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AS 1
i ARTÍCULOS ENSAYO<br />
*<br />
*<br />
*<br />
10 CRÓMICAS<br />
*<br />
*<br />
1 ENTREVISTA<br />
S CRITICAS<br />
Correspon<strong>de</strong>jtcia Guare-schi-López Rubio Enrique Víla Selma<br />
España y la orientación <strong>de</strong> la cultura Adolfo Maíllo<br />
Apariencia y sinceridad Antonio Manuel Campoy<br />
La pintura y el sentimiento inconsciente José Luis EstéVez<br />
La itustracián. se in<strong>de</strong>pendiza José María jíove<br />
Saint Michel, una montaña viviente. Josefina R. Sanjurjo Salgado<br />
I<strong>de</strong>as ée Europa ... ... ... ... Manuel Liaeano<br />
Cinco informaciones <strong>de</strong> ía vida catalana<br />
Granada, Sevilla, Alicante. Galicia, Guipúzcoa. Cáceres, Ciudad<br />
Keaí, Albacete, Segovía, Jaén, Salamanca. Marrueco», Cádiz ... ...<br />
* Con Marín Beneyto., ,. Pilar Narvíón<br />
* Teatro<br />
* Cine ..<br />
* Libros<br />
* Arte ..<br />
2 ' NARRACIONES<br />
* Rocaola ... ... ... . . Mosérs<br />
* El pésame Jorge Ferrer-Vidal<br />
7 COMIMMfSTAS<br />
* Regina García<br />
* José íavier Aíeixandre<br />
* Antonio Castro Villacañas<br />
* Juan Goraig<br />
Página<br />
5<br />
13<br />
14<br />
29<br />
30<br />
28<br />
10<br />
12<br />
25<br />
31<br />
... ... ., ... S<br />
... 9<br />
, 27<br />
... 16<br />
El Indiscreto ... ... 39<br />
Juan Pérez Creus .,. ... 39<br />
Juan Emilio Aragonés ... 40<br />
1 LIBRO DE POEMAS<br />
Quinta <strong>de</strong>l 42<br />
1 B Ü J A :<br />
A N C I E L A S C O<br />
m «ATENEO»: Emisiones por el Tercer Programa <strong>de</strong> Radio Nacional,<br />
todos tos días 1 y 15, a earg© <strong>de</strong> Juan Emilio Aragonés<br />
A NUESTROS LECTORES ^ I**"* 1110 a«»i«ro <strong>de</strong> esta revista se publicará el 1 <strong>de</strong> septiembre.<br />
No aparecerá, pues, ef correspondiente al 15 <strong>de</strong> agosto.<br />
La difícil coní>ervaeíóa <strong>de</strong>l ritmo habitual en el acopio <strong>de</strong> originales durante esta época <strong>de</strong> veraniega<br />
dispersión <strong>de</strong> colaboradores hace aconsejable conce<strong>de</strong>r una vacación a lo* lectores <strong>de</strong> nuestro quincenario.<br />
Concedida, lectores. En compensación, nos proponemos ofrecer, tal vez en el otoño, un extraordinario <strong>de</strong><br />
NUESTRA PORTADA<br />
$ nuestra portada, una estampa da «L'IHustration», grabada por<br />
Miranda en 1873. Ahora que eí asfalto quema en las ciuda<strong>de</strong>s,<br />
mientras las playas se cubren <strong>de</strong> bañistas, refresca nuestras páginas<br />
ssta <strong>de</strong>liciosa escena <strong>de</strong> la «frenoniUere», un «watering place», ios elegantes<br />
<strong>de</strong> entonces la llamaban asi, situado en los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong><br />
París y que reemplazaba a TrouviBe y Dteppe para los hombres ocupados<br />
en ta noche. «Canoiiers», cerveza, casetas <strong>de</strong> baño a franjas<br />
rojas, blancas y azules,- zambullidas, sombrillas. El dibujo <strong>de</strong> ilustración<br />
<strong>de</strong> revistas es, precisamente, el tema a que <strong>de</strong>dica su sesción, en<br />
este número, José María Jové. (Páginas 3C-31).<br />
16<br />
17<br />
kkV<br />
NEO<br />
.1<br />
^l<br />
TTO-1<br />
ANO IV - NUMERO 86<br />
MADRID, 1 - 8 - 1955<br />
1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1955
ESTE subtítulo ha sido<br />
puesto por nosotros<br />
al artículo-ensayo<br />
<strong>de</strong> Adolfo Maíllo que encontrará<br />
el lector en la<br />
página 13 <strong>de</strong>l presente<br />
número.<br />
El tema en que Maíllo toma postura es interesante<br />
por diversos motivos. De un lado, por su actualidad,<br />
ya que ía in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia o <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />
los intelectuales, o como ahora se dice, <strong>de</strong> su «engagement»,<br />
motiva algunas polémicas y da ocasión<br />
a bastantes malentendidos. De otro lado, porque<br />
en una misma respuesta (la que da Maulo y personalmente<br />
suscribo) coinci<strong>de</strong>n dos mentalida<strong>de</strong>s tan<br />
diferentes como la cristiana y ía comunista.<br />
Para el comunismo real, para el comunismo orgánico<br />
y vigente <strong>de</strong>l Kremlin, los intelectuales son<br />
un género <strong>de</strong> trabajadores enrolados, como los <strong>de</strong>más,<br />
en el proceso <strong>de</strong> la producción; no se tolera a<br />
los intelectuales <strong>de</strong>sviarse <strong>de</strong> las líneas <strong>de</strong> este proceso;<br />
eí intelectual participa en él tan regladamente<br />
como la vaca, el tractor, el metalúrgico o el funcionario.<br />
Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> nuestra religión no<br />
se compren<strong>de</strong> cómo el intelectual pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse<br />
a sí mismo <strong>de</strong>sligado <strong>de</strong>l prójimo, aislado en compañía<br />
<strong>de</strong> su «élite» o solitario en su propia «persona-<br />
SEÑOR<br />
DE<br />
ATENEO<br />
lidad ilustre»; el concepto romántico <strong>de</strong>l «genio»<br />
señero, libre, altivo, espontáneo y soberano, choca<br />
<strong>de</strong> frente con el primer mandamiento <strong>de</strong> ía Ley <strong>de</strong><br />
Dios, y con la figura entera <strong>de</strong> Jesucristo que se<br />
da a los hombres completo, inteligencia y palabra,<br />
alma y vida, comprensión, indulgencia, habla, silencio,<br />
amor.<br />
Por esta razón <strong>de</strong> coinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> dos tan diferentes<br />
campos en.una misma respuesta, no faltará<br />
quien juzgue «socialista» la tesis <strong>de</strong> Maulo, aunque<br />
él, muy hondamente, señala cómo la servidumbre<br />
social <strong>de</strong>l intelectual consiste en «vivir activamente<br />
la caridad». Entre nosotros, españoles, fue ía Institución<br />
Libre <strong>de</strong> Enseñanza quien, <strong>de</strong> hecho, <strong>de</strong>sligó<br />
a los intelectuales <strong>de</strong> la caridad y produjo ese tipo<br />
esteticista, amoral, engreído, cínico e «in<strong>de</strong>pendiente»,<br />
que sigue todavía siendo el «<strong>de</strong>si<strong>de</strong>rátum» <strong>de</strong><br />
bastantes escritores agraviados porque no siempre<br />
se les respeta y adula.<br />
Lo que antece<strong>de</strong> pue<strong>de</strong><br />
parecer, no sin razón,<br />
DERECHISTAS<br />
una censura contra ciertas<br />
manifestaciones <strong>de</strong>l<br />
izquierdismo intelectual.<br />
Pero me interesa señalar<br />
MARÍA Beneyto se enteró <strong>de</strong> que íia-<br />
" l bía alcanzado ei premio <strong>de</strong> nuestra<br />
revista por un telegrama que se le envió<br />
a Valencia, don<strong>de</strong> resi<strong>de</strong>; pero cuando<br />
ya me puse en contacto directo con<br />
ella no estaba muy convencida <strong>de</strong> que<br />
fuera ei suyo precisamente eí primer<br />
premio Por 1» fotografía se advierte<br />
bien claro que es una criatura joven,<br />
alegre y sencilla. Por sus <strong>de</strong>claraciones<br />
se advierten muchas mas cualida<strong>de</strong>s<br />
todavía más interesantes.<br />
—¿Quieres explicarnos la síntesis argumenta!<br />
<strong>de</strong> tu novela?<br />
—Es un relato <strong>de</strong> la invasión <strong>de</strong>l<br />
tiempo sobre una niña <strong>de</strong> sensibilidad<br />
enfermiza p <strong>de</strong> sus reacciones psicológicas<br />
ante dicha «invasión*. Todo retadonado<br />
con eí ambiente en que vive,<br />
que es el <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>sto barrio <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>,<br />
y el <strong>de</strong> ios seres que la ro<strong>de</strong>an.<br />
Pue<strong>de</strong> ser también la tragedia <strong>de</strong>l hombre<br />
<strong>de</strong> letras fracasado, encarnada en<br />
el padre <strong>de</strong> la protagonista (y quizá el<br />
protagonista real <strong>de</strong> la novela).<br />
—¿Cuál es el perfil psicológico <strong>de</strong> la<br />
protagonista?<br />
—Ya digo; es una criatura enfermiza,<br />
<strong>de</strong> sensibilidad excesivamente <strong>de</strong>spierta,<br />
en guien., por esta razón, se polariza<br />
el sufrimietJo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. No<br />
es un retrato <strong>de</strong> niña muy alegre. Y<br />
sin- embargo, no hay en él exageración.<br />
Bs un retrato real,<br />
—¿Un retrato real? ¿Qué quieres <strong>de</strong>cir<br />
con eso? ¿Tiene algo que ver contigo<br />
la protagonista?<br />
—Comprendo dón<strong>de</strong> quieres ir a parar<br />
con esta doble pregunta, pero na<br />
tengo ningún inconveniente en <strong>de</strong>clarar<br />
la parte autobiográfica <strong>de</strong> la novela<br />
Por lo pronto, queda localizada en el<br />
ambiente en que vívi en mi niñez, por.<br />
Que yo fui a <strong>Madrid</strong> muy pequeña, con<br />
mi familia. Puedo <strong>de</strong>cirte, sin embargo,<br />
que la novela está preparada para que<br />
parezca más biografía <strong>de</strong> lo que es,<br />
en lo cual tuve que echar mano <strong>de</strong> la<br />
literatura y novelar, novelar mucho<br />
(como, por otra parte, ocurre a casi todos<br />
los biógrafos y autobiógrafosj.<br />
—Bueno; ahora hablemos <strong>de</strong> María<br />
Beneyto escritora.<br />
—Mi historial literario comienza eí<br />
año 4?, con la edición <strong>de</strong> mí libro <strong>de</strong><br />
versos ^Canción olvidada». Ese libro<br />
contenía toda la producción poética <strong>de</strong><br />
mi adolescencia, que...f bueno, <strong>de</strong>jémosla<br />
dormir, (Sin embargo, te aclaro que<br />
no eran poemas <strong>de</strong> tipo amoroso, como<br />
suele acontecer, que algo es algo...} Luego<br />
estuve mucho tiempo callada —sólo<br />
publicando alguna cosita en revistas—,<br />
hasta el año 52, en que lancé otro libro<br />
<strong>de</strong> versos, ya mayorcito, con el titulo<br />
<strong>de</strong> *Eva en el tiempo». Por entonces<br />
comencé a publicar algún cuento en<br />
resistas <strong>de</strong> noveles. «Rumbosa me dio<br />
un premio pequeñito, y otro nUmbrals-<br />
(Tengo suerte, ¿sabes?, con los cuentos<br />
que presento a concursos. Casi todos me<br />
los premian.} Así, en un concurso que<br />
organizó sLa Actualidad Española» tí<br />
53, tuve un premio, y otro fue el «accésit»<br />
<strong>de</strong> ATENSO, sin olvidar el <strong>de</strong> la<br />
Fiesta <strong>de</strong> las Letras <strong>de</strong> Tomeüoso. Todx*<br />
en el 53f que <strong>de</strong>bió ser mi año <strong>de</strong> grada,<br />
pues t&mbién en poesía me fue<br />
bien. La Diputación <strong>de</strong> aquí me concedió<br />
el premio Valencia* <strong>de</strong> poesía* dotado<br />
con diez mil pesetas, a! tiempo que<br />
obtenía un hermoso primer zaccésit»<br />
<strong>de</strong>l Bascan. Junto a un año tan pictó-<br />
maestros: D1CKI<br />
pesimista<br />
es novélame, toao participa ae la<br />
cjue se llama villa<br />
ENTREVISTA CON MARÍA BENEYTO<br />
e co?as, el 54 no trajo más novedad<br />
que la edición <strong>de</strong>l libro premiado<br />
•por la Diputación, ^Criatura múltiples.<br />
Y g£ 55..., esto. ¿Te parece poco? Concretándonos<br />
a novela, &La invasión» la<br />
tengo escrita <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace cinco o seis<br />
años. Lo que hice es arreglarla un poco<br />
últimamente, y, sobre todo, abreviarla<br />
Tengo otra novela, que habré <strong>de</strong> volver<br />
VICENTE GAOS<br />
Nació en Valencia el 31 <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong> 1913. AIBí hizo sus estudios <strong>de</strong>l Bachillerato,<br />
licenciándose ©a Filosofía y<br />
Letras por la Universidad <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>.<br />
Escribe poesía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su adolescencia.<br />
En 1943 obtuvo el Premio Adonais con<br />
el Eforo <strong>de</strong> sonetos «Arcángel <strong>de</strong> mi<br />
noche», obra, con ia que se dio a conocer<br />
<strong>de</strong> forma <strong>de</strong>finitiva en el mando<br />
literario. Cuatro años mes tar<strong>de</strong> se<br />
publicó su segundo libro <strong>de</strong> poemas:<br />
«Sobre la Tierra». SSn la votación qae<br />
O<br />
egrta<br />
a escribir si quiero aprovecharla, aunque<br />
ya no me gusta. Todas mis ÜBSÍOnes<br />
las concentro en una que comienzo<br />
ahora, $Las amazonas*. El tema es<br />
ambicioso, y me pue<strong>de</strong> un poco, pero<br />
espero sacarlo a flote, Dios mediante.<br />
Otra ilusión que tengo es la <strong>de</strong> formar<br />
un libro <strong>de</strong> narraciones. Pero extenso.<br />
F, claro, para eso necesitaría tener más<br />
hicieron vatios críticos, escritores y<br />
profesores pava elegir tos nueve* poetas<br />
más importantes <strong>de</strong> la generado»<br />
<strong>de</strong> posguerra, salió elegido entre los<br />
nombres más prestigiosos, figurando,<br />
por tanto, oa la famosa «Antología<br />
consultada». Es un magnifico traductor<br />
<strong>de</strong> poetas ingleses y franceses:<br />
E I i o t, Pégny, Rimbaud.» Conferenciante,<br />
crítico literario y profesor.<br />
Actualmente explica I¿engua y Literatura<br />
españolas es una Universidad<br />
<strong>de</strong> Nueva York. Recientemente ha<br />
publit-iílo en la colección O Crece- o<br />
Muere el ensayo titulado «Poesf» y<br />
técnica poética».<br />
NOTA AUTOBIOGRÁFICA<br />
Nací en enero <strong>de</strong> 1921, en Elehe (Alicante).<br />
Corsé BachOíeraio y estadios<br />
<strong>de</strong>l Magisterio en Alicante, don<strong>de</strong> ejerzo.<br />
Mi vocación literaria arranca <strong>de</strong> la<br />
adolescencia. Aatores como Miré, «Azorín»,<br />
Valle laclan, sin contar con los<br />
poetas, especialmente Becqacr. Tagore<br />
y Hol<strong>de</strong>rlin, influyeron en mis primeros<br />
versos. Siles, en cierto modo, me revelaron<br />
el sentido armonioso y creador<br />
<strong>de</strong> la palabra.<br />
Publiqué en Alicante, y en 1940, un<br />
hbrito <strong>de</strong> versos: «Perlas <strong>de</strong>l silencio».<br />
HP colaborado luego, sin continuidad,<br />
en algunas revistas poéticas: «Intimida*<br />
Poética», «Verbo», «Agora», «Ebro»,<br />
«Al-Motamíd», «Galatea», y en otras'<br />
publicaciones pedagógicas y literarias.<br />
En !958, estando en Tarragona, publi-<br />
material && gue tengo... Asi que voy<br />
a ponerme a trabajar en. serio. Hasta<br />
ahora he sido muy perezosa; pero ese<br />
se acabó. (Y tendré que olvidar un poco<br />
la poesía —aunque me duela—, que es<br />
lo que más me absorbe.)<br />
—¿Cómo ves a la mujer <strong>de</strong> hoy?<br />
—¿Cómo quieres que la vea? ¿Acaso<br />
no formo parte <strong>de</strong>l clan? La perfecta<br />
mujer actual es para mi aquella gue<br />
<strong>de</strong>fien<strong>de</strong> su femineidad a toda costa y<br />
aun la extien<strong>de</strong> sobre él quehacer <strong>de</strong><br />
hoy, tan poco propenso a la ternura,<br />
como sabes,<br />
—¿Qué problemas <strong>de</strong> la Humanidad<br />
<strong>de</strong> hoy te apasionan?<br />
—Me preocupa la actualidad ád<br />
mundo sobre todo, y no me dirás que<br />
eso no es un problema apasionante. Lo<br />
que pasa es que es también un problema<br />
sin aparente solución y que, aúe.<br />
más, trae gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>cepciones... En otra<br />
dirección, comprendo que <strong>de</strong>biera interesarme<br />
más por la situación jurídica<br />
<strong>de</strong> la mujer y Jodo eso que ahora se<br />
discute, pero te~confieso que jamás senti<br />
gran<strong>de</strong>s veleida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tipo feminista.<br />
Personalmente me es igual ser mujer i&<br />
hoy que mujer <strong>de</strong> hace dos siglos. No<br />
veo gran<strong>de</strong>s ventajas, francamente.<br />
—Dejemos a las mujeres, <strong>de</strong>jemos a<br />
la Humanidad en masa, y dime: si tuvieses<br />
que regalar un tesoro a los niños,<br />
¿qué les regalarías?<br />
—¡Ah, los niños.' Ese sí que es un.<br />
problema apasionante. Cierta clase <strong>de</strong><br />
niños. Sí yo tuviera mucho dinero... Pero,<br />
bueno, voy concretamente a la pregunta.<br />
Pues mira: iría y les regalaría<br />
cosas que tú, y yo, y otros ex niños <strong>de</strong><br />
nuestra generación no tuvimos: un<br />
mundo bueno, ya que no feliz. Y enor.<br />
mes dosis <strong>de</strong> esperanza... Les regalarte<br />
nuestras tempranas <strong>de</strong>cepciones vitales<br />
para que las echaran a la. basura y les<br />
dotaría <strong>de</strong> fuertes espaldas para sostener<br />
todo lo que se cae. ¡Les regalaría<br />
tantas eosasf<br />
—¿Charlamos <strong>de</strong> los hombres? ¿Qué<br />
virtud moral consi<strong>de</strong>ras que está en crisis<br />
entre nuestros contemporáneos?<br />
—La caridad en todas sus acepcionet.<br />
Y precisamente cuando más falta hace...<br />
Sí; lo peor es esta lucha sorda entre<br />
unos y otros, con todos sus COBÍbalismos<br />
adyacentes,<br />
—Bien; seamos nosotras un poco carrfcatJvas,<br />
y vamos a piropearlos. ¿Cuál<br />
gué «Poemas», coa tm protege <strong>de</strong> Carmen<br />
Con<strong>de</strong>.<br />
Mí incursión ea la novela ia <strong>de</strong>ba *<br />
«Teresa Ferrer», que mandé al eonesiso<br />
<strong>de</strong> «La Novela <strong>de</strong>l Sábado» y eon la<br />
coa] quedé finalista, publicándose en<br />
«] año 1954.<br />
Escribí luego «Un aire <strong>de</strong> amor envenenado»,<br />
novela gue me <strong>de</strong>cidí a enviar<br />
al concurso <strong>de</strong> ta revista ATENEO.<br />
Tengo en prensa un libro <strong>de</strong> poemas:<br />
«La lacba elemental».<br />
Obras inéditas: «La casa <strong>de</strong> la caite<br />
Navajeros», nWocdo en la aurora», «Los<br />
milagros <strong>de</strong> la calle <strong>de</strong>l Pez».<br />
1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 19SS
es la virtud que les supones en alza en<br />
estos momentos? •<br />
—No sé concretamente si habrá gran<strong>de</strong>s<br />
virtu<strong>de</strong>s en alza ahora, en él momento<br />
en que vivimos. Por lo menos<br />
no se dan asi, en dosis masivas, como<br />
para- generalizar'. Pero, mira, yo, a pesar<br />
<strong>de</strong> todo, no soy pesimista con nuestro<br />
tiempo. Veo, por <strong>de</strong> pronto, mucha<br />
gente bienintencionada. Gente que se<br />
esfuerza, que quiere edificar algo bueno.<br />
Quizá algo bueno y nuevo al mismo<br />
tiempo. Si no hay gran<strong>de</strong>s virtu<strong>de</strong>s<br />
hay, por lo menos, buenas intenciones.<br />
Y esperanzas,<br />
—¿Cuáles han sido tus gran<strong>de</strong>s maestres<br />
literarios?<br />
—En poesía, todos los Que conozco <strong>de</strong><br />
entre los buenos. De ellos aprendí, y<br />
seguiré aprendiendo aún mucho tiempo.<br />
Te hago gracia <strong>de</strong> los nombres porgue<br />
es larga la lista. En novela, como es<br />
principalmente un díptico, ahí va: Dickens<br />
y Dostoyevski, como dioses mayores.<br />
También Balzac y también otros<br />
autores más cercanos; pero esos d&s, en<br />
la cumbre,<br />
—¿Sientes un interés especialmente<br />
Ccorrespon<strong>de</strong>ncia<br />
LÓPEZ Rl<br />
C<br />
OÍMPLETAMENTE <strong>de</strong> acuerdo en que<br />
para aceptar el teatro <strong>de</strong> López Rubio<br />
í>*y Que estar dispuestos a soportar<br />
gitu?e>oites <strong>de</strong> película americana, *absurila<br />
entre nosotros, don<strong>de</strong> tendría un<br />
<strong>de</strong>senlace rápido sin lugar alguno para<br />
«se diálogo ameno con que el señor<br />
López Rubio la esmalta y la adoba»<br />
< Antonio ¿ttotta),<br />
0c acuerdo también en que lo expuesto<br />
por su argumento por cualquiera<br />
<strong>de</strong> ellos «no pasa <strong>de</strong> ser bisutería fina»,<br />
así como también que «sus damas y<br />
caballeros pertenecen a la más insípida<br />
Horacios parasitaria <strong>de</strong>l mondo actual»,<br />
y que «lo peer es la frivolidad esencial<br />
por la que los problemas miníanos<br />
que pue<strong>de</strong>n sernos comunes a todos adquieran<br />
un matiz que ios sitúa en un<br />
mundo «part«». {Nicolás González<br />
Ruiz.)<br />
López Rubio, excepto en «Alberto»,<br />
practica el tipo <strong>de</strong> comedia que hemos<br />
dado «n llamar psicológica, como si todo<br />
argumento, annqae no sea teatral,<br />
no estuviera basado en la. psicología.<br />
Admitiendo el típo <strong>de</strong> comedia psico-<br />
' lógica, ao es <strong>de</strong> extrañar qne sus argumentos<br />
estén basados en las pequeñas<br />
cuestiones conyugales, que ofrezca<br />
facetas repetidas <strong>de</strong> los mismos argumentos<br />
y, buscando una novedad difícil,<br />
sutilice hasta extremos inconcebibles:<br />
tal el caso' <strong>de</strong> «Veinte y cuarenta».<br />
La comedia psicológica, que tmfo los<br />
remotos orígenes nada menos que en<br />
pasado teatro feminista <strong>de</strong> Enxlqne Ibsen,<br />
ha tenido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces ana tradicléB<br />
n* interrampida en ningún país<br />
<strong>de</strong> Europa. En España, sin hablar <strong>de</strong><br />
Benaveate, encontramos tantas facetas<br />
distintas cerno ásteres ha tenido el genero.<br />
En la generación <strong>de</strong> anteguerra<br />
nada había más afín entre sí, y al mis-<br />
ATENEO<br />
apasionado hacia alguna figura viva <strong>de</strong><br />
la Humanidad actual?<br />
—Tanto como pasión... Pero, mira<br />
simpatizo mucho con algunas «primeras<br />
cabezas» vivas. No te diré nombres<br />
porgue para mí el viejo político, el gran<br />
músico, d sorpren<strong>de</strong>nte escritor y hasia<br />
el futbolista y la artista <strong>de</strong> cine<br />
—¿por qué no?— son criaturas novelabres<br />
<strong>de</strong> enorme Interés humano... Tu<br />
como periodista, lo sabrás bien. Y no<br />
te asuste lo <strong>de</strong>l futbolista y la artista<br />
<strong>de</strong> cine, aunque solo se trate, en et<br />
fondo, <strong>de</strong> seres primarios. $pn trozos <strong>de</strong><br />
nuestro tiempo. Y todo vive, todo vale<br />
literariamente, ¿no crees? Todo es una<br />
partecita minúscula <strong>de</strong> esta alegría<br />
^-queramos o no— Que se llama vida...<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> todas estas preguntas y<br />
respuestas, que las dos hemos hecho<br />
con mucha seriedad, en la charla al<br />
margen se adivina en María Beneytcan<br />
estupendo y sano sentido <strong>de</strong>l humor,<br />
que no asoma «oficialmente» por<br />
culpa <strong>de</strong> una timi<strong>de</strong>z cautelosa <strong>de</strong> la<br />
que ella, por otra parte, presume un<br />
PILAR NARVION<br />
mo tiempo más distinto, qoe las<br />
<strong>de</strong> Honorio Maura, Linares Rivas, Gregorio<br />
Martínez Sierra. Ningún otro género<br />
dramático, ni el histórico, ha pagado<br />
con tanta rapi<strong>de</strong>z, tan sin <strong>de</strong>jar<br />
huella, como estas dirí latas visiones anguladas,<br />
inverosímiles las más <strong>de</strong> las<br />
veces, <strong>de</strong> cuestiones triviales entre nevsenajes<br />
que no tienen profundidad ninguna.<br />
Los <strong>de</strong>fectos, pues, <strong>de</strong> José López Rubio<br />
serán <strong>de</strong>fectos comunes al género<br />
teatral que cultiva,, y no propios, exclusivamente,<br />
<strong>de</strong> su obra.<br />
May acertados han estUdoJos críticos<br />
al enjuiciar cada una <strong>de</strong> las obras <strong>de</strong><br />
este autor; muy sutiles al advertir <strong>de</strong>fectos<br />
y virtu<strong>de</strong>s. Jamás na autor ha<br />
sido tan bien tratado, tan justamente<br />
juzgado como «L Pero Jamás se ha hablado<br />
<strong>de</strong> la rara semejanza que timen<br />
machísimas <strong>de</strong> sus frases con las <strong>de</strong>l<br />
finisecular Osear Wü<strong>de</strong>.<br />
Al azar, una <strong>de</strong> ellas:<br />
Escribió Wíl<strong>de</strong>: «Es malo que hables<br />
<strong>de</strong> ano, pero hay algo itnucho peor; que<br />
no hablen.»<br />
Escribió López Rubio en «Veinte y<br />
cuarenta»; «Es molesto para los artistas<br />
que les pidan autógrafos. Es más<br />
molesto qne no se los pidan.»<br />
¥ <strong>de</strong>spués, algo inconcreto, vago, que<br />
recuerda cien nombres ingleses o franceses<br />
en cada una <strong>de</strong> las reaforttmadas<br />
frases <strong>de</strong>l diálogo. Supongamos, por<br />
ejemplo, nna: «El dinero es algo gue<br />
los hombres inventamos para las mu-<br />
Aparte estas pequeneces, quedan cesas<br />
más importantes que advertir. No<br />
ya que et tema <strong>de</strong> «El remedio en la<br />
memoria» no es nada original —recor<strong>de</strong>mos<br />
tos célebres cuentos <strong>de</strong> Voltaire,<br />
«La otra comedia», <strong>de</strong> Somerset Mattg-<br />
CONFIEMOS EN EL MIEDO.<br />
L<br />
OS gran<strong>de</strong>s sabios <strong>de</strong>l musido,<br />
siete vivos y uno muerto, entre<br />
eiíos cinco premios Nobel, firmaron,<br />
un documento que, publicado en la<br />
prensa <strong>de</strong> Londres, foé reproducido<br />
por ía <strong>de</strong>l mundo entero. Es, como<br />
se sabe, un tremendo y angustiado<br />
aí"iso a los estados mayores <strong>de</strong> la política<br />
mundial sobre el inminente<br />
riesgo <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción absoluta <strong>de</strong> la<br />
Humanidad que llevan en sí las armas<br />
<strong>de</strong> energía nuclear.<br />
Estos sabios se extien<strong>de</strong>n en consi<strong>de</strong>raciones<br />
acerca <strong>de</strong> las horrendas<br />
consecuencias qne la expansión <strong>de</strong><br />
las oí»d!»s mvivas acarrearían a la<br />
especie humana, no sólo en la generación<br />
que las emplease, sino en<br />
las siguientes, por espacio <strong>de</strong> vanos<br />
siglos<br />
¡Los sabios! ¡Lo» inefables sabios!<br />
Por esa ley que hace tocarse<br />
a ios extremos, los cerebros orfteeres<br />
tienen macho <strong>de</strong> puerilidad.<br />
¿Qué cosas nuevas pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>cir los<br />
sabio —como no sea técnicamente—<br />
a los gran<strong>de</strong>s capitanes <strong>de</strong> la política<br />
sobre las consecuencias <strong>de</strong> «na»<br />
armas que esos mismos gobernantes<br />
están ensayando reiteradamente? ¿Es<br />
que DO están patentes ¡todavía! las<br />
consecuencias <strong>de</strong> Hirosima, producto<br />
infantil <strong>de</strong> la ciencia nuclear, sí se<br />
la compara con la madurez alcanzada<br />
nor las superbombas H, C y U?<br />
£vos sabios avanzan en sus especulaciones,<br />
posesos <strong>de</strong>l ansia febril<br />
<strong>de</strong>l «más allá» y arrancan sus secretos<br />
al universo. Con júbilo infantil<br />
lanzan sus <strong>de</strong>scubrimientos, los<br />
divulgan, y cuando los po<strong>de</strong>rosos se<br />
los apropian y les emplean en el<br />
mal, los pobres sabios, aterrados,<br />
quieren poner remedio a esas trágicas<br />
<strong>de</strong>sviaciones que ellos no supieron<br />
prevenir, y o bien procuran la<br />
compensación creando unos premios,<br />
como NóbeL o bien intentan evitar<br />
el mal con anas advertencias tardías,<br />
como esas <strong>de</strong> los ocho firmantes<br />
<strong>de</strong>l documento en cuestión.<br />
"Todo inútil. Después <strong>de</strong> la creación<br />
<strong>de</strong>l Premio Nobel y la patética<br />
<strong>de</strong>claración <strong>de</strong> su fundador, los<br />
hombres continuaron empleando la<br />
dinamita y sus formidables <strong>de</strong>rivados<br />
para la <strong>de</strong>strucción, y <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> la advertencia <strong>de</strong>l 8 <strong>de</strong> iolio seguirán<br />
«onstrayendo armís <strong>de</strong> energía<br />
nuclear.<br />
Ahora bien, ¿llegarán a emplearlas?<br />
To lo dudo; más bien creo que<br />
la superpoteneia <strong>de</strong> esas armas asegura<br />
la paz, que resulta muy di'ícfi<br />
si se basa en an <strong>de</strong>sarme mundial,<br />
par^ el rwal sería n«ícesaña la absoluta<br />
le^ltarl <strong>de</strong> todos los Gobiernos,<br />
rosa
Dados» sería una copia servil <strong>de</strong> «Budas<br />
<strong>de</strong> sangre»; «Carta a París* tendría<br />
una indiscutible influencia en «Yerma»;<br />
«Barriada», <strong>de</strong> Julio Alejandro,<br />
evocaría «Historia <strong>de</strong> una escalera», estrenada<br />
na año antes, y ésta, a su vez,<br />
recordaría «La calle», <strong>de</strong> EUner Rice,<br />
estrenada por la Xirgtfi nada, menos<br />
que en el año 1930, y «Siempre», 4e Jo-<br />
!ia Maura, sería consecuencia <strong>de</strong> «I-a<br />
plaza <strong>de</strong> Berketey*.<br />
Todo lo dicho es natural. Todos estamos<br />
enterados <strong>de</strong> eilo y, lógicamente,<br />
ne DOS extraña. Shakespeare no inventó<br />
ni un solo argumento; hasta «La fterefilia<br />
domada» tiene un marcado argnítn-nto<br />
jnacinaniielista.<br />
Pero sí es nuevo que «José López Kobio<br />
haya coincidido coa GoarescSü.<br />
«Celos <strong>de</strong>l aire» es, sin duda, la mejor<br />
eomedla <strong>de</strong> «no <strong>de</strong> los mejores dramáticos<br />
actuales; y, sin diida también,<br />
el final <strong>de</strong>l acto secundo es uno <strong>de</strong><br />
Ua gran<strong>de</strong>s aciertos <strong>de</strong> la obra.<br />
Sin recorday qne el graeios© Gervasio<br />
parece arrancado <strong>de</strong>l avispado sirviente<br />
<strong>de</strong>l segundo acto <strong>de</strong> la latal «Pspirvsa»,<br />
veamos <strong>de</strong> qué »xtraña maocrp<br />
coinci<strong>de</strong>n López Rubio y el humorista<br />
GaaresehL<br />
tn «El marido colegial», <strong>de</strong> Guaresehi,<br />
Cariota, casada con Camilo, observa<br />
gue su mujer juguetea <strong>de</strong>scaradamente<br />
con el señor Medítalo Filet.<br />
Camilo, encendido por los celos, habla<br />
con Robinia, ptims <strong>de</strong> su mujer, que.<br />
en el fondo, s© siente atraída por Camilo,<br />
y aconsejado por etla, <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n<br />
iniciar una escena <strong>de</strong> amor para dar<br />
celos a sn esquiva Carlota. Y escribe el<br />
italiano:<br />
« granítico <strong>de</strong> la costa: en el país <strong>de</strong> lo*<br />
unicornios, ají I ico símbolo <strong>de</strong>. I a virginidad<br />
.<br />
AI bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> fa carretera, coches <strong>de</strong> todas<br />
ías nacionalida<strong>de</strong>s. Terrazas llenas <strong>de</strong><br />
gente, <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>raos peregrinos que toman<br />
el soí sorbiendo whisky. Be vez en cuando,<br />
algaria que otra tienda <strong>de</strong> campaña.<br />
Y al enfilar el dique que conduce directamente<br />
al monte, veo a an lado y a<br />
otro la marea baja, «na playa íalsa tte<br />
arenas movedizas en don<strong>de</strong> a adié te<br />
ítaña.<br />
—Aquí hay <strong>de</strong>sgracias todos los año»<br />
- nos dicen- ; estas arenas son peligrosísimas.<br />
Conforme nos acercamos, Ift niebla se<br />
disipa, y, al <strong>de</strong>tenerse el coche ante la<br />
mole inmensa <strong>de</strong>l monte, me siento sobrecogida<br />
y pequeña. Unos jóvenes vestí*<br />
dos <strong>de</strong> «i 1 reres jaeques». que han venido<br />
1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1955
e-<br />
Ueza se <strong>de</strong>be al abad Robert <strong>de</strong> Torigny<br />
y en suya época la influencia espiritual<br />
ác Saint Michel se extendió por todo el El coro y el <strong>de</strong>ambulatorio, ya góticos,<br />
Occi<strong>de</strong>nte. Sobre la abadía, una bella y fueron edificados, asimismo, sobre una<br />
se r?na iglesia románica: su crucero se cripta y datan <strong>de</strong> I4S2. Mo<strong>de</strong>rnísimo gó-<br />
alienta sobre la pirámi<strong>de</strong> tniñeada <strong>de</strong>l tico con aire expresión isla.<br />
simnte y sus braaos reposan sobr' dos cartillas<br />
subterráneas: la <strong>de</strong> San Martín, al LA MARAVILLA<br />
Sur. v la ile loa Treinta Cirios, s<br />
E! último bastión áe la corona anglonomutnda<br />
pasó, con Felipe Augusto, aí<br />
reino <strong>de</strong> lo» Lises. Devoto <strong>de</strong>l Arcángel y<br />
hábil político, Felipe Augusto dio sumas<br />
enormes al Santuario; así fue cómo e*<br />
abad Jourdaia pud» llevar a cabo su<br />
grandioso proyecto.<br />
En el flanco Norte <strong>de</strong>l monte se alzan<br />
naus gigantescos muros <strong>de</strong> 240 pies <strong>de</strong><br />
largo por 108 <strong>de</strong> alto. Tres pisos se superponen<br />
audazmente sobre una serie <strong>de</strong><br />
criptas abovedadas. Son la Liraosnería,' la<br />
Bo<strong>de</strong>ga, la Sata <strong>de</strong> loa Caballeros, la Sala<br />
<strong>de</strong> Huéswdr-- el Refectorio v ©1 Claustro.<br />
¡Toaos loa <strong>de</strong>partamentos necesarios<br />
para la vida y la hospitalidad monacales!<br />
Sobre las columnülas <strong>de</strong>l claustro —góíico<br />
<strong>de</strong> principios <strong>de</strong>l xm—, típicamente<br />
francés, cortesano y frágil, las mochetas<br />
ostentan todas wa motivo diferente: el<br />
Cor<strong>de</strong>ro Pascual, OQ vendimiador, Dios<br />
Padre, «na. crass extraña, una roseta. Coiunmíllas<br />
y mochetes están ejecutadas en<br />
esa blanda piedra caliza tan propia <strong>de</strong> las<br />
construcciones normandas, pero el resto<br />
es granito; todas las edificaciones abaciales<br />
son graníticas como la misma roca <strong>de</strong><br />
que forman parte y que baja hasta la<br />
playa <strong>de</strong> Canéale. Esta es la Maravilla,<br />
equilibraba y fuerte, ligera y aérea. Y su<br />
construcción no daté más «pie veinticinco<br />
a partir <strong>de</strong><br />
LA TOMBELA1KE<br />
A una altura <strong>de</strong> 40© pies pobre el nivel<br />
d*-l mar, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la escalera <strong>de</strong> encaje «ranítíeo<br />
que circun<strong>de</strong> el ábsi<strong>de</strong>, la vista se<br />
mer<strong>de</strong> en el arenal y raí eí mar lejano.<br />
TVro si sr mira en dirección norte, podré<br />
verse muy cerca un pequeño islote <strong>de</strong>shabitado,<br />
pobre y salvaje y sin belleza.<br />
Es la Tombeüaine. Un islote tan antiguo<br />
f-f»mrt el monte, «roe tiene también su leyenda<br />
v su Iitstoria.<br />
La leyenda nos había <strong>de</strong> an extraño<br />
cómbete habido entre el rey Arturo y un<br />
gigante, por haber éste encantado y dado<br />
i«lote es, según la leyenda, la tumba <strong>de</strong><br />
Plena; mas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la atalaya <strong>de</strong> piedra,<br />
yo no he podido ver el más mínimo rastro<br />
<strong>de</strong> IB vieja tumba.<br />
La historia nos dice cómo este islote<br />
fue lugar <strong>de</strong> la resistencia inglesa, e»<br />
1^72. frente a la abadía, <strong>de</strong>fensora ya <strong>de</strong><br />
los <strong>de</strong>rechos franceses. Y cómo tras la victoria<br />
<strong>de</strong>l monte, convertido eJ Arcángel<br />
.San Miguel en el símbolo <strong>de</strong> la naciente<br />
Francia, el Rey Luis XI establecía en él,<br />
en agosto <strong>de</strong> 1469, la se<strong>de</strong> <strong>de</strong> la primera<br />
or<strong>de</strong>n nacional: la Or<strong>de</strong>n Militar'<strong>de</strong> San<br />
Migue!.<br />
El Mont Saint MicheU que hubo <strong>de</strong> sufrir<br />
los estragos <strong>de</strong> innumerables guerras,<br />
tempesta<strong>de</strong>s e incendios (el raye- incendió<br />
el monte trece veees en el curso <strong>de</strong> su<br />
historia, siendo, quizá, uno <strong>de</strong> estos rayos<br />
ci que diera lugar al milagro referido<br />
por Bereeo. según el cual sólo se salví<br />
el retablo <strong>de</strong> la Virgen y el Niño), ha logrado,<br />
merced a las infinitas restauraciones<br />
<strong>de</strong> siglo» diferentes y a la impresión<br />
<strong>de</strong> sug estilos diversos, la belleza compleja<br />
que hoy conserva.<br />
ft adiós al Mont Saint Míche! en un»<br />
bella tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> julio- La abadía <strong>de</strong>saparepe<br />
<strong>de</strong> nuevo en la lejanía y, conforme<br />
avanzamos, bajo la bruma ligera, «I tu»»'<br />
te recobra su aspecto fantasmal a la faor»<br />
EL TEATRO EN LA CAMPAÑA DE<br />
J| ENTRO <strong>de</strong> fa campaña <strong>de</strong> extensión<br />
cultura! que la Diputación <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong><br />
viene <strong>de</strong>sarrollando en ios pueblos <strong>de</strong> la<br />
provincia, se iia celebrado por primera<br />
ve? este año un ciclo <strong>de</strong> representaciones<br />
teatrales.<br />
La iniciativa partió <strong>de</strong> Eugenio Lostáu<br />
diputado provincia!, y aprobado el proyecto<br />
por la Diputación, se encomendó<br />
su realización al Teatro Popular <strong>de</strong>l Departamento<br />
<strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong> la Delegación<br />
Nacional <strong>de</strong> Educación, teatro constituí'<br />
do en su totalidad por actores jóvenes*<br />
machos <strong>de</strong> ellos universitarios, y dirigido<br />
por Gustavo Férez-Puíg.<br />
De este primer eiclo he podido asistir<br />
únicam»nl- - a las rrpresentaciones ofrecida*<br />
en alcalá <strong>de</strong> Henares, ante la portada<br />
<strong>de</strong> la Universidad, y puedo garantizar<br />
¡a extraordinaria acogida que los espectadores<br />
complutenses dispensaron al<br />
Teatro i*opu!ar, al igual que, según ee<br />
me informa, había sucedido antes en Torrelagima.<br />
Aran juez y Colmenar Viejo.<br />
En Alcalá <strong>de</strong> Henares se representaron<br />
w Ifigenia», <strong>de</strong> Eurípi<strong>de</strong>s, en versión <strong>de</strong><br />
José María Rincón, y t-El con<strong>de</strong>nado por<br />
<strong>de</strong>sconfiado», atribuida a Tirso <strong>de</strong> Molina,<br />
y ec los restantes pueblos mencionados,<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> estas dos obras, se monta<br />
famMéti «Tres sombreros <strong>de</strong> copa», <strong>de</strong><br />
Miguel Mihura.<br />
Las representaciones tuvieron siempre<br />
carácter gratuito, y los pueblos <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong><br />
han respondido con entusiasmo ?1 generoso<br />
empeño <strong>de</strong> la Diputación asistiendo<br />
en masa a las representaciones. Honradamente,<br />
me parece que éste es el camino<br />
para (jae el teatro vuelva a s*;r un<br />
espectáculo j*>pular en Fspaña, y todos<br />
cuanto? esfuerzos conduzcan a la continui»<br />
dad e intensificación <strong>de</strong> campañas como<br />
«Ingenia», áe EnrípMes<br />
Sea quien fuere su autor —que no es<br />
cuestión para §er dilucidada aquí y ahora—.<br />
la obra contiene indudables calida<strong>de</strong>s<br />
dramáticas que consignen acrecentar el interés<br />
«leí esencial problema teológico que<br />
en día se plantea: el <strong>de</strong> la libertad y la<br />
pre<strong>de</strong>stinación <strong>de</strong>l alma, según los supuestos<br />
<strong>de</strong> la polémica que sobre la gracia<br />
sostuvieron los Padres Báñex y Molina, y<br />
que eu la comedia, acor<strong>de</strong> eon la rese-lu-<br />
«»n <strong>de</strong>l Papa, se ¿acusa a £ar#r <strong>de</strong>l raolinisrao,<br />
haciendo el aufot qoe e! contumas<br />
pecador salve si alma, porque nunca<br />
le ialtó la le en la misericordia <strong>de</strong> Dios,<br />
en tanto se con<strong>de</strong>na el asceta, que dndó <strong>de</strong><br />
esta misma misericordia.<br />
La resáófi <strong>de</strong> José María Rincón acaso<br />
pecó <strong>de</strong> excesivamente esquemática, aun<br />
cuando es <strong>de</strong> justicia reconocer que no<br />
faltas en ella singana <strong>de</strong> las escenas fundamentales<br />
y qoe ha hecho fácilmente inteligibles<br />
los párrafos más oscuros <strong>de</strong>l orí-<br />
Tanto Fernando Delgado como Ángel<br />
Menéndbz supieron matizar nnrjr a<strong>de</strong>cuadamente<br />
sos respectivos y nada cómodos<br />
personajes —Enrice y Paslo, respectiva,<br />
mente—. Sin embargw, la careada <strong>de</strong> mi-<br />
«ófanos hubiera hecho peligrar e! buen<br />
éxito <strong>de</strong> la representación» a no ser por<br />
el brío y potencia coa que Fernando Guillen<br />
y Blanea SendJno dijeron sn» partes,<br />
consiguiendo que- el resto <strong>de</strong> los intérprete*<br />
