Jose Engling
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INFANCIA<br />
- Principio de poliomelitis<br />
- Escuela<br />
hombros un poco encorvados / caminaba algo inclinado<br />
dificultades para hablar<br />
alto y fuerte / mentón y pómulos salientes<br />
ingreso en 1904 (1 básico) JOSÉ ENGLING<br />
No era brillante pero s í perseverante. Lleg ó a ser el 1 del curso.<br />
- La 1 ª comunión Comienza a escribir un diario personal como preparació n a la 1 ª comunión "Este libro no se usar á para la vanidad sino para mejorar mi vida y para prepararme a mi primera conunión. Me hice el prpó sito de llevar un diario, ya<br />
que pronto voy a recibirla" (1910)<br />
1 ª comunión: 29-06-10<br />
Decide secretamente ser sacerdote misionero. VOCACIÓN Motivación a través de la lectura de "Estrella del Á frica" ( Pallottinos)<br />
Espera dos años y luego lo cuenta<br />
Padre Augusto <strong>Engling</strong> (sastre)<br />
Lugar de nacimiento Prositten, en Ermland<br />
Familia modesta<br />
7 hijos (José el 4 )<br />
Fecha de nacimiento 05-01-1898
EN LA ESCUELA DE SCHOENSTATT<br />
- Comienzo en septiembre de 1912<br />
burlas: torpe / no sabía hablar bien / campesino bruto / lento para captar las cosas (no tuvo buena llegada)<br />
Año de duras pruebas<br />
Entrega de premios: <strong>Engling</strong> el 1 er lugar voluntad de hierro + ansias de saber<br />
Se los gan ó a todos. No le tenían envidia porque no era ambicioso y ayudaba a los demás. La dirección del Padre Espiritual<br />
- El director espiritual<br />
Padre confesor / clase semanal de religión / estar para cualquier consulta<br />
No tenía que ver con el colegio => confianza<br />
- Clases / instrucciones<br />
clases participativas. Producen un profundo efecto en Jos é (les saca el jugo)<br />
Tema que conquist ó a J.E. : la educación del carácter por s í mismo<br />
El "angelito" personificación de todo lo grande y hermoso<br />
El "animalito" fuerzas desordenadas de la vida.<br />
El animalito de Jos é: la ira / cambios de ánimo<br />
Cuando hacían la limpieza lo molestaban escondiéndole la escoba u otras gracias. El las aguantaba con paciencia hasta que reaccionaba bruscamente. Un dí a cuando<br />
trabajaban en el jardí n unos ociosos empezaron a tirarle bolitas de barro. El se daba vuelta pero no los pillaba, hasta que al fin se dio vueltas y le largo una bola al<br />
cabecilla en la cara.<br />
Jos é no sólo aprende lo que escucha, sino que comienza a elaborar personalmente cada cosa aplicá ndola inmediatamente a su vida<br />
práctica. - Con el correr del tiempo, el padre espiritual lleg ó a ser cada vez más el hombre de su confianza.
Comienzo de la Primera Guerra Mundial<br />
- Comienzo, últimos dí as de Julio de 1914 vacaciones<br />
- El colegio se transform ó en un hospital hogar provisorio en la "casa Vieja" del valle<br />
- Arreglo de la capillita para la recién fundada congregación mariana (cursos superiores).<br />
- El 18 de Octubre de 1914 se reune por primera vez la C.M. en el santuario Acta de Fundació n (contribuciones al Capital de Gracias<br />
Capilla como lugar de gracias).<br />
- Jos é no estuvo el 18-10-14, lleg ó dos semanas después de sus vacaciones. Algo escuch ó después y lo que más le impresion ó fue lo de<br />
"contribuciones al Cap. de Gracias de la Madre de Dios", que entendi ó fácilmente dado su espíritu práctico. - El director esp. comienza a hablar en sus instrucciones sobre la necesidad de santos que requiere el mundo para superar los problemas<br />
de la guerra (batalla entre el bien y el mal).<br />
La palabra "santo" caus ó rechazo en un primer momento, pero luego entendieron de qu é ideal hablaba el P.K. "el santo oportuno": el<br />
hombre de heroico amor a Dios y que pasa la prueba de fuego en as pequeñ as cosas de la vida diaria. Es el que hace en forma<br />
extraordinaria lo ordinario (fidelidad cumplida en cosas pequeñas). En esa época decide " quiero ser santo", un sacerdote santo<br />
- J.E. une las contribuciones al Cap. de Gracias con el esfuerzo por la santificació n Ideal del santo de la vida diaria.<br />
En la congregación mariana<br />
- El 08-12-14 se funda la congregación mariana menor.<br />
- ORGANIZACIÓN: 3 grupos:<br />
* del Sagrado Corazón * de oración * de la decencia<br />
Directorio<br />
sección eucarí stica sección sección misional<br />
(la sntificación personal) (despertar espíritu apostólico)
- A J.E. le cuesta decidirse, pero finalmente opta por la sección eucarística [grupo decencia].<br />
- El 11-04-15 son admitidos los nuevos congregantes (entre ellos J.E.), que se consagran a Marí a.<br />
("Hoy te elijo por mi Señ ora, Abogada<br />
y Madre mía; protege ahora a tu siervo, tu protegido y tu hijo").<br />
Jos é desarrolla un plan de lucha<br />
- En los ejerciccios anuales en dic. 1915, escribe 4 frases en su cuaderno personal:<br />
* Quiero ser santo<br />
* Dios mío, haz que muera antes que te ofenda con un pecado venial<br />
