Reflexiones cotidianas de un Ángel - Producciones Cr3ativas Imagine

© Luis Ángel Álvarez Flores
© Dibujos: Mª Isabel Abete, Itziar Etxebarria y Nekane Martín
© Ediciones Beta III Milenio, S.L.
Ramón y Cajal, 35. 48014 Bilbao
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Printed in Spain

2
Luis Ángel Álvarez
Reflexiones cotidianas de un Ángel
edicionesbeta

LUIS ÁNGEL ÁLVAREZ nació en Bilbao en 1962. De carácter
afable e inquieto se educó influido por múltiples lecturas filosóficas,
que forjaron un adulto reflexivo e inconformista con el modo en que
el hombre aplica en su existencia los valores morales.
Es Educador de Disminuidos Psíquicos y diplomado en Masaje
Terapéutico. Ha trabajado para el Departamento de Bienestar Social
de la Diputación Foral de Álava (1985) y en Vizcaya (desde 1988).
Interesado por el campo de la Educación Especial desarrolló con
éxito un proyecto de investigación titulado Las terapias corporales
como tratamiento, en relación con el comportamiento hiperactivo en
personas afectadas por graves retrasos evolutivos.
El autor es un apasionado del mundo de las letras y ha colaborado
en varias publicaciones. Entre otras, en la revista Miscelánea y en las
antologías: Chrónicas de Fábulas e Dezires del taller de escritura
creativa Alfa y en 60 relatos de Ediciones Beta. También ha
prologado los libros Reflexiones en torno a la idea de solidaridad de
Amir Tasalaf y Romancero de la vida de Juan Santamaría.
Fue promotor y jurado del Primer Premio de Poesía Juan Gerekiz
(Bilbao 2002).
En la actualidad es miembro de la junta directiva de la Editorial
Artística Gerekiz.
Es el creador y director de la revista cultural zureARTE, antes El
club de los poetas y artistas varios, publicada en Bizkaia desde 2003
con la intención de fomentar la cultura y el arte vasco, así como a los
autores noveles. Estudioso del género literario breve (textos
sentenciosos), ha participado igualmente en otro libro titulado
Antología de pensamiento (Editorial Beta, Bilbao, 2003) y ganado
diversos certámenes literarios.
Diplomado en la Escuela de Cine de Bilbao (IMVAL), se formó
en otras materias relacionadas con el campo audiovisual, como por
ejemplo dirección de actores. En la actualidad, su formación es
continuada, realizando multitud de cursos y seminarios en diversos
centros, como, entre otros, Kinema (Escuela de cine de Bilbao) o
Artebi (Escuela de Música, Artes Escénicas y Visuales de Bilbao).
También ha participado en diversas interpretaciones, escrito guiones
y dirigido spots publicitarios de sus libros, etc.
Junto a sus compañeros del grupo audiovisual sin ánimo de lucro
Producciones Cr3ativas Imagine, realizó en 2004, para emitir en
Telebilbao (TV local), 300 reflexiones (imagen y audio de frases
inspiradas en la realidad de la vida que sintetizan un conocimiento).
3

Asimismo, en 2006 crearon el programa de TV “Ecos de
igualdad”, una novedosa e interesante producción de 11 semanas y,
en 2007, “Compromiso de igualdad”, una crónica social de dos
minutos de duración para proyectar en salas de cine. Ambos,
dirigidos a promocionar la igualdad entre mujeres y hombres. Desde
2008 hasta la fecha, nuevas reflexiones (spots) referente a la
igualdad han sido y son emitidas en cines.
Tras cursar un Master de guion en Madrid, y asesorado por
Ramón Aguyé (guionista y exdirector de guiones para TVE, Antena
3, la RAI, Tele 5…), ha preparado diferentes guiones, de creación
propia, para su posterior dirección junto a su equipo Producciones
Cr3ativas Imagine. En la actualidad, una vez terminado de escribir
un guión literario de temática social, se encuentra emprendiendo los
preparativos necesarios para intentar realizar una película, de la que
espera sea su ópera prima.
4

Este libro está dedicado a quienes
se esfuerzan por atisbar en sus corazones
las estrellas de la superación personal y
del entendimiento, para que la sabiduría
brille y colme sus vidas de felicidad.
5

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Luis Ángel Álvarez
Reflexiones cotidianas de un Ángel
edicionesbeta

Agradecimientos
El mérito de escribir un libro no corresponde únicamente al
escritor. Una variada gama de circunstancias deben concurrir de
modo favorable para que una idea pueda plasmarse.
En primer lugar, deseo expresar mi profundo agradecimiento a
las personas que, desde mi más tierna infancia hasta hoy en día,
contribuyeron con sus palabras, consejos y enseñanzas, a forjar un
carácter abierto a la verdad y a la concordia.
En segundo lugar, quisiera rendir homenaje a la memoria de
esos insignes pensadores y emblemáticos seres humanos que
ejercieron en mí una poderosa influencia con su peculiar modo de
entender el mundo. A modo de ejemplo citaré entre otros a Confucio
(551-479 a J.C.); Lucio Anneo Séneca (4 a J.C.–65); François VI:
Duque de La Rochefoucauld (1613–1689); Khalil Gibran (1883–
1931).
Mi agradecimiento igualmente a la vida, la auténtica fuente de
inspiración. Como dijo Blaise Pascal: “Todas las buenas máximas
están en el mundo; sólo hace falta aplicarlas”.
Asimismo quiero brindar una afectuosa gratitud a mi familia,
por respaldar mis inquietudes.
También a esas manos amigas que con su comprensión y apoyo
me infundieron ánimo y valor para mantenerme fiel a mi sueño:
A Ramiro Calle, pionero de la enseñanza del yoga en España,
reconocido escritor y profundo conocedor de la sabiduría oriental,
por su prólogo.
Al Querubín Azucena Vega –autora del libro Extranjeros en
Bilbao– por su presentación.
Al Ángel Jesús López por su generosa paciencia en la lectura
del texto cuando aún era un manuscrito y, sobre todo, por su
entrañable amistad.
7

A Ana Mª Moyano, otro Ángel celestial, que alentó con su
incondicional sentimiento a cristalizar una ilusión.
A Manu Molina, un destacado escritor y excelente persona
(autor del Diccionario práctico de FIGURAS RETÓRICAS y otros
términos literarios) por su desinteresado esfuerzo para agrupar los
juegos dialécticos.
A las notables pintoras que han representado a la perfección los
dibujos angelicales: Mª Isabel Abete, Itziar Etxeberria y Nekane
Martín.
A quienes con su imagen inspiraron las ilustraciones del libro:
Jesús López, Ana Mª Moyano, Azucena Vega y a los niños Aerin
Hernández, Gaizka Pérez, Naroa Pérez, Oihane Pérez y Arkaitz
Temprano.
A los que a petición mía aportaron una semilla de sabiduría para
que pudieran inmortalizarse: Jesús López (nº 472), José Luis Maudo
(nº 486), Ana Mª Moyano (nº 86), Damián Santos (nº 386) y
Azucena Vega (nº 488).
A los Ángeles por su encomiable trabajo.
Además, pusieron su granito de arena algunos demonios que no
confiaron en el proyecto: gracias a su escepticismo incrementaron mi
fe en la valía de los textos.
Y si me he olvidado de alguien, ruego me disculpe, pues mi
intención no era excluir a nadie.
Por último doy gracias a Dios por ser la única luz. Sin su
colaboración nunca hubiera sido posible concebir, con infinita
entrega, una obra de semejante calado.
8

ÍNDICE
PRÓLOGO ............................................................. 11
PRESENTACIÓN................................................... 13
INTRODUCCIÓN .................................................. 15
REFLEXIONES (nº 1–400)..................................... 19
JUEGOS DIALÉCTICOS (nº 401–500) .................. 85
PARÁBOLAS (nº 501–535).................................... 113
El viaje........................................................... 114
Juventud y Vejez............................................ 115
Signos gráficos............................................... 116
La disputa ...................................................... 117
La gallina y el loro ......................................... 118
El negocio ...................................................... 119
Una respuesta ingeniosa ................................. 120
Dolor y Placer ................................................ 120
El rabino ........................................................ 121
El pasado, el presente y el futuro.................... 122
Las dos fuentes............................................... 123
Una decisión .................................................. 123
El demente ..................................................... 124
Delitos ........................................................... 124
El origen de la vida ........................................ 125
Alegría y Felicidad......................................... 126
9

10
El consejo ...................................................... 127
Un hombre veloz............................................ 127
Los tres bienes ............................................... 128
El fin del mundo............................................. 129
Nada en común .............................................. 130
El trance final................................................. 131
El desconocido............................................... 131
Equilibrio ....................................................... 132
Verdad y Versión ........................................... 133
El cielo y el infierno....................................... 134
El amor .......................................................... 134
El país del engaño .......................................... 135
Religiones ...................................................... 137
Necesidades básicas ....................................... 138
Las moscas..................................................... 139
Un día más de vida......................................... 139
El rey y el tiempo ........................................... 140
El sastre ......................................................... 141
La ráfaga de viento y la piedra........................ 142
CLASIFICACIÓN TEMÁTICA DE LAS REFLEXIONES.... 145
SOLUCIÓN DE LOS JUEGOS DIALÉCTICOS................. 153
(nº 492–500)

PRÓLOGO
Toda persona con inquietudes busca la Sabiduría, como quiera
que a ésta se le denomine. La Sabiduría no es conocimiento y cada
persona tiene que despertar su propia Sabiduría. Ningún ser humano
puede dar Sabiduría a otro ser humano. Nos podemos pasar la
información y el conocimiento, pero no la Sabiduría. El
conocimiento y la erudición no nos transforman, pero la Sabiduría sí.
La Sabiduría alcanza a la mente y al corazón. No está en la imagen
ni en el yo social ni en las apariencias, sino en la naturaleza real que
subyace en uno mismo como simiente que hay que ir desplegando.
Cuando se desarrolla nos reporta lucidez de mente y ternura de
corazón. También comprensión profunda, sosiego y una actitud de
veras cooperante con nosotros mismos y con los demás.
Agradecidos, tenemos que dar la más sentida y entusiasta
bienvenida a todo aquello que nos estimule y motive para desarrollar
nuestra simiente de sabiduría, cultivándola con esmero y tenacidad.
Todas las enseñanzas que colaboren a ello nos serán de ayuda y nos
inspirarán para no desfallecer ni desmayar. Por esta razón, desde
tiempos inmemoriales, se han ido perpetuando enseñanzas
espirituales que a menudo se han ido vertiendo como reflexiones,
símiles, narraciones y cuentos de marcado tinte ético o metafísico.
No es necesario ser un maestro realizado para exponer y compartir
reflexiones que puedan suscitar las energías más constructivas y
creativas de nosotros mismos y ayudarnos en la transformación
interior; precisamente los maestros realizados casi nunca han vertido
sus enseñanzas en caracteres escritos.
11

Luis Ángel Álvarez, el autor de esta obra, me solicitó que la
prologase. Siempre he considerado, como ya otros autores dijeran,
que prologar una obra es un deber de convivencia social, pero yo
también diría que es una labor que todo autor debería hacer si otro
autor se lo pide, aunque sólo sea por un sentimiento de
compañerismo. Por este motivo no dudé en aceptar la tarea
encomendada y empecé a leer y releer algunos de los textos que me
había enviado Luis Ángel Álvarez. Los he encontrado interesantes y
sugestivos, en especial lo que él denomina “reflexiones” y que son
aforismos o sentencias breves que señalan más allá de lo aparente e
invitan no sólo a la reflexión, sino a la auto-observación y al autoconocimiento.
Tienen estos aforismos también mucho de enseñanza
psicológica, pero no de psicología académica, sino de ésa que es de
la realización de sí y se orienta hacia la transformación interior.
Tanto las Reflexiones como los Juegos Literarios que incluye el
autor en esta obra, sugieren... y nada hay precisamente tan sugerente
como que nos sugieran sin impositivismos ni dogmatismos. Estoy
seguro de que el lector los leerá, y reflexionará sobre las reflexiones,
con interés. En cuanto a las narraciones y cuentos, yo he sido el
primero en dedicar muchos años de mi vida a recogerlas en Oriente y
darlas a conocer al occidental en numerosas obras al respecto. ¿Por
qué? Porque el cuento breve, saturado de sentido y con un trasfondo
místico o metafísico, siempre es un método o clave para poder mirar
más allá del barniz de los fenómenos y poder captar su esencia.
Nunca han dejado de utilizarse los cuentos y narraciones como
“soportes” para avivar el entendimiento o esmaltar el espíritu de
sosiego y plenitud.
Le deseo a Luis Ángel Álvarez que esta obra, en la que ha
puesto tanta ilusión y entusiasmo, le obsequie con todo lo que él de
la misma ha esperado y también pueda hacer las delicias del autor
sensibilizado hacia el tipo de literatura que brota de corazón a
corazón y de yo a yo, superando las burdas barreras del ego y
despertando el sentimiento de unidad.
12
Ramiro Calle
Escritor y Director del Centro de Yoga y Orientalismo
“SHADADK”