elevara» el tono, que en. principio era<br />
<strong>de</strong>masiado bajo para qae pudiese llegar a<br />
los espectadores, Pilar Lasaña! Pedro Bel-<br />
Irán, Márcele Yurfe y el propio Peres-<br />
Puig, que se ñó obligado a improvisar,<br />
secundaron con acierto a los anteriormente<br />
citados.<br />
ATENEO<br />
JOAQUÍN DICENTA y<br />
ERNESTO VELLVE "<br />
A Compañía Renacimiento,<br />
L por Joaquín Dicenía y José María<br />
Seoane, ha estrenado en el teatro Lara<br />
JUAN EMILIO ARAGONÉS «Tres sombreros», <strong>de</strong> Mlhur»<br />
lina comedia <strong>de</strong> tema rabiosamente actttat»<br />
y <strong>de</strong> factor» torpe y vieja. Si<br />
«El hogar en la calle» se hubiera escrito<br />
coa na mínimo <strong>de</strong> picardía- escénica<br />
y coa un criterio- mas acor<strong>de</strong><br />
con las exigencias <strong>de</strong>l teatro mo<strong>de</strong>rno,<br />
la comedia sabría armado on gran al*<br />
borato, logrando nray probablemente ara<br />
bnea éxito <strong>de</strong> público-, porque su asunto<br />
es <strong>de</strong> los que interesan y apasionan<br />
a todo tipo <strong>de</strong> espectadores.<br />
Si esto ne &a ©camáo sólo puedo<br />
achacarlo al sentido anacrónico qae<br />
Joaquín Dicenta y Ernesto VelKS han<br />
<strong>de</strong>mostrado tener <strong>de</strong> lo que el teatro<br />
requiere actualmente para ser aceptado.<br />
No falta en esta comedia ningún elemento<br />
<strong>de</strong> cuantos reiteradamente se<br />
han <strong>de</strong>nunciado como inadmisibles en<br />
el buen arte dramático: la escena inicial<br />
a cargo <strong>de</strong> dos criados, que nos ponen<br />
en antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la situación;<br />
la absoluta vulgaridad <strong>de</strong> un lenguaje<br />
que resta toda eficacia a las verda<strong>de</strong>s<br />
que se dicen; <strong>de</strong> cuando en cuando, una<br />
evi<strong>de</strong>nte imitación <strong>de</strong> las frases seodofilosóficas<br />
que tanto se prodigaron<br />
en el teatro <strong>de</strong> Benavente —y ya oportunamente<br />
dijo éste: «Bienaventurados<br />
nuestros imitadores, porque <strong>de</strong> ellos serán<br />
nuestros <strong>de</strong>fectos»; la inclusión <strong>de</strong><br />
escenas marginales que preten<strong>de</strong>n ser<br />
trascen<strong>de</strong>ntes —<strong>de</strong> otro modo no se justifica<br />
sn inctosióa—, y que no pasas<br />
<strong>de</strong> anodinas, y, sobre todo, el escamotee<br />
—inhábil, a<strong>de</strong>más— <strong>de</strong> las situaciones<br />
más difíciles» que tos autores han<br />
solucionado, por la vía más cómoda,<br />
entre bastidores, y este es el caso <strong>de</strong><br />
la <strong>de</strong>cisiva escena entre Angeles y Fernando<br />
Monterrey, ele la que los espectadores<br />
sólo pue<strong>de</strong>n conocer el feliz <strong>de</strong>senlace,<br />
pero no los caminos que siguieron<br />
para llegar a él.<br />
Joaquín Dicenía y Ernesto Vellvé han<br />
hecho constar en el programa: «Si alguien<br />
se encentrase parecido en cualquier<br />
personaje <strong>de</strong> esta comedia, no culpe<br />
a los autores, que no tuvieron intención<br />
<strong>de</strong> hacer ea ella semejanza alguna<br />
personal». De^<strong>de</strong> Inego, la nota no hubiese<br />
estado <strong>de</strong> más en el caso <strong>de</strong> qae<br />
el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la comedia hubiera respondido<br />
a su concepción, puesto que los<br />
problemas aue en. ella han querido<br />
plantearse: los negocios sucios, el estraperto-<br />
las fortunas amasadas al margen<br />
<strong>de</strong> la ley, son muy <strong>de</strong> nuestro tiempo;<br />
pero la <strong>de</strong>safortunada plasmación<br />
<strong>de</strong> la I<strong>de</strong>a ha restado fuerza a ésta,<br />
y difícilmente pu«<strong>de</strong> nadie reconocerse<br />
en «nos personajes tan elementales e<br />
inconsecuentes como los que aparecen<br />
en «El hogar en la calle». Be lo dicho<br />
pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ducirse que carece <strong>de</strong>! neeesa-<br />
.•io vieor la intención citieista, y en a«gúo<br />
modo purifica<strong>de</strong>ra, con qae la comedia<br />
fue escrita.<br />
Con la salvedad <strong>de</strong> Amalia Kodrígaez<br />
—espléndida <strong>de</strong> gesto y ton» en el<br />
tercer acto— y o> José Mr»ría Seoane,<br />
poco hicieron los áemás intérpretes por<br />
dos, <strong>de</strong> García y Ros, tan anserómees<br />
como la obra.<br />
ESDE luego, no es cosa qae se<br />
D haya Inventado ahora —ni para<br />
escribir las cuatro lineas <strong>de</strong> esta columna<br />
vale la pena tampoco remontarse<br />
a los grandiosos tiempos primeros<br />
<strong>de</strong>l teatro en Grecia— las representaciones<br />
dramáticas al aire iit>re.<br />
Pero si tienen una faceta especial<br />
entre nosotros a partir <strong>de</strong> Sagunto.<br />
Es lo que se ha empezado a<br />
llamar «tamayismo» y, últimamente,<br />
«teatroscope».<br />
Efectivamente, empezó Tamayo en<br />
Sagunio, siguió en ¿Herida —elevando<br />
lo espectacular a la enésima potencia—,<br />
y recientemente han seguido<br />
por sus fueros Esteban Polis y<br />
Juan Germán Schroe<strong>de</strong>r en «El libro<br />
<strong>de</strong> Cristóbal Colón», <strong>de</strong> Paul Clau<strong>de</strong>l»<br />
con la carabela «Santa Mari»» como<br />
fondo, en la orilla barcelonesa<br />
<strong>de</strong>l Mediterráneo.<br />
Con lo cual parece ser que habrá<br />
qae ir pensando en una nueva, invasión<br />
<strong>de</strong> hábitos dramáticos específicos<br />
<strong>de</strong> nuestro tiempo. Una Invasión<br />
qne irá levantando sos campamentos<br />
por todos les rincones <strong>de</strong> España<br />
que <strong>de</strong>n moíh'o por sus condiciones<br />
naturales o sti paisaje histórico<br />
para una exhibición a<strong>de</strong>cuada a tal<br />
o cual obra preparada esprofeso para<br />
la ocasión o adaptada al medio<br />
por sus especiales condiciones intrínsecas.<br />
A primera vista pue<strong>de</strong> parecer que<br />
esto, en último extremo, conduce directamente<br />
a ana expansión cultural<br />
<strong>de</strong> la qne sería estúpido negar que<br />
hay numerosos rincones españoles<br />
— rincones y exnlanadas— hambrientamente<br />
necesitados.<br />
Pero inmediatamente nos vemos<br />
obligados —aparte <strong>de</strong> entrar en consi<strong>de</strong>raciones<br />
<strong>de</strong> más largo alcance<br />
^esperto a la dudosa influencia útil<br />
<strong>de</strong> estas especiales manifestaciones<br />
faltnrales— a establecer una diferen-<br />
"iación ineludible entre dos términos<br />
qoe pue<strong>de</strong>n no ser antitéticos,<br />
oero que también pue<strong>de</strong>n serlo. Estos<br />
dos términos son: teatro y espectáculo.<br />
No se pue<strong>de</strong> dudar qoe —por lo<br />
«se yo personalmente he presenciado<br />
en Sagtmte v en Mérida— e! esnectácnle,<br />
peroné no pue<strong>de</strong> negarse<br />
••ne lo sea, es bello, atractivo, sares-<br />
*ivo. Et marco es grandioso y el tinglado<br />
levantado en él consigne el<br />
fin propuesto, si el fio propuesto<br />
"onsiste en aue hasta las estrellas y<br />
la noche misma colaboren con les<br />
ictores y los <strong>de</strong>corados —naturales<br />
r fingidos— en la representación.<br />
Sm embargo, hablando en plaia,<br />
no es teatro. Se trata <strong>de</strong> otra cosa<br />
distinta. Tal vez le sirva el título <strong>de</strong><br />
espectáculo en principio. Y tampoco<br />
qniero <strong>de</strong>cir que carezca <strong>de</strong> importancia,<br />
en cierto sentido. Pero me<br />
resigno a llamarlo teatro. Seria largo<br />
dar razones. Tendría razón quien<br />
pudiera exigírmelas, y creo qae podría<br />
darlas. Pero en estas líneas únicamente<br />
me interesa sentar este juicio<br />
particular qne —claro está— pue<strong>de</strong><br />
también estar equivocado.<br />
JOSÉ JAVIEK ALEIXANDRE
Harold Brauíu<br />
«MIENTRAS ESTES A MI<br />
LADO><br />
Lástima que nos llegue tan poco<br />
cine alemán. Porque supongo qoe ese<br />
cine dará más <strong>de</strong> una película como<br />
ésta, en la que muestre su gran ciarse,<br />
©a la que recuer<strong>de</strong> que la cultora<br />
alemana, la sensibilidad germana, tienen<br />
todavía mucho que <strong>de</strong>cir al amado<br />
<strong>de</strong> los «frigidaires» y la» «cocacolas»;<br />
<strong>de</strong> los congresos <strong>de</strong> munícipaos<br />
y <strong>de</strong> la fabricación <strong>de</strong> «frégates».<br />
Buena <strong>de</strong>mostración la <strong>de</strong> este film,<br />
que no es, sin embargo, extraordinario.<br />
Hay mucho <strong>de</strong> comedia rosa^<br />
amable, en esta película. Hay un problema,<br />
sin embargo. Como el musido<br />
<strong>de</strong> la realidad y <strong>de</strong> la ficción se entremezclan<br />
a veces, y el hombre no<br />
sabe dón<strong>de</strong> empieza la vida, y dón<strong>de</strong><br />
el suelto. Es «1 mundo interior <strong>de</strong>l cine,<br />
al que Ereahborg llamó fábrica<br />
<strong>de</strong> sueñes y otros hemos llamado espejo<br />
<strong>de</strong> fe* vida. £3 cine que crea fantasmas<br />
<strong>de</strong> luz y los lanza a «h&rros<br />
blancos sobre un blanco lienzo. El dne<br />
Que crea mañéeos <strong>de</strong> nada y los<br />
mueve sobre un espacio qoe no existe<br />
y les da anas voces que nnnea han<br />
hablado. £1 cine que nos da cada día<br />
1» lección <strong>de</strong> un mondo cread© sobre<br />
la esperanza^, tas Hustctoes y los recuerdos.<br />
Sobre el asco y Ja admiración,<br />
sobre al náusea y el llanto, sobre<br />
1» vid» y la muerte. Los hombres<br />
nacen y mueren en el cine. Pero ésta<br />
es la mas hermosa mentira que Jamas<br />
haya inventado el hombre. Esta es<br />
una. mentira que pue<strong>de</strong> calentar el corazón<br />
helado <strong>de</strong>l mundo.<br />
Que<strong>de</strong> dicho, pues, que éste es un<br />
ftlra importante. Una realización expertísima<br />
los <strong>de</strong>corad», la música, todo<br />
h» servido a un tema que, Junto<br />
a sus <strong>de</strong>rivaciones rosáeeas, tiene sugerencias<br />
importantes para todo hombre<br />
<strong>de</strong> bien y <strong>de</strong> inteligencia. Para<br />
un film, sobre todo, que cuenta con<br />
una actriz como María Schell. Una<br />
actriz capaz <strong>de</strong> llenar un cine. Uno<br />
piensa con tristeza que el cine español<br />
pue<strong>de</strong> hacer muy poco mientras<br />
no tenga una María Schell o una<br />
Claire Bloom. Una actriz que pueda<br />
dar vida al mundo <strong>de</strong> la fábula y<br />
crear vida sobre la pantalla, y llevar<br />
a la vida ese escalofrío<br />
que el hombre siente sólo<br />
ante la presencia <strong>de</strong><br />
lo subMme. &fa¡ría ríe,<br />
llora, grita, habla, anda,<br />
vive prodigiosamente en<br />
este Film. ¥ se nos mnestra<br />
como una <strong>de</strong> las ac-<br />
A. Isas i Isasmendi:<br />
<strong>de</strong>licaetas que cuenta el<br />
séptimo arte.<br />
«RELATO POL1CIACO><br />
El cine barcelonés —porque hay un<br />
cine barcelonés que «así nada &eee<br />
que ver coa el eiue madrileño— tiene;<br />
una clara ten<strong>de</strong>ncia' al mimetismo.<br />
Mientras aea hacemos pelfcutas folklóricas,<br />
allá se hinchan a hacer films<br />
policíacos.<br />
Vkt <strong>de</strong>scargo diré Que a mí ase h»<br />
' gustado este film <strong>de</strong> lsasi. Es ingenuo,<br />
torpón, primitivo. Y tiene mi inagnan-<br />
parche al comienzo y otro al flnai;<br />
la intervención <strong>de</strong> Conrado San<br />
Martin, actor at que sólo hemos visto<br />
nna película aceptable. No es ésta.<br />
LA palíenla: cuenta dos historias policíacas,<br />
cuyos protagonistas son agentes<br />
españoles. Lastima que la mala<br />
construcción <strong>de</strong>l guión y la interpretación<br />
mediocre <strong>de</strong> algunos actores<br />
haya, <strong>de</strong>saprovechado la<br />
ocasión <strong>de</strong> hacer un film<br />
muy aceptable. I*o que<br />
queda, sin embargo, tiene<br />
atisbos <strong>de</strong> ínteügenda,<br />
y no es <strong>de</strong>cir poce.<br />
Hay buena luz, excelente<br />
movimiento <strong>de</strong> cámara<br />
e Imaginación en e!<br />
director. No es poco.<br />
Vlsrk Robson:<br />
«NUBE DE SANGRE»<br />
Hay que estar atentos a los films<br />
dé Robson. El último fue «El ídolo<br />
<strong>de</strong> barro».- No es cosa <strong>de</strong> hacer ahora<br />
aquí su crítica, pero recordamos<br />
que era nn nlm importante. No tanto<br />
como «El gran eiwSeaval», por la<br />
extensión <strong>de</strong>l argumento; pero bueno,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego. Ahora, en «Nube <strong>de</strong><br />
sangre», Robson nes da otro buen folletín.<br />
Una película <strong>de</strong> curas que recuerda<br />
mucho a «Llamad a cualquier<br />
puerta» en el tono y la intención, y<br />
en la que ía historia presenta faltos<br />
lamentables. Toda la justificación <strong>de</strong>l<br />
relato central es falsa, artificial, convencional.<br />
Pero todo esta contado con<br />
baen lenguaje cinematográfico, gracias<br />
a utt a<strong>de</strong>cuado sentido <strong>de</strong>l montaje,<br />
que es siempre la sintaxis <strong>de</strong>l<br />
film.<br />
La cinta muestra, a pesar <strong>de</strong> todo,<br />
que las películas buenas<br />
no se hacen con directores<br />
buenos solamente;<br />
hace falta, a<strong>de</strong>más, un<br />
buen guión. Este era<br />
malo. Lo siento, porque<br />
era una <strong>de</strong> las películas<br />
más trascen<strong>de</strong>ntes, por<br />
so tema, que se nos haeu<br />
los<br />
Ei titulito castellano
FUERA DE LA PANTALLA<br />
El director cinematográfico Luis Lucía ha hecho unas <strong>de</strong>claraciones al<br />
periodista Casas que se «an puoíicadc en la revista «.friamos. En eilas<br />
—y eiio me parece lógico, iícito y elogiable— justifica sus películas que,<br />
evi<strong>de</strong>ntemente, son comerciales. (.En <strong>de</strong>finitiva, mi opinión critica auw<br />
cada película <strong>de</strong> Lucia se produce en el momento <strong>de</strong>l estreno; Hasta la<br />
fecha, no es favorable, y estoy <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r rectificar.) Añora bien,<br />
l¿ui& Lucia opina soers las Primeras Conversaciones Cinematográficas Naclónales<br />
celebradas en Salamanca, que, a juzgar por lo que dice, sólo conoce<br />
«muy <strong>de</strong> oídas». Y opina, naturalmente, en contra; cusa que uic parece<br />
lógica y lícita, porque, justamente, en el cine que en Salamanca se recna-<br />
¡^oa va incluida la casi totalidad <strong>de</strong>l cine que Lucia ha rtaüzado.<br />
Pero esta opinión contraria se manifiesta en dos direcciones. Una, hábil,<br />
consiste> en quitar importancia a las Conversaciones sobre la base <strong>de</strong> Ja<br />
referencia a la juventud <strong>de</strong> los organizadores, a los que adorna ^con les<br />
calificativos <strong>de</strong> limpiamente sinceros, entusiastas y Henos <strong>de</strong> buena fe.<br />
A los que llama, como era <strong>de</strong> esperar, buenos muchachos. Y nada más.<br />
Implícitamente, se íes tacha <strong>de</strong> ingenuos. Y nada mas. i,as Cuu versaciones,<br />
presentadas así, pasan a convertirse en una especie <strong>de</strong> cachupinada<br />
más o menos confusa, don<strong>de</strong> unos muchachos —probablemente ambiciosos,<br />
pero eso sí, generosos— <strong>de</strong>spotricaron sin mayor interés sobre eí<br />
cine español. Y, cí&fi> esta, r^suita qu« ia casa no lúe así. acanita que di<br />
Salamanca casi todos hablaron <strong>de</strong> cine español con conocimiento verda<strong>de</strong>ro,<br />
con un apasionado estudio <strong>de</strong> sus problemas <strong>de</strong> todo tipo, y se<br />
alcanzaron unas conclusiones a las que me remito. Toda comparación es<br />
idiosa, pero me gustaría conocer alguna otra reunión don<strong>de</strong> se alcanzaran<br />
conclusiones % ,n útiies sobre el cine español.<br />
La otra dirección consiste en buscar no se sabe qué ocultas intenciones<br />
en los que estuvimos allí reunidos. Allí se aprobaron unas conclusiones y<br />
DO la exposición que las precedía o la intención oculta <strong>de</strong>l que las presentaba.<br />
Se buscó, y se encontró, una base <strong>de</strong> unidad entre los reunidos, y<br />
eso fueron las conclusiones. Cuidadosamente se persiguió que en ellas no<br />
apareciera ni un solo vocablo equívoco, ni una sola palabra <strong>de</strong> posible<br />
interpretación contradictoria. Dice Lucia: «Se llegó a <strong>de</strong>cir que "eí cine<br />
español es socialmente estéril y políticamente ineficaz".» Apart <strong>de</strong> que lo<br />
que se dijo, junto a otras tres características más, no es exactamente eso.<br />
sino «políticamente ineficaz y socialmente falso», que no es lo mismo, ni<br />
mucho menos. ¿Es que eso no es verdad, por parte <strong>de</strong>l comercial cine<br />
español es socialmente estéril y políticamente ineficaz".» Aparte <strong>de</strong> que Jo<br />
ao expresada y que no podíamos adivinar quienes no somos poseedores <strong>de</strong><br />
faculta<strong>de</strong>s «psíquicas» dignas <strong>de</strong> un faquir? ¿Es que la mejor prueba <strong>de</strong><br />
que el cine comercial español es eso, exactamente eso, no es. cabalmente,<br />
«Un caballero andaluz», al margen <strong>de</strong> su éxito mercantil y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sgraciada<br />
—y aquí hablo políticamente, como falangista— acogida fervorosa<br />
que encontró en el público español?<br />
Soy <strong>de</strong> los que creen que trasladar al campo <strong>de</strong> la política temas que<br />
no le pertenecen es contribuir a una confusión lamentable. Pido perdón<br />
y los lectores por haberlo hecho en esta ocasión, pero era inevitable si<br />
quería contestar cumplidamente no sólo a Luis Lucia —que planteaba el<br />
tema en ese terreno—_. sino también a una cierta especie difundida sobre<br />
estas Primeras Conversaciones Cinematográficas Nacionales, recogida ya en<br />
varios comentarios <strong>de</strong> prensa. Si los que fuimos a Salamanca a hablar <strong>de</strong><br />
pero que «trabajaba» Constan©» Bennet,<br />
X&ta. vez Pedro infantes canta<br />
poco, aunque regular. La, Mtrosfctva se<br />
nos recuerda como una mujer impresionantemente<br />
bella; la<br />
conocí en <strong>Madrid</strong>, y pu<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>cir <strong>de</strong> ella que era<br />
una <strong>de</strong> las mujeres más<br />
inteligentes y ©oa .mayor<br />
sentido <strong>de</strong> la alegría<br />
que he conocido; se suihace<br />
poco. Perra.<br />
La, película hace reír<br />
y entretiene. Pero <strong>de</strong> cine,<br />
palabra, no tiene nada*<br />
absolutamente nada.<br />
S. <strong>de</strong> la B.—En eí pasado Harnero<br />
se <strong>de</strong>spremBeron las «abeeüas<br />
que, a modo <strong>de</strong> firma, llevan al final<br />
las distintas crónicas <strong>de</strong> esta<br />
sección, en las críticas correspondientes<br />
a «El guardián <strong>de</strong>l paraíso»<br />
(Marcelo Arroita-Jáuregui, en el tipo<br />
<strong>de</strong> letra «redonda», y José María<br />
Pérez Lozano, ea 1» «negrita»}. Si<br />
añadimos que el primero <strong>de</strong> los nombrados<br />
era attter <strong>de</strong> la nota <strong>de</strong> «Fuera<br />
<strong>de</strong> la pantalla», los hneqnecitofl<br />
blancos <strong>de</strong> Ja página 10 <strong>de</strong> nuestro<br />
número 8$ quedan rellenes, a&n?uc<br />
ses quince días <strong>de</strong>spués. Por lo <strong>de</strong>más,<br />
el lector avisado hatera podido<br />
advertir n cada m *e los «firmantes»<br />
tiene adjudicado an tipo <strong>de</strong><br />
letra especial y, salvo en la neta sobre<br />
el doblaje, podo <strong>de</strong>ducir por si<br />
mismo la paternidad <strong>de</strong> caá* va» <strong>de</strong><br />
las criticas nnértaoas.<br />
ATENEO<br />
cine nos hubiéramos puesto a habíar <strong>de</strong> política, seguramente no hubiéramos<br />
estado <strong>de</strong> acuerdo. Como nos pusimos a hablar <strong>de</strong> cine, lo estuvirr.os,<br />
y formulamos una serie <strong>de</strong> conclusiones que, con toda evi<strong>de</strong>ncia,<br />
conducen a uxi cine español mejor, más digno <strong>de</strong> la España en que vivimos.<br />
De don<strong>de</strong> resulta que, al final, realizamos una labor política en el mas<br />
amplio y más noble sentido <strong>de</strong> la palabra. Lo <strong>de</strong>más, las diferencias estéticas<br />
o políticas, que se quedaron justamente en el umbral <strong>de</strong> las conclusiones,<br />
resultan secundarias; por lo menos, allí, y para lo que nos<br />
habíamos reunido.<br />
Para Luís Lucia, y aunque estoy seguro tíe que ya lo conoce,<br />
con el fin <strong>de</strong> que sea más caritativo con una empresa<br />
que quiso ser generosa, y para que lo compartan también esos<br />
otros comentaristas suspicaces, transcribo <strong>de</strong>l «Juan <strong>de</strong> Mairena»,<br />
<strong>de</strong> Antonio Machado, unas líneas:<br />
«La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.<br />
AGAMENÓN.—Conforme.<br />
EL PORQUERO.—No me convence.»<br />
]Vjf I crónica <strong>de</strong> íss Conversaciones Cinematográficas Nacionales <strong>de</strong> Sftla*<br />
i-'-tt manca me ha traído nray diversos y pintorescos comentarios. Unos<br />
han visto sibilinas intenciones en la omisión <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados nombres,<br />
otros han dicho que sí tal errata. Otros, que si la mención » Fulano es<br />
<strong>de</strong>masiado rápida. H» habido comentarios para todos los gustos. Por eso,<br />
con permiso, me interesa aclarar que mí original ocupaba algo más <strong>de</strong>l<br />
doble <strong>de</strong> Jo publicado, y que fueron simples exigencias <strong>de</strong> espacio, <strong>de</strong> planificación,<br />
las que obligaron a ia Redacción <strong>de</strong> ATENEO a- reducir el texto.<br />
A mí no me importa, como s ningún periodista, que se me corte por causas<br />
razonables, y yo mismo tengo qae nacerlo en origínales ajenos otras<br />
veces, Pero parece conveniente aclarar eo este caso que no ha habido en<br />
mi crónica más mala intención <strong>de</strong> la que claramente s« ve. Oculta, ninguna.<br />
Siento, concretamente, que mi resumen <strong>de</strong> ía ponencia <strong>de</strong> Marcelo<br />
Arroita haya sido <strong>de</strong> los párrafos a los que le tocó la china <strong>de</strong>l lápiz<br />
rojo, ¡porque la ponencia era interesante y porque —a mí, la coba, pliro—<br />
Marcelo le merece, y <strong>de</strong> eso sabe el lector tanto como yo.<br />
Esto no tiene nada que ver con el hecho <strong>de</strong> que las Conversaciones<br />
<strong>de</strong> Salamanca hayan tenido otras repercusiones <strong>de</strong> bastante interés. Alguna,<br />
incluso, peligrosa: la <strong>de</strong> formar grupos. Por eso ya se está pensaado<br />
«it las II Conversaciones Nacionales, que, como <strong>de</strong>cía, Patino, bien podían<br />
organizarse a los resplandores <strong>de</strong> la antorcha <strong>de</strong> Vinces, ese cíneclub mo<strong>de</strong>lo<br />
que sin efectismos, pobremente, arduamente, está haciendo más- por<br />
el buen cine íjue ios cinedubs <strong>de</strong> señores eon tirilla y señoras con pestañas<br />
artificiales, & que los otros, ios <strong>de</strong>í «snobis&no» intelectual a todo pasto.<br />
José ¡María Caíio, cayo inteligente, artículo ea «Triunfo» sobre la censura<br />
quise reproducir también en aquel intento <strong>de</strong> crónica salmantina,<br />
estamos seguros <strong>de</strong> que sabrá apoyar este proyecto.<br />
Finalmente, yo creo gue la gran lección <strong>de</strong> Saiamsaca es la <strong>de</strong> la<br />
responsabilidad. Allí hubo señor que tocó el flautín, <strong>de</strong>sentonando mucho,<br />
porque ésa era I» única manera <strong>de</strong> gue se le oyera. Allí hubo mucho<br />
«ritito <strong>de</strong> intelectual histérico y algo pachucho. Allí hubo algo —¿algo?—<br />
<strong>de</strong> miedo a hablar con machada claridad <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> julio. Allí hubo mocha<br />
maniobra <strong>de</strong> «catrefour» privado. Allí hubo sus zonas<br />
<strong>de</strong> penumbra. Pero hubo también una gran verdad: la <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar<br />
que cnaníos estábamos allá queremos al cine español.<br />
Y ésta es la lección: la mejor manera <strong>de</strong> querer si cine español<br />
es la <strong>de</strong> servirte eon honra<strong>de</strong>z y con fervor. Que los críticos<br />
seamos cada vez mejores críticos. Que los directores se exijan<br />
cada vez más. Que los guionistas, lo mismo. Que cada cual,<br />
ei> fin, lleve a su campo <strong>de</strong> acción d sentimiento <strong>de</strong> qne el<br />
futuro <strong>de</strong>l cine español ha comenzado.
;ED ACTOR MI'SICA Lt ITRNANC<br />
T AMBIEN en la danza ha habido una<br />
invasión, <strong>de</strong> los bárbaros. Una invasión<br />
que ha traído nueva vida y<br />
fresca renovación a las viejas formas<br />
académicas, ya un tanto hueras por haber<br />
ido perdiendo vigencia los valores<br />
que les daban sentido. Bárbaros - -como<br />
en música— hemos sido españoles y<br />
rusos. Onos y otros hemos llegado por<br />
distintos caminos al antiguo arca <strong>de</strong><br />
la tradición europea. En cuanto a nosotros,<br />
los españoles, mejor <strong>de</strong>bemos<br />
<strong>de</strong>cir que hemos vuelto, ya que en los<br />
orígenes <strong>de</strong> esta tradición hemos tenido<br />
buena parte. Si durante unos dos<br />
siglos nos hemos ido apartando <strong>de</strong> la<br />
corriente artística europea que en gran<br />
modo habíamos contribuido a formar<br />
—escuela polifónica <strong>de</strong> la Compostela<br />
medieval, Tomás Luis <strong>de</strong> Victoria, vihuelistas.<br />
Ramos <strong>de</strong> Pareja, con sus<br />
teorías sobre el temperamento; Correa<br />
<strong>de</strong> Arauxo, en la composición para el<br />
órgano...—, ello toa contribuido a que,<br />
vivienda <strong>de</strong> espaldas al arte cosmopolita,<br />
ahondáramos más en nuestra propia<br />
esencia. Así nuestra música y nuestra<br />
danza tienen noy una personalidad<br />
tan <strong>de</strong>finida.<br />
Hay error en suponer que el presente<br />
<strong>de</strong> estas artes se origina exclusivamente<br />
—<strong>de</strong> acuerdo con las i<strong>de</strong>as nacionalistas<br />
<strong>de</strong> Felipe Pedrell que .siguen<br />
nuestros músicos <strong>de</strong> este siglo— en raíces<br />
populares, tanto mas cuanto que si<br />
examinamos con atención estas fuentes,<br />
encontraremos, no sin sorpresa,<br />
que su supuesta popularidad encuentra<br />
fáciles antece<strong>de</strong>ntes en formas cultas<br />
<strong>de</strong> tos siglos XVEC y XVTtL Esto lo<br />
saben bien los estudiosos <strong>de</strong>l folklore,<br />
que han encontrado que más <strong>de</strong> un<br />
traje típico <strong>de</strong> alguna Iregióti se correspondía<br />
con eí <strong>de</strong> una época <strong>de</strong>terminada.<br />
Y el mo<strong>de</strong>lo, cuya evolución paralizada<br />
había dado iugar al supuesta<br />
tipismo, ha sido, en más <strong>de</strong> una. ocasión,<br />
un traje <strong>de</strong> corte.<br />
Concretándonos a ia música y ia danza,<br />
que tan unidas van, como es natural,<br />
en su evolución, tenemos que MI<br />
cultivo partiendo, según la consigna<br />
pedrelKana, <strong>de</strong> las fuentes populares<br />
autóctonas, supone muchas veces, en<br />
realidad, reanudar una tradición encuadrada<br />
en ia mejor linea europea e interrumpida<br />
por nosotros —no es este<br />
lugar para averiguar las causas— en el<br />
siglo XVlIi.<br />
Esto que <strong>de</strong>cimos es un hecho d e<br />
nuestra Historia, que, nos guste o no,<br />
hemos <strong>de</strong> aceptar. Hay en su apreciación<br />
dos vertientes: nuestro apartaminio<br />
<strong>de</strong> lo europeo, en un momento<br />
en que estas artes cristalizan en formas<br />
perfectas, nos restó universalidad;<br />
por otra parte, este volvernos <strong>de</strong> espaldas<br />
durante tan largo tiempo nos llevó<br />
a ahincarnos en nuestro ser esencial:<br />
lo que perdíamos en universalidad lo<br />
ganábamos en hondura. Recor<strong>de</strong>mos<br />
que España, que apenas ha dado obras<br />
románticas, ha sido el país romántico<br />
por excelencia para el arte y la literatura<br />
europeos.<br />
Hoy, al postular <strong>de</strong> nuevo un arte<br />
universal, nos encontramos que no estamos<br />
comprometidos en la aventura<br />
<strong>de</strong> las formas tradicionales <strong>de</strong> la aca<strong>de</strong>mia,<br />
ya <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ntes, y, lo que es mejor,<br />
que estamos en condiciones <strong>de</strong><br />
aportar la energía revitalizadora <strong>de</strong><br />
que tan necesitado está el arte #»<br />
nuestra Europa.<br />
• • •<br />
Pienso estas cosas ante la breve y<br />
esperanzadora temporada <strong>de</strong> «ballet» esr<br />
pañol que Marierama ha <strong>de</strong>sarrollado<br />
estos días en <strong>Madrid</strong>. «Ballet» español<br />
como empresa <strong>de</strong> esta bailarina que..<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> niña, tuvo la doble formación <strong>de</strong>seable:<br />
la. clasica —fue alumsa en Pa-<br />
rís <strong>de</strong> la Gronteharova-— y la <strong>de</strong> nuestra<br />
escuela. A<strong>de</strong>mas, ella nos lo dirá, tuvo<br />
el ejemplo <strong>de</strong> Antonia Mercé, como<br />
máxima presencia <strong>de</strong> un espíritu español<br />
estilizado, que, en la nostalgia <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
el Sena, se hace culto diario y familiar.<br />
Mariemma vive así estos años<br />
<strong>de</strong>cisivos: <strong>de</strong> un lado, eí ejemplo <strong>de</strong>l<br />
mejor «ballet» tradicional europeo, en<br />
las mejores agrupaciones mundiales; <strong>de</strong><br />
otro, Antonia Mercé,. en quien ve el<br />
mejor resumen <strong>de</strong>l más alto y aquilatado<br />
baile espeñaí, cuyos secretos tée<br />
nicos recibe <strong>de</strong>i famoso maestro Mira<br />
lies, que en sus andanzas por el mun-<br />
—Su enorme personalidad, que los diferencia<br />
<strong>de</strong> las fórmulas clásicas, ya<br />
gastadas.<br />
—Sin embargo, algo hay <strong>de</strong> coman<br />
entre nuestra danza y el «ballet» académico...<br />
—Claro es: los orígenes. Nosotros hemos<br />
conservado casi milagrosamente<br />
pasos y actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ios siglos XVII<br />
y XVIII que ellos habían perdido en<br />
la evolución.<br />
—¿En qué dirección cree usted que<br />
<strong>de</strong>be orientarse ei futuro <strong>de</strong> nuestro<br />
«ballet»?<br />
—-En la <strong>de</strong> ahondar cada vez más en<br />
i el « español<br />
do había llegado á ser- primer bailarín<br />
en la Opera <strong>de</strong> San Petersburgo.<br />
Mariemma, pues, estíá en'condicionen<br />
excepcionales para realizar la difíc'<br />
empresa <strong>de</strong> crear un «baílets español.<br />
De reinsertar, en la vieja tradición,<br />
nuestro, paradójieamenite, joven y vigoroso<br />
arte. De, por el contrario, introducir<br />
en nuestra pastóra el or<strong>de</strong>n y la<br />
inteligencia <strong>de</strong>l noble arte antiguo, Mariemma<br />
pue<strong>de</strong> hacerlo.<br />
Charlo con ella en un saloncito <strong>de</strong><br />
su casa, constituido eo cuartel general<br />
<strong>de</strong> la campaña: flores, trajes, paquetes,<br />
notas, partituras, ¡sobre muebles <strong>de</strong><br />
estilo. Hay cuadros mw<strong>de</strong>mos y un amplio<br />
ventanal. Sobre una mesita las<br />
«Diez melodías vascas», <strong>de</strong> Guridi, se<br />
dan la mano con las «Danzas fantásticas»,<br />
<strong>de</strong> Turina, Mairiemma es morena,<br />
menudo. Elegante casi a pesar su<br />
yo, tiene un aire eastio y sencillo que<br />
recuerda su dulce y dura castelianía.<br />
Me habla <strong>de</strong> Antonia Mercé —dice simplemente<br />
Antonia— com veneración. Ert<br />
eíla evoca, se resume ia fina y honda<br />
estilización <strong>de</strong> nuestra», danza.<br />
—¿Qué cree usted fundamental en<br />
nuestros bailes?<br />
nuestras esencias, elaborando y estilizando<br />
los matufíales originarios.<br />
—Entonces, ¿la- labor <strong>de</strong> los Coros y<br />
Danzas...?<br />
—Sencillamente admirable, como cantera<br />
inagotable <strong>de</strong> sugerencias <strong>de</strong> las<br />
que el bailarín profesional <strong>de</strong>be extraer<br />
los elementos en que base su obra con<br />
la imprescindible —repito— elaboración<br />
y estilización.<br />
Estas dos palabras son como el «leít<br />
motiv» <strong>de</strong> la conversación. Su réplica,<br />
en términos musicales, bien la conocen<br />
r# estros músicos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Manuel <strong>de</strong> Falla<br />
para acá.<br />
—Su actividad como eoreógrafa creo<br />
que es la primera vez que la ejerce en<br />
España. ¿No eg así?<br />
—Así es. Sin í^mbargo, en el Scala,.<br />
<strong>de</strong> Milán, y colaborando con Massíne,<br />
he montado «Carmen», <strong>de</strong> Bizet, y, posteriormente,<br />
para el mismo teatro, y ya<br />
sola, «España», <strong>de</strong> Chabrier. Por cierto<br />
que esta última alcanzó la cifra, récord<br />
para aquel teatro <strong>de</strong> catorce representaciones.<br />
Ahora brillan sus ojos osearos, serios,<br />
a wees traicionados por «n duen<strong>de</strong>cílio<br />
~Y sola, (ha bailado mucho?<br />
—He hecho toda Europa y toda Amé-<br />
.tica, <strong>de</strong> arriba abajo y en más <strong>de</strong> una<br />
ocasión.<br />
—¿Obras que prepara?<br />
—Estoy ahora con las ((Danzas fantásticas»,<br />
¿Se Turína. Otras tengo en<br />
perspectiva, pero aún es -prematuro...<br />
—¿Es negocio ti<br />
—De eso más vale no<br />
En un «A B C» que está sobre la mesa<br />
hay un breve artículo <strong>de</strong> Antonio<br />
Fernan<strong>de</strong>z Cid. —que le señalo— en que<br />
el crítico se pregunta por la preparación,<br />
entre otras cosas, <strong>de</strong>l futuro cuer*<br />
po <strong>de</strong>- baile <strong>de</strong>l Real, que aún r¡& ha<br />
sido acometida.<br />
—¿Qué le parece eso?<br />
Se sonríe».<br />
—Yo sólo le diré que la formación<br />
completa <strong>de</strong> una bailarina dura unos<br />
quince años. Para po<strong>de</strong>r poner los pies<br />
en un escenario es necesario un mínimo<br />
<strong>de</strong> cinco años <strong>de</strong> trabajo. Y esto,<br />
contando con que sólo llega <strong>de</strong> verdad<br />
a bailarina la que comienza su preparación<br />
a los ocho o nueve años.<br />
En el programa: «Suite vasca», sobre<br />
las «Diez melodías vascas», <strong>de</strong> Guridi;<br />
ocho números <strong>de</strong> recital; «El amor brujo»,<br />
<strong>de</strong> Falla; un intermedio, «Ofrenda<br />
a PaHa», <strong>de</strong> Arámbarri, y «España», <strong>de</strong><br />
Chabrier. Todas las coreografías son <strong>de</strong><br />
Mariemma. La Orquesta Sinf ó n i c a<br />
—unos sesenta profesores—, con Arámbarri<br />
al frente, da un <strong>de</strong>sacostumbrado<br />
tono <strong>de</strong> dignidad al espectáculo.<br />
Los <strong>de</strong>corados, <strong>de</strong> Cortezo («Suite<br />
vasca» y «Amor brujo») y Cassinari<br />
(«España»), son xm verda<strong>de</strong>ro acierEO<br />
en sus alusiones ambientales, cada uno<br />
?n el aire que requiere la obra: campesino,<br />
para la «Suite vasca»; trágico<br />
y misterioso, en la «gitanería»; estilizado,<br />
irónico y luminoso, para Chabrier.<br />
Los figurines son bellísimos, especialmente<br />
los variados y alegres <strong>de</strong> la obra<br />
<strong>de</strong> Guridi<br />
Presencio la primera parte entre bastidores;<br />
quiero conocer <strong>de</strong> cerca a las<br />
primeras figuras y cuerpo <strong>de</strong> «ballets.<br />
Ellas y ellos son muy jóvenes y alegres.<br />
Dan la sensación <strong>de</strong> estar gozando tanto<br />
como el público; eg evi<strong>de</strong>nte que todos<br />
están enamorados <strong>de</strong> su profesión.<br />
Se santiguan antes <strong>de</strong> empren<strong>de</strong>r el<br />
vuelo. Juan Morilla, el primer bailarín,<br />
lo hace tres veces.<br />
Excelente y apropiada, la coreografía<br />
cíe la «Suite vasca», que en todo momento<br />
se adapta aí espíritu <strong>de</strong> la magnífica<br />
obra —una <strong>de</strong> las mejores eont<br />
e m poráneas españolas— <strong>de</strong> Guridi<br />
Juan María Astigarraga, ágil, viril, elegante,<br />
se revela en esta ocasión como<br />
excelente bailarín.<br />
Con el breve recital <strong>de</strong> cosas flamencas<br />
comienza la actuación <strong>de</strong> Mariemma.<br />
Bailando es leve, ligera y graciosa.<br />
Eíla me diría que prefiere acentuar en<br />
estos bailes la gracia fina señoril mejor<br />
que ei fondo trágico <strong>de</strong> que tanto<br />
se abusa. Juan Morilla, su pareja, me<br />
pareció, en cambio, <strong>de</strong>masiado cercano<br />
al tópico que hay que evitar. De gran<br />
temperamento, es curioso oírle las breves<br />
exclamaciones, casi toreras, con que<br />
aríma sus intervenciones. Los' «Verdiadiales»,<br />
que Mariemma misma- recogió<br />
en la montaña <strong>de</strong> Málaga, son una <strong>de</strong>liciosa<br />
estampa mañanera, limpia y fe--<br />
Uz. Se acompañan con guitarra, pan<strong>de</strong>reta<br />
y un violih, en el que yo creo<br />
encontrar el eco <strong>de</strong> algún viejo rabel<br />
pastoril.<br />
Para «El amor brujo» tiene Mariemma<br />
un pon<strong>de</strong>rado concepto, que mantiene<br />
ei difícil equilibrio entre los peligrosos<br />
extremos en que tan fácil es<br />
caer- eri la famosa composición. La coreografía<br />
es la que Mariemma preparó<br />
en 1947 para la Opera Cómica, <strong>de</strong> París-<br />
«España», <strong>de</strong> Chabrier, fue montada,<br />
queda ya dicho, para el Scala, <strong>de</strong> Milán,<br />
don<strong>de</strong> tuvo un enorme éxito. Como<br />
es sabido, la música gira en tomo 8<br />
aires <strong>de</strong> jota y como labor coreográfica<br />
señala, a rni juicio, el mejor momento<br />
<strong>de</strong>l programa. La ironía y el<br />
buen humor dan la ré-jUea juste- a este<br />
música, que está casi en la españolada,<br />
Muriemnia, Morilla, Astigarraga y Pepita,<br />
Reyes, con el resto <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong><br />
baile dan tma versión OesS&fadada, dt<br />
En resume»; un.<br />
español en marcha. Una realidad que<br />
1 «le
A se hable <strong>de</strong> un hombre o <strong>de</strong> un pueblo,<br />
Y ía cultura consiste en una serie <strong>de</strong><br />
i<strong>de</strong>as, normas y hábitos que sirven <strong>de</strong><br />
sustentáculo y expresión a la conciencia, y<br />
el servicio <strong>de</strong>- unos valores. Cuando se<br />
trata <strong>de</strong> perfilar programas <strong>de</strong> extensión<br />
cultural, suele pensarse solamente en Sa<br />
generalización y divulgación <strong>de</strong> los conocimientos,<br />
en un enfoque intelecLualista <strong>de</strong>l<br />
problema.<br />
"No es menos fragmentaria la 'perspectiva<br />
esteticista, que mira, a la cultura sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> las emociones que proporcionan<br />
la Literatura y el Arte. Unilateral,<br />
también, con vicio <strong>de</strong> pragmatismo,<br />
es la receta tecnológica, según la cual bastaría<br />
con elevar los índices <strong>de</strong> producción<br />
industrial <strong>de</strong> un país para transformarlo<br />
en el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la cultura. Finalmente, por<br />
acertadas que sean la versión espiritualista<br />
y la terapéutica política, una y otra necesitan<br />
apoyarse en realida<strong>de</strong>s proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong><br />
otros campos, si no quieren con<strong>de</strong>narse a<br />
la ineficacia.<br />
Esto quiere <strong>de</strong>cir que la transformación<br />
<strong>de</strong> un pueblo, en el sentido <strong>de</strong> mejorar su<br />
cultura, exige ía acción conjunta <strong>de</strong> todo<br />
un sistema <strong>de</strong> medios encaminados a hacer<br />
posible la incorporación <strong>de</strong> los valores, jerarquizados<br />