* Volo Omnibus omnia [ICor 9,22], Mariae especialiter mancipatus (quiero ser todo para todos y enteramente entregado a la Madre de<br />
dios).<br />
* Quiero ser concienzudo hasta en lo más pequeño (la fidelidad en lo pequeño es la señal del santo de la vida diaria).<br />
- Esas 4 frases las desglos ó en múltiples preguntas (exá men de conciencia) [ 42s]. Luego se puso el propó sito de hacer mensualmente<br />
por escrito un exámen de conciencia, y más tarde uni ó ésto a la confesión semanal.<br />
- Al poco tiempo se dio cuenta de la necesidad de concentrarse en su lucha espiritual mediante un propó sito particular (punto central de la<br />
lucha) que llevaría por escrito.<br />
- Cada noche meditaba acerca de sus propósitos. Luego decide comenzar a escribir un diario de vida para anotar có mo se iba<br />
desarrollando su plan de lucha.<br />
Surge su ideal personal<br />
- El trabajo con su plan de vida no fue un éxito<br />
inmediato, estuvo lleno de desiluciones y actitudes contradictorias que lo desanimaban.<br />
- De pronto recuerda su consagración a María y llega a la convicción de que debí a ponerse enteramente al amparo de la Madre de Dios;<br />
ella lo haría capaz de llevar a cabo su vocación a pesar de su debilidad ("yo quiero y debo ser un gran hombre en toda la extensió n de la<br />
palabra. Mi Madre no puede negá rmelo, pues me he consagrado enteramente a ella y me ha colocado a la cabeza de sus escogidos. El<br />
Salvador no puede negarse a los ruegos de su Madre").<br />
- Cambia de propósito particular; ahora: leer todos los días algo sobre María. Empieza a construir sobre el poder de María; no confiado primeramete en sus fuerzas. El afecto y la confianza en Marí a eran su fuerza<br />
oración muy seguida a María.
- El momento culminante de su inflamado amor a María se produjo en el mes de Mayo (1916).<br />
Idea: transformar el terreno de su alma en un florido jardín de María. Tomo un papel grande y escribi ó " Florescencias de Mayo" (del<br />
jardín de mi corazón, puesto a los pies de la Reina de Mayo)<br />
"Madre, sea a ti consagrado el jardín de mi corazón. Para ti lo voy a plantar y a cuidar:<br />
- La rosa del amor y de la consideración Quisiera tb. que esa rosa se te asemeje. ¡ Oh, Madre!, as í como la rosa es la reina de las flores, as í tb. s é tú<br />
reina de mi corazón. Para ti, reina mía, sean mis sacrificios gratuitos, puestos a tu entera disposició n, y en especial: actos de ofrecimiento a ti conversaciones<br />
sobre ti; salutaciones a tu cuadro; visita a la capilla de la congregación; Rosario; comunión; jaculatorias; etc...<br />
- El "No me olvides" (fidelidad)<br />
- La violeta (humildad)<br />
- La flor de la pasión ¡ El ingenio del amor! Un programa ilimitado de pequeños sacrificios. Día tras día se acercaba al jardín de su corazón y le ofrecí a a la<br />
Mater un ramillete. Por cada flor cultivada ponía una cruz en su cuaderno al lado del propósito que correspondí a (si se cuentan todas las<br />
cruzes en el mes se llega a la suma de 1712).<br />
Siempre iba a la capillita a saludar a María. Esta fue transformándose en el centro de su vida espiritual. La propia historia de su alma se<br />
había ligado íntimamente al santuario: su hogar espiritual. Visitas 7 veces al día. Oración al término del mes de Mayo:<br />
"Madre, recibe en tu honor todo lo bueno que he hecho en Mayo, sobre todo, lo que tengo anotado. Todo lo he puesto a tu libre<br />
disposición. Pero ahora tengo un deseo que formularte: te ruego que dispongas para la realizació n de esta idea: que Schoenstatt<br />
llegue a ser unnsegundo Ingolstadt. Sin embargo, dejo a tu entera disposición este pequeño deseo mío para que t ú hagas lo que<br />
estimes conveniente. ¡ Ave María! - Mirada retrospectiva al término del mes de mayo:<br />
Habían surgido en é l fuerzas desconocidas fuerte impulso a la entrega. Todo esto había penetrado en él desde que aprendi ó<br />
a amar a
la Reina de los congregantes.<br />
Todo lo vivido lo expres ó en sencillas palabras que él llam ó su " Santo y señ a":<br />
"Ser todo para todos y estarenteramente entregado a la<br />
madre de Dios" (cuando lo recordaba parecían revivir en él todos los acontecimientos de su vida). Este serí a su ideal personal con el<br />
que se hacía una personalidad definida.<br />
SOBRE TODO, FUE EL MES DE MAYO EL QUE LE REGAL Ó EL CONOCIMIENTO DE SU IDEAL PERSONAL.<br />
La congregación mariana<br />
Durante este tiempo de maduración personal, también la congregación mariana evolucion ó hasta tener un ideal común que podrí a<br />
formularse: Paralelo Ingolstadt-Schoenstatt.<br />
[Jos é E. es elegido prefecto de la congregación menor]<br />
J.E. va haciendo suyo este ideal y aunque no lo comprendía en su totalidad, entendía claramente<br />
que la Reina de los congregantes,<br />
desde la capillita de la congregación, quería bendecir, no solamente a ellos, sino tb. a círculos más amplios. También comprendí a que<br />
