido.<br />

—Oye. Lo que podríamos hacer es<br />

una cosa. Pedir permiso mañana y largarnos<br />

a la SierEa. Eso <strong>de</strong> tirar <strong>de</strong>l<br />

carrito este no te pue<strong>de</strong> ir bien ahora.<br />

—Sí, irá bien.<br />

La verdad es que iría bien. Iría bieii,<br />

porque ahora tanto daba ya tirar <strong>de</strong>i<br />

carro como ir a la Sierra o quedarse<br />

en casa leyendo el periódico junto a<br />

ía camilla.<br />

—No te preocupes, hembre. Me hará<br />

bien tirar <strong>de</strong>l carro este.<br />

Pegó la última chupada al cigarrillo,<br />

tiró ia colilla al suelo y luego escupió.<br />

—Cuando quieras nos vamos—dijo.<br />

Ramón sonrió, se en<strong>de</strong>rezó la gorra<br />

y cogió la escoba.<br />

—Toma, coge la escoba. Yo llevaré el<br />

ca*rito hasta Cibeles.<br />

Echaron a andar como siempre lo<br />

habían hecho, lentamente, <strong>de</strong>spacio, escoba<br />

y carrito en mano, como cada sSía,<br />

Pasaron frente ai edificio aquel, enorme,<br />

inmenso. Al llegar a la Gran Vía,<br />

la luz <strong>de</strong>l tráfico y el urbano les <strong>de</strong>tuvieron.<br />

Ramón sonrió y dijo:<br />

—Ya ves, como cada día. Piensa que<br />

es un día cualquiera, el trabajo áe<br />

siempre, todo igual que siempre.<br />

—Sí, todo es igual que siempre.<br />

Ramón volvió a notar el nudo aquel<br />

en la garganta, una especie <strong>de</strong> opresión<br />

que le subía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el estómago a ls<br />

garganta, inundándole el-pecho.<br />

Ahora, vuelta a empezar, a recoger<br />

papeles <strong>de</strong> las aceras y cacas <strong>de</strong> caballo<br />

<strong>de</strong> las calzadas. Vuelta a esnpeznr<br />

como todos los días hasta entonces.<br />

—Eso es. Todo está igual que siempre.<br />

Por fin, el urbano les dio paso y Ramón<br />

tiró <strong>de</strong>l carrito. Entraron en la<br />

Gran Vía y comenzaron a trabajar, como<br />

hacía cuarenta y ocho horas, como<br />

si nada nuevo hubiese ocurrido.<br />

ba airado, dando puñetazos a todo el<br />

que pretendía acercarse, y otros empujuban<br />

brutalmente, y otros —bajo<br />

los gra<strong>de</strong>ríos— resistían para que nadie<br />

entrara, en vez; <strong>de</strong> seguir a<strong>de</strong>lante,<br />

hacia el centro 1 , don<strong>de</strong> quedaban<br />

espacios mucho menos agobiados,<br />

también es cierto que una niña aterrorizada<br />

que lloraba a gritos ha sido<br />

transportada en Vilo sobré nuestras<br />

cabezas hasta la protección <strong>de</strong> ios<br />

lavabos, también es cierto que un<br />

hombre con mono intentaba —torpe<br />

j conmovedorameiite— consolar con<br />

sus palabras a una mujer <strong>de</strong>sconté<br />

cida y casi anciana, una mujer que<br />

sollozaba porque había perdido a<br />

sus hijos, y que no caía gracias a la<br />

muralla que formaban el <strong>de</strong>í mono<br />

y un compañero suyo, también es<br />

cierto... Sí, hay mal en nuestros rincones<br />

más ocultos, pero también, a<br />

su lado, hay bien que igualmente estalla<br />

incontenible.<br />

El chaparrón ha amainado un poco,<br />

y bastantes espectadores retroce<strong>de</strong>n<br />

para buscar otras salidas y otros<br />

cobijos. Les imitamos, y cuando hemos<br />

caminado dificultosamente unos<br />

metros nos volvemos para mirar hacia<br />

atrás. La gente —-bajo los gra<strong>de</strong>ríos—<br />

sigue con su vaivén: hacia<br />

a<strong>de</strong>lante, hacia atrás, hacia a<strong>de</strong>lante,<br />

hacia atrás; todos los seres Iiumanos<br />

—sobre la tierra misteriosa—<br />

seguimos con nuestra marea <strong>de</strong> siem.<br />

pre; hacía el bien, hacia el mal, ¡iacia<br />

el bien, hacia el mal.<br />

16 1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1955


Cae la.tar<strong>de</strong>. No vibra<br />

en nada aquella música<br />

maravillosa. Cae<br />

la tar<strong>de</strong>. jOh!, no es posible<br />

que sea yo aquel mismo<br />

que antes <strong>de</strong>cía: «Árbol<br />

inmóvil, montes pálidos<br />

en la distancia-, mar<br />

con brisa...»<br />

(Parecía,<br />

parpa<strong>de</strong>ando, ver<strong>de</strong><br />

y plata, copa viva . .<br />

<strong>de</strong> un álamo <strong>de</strong> ensueño.)<br />

DEMASIADO TARDE<br />

CXIV<br />

4 HORA ya es tar<strong>de</strong>. Quisimos<br />

tocar con las pobres manos<br />

el prodigio.<br />

Ahora ya es tar<strong>de</strong>: sabemos<br />

no supimos lo que hacíamos.<br />

Ya no hay caminos. Ya no hay<br />

caminos. Ya no hay caminos.<br />

Cuando nada se <strong>de</strong>sea<br />

todo se posee. (El círculo<br />

se ha cerrado. Nos retiene,<br />

sin remedio, en su recinto.)<br />

Angeles soberbios. Angeles<br />

ciegos. Angeles malditos.<br />

Ahora ya es tar<strong>de</strong>. Se apaga<br />

el mundo recién nacido.<br />

Ya no hay caminos. Ya no hay<br />

caminos. Ya no hay caminos.<br />

Cuando nada se <strong>de</strong>sea<br />

todo se posee. Miro<br />

la llama. ¿Quién nos mandó<br />

tocar su centro encendido?<br />

Al fuego se le posee<br />

con los ojos. (Ni sus hijos<br />

pue<strong>de</strong>n tocarlo.) Ya no hay<br />

caminos. Ya no hay caminos.<br />

Sabemos. El terso sueño<br />

se ha roto. Ya no hay caminos.<br />

Desamparados ten<strong>de</strong>mos<br />

puentes <strong>de</strong> espíritu a espíritu.<br />

También el cuerpo quería<br />

romper su lastre infinito.<br />

Las almas a su través<br />

se buscaban. Se han hundido<br />

para siempre. No se encuentran<br />

las almas. Ya se ha cumplido<br />

¡o fatal. Sabemos. Angeles<br />

ciegos. Angeles malditos.<br />

Las almas se han marchitado<br />

sobre los cuerpos marchitos.<br />

Ya no hay caminos. Ya no hay<br />

caminos. Ya no hay caminos.<br />

Cuando nada se <strong>de</strong>sea<br />

todo se posee. El fino<br />

vidrio <strong>de</strong> la paz se rompe<br />

<strong>de</strong>seando (Como el río,<br />

sólo se para y <strong>de</strong>scansa<br />

cuando <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser río.)<br />

Prisa por llegar. Can<strong>de</strong>ntes<br />

avi<strong>de</strong>ces. Rojos vinos<br />

en el que los vencedores<br />

se igualan a los vencidos.<br />

¡Oh cuánta <strong>de</strong>solación!<br />

Qué caída en el vacío.<br />

Oigo al otoño ventoso<br />

tañer su cuerno amarillo.<br />

Aroma <strong>de</strong> oro, dorando<br />

aroma <strong>de</strong> tierra. Piso<br />

la tierra. Miro la tierra<br />

hermosa...<br />

Torno a lo mío:<br />

cuando nada se <strong>de</strong>sea<br />

todo se posee. (El círculo<br />

se ha cerrado.) Todo en torno<br />

es lo mismo y no es lo mismo.<br />

Se han borrado para siempre<br />

caminos, muchos caminos.<br />

Y estamos solos. De pronto<br />

nada parece tranquilo.<br />

nuestra voz suena a voz <strong>de</strong> otros<br />

que jamás han existido.<br />

Y se cierra todo. Y todo<br />

<strong>de</strong>jando <strong>de</strong> ser sencillo.<br />

Angeles soberbios. Angeles<br />

ciegos. Angeles malditos.<br />

Y no hay caminos. Y no hay<br />

caminos. Y no hay caminos.<br />

CXV<br />

TUYA EN CUERPO Y ALMA<br />

Í^N cuerpo y alma» (como si dijera<br />

muerta y viva. ¿Podrías con tu boca<br />

evi<strong>de</strong>nte, besar la luz que toca<br />

los brazos ver<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la primavera?)<br />

«En cuerpo y alma» (como si pudiera,<br />

inextinguir, ar<strong>de</strong>r la llama loca<br />

sin consumirse el tronco. Como poca<br />

luz que herir mucha noche pretendiera.)<br />

«En cuerpo y alma«. (Como si la mano<br />

quisiera poseer la estrella hundida<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l corazón d»;I mar en calma.)<br />

«En cuerpo y alma.» Rojo, sol lejano.<br />

Música en el recuerdo malherida.<br />

Imposible tener en cuerpo y<br />

y<br />

CON LAS PIEDRAS, CON EL VIENTO<br />

CXVI<br />

A PAGAMOS las manos. Dejamos encima <strong>de</strong>l mar<br />

marchitarse la luna<br />

y nos pusimos a andar por la tierra cumplida <strong>de</strong><br />

sombras.<br />

Ahora ya es tar<strong>de</strong>. Las albas vendrán a ofrecernos<br />

sus húmedas flores.<br />

Ciegos iremos. Callados iremos, mirando algo nuestro<br />

que escapa hacia su patria remota.<br />

(Nuestro espíritu <strong>de</strong>be <strong>de</strong> ser, que cabalga sobre<br />

las olas.)<br />

Ahora ya es tar<strong>de</strong>. Apagamos las manos felices<br />

y nos ponemos a andar por la tierra cumplida <strong>de</strong><br />

sombra.<br />

Hemos caído en un pozo que ahoga los sueños.<br />

Hemos sentido la boca glacial <strong>de</strong> la muerte tocar<br />

nuestra boca.<br />

Antes, entonces, con qué gozo ardiente,<br />

con qué prodigioso-encen<strong>de</strong>rse la aurora<br />

mo<strong>de</strong>lamos en nieblas efímeras, ea pasto <strong>de</strong> brisas<br />

ligeras,<br />

nuestra cálida hora.<br />

Y cómo apretamos las ubres calientes. Y cómo era<br />

hermoso<br />

pensar que no había ni ayer, ni mañana, ni historia.<br />

Ahora ya es tar<strong>de</strong>: apagamos las manos felices<br />

y nos ponemos a andar' por la tierra cumplida<br />

<strong>de</strong> sombra.<br />

Cómo errar por los años, como astros gemelos,<br />

sin fuego,<br />

como astros sin luz que se ignoran. §fcj<br />

Cómo andar sin nostalgia el camino, soñando<br />

dos sueños distintos<br />

mientras en torno el amor se <strong>de</strong>sploma.<br />

Ahora ya es tar<strong>de</strong>- Sabemos. Pensamos. (Buscábamos<br />

almas.)<br />

Ahora sabemos que el alma no es piedra ni flor<br />

que se toca.<br />

Como astros gemelos y ajenos pasamos, sabiendo<br />

que el alma se niega si el cuerpo se niega.<br />

Que nunca se logra sí el cuerpo se logra.<br />

Dejamos encima <strong>de</strong>l mar marchitarse la luna.<br />

Cómo errar, por los años sin gloria.<br />

Cómo aceptar que las almas son vagos ensueños<br />

que en sueños tan sólo se dan, y <strong>de</strong>spiertos se borran.<br />

Qué consuelo ha <strong>de</strong> haber, si lograr una gota <strong>de</strong><br />

un alma<br />

es preten<strong>de</strong>r apresar el latir <strong>de</strong> la tierra, <strong>de</strong>snuda<br />

y redonda.<br />

Estamos <strong>de</strong>spiertos. Sabemos. Como astros<br />

soberbios, caídos,<br />

sentimos la boca glacial <strong>de</strong> la muerte tocar nuestra<br />

boca.<br />

CXVII<br />

ílE pronto cobra el mundo<br />

calida<strong>de</strong>s amargas.<br />

Tras los cristales, lento,<br />

lluvioso, octubre pasa<br />

acariciando el mundo<br />

con su mano <strong>de</strong> agua.<br />

Nunca jamás. ¡Oh¡, nunca<br />

podremos hacer nada.<br />

Nos hiere el <strong>de</strong>saliento<br />

con su flecha <strong>de</strong> plata.<br />

(La manoque acaricia<br />

no saba lo que mata.)<br />

Cómo se pue<strong>de</strong> asir,<br />

,con la mano, la llama;<br />

encerrar en la noche<br />

la luz, y lo que pasa<br />

en lo que queda... (Nunca.<br />

podremos hacer nada.<br />

No basta sólo el cuerpo .<br />

ni basta sólo el alma.)<br />

Próximo eí cuerpo, pero<br />

lejana el alma. Cantan<br />

las almas juntas, cuando<br />

los cuerpos se distancian.<br />

¡Oh¡, qué luchar, qué angustia,<br />

qué ir y venir <strong>de</strong>l alma<br />

al cuerpo, cómo yerra,<br />

<strong>de</strong> cuerpo en cuerpo, el alma.<br />

ATENEO 17


Cómo se <strong>de</strong>smoronan,<br />

se hun<strong>de</strong>n, las torres altas.<br />

Cómo <strong>de</strong> entre las manos<br />

<strong>de</strong>l cuerpo se va el alma.<br />

Y escribe el Ángel a ía Iglesia <strong>de</strong> Laodicea:<br />

«Yo conozco tus obras, que no eres frío ni caliente,<br />

ojalá fueras frío o caliente. Mas porque no eres frío<br />

ni caliente, el Ángel te arrojará <strong>de</strong> su boca...»<br />

Pero nosotros"no<br />

somos tibios. Se abrasan<br />

los corazones. Juntas<br />

las bocas, se <strong>de</strong>rrama<br />

sobre un cuerpo otro cuerpo<br />

sobre un alma otra alma.<br />

«He aquí que no eres frío ni caliente, sino tibio...»<br />

Pero nosotros no<br />

somos tibios. La calma,<br />

la paz, la sencillez,<br />

esas virtu<strong>de</strong>s claras<br />

I no son para nosotros.<br />

Nuestras almas se abrasan,<br />

claman <strong>de</strong> sombra en sombra,<br />

penan <strong>de</strong> llama en llama.<br />

Los cuerpos juntos, pero<br />

tan distantes las almas...<br />

Tras los cristales, lento,<br />

lluvioso octubre pasa<br />

acariciando el mundo<br />

con su mano <strong>de</strong> agua.<br />

SENCILLEZ<br />

C XVIII<br />

V "a las noches suce<strong>de</strong>n<br />

ios días; y a las lluvias,<br />

los soles. Y no hay nada<br />

que dure más que espunía<br />

sobre arena, o relámpago<br />

entre nubes, o música<br />

en los aires, o luz<br />

sobre las hojas húmedas.<br />

Y todo pasa, y nada<br />

que sea nuestro dura.<br />

Todas las cosas llevan<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí su tumba.<br />

Es preciso caer<br />

malherido en la lucha.<br />

Amar mucho. Sentir<br />

mucho. Mirar la luna<br />

ascen<strong>de</strong>r muchas noches<br />

teniendo el alma a oscuras.<br />

Qué palabras nos llenan<br />

entonces <strong>de</strong> hermosura.<br />

Qué vieja .ciencia sabe<br />

<strong>de</strong>svanecer las brumas.<br />

Cuántos instantes muestran<br />

su evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>snuda.<br />

Cómo se encierran todas<br />

las verda<strong>de</strong>s en una.<br />

Mirad: la primavera<br />

ya vuelve. Ya se anuncia<br />

en las yemas <strong>de</strong>l álamo,<br />

en las aguas profundas.<br />

Cielos azules. Vidrios<br />

transparentes. Verduras<br />

inmensas. Lejanías<br />

<strong>de</strong> playa y humo...<br />

Nunca<br />

l_o entendimos. Miramos<br />

hoy la vida que apunta:<br />

margaritas <strong>de</strong> oro,<br />

campanillas <strong>de</strong> bruma.<br />

Qué sabor nuevo tiene<br />

todo, como si dudas<br />

y espinas no existieran.<br />

Como si la hermosura<br />

vieja, hallara en el alma<br />

vieja su concha justa.<br />

Se ve el ayer —tan lejosconstelado<br />

<strong>de</strong> agudas<br />

espinas, y se siente<br />

como dolor <strong>de</strong> turbias<br />

riadas que llevaron<br />

nuestra mejor ternura.<br />

Ahora vuelve a ser todo<br />

sencillo y claro. Busca<br />

su centro el alma y tiene<br />

su centro en las menudas<br />

evi<strong>de</strong>ncias. La mina,<br />

se encierra en la confusa<br />

realidad que pisábamos<br />

y que no vimos nunca<br />

Así es todo <strong>de</strong> nuevo<br />

sencillo, se <strong>de</strong>snuda<br />

maravillosamente<br />

. mostrando su hermosura.<br />

Es hora <strong>de</strong>cantar.<br />

Mas la boca está, muda<br />

ganada por la mansa<br />

sensación <strong>de</strong> ventura.<br />

C XIX<br />

\IO pue<strong>de</strong> ser posible; pero<br />

estaba allí, cerca; le. oímos<br />

llorar. No.pue<strong>de</strong> ser posible;<br />

con el cielo tan alto y limpio<br />

y sosegado; con la hierba<br />

tan ver<strong>de</strong> y frágil; encendidos<br />

¡os corazones para él,,,<br />

Dijo<br />

ella «mí niño está llorando,<br />

y no le puedo ver. Mi niño<br />

llora...» (Cantó voz velada<br />

para que no llorase el niño.)<br />

No pue<strong>de</strong> ser posible. Es nuestra<br />

prolongación feliz. Es río<br />

entre orillas <strong>de</strong> piedra. Es valle<br />

apacible entre duros picos.<br />

Ella le llama por un nombre,<br />

que es como el mío, y no es el mío.<br />

Es una rama <strong>de</strong> la estirpe<br />

<strong>de</strong> los dioses, un vientecíllo<br />

que aún reinará sobre la tierra<br />

cuando ya se agosten los siglos.<br />

El no pue<strong>de</strong> llorar. Es nuestra<br />

prolongación feliz. Sufrimos<br />

para que nunca sufra. Vamos<br />

allanándole los caminos.<br />

(Hablamos <strong>de</strong> él, mientras madura<br />

la pompa ver<strong>de</strong> <strong>de</strong>l estío.)<br />

No pue<strong>de</strong> ser posible. «Llora<br />

mi pabre niño» —dice—-. Miro<br />

entre las flores (muchas veces<br />

se escon<strong>de</strong>rá entre las flores). Miro<br />

sus ojos hondos (tal vez se haya<br />

quedado en sus ojos dormido).<br />

Le va cantando tiernamente<br />

para que no llore su niño.<br />

El no pue<strong>de</strong> llorar. El es<br />

un dios ardiente. Es el espíritu<br />

<strong>de</strong> ía vida. Nos miraremos<br />

en él sin pena. Será limpio<br />

<strong>de</strong> recuerdos. Prolongación<br />

dichosa <strong>de</strong> nosotros. Limpio<br />

<strong>de</strong> recuerdos. Incendiará ^—el<br />

mundo con su luz. Sufrimos<br />

para que nunca sufra. Vamos<br />

allanándole los caminos.<br />

No pue<strong>de</strong> ser posible, pero<br />

estaba allí cerca. Le oímos<br />

llorar. No pue<strong>de</strong> ser posible.<br />

El es planta que ignora el filo<br />

<strong>de</strong> Ía hoz. Elia dice «está<br />

llorando.» (No es posible.) Miro<br />

el agua <strong>de</strong>l arroyo; acaso<br />

en el agua se haya escondido.<br />

Elle le llama por un nombre<br />

que es como el mío y no es el mío.<br />

Le canta luego tiernamente<br />

para que no llore su niño.<br />

cxx<br />

JJESPUES <strong>de</strong> tanta lucha estéril<br />

qué amable resulta la paz.<br />

Cada prodigio vivo canta<br />

su maravilloso cantar.<br />

1 <strong>de</strong> agosto do 1955,


Después <strong>de</strong> tantas horas ásperas<br />

cómo mece la sencillez<br />

<strong>de</strong>l cielo, el agua, el campo, el beso,<br />

las criaturas sin ayer.<br />

Tras <strong>de</strong> avanzar contra corriente<br />

qué apacible <strong>de</strong>jarse ir.<br />

Sentir la vida sosegada<br />

con la intimidad <strong>de</strong> un jardín.<br />

CXXÍ<br />

f)UE claridad -para mirar sin pena<br />

t me da la, distancia'.<br />

Des<strong>de</strong> la oscuridad total dirijo<br />

a ti la mirada.<br />

Así es mejor: tenerte, hablarte, oírte<br />

sin melancolía.<br />

Llevar yo sola todos tus dolores<br />

doliendo en mi vida.<br />

Vuelve a encen<strong>de</strong>rse el juego ver<strong>de</strong> y oro<br />

<strong>de</strong> la primavera. ."<br />

Oh corazón que prodigó sus dones<br />

con las manos llenas.<br />

Te llamaré en mi soledad un día<br />

el i<br />

cuando, sobre tu llama, nieve el tiempo<br />

que todo lo<br />

Saber que no habrá nada que te hiera<br />

con espada aguda.<br />

Saber que se cerraron ya tus puertas<br />

para la<br />

Yo no podría herirte más, llenarte<br />

<strong>de</strong> noche tus soles.<br />

Yo para li quisiera los caminos<br />

cubiertos <strong>de</strong> ¡lores.<br />

Así es mejor. De lejos iodo tiene<br />

una luz más clara.<br />

Se <strong>de</strong>snudan tus horas que vestía<br />

la <strong>de</strong>sesperanza.<br />

Te llamaré en mi soledad, un día<br />

el indiferente,<br />

cuando el olvido ciña con guirnaldas<br />

<strong>de</strong> rosas tus sienes.<br />

Y qué alegre ha <strong>de</strong> ser saber que nunca<br />

<strong>de</strong>clina tu estrella.<br />

Sabe que has <strong>de</strong> cantar feliz, que vives<br />

aunque yo me muera.<br />

Me preguntabas y te respondían<br />

mi boca y mis ojos.<br />

Oh si los ojos y las palabras<br />

lo dijesen todo.<br />

Así es mejor: se cerrará tu herida. •<br />

•irás por los campos<br />

sin saber que la música <strong>de</strong>l viento<br />

soy yo que te canto.<br />

Mi corazón entierro, porque tenga<br />

tu camino flores.<br />

Cantes y vivas tú, aunque yo me muera. •<br />

Y Dios me perdone.<br />

EL SOLITARIO<br />

Ceux qui vivent ce sont ceux qui<br />

lutten.'<br />

cxxii<br />

O T O Ñ O<br />

6<br />

¡ Fá b u l a !<br />

CAZADOR, leñador, quemas Jas hojas<br />

^ y hun<strong>de</strong>s el hacha <strong>de</strong> oro en la ma<strong>de</strong>ra.<br />

hieres a la ligera primavera<br />

entre los arcos <strong>de</strong> las copas rojas.<br />

Suenas tu trompa. Silba el hacha. Mojas<br />

con sangre el cielo, el bosque, la la<strong>de</strong>ra.<br />

Encendido licor, trágica hoguera<br />

a la que el cuerpo <strong>de</strong>shojado arrojas.<br />

Das al olvido el sueño que <strong>de</strong>struyes,<br />

tras la jauría <strong>de</strong> tus vientos huyes<br />

y en el confín <strong>de</strong>l Universo cantas<br />

i<br />

que todo se repite y todo torna,<br />

que la guirnalda seca que te adorna<br />

ha <strong>de</strong> ser rosas en nuestras gargantas.<br />

(Intermedio)<br />

Unas veces el hombre canta cosas,<br />

por engañarse, en las que no creía,<br />

y su cantar es una fantasía<br />

en la que alternan fuegos, oros, rosas.<br />

No lucha, no pregunta: mira. (Hermosas<br />

criaturas se mecen en el día.)<br />

Muer<strong>de</strong> la fruta que el sueño le envía<br />

en sus alas maravillosas.<br />

Pero cuando pregunta, cuando <strong>de</strong>ja<br />

en su imagen la imagen que refleja<br />

el agua oscura <strong>de</strong> su mar sin nombre,<br />

el mundo cae, el alma cae, llorando<br />

entre las hojas que se van secando •<br />

en el reino interior <strong>de</strong>l hombre.<br />

( Variación melancólica)<br />

.Cazador, leñador, cazas y talas<br />

cuanto vivo y en pie se sostenía.<br />

Apenas tu redonda mediodía,<br />

para evocar, nos cubre con sus alas.<br />

Bajamos por tus pálidas escalas<br />

hasta el país <strong>de</strong> la melancolía.<br />

Tus cenizas tornaron lejanía<br />

los frescos sueños y las horas malas.<br />

CON LAS PIEOIMS, zn EL raro..<br />

Dicen que todo torna, y en mí ¿nadatorna?<br />

La primavera <strong>de</strong>shojada<br />

¿<strong>de</strong> nuevo cobrará su lozanía,<br />

y yo he <strong>de</strong> andar con sombras en la frente,<br />

morir, pasar irremisiblemente<br />

sin la resurrección al tercer día?<br />

CXXIII<br />

REFLEXIONES amargas, no.<br />

Ya he <strong>de</strong>sterrado ía amargura,<br />

aunque no pienso mirar siempre<br />

con los mismos ojos la luna.<br />

El sol que alumbraba el ayer<br />

no es el mismo sol que me alumbra.<br />

Si un alba apresa nuestras almas<br />

apuremos sus luces húmedas<br />

porque mañana su belleza<br />

es imposible que se cumpla.<br />

Reflexiones amargas, no.<br />

Ya he <strong>de</strong>sterrado la amargura.<br />

Voy paseando entre los árboles<br />

amarillos que se <strong>de</strong>snudan.<br />

Juegan al corro niños. Hombres<br />

van y vienen. De la hermosura<br />

<strong>de</strong>l cielo, bajan chorros cálidos<br />

que anidan en las hojas últimas.<br />

Yo me siento feliz. Al fin<br />

he <strong>de</strong>sterrado la amargura.<br />

Puedo mirar, sin pena, cómo<br />

se <strong>de</strong>svanece mi aventura.<br />

Cada retazo <strong>de</strong>l paisaje<br />

limpio lo veo. Ni la duda,<br />

ni el recuerdo, ni la nostalgia<br />

empañan su evi<strong>de</strong>ncia muda.<br />

Y, sín embargo, yo conozco<br />

estos lugares, aunque nunca<br />

los vi. Conozco cada amable<br />

rincón <strong>de</strong> flores, cada oculta<br />

vereda que se pier<strong>de</strong>, don<strong>de</strong><br />

las concretas formas se azulan-<br />

ATENEO 19


20<br />

I OSE HIE<br />

Ahora pue<strong>de</strong>n mirar mis ojos<br />

lo que antes no podían. Busca<br />

mí corazón, aquí, recuerdos<br />

que nunca fueron suyos. (Suyas<br />

serían sólo las cenizas.)<br />

Y los recuerdos v.enen, juntan<br />

su cuerpo ai mío. Y no me hieren,<br />

porque ahora ignoro la amargura.<br />

Yo no podía compren<strong>de</strong>rlo<br />

y hoy; qué sencillo me resulta<br />

ir bajo el sol, por los caminos<br />

que-ellos andaban con la luna,<br />

SÍ yo hubiese venido antes<br />

aún vibraría aquí la música '<br />

<strong>de</strong> sus palabras. Y qué espina<br />

para el alma; y qué flecha aguda<br />

para el corazón encendido<br />

que avi<strong>de</strong>cía la ternura.<br />

Pero ahora todo es ya sencillo.<br />

Ahora siento el alma madura.<br />

Ahora me sé feí.z. Camino<br />

éntrelos árboles. Ya nunca<br />

llevaré la vida empañada:<br />

he <strong>de</strong>sterrado la amargura.<br />

Me siento alegre. Sé <strong>de</strong> fijo<br />

que ya se ha acabado la lucha.<br />

CX XIV<br />

L A M A Ñ A N A<br />

M a d r i d '<br />

Í^UANTAS veces he vuelto, en sueno<br />

a lograr aquella mañana.<br />

Mi corazón era sencillo,<br />

ciaro, como una gota <strong>de</strong> agua.<br />

Cómo me hervía imaginando<br />

aventuras extraordinarias.<br />

Cómo templaba yo mi acero<br />

en el fuego <strong>de</strong> las hazañas.<br />

Pasarían los siglos. Flores<br />

nacerían <strong>de</strong> mis entrañas.<br />

(¡Oh inolvidable, inolvidable,<br />

inolvidable...!) Nuevas ramas.<br />

vientos nuevos, darían músicas<br />

nuevas a nuevas añoranzas.<br />

•Oh inolvidable; Cuando entorno<br />

ios ojos veo las doradas<br />

tierras, ios álamos apenas<br />

con hoja. Puedo, entre las brasas<br />

<strong>de</strong>l hoy, tornar hasta aquel día,<br />

navegar por sus limpias aguas.<br />

¡Oh inolvidable, inolvidable,'<br />

irrepetible...!<br />

Se apagaba<br />

ia luz. Dejé las tierras ver<strong>de</strong>s,<br />

los montes <strong>de</strong> azul y <strong>de</strong> plata,<br />

los chopos altos, que podían<br />

herir al cielo con su lanza,<br />

cimas escuetas, don<strong>de</strong> el sol<br />

pulía su pálida espada.<br />

¡Oh irrepetible, irrepetible,<br />

inolvidable!<br />

Cuando el alba<br />

llegó, fue todo diferente.<br />

Un.nuevo tiempo comenzaba<br />

para mí. Tierras <strong>de</strong> Castilla<br />

como una seca piel humana,<br />

como una inmensa palma abierta<br />

bajo la luz <strong>de</strong> la mañana.<br />

MÍ corazón era sencillo,<br />

claro, como una gota <strong>de</strong> agua.<br />

Para mi corazón sencillo<br />

la vida nueva comenzaba.<br />

¡Oh!, <strong>de</strong>spués Guadarrama. Cielo<br />

con honduras acumuladas.<br />

Pinos, encinas, peñas: duro<br />

corazón <strong>de</strong>.granito. España<br />

no latía su-corazón ' ><br />

para el mío que íe buscaba.<br />

. ¡Oh inolvidable, irrepetible...!<br />

<strong>Madrid</strong>, al fondo. Aún arañaban<br />

los campos trincheras, aún<br />

cerraban ruinas la distancia...<br />

¿No habéis buscado un día ei rayo<br />

que vuestros ojos anhelaban<br />

algo que, acaso, no existía<br />

en el lugar que lo buscabais?<br />

¿no habéis -- pasado eí tiempo vuelto<br />

y habéis Horado por !a rama<br />

seca, que había sido ver<strong>de</strong><br />

cuando vosotros la ignorabais?<br />

Se <strong>de</strong>sprecia lo que se tiene<br />

por soñar aquello que falta.<br />

Y al buscar lo que se tenía<br />

no queda en vuestras manos nada.<br />

Como si todo sucediese,<br />

misterioso, a nuestras espaldas'.<br />

Cual si evocar fuera tan sólo<br />

nuestra única avi<strong>de</strong>z lograda..<br />

Así fue. Si cierro los ojos<br />

veo <strong>de</strong> nuevo las doradas<br />

tierras, ios álamos apenas<br />

con hoja; logro ia mañana<br />

que nunca tuve. (Yo prendía<br />

mi avi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las tierras áridas<br />

