Pruebas blason

PRUEBAS
PARA BLASÓN
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B) PRUEBAS PARA EL BLASÓN
Requisitos: Haber sacado el pañolín el año anterior. Haber participado activamente en
los cruzados durante el año anterior. Tener como mínimo 10 años.
Las pruebas para obtener el blasón:
1. La oración del cruzado
2. Leyes del cruzado
3. Simbología de la bandera
4. Simbología del blasón. Motivos personales para querer conquistarlo.
5. Canción: Himno de Franz Reinisch
6. Oración personal
7. Las tres gracias del Santuario. Saber cuáles son los tres hitos fundamentales.
8. Preparar con detalle el primer hito del 18 de Octubre.
9. Vida de S. Ignacio de Loyola
10. Vida de Franz Reinisch
11. Angel de la guarda (con preferencia los que van a obtener el pañolín o monitores)
12. Prueba de vivac.
El lema de los Cruzados es :
El lema del cruzado
"Bajo la protección de María, ¡Todo para todos!"
Este lema se emplea también como grito de los Cruzados. Normalmente el Jefe grupo o de los
cruzados grita la primera parte y todos responden con energía la segunda.
1. LA ORACIÓN DEL CRUZADO
Los elementos centrales de esta oración están tomados del Programa formulado por el Padre
José Kentenich en el Acta de Prefundación.
"Madre y Reina nuestra,
pedimos tu bendición.
Acógenos y ayúdanos en este día
para seguir a Jesús
como lo hizo José,
nuestro hermano mayor.
con él, haznos ser:
recios en la lucha,
libres para servir con alegría,
y valientes apóstoles de tu Reino.
Acepta nuestro Capital de Gracias
y ayuda a nuestros grupos
a crecer en el camino de Schoenstatt.
Amén".
2. EXPLICACIÓN DEL CÓDIGO DEL CRUZADO
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(VIDA PERSONAL)
1) ACTÚO SIEMPRE CON LEALTAD
Soy honrado conmigo mismo y con los demás. No hago trampas en el juego. Cumplo lo que
prometo y se guardar secretos confidenciales. No hablo nunca a espaldas de los demás. Si
tengo quejas se las digo a quien corresponde. Soy puntual en mis compromisos. soy digno de
confianza. Busco apasionadamente la verdad y la defiendo.
2) ME JUEGO POR ENTERO EN CADA ACCIÓN
No hago nada a medias, supero la mediocridad con generosidad. Conozco los talentos que Dios
me ha confiado y procuro desarrollarlos . Me pongo metas e ideales altos y realizo las cosas
más pequeñas con el máximo esfuerzo. Sé que los talentos que Dios me ha confiado son para
que los ponga al servicio de los demás. Vivo intensamente cada instante de mi vida porque me
siento querido por Dios. Él espera mucho de mi.
3) QUIERO TRIUNFAR COMO HOMBRE MEDIANTE LA PUREZA DE MI
AMOR.
Entiendo que mi obligación y privilegio es amar con un amor sin doblez. Un amor que me lleva
a buscar el bien de los demás, superando las tendencias impuras de mis instintos. Acepto la
realidad de mi afectividad y lucho por conquistar una personalidad auténticamente varonil.
Acepto también mi ansia de felicidad pero la busco por cauces verdaderos que me ayudan a
crecer como persona.
(VIDA COMUNITARIA)
4) TOMO INICIATIVAS PARA SERVIR
Supero el egoísmo, pasividad. Tomo iniciativas para servir. No espero que me pidan algo. Me
abro a las necesidades de los que me rodean. Tengo un amor misericordioso ante el
sufrimiento ajeno.
5) VALORO Y RESPETO A CADA PERSONA
Cuido mi lenguaje de tal modo que no descalifico, ni pongo motes, ni insulto. Valoro a las
personas por lo que son, no por lo que tienen o hacen. Tengo un trato especial con las
personas más débiles, como los ancianos y minusválidos. Con todas las personas de cualquier
condición social soy educado ya que descubro la presencia de Cristo en ellas. Sé
comportarme frente a la autoridad. Soy educado con las chicas a quienes trato con delicadeza
y respeto.