para esto era necesario que su vida fuera un solo ofrecimiento para el Capital de Gracias, pues se sentí a destinado por la Madre de Dios<br />
para cumplir una gran tarea. Debía pues ayudar a la transformación<br />
del pequeñ o santuario en un manantial de gracias que se esparciese<br />
por la tierra para conseguir un renacimiento religioso de la época.<br />
Jefe de la Congregació n menor apostolado silencioso<br />
Durante la licencia<br />
Durante el primer año de guerra, en las vacaciones de otoñ o (1915-1916) J.E. estuvo en casa de sus padres. Durante este tiempo se<br />
propuso un plan de trabajo que le ayudara a llevar a la prá ctica su ideal. Este se trataba fundamentalmente de aportar al Capital de<br />
Gracias de la MTA. También procur ó que en esto lo acompañaran sus compañeros de la congregació n: Antes de partir de vacaciones la<br />
congragación tuvo un reunió n cuyo tema fue: "el congregante en las vacaciones". La idea era aportar al Capital de Gracias y a la vez<br />
permanecer unidos como congregación en un mismo esfuerzo: todos deberían llevar por escrito un Horario Espiritual. El Horario<br />
espiritual de J.E.:
- Levantarse a tiempo en la mañana - oración de la mañana - oración del congregante<br />
- examen de conciencia<br />
- Santa misa / santa comunión - lectura espiritual<br />
- oración espiritual<br />
- Rosario<br />
- Buenos pensamientos<br />
- pequeños dominios de s í mismo<br />
- obras de apostolado<br />
- adoración nocturna<br />
- arrepentimiento completo<br />
- oración nocturna<br />
- acostarse a la hora acostumbrada<br />
- ejercicios vocales<br />
Apostolado se propuso promover la comunió n frecuente en su pueblo (comenz ó en su casa / cura / etc...)<br />
Al regresar de vacaciones supieron que había salido una revista que tenía por intención servir de ví nculo para los congregantes en la<br />
dispersión de la guerra: M.T.A<br />
También, puesto que unos estaban en el cuartel y otros en el campo de batalla, necesitaban oraganizarse de otro modo: se cre ó para<br />
ello una segunda congregación, la Organizació n exterior (M.T.A organo de comunicación)
ENTRE LOS SOLDADOS<br />
- J.E. y 17 compañ eros parten el 19-11-16 para acuartelarse en Hagenau ( instrucción) Antes de partir se reunen en el Santuario y el P.K. los despide ( bendición todas las noches)<br />
- Tiempo difí cil para J.E. pocas condiciones (antihéroe) / rudeza / superiores inhumanos<br />
- Castigo un domingo por no saber saludar (no puede acompañar a slos demás en una peregrinació<br />
n a un santuario mariano)<br />
Renovación espiritual + nuevo horario espiritual.<br />
" ¿ Debo hacer mis oraciones de la noche de rodillas ante mi cama, y la señal de la cruz antes de las comidas ( burlas)? decide acerlo<br />
como prueba de valentía por la Mater.<br />
- Despué s de un tiempo en el cuartel lo trasladan a otro en el cual debe soportar burlas y jodiendas reaccionaba mal y se irritaba (<br />
peleas). Le hacían la vida imposible (una vez lo acusaron injustamente de robo; otra vez le sacaron su fusil y J.E. arm ó la feroz pelea),<br />
pero pudo sobreponerse a su carácter gracias al amor a la Mater mediante su propósito particular.<br />
- Pronto lo cambiaron nuevamente de cuartel, pero ah í todo se le hacía aburrido porque se repetía lo que él ya sabía (se las sabí a<br />
todas, experiencia) y no le permitían ir al frente (aunque siempre se ofrecía) por su mala vista. La vida all í era monó tona, aburrida su<br />
lucha interior era contra la sequedad, indiferencia y flojera (RELAJAMIENTO), sus propó sitos andaban mal. Pero supo hallar una salida<br />
al ir ofreciendo todo a María para agradarla.<br />
De vuelta a Schoenstatt<br />
- A comienzos de Mayo (Mes de Marí a) de 1917 tuvo licencia se fue a Schoenstatt.<br />
Reedit ó si experiencia de las florescencias de mayo.<br />
- Ese tiempo fue de renovación interior (+ P.K.)<br />
Nuevamente en el cuartel
De regreso J.E. se esforz ó por formar grupos de congregantes y reanimarlos, pero le fue muy difícil pues la mayoría viví a una eatapa<br />
de relajamiento y sequedad interior. Sin embargo él sigui ó rezando a la Mater hasta que por fin logr ó reunir a los congregantes, los que<br />
volvieron a retomar sus propósitos y estimularse unos a otros<br />
En el frente oriental<br />
- A comienzos de Junio de 1917 el regimiento fue destinado al frente oriental: Rusia. Para los reclutas comenz ó un tiempo de trabajo<br />
excesivo y de hambrunas. Todos estaban agotados. En esta situación no era fácil llevar una vida espiritual seria. Jos é se esfuerza<br />
heróicamente, pero no le resultaba fácil: se ayudaba con su horario espiritual.<br />
- Durante este tiempo le escribía muy sehuido al P.K. contándole de las dificultades.<br />
- Jos é form ó entre sus compañeros congregantes un grupo de la organización exterior. Todos los grupos debí an permanecer en contacto<br />