don<strong>de</strong> aún quedaban las trincheras,<br />

las viejas glorias enterradas.<br />

Don<strong>de</strong>, <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las ruinas,<br />

se pudrían bellas hazañas.)<br />

Nadie se ve sí no se aleja",<br />

<strong>de</strong> sí mismo. Piso las cálidas<br />

tierras que a mí me daban frío<br />

(Todo ocurría a mis espaldas.)<br />

Y se borra <strong>Madrid</strong>, e! mundo<br />

dolorido por la metralla.<br />

Mí corazón sencillo, don<strong>de</strong><br />

vivía fragante la fábula.<br />

Mi corazón, don<strong>de</strong> nacía<br />

la renunciación más amarga<br />

¡Oh inolvidable...! Cuando entorno<br />

ios ojos veo las doradas<br />

tierras, los álamos apenas<br />

con hoja, el alto Guadarrama.<br />

(Parece que ellos lo sabían;<br />

pero no me dijeron nada.)<br />

Veo las cosas que hoy me hieren,<br />

que sucedían a mi espalda.<br />

Por don<strong>de</strong> yo acechaba el paso<br />

<strong>de</strong> algo muy mío, alguien marchaba,<br />

alguien se daba, sobre el suelo .<br />

don<strong>de</strong> la vida se paraba.<br />

¡Oh inolvidable! Todo cobra<br />

su sentido el día que amarga<br />

por vez primera el vino rojo.<br />

Alguien, un día, llega, enlaza<br />

su vida a nuestra vida. Entonces<br />

los pasados unen sus ramas.<br />

Fun<strong>de</strong>n los dos en uno solo,<br />

las dos almas en un alma.<br />

(Nos conocimos hoy: no <strong>de</strong>be<br />

contar sino el hoy y el mañana.)<br />

Pero borra el pasado propio<br />

el ajeno —nuestro que se alza<br />

<strong>de</strong>l día aquel que nuestros cuerpos<br />

y nuestras almas .ss ignoraban.<br />

.¡Oh inolvidable! No recuerdo<br />

qué vi. Se borra todo.. Canta<br />

un vientecillo que jamás<br />

me acarició la frente alta.<br />

Cuando entorno los ojos veo<br />

ante mí las tierras doradas,<br />

los álamos <strong>de</strong> primavera,<br />

los finos brazos .que enlazaban<br />

una cabeza. Todo aquello<br />

ha sucedida a mis espaldas.<br />

Como si alguno, entre las.sornbr;<br />

fuese-tejiendo mi hora amarga.<br />

Como si sufrieran los dientes<br />

que no mordieron ia manzana,<br />

1 <strong>de</strong> agoslo.<strong>de</strong> 1955


JOSÉ HIEKRO<br />

QUINTA DEL<br />

EDITORIAL NACIONAL<br />

A Aurelio García Canialapiedra,<br />

el amigo fiel, comprensivo y<br />

entrañable. Adjetivos que parecen<br />

tópicos a los extraños.'Jnsuficicn-<br />

. íes a los amigos..<br />

CX XV<br />

EL LIBRO<br />

RAS naciendo poco<br />

I a poco, día a día.<br />

Con todas ías cosas<br />

que hablan, hondo, será<br />

tu palabra sencilla.<br />

A veces no sabrán<br />

qué dices. No te pidan<br />

luz. Mejor en la sombra<br />

amor se comunica.<br />

. - Así, incansablemente,<br />

hila que te hila.<br />

CXXVI<br />

PARA UN ESTETA<br />

rpU que hueles la flor <strong>de</strong> la bella palabra.<br />

-*-. acaso no comprendas las mías sin aroma.<br />

Tú que buscas el agua que corre transparente,<br />

no has <strong>de</strong> beber mis aguas rojas.<br />

Tú que sigues el vuelo <strong>de</strong> la belleza, acaso<br />

nunca jamás pensaste cómo ía'muerte ronda<br />

ni cómo vida y muerte--aguas y juego—hermanadas<br />

van socavando nuestra roca. ...<br />

Perfección <strong>de</strong> la vida que nos talla yi..dispone,<br />

-para la per lección <strong>de</strong> la muerte remota.<br />

Y lo <strong>de</strong>más, palabras, palabras y palabras.<br />

,ay, palabras maravillosas! •<br />

Tú que bebes el vino <strong>de</strong> la copa <strong>de</strong> plata<br />

no sabes el camino <strong>de</strong>. la "fuente que- brota<br />

en la piedra. No sacias tu sed en su_ agita pura<br />

con lus_ dos -manos como copa.<br />

Lo has olvidado iodo porque lo sabes lodo.<br />

Tú crees dueño, no hermano menor <strong>de</strong> cuanto nombras.<br />

Y olvidas las raíces (Mi obra, dices), olvidas<br />

que vida y muerte son tu obra-<br />

No has venido a la tierra a poner diques y or<strong>de</strong>n<br />

en el maravilloso <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las cosas.<br />

Has venido a nombrarlas, a comulgar con ellas.<br />

sin alzar vallas a su -gloria.<br />

ATtiNEO<br />

Q U I N T A D E L 4 2 2<br />

Nada te pertenece. Teda .es afluente, arroyo.<br />

Sus aguas en tu cauce temporal <strong>de</strong>sembocan.<br />

Y hechos un. solo río os vertís en el mar.<br />

«que es el morir», dicen las coplas.<br />

No has vellido a f'onc or<strong>de</strong>n, dique. Has rmido<br />

a hacer moler la muela con tu- agua transitoria.<br />

Tu fin no está en (i mismo (Mi obra, 'tices), olvidas<br />

que vida y muerte son tu o-'-ra.<br />

Y que el cantar que ho\ cantas será abaraje un día<br />

por la música <strong>de</strong> otras olas.<br />

LOS HOMBRES Y LAS HOKAS<br />

Pues aunque liay peno, v nos agravia<br />

el signo adverso,<br />

fior nosotros corre la savia<br />

<strong>de</strong>l universo.<br />

CXXVIT<br />

Ri'BÉN DARÍO.<br />

L^S difícil explicar<br />

por qué íos veo. Es difícil<br />

<strong>de</strong>cir quiénes son, por qué<br />

me ponen, triste.<br />

Con ojos abiertos no<br />

los veo. Acaso no existen<br />

sino en mí. (Con ojos ciegos<br />

no sabemos ser felices.)<br />

Qué podría yo <strong>de</strong>ciros<br />

ni qué podríais <strong>de</strong>cirme<br />

para enten<strong>de</strong>rnos. Los dioses<br />

nos nacen <strong>de</strong> sus raíces.<br />

Hechura <strong>de</strong> Dios. Harapos<br />

<strong>de</strong>sdichados <strong>de</strong> su estirpe.<br />

Olímpicos soles brillan<br />

tras <strong>de</strong> nuestras nubes grises.<br />

Si yo dijera, mostrándoos<br />

una ramita flexible:<br />

«Aquí está la primavera»;<br />

sí alguien, trayendo jazmines<br />

en la mano, me dijera:<br />

«aquí est? mi amor...»,<br />

(Decidme<br />

qvé son las palabras, cómo<br />

aprisionar sus matices.)<br />

Comienzo otra vez. Nacimos<br />

<strong>de</strong> dioses. Somos estirpe<br />

<strong>de</strong> dioses. Un día envuelven<br />

en la materia visible<br />

su gran nostalgia. Ellos crean<br />

seres que los eternicen.<br />

Y fü hombre vive, pidiendo<br />

la llama que lo ilumine.<br />

Es difícil explicar<br />

por qué los veo. Es difícil<br />

<strong>de</strong>cir quiénes son, qué buscan.<br />

(Es imposible<br />

que me entendáis.) Yo los veo<br />

recortados los perfiles<br />

contra el pasado, sentados<br />

junio a una tapia. No dicen<br />

nada, ni nada preguntan.<br />

Se pusieron a cantar,<br />

como soñando. Las lin<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> la noche se borraron.<br />

Vino la luz, y carmines<br />

frescos mojaron la tierra<br />

hasta sus remotos límites.<br />

Hilos, cantando, bebieron<br />

su vino invisible.<br />

Es difícil explicarlo.<br />

Me pone triste.<br />

Es como ver un dios muerto,<br />

como' un niño que no ríe.<br />

Me pongo triste, y no sé<br />

expresarlo. Es imposible. ,<br />

Como si alguien me amostrara,<br />

en su mano, unos jazmines<br />

y me dijese: «He aquí<br />

mi amor...»


SE HIERRO<br />

Yo no sé. Es difícil<br />

•;" compren<strong>de</strong>rlo. Yo no sé<br />

"-— •' quiénes son, cómo es posible<br />

que alguno lo entienda, cómo<br />

podría yo no seguir<br />

repitiendo y repitiendo<br />

lo irrepetible...<br />

cxxvin<br />

ENCADENADOS •<br />

CE fue muriendo todo,<br />

pero ellos no murieron.<br />

La ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l hombre<br />

duró más que sus sueños.<br />

Lo que muere <strong>de</strong>l hombre<br />

vivió más que lo eterno.<br />

Se murió la esperanza<br />

y siguieron viviendo.<br />

Sólo los perros mueren<br />

al morirse su dueño.<br />

CXXIX<br />

RETRATO DE UN DESCONOCIDO<br />

f | > UVO unas barbas húmedas, marinas,<br />

y pálida y <strong>de</strong>snuda era la frente.<br />

Adorador <strong>de</strong>l fuego <strong>de</strong>l poniente<br />

entre las piedras <strong>de</strong> las propias ruinas...<br />

Viajero en alas <strong>de</strong> las golondrinas<br />

se <strong>de</strong>snudó a la luz resplan<strong>de</strong>ciente.<br />

Desnudo —nuevamente adolescente—,<br />

con el dolor jugó a las cuatro esquinas.<br />

•- La carne está en su ocaso. Queda el gesto.<br />

Es la luz su mejor libro <strong>de</strong> texto<br />

y reza., rosa a rosa, su rosario.<br />

Ama las horas porque borran huellas<br />

en la serenidad, y en las estrellas<br />

estudia su futuro itinerario.<br />

cxxx<br />

UNA TARDE CUALQUIERA<br />

V"0, José Hierro, un hombre<br />

como hay muchos, tendido<br />

esta tar<strong>de</strong> en mi cama,<br />

volví a soñar.<br />

(Los niños,<br />

en la calíe corrían.)<br />

Mi madre me dio eí hilo<br />

y la aguja, diciéndome:<br />

«Enhébramela, hijo;<br />

veo poco.»<br />

Tenía<br />

fiebre. Pensé: —Si un grito<br />

me ensor<strong>de</strong>ciera, un rayo<br />

me cegara... (Los niños<br />

cantaban.) Lentamente<br />

me fue invadiendo un frío<br />

sentimiento, una súbita<br />

<strong>de</strong>sgana <strong>de</strong> estar vivo.<br />

Yo, José Hierro, un hombre<br />

que se da por vencido<br />

sin luchar. (A la espalda<br />

llevaba un cesto, henchido<br />

<strong>de</strong> los más prodigiosos<br />

secretos, y cumplido<br />

el futuro, aguardándome<br />

como a la hoz el trigo.)<br />

Mudo, esta tar<strong>de</strong>, oyendo<br />

caer la lluvia, he visto<br />

<strong>de</strong>svanecerse todo,<br />

quedar todo vacío.<br />

Una <strong>de</strong>sgana súbita<br />

<strong>de</strong> vivir. («Toma, hijo,<br />

enhébrame la aguja»,<br />

dice mi madre.)<br />

Amigos:<br />

Yo estaba muerto. Estaba<br />

en mi cama, tendido.<br />

Se está muerto aunque lata<br />

el corazón, amigos.<br />

Ya se abre la ventana<br />

y yo, sin cuerpo (vivo<br />

y sin cuerpo, o difunto<br />

y con vida), hundido<br />

en el azul. (O acaso sea azul, hundido<br />

en mí carne, en mi muerte<br />

llena <strong>de</strong> vida, amigos:<br />

materia universal,<br />

carne y azul sonando<br />

con 'un mismo sonido.)<br />

Y en todo hay oro, y nada<br />

duele, ni pesa, amigos.<br />

A hombros me llevan. ¿Quién?:<br />

la primavera, el filo<br />

<strong>de</strong>l agua, el 1 tiemblo ver<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong> un álamo, el suspiro<br />

<strong>de</strong> alguien a quien yo nunca<br />

había visto.<br />

Y-yo voy arrojando<br />

ceniza, sombra, olvido.<br />

Palabras polvorientes<br />

que entristecen lo limpio.<br />

Funcionario,<br />

tintero,<br />

treinta días vista,<br />

diferencial,<br />

racionamiento,<br />

factura,<br />

contribución,<br />

garantías...<br />

Subo más alto. Aquí<br />

todo es perfecto y rítmico.<br />

Las escalas <strong>de</strong> plata<br />

llevan <strong>de</strong> los sentidos.<br />

Ahora son las palabras<br />

<strong>de</strong> diamante purísimo:<br />

Roca,<br />

águila,<br />

playa, ' • '<br />

• palmera,<br />

manzana,<br />

caminante,<br />

verano,<br />

hoguera,<br />

cántico...<br />

• ... cántico. Yo, tendido<br />

en mi cama. Yo, un hombre<br />

como hay muchos, vencido<br />

esta tar<strong>de</strong> (¿esta tar<strong>de</strong><br />

solamente?), he vivido,<br />

mil sueños (esta tar<strong>de</strong><br />

solamente), tendido<br />

en mí cama, <strong>de</strong>spierto,<br />

con los ojos hundidos<br />

aún en las ascuas últimas<br />

<strong>de</strong>l sueño concluido.<br />

CXXXI<br />

REPORTAJE<br />

j esta cárcel podría<br />

verse el mar, seguirse el giro<br />

<strong>de</strong> las gaviotas, pulsar<br />

el latir <strong>de</strong>l tiempo vivo.<br />

Esta cárcel es como una<br />

playa: todo está dormido<br />

en ella. Las olas rompen<br />

cas; a sus pies. Es estío,<br />

la primavera, el invierno<br />

el otoño, son caminos<br />

exteriores que otros andan;<br />

cosa sin vigencia, símbolos<br />

mudables <strong>de</strong>l tiempo. (El tiempo<br />

aquí no tiene sentido.)<br />

Esta cárcel fue primero<br />

cementerio; yo era un niño<br />

y algunas veces pasé<br />

por eüte lugar. Sombríos<br />

cipreses,. mármoles rotos.<br />

Pero ya el tiempo podrido<br />

contaminaba la tierra.<br />

La yerba ya no era grito<br />

<strong>de</strong> la vida. Una mañana<br />

removieron con los picos<br />

y las palas la frescura<br />

<strong>de</strong>l suelo, y todo —los nichos,<br />

rosales; cipreses, tapiasperdió<br />

su viejo latido.<br />

1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1955


Nuevo cementerio alzaron<br />

para los vivos.<br />

Des<strong>de</strong> esta cárcel podría,<br />

tocarse el mar; más es mar,<br />

los montes, recién nacidos,<br />

los árboles que se apagan<br />

entre acor<strong>de</strong>s amarillos,<br />

las playas que abre el alba<br />

gran<strong>de</strong>s abanicos,<br />

son cosas externas, cosas<br />

sin vigencia, antiguos mitos,<br />

caminos que otros recorren.<br />

Son tiempo, *<br />

y aquí no tiene sentido.<br />

Por lo <strong>de</strong>más, todo es<br />

terriblemente sencillo. -<br />

El agua matinal tiene<br />

figura <strong>de</strong> fuente...<br />

(Grifos<br />

al amanecer. Espaldas<br />

<strong>de</strong>snudas. Ojos heridos<br />

por el aíba fría.) Todo<br />

es aquí sencillo,<br />

terriblemente sencillo.<br />

Y así las horas. Y así<br />

los años. Y acaso un tibio<br />

atar<strong>de</strong>cer <strong>de</strong> otoño<br />

(hablan <strong>de</strong> Jesús) sentimos<br />

parado el tiempo. (Jesús<br />

habló a los hombres, y dijo:<br />

«Bienaventurados los<br />

pobres <strong>de</strong> espíritu.»)<br />

Pero Jesús no está aquí<br />

(salió por la gran vidriera,<br />

corre por un risco,<br />

va en una barca, con Pedro<br />

por el mar tranquilo.)<br />

Jesús no está aquí. Lo eterno<br />

se <strong>de</strong>svae, y es lo efímero<br />

—-una mujer rubia, un día<br />

<strong>de</strong> niebla, un niño tendido<br />

sobre la yerba, una alondra<br />

que rasga el cielo —, es lo efímero,<br />

eso que pasa y que muda,<br />

los que nos tiene prendidos.<br />

Sed <strong>de</strong> tiempo, porque el tiempo<br />

aquí no tiene sentido.<br />

Un hombre pasa. (Sus ojos<br />

Henos <strong>de</strong> tiempo.) Un ser vivo.<br />

Dice: «Cuatro, cinco años...»<br />

como si echara ios años<br />

al olvido.<br />

Un muchacho <strong>de</strong> los valles<br />

<strong>de</strong> Liébana. Un campesino.<br />

(Parece oírse la voz<br />

<strong>de</strong> la madre: «Hijo,<br />

no tar<strong>de</strong>s», ladrar los perros<br />

por los ver<strong>de</strong>s pinos,<br />

nacer las flores azules<br />

<strong>de</strong> abril...)<br />

Dice: «Cuatro, cinco,<br />

seis años...», sereno, como<br />

si echase al olvido.<br />

El cielo, a veces azul,<br />

gris, morado o encendido<br />

<strong>de</strong> lumbres. Dorado a -/eces.<br />

Derramando oro divino.<br />

De sobra sabemos quién<br />

<strong>de</strong>rrama el oro, y da al lirio<br />

sus vestiduras, quién presta<br />

su rojo color al vino,<br />

vuela entre nubes, or<strong>de</strong>na<br />

las estaciones...<br />

(Caminos<br />

exteriores que otros andan.)<br />

Aquí está el tiempo sin símbolo<br />

como con agua errante que no<br />

mo<strong>de</strong>la el río.<br />

Y yo, entre cosas <strong>de</strong> tiempo,<br />

ando, vengo y voy perdido.<br />

Pero estoy aquí, y aquí<br />

no tiene el tiempo sentido.<br />

Deseternizado Ángel<br />

con nostalgia <strong>de</strong> un granito<br />

<strong>de</strong> tiempo. Piensan al verme:<br />

«Si estará dormido...»<br />

Porque sin una evi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> tiempo, yo no estoy vivo.<br />

Des<strong>de</strong> esta cárcel podría<br />

verse el mar —yo ya no pienso<br />

en el mar—. Oigo los grifos<br />

al amanecer. No pienso<br />

que el chorro me canta un frío<br />

cantar <strong>de</strong> fuente. Me labro<br />

mis nuevos caminos.<br />

Para no sentirme solo<br />

por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />

CXXXII<br />

EL OLVIDADO<br />

VA se ha parado tu tiempo,:<br />

pobre criatura.<br />

A qué corazón irás<br />

a <strong>de</strong>rrumbarte, qué tumba<br />

pudrirá tus pobres huesos<br />

cuando tu tiempo se pudra...<br />

Y quién pasará y dirá:<br />

«aquí fue un hombre»; qué música<br />

será tu nombre, qué llama<br />

tu memoria, qué penumbra<br />

se iluminará <strong>de</strong> pronto<br />

con tu luz oscura<br />

(tu sombría luna...).<br />

Ya se ha parado tu tiempo,<br />

pobre criatura.<br />

Y qué serás tú, sin tiempo,<br />

piedra temporal, columna .<br />

<strong>de</strong>! granito <strong>de</strong> la muerte,<br />

rompeolas que retumba<br />

cuando ie hien<strong>de</strong>n las olas<br />

con hachas —espumas...<br />

Qué serás, libre en la noche<br />

total, pobre criatura,<br />

qué memoria, estela, huella<br />

<strong>de</strong>jó tu planta <strong>de</strong>snuda<br />

—ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l sueño-—,<br />

tu planta <strong>de</strong>snuda.<br />

Y quién pasará y dirá:<br />

«aquí fue un hombre», qué música<br />

será tu vestigio, quién,<br />

pondrá flores en tu tumba.<br />

Qué <strong>de</strong>scolorida hazaña<br />

tuya pudrirá la lluvia.<br />

Pobre criatura, leño<br />

<strong>de</strong> sueño, brote que acuña,<br />

florece, moja, <strong>de</strong>speja,<br />

el tiempo (el sueño; qué brusca<br />

tu madrugada sin tiempo,<br />

tu eternidad, ya madura;<br />

piedra temporal, ya tallada<br />

por eí tiempo, carne dura<br />

<strong>de</strong> tiempo, nacido para<br />

el tiempo (el sueño), escultura<br />

<strong>de</strong> tiempo, errante planeta,<br />

pobre criatura,<br />

<strong>de</strong>scuajada ya <strong>de</strong>l tiempo,<br />

íjbre en la noche absoluta,<br />

cxxxin<br />

LA MUERTE TARDE<br />

OARA la muerte hay que ser joven.<br />

Se entrega- sólo al que la busca,<br />

al brazo fuerte que la toma,<br />

que la sostiene y que la escucha.<br />

Mas tú vivías en la torre:<br />

don<strong>de</strong> ningún rumor se escucha,<br />

ajeno, frío, solitario,<br />

viendo lucir la luna.<br />

Saliste un día a! sol, al viento<br />

<strong>de</strong>rramados por la llanura,<br />

y sonreiste y comprendiste<br />

viendo girar la ardiente música.<br />

Pero la muerte no se da •<br />

al que sale tar<strong>de</strong> en su busca.<br />

Los años te habían matado<br />

con su blanda espada <strong>de</strong> pluma.<br />

ATENEO 23


E HIERRO<br />

¡Oh!, <strong>de</strong>scerrado, soy yo .sólo<br />

ci que trae flores a tu tumba.<br />

Sé que Ja muerte no es <strong>de</strong>scanso,<br />

sino aventura,<br />

liberación, reino, camino,<br />

llamarada que nos <strong>de</strong>slumhra.<br />

Para la muerte hay que ser joven.<br />

Los labios jóvenes ía apuran.<br />

Quiere, pasión, como el amor,<br />

como el dolor y la hermosura.<br />

Quiere matar gestos calientes<br />

y no recuerdos <strong>de</strong> amargura.<br />

Y entonces, limpia <strong>de</strong> los años,<br />

su gran misterio se <strong>de</strong>snuda.<br />

Acaso sepas ya qué somsras<br />

interpretables te circundan.<br />

No son las flautas <strong>de</strong> 3a vida,<br />

sino la muerte con sus tumbas.<br />

Sólo la muerte, con sus lutos,<br />

y no la vida con sus púrpuras.<br />

Ella se da a los años ver<strong>de</strong>s<br />

porque es primavera futura.<br />

Ella nos lleva, grada a grada,<br />

al cénit <strong>de</strong> la negra música.<br />

Ya nuestros pies vemos, sin pena,<br />

cómo mueren y se <strong>de</strong>rrumban<br />

los altos álamos, que, acaso,<br />

han <strong>de</strong> ser cruz en nuestra tumba.<br />

Apagados los tiempos,vvemos<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la quietud absoluta<br />

nómadas ir <strong>de</strong>l sur al norte<br />

que no señala humana brújula;<br />

soles per<strong>de</strong>rse en el silencio;<br />

sin el amor borrarse lunas.<br />

Y nada importa ya, ni duele.<br />

Porque está muerta la amargura.<br />

Muerte temprana, ¡ay! primavera,<br />

dando rosas en la penumbra.<br />

Muerte que pi<strong>de</strong> brotes ver<strong>de</strong>s, -<br />

la sangre que no se renuncia.<br />

Muerte que pi<strong>de</strong> sueño y vida,<br />

que se da sólo ai que la busca.<br />

al brazo fuerte, [ay¡ solitario,<br />

don<strong>de</strong> los años no granaron<br />

para pasto <strong>de</strong> amargura.<br />

CXXXIV<br />

JUNTO AL MAR<br />

Ci muero, que me pongan <strong>de</strong>snudo,<br />

<strong>de</strong>snudo junto al mar.<br />

Serán las aguas grises mi escudo<br />

y no habrá que luchar.<br />

Si muero, que me <strong>de</strong>jen a solas.<br />

La mar y mi jardín.<br />

No pue<strong>de</strong>, quien amaba las olas,<br />

<strong>de</strong>sear otro fin.<br />

Oiré la melodía <strong>de</strong>í viento,<br />

la misteiiosa voz.<br />

Será por fin vencido el momento<br />

que siega como hoz.<br />

Que siega pesadumbres, Y cuando<br />

la noche empiece'a ar<strong>de</strong>r,<br />

soñando, sollozando, cantando,<br />

yo volveré a nacer.<br />

1 . CXXXV<br />

EPITAFIO PARA LA TUMBA DE UN POETA<br />

r TOQUE la creación con mi frente,.<br />

Sentí la creación en ni i aima.<br />

Las oías me llamaron a lo hondo.<br />

Y luego se cerraron las aguas.<br />

CXXXVI<br />

E J E M P L O<br />

^CUERDATE que tenías<br />

voz <strong>de</strong> fuego.<br />

No eras árbol que se arranca,<br />

junco que <strong>de</strong>smaya, eco<br />

<strong>de</strong> una voz <strong>de</strong>sconocida:<br />

eras voz <strong>de</strong> .fuego.<br />

La muerte no remataba<br />

üada, <strong>de</strong>sataba el viente.<br />

Y qué mejor camaradas<br />

que el viento y el fuego...<br />

Y por qué llorar, llorarte<br />

por los muertos, en tus muertos,<br />

si ellos eran viento loco<br />

y tú eras el fuego,<br />

voz <strong>de</strong> fuego.<br />

Y por qué llorar un día,<br />

si ya no eres fuego.<br />

Por qué llorar si las llamas<br />

se <strong>de</strong>svanecieron.<br />

Llorar y sólo llorar,<br />

voz <strong>de</strong> fuego.<br />

Acuérdate que tenías<br />

voz <strong>de</strong> fuego.<br />

Tu <strong>de</strong>stino era incendiar<br />

el leño reseco.<br />

Pero no hay leño sin hacha,<br />

nacha sin hachero.<br />

Voz <strong>de</strong> fuego/ entién<strong>de</strong>lo,<br />

702 <strong>de</strong> fuego.<br />

cxxxvn<br />

EPITAFIO PARA LA TUMBA DE UN HÉROE<br />

'CE creía dueño <strong>de</strong>l mundo<br />

porque latía en sus sentidos.<br />

Le aprisionaba con su carne<br />

don<strong>de</strong> se estrellaban los siglos.<br />

E'on su antorcha <strong>de</strong> juventud<br />

iluminaba los abismos.<br />

Se creía dueño <strong>de</strong>l mundo:<br />

su centro fatal y divino.<br />

Lo pregonaba cada nube,<br />

cada grano <strong>de</strong> soi o trig©.<br />

Si cerraba los ojos, todo<br />

se apagaba, sin un quejido.<br />

Nada era él si lo borraba<br />

<strong>de</strong> sus ojos o sus oídos.<br />

Se creía dueño <strong>de</strong>l mundo<br />

porque nunca nadie le dijo<br />

cómo las cosas hieren, baten<br />

a quien las sacó <strong>de</strong>í olvido,<br />

cómo aplastan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ío eterno<br />

a los soñadores vencidos.<br />

Se crsía dueño <strong>de</strong>l mundo<br />

y no era dueño <strong>de</strong> sí mismo.<br />

cxxxvni '<br />

A VÍCTOR CORUGEDO<br />

Í^ANTG todas las cosas -<br />

VJ , ,. ...<br />

como si se a<strong>de</strong>ntrase en sus principios.<br />

Des<strong>de</strong> todas las cosas<br />

<strong>de</strong>scifraba ios símbolos.<br />

Cieío <strong>de</strong>snudo, don<strong>de</strong> <strong>de</strong>rramaron<br />

su hermosura los siglos.<br />

Ojos que no pudieron<br />

resistir el prodigio. ^<br />

Eí fue a todas ias cosas<br />

como si así se hurtase a su <strong>de</strong>stino.<br />

Enloqueció en Iss cimas<br />

gloriosas <strong>de</strong>l estío;<br />

multiplicó su cuerpo; le embriagaban<br />

maravillosos vinos.<br />

• Bajó <strong>de</strong> las montañas<br />

misterioso y vencido.<br />

UNA VASTA MIRADA<br />

... ¿ierras tristes,<br />

tan tristes que tiensn alma.<br />

AÍHTONIO MACHADO.<br />

CXXXIX<br />

CANTO A ESPAÑA<br />

r)H, España, que vieja y qué seca te veo.<br />

Aún brilla tu entraña como una moneda <strong>de</strong> plata<br />

cubierta <strong>de</strong> polvo.<br />

Clavel encendido <strong>de</strong> sueños <strong>de</strong> fuego.<br />

He visto brillar tus estrellas, quebrarse tu luna en<br />

las aguas,<br />

andar a tus hombres <strong>de</strong>scalzos, hiriendo sus pies<br />

con tus piedras ardientes.<br />

¿En dón<strong>de</strong> buscar tu latido; en tus ríos<br />

que se llevan al mar, en sus aguas, murallas y torres<br />

<strong>de</strong> muertas ciuda<strong>de</strong>s?<br />

1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1955


L libro <strong>de</strong>l padre Pacios, cuyas pu-<br />

E blicaciones le acreditan, <strong>de</strong> conocer<br />

bien el tema <strong>de</strong> la caridad, y cuya actividad<br />

le ha permitido 1 estudiar ambientes<br />

tan, diferentes al nuestro zow.o<br />

el <strong>de</strong> Estados Unidos, plantea el problema<br />

<strong>de</strong> los intelectuales heterodoxos en<br />

su misma raíz: en el plano teológico.<br />

P«ro no se trata da un libró que exponga<br />

un tratado <strong>de</strong> Teología racional<br />

sobre ese tema, smo un uorc ca_co.<br />

en el que todG argumento nace tk> lay<br />

palabras <strong>de</strong> Cristo o <strong>de</strong> los Apósío'íe-S,<br />

<strong>de</strong> la actitud que ei Nuevo Testamento<br />

nos revela. Hay fragmentos, como la<br />

historia <strong>de</strong> Nico<strong>de</strong>mo, ,que resultan<br />

ejemplos <strong>de</strong> lo que da <strong>de</strong> sí un conocimiento<br />

atentísimo <strong>de</strong>l Evangelio para<br />

po<strong>de</strong>r sacar "<strong>de</strong> él ese tesoro <strong>de</strong> enseñanzas<br />

que sólo se consiguen a fuerza<br />

<strong>de</strong> estudio profundo. Y, sin emoargo,<br />

el libro <strong>de</strong> Pacios discurre siempre<br />

por cauces, sencillos, rectos, sin estri<strong>de</strong>ncias<br />

ni frases rotundas, extremando<br />

hasta el límite compatible con la verciad<br />

el caritativo afán <strong>de</strong> incorporar<br />

los valores que existan en las obras <strong>de</strong><br />

los que la niegan.<br />

Tres aspectos concretos <strong>de</strong>l tema te<br />

tratan en este libro: la caridad <strong>de</strong>bida<br />

a los incrédulos. la necesaria convivencia<br />

con ellos en un mismo mundo<br />

y patria, y la no menos necesaria<br />

incorporación al pensamiento católico<br />

<strong>de</strong> cuantas parcelas <strong>de</strong> verdad puedan<br />

encontrarse en la obra <strong>de</strong> 'os intelectuales<br />

heterodoxos.<br />

Este tema tiene particular actualidad<br />

en España <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que sobre la tradición<br />

cultural católica se superpone U acción •<br />

coherente <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scristianización intelectual.<br />