PRESENTACIÓN
ÁLVAREZ SUSURRA VERDADES A LA OREJA DEL
VIENTO
Trabajado con la paciencia y el mimo propios de un artesano,
Reflexiones cotidianas de un Ángel es un compendio de los
pensamientos y las sensaciones atesoradas por el autor en el baúl de
su retina y filtrados por su atenta mirada y exquisita sensibilidad.
Luis Ángel Álvarez Flores elige el difícil género del aforismo
para compartir su singular visión de un mundo –a juzgar por sus
escritos– plagado de prejuicios y superficialidad, cuando no de
cinismo.
Y si bien la profundidad de sus reflexiones puede hacernos
pensar que nos encontramos ante un filósofo, el libro se completa
con juegos dialécticos y parábolas que revelan al autor como un
mago. Un mago, casi un Ángel, que susurra sus certezas a la oreja
del viento con la intención esperanzada de que iluminen nuestra
cotidianidad.
El libro –cuidado en todos sus detalles– resulta hermoso, si bien
su más genuino valor consiste en transmitir a los lectores aquellas
verdades que el escritor considera irrefutables. El tono es lúcido e
irónico y aunque en esta obra se muestra contenido anuncia el
potencial agridulce que tal vez el autor se decida en un futuro a
desplegar.
Este es el primer libro de Álvarez al que sin duda seguirán otros
ya que su tesón y minuciosidad cuajarán, más pronto que tarde,
proyectos creativos de envergadura que el lector –el lector siempre–
y el tiempo serán los únicos encargados de juzgar.
Azucena Vega Amuchástegui
Periodista y Escritora
Bilbao
13

14
Luis Ángel Álvarez
Reflexiones cotidianas de un Ángel
edicionesbeta

INTRODUCCIÓN
Reflexiones cotidianas de un Ángel pertenece al género de la
literatura espiritual, y nace como medio de afrontar la grave crisis de
valores y principios morales que aqueja al ser humano.
Para no ser manejado por la insaciable obsesión, el raciocinio
difuso y las situaciones imaginarias se requiere, además de adoptar
una actitud positiva, reflexionar con serenidad al desbrozar una idea.
Desarrollando esta apasionada actividad, la vida ofrece
inagotables alternativas para el hombre. Únicamente ha de buscar en
su interior para hallar respuesta a sus preguntas y obrar de modo
acertado. Por tanto, sabiduría y felicidad viajan juntas en esta
trepidante aventura de vivir.
Pero ¿qué se entiende por reflexión? Son frases que inspiradas
en la realidad de la vida, sintetizan un conocimiento. Para que
revelen una enriquecedora enseñanza deben ser consideradas
pacientemente y con esmero a través del filtro de la razón, y su
esencia diseccionada por el bisturí de la verdad.
Las reflexiones más genuinas son las que, alentadas por el
corazón, se testimonian con hechos; comenzando por aquel que las
refiere o suscribe y a continuación por quien las escucha o lee.
Para extraer el máximo beneficio se recomienda una lectura
pausada, prestando atención a cada detalle, puesto que transmiten un
sensato mensaje (en ocasiones acompañado de otro subliminal).
Reflexiones cotidianas de un Ángel consta de quinientos treinta
y cinco razonamientos inéditos donde se abordan –con sensibilidad y
de forma amena– variados temas y cuestiones de la vida diaria que
pasan inadvertidas para el hombre, que indican su incorrecto
proceder o causan dolor.
15

El libro se estructura en tres partes: la primera está compuesta
por cuatrocientas reflexiones y se presentan a modo de máximas y
aforismos (breves sentencias y preceptos: morales, doctrinales, etc.).
Cien juegos dialécticos, que no abandonan el carácter reflexivo
componen la segunda parte. En un tono distendido, un Ángel
transforma la realidad en fantasía al dotar a las palabras de múltiples
y mágicas formas de expresión. Por último, treinta y cinco parábolas
(narraciones de historias ficticias que reportan una enseñanza moral)
completan el volumen, que es redactado sin orden cronológico ni
temático, salvo en el caso de los juegos dialécticos (que se
encuentran agrupados por figuras retóricas).
La obra se ampara en los Ángeles, seres superiores y
mensajeros de amor incondicional, como verdaderos artífices de la
salvación del género humano. Mediante los cuerpos celestes se
pretende despertar la consciencia de los mortales sin descuidar dos
admirables virtudes: la verdad y la justicia.
Ambas nunca serán absolutas, por tal razón el estudioso no ha
de sentirse necesariamente identificado con la manera de pensar del
autor. Cada cual evaluará las reflexiones con un matiz personal y le
imprimirá su particular interpretación. En lo que a mí respecta me
empuja la recta intención de expresar mis pensamientos.
La filosofía mística que sugiere cada línea, fruto de la
observación y del estudio, cultivará el espíritu del lector aportándole
infinita riqueza en el camino hacia su evolución.
16

Cuando concluyas su lectura pregúntate en que apartado te
encuentras de los que detalla Meng-tsé (Confucio): “Las enseñanzas
del noble a unos les convierten del mal al bien, de un modo
semejante a como la lluvia hace germinar las semillas; a otros les
aumentan las virtudes que ya poseían en cierto grado; a otros les
ayudan a despertar sus facultades naturales; a un cuarto grupo de
hombres les ilustran aclarando sus dudas; finalmente a otros les
impulsan a la práctica del bien por el solo deseo de igualar su
nobleza”.
Albergo la esperanza de que esta publicación trascienda
positivamente en el mundo, y ayude a que sus habitantes se
conozcan mejor, superen las adversidades –para elevar su
existencia–, armonicen su relación con el prójimo, y sean felices.
¡Qué el Ángel de la guarda siempre os guíe y vele por vosotros!
17

18
Luis Ángel Álvarez
Reflexiones cotidianas de un Ángel
edicionesbeta

REFLEXIONES
Los Ángeles son energía positiva, mensajeros del Ministerio de
Dios. Su misión consiste en proteger y arrojar luz a la humanidad.
19

1
Antes de abordar una intención, reflexiona para actuar de modo
favorable. Una vez culminada, reflexiona de nuevo para beneficiarte
con su enseñanza.
2
El sol nunca resplandece en los corazones eclipsados.
3
Si consultas con tu espejo, procura no dejarte cegar por el Ego.
Mientras que éste distorsiona con frecuencia tu imagen, aquel
siempre refleja su sinceridad diciendo las cosas a la cara.
4
En los momentos favorables, ¡actúa con prudencia!; en las
situaciones difíciles ¡extrema tu prudencia!
5
Burla la ley de tus hábitos y serás libre.
6
Quien reparte, entrega; quien comparte, se entrega.
7
En todo propósito, como en toda siembra, se encuentra implícita la
esperanza.
20

8
Cuando se desata la polémica entre dos personas casi siempre se
finge el verdadero propósito. El fin no es descubrir la verdad ni
dirimir sus diferencias, sino atribuirse la razón, no doblegarse ante su
propio orgullo y evitar sentirse avergonzado.
9
¿Qué beneficio te puede reportar conocer el extenso mundo si no
tratas de descubrir además el inexplorado terreno de tu interior?
10
Expresa con libertad tus comentarios, pero ahórrate los de naturaleza
despectiva.
11
No taches de estúpida a una persona por ser más distinguida o de
más valía que tú. Sólo evidenciará tal defecto por estar convencida
de ello. Si, en cambio, ocurriera el primer supuesto, el estúpido
serías tú.
12
Habla justo lo necesario y no te pondrás en evidencia; no omitas más
de lo que proceda expresar si deseas merecer tu propio respeto;
escucha con paciencia para adquirir sabiduría y dispensar amabilidad
al prójimo.
13
Si recibes una crítica desacertada, no te enojes innecesariamente
pues eres consciente del error. Si por el contrario es atinada,
tampoco te disgustes: desde ese preciso momento tus ojos han
vislumbrado en la oscuridad tu inadvertida equivocación.
14
La enseñanza es un derecho inalienable del hombre; el aprendizaje,
un privilegio exclusivo de las personas comprometidas.
21

15
Dejarse arrastrar por un mero perjuicio, te precipita inevitablemente
al abismo de los prejuicios.
16
El suicida peca de impaciente, por eso paga con la vida su
precipitación.
17
En una discusión ambas partes piensan que el motivo de su proceder
es la defensa de su verdad, mientras que la causa que impulsa a su
oponente sólo puede ser, la defensa de sus equivocaciones.
18
El rumor de una caracola nos deleita con el vaivén del mar, el
resplandor de las estrellas nos anuncia un espléndido día, las rectas
acciones de un ser humano nos descubren su grandiosidad.
19
El esfuerzo y la paciencia son un pedregoso y largo sendero que con
frecuencia conducen hacia la felicidad.
20
Si late un ideal en tu corazón, asegúrate de que no sea indigno ni
descabellado. A renglón seguido, trata de que tus actos se muestren
coherentes con tus pensamientos. Recuerda que al entregarte a él, lo
importante no es ser tenaz, sino honesto. Por último, mantente firme
y fiel a sus preceptos pese a que sea utópico o fracases. De este
modo, aunque no llegues raudo a sus posesiones, sin duda lo harás
lejos.
21
Puedes tener la certeza de que aquella persona que a otra censure en
tu presencia, también en tu ausencia lo hará. ¿Sabes de quién?
22

22
El mayor impedimento que debe franquear el hombre para superarse,
es uno mismo.
23
Si una persona presuntuosa resulta impertinente, ¿qué adjetivos
podrían asignarse a un individuo que obra de igual modo careciendo
de condiciones para tan vulgar cometido?
24
El deudor no comprometerá su reputación mientras no se convierta
en moroso. Si así lo hiciera, el pago de la deuda sería insuficiente
para restituir el honor desmoronado.
25
No valores al prójimo por los atributos que Dios le ha asignado;
nunca lo hagas por su prestigio, hacienda o suerte. Únicamente debe
prevalecer de la persona su integridad.
Tampoco enjuicies a nadie por su pasado ni por las habladurías que
escuches. Fundamenta tu criterio en la experiencia que has extraído
del trato que te dispensó.
26
Si en tus disputas te sientes airado, nunca podrás salir de ellas airoso.
27
Desconozco a que obedece la idea de que los genios sean
considerados personas despistadas. Ellos se hallan abstraídos en las
cosas trascendentes de la vida, mientras la generalidad de los
hombres corrientes únicamente prestan su atención a lo irrelevante.
28
Confesar un secreto puede ser una prueba de confianza, pero
también un defecto de quien es incapaz de proteger una información.
23

Al desvelar un secreto, la indiscreción te deja desnudo y
desamparado: si es personal, destapa las prendas que preservan tu
intimidad; si hace referencia al prójimo, te despoja del atuendo que
abriga tu prestigio.
29
Me tachan de mal amigo por irrumpir en la estancia de aquellos a
quienes amo en su patética desdicha, y abstenerme de turbar la paz
de su hogar, cuando la felicidad les embarga. Si, por el contrario, la
desgracia se ceba conmigo, me inclino por no importunar. Sólo si mi
humilde morada rebosa alegría, me presto raudo a compartir con
ellos mi alborozo.
30
Si ocurriera que un buen amigo alabara tus acreditadas cualidades
colmándote de vanidad, y un enardecido enemigo te censurara
acertadamente posibilitando de esta forma un mejor conocimiento de
ti, ¿a quién de ellos acogerías en tu hogar?
Ahora bien, ¿qué aceptarías de mejor grado, la censura de tus
amigos, o las alabanzas de tus enemigos?
31
Quien te ha fallado en un aspecto de tu vida no sólo podría reincidir
en tal insolencia, sino en las más variadas circunstancias.
32
Un uso adecuado del dinero para sanear la economía y vivir
dignamente sería: ahorrar en previsión de repentinas necesidades (sin
dejarse dominar por la ridícula tacañería) y disfrutar de él sin caer en
el derroche.
33
Se distorsiona la verdad si se atestigua preso de la emoción.
24

34
De igual modo que las ideas establecidas no son siempre correctas,
todos los planteamientos lógicos no son verdad y la mayoría no
necesariamente se halla en posesión de la razón. Tampoco quien se
pronuncia con más rotundidad ni quien dice la última palabra o grita
más. Asimismo, la ley no es siempre legítima, ni la bondad justa. Ni
lo permitido es en todo momento aceptable, ni lo habitual lo mejor.
Aquello que se considera agradable no es en todas las ocasiones
adecuado, ni malo lo que no es de tu gusto. La razón no debe
atribuirse por regla general a quien posee más experiencia: nadie
será más sabio que otro si no ha extraído una fructífera enseñanza
que lo diferencie.
En definitiva: “No es oro todo lo que reluce, ni harina lo que
blanquea”.
35
Si deseas discernir sabiamente, abre bien tus ojos para no confundir
las perversas acciones del malvado, con las emotivas o inusitadas
reacciones de un hombre bueno.
¡Derrocha amor!
36
37
La prohibición no tiene sentido mientras el deseo persista en el
pensamiento.
38
¡Qué el impecable vestir de tu conciudadano no te deslumbre! Si
deseas conocer con certeza su grado de elegancia fíjate además en
algo que habitualmente pasa inadvertido: la limpieza de sus zapatos.
25