por carta con el encargado en Schoenstatt Jos é, amenudo, despué s de relizar sus deberes se sentaba a escribir cartas apoyado en un<br />
cartón sobre sus rodillas.<br />
- Fue también un tiempo de largas marchas (4 semanas) que fueron minando la voluntad de sacrificio. Con su grupo J.E. reaccion ó a<br />
tiempo y se volvieron a proponer llevar por escrito el horario espiritual aunque estuvieran en las trincheras y ademá s ahorrar dinero<br />
(cigarrillos) para ayudar a financiar la revista M.T.A.<br />
Todos le escribían a J.E. para darle cuenta de cómo les había ido con los propósitos. - Al llegar el invierno todo se hizo más duro. Los soldados se preocupaban sólo cada uno de s í mismo ( a J.E. le robaban las frazadas, su<br />
ropa, etc...), pero J.E. no dejaba de cumplir fielmente con su horario y hacer vida su ideal: Todo para todos.<br />
En el frente occidental (1918)<br />
- Traslado a comienzos de 1918 hacia el frente occidental.<br />
- Durante el traslado los soldados se aburrí an tiempo libre / ocio / jugar cartas<br />
J.E. se mete en la cuestión del juego de cartas hasta el punto de olvidar sus deberes espirituales.<br />
Recapacit ó, pero luego comenzaron los remordimientos de conciencia: mientras tenía que hacer marchas forzadas cumplí a con su<br />
horario y ahora su pasión por el juego le hacía faltar a él<br />
sin dejarle tiempo para la vida interior.
Comenz ó nuevamente a retomar sus propósitos pero sus compañeros lo convencieron nuevamente<br />
para que jugara con ellos. Luego se<br />
arrepinti ó profundamente y le escribi ó a su padre espiritual pidiéndole una penitencia. También decidi ó hacer primero lo esencial, luego lo<br />
necesario y por ú ltimo lo agradable.<br />
Se propuso no jugar durante un mes, pero no resisti ó la tentación y jug ó (en castigo se priv ó de comer [había muy poco alimento])<br />
- La vida comienza a hacerse durísima debido al frío, la nieve, el hambre, el cansancio, las malas noticias del frente, desersiones, etc...<br />
J.E. se mantenía sereno pues veí a en las dificultades oportunidades para contribuir al Capital de Gracias de la M.T.A. para que surgiera<br />
un gran movimiento de renovación religiosa.<br />
En vez de dejarse llevar por el pesimismo supo dedicarse al trabajo de grupo y a la construcción de la organizació n externa CARTAS<br />
mantener el examen por escrito.<br />
- J.E. habí a sido destinado a un comando de avanzada, pero el peligro de muerte no lo asustaba. A un amigo le confesaba que con gusto<br />
recibiría la muerte de las manos de la Madre de Dios.<br />
- En medio del peligro él y su grupo preparaban una renovación espiritual (en los días de Cranaval). Para ello se puso cuatro propósitos: * mantener la lucha por la santidad, ser un apóstol guardian para los congregantes;<br />
no mentir jamás y santificar el dí a<br />
domingo.<br />
* La contínua comunicación con el padre espiritual<br />
sobre su examen de conciencia.<br />
* Los ideales de la Congregación, sobre todo el paralelo Ingolstadt-Sch. debía tenerlos siempre presente as í como el<br />
control del orgullo en su propósito particular.<br />
* finalmente incluy ó las meditaciones en su horario espiritual.<br />
Luego agreg ó otros propósitos: "Quiero ser santo a travé s de mi director espiritual"
"Quiero,ser un fiel congregante y entregarme en cuerpo y alma a la Congregación". "Quiero mantener el prpósito particular con gran celo"<br />
"No debo temer ningún sacrificio para hacer diariamente lectura espiritual y rezar el rosario".<br />
A pesar de la crueldad de la guerra J.E. mantenía su vida espiritual gracias a sus ejercicios.<br />
Dedicado a la oración - A pesar de cumplir fielmente con su horario, comenz ó a sentirse inexplicablemente descontento consigo mismo sequedad<br />
Pronto terminaría la guerra y debería prepararse para su carrera. Habí a una buena biblioteca parlos soldados Jos é leí a mucho (tb.<br />
estudiaba alemán) ! A pesar de todo no se sentía tranquilo, no se sentía lleno. En esta soledad interior los ejercicios espirituales le sirvieron de muralla en<br />
torno suyo para no dejarse influenciar por el medio.<br />
Adelantos de la vida de grupo<br />
- Durante la guerra vivía preocupado de que entre los miembros del grupo surgiera tb. una relación más fraternal y má s familiar ( grupo<br />
de vida).<br />
- También procur ó introducir el horario espiritual diario en la vida de la comunidad.<br />
les escribía cartas hablándoles de la importancia del horario espiritual por escrito y de enviárselo al padre espiritual. Esta era la ú nica<br />
forma de poner orden a la vida interior.<br />
- Para el més de Mayo pensaron que el mejor regalo que podí an hacerle a la Mater era el horario espiritual por escrito (dejar de fumar /<br />
rezar el rosario / otros sacrificios especiales)<br />
: LA HISTORIA DE LA CONGREGACIÓN FUE UNA RÉPLICA DE SU PROPIA ALMA.