Son <strong>de</strong> sobra conocidos los procedimientos<br />

utilizados por los movimientos<br />

intelectuales que han venido sucecüéndoss<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que en 1869 aparecen<br />

en el horizonte nacional el krausismo<br />

y la Institución Libre <strong>de</strong> Enseñanza.<br />

La primera fase ha solido consistir<br />

en la captación como futuro,? instrumentos<br />

<strong>de</strong> bienintencionados creyentes,<br />

cuya opinión <strong>de</strong>l catolicismo está <strong>de</strong>sviada<br />

por una ingenua creencia en la<br />

transacción. En la segunda, flanqueados<br />

por estos mismos hombres, se lanzaban<br />

ya los que saben nadar entre dos aguas,<br />

para enaltecer y popularizar ¡a fama intelectual<br />

<strong>de</strong> los verda<strong>de</strong>ros motores <strong>de</strong><br />

esta estrategia. Estos, finalmente, no<br />

irrumpían en escena hasta la tercera<br />

fase, cuando estaba el campo "<strong>de</strong>spejado<br />

gracias a la confusión que sistemáticamente<br />

se había logrado seni'prar fn<br />

tomo a los problemas intelectuales.<br />

Cuando se llega a esa tercera etapa<br />

suele ser ya tar<strong>de</strong> para resolver ]as<br />

cuestiones <strong>de</strong> modo pacífico. El libro<br />

<strong>de</strong>l P. Pacios, aunque no los cite, traza,<br />

la problemática moral- <strong>de</strong> los dos<br />

tibios períodos üel .principio.<br />

No es extraño que un libro <strong>de</strong> este<br />

• talante levante revuelos. El autor lo<br />

prevé en su prólogo. Porque en estos<br />

años últimos, a favor <strong>de</strong> , ! as tremendas<br />

crisis qu« culminaron en la guerra, y<br />

eme <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ella han seguido gravitando<br />

'sobre la vida española, las<br />

cuestiones <strong>de</strong> la escisión espiritual se<br />

han ido complicando cada vez más. Este<br />

íenómeno se ha dado al mismo tiempo<br />

en otros países <strong>de</strong> Europa. Después<br />

<strong>de</strong> la política cultural <strong>de</strong> exterminio<br />

que practicaron los nazis y sus imitadores<br />

en diversas naciones europeas, se<br />

ha puesto <strong>de</strong> moda en muchos sitios la<br />

obsesión por los. problemas <strong>de</strong> la «co-<br />

t<br />

..f<br />

existencia». A la vez, la confusión en<br />

torno a lo que sea tolerancia, transigencia,<br />

comprensión, irenismo y otras<br />

cosas por el estilo, es lo suficientemente<br />

gran<strong>de</strong> para que en algunos espíritus<br />

se borren los límites entre, lo lícito<br />

y lo ilícito.<br />

En España, en los últimos tiempos,<br />

estas cuestiones han tenido un matiz<br />

peculiar. Eliminadas <strong>de</strong> modo total en<br />

la convivencia pública las activida<strong>de</strong>s<br />

comunistas, los peligros para la unidad<br />

católica tenían que adoptar mattóes intermedios.'<br />

A la vea, en la vida cultura!<br />

y universitaria era lógico que continuasen<br />

larvados los gérmenes <strong>de</strong>l pasado<br />

reciente. Y que la heterodoxia<br />

cultural intentara filtrarse<br />

Naturalmente, no han quedado sin<br />

réplica ios diferentes intentos A ests<br />

efecto, la acción pública en el campe<br />

intelectual <strong>de</strong> ios católicos tenía trazada<br />

una inalterable línea <strong>de</strong> conducta<br />

en las famosas Pastorales que =n los<br />

años mismos <strong>de</strong> la guerra publicó el<br />

primado <strong>de</strong> España, car<strong>de</strong>nal Goma.<br />

Luego, la política cultural <strong>de</strong>l Estado<br />

actuó fundamentalmente en esa misma<br />

dirección. Más tar<strong>de</strong>, ese combate<br />

ha sido sostenido, batiéndose incluso<br />

con inferioridad <strong>de</strong> elementos en ocasiones<br />

fugaces, por grupos intelectuales<br />

católicos, cuyos ó.rganos <strong>de</strong> expresión<br />

y nombres personales son suficientemente<br />

conocidos Y las revistas <strong>de</strong> las<br />

em<br />

a<br />

t iE oído contar que el título <strong>de</strong> este<br />

*• 1 libro lo puso el mismo Molotov. El<br />

ministro 1 soviético, al ser presentado en<br />

una cancillería europea al embajador<br />

<strong>de</strong> España y cambiar cortésmente entre<br />

los dos unas protocolarias palabras<br />

<strong>de</strong> condolencia por no existir entre sus<br />

dos países relaciones diplomáticas, dijo<br />

aproximadamente: «España sí que tiene<br />

embajador en Kus!a: el capitán Palacios.»<br />

Estas palabras no eran simple<br />

metáfora. El hoy comandante Palacios<br />

representó en Rusia a su Patria con<br />

las cartas cre<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> su valor y<br />

su dignidad; protegió a los españoles<br />

sin distinción <strong>de</strong> matices y mantuvo,<br />

en mediO 1 <strong>de</strong> un espantoso cautiverio,<br />

la constante altivez <strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> potencia<br />

a potencia. La fama <strong>de</strong> Teodoro Palacios<br />

Cueto llenó los campos <strong>de</strong> concentración<br />

rusos, sirviendo <strong>de</strong> vergüenza a<br />

los pusilánimes y <strong>de</strong> estímulo a los valientes;<br />

llegó hasta el Gobierno moscovita<br />

a través <strong>de</strong> la barrera prácticamente<br />

insuperable <strong>de</strong> la. burocracia bolchevique,<br />

rompiendo los nervios y <strong>de</strong>strozando<br />

las estructuras mentales, <strong>de</strong><br />

los funcionarios rusos; saltó al mundo<br />

occi<strong>de</strong>ntal, <strong>de</strong>sbordándose primero por<br />

vía diplomática, y <strong>de</strong>spués, a través, <strong>de</strong><br />

las noticias admirativas <strong>de</strong> los repatriados<br />

extranjeros; ílegó hasta España,<br />

diferentes ór<strong>de</strong>nes religiosas y, sobre<br />

todo, el Magisterio <strong>de</strong> la Iglesia a iravés<br />

<strong>de</strong> las Pastorales <strong>de</strong> los obispos españoles,<br />

han mantenido una posición<br />

no sólo <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa, sino <strong>de</strong> dilecta afirmación.<br />

Hace sólo unos meses, los metropolitanos<br />

españoles publicaron una<br />

«Declaración conjunta», menos conocida<br />

por el público <strong>de</strong> lo que seria conve-'<br />

niente, en la que se abordaba este tema. .<br />

Por primera vez <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1936, todos los<br />

arzobispos firmaban el texto, para dar<br />

mayor solemnidad a su Declaración.<br />

Tiene, pues, el libro <strong>de</strong>l P. Pacios,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su coherencia, <strong>de</strong> su claridad<br />

y <strong>de</strong> su valentía, otro valor: el<br />

<strong>de</strong> la oportunidad. Frente a él no cabe<br />

que sea empleada esa otra arma eficaz<br />

<strong>de</strong> los que conocen bien las diferentes<br />

técnicas <strong>de</strong>l sectarismo: el silencio. Hay<br />

varias po<strong>de</strong>rosas razones para que se<br />

emplee en este caso. En un reciente<br />

libro, cuyas características lo enmarcan<br />

precisamente entre los que el padre<br />

Pacios combate, se h^bla <strong>de</strong> «la<br />

volatilización progresiva <strong>de</strong> la autoridad<br />

intelectual» en estos años españoles.<br />

Pero esta frase, un tanto rebuscada,<br />

no se pue<strong>de</strong> emplear sin más.<br />

La autoridad intelectual <strong>de</strong> Cristo y<br />

<strong>de</strong> la Iglesia no pue<strong>de</strong> negarse impunemente.<br />

Ni tampoco silenciarse. Y el<br />

libro <strong>de</strong>l P. Antonio Pacios contribuirá<br />

a aclarar las i<strong>de</strong>as en un tema <strong>de</strong> importancia<br />

esencial para una vida cul-<br />

don<strong>de</strong> se puso el mayor cuidado para<br />

que entre los repatriados que recuperamos<br />

como el más preciado <strong>de</strong> los. tesoros<br />

que la guerra -—las dos guerras—<br />

nos arrancó no faltase este español <strong>de</strong><br />

cuerpo entero. La heroica tragedia <strong>de</strong><br />

unos españoles cautivos se narra en este<br />

libro, en el que se extrema la objetividad<br />

al hablar <strong>de</strong> sí propio: y se hace<br />

ver en toda su gran<strong>de</strong>za la gallardía<br />

<strong>de</strong> los compañeros <strong>de</strong> cautiverio; unos<br />

que se <strong>de</strong>signan por sus nombres, otros<br />

que quedan localizados por su condición<br />

áe españoles.<br />

Es difícil no. incurrir en tópicos cuando<br />

se Quiere hablar <strong>de</strong> estos temas. Pero<br />

lo cierto es 1 que España, que parecía<br />

haber agotada las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mostrar<br />

el nervio <strong>de</strong> su valor en la guerra<br />

cuando terminó la Cruzada en 1939.<br />

volvía al poco tiempo a empren<strong>de</strong>r nuevos<br />

hechos <strong>de</strong> gesta en las tierras frías<br />

<strong>de</strong> Rusia, llevando la alegre y <strong>de</strong>spreocupada<br />

lucha <strong>de</strong> los 1 voluntarios <strong>de</strong> la<br />

División Azul a las trincheras que guarnecían<br />

Europa, soldados <strong>de</strong> Europa entera<br />

encuadrados en la cuadriculada<br />

disciplina <strong>de</strong>l ejército alemán. Unos<br />

quedaron bajo la tierra rusa, otros regresaron<br />

a su Patria. Pero un tercer<br />

grupo, el <strong>de</strong> los prisioneros <strong>de</strong> los que<br />

el Gobierno español apenas tuvo noti-<br />

tural sana y para una segura y fecunda<br />

convivencia española.<br />

JUAN DOMÍNGUEZ ALBORAYA<br />

PACIOS, M. S. C, ANTONIO: «Cristo<br />

y los ""intelectuales».—Vol. 36 <strong>de</strong> la<br />

Biblioteca <strong>de</strong>l Pensamiento Actual.<br />

<strong>Madrid</strong>. Ediciones Riaip, S. A., 1355.<br />

220 páginas.<br />

el ni íí<br />

cia, y, por supuesto, el pueblo tardo<br />

bastante en conocer alguna, siguieron<br />

luchando en plena «cárcel infinita»<br />

contra enemigos más temibles que las<br />

divisiones armadas, en una guerra más<br />

dura, y cruel, y sorda, que la <strong>de</strong> los<br />

frentes, prolongando en once los años<br />

heroicos <strong>de</strong> la contienda bélica. Este es<br />

el gran valor histórico <strong>de</strong>l primer libro<br />

en que narra esos once años, el más<br />

caracterizado <strong>de</strong> los hombres que los vivieron,<br />

el que haciendo carne 1 <strong>de</strong> su<br />

carne las or<strong>de</strong>nanzas militares <strong>de</strong>l oficial,<br />

asumió, en un rasgo ejemplar <strong>de</strong><br />

amor a la responsabilidad, la representación<br />

<strong>de</strong> aquellos españoles bajo cuya<br />

ban<strong>de</strong>ra se colocaron también algunos<br />

<strong>de</strong> los que por otros caminos habían<br />

llegadoi a Rusia.<br />

He aquí una nueva vena <strong>de</strong>l heroísmo<br />

español menos conocida y menos<br />

contada que la <strong>de</strong> la lucha a sangre<br />

caliente, cuando la pólvora reseca las<br />

fauces y lasi <strong>de</strong>tonaciones embriagan al<br />

combatiente. Sufrimientos <strong>de</strong>l cuerpo y<br />

<strong>de</strong>l alma que estremecen al lector:<br />

hambre, frío, vejaciones, insidias, <strong>de</strong>serciones,<br />

<strong>de</strong>sesperanza, amenazas. Toda<br />

la gama helada y oscura <strong>de</strong>l dolor<br />

en Rusia. Y, al mismo tiempo, señorío,<br />

gracia, mando <strong>de</strong> la situación en todo<br />

instante, hasta extremos inverosímiles<br />

ATENEO 25


que parecerían mentira si no hubiese<br />

testigos que los autores se cuidan muy<br />

bien <strong>de</strong> invocar. Es el orgullo indómito<br />

<strong>de</strong> una raza representado en un puñado<br />

<strong>de</strong> hombres sin otra cosa ai la espalda<br />

que su condición <strong>de</strong> españoles y<br />

personificado' en el que fue su jefe nato:<br />

el estudiante <strong>de</strong> Medicina montañés<br />

a quien la guerra hizo capitán y el<br />

cautiverio héroe.<br />

Quizá el mejor elogio que se pue<strong>de</strong><br />

hacer <strong>de</strong>l libro, y que no sé si alguien<br />

lo habrá hecho, es el <strong>de</strong> que es un texto<br />

para leer en familia, en ese núcleo<br />

primero <strong>de</strong> patriotismo: en don<strong>de</strong> a las<br />

anécdotas <strong>de</strong> la lucha O' <strong>de</strong> la persecución<br />

<strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> España hay qus<br />

poner este apéndice <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong><br />

los españoles cautivos, sirviendo <strong>de</strong> admiración<br />

a gentes <strong>de</strong> toda Europa y <strong>de</strong><br />

escándalo a los soviets.<br />

Porque, a<strong>de</strong>más, el libro conserva la<br />

frescura <strong>de</strong> la narración directa. La<br />

versión literaria <strong>de</strong> Torcuato Luca <strong>de</strong><br />

Tena a las. narraciones verbales <strong>de</strong> Paíacios<br />

ha sabido mantener el interés <strong>de</strong><br />

los hechos tal como se conservan en la<br />

memoria <strong>de</strong> estos hombres, alguno <strong>de</strong> los<br />

cuales vino ya con<strong>de</strong>nado a morir vencido<br />

por la enfermedad. Por eso el libro se<br />

lee <strong>de</strong> un tirón, hasta llegar a sentir una<br />

noble envidia <strong>de</strong> la tremenda <strong>de</strong>sgracia<br />

<strong>de</strong> estos hombres, que dio ocasión a que<br />

se escribiera la última <strong>de</strong> las páginas<br />

<strong>de</strong> oro <strong>de</strong> nuestra Historia: la que empezó<br />

con el cautiverio: y terminó en ese<br />

capítulo estremecedor en que ese gran<br />

escritor que es Torcuato Luca <strong>de</strong> Tena<br />

nos cuenta el viaje a España <strong>de</strong>l «Snmíramis».<br />

JOSÉ MARÍA DESANTES<br />

PALACIOS CUETO, TEODORO, y LU-<br />

CA DE TENA, TORCUATO: Embajador<br />

en el infierno. <strong>Madrid</strong>, 1955.<br />

CADA TITULO<br />

UN ÉXITO<br />

8 PESETAS E}EMPLAR<br />

e i<br />

VA son numerosas las antologías <strong>de</strong><br />

la poesía española contemporánea-<br />

Generalmente, arrancan <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rnis.<br />

mo o <strong>de</strong> la generación famosa <strong>de</strong>l 98.<br />

Pocas son las Que se limitan a presentar<br />

solamente los últimos poetas, ios d&<br />

la generación Que se empieza a llamar<br />

<strong>de</strong> la posguerra, o áel 39. Entre estas<br />

últimas se halla recopilada por Rafael<br />

Míllán bajo el título <strong>de</strong> «Veinte poetas<br />

españoles)}. Se trata <strong>de</strong> un tomo magníficamente<br />

editado z ilustrado con fotografías<br />

<strong>de</strong> los poetas o, en algunos<br />

casos, con dibujos firmados por Alvarez<br />

Ortega, Párraga y Povedano. También,<br />

se reproduce folográjicamente el retrato<br />

al óleo que Ricardo Zamorano hizo<br />

<strong>de</strong> José Luis Hidalgo, el joven y gran<br />

poeta que se le murió a la generación<br />

aguí representada, y cuyo nombre no<br />

pue<strong>de</strong> faltar entre el corto número <strong>de</strong><br />

poetas verda<strong>de</strong>ramente importantes <strong>de</strong><br />

dicha generación. Las fotografías, en su<br />

mayor parte, son <strong>de</strong> Lagos. Algunas no<br />

llevan firma. Los poetas aquí incluidos,<br />

por or<strong>de</strong>n alfabético, son los siguien.<br />

tes: Bousoño, Celaya,, Crémer, Crespo,<br />

Figuera Aymerich, García Baena, García<br />

Nieto, Garcíasol, Hidalgo, De Luis,<br />

Molina, Montesinos, Morales, Nora, Ote.<br />

ro, Pérez Valiente y Valver<strong>de</strong>. Son los<br />

que el recopilador cree los más representativos<br />

entre los que han publicado<br />

sus libros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1940 a 1950, aunque algunos<br />

tienen obra anterior a la primera<br />

fecha. Probablemente, muchos serán<br />

los conocedores <strong>de</strong> ¡a gran poesía <strong>de</strong><br />

hoy que no estén <strong>de</strong> acuerdo completo<br />

con el recopilador, porque es evi<strong>de</strong>nte<br />

que faltan nombres, importantes; pero<br />

una antología es siempre algo caprichoso<br />

si sólo a su gusto atien<strong>de</strong> quien la<br />

seleccione, sin proponerse, como en el<br />

caso presente, hacer un estudio objetivo<br />

y crítico <strong>de</strong>l panorama poético que<br />

ofrezca.<br />

En el prólogo, junto a las aclaracio-<br />

ÁNGULO, DIEGO: Historia <strong>de</strong>l Arte.-<br />

Madricl, 1955, XJ2 páginas.<br />

Como el anterior Manual <strong>de</strong> Historia<br />

<strong>de</strong>l Arte <strong>de</strong>l mismo autor, este «resumen»<br />

tiene unas magnificas cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nada<br />

síntesis y rigurosa clasificación.<br />

Aproximadamente <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> extensión<br />

<strong>de</strong>l Manual y con más ilustraciones,<br />

si bien son excesivamente pequeñas, pue<strong>de</strong><br />

prestar un buen papel a quien se inicie<br />

en el estudio <strong>de</strong> las bellas artes, siempre<br />

con el eficaz complemento <strong>de</strong> los libros<br />

<strong>de</strong> láminas y el contacto directo con<br />

las obras artísticas. La finalidad buscada<br />

se lia cubierto perfectamente.<br />

C. Y.<br />

AROSTEGUI, ANTONIO: El arte abstracto.<br />

«Colección I<strong>de</strong>arium.» Ediciones Cam,<br />

Granada, 1954.<br />

Dentro <strong>de</strong> la reducida bibliografía <strong>de</strong><br />

arte <strong>de</strong> nuestro país, resulta escasísima,<br />

por no <strong>de</strong>cir inexistente, aquella en torno<br />

al arte abstracto, acaso el campo con más<br />

interés y atracción <strong>de</strong> todas las manifestaciones<br />

<strong>de</strong>l arte actual. Por ello resulta<br />

imprescindible el comentario a un<br />

libro como éste que une a su condición<br />

<strong>de</strong> temática poco frecuente las <strong>de</strong>l acierto,<br />

vigor y claridad conque se ha escrito.<br />

El autor nos dice partir <strong>de</strong>l intento <strong>de</strong><br />

«...ensayar una fundamentación teórica<br />

<strong>de</strong>l. arte abstracto sobre la base <strong>de</strong> una<br />

filosofía existencialista-cristiana, incorporando<br />

al abstractismo una constante <strong>de</strong><br />

la cultura hispánica: su realismo.»<br />

Se estudia la paulatina <strong>de</strong>saparición<br />

<strong>de</strong>l objeto como base <strong>de</strong> la creación artisíica<br />

hasta llegar al puro subjetivismo,<br />

nes y justificaciones empleadas en estos<br />

casos, el recopilador ~se ha permitido<br />

hacer algunas observaciones a modo<br />

<strong>de</strong> rápidas pinceladas sobre las características<br />

<strong>de</strong> los poetas incluidos,<br />

pero no siempre con fortuna, especialmente<br />

en el aspecto histórico-crítico. El<br />

ejemplo más evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> precipitación<br />

en este sentido lo hallamos en las líneas<br />

en que Millán se refiere a la aparición<br />

<strong>de</strong>l 'neorromanticismo en la generación<br />

aquí presentada. Lamento que<br />

mi nombre tenga que andar por medio.<br />

Dice el recopilador que fueron Bousoño<br />

y Nora los que reaccionaron contra<br />

«.un virtuosismo hueco en manos <strong>de</strong><br />

poetas menores seguidores <strong>de</strong> fórmulas<br />

a la moda». Creo yo —conforme señaló<br />

la crítica a su tiempo— que los.primeros<br />

libros neorrománticos que dio la. generación<br />

<strong>de</strong>l 39 fueron los tiernos y<br />

amorosos «Sonetos <strong>de</strong> la bahía», <strong>de</strong> José<br />

Luis Cano, y mis «Poemas <strong>de</strong>l toro».<br />

Aquél apareció publicado en volumen,<br />

y este último, en la revista «Escorial»,<br />

ambos en 1942. Un año más tar<strong>de</strong>, los<br />

«Poemas <strong>de</strong>l toro» iniciaban la ya tan<br />

famosa colección Adonais. En los primeros<br />

meses <strong>de</strong> 1945, se publicaba íntegro<br />

en la revista «Fantasía» otro li.<br />

bro <strong>de</strong> quien esto escribe, que fue calificado,<br />

y lo sigue siendo, <strong>de</strong> neorromántico.<br />

Era «El corazón y la tierra».<br />

En esa. misma fecha aparecía el número<br />

XVI <strong>de</strong> Adonais, que nos traía la<br />

obra primera <strong>de</strong> un joven gran poeta,<br />

poseedor <strong>de</strong> una auténtica vos propia,<br />

Carlos Bousoño. A finales <strong>de</strong>l año, el<br />

número XXIII <strong>de</strong> la citada colección<br />

nos revelaba a otro poeta importante:<br />

Eugenio <strong>de</strong> Nora. Creo que la cuestión<br />

queda aclarada, cosa no muy difícil <strong>de</strong><br />

lograr si se pone algo <strong>de</strong> rigor en una<br />

obra que, como la antología que comentamos,<br />

se propone recoger un momento<br />

<strong>de</strong> la poesía española. Intentando encontrar<br />

disculpa al error <strong>de</strong>l recopila-<br />

simple revelación <strong>de</strong> la interioridad <strong>de</strong>l<br />

artista y, por tanto, disminución <strong>de</strong> la<br />

potencia <strong>de</strong> comunicación que ha <strong>de</strong> tener<br />

la obra al <strong>de</strong>saparecer el más fácil<br />

pe<strong>de</strong>stal <strong>de</strong> conocimiento que represente<br />

la formalidad <strong>de</strong>l objeto. Este proceso se<br />

sigue cronológicamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el impresionismo<br />

con su cierre en Cezanne, siguiendo<br />

por el fauvismo, cubismo, expresionismo<br />

y futurismo para finalizar en la<br />

etapa abstracta, en la cual la emoción<br />

estética ha <strong>de</strong> estar <strong>de</strong>snuda, monda <strong>de</strong><br />

toda intervención objetiva. De este modo<br />

el artista se zambulle en el más absoluto<br />

subjetivismo, entroncado con la filosofía<br />

i<strong>de</strong>alista. Y aquí Aróstegui apunta con<br />

atino el retraso <strong>de</strong>l arte respecto a la filosofía.<br />

El hecho <strong>de</strong> que diez años <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> que Husserl preconice el retorno a «las<br />

cosas mismas», la escuela abstractista<br />

busque su verdad en el total alejamiento<br />

<strong>de</strong> ellas.<br />

Con todo, el autor recomienda el retorno<br />

al objeto: «Y si fue posible la pérdida<br />

<strong>de</strong> la realidad objetiva partiendo <strong>de</strong>l realismo<br />

<strong>de</strong> Velázquez y Goya, <strong>de</strong>l mismo<br />

modo pue<strong>de</strong> ser y ha <strong>de</strong> ser posible la<br />

reconquista <strong>de</strong> dicha realidad objetiva a<br />

partir <strong>de</strong> los fundamentos i<strong>de</strong>alistas...» y,<br />

anteriormente, «igual que el hombre, tampoco<br />

el arte, que es su producto, pue<strong>de</strong><br />

renunciar al objeto sin hacer, en cierto<br />

modo, un intento <strong>de</strong> suicítiío.» En esta<br />

parte y conclusión es don<strong>de</strong> vemos un<br />

cierto flaqueo <strong>de</strong>l libro; realmente, y dado<br />

el corto espacio <strong>de</strong> tiempo en que esta<br />

subvención se ha producido, no creemos<br />

sea la hora <strong>de</strong> recomendar <strong>de</strong> un modo<br />

tajante la vuelta total a un objetivismo<br />

que, por otra parte, y cuantío los años y<br />

el cansancio hayan posado las cosas, habrá<br />

<strong>de</strong> producirse, fatalmente, aunque<br />

sea üe un modo progresivo y pausado.<br />

Tras este planteamiento y centrar el<br />

problema, Aróstegui entra en el análisis<br />

<strong>de</strong> las dimensiones <strong>de</strong>l arte y el concepto<br />