en or<strong>de</strong>n a su calidad y a svi<br />
urgencia.<br />
II<br />
Cultivo <strong>de</strong> la inteligencia, afinamiento <strong>de</strong><br />
la sensibilidad, mejora <strong>de</strong> la Técnica y la<br />
Economía, ahondamiento religioso y a<strong>de</strong>cuada<br />
or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> la vida social en una<br />
comunidad unificada, son aspectos inter<strong>de</strong>pendientes<br />
<strong>de</strong> esa estructura compleja,<br />
«órgano» sociológico que hace posible la<br />
cultura. Cualquier enfoque particularista,<br />
que fíe un propósito <strong>de</strong> renovación, por<br />
tímido que sea, a la acción <strong>de</strong> uno sólo <strong>de</strong><br />
estos medios, o a todos- ellos, pero sin la<br />
<strong>de</strong>bida implicación y coordinación mutua,<br />
queda con<strong>de</strong>nado a la esterilidad.<br />
España ha ensayado ya algunos <strong>de</strong> estos<br />
caminos con óptica parcial y equivocada.<br />
Así, la Institución Libre y su secuela literaria<br />
y artística, la generación <strong>de</strong>l 98, impulsó<br />
.el esteticismo y aquella dirección <strong>de</strong><br />
la cultura que la hace consistir sólo en<br />
«posesión» <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as, creación <strong>de</strong> Centros<br />
docentes y permeabilidad a las corrientes<br />
i<strong>de</strong>ológicas venido <strong>de</strong> fuera. El mejoramiento<br />
económico y la adopción <strong>de</strong> las maneras<br />
<strong>de</strong> pensamiento y <strong>de</strong> trabajo propias <strong>de</strong> la<br />
mentalidad técnica, fueron olvidadas, al<br />
menos en cuanto propósitos <strong>de</strong> ía España<br />
oficial, a todo lo largo <strong>de</strong>l siglo XIX. Es<br />
cierto que, durante esta época, se lleva a<br />
ATENEO<br />
cabo la industrialización <strong>de</strong> Cataluña y Vascongadas,<br />
y evi<strong>de</strong>nte, también, que minas<br />
y ferrocarriles inician las tareas <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rna<br />
Economía; pero todo ello al margen<br />
<strong>de</strong> la acción gubernamental y, en muchos<br />
casos, en franca lucha contra ella, hasta el<br />
punto <strong>de</strong> que ía inconsciencia política respecto<br />
<strong>de</strong> los problemas que planteaba el tiempo,<br />
explica la génesis <strong>de</strong> no pocas anomalías y<br />
perturbaciones, <strong>de</strong>bidas al diferente ritmo<br />
i<strong>de</strong>ológico y vital <strong>de</strong> una periferia alerta, y un<br />
centro abroquelado en viejas maneras.<br />
Cuando se haga la historia completa y<br />
veraz <strong>de</strong> nuestro siglo XIX, se verá en qué<br />
medida una porción <strong>de</strong>l país hubo <strong>de</strong> <strong>de</strong>svincularse<br />
<strong>de</strong> la otra, porque ésta fue incapaz<br />
<strong>de</strong> percibir exigencias proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong><br />
un tipo <strong>de</strong> vida nueva. Tan honda fue la<br />
disensión, que no sólo aludía a motivaciones<br />
<strong>de</strong> índole económica o política, sino que<br />
arrastraba, en su resaca, supuestos y evi<strong>de</strong>ncias<br />
que, en el plano teórico, <strong>de</strong>berían<br />
haber permanecido incólumes, pero que,<br />
por inevitable implicación sxistencial ignorada<br />
entonces, y aún ahora mismo, por<br />
muchos' - siguieron ía marcha impuesta<br />
por la dinámica psico-sociológica.<br />
Frente a la incomprensión <strong>de</strong> los políticos<br />
<strong>de</strong>cimonónicos, correspondía a los rectores<br />
<strong>de</strong> la cultura —que no suelen ser sólo los<br />
usuarios <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, sino también los «intelectuales»<br />
conscientes <strong>de</strong> su responsabilidad---<br />
haber intentado siquiera el acuerdo<br />
<strong>de</strong> «mo<strong>de</strong>rnistas» y «antañones», cualquiera<br />
fuese el resultado <strong>de</strong> sus propósitos. No<br />
hubo tai, pues el caso <strong>de</strong> Giner en manera<br />
alguna pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse a<strong>de</strong>cuado, por<br />
dos razones: en primer lugar, porque se situó<br />
al margen <strong>de</strong>l catolicismo, que no sólo<br />
es la Verdad, sino también la única eficaz<br />
ligadura comunitaria que tenemos los españoles,<br />
como proclamó Menén<strong>de</strong>z Pelayo.<br />
Pero, a<strong>de</strong>más, la Institución Libre <strong>de</strong>svió los<br />
i<strong>de</strong>ales y las posibilida<strong>de</strong>s constructivas <strong>de</strong><br />
amplios núcleos <strong>de</strong> españoles hacia el individualismo<br />
egoísta y recoleto y hacia un<br />
esteticismo, entre «snob» y «<strong>de</strong>sesperado»,<br />
que no podrían servir <strong>de</strong> levadura unitiva<br />
para ningún intento <strong>de</strong> poner a punto la<br />
nación, sino sólo <strong>de</strong> fermento disociador,<br />
estimulante <strong>de</strong> protestas y rebeldías. Hacer<br />
esto en un país insolidario por excelencia,<br />
en el que, <strong>de</strong> añadidura, diversas causas<br />
que no es <strong>de</strong>l caso analizar, produjeron una<br />
centuria cuajada <strong>de</strong> «pronunciamientos» y<br />
asonadas, era, no «hacer la revolución <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
arriba*, sino operar en un sentido favorable<br />
a la «revolución permanente».<br />
La «distancia» a que se situaban úel<br />
«pueblo» los fundadores y los secuaces <strong>de</strong><br />
la Institución daba al movimiento que iniciaron<br />
el carácter <strong>de</strong> una acción impopular<br />
y antipopular sueño <strong>de</strong> «élites» <strong>de</strong>sintegra-<br />
das, tanto en !o religioso como en lo sociológico,<br />
<strong>de</strong> la comunidad cuya edificación<br />
<strong>de</strong>bió ser su primordial anhelo. '•*'<br />
El esteticismo <strong>de</strong>l 98, con su castellanismo<br />
telúrico y paisajístico, exento <strong>de</strong> interés<br />
hacia unas realida<strong>de</strong>s humanas que apenas<br />
concebía y cantaba «a distancia», sin fundirse<br />
con ellas en abrazo vivencial y justificador,<br />
fue consecuencia <strong>de</strong> esta propensión<br />
a enfocar la transformación española como<br />
obra <strong>de</strong> cenáculos <strong>de</strong> «exquisitos» que se<br />
dispensan a sí mismos la calidad <strong>de</strong> tales<br />
y que sólo «sienten» el pueblo y sus problemas<br />
en cuanto temas aptos para un simbolismo<br />
pintoresquista o para apoyar y expresar<br />
su <strong>de</strong>sesperanza atormentada.<br />
III<br />
Nos encontramos ahora en la coyuntura<br />
oportuna para iniciar el empujón superador<br />
en un sentido integral, libre <strong>de</strong> perspectivas<br />
unilaterales. Des<strong>de</strong> el siglo XVIII aquel<br />
«carloLercismo», <strong>de</strong>l que tanto po<strong>de</strong>mos<br />
apren<strong>de</strong>r, aún, en más <strong>de</strong> una dirección—,<br />
España no había sido objeto <strong>de</strong> una política<br />
económica consciente hasta estos últimos<br />
años. El mejoramiento <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> vida es<br />
asunto clave sin cuya atención no es posible<br />
soñar con una auténtica cultura nacional.<br />
Uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s méritos históricos <strong>de</strong> la<br />
política <strong>de</strong>l Caudillo es este obstinado empeño<br />
en impulsar la riqueza, tanto más <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>stacar cuanto que las condiciones materiales<br />
<strong>de</strong>l país al iniciada eran <strong>de</strong>sfavorables<br />
en grado sumo.<br />
Consi<strong>de</strong>ramos tan importante este aspecto,<br />
que, en nuestra opinión, sus líneas<br />
maestras <strong>de</strong>ben inspirar a cuantos tienen en<br />
sus manos tareas <strong>de</strong> responsabilidad, ya<br />
sea en el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, ya se trate <strong>de</strong>l<br />
mundo <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as. El proceso <strong>de</strong> transformación<br />
económicosocial por que atraviesa<br />
el país impone a todos los que tengan una<br />
porción, por mo<strong>de</strong>sta que sea, <strong>de</strong> participación<br />
en la conducción <strong>de</strong> los españoles,<br />
el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> entregarse con ardor a facilitar<br />
en Ir. medida que. les sea posible esta tarea<br />
gigantesca.<br />
Para unos, esta obligación será tributo<br />
patriótico; otros la llamarán contribución<br />
política. Es igual; mas lo evi<strong>de</strong>nte, lo duro<br />
para muchos, sin duda, es que sin consi<strong>de</strong><br />
rarse gravemente implicados en la faen<br />
nacional <strong>de</strong> elevar el nivel <strong>de</strong> vida y <strong>de</strong> cul<br />
tura <strong>de</strong>l español ni hay verda<strong>de</strong>ra ciudada
nía, ni intelectualidad válida, ni arte que<br />
merezca tal nombre. Ha pasado la hora d e<br />
las «liberta<strong>de</strong>s ilimitadas» y <strong>de</strong> los «estet -<br />
cismas <strong>de</strong> tertulia» para <strong>de</strong>jar paso a uln<br />
tipo <strong>de</strong> cultura cristiano en tanto vive activamente<br />
la caridad, y solidario en cuanto<br />
sirve a ía realidad existencial <strong>de</strong>l creador y<br />
<strong>de</strong> «les otros».<br />
Oigo las protestas que levantarán las anteriores<br />
afirmaciones en el espíritu <strong>de</strong>'niu'<br />
chos, reacios a admitir que pertenecen a~<br />
pasado lo mismo los conceptos «humanistas»<br />
<strong>de</strong> «personalidad», «élite» y «minoría»,<br />
que el sueño liberal <strong>de</strong> la autonomía <strong>de</strong>l<br />
pensamiento y la acción individuales. Por<br />
terrible que ello pueda ser, no cabe duda<br />
que el auge <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> «estructura», <strong>de</strong><br />
«totalidad», <strong>de</strong> «engibément», <strong>de</strong> «lealtad»<br />
y <strong>de</strong> «existencia» proclama el advenimiento<br />
<strong>de</strong> una nueva era, en la que, contrariamente<br />
a lo que ocurrí?, en la cultura anterior, la<br />
libertad ilimitada <strong>de</strong> pensamiento será proscrita<br />
en cuanto rebase la órbita <strong>de</strong> las <strong>de</strong>dicaciones<br />
exigibles, tanto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong><br />
vista religioso, como <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el plano político<br />
y social. «La verda<strong>de</strong>ra necesidad filosófica<br />
<strong>de</strong> nuestra época --ha dicho McKeon— es<br />
evitar la abstracción y alcanzar la realidad<br />
existencial, empírica y orgánica». Esta realidad<br />
existencial no es el existencialismo, sin<br />
más, aunque mucha <strong>de</strong> su savia está nutriendo<br />
ya el pensamiento <strong>de</strong> las mejores<br />
cabezas, sino la. realidad doble <strong>de</strong>l estar en<br />
un lugar <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong>l tiempo y <strong>de</strong>l espacio,<br />
y <strong>de</strong>l estar en ese lugar con otros cuya<br />
vida y mejoramiento constituye uno <strong>de</strong><br />
nuestros cuidados, frente al individualismo<br />
liberal, que sólo atendía a satisfacer las veleida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong>l egoísmo.<br />
El culto romántico a la personalidad va<br />
a quemar su postrer incienso en los altares<br />
<strong>de</strong>'una nivelación en el plano <strong>de</strong> la radical<br />
condición humana ni siquiera sospechado<br />
por los nostálgicos, que se aferran a sus quimeras,<br />
como a tablas <strong>de</strong> salvación. El genio<br />
tendrá - ¡qué duda cabe! - - sus prerrogativas;<br />
pero bastante disminuidas en relación<br />
con las que le otorgaba el liberalismo. Por<br />
<strong>de</strong> pronto, no se podrá «genializar» para la<br />
disociación. Esto es ya una realidad en la<br />
mayor parte <strong>de</strong>l mundo. Por otra parte, se<br />
exigirá <strong>de</strong>l genio un «servicio» efectivo al<br />
engran<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong> la comunidad. Los<br />
tiempos no van a permitir egolatrías, aunque<br />
surjan en cabezas excepcionales. Y<br />
hasta el implacable realismo <strong>de</strong> la época que<br />
está naciendo preferiría un millar <strong>de</strong> hectáreas<br />
<strong>de</strong> bosques y otro <strong>de</strong> regadíos a cua'.quier<br />
«origínalísimc» constructor <strong>de</strong> utopías<br />
o animador <strong>de</strong> resentimientos y aun a cualquier<br />
literato o artista que haga <strong>de</strong> la espresión<br />
<strong>de</strong> rebuscadas trivialida<strong>de</strong>s o simbelismos<br />
entcntecedores menester <strong>de</strong> una vida<br />
inútilmente ornamental.<br />
Claro está que la verdad y la belleza auténticas<br />
seguirán encontrando admiración<br />
y ayuda. Pero es más que probable que la<br />
paráfrasis, más o menos rítmica —íbamos<br />
a <strong>de</strong>cir «melodiosa», pero ya no se lleva la<br />
melodía • <strong>de</strong> subjetivismos baratos y las<br />
«vanida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l lenguaje, en que lo insustancial<br />
se <strong>de</strong>sliza hacia lo estéril», como ha dicho<br />
recientemente André Rousseaux ocupaciones<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>socupados que se <strong>de</strong>svinculan<br />
<strong>de</strong> las exigencias <strong>de</strong>l estar con para entregarse<br />
a manejar alfabetos sólo utilizables en<br />
el círculo restricto <strong>de</strong> los «iniciados», han<br />
entrado en barrena, y la garrulería formalista<br />
<strong>de</strong> ios cubileteadores <strong>de</strong> normas cuya<br />
ina<strong>de</strong>cuación, cuando no injusticia, les tiene<br />
sin cuidado, bajará mucho en la cotización<br />
cultural,<br />
«Lo social» no es, como propalan algunos<br />
soñolientos, ban<strong>de</strong>ra política, ni invitación<br />
a un tipo <strong>de</strong> sociedad masivo e inorgánico.<br />
Es mucho más: una exigencia <strong>de</strong>l pensamiento<br />
actual, que no pue<strong>de</strong> trabajar sino<br />
<strong>de</strong>scubriendo vinculaciones <strong>de</strong> mi vida con<br />
las vidas <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, reflejos <strong>de</strong> mis <strong>de</strong>beres<br />
sobre los <strong>de</strong>beres <strong>de</strong> los otros, facetas<br />
<strong>de</strong> cooperación en la empresa común <strong>de</strong>l<br />
existir en una sociedad, que es todo menos<br />
una «sociedad anónima», porque está compuesta<br />
por hombres concretos, cada uno<br />
con sus activida<strong>de</strong>s, sus problemas y sus<br />
aspiraciones, pero implicados en una totalidad<br />
que les <strong>de</strong>termina y les condiciona.<br />
Individualismo, «élitistno minoritario»,<br />
esteticismo-vacío y formalismo paralizador,<br />
son modalida<strong>de</strong>s culturales opuestas a las<br />
necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestro tiempo. Reorientar<br />
la cultura en un sentido realista, integrador<br />
y comunitario nos parece tarea inaplazable<br />
en el momento renovador que vive<br />
España.<br />
ADOLFO MAÍLLO<br />
Puraitre nc reux, quand étre /V peitx.<br />
LA VARENBK.<br />
XJANDO yo era muchacho<br />
(lo recuerdo no sin cierta<br />
melancolía) me complacía<br />
en aparentar saber casi todo lo que<br />
i«noraba. Aquello sería absurdo, convengo<br />
un f]]o, pero me proporcionaba una esticcie.<br />
<strong>de</strong> intelccHialismo paradisíaco que<br />
me, llenaba la ^ida <strong>de</strong> alegría. Luego supe<br />
••"fue eJ paraíso aquel era artificial, estúpido;<br />
pero enterarme me costó nada menos<br />
que la mocedad. De ahí que estos<br />
recuerdos me resulten, paradójicamente,<br />
más bien melancólicos que otra cosa. Y<br />
•;s que si para el sabio es la verdad la<br />
única felicidad posible, nc siempre lo es<br />
para el lego, entre otras cosas, ponrue el<br />
lego aventaja al sabio en esto <strong>de</strong> no apostar<br />
<strong>de</strong>masiado sobre qué pueda ser la verdad.<br />
Así, uní» recuerda ciertos errores no<br />
sin nostalgia. La \erdad, por lo que sospociio,<br />
es algo que se alcanza inexorablemente,<br />
sin que muchas veces se lo proponga<br />
el que ía consigue. Nos llega la verdad<br />
porque sí, sin que hagamos mucho<br />
por tenerla y, lo que es más grave, sin<br />
.-¡ue podamos evitarla. No sé si estaré en<br />
lo cierto; todo es reís: ti vio, y sólo los muy<br />
listos y ios muy necios saben a qué atenerse<br />
en estas cosas.<br />
Digo que cuando era muchacho me daba<br />
líricamente a aparentar icasi todos los conocimientos<br />
que no teníai. La tentación <strong>de</strong><br />
las letras me vino, comió a tantos otros,<br />
por vía <strong>de</strong> unos ojos <strong>de</strong> mujer. Mejor diría<br />
por una mujer enteira: peni esto <strong>de</strong><br />
los ojos ba sido siempre la vía más com-<br />
•p arable y no he <strong>de</strong> romjper aquí tan rica<br />
figura. A aquellos primeros ojos, naturalmente,<br />
envié mis primeras cajas <strong>de</strong> bom- E<br />
bones y mis primeras <strong>de</strong>dicatorias. Las <strong>de</strong>dicatorias,<br />
claro está, eran largas, casi Interminables...<br />
No entendía yo aún que una<br />
<strong>de</strong>dicatoria corriente y moliente, apoyada<br />
f^n una caja <strong>de</strong> bombones es un formida-<br />
ANTONIO<br />
ble vehículo expresivo. Sí entonces no <strong>de</strong>diqué<br />
a aquellos ojos cuanto <strong>de</strong> ojos traía<br />
la fisiología do cuarto, amén <strong>de</strong> cuanta<br />
literatura me sabía sobre el particular,<br />
sería por pura casualidad.<br />
En aquel tiempo era yo incapaz <strong>de</strong> hablar<br />
<strong>de</strong> tina mesa, pongo por caso, sin<br />
volear en el papel cuanto sabía, o no sabía,<br />
<strong>de</strong> todas las mesas que en el mundo<br />
habían sido. Entonces gustaba <strong>de</strong> a<strong>de</strong>rezarlo<br />
todo con sorpren<strong>de</strong>ntes citas, espeeíalmente<br />
en latín, pues las citas latinas<br />
tenían para mí un prestigio enorme,<br />
fabuloso. Las citas, muchas veces, me venían<br />
buenamente a la memoria; otras veces<br />
las llevaba a colación por los mismísimos<br />
pelos. Era feliz admirando a mía<br />
amigos eon citas intrincadas 1 intrigándolos<br />
con párrafos brillantes y <strong>de</strong> oscuro sentido.<br />
Ya había leído algunos libros y tenia<br />
cierto ingenio para engañar a los <strong>de</strong>más,<br />
engañándome, con aquel aparato erudito<br />
que pa<strong>de</strong>cía, para el que ni siquiera me<br />
molestaba en hacer ficha!*, procedimiento<br />
éste que, eso fá, ya rae parecía grotesco<br />
cuando lo sorprendía aplicado como fin.<br />
El vértigo <strong>de</strong> aparentar, que es un vértigo<br />
al<strong>de</strong>ano, me impedía son<strong>de</strong>arme y me<br />
escamoteaba la loralización <strong>de</strong> esto que<br />
llamamos la vocación. Era yo un muchacho<br />
<strong>de</strong> temperamento exaltado, dado a<br />
imaginar, sin <strong>de</strong>masiada disciplina; un<br />
temperamento acientífico, en resumidas<br />
cuentas. Sin embargo, la apariencia <strong>de</strong><br />
lodo lo contrario era para mí un frenesí<br />
íilegre e ilusionado, y si entonces no me<br />
con<strong>de</strong>né <strong>de</strong>finitivamente (tal camino lleva<br />
fácilmente al limbo) fue porque en mi<br />
vértigo aparencial no había astucia alguna.<br />
Tal vez fuera aquélla, en el fondo y<br />
en la forma, una versión más <strong>de</strong>l espíritu<br />
<strong>de</strong>portivo.<br />
1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>
Me partía entonces que lo más digno<br />
<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse era lo más <strong>de</strong>sconocido,<br />
v a ello me entregaba dogmáticamente,<br />
como una especie <strong>de</strong> incansable <strong>de</strong>scubridor<br />
<strong>de</strong> mediterráneos. Los problemas locales<br />
se me antojaban baludíes, mezquinos,<br />
sin interés. £1 carácter <strong>de</strong>l barbero, el paisaje<br />
dd pueblo, cuanto Av, próximo y víiaí<br />
tenia todo aquello no conseguía ocupar<br />
mi atención Lo que a mí me iba era<br />
lo exótico, lo forastero n mi formaeió:i,<br />
lo extrajo a mi naturaleza. Esta paradoja<br />
es cnmparuMe ;i itque'lti oirá que ¡>erp
A Miguel Oca Merino.<br />
E encontraron en el almacén muni-<br />
S cipal <strong>de</strong> Limpieza Pública, como cada<br />
mañana. Estaban fastidiados. Aquel<br />
día no iba a ser como ios <strong>de</strong>más. Ramón<br />
sabía que iba a ser un día muy<br />
inste. Algo tendría que <strong>de</strong>cirle al amigo.<br />
Alguna palabra <strong>de</strong> consuelo, cualquier<br />
cosa. No se le muere a uno la<br />
mujer cada día. Iba a ser una jornada<br />
triste.<br />
Se encontraron a las siete, cogieron<br />
el carrito <strong>de</strong> las escobas y salieron a<br />
la calle. Jaime no dijo nada. NT dio<br />
los buenos días, nada. Marcharon ha-<br />
Sf MPIEZA a ílover furiosamente, y<br />
•- J en seguida se levantan muclios<br />
espectadores para salir <strong>de</strong> los gra<strong>de</strong>ríos<br />
<strong>de</strong>í campo «le fútbol y buscar<br />
cobijo. Los <strong>de</strong>más esperamos aún<br />
unos segundos, pero la lluvia no cesa<br />
y nos unimos todos a la multitud<br />
que avanza dificultosamente hacia<br />
la salida <strong>de</strong> la general, empujando,<br />
tratando <strong>de</strong> protegerse <strong>de</strong>l<br />
temporal veraniego. Pero la única<br />
salida es excesivamente angosta, y el<br />
camino para situarse bajo los gra<strong>de</strong>ríos<br />
<strong>de</strong>l gol es cada vez más arduo y<br />
lento. A nuestras espaldas se oye un<br />
griterío débil. «¿Quién lia marcado?»,<br />
preguntan unos pocos. «El Español,<br />
el Español», respon<strong>de</strong> alguien; pfro<br />
nadie vuelve la cabeza para ver 1»<br />
alegría <strong>de</strong> los jugadores, nadie se<br />
<strong>de</strong>tiene y aplau<strong>de</strong>: el partido es poco<br />
importante y el chubasco <strong>de</strong>masiado<br />
fuerte.<br />
Y <strong>de</strong> pronto, en la incontenible<br />
riada humana, corre un soplo <strong>de</strong> temor:<br />
<strong>de</strong>lante, una muchedumbre<br />
ocupa ya completamente él espacio<br />
que protegen los gra<strong>de</strong>ríos; <strong>de</strong>trás,<br />
la gente sigue empujando, ignorante<br />
<strong>de</strong> que ya no queda sitio. Codazos,<br />
sudor, ropas empapadas; una valla<br />
metálica es arrancada <strong>de</strong>l cemento.<br />
Algunos empiezan a gritar: «; Cuidado!<br />
¡Volveos atrás! ¡Atrás! ¡Hay<br />
peligro!» Pero todo es inútil, y seguimos<br />
avanzando, prensados en espacios<br />
inverosímiles.<br />
JO RGE FERRER-VIDAL TU RU L. L<br />
cía la plaza <strong>de</strong> España. Iniciaban siempre<br />
el itinerario en la plaza <strong>de</strong> España.<br />
Allí se <strong>de</strong>tenían unas momentos, i'omaban<br />
un cigarrillo y charlaban. Después<br />
comenzaban eí trabajo »n serio,<br />
recorriendo Gran Vía, Alcalá, Cibeles,<br />
In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia; Serrano. £1 mismo<br />
trayecto que el autobús 1, sólo que tirando<br />
<strong>de</strong>l carrito.<br />
—Eh, tú, dame la escoba. Ahora te<br />
toca a ti tirar áel carfo.<br />
Así, relevándose carrito y escoba, escobita<br />
y carro, llevaban ya varios años<br />
<strong>de</strong> kilometraje.<br />
Aquella mañana. Ramón estaba fastidiado.<br />
Sí. Tendría que <strong>de</strong>cir algo al<br />
compañero, algo que sonase bien, que<br />
quedase en su sitio. Tendría gue <strong>de</strong>ciile<br />
que lo había sentido mucno, que<br />
hasta había llorado al enterarse <strong>de</strong> la<br />
noticia, que había querido mucho a la<br />
chica por ser la mujer <strong>de</strong> su mejor<br />
amigo.<br />
Comenzaba la primavera. El sol, casi<br />
horizontal <strong>de</strong> purc joven, inundaba<br />
ia plaza <strong>de</strong> España y se veían ya hojítas<br />
ver<strong>de</strong>s y pequeñas en las ramas<br />
<strong>de</strong>snudas <strong>de</strong> los árboles.<br />
Llegaron a la plaza y se <strong>de</strong>tuvieron.<br />
Se <strong>de</strong>tuvieron en el mismo sitio <strong>de</strong> siempre.<br />
Iba a ser un día como cada día,<br />
La tristeza <strong>de</strong> todo estaba ahí, precisamente<br />
«m eso-, en que iba a ser un<br />
día como todos. Jaime no <strong>de</strong>cía nada.<br />
I'aró el carrito junto a la acera, miró<br />
a su alre<strong>de</strong>dor y sacó la petjea. Después<br />
la pasó a su amigo. Siempre era<br />
él quien invitaba a fumar. Liaron un<br />
cigarrillo. La plaza estaba en calma,<br />
parecía llena <strong>de</strong> placi<strong>de</strong>z y mansedumbre.<br />
El sol daba <strong>de</strong> lleno en la fachada<br />
<strong>de</strong>l edificio España y se reflejaba en<br />
sus infinitas Ventanas, como cientos <strong>de</strong><br />
soles diminutos. Fumaron, Ramón miró<br />
el edificio y dijo:<br />
—Mira qué bonito, Jaime.<br />
El otro se encogió <strong>de</strong> hombros.<br />
—Pse...<br />
Estaban fastidiados. Ramón pensó<br />
que lo mejor sería romper el hielo y<br />
atacar abiertamente el tema que, a ia<br />
fuerza, tentíríja que abordar un momento<br />
u otro.<br />
—Oye, ¿sabes qué te digo?<br />
El otro consumió medio cigarrillo <strong>de</strong><br />
una chupada.<br />
-¿Qué?<br />
—Pues nada, hombre, que lo he sentido<br />
mucho.<br />
Se hizo un silencio impresionante.<br />
Toda la. plaza parecía envuelta en un<br />
manto <strong>de</strong> silencio. Ramón sintió un nudo<br />
tremendo en la garganta. Parecía to-<br />
Entonces, por unos momentos<br />
—¿unos segundos?, ¿quizá un par <strong>de</strong><br />
minutos?— brota el pánico, aquí y<br />
allá, en los que estamos entre los<br />
dos fuegos, entre las dos muchedumbres.<br />
Por unos momentos olvidamos<br />
absolutamente todo: ya no somos<br />
oficinistas, estudiantes u obreros, ya<br />
no importa nada lo que hemos hecho<br />
esta mañana o nuestros proyectos<br />
para <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l fútbol, ni para nada<br />
cuentan nuestras aficiones ni<br />
nuestras manías; somos unos seres<br />
humanos que únicamente estamos<br />
absortos en resistir» en aguantar <strong>de</strong><br />
pie, en mo ser arrollados. Un rato<br />
antes existían mil diferencias entre<br />
cada uno <strong>de</strong> nosotros; ahora somos<br />
exactamente iguales. Y el chaparrón<br />
sigue, y el griterío ¡sigue, y nadie es<br />
capaz <strong>de</strong> pensar ein otra cosa que'<br />
en el peligro que die un momento a<br />
otro pue<strong>de</strong> convertiirse en catástrofe.<br />
do imposible. Imposible y absurdo. líacía<br />
sólo dos días que habían estado allí,<br />
en ^quel mismo lugar, charlando <strong>de</strong> los<br />
temas dt siempre, <strong>de</strong> cosas <strong>de</strong>i servicio,<br />
<strong>de</strong> lo horrible que- era pasar los días tirando<br />
<strong>de</strong>l carrito aquel, recogiendo basuras<br />
<strong>de</strong> las aceras, hablando <strong>de</strong> las restricciones<br />
y <strong>de</strong> la sequía, criticando al<br />
Gobierno. Hacía sólo cuarenta y ocho<br />
horas que Jaime le había contado cosas<br />
<strong>de</strong> ia mujer, que le había dicho que<br />
su mi'jei estaba cada día más estupenda.<br />
Ramón se dio cuenta <strong>de</strong> que su pésame<br />
había sido un fracaso. Pero no dijo<br />
nada. Siguió fumando y contempla<br />
la belleza <strong>de</strong> la mañana, el sol bañando<br />
la plaza, las ramas <strong>de</strong> los árboles prcsneíiendo,<br />
inequívocamente, que! la primavera<br />
había, al fin, llegado. Después<br />
mhó a su compañero y se le inundó el<br />
corazón <strong>de</strong> ternura. Se dio cuenta <strong>de</strong><br />
lo mucho que significaba la amistad <strong>de</strong><br />
Jaime para él, <strong>de</strong> lo mucho que significaban<br />
aquellos cinco años <strong>de</strong> tirar<br />
juntos <strong>de</strong>l carrito, relevándose escomía<br />
y carro, <strong>de</strong> recoger papeles en las aceras.<br />
Sintió una ternura inmensa.<br />
—Lo he sentido <strong>de</strong> verdad, ¿compren<strong>de</strong>s?<br />
Hasta lloré lo mío.<br />
-^-Buenoi Gracias.<br />
Era difícil expresarse. Siguieron fumando.<br />
Ramón dijo:<br />
—La Vida tiene estas cosas. Pronto o<br />
ífirdf. se muere uno. Claro que...<br />
Kra una torpeza intentar <strong>de</strong>cir nada.<br />
Las palabras resultaban frías, no servían<br />
para nada. Eran incapaces <strong>de</strong> espresar<br />
el dolor que él sentía, el doior<br />
que trascendía <strong>de</strong> los muros d? su persona<br />
y que inundaba la plaza en primavera,<br />
los árboles en primavera, el mundo<br />
en primaveral. Miró a su alre<strong>de</strong>dor y<br />
le vio todo lleno <strong>de</strong> tristeza; se encontró<br />
viviendo en una redoma <strong>de</strong> <strong>de</strong>solación<br />
y <strong>de</strong> amargura.<br />
—No hubo nada que hacer, ¿verdad?<br />
—La culpa la tuvo el <strong>de</strong>l Seguro. 0ijo<br />
que aquello él lo curaba sin ¡os antibióticos<br />
esos. x<br />
—¡Qué animal!<br />
Jaime se encogió <strong>de</strong> hombros.<br />
—Yo le dije que si los antibióticos están<br />
en las farmacias será para algo.<br />
Y él me dijo que no.<br />
—¡Qué bestia!<br />
Femaron en silencio. Un gorrión, e 1 *'<br />
ondído entre las ramas <strong>de</strong> los árboles,<br />
comenzó a trinar. Los dos hombres levantaron<br />
la vista. Los cristales <strong>de</strong>l edificio<br />
España, reflejando el sol, herían<br />
ios ojos. Ramón dijo:<br />
—Está bonito, ¿eh? Está bonito el edi-<br />
Después, muy poco tiempo <strong>de</strong>spués,<br />
la amenaza empieza a <strong>de</strong>crecer, el<br />
pánico baja. Continúan las protestas<br />
y los empujones, pero el impresionante<br />
ramalazo <strong>de</strong> locura colectiva<br />
ha pasado, y ya es posible compren<strong>de</strong>r<br />
que hemos experimentado,<br />
aunque en pequeña escala, lo mismo<br />
que en una revolución sangrienta o<br />
en un terremoto, cuando en el hombre<br />
sólo hay eso que llaman «instintos<br />
<strong>de</strong>senfrenados».<br />
Pero ¿qué son esos instintos, hacia<br />
dón<strong>de</strong> van? Y aquí, en esos momentos<br />
en que súbitamente quedan barridos<br />
todos los prejuicios, todas las<br />
costumbres y las formas cotidianas,<br />
y sólo resta el hombre <strong>de</strong>snudo, hallamos<br />
una razón <strong>de</strong> gozo y <strong>de</strong> confianza.<br />
Sí; no todos esos «<strong>de</strong>senfrenados<br />
instintos» nacen <strong>de</strong>l mal y en<br />
el mal acaban. Porque si es cierto<br />
que, bajo la lluvia, alguien manotea-<br />
ficio ese cuando rebota el sol asi. iu<br />
me pregunto como se l^s arreglarán<br />
j*ara hacer casas tan gran<strong>de</strong>s, ¿verdad,<br />
tú*;<br />
£í oiro bajó ia cabeza y no contesto.<br />
Estaba enormemente íastidiarto, seima<br />
un cánsamelo inlimto. Ramón se OJO<br />
cuenta <strong>de</strong> que resultaba inútil intentar<br />
mstraerle, intentar conVersacAón para<br />
distraerle. Dijo:<br />
—Lo siento. >o lo hacía sólo para que<br />
<strong>de</strong>jases <strong>de</strong> pensar en eso.<br />
£1 otro sonrió. iMiró a su amigo y<br />
vio que, efectivamente, el chico parecía<br />
impresionado. Sabía que Ramón lo había<br />
sentido mucho.<br />
—Gracias. Sé que lo lias, sentido.<br />
—Oye. Lo que podríamos hacer es<br />
una cosa. Pedir permiso mañana y largarnos<br />
a la SierEa. Eso <strong>de</strong> tirar <strong>de</strong>l<br />
carrito este no te pue<strong>de</strong> ir bien ahora.<br />
—Sí, irá bien.<br />
La verdad es que iría bien. Iría bieii,<br />
porque ahora tanto daba ya tirar <strong>de</strong>i<br />
carro como ir a la Sierra o quedarse<br />
en casa leyendo el periódico junto a<br />
ía camilla.<br />
—No te preocupes, hembre. Me hará<br />
bien tirar <strong>de</strong>l carro este.<br />
Pegó la última chupada al cigarrillo,<br />
tiró ia colilla al suelo y luego escupió.<br />
—Cuando quieras nos vamos—dijo.<br />
Ramón sonrió, se en<strong>de</strong>rezó la gorra<br />
y cogió la escoba.<br />
—Toma, coge la escoba. Yo llevaré el<br />
ca*rito hasta Cibeles.<br />
Echaron a andar como siempre lo<br />
habían hecho, lentamente, <strong>de</strong>spacio, escoba<br />
y carrito en mano, como cada sSía,<br />
Pasaron frente ai edificio aquel, enorme,<br />
inmenso. Al llegar a la Gran Vía,<br />
la luz <strong>de</strong>l tráfico y el urbano les <strong>de</strong>tuvieron.<br />
Ramón sonrió y dijo:<br />
—Ya ves, como cada día. Piensa que<br />
es un día cualquiera, el trabajo áe<br />
siempre, todo igual que siempre.<br />
—Sí, todo es igual que siempre.<br />
Ramón volvió a notar el nudo aquel<br />
en la garganta, una especie <strong>de</strong> opresión<br />
que le subía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el estómago a ls<br />
garganta, inundándole el-pecho.<br />
Ahora, vuelta a empezar, a recoger<br />
papeles <strong>de</strong> las aceras y cacas <strong>de</strong> caballo<br />
<strong>de</strong> las calzadas. Vuelta a esnpeznr<br />
como todos los días hasta entonces.<br />
—Eso es. Todo está igual que siempre.<br />
Por fin, el urbano les dio paso y Ramón<br />
tiró <strong>de</strong>l carrito. Entraron en la<br />
Gran Vía y comenzaron a trabajar, como<br />
hacía cuarenta y ocho horas, como<br />
si nada nuevo hubiese ocurrido.<br />
ba airado, dando puñetazos a todo el<br />
que pretendía acercarse, y otros empujuban<br />
brutalmente, y otros —bajo<br />
los gra<strong>de</strong>ríos— resistían para que nadie<br />
entrara, en vez; <strong>de</strong> seguir a<strong>de</strong>lante,<br />
hacia el centro 1 , don<strong>de</strong> quedaban<br />
espacios mucho menos agobiados,<br />
también es cierto que una niña aterrorizada<br />
que lloraba a gritos ha sido<br />
transportada en Vilo sobré nuestras<br />
cabezas hasta la protección <strong>de</strong> ios<br />
lavabos, también es cierto que un<br />
hombre con mono intentaba —torpe<br />
j conmovedorameiite— consolar con<br />
sus palabras a una mujer <strong>de</strong>sconté<br />
cida y casi anciana, una mujer que<br />
sollozaba porque había perdido a<br />
sus hijos, y que no caía gracias a la<br />
muralla que formaban el <strong>de</strong>í mono<br />
y un compañero suyo, también es<br />
cierto... Sí, hay mal en nuestros rincones<br />
más ocultos, pero también, a<br />
su lado, hay bien que igualmente estalla<br />
incontenible.<br />
El chaparrón ha amainado un poco,<br />
y bastantes espectadores retroce<strong>de</strong>n<br />
para buscar otras salidas y otros<br />
cobijos. Les imitamos, y cuando hemos<br />
caminado dificultosamente unos<br />
metros nos volvemos para mirar hacia<br />
atrás. La gente —-bajo los gra<strong>de</strong>ríos—<br />
sigue con su vaivén: hacia<br />
a<strong>de</strong>lante, hacia atrás, hacia a<strong>de</strong>lante,<br />
hacia atrás; todos los seres Iiumanos<br />
—sobre la tierra misteriosa—<br />
seguimos con nuestra marea <strong>de</strong> siem.<br />
pre; hacía el bien, hacia el mal, ¡iacia<br />
el bien, hacia el mal.<br />
16 1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1955
Cae la.tar<strong>de</strong>. No vibra<br />
en nada aquella música<br />
maravillosa. Cae<br />
la tar<strong>de</strong>. jOh!, no es posible<br />
que sea yo aquel mismo<br />
que antes <strong>de</strong>cía: «Árbol<br />
inmóvil, montes pálidos<br />
en la distancia-, mar<br />
con brisa...»<br />
(Parecía,<br />
parpa<strong>de</strong>ando, ver<strong>de</strong><br />
y plata, copa viva . .<br />
<strong>de</strong> un álamo <strong>de</strong> ensueño.)<br />
DEMASIADO TARDE<br />
CXIV<br />
4 HORA ya es tar<strong>de</strong>. Quisimos<br />
tocar con las pobres manos<br />
el prodigio.<br />
Ahora ya es tar<strong>de</strong>: sabemos<br />
no supimos lo que hacíamos.<br />
Ya no hay caminos. Ya no hay<br />
caminos. Ya no hay caminos.<br />
Cuando nada se <strong>de</strong>sea<br />
todo se posee. (El círculo<br />
se ha cerrado. Nos retiene,<br />
sin remedio, en su recinto.)<br />
Angeles soberbios. Angeles<br />
ciegos. Angeles malditos.<br />
Ahora ya es tar<strong>de</strong>. Se apaga<br />
el mundo recién nacido.<br />
Ya no hay caminos. Ya no hay<br />
caminos. Ya no hay caminos.<br />
Cuando nada se <strong>de</strong>sea<br />
todo se posee. Miro<br />
la llama. ¿Quién nos mandó<br />
tocar su centro encendido?<br />
Al fuego se le posee<br />
con los ojos. (Ni sus hijos<br />
pue<strong>de</strong>n tocarlo.) Ya no hay<br />
caminos. Ya no hay caminos.<br />
Sabemos. El terso sueño<br />
se ha roto. Ya no hay caminos.<br />
Desamparados ten<strong>de</strong>mos<br />
puentes <strong>de</strong> espíritu a espíritu.<br />
También el cuerpo quería<br />
romper su lastre infinito.<br />
Las almas a su través<br />
se buscaban. Se han hundido<br />
para siempre. No se encuentran<br />
las almas. Ya se ha cumplido<br />
¡o fatal. Sabemos. Angeles<br />
ciegos. Angeles malditos.<br />
Las almas se han marchitado<br />
sobre los cuerpos marchitos.<br />
Ya no hay caminos. Ya no hay<br />
caminos. Ya no hay caminos.<br />
Cuando nada se <strong>de</strong>sea<br />
todo se posee. El fino<br />
vidrio <strong>de</strong> la paz se rompe<br />
<strong>de</strong>seando (Como el río,<br />
sólo se para y <strong>de</strong>scansa<br />
cuando <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser río.)<br />
Prisa por llegar. Can<strong>de</strong>ntes<br />
avi<strong>de</strong>ces. Rojos vinos<br />
en el que los vencedores<br />
se igualan a los vencidos.<br />
¡Oh cuánta <strong>de</strong>solación!<br />
Qué caída en el vacío.<br />
Oigo al otoño ventoso<br />
tañer su cuerno amarillo.<br />
Aroma <strong>de</strong> oro, dorando<br />
aroma <strong>de</strong> tierra. Piso<br />
la tierra. Miro la tierra<br />
hermosa...<br />
Torno a lo mío:<br />
cuando nada se <strong>de</strong>sea<br />
todo se posee. (El círculo<br />
se ha cerrado.) Todo en torno<br />
es lo mismo y no es lo mismo.<br />
Se han borrado para siempre<br />
caminos, muchos caminos.<br />
Y estamos solos. De pronto<br />
nada parece tranquilo.<br />
nuestra voz suena a voz <strong>de</strong> otros<br />
que jamás han existido.<br />
Y se cierra todo. Y todo<br />
<strong>de</strong>jando <strong>de</strong> ser sencillo.<br />
Angeles soberbios. Angeles<br />
ciegos. Angeles malditos.<br />
Y no hay caminos. Y no hay<br />
caminos. Y no hay caminos.<br />
CXV<br />
TUYA EN CUERPO Y ALMA<br />
Í^N cuerpo y alma» (como si dijera<br />
muerta y viva. ¿Podrías con tu boca<br />
evi<strong>de</strong>nte, besar la luz que toca<br />
los brazos ver<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la primavera?)<br />
«En cuerpo y alma» (como si pudiera,<br />
inextinguir, ar<strong>de</strong>r la llama loca<br />
sin consumirse el tronco. Como poca<br />
luz que herir mucha noche pretendiera.)<br />
«En cuerpo y alma«. (Como si la mano<br />
quisiera poseer la estrella hundida<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l corazón d»;I mar en calma.)<br />
«En cuerpo y alma.» Rojo, sol lejano.<br />
Música en el recuerdo malherida.<br />
Imposible tener en cuerpo y<br />
y<br />
CON LAS PIEDRAS, CON EL VIENTO<br />
CXVI<br />
A PAGAMOS las manos. Dejamos encima <strong>de</strong>l mar<br />
marchitarse la luna<br />
y nos pusimos a andar por la tierra cumplida <strong>de</strong><br />
sombras.<br />
Ahora ya es tar<strong>de</strong>. Las albas vendrán a ofrecernos<br />
sus húmedas flores.<br />
Ciegos iremos. Callados iremos, mirando algo nuestro<br />
que escapa hacia su patria remota.<br />
(Nuestro espíritu <strong>de</strong>be <strong>de</strong> ser, que cabalga sobre<br />
las olas.)<br />
Ahora ya es tar<strong>de</strong>. Apagamos las manos felices<br />
y nos ponemos a andar por la tierra cumplida <strong>de</strong><br />
sombra.<br />
Hemos caído en un pozo que ahoga los sueños.<br />
Hemos sentido la boca glacial <strong>de</strong> la muerte tocar<br />
nuestra boca.<br />
Antes, entonces, con qué gozo ardiente,<br />
con qué prodigioso-encen<strong>de</strong>rse la aurora<br />
mo<strong>de</strong>lamos en nieblas efímeras, ea pasto <strong>de</strong> brisas<br />
ligeras,<br />
nuestra cálida hora.<br />
Y cómo apretamos las ubres calientes. Y cómo era<br />
hermoso<br />
pensar que no había ni ayer, ni mañana, ni historia.<br />
Ahora ya es tar<strong>de</strong>: apagamos las manos felices<br />