6) ME DESTACO POR MI ALEGRÍA Y AMISTAD
Soy fiel a mis amigos. Sé compartir y trato de unir a todos. Aunque me encanta estar con mis
amigos no me quedo sólo con ellos. Me intereso por escuchar lo que me cuentan los demás. Me
importa mucho lo que les pasa a los que me rodean. Soy solidario con ellos y les ofrezco una
amistad sincera y desinteresada.
(VIDA PERSONAL CON LA NATURALEZA)
7) SÉ LO QUE QUIERO Y QUIERO LO QUE SÉ
Como hombre me guío por metas claras y exigentes, que me ayudan a crecer, sé lo que quiero.
Para conquistar una verdadera libertad interior, me exijo a mí mismo evaluando mis logros o
caídas. Cuando encuentro dificultades no me desanimo sino que transformo, con la ayuda de la
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Mater, los obstáculos del camino en peldaños para crecer. Quiero lo que sé y lucho por
conseguirlo.
8) CUIDO Y EMPLEO LAS COSAS CON RESPONSABILIDAD
Cuido lo propio y lo ajeno para que sirva mejor a la demás. Antes de emplear cualquier
herramienta trato de aprender a usarla como corresponde.
9) AMO Y PROTEJO LA CREACIÓN
Descubro en la Creación huellas de Dios Creador. Por lo mismo trato de conocerla lo mejor
posible para descubrir los regalos que Dios me hace por medio de ella. Como su hijo me siento
responsable de cuidarla y protegerla.
(VIDA ESPIRITUAL)
10) SOY FIEL SEGUIDOR DE CRISTO EN SU IGLESIA
Como bautizado me siento unido tanto a Jesús como a su Iglesia. Como Cruzado la defiendo y
doy testimonio valiente de ella. Como discípulo de Jesús me siento responsable de leer la
Sagrada Escritura y de celebrar sus sacramentos.
11) SIRVO A MARÍA COMO HIJO GENEROSO
Me dejo educar por María y al mismo tiempo le hago sentir mi amor por medio del Capital de
Gracias. Me comunico continuamente con Ella. Visito su Santuario, le confío todas mis
preocupaciones
12) RESPALDO TODO TRABAJO CON ORACIÓN
Considero la oración como la respiración del alma. Tengo plena confianza en la eficacia de la
oración. Por medio de ella trato de vivir la santidad de la vida de trabajo. Especialmente me
siento responsable por dar testimonio de mi fe.
3. LA BANDERA DE LOS CRUZADOS
Posee tres elementos fundamentales: la Tienda Santuario, la Estrella, la Cruz Negra y el fondo
azul. Vamos a explicar someramente estos elementos:
3.1. LA TIENDA SANTUARIO DE COLOR ROJO
Origen en el Antiguo Testamento
Dios liberó al pueblo elegido, Israel, de su esclavitud en Egipto. La Tienda Santuario se
convirtió en el lugar de encuentro y comunicación de Dios con su pueblo por medio de Moisés.
Cuando finalmente se instalan en la Tierra Prometida esta Tienda Santuario llegó a convertirse
en el gran Templo de Jerusalén.
La Tienda Santuario en la historia de Schoenstatt
La vida del Fundador de la Familia de Schoenstatt tiene mucho elementos similares a los de
Moisés. Así como Moisés tuvo que ser abandonado por su madre en el Nilo y luego fue
recogido por la hija del Faraón, el Padre Kentenich también en su infancia tuvo que ser
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entregado por su madre a un Hogar de niños huérfanos donde tuvo una experiencia muy
personal con la Santísima Virgen. El mismo Padre Kentenich al cumplir 25 años de sacerdocio
confesó: "Mi educación fue exclusivamente obra de la Santísima Virgen. Ella fue quien me
formó personalmente a partir de los 9 años". Como Moisés, también al Padre Kentenich le tocó
ser padre de un nuevo pueblo, la Familia de Schoenstatt. Él con su propio testimonio le ayudó a
irse liberando de toda esclavitud interior en el tiempo de las persecuciones del nacionalsocialismo.