<strong>de</strong> abstracción, pivotes que le conducirán,<br />

naturalmente, a la inmersión <strong>de</strong> este concepto<br />

en el problema artístico actual.<br />

dor, pienso si le habrá <strong>de</strong>sorientado mi<br />

empleo frecuente <strong>de</strong>l soneto; pero el rigor<br />

formal lo emplearon con muchísima<br />

frecuencia los románticos <strong>de</strong>l XIX.<br />

Ahí están las octavas reales <strong>de</strong>l «Canto<br />

a Teresa» y algún soneto <strong>de</strong>l mismo<br />

Espronceda las. que escribieron García<br />

Tassara, Carolina Coronado y otros muchos;<br />

las octavas <strong>de</strong> Selgas, la epístola<br />

a Menén<strong>de</strong>z y Pélayo y a Giner <strong>de</strong> los<br />

Ríos Que escribió en- tercetos Ruiz Aguilera,<br />

la que escribió «A Pedro», también<br />

en tercetos, Eulogio Florentino Sanz,'<br />

etcétera, etc. No hay que confundir forma<br />

y fondo. Es un error en el que no<br />

se pue<strong>de</strong> caer al hacer crítica, aunque<br />

sea a brochazos.<br />

De los poetas incluidos en la antología<br />

no es cosa <strong>de</strong> hacer la crítica aquí.<br />

Casi todos son sobradamente conocidos,<br />

RAFAEL MORALES<br />

RAFAEL MILLÁN '<br />

VEINTE<br />

POETAS<br />

ESPAÑOLES<br />

Millán, Rafael: «Veinte poetas». Ediciones<br />

Agora. <strong>Madrid</strong>, 1955. 327 páginas<br />

100 pesetas.<br />

En esta parte penetramos en la auténtica<br />

medula <strong>de</strong>l libro, tanto en la primera,<br />

muestra <strong>de</strong> preparación filosófica<br />

y sentido estético, como en la que <strong>de</strong>limita<br />

y ahonda los grados <strong>de</strong> la abstracción,<br />

ya <strong>de</strong> la total —conocimiento confuso<br />

<strong>de</strong>l objeto — , ya <strong>de</strong> ia formal en sus<br />

tres escalas: física, matemática y metafísica,<br />

en todas las cuales recalca su carácter<br />

<strong>de</strong> operación sustancialmente intelectual,<br />

esencialmente propia <strong>de</strong>l entendimiento<br />

y no <strong>de</strong> la imaginación o el<br />

mundo <strong>de</strong> los sentidos.<br />

El libro, ilustrado con esquemas y una<br />

serie fotográfica <strong>de</strong> reproducciones, constituye<br />

una excelente aportación al conocimiento<br />

<strong>de</strong>l arte ultimo, en la que su<br />

lenguaje sencillo y conciso, sin lastre <strong>de</strong><br />

verborrea ni oscurecimiento <strong>de</strong>—conceptos,<br />

<strong>de</strong>sarrolla en un cerrado estudio gra- ¡<br />

dual, y con profunda claridad, el fenómeno<br />

artístico más enraizado con nuestro<br />

tiempo.<br />

J. M. J<br />

BONET CORREA, JOSÉ: Régimen jurídico<br />

<strong>de</strong>l hospedaje y hostelería. Colección<br />

<strong>de</strong> libros jurídicos, Ediciones Rialp, S. A.<br />

<strong>Madrid</strong>, 1955. 25R páginas.<br />

Si alguna vez se ha dicho con razón<br />

que un libro viene a llenar un vacio en<br />

la literatura sobre la materia, es en esta<br />

caso. Resulta difícil encontrar todas<br />

cuantas disposiciones legales existen sobre<br />

una materia <strong>de</strong>terminada. Y concretamente<br />

sobre el tema <strong>de</strong> la hostelería nadie<br />

se había preocupado <strong>de</strong> agrupar las<br />

disposiciones que le afectan y que proce<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong> campos tan diversos como e[ civil,<br />

el mercantil, el administrativo, el turístico,<br />

el policíaco, el laboral, el <strong>de</strong> seguridad<br />

social, el financiero y el fiscal. Todo<br />

1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>


esto se encuentra sistematizado y concordado<br />

en el libro <strong>de</strong> Bonet Correa. A este<br />

estudio práctico, extenso, proce<strong>de</strong> otro teórico<br />

que ocupa las cuarenta y cuatro primeras<br />

páginas, en el. que se expone <strong>de</strong><br />

manera sencilla la problemática <strong>de</strong>l contrato<br />

<strong>de</strong> hospedaje: su naturaleza jurídica,<br />

sus clases, elementos, <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres<br />

<strong>de</strong>l hostelero y el huésped y modo<br />

<strong>de</strong> extinción. Temas todos ellos cuyo esquema<br />

es necesario conocer al que <strong>de</strong>see<br />

compren<strong>de</strong>r la parte práctica <strong>de</strong>l libro.<br />

J. M. D.<br />

'COSSIO Y CORRAL, ALFONSO: Eli-dolo'<br />

• en el Derecho civil. Ed. «Revista <strong>de</strong><br />

Derecho privado*. <strong>Madrid</strong>, • 1955. 382<br />

páginas.<br />

El dolo, que en el campo <strong>de</strong>l Derecho penal<br />

tiene una suficiente literatura jurídica,<br />

está en España huérfano <strong>de</strong> un estudio<br />

sistemático profundo, Es imposible abordarlo<br />

<strong>de</strong> una vez en una sola monografía.<br />

Por eso, el catedrático <strong>de</strong> la Universidad<br />

<strong>de</strong> Sevilla, al plantearse el problema en el<br />

Derecho español, ha querido huir <strong>de</strong>l<br />

propósito <strong>de</strong> «construir una teoria <strong>de</strong> los<br />

llamados <strong>de</strong>litos civiles». -Más bien el in-.<br />

lento <strong>de</strong>l profesor Cossío lué estudiar el<br />

funcionamiento <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> persecución<br />

y <strong>de</strong>fensa frente al dolo: las acciones<br />

y excepciones. Y el resultado es<br />

este libro, en el que Cossío recoge, por<br />

añadidura, gran parte <strong>de</strong>l fruto que mo<strong>de</strong>stamente<br />

creyó no podría alcanzar.<br />

Porque es lo cierto .que su planteamiento<br />

casuístico da una . base sólida para<br />

adaptar las enseñanzas <strong>de</strong> la teoría a<br />

nuestro Derecho, cosa que en gran parte<br />

ha hecho el mismo autor.<br />

J. M. D.<br />

"GUERRERO BURGOS, A.: Gran<strong>de</strong>zas y<br />

títulos nobiliarios. <strong>Madrid</strong>, Ed. «Revista<br />

<strong>de</strong> Derecho privado», 1954. 682 .páginas.<br />

i<br />

Este libro, que aparece cuando J^s circunstancias<br />

lo hacen particularmente interesante,<br />

tiene el mérito <strong>de</strong> la sencillez.<br />

Está hecho pensando en que ha <strong>de</strong> ser<br />

manejado por personas que no son juristas<br />

profesionales, sin que esto quiera <strong>de</strong>cir<br />

que no sea útil también para los técnicos<br />

<strong>de</strong>l Derecho, sobre todo por los datos<br />

recogidos en sus apéndices: Nobleza<br />

anterior a la República <strong>de</strong> 1931, cuestiones<br />

relativas a rehabilitación <strong>de</strong> títulos<br />

españoles, régimen <strong>de</strong> los titulos pontificios<br />

y títulos extranjeros y relación alfabética<br />

<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>zas y títulos nobiliarios<br />

<strong>de</strong> España. A todo este material prece<strong>de</strong><br />

el estudio sustantivo <strong>de</strong> la nobleza,<br />

el procedimiento relativo a todas las materias<br />

que pue<strong>de</strong>n plantearse en torno a<br />

ella, la exposición clara <strong>de</strong>l aspecto liscal<br />

y la recopilación <strong>de</strong> las disposiciones<br />

legales, jurispru<strong>de</strong>ncia y formularios.<br />

J. M. D.<br />

CORMIER, ARISTIDES: Mis conversaciones<br />

con Maurras y su vuelta a la Iglesia.<br />

— <strong>Madrid</strong>, Editora Nacional, 1955.<br />

110 páginas, 30 pesetas.<br />

El canónigo Cormier es un testigo <strong>de</strong><br />

excepción <strong>de</strong> la vuelta a la Iglesia <strong>de</strong><br />

Charles Maurras, puesto que fue él, por<br />

encargo <strong>de</strong>l arzobispo <strong>de</strong> Tours, quien<br />

mantuvo con él, viejo político francés, <strong>de</strong><br />

marzo a noviembre <strong>de</strong> 1952, una serie <strong>de</strong><br />

conversaciones, cuyo resultado fue positivo:<br />

Maurras, que había perdido la fe<br />

en su juventud, se rindió, por fin, a la<br />

evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> lo sobrenatural, recibiendo<br />

los sacramentos días antes <strong>de</strong> morir en la<br />

clínica <strong>de</strong> Turena. adon<strong>de</strong> se trasladó tras,<br />

<strong>de</strong> sus años <strong>de</strong> prisión.<br />

Estas breves páginas e'stán escritas <strong>de</strong><br />

manera sencilla y directa, como un testimonio<br />

que son. La predicción <strong>de</strong> su madre<br />

que poco antes <strong>de</strong> morir, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />

Iglesia, le había dicho: «Carlos, tú harás<br />

como yo», y la <strong>de</strong>voción que siempre tuvo<br />

a Santa 7.eresa <strong>de</strong> Lisieux —cuya hermana<br />

Inés jugó un pape! tan <strong>de</strong>cisivo en<br />

el levantamiento <strong>de</strong> la con<strong>de</strong>na <strong>de</strong> «L. Action<br />

Francaise» — y a Pío X, entonces aún<br />

no canonizado, fueron <strong>de</strong>rribando todos<br />

los obstáculos que su racionalismo presentaba<br />

aún, cuando ya su vida iba a extinguirse.<br />

Santiago Galindo ha escrito un largo<br />

prólogo, centrando la vida y lü obra <strong>de</strong><br />

Maurras en aquella República a medio<br />

hacer que fue la III Francesa. Aparte <strong>de</strong><br />

su valor como ambientaclón para compren<strong>de</strong>r<br />

la figura que el canónigo Cormier<br />

nos presenta sólo en su fase final,<br />

tiene un interés positivo como síntesis <strong>de</strong><br />

la doctrina maurrasiana, tan compleja y<br />

<strong>de</strong>sperdigada por sus múltiples escritos.<br />

Ha <strong>de</strong> señalarse especialmente, y <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> su ataque global a las <strong>de</strong>mocracias<br />

parlamentarias, su visión <strong>de</strong> la Monarquía<br />

— hereditaria, tradicional, antiparlamentaria<br />

y <strong>de</strong>scentralizada— y su i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />

ATENEO<br />

la autoridad, tanto en sus limitaciones<br />

frente a las auténticas liberta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los<br />

subditos como en su origen y legítimo<br />

ejercicio. Ambos aspectos están cumplidamente<br />

expuestos en dicho prólogo.<br />

C. .V.<br />

DIAZ-PLAZA, FERNANDO: La v^da norteamericana.<br />

Colección 21. Esce 1 i c e r,<br />

S..L. <strong>Madrid</strong>, 1955. 208 págs. 35 ptas.<br />

La vida norteamericana es un <strong>de</strong>licioso<br />

libro, ameno y subjetivo, escrito en<br />

breves capítulos llenos <strong>de</strong> observación.,<br />

por Fernando Diaz-Plaja. La vida en Norteamérica,<br />

a lo menos en sus rasgos esenciales,<br />

ha sido captada por Díaz-Piaja<br />

con verda<strong>de</strong>ra agu<strong>de</strong>za, presentándonos<br />

una serie <strong>de</strong> noticias y comentarios en<br />

extremo sabrosos. El niño, la mujer, el<br />

hombre norteamericanos, la edad <strong>de</strong>l<br />

amor, el hogar, las comidas, los impuestos,<br />

el auomóvil, el cine, la Universidad,<br />

el trabajo, etc., todo ello va <strong>de</strong>sfilando<br />

ante unos ojos españoles que buscan contrastes<br />

y semejanzas para transformarles<br />

en" <strong>de</strong>liciosos comentarios.<br />

R. M.<br />

FRAGOSO DEL TOKO, VÍCTOR: La España<br />

<strong>de</strong> ayer (1909-34). Editorial Miñón,<br />

S. A. Valladolid, 1955. 45fi páginas.<br />

fiO pesetas.<br />

Víctor Fragoso <strong>de</strong>l Toro ha sentido la<br />

necesidad <strong>de</strong> dar a la juventud española<br />

un testimonio preciso y fiel <strong>de</strong> lo que fue<br />

la España inmediatamente anterior al 18<br />

<strong>de</strong> julio, y para ello, ha escrito una historia'<br />

política <strong>de</strong> España <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Semana<br />

trágica <strong>de</strong> Barcelona, en 1909, hasta el<br />

mismo 18 <strong>de</strong> julio.<br />

Sin embargo, este primer tomo ahora<br />

publicado, llega ya hasta 1934, es <strong>de</strong>cir,<br />

que abarca veinticinco años, en tanto que<br />

el tomo segundo y último únicamente<br />

compren<strong>de</strong>rá dos años. Imagino que esta<br />

diferencia se <strong>de</strong>be, íundamentalmente, al<br />

hecho <strong>de</strong> que .estos dos años Víctor Fragoso<br />

<strong>de</strong>l Toro ya no es un mero historiador,<br />

sino que participa activamente en<br />

esa política española objeto <strong>de</strong> su libro.<br />

En el tomo que ahora nos ocupa, Fragoso<br />

<strong>de</strong>l Toro ha recogido inteligentemente<br />

materiales <strong>de</strong> diversas proce<strong>de</strong>ncias<br />

para lograr con todo ello una visión bastante<br />

eicaz <strong>de</strong> la situación política española.<br />

Acaso a los hechos narrados por<br />

Víctor Fragoso <strong>de</strong>l Toro les falte, con aiguna<br />

frecuencia, una interpretación propia<br />

que <strong>de</strong>limite bien el alcance y las<br />

consecuencias <strong>de</strong> aquellos hechos, pero en<br />

(todo caso queda constancia <strong>de</strong> ellos, con<br />

lo que se proporciona una inapreciable<br />

Información a la juventud que nada o<br />

muy poco conoce <strong>de</strong> aquellos turbulentos<br />

años dG' la política española.<br />

J. E. A.<br />

¡IOCHT, JOHANNES MAHtA: Los estigmatizados.<br />

<strong>Madrid</strong>, Ediciones Fax, 1955.<br />

270 páginas. 160 pesetas.<br />

Todo los años, por Semana Santa, la<br />

prensa nos vuelve a recordar el extraordinario<br />

caso <strong>de</strong> Terc-~a Neumann, y la pequeña<br />

al<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Konnersreuth atrae <strong>de</strong><br />

nuevo la atención <strong>de</strong> todo el mundo. Esa<br />

irrupción <strong>de</strong> lo sobrenatural entro las noticias<br />

<strong>de</strong> cada día, es como un símbolo<br />

<strong>de</strong> otro mundo distinto y superior.<br />

El fenómeno ínísMoo lie la estigma'j'zación<br />

es estudiado en e^te libro, a la lux<br />

<strong>de</strong> la doctrina ie la Iglesia, a medida que<br />

se examinan casos históricos concretos,<br />

escalonados en el tiempo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> San Francisco<br />

<strong>de</strong> Asís hasta nuestros dias. La obra,<br />

que aunque se publicó en Alemania en<br />

1951, estaba escrita bastantes años antes,<br />

va precedida <strong>de</strong>l prólogo que Górres escribió<br />

para su «Misión cristiana» en 1738.<br />

HISTORIA<br />

C. V.<br />

ILEANA, PRINCESA DE RUMANIA: Memorias.<br />

La vida vivida. Luis <strong>de</strong> Caralt,<br />

editor. Barcelona, 1955. 297 págs. 60<br />

pesetas.<br />

Luis <strong>de</strong> Caralt lanzó nace ya tiempo<br />

una interesante colección en la que se reflejan<br />

los episodios más importantes <strong>de</strong><br />

la tormentosa vida política y bélica que<br />

hoy vive el mundo. Esa colección se titula<br />

La vida vivida, y en ella han aparecido<br />

más <strong>de</strong> treinta títulos, siendo e!<br />

último las Memorias <strong>de</strong> la princesa Ileana-<strong>de</strong><br />

Rumania, quien nos narra con<br />

arte <strong>de</strong> escritora y con realismo histórico<br />

su vida a través <strong>de</strong> los acontecimientos<br />

<strong>de</strong> su hoy <strong>de</strong>sdichada patria. Los días <strong>de</strong><br />

la monarquía, el breve y complicado reinado<br />

<strong>de</strong> su sobrino Miguel, el terror marxista,<br />

el <strong>de</strong>stierro... En todo ello hay una<br />

legítima verdad junto a una emoción que<br />

palpita viva en estas páginas llenas <strong>de</strong><br />

interés.<br />

R. M.<br />

POESÍA<br />

COTRUS, ARON. Rapsodia ibérica. Ediciones<br />

«Carpati». <strong>Madrid</strong>, 1954. 94 págs.<br />

Hace ya catorce años llegaron a mis<br />

manos, y en magnificas traducciones <strong>de</strong><br />

mi íntimo amigo el malogrado e inteligente<br />

Cayetano Aparicio, inolvidable para<br />

" mi, los primeros poemas <strong>de</strong> Aron<br />

Cotrus que se vertían al español. Me<br />

asombró el genio épico <strong>de</strong>l gran poeta<br />

rumano, fervoroso cantor <strong>de</strong> su patria,<br />

<strong>de</strong>vastador vehemente, volcánico, luminoso<br />

<strong>de</strong> la terrible Rusia. Hoy he vuelto<br />

a entusiasmarme con un nuevo libro<br />

suyo, escrito para cantar a España, que<br />

le ha tendido sus generosos, sus amigos<br />

brazos, cuando el poeta se ha visto obligado<br />

a permanecer lejos <strong>de</strong> su Rumania.<br />

La Rapsodia ibérica, canto apasionado<br />

a España, es un hermoso libro que habría<br />

que analizar <strong>de</strong>spacio, cosa que en<br />

una simple reseña o noticia es imposible.<br />

Late en estos versos, llenos <strong>de</strong> fuerza,<br />

un amor entrañable a España, junto<br />

a una .extraordinaria poesía, don<strong>de</strong> se<br />

fun<strong>de</strong> lo épico y lo lírico. Cualquier trozo<br />

<strong>de</strong>l largo poema pue<strong>de</strong> mostrarnos la<br />

alta calidad que se encierra en estas páginas<br />

cálidas. Véase, por ejemplo, parte<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>dicado a cantar al Cid, surgiendo<br />

<strong>de</strong> la tierra española, tronando sobre su<br />

cielo:<br />

.... y como a través <strong>de</strong> azules e infiní-<br />

[tas murallas<br />

— <strong>de</strong>l abismo <strong>de</strong> tus entrañas bruscamen-<br />

Intente ^urgido —<br />

cabalga,!' veo, en la tormenta, al Cid.<br />

Tiembla la tierra bajo el peso <strong>de</strong> hierro<br />

<strong>de</strong>l tempestouso ibero;<br />

su frente parece alcanzar el cielo.<br />

Bus miradas, espadas ¡ulmíneas,<br />

<strong>de</strong>sgarran y siegan en fie<br />

a los que quieren, tener a España aún y<br />

[aún<br />

con la cerviz bajo sus talones <strong>de</strong> peñasco.<br />

Con ímpetu .hacia victorias y castigos,<br />

<strong>de</strong> srn- terrible ca<strong>de</strong>ra forjó Castilla ~a su<br />

[Cid,<br />

para lanzarlo como a una tropical torí<br />

menta, algún día,<br />

imperial-mente, hacia í«s tierras <strong>de</strong>l Sur.<br />

La Rapsodia ibérica lleva un certero<br />

prólogo <strong>de</strong> Camón Aznar y un magnííico<br />

estudio <strong>de</strong> Soreda Blanes; a<strong>de</strong>más, un dibujo<br />

<strong>de</strong> Vázquez Díaz. Es <strong>de</strong> lamentar<br />

que la tirada <strong>de</strong> esta obra sea sólo <strong>de</strong><br />

cien ejemplares, no puestos a la venta.<br />

II. M.<br />

MUÑOA, MARGARITA- Vrimem voz.<br />

Cua<strong>de</strong>rnos Julio Herrera y Reissig. Montevi<strong>de</strong>o,<br />

1954. 19 páginas.<br />

Ortiz Saralegui, gran poeta uruguayo,<br />

dirige con acierto indiscutible estos pequeños<br />

Cua<strong>de</strong>rnos Julio Herrera y Reíssig,<br />

en don<strong>de</strong> nos va dando a conocer voces<br />

nuevas <strong>de</strong> la poesía <strong>de</strong> su país, a la<br />

vez que recoge las voces más auténticas<br />

<strong>de</strong> Hispanoamérica. Primera voz es la<br />

primera publicación <strong>de</strong> una poetisa nueva<br />

y • muy joven, Margarita Muñoa, que<br />

nos sorpren<strong>de</strong> con unos buenos versos,<br />

promesa <strong>de</strong> fruto cierto. Late en ellos<br />

clara autenticidad, sentimiento legitimo,<br />

vivacidad para captar la imagen expresiva,<br />

fuerza . sugerenle, profundidad. He<br />

aquí una bella estrofa <strong>de</strong> la joven poetisa<br />

uruguaya, don<strong>de</strong> podremos encontrar<br />

algunas <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s señaladas, impregnadas<br />

por un impresionismo certero:<br />

Vuelvo a buscar tu nombre, herida-<br />

[•mente,<br />

pnr una extraña escala <strong>de</strong> vacio.<br />

Des<strong>de</strong> los lirios solos <strong>de</strong> tu frente,<br />

una nave <strong>de</strong> sombra hiere el río.<br />

R. M.<br />

PEDEMONTE, HUGO EMILIO: La poesia<br />

<strong>de</strong> Jean Aristeguieta. (Estudio y antología.)<br />

Ediciones Agora. <strong>Madrid</strong>,<br />

1 1955. 232 páginas.<br />

Hugo Emilio Pe<strong>de</strong>monte ha heclio ur.<br />

<strong>de</strong>tenido estudio <strong>de</strong> la obra (Je la poetisa<br />

venezolana Jean Aristeguieta. A conxínuación<br />

ha incluido una antología <strong>de</strong><br />

ésta. Señala con tino Hugo Emilio Pe<strong>de</strong>monte<br />

diversas .características <strong>de</strong> la ilustre<br />

poetisa, entre ellas su sentido social,<br />

efusión lírica, prosaísmos, autenticidad,<br />

carencia <strong>de</strong> expresión lógica, sustituida<br />

ésta por la intuición <strong>de</strong>l . vocablo que<br />

transmite la sensación en forma más<br />

prístina, la unión


«LA EEVÜE NOUVELLE»: EL<br />

TRABAJO DE LA MUJER<br />

E<br />

L problema <strong>de</strong>l trabajo femenino<br />

ña ido presentando aspectos muy<br />

diversos en el curso <strong>de</strong> los últimos<br />

<strong>de</strong>cenios. Últimamente, <strong>de</strong> modo semejante<br />

a la mayor parte <strong>de</strong> las viejas<br />

cuestiones laborales, este factor en<br />

la vida <strong>de</strong> la producción avanza también<br />

hacia su plena solución teórica.<br />

Se trata hoy, en general, en estas<br />

cuestiones, mucho más <strong>de</strong> problemas<br />

<strong>de</strong> voluntad que <strong>de</strong> <strong>de</strong>scolnocimiento<br />

<strong>de</strong> los caminos a<strong>de</strong>cuados para su resolución<br />

normal. La legislación laboral<br />

y las distintas! ten<strong>de</strong>ncias contemporáneas<br />

<strong>de</strong> la política social, si bien<br />

no pue<strong>de</strong>n satisfacer todavía a un<br />

concepto <strong>de</strong>l hombre, <strong>de</strong> la familia y<br />

<strong>de</strong>l trabajo humano que tenga en<br />

cuenta la plenitud <strong>de</strong> la dignidad <strong>de</strong><br />

la persona, marcan., al menos rutas<br />

bastante sólidas piara el mejoramiento<br />

<strong>de</strong> la condición <strong>de</strong> los trabajadores,<br />

en condiciones que resultaban un lejaimo<br />

i<strong>de</strong>al para las generaciones: obreras<br />

<strong>de</strong> hace algo más <strong>de</strong> medio siglo.<br />

En un trabajo <strong>de</strong> Marcel Laloire,<br />

publicado en el número <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong><br />

«La Revue Nouvelle», <strong>de</strong>dicado a l¡i<br />

exposición <strong>de</strong> diversos (latos recientes<br />

relativos a la cuestión <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong><br />

la mujer, sé plantean consi<strong>de</strong>raciones<br />

interesantes que brotan <strong>de</strong>! examen<br />

<strong>de</strong> algunas cifras y factores <strong>de</strong> evolución<br />

característicos <strong>de</strong>l mundo laboral<br />

francés y belga, pero que resultan<br />

<strong>de</strong> mayor provecho que una<br />

mera curiosidad [anecdótica si se toman<br />

como punto <strong>de</strong> referencia para<br />

observar la evolución que presenta la<br />

sociedad española en esta misma materia.<br />

Una cifra estadística elemental sirve<br />

al autor <strong>de</strong>l trabajo que comentamos<br />

para fundamentar una consi<strong>de</strong>ración,<br />

ya clásica, entre los pensadores<br />

sociales cristianos que se han<br />

preocupado <strong>de</strong> las consecuencias y<br />

materiales que la incorporación <strong>de</strong> la<br />

mujer al régimen mo<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo<br />

traía consigo. En unió <strong>de</strong> los últimos<br />

años, la población activia total<br />

<strong>de</strong> Bélgica se elevaba a casi tres millones<br />

y medio <strong>de</strong> personas, <strong>de</strong> ías<br />

cuales algo más <strong>de</strong> dos millones y<br />

medio eran hombres y ochocientas<br />

veinte mil mujeres. En esta población<br />

«no activa» quedan comprendidas<br />

conforme a los criterios usuales,<br />

todas las mujeres que permanecen<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l hogar, así como la población<br />

juvenil <strong>de</strong> ambos sexos <strong>de</strong>dicada<br />

a las tareas estudiantiles.<br />

Aun reconociendo M. Laloire que al<br />

excluir los estadísticos <strong>de</strong>l encasillado<br />

<strong>de</strong> población activa a todas las<br />

esposas y madres <strong>de</strong> familia que no<br />

limitan a odio horas por día ni a<br />

cuarenta y ocho por semana el tiempo<br />

<strong>de</strong>. su <strong>de</strong>dicación al hogar, no haceai<br />

otra cosa que distinguir al sector<br />

<strong>de</strong> población que ejerce una profesión<br />

en la industria, el comercio, la<br />

agricultura o la administración <strong>de</strong><br />

aquellas otras, personas que oficialmente<br />

no ejercen profesión, ya que<br />

en el concepto administrativo <strong>de</strong> profesión<br />

no tiene cabida la ocupación<br />

<strong>de</strong> llevar una casa, cree esencial subrayar<br />

la consi<strong>de</strong>naible importancia <strong>de</strong><br />

esas activida<strong>de</strong>s hogareñas o doméstiaas.<br />

«Se ha calculado en Francia<br />

— argumenta a este respecto— que<br />

el conjunto <strong>de</strong> la* ocupaciones domésticas,<br />

<strong>de</strong>jando aparte los cuidadoS<br />

directos ocasionados por la presencia<br />

<strong>de</strong> los hijos, representaai unas<br />

cincuenta horas <strong>de</strong> trabajo por semana.<br />

A<strong>de</strong>más, se han cifrado en más<br />

<strong>de</strong> once horas por semana la duración<br />

<strong>de</strong> los cuidado* domésticos! a> los<br />

hijos, cuando se tiene uno; en quince<br />

o dieciséis horas, cuando se tienen<br />

dos; en veiffite horas, cuiamdo se tiene<br />

un mínimo <strong>de</strong> tres. Si se quiere <strong>de</strong>stacar<br />

con una fórmula expresiva el<br />

papel esencial <strong>de</strong> las amas <strong>de</strong> casa<br />

en la economía <strong>de</strong>l país, pue<strong>de</strong> afirmarse<br />

que la actividad doméstica representa<br />

un número <strong>de</strong> horas <strong>de</strong> tra


qSBBABBV<br />

La pintura<br />

y<br />

ei<br />

sentimiento<br />

inconsciente<br />

II AGE algunos meses visité ea San-<br />

** tt*g» 1* exposécióa ¿te pintan» <strong>de</strong><br />

José Francisco. Tras el examen minucioso<br />

<strong>de</strong> las obras expuestas se fueron<br />

apo<strong>de</strong>rando <strong>de</strong> mí dos impresiones muy<br />

distintas» Por una parte, era evi<strong>de</strong>nte<br />

que el autor sabia aScaaxadtt en sos<br />

cuadros una técnica refinada, que había<br />

interpretad» a perfección el color<br />

y el espürfta <strong>de</strong>f paisaje gallego; que<br />

había sabid» jugar admirablemente con<br />

taces y sombras;, que sabia lograd»<br />

inspirarse amorosamente en el manso<br />

fluir <strong>de</strong>l riachuelo, en el camine sflíee»<br />

y serpeante, en el monte ceniza o<br />

en el bosque polícromo <strong>de</strong>l otoño iniciado»<br />

José Francisco había aprendido<br />

may Mea a presentar a eada cosa «••<br />

me es, ett un sano naturalismo sin <strong>de</strong>stemplanzas;<br />

pero, al mismo 6empo( había<br />

conseguid» iguatattnte qoe todas 7<br />

cada une <strong>de</strong> so» paisajes tuvieran ttn<br />

soplo <strong>de</strong> emociones in<strong>de</strong>finibles que loe<br />

entornaran eom© ant balo. Uno no sabría<br />

<strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> momento, a qué era <strong>de</strong>bida<br />

la vaga Impresión melaneeliea que<br />

<strong>de</strong>jaba en nosotros la contemplación <strong>de</strong><br />

las obras expuestas. To recuerdo que<br />

at abandonar el local don<strong>de</strong> los cuadros<br />

se exhibían, me preguntaba interiormente<br />

en qué consistiría ese «algo»<br />

in<strong>de</strong>scriptible «ve teñí» aquella prodaeei6n<br />

pictórica. I*a respuesta no la lave<br />

entonces. IJa adiviné más tar<strong>de</strong>, a] releer<br />

un düa nn lBir» inmortal, cuy* título<br />

me evoca para nada et Arte <strong>de</strong> la<br />

Prntnra. Me refiero a la «Polfllca», <strong>de</strong><br />

Aristóteles.<br />

Ea el eapitttlo V <strong>de</strong>i Bbre quinte eseribe<br />

el genio griego: «Los <strong>de</strong>más senttdos,<br />

como el tacto y «1 gusto, no reproducen<br />

en ninguna, extensión la» impresiones<br />

morales; d sentido <strong>de</strong> la vista<br />

lo hace suave 5* gradualmente; las<br />

imágenes visuales, poco a, peca» terminan<br />

pw obrar sobre, los espectadores<br />

«oe b* contemplan,.» A eontinuacmn;<br />

<strong>de</strong> esté pasaje, Aristóteles se extendí»<br />

ea una serla <strong>de</strong>- consi<strong>de</strong>raciones relativas<br />