y nos ponemos a andar' por la tierra cumplida<br />
<strong>de</strong> sombra.<br />
Cómo errar por los años, como astros gemelos,<br />
sin fuego,<br />
como astros sin luz que se ignoran. §fcj<br />
Cómo andar sin nostalgia el camino, soñando<br />
dos sueños distintos<br />
mientras en torno el amor se <strong>de</strong>sploma.<br />
Ahora ya es tar<strong>de</strong>- Sabemos. Pensamos. (Buscábamos<br />
almas.)<br />
Ahora sabemos que el alma no es piedra ni flor<br />
que se toca.<br />
Como astros gemelos y ajenos pasamos, sabiendo<br />
que el alma se niega si el cuerpo se niega.<br />
Que nunca se logra sí el cuerpo se logra.<br />
Dejamos encima <strong>de</strong>l mar marchitarse la luna.<br />
Cómo errar, por los años sin gloria.<br />
Cómo aceptar que las almas son vagos ensueños<br />
que en sueños tan sólo se dan, y <strong>de</strong>spiertos se borran.<br />
Qué consuelo ha <strong>de</strong> haber, si lograr una gota <strong>de</strong><br />
un alma<br />
es preten<strong>de</strong>r apresar el latir <strong>de</strong> la tierra, <strong>de</strong>snuda<br />
y redonda.<br />
Estamos <strong>de</strong>spiertos. Sabemos. Como astros<br />
soberbios, caídos,<br />
sentimos la boca glacial <strong>de</strong> la muerte tocar nuestra<br />
boca.<br />
CXVII<br />
ílE pronto cobra el mundo<br />
calida<strong>de</strong>s amargas.<br />
Tras los cristales, lento,<br />
lluvioso, octubre pasa<br />
acariciando el mundo<br />
con su mano <strong>de</strong> agua.<br />
Nunca jamás. ¡Oh¡, nunca<br />
podremos hacer nada.<br />
Nos hiere el <strong>de</strong>saliento<br />
con su flecha <strong>de</strong> plata.<br />
(La manoque acaricia<br />
no saba lo que mata.)<br />
Cómo se pue<strong>de</strong> asir,<br />
,con la mano, la llama;<br />
encerrar en la noche<br />
la luz, y lo que pasa<br />
en lo que queda... (Nunca.<br />
podremos hacer nada.<br />
No basta sólo el cuerpo .<br />
ni basta sólo el alma.)<br />
Próximo eí cuerpo, pero<br />
lejana el alma. Cantan<br />
las almas juntas, cuando<br />
los cuerpos se distancian.<br />
¡Oh¡, qué luchar, qué angustia,<br />
qué ir y venir <strong>de</strong>l alma<br />
al cuerpo, cómo yerra,<br />
<strong>de</strong> cuerpo en cuerpo, el alma.<br />
ATENEO 17
Cómo se <strong>de</strong>smoronan,<br />
se hun<strong>de</strong>n, las torres altas.<br />
Cómo <strong>de</strong> entre las manos<br />
<strong>de</strong>l cuerpo se va el alma.<br />
Y escribe el Ángel a ía Iglesia <strong>de</strong> Laodicea:<br />
«Yo conozco tus obras, que no eres frío ni caliente,<br />
ojalá fueras frío o caliente. Mas porque no eres frío<br />
ni caliente, el Ángel te arrojará <strong>de</strong> su boca...»<br />
Pero nosotros"no<br />
somos tibios. Se abrasan<br />
los corazones. Juntas<br />
las bocas, se <strong>de</strong>rrama<br />
sobre un cuerpo otro cuerpo<br />
sobre un alma otra alma.<br />
«He aquí que no eres frío ni caliente, sino tibio...»<br />
Pero nosotros no<br />
somos tibios. La calma,<br />
la paz, la sencillez,<br />
esas virtu<strong>de</strong>s claras<br />
I no son para nosotros.<br />
Nuestras almas se abrasan,<br />
claman <strong>de</strong> sombra en sombra,<br />
penan <strong>de</strong> llama en llama.<br />
Los cuerpos juntos, pero<br />
tan distantes las almas...<br />
Tras los cristales, lento,<br />
lluvioso octubre pasa<br />
acariciando el mundo<br />
con su mano <strong>de</strong> agua.<br />
SENCILLEZ<br />
C XVIII<br />
V "a las noches suce<strong>de</strong>n<br />
ios días; y a las lluvias,<br />
los soles. Y no hay nada<br />
que dure más que espunía<br />
sobre arena, o relámpago<br />
entre nubes, o música<br />
en los aires, o luz<br />
sobre las hojas húmedas.<br />
Y todo pasa, y nada<br />
que sea nuestro dura.<br />
Todas las cosas llevan<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí su tumba.<br />
Es preciso caer<br />
malherido en la lucha.<br />
Amar mucho. Sentir<br />
mucho. Mirar la luna<br />
ascen<strong>de</strong>r muchas noches<br />
teniendo el alma a oscuras.<br />
Qué palabras nos llenan<br />
entonces <strong>de</strong> hermosura.<br />
Qué vieja .ciencia sabe<br />
<strong>de</strong>svanecer las brumas.<br />
Cuántos instantes muestran<br />
su evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>snuda.<br />
Cómo se encierran todas<br />
las verda<strong>de</strong>s en una.<br />
Mirad: la primavera<br />
ya vuelve. Ya se anuncia<br />
en las yemas <strong>de</strong>l álamo,<br />
en las aguas profundas.<br />
Cielos azules. Vidrios<br />
transparentes. Verduras<br />
inmensas. Lejanías<br />
<strong>de</strong> playa y humo...<br />
Nunca<br />
l_o entendimos. Miramos<br />
hoy la vida que apunta:<br />
margaritas <strong>de</strong> oro,<br />
campanillas <strong>de</strong> bruma.<br />
Qué sabor nuevo tiene<br />
todo, como si dudas<br />
y espinas no existieran.<br />
Como si la hermosura<br />
vieja, hallara en el alma<br />
vieja su concha justa.<br />
Se ve el ayer —tan lejosconstelado<br />
<strong>de</strong> agudas<br />
espinas, y se siente<br />
como dolor <strong>de</strong> turbias<br />
riadas que llevaron<br />
nuestra mejor ternura.<br />
Ahora vuelve a ser todo<br />
sencillo y claro. Busca<br />
su centro el alma y tiene<br />
su centro en las menudas<br />
evi<strong>de</strong>ncias. La mina,<br />
se encierra en la confusa<br />
realidad que pisábamos<br />
y que no vimos nunca<br />
Así es todo <strong>de</strong> nuevo<br />
sencillo, se <strong>de</strong>snuda<br />
maravillosamente<br />
. mostrando su hermosura.<br />
Es hora <strong>de</strong>cantar.<br />
Mas la boca está, muda<br />
ganada por la mansa<br />
sensación <strong>de</strong> ventura.<br />
C XIX<br />
\IO pue<strong>de</strong> ser posible; pero<br />
estaba allí, cerca; le. oímos<br />
llorar. No.pue<strong>de</strong> ser posible;<br />
con el cielo tan alto y limpio<br />
y sosegado; con la hierba<br />
tan ver<strong>de</strong> y frágil; encendidos<br />
¡os corazones para él,,,<br />
Dijo<br />
ella «mí niño está llorando,<br />
y no le puedo ver. Mi niño<br />
llora...» (Cantó voz velada<br />
para que no llorase el niño.)<br />
No pue<strong>de</strong> ser posible. Es nuestra<br />
prolongación feliz. Es río<br />
entre orillas <strong>de</strong> piedra. Es valle<br />
apacible entre duros picos.<br />
Ella le llama por un nombre,<br />
que es como el mío, y no es el mío.<br />
Es una rama <strong>de</strong> la estirpe<br />
<strong>de</strong> los dioses, un vientecíllo<br />
que aún reinará sobre la tierra<br />
cuando ya se agosten los siglos.<br />
El no pue<strong>de</strong> llorar. Es nuestra<br />
prolongación feliz. Sufrimos<br />
para que nunca sufra. Vamos<br />
allanándole los caminos.<br />
(Hablamos <strong>de</strong> él, mientras madura<br />
la pompa ver<strong>de</strong> <strong>de</strong>l estío.)<br />
No pue<strong>de</strong> ser posible. «Llora<br />
mi pabre niño» —dice—-. Miro<br />
entre las flores (muchas veces<br />
se escon<strong>de</strong>rá entre las flores). Miro<br />
sus ojos hondos (tal vez se haya<br />
quedado en sus ojos dormido).<br />
Le va cantando tiernamente<br />
para que no llore su niño.<br />
El no pue<strong>de</strong> llorar. El es<br />
un dios ardiente. Es el espíritu<br />
<strong>de</strong> ía vida. Nos miraremos<br />
en él sin pena. Será limpio<br />
<strong>de</strong> recuerdos. Prolongación<br />
dichosa <strong>de</strong> nosotros. Limpio<br />
<strong>de</strong> recuerdos. Incendiará ^—el<br />
mundo con su luz. Sufrimos<br />
para que nunca sufra. Vamos<br />
allanándole los caminos.<br />
No pue<strong>de</strong> ser posible, pero<br />
estaba allí cerca. Le oímos<br />
llorar. No pue<strong>de</strong> ser posible.<br />
El es planta que ignora el filo<br />
<strong>de</strong> Ía hoz. Elia dice «está<br />
llorando.» (No es posible.) Miro<br />
el agua <strong>de</strong>l arroyo; acaso<br />
en el agua se haya escondido.<br />
Elle le llama por un nombre<br />
que es como el mío y no es el mío.<br />
Le canta luego tiernamente<br />
para que no llore su niño.<br />
cxx<br />
JJESPUES <strong>de</strong> tanta lucha estéril<br />
qué amable resulta la paz.<br />
Cada prodigio vivo canta<br />
su maravilloso cantar.<br />
1 <strong>de</strong> agosto do 1955,
Después <strong>de</strong> tantas horas ásperas<br />
cómo mece la sencillez<br />
<strong>de</strong>l cielo, el agua, el campo, el beso,<br />
las criaturas sin ayer.<br />
Tras <strong>de</strong> avanzar contra corriente<br />
qué apacible <strong>de</strong>jarse ir.<br />
Sentir la vida sosegada<br />
con la intimidad <strong>de</strong> un jardín.<br />
CXXÍ<br />
f)UE claridad -para mirar sin pena<br />
t me da la, distancia'.<br />
Des<strong>de</strong> la oscuridad total dirijo<br />
a ti la mirada.<br />
Así es mejor: tenerte, hablarte, oírte<br />
sin melancolía.<br />
Llevar yo sola todos tus dolores<br />
doliendo en mi vida.<br />
Vuelve a encen<strong>de</strong>rse el juego ver<strong>de</strong> y oro<br />
<strong>de</strong> la primavera. ."<br />
Oh corazón que prodigó sus dones<br />
con las manos llenas.<br />
Te llamaré en mi soledad un día<br />
el i<br />
cuando, sobre tu llama, nieve el tiempo<br />
que todo lo<br />
Saber que no habrá nada que te hiera<br />
con espada aguda.<br />
Saber que se cerraron ya tus puertas<br />
para la<br />
Yo no podría herirte más, llenarte<br />
<strong>de</strong> noche tus soles.<br />
Yo para li quisiera los caminos<br />
cubiertos <strong>de</strong> ¡lores.<br />
Así es mejor. De lejos iodo tiene<br />
una luz más clara.<br />
Se <strong>de</strong>snudan tus horas que vestía<br />
la <strong>de</strong>sesperanza.<br />
Te llamaré en mi soledad, un día<br />
el indiferente,<br />
cuando el olvido ciña con guirnaldas<br />
<strong>de</strong> rosas tus sienes.<br />
Y qué alegre ha <strong>de</strong> ser saber que nunca<br />
<strong>de</strong>clina tu estrella.<br />
Sabe que has <strong>de</strong> cantar feliz, que vives<br />
aunque yo me muera.<br />
Me preguntabas y te respondían<br />
mi boca y mis ojos.<br />
Oh si los ojos y las palabras<br />
lo dijesen todo.<br />
Así es mejor: se cerrará tu herida. •<br />
•irás por los campos<br />
sin saber que la música <strong>de</strong>l viento<br />
soy yo que te canto.<br />
Mi corazón entierro, porque tenga<br />
tu camino flores.<br />
Cantes y vivas tú, aunque yo me muera. •<br />
Y Dios me perdone.<br />
EL SOLITARIO<br />
Ceux qui vivent ce sont ceux qui<br />
lutten.'<br />
cxxii<br />
O T O Ñ O<br />
6<br />
¡ Fá b u l a !<br />
CAZADOR, leñador, quemas Jas hojas<br />
^ y hun<strong>de</strong>s el hacha <strong>de</strong> oro en la ma<strong>de</strong>ra.<br />
hieres a la ligera primavera<br />
entre los arcos <strong>de</strong> las copas rojas.<br />
Suenas tu trompa. Silba el hacha. Mojas<br />
con sangre el cielo, el bosque, la la<strong>de</strong>ra.<br />
Encendido licor, trágica hoguera<br />
a la que el cuerpo <strong>de</strong>shojado arrojas.<br />
Das al olvido el sueño que <strong>de</strong>struyes,<br />
tras la jauría <strong>de</strong> tus vientos huyes<br />
y en el confín <strong>de</strong>l Universo cantas<br />
i<br />
que todo se repite y todo torna,<br />
que la guirnalda seca que te adorna<br />
ha <strong>de</strong> ser rosas en nuestras gargantas.<br />
(Intermedio)<br />
Unas veces el hombre canta cosas,<br />
por engañarse, en las que no creía,<br />
y su cantar es una fantasía<br />
en la que alternan fuegos, oros, rosas.<br />
No lucha, no pregunta: mira. (Hermosas<br />
criaturas se mecen en el día.)<br />
Muer<strong>de</strong> la fruta que el sueño le envía<br />
en sus alas maravillosas.<br />
Pero cuando pregunta, cuando <strong>de</strong>ja<br />
en su imagen la imagen que refleja<br />
el agua oscura <strong>de</strong> su mar sin nombre,<br />
el mundo cae, el alma cae, llorando<br />
entre las hojas que se van secando •<br />
en el reino interior <strong>de</strong>l hombre.<br />
( Variación melancólica)<br />
.Cazador, leñador, cazas y talas<br />
cuanto vivo y en pie se sostenía.<br />
Apenas tu redonda mediodía,<br />
para evocar, nos cubre con sus alas.<br />
Bajamos por tus pálidas escalas<br />
hasta el país <strong>de</strong> la melancolía.<br />
Tus cenizas tornaron lejanía<br />
los frescos sueños y las horas malas.<br />
CON LAS PIEOIMS, zn EL raro..<br />
Dicen que todo torna, y en mí ¿nadatorna?<br />
La primavera <strong>de</strong>shojada<br />
¿<strong>de</strong> nuevo cobrará su lozanía,<br />
y yo he <strong>de</strong> andar con sombras en la frente,<br />
morir, pasar irremisiblemente<br />
sin la resurrección al tercer día?<br />
CXXIII<br />
REFLEXIONES amargas, no.<br />
Ya he <strong>de</strong>sterrado ía amargura,<br />
aunque no pienso mirar siempre<br />
con los mismos ojos la luna.<br />
El sol que alumbraba el ayer<br />
no es el mismo sol que me alumbra.<br />
Si un alba apresa nuestras almas<br />
apuremos sus luces húmedas<br />
porque mañana su belleza<br />
es imposible que se cumpla.<br />
Reflexiones amargas, no.<br />
Ya he <strong>de</strong>sterrado la amargura.<br />
Voy paseando entre los árboles<br />
amarillos que se <strong>de</strong>snudan.<br />
Juegan al corro niños. Hombres<br />
van y vienen. De la hermosura<br />
<strong>de</strong>l cielo, bajan chorros cálidos<br />
que anidan en las hojas últimas.<br />
Yo me siento feliz. Al fin<br />
he <strong>de</strong>sterrado la amargura.<br />
Puedo mirar, sin pena, cómo<br />
se <strong>de</strong>svanece mi aventura.<br />
Cada retazo <strong>de</strong>l paisaje<br />
limpio lo veo. Ni la duda,<br />
ni el recuerdo, ni la nostalgia<br />
empañan su evi<strong>de</strong>ncia muda.<br />
Y, sín embargo, yo conozco<br />
estos lugares, aunque nunca<br />
los vi. Conozco cada amable<br />
rincón <strong>de</strong> flores, cada oculta<br />
vereda que se pier<strong>de</strong>, don<strong>de</strong><br />
las concretas formas se azulan-<br />
ATENEO 19
20<br />
I OSE HIE<br />
Ahora pue<strong>de</strong>n mirar mis ojos<br />
lo que antes no podían. Busca<br />
mí corazón, aquí, recuerdos<br />
que nunca fueron suyos. (Suyas<br />
serían sólo las cenizas.)<br />
Y los recuerdos v.enen, juntan<br />
su cuerpo ai mío. Y no me hieren,<br />
porque ahora ignoro la amargura.<br />
Yo no podía compren<strong>de</strong>rlo<br />
y hoy; qué sencillo me resulta<br />
ir bajo el sol, por los caminos<br />
que-ellos andaban con la luna,<br />
SÍ yo hubiese venido antes<br />
aún vibraría aquí la música '<br />
<strong>de</strong> sus palabras. Y qué espina<br />
para el alma; y qué flecha aguda<br />
para el corazón encendido<br />
que avi<strong>de</strong>cía la ternura.<br />
Pero ahora todo es ya sencillo.<br />
Ahora siento el alma madura.<br />
Ahora me sé feí.z. Camino<br />
éntrelos árboles. Ya nunca<br />
llevaré la vida empañada:<br />
he <strong>de</strong>sterrado la amargura.<br />
Me siento alegre. Sé <strong>de</strong> fijo<br />
que ya se ha acabado la lucha.<br />
CX XIV<br />
L A M A Ñ A N A<br />
M a d r i d '<br />
Í^UANTAS veces he vuelto, en sueno<br />
a lograr aquella mañana.<br />
Mi corazón era sencillo,<br />
ciaro, como una gota <strong>de</strong> agua.<br />
Cómo me hervía imaginando<br />
aventuras extraordinarias.<br />
Cómo templaba yo mi acero<br />
en el fuego <strong>de</strong> las hazañas.<br />
Pasarían los siglos. Flores<br />
nacerían <strong>de</strong> mis entrañas.<br />
(¡Oh inolvidable, inolvidable,<br />
inolvidable...!) Nuevas ramas.<br />
vientos nuevos, darían músicas<br />
nuevas a nuevas añoranzas.<br />
•Oh inolvidable; Cuando entorno<br />
ios ojos veo las doradas<br />
tierras, ios álamos apenas<br />
con hoja. Puedo, entre las brasas<br />
<strong>de</strong>l hoy, tornar hasta aquel día,<br />
navegar por sus limpias aguas.<br />
¡Oh inolvidable, inolvidable,'<br />
irrepetible...!<br />
Se apagaba<br />
ia luz. Dejé las tierras ver<strong>de</strong>s,<br />
los montes <strong>de</strong> azul y <strong>de</strong> plata,<br />
los chopos altos, que podían<br />
herir al cielo con su lanza,<br />
cimas escuetas, don<strong>de</strong> el sol<br />
pulía su pálida espada.<br />
¡Oh irrepetible, irrepetible,<br />
inolvidable!<br />
Cuando el alba<br />
llegó, fue todo diferente.<br />
Un.nuevo tiempo comenzaba<br />
para mí. Tierras <strong>de</strong> Castilla<br />
como una seca piel humana,<br />
como una inmensa palma abierta<br />
bajo la luz <strong>de</strong> la mañana.<br />
MÍ corazón era sencillo,<br />
claro, como una gota <strong>de</strong> agua.<br />
Para mi corazón sencillo<br />
la vida nueva comenzaba.<br />
¡Oh!, <strong>de</strong>spués Guadarrama. Cielo<br />
con honduras acumuladas.<br />
Pinos, encinas, peñas: duro<br />
corazón <strong>de</strong>.granito. España<br />
no latía su-corazón ' ><br />
para el mío que íe buscaba.<br />
. ¡Oh inolvidable, irrepetible...!<br />
<strong>Madrid</strong>, al fondo. Aún arañaban<br />
los campos trincheras, aún<br />
cerraban ruinas la distancia...<br />
¿No habéis buscado un día ei rayo<br />
que vuestros ojos anhelaban<br />
algo que, acaso, no existía<br />
en el lugar que lo buscabais?<br />
¿no habéis -- pasado eí tiempo vuelto<br />
y habéis Horado por !a rama<br />
seca, que había sido ver<strong>de</strong><br />
cuando vosotros la ignorabais?<br />
Se <strong>de</strong>sprecia lo que se tiene<br />
por soñar aquello que falta.<br />
Y al buscar lo que se tenía<br />
no queda en vuestras manos nada.<br />
Como si todo sucediese,<br />
misterioso, a nuestras espaldas'.<br />
Cual si evocar fuera tan sólo<br />
nuestra única avi<strong>de</strong>z lograda..<br />
Así fue. Si cierro los ojos<br />
veo <strong>de</strong> nuevo las doradas<br />
tierras, ios álamos apenas<br />
con hoja; logro ia mañana<br />
que nunca tuve. (Yo prendía<br />
mi avi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las tierras áridas<br />
don<strong>de</strong> aún quedaban las trincheras,<br />
las viejas glorias enterradas.<br />
Don<strong>de</strong>, <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> las ruinas,<br />
se pudrían bellas hazañas.)<br />
Nadie se ve sí no se aleja",<br />
<strong>de</strong> sí mismo. Piso las cálidas<br />
tierras que a mí me daban frío<br />
(Todo ocurría a mis espaldas.)<br />
Y se borra <strong>Madrid</strong>, e! mundo<br />
dolorido por la metralla.<br />
Mí corazón sencillo, don<strong>de</strong><br />
vivía fragante la fábula.<br />
Mi corazón, don<strong>de</strong> nacía<br />
la renunciación más amarga<br />
¡Oh inolvidable...! Cuando entorno<br />
ios ojos veo las doradas<br />
tierras, los álamos apenas<br />
con hoja, el alto Guadarrama.<br />
(Parece que ellos lo sabían;<br />
pero no me dijeron nada.)<br />
Veo las cosas que hoy me hieren,<br />
que sucedían a mi espalda.<br />
Por don<strong>de</strong> yo acechaba el paso<br />
<strong>de</strong> algo muy mío, alguien marchaba,<br />
alguien se daba, sobre el suelo .<br />
don<strong>de</strong> la vida se paraba.<br />
¡Oh inolvidable! Todo cobra<br />
su sentido el día que amarga<br />
por vez primera el vino rojo.<br />
Alguien, un día, llega, enlaza<br />
su vida a nuestra vida. Entonces<br />
los pasados unen sus ramas.<br />
Fun<strong>de</strong>n los dos en uno solo,<br />
las dos almas en un alma.<br />
(Nos conocimos hoy: no <strong>de</strong>be<br />
contar sino el hoy y el mañana.)<br />
Pero borra el pasado propio<br />
el ajeno —nuestro que se alza<br />
<strong>de</strong>l día aquel que nuestros cuerpos<br />
y nuestras almas .ss ignoraban.<br />
.¡Oh inolvidable! No recuerdo<br />
qué vi. Se borra todo.. Canta<br />
un vientecillo que jamás<br />
me acarició la frente alta.<br />
Cuando entorno los ojos veo<br />
ante mí las tierras doradas,<br />
los álamos <strong>de</strong> primavera,<br />
los finos brazos .que enlazaban<br />
una cabeza. Todo aquello<br />
ha sucedida a mis espaldas.<br />
Como si alguno, entre las.sornbr;<br />
fuese-tejiendo mi hora amarga.<br />
Como si sufrieran los dientes<br />
que no mordieron ia manzana,<br />
1 <strong>de</strong> agoslo.<strong>de</strong> 1955
JOSÉ HIEKRO<br />
QUINTA DEL<br />
EDITORIAL NACIONAL<br />
A Aurelio García Canialapiedra,<br />
el amigo fiel, comprensivo y<br />
entrañable. Adjetivos que parecen<br />
tópicos a los extraños.'Jnsuficicn-<br />
. íes a los amigos..<br />
CX XV<br />
EL LIBRO<br />
RAS naciendo poco<br />
I a poco, día a día.<br />
Con todas ías cosas<br />
que hablan, hondo, será<br />
tu palabra sencilla.<br />
A veces no sabrán<br />
qué dices. No te pidan<br />
luz. Mejor en la sombra<br />
amor se comunica.<br />
. - Así, incansablemente,<br />
hila que te hila.<br />
CXXVI<br />
PARA UN ESTETA<br />
rpU que hueles la flor <strong>de</strong> la bella palabra.<br />
-*-. acaso no comprendas las mías sin aroma.<br />
Tú que buscas el agua que corre transparente,<br />
no has <strong>de</strong> beber mis aguas rojas.<br />
Tú que sigues el vuelo <strong>de</strong> la belleza, acaso<br />
nunca jamás pensaste cómo ía'muerte ronda<br />
ni cómo vida y muerte--aguas y juego—hermanadas<br />
van socavando nuestra roca. ...<br />
Perfección <strong>de</strong> la vida que nos talla yi..dispone,<br />
-para la per lección <strong>de</strong> la muerte remota.<br />
Y lo <strong>de</strong>más, palabras, palabras y palabras.<br />
,ay, palabras maravillosas! •<br />
Tú que bebes el vino <strong>de</strong> la copa <strong>de</strong> plata<br />
no sabes el camino <strong>de</strong>. la "fuente que- brota<br />
en la piedra. No sacias tu sed en su_ agita pura<br />
con lus_ dos -manos como copa.<br />
Lo has olvidado iodo porque lo sabes lodo.<br />
Tú crees dueño, no hermano menor <strong>de</strong> cuanto nombras.<br />
Y olvidas las raíces (Mi obra, dices), olvidas<br />
que vida y muerte son tu obra-<br />
No has venido a la tierra a poner diques y or<strong>de</strong>n<br />
en el maravilloso <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las cosas.<br />
Has venido a nombrarlas, a comulgar con ellas.<br />
sin alzar vallas a su -gloria.<br />
ATtiNEO<br />
Q U I N T A D E L 4 2 2<br />
Nada te pertenece. Teda .es afluente, arroyo.<br />
Sus aguas en tu cauce temporal <strong>de</strong>sembocan.<br />
Y hechos un. solo río os vertís en el mar.<br />
«que es el morir», dicen las coplas.<br />
No has vellido a f'onc or<strong>de</strong>n, dique. Has rmido<br />
a hacer moler la muela con tu- agua transitoria.<br />
Tu fin no está en (i mismo (Mi obra, 'tices), olvidas<br />
que vida y muerte son tu o-'-ra.<br />
Y que el cantar que ho\ cantas será abaraje un día<br />
por la música <strong>de</strong> otras olas.<br />
LOS HOMBRES Y LAS HOKAS<br />
Pues aunque liay peno, v nos agravia<br />
el signo adverso,<br />
fior nosotros corre la savia<br />
<strong>de</strong>l universo.<br />
CXXVIT<br />
Ri'BÉN DARÍO.<br />
L^S difícil explicar<br />
por qué íos veo. Es difícil<br />
<strong>de</strong>cir quiénes son, por qué<br />
me ponen, triste.<br />
Con ojos abiertos no<br />
los veo. Acaso no existen<br />
sino en mí. (Con ojos ciegos<br />
no sabemos ser felices.)<br />
Qué podría yo <strong>de</strong>ciros<br />
ni qué podríais <strong>de</strong>cirme<br />
para enten<strong>de</strong>rnos. Los dioses<br />
nos nacen <strong>de</strong> sus raíces.<br />
Hechura <strong>de</strong> Dios. Harapos<br />
<strong>de</strong>sdichados <strong>de</strong> su estirpe.<br />
Olímpicos soles brillan<br />
tras <strong>de</strong> nuestras nubes grises.<br />
Si yo dijera, mostrándoos<br />
una ramita flexible:<br />
«Aquí está la primavera»;<br />
sí alguien, trayendo jazmines<br />
en la mano, me dijera:<br />
«aquí est? mi amor...»,<br />
(Decidme<br />
qvé son las palabras, cómo<br />
aprisionar sus matices.)<br />
Comienzo otra vez. Nacimos<br />
<strong>de</strong> dioses. Somos estirpe<br />
<strong>de</strong> dioses. Un día envuelven<br />
en la materia visible<br />
su gran nostalgia. Ellos crean<br />
seres que los eternicen.<br />
Y fü hombre vive, pidiendo<br />
la llama que lo ilumine.<br />
Es difícil explicar<br />
por qué los veo. Es difícil<br />
<strong>de</strong>cir quiénes son, qué buscan.<br />
(Es imposible<br />
que me entendáis.) Yo los veo<br />
recortados los perfiles<br />
contra el pasado, sentados<br />
junio a una tapia. No dicen<br />
nada, ni nada preguntan.<br />
Se pusieron a cantar,<br />
como soñando. Las lin<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> la noche se borraron.<br />
Vino la luz, y carmines<br />
frescos mojaron la tierra<br />
hasta sus remotos límites.<br />
Hilos, cantando, bebieron<br />
su vino invisible.<br />
Es difícil explicarlo.<br />
Me pone triste.<br />
Es como ver un dios muerto,<br />
como' un niño que no ríe.<br />
Me pongo triste, y no sé<br />
expresarlo. Es imposible. ,<br />
Como si alguien me amostrara,<br />
en su mano, unos jazmines<br />
y me dijese: «He aquí<br />
mi amor...»
SE HIERRO<br />
Yo no sé. Es difícil<br />
•;" compren<strong>de</strong>rlo. Yo no sé<br />
"-— •' quiénes son, cómo es posible<br />
que alguno lo entienda, cómo<br />
podría yo no seguir<br />
repitiendo y repitiendo<br />
lo irrepetible...<br />
cxxvin<br />
ENCADENADOS •<br />
CE fue muriendo todo,<br />
pero ellos no murieron.<br />
La ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l hombre<br />
duró más que sus sueños.<br />
Lo que muere <strong>de</strong>l hombre<br />
vivió más que lo eterno.<br />
Se murió la esperanza<br />
y siguieron viviendo.<br />
Sólo los perros mueren<br />
al morirse su dueño.<br />
CXXIX<br />
RETRATO DE UN DESCONOCIDO<br />
f | > UVO unas barbas húmedas, marinas,<br />
y pálida y <strong>de</strong>snuda era la frente.<br />
Adorador <strong>de</strong>l fuego <strong>de</strong>l poniente<br />
entre las piedras <strong>de</strong> las propias ruinas...<br />
Viajero en alas <strong>de</strong> las golondrinas<br />
se <strong>de</strong>snudó a la luz resplan<strong>de</strong>ciente.<br />
Desnudo —nuevamente adolescente—,<br />
con el dolor jugó a las cuatro esquinas.<br />
•- La carne está en su ocaso. Queda el gesto.<br />
Es la luz su mejor libro <strong>de</strong> texto<br />
y reza., rosa a rosa, su rosario.<br />
Ama las horas porque borran huellas<br />
en la serenidad, y en las estrellas<br />
estudia su futuro itinerario.<br />
cxxx<br />
UNA TARDE CUALQUIERA<br />
V"0, José Hierro, un hombre<br />
como hay muchos, tendido<br />
esta tar<strong>de</strong> en mi cama,<br />
volví a soñar.<br />
(Los niños,<br />
en la calíe corrían.)<br />
Mi madre me dio eí hilo<br />
y la aguja, diciéndome:<br />
«Enhébramela, hijo;<br />
veo poco.»<br />
Tenía<br />
fiebre. Pensé: —Si un grito<br />
me ensor<strong>de</strong>ciera, un rayo<br />
me cegara... (Los niños<br />
cantaban.) Lentamente<br />
me fue invadiendo un frío<br />
sentimiento, una súbita<br />
<strong>de</strong>sgana <strong>de</strong> estar vivo.<br />
Yo, José Hierro, un hombre<br />
que se da por vencido<br />
sin luchar. (A la espalda<br />
llevaba un cesto, henchido<br />
<strong>de</strong> los más prodigiosos<br />
secretos, y cumplido<br />
el futuro, aguardándome<br />
como a la hoz el trigo.)<br />
Mudo, esta tar<strong>de</strong>, oyendo<br />
caer la lluvia, he visto<br />
<strong>de</strong>svanecerse todo,<br />
quedar todo vacío.<br />
Una <strong>de</strong>sgana súbita<br />
<strong>de</strong> vivir. («Toma, hijo,<br />
enhébrame la aguja»,<br />
dice mi madre.)<br />
Amigos:<br />
Yo estaba muerto. Estaba<br />
en mi cama, tendido.<br />
Se está muerto aunque lata<br />
el corazón, amigos.<br />
Ya se abre la ventana<br />
y yo, sin cuerpo (vivo<br />
y sin cuerpo, o difunto<br />
y con vida), hundido<br />
en el azul. (O acaso sea azul, hundido<br />
en mí carne, en mi muerte<br />
llena <strong>de</strong> vida, amigos:<br />
materia universal,<br />
carne y azul sonando<br />
con 'un mismo sonido.)<br />
Y en todo hay oro, y nada<br />
duele, ni pesa, amigos.<br />
A hombros me llevan. ¿Quién?:<br />
la primavera, el filo<br />
<strong>de</strong>l agua, el 1 tiemblo ver<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong> un álamo, el suspiro<br />
<strong>de</strong> alguien a quien yo nunca<br />
había visto.<br />
Y-yo voy arrojando<br />
ceniza, sombra, olvido.<br />
Palabras polvorientes<br />
que entristecen lo limpio.<br />
Funcionario,<br />
tintero,<br />
treinta días vista,<br />
diferencial,<br />
racionamiento,<br />
factura,<br />
contribución,<br />
garantías...<br />
Subo más alto. Aquí<br />
todo es perfecto y rítmico.<br />
Las escalas <strong>de</strong> plata<br />
llevan <strong>de</strong> los sentidos.<br />
Ahora son las palabras<br />
<strong>de</strong> diamante purísimo:<br />
Roca,<br />
águila,<br />
playa, ' • '<br />
• palmera,<br />
manzana,<br />
caminante,<br />
verano,<br />
hoguera,<br />
cántico...<br />
• ... cántico. Yo, tendido<br />
en mi cama. Yo, un hombre<br />
como hay muchos, vencido<br />
esta tar<strong>de</strong> (¿esta tar<strong>de</strong><br />
solamente?), he vivido,<br />
mil sueños (esta tar<strong>de</strong><br />
solamente), tendido<br />
en mí cama, <strong>de</strong>spierto,<br />
con los ojos hundidos<br />
aún en las ascuas últimas<br />
<strong>de</strong>l sueño concluido.<br />
CXXXI<br />
REPORTAJE<br />
j esta cárcel podría<br />
verse el mar, seguirse el giro<br />
<strong>de</strong> las gaviotas, pulsar<br />
el latir <strong>de</strong>l tiempo vivo.<br />
Esta cárcel es como una<br />
playa: todo está dormido<br />
en ella. Las olas rompen<br />
cas; a sus pies. Es estío,<br />
la primavera, el invierno<br />
el otoño, son caminos<br />
exteriores que otros andan;<br />
cosa sin vigencia, símbolos<br />
mudables <strong>de</strong>l tiempo. (El tiempo<br />
aquí no tiene sentido.)<br />
Esta cárcel fue primero<br />
cementerio; yo era un niño<br />
y algunas veces pasé<br />
por eüte lugar. Sombríos<br />
cipreses,. mármoles rotos.<br />
Pero ya el tiempo podrido<br />
contaminaba la tierra.<br />
La yerba ya no era grito<br />
<strong>de</strong> la vida. Una mañana<br />
removieron con los picos<br />
y las palas la frescura<br />
<strong>de</strong>l suelo, y todo —los nichos,<br />
rosales; cipreses, tapiasperdió<br />
su viejo latido.<br />
1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1955
Nuevo cementerio alzaron<br />
para los vivos.<br />
Des<strong>de</strong> esta cárcel podría,<br />
tocarse el mar; más es mar,<br />
los montes, recién nacidos,<br />
los árboles que se apagan<br />
entre acor<strong>de</strong>s amarillos,<br />
las playas que abre el alba<br />
gran<strong>de</strong>s abanicos,<br />
son cosas externas, cosas<br />
sin vigencia, antiguos mitos,<br />
caminos que otros recorren.<br />
Son tiempo, *<br />
y aquí no tiene sentido.<br />
Por lo <strong>de</strong>más, todo es<br />
terriblemente sencillo. -<br />
El agua matinal tiene<br />
figura <strong>de</strong> fuente...<br />
(Grifos<br />
al amanecer. Espaldas<br />
<strong>de</strong>snudas. Ojos heridos<br />
por el aíba fría.) Todo<br />
es aquí sencillo,<br />
terriblemente sencillo.<br />
Y así las horas. Y así<br />
los años. Y acaso un tibio<br />
atar<strong>de</strong>cer <strong>de</strong> otoño<br />
(hablan <strong>de</strong> Jesús) sentimos<br />
parado el tiempo. (Jesús<br />
habló a los hombres, y dijo:<br />
«Bienaventurados los<br />
pobres <strong>de</strong> espíritu.»)<br />
Pero Jesús no está aquí<br />
(salió por la gran vidriera,<br />
corre por un risco,<br />
va en una barca, con Pedro<br />
por el mar tranquilo.)<br />
Jesús no está aquí. Lo eterno<br />
se <strong>de</strong>svae, y es lo efímero<br />
—-una mujer rubia, un día<br />
<strong>de</strong> niebla, un niño tendido<br />
sobre la yerba, una alondra<br />
que rasga el cielo —, es lo efímero,<br />
eso que pasa y que muda,<br />
los que nos tiene prendidos.<br />
Sed <strong>de</strong> tiempo, porque el tiempo<br />
aquí no tiene sentido.<br />
Un hombre pasa. (Sus ojos<br />
Henos <strong>de</strong> tiempo.) Un ser vivo.<br />
Dice: «Cuatro, cinco años...»<br />
como si echara ios años<br />
al olvido.<br />
Un muchacho <strong>de</strong> los valles<br />
<strong>de</strong> Liébana. Un campesino.<br />
(Parece oírse la voz<br />
<strong>de</strong> la madre: «Hijo,<br />
no tar<strong>de</strong>s», ladrar los perros<br />
por los ver<strong>de</strong>s pinos,<br />
nacer las flores azules<br />
<strong>de</strong> abril...)<br />
Dice: «Cuatro, cinco,<br />
seis años...», sereno, como<br />
si echase al olvido.<br />
El cielo, a veces azul,<br />
gris, morado o encendido<br />
<strong>de</strong> lumbres. Dorado a -/eces.<br />
Derramando oro divino.<br />
De sobra sabemos quién<br />
<strong>de</strong>rrama el oro, y da al lirio<br />
sus vestiduras, quién presta<br />
su rojo color al vino,<br />
vuela entre nubes, or<strong>de</strong>na<br />
las estaciones...<br />
(Caminos<br />
exteriores que otros andan.)<br />
Aquí está el tiempo sin símbolo<br />
como con agua errante que no<br />
mo<strong>de</strong>la el río.<br />
Y yo, entre cosas <strong>de</strong> tiempo,<br />
ando, vengo y voy perdido.<br />
Pero estoy aquí, y aquí<br />
no tiene el tiempo sentido.<br />
Deseternizado Ángel<br />
con nostalgia <strong>de</strong> un granito<br />
<strong>de</strong> tiempo. Piensan al verme:<br />
«Si estará dormido...»<br />
Porque sin una evi<strong>de</strong>ncia<br />
<strong>de</strong> tiempo, yo no estoy vivo.<br />
Des<strong>de</strong> esta cárcel podría<br />
verse el mar —yo ya no pienso<br />
en el mar—. Oigo los grifos<br />
al amanecer. No pienso<br />
que el chorro me canta un frío<br />
cantar <strong>de</strong> fuente. Me labro<br />
mis nuevos caminos.<br />
Para no sentirme solo<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
CXXXII<br />
EL OLVIDADO<br />
VA se ha parado tu tiempo,:<br />
pobre criatura.<br />
A qué corazón irás<br />
a <strong>de</strong>rrumbarte, qué tumba<br />
pudrirá tus pobres huesos<br />
cuando tu tiempo se pudra...<br />
Y quién pasará y dirá:<br />
«aquí fue un hombre»; qué música<br />
será tu nombre, qué llama<br />
tu memoria, qué penumbra<br />
se iluminará <strong>de</strong> pronto<br />
con tu luz oscura<br />
(tu sombría luna...).<br />
Ya se ha parado tu tiempo,<br />
pobre criatura.<br />
Y qué serás tú, sin tiempo,<br />
piedra temporal, columna .<br />
<strong>de</strong>! granito <strong>de</strong> la muerte,<br />
rompeolas que retumba<br />
cuando ie hien<strong>de</strong>n las olas<br />
con hachas —espumas...<br />
Qué serás, libre en la noche<br />
total, pobre criatura,<br />
qué memoria, estela, huella<br />
<strong>de</strong>jó tu planta <strong>de</strong>snuda<br />
—ma<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l sueño-—,<br />
tu planta <strong>de</strong>snuda.<br />
Y quién pasará y dirá:<br />
«aquí fue un hombre», qué música<br />
será tu vestigio, quién,<br />
pondrá flores en tu tumba.<br />
Qué <strong>de</strong>scolorida hazaña<br />
tuya pudrirá la lluvia.<br />
Pobre criatura, leño<br />
<strong>de</strong> sueño, brote que acuña,<br />
florece, moja, <strong>de</strong>speja,<br />
el tiempo (el sueño; qué brusca<br />
tu madrugada sin tiempo,<br />
tu eternidad, ya madura;<br />
piedra temporal, ya tallada<br />
por eí tiempo, carne dura<br />
<strong>de</strong> tiempo, nacido para<br />
el tiempo (el sueño), escultura<br />
<strong>de</strong> tiempo, errante planeta,<br />
pobre criatura,<br />
<strong>de</strong>scuajada ya <strong>de</strong>l tiempo,<br />
íjbre en la noche absoluta,<br />
cxxxin<br />
LA MUERTE TARDE<br />
OARA la muerte hay que ser joven.<br />
Se entrega- sólo al que la busca,<br />
al brazo fuerte que la toma,<br />
que la sostiene y que la escucha.<br />
Mas tú vivías en la torre:<br />
don<strong>de</strong> ningún rumor se escucha,<br />
ajeno, frío, solitario,<br />
viendo lucir la luna.<br />
Saliste un día a! sol, al viento<br />
<strong>de</strong>rramados por la llanura,<br />
y sonreiste y comprendiste<br />
viendo girar la ardiente música.<br />
Pero la muerte no se da •<br />
al que sale tar<strong>de</strong> en su busca.<br />
Los años te habían matado<br />
con su blanda espada <strong>de</strong> pluma.<br />
ATENEO 23
E HIERRO<br />
¡Oh!, <strong>de</strong>scerrado, soy yo .sólo<br />
ci que trae flores a tu tumba.<br />
Sé que Ja muerte no es <strong>de</strong>scanso,<br />
sino aventura,<br />
liberación, reino, camino,<br />
llamarada que nos <strong>de</strong>slumhra.<br />
Para la muerte hay que ser joven.<br />
Los labios jóvenes ía apuran.<br />
Quiere, pasión, como el amor,<br />
como el dolor y la hermosura.<br />
Quiere matar gestos calientes<br />
y no recuerdos <strong>de</strong> amargura.<br />
Y entonces, limpia <strong>de</strong> los años,<br />
su gran misterio se <strong>de</strong>snuda.<br />
Acaso sepas ya qué somsras<br />
interpretables te circundan.<br />
No son las flautas <strong>de</strong> 3a vida,<br />
sino la muerte con sus tumbas.<br />
Sólo la muerte, con sus lutos,<br />
y no la vida con sus púrpuras.<br />
Ella se da a los años ver<strong>de</strong>s<br />
porque es primavera futura.<br />
Ella nos lleva, grada a grada,<br />
al cénit <strong>de</strong> la negra música.<br />
Ya nuestros pies vemos, sin pena,<br />
cómo mueren y se <strong>de</strong>rrumban<br />
los altos álamos, que, acaso,<br />
han <strong>de</strong> ser cruz en nuestra tumba.<br />
Apagados los tiempos,vvemos<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la quietud absoluta<br />
nómadas ir <strong>de</strong>l sur al norte<br />
que no señala humana brújula;<br />
soles per<strong>de</strong>rse en el silencio;<br />
sin el amor borrarse lunas.<br />
Y nada importa ya, ni duele.<br />
Porque está muerta la amargura.<br />
Muerte temprana, ¡ay! primavera,<br />
dando rosas en la penumbra.<br />
Muerte que pi<strong>de</strong> brotes ver<strong>de</strong>s, -<br />
la sangre que no se renuncia.<br />
Muerte que pi<strong>de</strong> sueño y vida,<br />
que se da sólo ai que la busca.<br />
al brazo fuerte, [ay¡ solitario,<br />
don<strong>de</strong> los años no granaron<br />
para pasto <strong>de</strong> amargura.<br />
CXXXIV<br />
JUNTO AL MAR<br />
Ci muero, que me pongan <strong>de</strong>snudo,<br />
<strong>de</strong>snudo junto al mar.<br />
Serán las aguas grises mi escudo<br />
y no habrá que luchar.<br />
Si muero, que me <strong>de</strong>jen a solas.<br />
La mar y mi jardín.<br />
No pue<strong>de</strong>, quien amaba las olas,<br />
<strong>de</strong>sear otro fin.<br />
Oiré la melodía <strong>de</strong>í viento,<br />
la misteiiosa voz.<br />
Será por fin vencido el momento<br />
que siega como hoz.<br />
Que siega pesadumbres, Y cuando<br />
la noche empiece'a ar<strong>de</strong>r,<br />
soñando, sollozando, cantando,<br />
yo volveré a nacer.<br />
1 . CXXXV<br />
EPITAFIO PARA LA TUMBA DE UN POETA<br />
r TOQUE la creación con mi frente,.<br />
Sentí la creación en ni i aima.<br />
Las oías me llamaron a lo hondo.<br />
Y luego se cerraron las aguas.<br />
CXXXVI<br />
E J E M P L O<br />
^CUERDATE que tenías<br />
voz <strong>de</strong> fuego.<br />
No eras árbol que se arranca,<br />
junco que <strong>de</strong>smaya, eco<br />
<strong>de</strong> una voz <strong>de</strong>sconocida:<br />
eras voz <strong>de</strong> .fuego.<br />
La muerte no remataba<br />
üada, <strong>de</strong>sataba el viente.<br />
Y qué mejor camaradas<br />
que el viento y el fuego...<br />
Y por qué llorar, llorarte<br />
por los muertos, en tus muertos,<br />
si ellos eran viento loco<br />
y tú eras el fuego,<br />
voz <strong>de</strong> fuego.<br />
Y por qué llorar un día,<br />
si ya no eres fuego.<br />
Por qué llorar si las llamas<br />
se <strong>de</strong>svanecieron.<br />
Llorar y sólo llorar,<br />
voz <strong>de</strong> fuego.<br />
Acuérdate que tenías<br />
voz <strong>de</strong> fuego.<br />
Tu <strong>de</strong>stino era incendiar<br />
el leño reseco.<br />
Pero no hay leño sin hacha,<br />
nacha sin hachero.<br />
Voz <strong>de</strong> fuego/ entién<strong>de</strong>lo,<br />
702 <strong>de</strong> fuego.<br />
cxxxvn<br />
EPITAFIO PARA LA TUMBA DE UN HÉROE<br />
'CE creía dueño <strong>de</strong>l mundo<br />
porque latía en sus sentidos.<br />
Le aprisionaba con su carne<br />
don<strong>de</strong> se estrellaban los siglos.<br />
E'on su antorcha <strong>de</strong> juventud<br />
iluminaba los abismos.<br />
Se creía dueño <strong>de</strong>l mundo:<br />
su centro fatal y divino.<br />
Lo pregonaba cada nube,<br />
cada grano <strong>de</strong> soi o trig©.<br />
Si cerraba los ojos, todo<br />
se apagaba, sin un quejido.<br />
Nada era él si lo borraba<br />
<strong>de</strong> sus ojos o sus oídos.<br />
Se creía dueño <strong>de</strong>l mundo<br />
porque nunca nadie le dijo<br />
cómo las cosas hieren, baten<br />
a quien las sacó <strong>de</strong>í olvido,<br />
cómo aplastan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ío eterno<br />
a los soñadores vencidos.<br />
Se crsía dueño <strong>de</strong>l mundo<br />
y no era dueño <strong>de</strong> sí mismo.<br />
cxxxvni '<br />
A VÍCTOR CORUGEDO<br />
Í^ANTG todas las cosas -<br />
VJ , ,. ...<br />
como si se a<strong>de</strong>ntrase en sus principios.<br />
Des<strong>de</strong> todas las cosas<br />
<strong>de</strong>scifraba ios símbolos.<br />
Cieío <strong>de</strong>snudo, don<strong>de</strong> <strong>de</strong>rramaron<br />
su hermosura los siglos.<br />
Ojos que no pudieron<br />