39
Muchas preguntas parece que fueran formuladas para escuchar
aquello que se desea oír; otras tantas respuestas, emitidas únicamente
para granjearse el aprecio ajeno.
40
La grandeza de una persona no ha de ser evaluada en los momentos
favorables (donde resulta sencillo mantener las formas y derrochar
buenos propósitos). Esta ejemplar virtud sólo se evidenciará en las
situaciones adversas y comprometidas.
41
La justicia deja mucho que desear, por tal razón debiera, en primer
lugar, juzgarse a sí misma antes de vestirse con la toga de la
honradez. Tan solo después se hallaría en disposición de juzgar al ser
humano como establece el derecho o la razón.
42
Cuatro espeluznantes demonios usurpan la voluntad del hombre y le
atenazan sin piedad: el temor, la timidez, la vergüenza y el pudor.
43
Las sectas ocultan bajo su respetable apariencia y su pensamiento
culturizado, un trasfondo destructivo que no es otro que su
irreflexivo fanatismo. Su “modus operandi” reside en captar adeptos
y, por medio de la manipulación, someterles a su estricto control.
Así, en lugar de hacer grande al ser humano, el resultado es bien
distinto: coartan su libertad, anulan su voluntad, mutilan sus lazos
afectivos, y destruyen su personalidad para perseguir su explotación
en el más amplio sentido de la palabra.
44
La indecisión es el peor enemigo con el que se enfrenta el hombre
para realizarse; los convencionalismos le limitan.
26

45
¡Procura dialogar en vez de aprestarte al despiadado enfrentamiento!
Si no fuera posible, trata de que tus discusiones se libren siempre
sinceras y limpias de ofensas. Busca el momento adecuado para
conversar y hazlo con respeto: sin imponer tus ideas, ni persuadir a
tu encrespado adversario. Pugna con las armas de la razón y esgrime
la verdad sin mencionar sucesos desfavorables del pasado, puesto
que sólo engendrarían amargura y rencor.
46
Si sostienes que lo que define a una persona es su condición humana,
en lugar de su atractivo físico, ¿por qué razón te aventuras entonces
a emitir un juicio basándote exclusivamente en su aspecto?
47
Madura tus ideas si pretendes recoger sus frutos.
48
La burda mentira es una solidaria amiga del despecho.
49
Muchas veces he estado en la luna, pero nunca he pisado su suelo ni
contemplado sus cráteres. Ello obedece a que, en otras tantas
ocasiones, me llamaron la atención por no haber sabido prestarla.
50
Existen personas que, alegando motivos de comodidad, encierran a
sus progenitores en residencias. Quienes obran sin piedad pronto han
olvidado que cuando eran niños, también fueron “ancianos” con la
urgente necesidad de ser atendidos.
27

51
La miseria más umbría que mora en el corazón humano es la
avaricia. Si ya es penoso sucumbir a la necesidad por carecer de
medios económicos, qué absurdo es rendirse a ella por estupidez.
52
La generosidad no reside en ofrecer cosas materiales a tus
semejantes; el verdadero mérito radica en consagrarse uno mismo.
Este abnegado sentimiento no consiste en proporcionar lo que se
posee en abundancia, sino en renunciar a aquello que el prójimo
precisa con más premura. En consecuencia, la generosidad no se
halla en la acción en sí sino en el esfuerzo por aprestarse a la causa.
El modo más comprometido y completo de dar es el que se lleva a
cabo sin que te lo pidan. Si no fuera de esta espontánea forma, el
hecho magnificado sólo sería aceptable para quien se encuentra a
merced del benefactor. Se debe ofrecer con modestia, buena
voluntad, y sin proclamar a los cuatro vientos que se ha hecho.
No dice nada a favor de quien lo hace en exclusiva a personas de su
agrado; tampoco por obligación o para ser compensado. En ningún
caso debe hacerse con ánimo de aparentar, ser apreciado o elogiado.
Por otro lado, hay quien da poco porque no dispone de más y aún así
es tachado injustamente de desconsiderado. O aquel que no acepta el
agasajo para no contraer una obligación en el futuro. La otra cara de
la generosidad se encuentra en: no exigir nada a nadie, valorar lo que
te entreguen y corresponder si está en tu mano.
En verdad, resulta muy difícil ser generoso en el más amplio sentido
de la palabra, pero es posible abrirse paso con la recta intención.
53
La belleza no se encuentra sólo en el sentido de la estética o en el de
la proporción, ni tampoco en los ojos que se fascinan con su seductor
reflejo. Ésta reside en la sensibilidad que manifiesta el embelesado
observador.
28

La bondad no mora únicamente en la abnegada ayuda al prójimo,
sino en el hecho de suscitar tu preocupación por prodigarla.
Lo bueno no se cobija de modo exclusivo en la calidad; más bien en
la orden que emite la penuria.
54
Si censuras a quien no se encuentra presente, no sólo impides el
legítimo derecho a su defensa, sino que además permites a tus
palabras ejercer la censura contra ti mismo.
55
El ser humano se engaña cuando cree juzgar al prójimo, sólo por la
tonalidad de sus acciones o por contravenir las normas establecidas.
En el interior de aquellos que se consideran ecuánimes habita un
tendencioso y corrupto juez que determina, sin piedad, la medida de
lo sucedido: su impreciso criterio.
56
Si mi presencia es advertida por algún encopetado y bien vestido
transeúnte, siempre dan un rodeo para esquivarme. Si, por el
contrario, me doy de bruces con un harapiento individuo, me brinda
un afectuoso saludo por entender que ambos somos de la misma
condición.
57
No divises el porvenir si además no miras de soslayo tus orígenes.
No repares en los que te preceden si no vuelves también la mirada
hacia quienes aventajas.
58
Podrás tener el mundo a tus pies y por ello ser admirado; pero nunca
te sentirás un hombre completo mientras no actúes con humanidad.
29

59
En lugar de decir: “Te quiero”, demuestra con actos el sentido de tus
palabras. Cuando lo hagas, exprésate de nuevo con el mismo ardor
para que recuerden tus sentimientos.
60
Tan solo dos virtudes serían necesarias para que imperara la
fraternidad entre los seres humanos: expresar la verdad y no desear a
los semejantes el mal que no se espera para sí.
Dos valores presiden la existencia: el amor y la sabiduría.
Una última consideración orienta la vida del hombre: la felicidad.
61
Si no eres tolerante se quebrará tu equilibrio interior y deteriorarás
tus relaciones interpersonales.
62
La limosna ayuda al pobre a subsistir, pero a su vez le esclaviza
manteniéndole encadenado a su miseria.
Para el indigente, el poder del favor reside en la suma de muchas
manos caritativas; para quien lo ofrece, en la falsa creencia de que
con su gesto contribuirá a mejorar su vida.
¡Entrégate!
64
No desistas nunca si albergas un sueño en tu corazón.
30
63
65
Tres razones son principalmente las culpables de que un hombre no
aborde a una mujer por la que se siente atraído: timidez, temor a
recibir una negativa y carecer de los recursos adecuados.

A su vez existen otras tres que conducen a la mujer a denegar los
ruegos amorosos de un hombre: no ser de su agrado, miedo a ser
juzgada de forma negativa (a consecuencia de su educación) y
desconfianza de sus verdaderas intenciones.
66
Cada día que asoma representa una nueva ocasión para sofocar en tu
alma tan agónico lamento.
67
Mujer, cuando un hombre se muestre interesado en despertar tus
simpatías, no te dejes embelesar por el arrullador sonido de sus
palabras. ¡Fascínate del color nítido que despidan sus acciones!
68
Los pobres conocen con más precisión las medidas a adoptar para
resolver las dificultades e infortunios de la vida, que los adinerados.
69
En la gran familia del Saber, la Experiencia es la más respetada por
su edad y vivencias. Su hija es la Sabiduría, que a su vez es madre
del Conocimiento y abuela de la Inteligencia.
70
Aquella persona que mucho se ama o aquello que sin mesura se
ambiciona, hacen tener debilitada la voluntad, en vilo el pensamiento
y desbordada la imaginación, por temor a perderla.
71
Una regañina proporcionada con intensidad se transforma en
reprimenda. Con insistencia, toma la figura de sermón, mientras que
–proferida con brusquedad o violencia– puede ser confundida con
una imposición. En cambio, dispensada con cariño, adopta el cariz
de consejo.
31

72
Los libros de Etnología que se podrán leer en el futuro son, los que
hagan mención a la hermandad entre los pueblos y fraternidad entre
todos los seres humanos.
73
Siempre que dos personas discuten cada una de ellas se enfrenta
también con su propio ser. Mientras que los respectivos Egos
ofrecen su versión para atribuirse la razón, sus conciencias muestran
la verdad para ser justas.
74
Cuando ni la buena intención ni la verdad son suficientes para zanjar
una controversia, el tiempo será el juez más sabio que dicte un
veredicto imparcial y razonable.
75
La dignidad se debe ejercer en su justa medida para que sea una
medida justa de la virtud y que no degenere ni en lo impropio ni en
falta. Si fuera practicada por defecto, se hablaría de deshonra; si por
exceso, respondería al nombre de soberbia.
76
A nadie le agrada que le tomen por lo que no es, para no ver dañada
su reputación; en cambio, con suma frecuencia, se recurre a la
apariencia para ser valorado por lo fingido, y preservar así la
imagen.
77
En ocasiones, el pasado de un hombre golpea lloroso la puerta de su
madurez, para recordarle que juegue con el niño que hay en su
interior, si su deseo es convertirse en un cándido anciano.
32

78
Si fuera posible el entendimiento con un mono, una hormiga u otra
criatura, todos afirmarían (de igual manera que el ser humano
sostiene) que su especie está creada a imagen y semejanza de Dios.
79
Para que “la ayuda” pueda tener certificado de autenticidad no debe
esperar nunca que aparezca la necesidad, sino que también ha de
anticiparse a ella y ejercer su labor en el campo de la prevención.
80
La envidia representa por una parte un signo de humillación y
menosprecio hacia uno mismo; por otra, ignora rendir un inocente
halago. Además indica un encubierto deseo de fracaso hacia la
persona objeto de animosidad.
81
La caridad descansa en la misericordia, la solidaridad y la
beneficencia, que –aunque de similares funciones–, cada una se
entrega a un cometido distinto.
Así, la caridad no consiste en manifestar una ocasional
preocupación, ni en depositar unas monedas en una mano extendida.
Una fecunda obra es aquella que se emprende en primer lugar
pensando en las necesidades básicas más acuciantes: alimento, aseo,
cuidado y sueño; y en segundo lugar, ofreciéndose con amor –
dedicando tiempo a la causa–, para solucionar, junto al necesitado,
tan patética situación.
Conviene tener presente que no siempre se otorga un valioso favor a
quien se da (si no hiciera un adecuado uso de la ayuda dispensada)
pues podría promoverse la pobreza.
Existen otras formas de caridad como por ejemplo: enseñar al
ignorante, respetar las opiniones ajenas, ser tolerante con el prójimo,
etc.
33

¡Atesora sabiduría!
34
82
83
Cuando un hombre es tan infame que se las ingenia para ocultar sus
pésimas acciones, y eludir su responsabilidad, es porque es
consciente de su vileza.
84
Varias son las cosas que acepta el hombre como verdaderas aun
siendo consciente de su falsedad: las palabras del adulador, los
susurros de su vanidad, y los sueños imposibles como las utopías o
las quimeras.
85
Todas las personas se van extinguiendo en cada respiración, pero los
fumadores lo hacen además en cada bocanada de humo. Sin
embargo, ellos piensan “confiados” que únicamente es el cigarro el
que se consume.
86
¡No te precipites nunca al adoptar una decisión! Conseguirás tan solo
correr mucho y avanzar poco.
87
Existen personas que además de necesitar reciclar los conocimientos
propios de su profesión, debieran también renovar su interés por el
trabajo y el trato que en él dispensan.
88
Los temores que te asedian son sólo enemigos insignificantes. Los
gigantes a abatir son aquellos que alimentan tu indecisión y te
impiden disiparlos.