En los campos de batalla de Flandes<br />
- El regimiento de Jos é se hallaba a la cabeza de la ofensiva alemana en Flandes. A los primeros disparos, y a pesar de estar en<br />
retaguardia, hubo varios muertos y heridos, a los que luego se sumarían muchos más. - Sentado bajo un árbol y escribiendo en su diario, Jos é alz ó la cabeza y divis ó una capillita que, aunque semidestruida, aú n conservaba<br />
intactas las imágenes. Como estaban en Mayo pens ó que con su grupo podrían reunirse a celebrar ah í el mes de María, y as í lo<br />
hicieron a diario a las nueve de la noche (a ellos se unieron algunos más) hasta que tuvieron que pertir hacia el frente.<br />
- A Jos é lo asignaron, como voluntario, a un lugar muy peligroso. A pesar del peligro, a todas partes iba con su diario espiritual:<br />
Hacía diariamente su examen de conciencia<br />
escribía regularmente a su padre espiritual contándole de su vida interior.<br />
- La guerra se ponía cada vez más cruenta y Jos é se esforzaba por vivir ah í su ideal de ser todo para todos:<br />
En los momentos de peligro se ponía en el lugar de alguien más cansado o de más edad: "CAMARADA YO IR É EN TU LUGAR".<br />
Ayudaba a llevar a los heridos<br />
Desenterraba a los que habían quedado cubiertos por las explosiones<br />
Todos estos sacrificios los ofrecía a María como sus flores de Mayo<br />
Quería ser un santo bajo la protección de la Sma. Virgen y ponerse a su servicio. Todo lo que le acontecí a, cansancio, hambre,<br />
ataques sorpresivos del enemigo, marchas llenas de peligros, trabajos pesados, todo debí a ser transformado en contribuciones al<br />
Capital de Gracias.<br />
- Pronto empezaron a llegar malas noticias del frente: dos de los compañeros de grupo habían sido gravemente heridos.<br />
- En medio de las trincheras Jos é buscaba la paz interior en la oración, hablando con María. Fue all í cuando le ofreci ó su vida a la Sma.<br />
Virgen, si ello pudiera servirla en algo:<br />
"Querida M.T.A, aqu í me tienes nuevamente como ofrenda. A ti te ofrezco todo lo que soy y poseo, mi cuerpo, mi alma con toda<br />
su capacidad, todo mi haber y mis bienes, mi libertad y mi voluntad. Soy tuyo, haz de m í lo que quieras. Si es tu voluntad,<br />
déjame ser un ofrecimiento por el trabajo que has impuesto a nuestra Congregación.
Lleno de humildad, tu indigno ciervo, Jos é <strong>Engling</strong>"<br />
Cuanto más cobijado en María, más sereno, seguro y con más valor se sentía. Cobijado en María le perdía el miedo a la muerte.<br />
Con permiso en Schoenstatt<br />
- Por esta época hubo un permiso para toda la compañia de Jos é para ir a casa.<br />
- Pasa dos semanas en la casa de sus papá s despedida muy dolorosa<br />
- el 25-07-18 llega a Schoenstatt<br />
Dej ó su mochila y su fusil cerca del Santuario y entr ó. El encuentro con María en el Santuario lo conmovi ó profundamente (su recuerdo<br />
siempre lo había confortado y cobijado)<br />
- Después de saludar a la Mater en el santuario, se dirigi ó a saludar a su padre espiritual. En el trayecto, sin embargo, se encontr ó con los alumnos que iban saliendo de<br />
vacaciones y comenz ó a ayudarlos en sus trabajos. Ellos lo conocían sólo de oidas y su aspecto los desilusion ó un poco pero quedaron admirados de su servicialidad,<br />
simpatía y bondad.<br />
- En Sch. se qued ó cinco días, donde pudo orar con tranquilidad y conversar detenidamente con el P.K. contándole todo lo que le habí a<br />
ocurrido y conversándo sobre cómo habría de seguir el desarrollo de su vida interior.<br />
A su vez, el P.K. lo anim ó a seguir adelante y le inform ó acerca del desarrollo de la Oraganización<br />
Exterior y de có mo esta se iba<br />
extendiendo cada vez más: esto alegr ó mucho a Jos é quien se sentía luchando por la gran causa de la Congregación. Jos é le expres ó al P.K. su preocupación por su grupo y por la falta de vinculación: hasta ahora se habían preocupado sólo de su santificació n personal.<br />
El horario espiritual, el examend e conciencia, el propósito particular, eran prácticas generales de grupo.<br />
- Despedida bendició n del P.K. oración en el santuario.<br />
- De regreso en el frente se encontr ó con un panorama desolador: la moral baja, críticas y desaliento. Se propuso entonces no quejarse.<br />
- También se propuso con su grupo conquistar nuevos miembros para Schoenstatt. Para concretar lo anterior propuso nuevos trabajos:<br />
* El apostolado del buen ejemplo<br />
* Trabajo directo en la sntificación del alma ajena<br />
* lucha contra la inmoralidad
* Amor a la Santa Iglesia<br />
* Trabajos sobre la comprensión sobrenatural de la guerra<br />
* Educación de Nuevos apóstoles * Prensa apostólica * Misiones paganas<br />
* Trabajar en el aspecto social (cuidar el amor familiar, promover la comprensión y el amor entre las clases sociales...)<br />
- A pesar de sus esfuerzos por motivar la vida de grupo, algunos lo abandonaron, e icluso má s tarde ya todos dejaron de escribir (<br />
desilusión). En ese momento J.E. estaba completamente solo, pero permanecía fiel a sus ideales.<br />
Palpable cercanía de Dios<br />
- El ú ltimo tiempo de la vida de J.E. estuvo marcado por un desarrollo particular de su alma: el encuentro lleno de gracia con Dios. Desde<br />
entonces hablaba del há bito de andar en la presencia de Dios.<br />
Desde su última estadía en Schoenstatt se había formado un nuevo propósito particular: Voy a pensar seis veces al día en que Dios<br />
está conmigo y me ve. Meditaba a menudo en Dios y sentía en el el cobijamiento que ya había experimentado en marí a: esta era la<br />
profunda vivencia de su filiació n divina Quiero pensar constantemente que Dios Padre me observa con gran interés. Quiero<br />
conversar con él<br />
Sentía ahora permanentemente la cercanía del mundo sobrenatural.<br />
El percibía que el Espíritu Santo dirigía en forma muy sensible su vida espiritual.<br />
- A pesar del cobijamiento en Dios la vida no le era fácil y debía esforzarse por superar sus debilidades:<br />
"Madre, ayúdame para que pueda continuar. Ayúdame a sobrepasar el terror"<br />
- En su última carta al padre espiritual Jos é le decía que se había sobrepuesto a sus debilidades y se sentía en paz.