resistir el prodigio. ^<br />
Eí fue a todas ias cosas<br />
como si así se hurtase a su <strong>de</strong>stino.<br />
Enloqueció en Iss cimas<br />
gloriosas <strong>de</strong>l estío;<br />
multiplicó su cuerpo; le embriagaban<br />
maravillosos vinos.<br />
• Bajó <strong>de</strong> las montañas<br />
misterioso y vencido.<br />
UNA VASTA MIRADA<br />
... ¿ierras tristes,<br />
tan tristes que tiensn alma.<br />
AÍHTONIO MACHADO.<br />
CXXXIX<br />
CANTO A ESPAÑA<br />
r)H, España, que vieja y qué seca te veo.<br />
Aún brilla tu entraña como una moneda <strong>de</strong> plata<br />
cubierta <strong>de</strong> polvo.<br />
Clavel encendido <strong>de</strong> sueños <strong>de</strong> fuego.<br />
He visto brillar tus estrellas, quebrarse tu luna en<br />
las aguas,<br />
andar a tus hombres <strong>de</strong>scalzos, hiriendo sus pies<br />
con tus piedras ardientes.<br />
¿En dón<strong>de</strong> buscar tu latido; en tus ríos<br />
que se llevan al mar, en sus aguas, murallas y torres<br />
<strong>de</strong> muertas ciuda<strong>de</strong>s?<br />
1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1955
L libro <strong>de</strong>l padre Pacios, cuyas pu-<br />
E blicaciones le acreditan, <strong>de</strong> conocer<br />
bien el tema <strong>de</strong> la caridad, y cuya actividad<br />
le ha permitido 1 estudiar ambientes<br />
tan, diferentes al nuestro zow.o<br />
el <strong>de</strong> Estados Unidos, plantea el problema<br />
<strong>de</strong> los intelectuales heterodoxos en<br />
su misma raíz: en el plano teológico.<br />
P«ro no se trata da un libró que exponga<br />
un tratado <strong>de</strong> Teología racional<br />
sobre ese tema, smo un uorc ca_co.<br />
en el que todG argumento nace tk> lay<br />
palabras <strong>de</strong> Cristo o <strong>de</strong> los Apósío'íe-S,<br />
<strong>de</strong> la actitud que ei Nuevo Testamento<br />
nos revela. Hay fragmentos, como la<br />
historia <strong>de</strong> Nico<strong>de</strong>mo, ,que resultan<br />
ejemplos <strong>de</strong> lo que da <strong>de</strong> sí un conocimiento<br />
atentísimo <strong>de</strong>l Evangelio para<br />
po<strong>de</strong>r sacar "<strong>de</strong> él ese tesoro <strong>de</strong> enseñanzas<br />
que sólo se consiguen a fuerza<br />
<strong>de</strong> estudio profundo. Y, sin emoargo,<br />
el libro <strong>de</strong> Pacios discurre siempre<br />
por cauces, sencillos, rectos, sin estri<strong>de</strong>ncias<br />
ni frases rotundas, extremando<br />
hasta el límite compatible con la verciad<br />
el caritativo afán <strong>de</strong> incorporar<br />
los valores que existan en las obras <strong>de</strong><br />
los que la niegan.<br />
Tres aspectos concretos <strong>de</strong>l tema te<br />
tratan en este libro: la caridad <strong>de</strong>bida<br />
a los incrédulos. la necesaria convivencia<br />
con ellos en un mismo mundo<br />
y patria, y la no menos necesaria<br />
incorporación al pensamiento católico<br />
<strong>de</strong> cuantas parcelas <strong>de</strong> verdad puedan<br />
encontrarse en la obra <strong>de</strong> 'os intelectuales<br />
heterodoxos.<br />
Este tema tiene particular actualidad<br />
en España <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que sobre la tradición<br />
cultural católica se superpone U acción •<br />
coherente <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scristianización intelectual.<br />
Son <strong>de</strong> sobra conocidos los procedimientos<br />
utilizados por los movimientos<br />
intelectuales que han venido sucecüéndoss<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que en 1869 aparecen<br />
en el horizonte nacional el krausismo<br />
y la Institución Libre <strong>de</strong> Enseñanza.<br />
La primera fase ha solido consistir<br />
en la captación como futuro,? instrumentos<br />
<strong>de</strong> bienintencionados creyentes,<br />
cuya opinión <strong>de</strong>l catolicismo está <strong>de</strong>sviada<br />
por una ingenua creencia en la<br />
transacción. En la segunda, flanqueados<br />
por estos mismos hombres, se lanzaban<br />
ya los que saben nadar entre dos aguas,<br />
para enaltecer y popularizar ¡a fama intelectual<br />
<strong>de</strong> los verda<strong>de</strong>ros motores <strong>de</strong><br />
esta estrategia. Estos, finalmente, no<br />
irrumpían en escena hasta la tercera<br />
fase, cuando estaba el campo "<strong>de</strong>spejado<br />
gracias a la confusión que sistemáticamente<br />
se había logrado seni'prar fn<br />
tomo a los problemas intelectuales.<br />
Cuando se llega a esa tercera etapa<br />
suele ser ya tar<strong>de</strong> para resolver ]as<br />
cuestiones <strong>de</strong> modo pacífico. El libro<br />
<strong>de</strong>l P. Pacios, aunque no los cite, traza,<br />
la problemática moral- <strong>de</strong> los dos<br />
tibios períodos üel .principio.<br />
No es extraño que un libro <strong>de</strong> este<br />
• talante levante revuelos. El autor lo<br />
prevé en su prólogo. Porque en estos<br />
años últimos, a favor <strong>de</strong> , ! as tremendas<br />
crisis qu« culminaron en la guerra, y<br />
eme <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ella han seguido gravitando<br />
'sobre la vida española, las<br />
cuestiones <strong>de</strong> la escisión espiritual se<br />
han ido complicando cada vez más. Este<br />
íenómeno se ha dado al mismo tiempo<br />
en otros países <strong>de</strong> Europa. Después<br />
<strong>de</strong> la política cultural <strong>de</strong> exterminio<br />
que practicaron los nazis y sus imitadores<br />
en diversas naciones europeas, se<br />
ha puesto <strong>de</strong> moda en muchos sitios la<br />
obsesión por los. problemas <strong>de</strong> la «co-<br />
t<br />
..f<br />
existencia». A la vez, la confusión en<br />
torno a lo que sea tolerancia, transigencia,<br />
comprensión, irenismo y otras<br />
cosas por el estilo, es lo suficientemente<br />
gran<strong>de</strong> para que en algunos espíritus<br />
se borren los límites entre, lo lícito<br />
y lo ilícito.<br />
En España, en los últimos tiempos,<br />
estas cuestiones han tenido un matiz<br />
peculiar. Eliminadas <strong>de</strong> modo total en<br />
la convivencia pública las activida<strong>de</strong>s<br />
comunistas, los peligros para la unidad<br />
católica tenían que adoptar mattóes intermedios.'<br />
A la vea, en la vida cultura!<br />
y universitaria era lógico que continuasen<br />
larvados los gérmenes <strong>de</strong>l pasado<br />
reciente. Y que la heterodoxia<br />
cultural intentara filtrarse<br />
Naturalmente, no han quedado sin<br />
réplica ios diferentes intentos A ests<br />
efecto, la acción pública en el campe<br />
intelectual <strong>de</strong> ios católicos tenía trazada<br />
una inalterable línea <strong>de</strong> conducta<br />
en las famosas Pastorales que =n los<br />
años mismos <strong>de</strong> la guerra publicó el<br />
primado <strong>de</strong> España, car<strong>de</strong>nal Goma.<br />
Luego, la política cultural <strong>de</strong>l Estado<br />
actuó fundamentalmente en esa misma<br />
dirección. Más tar<strong>de</strong>, ese combate<br />
ha sido sostenido, batiéndose incluso<br />
con inferioridad <strong>de</strong> elementos en ocasiones<br />
fugaces, por grupos intelectuales<br />
católicos, cuyos ó.rganos <strong>de</strong> expresión<br />
y nombres personales son suficientemente<br />
conocidos Y las revistas <strong>de</strong> las<br />
em<br />
a<br />
t iE oído contar que el título <strong>de</strong> este<br />
*• 1 libro lo puso el mismo Molotov. El<br />
ministro 1 soviético, al ser presentado en<br />
una cancillería europea al embajador<br />
<strong>de</strong> España y cambiar cortésmente entre<br />
los dos unas protocolarias palabras<br />
<strong>de</strong> condolencia por no existir entre sus<br />
dos países relaciones diplomáticas, dijo<br />
aproximadamente: «España sí que tiene<br />
embajador en Kus!a: el capitán Palacios.»<br />
Estas palabras no eran simple<br />
metáfora. El hoy comandante Palacios<br />
representó en Rusia a su Patria con<br />
las cartas cre<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> su valor y<br />
su dignidad; protegió a los españoles<br />
sin distinción <strong>de</strong> matices y mantuvo,<br />
en mediO 1 <strong>de</strong> un espantoso cautiverio,<br />
la constante altivez <strong>de</strong> tratar <strong>de</strong> potencia<br />
a potencia. La fama <strong>de</strong> Teodoro Palacios<br />
Cueto llenó los campos <strong>de</strong> concentración<br />
rusos, sirviendo <strong>de</strong> vergüenza a<br />
los pusilánimes y <strong>de</strong> estímulo a los valientes;<br />
llegó hasta el Gobierno moscovita<br />
a través <strong>de</strong> la barrera prácticamente<br />
insuperable <strong>de</strong> la. burocracia bolchevique,<br />
rompiendo los nervios y <strong>de</strong>strozando<br />
las estructuras mentales, <strong>de</strong><br />
los funcionarios rusos; saltó al mundo<br />
occi<strong>de</strong>ntal, <strong>de</strong>sbordándose primero por<br />
vía diplomática, y <strong>de</strong>spués, a través, <strong>de</strong><br />
las noticias admirativas <strong>de</strong> los repatriados<br />
extranjeros; ílegó hasta España,<br />
diferentes ór<strong>de</strong>nes religiosas y, sobre<br />
todo, el Magisterio <strong>de</strong> la Iglesia a iravés<br />
<strong>de</strong> las Pastorales <strong>de</strong> los obispos españoles,<br />
han mantenido una posición<br />
no sólo <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa, sino <strong>de</strong> dilecta afirmación.<br />
Hace sólo unos meses, los metropolitanos<br />
españoles publicaron una<br />
«Declaración conjunta», menos conocida<br />
por el público <strong>de</strong> lo que seria conve-'<br />
niente, en la que se abordaba este tema. .<br />
Por primera vez <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1936, todos los<br />
arzobispos firmaban el texto, para dar<br />
mayor solemnidad a su Declaración.<br />
Tiene, pues, el libro <strong>de</strong>l P. Pacios,<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su coherencia, <strong>de</strong> su claridad<br />
y <strong>de</strong> su valentía, otro valor: el<br />
<strong>de</strong> la oportunidad. Frente a él no cabe<br />
que sea empleada esa otra arma eficaz<br />
<strong>de</strong> los que conocen bien las diferentes<br />
técnicas <strong>de</strong>l sectarismo: el silencio. Hay<br />
varias po<strong>de</strong>rosas razones para que se<br />
emplee en este caso. En un reciente<br />
libro, cuyas características lo enmarcan<br />
precisamente entre los que el padre<br />
Pacios combate, se h^bla <strong>de</strong> «la<br />
volatilización progresiva <strong>de</strong> la autoridad<br />
intelectual» en estos años españoles.<br />
Pero esta frase, un tanto rebuscada,<br />
no se pue<strong>de</strong> emplear sin más.<br />
La autoridad intelectual <strong>de</strong> Cristo y<br />
<strong>de</strong> la Iglesia no pue<strong>de</strong> negarse impunemente.<br />
Ni tampoco silenciarse. Y el<br />
libro <strong>de</strong>l P. Antonio Pacios contribuirá<br />
a aclarar las i<strong>de</strong>as en un tema <strong>de</strong> importancia<br />
esencial para una vida cul-<br />
don<strong>de</strong> se puso el mayor cuidado para<br />
que entre los repatriados que recuperamos<br />
como el más preciado <strong>de</strong> los. tesoros<br />
que la guerra -—las dos guerras—<br />
nos arrancó no faltase este español <strong>de</strong><br />
cuerpo entero. La heroica tragedia <strong>de</strong><br />
unos españoles cautivos se narra en este<br />
libro, en el que se extrema la objetividad<br />
al hablar <strong>de</strong> sí propio: y se hace<br />
ver en toda su gran<strong>de</strong>za la gallardía<br />
<strong>de</strong> los compañeros <strong>de</strong> cautiverio; unos<br />
que se <strong>de</strong>signan por sus nombres, otros<br />
que quedan localizados por su condición<br />
áe españoles.<br />
Es difícil no. incurrir en tópicos cuando<br />
se Quiere hablar <strong>de</strong> estos temas. Pero<br />
lo cierto es 1 que España, que parecía<br />
haber agotada las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mostrar<br />
el nervio <strong>de</strong> su valor en la guerra<br />
cuando terminó la Cruzada en 1939.<br />
volvía al poco tiempo a empren<strong>de</strong>r nuevos<br />
hechos <strong>de</strong> gesta en las tierras frías<br />
<strong>de</strong> Rusia, llevando la alegre y <strong>de</strong>spreocupada<br />
lucha <strong>de</strong> los 1 voluntarios <strong>de</strong> la<br />
División Azul a las trincheras que guarnecían<br />
Europa, soldados <strong>de</strong> Europa entera<br />
encuadrados en la cuadriculada<br />
disciplina <strong>de</strong>l ejército alemán. Unos<br />
quedaron bajo la tierra rusa, otros regresaron<br />
a su Patria. Pero un tercer<br />
grupo, el <strong>de</strong> los prisioneros <strong>de</strong> los que<br />
el Gobierno español apenas tuvo noti-<br />
tural sana y para una segura y fecunda<br />
convivencia española.<br />
JUAN DOMÍNGUEZ ALBORAYA<br />
PACIOS, M. S. C, ANTONIO: «Cristo<br />
y los ""intelectuales».—Vol. 36 <strong>de</strong> la<br />
Biblioteca <strong>de</strong>l Pensamiento Actual.<br />
<strong>Madrid</strong>. Ediciones Riaip, S. A., 1355.<br />
220 páginas.<br />
el ni íí<br />
cia, y, por supuesto, el pueblo tardo<br />
bastante en conocer alguna, siguieron<br />
luchando en plena «cárcel infinita»<br />
contra enemigos más temibles que las<br />
divisiones armadas, en una guerra más<br />
dura, y cruel, y sorda, que la <strong>de</strong> los<br />
frentes, prolongando en once los años<br />
heroicos <strong>de</strong> la contienda bélica. Este es<br />
el gran valor histórico <strong>de</strong>l primer libro<br />
en que narra esos once años, el más<br />
caracterizado <strong>de</strong> los hombres que los vivieron,<br />
el que haciendo carne 1 <strong>de</strong> su<br />
carne las or<strong>de</strong>nanzas militares <strong>de</strong>l oficial,<br />
asumió, en un rasgo ejemplar <strong>de</strong><br />
amor a la responsabilidad, la representación<br />
<strong>de</strong> aquellos españoles bajo cuya<br />
ban<strong>de</strong>ra se colocaron también algunos<br />
<strong>de</strong> los que por otros caminos habían<br />
llegadoi a Rusia.<br />
He aquí una nueva vena <strong>de</strong>l heroísmo<br />
español menos conocida y menos<br />
contada que la <strong>de</strong> la lucha a sangre<br />
caliente, cuando la pólvora reseca las<br />
fauces y lasi <strong>de</strong>tonaciones embriagan al<br />
combatiente. Sufrimientos <strong>de</strong>l cuerpo y<br />
<strong>de</strong>l alma que estremecen al lector:<br />
hambre, frío, vejaciones, insidias, <strong>de</strong>serciones,<br />
<strong>de</strong>sesperanza, amenazas. Toda<br />
la gama helada y oscura <strong>de</strong>l dolor<br />
en Rusia. Y, al mismo tiempo, señorío,<br />
gracia, mando <strong>de</strong> la situación en todo<br />
instante, hasta extremos inverosímiles<br />
ATENEO 25
que parecerían mentira si no hubiese<br />
testigos que los autores se cuidan muy<br />
bien <strong>de</strong> invocar. Es el orgullo indómito<br />
<strong>de</strong> una raza representado en un puñado<br />
<strong>de</strong> hombres sin otra cosa ai la espalda<br />
que su condición <strong>de</strong> españoles y<br />
personificado' en el que fue su jefe nato:<br />
el estudiante <strong>de</strong> Medicina montañés<br />
a quien la guerra hizo capitán y el<br />
cautiverio héroe.<br />
Quizá el mejor elogio que se pue<strong>de</strong><br />
hacer <strong>de</strong>l libro, y que no sé si alguien<br />
lo habrá hecho, es el <strong>de</strong> que es un texto<br />
para leer en familia, en ese núcleo<br />
primero <strong>de</strong> patriotismo: en don<strong>de</strong> a las<br />
anécdotas <strong>de</strong> la lucha O' <strong>de</strong> la persecución<br />
<strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> España hay qus<br />
poner este apéndice <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong><br />
los españoles cautivos, sirviendo <strong>de</strong> admiración<br />
a gentes <strong>de</strong> toda Europa y <strong>de</strong><br />
escándalo a los soviets.<br />
Porque, a<strong>de</strong>más, el libro conserva la<br />
frescura <strong>de</strong> la narración directa. La<br />
versión literaria <strong>de</strong> Torcuato Luca <strong>de</strong><br />
Tena a las. narraciones verbales <strong>de</strong> Paíacios<br />
ha sabido mantener el interés <strong>de</strong><br />
los hechos tal como se conservan en la<br />
memoria <strong>de</strong> estos hombres, alguno <strong>de</strong> los<br />
cuales vino ya con<strong>de</strong>nado a morir vencido<br />
por la enfermedad. Por eso el libro se<br />
lee <strong>de</strong> un tirón, hasta llegar a sentir una<br />
noble envidia <strong>de</strong> la tremenda <strong>de</strong>sgracia<br />
<strong>de</strong> estos hombres, que dio ocasión a que<br />
se escribiera la última <strong>de</strong> las páginas<br />
<strong>de</strong> oro <strong>de</strong> nuestra Historia: la que empezó<br />
con el cautiverio: y terminó en ese<br />
capítulo estremecedor en que ese gran<br />
escritor que es Torcuato Luca <strong>de</strong> Tena<br />
nos cuenta el viaje a España <strong>de</strong>l «Snmíramis».<br />
JOSÉ MARÍA DESANTES<br />
PALACIOS CUETO, TEODORO, y LU-<br />
CA DE TENA, TORCUATO: Embajador<br />
en el infierno. <strong>Madrid</strong>, 1955.<br />
CADA TITULO<br />
UN ÉXITO<br />
8 PESETAS E}EMPLAR<br />
e i<br />
VA son numerosas las antologías <strong>de</strong><br />
la poesía española contemporánea-<br />
Generalmente, arrancan <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rnis.<br />
mo o <strong>de</strong> la generación famosa <strong>de</strong>l 98.<br />
Pocas son las Que se limitan a presentar<br />
solamente los últimos poetas, ios d&<br />
la generación Que se empieza a llamar<br />
<strong>de</strong> la posguerra, o áel 39. Entre estas<br />
últimas se halla recopilada por Rafael<br />
Míllán bajo el título <strong>de</strong> «Veinte poetas<br />
españoles)}. Se trata <strong>de</strong> un tomo magníficamente<br />
editado z ilustrado con fotografías<br />
<strong>de</strong> los poetas o, en algunos<br />
casos, con dibujos firmados por Alvarez<br />
Ortega, Párraga y Povedano. También,<br />
se reproduce folográjicamente el retrato<br />
al óleo que Ricardo Zamorano hizo<br />
<strong>de</strong> José Luis Hidalgo, el joven y gran<br />
poeta que se le murió a la generación<br />
aguí representada, y cuyo nombre no<br />
pue<strong>de</strong> faltar entre el corto número <strong>de</strong><br />
poetas verda<strong>de</strong>ramente importantes <strong>de</strong><br />
dicha generación. Las fotografías, en su<br />
mayor parte, son <strong>de</strong> Lagos. Algunas no<br />
llevan firma. Los poetas aquí incluidos,<br />
por or<strong>de</strong>n alfabético, son los siguien.<br />
tes: Bousoño, Celaya,, Crémer, Crespo,<br />
Figuera Aymerich, García Baena, García<br />
Nieto, Garcíasol, Hidalgo, De Luis,<br />
Molina, Montesinos, Morales, Nora, Ote.<br />
ro, Pérez Valiente y Valver<strong>de</strong>. Son los<br />
que el recopilador cree los más representativos<br />
entre los que han publicado<br />
sus libros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1940 a 1950, aunque algunos<br />
tienen obra anterior a la primera<br />
fecha. Probablemente, muchos serán<br />
los conocedores <strong>de</strong> ¡a gran poesía <strong>de</strong><br />
hoy que no estén <strong>de</strong> acuerdo completo<br />
con el recopilador, porque es evi<strong>de</strong>nte<br />
que faltan nombres, importantes; pero<br />
una antología es siempre algo caprichoso<br />
si sólo a su gusto atien<strong>de</strong> quien la<br />
seleccione, sin proponerse, como en el<br />
caso presente, hacer un estudio objetivo<br />
y crítico <strong>de</strong>l panorama poético que<br />
ofrezca.<br />
En el prólogo, junto a las aclaracio-<br />
ÁNGULO, DIEGO: Historia <strong>de</strong>l Arte.-<br />
Madricl, 1955, XJ2 páginas.<br />
Como el anterior Manual <strong>de</strong> Historia<br />
<strong>de</strong>l Arte <strong>de</strong>l mismo autor, este «resumen»<br />
tiene unas magnificas cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nada<br />
síntesis y rigurosa clasificación.<br />
Aproximadamente <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> extensión<br />
<strong>de</strong>l Manual y con más ilustraciones,<br />
si bien son excesivamente pequeñas, pue<strong>de</strong><br />
prestar un buen papel a quien se inicie<br />
en el estudio <strong>de</strong> las bellas artes, siempre<br />
con el eficaz complemento <strong>de</strong> los libros<br />
<strong>de</strong> láminas y el contacto directo con<br />
las obras artísticas. La finalidad buscada<br />
se lia cubierto perfectamente.<br />
C. Y.<br />
AROSTEGUI, ANTONIO: El arte abstracto.<br />
«Colección I<strong>de</strong>arium.» Ediciones Cam,<br />
Granada, 1954.<br />
Dentro <strong>de</strong> la reducida bibliografía <strong>de</strong><br />
arte <strong>de</strong> nuestro país, resulta escasísima,<br />
por no <strong>de</strong>cir inexistente, aquella en torno<br />
al arte abstracto, acaso el campo con más<br />
interés y atracción <strong>de</strong> todas las manifestaciones<br />
<strong>de</strong>l arte actual. Por ello resulta<br />
imprescindible el comentario a un<br />
libro como éste que une a su condición<br />
<strong>de</strong> temática poco frecuente las <strong>de</strong>l acierto,<br />
vigor y claridad conque se ha escrito.<br />
El autor nos dice partir <strong>de</strong>l intento <strong>de</strong><br />
«...ensayar una fundamentación teórica<br />
<strong>de</strong>l. arte abstracto sobre la base <strong>de</strong> una<br />
filosofía existencialista-cristiana, incorporando<br />
al abstractismo una constante <strong>de</strong><br />
la cultura hispánica: su realismo.»<br />
Se estudia la paulatina <strong>de</strong>saparición<br />
<strong>de</strong>l objeto como base <strong>de</strong> la creación artisíica<br />
hasta llegar al puro subjetivismo,<br />
nes y justificaciones empleadas en estos<br />
casos, el recopilador ~se ha permitido<br />
hacer algunas observaciones a modo<br />
<strong>de</strong> rápidas pinceladas sobre las características<br />
<strong>de</strong> los poetas incluidos,<br />
pero no siempre con fortuna, especialmente<br />
en el aspecto histórico-crítico. El<br />
ejemplo más evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> precipitación<br />
en este sentido lo hallamos en las líneas<br />
en que Millán se refiere a la aparición<br />
<strong>de</strong>l 'neorromanticismo en la generación<br />
aquí presentada. Lamento que<br />
mi nombre tenga que andar por medio.<br />
Dice el recopilador que fueron Bousoño<br />
y Nora los que reaccionaron contra<br />
«.un virtuosismo hueco en manos <strong>de</strong><br />
poetas menores seguidores <strong>de</strong> fórmulas<br />
a la moda». Creo yo —conforme señaló<br />
la crítica a su tiempo— que los.primeros<br />
libros neorrománticos que dio la. generación<br />
<strong>de</strong>l 39 fueron los tiernos y<br />
amorosos «Sonetos <strong>de</strong> la bahía», <strong>de</strong> José<br />
Luis Cano, y mis «Poemas <strong>de</strong>l toro».<br />
Aquél apareció publicado en volumen,<br />
y este último, en la revista «Escorial»,<br />
ambos en 1942. Un año más tar<strong>de</strong>, los<br />
«Poemas <strong>de</strong>l toro» iniciaban la ya tan<br />
famosa colección Adonais. En los primeros<br />
meses <strong>de</strong> 1945, se publicaba íntegro<br />
en la revista «Fantasía» otro li.<br />
bro <strong>de</strong> quien esto escribe, que fue calificado,<br />
y lo sigue siendo, <strong>de</strong> neorromántico.<br />
Era «El corazón y la tierra».<br />
En esa. misma fecha aparecía el número<br />
XVI <strong>de</strong> Adonais, que nos traía la<br />
obra primera <strong>de</strong> un joven gran poeta,<br />
poseedor <strong>de</strong> una auténtica vos propia,<br />
Carlos Bousoño. A finales <strong>de</strong>l año, el<br />
número XXIII <strong>de</strong> la citada colección<br />
nos revelaba a otro poeta importante:<br />
Eugenio <strong>de</strong> Nora. Creo que la cuestión<br />
queda aclarada, cosa no muy difícil <strong>de</strong><br />
lograr si se pone algo <strong>de</strong> rigor en una<br />
obra que, como la antología que comentamos,<br />
se propone recoger un momento<br />
<strong>de</strong> la poesía española. Intentando encontrar<br />
disculpa al error <strong>de</strong>l recopila-<br />
simple revelación <strong>de</strong> la interioridad <strong>de</strong>l<br />
artista y, por tanto, disminución <strong>de</strong> la<br />
potencia <strong>de</strong> comunicación que ha <strong>de</strong> tener<br />
la obra al <strong>de</strong>saparecer el más fácil<br />
pe<strong>de</strong>stal <strong>de</strong> conocimiento que represente<br />
la formalidad <strong>de</strong>l objeto. Este proceso se<br />
sigue cronológicamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el impresionismo<br />
con su cierre en Cezanne, siguiendo<br />
por el fauvismo, cubismo, expresionismo<br />
y futurismo para finalizar en la<br />
etapa abstracta, en la cual la emoción<br />
estética ha <strong>de</strong> estar <strong>de</strong>snuda, monda <strong>de</strong><br />
toda intervención objetiva. De este modo<br />
el artista se zambulle en el más absoluto<br />
subjetivismo, entroncado con la filosofía<br />
i<strong>de</strong>alista. Y aquí Aróstegui apunta con<br />
atino el retraso <strong>de</strong>l arte respecto a la filosofía.<br />
El hecho <strong>de</strong> que diez años <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> que Husserl preconice el retorno a «las<br />
cosas mismas», la escuela abstractista<br />
busque su verdad en el total alejamiento<br />
<strong>de</strong> ellas.<br />
Con todo, el autor recomienda el retorno<br />
al objeto: «Y si fue posible la pérdida<br />
<strong>de</strong> la realidad objetiva partiendo <strong>de</strong>l realismo<br />
<strong>de</strong> Velázquez y Goya, <strong>de</strong>l mismo<br />
modo pue<strong>de</strong> ser y ha <strong>de</strong> ser posible la<br />
reconquista <strong>de</strong> dicha realidad objetiva a<br />
partir <strong>de</strong> los fundamentos i<strong>de</strong>alistas...» y,<br />
anteriormente, «igual que el hombre, tampoco<br />
el arte, que es su producto, pue<strong>de</strong><br />
renunciar al objeto sin hacer, en cierto<br />
modo, un intento <strong>de</strong> suicítiío.» En esta<br />
parte y conclusión es don<strong>de</strong> vemos un<br />
cierto flaqueo <strong>de</strong>l libro; realmente, y dado<br />
el corto espacio <strong>de</strong> tiempo en que esta<br />
subvención se ha producido, no creemos<br />
sea la hora <strong>de</strong> recomendar <strong>de</strong> un modo<br />
tajante la vuelta total a un objetivismo<br />
que, por otra parte, y cuantío los años y<br />
el cansancio hayan posado las cosas, habrá<br />
<strong>de</strong> producirse, fatalmente, aunque<br />
sea üe un modo progresivo y pausado.<br />
Tras este planteamiento y centrar el<br />
problema, Aróstegui entra en el análisis<br />
<strong>de</strong> las dimensiones <strong>de</strong>l arte y el concepto<br />
<strong>de</strong> abstracción, pivotes que le conducirán,<br />
naturalmente, a la inmersión <strong>de</strong> este concepto<br />
en el problema artístico actual.<br />
dor, pienso si le habrá <strong>de</strong>sorientado mi<br />
empleo frecuente <strong>de</strong>l soneto; pero el rigor<br />
formal lo emplearon con muchísima<br />
frecuencia los románticos <strong>de</strong>l XIX.<br />
Ahí están las octavas reales <strong>de</strong>l «Canto<br />
a Teresa» y algún soneto <strong>de</strong>l mismo<br />
Espronceda las. que escribieron García<br />
Tassara, Carolina Coronado y otros muchos;<br />
las octavas <strong>de</strong> Selgas, la epístola<br />
a Menén<strong>de</strong>z y Pélayo y a Giner <strong>de</strong> los<br />
Ríos Que escribió en- tercetos Ruiz Aguilera,<br />
la que escribió «A Pedro», también<br />
en tercetos, Eulogio Florentino Sanz,'<br />
etcétera, etc. No hay que confundir forma<br />
y fondo. Es un error en el que no<br />
se pue<strong>de</strong> caer al hacer crítica, aunque<br />
sea a brochazos.<br />
De los poetas incluidos en la antología<br />
no es cosa <strong>de</strong> hacer la crítica aquí.<br />
Casi todos son sobradamente conocidos,<br />
RAFAEL MORALES<br />
RAFAEL MILLÁN '<br />
VEINTE<br />
POETAS<br />
ESPAÑOLES<br />
Millán, Rafael: «Veinte poetas». Ediciones<br />
Agora. <strong>Madrid</strong>, 1955. 327 páginas<br />
100 pesetas.<br />
En esta parte penetramos en la auténtica<br />
medula <strong>de</strong>l libro, tanto en la primera,<br />
muestra <strong>de</strong> preparación filosófica<br />
y sentido estético, como en la que <strong>de</strong>limita<br />
y ahonda los grados <strong>de</strong> la abstracción,<br />
ya <strong>de</strong> la total —conocimiento confuso<br />
<strong>de</strong>l objeto — , ya <strong>de</strong> ia formal en sus<br />
tres escalas: física, matemática y metafísica,<br />
en todas las cuales recalca su carácter<br />
<strong>de</strong> operación sustancialmente intelectual,<br />
esencialmente propia <strong>de</strong>l entendimiento<br />
y no <strong>de</strong> la imaginación o el<br />
mundo <strong>de</strong> los sentidos.<br />
El libro, ilustrado con esquemas y una<br />
serie fotográfica <strong>de</strong> reproducciones, constituye<br />
una excelente aportación al conocimiento<br />
<strong>de</strong>l arte ultimo, en la que su<br />
lenguaje sencillo y conciso, sin lastre <strong>de</strong><br />
verborrea ni oscurecimiento <strong>de</strong>—conceptos,<br />
<strong>de</strong>sarrolla en un cerrado estudio gra- ¡<br />
dual, y con profunda claridad, el fenómeno<br />
artístico más enraizado con nuestro<br />
tiempo.<br />
J. M. J<br />
BONET CORREA, JOSÉ: Régimen jurídico<br />
<strong>de</strong>l hospedaje y hostelería. Colección<br />
<strong>de</strong> libros jurídicos, Ediciones Rialp, S. A.<br />
<strong>Madrid</strong>, 1955. 25R páginas.<br />
Si alguna vez se ha dicho con razón<br />
que un libro viene a llenar un vacio en<br />
la literatura sobre la materia, es en esta<br />
caso. Resulta difícil encontrar todas<br />
cuantas disposiciones legales existen sobre<br />
una materia <strong>de</strong>terminada. Y concretamente<br />
sobre el tema <strong>de</strong> la hostelería nadie<br />
se había preocupado <strong>de</strong> agrupar las<br />
disposiciones que le afectan y que proce<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> campos tan diversos como e[ civil,<br />
el mercantil, el administrativo, el turístico,<br />
el policíaco, el laboral, el <strong>de</strong> seguridad<br />
social, el financiero y el fiscal. Todo<br />
1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>
esto se encuentra sistematizado y concordado<br />
en el libro <strong>de</strong> Bonet Correa. A este<br />
estudio práctico, extenso, proce<strong>de</strong> otro teórico<br />
que ocupa las cuarenta y cuatro primeras<br />
páginas, en el. que se expone <strong>de</strong><br />
manera sencilla la problemática <strong>de</strong>l contrato<br />
<strong>de</strong> hospedaje: su naturaleza jurídica,<br />
sus clases, elementos, <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres<br />
<strong>de</strong>l hostelero y el huésped y modo<br />
<strong>de</strong> extinción. Temas todos ellos cuyo esquema<br />
es necesario conocer al que <strong>de</strong>see<br />
compren<strong>de</strong>r la parte práctica <strong>de</strong>l libro.<br />
J. M. D.<br />
'COSSIO Y CORRAL, ALFONSO: Eli-dolo'<br />
• en el Derecho civil. Ed. «Revista <strong>de</strong><br />
Derecho privado*. <strong>Madrid</strong>, • 1955. 382<br />
páginas.<br />
El dolo, que en el campo <strong>de</strong>l Derecho penal<br />
tiene una suficiente literatura jurídica,<br />
está en España huérfano <strong>de</strong> un estudio<br />
sistemático profundo, Es imposible abordarlo<br />
<strong>de</strong> una vez en una sola monografía.<br />
Por eso, el catedrático <strong>de</strong> la Universidad<br />
<strong>de</strong> Sevilla, al plantearse el problema en el<br />
Derecho español, ha querido huir <strong>de</strong>l<br />
propósito <strong>de</strong> «construir una teoria <strong>de</strong> los<br />
llamados <strong>de</strong>litos civiles». -Más bien el in-.<br />
lento <strong>de</strong>l profesor Cossío lué estudiar el<br />
funcionamiento <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> persecución<br />
y <strong>de</strong>fensa frente al dolo: las acciones<br />
y excepciones. Y el resultado es<br />
este libro, en el que Cossío recoge, por<br />
añadidura, gran parte <strong>de</strong>l fruto que mo<strong>de</strong>stamente<br />
creyó no podría alcanzar.<br />
Porque es lo cierto .que su planteamiento<br />
casuístico da una . base sólida para<br />
adaptar las enseñanzas <strong>de</strong> la teoría a<br />
nuestro Derecho, cosa que en gran parte<br />
ha hecho el mismo autor.<br />
J. M. D.<br />
"GUERRERO BURGOS, A.: Gran<strong>de</strong>zas y<br />
títulos nobiliarios. <strong>Madrid</strong>, Ed. «Revista<br />
<strong>de</strong> Derecho privado», 1954. 682 .páginas.<br />
i<br />
Este libro, que aparece cuando J^s circunstancias<br />
lo hacen particularmente interesante,<br />
tiene el mérito <strong>de</strong> la sencillez.<br />
Está hecho pensando en que ha <strong>de</strong> ser<br />
manejado por personas que no son juristas<br />
profesionales, sin que esto quiera <strong>de</strong>cir<br />
que no sea útil también para los técnicos<br />
<strong>de</strong>l Derecho, sobre todo por los datos<br />
recogidos en sus apéndices: Nobleza<br />
anterior a la República <strong>de</strong> 1931, cuestiones<br />
relativas a rehabilitación <strong>de</strong> títulos<br />
españoles, régimen <strong>de</strong> los titulos pontificios<br />
y títulos extranjeros y relación alfabética<br />
<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>zas y títulos nobiliarios<br />
<strong>de</strong> España. A todo este material prece<strong>de</strong><br />
el estudio sustantivo <strong>de</strong> la nobleza,<br />
el procedimiento relativo a todas las materias<br />
que pue<strong>de</strong>n plantearse en torno a<br />
ella, la exposición clara <strong>de</strong>l aspecto liscal<br />
y la recopilación <strong>de</strong> las disposiciones<br />
legales, jurispru<strong>de</strong>ncia y formularios.<br />
J. M. D.<br />
CORMIER, ARISTIDES: Mis conversaciones<br />
con Maurras y su vuelta a la Iglesia.<br />
— <strong>Madrid</strong>, Editora Nacional, 1955.<br />
110 páginas, 30 pesetas.<br />
El canónigo Cormier es un testigo <strong>de</strong><br />
excepción <strong>de</strong> la vuelta a la Iglesia <strong>de</strong><br />
Charles Maurras, puesto que fue él, por<br />
encargo <strong>de</strong>l arzobispo <strong>de</strong> Tours, quien<br />
mantuvo con él, viejo político francés, <strong>de</strong><br />
marzo a noviembre <strong>de</strong> 1952, una serie <strong>de</strong><br />
conversaciones, cuyo resultado fue positivo:<br />
Maurras, que había perdido la fe<br />
en su juventud, se rindió, por fin, a la<br />
evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> lo sobrenatural, recibiendo<br />
los sacramentos días antes <strong>de</strong> morir en la<br />
clínica <strong>de</strong> Turena. adon<strong>de</strong> se trasladó tras,<br />
<strong>de</strong> sus años <strong>de</strong> prisión.<br />
Estas breves páginas e'stán escritas <strong>de</strong><br />
manera sencilla y directa, como un testimonio<br />
que son. La predicción <strong>de</strong> su madre<br />
que poco antes <strong>de</strong> morir, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />
Iglesia, le había dicho: «Carlos, tú harás<br />
como yo», y la <strong>de</strong>voción que siempre tuvo<br />
a Santa 7.eresa <strong>de</strong> Lisieux —cuya hermana<br />
Inés jugó un pape! tan <strong>de</strong>cisivo en<br />
el levantamiento <strong>de</strong> la con<strong>de</strong>na <strong>de</strong> «L. Action<br />
Francaise» — y a Pío X, entonces aún<br />
no canonizado, fueron <strong>de</strong>rribando todos<br />
los obstáculos que su racionalismo presentaba<br />
aún, cuando ya su vida iba a extinguirse.<br />
Santiago Galindo ha escrito un largo<br />
prólogo, centrando la vida y lü obra <strong>de</strong><br />
Maurras en aquella República a medio<br />
hacer que fue la III Francesa. Aparte <strong>de</strong><br />
su valor como ambientaclón para compren<strong>de</strong>r<br />
la figura que el canónigo Cormier<br />
nos presenta sólo en su fase final,<br />
tiene un interés positivo como síntesis <strong>de</strong><br />
la doctrina maurrasiana, tan compleja y<br />
<strong>de</strong>sperdigada por sus múltiples escritos.<br />
Ha <strong>de</strong> señalarse especialmente, y <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> su ataque global a las <strong>de</strong>mocracias<br />
parlamentarias, su visión <strong>de</strong> la Monarquía<br />
— hereditaria, tradicional, antiparlamentaria<br />
y <strong>de</strong>scentralizada— y su i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />
ATENEO<br />
la autoridad, tanto en sus limitaciones<br />
frente a las auténticas liberta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los<br />
subditos como en su origen y legítimo<br />
ejercicio. Ambos aspectos están cumplidamente<br />
expuestos en dicho prólogo.<br />
C. .V.<br />
DIAZ-PLAZA, FERNANDO: La v^da norteamericana.<br />
Colección 21. Esce 1 i c e r,<br />
S..L. <strong>Madrid</strong>, 1955. 208 págs. 35 ptas.<br />
La vida norteamericana es un <strong>de</strong>licioso<br />
libro, ameno y subjetivo, escrito en<br />
breves capítulos llenos <strong>de</strong> observación.,<br />
por Fernando Diaz-Plaja. La vida en Norteamérica,<br />
a lo menos en sus rasgos esenciales,<br />
ha sido captada por Díaz-Piaja<br />
con verda<strong>de</strong>ra agu<strong>de</strong>za, presentándonos<br />
una serie <strong>de</strong> noticias y comentarios en<br />
extremo sabrosos. El niño, la mujer, el<br />
hombre norteamericanos, la edad <strong>de</strong>l<br />
amor, el hogar, las comidas, los impuestos,<br />
el auomóvil, el cine, la Universidad,<br />
el trabajo, etc., todo ello va <strong>de</strong>sfilando<br />
ante unos ojos españoles que buscan contrastes<br />
y semejanzas para transformarles<br />
en" <strong>de</strong>liciosos comentarios.<br />
R. M.<br />
FRAGOSO DEL TOKO, VÍCTOR: La España<br />
<strong>de</strong> ayer (1909-34). Editorial Miñón,<br />
S. A. Valladolid, 1955. 45fi páginas.<br />
fiO pesetas.<br />
Víctor Fragoso <strong>de</strong>l Toro ha sentido la<br />
necesidad <strong>de</strong> dar a la juventud española<br />
un testimonio preciso y fiel <strong>de</strong> lo que fue<br />
la España inmediatamente anterior al 18<br />
<strong>de</strong> julio, y para ello, ha escrito una historia'<br />
política <strong>de</strong> España <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Semana<br />
trágica <strong>de</strong> Barcelona, en 1909, hasta el<br />
mismo 18 <strong>de</strong> julio.<br />
Sin embargo, este primer tomo ahora<br />
publicado, llega ya hasta 1934, es <strong>de</strong>cir,<br />
que abarca veinticinco años, en tanto que<br />
el tomo segundo y último únicamente<br />
compren<strong>de</strong>rá dos años. Imagino que esta<br />
diferencia se <strong>de</strong>be, íundamentalmente, al<br />
hecho <strong>de</strong> que .estos dos años Víctor Fragoso<br />
<strong>de</strong>l Toro ya no es un mero historiador,<br />
sino que participa activamente en<br />
esa política española objeto <strong>de</strong> su libro.<br />
En el tomo que ahora nos ocupa, Fragoso<br />
<strong>de</strong>l Toro ha recogido inteligentemente<br />
materiales <strong>de</strong> diversas proce<strong>de</strong>ncias<br />
para lograr con todo ello una visión bastante<br />
eicaz <strong>de</strong> la situación política española.<br />
Acaso a los hechos narrados por<br />
Víctor Fragoso <strong>de</strong>l Toro les falte, con aiguna<br />
frecuencia, una interpretación propia<br />
que <strong>de</strong>limite bien el alcance y las<br />
consecuencias <strong>de</strong> aquellos hechos, pero en<br />
(todo caso queda constancia <strong>de</strong> ellos, con<br />
lo que se proporciona una inapreciable<br />
Información a la juventud que nada o<br />
muy poco conoce <strong>de</strong> aquellos turbulentos<br />
años dG' la política española.<br />
J. E. A.<br />
¡IOCHT, JOHANNES MAHtA: Los estigmatizados.<br />
<strong>Madrid</strong>, Ediciones Fax, 1955.<br />
270 páginas. 160 pesetas.<br />
Todo los años, por Semana Santa, la<br />
prensa nos vuelve a recordar el extraordinario<br />
caso <strong>de</strong> Terc-~a Neumann, y la pequeña<br />
al<strong>de</strong>a <strong>de</strong> Konnersreuth atrae <strong>de</strong><br />
nuevo la atención <strong>de</strong> todo el mundo. Esa<br />
irrupción <strong>de</strong> lo sobrenatural entro las noticias<br />