a & infinntsia <strong>de</strong> la música so»<br />

slea —


o.<br />

Vlerge<br />

La ¡lustració<br />

se ín<br />

Ü<br />

H estudio paralelo, a lo largo <strong>de</strong><br />

unas daceaas <strong>de</strong> anos., <strong>de</strong> la ilustración<br />

<strong>de</strong> revistas y el tema que,<br />

le sirva <strong>de</strong> apoyo —la noticia, e!<br />

euento, el poema...— da como resultado<br />

la tremenda diíeréncia <strong>de</strong> cambio<br />

que ha habido entre ambos, la inmensa<br />

zanja que los dibujantes han saltado<br />

en este tiempo, el giro absoluto <strong>de</strong><br />

cruz a eara, <strong>de</strong> anverso a reverso,<br />

<strong>de</strong> si a no, por que Isa pasado la estampa.<br />

De ceñirse al asunto como una funda<br />

buscando la anécdota básica, el<br />

<strong>de</strong>talle earacterizador, el personaje<br />

central o la <strong>de</strong>scripción minuciosa,<br />

a prescindir totalmente <strong>de</strong> ellos para<br />

abstraerse en una simple viñeta <strong>de</strong>corativa;<br />

<strong>de</strong> zambullirse integramente<br />

en el tema y empaparse <strong>de</strong> tal modo<br />

éon lo literario, que, en ocasiones, la<br />

estampa llegaba a tener vida propia<br />

y expresaba por si sola, sin necesidad<br />

<strong>de</strong> lectura, el suceso o motivo que contenía<br />

el cuerpo <strong>de</strong> letra, a quedarse<br />

en pura creación artística, sin supeditación<br />

ninguna a lo literario, simplemente<br />

complementándolo como un<br />

agregado estético, y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, no<br />

dándonos fuera <strong>de</strong> texto la clave <strong>de</strong>l<br />

motivo que le dio origen; <strong>de</strong> humanizarse<br />

a <strong>de</strong>shumanizarse, <strong>de</strong> concretarse<br />

a abstraerse, <strong>de</strong> Kteraiurizarse<br />

a in<strong>de</strong>pendizarse.<br />

do o perdido con el cambio, uno sólo<br />

sabe si le gustaba mis aquello o esto,<br />

y no lo dice. Lo sucedido tenia que<br />

producirse como consecuencia inevitable<br />

<strong>de</strong> la gigantesca sacudida que<br />

ha movido el arte ea el último medie<br />

siglo. Pero » hay algo que conviene<br />

apuntar como freno que pudo contener,<br />

al menos en parte, este salirse<br />

<strong>de</strong> madre <strong>de</strong> la ilustración: es su papel,<br />

IU finalidad. La ilustración está en fim-<br />

JOS<br />

cien <strong>de</strong>l texto literario, subordinada a<br />

él y sólo a él <strong>de</strong>be servir. No cabe aquí<br />

e! puro abstractismo porque en este<br />

momento traiciona su misión <strong>de</strong> ilustrar<br />

y pasa a convertirse es complemento<br />

estético, en su igual categórico,<br />

eon la diferencia <strong>de</strong> calida<strong>de</strong>s que<br />

entre ambos pue<strong>de</strong> existir.<br />

Si volvemos el motivo <strong>de</strong>l revés y<br />

pensamos ea una edición <strong>de</strong> reproducciones<br />

<strong>de</strong> Picasso o Chírico comentadas<br />

ilustradas literariamente, por un poeta;<br />

Cocteau, vgr., veremos que este <strong>de</strong>sorbitamíento<br />

no se produee en literatura.<br />

El escritor, ei ilustrador en este caso,<br />

no prescindirá nunca <strong>de</strong> Picasso o<br />

Chineo, no se in<strong>de</strong>pendizará <strong>de</strong> manera<br />

tan obsoluta que llegue a olvidarse <strong>de</strong>l<br />

objeto que <strong>de</strong>be cercar, asediar con<br />

su pluma. Su misión es servir y sirve,<br />

sin que esto quiera <strong>de</strong>cir que no pueda<br />

llegar a sobrepasar artísticamente<br />

aquello a que está obligado.<br />

E* difícil buscarle un campo medie<br />

a extremos tan opuestos, y en case<br />

<strong>de</strong> encontrarlo, <strong>de</strong> nada nos habla <strong>de</strong><br />

servir, ya que hoy <strong>de</strong> narta sirve fijar<br />

teóricamente un camino i<strong>de</strong>al a seguir,<br />

dado que el artista está forzado a marchar<br />

inexorablemente, fatalmente, por<br />

aquel que su momento y circunstancial<br />

le marean. Uno piensa sencillamente<br />

que ia ilustración actual es fiel a su<br />

época y, en gran parte, infiel a su<br />

misión, en tanto que ta otra, ia <strong>de</strong><br />

medio siglo atrás o incluso la más cercana<br />

{¡«Blanco y asgro <strong>de</strong> las convalecencias<br />

<strong>de</strong> la infancia», con ilustraciones<br />

<strong>de</strong> Mén<strong>de</strong>z Briaga, Sancha,<br />

Manchón, Regidor...!), si bien se limitó<br />

escuetamente a su cometido,<br />

tenia tal carga <strong>de</strong> lastre y ganga,<br />

encantadora maldad y.sensiblería que<br />

no hubo más remedio que arrojarla<br />

por ia borda, aun a riesgo <strong>de</strong>l naufragio.<br />

1 <strong>de</strong> agesto áe 1955


MARÍA JOVE<br />

T» a ella so noa acarearan mas<br />

el «amanero, «I gusto estragado» y,<br />

sobre todo, la nostalgia. Si acaso, también<br />

las incursiones que <strong>de</strong> cuando en<br />

cuando hacen allá el humor atros, e!<br />

eollage y el surrealismo.<br />

Esto en lo que se refiere a la masa<br />

anónima <strong>de</strong> los torpes y sensibleros;<br />

<strong>de</strong> otro lado, y sin llegar a la genialidad<br />

<strong>de</strong> Doré o Daniel Vierge, tenemos<br />

los nombres <strong>de</strong> Steinlext, Garan d'Ache,<br />

Seymeur, Phiz, Ágeles, Moría, Seoít,<br />

Fotaiii". a los cuales nunca podrá<br />

negárseles su técnica magistral, instinto<br />

para seleccionar los cogollos<br />

propicios <strong>de</strong>l tema y garra para trasladarlos,<br />

su mancha y linea <strong>de</strong> una<br />

plasticidad admirable, fijando como<br />

un sello los rasgos y atuendo <strong>de</strong> un<br />

personaje, los apuntes <strong>de</strong> paisaje, ¡a<br />

eseenografía <strong>de</strong> un interior.<br />

El artista actual, obsesionado por<br />

el caballete o el mural, jugando sus<br />

bazas a César o nada, ha olvidado el<br />

ancho campo que la ilustración abre<br />

a un buen dibujaste. Birlase que esta<br />

casilla <strong>de</strong>l género menor le viesa<br />

estrecha s sus ambiciones.<br />

Es triste esta renunciación unánime<br />

porque envuelve el gran error <strong>de</strong> ereer<br />

que el hecho <strong>de</strong> enltivar un arte mayor<br />

—el lienzo y el óleo o el fresco y<br />

el mure— conce<strong>de</strong>n ya <strong>de</strong> por sír y en<br />

cualquier caso, una categoría superior<br />

a la <strong>de</strong>dicación artística <strong>de</strong> tono menor.<br />

No es el género sino la calidad <strong>de</strong> la<br />

otea, su estilo, forma y contenido,<br />

lo %ne ha <strong>de</strong> alzar o hundir es Ss<br />

sombra a un artista.<br />

Si pensamos en los nombres antes<br />

citados, la conclusión es evi<strong>de</strong>nte; la<br />

ilustración se ha in<strong>de</strong>pendizado, se<br />

ha <strong>de</strong>sligado <strong>de</strong> su auténtico y único<br />

fin, y, lo más lamentable, ha venid®<br />

a<br />

IVfantpaao<br />

ATENEO<br />

s *<br />

EXPOSICIÓN DE PFNTURA<br />

EN EL CLLB DE PRENSA<br />

f% RGANIZADA por U Aviación Continental <strong>de</strong> InteieetaiaSes <strong>de</strong> Ewe-<br />

^ pa se ha celebrado en el Club <strong>de</strong> Prensa ana exposteiós <strong>de</strong> pintores 7<br />

escultores actuales, 1* maestra es esteno* —Si obra* <strong>de</strong> 25 artistas—, coa<br />

gran<strong>de</strong>s altibajos <strong>de</strong> calidad y meada <strong>de</strong> estilo*, No obstante, evi<strong>de</strong>ncia oa<br />

interés el hecho <strong>de</strong> que en eila. figuren nomine» como Pancho Cossío, Bien»<br />

ehs Gal, insta Guillermo, Juan Antonio Morales, Vargas Rttiz, Mastieles,<br />

Pererejo, Francisco San José-.<br />

Hay obra conocida ai lado <strong>de</strong> otr» en la que aan apaeeee frese» el bwrdíz<br />

<strong>de</strong>l taller, diversidad <strong>de</strong> técnicas, ñamares 7 motivo» y na elar# afán<br />

<strong>de</strong> ampliar en lo posible ei reducido número <strong>de</strong> expositores «ue monótona-<br />

«cate se repiten a todas las colectivas. Paradójicamente vemos a^oi aa<br />

fallo: no haber «aerificad» la extensión a la Bdd


Con Manuel <strong>de</strong> Pedrolo<br />

Al escritor, el estilo se le tace a pesar si<br />

El protagonista "se presenta<br />

espontáneamente"<br />

J-IAY que "ver lo que ha trabajado<br />

Manuel <strong>de</strong> Púdralo en poco mas <strong>de</strong><br />

diez años. Si contáramos toda su producción,<br />

la que ha escrito y conserva,<br />

en su mayor parte inédita, sumariamos<br />

más <strong>de</strong> treinta títulos. Poesía, cuento,<br />

novela,, teatro; todo lo ha emprendido.<br />

No en vano concibe Pedrolo el menester<br />

<strong>de</strong>l escritor como una «<strong>de</strong>dicación<br />

total». Es el suyo un caso claro <strong>de</strong> vocación<br />

<strong>de</strong>cidida qua, con paciencia y<br />

tenacidad, va superando todos los obstáculos<br />

basta establecer lo que para un<br />

escritor es esencial: el contacto con el<br />

publico. Cinco libros lleva, publicados<br />

Manuel <strong>de</strong> Pedrolo, y esto, dada la limitación<br />

editorial <strong>de</strong>l mercado para las<br />

publicaciones en lengua catalana, es<br />

un triunfo notable. De estos cinco libros,<br />

dos —dos novelas precisamente—<br />

han aparecido este mismo año. Esto<br />

Quiere <strong>de</strong>cir que Pedrolo está en ese<br />

momento bueno <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l escritor,<br />

en que éste pasa <strong>de</strong> solicitante s<br />

solicitado; ese momento en que empieta<br />

a «contar» en el mundo literario.<br />

Vale la pena, pues, que traigamos a<br />

estas columnas, precisamente ahora, a<br />

Manuel <strong>de</strong> Pedrolo.<br />

Las dos novelas publicadas recientemente<br />

son: «Mr. Chase, po<strong>de</strong>n sortirs<br />

y «Estrictamente personal». Pero bueno<br />

será que, antes <strong>de</strong> llegar a ellas, <strong>de</strong>mos<br />

un repaso a la obra anterior.<br />

LA POESÍA, PRIMERO<br />

La poesía, primero. Porque el primer<br />

libro que publicó Pedrolo rué tm libro<br />

<strong>de</strong> poesía. Y porque la poesía, mejor<br />

que nada, es ia que nos da el tono 7<br />

la situación <strong>de</strong> un escritor. El libro,<br />

a<strong>de</strong>mas, llevaba un título expresivo:<br />

eEsser en el mon», ser en el mundo.<br />

—«Esser en el mon». como la mayor<br />

parte <strong>de</strong> mis otros libros, plantea el<br />

problema <strong>de</strong>l hombre abandonado en<br />

el mundo a la hostilidad <strong>de</strong> sí mismo<br />

y <strong>de</strong> los otros; a la hostilidad, a ia<br />

necesaria incomprensión <strong>de</strong> todo lo que<br />

le ro<strong>de</strong>a. Su soledad tota! se expresa<br />

hasta el paroxismo.<br />

Pedroio se interrumpe.<br />

—Pero para hablar <strong>de</strong> este libro necesitaría<br />

otro libro.<br />

Siempre ocurre asi con la poesía.<br />

CUENTOS, NARRACIONES, «SUCE-<br />

SOS»: EL NOMBRE ES LO DE<br />

MENOS<br />

«Esser en el mon» se publicó en<br />

1949. Los dos libros siguientes aparecieron<br />

en 1953 y 1954.<br />

—En «El prerai literari i mes coses»<br />

recogí mi escasa producción <strong>de</strong> cuentos,<br />

escrita en el transcurso <strong>de</strong> más <strong>de</strong><br />

diez años, por lo que en el mismo se<br />

dan cita distintas, incluso encontradas<br />

maneras <strong>de</strong> mi personalidad.<br />

Acaso fuera esa recopilación lo que<br />

<strong>de</strong>spertó en Pedrolo una <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>dicaciones<br />

mas características.<br />

—Posteriormente he <strong>de</strong>dicado mucha<br />

atención al cuento, cuidando siempre<br />

mucho una cierta integración, técnica<br />

o temática.<br />

Un año <strong>de</strong>spués aparece «Es vessa<br />

una sang fácil», narración que él subtitula<br />

—Pedrolo tiene afición a esos<br />

subtítulos que precisan la intención o<br />

el alcance <strong>de</strong>l libro— «fet divers», suceso,<br />

—«Es vessa una sang fácil» no es<br />

más que un «fet diversa, y asi lo he<br />

subtitulado,, en el que aparte <strong>de</strong> la narración<br />

actual hay una serie <strong>de</strong> cuñas,<br />

con las que intento interpretar a mis<br />

personajes, sus situaciones, sus caracteres,<br />

sus complejos... O con las que<br />

he tratado <strong>de</strong> precisar fechas, interpretar<br />

agonías, etc. La consi<strong>de</strong>ro una narración<br />

violentamente realista.<br />

1955: DOS NOVELAS<br />

Y llegamos a 1955 y a las dos novelas<br />

que acaba <strong>de</strong> publicar. Digo novelas,<br />

aunque a una <strong>de</strong> ellas Pedrolo la<br />

haya subtitulado «especulación».<br />

—En «Mr. Chase, po<strong>de</strong>u sortirs<br />

especulación en la que se ofrecen en<br />

contrapunto capítulos centrados en esta<br />

vida y en otra, situada más allá <strong>de</strong> la<br />

muerte, he intentado mostrar la absurtíidad<br />

<strong>de</strong> nuestros problemas y la gratuidad<br />

<strong>de</strong> las respuestas que les damos:<br />

cómo nunca po<strong>de</strong>mos llegar ai<br />

fondo <strong>de</strong> nada, cómo intentamos enga<br />

ñarnos a nosotros mismos confiando<br />

en pequeños indicios, en apariencias...<br />

La otra novela no lleva subtítulo.<br />

—«Estrictamente personal» es una<br />

novela <strong>de</strong> corte realista, como todas<br />

mis novelas, cuya acción transcurre en<br />

una hora real. Creo que, proporcionalmente,<br />

he escrito la novela más larga<br />

4el mundo, aunque sin<br />

proponérmelo. En sus páginas<br />

he querido reflejar<br />

la vida, amores, aspiraciones,<br />

terrores y añoranzas<br />

<strong>de</strong>l hombre vulgar y<br />

corriente. Creo que en el<br />

fondo en un libro <strong>de</strong>primente.<br />

COMO NACE OKA<br />

NOVELA<br />

Vista la obra, pasamos<br />

al obrar, a los medios y<br />

modos <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>l novelista.<br />

La primera pregunta<br />

<strong>de</strong>be referirse, lógicamente,<br />

a como suele<br />

producirse en él la conr<br />

cepción cié sus obras narrativas.<br />

—Existe un problema<br />

que me preocupa y unos<br />

hombrea (yo entre ellos)<br />

que <strong>de</strong>ben enfrentarse<br />

con él. Pero este problema<br />

<strong>de</strong>terminado surge <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terminadas situaciones,<br />

en las que en este momento<br />

se encuentra alguien.<br />

Alguien pue<strong>de</strong> ser<br />

cualquiera o no serlo. De.<br />

pen<strong>de</strong>, sobre todo, <strong>de</strong>l<br />

problema. Y este alguien<br />

se presenta espontánea- \¿<br />

mente. En realidad, exis- *'--—<br />

te ya; sólo es necesario<br />

encontrarlo, cogerlo. Esta es ía tarea<br />

<strong>de</strong>l novelista.<br />

Y COMO SE HACE<br />

Ya tenemos, con esa «presentación<br />

espontánea» <strong>de</strong>l protagonista, concebida<br />

la novela. Ahora falta escribirla.<br />

—Nunca tomo notas ni escribo guiones<br />

para mis obras. El mundo que <strong>de</strong>spués<br />

fijaré en el papel vive en mí, o<br />

yo vivo en él. Cuando estamos suficientemente<br />

compenetrados el uno con el<br />

otro empieza la obra escrita. Un promedio<br />

<strong>de</strong> doce páginas diarias, sí es<br />

posible <strong>de</strong> un tirón, por la mañana;<br />

si no lo es, contra viento y marea<br />

aprovechando retazos <strong>de</strong> tiempo. Lo<br />

esencial para mí es no per<strong>de</strong>r el impulso.<br />

Lo esencial es el impulso; pero esto<br />

no quiere <strong>de</strong>cir que no haya en Pedrolo<br />

una preocupación técnica.<br />

—Des<strong>de</strong> luego, la técnica novelística<br />

es un asunto que me preocupa extraordinariamente.<br />

Creo superado el tiempo<br />

<strong>de</strong> la novela que podríamos llamar,<br />

para enten<strong>de</strong>rnos, tradicional. Las posibilida<strong>de</strong>s<br />

técnicas <strong>de</strong> la novela son infinitas,<br />

y todos los experimentos están<br />

permitidos. A pesar <strong>de</strong> ello, no hay que<br />

olvidar que el experimento no <strong>de</strong>be ser<br />

gratuito. Cada obra exige una técnica<br />

<strong>de</strong>terminada, precisa. He intentado ser<br />

fiel a este principio en todas mis novelas,<br />

dando a cada una <strong>de</strong> ellas una<br />

técnica distinta.<br />

LA EXPERIENCIA Y EL ESTILO<br />

Pero no nos limitemos a la novela.<br />

Ya antes hemos hablado <strong>de</strong> «<strong>de</strong>dicación<br />

total». ¿Qué entien<strong>de</strong> por ella Pedrolo?<br />

—Creo que el escritor no <strong>de</strong>be limitarse<br />

al cultivo <strong>de</strong> im solo género literario.<br />

Hay que probar en todos los campos:<br />

novela, poesía, teatro, ensayo, etc<br />

Ni que <strong>de</strong>cir tiene que no hay escritor<br />

dotado para todos ellos, pero la experiencia<br />

que con ello se adquiere siempre<br />

es aprovechable, e in<strong>de</strong>fectiblemente<br />

enriquecerá a cada uno para aquella<br />

especialidad en que tiene probabilida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> triunfar, tal vez <strong>de</strong> durar...<br />

Y, al fin, inesperadamente, pero lógicamente,,<br />

si bien se mira, <strong>de</strong>sembocamos<br />

en el problema <strong>de</strong>l estilo. Lógicamente<br />

digo, porque el problema <strong>de</strong>l estilo<br />

no es un problema previo, sino algo<br />

que se ve, que se va viendo al andar.<br />

Alguna vez ha dicho Pedrolo que al<br />

escritor el estilo se le hace «a pesar<br />

suyo».<br />

—En efecto, creo haber dicho esto.<br />

Y con ello quería indicar que no me<br />

parece necesario que el escritor se esfuerce<br />

en adquirir un estilo propio. Si<br />

Manuo! <strong>de</strong> Pedrolo<br />

1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 195S


es un verda<strong>de</strong>ro escritor, este estilo<br />

suyo, y sólo, suyo, se le dará aunque<br />

procure evitarlo. Toda su obra, por distinta<br />

que sea en intención o en técnica,<br />

lo traicionará. Lo único que po<strong>de</strong>mos<br />

hacer es mejorarlo o empeorarlo,<br />

I OS arbolas tienen un vente Que a»<br />

pier<strong>de</strong> en dulce pastosidad, y parece<br />

como si se fuera a fundir <strong>de</strong> puro<br />

difuminado. La correa amplia <strong>de</strong> cabezas<br />

se mueve hacia nosotros, el rio<br />

<strong>de</strong> seres anónimos se nos aproxima, y<br />

cuando empezamos a lanzarnos por la<br />

ligera pendiente, si retiramos nuestra<br />

vista <strong>de</strong> la lejana perspectiva y la ponemos<br />

en lo mas inmediato, vemos<br />

cómo ahora uno, luego otro, solitarios<br />

o en grupos, los hombres se van arrancando<br />

<strong>de</strong> la turbulencia, como si se<br />

<strong>de</strong>stacaran <strong>de</strong> la penumbra <strong>de</strong>l anónimo<br />

y <strong>de</strong>jaran <strong>de</strong> ser sólo una pincelada<br />

en el color confuso, para individualizarse,<br />

recortarse, concretarse, cobrar<br />

personalidad.<br />

Pronto nos hemos perdido también<br />

nosotros en la masa anónima. Pronto<br />

no somos mas que la gente <strong>de</strong> la Rambla.<br />

Aquí no ocurre como en otros paseos<br />

don<strong>de</strong> a io mejor uno les cuenta<br />

a nuestros amigos que nos ha visto con<br />

el cuello <strong>de</strong> ia camisa abierto y la corbata<br />

caída. Aquí vale todo: el traje<br />

pulcro y ios pantalones remendados, el<br />

jersey azul sobre una falda gris, una<br />

falda sencilla y pasada <strong>de</strong> moda y el<br />

vestidito blanco <strong>de</strong> la niña que tiene<br />

apenas cinco años y unos cabellos <strong>de</strong><br />

oro tocados con un menudo gorro<br />

blanco.<br />

Somos los hombres <strong>de</strong> la Rambla. No<br />

importa que algunos estemos sin trabajo.<br />

Que cuando vayamos a sentarnos<br />

a la mesa tengamos que pensar con rubor<br />

que nos van a regalar la comida-<br />

No importa que estemos <strong>de</strong>finitivamente<br />

fracasados y vivamos en casa <strong>de</strong> un<br />

pariente. Lo importante son las manos<br />

caídas en los bolsillos, los plátanos altos,<br />

la muchedumbre sencilla, anónima;<br />

el perfume, el movimiento, el rumor<br />

siempre abierto, azul y abierto al<br />

espacio <strong>de</strong> la Rambla barcelonesa.<br />

Pero ahora hemos llegado a la iglesia<br />

<strong>de</strong> Belén, como ese almohadillado<br />

sabroso <strong>de</strong> piedra barroca, y un San<br />

Ignacio, tan barcelonés como nosotros,<br />

los hombres <strong>de</strong> la Rambla, a la <strong>de</strong>recha<br />

<strong>de</strong>! pórtico. Detrás <strong>de</strong> ese quiosco<br />

<strong>de</strong> periódicos, con sus revistas y sus<br />

libros como una exposición coloreada<br />

<strong>de</strong> ropa tendida, empiezan los puestos<br />

<strong>de</strong> flores.<br />

Aquí fracasan los pinceles <strong>de</strong> ios impresionistas.<br />

Si tuviera que <strong>de</strong>finir la<br />

Rambla, diría que ahora, embocando<br />

entre sus flores, me meto en un cuadro<br />

impresionista francés. Sin embargo,<br />

ningún impresionista hubiera conseguido<br />

ese ver<strong>de</strong> <strong>de</strong> los plátanos frondoso,<br />

cada vez más blando, fuerte,<br />

apretado, pero también alejado, alejándose<br />

cada vea más y <strong>de</strong>svaído, porque<br />

no tiene compactes ni pesa, ni se<br />

agolpa.<br />

Es un ver<strong>de</strong>- en in<strong>de</strong>finición absoluta.<br />

I/as hojas se han difuminado en la<br />

fronda y las frondas van a difuminarse<br />

en el aire y el cielo. Y abajo, a un<br />

lado y otro, el pintor ha trabajado a<br />

brochazo limpio,, y <strong>de</strong> cuatro pinceladas<br />

ha <strong>de</strong>spachado ese montón <strong>de</strong> claveles<br />

brotando <strong>de</strong> una jarra, brotando<br />

<strong>de</strong> los puestos <strong>de</strong> ñores, y na pintado<br />

esbelto con el blanco para evocar la<br />

forma carnosa y pura <strong>de</strong> los lirios, y<br />

ha tenido que mezclar el rojo y el<br />

amarillo, <strong>de</strong> prisa, precipitadamente,<br />

para que el sol no se escape antes <strong>de</strong><br />

que él haya acabado esas carnosas rosaa<br />

<strong>de</strong> piel <strong>de</strong> naranja.<br />

A esas rosas, lo mejor <strong>de</strong> la Rambla<br />

(en la Rambla, hay <strong>de</strong> t«to; y a un<br />

ATENEO<br />

pesro- el estilo siempre está ahí, a la<br />

vuelta <strong>de</strong> cada frase.<br />

Pensamos que en el hombre también<br />

el estilo está ahí, a la vuelta <strong>de</strong> cada<br />

respuesta.<br />

L. G,<br />

a <strong>de</strong> las Flores<br />

viejos mal trajeados ven<strong>de</strong>n rosales,<br />

plantas, geranios en macetas, semillas<br />

y bulbos <strong>de</strong> flores), las llamaría<br />

las rosas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación.<br />

Las rosas que tienen alas <strong>de</strong> naranja,<br />

<strong>de</strong> oro o <strong>de</strong> sangre -—también <strong>de</strong><br />

terciopelo— son implacables con esas<br />

pobres floristas si no se las compramos.<br />

Si vosotros pasáis por <strong>de</strong>lante <strong>de</strong><br />

las rosas y las <strong>de</strong>spreciáis, y a última<br />

hora, cuando ya se van a retirar las<br />

floristas, porque hoy es domingo y mañana<br />

es la fiesta <strong>de</strong> las floristerías y<br />

no se trabaja, las rosas no han <strong>de</strong>saparecido<br />

<strong>de</strong> ios puestos <strong>de</strong> flores, esas<br />

mujeres volverán a su c&suca con el<br />

corazón <strong>de</strong>sesperado.<br />

Y hay un puesto hermoso, lozano,<br />

exuberante todavía, a última hora. Y<br />

las rosas, frescas, mojadas., se aprietan<br />

en almohadones <strong>de</strong> hojas <strong>de</strong> un ver<strong>de</strong><br />

maduro. Claveles y lirios en lo alto<br />

Hay muchas rosas. Hay que marcharse<br />

Ya no se ven<strong>de</strong>rán. La muchedumbre<br />

anónima <strong>de</strong> la Rambla no tiene ya<br />

tiempo <strong>de</strong> comprar esas rosas. Son ya<br />

las dos <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. A las dos y veinte<br />

todos estarán en sus casas a celebrar<br />

en tirantes la comida <strong>de</strong>l domingo.<br />

Pero esa mujer enflaquecida se ha<br />

maquillado ron el garbo <strong>de</strong> un esqueleto.<br />

Como si un esqueleto se alzara <strong>de</strong>l<br />

sepulcro y se untara el cráneo <strong>de</strong> carmín.<br />

Está sentada <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> las rosas<br />

sin ven<strong>de</strong>r y nos mira trágicamente-<br />

UN PASEO<br />

POR EL ARTE<br />

Jaime Mereatté<br />

le un cuerpo en que<br />

solo feay osamenta. No sé si mira con<br />

tristeza. Pero diriase que h&y en esa<br />

mirada una pregunta, un enigma. Quizá<br />

el malhumor en un comedor sin<br />

ventilación, en un piso nauseabundo <strong>de</strong>l<br />

barrio chino,<br />

Entre tanto, la multitud anónima <strong>de</strong><br />

la Rambla se mueve, camina, avanza,<br />

como dos correas que se cruzan, hacia<br />

la plaza <strong>de</strong> Cataluña, hacia el puerto,<br />

y esa mujer <strong>de</strong> las rosas sin ven<strong>de</strong>r me<br />

recuerda la mirada <strong>de</strong> una dama flaca,<br />

<strong>de</strong> piedra, sobre la tumba <strong>de</strong> un<br />

maravilloso cementerio marino.<br />

Me mira como aquella escultura pagana;<br />

<strong>de</strong>sesperada, que nos pregunta,<br />

que inquiere sobre la vida, sobre la<br />

muerte porque no conoce la verdad, y<br />

para ella todo es necesario, todo es<br />

enigma,<br />

FRANCISCO SALVA MIQÜEL<br />

un fin <strong>de</strong> temporada<br />

C E acabó la temporada. ¿Volvamos<br />

^ la vista atrás?<br />

—Volvámosla y rescatemos <strong>de</strong>l olvido,<br />

<strong>de</strong> nuestro olvido, las exposiciones que<br />

no habíamos comentado todavía. Y entre<br />

éstas, naturalmente, las que s© no*<br />

hayan quedado en la memoria.<br />

—Me temo que serán pocas.<br />

—¿Por qué?<br />

—Porque ío btien® no siempre<br />

abunda.<br />

—Tal vez. Pero yo veo también otra<br />

razón. Ten en cuenta que el recuerdo<br />

no es infalible y que también él se<br />

—Por supuesto. ¿Cuál es la otra razón?<br />

—Esta que te <strong>de</strong>cía, más o menos:<br />

nuestra limitación. Los escamoteos, no<br />

siempre justos, <strong>de</strong> la memoria.<br />

—Oye, recuerdo ahora un nombre, y<br />

quiero salvarlo <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> esos escamoteos<br />