Además, cuando el Padre Kentenich, como director espiritual del Seminario Menor de
Schoenstatt, pronunció en la Capillita arreglada por los alumnos, el 18 de Octubre de 1914, lo
que luego se ha llamado el Acta de Fundación. Relacionó ya en esa ocasión el Santuario con la
idea de la Tienda:
"San Pedro, después de haber contemplado la gloria de Dios en el Tabor, exclamó arrebatado:
(Qué bien estamos aquí, instalemos tres tiendas!"...Todos los que acudan aquí para rezar deben
experimentar la gloria de María y confesar: Qué bien estamos aquí: ¡pongamos aquí nuestra
tienda! Éste es nuestro rincón preferido."
Esta experiencia de rincón preferido se fue extendiendo y comenzaron a construirse Santuarios
similares al Original de Schoenstatt. Pero también esta experiencia se profundizó. El Fundador
quiso que cada miembro de la Familia se constituyera en su Santuario vivo. Se comienza a
hablar de "Santuario Hogar", "Santuario Empresa", "Santuario Dormitorio", "Santuario
Corazón".
El color rojo
El color rojo del santuario es por dos motivos:
1. Porque es el lugar donde está presente el Espíritu Santo
2. Porque representa la sangre de Cristo que ha dado su vida por nosotros
3.2. LA ESTRELLA BLANCA
La estrella blanca de la bandera representa a la Santísima Virgen María. Es como la columna de
nube y de fuego que acompañaba a la Tienda Santuario durante el Éxodo.
Así como la Estrella de Belén guió a los Reyes Magos hacia el pesebre de Belén, así también
nos guía María de un modo seguro y vital hacia el Sol de Cristo. María es como el lucero de la
mañana que anuncia la salida del Sol.
En Schoenstatt se acostumbra a llamar "Mater" a la Santísima Virgen, ya que desde un principio
fue venerada con el título de Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt y en latín Madre se
dice "Mater". Este nombre ha pasado a constituir una denominación cariñosa para María.
Nombre que también los Cruzados hemos adoptado.
3.3. LA CRUZ NEGRA
A comienzos de este siglo, Europa fue conmovida por una de las mayores tragedias de la
historia. El 4 de Agosto de 1914 se dio comienzo a la Primera Guerra Mundial.
A los pocos días después, el 18 de Octubre de 1914, Dios hace nacer en el valle de Schoenstatt
un nueva Familia para ayudar a la renovación de la Iglesia y del mundo. Muchos de los alumnos
que sellaron junto al Padre Kentenich su Alianza de Amor en aquella oportunidad, debieron ir a
la guerra. Cerca de 40 millones de personas, entre civiles y militares, murieron en esta guerra.
Para distinguir las tumbas se pintaban de blanco las tumbas de los aliados (Francia, Gran
Bretaña, Rusia, USA, y otros) y de negro las de la Triple Alianza (Alemania, Austria­Hungría y
Turquía).
Muchos de los alumnos fundadores de Schoenstatt ofrecieron heroicamente sus vidas por la
fecundidad de la Capillita de Schoenstatt. Se les llama por eso los "Congregantes Héroes" o la
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"Primera Legión". Naturalmente que el que más destaca entre ellos es José Engling. Finalizada
la guerra el 11 de Noviembre de 1918 se organizan, desde Schoenstatt, grupos que los van a
buscar desde los campos de batalla y se les sepulta con sus respectivas Cruces Negras detrás del
Santuario de Schoenstatt. La expresión "Cruz Negra” llegó a ser sinónimo de entrega heroica
por la misión de Schoenstatt. El nombre mismo de los Cruzados está estrechamente ligado a
José Engling como el primer Cruz Negra de la Primera Legión.