Regreso a la patria celestial<br />
- Desde Septiembre, en la frontera oeste de Alemania, los sucesos se acercaban ya a su fin. La fuerza defensiva alemana comenzaba a<br />
flaquear.<br />
- En la noche del 3 de Octubre se orden ó la marcha al frente cercano de Cambrai.<br />
- La Compañía ya no tenía fuerzas y marchaba pesadamente en silencio. Jos é se dedicaba a levantar los ánimos de los demás ( al dí a<br />
siguiente, hambrientos y cansados se tendieron en el suelo a unos metros de un cementerio. No habían comido porque la cocina se había retrasado)<br />
- En la tarde del 4 de Octubre llaman a Jos é para avisarle que habí a sido designado para formar parte del comando de vanguardia y que<br />
debía partir inmediatamente. Por si no volvía se despidi ó de sus compañeros con el presentimiento de que as í sería. - Cerca de Cambrai la artillería inglesa los atac ó y Jos é fue muerto por una granada en el camino.<br />
cuando se dirigí a a hablar con el jefe<br />
de la compañía. A la luz de las balas del enemigo, se vio caer una figura que iba a la cabeza de la tropa, era Jos é <strong>Engling</strong> herido<br />
mortalmente en la cabeza y en el pecho.<br />
Era el 4 de octubre entre las 7 y las 10 de la noche.<br />
- La compañía fue pronto retirada de la frontera y un soldado alcanz ó a ver que su cuerpo aún estaba en el mismo lugar. Despué s fue<br />
enterrado por alemanes o ingleses, pero no se pudo nunca determinar el sitio exacto donde fue enterrado, sin embargo en el lugar donde<br />
cay ó se levanta hoy una cruz de piedra con la inscripción (alemán y francés) dice: "Jos é <strong>Engling</strong>, nacido el 5 de Enero de 1898, caí do el<br />
4 de octubre de 1918. Su muerte heroica corona su vida dedicada al servicio del prójimo y consagrada a la Mater ter Admirabilis."<br />
- Su recuerdo permaneci ó siempre vivo en el corazón de sus amigos y camaradas<br />
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actualidad de Jos é <strong>Engling</strong><br />
Proceso de beatificació n abierto en Trier el 04-10-52<br />
Fuentes omnibus omnia<br />
Anécdotas de José <strong>Engling</strong><br />
Quédate camarada, voy por ti
"Su ideal era "Ser todo para todos y entera propiedad de María". Un soldado lleg ó precipitadamente al cráter en el que se encontraba José<br />
con otros camaradas:<br />
- Kofel, esta noche tienes que participar en un patrullaje. Hay que presentarse a las 20 horas en el Comando -. Y sali ó corriendo. Kofel era<br />
uno de los soldados mayores, padre de varios hijos.Quieto, sin proferir palabra, acept ó el mensaje y cerr ó sus ojos ensimismado en sus<br />
pensamientos. Sin duda, en ese momento, su imaginación habr á volado hasta sus seres queridos a quienes, probablemente, ni volverí a a<br />
ver, pues el patrullaje, bien podía significarle la muerte. Jos é lo observ ó, y por un instante experiment ó en s í mismo la pena que envolví a a<br />
este soldado. Eso fue suficiente para tomar la decisión. Cuando lleg ó la noche y Kofel se levant ó para partir, Jos é acercá ndose le dijo:<br />
"Quédate camarada, yo voy por t í".<br />
SUPERACIÓN DE LOS OBSTÁCULOS<br />
"Una mañana los alumnos de la sexta clase, esperaban la llegada del profesor, pero en su lugar entr ó un muchacho de anchos<br />
hombros, que por su estatura les pasaba por una cabeza a todos. Parecía ser bonachón y moví a alegremente sus libros. Los alumnos<br />
levantaron un poco la cabeza. ¡ Ah! Pensaron, ese debi ó ser el que quería entrar en la quinta clase y que por su falta de formación debió<br />
permanecer en la sexta. ¿ Cómo ir á a caber en el escritorio con sus largas piernas? se preguntaban crí ticamente al observar detenidamente<br />
al compañero recién llegado. Un personaje de 14 años de edad, que medía 1,68 m de alto y de anchas espaldas, no era una aparició n<br />
común entre los de la sexta clase. Trabajosamente y con movimientos algo torpes, trat ó "el nuevo" de sentarse en uno de los bancos<br />
vacíos. La mayoría pens ó as í: "este viene del campo". Con gran curiosidad esperaban el momento de saber algo má s de tan imponente<br />