que tú temes.<br />

—¿Qué nombre?<br />

—Jaime Mercadé. ¿Qué me dices <strong>de</strong><br />

su exposición?<br />

—Hablando <strong>de</strong> Mercadé, hay que hablar<br />

<strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> Tarragona, ¿no?<br />

—Bien anunciaba la invitación, con<br />

letras <strong>de</strong> tamaño uniforme, «El campo<br />

<strong>de</strong> Tarragona, por Jaime Mercadé».<br />

igualmente podía haber dicho sEI eam-<br />

i<br />

. <strong>de</strong> Jaime Mercadé»,<br />

porque; en efecto, es au campo <strong>de</strong> Tarragona,<br />

el <strong>de</strong> Mercadé, el que él ha<br />

ido haciéndose en su visión y su sentimiento<br />

<strong>de</strong> pintor año tras año; es su<br />

campo <strong>de</strong> Tarragona el que vemos a<br />

cada nueva exposición.<br />

—El que vemos y el que 1 nos gusta<br />

ver. El mismo siempre.<br />

—No querrás <strong>de</strong>cir que no cambie<br />

también un poco cada año.<br />

—Posiblemente. Al menos, nosotros<br />

lo miramos, cada vez, con ojos curiosos<br />

y satisfechos, como el propietario<br />

<strong>de</strong> un campo se lo mira, cada vez que<br />

io ve, en parte para reconocerlo él<br />

mismo, el mismo que conoce como suyo,<br />

y en parte para ver qué noveda<strong>de</strong>s<br />

presenta, qué matices nuevos, qué<br />

cambios pue<strong>de</strong> advertir en él. Pero su<br />

ce<strong>de</strong> que luego, cuando vuelve a la ciudad<br />

—si vive en la ciudad—, el campo<br />

se le va unificando en el recuerdo y<br />

lo ve siempre igual. Que, en el fondo,<br />

es lo que él quiere. Esto es So que me<br />

pasa a mí con el campo <strong>de</strong> Tarragona<br />

<strong>de</strong> Jaime Mercarte.<br />

—Admite, sin embargo, que esto es<br />

bastante subjetivo. Yo el otro día entré<br />

en una colectiva <strong>de</strong> fin <strong>de</strong> temporada<br />

—ya sabes a cuál me refiero: Sisquella,<br />

Llimona, Mompóu, Serra,* Mallol<br />

Cnixart {fragmento)<br />

Suazo, Togores, Durancamps, Caries..-—,<br />

y esa misma impresión, la <strong>de</strong> encontrar<br />

igual lo <strong>de</strong> siempre, no me agradó.<br />

—Quizá sea un poco el problema <strong>de</strong><br />

las colectivas, aunque sean, tan conjuntadas<br />

como esa a la que tú te refie~<br />

res. Es posible que ante una exposición<br />

entera <strong>de</strong> alguno <strong>de</strong> esos pintores tu<br />

interés hubiera crecido.<br />

—Si, pue<strong>de</strong> sor. Decimos que no hay


par qué no hacer más exposiciones colectivas<br />

y menos individuales, pero luego,<br />

a la hora t£e la verdad, las encontramos<br />

todavía mas monótonas. Cualquiera<br />

entien<strong>de</strong> al aficionado.<br />

—Cualquiera nos entien<strong>de</strong>, sí. Pero<br />

en honor tuyo quiero <strong>de</strong>cir que también<br />

a mí esa exposición me pareció<br />

poco interesante. Y, como <strong>de</strong> costumbre<br />

en esa «colectividad», lo que me<br />

hizo <strong>de</strong>tener más tiempo fue el brío <strong>de</strong><br />

lo <strong>de</strong> Juan Serra.<br />

—Sí, sería interesante cronometrar<br />

el tiempo que uno se <strong>de</strong>tiene ante cada<br />

pintor en una colectiva, y tomarlo co<br />

mo signo <strong>de</strong>...<br />

—¿De qué?<br />

—Tomarlo como signo, simplemente.<br />

—Por cierto. ¿Y la exposición <strong>de</strong><br />

Guixart, qué te pareció?<br />

—¿Por qué no me preguntas cuánto<br />

tiempo pasé en ella?<br />

—Hombre, sá quieres, dalo por pre-<br />

—La verdad fes que no podría <strong>de</strong>círtelo.<br />

Todavía no habíamos hablado <strong>de</strong><br />

ese modo <strong>de</strong> medir el interés por una<br />

pintura. Y, claro, no me fijé.<br />

—iBah, qué pesado eres! Nunca te<br />

QUINCE<br />

DÍAS<br />

Pschití<br />

ON gran expectación empezó día*<br />

C atrás 3a «campana <strong>de</strong>l silencio»,<br />

organizada por el Ayuntamiento <strong>de</strong><br />

Barcelona. La campaña consiste en que<br />

ningún vehículo pue<strong>de</strong> tocar el claxon,<br />

la bocina o el timbre —bueno, las señales<br />

acústicas, como dicen en las aca<strong>de</strong>mias<br />

<strong>de</strong> choferes— en el centro <strong>de</strong> la<br />

ciudad. Antes <strong>de</strong> iniciarse la campaña<br />

hubo comentarios y vaticinios para todos<br />

los gustos: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los entusiásticamente<br />

favorables hasta los tenazmente<br />

FOT suerte tuvieron razón los entusáastas:<br />

durante el primer día <strong>de</strong> la<br />

compaña, y en todos los días sucesivos,<br />

la cesa iut sido un gran, éxito, asotnteaodo<br />

incluso a los mas escépéí eos <strong>de</strong><br />

la localidad. Los conductores, tan *iüpendiados,<br />

se mantienen a gran altara:<br />

las señales acústicas permanecen<br />

silenciosas en la amplia zona señalada.<br />

Claro que aun quedan <strong>de</strong>masiados<br />

ruidos en Barcelona —y por cierto, hace<br />

poco, suprimieron el mas agradable:<br />

ios cuatro organillos que quedaban con<br />

vida—, pero bien está que se haya conseguido<br />

acabar con las bocinas.<br />

Mfl» si los conductores merecen buena<br />

nota» los peatones seguimos con<br />

nuestro suspenso en civismo. Con ts<br />

campaña <strong>de</strong>l süencto, muchos <strong>de</strong> los<br />

que vamos a pie nos hemos envalentonado<br />

en forma fabulosa. Actualmente<br />

ir en taxi por calles estrechas es<br />

una tortura. Las calzadas están invadidas,<br />

la gente sólo se aparta —si se<br />

aparta— cuando el vehículo está a medio<br />

metro; el coche <strong>de</strong>be avanzar a la<br />

velocidad <strong>de</strong> un vagabundo en un día<br />

U<br />

—Bueno, hablemos <strong>de</strong> Guixart, que<br />

no tiene la culpa <strong>de</strong> que nosotros divaguemos<br />

tanto.<br />

—A mí me pareció una pintura con<br />

po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> sugestión.<br />

—Una sugestión especial. Como el que<br />

produce, si me permites la comparación,<br />

el silencio calculado <strong>de</strong> la música<br />

en el circo. Recuerdo, en esa muestra<br />

última <strong>de</strong> Guixart, un equilibrista<br />

ÍO creo recordarlo. Si no existiera, todavía<br />

esto <strong>de</strong>mostraría que el po<strong>de</strong>r sugestivo<br />

<strong>de</strong> su pintura existe realmente<br />

hasta el punto <strong>de</strong> sugerir la existencia<br />

da un equilibrista inexistente.)<br />

—Tranquilízate. Yo también lo recuerdo.<br />

—Bueno, pues su pintura me parece<br />

un poco también como ese equilibrista.<br />

«Mira», s?f dice uno. «Mira qué bien.»<br />

«Qué curioso.» Y uno se queda mirando,,<br />

con los ojos fijos. ¿Qué pasará <strong>de</strong>spués?<br />

¿Qué hará o <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> hacer el<br />

equilibrista? ¿Continuará recorriendo el<br />

mismo hilo dragado, en el aire? /Se<br />

caerá? ¿Echará a volar? ¿Saltará ágilmente<br />

a tierra firme?<br />

—No quieras adivinar el futuro. Asi<br />

tiene más gracia.<br />

NEÓN<br />

íl enci<br />

<strong>de</strong> sol. Se ve claramente que los peatones<br />

están investidos <strong>de</strong> una dignidad<br />

nueva, que saben muy bien que<br />

ahora son ellos los que cortan eí bacalao<br />

—perdón por lo pe<strong>de</strong>stre <strong>de</strong> la<br />

expresión, pero hablando <strong>de</strong> los que van<br />

a pie...— y que no quieren ce<strong>de</strong>r nada<br />

en se recientes privilegios.<br />

Todo esto pensaba el otro día, metido<br />

en un taxi y con muchas —y frustradas—<br />

prisas. Pero <strong>de</strong>spués... —«Pero<br />

<strong>de</strong>spués, ¡pero, ay, <strong>de</strong>spués! fue cuando<br />

al sí lo hicieron yes». Perdón <strong>de</strong><br />

nuevo, esto es <strong>de</strong> Alberti—. Quería <strong>de</strong>cir<br />

que <strong>de</strong>spués, cuando <strong>de</strong>jé el taxi y<br />

acabé lo que tenía que hacer, obré<br />

igual que los peatones tan insultados<br />

por mí un momento antes: caminé por<br />

la calzada lentamente, y no me apar-<br />

taba hasta que los vehículos casi se<br />

habían <strong>de</strong>tenido.<br />

Evi<strong>de</strong>ntemente, si los conductores han<br />

quedado muy bien en ciudadanía, a los<br />

peatones nos queda mucho que ¿pren<strong>de</strong>r<br />

aún.<br />

NATACIÓN<br />

Como hace mucho calor, dos noticias<br />

sobre natación.<br />

La primera es que, según parece, va<br />

a empezar la construcción <strong>de</strong> la piscina<br />

proyectada en el solar <strong>de</strong> la antigua<br />

Cárcel <strong>de</strong> Mujeres, en la ronda <strong>de</strong><br />

San Pablo. Ya se ha dicho muchas veces<br />

que en Barcelona hay muy pocas<br />

piscinas y que la natación es el <strong>de</strong>porte<br />

más completo; no es necesario,<br />

por tanto, insistir en eHo.<br />

La segunda noticia es que en la piscina<br />

<strong>de</strong> una localidad -catalana —Manresa—<br />

se está realizando ahora algo<br />

nunca visto en el universo mundo: la<br />

prueba <strong>de</strong>l millón <strong>de</strong> metros. En efecto,<br />

los socios <strong>de</strong>l C. N. Manresa, poi<br />

turno, van cubriendo metros y más metros.<br />

Y la prueba no se interrumpe<br />

nunca: noche y día hay un nadador en<br />

el agua aunque pronto no lo habrá ya<br />

porque les falta poco para el millón<br />

previsto.<br />

Y hablando <strong>de</strong> natación, se me ocurre<br />

que sería muy conveniente que se<br />

crearan piscinas y gimnasio.» para u-o<br />

obligatorio <strong>de</strong> los intelectuales y escritores<br />

españoles, que por lo general buena<br />

falta les hacen. Imagínenlos por un<br />

momento a los intelectuales jóvenes y<br />

REUSY<br />

SALOU<br />

II Curso<br />

studios<br />

C N el salón <strong>de</strong> actos <strong>de</strong>l Exorno. Ayuntamiento<br />

<strong>de</strong> Reus se inauguró el II<br />

Curso <strong>de</strong> Altos Estudios <strong>de</strong> Información,<br />

bajo la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l limo, señor director<br />

general <strong>de</strong> Prensa, don Juan Aparicio,<br />

el día 21 <strong>de</strong> junio. El pasada día 5<br />

tuvo lugar la clausura <strong>de</strong>l mismo con una<br />

conferencia <strong>de</strong>l Excmo y Rvdmo. doctoi<br />

don Laureano Gastan Lacoma, obispo auxiliar<br />

<strong>de</strong> la Archidiócesis <strong>de</strong> Tarragona.<br />

Durante quince días se han <strong>de</strong>sarrollado<br />

en Reus y Salou las conferencias correspondientes<br />

a los distinto» ciclos <strong>de</strong>l<br />

torso: doctrinas <strong>de</strong> la información, problemas<br />

<strong>de</strong> la prensa, <strong>de</strong> la radio, <strong>de</strong>l cine,<br />

teorías, y ámbitos informativos, etc.<br />

Durante el mismo, sesenta cursillistas,<br />

aiuamos y profesionales <strong>de</strong>l periodismo,<br />

han asistido a aquéllas en los diferentes<br />

locales que se eligieron como cátedra:<br />

Salón <strong>de</strong>l Palacio Municipal, Centro <strong>de</strong><br />

i-ectura, es Reus; Casino a Jaime I» y<br />

jardines <strong>de</strong>l «Hotel Planas», en Salou.<br />

Pero la marcha <strong>de</strong> este Curso ya es conocida<br />

por las reseñas <strong>de</strong> los periódicos<br />

diarios, y resultará más sugestivo hablaros<br />

<strong>de</strong>i ambiente cosmopolita <strong>de</strong> Reus o<br />

<strong>de</strong> la placi<strong>de</strong>z mediterránea <strong>de</strong> Salou.<br />

aun jóvenes <strong>de</strong> cualquier gran ciudad<br />

española en el trance <strong>de</strong> tener que cubrir<br />

entre todos, no un millón, sino<br />

cinco mil metros a nado. He lucho<br />

imaginemos y me vuelvo atrás: realmente,<br />

es mejor no imaginarlo.<br />

Opino —con seriedad absoluta— que<br />

las poesías, las novelas, los dramas, los<br />

artículos, los. ensayos y las comedias<br />

españolas mejorarían si sus autores lograsen<br />

una forma física más aceptable.<br />

Y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, se higienizaría eso<br />

que llaman el «mundillo literario», fastidioso<br />

con <strong>de</strong>masiada frecuencia.<br />

Así, pues, por sí a alguien le gusta,<br />

que<strong>de</strong> aquí mi propuesta: piscinas y<br />

gimnasios para intelectuales y artistas.<br />

VANIA<br />

s<br />

que portaba el estandarte áon Cayetano<br />

Vuelta Puig, presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Asociación<br />

<strong>de</strong> Estudios Reusenses, la gente se apiña<br />

f-a en ias estrechas calles. Los balconea<br />

lucían mantos y ban<strong>de</strong>ras. La ciudad se<br />

ungía cíe un fervoi silencioso y reverente<br />

Al llegar a la plaza <strong>de</strong> España se encendió<br />

!a traca. Explosiones, estampidos<br />

horrendos, <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n en la procesión. Los<br />

«esDaiis» inician una sardana y los gigan<br />

les y cabezudos entran en escena. Actúa<br />

el ecos» <strong>de</strong> «bastoners», ¡a Cobla Reus,<br />

í'l grupo infantil <strong>de</strong>l Esbart Montserrat<br />

Pero Reus, por encima <strong>de</strong> su regocijo, un<br />

poco extemporáneo ya, es la ciudad not¡lt.<br />

la ciudad su percivilizada. Tal vez lo<br />

iaás noble <strong>de</strong> las fiestas reusenses está en<br />

la sardana.<br />

La sardana se abre como «na flor madurada<br />

en el pavimento <strong>de</strong> la plaza. La<br />

sardana es ritmo, or<strong>de</strong>n, metódica coordinación<br />

<strong>de</strong> los danzarines. También es pureza.<br />

Yo creo que la sardana es el espíritu<br />

catalán expresado «>n la música y la<br />

danza.<br />

SALOU, UNIVERSIDAD DE VERANO<br />

KEÜS Y LAS SARDANAS<br />

Si Tarragona es un balcón sobre el Mediterráneo,<br />

Saiot. es la puerta gran<strong>de</strong> por<br />

Keus es ciudad industrial, urbanizada, se- don<strong>de</strong> el mar entra y sale a sos anchas,<br />

ria. Cun sos casas mo<strong>de</strong>rnas y sus iglesias imaginaos un semicírculo <strong>de</strong> arena <strong>de</strong> cua-<br />

biiupuas. K..ou sus p;tseos arbolados, sus ca-tro<br />

kilómetros <strong>de</strong> largo abrazando las<br />

•Jes rectas y sus plazas abiertas vn an- asnas azules y tranquilas. Imaginaos tra<br />

(tmr--:fre adi-iimu. Con sus barrios angostos bosque <strong>de</strong> palmeras, <strong>de</strong> a<strong>de</strong>lfas, <strong>de</strong> pláta-<br />

y ljti>erínti,'Oí, norme las comadres puenos y tilos irrumpiendo espesísimo en la<br />

<strong>de</strong>n enten<strong>de</strong>rse a


EL IV FESTIVAL INTERNACIONAL<br />

DE MÚSICA Y DANZA<br />

A N A<br />

STE afio, las fiestas <strong>de</strong>l Corpus, centradas<br />

en torno al 9 <strong>de</strong> junio y prolongadas<br />

hasta ei domingo 19, variables<br />

<strong>de</strong> acuerdo con el calendarlo litúrgico,<br />

se han venido a unir exactamente<br />

con la lecha Inicial y fija <strong>de</strong>i Festival<br />

Internacional <strong>de</strong> Música y Danza,<br />

que dio comienzo el 20 por la noche, como<br />

todos los años. En las primeras, lo<br />

fundamental era la variedad <strong>de</strong> los actos<br />

y su carácter eminentemente popular:<br />

competiciones <strong>de</strong>portivas, fiestas en<br />

los distintos barrios <strong>de</strong> la ciudad, fuegos<br />

artificiales, atracciones <strong>de</strong> feria, corridas<br />

<strong>de</strong> toros y, en fin, ciclo <strong>de</strong> teatro. Estas<br />

representaciones fueron iniciadas por Tamayo,<br />

que ha traído El pleito matrimo'<br />

nial, La Alondra y Los intereses creados,<br />

y se cerraron con las que el T. E. U., bajo<br />

la dirección <strong>de</strong> Martín Recuerda, dio<br />

<strong>de</strong> Un drama nuevo, en escenario circular.<br />

Las representaciones anunciadas <strong>de</strong><br />

una versión <strong>de</strong> La Celestina, los días 17<br />

y 18, se suspendieron el mismo día <strong>de</strong>l<br />

estreno.<br />

Con este pórtico dramático se inició el<br />

Festival en un ambiente lleno <strong>de</strong> buenos<br />

augurios. Personalida<strong>de</strong>s españolas y extranjeras,<br />

entre las que se encontraban<br />

Jos ministros <strong>de</strong> Asuntos Exteriores,<br />

Educación Nacional e Información y Turismo;<br />

varios directores generales y los<br />

embajadores <strong>de</strong> trece países, a<strong>de</strong>mas <strong>de</strong><br />

miles <strong>de</strong> turistas y granadinos, han asistido<br />

a las sesiones. Tres lugares, por<br />

gracia <strong>de</strong> su belleza y capaeidadt han<br />

centrado las dobles jornadas: el Paiaclte<br />

Árabe, el <strong>de</strong> Carlos V y los jardines <strong>de</strong>l<br />

Generalife. En estos últimos, con fondo<br />

<strong>de</strong> ver<strong>de</strong> —luz y cipreses —, han bailado<br />

Sos pies <strong>de</strong> Rosario, los <strong>de</strong> Ivette Chauviré<br />

y los <strong>de</strong> las muchachas <strong>de</strong> ios Coros<br />

y Danzas. Rosario, que inauguró las sesiones,<br />

estrenó el nuevo cuadro Sortilegio<br />

<strong>de</strong> la luna. Ivette Chauvlré, una <strong>de</strong><br />

las más interesantes figuras <strong>de</strong> todos<br />

estos días, y que na venido a sustituir a<br />

Margot Fonteyn, a quien los granadinos<br />

no pue<strong>de</strong>n olvidar, llenó en sua tres sesiones<br />

los varios miles <strong>de</strong> asientos <strong>de</strong>l<br />

Generalife. Era un prodigio verla sobre<br />

las puntas <strong>de</strong> sus zapatillas recorrer las<br />

tablas siguiendo la música, <strong>de</strong>liciosa en<br />

el silencio impresionante <strong>de</strong>l público, y<br />

muy cerca, salvado ei valle, <strong>de</strong> Jas torres<br />

<strong>de</strong> La Alhambra, que a la luz roja<br />

que las <strong>de</strong>staca <strong>de</strong>l fondo rotundo <strong>de</strong> la<br />

noche recuerdan los versos <strong>de</strong> Ganivet,<br />

en tanto el agua <strong>de</strong> las fuentes salta al<br />

aire en Inquieto juego <strong>de</strong> renejos:<br />

¡Qué silenciosos dormís,<br />

torreones <strong>de</strong> la Alhamüra!<br />

Vn sueño <strong>de</strong> largos siglos<br />

por vuestros muros resbala...<br />

ISa fin, los Coros y Danzas multlcololoires<br />

trajeron, como siempre, al tablado<br />

un poco <strong>de</strong> toda España como sello <strong>de</strong> estos<br />

únicos festivales Internacionales, heenos<br />

ya tradición <strong>de</strong>ntro y, sobre todo,<br />

fuera <strong>de</strong> nuestras fronteras.<br />

En el Palacio <strong>de</strong> Carlos V, lugar imprescindible<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace muchos años en<br />

las noches musicales <strong>de</strong> Granada, ha»<br />

actuado dos orquestas: la Nacional, dirigida<br />

por Argenta y Cari Schuricht, y<br />

la Scarlattl, dirigida tres noches por<br />

Franco Caraceiolo. En la primera fue<br />

Jornada memorable, en el inmenso patio<br />

pircular, bajo las estrellas, la interpretación<br />

<strong>de</strong> ías Sinfonías Octava y Novena,<br />

<strong>de</strong> Beethoven, con participación <strong>de</strong>l<br />

Orfeón Donostiarra. Cari Scnurieht. en la<br />

segunda, ha admirado en los dos días que<br />

rigió la primera orquesta espafioia. El último<br />

día <strong>de</strong> actuación <strong>de</strong> ésta se estrenó,<br />

pon asistencia <strong>de</strong>i autor, La pájara pinta,<br />

<strong>de</strong> Osear Espía, que en sus varios movimientos<br />

recoge elementos populares muy<br />

bien instrumentados.<br />

Ya en el Patio <strong>de</strong> los Arrayanes —elemental<br />

y geométrico—, ya en el Salón <strong>de</strong><br />

Reyes, <strong>de</strong>l Patio <strong>de</strong> los Leones -puro barroquismo<br />

<strong>de</strong> arabescos y yeserías — , las<br />

sesiones <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, celebradas en estos lugares,<br />

han tenido siempre un encanto difícil<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir. La hora, el lugar, el canto<br />

<strong>de</strong> los vencejos y golondrinas en el<br />

crepúsculo, el enorme silencio üei agua<br />

dormida han contribuido a dar un ambiente<br />

único. AUí bao actuado los pianistas<br />

Sánchez Herrero, el magnifico Gulda,<br />

Robert Casa<strong>de</strong>süs, con el violinista Gino<br />

Fraaeeseattt, y Joaqttín Aehaearro. Otro<br />

día inolvidable, Andrés Segovia, para<br />

quien el lugar füé Insuficiente, y la tar<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>l 27, la soprano Elisabeth Seftwarzkopf.<br />

El Cuarteto Italiano ¡o hizo dos días,<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> estas actuaciones en los escenarios<br />

naturales enumerados, en torso<br />

al Festival han girado otros actos: la Orquesta<br />

Nacional y el Orfeón Donostiarra,<br />

ATENEO<br />

que dirige Juan Gorostidi, interpretaron<br />

en la Capilla Rea!, ¡a mañana <strong>de</strong>! domingo<br />

26, la Misa en mi bemol, <strong>de</strong> Schubert.<br />

Ef mismo Orfeón dio una sesión gratuita<br />

en la Plaza <strong>de</strong> las Pasiegas. El día<br />

24, al final <strong>de</strong>l concierto <strong>de</strong> la Orquesta<br />

Scaríatti, se ofreció en el Corral <strong>de</strong>l Carbón<br />

una fiesta típica andaluza. Se estrenó<br />

el día 20 el documental cinematográfico<br />

Viaje romántico a Granada, patrocinado<br />

por la Universidad, dirigido por Eugenio<br />

Martín y hecho exclusivamente sobre<br />

grabados <strong>de</strong> la época. EP la Plaza Nueva<br />

se inauguró la Feria <strong>de</strong>l Libro. I-a noche<br />

<strong>de</strong>l 28, el alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Granada y señora <strong>de</strong><br />

Sola R.-Bolivar dieron en ?u domicilio<br />

particular una tiesta en honor <strong>de</strong> las per-<br />

Elisabetii Scfawarzkopf y Andrés<br />

sonalida<strong>de</strong>s asistentes y artistas <strong>de</strong>l Festival.<br />

'<br />

Ya ha terminado el IV Festival <strong>de</strong> Granada.<br />

Des<strong>de</strong> ahora, y durante casi tres<br />

meses, la ciudad se hundirá en la calma<br />

<strong>de</strong>i verano dormida ai sol. Pero a la luz<br />

<strong>de</strong>l mediodía, los ojos <strong>de</strong> Icat granadinos<br />

conservarán, como un sueño, e] recuerdo<br />

<strong>de</strong> los días recién pasados. Durante muchas<br />

tar<strong>de</strong>s y muchas noches todos han<br />

visto moverse ante ellos las figuras <strong>de</strong>i<br />

ballet o han oído la mejor música, ro<strong>de</strong>ados<br />

<strong>de</strong> luces <strong>de</strong> color y <strong>de</strong> agua, <strong>de</strong><br />

brisa y <strong>de</strong> piedras antiguas.<br />

NICOLÁS MARTIN<br />

LA EXPOSICIÓN DS ES'TJLTURA<br />

AL AIRE LIBRE<br />

IJURANTE el mes <strong>de</strong> junio, coincidiendo<br />

con los Festivales Internacionales <strong>de</strong><br />

Primavera, el Club La Rábida y el <strong>Ateneo</strong><br />

sevillano organizaron una exposición<br />

<strong>de</strong> escultura al aire libre. Tai exposición<br />

ha estado patrocinada por '!a Dirección<br />

General <strong>de</strong> Información. El Sugar escogido<br />

es magnírico para manifestaciones artísticas<br />

<strong>de</strong> este tipo. Ef. el rincón <strong>de</strong>l Parque<br />

<strong>de</strong> María Luisa conocido por Glorieta<br />

<strong>de</strong> los Lotos, Estanques, plantas acuáticas,<br />

pérgolas y todos los elementos naturales<br />

<strong>de</strong>corativos precisos están en<br />

aquel maravilloso lugar <strong>de</strong>i célebre parque<br />

hispalense.<br />

Dice Camón Aznar, en el preámbulo<br />

<strong>de</strong>l programa, que «hay qué llegar a Rodín<br />

para que la escultura se encuentre<br />

como en su medio, al aire libre, recamada<br />

por la luz solar». He aquí otro elemento<br />

que no habíamos mencionado, pero<br />

que resulta esencial: la luz, el sol <strong>de</strong><br />

Sevilla. Su clara atmósfera ha servido <strong>de</strong><br />

fondo irreemplazable a las mo<strong>de</strong>rnas esculturas<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>stacados artistas espaiioles<br />

contemporáneos.<br />

El grupo <strong>de</strong> escultores sevillanos se<br />

<strong>de</strong>staca por una extraordinaria sensíbüllidad<br />

y, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las corrientes actuales,<br />

por su vinculación a las viejas tradiciones<br />

clásicas, que tan espléndidas muestras<br />

<strong>de</strong>jaron en la historia <strong>de</strong>l arte y la imaginería.<br />

El «Torso», <strong>de</strong> Juan Lals Vassa-<br />

llo - magnífica escultura en bronce — ,<br />

;"3no <strong>de</strong> gracia y armonía, reúne las condiciones<br />

<strong>de</strong> las obras maestras; igual podría<br />

<strong>de</strong>cirse <strong>de</strong> las dos cabezas, en piedra<br />

y barro cocido, <strong>de</strong> Agustín Sánchez-Cl


",¥<br />

«Torero»,<br />

diente al ciclo cultural sobre teatro organizado<br />

por la Dirección General <strong>de</strong> Información,<br />

olmos al actor Adolfo Marsülach.<br />

en el tema «Un personaje no interpretatío:<br />

el actor»; a Alfonso Sastre, en su coloquio<br />

«Teatro social», y Alfredo Marquerle,<br />

que disertó sobre «Critica teatral».<br />

Cor., la representación <strong>de</strong> «La muralla»,<br />

entre las más <strong>de</strong>stacadas, ha sido motivo<br />

<strong>de</strong> nueva etapa y aliento al teatro <strong>de</strong><br />

cámara 5que patrocina et Instituto <strong>de</strong> Estudios<br />

Alicantinos, que lleva en su haber<br />

los estrenos <strong>de</strong> «El segador», <strong>de</strong> Azorín;<br />

«Me<strong>de</strong>a», <strong>de</strong> Séneca, y «Raquel enca<strong>de</strong>nada»,<br />

<strong>de</strong> Unamuno.<br />

En el vasto programa ofrecido por la<br />

Caja <strong>de</strong> Ahorros, sobresalieron las conferencias<br />

en re<strong>de</strong>dor ai panorama <strong>de</strong> la poesía<br />

española contemporánea, por Fe<strong>de</strong>rico<br />

Muelas y Carmen Con<strong>de</strong>. José Prados<br />

López, sobre plástica, y Joaquín Rodrigo,<br />

en torno a música española; En su saia<br />

<strong>de</strong> conciertos, figura el recital <strong>de</strong> canto<br />