<strong>de</strong> cada día, es como un símbolo<br />
<strong>de</strong> otro mundo distinto y superior.<br />
El fenómeno ínísMoo lie la estigma'j'zación<br />
es estudiado en e^te libro, a la lux<br />
<strong>de</strong> la doctrina ie la Iglesia, a medida que<br />
se examinan casos históricos concretos,<br />
escalonados en el tiempo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> San Francisco<br />
<strong>de</strong> Asís hasta nuestros dias. La obra,<br />
que aunque se publicó en Alemania en<br />
1951, estaba escrita bastantes años antes,<br />
va precedida <strong>de</strong>l prólogo que Górres escribió<br />
para su «Misión cristiana» en 1738.<br />
HISTORIA<br />
C. V.<br />
ILEANA, PRINCESA DE RUMANIA: Memorias.<br />
La vida vivida. Luis <strong>de</strong> Caralt,<br />
editor. Barcelona, 1955. 297 págs. 60<br />
pesetas.<br />
Luis <strong>de</strong> Caralt lanzó nace ya tiempo<br />
una interesante colección en la que se reflejan<br />
los episodios más importantes <strong>de</strong><br />
la tormentosa vida política y bélica que<br />
hoy vive el mundo. Esa colección se titula<br />
La vida vivida, y en ella han aparecido<br />
más <strong>de</strong> treinta títulos, siendo e!<br />
último las Memorias <strong>de</strong> la princesa Ileana-<strong>de</strong><br />
Rumania, quien nos narra con<br />
arte <strong>de</strong> escritora y con realismo histórico<br />
su vida a través <strong>de</strong> los acontecimientos<br />
<strong>de</strong> su hoy <strong>de</strong>sdichada patria. Los días <strong>de</strong><br />
la monarquía, el breve y complicado reinado<br />
<strong>de</strong> su sobrino Miguel, el terror marxista,<br />
el <strong>de</strong>stierro... En todo ello hay una<br />
legítima verdad junto a una emoción que<br />
palpita viva en estas páginas llenas <strong>de</strong><br />
interés.<br />
R. M.<br />
POESÍA<br />
COTRUS, ARON. Rapsodia ibérica. Ediciones<br />
«Carpati». <strong>Madrid</strong>, 1954. 94 págs.<br />
Hace ya catorce años llegaron a mis<br />
manos, y en magnificas traducciones <strong>de</strong><br />
mi íntimo amigo el malogrado e inteligente<br />
Cayetano Aparicio, inolvidable para<br />
" mi, los primeros poemas <strong>de</strong> Aron<br />
Cotrus que se vertían al español. Me<br />
asombró el genio épico <strong>de</strong>l gran poeta<br />
rumano, fervoroso cantor <strong>de</strong> su patria,<br />
<strong>de</strong>vastador vehemente, volcánico, luminoso<br />
<strong>de</strong> la terrible Rusia. Hoy he vuelto<br />
a entusiasmarme con un nuevo libro<br />
suyo, escrito para cantar a España, que<br />
le ha tendido sus generosos, sus amigos<br />
brazos, cuando el poeta se ha visto obligado<br />
a permanecer lejos <strong>de</strong> su Rumania.<br />
La Rapsodia ibérica, canto apasionado<br />
a España, es un hermoso libro que habría<br />
que analizar <strong>de</strong>spacio, cosa que en<br />
una simple reseña o noticia es imposible.<br />
Late en estos versos, llenos <strong>de</strong> fuerza,<br />
un amor entrañable a España, junto<br />
a una .extraordinaria poesía, don<strong>de</strong> se<br />
fun<strong>de</strong> lo épico y lo lírico. Cualquier trozo<br />
<strong>de</strong>l largo poema pue<strong>de</strong> mostrarnos la<br />
alta calidad que se encierra en estas páginas<br />
cálidas. Véase, por ejemplo, parte<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>dicado a cantar al Cid, surgiendo<br />
<strong>de</strong> la tierra española, tronando sobre su<br />
cielo:<br />
.... y como a través <strong>de</strong> azules e infiní-<br />
[tas murallas<br />
— <strong>de</strong>l abismo <strong>de</strong> tus entrañas bruscamen-<br />
Intente ^urgido —<br />
cabalga,!' veo, en la tormenta, al Cid.<br />
Tiembla la tierra bajo el peso <strong>de</strong> hierro<br />
<strong>de</strong>l tempestouso ibero;<br />
su frente parece alcanzar el cielo.<br />
Bus miradas, espadas ¡ulmíneas,<br />
<strong>de</strong>sgarran y siegan en fie<br />
a los que quieren, tener a España aún y<br />
[aún<br />
con la cerviz bajo sus talones <strong>de</strong> peñasco.<br />
Con ímpetu .hacia victorias y castigos,<br />
<strong>de</strong> srn- terrible ca<strong>de</strong>ra forjó Castilla ~a su<br />
[Cid,<br />
para lanzarlo como a una tropical torí<br />
menta, algún día,<br />
imperial-mente, hacia í«s tierras <strong>de</strong>l Sur.<br />
La Rapsodia ibérica lleva un certero<br />
prólogo <strong>de</strong> Camón Aznar y un magnííico<br />
estudio <strong>de</strong> Soreda Blanes; a<strong>de</strong>más, un dibujo<br />
<strong>de</strong> Vázquez Díaz. Es <strong>de</strong> lamentar<br />
que la tirada <strong>de</strong> esta obra sea sólo <strong>de</strong><br />
cien ejemplares, no puestos a la venta.<br />
II. M.<br />
MUÑOA, MARGARITA- Vrimem voz.<br />
Cua<strong>de</strong>rnos Julio Herrera y Reissig. Montevi<strong>de</strong>o,<br />
1954. 19 páginas.<br />
Ortiz Saralegui, gran poeta uruguayo,<br />
dirige con acierto indiscutible estos pequeños<br />
Cua<strong>de</strong>rnos Julio Herrera y Reíssig,<br />
en don<strong>de</strong> nos va dando a conocer voces<br />
nuevas <strong>de</strong> la poesía <strong>de</strong> su país, a la<br />
vez que recoge las voces más auténticas<br />
<strong>de</strong> Hispanoamérica. Primera voz es la<br />
primera publicación <strong>de</strong> una poetisa nueva<br />
y • muy joven, Margarita Muñoa, que<br />
nos sorpren<strong>de</strong> con unos buenos versos,<br />
promesa <strong>de</strong> fruto cierto. Late en ellos<br />
clara autenticidad, sentimiento legitimo,<br />
vivacidad para captar la imagen expresiva,<br />
fuerza . sugerenle, profundidad. He<br />
aquí una bella estrofa <strong>de</strong> la joven poetisa<br />
uruguaya, don<strong>de</strong> podremos encontrar<br />
algunas <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s señaladas, impregnadas<br />
por un impresionismo certero:<br />
Vuelvo a buscar tu nombre, herida-<br />
[•mente,<br />
pnr una extraña escala <strong>de</strong> vacio.<br />
Des<strong>de</strong> los lirios solos <strong>de</strong> tu frente,<br />
una nave <strong>de</strong> sombra hiere el río.<br />
R. M.<br />
PEDEMONTE, HUGO EMILIO: La poesia<br />
<strong>de</strong> Jean Aristeguieta. (Estudio y antología.)<br />
Ediciones Agora. <strong>Madrid</strong>,<br />
1 1955. 232 páginas.<br />
Hugo Emilio Pe<strong>de</strong>monte ha heclio ur.<br />
<strong>de</strong>tenido estudio <strong>de</strong> la obra (Je la poetisa<br />
venezolana Jean Aristeguieta. A conxínuación<br />
ha incluido una antología <strong>de</strong><br />
ésta. Señala con tino Hugo Emilio Pe<strong>de</strong>monte<br />
diversas .características <strong>de</strong> la ilustre<br />
poetisa, entre ellas su sentido social,<br />
efusión lírica, prosaísmos, autenticidad,<br />
carencia <strong>de</strong> expresión lógica, sustituida<br />
ésta por la intuición <strong>de</strong>l . vocablo que<br />
transmite la sensación en forma más<br />
prístina, la unión
«LA EEVÜE NOUVELLE»: EL<br />
TRABAJO DE LA MUJER<br />
E<br />
L problema <strong>de</strong>l trabajo femenino<br />
ña ido presentando aspectos muy<br />
diversos en el curso <strong>de</strong> los últimos<br />
<strong>de</strong>cenios. Últimamente, <strong>de</strong> modo semejante<br />
a la mayor parte <strong>de</strong> las viejas<br />
cuestiones laborales, este factor en<br />
la vida <strong>de</strong> la producción avanza también<br />
hacia su plena solución teórica.<br />
Se trata hoy, en general, en estas<br />
cuestiones, mucho más <strong>de</strong> problemas<br />
<strong>de</strong> voluntad que <strong>de</strong> <strong>de</strong>scolnocimiento<br />
<strong>de</strong> los caminos a<strong>de</strong>cuados para su resolución<br />
normal. La legislación laboral<br />
y las distintas! ten<strong>de</strong>ncias contemporáneas<br />
<strong>de</strong> la política social, si bien<br />
no pue<strong>de</strong>n satisfacer todavía a un<br />
concepto <strong>de</strong>l hombre, <strong>de</strong> la familia y<br />
<strong>de</strong>l trabajo humano que tenga en<br />
cuenta la plenitud <strong>de</strong> la dignidad <strong>de</strong><br />
la persona, marcan., al menos rutas<br />
bastante sólidas piara el mejoramiento<br />
<strong>de</strong> la condición <strong>de</strong> los trabajadores,<br />
en condiciones que resultaban un lejaimo<br />
i<strong>de</strong>al para las generaciones: obreras<br />
<strong>de</strong> hace algo más <strong>de</strong> medio siglo.<br />
En un trabajo <strong>de</strong> Marcel Laloire,<br />
publicado en el número <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong><br />
«La Revue Nouvelle», <strong>de</strong>dicado a l¡i<br />
exposición <strong>de</strong> diversos (latos recientes<br />
relativos a la cuestión <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong><br />
la mujer, sé plantean consi<strong>de</strong>raciones<br />
interesantes que brotan <strong>de</strong>! examen<br />
<strong>de</strong> algunas cifras y factores <strong>de</strong> evolución<br />
característicos <strong>de</strong>l mundo laboral<br />
francés y belga, pero que resultan<br />
<strong>de</strong> mayor provecho que una<br />
mera curiosidad [anecdótica si se toman<br />
como punto <strong>de</strong> referencia para<br />
observar la evolución que presenta la<br />
sociedad española en esta misma materia.<br />
Una cifra estadística elemental sirve<br />
al autor <strong>de</strong>l trabajo que comentamos<br />
para fundamentar una consi<strong>de</strong>ración,<br />
ya clásica, entre los pensadores<br />
sociales cristianos que se han<br />
preocupado <strong>de</strong> las consecuencias y<br />
materiales que la incorporación <strong>de</strong> la<br />
mujer al régimen mo<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo<br />
traía consigo. En unió <strong>de</strong> los últimos<br />
años, la población activia total<br />
<strong>de</strong> Bélgica se elevaba a casi tres millones<br />
y medio <strong>de</strong> personas, <strong>de</strong> ías<br />
cuales algo más <strong>de</strong> dos millones y<br />
medio eran hombres y ochocientas<br />
veinte mil mujeres. En esta población<br />
«no activa» quedan comprendidas<br />
conforme a los criterios usuales,<br />
todas las mujeres que permanecen<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l hogar, así como la población<br />
juvenil <strong>de</strong> ambos sexos <strong>de</strong>dicada<br />
a las tareas estudiantiles.<br />
Aun reconociendo M. Laloire que al<br />
excluir los estadísticos <strong>de</strong>l encasillado<br />
<strong>de</strong> población activa a todas las<br />
esposas y madres <strong>de</strong> familia que no<br />
limitan a odio horas por día ni a<br />
cuarenta y ocho por semana el tiempo<br />
<strong>de</strong>. su <strong>de</strong>dicación al hogar, no haceai<br />
otra cosa que distinguir al sector<br />
<strong>de</strong> población que ejerce una profesión<br />
en la industria, el comercio, la<br />
agricultura o la administración <strong>de</strong><br />
aquellas otras, personas que oficialmente<br />
no ejercen profesión, ya que<br />
en el concepto administrativo <strong>de</strong> profesión<br />
no tiene cabida la ocupación<br />
<strong>de</strong> llevar una casa, cree esencial subrayar<br />
la consi<strong>de</strong>naible importancia <strong>de</strong><br />
esas activida<strong>de</strong>s hogareñas o doméstiaas.<br />
«Se ha calculado en Francia<br />
— argumenta a este respecto— que<br />
el conjunto <strong>de</strong> la* ocupaciones domésticas,<br />
<strong>de</strong>jando aparte los cuidadoS<br />
directos ocasionados por la presencia<br />
<strong>de</strong> los hijos, representaai unas<br />
cincuenta horas <strong>de</strong> trabajo por semana.<br />
A<strong>de</strong>más, se han cifrado en más<br />
<strong>de</strong> once horas por semana la duración<br />
<strong>de</strong> los cuidado* domésticos! a> los<br />
hijos, cuando se tiene uno; en quince<br />
o dieciséis horas, cuando se tienen<br />
dos; en veiffite horas, cuiamdo se tiene<br />
un mínimo <strong>de</strong> tres. Si se quiere <strong>de</strong>stacar<br />
con una fórmula expresiva el<br />
papel esencial <strong>de</strong> las amas <strong>de</strong> casa<br />
en la economía <strong>de</strong>l país, pue<strong>de</strong> afirmarse<br />
que la actividad doméstica representa<br />
un número <strong>de</strong> horas <strong>de</strong> tra
qSBBABBV<br />
La pintura<br />
y<br />
ei<br />
sentimiento<br />
inconsciente<br />
II AGE algunos meses visité ea San-<br />
** tt*g» 1* exposécióa ¿te pintan» <strong>de</strong><br />
José Francisco. Tras el examen minucioso<br />
<strong>de</strong> las obras expuestas se fueron<br />
apo<strong>de</strong>rando <strong>de</strong> mí dos impresiones muy<br />
distintas» Por una parte, era evi<strong>de</strong>nte<br />
que el autor sabia aScaaxadtt en sos<br />
cuadros una técnica refinada, que había<br />
interpretad» a perfección el color<br />
y el espürfta <strong>de</strong>f paisaje gallego; que<br />
había sabid» jugar admirablemente con<br />
taces y sombras;, que sabia lograd»<br />
inspirarse amorosamente en el manso<br />
fluir <strong>de</strong>l riachuelo, en el camine sflíee»<br />
y serpeante, en el monte ceniza o<br />
en el bosque polícromo <strong>de</strong>l otoño iniciado»<br />
José Francisco había aprendido<br />
may Mea a presentar a eada cosa «••<br />
me es, ett un sano naturalismo sin <strong>de</strong>stemplanzas;<br />
pero, al mismo 6empo( había<br />
conseguid» iguatattnte qoe todas 7<br />
cada une <strong>de</strong> so» paisajes tuvieran ttn<br />
soplo <strong>de</strong> emociones in<strong>de</strong>finibles que loe<br />
entornaran eom© ant balo. Uno no sabría<br />
<strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> momento, a qué era <strong>de</strong>bida<br />
la vaga Impresión melaneeliea que<br />
<strong>de</strong>jaba en nosotros la contemplación <strong>de</strong><br />
las obras expuestas. To recuerdo que<br />
at abandonar el local don<strong>de</strong> los cuadros<br />
se exhibían, me preguntaba interiormente<br />
en qué consistiría ese «algo»<br />
in<strong>de</strong>scriptible «ve teñí» aquella prodaeei6n<br />
pictórica. I*a respuesta no la lave<br />
entonces. IJa adiviné más tar<strong>de</strong>, a] releer<br />
un düa nn lBir» inmortal, cuy* título<br />
me evoca para nada et Arte <strong>de</strong> la<br />
Prntnra. Me refiero a la «Polfllca», <strong>de</strong><br />
Aristóteles.<br />
Ea el eapitttlo V <strong>de</strong>i Bbre quinte eseribe<br />
el genio griego: «Los <strong>de</strong>más senttdos,<br />
como el tacto y «1 gusto, no reproducen<br />
en ninguna, extensión la» impresiones<br />
morales; d sentido <strong>de</strong> la vista<br />
lo hace suave 5* gradualmente; las<br />
imágenes visuales, poco a, peca» terminan<br />
pw obrar sobre, los espectadores<br />
«oe b* contemplan,.» A eontinuacmn;<br />
<strong>de</strong> esté pasaje, Aristóteles se extendí»<br />
ea una serla <strong>de</strong>- consi<strong>de</strong>raciones relativas<br />
a & infinntsia <strong>de</strong> la música so»<br />
slea —
o.<br />
Vlerge<br />
La ¡lustració<br />
se ín<br />
Ü<br />
H estudio paralelo, a lo largo <strong>de</strong><br />
unas daceaas <strong>de</strong> anos., <strong>de</strong> la ilustración<br />
<strong>de</strong> revistas y el tema que,<br />
le sirva <strong>de</strong> apoyo —la noticia, e!<br />
euento, el poema...— da como resultado<br />
la tremenda diíeréncia <strong>de</strong> cambio<br />
que ha habido entre ambos, la inmensa<br />
zanja que los dibujantes han saltado<br />
en este tiempo, el giro absoluto <strong>de</strong><br />
cruz a eara, <strong>de</strong> anverso a reverso,<br />
<strong>de</strong> si a no, por que Isa pasado la estampa.<br />
De ceñirse al asunto como una funda<br />
buscando la anécdota básica, el<br />
<strong>de</strong>talle earacterizador, el personaje<br />
central o la <strong>de</strong>scripción minuciosa,<br />
a prescindir totalmente <strong>de</strong> ellos para<br />
abstraerse en una simple viñeta <strong>de</strong>corativa;<br />
<strong>de</strong> zambullirse integramente<br />
en el tema y empaparse <strong>de</strong> tal modo<br />
éon lo literario, que, en ocasiones, la<br />
estampa llegaba a tener vida propia<br />
y expresaba por si sola, sin necesidad<br />
<strong>de</strong> lectura, el suceso o motivo que contenía<br />
el cuerpo <strong>de</strong> letra, a quedarse<br />
en pura creación artística, sin supeditación<br />
ninguna a lo literario, simplemente<br />
complementándolo como un<br />
agregado estético, y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, no<br />
dándonos fuera <strong>de</strong> texto la clave <strong>de</strong>l<br />
motivo que le dio origen; <strong>de</strong> humanizarse<br />
a <strong>de</strong>shumanizarse, <strong>de</strong> concretarse<br />
a abstraerse, <strong>de</strong> Kteraiurizarse<br />
a in<strong>de</strong>pendizarse.<br />
do o perdido con el cambio, uno sólo<br />
sabe si le gustaba mis aquello o esto,<br />
y no lo dice. Lo sucedido tenia que<br />
producirse como consecuencia inevitable<br />
<strong>de</strong> la gigantesca sacudida que<br />
ha movido el arte ea el último medie<br />
siglo. Pero » hay algo que conviene<br />
apuntar como freno que pudo contener,<br />
al menos en parte, este salirse<br />
<strong>de</strong> madre <strong>de</strong> la ilustración: es su papel,<br />
IU finalidad. La ilustración está en fim-<br />
JOS<br />
cien <strong>de</strong>l texto literario, subordinada a<br />
él y sólo a él <strong>de</strong>be servir. No cabe aquí<br />
e! puro abstractismo porque en este<br />
momento traiciona su misión <strong>de</strong> ilustrar<br />
y pasa a convertirse es complemento<br />
estético, en su igual categórico,<br />
eon la diferencia <strong>de</strong> calida<strong>de</strong>s que<br />
entre ambos pue<strong>de</strong> existir.<br />
Si volvemos el motivo <strong>de</strong>l revés y<br />
pensamos ea una edición <strong>de</strong> reproducciones<br />
<strong>de</strong> Picasso o Chírico comentadas<br />
ilustradas literariamente, por un poeta;<br />
Cocteau, vgr., veremos que este <strong>de</strong>sorbitamíento<br />
no se produee en literatura.<br />
El escritor, ei ilustrador en este caso,<br />
no prescindirá nunca <strong>de</strong> Picasso o<br />
Chineo, no se in<strong>de</strong>pendizará <strong>de</strong> manera<br />
tan obsoluta que llegue a olvidarse <strong>de</strong>l<br />
objeto que <strong>de</strong>be cercar, asediar con<br />
su pluma. Su misión es servir y sirve,<br />
sin que esto quiera <strong>de</strong>cir que no pueda<br />
llegar a sobrepasar artísticamente<br />
aquello a que está obligado.<br />
E* difícil buscarle un campo medie<br />
a extremos tan opuestos, y en case<br />
<strong>de</strong> encontrarlo, <strong>de</strong> nada nos habla <strong>de</strong><br />
servir, ya que hoy <strong>de</strong> narta sirve fijar<br />
teóricamente un camino i<strong>de</strong>al a seguir,<br />
dado que el artista está forzado a marchar<br />
inexorablemente, fatalmente, por<br />
aquel que su momento y circunstancial<br />
le marean. Uno piensa sencillamente<br />
que ia ilustración actual es fiel a su<br />
época y, en gran parte, infiel a su<br />
misión, en tanto que ta otra, ia <strong>de</strong><br />
medio siglo atrás o incluso la más cercana<br />
{¡«Blanco y asgro <strong>de</strong> las convalecencias<br />
<strong>de</strong> la infancia», con ilustraciones<br />
<strong>de</strong> Mén<strong>de</strong>z Briaga, Sancha,<br />
Manchón, Regidor...!), si bien se limitó<br />
escuetamente a su cometido,<br />
tenia tal carga <strong>de</strong> lastre y ganga,<br />
encantadora maldad y.sensiblería que<br />
no hubo más remedio que arrojarla<br />
por ia borda, aun a riesgo <strong>de</strong>l naufragio.<br />
1 <strong>de</strong> agesto áe 1955
MARÍA JOVE<br />
T» a ella so noa acarearan mas<br />
el «amanero, «I gusto estragado» y,<br />
sobre todo, la nostalgia. Si acaso, también<br />
las incursiones que <strong>de</strong> cuando en<br />
cuando hacen allá el humor atros, e!<br />
eollage y el surrealismo.<br />
Esto en lo que se refiere a la masa<br />
anónima <strong>de</strong> los torpes y sensibleros;<br />
<strong>de</strong> otro lado, y sin llegar a la genialidad<br />
<strong>de</strong> Doré o Daniel Vierge, tenemos<br />
los nombres <strong>de</strong> Steinlext, Garan d'Ache,<br />
Seymeur, Phiz, Ágeles, Moría, Seoít,<br />
Fotaiii". a los cuales nunca podrá<br />
negárseles su técnica magistral, instinto<br />
para seleccionar los cogollos<br />
propicios <strong>de</strong>l tema y garra para trasladarlos,<br />
su mancha y linea <strong>de</strong> una<br />
plasticidad admirable, fijando como<br />
un sello los rasgos y atuendo <strong>de</strong> un<br />
personaje, los apuntes <strong>de</strong> paisaje, ¡a<br />
eseenografía <strong>de</strong> un interior.<br />
El artista actual, obsesionado por<br />
el caballete o el mural, jugando sus<br />
bazas a César o nada, ha olvidado el<br />
ancho campo que la ilustración abre<br />
a un buen dibujaste. Birlase que esta<br />
casilla <strong>de</strong>l género menor le viesa<br />
estrecha s sus ambiciones.<br />
Es triste esta renunciación unánime<br />
porque envuelve el gran error <strong>de</strong> ereer<br />
que el hecho <strong>de</strong> enltivar un arte mayor<br />
—el lienzo y el óleo o el fresco y<br />
el mure— conce<strong>de</strong>n ya <strong>de</strong> por sír y en<br />
cualquier caso, una categoría superior<br />
a la <strong>de</strong>dicación artística <strong>de</strong> tono menor.<br />
No es el género sino la calidad <strong>de</strong> la<br />
otea, su estilo, forma y contenido,<br />
lo %ne ha <strong>de</strong> alzar o hundir es Ss<br />
sombra a un artista.<br />
Si pensamos en los nombres antes<br />
citados, la conclusión es evi<strong>de</strong>nte; la<br />
ilustración se ha in<strong>de</strong>pendizado, se<br />
ha <strong>de</strong>sligado <strong>de</strong> su auténtico y único<br />
fin, y, lo más lamentable, ha venid®<br />
a<br />
IVfantpaao<br />
ATENEO<br />
s *<br />
EXPOSICIÓN DE PFNTURA<br />
EN EL CLLB DE PRENSA<br />
f% RGANIZADA por U Aviación Continental <strong>de</strong> InteieetaiaSes <strong>de</strong> Ewe-<br />
^ pa se ha celebrado en el Club <strong>de</strong> Prensa ana exposteiós <strong>de</strong> pintores 7<br />
escultores actuales, 1* maestra es esteno* —Si obra* <strong>de</strong> 25 artistas—, coa<br />
gran<strong>de</strong>s altibajos <strong>de</strong> calidad y meada <strong>de</strong> estilo*, No obstante, evi<strong>de</strong>ncia oa<br />
interés el hecho <strong>de</strong> que en eila. figuren nomine» como Pancho Cossío, Bien»<br />
ehs Gal, insta Guillermo, Juan Antonio Morales, Vargas Rttiz, Mastieles,<br />
Pererejo, Francisco San José-.<br />
Hay obra conocida ai lado <strong>de</strong> otr» en la que aan apaeeee frese» el bwrdíz<br />
<strong>de</strong>l taller, diversidad <strong>de</strong> técnicas, ñamares 7 motivo» y na elar# afán<br />
<strong>de</strong> ampliar en lo posible ei reducido número <strong>de</strong> expositores «ue monótona-<br />
«cate se repiten a todas las colectivas. Paradójicamente vemos a^oi aa<br />
fallo: no haber «aerificad» la extensión a la Bdd
Con Manuel <strong>de</strong> Pedrolo<br />
Al escritor, el estilo se le tace a pesar si<br />
El protagonista "se presenta<br />
espontáneamente"<br />
J-IAY que "ver lo que ha trabajado<br />
Manuel <strong>de</strong> Púdralo en poco mas <strong>de</strong><br />
diez años. Si contáramos toda su producción,<br />
la que ha escrito y conserva,<br />
en su mayor parte inédita, sumariamos<br />
más <strong>de</strong> treinta títulos. Poesía, cuento,<br />
novela,, teatro; todo lo ha emprendido.<br />
No en vano concibe Pedrolo el menester<br />
<strong>de</strong>l escritor como una «<strong>de</strong>dicación<br />
total». Es el suyo un caso claro <strong>de</strong> vocación<br />
<strong>de</strong>cidida qua, con paciencia y<br />
tenacidad, va superando todos los obstáculos<br />
basta establecer lo que para un<br />
escritor es esencial: el contacto con el<br />
publico. Cinco libros lleva, publicados<br />
Manuel <strong>de</strong> Pedrolo, y esto, dada la limitación<br />
editorial <strong>de</strong>l mercado para las<br />
publicaciones en lengua catalana, es<br />
un triunfo notable. De estos cinco libros,<br />
dos —dos novelas precisamente—<br />
han aparecido este mismo año. Esto<br />
Quiere <strong>de</strong>cir que Pedrolo está en ese<br />
momento bueno <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l escritor,<br />
en que éste pasa <strong>de</strong> solicitante s<br />
solicitado; ese momento en que empieta<br />
a «contar» en el mundo literario.<br />
Vale la pena, pues, que traigamos a<br />
estas columnas, precisamente ahora, a<br />
Manuel <strong>de</strong> Pedrolo.<br />
Las dos novelas publicadas recientemente<br />
son: «Mr. Chase, po<strong>de</strong>n sortirs<br />
y «Estrictamente personal». Pero bueno<br />
será que, antes <strong>de</strong> llegar a ellas, <strong>de</strong>mos<br />
un repaso a la obra anterior.<br />
LA POESÍA, PRIMERO<br />
La poesía, primero. Porque el primer<br />
libro que publicó Pedrolo rué tm libro<br />
<strong>de</strong> poesía. Y porque la poesía, mejor<br />
que nada, es ia que nos da el tono 7<br />
la situación <strong>de</strong> un escritor. El libro,<br />
a<strong>de</strong>mas, llevaba un título expresivo:<br />
eEsser en el mon», ser en el mundo.<br />
—«Esser en el mon». como la mayor<br />
parte <strong>de</strong> mis otros libros, plantea el<br />
problema <strong>de</strong>l hombre abandonado en<br />
el mundo a la hostilidad <strong>de</strong> sí mismo<br />
y <strong>de</strong> los otros; a la hostilidad, a ia<br />
necesaria incomprensión <strong>de</strong> todo lo que<br />
le ro<strong>de</strong>a. Su soledad tota! se expresa<br />
hasta el paroxismo.<br />
Pedroio se interrumpe.<br />
—Pero para hablar <strong>de</strong> este libro necesitaría<br />
otro libro.<br />
Siempre ocurre asi con la poesía.<br />
CUENTOS, NARRACIONES, «SUCE-<br />
SOS»: EL NOMBRE ES LO DE<br />
MENOS<br />
«Esser en el mon» se publicó en<br />
1949. Los dos libros siguientes aparecieron<br />
en 1953 y 1954.<br />
—En «El prerai literari i mes coses»<br />
recogí mi escasa producción <strong>de</strong> cuentos,<br />
escrita en el transcurso <strong>de</strong> más <strong>de</strong><br />
diez años, por lo que en el mismo se<br />
dan cita distintas, incluso encontradas<br />
maneras <strong>de</strong> mi personalidad.<br />
Acaso fuera esa recopilación lo que<br />
<strong>de</strong>spertó en Pedrolo una <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>dicaciones<br />
mas características.<br />
—Posteriormente he <strong>de</strong>dicado mucha<br />
atención al cuento, cuidando siempre<br />
mucho una cierta integración, técnica<br />
o temática.<br />
Un año <strong>de</strong>spués aparece «Es vessa<br />
una sang fácil», narración que él subtitula<br />
—Pedrolo tiene afición a esos<br />
subtítulos que precisan la intención o<br />
el alcance <strong>de</strong>l libro— «fet divers», suceso,<br />
—«Es vessa una sang fácil» no es<br />
más que un «fet diversa, y asi lo he<br />
subtitulado,, en el que aparte <strong>de</strong> la narración<br />
actual hay una serie <strong>de</strong> cuñas,<br />
con las que intento interpretar a mis<br />
personajes, sus situaciones, sus caracteres,<br />
sus complejos... O con las que<br />
he tratado <strong>de</strong> precisar fechas, interpretar<br />
agonías, etc. La consi<strong>de</strong>ro una narración<br />
violentamente realista.<br />
1955: DOS NOVELAS<br />
Y llegamos a 1955 y a las dos novelas<br />
que acaba <strong>de</strong> publicar. Digo novelas,<br />
aunque a una <strong>de</strong> ellas Pedrolo la<br />
haya subtitulado «especulación».<br />
—En «Mr. Chase, po<strong>de</strong>u sortirs<br />
especulación en la que se ofrecen en<br />
contrapunto capítulos centrados en esta<br />
vida y en otra, situada más allá <strong>de</strong> la<br />
muerte, he intentado mostrar la absurtíidad<br />
<strong>de</strong> nuestros problemas y la gratuidad<br />
<strong>de</strong> las respuestas que les damos:<br />
cómo nunca po<strong>de</strong>mos llegar ai<br />
fondo <strong>de</strong> nada, cómo intentamos enga<br />
ñarnos a nosotros mismos confiando<br />
en pequeños indicios, en apariencias...<br />
La otra novela no lleva subtítulo.<br />
—«Estrictamente personal» es una<br />
novela <strong>de</strong> corte realista, como todas<br />
mis novelas, cuya acción transcurre en<br />
una hora real. Creo que, proporcionalmente,<br />
he escrito la novela más larga<br />
4el mundo, aunque sin<br />
proponérmelo. En sus páginas<br />
he querido reflejar<br />
la vida, amores, aspiraciones,<br />
terrores y añoranzas<br />
<strong>de</strong>l hombre vulgar y<br />
corriente. Creo que en el<br />
fondo en un libro <strong>de</strong>primente.<br />
COMO NACE OKA<br />
NOVELA<br />
Vista la obra, pasamos<br />
al obrar, a los medios y<br />
modos <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>l novelista.<br />
La primera pregunta<br />
<strong>de</strong>be referirse, lógicamente,<br />
a como suele<br />
producirse en él la conr<br />
cepción cié sus obras narrativas.<br />
—Existe un problema<br />
que me preocupa y unos<br />
hombrea (yo entre ellos)<br />
que <strong>de</strong>ben enfrentarse<br />
con él. Pero este problema<br />
<strong>de</strong>terminado surge <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>terminadas situaciones,<br />
en las que en este momento<br />
se encuentra alguien.<br />
Alguien pue<strong>de</strong> ser<br />
cualquiera o no serlo. De.<br />
pen<strong>de</strong>, sobre todo, <strong>de</strong>l<br />
problema. Y este alguien<br />
se presenta espontánea- \¿<br />
mente. En realidad, exis- *'--—<br />
te ya; sólo es necesario<br />
encontrarlo, cogerlo. Esta es ía tarea<br />
<strong>de</strong>l novelista.<br />
Y COMO SE HACE<br />
Ya tenemos, con esa «presentación<br />
espontánea» <strong>de</strong>l protagonista, concebida<br />
la novela. Ahora falta escribirla.<br />
—Nunca tomo notas ni escribo guiones<br />
para mis obras. El mundo que <strong>de</strong>spués<br />
fijaré en el papel vive en mí, o<br />
yo vivo en él. Cuando estamos suficientemente<br />
compenetrados el uno con el<br />
otro empieza la obra escrita. Un promedio<br />
<strong>de</strong> doce páginas diarias, sí es<br />
posible <strong>de</strong> un tirón, por la mañana;<br />
si no lo es, contra viento y marea<br />
aprovechando retazos <strong>de</strong> tiempo. Lo<br />
esencial para mí es no per<strong>de</strong>r el impulso.<br />
Lo esencial es el impulso; pero esto<br />
no quiere <strong>de</strong>cir que no haya en Pedrolo<br />
una preocupación técnica.<br />
—Des<strong>de</strong> luego, la técnica novelística<br />
es un asunto que me preocupa extraordinariamente.<br />
Creo superado el tiempo<br />
<strong>de</strong> la novela que podríamos llamar,<br />
para enten<strong>de</strong>rnos, tradicional. Las posibilida<strong>de</strong>s<br />
técnicas <strong>de</strong> la novela son infinitas,<br />
y todos los experimentos están<br />
permitidos. A pesar <strong>de</strong> ello, no hay que<br />
olvidar que el experimento no <strong>de</strong>be ser<br />
gratuito. Cada obra exige una técnica<br />
<strong>de</strong>terminada, precisa. He intentado ser<br />
fiel a este principio en todas mis novelas,<br />
dando a cada una <strong>de</strong> ellas una<br />
técnica distinta.<br />
LA EXPERIENCIA Y EL ESTILO<br />
Pero no nos limitemos a la novela.<br />
Ya antes hemos hablado <strong>de</strong> «<strong>de</strong>dicación<br />
total». ¿Qué entien<strong>de</strong> por ella Pedrolo?<br />
—Creo que el escritor no <strong>de</strong>be limitarse<br />
al cultivo <strong>de</strong> im solo género literario.<br />
Hay que probar en todos los campos:<br />
novela, poesía, teatro, ensayo, etc<br />
Ni que <strong>de</strong>cir tiene que no hay escritor<br />
dotado para todos ellos, pero la experiencia<br />
que con ello se adquiere siempre<br />
es aprovechable, e in<strong>de</strong>fectiblemente<br />
enriquecerá a cada uno para aquella<br />
especialidad en que tiene probabilida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> triunfar, tal vez <strong>de</strong> durar...<br />
Y, al fin, inesperadamente, pero lógicamente,,<br />
si bien se mira, <strong>de</strong>sembocamos<br />
en el problema <strong>de</strong>l estilo. Lógicamente<br />
digo, porque el problema <strong>de</strong>l estilo<br />
no es un problema previo, sino algo<br />
que se ve, que se va viendo al andar.<br />
Alguna vez ha dicho Pedrolo que al<br />
escritor el estilo se le hace «a pesar<br />
suyo».<br />
—En efecto, creo haber dicho esto.<br />
Y con ello quería indicar que no me<br />
parece necesario que el escritor se esfuerce<br />
en adquirir un estilo propio. Si<br />
Manuo! <strong>de</strong> Pedrolo<br />
1 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 195S
es un verda<strong>de</strong>ro escritor, este estilo<br />
suyo, y sólo, suyo, se le dará aunque<br />
procure evitarlo. Toda su obra, por distinta<br />
que sea en intención o en técnica,<br />
lo traicionará. Lo único que po<strong>de</strong>mos<br />
hacer es mejorarlo o empeorarlo,<br />
I OS arbolas tienen un vente Que a»<br />
pier<strong>de</strong> en dulce pastosidad, y parece<br />
como si se fuera a fundir <strong>de</strong> puro<br />
difuminado. La correa amplia <strong>de</strong> cabezas<br />
se mueve hacia nosotros, el rio<br />
<strong>de</strong> seres anónimos se nos aproxima, y<br />
cuando empezamos a lanzarnos por la<br />
ligera pendiente, si retiramos nuestra<br />
vista <strong>de</strong> la lejana perspectiva y la ponemos<br />
en lo mas inmediato, vemos<br />
cómo ahora uno, luego otro, solitarios<br />
o en grupos, los hombres se van arrancando<br />
<strong>de</strong> la turbulencia, como si se<br />
<strong>de</strong>stacaran <strong>de</strong> la penumbra <strong>de</strong>l anónimo<br />
y <strong>de</strong>jaran <strong>de</strong> ser sólo una pincelada<br />
en el color confuso, para individualizarse,<br />
recortarse, concretarse, cobrar<br />
personalidad.<br />
Pronto nos hemos perdido también<br />
nosotros en la masa anónima. Pronto<br />
no somos mas que la gente <strong>de</strong> la Rambla.<br />
Aquí no ocurre como en otros paseos<br />
don<strong>de</strong> a io mejor uno les cuenta<br />
a nuestros amigos que nos ha visto con<br />
el cuello <strong>de</strong> ia camisa abierto y la corbata<br />
caída. Aquí vale todo: el traje<br />
pulcro y ios pantalones remendados, el<br />
jersey azul sobre una falda gris, una<br />
falda sencilla y pasada <strong>de</strong> moda y el<br />
vestidito blanco <strong>de</strong> la niña que tiene<br />
apenas cinco años y unos cabellos <strong>de</strong><br />
oro tocados con un menudo gorro<br />
blanco.<br />
Somos los hombres <strong>de</strong> la Rambla. No<br />
importa que algunos estemos sin trabajo.<br />
Que cuando vayamos a sentarnos<br />
a la mesa tengamos que pensar con rubor<br />
que nos van a regalar la comida-<br />
No importa que estemos <strong>de</strong>finitivamente<br />
fracasados y vivamos en casa <strong>de</strong> un<br />
pariente. Lo importante son las manos<br />
caídas en los bolsillos, los plátanos altos,<br />
la muchedumbre sencilla, anónima;<br />
el perfume, el movimiento, el rumor<br />
siempre abierto, azul y abierto al<br />
espacio <strong>de</strong> la Rambla barcelonesa.<br />
Pero ahora hemos llegado a la iglesia<br />
<strong>de</strong> Belén, como ese almohadillado<br />
sabroso <strong>de</strong> piedra barroca, y un San<br />
Ignacio, tan barcelonés como nosotros,<br />
los hombres <strong>de</strong> la Rambla, a la <strong>de</strong>recha<br />
<strong>de</strong>! pórtico. Detrás <strong>de</strong> ese quiosco<br />
<strong>de</strong> periódicos, con sus revistas y sus<br />
libros como una exposición coloreada<br />
<strong>de</strong> ropa tendida, empiezan los puestos<br />
<strong>de</strong> flores.<br />
Aquí fracasan los pinceles <strong>de</strong> ios impresionistas.<br />
Si tuviera que <strong>de</strong>finir la<br />
Rambla, diría que ahora, embocando<br />
entre sus flores, me meto en un cuadro<br />
impresionista francés. Sin embargo,<br />
ningún impresionista hubiera conseguido<br />
ese ver<strong>de</strong> <strong>de</strong> los plátanos frondoso,<br />
cada vez más blando, fuerte,<br />
apretado, pero también alejado, alejándose<br />
cada vea más y <strong>de</strong>svaído, porque<br />
no tiene compactes ni pesa, ni se<br />
agolpa.<br />
Es un ver<strong>de</strong>- en in<strong>de</strong>finición absoluta.<br />
I/as hojas se han difuminado en la<br />
fronda y las frondas van a difuminarse<br />
en el aire y el cielo. Y abajo, a un<br />
lado y otro, el pintor ha trabajado a<br />
brochazo limpio,, y <strong>de</strong> cuatro pinceladas<br />
ha <strong>de</strong>spachado ese montón <strong>de</strong> claveles<br />
brotando <strong>de</strong> una jarra, brotando<br />
<strong>de</strong> los puestos <strong>de</strong> ñores, y na pintado<br />
esbelto con el blanco para evocar la<br />
forma carnosa y pura <strong>de</strong> los lirios, y<br />
ha tenido que mezclar el rojo y el<br />
amarillo, <strong>de</strong> prisa, precipitadamente,<br />
para que el sol no se escape antes <strong>de</strong><br />
que él haya acabado esas carnosas rosaa<br />
<strong>de</strong> piel <strong>de</strong> naranja.<br />
A esas rosas, lo mejor <strong>de</strong> la Rambla<br />
(en la Rambla, hay <strong>de</strong> t«to; y a un<br />
ATENEO<br />
pesro- el estilo siempre está ahí, a la<br />
vuelta <strong>de</strong> cada frase.<br />
Pensamos que en el hombre también<br />
el estilo está ahí, a la vuelta <strong>de</strong> cada<br />
respuesta.<br />
L. G,<br />
a <strong>de</strong> las Flores<br />
viejos mal trajeados ven<strong>de</strong>n rosales,<br />
plantas, geranios en macetas, semillas<br />
y bulbos <strong>de</strong> flores), las llamaría<br />
las rosas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación.<br />
Las rosas que tienen alas <strong>de</strong> naranja,<br />
<strong>de</strong> oro o <strong>de</strong> sangre -—también <strong>de</strong><br />
terciopelo— son implacables con esas<br />
pobres floristas si no se las compramos.<br />
Si vosotros pasáis por <strong>de</strong>lante <strong>de</strong><br />
las rosas y las <strong>de</strong>spreciáis, y a última<br />
hora, cuando ya se van a retirar las<br />
floristas, porque hoy es domingo y mañana<br />
es la fiesta <strong>de</strong> las floristerías y<br />
no se trabaja, las rosas no han <strong>de</strong>saparecido<br />
<strong>de</strong> ios puestos <strong>de</strong> flores, esas<br />
mujeres volverán a su c&suca con el<br />
corazón <strong>de</strong>sesperado.<br />
Y hay un puesto hermoso, lozano,<br />
exuberante todavía, a última hora. Y<br />
las rosas, frescas, mojadas., se aprietan<br />
en almohadones <strong>de</strong> hojas <strong>de</strong> un ver<strong>de</strong><br />
maduro. Claveles y lirios en lo alto<br />
Hay muchas rosas. Hay que marcharse<br />
Ya no se ven<strong>de</strong>rán. La muchedumbre<br />
anónima <strong>de</strong> la Rambla no tiene ya<br />
tiempo <strong>de</strong> comprar esas rosas. Son ya<br />
las dos <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. A las dos y veinte<br />
todos estarán en sus casas a celebrar<br />
en tirantes la comida <strong>de</strong>l domingo.<br />
Pero esa mujer enflaquecida se ha<br />
maquillado ron el garbo <strong>de</strong> un esqueleto.<br />
Como si un esqueleto se alzara <strong>de</strong>l<br />
sepulcro y se untara el cráneo <strong>de</strong> carmín.<br />
Está sentada <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> las rosas<br />
sin ven<strong>de</strong>r y nos mira trágicamente-<br />
UN PASEO<br />
POR EL ARTE<br />
Jaime Mereatté<br />
le un cuerpo en que<br />
solo feay osamenta. No sé si mira con<br />
tristeza. Pero diriase que h&y en esa<br />
mirada una pregunta, un enigma. Quizá<br />
el malhumor en un comedor sin<br />
ventilación, en un piso nauseabundo <strong>de</strong>l<br />
barrio chino,<br />
Entre tanto, la multitud anónima <strong>de</strong><br />
la Rambla se mueve, camina, avanza,<br />
como dos correas que se cruzan, hacia<br />
la plaza <strong>de</strong> Cataluña, hacia el puerto,<br />
y esa mujer <strong>de</strong> las rosas sin ven<strong>de</strong>r me<br />
recuerda la mirada <strong>de</strong> una dama flaca,<br />
<strong>de</strong> piedra, sobre la tumba <strong>de</strong> un<br />
maravilloso cementerio marino.<br />
Me mira como aquella escultura pagana;<br />
<strong>de</strong>sesperada, que nos pregunta,<br />
que inquiere sobre la vida, sobre la<br />
muerte porque no conoce la verdad, y<br />
para ella todo es necesario, todo es<br />
enigma,<br />
FRANCISCO SALVA MIQÜEL<br />
un fin <strong>de</strong> temporada<br />
C E acabó la temporada. ¿Volvamos<br />
^ la vista atrás?<br />