89
Una parte de mí exhibe sabiduría con unos deslumbrantes atavíos;
los deshilachados ropajes de mi ignorancia revelan pudorosos mi
otra condición.
90
En tu lucha por culminar tus sueños puedes mantenerte al margen o
por el contrario avanzar y enfrentarte a las dificultades (aun a riesgo
de ser derrotado). Piensa que sólo en el intento tendrás la
oportunidad.
91
El trabajo reporta pingües beneficios. Además de embolsarse una
remuneración, rinde un forzoso ahorro.
92
–Echarte de menos– hace referencia al maravilloso pasado gozado
en tu compañía, a un amargo presente motivado por tu ausencia, y a
un futuro esperanzador de volver a encontrarnos.
93
Qué doloroso es que tus palabras carezcan de crédito sin motivo,
pero tener que recurrir a la paladina demostración para gozar de
credibilidad, desgarra el alma.
El primer caso dice poco en favor del incrédulo; el segundo, nada de
quien se interesa por disipar tan infundadas dudas.
94
¿Quién desea ser oído si además no es escuchado con el alma ni
comprendido con el corazón?
95
La muerte es la pena capital que impone la vida al ser humano tras
haber luchado contra el tiempo y haberlo matado.
35

96
De modo habitual sucede que si algún hecho se decanta a tu favor se
emplea la palabra –suerte– para denominarlo. Si, por el contrario,
toma derroteros opuestos a tus intereses, se utiliza el término –
injusticia–.
97
Un millar de buenas acciones reflejan mejor la forma de ser de una
persona que una sola reacción desafortunada; pero, por desgracia, es
esta última la que prevalece en el juicio de quien la sufrió.
98
Para que el hombre pueda hacerse con las riendas de su vida debe
adoptar las siguientes posturas: desafiar sus hábitos malsanos, vencer
sus temores, domar sus deseos, manifestar voluntad, y reprimir la
tentación.
99
¡Convéncete!: nadie es más que tú, y aún menos si lo piensa.
100
Si cincelas la personalidad podrás conferir carácter a tu vida.
101
Para llegar lejos, deberás acusar un esfuerzo titánico. Te invadirá la
sed, desfallecerás de cansancio, y te asaltará la tentación de
abandonar. Si fueras capaz de resistir con entereza tales dificultades,
no sólo alcanzarás tu meta, sino que habrás conquistado además un
nuevo territorio interior.
102
La timidez puede echar a perder una ocasión inmejorable; la osadía,
te puede echar a perder a ti.
36

103
Antes de expresar tu malestar por el mal que has padecido, piensa si
tú lo ocasionaste previamente.
104
Si reflejas tu inteligencia entre un grupo de necios serás considerado
el único necio existente. De la misma manera que evidenciar un sano
juicio (en medio de varios dementes), hará que a partir de ese
instante se murmure de la existencia de un único loco allí reunido.
105
Un hombre bueno temerá ser desprestigiado por la mentira vertida
contra él; un hombre ruin experimentará idéntico miedo por la
verdad atestiguada contra él.
106
Todo en la vida requiere un proceso y la inversión de un tiempo, por
tanto desconfía de las apasionadas decisiones que palpitan en tu
corazón.
107
La esperanza brota tan obstinadamente que no atiende nunca a
razones ni considera las causas imposibles.
108
La muerte más prematura y disparatada que abate al ser humano es
aquella que tiene su origen en las apáticas actitudes y profunda
indiferencia. Ésta no se apoya en ninguna justificación porque
escapar a sus garras, depende exclusivamente de uno mismo.
109
La enfermedad del carácter es la mala educación; la de la voluntad,
los vicios.
37

110
Desenmascara al ladrón de tu voluntad y acumularás toda su fortuna.
Para enriquecerte aún más no ahorres esfuerzos y corre con los
gastos de tu superación.
111
Afirmar: “Yo soy así”, es la más endeble excusa que se puede
esgrimir para no tener que afanarse en modificar aquello que no es
de tu agrado, ni te beneficia. En realidad lo que nadie reconoce es
que les resulta más cómodo vivir de ese modo.
112
Curiosamente muchas de las personas que reniegan de la fe –porque
sólo creen lo que ven–, ocupan su existencia construyendo “castillos
en el aire” o, lo que es lo mismo, alimentando vanas esperanzas.
113
El ser humano podrá luchar por amor, pero vano será su esfuerzo si
pretende hacerlo contra sus sentimientos.
114
Deja de latir el corazón ajado por el odio.
115
No abrigues ilusiones si además no asumes con la misma intensidad
un sacrificio.
116
Si apruebas que te retrate la suposición, sin reflejar plena seguridad,
te expones a desteñir tu imagen y a retractarte.
38

117
Un necio se lamentará por un suceso desafortunado; un hombre
inteligente sostendrá que de su infortunio cosechará una experiencia
enriquecedora.
118
El alma es la prueba de la existencia incorpórea de Dios en nuestro
interior; la conciencia, su listado de leyes de inestimable valor moral.
119
Un regalo no ha de estar sujeto a las fechas del calendario; tampoco
debe ser valorado por su precio o tamaño. La importancia del
obsequio reside tanto en la espontaneidad al adquirirlo, como en el
interés suscitado. Muchas veces un regalo de calidad se acompaña de
otros triviales con la intención de agradar y abultar (con fines
interesados) la generosidad.
120
¡No desesperes si existe algo que deseas acuciantemente y aún no ha
cristalizado! Ten fe y confianza en ti mismo. Piensa que quizá
todavía no han confluido las circunstancias que el destino necesita
para que tus sueños puedan prosperar.
121
Si no eres discreto airearán tu secreto.
122
Lo primero que se debe hacer para afrontar un reto o superar una
adversidad es mentalizarse.
123
Tus huellas estampadas en la vida serán las razones que necesite tu
conciencia para presentar como fidedignas pruebas en el juicio final.
Así podrá emitir un justo veredicto sobre tu proceder.
39

124
Tras dirigir, gozosa, la mirada hacia su objetivo, la esperanza debe
luchar sin desfallecer contra unos poderosos enemigos: el desaliento,
la desesperación, el desencanto y la desolación –si no desea
degenerar en suicidio espiritual–.
125
Resulta paradójico que el ser humano murmure del prójimo
careciendo de argumentos convincentes, y que a su vez ponga el
grito en el cielo por un acertado comentario dirigido hacia su
persona.
126
A pesar de tener mermadas sus capacidades, a los minusválidos, sean
físicos o psíquicos, no les impide dar verdaderas lecciones de ternura
y amor a quienes les etiquetan injustamente. La inocencia que
irradian es suficiente para empañar el intelecto y la arrogancia de
aquellos que viven gobernados por la hostilidad y los malos
propósitos.
127
La discrepancia resulta positiva y enriquecedora; la discusión,
negativa y ensordecedora.
128
El amor propio es una cualidad cuando al manifestarse en defensa
propia se orienta por el camino de la dignidad. Por el contrario, es un
defecto si toma el atajo de la arrogancia.
129
La solidaridad inicia su andadura con la ardua comprensión y
finaliza su trayecto con la tierna fraternidad.
40

El corazón de los Ángeles prodiga bondad, su alma comprensión y
su mente entendimiento.
41

130
Evitas poner en práctica tus ideas para eludir el comentario del
prójimo, y en su lugar prefieres enfrentarte a tu propio juicio por
haber traicionado tu dignidad.
131
La justicia siempre muestra su cara más injusta si es administrada:
con dilación, insensibilidad y de modo subjetivo. Asimismo, cuando
no se considera su inasequible coste, se desestima la mala fe de
alguna de las partes en litigio, se juzga al individuo sólo por sus
actos o sin tener en cuenta su caso particular. De igual modo si es
aplicada con indiferencia al imponer al reo una sentencia inadecuada
para procurar su enmienda.
132
Las rebajas, saldos, ofertas y liquidaciones además de ser un reclamo
para el ahorro, representan para las personas de fácil influencia, una
inducción al gasto superfluo.
Por mucho que un artículo se venda a un precio irrisorio, siempre
será desorbitado cuando se compre sin saber si se le sacará provecho.
133
No existe nada más cínico que el tiempo. En las penas e infortunios
discurre con parsimonia; en las alegrías, con apremio.
134
Una persona atractiva dejará de irradiar tal fulgor en el mismo
instante de creerse irresistible. De igual manera acontecerá con
aquellas que acreditan talento y pequen de vanidosas.
135
Cuando la euforia no comparte reinado con la serenidad siempre
termina siendo juzgada como negligente.
42

136
Es difícil que entre un hombre y una mujer exista sólo amistad
aunque, por otro lado, es lo primero que se debe sembrar para que
germine un sólido amor.
En cuanto al amor, brota sin que tome parte la intención; no
obstante, es preciso afanarse en el propósito para que el sentimiento
no se marchite.
137
Al rico le resulta tan sencillo asesorar al necesitado (acerca de los
medios para solucionar su miseria), como dificultoso a éste lograrlo.
138
Las atípicas ideas que alumbran la mente de los locos y de los
genios, son resplandecientes destellos de sabiduría. Las de aquellos
que han perdido la razón, provienen de bombillas fundidas.
139
Habrá quien te aconseje ser fiel a tu pareja y quien te sugiera no
engañar a tu libertad. Ante estas contradictorias opiniones lo más
acertado será ser leal a tus intereses y principios para no traicionar ni
a tu voluntad ni a tu conciencia.
140
De manera habitual sucede que la adivinación del futuro
corresponde, más que a un don o gracia (como se pretende hacer
creer), al sentido común, al estudio de las causas y efectos, y a un
gran poder de convicción de quien lo “predice”.
141
No es correcto afirmar: ¡Me has enfadado! Ocurra lo que ocurra, el
culpable de que se geste el enfado es uno mismo. La explicación
43

apunta a la incapacidad de autocontrol, a la negativa a aceptar
aquello que no es de tu agrado o a la defensa de una actitud poco
razonable.
142
La prepotencia es el arma que utilizan aquellos individuos con poder
para abusar y humillar a los que no lo tienen, demostrando así su
propia inferioridad.
143
La pereza es la intención atenazada por la duda, al encontrarse
acorralada entre la espada y la pared. Frente a ella la insistente
amenaza del esfuerzo; a su espalda, el seductor ofrecimiento de la
comodidad.
144
La diligencia sólo será efectiva si se asocia con la tenacidad. Además
será genuina si en su porfiar actúa con idéntico proceder en
sucesivas ocasiones.
145
La crítica siempre se muestra cruel con el individuo o situación
enjuiciada; por desgracia, nunca se presenta compasiva con las
causas o circunstancias que la desencadenaron.
146
Cuando la controversia se interponga entre tu mente y tu corazón,
disipa la incertidumbre apoyándote en la angustiosa espera. Sin duda
te indicará una apropiada decisión.
147
Si deseas cosechar fértiles resultados y no anularte como persona,
reflexiona con calma, pero procura que tus decisiones sean firmes y
tus obras resueltas.
44

148
Reconocer tus limitaciones no supone el fin de tus metas sino un
comienzo para el desarrollo de las capacidades que permanecen
latentes en tu interior y luchan por abrirse paso.
149
Para conquistar el respeto del prójimo el hombre ha de comenzar por
fortalecer su autoestima y, a continuación, proceder con dignidad.
150
Si en ocasiones eres traicionado por tu riguroso juicio o tu recia
voluntad, y la experiencia te ha aleccionado contra la credulidad
¿por qué te sientes entonces molesto cuando no confían plenamente
en tus palabras?
151
Peor que el incumplimiento de una promesa, es satisfacerla tan solo
por hacer frente al compromiso contraído. Mientras que en el primer
caso se deja entrever la condición de la persona, en el segundo,
además de aflorar la falsedad, su verdadera naturaleza queda velada.
152
Si no te aceptan tal y como eres, procura no preocuparte. El proceder
de tan desalmados individuos indica que el único beneficiado has
sido tú.
153
Qué carismática persona es aquella que, además de acreditar una
intachable seriedad en su forma de actuar, derrocha buen humor.
45

154
Resulta curioso que muchas mujeres cobijan la intención de ser
amadas por su belleza interior pero, en cambio, se valen de su
atractivo físico para conquistar a los hombres.
155
¡No ejerzas la censura, amigo! Entiendo que pueda resultarte
dificultoso precisar la intención de las palabras del prójimo –o de
aceptar el alcance de sus actos–. Comprende que tu libertad no se
encuentra en disposición de prejuzgar. Tampoco tu criterio será
válido mientras el conocimiento que poseas sobre su persona se halle
preso de la ignorancia.
156
Si una persona te llama raro con desdén, ¡ignórale! Si lo hace con
respeto, considérate tan solo distinto.
157
El único galardón que se conquista por la desinteresada ayuda al
prójimo es la alegría que rebosa en el corazón.
Éste debería sobrecogerse por las buenas obras en lugar de hacerlo
por el pinchazo del imperdible al imponer la medalla.
158
Los padres han de cuidar a sus hijos con desvelo. Además, educarles
con cariño y ternura, serenidad y comprensión; también con
sensatez, siendo un ejemplo para ellos. Pero llegado el momento es
más oportuno propinarles una bofetada (para hacerse respetar y
moldear su carácter con disciplina). De otro modo, con el tiempo
podrían ser ellos los agredidos sin compasión por su progenie.
46

159
La decrépita y achacosa ancianidad física no es el resultado del
irremediable discurrir del tiempo, sino del efecto del proceso celular
interior.
La vejez espiritual, por otro lado, es la consecuencia de la negativa y
conformista actitud ante la vida.
160
Para una persona que cree ciegamente en un ideal no existe nada
bajo el sol que pueda desanimarle o interponerse en su camino.
161
Con frecuencia ocurre que el sueño de un idealista es comprobar que
sus ilusiones se hacen realidad; su pesadilla, descubrir que debe
soportar un gran sacrificio.
162
Los dos graves obstáculos que deben sortear un hombre y una mujer
para no enturbiar su sólida amistad son: el acecho del sexo y la
oposición de sus correspondientes parejas.
163
Penoso y denigrante es para el hombre perder su voluntad y
desprenderse de sus principios por granjearse las simpatías ajenas o
lograr cosas materiales.
164
La soberbia es la humildad con el Ego inflamado.
165
La humildad no implica en absoluto ordinariez ni una forma
enmascarada de arrogancia; tan solo refleja una intachable manera
de ser, y de obrar, en las cristalinas aguas del comportamiento.
47

166
Una forma laboriosa pero infalible de conocerse mejor –y hacerse la
vida más feliz– no es otra que descubrir las causas de las propias
reacciones.
167
El hombre podrá desprenderse de cuanto considere oportuno pero
jamás logrará desvincularse de sus recuerdos.
168
Muchas veces, la vagancia concluye tajantemente aquello que la
ilusión se ocupó de comenzar presto.
169
La solución a la falta de higiene no se encuentra en el aseo corporal
sino en la previa eliminación de la pereza y la dejadez.
170
Reprobable es hacer aquello que se desea sin considerar al prójimo.
Indigno, pretender que los demás actúen como uno estima
conveniente. Inmoral, exhortar a seguir un incorrecto proceder.
171
Las personas íntegras hacen frente a sus responsabilidades
cumpliendo con sus deberes y obligaciones. Los individuos
deshonestos lo hacen para evitar sufrir las consecuencias que
pudieran derivarse de no haber sostenido una actitud responsable.
172
En un acto de reconciliación, el primer paso consiste en restablecer
la armonía personal, antes de llamar a la concordia.
48