<strong>de</strong> Sofía Noel, Francisco Navarro y Blanca<br />

Marta Seoane; guitarra, José ^Tornas<br />

-alicantino —; soprano, aitrría An<strong>de</strong>les<br />

Aiarríoga; el cuarteto Beethoven y cuarteto<br />

Clásico <strong>de</strong> Radio Nacional.<br />

PINTURA: GRUPO EXPE-<br />

RIMENTAL DE MADRID<br />

En la sala <strong>de</strong> arte <strong>de</strong> dicha institución,<br />

constituyó relevante éxito la Exposición<br />

pictórica —total dieciocho lienzos <strong>de</strong> la<br />

mejor calidad — , presentada -par el Grupo<br />

Experimental <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>, compuesto<br />

por Néctor Basterrechea, José Caballero,<br />

Lara y Moreno Galván.<br />

Durante las últimas semanas dieron a<br />

conocer sus óleos —los más señalados—:<br />

Carratalá, Pedro Diez, María Mira, García<br />

Panero, Mariano Izquierdo, Pastor<br />

Calpena, Quereda, Vilarroig... y Enrique<br />

Lledó, joven paisano, con pincelada precisa.<br />

En «La <strong>de</strong>coradora», los valencianos<br />

Néstor Casanl y Merced Martin.<br />

MISCELÁNEA<br />

MIGUEL MARTINEZ-MENA<br />

GALICIA<br />

| A riqueza paremlológica <strong>de</strong> Galicia es,<br />

*-* en verdad, sorpren<strong>de</strong>nte. Numerosos<br />

hechos lo han acreditado a lo largo <strong>de</strong>l<br />

tiempo. Pero la auténtica confirmación<br />

acaba <strong>de</strong> ofrecérnosla el escritor don Vicente<br />

Llóplz Mén<strong>de</strong>z. En un concurso convocado<br />

por la Editorial <strong>de</strong> los Bibliófilos<br />

Gallegos para galardonar la mejor colección<br />

<strong>de</strong> refranes <strong>de</strong>l país, le fue concedido<br />

e! premio por unanimidad a la presentada<br />

por el señor Liópiz, Integrada nada menos<br />

que por 40.000 paremias. Ei Jurado que<br />

adjudicó el galardón lo formaban los señores<br />

García <strong>de</strong> Diego, Fraguas, Pastor,<br />

Carballo Calero y Piñeiro.<br />

Acaba <strong>de</strong> darse a la publicidad el programa<br />

<strong>de</strong> los Cursos <strong>de</strong> Verano, que se<br />

celebrarán en la Universidad <strong>de</strong> Santiago.<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 7 <strong>de</strong> julio al 6 <strong>de</strong> agosto próximos.<br />

Aparte <strong>de</strong> los temas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n general<br />

figuran en el mismo una serie <strong>de</strong> ellos referidos<br />

a la cultura gallega. Entre los<br />

principales cabe señalar los siguientes:<br />

«Santiago en ei arte», por el profesor<br />

Otero Tüfiez; «La lírica medieval galaieoportuguesa»,<br />

por el profesor FHgueira Valver<strong>de</strong>;<br />

«La mo<strong>de</strong>rna poesía gallega», por el<br />

profesor Iglesia Alvariño, y «Compostela<br />

y Getmlrez, arquetipos universales», por el<br />

señor Castroviejo. -=<br />

- Va a iniciarse una campaña <strong>de</strong> propaganda<br />

turistíea para dar a conocer, en su<br />

auténtica versión, la monsimeníaíidad artística<br />

<strong>de</strong> la circunscripción orensana: los<br />

monasterios <strong>de</strong> Osera y Ceianova, las ruinas<br />

<strong>de</strong> Monterrey, <strong>de</strong>l castillo <strong>de</strong> Ribadavia,<br />

la iglesia visigótica <strong>de</strong> Santa Comba<br />

úe Ban<strong>de</strong> y, entre otras muchas más, las<br />

valiosas iglesias románticas diseminadas<br />

por toda la provincia. A tal fin se editará<br />

un cuidado folleto en cuatro idiomas<br />

que reproducirá fotografías, <strong>de</strong>scripciones<br />

y rutas turísticas.<br />

Para conmemorar el centenario <strong>de</strong> la<br />

fundación <strong>de</strong>l Circuío <strong>de</strong> las Artes <strong>de</strong><br />

Lugo, su junta directiva ha convocado<br />

un certamen literario sobre el tema «Cien<br />

años <strong>de</strong> vida local*. Los trabajos serán<br />

Inéditos y en prosa, otorgándose un premio<br />

<strong>de</strong> cinco mil pesetas ai seleccionado<br />

por el Jurado.<br />

EL MUNDO DE LOS LIBROS<br />

Acaba <strong>de</strong> publicarse una antología <strong>de</strong><br />

poemas griegos, latinos y mo<strong>de</strong>rnos, traducidos<br />

ai gallego, en versión parafrásica,<br />

por Ramón Cabanüias. La obra se titula<br />

«Versos <strong>de</strong> alteas térras e <strong>de</strong> tempes<br />

idos» y lleva un prólogo, también en gallego,<br />

<strong>de</strong> don Javier Sánchez Cantón,<br />

Con la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> «Faisaxe e cultura»<br />

se ha editado tai volumen <strong>de</strong> siete<br />

ensayos, bilingüe, originales <strong>de</strong> otros tantos<br />

escritores <strong>de</strong> Galicia. En él ae hace<br />

patente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintos ángulos <strong>de</strong> visión,<br />

la importancia <strong>de</strong> la relación paisaje-cultura<br />

para el verda<strong>de</strong>ro conocimiento <strong>de</strong>l<br />

ser gallego.<br />

Celso Emilio Perrelro ha sacado <strong>de</strong> las<br />

prensas un libro <strong>de</strong> poemas, bajo el rubro<br />

<strong>de</strong> «O sonó sulagetdo». No se trata <strong>de</strong><br />

una poesía puramente amatoria o sensual<br />

la que trasparece <strong>de</strong> las páginas <strong>de</strong> este<br />

volumen, sino <strong>de</strong> algo <strong>de</strong> silueta mas firme<br />

y vigorosa Inspiración.<br />

La escritora María Luz Morales acaba<br />

<strong>de</strong> darnos en «Balcón al Atlántico» una<br />

interesante novela. En su trama surge una<br />

Galicia profunda y misteriosa, con un halo<br />

poético envolviendo los paffeajes <strong>de</strong> la ciudad<br />

coruñesa.<br />

El dramaturgo Ángel Lázaro ha «"crtto<br />

una colección <strong>de</strong> poemas gallegos. Henos<br />

<strong>de</strong> emoción y <strong>de</strong> ternura, que reunfo en<br />

un libro titulado «Lonxe».<br />

El poeta Márquez Peña ha publicado un<br />

cuidado volumen <strong>de</strong> versos en castellano,<br />

pero <strong>de</strong> temática gallega, que titula «Mensaje».<br />

En un sucinto llbrito editó una colección<br />

<strong>de</strong> canciones en lengua <strong>de</strong> Galic!a el<br />

poeta Manuel María. Están escritas al<br />

modo <strong>de</strong> las <strong>de</strong> amor servil <strong>de</strong> fos cancioneros<br />

medievales y su titulo es el <strong>de</strong> «Libro<br />

<strong>de</strong> Cantigas».<br />

Don Jesús Carro ha dado a conocer un<br />

importante estudio sobre el «Arca Marmórica*.<br />

Se trata <strong>de</strong> un trabajo documentadísimo<br />

que viene a representar una magnifica<br />

aportación a los estudios jacobeos.<br />

María Araceli Fiigueira ha sacado ^e<br />

las prensas un breve volumen titulado<br />

«Camino francés». Describe en él las impresiones<br />

<strong>de</strong> una jira cultural realizada<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Pontevedra a París por ¡a ruta <strong>de</strong><br />

¡as antiguas peregrinaciones.<br />

ARTE Y MÚSICA<br />

Están realizándose a gran ritmo (as<br />

obras <strong>de</strong> reconstrucción <strong>de</strong>l Monasterio <strong>de</strong><br />

Samos, que hace tres años fue <strong>de</strong>struido<br />

por un voraz incendio. Recientemente fue<br />

volada la famosa «Pena Nogueira tío<br />

Lobos, situada en la cima <strong>de</strong>l monte Madrlfián,<br />

para utilizar sus restos en la obra<br />

restauradora <strong>de</strong> la milenaria abadía benedictina.<br />

El pintor Prego <strong>de</strong> Oliver gestiona en la<br />

actualidad la celebración, ea <strong>Madrid</strong> y<br />

Barcelona, <strong>de</strong> una exposición seleccionada<br />

<strong>de</strong> pintura gallega. Con tal motivo ha<br />

<strong>de</strong>clarado a un periodista que algunos <strong>de</strong><br />

los artistas <strong>de</strong> nuestra tierra poseen una<br />

personalidad extraordinaria, diferenciada<br />

no solo en cuanto a la inspiración, sino<br />

también a la técnica.<br />

Durante el mes se Itan celebrado en las<br />

diversas salas <strong>de</strong> la región las siguientes<br />

exposiciones artísticas:<br />

Del pintor Yela <strong>de</strong> Cangas y <strong>de</strong> Marta<br />

Caglao, en VIgo; <strong>de</strong> José Francisco y Rafael<br />

<strong>de</strong>l Castillo, en La Coruña; <strong>de</strong> Corral<br />

Díaz y Fernán<strong>de</strong>z Sánchez, en Orense; <strong>de</strong><br />

Gonsáisvez Suárezi en Lugo, y <strong>de</strong> Carlos<br />

Villaamll, en la villa <strong>de</strong> Jabla.<br />

Por ib que respecta a la actividad musical<br />

<strong>de</strong>sarrollada hay que seí^iar que fue<br />

poco intensa. Sólo eabe mencionar los<br />

conciertos Interpretados por el violinista<br />

Henryk Szerryng en varias ciuda<strong>de</strong>s gallegas,<br />

y los dos festivales líricos que en<br />

La Coruña estuvieron a cargo <strong>de</strong> la Coral<br />

Polifónica «El Eco>. Fuera <strong>de</strong> ello ünicamente<br />

las sesiones <strong>de</strong> música grabada,<br />

con ilustraciones habladas, q«5 se celebraron<br />

en Vigo, Pontevedra y Santiago.<br />

MIGUKL DE REINANTE<br />

FESTIVALES DE ARTE EN LA CIUDAD<br />

ANTIGUA<br />

T OS consi<strong>de</strong>ramos en el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> elogiar<br />

cumplidamente la labor cultural<br />

y artística que realiza la Jefatura<br />

Provincial <strong>de</strong>l Movimiento <strong>de</strong> Cáceres.<br />

A su frente el señor Rueda y Sánchez-Malo<br />

— que, entre otras preciadas<br />

recompensas, ostenta la <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />

Alfonso X el Sabio en su categoría <strong>de</strong><br />

Comendador— no escatima esfuerzo <strong>de</strong>"<br />

ningún género para ilevar a sus gobernados<br />

cuanto consi<strong>de</strong>ra a<strong>de</strong>cuado en or<strong>de</strong>n<br />

al recreo <strong>de</strong>l espíritu en el aspecto<br />

más elevado.<br />

En el Festival <strong>de</strong> Arte verificado en el<br />

recinto <strong>de</strong> la ciudad antigua participaron<br />

el T. P. U-, ios Coros y Danzas <strong>de</strong> la<br />

Sección Femenina <strong>de</strong>l S. E. U.,


marco <strong>de</strong> lo localista, tendrían mas l&cil<br />

iniciación y resoíucíón.<br />

Lo <strong>de</strong> las «Aulas <strong>de</strong> Cultura» asustó<br />

un poco en sus comienzos. En una provincia<br />

como la nuestra, con cien pueblos,<br />

grao numero <strong>de</strong> anejos y caseríos y mucha<br />

urgencia en el arreglo <strong>de</strong> cuestiones<br />

<strong>de</strong> toda Índole, parecía querer sacar<br />

un poco las cosas <strong>de</strong> quicio eso <strong>de</strong> -smeter»<br />

en un salón a los ciudadanos, prutcipalmente<br />

gente <strong>de</strong> campo, para que les<br />

hablasen los «señoritos» <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong> ,,0<br />

Ciudad ReaL T no digamos nada <strong>de</strong> las<br />

exposiciones, cine educativo, bibliotecas<br />

circulantes, etc.<br />

Los resultados, no obstante, ahi están,<br />

y testigo <strong>de</strong> excepción, el propio director<br />

<strong>de</strong> ATENEO, Ponce <strong>de</strong> León, cuando<br />

contempló, un poco asustado, en Tómenos©,<br />

un salón inmenso lleno <strong>de</strong> gente,<br />

y las galerías, <strong>de</strong> igual í^rasa, y hasta<br />

teniendo que prohibir la entrada a mayor<br />

número <strong>de</strong> personas la propia Policía<br />

Municipal. Y como en Tomelíoso, en los<br />

<strong>de</strong>más pueblos. Las «Aulas <strong>de</strong> Cultura»<br />

han prodigado su labor, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las lecciones<br />

prácticas y <strong>de</strong> divulgación <strong>de</strong> tipo<br />

social, agrícola, político y medico, nasta<br />

las mas altas manifestaciones culturales<br />

y artísticas, y han servido para <strong>de</strong>scubrir<br />

pintores, poetas, escritores en cierne; en<br />

una palabra, para enseñar y animar, dar<br />

a conocer a los qué, sin otros medios quj<br />

su afición y méritos, no tenían ocasión<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrarlo.<br />

En breve síntesis, en Ja que ROS <strong>de</strong>jaremos<br />

en el tintero algún dato intere<br />

sante involuntariamente, damos a conocer<br />

las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las «Aulas» en el<br />

período aproximado <strong>de</strong> dos años:<br />

La Cátedra Ambulante <strong>de</strong>l «Aula <strong>de</strong> Cultura»<br />

<strong>de</strong> Ciudad Real ha dado ciclos-~<strong>de</strong><br />

conferencias <strong>de</strong> divulgación político-técnico-eulturates<br />

en las comarcas <strong>de</strong> Val<strong>de</strong>peñas,<br />

Almagro y Corral <strong>de</strong> Calatrava. Ha<br />

organizado exposiciones <strong>de</strong> Pintura <strong>de</strong> los<br />

artistas manchegos Carretero, Corral Díaz;<br />

Juan Bermü<strong>de</strong>z, Parra Molina, Isidro Antequera<br />

y Maeso, y Antológlca <strong>de</strong> pintores<br />

<strong>de</strong>l XVI y XVII, y <strong>de</strong> Contemporáneos <strong>de</strong>í<br />

Impresionismo al abstracto. Inauguró y<br />

llevó a anumerosos pueblos rte la provincia<br />

la <strong>de</strong> fotografías <strong>de</strong> Nicolás Muller,<br />

y en la actualidad prepara otras dos: la<br />

<strong>de</strong> Primavera y Artístico-relígiosa. Ha<br />

organizado también varios ciclos <strong>de</strong> conferencias,<br />

<strong>de</strong>sfilando, entre otros. Peres<br />

Bustamante, Giménez Caballero, Jorge<br />

Jordana, Marcelo Arroita, Viñas, Muñas<br />

Alonso, Martínez Val, Barreda, Alvarez,<br />

Garda Marín_. Trajo a Jos Coros <strong>de</strong> Cñmara<br />

<strong>de</strong> Osaabrück, a Narciso Yepes, Rosa<br />

María Kacnars&y. Colaboró con la<br />

Guardia <strong>de</strong> Franco en la marcha «Ruta<br />

<strong>de</strong>l Quijote», y aún están patentes jos<br />

éxitos conseguidos con el I Congreso Provincial<br />

(te Cultura, que clausuro el m&tüstro<br />

<strong>de</strong> Educación Nacional en Almagro;<br />

las Jornadas Literarias por: ia Mancfta<br />

y la actuación <strong>de</strong> varios teatros nacionales<br />

y <strong>de</strong> ensayo en el Corral <strong>de</strong> Comedías<br />

almagren©, Edita la mibiicaeJcm<br />

«Aspa», y na llevado a ia imprenta varios<br />

ensayos y folletos sobré diversos temas.<br />

Otra <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s don<strong>de</strong> esta creado<br />

este centro es en Puertoilapo, don<strong>de</strong><br />

se fundó en 1953. comenzaron *ns activida<strong>de</strong>s<br />

con un cursillo <strong>de</strong> conferencias,<br />

entre las que anotamos la <strong>de</strong> Morales<br />

Oliver, Jordana Fuentes, Castfce VUlacanas.<br />

Artigas y Robles Mentío, Anualmente<br />

monta una exposición <strong>de</strong> pintiíra y dibujo;<br />

patrocinó varios conciertos, ¡mire<br />

ellos el <strong>de</strong> Jesús Corvino y la Kucharsky,<br />

y bajo sus auspicios se está creando<br />

una sección musical, que cuenta con<br />

ciento cincuenta asociados antes <strong>de</strong> empezar,<br />

y la Agrupación Foto&áfieBi. que<br />

prepara ahora su III Salón.<br />

Val<strong>de</strong>peñas, una <strong>de</strong> las poblaciones <strong>de</strong><br />

más «solera», por su vino y movimiento<br />

artístico, es ya famosa como cusa áe la<br />

Exposición Regional <strong>de</strong> Artes Plásticas;<br />

colaboró en los hallazgos arqueológicos<br />

<strong>de</strong> Torres <strong>de</strong> Juan Abad y organizó la<br />

exposición <strong>de</strong>l pintor colombiano Pedro<br />

González en la nave <strong>de</strong> tinajas <strong>de</strong> una<br />

bo<strong>de</strong>ga. Ha conmemorado eí aniversario<br />

<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l poeta manchego Juan<br />

Alcal<strong>de</strong>, y le ha <strong>de</strong>dicado un iTüro, «Carona<br />

poética». Celebra también periódicamente<br />

!a tertulia <strong>de</strong>l Empotro, don<strong>de</strong><br />

se leen obras Inéditas y tienen lugar coloquios,<br />

y en la actualidad se dan varías<br />

conferencias sobre Arte y Literatura.<br />

Alcázar <strong>de</strong> San Juan, aparte <strong>de</strong> vanos<br />

ciclos <strong>de</strong> conferencias organizados y la<br />

celebración anual <strong>de</strong> BU Exposición Provincial<br />

<strong>de</strong> Pintora y Dibujo, celebra, a<br />

partir <strong>de</strong> mayo, «n colaboración con ia<br />

«última promoción» <strong>de</strong> ATENEO, una<br />

serie <strong>de</strong> conferencias y coloquios muy interesantes,<br />

y lleva cuanto se refiere a ia<br />

Biblioteca Municipal, publicaciones e investigaciones<br />

arqueológicas.<br />

En Campo <strong>de</strong> Crlptana, el «Aula <strong>de</strong><br />

Cultura» ha Iniciado su actuación eon<br />

una serie <strong>de</strong> aetos culturales que dieron<br />

comienzo con un concierto <strong>de</strong>l Trio <strong>de</strong><br />

Cámara <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong> y un recital <strong>de</strong> Benltez<br />

Carrasco, y en Manzanares, Almagro<br />

y Malagón, los respectivos centros tienen<br />

en preparación los programas <strong>de</strong> sus la-<br />

En Forzuna, merced a la preparación y<br />

estudio <strong>de</strong> los componentes <strong>de</strong>l «Aula <strong>de</strong><br />

Cultura», fue posible el <strong>de</strong>scubrimiento<br />

<strong>de</strong> objetos y restos arqueológicos <strong>de</strong> antiguas<br />

civilizaciones.<br />

Interesa también hacer constar que los<br />

colaboradores «Je Tas «Aulas <strong>de</strong> Cultura»<br />

intervienen activamente en la lucha contra<br />

el analfabetismo junto con los maestros<br />

y caraaradas <strong>de</strong> la Sección Femenina<br />

y Frente <strong>de</strong> Juventu<strong>de</strong>s, y que por<br />

medio <strong>de</strong> la Cátedra Ambulante llegaron<br />

hasta las más apartadas al<strong>de</strong>as las misiones<br />

pedagógicas volantes.<br />

Por toda la provincia existen miembros<br />

<strong>de</strong> estas «Aulas» con una función<br />

<strong>de</strong>finida, que son <strong>de</strong>signados directamente<br />

por el jefe provincial <strong>de</strong>l Movimiento<br />

y gobernador civil, pasando en la actualidad<br />

<strong>de</strong>l centenar.<br />

Toda esta actividad en el campo <strong>de</strong> ío<br />

cultural se hace a<strong>de</strong>más, como vulgarmente<br />

se dice, «por amor al arte». El<br />

presupuesto para estos fines es Insignificante,<br />

y lo que se ha sabido aprovechar<br />

es la buena voluntad <strong>de</strong> unos pocos con<br />

trascen<strong>de</strong>ncia para muchos.<br />

Del Moral, al que hemos <strong>de</strong> referirnos<br />

nuevamente como fundador <strong>de</strong> este sistema,<br />

opina que crear la neceifdad «i**<br />

ios bienes materiales como estimulo para<br />

producir más es una buena política económica<br />

aceptada ñor todos <strong>de</strong> buen grado.<br />

Crear necesida<strong>de</strong>s esnlrí*uales narr,<br />

estimular el colectivo y personal perieccionamiento<br />

no es una buena política: ea<br />

la política cristiana —política <strong>de</strong> misiónpor<br />

excelencia y por antonomasia.<br />

El terreno está bien dispuesto para esta<br />

sementera espiritual y la minoría llamada<br />

a promover este tremendo caudal<br />

<strong>de</strong> vida oue late en las entrañas <strong>de</strong> nuestro<br />

pueblo.<br />

D. N. RAMÍREZ MORALES<br />

£L DIRECTOR. DEL CONSERVATORIO<br />

DE MADRID CLAUSURA EL CURSO<br />

ACADÉMICO<br />

I A voz <strong>de</strong>l P. Sopeña volvió a ofr^e en<br />

Albacete cuando todavía p^-ta^an<br />

frescas en nuestro recuerdo las ultimas<br />

frases <strong>de</strong> su discurso pronunciado con<br />

motivo <strong>de</strong> la inauguración oficial <strong>de</strong>l<br />

Real Conservatorio <strong>de</strong> esta ciudad centro<br />

creado por la Diputación Provincial.<br />

Y hoy. como ayer, las palabras <strong>de</strong>! P. Sopeña<br />

tuvieron motivos dp enseñanza para<br />

los que acudimos a oírle.<br />

«Panorama <strong>de</strong> la música contemporánea».<br />

Tema <strong>de</strong> difícil síntesis para centrarlo<br />

en escasas figuras: tema cuyo <strong>de</strong>sarrollo<br />

estuvo condicionado oor el tiempo<br />

preciso <strong>de</strong> una sf>fa conferencia. Pero<br />

el P. Sopeña, musíeAlnso comoteto, enmarcó<br />

todo el panorama contemporáneo<br />

musical basándose en «na música viva,<br />

<strong>de</strong>jando al margen el mundo Impresionista,<br />

partiendo <strong>de</strong> la música <strong>de</strong> Igor<br />

Strawinsky, <strong>de</strong> «La consagración <strong>de</strong> ia<br />

Primavera», y haciendo una semblanza<br />

<strong>de</strong> esta música, en ía oae se busca el<br />

po<strong>de</strong>rlo rítmico sobre todo; música óe<br />

gran fuerza masiva, antirromántiea voluntariamente,<br />

<strong>de</strong>simria. violenta-<br />

Ayer pensábamos, oyendo al ilustre director<br />

<strong>de</strong>l Conservatorio <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>, en la<br />

difícil faclüdad <strong>de</strong> la palabra y <strong>de</strong>l concepto<br />

claro y preciso, <strong>de</strong> lo difícil que<br />

resulta hablar y ser entendido i>or todos:<br />

por el técnico, por si aficionado, por e!<br />

profano en materia Musical. Aquí, en esta<br />

faceta, radica la amenidad y el interne<br />

con tiiie se ove al '•onferenríante, que<br />

mas tar<strong>de</strong>, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r a la<br />

rf—Tít ^el Eran Manuel <strong>de</strong> Falla (que<br />

participó, como Igor Strawlnsky. en la<br />

retórica <strong>de</strong> la música <strong>de</strong>l sigio XIX) dp<br />

comentar aEI retablos f.su humanidad, su<br />

erarla», las consecuencias que esta obra<br />

<strong>de</strong> Falla tuvo en el nacimiento <strong>de</strong> ía música<br />

<strong>de</strong> Halffter y Rodrigo f música sin<br />

andalucismo, música escueta, pero humana<br />

), <strong>de</strong>spués, <strong>de</strong>cimos, nos <strong>de</strong>scubre e!<br />

«giro <strong>de</strong> noventa grados» en Strawinsky,<br />

el estilo <strong>de</strong> sus nuevas obras sin renetni cosa<br />

po<strong>de</strong>mos a<strong>de</strong>lantar, a no ser el comienzo,<br />

el día 10 <strong>de</strong> julio, <strong>de</strong>l funcionamiento<br />

<strong>de</strong> la Resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Verane para extranjeros,<br />

a la que seguiré ía da pintores,<br />

y durante cuyos período*? tendrán ¡ugar<br />

diferentes actos, <strong>de</strong> los qie ya jaremos<br />

cuenta oportunamente.<br />

PABLO MARTÍN CANTALEJO<br />

JAÉN<br />

LOS JUEGOS FLORA-<br />

LES CORDIMARIANOS<br />

r -. N ambiente propicio, en lo esplrituai<br />

§J y lo poético, ha traído a nuestra<br />

ciudad uno <strong>de</strong> los más bellos certámenes<br />

literarios que jamás hayamos presenciado.<br />

Estas Justas literarias que precedieron<br />

a ia ofrenda <strong>de</strong> la provincia al<br />

Inmaculado Corazón <strong>de</strong> María.<br />

Des<strong>de</strong> que ios incruentos y encendidos<br />

torneos <strong>de</strong> los Juegos Florales pasaran<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Provenza a Aragón con el rey don<br />

Juan I y a Castilla con don Enrique <strong>de</strong><br />

Villena, la lira <strong>de</strong>l poeta ha cantado a<br />

ía amada I<strong>de</strong>alizada por un amor platónico,<br />

espiritual, o ha buscado el tema en<br />

hazañas <strong>de</strong> héroes¡ en la Naturaleza, convirtiéndola<br />

también en amada para su loa.<br />

Pero si el trovador sintió el respeto en<br />

el canto hecho a la Señora <strong>de</strong>l Cielo, en<br />

una posible comparación con la dama <strong>de</strong><br />

sus sueños, por esta vez la Señora y la<br />

Dama se ha convertido también en Reina<br />

<strong>de</strong> la gran fiesta. Y la Virgen María fue<br />

proclamada Reina <strong>de</strong> los Juegos Florales<br />

celebrados en Jaén, con un suntuoso mar- 1<br />

co <strong>de</strong> esplendor, brillantísimo.<br />

Una bella imagen <strong>de</strong>l Inmaculado Corazón,<br />

rica talla policromada, ocupó el trono<br />

<strong>de</strong> Reina, y en su torno se situó la lucida<br />

corte <strong>de</strong> doce guapas jaeneras. Como<br />

mantenedor intervino el académico y<br />

director <strong>de</strong> la Biblioteca Nacional don<br />

Luis Morales Ollver. En la presi<strong>de</strong>ncia<br />

ocuparon sitiales el prelado <strong>de</strong> la diócesis,<br />

doctor Romero Menjíbar; gobernador<br />

civil, señor Arche Hermosa; presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />

la Diputación, señor Gutiérrez Higueras,<br />

y el alcal<strong>de</strong>, señor Montiel Villar.<br />

En e! acto, a<strong>de</strong>más, se dio lectura al<br />

pregón <strong>de</strong> la Cruzada Cordimariana que<br />

promoviera este certamen en honor <strong>de</strong><br />

honor <strong>de</strong> Nuestra Señora, y por el gobernador<br />

fue hecha ia ofrenda a Ella, <strong>de</strong> toda<br />

la provincia.<br />

II CICLO DE EXTENSIÓN CULTURAL<br />

Adquiere cada vez mayt» importancia<br />

la labor que realiza el Instituto <strong>de</strong> Estudios<br />

Jiennenses con su misión encauzadora<br />

<strong>de</strong> las inquietu<strong>de</strong>s culturales, artísticas,<br />

literarias y <strong>de</strong> toda índole, por el estudio,<br />

la Investigación o con su admirable<br />

tarea divulgadora. Esta Importancia<br />

se ha puesto <strong>de</strong> relieve con ia clausura<br />

<strong>de</strong>l último curso, <strong>de</strong>l que solamente hoy<br />

hemos <strong>de</strong> recoger su labor <strong>de</strong> divulgación,<br />

por habérsele hecho coincidir con la clausura<br />

también <strong>de</strong>l II Ciclo <strong>de</strong> Extensión<br />

Cultural organizado por la Universidad<br />

<strong>de</strong> Granada con la colaboración <strong>de</strong>l Instituto.<br />

En dicho ciclo pronunciaron conferencias<br />

don José María Pemán, el rector <strong>de</strong><br />

la Universidad señor Sánchez Agesta, numerosos<br />

catedráticos y otras relevantes<br />

personalida<strong>de</strong>s. Incíuldas las <strong>de</strong>l ciclo,<br />

cerca <strong>de</strong> treinta conferencias han sido<br />

<strong>de</strong>sarrolladas en el aula magna <strong>de</strong>l Instituto<br />

durante ios últimos meses. Ternas<br />

literarios, científicos, <strong>de</strong> Historia, Arqueologia,<br />

<strong>de</strong> investigación. Siempre ce" un<br />

creciente interés acogidos en todo sí érabíto<br />

provincial.


ftí|MENAJE INTIMO A<br />

RAFAEL ZABALETA<br />

Por un grupo <strong>de</strong> amigos y paisanos le<br />

ha sido rendido en su tierra natal, Quesada,<br />

un cordial homenaje a Rafael 2abaleía.<br />

La pintura úe Zabaieta sabemos<br />

que no precisa ele presentación. Sus éxitos<br />

en España y eti el extranjero son<br />

harto conocidos. El arte <strong>de</strong> -Zabaíeta ha<br />

triunfado últimamente en París y en Londres,<br />

una vez mas. De él hiciera D'Ors<br />

uno <strong>de</strong> sus más calidos y entusiastas<br />

elogios.<br />

Ahora el pintor está en su tierra. Entre<br />

las gentes al<strong>de</strong>anas <strong>de</strong> las que tomara,<br />

en más <strong>de</strong> una ocasión, tema palpitante<br />

para sus lienzos, plenos <strong>de</strong> rojos y<br />

ver<strong>de</strong>s y amarillos intensos. Zabaíeta <strong>de</strong>scansa<br />

en Quesada, afanado en el trabajo,<br />

dando rienda suelta con su fantasía pastoril,<br />

rústica y admirable a nuevos temas.<br />

Y se dispone, con buen bagaje <strong>de</strong> probabilida<strong>de</strong>s,<br />

a ir a la próxima Bienal Hispanoamericana...<br />

Con admiración —y aún más como<br />

prueba <strong>de</strong> cariño- los amigos le han rendido<br />

este sencillo e íntimo homenaje. Que<br />

vino a tener —¿cómo no, para los quesa<strong>de</strong>fios?-<br />

su colofón en el marco incomparable<br />

<strong>de</strong> los parajes <strong>de</strong> Tiscar, a la<br />

sombra <strong>de</strong> su Santuario <strong>de</strong> la Virgen serrana.<br />