—Volvámosla y rescatemos <strong>de</strong>l olvido,<br />
<strong>de</strong> nuestro olvido, las exposiciones que<br />
no habíamos comentado todavía. Y entre<br />
éstas, naturalmente, las que s© no*<br />
hayan quedado en la memoria.<br />
—Me temo que serán pocas.<br />
—¿Por qué?<br />
—Porque ío btien® no siempre<br />
abunda.<br />
—Tal vez. Pero yo veo también otra<br />
razón. Ten en cuenta que el recuerdo<br />
no es infalible y que también él se<br />
—Por supuesto. ¿Cuál es la otra razón?<br />
—Esta que te <strong>de</strong>cía, más o menos:<br />
nuestra limitación. Los escamoteos, no<br />
siempre justos, <strong>de</strong> la memoria.<br />
—Oye, recuerdo ahora un nombre, y<br />
quiero salvarlo <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> esos escamoteos<br />
que tú temes.<br />
—¿Qué nombre?<br />
—Jaime Mercadé. ¿Qué me dices <strong>de</strong><br />
su exposición?<br />
—Hablando <strong>de</strong> Mercadé, hay que hablar<br />
<strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> Tarragona, ¿no?<br />
—Bien anunciaba la invitación, con<br />
letras <strong>de</strong> tamaño uniforme, «El campo<br />
<strong>de</strong> Tarragona, por Jaime Mercadé».<br />
igualmente podía haber dicho sEI eam-<br />
i<br />
. <strong>de</strong> Jaime Mercadé»,<br />
porque; en efecto, es au campo <strong>de</strong> Tarragona,<br />
el <strong>de</strong> Mercadé, el que él ha<br />
ido haciéndose en su visión y su sentimiento<br />
<strong>de</strong> pintor año tras año; es su<br />
campo <strong>de</strong> Tarragona el que vemos a<br />
cada nueva exposición.<br />
—El que vemos y el que 1 nos gusta<br />
ver. El mismo siempre.<br />
—No querrás <strong>de</strong>cir que no cambie<br />
también un poco cada año.<br />
—Posiblemente. Al menos, nosotros<br />
lo miramos, cada vez, con ojos curiosos<br />
y satisfechos, como el propietario<br />
<strong>de</strong> un campo se lo mira, cada vez que<br />
io ve, en parte para reconocerlo él<br />
mismo, el mismo que conoce como suyo,<br />
y en parte para ver qué noveda<strong>de</strong>s<br />
presenta, qué matices nuevos, qué<br />
cambios pue<strong>de</strong> advertir en él. Pero su<br />
ce<strong>de</strong> que luego, cuando vuelve a la ciudad<br />
—si vive en la ciudad—, el campo<br />
se le va unificando en el recuerdo y<br />
lo ve siempre igual. Que, en el fondo,<br />
es lo que él quiere. Esto es So que me<br />
pasa a mí con el campo <strong>de</strong> Tarragona<br />
<strong>de</strong> Jaime Mercarte.<br />
—Admite, sin embargo, que esto es<br />
bastante subjetivo. Yo el otro día entré<br />
en una colectiva <strong>de</strong> fin <strong>de</strong> temporada<br />
—ya sabes a cuál me refiero: Sisquella,<br />
Llimona, Mompóu, Serra,* Mallol<br />
Cnixart {fragmento)<br />
Suazo, Togores, Durancamps, Caries..-—,<br />
y esa misma impresión, la <strong>de</strong> encontrar<br />
igual lo <strong>de</strong> siempre, no me agradó.<br />
—Quizá sea un poco el problema <strong>de</strong><br />
las colectivas, aunque sean, tan conjuntadas<br />
como esa a la que tú te refie~<br />
res. Es posible que ante una exposición<br />
entera <strong>de</strong> alguno <strong>de</strong> esos pintores tu<br />
interés hubiera crecido.<br />
—Si, pue<strong>de</strong> sor. Decimos que no hay
par qué no hacer más exposiciones colectivas<br />
y menos individuales, pero luego,<br />
a la hora t£e la verdad, las encontramos<br />
todavía mas monótonas. Cualquiera<br />
entien<strong>de</strong> al aficionado.<br />
—Cualquiera nos entien<strong>de</strong>, sí. Pero<br />
en honor tuyo quiero <strong>de</strong>cir que también<br />
a mí esa exposición me pareció<br />
poco interesante. Y, como <strong>de</strong> costumbre<br />
en esa «colectividad», lo que me<br />
hizo <strong>de</strong>tener más tiempo fue el brío <strong>de</strong><br />
lo <strong>de</strong> Juan Serra.<br />
—Sí, sería interesante cronometrar<br />
el tiempo que uno se <strong>de</strong>tiene ante cada<br />
pintor en una colectiva, y tomarlo co<br />
mo signo <strong>de</strong>...<br />
—¿De qué?<br />
—Tomarlo como signo, simplemente.<br />
—Por cierto. ¿Y la exposición <strong>de</strong><br />
Guixart, qué te pareció?<br />
—¿Por qué no me preguntas cuánto<br />
tiempo pasé en ella?<br />
—Hombre, sá quieres, dalo por pre-<br />
—La verdad fes que no podría <strong>de</strong>círtelo.<br />
Todavía no habíamos hablado <strong>de</strong><br />
ese modo <strong>de</strong> medir el interés por una<br />
pintura. Y, claro, no me fijé.<br />
—iBah, qué pesado eres! Nunca te<br />
QUINCE<br />
DÍAS<br />
Pschití<br />
ON gran expectación empezó día*<br />
C atrás 3a «campana <strong>de</strong>l silencio»,<br />
organizada por el Ayuntamiento <strong>de</strong><br />
Barcelona. La campaña consiste en que<br />
ningún vehículo pue<strong>de</strong> tocar el claxon,<br />
la bocina o el timbre —bueno, las señales<br />
acústicas, como dicen en las aca<strong>de</strong>mias<br />
<strong>de</strong> choferes— en el centro <strong>de</strong> la<br />
ciudad. Antes <strong>de</strong> iniciarse la campaña<br />
hubo comentarios y vaticinios para todos<br />
los gustos: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los entusiásticamente<br />
favorables hasta los tenazmente<br />
FOT suerte tuvieron razón los entusáastas:<br />
durante el primer día <strong>de</strong> la<br />
compaña, y en todos los días sucesivos,<br />
la cesa iut sido un gran, éxito, asotnteaodo<br />
incluso a los mas escépéí eos <strong>de</strong><br />
la localidad. Los conductores, tan *iüpendiados,<br />
se mantienen a gran altara:<br />
las señales acústicas permanecen<br />
silenciosas en la amplia zona señalada.<br />
Claro que aun quedan <strong>de</strong>masiados<br />
ruidos en Barcelona —y por cierto, hace<br />
poco, suprimieron el mas agradable:<br />
ios cuatro organillos que quedaban con<br />
vida—, pero bien está que se haya conseguido<br />
acabar con las bocinas.<br />
Mfl» si los conductores merecen buena<br />
nota» los peatones seguimos con<br />
nuestro suspenso en civismo. Con ts<br />
campaña <strong>de</strong>l süencto, muchos <strong>de</strong> los<br />
que vamos a pie nos hemos envalentonado<br />
en forma fabulosa. Actualmente<br />
ir en taxi por calles estrechas es<br />
una tortura. Las calzadas están invadidas,<br />
la gente sólo se aparta —si se<br />
aparta— cuando el vehículo está a medio<br />
metro; el coche <strong>de</strong>be avanzar a la<br />
velocidad <strong>de</strong> un vagabundo en un día<br />
U<br />
—Bueno, hablemos <strong>de</strong> Guixart, que<br />
no tiene la culpa <strong>de</strong> que nosotros divaguemos<br />
tanto.<br />
—A mí me pareció una pintura con<br />
po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> sugestión.<br />
—Una sugestión especial. Como el que<br />
produce, si me permites la comparación,<br />
el silencio calculado <strong>de</strong> la música<br />
en el circo. Recuerdo, en esa muestra<br />
última <strong>de</strong> Guixart, un equilibrista<br />
ÍO creo recordarlo. Si no existiera, todavía<br />
esto <strong>de</strong>mostraría que el po<strong>de</strong>r sugestivo<br />
<strong>de</strong> su pintura existe realmente<br />
hasta el punto <strong>de</strong> sugerir la existencia<br />
da un equilibrista inexistente.)<br />
—Tranquilízate. Yo también lo recuerdo.<br />
—Bueno, pues su pintura me parece<br />
un poco también como ese equilibrista.<br />
«Mira», s?f dice uno. «Mira qué bien.»<br />
«Qué curioso.» Y uno se queda mirando,,<br />
con los ojos fijos. ¿Qué pasará <strong>de</strong>spués?<br />
¿Qué hará o <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> hacer el<br />
equilibrista? ¿Continuará recorriendo el<br />
mismo hilo dragado, en el aire? /Se<br />
caerá? ¿Echará a volar? ¿Saltará ágilmente<br />
a tierra firme?<br />
—No quieras adivinar el futuro. Asi<br />
tiene más gracia.<br />
NEÓN<br />
íl enci<br />
<strong>de</strong> sol. Se ve claramente que los peatones<br />
están investidos <strong>de</strong> una dignidad<br />
nueva, que saben muy bien que<br />
ahora son ellos los que cortan eí bacalao<br />
—perdón por lo pe<strong>de</strong>stre <strong>de</strong> la<br />
expresión, pero hablando <strong>de</strong> los que van<br />
a pie...— y que no quieren ce<strong>de</strong>r nada<br />
en se recientes privilegios.<br />
Todo esto pensaba el otro día, metido<br />
en un taxi y con muchas —y frustradas—<br />
prisas. Pero <strong>de</strong>spués... —«Pero<br />
<strong>de</strong>spués, ¡pero, ay, <strong>de</strong>spués! fue cuando<br />
al sí lo hicieron yes». Perdón <strong>de</strong><br />
nuevo, esto es <strong>de</strong> Alberti—. Quería <strong>de</strong>cir<br />
que <strong>de</strong>spués, cuando <strong>de</strong>jé el taxi y<br />
acabé lo que tenía que hacer, obré<br />
igual que los peatones tan insultados<br />
por mí un momento antes: caminé por<br />
la calzada lentamente, y no me apar-<br />
taba hasta que los vehículos casi se<br />
habían <strong>de</strong>tenido.<br />
Evi<strong>de</strong>ntemente, si los conductores han<br />
quedado muy bien en ciudadanía, a los<br />
peatones nos queda mucho que ¿pren<strong>de</strong>r<br />
aún.<br />
NATACIÓN<br />
Como hace mucho calor, dos noticias<br />
sobre natación.<br />
La primera es que, según parece, va<br />
a empezar la construcción <strong>de</strong> la piscina<br />
proyectada en el solar <strong>de</strong> la antigua<br />
Cárcel <strong>de</strong> Mujeres, en la ronda <strong>de</strong><br />
San Pablo. Ya se ha dicho muchas veces<br />
que en Barcelona hay muy pocas<br />
piscinas y que la natación es el <strong>de</strong>porte<br />
más completo; no es necesario,<br />
por tanto, insistir en eHo.<br />
La segunda noticia es que en la piscina<br />
<strong>de</strong> una localidad -catalana —Manresa—<br />
se está realizando ahora algo<br />
nunca visto en el universo mundo: la<br />
prueba <strong>de</strong>l millón <strong>de</strong> metros. En efecto,<br />
los socios <strong>de</strong>l C. N. Manresa, poi<br />
turno, van cubriendo metros y más metros.<br />
Y la prueba no se interrumpe<br />
nunca: noche y día hay un nadador en<br />
el agua aunque pronto no lo habrá ya<br />
porque les falta poco para el millón<br />
previsto.<br />
Y hablando <strong>de</strong> natación, se me ocurre<br />
que sería muy conveniente que se<br />
crearan piscinas y gimnasio.» para u-o<br />
obligatorio <strong>de</strong> los intelectuales y escritores<br />
españoles, que por lo general buena<br />
falta les hacen. Imagínenlos por un<br />
momento a los intelectuales jóvenes y<br />
REUSY<br />
SALOU<br />
II Curso<br />
studios<br />
C N el salón <strong>de</strong> actos <strong>de</strong>l Exorno. Ayuntamiento<br />
<strong>de</strong> Reus se inauguró el II<br />
Curso <strong>de</strong> Altos Estudios <strong>de</strong> Información,<br />
bajo la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l limo, señor director<br />
general <strong>de</strong> Prensa, don Juan Aparicio,<br />
el día 21 <strong>de</strong> junio. El pasada día 5<br />
tuvo lugar la clausura <strong>de</strong>l mismo con una<br />
conferencia <strong>de</strong>l Excmo y Rvdmo. doctoi<br />
don Laureano Gastan Lacoma, obispo auxiliar<br />
<strong>de</strong> la Archidiócesis <strong>de</strong> Tarragona.<br />
Durante quince días se han <strong>de</strong>sarrollado<br />
en Reus y Salou las conferencias correspondientes<br />
a los distinto» ciclos <strong>de</strong>l<br />
torso: doctrinas <strong>de</strong> la información, problemas<br />
<strong>de</strong> la prensa, <strong>de</strong> la radio, <strong>de</strong>l cine,<br />
teorías, y ámbitos informativos, etc.<br />
Durante el mismo, sesenta cursillistas,<br />
aiuamos y profesionales <strong>de</strong>l periodismo,<br />
han asistido a aquéllas en los diferentes<br />
locales que se eligieron como cátedra:<br />
Salón <strong>de</strong>l Palacio Municipal, Centro <strong>de</strong><br />
i-ectura, es Reus; Casino a Jaime I» y<br />
jardines <strong>de</strong>l «Hotel Planas», en Salou.<br />
Pero la marcha <strong>de</strong> este Curso ya es conocida<br />
por las reseñas <strong>de</strong> los periódicos<br />
diarios, y resultará más sugestivo hablaros<br />
<strong>de</strong>i ambiente cosmopolita <strong>de</strong> Reus o<br />
<strong>de</strong> la placi<strong>de</strong>z mediterránea <strong>de</strong> Salou.<br />
aun jóvenes <strong>de</strong> cualquier gran ciudad<br />
española en el trance <strong>de</strong> tener que cubrir<br />
entre todos, no un millón, sino<br />
cinco mil metros a nado. He lucho<br />
imaginemos y me vuelvo atrás: realmente,<br />
es mejor no imaginarlo.<br />
Opino —con seriedad absoluta— que<br />
las poesías, las novelas, los dramas, los<br />
artículos, los. ensayos y las comedias<br />
españolas mejorarían si sus autores lograsen<br />
una forma física más aceptable.<br />
Y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, se higienizaría eso<br />
que llaman el «mundillo literario», fastidioso<br />
con <strong>de</strong>masiada frecuencia.<br />
Así, pues, por sí a alguien le gusta,<br />
que<strong>de</strong> aquí mi propuesta: piscinas y<br />
gimnasios para intelectuales y artistas.<br />
VANIA<br />
s<br />
que portaba el estandarte áon Cayetano<br />
Vuelta Puig, presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Asociación<br />
<strong>de</strong> Estudios Reusenses, la gente se apiña<br />
f-a en ias estrechas calles. Los balconea<br />
lucían mantos y ban<strong>de</strong>ras. La ciudad se<br />
ungía cíe un fervoi silencioso y reverente<br />
Al llegar a la plaza <strong>de</strong> España se encendió<br />
!a traca. Explosiones, estampidos<br />
horrendos, <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n en la procesión. Los<br />
«esDaiis» inician una sardana y los gigan<br />
les y cabezudos entran en escena. Actúa<br />
el ecos» <strong>de</strong> «bastoners», ¡a Cobla Reus,<br />
í'l grupo infantil <strong>de</strong>l Esbart Montserrat<br />
Pero Reus, por encima <strong>de</strong> su regocijo, un<br />
poco extemporáneo ya, es la ciudad not¡lt.<br />
la ciudad su percivilizada. Tal vez lo<br />
iaás noble <strong>de</strong> las fiestas reusenses está en<br />
la sardana.<br />
La sardana se abre como «na flor madurada<br />
en el pavimento <strong>de</strong> la plaza. La<br />
sardana es ritmo, or<strong>de</strong>n, metódica coordinación<br />
<strong>de</strong> los danzarines. También es pureza.<br />
Yo creo que la sardana es el espíritu<br />
catalán expresado «>n la música y la<br />
danza.<br />
SALOU, UNIVERSIDAD DE VERANO<br />
KEÜS Y LAS SARDANAS<br />
Si Tarragona es un balcón sobre el Mediterráneo,<br />
Saiot. es la puerta gran<strong>de</strong> por<br />
Keus es ciudad industrial, urbanizada, se- don<strong>de</strong> el mar entra y sale a sos anchas,<br />
ria. Cun sos casas mo<strong>de</strong>rnas y sus iglesias imaginaos un semicírculo <strong>de</strong> arena <strong>de</strong> cua-<br />
biiupuas. K..ou sus p;tseos arbolados, sus ca-tro<br />
kilómetros <strong>de</strong> largo abrazando las<br />
•Jes rectas y sus plazas abiertas vn an- asnas azules y tranquilas. Imaginaos tra<br />
(tmr--:fre adi-iimu. Con sus barrios angostos bosque <strong>de</strong> palmeras, <strong>de</strong> a<strong>de</strong>lfas, <strong>de</strong> pláta-<br />
y ljti>erínti,'Oí, norme las comadres puenos y tilos irrumpiendo espesísimo en la<br />
<strong>de</strong>n enten<strong>de</strong>rse a
EL IV FESTIVAL INTERNACIONAL<br />
DE MÚSICA Y DANZA<br />
A N A<br />
STE afio, las fiestas <strong>de</strong>l Corpus, centradas<br />
en torno al 9 <strong>de</strong> junio y prolongadas<br />
hasta ei domingo 19, variables<br />
<strong>de</strong> acuerdo con el calendarlo litúrgico,<br />
se han venido a unir exactamente<br />
con la lecha Inicial y fija <strong>de</strong>i Festival<br />
Internacional <strong>de</strong> Música y Danza,<br />
que dio comienzo el 20 por la noche, como<br />
todos los años. En las primeras, lo<br />
fundamental era la variedad <strong>de</strong> los actos<br />
y su carácter eminentemente popular:<br />
competiciones <strong>de</strong>portivas, fiestas en<br />
los distintos barrios <strong>de</strong> la ciudad, fuegos<br />
artificiales, atracciones <strong>de</strong> feria, corridas<br />
<strong>de</strong> toros y, en fin, ciclo <strong>de</strong> teatro. Estas<br />
representaciones fueron iniciadas por Tamayo,<br />
que ha traído El pleito matrimo'<br />
nial, La Alondra y Los intereses creados,<br />
y se cerraron con las que el T. E. U., bajo<br />
la dirección <strong>de</strong> Martín Recuerda, dio<br />
<strong>de</strong> Un drama nuevo, en escenario circular.<br />
Las representaciones anunciadas <strong>de</strong><br />
una versión <strong>de</strong> La Celestina, los días 17<br />
y 18, se suspendieron el mismo día <strong>de</strong>l<br />
estreno.<br />
Con este pórtico dramático se inició el<br />
Festival en un ambiente lleno <strong>de</strong> buenos<br />
augurios. Personalida<strong>de</strong>s españolas y extranjeras,<br />
entre las que se encontraban<br />
Jos ministros <strong>de</strong> Asuntos Exteriores,<br />
Educación Nacional e Información y Turismo;<br />
varios directores generales y los<br />
embajadores <strong>de</strong> trece países, a<strong>de</strong>mas <strong>de</strong><br />
miles <strong>de</strong> turistas y granadinos, han asistido<br />
a las sesiones. Tres lugares, por<br />
gracia <strong>de</strong> su belleza y capaeidadt han<br />
centrado las dobles jornadas: el Paiaclte<br />
Árabe, el <strong>de</strong> Carlos V y los jardines <strong>de</strong>l<br />
Generalife. En estos últimos, con fondo<br />
<strong>de</strong> ver<strong>de</strong> —luz y cipreses —, han bailado<br />
Sos pies <strong>de</strong> Rosario, los <strong>de</strong> Ivette Chauviré<br />
y los <strong>de</strong> las muchachas <strong>de</strong> ios Coros<br />
y Danzas. Rosario, que inauguró las sesiones,<br />
estrenó el nuevo cuadro Sortilegio<br />
<strong>de</strong> la luna. Ivette Chauvlré, una <strong>de</strong><br />
las más interesantes figuras <strong>de</strong> todos<br />
estos días, y que na venido a sustituir a<br />
Margot Fonteyn, a quien los granadinos<br />
no pue<strong>de</strong>n olvidar, llenó en sua tres sesiones<br />
los varios miles <strong>de</strong> asientos <strong>de</strong>l<br />
Generalife. Era un prodigio verla sobre<br />
las puntas <strong>de</strong> sus zapatillas recorrer las<br />
tablas siguiendo la música, <strong>de</strong>liciosa en<br />
el silencio impresionante <strong>de</strong>l público, y<br />
muy cerca, salvado ei valle, <strong>de</strong> Jas torres<br />
<strong>de</strong> La Alhambra, que a la luz roja<br />
que las <strong>de</strong>staca <strong>de</strong>l fondo rotundo <strong>de</strong> la<br />
noche recuerdan los versos <strong>de</strong> Ganivet,<br />
en tanto el agua <strong>de</strong> las fuentes salta al<br />
aire en Inquieto juego <strong>de</strong> renejos:<br />
¡Qué silenciosos dormís,<br />
torreones <strong>de</strong> la Alhamüra!<br />
Vn sueño <strong>de</strong> largos siglos<br />
por vuestros muros resbala...<br />
ISa fin, los Coros y Danzas multlcololoires<br />
trajeron, como siempre, al tablado<br />
un poco <strong>de</strong> toda España como sello <strong>de</strong> estos<br />
únicos festivales Internacionales, heenos<br />
ya tradición <strong>de</strong>ntro y, sobre todo,<br />
fuera <strong>de</strong> nuestras fronteras.<br />
En el Palacio <strong>de</strong> Carlos V, lugar imprescindible<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace muchos años en<br />
las noches musicales <strong>de</strong> Granada, ha»<br />
actuado dos orquestas: la Nacional, dirigida<br />
por Argenta y Cari Schuricht, y<br />
la Scarlattl, dirigida tres noches por<br />
Franco Caraceiolo. En la primera fue<br />
Jornada memorable, en el inmenso patio<br />
pircular, bajo las estrellas, la interpretación<br />
<strong>de</strong> ías Sinfonías Octava y Novena,<br />
<strong>de</strong> Beethoven, con participación <strong>de</strong>l<br />
Orfeón Donostiarra. Cari Scnurieht. en la<br />
segunda, ha admirado en los dos días que<br />
rigió la primera orquesta espafioia. El último<br />
día <strong>de</strong> actuación <strong>de</strong> ésta se estrenó,<br />
pon asistencia <strong>de</strong>i autor, La pájara pinta,<br />
<strong>de</strong> Osear Espía, que en sus varios movimientos<br />
recoge elementos populares muy<br />
bien instrumentados.<br />
Ya en el Patio <strong>de</strong> los Arrayanes —elemental<br />
y geométrico—, ya en el Salón <strong>de</strong><br />
Reyes, <strong>de</strong>l Patio <strong>de</strong> los Leones -puro barroquismo<br />
<strong>de</strong> arabescos y yeserías — , las<br />
sesiones <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, celebradas en estos lugares,<br />
han tenido siempre un encanto difícil<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir. La hora, el lugar, el canto<br />
<strong>de</strong> los vencejos y golondrinas en el<br />
crepúsculo, el enorme silencio üei agua<br />
dormida han contribuido a dar un ambiente<br />
único. AUí bao actuado los pianistas<br />
Sánchez Herrero, el magnifico Gulda,<br />
Robert Casa<strong>de</strong>süs, con el violinista Gino<br />
Fraaeeseattt, y Joaqttín Aehaearro. Otro<br />
día inolvidable, Andrés Segovia, para<br />
quien el lugar füé Insuficiente, y la tar<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>l 27, la soprano Elisabeth Seftwarzkopf.<br />
El Cuarteto Italiano ¡o hizo dos días,<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> estas actuaciones en los escenarios<br />
naturales enumerados, en torso<br />
al Festival han girado otros actos: la Orquesta<br />
Nacional y el Orfeón Donostiarra,<br />
ATENEO<br />
que dirige Juan Gorostidi, interpretaron<br />
en la Capilla Rea!, ¡a mañana <strong>de</strong>! domingo<br />
26, la Misa en mi bemol, <strong>de</strong> Schubert.<br />
Ef mismo Orfeón dio una sesión gratuita<br />
en la Plaza <strong>de</strong> las Pasiegas. El día<br />
24, al final <strong>de</strong>l concierto <strong>de</strong> la Orquesta<br />
Scaríatti, se ofreció en el Corral <strong>de</strong>l Carbón<br />
una fiesta típica andaluza. Se estrenó<br />
el día 20 el documental cinematográfico<br />
Viaje romántico a Granada, patrocinado<br />
por la Universidad, dirigido por Eugenio<br />
Martín y hecho exclusivamente sobre<br />
grabados <strong>de</strong> la época. EP la Plaza Nueva<br />
se inauguró la Feria <strong>de</strong>l Libro. I-a noche<br />
<strong>de</strong>l 28, el alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Granada y señora <strong>de</strong><br />
Sola R.-Bolivar dieron en ?u domicilio<br />
particular una tiesta en honor <strong>de</strong> las per-<br />
Elisabetii Scfawarzkopf y Andrés<br />
sonalida<strong>de</strong>s asistentes y artistas <strong>de</strong>l Festival.<br />
'<br />
Ya ha terminado el IV Festival <strong>de</strong> Granada.<br />
Des<strong>de</strong> ahora, y durante casi tres<br />
meses, la ciudad se hundirá en la calma<br />
<strong>de</strong>i verano dormida ai sol. Pero a la luz<br />
<strong>de</strong>l mediodía, los ojos <strong>de</strong> Icat granadinos<br />
conservarán, como un sueño, e] recuerdo<br />
<strong>de</strong> los días recién pasados. Durante muchas<br />
tar<strong>de</strong>s y muchas noches todos han<br />
visto moverse ante ellos las figuras <strong>de</strong>i<br />
ballet o han oído la mejor música, ro<strong>de</strong>ados<br />
<strong>de</strong> luces <strong>de</strong> color y <strong>de</strong> agua, <strong>de</strong><br />
brisa y <strong>de</strong> piedras antiguas.<br />
NICOLÁS MARTIN<br />
LA EXPOSICIÓN DS ES'TJLTURA<br />
AL AIRE LIBRE<br />
IJURANTE el mes <strong>de</strong> junio, coincidiendo<br />
con los Festivales Internacionales <strong>de</strong><br />
Primavera, el Club La Rábida y el <strong>Ateneo</strong><br />
sevillano organizaron una exposición<br />
<strong>de</strong> escultura al aire libre. Tai exposición<br />
ha estado patrocinada por '!a Dirección<br />
General <strong>de</strong> Información. El Sugar escogido<br />
es magnírico para manifestaciones artísticas<br />
<strong>de</strong> este tipo. Ef. el rincón <strong>de</strong>l Parque<br />
<strong>de</strong> María Luisa conocido por Glorieta<br />
<strong>de</strong> los Lotos, Estanques, plantas acuáticas,<br />
pérgolas y todos los elementos naturales<br />
<strong>de</strong>corativos precisos están en<br />
aquel maravilloso lugar <strong>de</strong>i célebre parque<br />
hispalense.<br />
Dice Camón Aznar, en el preámbulo<br />
<strong>de</strong>l programa, que «hay qué llegar a Rodín<br />
para que la escultura se encuentre<br />
como en su medio, al aire libre, recamada<br />
por la luz solar». He aquí otro elemento<br />
que no habíamos mencionado, pero<br />
que resulta esencial: la luz, el sol <strong>de</strong><br />
Sevilla. Su clara atmósfera ha servido <strong>de</strong><br />
fondo irreemplazable a las mo<strong>de</strong>rnas esculturas<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>stacados artistas espaiioles<br />
contemporáneos.<br />
El grupo <strong>de</strong> escultores sevillanos se<br />
<strong>de</strong>staca por una extraordinaria sensíbüllidad<br />
y, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las corrientes actuales,<br />
por su vinculación a las viejas tradiciones<br />
clásicas, que tan espléndidas muestras<br />
<strong>de</strong>jaron en la historia <strong>de</strong>l arte y la imaginería.<br />
El «Torso», <strong>de</strong> Juan Lals Vassa-<br />
llo - magnífica escultura en bronce — ,<br />
;"3no <strong>de</strong> gracia y armonía, reúne las condiciones<br />
<strong>de</strong> las obras maestras; igual podría<br />
<strong>de</strong>cirse <strong>de</strong> las dos cabezas, en piedra<br />
y barro cocido, <strong>de</strong> Agustín Sánchez-Cl
",¥<br />
«Torero»,<br />
diente al ciclo cultural sobre teatro organizado<br />
por la Dirección General <strong>de</strong> Información,<br />
olmos al actor Adolfo Marsülach.<br />
en el tema «Un personaje no interpretatío:<br />
el actor»; a Alfonso Sastre, en su coloquio<br />
«Teatro social», y Alfredo Marquerle,<br />
que disertó sobre «Critica teatral».<br />
Cor., la representación <strong>de</strong> «La muralla»,<br />
entre las más <strong>de</strong>stacadas, ha sido motivo<br />
<strong>de</strong> nueva etapa y aliento al teatro <strong>de</strong><br />
cámara 5que patrocina et Instituto <strong>de</strong> Estudios<br />
Alicantinos, que lleva en su haber<br />
los estrenos <strong>de</strong> «El segador», <strong>de</strong> Azorín;<br />
«Me<strong>de</strong>a», <strong>de</strong> Séneca, y «Raquel enca<strong>de</strong>nada»,<br />
<strong>de</strong> Unamuno.<br />
En el vasto programa ofrecido por la<br />
Caja <strong>de</strong> Ahorros, sobresalieron las conferencias<br />
en re<strong>de</strong>dor ai panorama <strong>de</strong> la poesía<br />
española contemporánea, por Fe<strong>de</strong>rico<br />
Muelas y Carmen Con<strong>de</strong>. José Prados<br />
López, sobre plástica, y Joaquín Rodrigo,<br />
en torno a música española; En su saia<br />
<strong>de</strong> conciertos, figura el recital <strong>de</strong> canto<br />
<strong>de</strong> Sofía Noel, Francisco Navarro y Blanca<br />
Marta Seoane; guitarra, José ^Tornas<br />
-alicantino —; soprano, aitrría An<strong>de</strong>les<br />
Aiarríoga; el cuarteto Beethoven y cuarteto<br />
Clásico <strong>de</strong> Radio Nacional.<br />
PINTURA: GRUPO EXPE-<br />
RIMENTAL DE MADRID<br />
En la sala <strong>de</strong> arte <strong>de</strong> dicha institución,<br />
constituyó relevante éxito la Exposición<br />
pictórica —total dieciocho lienzos <strong>de</strong> la<br />
mejor calidad — , presentada -par el Grupo<br />
Experimental <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>, compuesto<br />
por Néctor Basterrechea, José Caballero,<br />
Lara y Moreno Galván.<br />
Durante las últimas semanas dieron a<br />
conocer sus óleos —los más señalados—:<br />
Carratalá, Pedro Diez, María Mira, García<br />
Panero, Mariano Izquierdo, Pastor<br />
Calpena, Quereda, Vilarroig... y Enrique<br />
Lledó, joven paisano, con pincelada precisa.<br />
En «La <strong>de</strong>coradora», los valencianos<br />
Néstor Casanl y Merced Martin.<br />
MISCELÁNEA<br />
MIGUEL MARTINEZ-MENA<br />
GALICIA<br />
| A riqueza paremlológica <strong>de</strong> Galicia es,<br />
*-* en verdad, sorpren<strong>de</strong>nte. Numerosos<br />
hechos lo han acreditado a lo largo <strong>de</strong>l<br />
tiempo. Pero la auténtica confirmación<br />
acaba <strong>de</strong> ofrecérnosla el escritor don Vicente<br />
Llóplz Mén<strong>de</strong>z. En un concurso convocado<br />
por la Editorial <strong>de</strong> los Bibliófilos<br />
Gallegos para galardonar la mejor colección<br />
<strong>de</strong> refranes <strong>de</strong>l país, le fue concedido<br />
e! premio por unanimidad a la presentada<br />
por el señor Liópiz, Integrada nada menos<br />
que por 40.000 paremias. Ei Jurado que<br />
adjudicó el galardón lo formaban los señores<br />
García <strong>de</strong> Diego, Fraguas, Pastor,<br />
Carballo Calero y Piñeiro.<br />
Acaba <strong>de</strong> darse a la publicidad el programa<br />
<strong>de</strong> los Cursos <strong>de</strong> Verano, que se<br />
celebrarán en la Universidad <strong>de</strong> Santiago.<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 7 <strong>de</strong> julio al 6 <strong>de</strong> agosto próximos.<br />
Aparte <strong>de</strong> los temas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n general<br />
figuran en el mismo una serie <strong>de</strong> ellos referidos<br />
a la cultura gallega. Entre los<br />
principales cabe señalar los siguientes:<br />
«Santiago en ei arte», por el profesor<br />
Otero Tüfiez; «La lírica medieval galaieoportuguesa»,<br />
por el profesor FHgueira Valver<strong>de</strong>;<br />
«La mo<strong>de</strong>rna poesía gallega», por el<br />
profesor Iglesia Alvariño, y «Compostela<br />
y Getmlrez, arquetipos universales», por el<br />
señor Castroviejo. -=<br />
- Va a iniciarse una campaña <strong>de</strong> propaganda<br />
turistíea para dar a conocer, en su<br />
auténtica versión, la monsimeníaíidad artística<br />
<strong>de</strong> la circunscripción orensana: los<br />
monasterios <strong>de</strong> Osera y Ceianova, las ruinas<br />
<strong>de</strong> Monterrey, <strong>de</strong>l castillo <strong>de</strong> Ribadavia,<br />
la iglesia visigótica <strong>de</strong> Santa Comba<br />
úe Ban<strong>de</strong> y, entre otras muchas más, las<br />
valiosas iglesias románticas diseminadas<br />
por toda la provincia. A tal fin se editará<br />
un cuidado folleto en cuatro idiomas<br />
que reproducirá fotografías, <strong>de</strong>scripciones<br />
y rutas turísticas.<br />
Para conmemorar el centenario <strong>de</strong> la<br />
fundación <strong>de</strong>l Circuío <strong>de</strong> las Artes <strong>de</strong><br />
Lugo, su junta directiva ha convocado<br />
un certamen literario sobre el tema «Cien<br />
años <strong>de</strong> vida local*. Los trabajos serán<br />
Inéditos y en prosa, otorgándose un premio<br />
<strong>de</strong> cinco mil pesetas ai seleccionado<br />
por el Jurado.<br />
EL MUNDO DE LOS LIBROS<br />
Acaba <strong>de</strong> publicarse una antología <strong>de</strong><br />
poemas griegos, latinos y mo<strong>de</strong>rnos, traducidos<br />
ai gallego, en versión parafrásica,<br />
por Ramón Cabanüias. La obra se titula<br />
«Versos <strong>de</strong> alteas térras e <strong>de</strong> tempes<br />
idos» y lleva un prólogo, también en gallego,<br />
<strong>de</strong> don Javier Sánchez Cantón,<br />
Con la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> «Faisaxe e cultura»<br />
se ha editado tai volumen <strong>de</strong> siete<br />
ensayos, bilingüe, originales <strong>de</strong> otros tantos<br />
escritores <strong>de</strong> Galicia. En él ae hace<br />
patente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintos ángulos <strong>de</strong> visión,<br />
la importancia <strong>de</strong> la relación paisaje-cultura<br />
para el verda<strong>de</strong>ro conocimiento <strong>de</strong>l<br />
ser gallego.<br />
Celso Emilio Perrelro ha sacado <strong>de</strong> las<br />
prensas un libro <strong>de</strong> poemas, bajo el rubro<br />
<strong>de</strong> «O sonó sulagetdo». No se trata <strong>de</strong><br />
una poesía puramente amatoria o sensual<br />
la que trasparece <strong>de</strong> las páginas <strong>de</strong> este<br />
volumen, sino <strong>de</strong> algo <strong>de</strong> silueta mas firme<br />
y vigorosa Inspiración.<br />
La escritora María Luz Morales acaba<br />
<strong>de</strong> darnos en «Balcón al Atlántico» una<br />
interesante novela. En su trama surge una<br />
Galicia profunda y misteriosa, con un halo<br />
poético envolviendo los paffeajes <strong>de</strong> la ciudad<br />
coruñesa.<br />
El dramaturgo Ángel Lázaro ha «"crtto<br />
una colección <strong>de</strong> poemas gallegos. Henos<br />
<strong>de</strong> emoción y <strong>de</strong> ternura, que reunfo en<br />
un libro titulado «Lonxe».<br />
El poeta Márquez Peña ha publicado un<br />
cuidado volumen <strong>de</strong> versos en castellano,<br />
pero <strong>de</strong> temática gallega, que titula «Mensaje».<br />
En un sucinto llbrito editó una colección<br />
<strong>de</strong> canciones en lengua <strong>de</strong> Galic!a el<br />
poeta Manuel María. Están escritas al<br />
modo <strong>de</strong> las <strong>de</strong> amor servil <strong>de</strong> fos cancioneros<br />
medievales y su titulo es el <strong>de</strong> «Libro<br />
<strong>de</strong> Cantigas».<br />
Don Jesús Carro ha dado a conocer un<br />
importante estudio sobre el «Arca Marmórica*.<br />
Se trata <strong>de</strong> un trabajo documentadísimo<br />
que viene a representar una magnifica<br />
aportación a los estudios jacobeos.<br />
María Araceli Fiigueira ha sacado ^e<br />
las prensas un breve volumen titulado<br />
«Camino francés». Describe en él las impresiones<br />
<strong>de</strong> una jira cultural realizada<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Pontevedra a París por ¡a ruta <strong>de</strong><br />
¡as antiguas peregrinaciones.<br />
ARTE Y MÚSICA<br />
Están realizándose a gran ritmo (as<br />
obras <strong>de</strong> reconstrucción <strong>de</strong>l Monasterio <strong>de</strong><br />
Samos, que hace tres años fue <strong>de</strong>struido<br />
por un voraz incendio. Recientemente fue<br />
volada la famosa «Pena Nogueira tío<br />
Lobos, situada en la cima <strong>de</strong>l monte Madrlfián,<br />
para utilizar sus restos en la obra<br />
restauradora <strong>de</strong> la milenaria abadía benedictina.<br />
El pintor Prego <strong>de</strong> Oliver gestiona en la<br />
actualidad la celebración, ea <strong>Madrid</strong> y<br />
Barcelona, <strong>de</strong> una exposición seleccionada<br />
<strong>de</strong> pintura gallega. Con tal motivo ha<br />
<strong>de</strong>clarado a un periodista que algunos <strong>de</strong><br />
los artistas <strong>de</strong> nuestra tierra poseen una<br />
personalidad extraordinaria, diferenciada<br />
no solo en cuanto a la inspiración, sino<br />
también a la técnica.<br />
Durante el mes se Itan celebrado en las<br />
diversas salas <strong>de</strong> la región las siguientes<br />
exposiciones artísticas:<br />
Del pintor Yela <strong>de</strong> Cangas y <strong>de</strong> Marta<br />
Caglao, en VIgo; <strong>de</strong> José Francisco y Rafael<br />
<strong>de</strong>l Castillo, en La Coruña; <strong>de</strong> Corral<br />
Díaz y Fernán<strong>de</strong>z Sánchez, en Orense; <strong>de</strong><br />
Gonsáisvez Suárezi en Lugo, y <strong>de</strong> Carlos<br />
Villaamll, en la villa <strong>de</strong> Jabla.<br />
Por ib que respecta a la actividad musical<br />
<strong>de</strong>sarrollada hay que seí^iar que fue<br />
poco intensa. Sólo eabe mencionar los<br />
conciertos Interpretados por el violinista<br />
Henryk Szerryng en varias ciuda<strong>de</strong>s gallegas,<br />
y los dos festivales líricos que en<br />
La Coruña estuvieron a cargo <strong>de</strong> la Coral<br />
Polifónica «El Eco>. Fuera <strong>de</strong> ello ünicamente<br />
las sesiones <strong>de</strong> música grabada,<br />
con ilustraciones habladas, q«5 se celebraron<br />
en Vigo, Pontevedra y Santiago.<br />
MIGUKL DE REINANTE<br />
FESTIVALES DE ARTE EN LA CIUDAD<br />
ANTIGUA<br />
T OS consi<strong>de</strong>ramos en el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> elogiar<br />
cumplidamente la labor cultural<br />
y artística que realiza la Jefatura<br />
Provincial <strong>de</strong>l Movimiento <strong>de</strong> Cáceres.<br />
A su frente el señor Rueda y Sánchez-Malo<br />
— que, entre otras preciadas<br />
recompensas, ostenta la <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />
Alfonso X el Sabio en su categoría <strong>de</strong><br />
Comendador— no escatima esfuerzo <strong>de</strong>"<br />
ningún género para ilevar a sus gobernados<br />
cuanto consi<strong>de</strong>ra a<strong>de</strong>cuado en or<strong>de</strong>n<br />
al recreo <strong>de</strong>l espíritu en el aspecto<br />
más elevado.<br />
En el Festival <strong>de</strong> Arte verificado en el<br />
recinto <strong>de</strong> la ciudad antigua participaron<br />
el T. P. U-, ios Coros y Danzas <strong>de</strong> la<br />
Sección Femenina <strong>de</strong>l S. E. U.,
marco <strong>de</strong> lo localista, tendrían mas l&cil<br />
iniciación y resoíucíón.<br />
Lo <strong>de</strong> las «Aulas <strong>de</strong> Cultura» asustó<br />
un poco en sus comienzos. En una provincia<br />
como la nuestra, con cien pueblos,<br />
grao numero <strong>de</strong> anejos y caseríos y mucha<br />
urgencia en el arreglo <strong>de</strong> cuestiones<br />
<strong>de</strong> toda Índole, parecía querer sacar<br />
un poco las cosas <strong>de</strong> quicio eso <strong>de</strong> -smeter»<br />
en un salón a los ciudadanos, prutcipalmente<br />
gente <strong>de</strong> campo, para que les<br />
hablasen los «señoritos» <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong> ,,0<br />
Ciudad ReaL T no digamos nada <strong>de</strong> las<br />
exposiciones, cine educativo, bibliotecas<br />
circulantes, etc.<br />
Los resultados, no obstante, ahi están,<br />
y testigo <strong>de</strong> excepción, el propio director<br />
<strong>de</strong> ATENEO, Ponce <strong>de</strong> León, cuando<br />
contempló, un poco asustado, en Tómenos©,<br />
un salón inmenso lleno <strong>de</strong> gente,<br />
y las galerías, <strong>de</strong> igual í^rasa, y hasta<br />
teniendo que prohibir la entrada a mayor<br />
número <strong>de</strong> personas la propia Policía<br />
Municipal. Y como en Tomelíoso, en los<br />
<strong>de</strong>más pueblos. Las «Aulas <strong>de</strong> Cultura»<br />
han prodigado su labor, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las lecciones<br />
prácticas y <strong>de</strong> divulgación <strong>de</strong> tipo<br />
social, agrícola, político y medico, nasta<br />
las mas altas manifestaciones culturales<br />
y artísticas, y han servido para <strong>de</strong>scubrir<br />
pintores, poetas, escritores en cierne; en<br />
una palabra, para enseñar y animar, dar<br />
a conocer a los qué, sin otros medios quj<br />
su afición y méritos, no tenían ocasión<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrarlo.<br />
En breve síntesis, en Ja que ROS <strong>de</strong>jaremos<br />
en el tintero algún dato intere<br />
sante involuntariamente, damos a conocer<br />
las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las «Aulas» en el<br />
período aproximado <strong>de</strong> dos años:<br />
La Cátedra Ambulante <strong>de</strong>l «Aula <strong>de</strong> Cultura»<br />
<strong>de</strong> Ciudad Real ha dado ciclos-~<strong>de</strong><br />
conferencias <strong>de</strong> divulgación político-técnico-eulturates<br />
en las comarcas <strong>de</strong> Val<strong>de</strong>peñas,<br />
Almagro y Corral <strong>de</strong> Calatrava. Ha<br />
organizado exposiciones <strong>de</strong> Pintura <strong>de</strong> los<br />
artistas manchegos Carretero, Corral Díaz;<br />
Juan Bermü<strong>de</strong>z, Parra Molina, Isidro Antequera<br />
y Maeso, y Antológlca <strong>de</strong> pintores<br />
<strong>de</strong>l XVI y XVII, y <strong>de</strong> Contemporáneos <strong>de</strong>í<br />
Impresionismo al abstracto. Inauguró y<br />
llevó a anumerosos pueblos rte la provincia<br />
la <strong>de</strong> fotografías <strong>de</strong> Nicolás Muller,<br />
y en la actualidad prepara otras dos: la<br />
<strong>de</strong> Primavera y Artístico-relígiosa. Ha<br />
organizado también varios ciclos <strong>de</strong> conferencias,<br />
<strong>de</strong>sfilando, entre otros. Peres<br />
Bustamante, Giménez Caballero, Jorge<br />
Jordana, Marcelo Arroita, Viñas, Muñas<br />
Alonso, Martínez Val, Barreda, Alvarez,<br />
Garda Marín_. Trajo a Jos Coros <strong>de</strong> Cñmara<br />
<strong>de</strong> Osaabrück, a Narciso Yepes, Rosa<br />