173
Si aún no has medido tu capacidad para averiguar si el concepto que
tienes de ti se ciñe a la realidad, mide entones tus engreídas palabras
antes de hablar ostentosamente de tu persona.
174
La belleza que no es modesta resulta horrenda.
La inteligencia que no se manifiesta con humildad se exhibe
mutilada.
175
Cuantas veces la sofisticada estética es el verdugo de la ingenua
comodidad, a instancias de la coquetería.
176
Las ilusiones y sueños que aún no han cristalizado, cumplen años
pero no envejecen.
177
La puntualidad es un defecto de la persona que pacientemente
espera, al consentir al reincidente tardón su retraso.
178
Quien arremete una crítica contra el prójimo cree poseer mejores
cualidades que éste, pero por el contrario a lo que él piensa, tal
“gesta” igualmente le desprestigia.
179
Se apaga un soplo de vida cada vez que no se responde a un
propósito.
Crece la esperanza de vida siempre que se persevera en un objetivo.
180
Nada de lo que ames o poseas en la vida perdurará: aquello que no te
sea despojado por la adversidad, se ocupará de hacerlo la muerte.
49

Por esta palpable razón vive volcado en tu existencia, sin dejarte
abatir por la mortificante preocupación, en lugar de desperdiciar el
tiempo. La vida es ofrecida de modo pasajero y un día, no muy
lejano, te será reclamada.
181
La infidelidad no se delata con la consumación física sino que se
revela en la oscura intención.
182
Que no te afecten las palabras del desconocido, ignorante, necio,
falso, profano, ofuscado, ebrio, orgulloso, maleducado, provocador,
déspota, impío, y de ideas fijas, entre otros. Todos carecen de juicio
razonable, análisis crítico o serenidad, para pronunciarse con
propiedad.
183
Con frecuencia un hombre confía en las hipócritas palabras del
prójimo, no tanto porque le han convencido, sino porque le han
convenido. Los cumplidos son un ejemplo de ello.
184
Costumbre generalizada y vil del hombre es la de tejer una excusa
para ser perdonado por sus necias acciones, en lugar de afrontar los
hechos y reconocer sus errores.
185
Si sucumbes con ardor a los latidos de tu impulsivo corazón (que
desvela tu amor) ¿por qué no te rindes también a la gélida y cauta
razón que te alerta de la conveniencia de tal persona?
186
Con frecuencia son muchas las personas enamoradas que al ser
correspondidas exhiben una majestuosa personalidad. Si, por el
contrario, son rechazadas, la mayoría sustituyen el honor por la
soberbia, el halago por la ofensa y el amor por odio.
50

187
El amor, al igual que el vino, debe tomarse sorbito a sorbito para
disfrutar a cada instante de su aroma, cuerpo y calor. De esta
cuidadosa manera se evitará atragantarse... y escupirlo.
188
Una mujer admira a un hombre detallista, no por el valor de su
ofrenda, sino por entender que sus íntimos sentimientos palpitan por
prodigarle todo su interés y atención.
189
Quien se somete al chantaje de sus deseos, entrega el reino de su
voluntad a un enfermizo enemigo.
190
En el universo existen multitud de leyes que al ser las causantes de
sucesos irracionales para el hombre, son denominadas con los más
variados términos: hechos misteriosos, fenómenos paranormales o
rarezas de la naturaleza, entre otros.
191
Así como una bala por sí sola no hiere al hombre si no se le imprime
velocidad; de igual forma, la opinión pública tampoco es perjudicial.
Lo realmente pernicioso es que su influencia pueda cohibir el propio
parecer del individuo.
192
Obrar con sinceridad puede acarrearte un gran número de
enemistades, pero además granjearte multitud de entrañables amigos
que te considerarán una persona íntegra en la que confiar.
Admitir un error y presentar las consiguientes disculpas, puede
desacreditar tus opiniones futuras, pero sin duda avalarás honestidad
y serás merecedor del respeto del prójimo.
51

193
Desempeñar un trabajo basado en la prestación de servicios al
prójimo con problemas, requiere: una sólida preparación y un
disciplinado sentido del deber. Además, un firme equilibrio
emocional, una férrea perseverancia, una fuerte personalidad así
como un carácter tranquilo y paciente.
194
El sufrimiento generado tras una ruptura amorosa, más que indicar
una necesidad real de continuar junto a tu pareja, alude a tres
principales razones: al esfuerzo por asimilar y superar las
circunstancias que la originaron, romper con las costumbres que
hasta ese momento se mantenían, y adaptarse a la nueva situación.
195
Propio del ser humano es: añorar aquello de lo que se desprendió y
argumentar que, algo olvidado e indiferente es imprescindible, si
descubre que otra persona lo pretende. Igualmente es natural en él
infravalorar lo que es de su propiedad, y ansiar lo no alcanzado;
aunque, en el preciso momento de haberse beneficiado de ello, lo
desdeñará. Si por el contrario escapa de su dominio, para consolarse,
adopta la falsa creencia de que no era tan bueno como había
imaginado.
196
El interés y el sentimiento nunca pueden cohabitar en armonía bajo
el mismo techo.
197
Ser injuriado es doloroso, pero aún lo es más escuchar la verdad.
198
Hallé el verdadero sentido de la palabra amor en el esbozo de una
candorosa sonrisa. Y comprendí su dimensión, disfrutando de la
grandeza de una sencilla caricia.
52

199
Cada moneda despilfarrada diezma tu economía y concede un
valioso regalo.
200
Por el hambre y la miseria existentes en el mundo pueden medirse la
preocupación, el interés y la entrega del ser humano hacia sus
semejantes.
201
Proponerse coronar la cima no es lo primordial; lo realmente
trascendente radica en iniciar el ascenso.
202
La locura más grave no la acusa quien padece la enfermedad, sino
aquel individuo que adopta un comportamiento insensato.
La ignorancia no es sólo el resultado de la limitación de
conocimientos, sino que se manifiesta en mayor grado en la
tremenda indiferencia por superar tan inquietante situación.
La necedad se revela más por evidenciarla sin avergonzarse de ello,
que por no ser consciente de su penosa situación.
203
Cinco importantes actitudes debiera adoptar el ser humano para ser
feliz: en primer lugar, ser consciente de quién es; después, descubrir
sus cualidades y reconocer sus limitaciones; a continuación,
aceptarse; acto seguido, perseguir sus ideales y por último, tomar las
cosas como vienen.
204
Si imprimes en tu vida el sello del amor, habrás tallado una joya en
tu corazón.
205
Dilata su falta quien la defiende.
53

206
La honradez es una ejemplar virtud que muchas personas quisieran
albergar en sus corazones, si no fuera porque les resulta más
provechoso vivir sin ella.
207
A quien se ha reprochado su conducta, igualmente se debiera
ponderar su enmienda.
208
Una persona embustera podrá rendir cuantos cumplidos considere y
nunca será tildado de hipócrita; en cambio, una mentira piadosa será
suficiente para despertar la duda y dejar de confiar en las posteriores
verdades de un hombre sincero.
209
La simpatía es un sucedáneo ideal de la belleza cuando ésta no se
posee; pero la belleza que no se acompaña de simpatía, ni
resplandece, ni nunca será seductora.
210
Nadie cuya intención sea zafarse de su “castigo” quedará impune por
su indebido proceder. Si la vida no se ocupara de poner las cosas en
su lugar (a través de la ley de acción–reacción), lo hará con el tiempo
el hombre. Si no fuera de este modo, se las tendría que ver con su
propia conciencia que, tras un juicio justo, le impondría la más
acertada “pena”. En el supuesto de que aún así les hubiera eludido a
todos, se vería frente a Dios; entonces le haría comprender con su
inmenso amor, la dimensión del mal ocasionado.
211
¡Ejerce el autodominio! La ofuscación podría difamarte.
54

212
Presta tu abrigo al desamparado. Despedirás calor humano sin
enfriar tus sentimientos.
213
Todos llevamos en nuestro interior un loco incontrolable que a veces
nos gobierna sin poder evitarlo. ¿Por qué si no gritaste y pegaste hoy
a tu hermano?
214
La alegría compartida trenza lazos de amistad. El sufrimiento
compartido, lazos de fraternidad.
215
Puede invadirte la duda, pero si persigues un sueño nunca dejes de
confiar en tus posibilidades por remotas que fueran.
216
Para paladear las mieles del éxito deberás probar primero, la
repugnante constancia y el amargo sabor del esfuerzo.
217
La monotonía es el resultado de la falta de iniciativa y de recursos,
en lugar de ser la consecuencia de la cotidianidad de la vida.
218
Resulta obvio que han de penalizarse los malos tratos que
determinados individuos propinan a algunas mujeres, pero de igual
modo es condenable la violencia verbal que una afilada lengua de
mujer desata contra el sexo masculino. Ninguna clase de agresividad
se debe permitir: no sólo por el daño físico o psicológico entre la
pareja, sino además porque trasciende de forma negativa a sus hijos.
55

219
“Pasa a mejor vida” quien se deja la vida en luchar por ella.
220
De manera digna obra quien recurre a cuantas aclaraciones fueran
precisas para que impere el entendimiento, y al mismo tiempo opta
por exponer una sola vez las ideas que defiende.
221
El amor más puro es aquel que se prodiga sin derechos ni
condiciones y es profesado sin medida ni declive.
222
En el juicio final el hombre no pleiteará ni podrá recurrir el
veredicto; únicamente prestará testimonio de sus actos.
223
¡Con qué premura se opina sobre el comportamiento del prójimo, sin
conocer su naturaleza ni sus razones para obrar!, máxime si uno
mismo es a menudo incapaz de dotar de sentido a sus insólitas
actuaciones.
224
Una violación no se perpetra sólo cuando una persona es obligada a
mantener relaciones sexuales. El abuso también se comete cuando la
enamorada es inducida –con argucias– a consumar el acto sexual por
su propia iniciativa. En realidad, es víctima de un desaprensivo que
conoce la existencia de unos nobles sentimientos de amor hacia él y
a decidido utilizarla.
225
En lugar de decir: “No me has entendido”, cuestiona tus palabras y
reconoce: “Tal vez no me he explicado con claridad”.
56

Legiones de Ángeles bienhechores vagan por el mundo camuflados
de personas, pero al verles ataviados de modo convencional y no
apreciar sus alas, pasan inadvertidos ante la manifiesta incredulidad
de los mortales.
57

226
Rezar no consiste en repetir una oración sin más, sino en mantener
una espontánea comunicación: por una parte, arrepintiéndose con
sinceridad; por otra, rogando por el prójimo y por uno mismo. Dios
atiende en todo momento nuestras súplicas, pero el hombre sin
fervor ignora que otorga lo que más nos conviene.
227
La homosexualidad no es una desviación sexual sino una inclinación
sexual. En el amor lo único que cuenta es: expresar con libertad y
respeto los sentimientos cobijados, y entregarse.
228
La comprensión, la empatía y la sensibilidad representan una
extensión de la propia conciencia en los demás.
229
Con suma frecuencia la comparación es la causante de la
competición y en ocasiones de la autodestrucción.
230
Las tres caras de la mentira son: pronunciarla, negar una verdad, y
omitir una información trascendente que pudiera aclarar un hecho o
situación.
231
Atribuir la razón, por amistad, en detrimento de quien es poseedor de
una acertada opinión, te convierte en una persona hipócrita, injusta,
y desleal, en lugar de ser un noble amigo, como crees.
232
Para que los obesos no sientan mermada aún más su salud, deben
preocuparse en principio por los kilogramos sobrantes –de su
indiferencia para adelgazar–, y a continuación de su exceso de peso.
58

233
¡Sé siempre fiel a tu modo de pensar! Sustenta con fuerza tus ideas
(aunque puedas equivocarte). Por suerte o por desgracia te cruzarás
con personas que te seguirán incondicionalmente y con otras que
opinen que te equivocas.
234
Si censurable es cometer un delito, degradante será permitirlo sin
tomar las medidas necesarias para no incurrir en una omisión de
ayuda.
235
La intención del artista de revisar y corregir su obra no demuestra su
torpeza, sino que indica su interés por la depuración y perfección de
la misma.
236
Los abogados dedican todo su empeño en pleitear contra las
injusticias pero, por desgracia, no desean su erradicación pues
representan su modo de vida.
237
La crítica y el reproche agudizan los sentidos; el halago los obnubila.
238
Todas mis experiencias permanecen vivas en mi memoria. Tan sólo
las gratificantes y enriquecedoras ocupan un lugar en mi recuerdo.
239
En realidad, el valor de un artículo no se establece a través de su
precio ni del interés que suscita sino que se determina por sus
prestaciones y calidad.
59