La Cruz de la bandera de los Cruzados nos recuerda la Cruz de Jerusalén que portaba la
mayoría de los Cruzados Medievales. Esta Cruz indica en forma de flechas las cuatro
direcciones hacia donde está llamado a crecer un Cruzado en el seguimiento de Cristo: en su
vida espiritual, comunitaria, personal y ambiental.
3.4. FONDO AZUL
El fondo azul de la Bandera de los Cruzados simboliza el cielo, esto es el ambiente de alegría
sana que se quiere vivir en los grupos y el deseo de llegar a conquistar los ideales más altos que
Dios nos invita a conquistar en la tierra.
4. EL PAÑOLÍN
Es un trozo de tela cortado en forma de triángulo rectángulo. El color del pañolín es el mismo
para todos, azul. Sin embargo el borde cambia de acuerdo para quien sea: cruzados en general,
azul claro. Jefe de campamento, rojo. Subjefe de campamento, verde. Sacerdote asesor, gris.
Para un Cruzado el pañolín no es sólo un adorno que lo identifica sino es principalmente el
manto de María bajo cuya protección quiere crecer en el camino de Schoenstatt. Es la expresión
plástica del lema del Cruzado: "Bajo la protección de María...". El pañolín es algo sagrado.
Cada Cruzado lo cuida, se lo pone en las actividades que tienen lugar durante el año y lo coloca
en un lugar destacado de su cuarto.
3. EL BLASÓN
Consta de tres elementos: el anillo, la tienda santuario en rojo y el cordón azul.
A. Es un anillo que sirve para anudar el Pañolín. Su color es azul
B. La insignia de la Tienda Santuario. Va pegada al anillo. Llevar el blasón sobre
el pecho, significa estar en presencia de Dios, de María. Es querer ser Templo
vivo de la Trinidad y reconocerse como Cruzado de Schoenstatt ante los demás.
C. El cordón. Para que no se caiga lleva un cordón que se pasa por un ojal del
blasón.
4. CANCIÓN: HIMNO DE FRANZ REINISCH
Oración de Franz Reinich
Tu eres el signo grandioso, lleno de luz y de sol
todo encendido e inundado, por el amor de Dios.
María Virgen Pura, enciende todo mi ser
en tu pequeño Santuario como una llama de amor.
Como una rosa doliente silente junto a la cruz
dices tu sí al sacrificio pues Dios lo quiere de Ti.
También hoy llama el Padre héroes para la Misión
aquí me tienes Madre como una ofrenda de amor.
Reina de todos los mundos,
vences la tempestad, mata el engendro del diablo,
Tú vencedora real.
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: Hazme un apóstol de Schoenstatt,
cual caballero estaré y moriré sonriendo querida MTA :/
5. ORACIÓN PERSONAL
6. LAS GRACIAS DEL SANTUARIO
El santuario es el lugar de gracias en el cual nació Schoenstatt el 18 de Octubre de 1914. Es una
capillita en la cual María nos atrae para regalarnos sus gracias: Cobijamiento, transformación y
envío. El santuario original se encuentra en Alemania, en Schoenstatt, cerca de Coblenza. En
esa capillita tuvo lugar el nacimiento de Schoenstatt. El P. Kentenich, junto a un grupo de
jóvenes de un seminario menor, selló una alianza de amor con María. Ella, como Madre
educadora, se comprometía a educarlos y a cambiar sus corazones jóvenes. Ellos, con el
compromiso asumido, se comprometían a acudir con frecuencia a ese lugar y a dejarse educar
por nuestra Madre.
En el santuario se reciben tres gracias: la gracia del cobijamiento: allí nos sentimos hijos
queridos de Dios, Él nos cuida y nos regala su cercanía a través del amor de María, nuestra
Madre. La gracia de la transformación: el amor de Dios nos transforma, cambia aquello que
no está bien en nuestro corazón, nos ayuda a mejorar. La gracia del envío apostólico: María
nos envía desde el Santuario para que seamos capaces de ser apóstoles en el mundo, testigos del
Evangelio.