María Kacnars&y. Colaboró con la<br />
Guardia <strong>de</strong> Franco en la marcha «Ruta<br />
<strong>de</strong>l Quijote», y aún están patentes jos<br />
éxitos conseguidos con el I Congreso Provincial<br />
(te Cultura, que clausuro el m&tüstro<br />
<strong>de</strong> Educación Nacional en Almagro;<br />
las Jornadas Literarias por: ia Mancfta<br />
y la actuación <strong>de</strong> varios teatros nacionales<br />
y <strong>de</strong> ensayo en el Corral <strong>de</strong> Comedías<br />
almagren©, Edita la mibiicaeJcm<br />
«Aspa», y na llevado a ia imprenta varios<br />
ensayos y folletos sobré diversos temas.<br />
Otra <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s don<strong>de</strong> esta creado<br />
este centro es en Puertoilapo, don<strong>de</strong><br />
se fundó en 1953. comenzaron *ns activida<strong>de</strong>s<br />
con un cursillo <strong>de</strong> conferencias,<br />
entre las que anotamos la <strong>de</strong> Morales<br />
Oliver, Jordana Fuentes, Castfce VUlacanas.<br />
Artigas y Robles Mentío, Anualmente<br />
monta una exposición <strong>de</strong> pintiíra y dibujo;<br />
patrocinó varios conciertos, ¡mire<br />
ellos el <strong>de</strong> Jesús Corvino y la Kucharsky,<br />
y bajo sus auspicios se está creando<br />
una sección musical, que cuenta con<br />
ciento cincuenta asociados antes <strong>de</strong> empezar,<br />
y la Agrupación Foto&áfieBi. que<br />
prepara ahora su III Salón.<br />
Val<strong>de</strong>peñas, una <strong>de</strong> las poblaciones <strong>de</strong><br />
más «solera», por su vino y movimiento<br />
artístico, es ya famosa como cusa áe la<br />
Exposición Regional <strong>de</strong> Artes Plásticas;<br />
colaboró en los hallazgos arqueológicos<br />
<strong>de</strong> Torres <strong>de</strong> Juan Abad y organizó la<br />
exposición <strong>de</strong>l pintor colombiano Pedro<br />
González en la nave <strong>de</strong> tinajas <strong>de</strong> una<br />
bo<strong>de</strong>ga. Ha conmemorado eí aniversario<br />
<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong>l poeta manchego Juan<br />
Alcal<strong>de</strong>, y le ha <strong>de</strong>dicado un iTüro, «Carona<br />
poética». Celebra también periódicamente<br />
!a tertulia <strong>de</strong>l Empotro, don<strong>de</strong><br />
se leen obras Inéditas y tienen lugar coloquios,<br />
y en la actualidad se dan varías<br />
conferencias sobre Arte y Literatura.<br />
Alcázar <strong>de</strong> San Juan, aparte <strong>de</strong> vanos<br />
ciclos <strong>de</strong> conferencias organizados y la<br />
celebración anual <strong>de</strong> BU Exposición Provincial<br />
<strong>de</strong> Pintora y Dibujo, celebra, a<br />
partir <strong>de</strong> mayo, «n colaboración con ia<br />
«última promoción» <strong>de</strong> ATENEO, una<br />
serie <strong>de</strong> conferencias y coloquios muy interesantes,<br />
y lleva cuanto se refiere a ia<br />
Biblioteca Municipal, publicaciones e investigaciones<br />
arqueológicas.<br />
En Campo <strong>de</strong> Crlptana, el «Aula <strong>de</strong><br />
Cultura» ha Iniciado su actuación eon<br />
una serie <strong>de</strong> aetos culturales que dieron<br />
comienzo con un concierto <strong>de</strong>l Trio <strong>de</strong><br />
Cámara <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong> y un recital <strong>de</strong> Benltez<br />
Carrasco, y en Manzanares, Almagro<br />
y Malagón, los respectivos centros tienen<br />
en preparación los programas <strong>de</strong> sus la-<br />
En Forzuna, merced a la preparación y<br />
estudio <strong>de</strong> los componentes <strong>de</strong>l «Aula <strong>de</strong><br />
Cultura», fue posible el <strong>de</strong>scubrimiento<br />
<strong>de</strong> objetos y restos arqueológicos <strong>de</strong> antiguas<br />
civilizaciones.<br />
Interesa también hacer constar que los<br />
colaboradores «Je Tas «Aulas <strong>de</strong> Cultura»<br />
intervienen activamente en la lucha contra<br />
el analfabetismo junto con los maestros<br />
y caraaradas <strong>de</strong> la Sección Femenina<br />
y Frente <strong>de</strong> Juventu<strong>de</strong>s, y que por<br />
medio <strong>de</strong> la Cátedra Ambulante llegaron<br />
hasta las más apartadas al<strong>de</strong>as las misiones<br />
pedagógicas volantes.<br />
Por toda la provincia existen miembros<br />
<strong>de</strong> estas «Aulas» con una función<br />
<strong>de</strong>finida, que son <strong>de</strong>signados directamente<br />
por el jefe provincial <strong>de</strong>l Movimiento<br />
y gobernador civil, pasando en la actualidad<br />
<strong>de</strong>l centenar.<br />
Toda esta actividad en el campo <strong>de</strong> ío<br />
cultural se hace a<strong>de</strong>más, como vulgarmente<br />
se dice, «por amor al arte». El<br />
presupuesto para estos fines es Insignificante,<br />
y lo que se ha sabido aprovechar<br />
es la buena voluntad <strong>de</strong> unos pocos con<br />
trascen<strong>de</strong>ncia para muchos.<br />
Del Moral, al que hemos <strong>de</strong> referirnos<br />
nuevamente como fundador <strong>de</strong> este sistema,<br />
opina que crear la neceifdad «i**<br />
ios bienes materiales como estimulo para<br />
producir más es una buena política económica<br />
aceptada ñor todos <strong>de</strong> buen grado.<br />
Crear necesida<strong>de</strong>s esnlrí*uales narr,<br />
estimular el colectivo y personal perieccionamiento<br />
no es una buena política: ea<br />
la política cristiana —política <strong>de</strong> misiónpor<br />
excelencia y por antonomasia.<br />
El terreno está bien dispuesto para esta<br />
sementera espiritual y la minoría llamada<br />
a promover este tremendo caudal<br />
<strong>de</strong> vida oue late en las entrañas <strong>de</strong> nuestro<br />
pueblo.<br />
D. N. RAMÍREZ MORALES<br />
£L DIRECTOR. DEL CONSERVATORIO<br />
DE MADRID CLAUSURA EL CURSO<br />
ACADÉMICO<br />
I A voz <strong>de</strong>l P. Sopeña volvió a ofr^e en<br />
Albacete cuando todavía p^-ta^an<br />
frescas en nuestro recuerdo las ultimas<br />
frases <strong>de</strong> su discurso pronunciado con<br />
motivo <strong>de</strong> la inauguración oficial <strong>de</strong>l<br />
Real Conservatorio <strong>de</strong> esta ciudad centro<br />
creado por la Diputación Provincial.<br />
Y hoy. como ayer, las palabras <strong>de</strong>! P. Sopeña<br />
tuvieron motivos dp enseñanza para<br />
los que acudimos a oírle.<br />
«Panorama <strong>de</strong> la música contemporánea».<br />
Tema <strong>de</strong> difícil síntesis para centrarlo<br />
en escasas figuras: tema cuyo <strong>de</strong>sarrollo<br />
estuvo condicionado oor el tiempo<br />
preciso <strong>de</strong> una sf>fa conferencia. Pero<br />
el P. Sopeña, musíeAlnso comoteto, enmarcó<br />
todo el panorama contemporáneo<br />
musical basándose en «na música viva,<br />
<strong>de</strong>jando al margen el mundo Impresionista,<br />
partiendo <strong>de</strong> la música <strong>de</strong> Igor<br />
Strawinsky, <strong>de</strong> «La consagración <strong>de</strong> ia<br />
Primavera», y haciendo una semblanza<br />
<strong>de</strong> esta música, en ía oae se busca el<br />
po<strong>de</strong>rlo rítmico sobre todo; música óe<br />
gran fuerza masiva, antirromántiea voluntariamente,<br />
<strong>de</strong>simria. violenta-<br />
Ayer pensábamos, oyendo al ilustre director<br />
<strong>de</strong>l Conservatorio <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>, en la<br />
difícil faclüdad <strong>de</strong> la palabra y <strong>de</strong>l concepto<br />
claro y preciso, <strong>de</strong> lo difícil que<br />
resulta hablar y ser entendido i>or todos:<br />
por el técnico, por si aficionado, por e!<br />
profano en materia Musical. Aquí, en esta<br />
faceta, radica la amenidad y el interne<br />
con tiiie se ove al '•onferenríante, que<br />
mas tar<strong>de</strong>, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r a la<br />
rf—Tít ^el Eran Manuel <strong>de</strong> Falla (que<br />
participó, como Igor Strawlnsky. en la<br />
retórica <strong>de</strong> la música <strong>de</strong>l sigio XIX) dp<br />
comentar aEI retablos f.su humanidad, su<br />
erarla», las consecuencias que esta obra<br />
<strong>de</strong> Falla tuvo en el nacimiento <strong>de</strong> ía música<br />
<strong>de</strong> Halffter y Rodrigo f música sin<br />
andalucismo, música escueta, pero humana<br />
), <strong>de</strong>spués, <strong>de</strong>cimos, nos <strong>de</strong>scubre e!<br />
«giro <strong>de</strong> noventa grados» en Strawinsky,<br />
el estilo <strong>de</strong> sus nuevas obras sin renetni cosa<br />
po<strong>de</strong>mos a<strong>de</strong>lantar, a no ser el comienzo,<br />
el día 10 <strong>de</strong> julio, <strong>de</strong>l funcionamiento<br />
<strong>de</strong> la Resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Verane para extranjeros,<br />
a la que seguiré ía da pintores,<br />
y durante cuyos período*? tendrán ¡ugar<br />
diferentes actos, <strong>de</strong> los qie ya jaremos<br />
cuenta oportunamente.<br />
PABLO MARTÍN CANTALEJO<br />
JAÉN<br />
LOS JUEGOS FLORA-<br />
LES CORDIMARIANOS<br />
r -. N ambiente propicio, en lo esplrituai<br />
§J y lo poético, ha traído a nuestra<br />
ciudad uno <strong>de</strong> los más bellos certámenes<br />
literarios que jamás hayamos presenciado.<br />
Estas Justas literarias que precedieron<br />
a ia ofrenda <strong>de</strong> la provincia al<br />
Inmaculado Corazón <strong>de</strong> María.<br />
Des<strong>de</strong> que ios incruentos y encendidos<br />
torneos <strong>de</strong> los Juegos Florales pasaran<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Provenza a Aragón con el rey don<br />
Juan I y a Castilla con don Enrique <strong>de</strong><br />
Villena, la lira <strong>de</strong>l poeta ha cantado a<br />
ía amada I<strong>de</strong>alizada por un amor platónico,<br />
espiritual, o ha buscado el tema en<br />
hazañas <strong>de</strong> héroes¡ en la Naturaleza, convirtiéndola<br />
también en amada para su loa.<br />
Pero si el trovador sintió el respeto en<br />
el canto hecho a la Señora <strong>de</strong>l Cielo, en<br />
una posible comparación con la dama <strong>de</strong><br />
sus sueños, por esta vez la Señora y la<br />
Dama se ha convertido también en Reina<br />
<strong>de</strong> la gran fiesta. Y la Virgen María fue<br />
proclamada Reina <strong>de</strong> los Juegos Florales<br />
celebrados en Jaén, con un suntuoso mar- 1<br />
co <strong>de</strong> esplendor, brillantísimo.<br />
Una bella imagen <strong>de</strong>l Inmaculado Corazón,<br />
rica talla policromada, ocupó el trono<br />
<strong>de</strong> Reina, y en su torno se situó la lucida<br />
corte <strong>de</strong> doce guapas jaeneras. Como<br />
mantenedor intervino el académico y<br />
director <strong>de</strong> la Biblioteca Nacional don<br />
Luis Morales Ollver. En la presi<strong>de</strong>ncia<br />
ocuparon sitiales el prelado <strong>de</strong> la diócesis,<br />
doctor Romero Menjíbar; gobernador<br />
civil, señor Arche Hermosa; presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />
la Diputación, señor Gutiérrez Higueras,<br />
y el alcal<strong>de</strong>, señor Montiel Villar.<br />
En e! acto, a<strong>de</strong>más, se dio lectura al<br />
pregón <strong>de</strong> la Cruzada Cordimariana que<br />
promoviera este certamen en honor <strong>de</strong><br />
honor <strong>de</strong> Nuestra Señora, y por el gobernador<br />
fue hecha ia ofrenda a Ella, <strong>de</strong> toda<br />
la provincia.<br />
II CICLO DE EXTENSIÓN CULTURAL<br />
Adquiere cada vez mayt» importancia<br />
la labor que realiza el Instituto <strong>de</strong> Estudios<br />
Jiennenses con su misión encauzadora<br />
<strong>de</strong> las inquietu<strong>de</strong>s culturales, artísticas,<br />
literarias y <strong>de</strong> toda índole, por el estudio,<br />
la Investigación o con su admirable<br />
tarea divulgadora. Esta Importancia<br />
se ha puesto <strong>de</strong> relieve con ia clausura<br />
<strong>de</strong>l último curso, <strong>de</strong>l que solamente hoy<br />
hemos <strong>de</strong> recoger su labor <strong>de</strong> divulgación,<br />
por habérsele hecho coincidir con la clausura<br />
también <strong>de</strong>l II Ciclo <strong>de</strong> Extensión<br />
Cultural organizado por la Universidad<br />
<strong>de</strong> Granada con la colaboración <strong>de</strong>l Instituto.<br />
En dicho ciclo pronunciaron conferencias<br />
don José María Pemán, el rector <strong>de</strong><br />
la Universidad señor Sánchez Agesta, numerosos<br />
catedráticos y otras relevantes<br />
personalida<strong>de</strong>s. Incíuldas las <strong>de</strong>l ciclo,<br />
cerca <strong>de</strong> treinta conferencias han sido<br />
<strong>de</strong>sarrolladas en el aula magna <strong>de</strong>l Instituto<br />
durante ios últimos meses. Ternas<br />
literarios, científicos, <strong>de</strong> Historia, Arqueologia,<br />
<strong>de</strong> investigación. Siempre ce" un<br />
creciente interés acogidos en todo sí érabíto<br />
provincial.
ftí|MENAJE INTIMO A<br />
RAFAEL ZABALETA<br />
Por un grupo <strong>de</strong> amigos y paisanos le<br />
ha sido rendido en su tierra natal, Quesada,<br />
un cordial homenaje a Rafael 2abaleía.<br />
La pintura úe Zabaieta sabemos<br />
que no precisa ele presentación. Sus éxitos<br />
en España y eti el extranjero son<br />
harto conocidos. El arte <strong>de</strong> -Zabaíeta ha<br />
triunfado últimamente en París y en Londres,<br />
una vez mas. De él hiciera D'Ors<br />
uno <strong>de</strong> sus más calidos y entusiastas<br />
elogios.<br />
Ahora el pintor está en su tierra. Entre<br />
las gentes al<strong>de</strong>anas <strong>de</strong> las que tomara,<br />
en más <strong>de</strong> una ocasión, tema palpitante<br />
para sus lienzos, plenos <strong>de</strong> rojos y<br />
ver<strong>de</strong>s y amarillos intensos. Zabaíeta <strong>de</strong>scansa<br />
en Quesada, afanado en el trabajo,<br />
dando rienda suelta con su fantasía pastoril,<br />
rústica y admirable a nuevos temas.<br />
Y se dispone, con buen bagaje <strong>de</strong> probabilida<strong>de</strong>s,<br />
a ir a la próxima Bienal Hispanoamericana...<br />
Con admiración —y aún más como<br />
prueba <strong>de</strong> cariño- los amigos le han rendido<br />
este sencillo e íntimo homenaje. Que<br />
vino a tener —¿cómo no, para los quesa<strong>de</strong>fios?-<br />
su colofón en el marco incomparable<br />
<strong>de</strong> los parajes <strong>de</strong> Tiscar, a la<br />
sombra <strong>de</strong> su Santuario <strong>de</strong> la Virgen serrana.<br />
PEDRO MORALES<br />
SALAMANCA<br />
HOMENAJE AL RECTOR DE LA UNI-<br />
VERSIDAD<br />
C" L acto se celebró en el Paraninfo <strong>de</strong><br />
*-* la Universidad, lleno <strong>de</strong> estudiantes<br />
y profesores. Ocuparon la presi<strong>de</strong>ncia el<br />
ministro <strong>de</strong> Educación Nacional, que le<br />
impuso ia insignia ; los directores generales<br />
<strong>de</strong> Enseñanza Universitaria y <strong>de</strong><br />
Enseñanza Profesional y Técnica, el rector<br />
<strong>de</strong> la Universidad, el gran canciiler<br />
<strong>de</strong> la Universidad Pontificia y obispo <strong>de</strong><br />
Salamanca, el gobernador civil y ei vicerrector<br />
<strong>de</strong> la Universidad.<br />
El ministro <strong>de</strong> Educación Nacional<br />
exaltó en su discurso lo que nuestra Universidad<br />
representaba en el campo <strong>de</strong>l<br />
saber.<br />
XV SEMANA SOCIAL DE ESPAÑA<br />
En torno al tema «La moral profesional»<br />
se ha <strong>de</strong>sarrollado esta Semana Social.<br />
Se iniciaron las sesiones con una<br />
misa <strong>de</strong> Espíritu Santo en la capilla <strong>de</strong><br />
Nuestra Señora <strong>de</strong> la Vega. El excelentísimo<br />
y reverendísimo obispo <strong>de</strong> la diócesis<br />
pronunció el discurso Inaugural, comunicando<br />
a continuación que Su Santidad<br />
el Papa enviaba su bendición apostólica<br />
sobre todos los cursillistas.<br />
Prestigiosas figuras eclesiásticas y seglares<br />
dieron a conocer sus ponencias sobre<br />
temas <strong>de</strong> moral profesional en el Paraninfo<br />
<strong>de</strong> la Universidad Pontificia. En<br />
total, quince lecciones, sumamente interesantes<br />
y sugestivas, como las tituladas:<br />
«Condicionamiento histórico: La moral<br />
<strong>de</strong> situación», «Etica <strong>de</strong> emergencia: La<br />
rectitud <strong>de</strong>l ejercicio profesional en caaos<br />
<strong>de</strong> excepción», «La propaganda y la<br />
competencia profesional: Intrusismo,<br />
multiplicidad <strong>de</strong> profesiones», «Moral Úe<br />
las profesiones estéticas: El escritor' y el<br />
artista», «Moral <strong>de</strong> Jas profesiones sanitarias»....<br />
Se dieron a<strong>de</strong>más cinco conferencias:<br />
«Función religiosa y apostólica<br />
<strong>de</strong>l trabajo profesional», por F. Francisco<br />
Barbado; «Función social: La profesión<br />
'kl servicio <strong>de</strong> la comunidad», por<br />
don José Corts Gau, rector <strong>de</strong> la Universidad<br />
<strong>de</strong> Valencia; «Función familiar: La<br />
profesión, base económica <strong>de</strong>] hogar», por<br />
don Blas Pinar, notario <strong>de</strong>l Ilustre Colegio<br />
<strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>; «Tipología y jerarquía <strong>de</strong><br />
las profesiones», por don Fe<strong>de</strong>rico Rodríguez,<br />
letrado <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Estado, y.<br />
por Xin, «Vocación y capacitación profesional:<br />
Responsabilida<strong>de</strong>s», por don J. José<br />
López, Ibor, catedrático <strong>de</strong> la Universidad<br />
<strong>de</strong> <strong>Madrid</strong>.<br />
Finalizaron las sesiones con una solemne<br />
misa <strong>de</strong> rito mozárabe en la Catedral<br />
Vieja y ei discurso <strong>de</strong>l obispo <strong>de</strong><br />
Córdoba y presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Junta Permanente<br />
<strong>de</strong> las Semanas Sociales, fray<br />
Albino González-Menén<strong>de</strong>z.<br />
EXPOSICIONES<br />
La Casa Americana ha expuesto en el<br />
Aula Magna <strong>de</strong> ias Escuelas Menores<br />
una colección <strong>de</strong> fotografías bajo el lema<br />
«El Hombre y la Humanidad». A través<br />
<strong>de</strong> ellas pue<strong>de</strong>n observarse curiosas<br />
analogías entre .el modo <strong>de</strong> vivir españoi<br />
y norteamericano, entre las formas <strong>de</strong><br />
trabajo y la concepción familiar. La exposición<br />
fue inaugurada por el embajador<br />
<strong>de</strong> Estados Unidos en España, Jonn<br />
D. Lodge, en presencia <strong>de</strong>l rector <strong>de</strong> ia<br />
Universidad. El embajador expuso en un<br />
discurso ia finalidad úe esta exposición.<br />
«No se trata —dijo-
—Buenas tar<strong>de</strong>s, amigo mío. Hoy no<br />
po<strong>de</strong>mos hablar largo y tendido, sino<br />
corto y concreto.<br />
—¿Razones?<br />
—Exigencias <strong>de</strong> espacio. Y crea que<br />
siento la restricción <strong>de</strong> limites. El conversar<br />
exige un cierto <strong>de</strong>spilfarro palabrero;<br />
soltar las palabras, como las monedas,<br />
contadas, nunca me hizo <strong>de</strong>masiada<br />
gracia.<br />
—Hay que atenerse a la circunstancia.<br />
Comience con su tema.<br />
—¿Por qué con el mío? Siempre será<br />
el <strong>de</strong> ambos. Usted tiene también interés<br />
en que hablemos <strong>de</strong>l Lope <strong>de</strong> Vega<br />
1955.<br />
—Des<strong>de</strong> luego; ha sido concedido, en<br />
muy justa lid, a Luis Delgado Benavente,<br />
por su comedia «Media hora antes».<br />
—Exacto. Y, como siempre, ha habido<br />
su poco <strong>de</strong> marejada en torno al<br />
galardón. Son muchas las ilusiones que<br />
mueve para que se produzca en silencio.<br />
¿No le parece?<br />
—Conformes. ¿Y en qué se tradujo<br />
esa marejada?<br />
—Declaraciones <strong>de</strong> algunos concursantes,<br />
rumores que anticipaban ei fallo,<br />
etcétera, etc. Lo <strong>de</strong> siempre también.<br />
—No se pue<strong>de</strong> negar que el fallo ha<br />
sido ultrarrápido.<br />
—Y tanto; ganó en un día ai <strong>de</strong>l año<br />
pasado. El Lope 1954 se dio a conocer<br />
el día 15 <strong>de</strong> julio; el Lope 1955 se ha<br />
dado a conocer el día 14.<br />
—Hubo, asimismo, menos reuniones<br />
<strong>de</strong>l jurado, y al final se anticiparon éstas<br />
sorpresivamente.<br />
N<br />
UNCA es tar<strong>de</strong> si la dicha es buena»,<br />
dice un reirán castellano.<br />
¿Hay mejor dicha qoe un premio literario<br />
<strong>de</strong> cincuenta mil duros? No tenemos<br />
otro remedio que hacer algunos<br />
comentarios sobre la. sesión final<br />
y adjudicación <strong>de</strong>l Premio Menorca.<br />
U<br />
N fotógrafo —«reo recordar que<br />
era el <strong>de</strong> «Actualidad Española»—<br />
hizo la primera feto <strong>de</strong>l acto. Su objetivo<br />
enfocó a una sola, persona: don<br />
Fernando A. Rabié.<br />
P<br />
Et público no sábí?<br />
quién era el Mecenas, cuando<br />
alguien, su tflash* disparando,<br />
tomó la fotografía.<br />
¿Sería él? ¿No sería?,<br />
preguntaba cada cual.<br />
Y si, lo era. Con tal<br />
fotografía, aquel chico<br />
dio todo un curso <strong>de</strong> psicología<br />
individual.<br />
OR cierto; el calor era francamente<br />
insoportable cuando José<br />
Luis Castillo Puche leyó una ¿tfemoria<br />
que ríanse uste<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la que tiene don<br />
Andrés Revesa. jMás gran<strong>de</strong> aún!<br />
Entre el calor y el peluche,<br />
sudaba la sala entera<br />
y aumentaba su ronquera<br />
José Luis Castillo Puche.<br />
Fue la Memoria un estuche<br />
—aparte su <strong>de</strong>nsidad—<br />
don<strong>de</strong> se supo en verdad<br />
cómo los Premios Rubio<br />
son —y asi lo dije yo—<br />
el «gordo» <strong>de</strong> Navidad.<br />
«ITE PREMIO EST»<br />
E A. público esperó con ansiedad e!<br />
•- recuento <strong>de</strong> los votos. A partir<br />
dd coarto cantábase ya el nombre <strong>de</strong><br />
Carmen Laforet. El<br />
ATENEO<br />
—Es- cierto. Todos esperaban, <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> la reunión <strong>de</strong>l miércoles 13, una siguiente<br />
para el viernes 15 <strong>de</strong> la que<br />
saliera el fallo. Pero no fue asi. El jurado<br />
quiso anticiparse a tocias las previsiones<br />
y rumores tan gratos a las<br />
tertulias. Por eso aquella misma noche<br />
se reunió en Jas afueras <strong>de</strong> <strong>Madrid</strong> para<br />
<strong>de</strong>jar resuelto el concurso. Al día siguiente<br />
celebró la reunión don<strong>de</strong> se dio<br />
a conocer el fallo.<br />
—Oiga usted. ¿Es cierta la concurrencia<br />
<strong>de</strong> Pemán a este Lope <strong>de</strong> Vega?<br />
—Con certeza no se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir. Ese<br />
rumor ha circuLwio insistentemente por<br />
las tertulias. Se daba el título <strong>de</strong> una<br />
obra. «La con<strong>de</strong>stablesa», come suya y<br />
el periodista Antonio <strong>de</strong> Olano se 'o<br />
preguntó al jurado Marquerie, y Alfredo<br />
no negó ni afirmó...<br />
—De haber concursado, Pemán no hizo<br />
sino aten<strong>de</strong>r ese requerimiento que<br />
se hizo público en la prensa recordando<br />
a los consagrados que el Lope <strong>de</strong> Vega<br />
también es para ellos.<br />
—Ya lo saben. Y nunca <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong><br />
concurrir, en menor o mayor cantidad.<br />
—¿Y <strong>de</strong> ese triángulo Marqueríe-López<br />
Rubio-Dámaso Alonso <strong>de</strong> que se ha<br />
hablado? ¿Es cierto que esos tres jurados<br />
tenían un «parti prit»?<br />
—Siempre pue<strong>de</strong> haber jurados que<br />
coincidan en la elección <strong>de</strong> una obra<br />
como la <strong>de</strong> su preferencia. Y eso es lícito,<br />
con o sin triángulo.<br />
—Ya está bien <strong>de</strong> Lope. Ahora, ¿qué<br />
hay <strong>de</strong> otras cosas? ¿Leyó la «Crónica<br />
<strong>de</strong>l café <strong>de</strong> Gijón», <strong>de</strong> Marino Gómez<br />
Santos?<br />
—Aún no. Pero ya ha producido su<br />
pequeño revuelo.<br />
—Cuénteme.<br />
—Me dicen que el poeta Manolo Pilares,<br />
aludido en el citado libro, no está<br />
conforme con la mención, y uno <strong>de</strong><br />
Jos días en míe Marino estaba sentado<br />
VIENTO<br />
JUAN PEREZ-CREUS<br />
404)98 duros cosquilleaba todos los corazones.<br />
Votó el jurado uno a uno.<br />
Uno, dos, tres..., doce, trece.<br />
Y con el trece acontece<br />
que ya tuvo premio alguno.<br />
No hubo espectador ninguno<br />
que favorito no lleve.<br />
Al filo ya ¿Le las nueve,<br />
gana Carmen Laforet,<br />
y hay un tuite premio est»<br />
que a los bolsillos conmueve.<br />
PREMIOS DE CAFE<br />
| A cafetería Sésame y ei café Va<br />
* reía otorgaron sus premios. Buen<br />
ejemplo a imitar por otros cafés literíos.<br />
Sí, que el ejemplo alumbre<br />
<strong>de</strong>l Vareia y <strong>de</strong> Sésamo<br />
y todos sigan esa... mo<strong>de</strong>rnísima<br />
costumbre.<br />
Que <strong>de</strong>l aite en la cumbre<br />
muevan su fuerte fe.<br />
Que al poeta se dé<br />
el premio apetecible,<br />
y también, si es posible,<br />
sea el café café.<br />
MSTA ei día 9 —fecha en que acabó<br />
H ei plazo— todo el Gijóa parecía la<br />
Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> la Historia. Que si el Cid<br />
fue armado caballero en Coimbra por<br />
don Fernando I; que si doña limeña<br />
tenía los ojos ver<strong>de</strong>s eomo Melibea,<br />
o si los tenía añiles; que sí aquello<br />
<strong>de</strong> Corpas es un balo, etc, etc.<br />
Todos nuestros conspicuos acudieron<br />
a las Fiestas Cidianas, <strong>de</strong> Burgos,<br />
don<strong>de</strong> bastantes miles <strong>de</strong> pesetas esperan<br />
para premiar pecanas relativos<br />
a don Rodrigo, doña Jiraena y sus<br />
hijas araaotísimas.<br />
Como lo he visto lo digo.<br />
No se pue<strong>de</strong> imaginar<br />
Ruy Díaz el <strong>de</strong> Vivar,<br />
nuestro buen Cid don Rodrigo,<br />
cuánto admirador y amigo<br />
le ha salido <strong>de</strong> repente,<br />
cuánto laurel en su frente<br />
pondrán y con qué cuidado,<br />
sin abusos <strong>de</strong> «idos y «odo»,<br />
<strong>de</strong> «endotí, uando», «ante» y renten<br />
Sin gerundio facüón<br />
ni cómoáo participio,<br />
sin que se columbre el ripio,<br />
pues es gran<strong>de</strong> la ocasión,<br />
aliméntase el Gijón<br />
en burgalesa esperanza.<br />
Cada cual rompe su lanza<br />
por Rodrigo o por Jimena...,<br />
y el verso fia bolsa) suena<br />
sobre el cristal <strong>de</strong>l Artanza.<br />
Allí saldrá Montes Doca;<br />
Valencia allí tendrá un eco;<br />
no ha <strong>de</strong> ser poema enteco<br />
el que a Jimena le toca...<br />
Santa Ga<strong>de</strong>a se evoca;<br />
no serán palabras huecas<br />
las que toquen a ¡as ruecas<br />
<strong>de</strong> las hijas..., doña Urraca...,<br />
la Tizona... ¿A que <strong>de</strong>staca<br />
un Babieca o dos Babiecas?<br />
PREMIOS ATENEO<br />
TiMBlEN aquí se hervorean legumi-<br />
* nosas. Marta Beneyt«, Vicente Gaos<br />
y Rafael Aznar resultaron vencedores<br />
en nuestro concurso <strong>de</strong> novela. ¿Haría<br />
Beneyto obtuvo el primer premio.<br />
Enhorabuena a todos.<br />
Fallóse ya en <strong>Ateneo</strong>,<br />
y fue, cual <strong>de</strong>be <strong>de</strong> ser,<br />
sin voces y sin jaleo<br />
y a favor <strong>de</strong> una mujer.<br />
en el caíé se acerco a la mesa e hizo<br />
a<strong>de</strong>mán <strong>de</strong> coger una botella...<br />
— ¡Inci<strong>de</strong>nte!<br />
—No lo hubo porque, al parecer, César<br />
González-Ruano intervino como pacificador.<br />
—Oiga. ¿Es verdad eso <strong>de</strong> la casa?<br />
—No diga casa. Diga palacio, amigo<br />
mío.<br />
—Luego se la han regalado.<br />
—Así es. El escritor ha sido obsequiado<br />
nada menos que con un palacio antiguo,<br />
ei <strong>de</strong>l con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Toreno, en Cuenca.<br />
Ya César, el hidalgo español, podrá<br />
llenar <strong>de</strong> antigüeda<strong>de</strong>s, cuadros y armaduras<br />
los gran<strong>de</strong>s salones <strong>de</strong> la cas»<br />
patricia.<br />
—Tengo entendido que antes <strong>de</strong>be<br />
hacer algunas reformas.<br />
—Sí, algunas obras. Esto posiblemente<br />
costará unas pesetas al literato. Pero<br />
¡no importa! Será cosa <strong>de</strong> apretar más<br />
la inspiración y aumentar esa fabulosa<br />
jornada <strong>de</strong> escritor que César cubre cada<br />
día para po<strong>de</strong>r amueblar y restaurar<br />
el palacio que ahora se le regala.<br />
—Lo que yo no comprendo es su necesidad,<br />
teniendo ya un palacio, <strong>de</strong> ir a<br />
los cafés.<br />
—Ruano no podrá vivir sin cafés.<br />
Pero ya no volverá al Gijón. Ni Marino<br />
Gómez Santos, tampoco. Se enfadaron.<br />
—¿Cómo es eso?<br />
—Como se enfada uno en los cafés.<br />
Ruano, porque fue un día <strong>de</strong> esos <strong>de</strong><br />
lleno a la salida <strong>de</strong> teatros, y no sólo<br />
no le hicieron sitio los camarero», sino<br />
que cuando le habilitaron lugar en una<br />
mesa, no le llevaron la silla...<br />
—¿Y Marino?<br />
—Verá usted; el editor <strong>de</strong>l libro preparó<br />
un ejemplar, encua<strong>de</strong>rnado en<br />
piel y con papel especial, para el establecimiento<br />
cuya biografía contaba...<br />
—¿Y no lo adquirió el dueño <strong>de</strong>l<br />
café?<br />
—Debió <strong>de</strong> pensar, según Marino, que<br />
aquello era regalado. Cuando le dijeron<br />
qne era para adquirirlo, dijo que<br />
no lo compraba.<br />
—Bien. La representación <strong>de</strong> «La malquerida»<br />
en París ha sido, <strong>de</strong> verdad,<br />
un éxito <strong>de</strong> nuestro teatro en Francia.<br />
—-Sí, señor. Enrique A. Diosdado, que<br />
ha vuelto con la compañía expresamente<br />
formada para ello, ha expresado<br />
su contento: aplausos, interviús,<br />
atención <strong>de</strong> la prensa nacional y extranjera...<br />
Por cierto, que el representante<br />
<strong>de</strong> «Clarín», <strong>de</strong> Buenos Aires, le<br />
preguntó a Enrique: «Bueno, uste<strong>de</strong>s<br />
serán los mejores artistas <strong>de</strong> España<br />
en este momento...»<br />
—¿Y qué contestó el actor?<br />
—Diosaado, con esa sencillez suya.<br />
tan característica, respondió: «No, señor.<br />
Somos simplemente los artistas<br />
que en este momento estábamos sin<br />
contrato.<br />
—Esa respuesta es digna <strong>de</strong> antología<br />
Y <strong>de</strong> cerrar por hoy nuestro Pa-<br />
EL INDISCRETO
UNA ESCULTURA<br />
Fortunata<br />
BARRAL<br />
A Fortunata Prieto Barra! le ha ¿ido concedida este año ana <strong>de</strong> las<br />
Bolsas que otorga la Delegación Nacional <strong>de</strong> Evocación para artistas jóvenes.<br />
Pocas veces se habrá concedido un galardón tan justamente como<br />
en el caso <strong>de</strong> esta escollara, uaelda en <strong>Madrid</strong> hace veintinueve anos. Como<br />
eo tantos otros cases, nuestra Cruzada bronco en Fortunata el normal<br />
proceso <strong>de</strong> sus proyectados estudios, viéndose obligada a trabajar <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
muy joven —en los años <strong>de</strong> la posguerra— en algo que nada tenía que ver<br />
con su vocación. Sin embargo, se las arregló par» simultanear el trabajo<br />
con la asistencia a las clases <strong>de</strong> dibujo <strong>de</strong>l. Gírenlo <strong>de</strong> Bellas Artes y a los<br />
cursos <strong>de</strong> Etu<strong>de</strong>s Franeatees, para, ya <strong>de</strong>cididamente voeafls hacia la escultura,<br />
pasar m$s a<strong>de</strong>lante a las clases <strong>de</strong> Ángel Ferran* ei la Escuela<br />
<strong>de</strong> Artes y Oficios.<br />
Ha concurrid» |k la Exposición Nacional <strong>de</strong>l año pasado con un <strong>de</strong>sando<br />
<strong>de</strong> mujer, y por el momento no pretenda Fortnnata Prieto *ener un estila<br />
<strong>de</strong>finkln, que estima sólo alc3nzable <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cantación que no<br />
«e pue<strong>de</strong> improvisar.<br />
Sus preferencias van hacia, la escoltara exenta, liberad» <strong>de</strong> toda anécdota<br />
o intención, como un conjunto expresivo <strong>de</strong> la forma- era sí.<br />
Pero seas» el aspecto más ejemplar <strong>de</strong> Fortunata, sea sa vigilante atea-<br />
CÍOB. hacia, todas las manifestaciones artísticas, tengan o so que ver con la<br />
escoltar», atención que sis dada tiene su eriges ea 1» firme convicción <strong>de</strong><br />
esta joven escolto» <strong>de</strong> que el sentimiento artístico -no es ana afición más<br />
o menas arraigada, s¿lno una forma <strong>de</strong> ser, que no pue<strong>de</strong> por tsa*^ efrri<br />
a un aspecto <strong>de</strong>terminado, con exclusión <strong>de</strong> todos les <strong>de</strong>más.<br />
c<br />
2<br />
O<br />
C<br />
Ángel MEDINA<br />
Son muecas ya las veces que eE esta seccíéai he «Ha<strong>de</strong> a las revistas<br />
«La Hora» y •Alcalá» como introductoras en el panorama artístico y literario<br />
español <strong>de</strong> nombres que venían coa urgencia a ocupa? vux <strong>de</strong>stacado<br />
puesto en su profesión. Sin embargo, so resisto a la tentación <strong>de</strong> citar<br />
una vea más a dichas revistas, ten directamente ligadas a 3a <strong>de</strong>dicación<br />
<strong>de</strong> Ángel Medin», que perseverantemente ha colaborado en ambas coi sus<br />
excelentes ilustraciones.<br />
Ángel Medina nació en Ampaere* pnebl» <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r,<br />
pn 1924. Se trasladó a <strong>Madrid</strong> en 1948 para estudiar en San Fernando escoltara<br />
3 pistura, y casi simultáneamente comease * «©laborar tn «dUa<br />
Hora», acaso sin pensar que muy pronto aquellos dibujes que sin excesivas<br />
pretensiones llevaba a la redacción <strong>de</strong> la revista universitaria, habrían <strong>de</strong><br />
revelar en él «o magnifieo dibujante, que actualmente colabora en las<br />
más importantes revistas literarias <strong>de</strong> España.<br />
Naturalmente, Ángel Medina no consi<strong>de</strong>ra su actividad actual <strong>de</strong> dümjante<br />
como mi fin, sino consona medio. Un medie <strong>de</strong> darse a conocer y<br />
<strong>de</strong> ganar diaero, para- <strong>de</strong>spués po<strong>de</strong>rse entregar <strong>de</strong> maner» plena a lo i|oe<br />
<strong>de</strong> verdad la importa: la pintara, a la que y» <strong>de</strong>dica buen» parte <strong>de</strong> su<br />
tiempo y a la que proy#et» <strong>de</strong>dicarse en exclusividad. Ha participado ea<br />
Bomerosas exposiciones colectivas y en cuatro individuales. Becado por<br />
el Sindicato, recorrió Italia <strong>de</strong> norte a sur, estudiando toda la pintara,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primitivos hasta el último abstracto. Después, una" breve estancia<br />
en París.<br />
Pertenece al equipo plástico <strong>de</strong>l Teatro Popalar Universitario, en el qne<br />
realiza carteles, <strong>de</strong>corados, etc., y pictóricamente te interesan las cosas <strong>de</strong><br />
la Naturales», pero no objetivamente, sino pasadas por el tamiz <strong>de</strong> sa<br />
perseas! y eoneretft interpretación.<br />
i¥w.<br />
*•••.'-.'.'<br />
UN<br />
ARAGONÉS<br />
Miguel<br />
Ángel<br />
¡ALVAREZ<br />
Miguel Ángel Alvarez es un pintor<br />
gaipazeoano, <strong>de</strong> Tolos», habitualmente<br />
resi<strong>de</strong>nte en San Sebastián.<br />
Tiene veintiocho años y ha expuesto<br />
sus cuadros en Tolosa, San Sebastián,<br />
Vitoria itoria y Alicante. No ha expuesto<br />
en .<strong>Madrid</strong>, no h» frecuentado las tertulias literarias lt y a dí dísticas d<strong>de</strong><br />
Ma-<br />
dnd; no es posible, por tanto, según norma preestablecida, otorgarle beligerancia<br />
alguna.<br />
Sé que son bastantes ios casos similares al <strong>de</strong> Miguel Ángel Alvares, y<br />
al traerlo a esta ultima entrega <strong>de</strong> «Ultima promoción», quiero incluir a<br />
todos los pintores jóvenes provincianos que merecían figurar aquí y que<br />
no lo han hecho por <strong>de</strong>sconocimiento mío o por dificulta<strong>de</strong>s surgidas para<br />
establecer contacto coa ellos.<br />
Miguel Ángel Alvarez, diseipulo <strong>de</strong> Martiareoa, ha alcanzado, entre<br />
otros, los siguientes galardones: Premie Excmo. Ayuntamiento en el II Certamen<br />
<strong>de</strong> Navidad <strong>de</strong> San Sebastián; premio Darío <strong>de</strong> Regoyos en el<br />
IV Certamen <strong>de</strong> Navidad y Medalla <strong>de</strong> Plata en el Concurso Nacional <strong>de</strong><br />
Pintura <strong>de</strong> Alicante el año pasado.<br />
Junto eon Montes Ituríez, ha pistado les dos gran<strong>de</strong>s paneles <strong>de</strong> la<br />
Sal» <strong>de</strong> Turismo <strong>de</strong>l Palacio <strong>de</strong> la Diputación <strong>de</strong> Guipúzcoa,, y uno <strong>de</strong> sus<br />
cuadres figura en el Museo <strong>de</strong> San Telmo.<br />
Becado por el Ayuntamiento <strong>de</strong> San Sebastián, ha residido un par <strong>de</strong><br />
temporadas en París > no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que no haya aprovechado so estancia<br />
en la capital francesa, puesto que <strong>de</strong> ella han salido los mejores<br />
logros <strong>de</strong> su pintura, entre ellos el cuadro premiado ea 1» Nacional <strong>de</strong><br />
Alicante, <strong>de</strong>l que dijo Gamón Aznar en «A B C»: •¥ tenemos que mencionar<br />
Utlo <strong>de</strong> los paisajes presentados por Miguel Ángel Alvarez, que ha sido<br />
wna <strong>de</strong> las revelaciones <strong>de</strong> este concurso. Una vista <strong>de</strong> Ndtre Dame eon<br />
«na atmósfera esponjada, <strong>de</strong> los más <strong>de</strong>purados y erases efectos <strong>de</strong> color,<br />
con todos los pisaos fundidos ea va» unidad tonal <strong>de</strong> la más trabada<br />
contestara.»<br />
UN AtrfOFt<br />
DRAMÁTICO<br />
RINCÓN<br />
fosé María Rincón nació en Patencia el día 12 <strong>de</strong> jallo <strong>de</strong> 1927. Pasó<br />
casi toda sa infancia en Vallanolid —y los tres años <strong>de</strong> nuestra guerra—,<br />
para trasladarse en 1949 a <strong>Madrid</strong>, don<strong>de</strong> ba fijado su resi<strong>de</strong>ncia.<br />
Tras el Bachillerato en Areneros, inicié en la Universidad madrileña<br />
la carrera <strong>de</strong> Derecho, que hubo <strong>de</strong> interrumpir por enfermedad. Aquella<br />
enfermedad —tres a$és sin hacer naJE» que ao foera <strong>de</strong>scansar y leer<br />
macho, leer constantemente— le proporcionaría, como compensación, el<br />
hallazgo <strong>de</strong> so vocación <strong>de</strong> escritor.<br />
Por eso, un» vez curado, ao volvió José María Rincón a las aulas <strong>de</strong> la<br />
calle <strong>de</strong> San Bernardo, y se <strong>de</strong>dicó plenamente a I» literatura.<br />
Empezó —como cada quisque, más « menos— con versos. ¥ <strong>de</strong> la poesía<br />
pasó a escribir articules —publicados ea diversas revistas literaria»—, cuentos<br />
y guiones <strong>de</strong> «ine, ano <strong>de</strong> los cuales, escrito en colaboración «on Pedro<br />
Gfl, titulado «El testigo», ha sido adquirido per una productora, pero no<br />
será realizado por ahora, ya que han surgido dificulta<strong>de</strong>s insalvables.<br />
Sin embargo, es el teatro d que actualmente ocupa y preocupa esencialmente<br />
a José Mari» Rincón. Ha realizado Sas adaptaciones <strong>de</strong> «Ifigenia»,<br />
<strong>de</strong> Eurípi<strong>de</strong>s; «El con<strong>de</strong>sado por <strong>de</strong>sconfiad*», <strong>de</strong> Tirso <strong>de</strong> Molina, y «La<br />
hidalga <strong>de</strong>l valle», <strong>de</strong> Cal<strong>de</strong>rón <strong>de</strong> la Barca. De su labor en las dos prime*<br />
ras d$y ana refervneia en otra página <strong>de</strong> este mismo número.<br />
A<strong>de</strong>más, ha. escrito dos comedias, y las dos han sido galardonadas:<br />
•Un baleos que da a Sa vida» obtuvo ei Primer Premio <strong>de</strong>l Teatro Español<br />
Universitario <strong>de</strong> 1053, y «El espejo» mereele el premio tTnióa Films. Tiene<br />
cementada ana nueva comedia dramática, *&a hora- negra», y proyecta<br />
escribir novel».<br />
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