PEDRO MORALES<br />

SALAMANCA<br />

HOMENAJE AL RECTOR DE LA UNI-<br />

VERSIDAD<br />

C" L acto se celebró en el Paraninfo <strong>de</strong><br />

*-* la Universidad, lleno <strong>de</strong> estudiantes<br />

y profesores. Ocuparon la presi<strong>de</strong>ncia el<br />

ministro <strong>de</strong> Educación Nacional, que le<br />

impuso ia insignia ; los directores generales<br />

<strong>de</strong> Enseñanza Universitaria y <strong>de</strong><br />

Enseñanza Profesional y Técnica, el rector<br />

<strong>de</strong> la Universidad, el gran canciiler<br />

<strong>de</strong> la Universidad Pontificia y obispo <strong>de</strong><br />

Salamanca, el gobernador civil y ei vicerrector<br />

<strong>de</strong> la Universidad.<br />

El ministro <strong>de</strong> Educación Nacional<br />

exaltó en su discurso lo que nuestra Universidad<br />

representaba en el campo <strong>de</strong>l<br />

saber.<br />

XV SEMANA SOCIAL DE ESPAÑA<br />

En torno al tema «La moral profesional»<br />

se ha <strong>de</strong>sarrollado esta Semana Social.<br />

Se iniciaron las sesiones con una<br />

misa <strong>de</strong> Espíritu Santo en la capilla <strong>de</strong><br />

Nuestra Señora <strong>de</strong> la Vega. El excelentísimo<br />

y reverendísimo obispo <strong>de</strong> la diócesis<br />

pronunció el discurso Inaugural, comunicando<br />

a continuación que Su Santidad<br />

el Papa enviaba su bendición apostólica<br />

sobre todos los cursillistas.<br />

Prestigiosas figuras eclesiásticas y seglares<br />

dieron a conocer sus ponencias sobre<br />

temas <strong>de</strong> moral profesional en el Paraninfo<br />

<strong>de</strong> la Universidad Pontificia. En<br />

total, quince lecciones, sumamente interesantes<br />

y sugestivas, como las tituladas:<br />

«Condicionamiento histórico: La moral<br />

<strong>de</strong> situación», «Etica <strong>de</strong> emergencia: La<br />

rectitud <strong>de</strong>l ejercicio profesional en caaos<br />

<strong>de</strong> excepción», «La propaganda y la<br />

competencia profesional: Intrusismo,<br />

multiplicidad <strong>de</strong> profesiones», «Moral Úe<br />

las profesiones estéticas: El escritor' y el<br />

artista», «Moral <strong>de</strong> Jas profesiones sanitarias»....<br />

Se dieron a<strong>de</strong>más cinco conferencias:<br />

«Función religiosa y apostólica<br />

<strong>de</strong>l trabajo profesional», por F. Francisco<br />

Barbado; «Función social: La profesión<br />

'kl servicio <strong>de</strong> la comunidad», por<br />

don José Corts Gau, rector <strong>de</strong> la Universidad<br />

<strong>de</strong> Valencia; «Función familiar: La<br />

profesión, base económica <strong>de</strong>] hogar», por<br />

don Blas Pinar, notario <strong>de</strong>l Ilustre Colegio<br />

<strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>; «Tipología y jerarquía <strong>de</strong><br />

las profesiones», por don Fe<strong>de</strong>rico Rodríguez,<br />

letrado <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Estado, y.<br />

por Xin, «Vocación y capacitación profesional:<br />

Responsabilida<strong>de</strong>s», por don J. José<br />

López, Ibor, catedrático <strong>de</strong> la Universidad<br />

<strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>.<br />

Finalizaron las sesiones con una solemne<br />

misa <strong>de</strong> rito mozárabe en la Catedral<br />

Vieja y ei discurso <strong>de</strong>l obispo <strong>de</strong><br />

Córdoba y presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Junta Permanente<br />

<strong>de</strong> las Semanas Sociales, fray<br />

Albino González-Menén<strong>de</strong>z.<br />

EXPOSICIONES<br />

La Casa Americana ha expuesto en el<br />

Aula Magna <strong>de</strong> ias Escuelas Menores<br />

una colección <strong>de</strong> fotografías bajo el lema<br />

«El Hombre y la Humanidad». A través<br />

<strong>de</strong> ellas pue<strong>de</strong>n observarse curiosas<br />

analogías entre .el modo <strong>de</strong> vivir españoi<br />

y norteamericano, entre las formas <strong>de</strong><br />

trabajo y la concepción familiar. La exposición<br />

fue inaugurada por el embajador<br />

<strong>de</strong> Estados Unidos en España, Jonn<br />

D. Lodge, en presencia <strong>de</strong>l rector <strong>de</strong> ia<br />

Universidad. El embajador expuso en un<br />

discurso ia finalidad úe esta exposición.<br />

«No se trata —dijo-


—Buenas tar<strong>de</strong>s, amigo mío. Hoy no<br />

po<strong>de</strong>mos hablar largo y tendido, sino<br />

corto y concreto.<br />

—¿Razones?<br />

—Exigencias <strong>de</strong> espacio. Y crea que<br />

siento la restricción <strong>de</strong> limites. El conversar<br />

exige un cierto <strong>de</strong>spilfarro palabrero;<br />

soltar las palabras, como las monedas,<br />

contadas, nunca me hizo <strong>de</strong>masiada<br />

gracia.<br />

—Hay que atenerse a la circunstancia.<br />

Comience con su tema.<br />

—¿Por qué con el mío? Siempre será<br />

el <strong>de</strong> ambos. Usted tiene también interés<br />

en que hablemos <strong>de</strong>l Lope <strong>de</strong> Vega<br />

1955.<br />

—Des<strong>de</strong> luego; ha sido concedido, en<br />

muy justa lid, a Luis Delgado Benavente,<br />

por su comedia «Media hora antes».<br />

—Exacto. Y, como siempre, ha habido<br />

su poco <strong>de</strong> marejada en torno al<br />

galardón. Son muchas las ilusiones que<br />

mueve para que se produzca en silencio.<br />

¿No le parece?<br />

—Conformes. ¿Y en qué se tradujo<br />

esa marejada?<br />

—Declaraciones <strong>de</strong> algunos concursantes,<br />

rumores que anticipaban ei fallo,<br />

etcétera, etc. Lo <strong>de</strong> siempre también.<br />

—No se pue<strong>de</strong> negar que el fallo ha<br />

sido ultrarrápido.<br />

—Y tanto; ganó en un día ai <strong>de</strong>l año<br />

pasado. El Lope 1954 se dio a conocer<br />

el día 15 <strong>de</strong> julio; el Lope 1955 se ha<br />

dado a conocer el día 14.<br />

—Hubo, asimismo, menos reuniones<br />

<strong>de</strong>l jurado, y al final se anticiparon éstas<br />

sorpresivamente.<br />

N<br />

UNCA es tar<strong>de</strong> si la dicha es buena»,<br />

dice un reirán castellano.<br />

¿Hay mejor dicha qoe un premio literario<br />

<strong>de</strong> cincuenta mil duros? No tenemos<br />

otro remedio que hacer algunos<br />

comentarios sobre la. sesión final<br />

y adjudicación <strong>de</strong>l Premio Menorca.<br />

U<br />

N fotógrafo —«reo recordar que<br />

era el <strong>de</strong> «Actualidad Española»—<br />

hizo la primera feto <strong>de</strong>l acto. Su objetivo<br />

enfocó a una sola, persona: don<br />

Fernando A. Rabié.<br />

P<br />

Et público no sábí?<br />

quién era el Mecenas, cuando<br />

alguien, su tflash* disparando,<br />

tomó la fotografía.<br />

¿Sería él? ¿No sería?,<br />

preguntaba cada cual.<br />

Y si, lo era. Con tal<br />

fotografía, aquel chico<br />

dio todo un curso <strong>de</strong> psicología<br />

individual.<br />

OR cierto; el calor era francamente<br />

insoportable cuando José<br />

Luis Castillo Puche leyó una ¿tfemoria<br />

que ríanse uste<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la que tiene don<br />

Andrés Revesa. jMás gran<strong>de</strong> aún!<br />

Entre el calor y el peluche,<br />

sudaba la sala entera<br />

y aumentaba su ronquera<br />

José Luis Castillo Puche.<br />

Fue la Memoria un estuche<br />

—aparte su <strong>de</strong>nsidad—<br />

don<strong>de</strong> se supo en verdad<br />

cómo los Premios Rubio<br />

son —y asi lo dije yo—<br />

el «gordo» <strong>de</strong> Navidad.<br />

«ITE PREMIO EST»<br />

E A. público esperó con ansiedad e!<br />

•- recuento <strong>de</strong> los votos. A partir<br />

dd coarto cantábase ya el nombre <strong>de</strong><br />

Carmen Laforet. El<br />

ATENEO<br />

—Es- cierto. Todos esperaban, <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> la reunión <strong>de</strong>l miércoles 13, una siguiente<br />

para el viernes 15 <strong>de</strong> la que<br />

saliera el fallo. Pero no fue asi. El jurado<br />

quiso anticiparse a tocias las previsiones<br />

y rumores tan gratos a las<br />

tertulias. Por eso aquella misma noche<br />

se reunió en Jas afueras <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong> para<br />

<strong>de</strong>jar resuelto el concurso. Al día siguiente<br />

celebró la reunión don<strong>de</strong> se dio<br />

a conocer el fallo.<br />

—Oiga usted. ¿Es cierta la concurrencia<br />

<strong>de</strong> Pemán a este Lope <strong>de</strong> Vega?<br />

—Con certeza no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir. Ese<br />

rumor ha circuLwio insistentemente por<br />

las tertulias. Se daba el título <strong>de</strong> una<br />

obra. «La con<strong>de</strong>stablesa», come suya y<br />

el periodista Antonio <strong>de</strong> Olano se 'o<br />

preguntó al jurado Marquerie, y Alfredo<br />

no negó ni afirmó...<br />

—De haber concursado, Pemán no hizo<br />

sino aten<strong>de</strong>r ese requerimiento que<br />

se hizo público en la prensa recordando<br />

a los consagrados que el Lope <strong>de</strong> Vega<br />

también es para ellos.<br />

—Ya lo saben. Y nunca <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong><br />

concurrir, en menor o mayor cantidad.<br />

—¿Y <strong>de</strong> ese triángulo Marqueríe-López<br />

Rubio-Dámaso Alonso <strong>de</strong> que se ha<br />

hablado? ¿Es cierto que esos tres jurados<br />

tenían un «parti prit»?<br />

—Siempre pue<strong>de</strong> haber jurados que<br />

coincidan en la elección <strong>de</strong> una obra<br />

como la <strong>de</strong> su preferencia. Y eso es lícito,<br />

con o sin triángulo.<br />

—Ya está bien <strong>de</strong> Lope. Ahora, ¿qué<br />

hay <strong>de</strong> otras cosas? ¿Leyó la «Crónica<br />

<strong>de</strong>l café <strong>de</strong> Gijón», <strong>de</strong> Marino Gómez<br />

Santos?<br />

—Aún no. Pero ya ha producido su<br />

pequeño revuelo.<br />

—Cuénteme.<br />

—Me dicen que el poeta Manolo Pilares,<br />

aludido en el citado libro, no está<br />

conforme con la mención, y uno <strong>de</strong><br />

Jos días en míe Marino estaba sentado<br />

VIENTO<br />

JUAN PEREZ-CREUS<br />

404)98 duros cosquilleaba todos los corazones.<br />

Votó el jurado uno a uno.<br />

Uno, dos, tres..., doce, trece.<br />

Y con el trece acontece<br />

que ya tuvo premio alguno.<br />

No hubo espectador ninguno<br />

que favorito no lleve.<br />

Al filo ya ¿Le las nueve,<br />

gana Carmen Laforet,<br />

y hay un tuite premio est»<br />

que a los bolsillos conmueve.<br />

PREMIOS DE CAFE<br />

| A cafetería Sésame y ei café Va<br />

* reía otorgaron sus premios. Buen<br />

ejemplo a imitar por otros cafés literíos.<br />

Sí, que el ejemplo alumbre<br />

<strong>de</strong>l Vareia y <strong>de</strong> Sésamo<br />

y todos sigan esa... mo<strong>de</strong>rnísima<br />

costumbre.<br />

Que <strong>de</strong>l aite en la cumbre<br />

muevan su fuerte fe.<br />

Que al poeta se dé<br />

el premio apetecible,<br />

y también, si es posible,<br />

sea el café café.<br />

MSTA ei día 9 —fecha en que acabó<br />

H ei plazo— todo el Gijóa parecía la<br />

Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> la Historia. Que si el Cid<br />

fue armado caballero en Coimbra por<br />

don Fernando I; que si doña limeña<br />

tenía los ojos ver<strong>de</strong>s eomo Melibea,<br />

o si los tenía añiles; que sí aquello<br />

<strong>de</strong> Corpas es un balo, etc, etc.<br />

Todos nuestros conspicuos acudieron<br />

a las Fiestas Cidianas, <strong>de</strong> Burgos,<br />

don<strong>de</strong> bastantes miles <strong>de</strong> pesetas esperan<br />

para premiar pecanas relativos<br />

a don Rodrigo, doña Jiraena y sus<br />

hijas araaotísimas.<br />

Como lo he visto lo digo.<br />

No se pue<strong>de</strong> imaginar<br />

Ruy Díaz el <strong>de</strong> Vivar,<br />

nuestro buen Cid don Rodrigo,<br />

cuánto admirador y amigo<br />

le ha salido <strong>de</strong> repente,<br />

cuánto laurel en su frente<br />

pondrán y con qué cuidado,<br />

sin abusos <strong>de</strong> «idos y «odo»,<br />

<strong>de</strong> «endotí, uando», «ante» y renten<br />

Sin gerundio facüón<br />

ni cómoáo participio,<br />

sin que se columbre el ripio,<br />

pues es gran<strong>de</strong> la ocasión,<br />

aliméntase el Gijón<br />

en burgalesa esperanza.<br />

Cada cual rompe su lanza<br />

por Rodrigo o por Jimena...,<br />

y el verso fia bolsa) suena<br />

sobre el cristal <strong>de</strong>l Artanza.<br />

Allí saldrá Montes Doca;<br />

Valencia allí tendrá un eco;<br />

no ha <strong>de</strong> ser poema enteco<br />

el que a Jimena le toca...<br />

Santa Ga<strong>de</strong>a se evoca;<br />

no serán palabras huecas<br />

las que toquen a ¡as ruecas<br />

<strong>de</strong> las hijas..., doña Urraca...,<br />

la Tizona... ¿A que <strong>de</strong>staca<br />

un Babieca o dos Babiecas?<br />

PREMIOS ATENEO<br />

TiMBlEN aquí se hervorean legumi-<br />

* nosas. Marta Beneyt«, Vicente Gaos<br />

y Rafael Aznar resultaron vencedores<br />

en nuestro concurso <strong>de</strong> novela. ¿Haría<br />

Beneyto obtuvo el primer premio.<br />

Enhorabuena a todos.<br />

Fallóse ya en <strong>Ateneo</strong>,<br />

y fue, cual <strong>de</strong>be <strong>de</strong> ser,<br />

sin voces y sin jaleo<br />

y a favor <strong>de</strong> una mujer.<br />

en el caíé se acerco a la mesa e hizo<br />

a<strong>de</strong>mán <strong>de</strong> coger una botella...<br />

— ¡Inci<strong>de</strong>nte!<br />

—No lo hubo porque, al parecer, César<br />

González-Ruano intervino como pacificador.<br />

—Oiga. ¿Es verdad eso <strong>de</strong> la casa?<br />

—No diga casa. Diga palacio, amigo<br />

mío.<br />

—Luego se la han regalado.<br />

—Así es. El escritor ha sido obsequiado<br />

nada menos que con un palacio antiguo,<br />

ei <strong>de</strong>l con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Toreno, en Cuenca.<br />

Ya César, el hidalgo español, podrá<br />

llenar <strong>de</strong> antigüeda<strong>de</strong>s, cuadros y armaduras<br />

los gran<strong>de</strong>s salones <strong>de</strong> la cas»<br />

patricia.<br />

—Tengo entendido que antes <strong>de</strong>be<br />

hacer algunas reformas.<br />

—Sí, algunas obras. Esto posiblemente<br />

costará unas pesetas al literato. Pero<br />

¡no importa! Será cosa <strong>de</strong> apretar más<br />

la inspiración y aumentar esa fabulosa<br />

jornada <strong>de</strong> escritor que César cubre cada<br />

día para po<strong>de</strong>r amueblar y restaurar<br />

el palacio que ahora se le regala.<br />

—Lo que yo no comprendo es su necesidad,<br />

teniendo ya un palacio, <strong>de</strong> ir a<br />

los cafés.<br />

—Ruano no podrá vivir sin cafés.<br />

Pero ya no volverá al Gijón. Ni Marino<br />

Gómez Santos, tampoco. Se enfadaron.<br />

—¿Cómo es eso?<br />

—Como se enfada uno en los cafés.<br />

Ruano, porque fue un día <strong>de</strong> esos <strong>de</strong><br />

lleno a la salida <strong>de</strong> teatros, y no sólo<br />

no le hicieron sitio los camarero», sino<br />

que cuando le habilitaron lugar en una<br />

mesa, no le llevaron la silla...<br />

—¿Y Marino?<br />

—Verá usted; el editor <strong>de</strong>l libro preparó<br />

un ejemplar, encua<strong>de</strong>rnado en<br />

piel y con papel especial, para el establecimiento<br />

cuya biografía contaba...<br />

—¿Y no lo adquirió el dueño <strong>de</strong>l<br />

café?<br />

—Debió <strong>de</strong> pensar, según Marino, que<br />

aquello era regalado. Cuando le dijeron<br />

qne era para adquirirlo, dijo que<br />

no lo compraba.<br />

—Bien. La representación <strong>de</strong> «La malquerida»<br />

en París ha sido, <strong>de</strong> verdad,<br />

un éxito <strong>de</strong> nuestro teatro en Francia.<br />

—-Sí, señor. Enrique A. Diosdado, que<br />

ha vuelto con la compañía expresamente<br />

formada para ello, ha expresado<br />

su contento: aplausos, interviús,<br />

atención <strong>de</strong> la prensa nacional y extranjera...<br />

Por cierto, que el representante<br />

<strong>de</strong> «Clarín», <strong>de</strong> Buenos Aires, le<br />

preguntó a Enrique: «Bueno, uste<strong>de</strong>s<br />

serán los mejores artistas <strong>de</strong> España<br />

en este momento...»<br />

—¿Y qué contestó el actor?<br />

—Diosaado, con esa sencillez suya.<br />

tan característica, respondió: «No, señor.<br />

Somos simplemente los artistas<br />

que en este momento estábamos sin<br />

contrato.<br />

—Esa respuesta es digna <strong>de</strong> antología<br />

Y <strong>de</strong> cerrar por hoy nuestro Pa-<br />

EL INDISCRETO


UNA ESCULTURA<br />

Fortunata<br />

BARRAL<br />

A Fortunata Prieto Barra! le ha ¿ido concedida este año ana <strong>de</strong> las<br />

Bolsas que otorga la Delegación Nacional <strong>de</strong> Evocación para artistas jóvenes.<br />

Pocas veces se habrá concedido un galardón tan justamente como<br />

en el caso <strong>de</strong> esta escollara, uaelda en <strong>Madrid</strong> hace veintinueve anos. Como<br />

eo tantos otros cases, nuestra Cruzada bronco en Fortunata el normal<br />

proceso <strong>de</strong> sus proyectados estudios, viéndose obligada a trabajar <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

muy joven —en los años <strong>de</strong> la posguerra— en algo que nada tenía que ver<br />

con su vocación. Sin embargo, se las arregló par» simultanear el trabajo<br />

con la asistencia a las clases <strong>de</strong> dibujo <strong>de</strong>l. Gírenlo <strong>de</strong> Bellas Artes y a los<br />

cursos <strong>de</strong> Etu<strong>de</strong>s Franeatees, para, ya <strong>de</strong>cididamente voeafls hacia la escultura,<br />

pasar m$s a<strong>de</strong>lante a las clases <strong>de</strong> Ángel Ferran* ei la Escuela<br />

<strong>de</strong> Artes y Oficios.<br />

Ha concurrid» |k la Exposición Nacional <strong>de</strong>l año pasado con un <strong>de</strong>sando<br />

<strong>de</strong> mujer, y por el momento no pretenda Fortnnata Prieto *ener un estila<br />

<strong>de</strong>finkln, que estima sólo alc3nzable <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cantación que no<br />

«e pue<strong>de</strong> improvisar.<br />

Sus preferencias van hacia, la escoltara exenta, liberad» <strong>de</strong> toda anécdota<br />

o intención, como un conjunto expresivo <strong>de</strong> la forma- era sí.<br />

Pero seas» el aspecto más ejemplar <strong>de</strong> Fortunata, sea sa vigilante atea-<br />

CÍOB. hacia, todas las manifestaciones artísticas, tengan o so que ver con la<br />

escoltar», atención que sis dada tiene su eriges ea 1» firme convicción <strong>de</strong><br />

esta joven escolto» <strong>de</strong> que el sentimiento artístico -no es ana afición más<br />

o menas arraigada, s¿lno una forma <strong>de</strong> ser, que no pue<strong>de</strong> por tsa*^ efrri<br />

a un aspecto <strong>de</strong>terminado, con exclusión <strong>de</strong> todos les <strong>de</strong>más.<br />

c<br />

2<br />

O<br />

C<br />

Ángel MEDINA<br />

Son muecas ya las veces que eE esta seccíéai he «Ha<strong>de</strong> a las revistas<br />

«La Hora» y •Alcalá» como introductoras en el panorama artístico y literario<br />

español <strong>de</strong> nombres que venían coa urgencia a ocupa? vux <strong>de</strong>stacado<br />

puesto en su profesión. Sin embargo, so resisto a la tentación <strong>de</strong> citar<br />

una vea más a dichas revistas, ten directamente ligadas a 3a <strong>de</strong>dicación<br />

<strong>de</strong> Ángel Medin», que perseverantemente ha colaborado en ambas coi sus<br />

excelentes ilustraciones.<br />

Ángel Medina nació en Ampaere* pnebl» <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r,<br />

pn 1924. Se trasladó a <strong>Madrid</strong> en 1948 para estudiar en San Fernando escoltara<br />

3 pistura, y casi simultáneamente comease * «©laborar tn «dUa<br />

Hora», acaso sin pensar que muy pronto aquellos dibujes que sin excesivas<br />

pretensiones llevaba a la redacción <strong>de</strong> la revista universitaria, habrían <strong>de</strong><br />

revelar en él «o magnifieo dibujante, que actualmente colabora en las<br />

más importantes revistas literarias <strong>de</strong> España.<br />

Naturalmente, Ángel Medina no consi<strong>de</strong>ra su actividad actual <strong>de</strong> dümjante<br />

como mi fin, sino consona medio. Un medie <strong>de</strong> darse a conocer y<br />

<strong>de</strong> ganar diaero, para- <strong>de</strong>spués po<strong>de</strong>rse entregar <strong>de</strong> maner» plena a lo i|oe<br />

<strong>de</strong> verdad la importa: la pintara, a la que y» <strong>de</strong>dica buen» parte <strong>de</strong> su<br />

tiempo y a la que proy#et» <strong>de</strong>dicarse en exclusividad. Ha participado ea<br />

Bomerosas exposiciones colectivas y en cuatro individuales. Becado por<br />

el Sindicato, recorrió Italia <strong>de</strong> norte a sur, estudiando toda la pintara,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primitivos hasta el último abstracto. Después, una" breve estancia<br />

en París.<br />

Pertenece al equipo plástico <strong>de</strong>l Teatro Popalar Universitario, en el qne<br />

realiza carteles, <strong>de</strong>corados, etc., y pictóricamente te interesan las cosas <strong>de</strong><br />

la Naturales», pero no objetivamente, sino pasadas por el tamiz <strong>de</strong> sa<br />

perseas! y eoneretft interpretación.<br />

i¥w.<br />

*•••.'-.'.'<br />

UN<br />

ARAGONÉS<br />

Miguel<br />

Ángel<br />

¡ALVAREZ<br />

Miguel Ángel Alvarez es un pintor<br />

gaipazeoano, <strong>de</strong> Tolos», habitualmente<br />

resi<strong>de</strong>nte en San Sebastián.<br />

Tiene veintiocho años y ha expuesto<br />

sus cuadros en Tolosa, San Sebastián,<br />

Vitoria itoria y Alicante. No ha expuesto<br />

en .<strong>Madrid</strong>, no h» frecuentado las tertulias literarias lt y a dí dísticas d<strong>de</strong><br />

Ma-<br />

dnd; no es posible, por tanto, según norma preestablecida, otorgarle beligerancia<br />

alguna.<br />

Sé que son bastantes ios casos similares al <strong>de</strong> Miguel Ángel Alvares, y<br />

al traerlo a esta ultima entrega <strong>de</strong> «Ultima promoción», quiero incluir a<br />

todos los pintores jóvenes provincianos que merecían figurar aquí y que<br />

no lo han hecho por <strong>de</strong>sconocimiento mío o por dificulta<strong>de</strong>s surgidas para<br />

establecer contacto coa ellos.<br />

Miguel Ángel Alvarez, diseipulo <strong>de</strong> Martiareoa, ha alcanzado, entre<br />

otros, los siguientes galardones: Premie Excmo. Ayuntamiento en el II Certamen<br />

<strong>de</strong> Navidad <strong>de</strong> San Sebastián; premio Darío <strong>de</strong> Regoyos en el<br />

IV Certamen <strong>de</strong> Navidad y Medalla <strong>de</strong> Plata en el Concurso Nacional <strong>de</strong><br />

Pintura <strong>de</strong> Alicante el año pasado.<br />

Junto eon Montes Ituríez, ha pistado les dos gran<strong>de</strong>s paneles <strong>de</strong> la<br />

Sal» <strong>de</strong> Turismo <strong>de</strong>l Palacio <strong>de</strong> la Diputación <strong>de</strong> Guipúzcoa,, y uno <strong>de</strong> sus<br />

cuadres figura en el Museo <strong>de</strong> San Telmo.<br />

Becado por el Ayuntamiento <strong>de</strong> San Sebastián, ha residido un par <strong>de</strong><br />

temporadas en París > no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que no haya aprovechado so estancia<br />

en la capital francesa, puesto que <strong>de</strong> ella han salido los mejores<br />

logros <strong>de</strong> su pintura, entre ellos el cuadro premiado ea 1» Nacional <strong>de</strong><br />

Alicante, <strong>de</strong>l que dijo Gamón Aznar en «A B C»: •¥ tenemos que mencionar<br />

Utlo <strong>de</strong> los paisajes presentados por Miguel Ángel Alvarez, que ha sido<br />

wna <strong>de</strong> las revelaciones <strong>de</strong> este concurso. Una vista <strong>de</strong> Ndtre Dame eon<br />

«na atmósfera esponjada, <strong>de</strong> los más <strong>de</strong>purados y erases efectos <strong>de</strong> color,<br />

con todos los pisaos fundidos ea va» unidad tonal <strong>de</strong> la más trabada<br />

contestara.»<br />

UN AtrfOFt<br />

DRAMÁTICO<br />

RINCÓN<br />

fosé María Rincón nació en Patencia el día 12 <strong>de</strong> jallo <strong>de</strong> 1927. Pasó<br />

casi toda sa infancia en Vallanolid —y los tres años <strong>de</strong> nuestra guerra—,<br />

para trasladarse en 1949 a <strong>Madrid</strong>, don<strong>de</strong> ba fijado su resi<strong>de</strong>ncia.<br />

Tras el Bachillerato en Areneros, inicié en la Universidad madrileña<br />

la carrera <strong>de</strong> Derecho, que hubo <strong>de</strong> interrumpir por enfermedad. Aquella<br />

enfermedad —tres a$és sin hacer naJE» que ao foera <strong>de</strong>scansar y leer<br />

macho, leer constantemente— le proporcionaría, como compensación, el<br />

hallazgo <strong>de</strong> so vocación <strong>de</strong> escritor.<br />

Por eso, un» vez curado, ao volvió José María Rincón a las aulas <strong>de</strong> la<br />

calle <strong>de</strong> San Bernardo, y se <strong>de</strong>dicó plenamente a I» literatura.<br />

Empezó —como cada quisque, más « menos— con versos. ¥ <strong>de</strong> la poesía<br />

pasó a escribir articules —publicados ea diversas revistas literaria»—, cuentos<br />

y guiones <strong>de</strong> «ine, ano <strong>de</strong> los cuales, escrito en colaboración «on Pedro<br />

Gfl, titulado «El testigo», ha sido adquirido per una productora, pero no<br />

será realizado por ahora, ya que han surgido dificulta<strong>de</strong>s insalvables.<br />

Sin embargo, es el teatro d que actualmente ocupa y preocupa esencialmente<br />

a José Mari» Rincón. Ha realizado Sas adaptaciones <strong>de</strong> «Ifigenia»,<br />

<strong>de</strong> Eurípi<strong>de</strong>s; «El con<strong>de</strong>sado por <strong>de</strong>sconfiad*», <strong>de</strong> Tirso <strong>de</strong> Molina, y «La<br />

hidalga <strong>de</strong>l valle», <strong>de</strong> Cal<strong>de</strong>rón <strong>de</strong> la Barca. De su labor en las dos prime*<br />

ras d$y ana refervneia en otra página <strong>de</strong> este mismo número.<br />

A<strong>de</strong>más, ha. escrito dos comedias, y las dos han sido galardonadas:<br />

•Un baleos que da a Sa vida» obtuvo ei Primer Premio <strong>de</strong>l Teatro Español<br />

Universitario <strong>de</strong> 1053, y «El espejo» mereele el premio tTnióa Films. Tiene<br />

cementada ana nueva comedia dramática, *&a hora- negra», y proyecta<br />

escribir novel».<br />

*. " !<br />

MÍ:

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