7. 1º HITO EN LA HISTORIA DE SCHOENSTATT:
LA ALIANZA DE AMOR CON MARÍA 18- OCTUBRE 1914
BAJO LA PROTECCIÓN DE MARÍA, QUEREMOS APRENDER A EDUCARNOS A
NOSOTROS MISMOS COMO PERSONALIDADES RECIAS, LIBRES Y
SOBRENATURALES.
El P. Kentenich sueña con un hombre nuevo y con una nueva comunidad. Pero no sabe cómo
Dios quiere que se realice su sueño. Durante bastante tiempo pensó que cuando mejorara su
salud sería enviado a África. No ocurrió así y tuvo que quedarse en Alemania. Fue profesor y
confesor. Le agradaba mucho confesar.
En 1912 es nombrado director espiritual del Seminario Menor en Schoenstatt. En el
Seminario Menor, cuando él comenzó, la situación no era muy fácil. Los estudiantes sufren un
reglamento muy estricto. Todo estaba reglamentado, hasta los más pequeños detalles de su vida.
Comenzó una tensión muy fuerte entre estudiantes y profesores. “Queremos la libertad de la
que gozaron nuestros padres o mayores” “una casa donde no hay alegría hay que cerrarla”
escribían en las pizarras. Había mucha tensión.
Al llegar al Seminario tiene el P. K. que captar a estos chicos que están en crisis. Se mostrará
con ellos como un maestro en ganarse su confianza. El 27 de Octubre de 1912 les da una
homilía, la llamada acta de prefundación. Se pone enteramente a la disposición e los chicos
con todo lo que es y tiene, con su saber y su ignorancia, con su poder y su impotencia, pero
sobre todo, les pertenece su corazón. Les dice que espera que se entiendan bien y que harán todo
lo posible para alcanzar el fin común que se han propuesto. ¿Cuál es ese fin? Les responde
claramente: “Bajo la protección de María, queremos aprender a educarnos a nosotros
mismos, para llegar a ser personalidades firmes, libres y sacerdotales. Queremos aprender,
por tanto, no sólo vosotros, sino también yo.”
El programa no era “yo” voy a educarles, sino, “queremos aprender a educarnos”. Sienten los
jóvenes en él esa solidaridad, esa actitud de entrega plena y entienden que él ha captado
plenamente su anhelo de libertad.
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Su estilo de dar clases era muy novedoso. Los chicos participaban casi más que el mismo Padre,
porque era la forma de que ellos llegaran a descubrir las cosas. Ellos se van entusiasmando con
esta libertad. Entienden que ser libres no significa ser rebeldes. Les hace ver que entre libertad y
obediencia no hay oposición. El hombre libre es el que sabe obedecer libremente, el que sabe
por qué obedece, por qué hace las cosas. Y por eso la necesidad acuciante de formar
personalidades libres.
El hombre libre: Es el que se posee a sí mismo, el que sabe por qué actúa. Por eso es libre
cuando obedece, porque hace suyo el reglamento, ven en él la voluntad de Dios. Aprovecha las
cosas que no le gustan, las pruebas para desarrollar su carácter. No las toma como algo
impuesto, sino como algo que él es capaz de aceptar. El P. K. les explica el verdadero sentido de
la libertad.
“El hombre masa es el que hace lo que todos hacen porque todos lo hacen”.
El hombre nuevo en la nueva comunidad está profundamente animados de espíritu, viven
del interior hacia fuera. Por eso se dedicó, en primer lugar, a cambiar el espíritu, convencido de
que si crece y se fortalece el espíritu, por sí solo se impondrá y cambiará las formas que lo
contrarían.
