ORACIÓN FINAL CANTO DE ENTRADA CANTO DE ENVÍO

ORACIÓN FINAL
No te cansas de mí,
aunque a ratos
ni yo mismo me soporto.
No te rindes,
aunque tanto
me alejo, te ignoro, me pierdo.
No desistes,
que yo soy necio,
pero tú eres tenaz.
No te desentiendes de mí,
porque tu amor
puede más que los motivos.
Tenme paciencia,
tú que no desesperas,
que al creer en mí
me abres los ojos
y las alas…
AMÉN
CANTO DE ENVÍO
Id y anunciad por el mundo
la buena nueva de Dios
y entenderéis lo que os quise decir
que el reino comienza aquí.
Sed luz que alumbra en lo alto,
sembrad la tierra de amor.
Sed mensajeros que anuncien
la buena nueva de Dios.
Sed, del mundo la sal,
del mundo la luz, del mundo el amor.
A la ignaciana...
Jesús, las tres parábolas de hoy explican la conducta de tu Padre-
Madre Dios: un Dios que busca encontrar la “moneda” verdadera;
un Dios que abandona a las ovejas “realizadas” para buscar a la
desorientada; un Dios que se conmueve ante nuestra necesidad.
Tu Dios, nuestro Padre-Madre de todos, te conduce a una práctica
desconcertante de vida: acoges a los pecadores y comes con ellos
sin condiciones; amas y perdonas sin arrepentimiento; de antemano
abrazas sin pedir nada a cambio; te basta la necesidad para socorrer
“como a un hijo” (con anillo, vestido, banquete, música...). Desde este
amor original, primero, quieres reunir en la mesa de su Reino a toda la
humanidad. Sencillez fraterna, ayuda mutua, pan compartido, perdón
incesante, puerta siempre abierta, esfuerzo de búsqueda, espera y
abrazo incondicional... serán las líneas básicas de tus comunidades.
Tú, Jesús, no rechazas ni excomulgas a nadie: “no has venido
para condenar al mundo, sino para salvarlo”. Ni odio, ni venganza, ni
castigo, ni violencia, ni dominación... Sólo amor y libertad que nace
de ese amor desmesurado, infinito. Revelar este Dios “diferente”,
te llevará a la persecución y a la cruz. Alégranos, hoy, Jesús del
perdón desmesurado, compartiendo tu alegría: ayúdanos a crecer en
perdón y generosidad; abre las puertas y los brazos de la Iglesia
para que el perdón no sea “ajuste de cuentas”, sino gracia ofrecida
incondicionalmente a todos, “sin imponer ninguna carga más que las
necesarias”.
ACOGE
CANTO DE ENTRADA
Quiero alabarte por el don de la vida,
por poder luchar en mil batallas,
porque en cada giro del camino
Tú estás donde quiera que yo vaya.
CAMINANDO CONFIADO QUIERO ALABARTE.
EN MI VIDA DIARIA QUIERO ADORARTE.
AL AMAR A MI HERMANO, QUIERO SERVIRTE.
SEÑOR, DIOS DE ESTE MUNDO,
YO QUIERO AMARTE.
Quiero servirte sin poner condiciones,
quiero alcanzarte en todas las caricias,
con mis gestos de siempre cantar tu nombre,
proclamar tu Reino, que es buena noticia.

PRIMERIA LECTURA ÉXODO (32,7-11.13-14)
Acuérdate de tus siervos.
ANTÍFONA AL SALMO 50
LA MISERICORDIA DEL SEÑOR, CADA DÍA, CANTARÉ.
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito, limpia mi pecado.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias.
SEGUNDA LECTURA CARTA A TIMOTEO (1,12-17)
Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, se fió de mí.
ALELUYA
ALELUYA, ALELU, ALELUYA. ALELUYA, ALELUYA (bis)
EVANGELIO LUCAS (15,1-32)
Los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos:
«Ése acoge a los pecadores y come con ellos.»
ORACIÓN DE LOS FIELES
PADRE, ACOGE NUESTRA ORACIÓN.
CANTO DE OFERTORIO
EL PAN Y EL VINO SOBRE ESTA MESA
NOS DAN CONFIANZA EN TU PROMESA
DE QUE UNA VIDA QUE ES ENTREGADA
TRANSFORMA EL MUNDO, TODO LO SANA (2)
Toma mi tiempo, te lo presento. Toma mi vida y cada intento
de construir, de transformar, de compartir y de curar.
SANTO
Santo, Santo, Santo –o-o, Santo es el Señor,
Dios del Universo-o, Dios del universo –o (Bis)
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo-o, hosanna en el cielo-o
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo-o, hosanna en el cielo-o.
CANTO DE PAZ
DANOS LA PAZ, DANOS TU PAZ, DANOS PAZ, SEÑOR.
CAMINA CON NOSOTROS, QUE ENCONTREMOS TU AMOR.
Y UNIENDO NUESTRAS MANOS, CANTAREMOS AL CAMINAR.:
¡DANOS, SEÑOR, TU PAZ!
DANOS LA PAZ, DANOS TU PAZ, DANOS PAZ, SEÑOR.
CAMINA CON NOSOTROS, QUE ENCONTREMOS TU AMOR.
Y UNIENDO NUESTRAS MANOS, CANTAREMOS AL CAMINAR.:
¡DANOS, DANOS, SEÑOR, SEÑO-OH-OH-OR,
TU PA-AH-AH-AH-AZ, DANOS SEÑOR TU PAZ!
CANTO DE COMUNIÓN
Querido Padre, cansado vuelvo a Ti:
haz que conozca el don de tu amistad,
vivir por siempre el gozo del perdón
y en tu presencia tu fiesta celebrar.
Pongo en tus manos mis culpas, oh Señor.
Estoy seguro de que eres siempre fiel.
Dame la fuerza para poder andar
buscando en todo hacer tu voluntad.
PADRE, YO BUSCO TU AMOR.
PADRE, VUELVO A TI.
MIRA QUE TU HIJO SOY.
PADRE, VUELVO A TI.
Lo reconozco, a veces olvidé
que eres mi Padre y que a mi lado estás
que soy tu hijo y me aceptas como soy,
sólo me pides: “vive en sinceridad”.
Quiero sentirte cercano a mí, Señor,
oír tu voz que me habla al corazón,
sentirme libre desde tu libertad,
ser signo vivo de la fraternidad.
Domingo XXIV Tiempo Ordinario