compañero. Sus deseos se cumplieron muy pronto, pues el profesor le pregunt ó su nombre. Lo que se oy ó en respuesta apenas podí a<br />
entenderse. Algunos cuchicheaban entre s í: "dijo, Engerling". Los demás empezaron a reírse burló namente. Entonces el profesor hizo que<br />
lo deletrease. La clase ri ó estrepitosamente, porque lo que se oy ó son ó algo as í como: Ej-á ng-ejl-i-ang-glj. ¿ De que idioma se habrí a<br />
sacado esos sonidos? En ello había una mescla del dialecto de su aldea con una leve falta de dicción. El profesor no tuvo má s remedio que<br />
hacerle escribir su nombre en el pizarrón. La mano, que antes empuñaba el azadón con tanta seguridad, sujetaba ahora tí midamente la tiza<br />
y con grandes letras escribi ó el nombre "<strong>Engling</strong>". Mientras permanecía al lado del pizarró n en actitud desalentada, la grande y maciza<br />
figura, algunos compañeros pensaban para su fuero interno, con lástima, casi con menosprecio, este debi ó<br />
haber sido campesino. La
opinión desfavorable que Jos é atrajo sobre s í, pareci ó confirmarse aún más en la clase de gimnasia. Todavía era muy notable en Jos é el<br />
defecto que le dej ó la enfermedad de su niñez. Ella hacía que su cuerpo estuviera un poco rígido y que ademá s, pisara con todo el pie. Al<br />
profesor de gimnasia no se le escaparon estas deficiencias cuando Jos é se present ó en la fila, por lo que trat ó de corregirlas. Jos é se<br />
enderez ó con fuerzas, y con toda atenció n se puso a seguir las indicaciones del profesor, sin que por ello consiguiera mejorar su figura.<br />
Debía entonces salir de la fila y hacer solo sus ejercicios, con lo que tampoco tuvo mucho éxito. Entonces se oy ó : " ¡ Qu é espantajo!". No<br />
era dicho con mala intención, pero s í en un tono sarcástico que debi ó herir profudamente su alma sensible. Mir ó en forma suplicante a sus<br />
profesor, pero este no advirti ó la triste mirada de esos ojos y sigui ó usando la palabra hiriente con mayor frecuencia. Como el profesor no<br />
tenía éxito en cosa alguna, los alumnos tomaron aversión a Jos é, la que comúnmente se transformaba en severa crí tica. Pero este era<br />
demasiado noble para vengarse de las ofensas recibidas. Por eso nunca tomaba parte en las murmuraciones acerca del profesor, sino que<br />
al contrario, trataba lo mejor que podía, de defender al criticado y de calmar los ánimos<br />
exhaltados.<br />
Al recordar las primeras semanas de su estadía en Schoenstatt tenía que confesar que en esa é poca se encontraba batallando por su<br />
ideal de sacerdote, contra dificultades de magnitud extraordinaria. Sus faltas de aptitudes para caminar erguido, como para hablar, unidas a<br />
la lentitud de su espíritu, le daban mucho que hacer; pero no obstante todos estos contratiempos no consiguieron desanimarlo. Despué s<br />
de pensarlo detenidamente y por s í solo durante meses y poniendo su confianza en la Madre de Dios, tom ó la decisió n de ser sacerdote;<br />
fue una decisión férrea que desde entonces le impuls ó a luchar contra todos los obstáculos que se le fueron presentando. As í empez ó a<br />
trabajar duramente: sus defectos de dicción los corrigi ó haciendo todos los días ejercicios con palabras difíciles; también educ ó a su<br />
cuerpo haciendo ejercicios físicos para enderezarse y caminar erguido. Recién al año de lucha, ya podía señ alar un verdadero y merecido<br />
triunfo".<br />
En Hagenau<br />
Cuando estaba en Hangenau (en el cuartel de reclutas) tenía una relación muy profunda a la Mater. All í escribi ó lo siguiente: "Querida<br />
madrecita: acabo de leer las líneas que me has hecho llegar a travé s de la revista MTA (Mater Ter Admirabilis). ¡ Son realmente tus<br />
palabras! Pese a que me dominan la sequedad y la aridez, me han llegado profundamente y han sacudido lo más í ntimo de mi ser. Por<br />
amor a T í voy a trabajar con más energía en mi formación. Para t í nada, absolutamente nada me ser á demasiado difícil, ni siquiera lo má s<br />
difícil. Que toda mi vida est é dominada por el pensamiento: Soy enteramente tuyo. Entonces ser é feliz. No he cumplido bien mi EP<br />
(examen particular). Pero perdóname, querida Madrecita, me he esforzado".