Un gran salto de fe: 18- Octubre- 1914
Es el caso preclaro de la fidelidad del P. K. al plan de Dios. Trata de ser fiel al Dios de la
historia y se convierte en un hombre creador de historia. El hombre filial es el que se esfuerza
por conocer el plan de Dios, por abrirse a él.
Elementos que influyen:
1.Al experimentar en él mismo los problemas del hombre actual, su crisis, ha conocido
cuáles son los rasgos del hombre nuevo. Descubre entonces la misión en su vida de educar al
hombre nuevo en la nueva comunidad.
2.Procura saber lo que Dios le pide a través de la historia de la Comunidad que le rodea. En
1914 entiende que el desarrollo de los jóvenes ha sido tan hondo y auténtico, que Dios quiere
algo grande de ellos.
3. Le faltaba una señal más concreta. A mediados de 1914 sentía que, con sus jóvenes de la
congregación mariana, debía dar pasos en la línea del hombre nuevo en la nueva comunidad. Le
ofrecen la capillita abandonada como regalo para la congregación.
El Dios de la historia habla a través de la guerra mundial que acaba de comenzar. La guerra es
una clara voz del tiempo. Su sueño de un hombre nuevo en una comunidad nueva parece que
Dios quiere que lo emprenda con ese grupo de chicos.
Se empeñó así en la formación de un hombre nuevo en una época muy difícil que fuera capaz de
resistir las exigencias de la historia. Sabe que si los jóvenes que van a partir a la guerra no se
forman adecuadamente no van a resistir las trincheras.
Llega a la convicción de que Dios quiere que sellen una Alianza de Amor con la Virgen María
en su capillita. “Aceleración de nuestra santificación y conversión de esta capillita en un lugar
de gracias”.
La secreta idea predilecta: “S. Pedro, después de haber contemplado la gloria de Dios en el
Tabor, exclamó arrebatado: “ ¡Qué bien estamos aquí! ¡Hagamos aquí tres tiendas!”. (...) Me he
preguntado muy a menudo: ¿Acaso no sería posible que la Capillita de nuestra congregación al
mismo tiempo llegue a ser nuestro Tabor, donde se manifiesta la gloria de María? Sin duda
alguna no podríamos realizar una acción apostólica más grande, ni dejar a nuestros sucesores
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una herencia más preciosa que inducir a nuestra Señora y Soberana a que erija aquí su trono de
manera especial, que reparta sus tesoros y obre milagros de gracia. Sospecharán lo que
pretendo: quisiera convertir este lugar en un lugar de peregrinación, en un lugar de gracia
para nuestra casa y toda la Provincia alemana y quizás más allá.” (Acta de Fundación.
18.Octubre.1914)
Hoy en día no se trata de ser soldados, pero sí de transformar la sociedad en la que vivimos,
forjar un nuevo orden social en nuestro mundo. Esos jóvenes querían plasmar un mundo
nuevo. Todos los pueblos a los cuales llegara el acta de fundación, deberían hacer suyas esas
palabras actualizándolas en el contexto en el que viven.
8. VIDA DE S. IGNACIO DE LOYOLA
Nació en 1491, en el castillo de Loyola en Azpeitia, población de Guipúzcoa. Iñigo luchó contra
los franceses en el norte de Castilla. Pero su breve carrera militar terminó abruptamente el 20 de
mayo de 1521, cuando una bala de cañón le rompió la pierna, durante la lucha en defensa del
castillo Pamplona. Después de que Iñigo fue herido, la guarnición española capituló.