240
La causa del desempleo no es la escasez de trabajo sino la
insolidaridad de las personas que no manifiestan interés por su
reparto.
241
¡Qué hipócritas son a veces muchas de las personas que se creen
justas! “Ríen a mandíbula batiente” de los defectos y limitaciones
ajenas y “lloran a moco tendido” los propios.
242
La soledad no tiene razón de ser cuando se busca voluntariamente o
uno se sumerge en los propios pensamientos. En cambio, puede ser
perpetua en presencia de una multitud.
Por otro lado, la soledad forzosa desgarra el alma; el aislamiento, te
vuelve huraño.
243
Tus acciones sólo tendrán valor si las emprendes con total
convencimiento y voluntad, en lugar de aprestarte a ellas sólo por
agradar y satisfacer los ruegos del prójimo.
244
La experiencia es la más digna y fastuosa fortuna que se puede
atesorar. Se diferencia del dinero en que una vez amasada nadie te la
puede arrebatar. Sólo podrás despilfarrarla, lo que hará enriquecerte
aún más.
245
A pesar de que el cosmos está formado por una cantidad astronómica
de estrellas y por un indeterminado número de planetas, el mundo
desconoce si existe vida lejos de su hábitat. Ante su extrema
ignorancia, siempre es preferible pecar de ingenuidad que de
egocentrismo.
60

246
¡Sé exigente y no permitas que la comodidad, la dejadez o la
indiferencia mermen tu vida! Acapara el interés y podrás conferir
calidad a tu existencia.
247
Los errores que no trascienden en aprendizaje, evidencian: la
ignorancia o desinterés por evolucionar de quien los comete. Sólo
propician el hundimiento en el sórdido abismo de la frustración.
248
Todos los días de su existencia el ser humano yerra en multitud de
ocasiones, pero no siempre es consciente de ello. Este alarmante dato
manifiesta su limitación como persona y su absurda soberbia cuando
increpa al prójimo por sus errores.
249
Las personas creyentes rinden culto a Dios de por vida, en cambio
los ateos y agnósticos normalmente sienten brotar la fe en su lecho
de muerte.
250
La gula es el hambre que, además de encontrarse sometida al control
de sus propios impulsos, ha descuidado los buenos modales en la
mesa.
251
Ante un problema o situación difícil lo primero que debe hacerse no
es encontrar la solución, sino hacer uso de la virtud de la templanza
para poder buscarla con fuerza, valor y firmeza.
252
¿Qué clase de persona es aquella que además de descubrir los errores
del prójimo le hace responsable de los propios? La respuesta a tan
capciosa pregunta sólo podrá ser emitida cuando encuentres en tu
interior una precisa palabra para definirte.
61

253
Doce palabras ofrecen al hombre la posibilidad de gozar de una vida
plena. Una de ellas para evitar malvivir: sabiduría; dos para revivir:
voluntad y fe; dos para sobrevivir: esfuerzo y superación personal;
dos para vivir: ilusión y esperanza; cinco para convivir: confianza,
verdad, bondad, justicia y amor.
254
En las alegrías alza el vuelo; en las desdichas remonta el vuelo.
255
Lamentablemente muchas veces un hecho es juzgado por el estado
anímico en lugar de por la lógica, reportando como resultado una
imprecisa valoración.
256
Una sólida amistad es la que se asienta en un mutuo compromiso, en
una compañía desinteresada y solidaria, y en una inquebrantable
lealtad.
257
De modo habitual sucede que la mayoría de edad demanda con
insistencia ejercer sus derechos, mientras que en lo referente a sus
responsabilidades, decide renegar de ellas.
258
La opinión y el supuesto son veletas; la razón y la afirmación,
brújulas.
259
Ser creyente pero no practicante es como sentir lástima del afligido y
rehusar consolarle.
260
En las relaciones afectivas ocurre, a menudo, que mientras se critica
a la pareja por celos infundados se defienden los propios devaneos
con cinismo.
62

261
¿Quién en su sano juicio desearía compartir su vida con una persona
dejada e incapaz de cuidarse? Si no se preocupa de sí misma ¿cómo
va a prestar al prójimo un poco de su atención?
262
Si el prójimo se considera mejor que tú, te despreciará; si es de tu
misma condición, intentará superarte; si es menos afortunado, te
maldecirá.
263
Una honrosa acción tan solo es pésima si es gobernada por el interés
(en lugar de estar presidida por un sincero y profundo sentimiento).
Cometer un hecho inadmisible no debiera ser recriminado, ni su
autor tachado de bárbaro si no obró de mala fe.
264
No te alarmes si los rumores se ciernen sobre ti como un pájaro de
mal agüero. El motivo de preocupación y sufrimiento reside
únicamente en la veracidad de tales divulgaciones.
265
Fea y extendida costumbre del ser humano consiste en: exponer
repetidamente sus propias virtudes y ocultar sus defectos. En
cambio, el modo de conducirse con el prójimo suele ser de manera
antagónica.
266
Muchas de las situaciones que inquietan al ser humano, más que ser
la consecuencia de un serio peligro son: el resultado de su
imaginación, de un hecho ininteligible, o de un prejuicio absurdo.
63

267
Una mentira piadosa puede denotar un benigno corazón; cambiar de
idea, un digno proceder; pero la palabra dada es un gesto sagrado,
inviolable, que descalifica a quien la falta.
268
El amor no se busca, hace su aparición en el momento menos
pensado, y se consolida con el compromiso diario. Si fueras tras él
desesperadamente te encontrarías con la angustiosa frustración.
269
La experiencia no es el resultado de haber vivido largamente o de
haber tropezado infinidad de ocasiones, sino del aprendizaje extraído
del golpe, para no tropezar de nuevo.
270
El excepcional hecho de vivir debiera representar para el ser humano
la única razón de felicidad; irradiar salud, causa más que suficiente
de alegría, y fraguar un único sueño, convincente motivo para
disfrutar de la existencia con entusiasmo.
271
El amor de pareja, aun estando gobernado por la responsabilidad y el
compromiso, nunca ha de sustituir ni a la amistad ni a la familia de
cada uno de sus miembros. Digamos que tan solo debiera prevalecer.
272
¡Trata de sugerir en lugar de esgrimir la exigencia! Únicamente
podrás reivindicar tal derecho si con anterioridad establecisteis las
reglas a acatar.
273
Muchas veces salir en defensa de una causa ajena, en lugar de ser un
gesto encomiable, es vivenciado como un acto de desconsideración a
la propia capacidad.
64

274
Muchos matrimonios llegan rápido a su fin porque uno de sus
miembros hace uso frecuente de la obstinación; mientras que el otro
se enreda en la contradicción.
275
Un hecho provoca la ira: un perjuicio “injusto”.
Dos realidades suceden con ella: verdades pronunciadas fuera de
tono, momento o lugar; y mentiras arriesgadas.
Tres secuelas se pueden padecer: ridículo, vergüenza,
arrepentimiento.
276
La paciencia –para ser eficiente– debe aprender a esperar y a sufrir
sin desalentarse; pero puede permanecer tranquila y confiada porque
dispone de todo el tiempo del mundo.
277
¡Sortea los obstáculos, solventa los problemas y supera las
adversidades! Los contratiempos escapan a tu control, pero sólo de ti
depende intentar hacerles frente.
278
El trabajo es como el amor. Hay quien desea entregarse a él para
vivir satisfactoriamente pero, por desgracia, no lo encuentra. Otros
en cambio, lo tienen a su alcance pero se conforman con algún que
otro escarceo para no complicarse la vida.
279
Una nueva relación de pareja siempre acostumbra imponer más
exigencia entre sus miembros así como un mayor nivel de tolerancia.
65

280
Si esperas que tus objetivos cuajen, ocúpate personalmente de ellos
en vez de delegar. Aunque revelaran buena predisposición no les
prestarían ni el interés ni el esfuerzo que tú derrocharías para ajustar
el resultado a tus expectativas.
281
A menudo, la experiencia de un hombre culto se vuelve tan
remolona y esquiva; los reflejos tan torpes, y la inteligencia tan
perezosa, que su reconocida capacidad le juega una trastada al
descansar en la más absoluta y vergonzosa ignorancia.
282
De sabios es prevenir para no tropezar con problemas, pero también
lo es no inquietarse mientras no irrumpan en el camino.
283
Resulta más sencillo hacer bien las cosas que de manera incorrecta
(por escatimar un esfuerzo). En este último supuesto, además de
volver a realizarlas, habría que enmendar el desaguisado.
284
Una mujer ha de intuir cuando el piropo de un hombre es un indicio
de interés personal. Para descubrir si el halago es sincero o capcioso
deberá confiar humildemente en su sexto sentido; si se dejara
aconsejar por su vanidad podría verse traicionada.
285
Custodia tu intimidad como si de un preciado tesoro se tratara.
286
De las caídas, duele más la humillación y la impotencia que el golpe.
66

287
El amor en la mujer suele asociarse a la entrega; en el hombre, a la
posesión.
288
El fracaso es sólo el resultado de no tratar de conseguir tu objetivo.
Las oportunidades fallidas reciben el nombre de desaciertos.
289
El justo y limpio remordimiento es aquel que te induce a
reconsiderar tus palabras o acciones, y después hace anidar en tu
alma la preocupación (por el daño ocasionado), en lugar de hacerlo
por las posibles consecuencias a afrontar.
290
El sincero arrepentimiento no es el que se sostiene sólo en implorar
perdón, sino el que centra la atención y el esfuerzo en evitar que el
error o daño se repitan.
291
El verdadero perdón no se basa únicamente en aceptar disculpas.
Aunque en lo sucesivo se tenga presente la experiencia vivida –y así
aprender de ella–; el perdón consiste además, en olvidar lo ocurrido
sin resentimientos. De este modo se apelará a la cordial relación que
se disfrutaba con anterioridad.
292
La impulsividad es veloz, insensata e inexperta como un joven. La
reflexión, paciente, prudente y sabia como un anciano.
293
Civismo, urbanidad, respeto, etc., son palabras acuñadas en épocas
remotas que nuestros predecesores cultivaron. En la actualidad, son
por desgracia vocablos vacíos y en desuso por la pérdida de valores
humanos.
67

294
Curiosamente, el ser humano siempre dispone de argumentos para
defender sus ideas ante otros, tanto si son acertadas como si no. Para
sus interlocutores, en cambio, son sólo una continua reiteración de
pretextos y justificaciones.
295
Cometer una ofensa puede ser la consecuencia de un descuido.
Reincidir, somete a prueba tanto el interés del infractor por rectificar
su falta, como la tolerancia de la persona agraviada.
296
¡Permanece alerta, amigo! puesto que muchos individuos que hoy
actúan como chismosos, empezaron representando papeles de
confidentes.
297
En tu lugar de trabajo, respeta ciegamente a tus compañeros.
Comparte obligaciones y derechos, dialoga, pregunta y sugiere sin
imponer tu razón. Unificando criterios todo transcurrirá por el
camino de la armonía, y las dificultades o desavenencias que
pudieran aparecer se superarían con facilidad.
298
Si has padecido una repentina ruptura amorosa, no te aflijas ni te
aferres a quien no te corresponde. Probablemente este traumático
hecho sea el obstáculo que tengas que rebasar para encontrarte con
tu legítimo amor.
299
Malo es vivir sin la confianza del prójimo pero peor es ser
cuestionado.
300
La ignorancia suele ser motivo de vergüenza; ostentar un aparente
conocimiento, vergonzoso.
68

301
Edifica el presente con la enseñanza heredada del ayer y vive cada
instante con ilusión, forjando un mañana halagüeño.
302
Cuando se dice que Dios se encuentra en todas partes y no se le
puede contemplar, se debe a una ignorada razón: el ser humano
forma parte de Él (cada persona es una unidad microscópica
integrada en su inmensidad).
Por esta causa, todo daño infligido entre semejantes redunda en su
propio perjuicio, hiriendo al Ser Supremo.
Hay quien sostiene también que cada persona es una esencial pieza
de un inmenso puzzle. Al completarse se divisará una figura divina.
Sólo entonces será posible descubrir a quién pertenece ese rostro
magnánimo que irradia paz y amor. ¡Evidentemente, al Creador!
Como se puede observar, son formas diferentes de representar la
Omnipotencia.
303
Un inconfesado vicio domina a quien ejerce la virtud de la dignidad:
el placer de practicarla.
304
Si eres una persona temerosa, aún te encuentras a tiempo de atajar
tan inquietante sensación. Si, por el contrario, te muestras temeraria,
quizá no tengas otra oportunidad de corregir tu insensato proceder.
305
Si te han cortado las alas, aguarda a que amaine la tormenta antes de
levantar el vuelo.
306
Entre otras, las más destacadas actitudes que inducen a perder la
sensatez a una persona son: el egocentrismo, el orgullo, la verdad y
la ira.
69

307
Para comenzar bien el día es primordial partir con buenos principios.
308
Se transpira el mal cuando se hace; se respira el mal cuando
pudiendo haber hecho el bien se rehuye hacerlo.
309
Un beso apasionado es una ofrenda de amor dispensada con todo el
sentimiento que dicta tu ardiente corazón.
310
Si te asalta el hambre canina con sus poderosas fauces, ¡mátalo! o te
devorará sin piedad.
311
Si quieres, ¡puedes! Si puedes, ¡no dudes ni un instante!
Cuando te hayas decidido, ¡obra en consecuencia! o aguarda hasta
que puedas adoptar una actitud ejemplar. No desistas en tu empeño o
tus ansiadas intenciones se desvanecerán.
312
Existe una cosa que al ser humano nunca le sobra y otra que nunca le
falta. La primera es el dinero; la segunda, la razón.
313
Una derrota no se cosecha cuando te vencen sino cuando entregas
tus fuerzas y claudicas.
El triunfo no reside en vencer al contrario sino a uno mismo,
esforzándote en las pruebas a las que la vida te somete, de modo que
la superación personal sea una realidad. Para ganar dignamente hay
que intentarlo con ánimo y entereza; después, competir en igualdad
de condiciones que tu adversario. En definitiva, la gloria debe ser el
resultado de la victoria y en ningún caso la derrota del rival.
70