En un retiro en Schoenstatt después de volver del frente escribía: "Hoy 29 de mayo estoy haciendo retiro. Record é mi primer entusiasmo<br />
por la Congregación, el tiempo pasado en Schoenstatt y promet í a la Madrecita volver a ser tan entusiasta como en aquel entonces. Hace<br />
algunos días, mientras las granadas caían a derecha e izquierda, rec é a mi querida Madrecita, como de costumbre, trasladá ndome<br />
espiritualmente al santuario. Entonces me sent í tan unido a Ella como nunca antes en mi vida. Su cercanía me pareci ó tan dulce y<br />
amorosa que no volv í a sentir el menor miedo ante las granadas. Fue un estado de felicidad en el que me hubiese gustado quedarme para<br />
siempre. ¡ Qu é bella y grande, qu é amorosa y có mo inspira confianza nuestra querida MTA! ¡ Cuá ntas veces tengo una nostalgia tan grande<br />
por el Santuario, por Ud. y los queridos Congregantes!".<br />
"Esa tarde lleg ó un soldado de la compañía y salt ó adentro de la trinchera donde estaba Jos é con un compañero. "T ú , Kofel", dijo, "fuiste<br />
destinado para la patrulla nocturna. A las 8 de la noche tenés que presentarte con el comandante". Ni bien termin ó de decir esto volvió<br />
rápidamente al lugar de donde había sido enviado. El soldado Kofer se había quedado mudo al recibir la orden. Era uno de los de má s<br />
edad de la compañía. Estaba casado y tenía varios hijos. La patrulla podía significar para él la muerte. Una lágrima corri ó por sus mejillas.<br />
Estaba perdido en sus pensamientos como ausente, recordando a sus seres queridos y despidiéndose quizás espiritualmente de ellos. José<br />
lo observaba y se daba cuenta del profundo dolor en que estaba sumergido. En silencio tom ó una decisió n. Cuando su camarada Kofel se<br />
levant ó para prepararse a partir, Jos é lo detuvo y sencillamente le dijo: "Quédate ac á, camarada, yo voy por t í". Esa noche Jos é lo<br />
reemplaz ó en la patrulla".<br />
"Al suboficial Thalofer le inquietaba fuertemente una pregunta aquella tarde: ¿ a quién enviarí a a buscar la comida del regimiento?<br />
Todo el día había sonado la artillería pesada enemiga martillando las filas alemanas; las bombas caí an a diestra y siniestra; la tropa<br />
estaba exhausta, acabada. Los días anteriores habí a ordenado sencillamente a algunos soldados que fueran a buscar el "rancho". Esta<br />
vez quería cambiar. Corri ó al primer agujero abierto por una granada donde había alguno de sus hombres y pregunt ó : ¿ quié n se anota<br />
como voluntario para ir a buscar la comida?. " ¡ Voluntarios?" respondi ó uno, "ni por todo el oro del mundo voy a intentar pasar por esa<br />
cortina infernal de fuego. Corri ó a otra improvisada trinchera e hizo la misma pregunta. Silencio. De pronto alguien dice: "Bien, yo ir é ". Es<br />
Jos é. Algunos camaradas se animan y lo acompañan. Con las cacerolas colgando se encaminan hacia el pueblo de Calonne. Debían cruzar por all í hasta los "cañ ones de gulasch" como se<br />
llamaba en la jerga militar a las cocinas de campaña. El pueblo estaba contínuamente bajo bombardeo. La noche anterior habían caí do<br />
según algunos cálculos rápidos unas 2500 bombas. Aqu í y all á había soldados muertos, casas en ruinas incendiadas. Corrí an unos
metros, luego se agazapaban o se pegaban a la pared para no ser vistos, para luego volver a correr. La parte má s peligrosa era un cruce<br />
de carreteras descubierto. Llegaron sudando. De pronto Jos é olfate ó el aire y se dio cuenta del peligro mortal que corrían. "Gas", exclam ó .<br />
Cada uno se puso rápidamente las máscaras antigás. Volvieron a correr y pronto estuvieron en las líneas de retaguardia. All í les esperaba<br />
una sorpresa. Al llegar a los "cañones de gulasch" les dice el oficial encargado: "Ustedes no pertenecen a esta divisió n. Las cocinas de<br />
campaña de su compañía se encuentra a algunos kilómetros de aqu í". No hay tiempo para discutir. Se hacen explicar bien donde está n<br />
ubicadas y emprenden la marcha. Pronto llegan a destino. con las cacerolas llenas emprenden el regreso. Este es má s trabajoso y lento.<br />
Para colmo los ingleses se han dado cuenta de esta excursión nocturna y con una ametralladora molestan peligrosamente a Jos é y sus<br />
compañeros. De pronto trastabilla y una de las cacerolas se vuelca derramando el precioso líquido. Poco despué s otra corre una suerte<br />
semejante. Al final agotados llegan a la compañía. Los compañ eros en vez de alegrarse se enojan y se quejan de que haya perdido<br />
comida. " ¡ Qu é tonto que fuiste! ¡ Sos un inútil!. le dicen.<br />
Jos é se queda pensativo. De pronto se le ilumina el semblante al acordarse de algo. A la carrera vuelve al pueblo de Calonne. Allí<br />
hurguetea entre los soldados caídos y encuentra sus raciones de comida todavía intacta. Ademá s revisa algunas casas que habitaron las<br />
tropas inglesas y descubre corned beef. Con el precioso botí n en la mano vuelve y se los da a los quejosos. Estos quedan estupefactos, no<br />
pueden hablar. Con razón decía 20 años más tarde el suboficial Thalofer: "<strong>Engling</strong> fue el mejor hombre de mi regimiento".