Los franceses no abusaron de la victoria y enviaron al herido en una litera al castillo de Loyola
(su hogar). Como los huesos de la pierna soldaron mal, los médicos consideraron necesario
quebrarlos nuevamente. Iñigo se decidió a favor de la operación y la soportó estoicamente ya
que anhelaba regresar a sus anteriores andanzas a todo costo. Pero, como consecuencia, tuvo un
fuerte ataque de fiebre con tales complicaciones que los médicos pensaron que el enfermo
moriría antes del amanecer de la fiesta de San Pedro y San Pablo. Sin embargo empezó a
mejorar, aunque la convalecencia duró varios meses. No obstante, la operación de la rodilla rota
presentaba todavía una deformidad. Iñigo insistió en que los cirujanos cortasen la protuberancia
y, pese a que éstos le advirtieron que la operación sería muy dolorosa, no quiso que le atasen ni
le sostuviesen y soportó la despiadada carnicería sin una queja. Para evitar que la pierna derecha
se acortase demasiado, Iñigo permaneció varios días con ella estirada mediante unas pesas. Con
tales métodos, nada tiene de extraño que haya quedado cojo para el resto de su vida.
Con el objeto de distraerse durante la convalecencia, Iñigo pidió algunos libros de caballería
(aventuras de caballeros en la guerra). Pero lo único que se encontró en el castillo de Loyola fue
una historia de Cristo y un volumen vidas de santos. Iñigo los comenzó a leer para pasar el
tiempo, pero poco a poco empezó a interesarse tanto que pasaba días enteros dedicado a la
lectura. Y se decía: "Si esos hombres estaban hechos del mismo barro que yo, bien yo
puedo hacer lo que ellos hicieron".
Le visita la Virgen; purificación en Manresa: Una noche, se le apareció la Madre de Dios,
rodeada de luz y llevando en los brazos a Su Hijo. La visión consoló profundamente a Ignacio.
Al terminar la convalecencia, hizo una peregrinación al santuario de Nuestra Señora de
Montserrat, donde decidió llevar vida de penitente. Su propósito era llegar a Tierra Santa y para
ello debía embarcarse en Barcelona que está muy cerca de Montserrat. La ciudad se encontraba
cerrada por miedo a la peste que azotaba la región. Así tuvo que esperar en el pueblecito de
Manresa, no lejos de Barcelona y a tres leguas de Montserrat. El Señor tenía otros designios
más urgentes para Ignacio en ese momento de su vida. Lo quería llevar a la profundidad de la
entrega en oración y total pobreza. Para orar y hacer penitencia, se retiraba a una cueva de los
alrededores. Así vivió durante casi un año.
A las consolaciones de los primeros tiempos sucedió un período de aridez espiritual; En esa
época, Ignacio empezó a anotar algunas experiencias que iban a servirle para el libro de los
"Ejercicios Espirituales". Finalmente, el santo salió de aquella noche oscura y el más profundo
gozo espiritual sucedió a la tristeza. Aquella experiencia dio a Ignacio una habilidad singular
para ayudar a los escrupulosos y un gran discernimiento en materia de dirección espiritual.
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Estudios en París: Los dos primeros años los dedicó a perfeccionarse en el latín, por su cuenta.
Durante el verano iba a Flandes y aun a Inglaterra a pedir limosna a los comerciantes españoles
establecidos en esas regiones. Con esa ayuda y la de sus amigos de Barcelona, podía estudiar
durante el año. Pasó tres años y medio en el Colegio de Santa Bárbara, dedicado a la filosofía.
En 1534, a los cuarenta y tres años de edad, Ignacio obtuvo el título de maestro en artes de la
Universidad de París.
El Señor le da compañeros: Las palabras fervorosas de Ignacio, llenas del Espíritu Santo,
abrió los corazones de algunos compañeros. Por aquella época, se unieron a Ignacio otros seis
estudiantes de teología: Pedro Fabro, que era sacerdote de saboya; Francisco Javier, un navarro;
Laínez y Salmerón, que brillaban mucho en los estudios; Simón Rodríguez, originario de
Portugal y Nicolás Bobadilla. La ceremonia tuvo lugar en una capilla de Montmartre, donde
todos recibieron la comunión de manos de Pedro Fabro, quien acababa de ordenarse sacerdote.
Ignacio mantuvo entre sus compañeros el fervor, mediante frecuentes conversaciones
espirituales y la adopción de una sencilla regla de vida.