314
La alabanza exagerada siembra la suspicacia.
El que se sabe injusto acepta los elogios con latente recelo.
315
¿Cuántas parejas de enamorados, que dicen anidar los más puros
sentimientos, se hubiesen formado si por capricho de la naturaleza
no hubiera existido el sexo?
¿Y cuántos amantes, que presumen de querer tanto a su media
naranja como sostienen, estarían dispuestos a dar su vida por ella?
316
No existe daño pequeño que no aflija si es uno mismo quien lo sufre,
ni consuelo al conocer la existencia de algo peor que lo que motivó
tu malestar. Tampoco en descubrir que el padecimiento del prójimo
es mayor que el propio, puesto que el de menor grado también duele.
317
No sirve de mucha ayuda ofrecer al prójimo lo mejor que tengas si
no es además lo más efectivo o útil para responder a su demanda.
318
Si penoso es que un hombre se sienta impotente en presencia de sus
faltas y defectos, ¿qué se podría decir de aquel que ante idénticas
imperfecciones permanece indiferente?
319
Esbozar una sonrisa es una manera de actuar con discreción, una risa
espontánea denota un modo desenfadado de obrar y una atronadora
carcajada una forma de sugerir descaro.
71

320
Por orden de preferencia me inclino por: la persona que roba para
poder comer; aquel que creyéndose generoso entrega a los pobres lo
que no necesita; el adinerado que atesora su fortuna mientras otros
mueren de hambre.
321
El fin de la justicia es atestiguar la verdad pero con frecuencia los
medios utilizados por los letrados, se basan en la falsedad.
Entiéndase: la distorsión de los hechos, la manipulación de los
testimonios, y la presentación de alegaciones inciertas.
322
Para que impere el entendimiento no te limites a responder con
timidez: “sí” o “no”, ni a replicar con descaro: “porque sí” o “porque
no”. Una explicación razonable consiste en expresar aquello que te
empuja a contestar afirmativa o negativamente.
Asimismo, en lugar de manifestarte con otra pregunta o cambiar de
conversación, apóyate en un argumento claro.
323
¡Cuántas veces una persona justa y buena aparece ante tus ojos como
alguien cruel si no corresponde al amor que se le rinde!
324
Burlarse de los sueños ajenos puede suponer un atentado a la
esperanza de algunas personas emotivas. En consecuencia, pueden
quedar mutilados o en el peor de los casos, asesinados.
325
La causa de las rupturas de pareja no reside en las desavenencias que
sus miembros manifiestan en la convivencia diaria. El “cáncer” que
origina el deterioro afectivo se debe a: la falta de comprensión y
tolerancia, incomunicación, e incapacidad para vencer las
dificultades.
72

326
Plantea un ultimátum a tus obsesiones.
Concédete tiempo para pensar.
Reflexiona lúcida y profundamente.
327
¿De qué no son capaces una diáfana explicación, un ejemplo
aleccionador y un consejo franco y cabal?
328
¡Pobre destino! Cuántas veces has sido culpado injustamente de
hacer al hombre desgraciado, cuando en realidad fuiste el producto
de su insensatez. Y tú, destino afortunado, con qué presunción portas
el cetro que no siempre te pertenece sabiendo que usurpaste el trono
gracias al fruto del esfuerzo de aquel.
329
No existe nada que pueda resistirse al valor y la fuerza que confieren
dos manos unidas y un corazón inquebrantable.
330
Si un problema te inquieta, o te carcome la preocupación, reflexiona
para tomar el camino adecuado. Sólo deberás tener presente un
pequeño detalle: no ceder a la obsesión para evitar retroceder sobre
tus propios pasos.
331
En ocasiones, la belleza no se halla en el rostro de una mujer sino en
las generosas palabras de un hombre.
332
Penoso es ser abatido por la amarga adversidad, pero peor es
conducir tu vida sin saber encajarla, sin tener voluntad para afrontar
el infortunio, y sin valor para sobreponerse.
73

333
El bien, lo bueno y lo bello de la vida resultan absurdos si la
valoración que de ellos se efectúa es una caricatura de la
indiferencia.
334
Nadie desea ser engañado, pero todo el mundo se complace en
escuchar cumplidos.
335
La pobreza, más que ser el resultado de carecer de medios
económicos, lo es de depender de ellos.
336
Si un hombre sintiera la imperiosa necesidad de materializar sus
pecaminosos deseos, pero se privara de hacerlo sólo por moralidad o
evitar ser reprobado, ¿qué criterios habrían de establecerse para
juzgarle con ecuanimidad?
337
Padecer un irreparable agravio no excusa una idéntica actuación para
repeler el ataque.
¡Ofrece resistencia a tan hirientes palabras!, pero si no deseas que tu
honra se empañe, preserva intactos tus valores humanos.
338
Cada cierto tiempo retorna a tus orígenes para rescatar tu historia.
339
Habitual del ser humano es censurar los errores del prójimo por
minúsculos que sean, y a su vez no ensalzar sus éxitos más rotundos.
340
Existen en la vida razones tan contundentes que excusan toda
defensa, por ser patrimonio de la verdad universal.
74

Los Ángeles no lloran por la Tierra que Dios creó, sino al reparar en
el mundo que los hombres han formado, tras haberlo deformado
calamitosamente.
75

341
Lo importante no es aquello que se hace ni la finalidad que se deja
entrever. Lo notable es la verdadera intención con que se hace.
342
Si no arriesgas parte de ti nunca podrás beneficiarte de todo lo bueno
que albergan los demás.
343
Sólo con pronunciarse, una persona puede rubricar su inequívoca
realidad.
344
Todo el mundo justifica con coraje su inconsciencia, pero hasta el
hombre más vil teme enfrentarse al juicio de su conciencia.
345
Si la persona amada permanece a tu lado por amor y propia voluntad
¿por qué despiertan en tu razón tan incongruentes celos?
346
Si deplorable es la mentira vertida para salvaguardar los propios
intereses, qué penoso debe ser recurrir a ella para no convertirse en
delator.
347
Hoy tienes un problema y el día se te ha oscurecido, pero piensa que
mañana lucirá de nuevo el sol.
348
¡Cuántas veces defiende el hombre sus propias limitaciones
aparentando defender sus ejemplares ideas!
76

349
Para ser complacido, a menudo se exhibe como necesidad aquello
que ha sido suscitado por el irreprimible deseo.
350
Ocurre que muchas de las personas que son consideradas cultas o
han conquistado el éxito, sólo han cultivado en su vida la constancia.
351
Tener un entrañable y noble amigo no implica siempre tener un sano
y aconsejable amigo.
352
Siempre que el ser humano recurre a la justicia, más que pretender
que sea arbitrada con honradez, o que se desenmascare la verdad, su
único interés radica en que se pronuncie a su favor.
353
Unas sanas intenciones no es suficiente para rubricar una correcta
obra.
354
A veces, desear la muerte de un ser querido es una expresión
altruista y bondadosa si el fin es atajar el infernal sufrimiento.
355
Es algo innato en el ser humano desear ser grande, pero también le
es propio justificar su falta de resolución, en lugar de obstinarse en
crecer interiormente.
356
La amistad es la máxima y más genuina expresión de amor que un
hombre puede albergar en su corazón.
77

357
Comete otra injusticia quien pudiendo reparar la primera, elude
hacerlo.
358
Para que el ser humano se supere no ha de pensar en la perfección,
sino en contraer un compromiso con él mismo y actuar acorde a
como es.
359
Los prejuicios y las conclusiones prematuras, más que revelar un
pensamiento certero, te eclipsan como persona.
360
El infierno es la vida misma pero vivirla con honestidad y plenitud
es sentirse en la gloria.
361
A menudo, una errónea interpretación nada tiene que ver con la
ignorancia, la desconfianza o la mala fe. Simplemente es una verdad
que se ha esculpido a imagen y semejanza de los propios intereses.
362
Procura ser tú quien condimente la vida, en lugar de dejarla en
manos del destino, o te sabrá insípida.
363
El hombre ha de cuidar y fortalecer sus amistades: ¡si difícil es
encontrar una entrañable, más aún resulta conservarla!
364
Si tu intención es prosperar como ser humano, atesora bienes
espirituales en lugar de codiciar bienes materiales.
78

365
La bondad no consiste en ayudar de modo desinteresado a quien te lo
pide sino también a quien lo necesita.
366
Tan solo existe un intransitable –y a su vez transitorio– camino que
conduce a la resolución de problemas: ¡enfrentarse a ellos!
367
El amor declarado sólo es un mudo sentimiento si la comprensión
profesada se muestra ciega o sorda.
368
Sentir rechazo hacia un extraño es un sentimiento absurdo, pero
prejuzgarle sin conocer su condición humana revela necedad.
369
Existen personas tan contradictorias y exigentes a la vez que se
quejan de todo y protestan por nada.
370
Un fiel amigo siempre derrochará sinceridad salvo que tenga que
insuflarte ánimos. El color que adoptan sus manifestaciones de
apoyo es el del cálido sentimiento en lugar del de la fría razón.
371
Es propio de algunos individuos “rizar el rizo” para que una vulgar
mentira (resultado de una rebuscada y minuciosa elaboración)
presente el aspecto de una sólida verdad.
372
Si el reproche es hiriente en sí mismo, qué decir de aquel que no se
ajusta a los hechos acontecidos y se presenta, además, detallando
actuaciones pretéritas o fuera de contexto.
79

373
A menudo un serio semblante, acompañado de una muda expresión,
hacen confundir la altanería con la timidez, y viceversa.
374
Curiosamente, muchas de las personas que se confiesan buenas (y
avalan honradez), palidecerían al tropezar con una oportunidad que
pusiera a prueba su grado de bondad.
375
El problema que tienen la mayoría de las personas gruesas no reside
en no seguir una dieta como los deportistas, ni en su negativa a hacer
ejercicio; sino en no querer ejercitar su voluntad, para poder
competir contra la tentación y la pereza.
376
Aquella persona que para gozar de tu compañía fuera capaz de
traicionar a su pareja, en un futuro podría acariciar la posibilidad de
rendirse a otro amante que te reemplace.
377
¡Siembra ilusión y esperanza en tus sueños! Habrás derribado la
barrera de la duda, y te hallarás en disposición de culminarlos.
378
Inmenso favor se haría el hombre si se preocupara de conocer la
realidad en vez de dejarse arrastrar por los ciegos prejuicios.
379
Lo fascinante de las colecciones no es completarlas sino irlas
confeccionando: cuando se concluyen se termina también el encanto
y la ilusión.
80

380
Una persona cordial se transformará inevitablemente en un ser
insociable, si no goza de frecuentes muestras de consideración que
puedan reconfortarle.
381
Para que la castidad no sea tachada de aparente debe ser el resultado
de una incondicional doctrina y profesada con devoción, en lugar de
ser asumida con insufrible sacrificio.
A su vez, la impoluta pureza no reside en la renuncia sexual sino en
el sincero sentimiento, y en la decorosa conducta que de la creencia
defendida se manifieste.
382
El error que cometen muchas personas encargadas de asumir un
cargo de dirección es el de no ejercer sus funciones con humildad.
Con frecuencia usan la prepotencia como sustituto de la autoridad,
además de la soberbia, en vez de mostrar comprensión o un
comportamiento digno. Las fatídicas consecuencias a afrontar serán:
desconfianza, resentimiento, apatía, y la desmotivación del
subordinado –en el desarrollo de su trabajo–; lo que sin duda
trascenderá, de manera negativa, en los resultados laborales.
383
En una infidelidad, el hombre se siente normalmente herido por la
relación sexual. A la mujer le preocupa más la relación afectiva que
su pareja pudiera establecer.
384
A los ojos de un hombre tímido, el bondadoso –que obra en defensa
de sus derechos– es un rebelde. Quien deja pisotear su dignidad, no
es más que un necio si el juicio es emitido por una persona recta.
81

385
Para unas personas el amor es un instinto, para otras un hábito. Sólo
para aquellas que valoran todo su potencial es una constante en su
vida.
386
Algunos individuos se divierten tanto el fin de semana, que les asalta
la impaciencia de entregarse a su trabajo el lunes para poder
descansar.
387
Mientras perduren los efectos de tu enfado, no extraigas
conclusiones prematuras ni dejes que tus impulsos se desaten.
388
La felicidad se mide por el modo de responder al fruto de los deseos,
y por la manera de sentir y valorar los sucesos vividos.
389
La pérdida de tiempo es un atraco a mano armada a los intereses de
tu propia vida.
390
Los individuos vulgares utilizan la mentira para repeler las ofensas;
las personas de carácter refinado ofrecen como obsequio la verdad.
391
El retraso es un delito aún más grave que el robo. Mientras que el
bien sustraído puede ser subsanado, el tiempo nunca podrá ya
restituirse.
392
Tan culpable como el que emite una crítica maliciosa, es quien se
presta a participar como interlocutor o elude salir en defensa de la
persona censurada.
82