Bendición del Papa; aparición del Señor: Dos años más tarde, se reunió con sus compañeros
en Venecia. Pero la guerra entre venecianos y turcos les impidió embarcarse hacia Palestina.
Los compañeros de Ignacio, que eran ya diez, se trasladaron a Roma; Paulo III los recibió muy
bien y concedió a los que todavía no eran sacerdotes el privilegio de recibir las órdenes sagradas
de manos de cualquier obispo. Después de la ordenación, se retiraron a una casa de las cercanías
de Venecia a fin de prepararse para los ministerios apostólicos.
La Compañía de Jesús Ignacio y sus compañeros decidieron formar una congregación
religiosa para perpetuar su obra. A los votos de pobreza y castidad debía añadirse el de
obediencia para imitar más de cerca al Hijo de Dios, que se hizo obediente hasta la muerte.
9. VIDA DE FRANZ REINISCH
Francisco Reinisch nació el 1/2/1903 en Feldkirch­Levis (Austria). En 1923 se decide por el
sacerdocio. Es ordenado el 20/06/'28. El 3/11/'28 ingresa en la comunidad de los palotinos en
Austria. Entra en contacto con Schoenstatt que responde a los anhelos de su corazón y le ayuda
a descubrir su ideal personal: "¡Como un apóstol que arde de amor por Schoenstatt, vivir y
morir!" En 1938 pasa a trabajar en estrecha colaboración con el P. Kentenich y se dedica a
asesor a las ramas de hombres.
Predica valiente y claramente contra el régimen nacional­socialista de Hitler, razón por la cual
recibe de la Gestapo, el 12 de septiembre de 1940, la prohibición de predicar en toda Alemania.
El 1/03/'41 es llamado a filas para ser reclutado en la 3ª compañía de reserva sanitaria 13 en Bad
Kissingen. Acude conscientemente un día después del plazo y se niega a ser soldado por lo cual
es arrestado y conducido ante el tribunal militar de Berlin­Tegel acusado de negarse a prestar el
juramento de fidelidad y de desmoralizar a la nación con su ejemplo. Es condenado a muerte y
decapitado el 21 de agosto de 1942.
Radicalidad de su personalidad
El P. Reinisch se esforzó por vivir y encarnar en su vida los más altos ideales de la forma más
radical posible. Esto le llevó en su vida a renunciar a muchas comodidades y tomar opciones y
decisiones de vida que le llevaron "contra­corriente". Su heroísmo fue la lealtad con la que se
mantuvo a lo que el creía a pesar de todas las dificultades y de su propia debilidad .
Amor a la Mater y a Cristo
El amor a María lo recibió de sus padres desde niño. En su época de estudiante participó en
varias congregaciones marianas, una de las cuales tenía un lema que Franz Reinisch reformuló
como: "Inconmovible como las montañas de nuestra Patria es nuestra fe en Cristo y en
María". Pero fue el encuentro con Schoenstatt y su espiritualidad lo que culminó su búsqueda
y lo maduró interiormente. Fue el gran amor de su vida que lo llevó a tomar su gran decisión.
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Coherencia de vida frente a las corrientes de la época.
El P. Reinisch se caracterizó también por una continua confrontación con las corrientes de su
época. Procuraba no ser indiferente a nada de lo que ocurría a su alrededor y trataba de
descubrir la voluntad de Dios y sus exigencias en los acontecimientos de su época. Desde el
comienzo descubrió la gran mentira del Nacional Socialismo de Hitler; no dudó en advertir en
sus prédicas y conferencias del peligro que encerraba y de alentar a los suyos para que se
fortaleciesen en la oración para no sucumbir ante los desafíos del tiempo. Una muestra de su
radicalidad y de la lealtad a lo que se esforzó por vivir y predicar, es la aclaración que remite al
Tribunal Militar, el 7 de julio de 1942 , una vez conocida su condena a muerte por "desmoralizar
a las fuerzas armadas". También aquí se confirma a través de un "no" su actitud interior y su
lealtad heroica a su conciencia.
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