393
La concordia entre los seres humanos podrá llegar a ser una
incuestionable realidad, el día que se acepte al prójimo tal como es y
se le mida por el mismo rasero.
394
La pena que más aflige al enamorado no es el engaño, sino la
decepción.
395
A menudo, un hombre queda marcado por el penoso estigma de la
cobardía, por haberse adueñado de él la timidez, la vergüenza o el
temor al ridículo.
396
Las oportunidades desaprovechadas matan el propósito, engendran la
frustración, te hacen anhelar encarecidamente otro momento, y te
predisponen para aprovecharlo si se presentara de nuevo.
397
Para el individuo de pérfido comportamiento y desatinadas
convicciones, la traición no es sino una arraigada tradición en su
modo de obrar.
398
Tres cosas siente el hombre cuando recuerda que un día se
encontrará con la muerte: inquietud ante el acecho de su siniestra
sombra, incertidumbre por desconocer las circunstancias que la
provocarán, y temor al ignorar qué le deparará su presencia.
399
Aunque las montañas oculten con su majestuosidad el horizonte de
tu destino, ten la certeza de que permanece en la distancia, por tanto
toma el sendero que te guíe a él –para dar sentido a tu vida–.
400
¡Profundiza! No es preciso ser filósofo.
83

84
Luis Ángel Álvarez
Reflexiones cotidianas de un Ángel
edicionesbeta

JUEGOS DIALÉCTICOS
Los Ángeles anhelan que el hombre tome conciencia de que para
defender con justicia las leyes de Dios conlleva, en ocasiones, hacer
de abogado del diablo.
85

401
La educación es el conjunto de notas musicales que algunos
seres humanos combinan para que la vida forme un armonioso
concierto de sublimes canciones. Como se puede comprobar, la
urbanidad es el instrumento que hacen sonar para dar el do de
pecho. En cambio, otros individuos o bien desafinan o bien ocupan
su existencia dando continuamente la nota, acorde al compás que
marca su inadecuado modo de ser. Con este último grupo sólo resta
seguir al pie de la letra la siguiente partitura: tocar a fuga presto o
mandarles con la música a otra parte para no soportar su serenata.
402
El amor es el abrazo que el mar da a la playa cuando se
produce una pleamar de ternura en el corazón.
El odio no es la bajamar ni la resaca de los sentimientos, sino
más bien la marejada cuando las aguas se baten “picadas” de
verdad.
403
Todo el mundo desea conquistar la verdad, fruto del amor que
le profesan; pero pocos son los que se atreven a desnudarla.
404
Cuando navegues entre calma y tempestad o te encuentres
anclado en la indecisión, sé un paciente marino. Si se forma un
nudo en tu garganta, tira por la borda tu inquietud y entona una
canción de confianza al mar. ¡Hazlo sin dejar cabos sueltos y
maneja con destreza el timón para enderezar el rumbo! De este
modo, el viento soplará a tu favor, capearás el temporal, y
arribarás a buen puerto. La bonanza te acompañará y podrás
atracar si ir al a deriva ni vez zozobrar tu vida.
86

405
¡No pierdas los papeles como hacen el ignorante y el vil! Toma
nota de la condición del docto y del benévolo: aprende bien la
lección y suscribe tus obras despacio y con buena letra, aunque
sudes tinta. Con las vergonzosas actuaciones del pasado sólo cabe
un apunte: borrón y cuenta nueva. Que tu renovado proceder sea
un capítulo aparte; piensa que el acento del texto se encuentra en la
intención de revisar y corregir tu vida.
406
El conocimiento es la vianda de quienes sienten un apetito
voraz e insaciable de sabiduría.
407
Los pitidos e insultos entre conductores representan una
incuestionable señal de un necesario reciclaje y puesta a punto, en
materia de educación vial. A todas luces, ésta sería una acertada
solución para poner freno, a toda velocidad, a multitud de
infracciones que dificultan la correcta circulación de vehículos.
Después, viaja sin perder el control ni atropellar a nadie y todo irá
sobre ruedas.
408
En ocasiones, un atleta en competición acusa tanto el
cansancio físico o manifiesta una actitud mental tan negativa, que se
pone a prueba como deportista. Así, en lugar de considerar “me
haré con la medalla”, corre el riesgo de pensar “medaya igual la
medalla”, al “pasar olímpicamente” del esfuerzo para llegar a la
meta e intentar ganar.
409
El carburante que acciona el motor de la vida no es la
felicidad sino la ilusión. Aquella es el destino hacia donde se dirige
el ser humano.
87

410
La embriaguez es un combinado bastante concentrado de
alcohol, decepciones y frustraciones. Por tal razón, quien lo toma
sufre tan mal trago.
411
Qué triste debe ser la vida de aquel pintor, que para poder
comer, ha de sustituir el pincel del arte por la brocha gorda de la
necesidad.
A buen seguro que esta pictórica situación le hará subirse por
las paredes; por ello sería aconsejable que luchara, audazmente,
para blanquear su ánimo y dar pinceladas de color a su vida. Sólo
después, buscar un marco más adecuado para desarrollar su obra,
puesto que en éste “no pinta nada”.
412
La naturalidad es como un oleaje que se mece libremente en el
mar a golpe de marea.
¡Sé tu mismo, sin que la corriente te arrastre a la profundidad
de lo pretendido, pues eres único en tu especie! Ésta es la más
acertada premisa para sondear lo mejor que hay en el fondo de ti, y
estar siempre en la cresta de la ola.
413
Cada día que se apaga representa menos tiempo de existencia.
Vivir es un corto, veloz, e incierto viaje en el que el ser humano se
va deteriorando –poco a poco– en cada etapa hasta llegar a una
última parada que es la muerte.
Por desgracia, habrá quien quede relegado en la cuneta a
consecuencia de algún fatídico accidente o enfermedad, finalizando
al instante su agónico itinerario. Otras, en cambio, decidirán tomar
un fulminante atajo al optar por el suicidio.
88

414
La calumnia es el aguijón que ciertos “abejorros” del entorno
social clavan en la sensibilidad de algunas personas sólo para dañar
su integridad. Por suerte, el pincho podrá extraerse, pero no así su
veneno. Una vez inoculado, su honor quedará infectado sin
remedio.
415
Lo atractivo y lo interesante jamás prenderán en lo fingido
puesto que son frutos naturales. Por tal razón será fructífero que
exprimas todo el jugo a tan dulces atributos (si han madurado en
tu interior).
416
La adulación es la telaraña donde, a menudo, se enreda el
orgullo de la persona alabada.
417
Alevosía y Premeditación se conocieron una noche al ser
presentadas por un vulgar villano. Desde entonces, forman una
sociedad organizada a merced de Fechoría, para que los
malhechores que desearan delinquir pudieran contratar sus
servicios.
418
Cuentan que el día que se conocieron Hecho y Verdad nació
entre ambos una bella historia de amor. El primero quedó prendado
de la pureza y sinceridad que exhibía la segunda; mientras que ésta,
lo hizo del rigor y autenticidad de aquel. Desde entonces no se han
separado y viven el uno para el otro en la más franca fidelidad.
Atrás quedaron aquellos tiempos de sufrimiento con otros amores
baldíos, como le ocurrió a Verdad con Rumor y a Hecho con
Opinión.
89

419
El hombre, como un desesperado náufrago en alta mar que es,
necesita aferrarse a la tabla de salvación que simboliza la fe, la
confianza y la esperanza. De esta manera, aunque se encuentre con
el agua al cuello no se ahogará, y podrá alcanzar la orilla sano y
salvo para refugiarse en una vida feliz.
420
La introspección es la brújula que indica la posición de la
conciencia humana tras examinar los puntos cardinales de su
interior. De este modo, su flechilla apuntará la estricta dirección a
seguir en el supuesto de que se hubiera perdido el Norte en la vida.
421
Los errores son un jirón en el alma cuando se derivan de una
imprudencia; en cambio, son un descosido en el ánimo si han sido
ocasionados por un desliz. Reconocer en primer lugar la
equivocación, y después tratar su enmienda, podría –además de
restablecer el destrozo– ser una enseñanza para no reincidir. Si no
fuera así, habría entonces que enhebrar la aguja con el hilo de la
responsabilidad, para subsanar el corte que no ha podido ser
remendado por el arrepentimiento, ni zurcido por la justificación.
422
El diálogo es el puente entre dos riberas que permite el
entendimiento entre las personas. Aunque a menudo ocurre que para
cruzar a la otra orilla –sin quedarse al margen– existen tan solo
unas piedras que pueden hacer tambalear la comunicación, con el
consiguiente riesgo de caer, y mojarse en la indiferencia.
423
Para muchas mujeres el matrimonio es el estudio universitario
que desean cursar en su vida y al que quieren consagrarse. Tener
hijos, la tesis de su doctorado.
90

424
La confianza en uno mismo es un noble corcel de pura sangre,
entrenado para participar en carreras de obstáculos. En el
momento en el que el juez efectúa el disparo de salida, el jockey
espolea la grupa del rocín para que salga veloz del starting gate, y
abandone el pesimismo a rienda suelta. Mientras galopa, las
apuestas se mantienen a su favor como caballo ganador al
perseguir el optimismo; pero cuando llega a la meta se encuentra
con la realidad.
425
Si cada sonrisa dibujada es como una pincelada de felicidad,
preocupémonos entonces de pintar multicolores obras pictóricas.
426
El pensamiento es la varita mágica que puede convertir en
realidad todos los sueños del ser humano. Para efectuar bien el
truco, se debe depositar en la chistera el sacrificio; y si el
prestidigitador representa la sesión de ilusionismo con confianza,
aparecerán –sin trampas ni cartón– como por arte de magia.
427
Aunque contradictorio, cierto es que el frigorífico es más
frecuentado cuando una persona se encuentra a régimen
alimenticio. La razón reside en la necesidad de “quitarse un peso de
encima”, como resultado de la prolongada angustia que tal sacrificio
originó. Estos individuos sin voluntad, creen ser más listos que el
hambre al buscar consuelo en la comida; pero una vez hartos les
pesa haberlo hecho, consiguiendo de este modo: que les devore la
preocupación y que se arme gorda.
91

428
Subjetividad no es que tenga la vista peor graduada que
Objetividad, lo que ocurre es que para poder ver la realidad se sirve
de unos anteojos de cristal de “culo de vaso”.
429
Proveniente de un lugar llamado Fatalidad, se afincó en el país
de la adversidad un ciudadano con fama de inoportuno. Su nombre
era Despropósito y curiosamente transcurría el día “metiendo la
pata”.
430
Prevención y Precaución son dos centinelas de la guardia del
castillo al servicio de Bienestar. Su misión consiste en mantenerse
ojo avizor para alertarle del peligro y librar sus posesiones del
enemigo.
431
Serenidad capitanea un aguerrido ejército haciendo uso de la
razón y de la entereza como únicas armas. Su cometido, luchar
contra la tropa de Nerviosismo para conquistar la paz interior.
432
Salir de un estado de coma conlleva al paciente una
controvertida cuestión: preguntarse en qué grado de salud llegará al
punto final de su vida. Por desgracia, la respuesta sólo podrá ser
emitida con puntos suspensivos como resultado de su
incertidumbre. La causa de ello, los dos puntos siguientes: por un
lado, haber perdido el punto y seguido de su existencia, como
secuela de su percance; por otro, su deber de añadir un punto y
aparte a la misma para darle un sentido y seguir viviendo.
92

433
La obsesión es el resultado de multiplicar en la mente una
misma idea, por lo general, negativa. Este hecho, hace dividir la
razón en dos partes: la que se interesa por eliminarla, y la que
procura su reiteración. En el primer supuesto, se habrá logrado
sumar una victoria a esa despiadada lucha; en caso contrario, se
deberá restar un triunfo a su voluntad.
434
El tiempo libre es el barro con el que se crean las figuras de
los hábitos malsanos, que el aburrimiento se encarga de modelar. En
cambio, mantenerse ocupado, es dar forma al arte de la dignidad.
435
De personas comprometidas es labrarse la amistad para
recolectar una fértil cosecha. ¡Deben extraerse de raíz las malas
hierbas –la indiferencia y el desinterés– que debilitan su cultivo!
Por el contrario, es preciso abonar y regar el terreno con la
incondicional entrega además de no dejarlo en barbecho.
436
Cuando la desgracia embista a tus allegados, procura no
hacerles ninguna faena. No veas los toros desde la barrera, ni
permanezcas en el burladero: ¡sé un mozo diestro! Salta a la arena
como haría un espontáneo, saluda al tendido, y échales un capote
antes de que sean corneados sin remedio. Sufrirán algún que otro
revolcón pero, si te mantienes al quite, la plaza entera te vitoreará
entre gritos de ¡olé! por las asistencias.
Actúa sin saltarte a la torera las orientaciones que se te ofrecen;
y –ayudado de tu estoque–, culminarás una brillante lidia. Te darán
la vuelta al ruedo a hombros, exhibirás las dos orejas y el rabo de
tu trofeo, y saldrás por la puerta grande.
93

437
Un pacto entre dos oponentes es la línea recta que une dos
puntos de vista idénticos, después de haber mantenido dos ángulos
ciegos de parecer.
438
Inspiración es la antorcha que ilumina el camino a
Imaginación y a Ingenio para que no tropiecen en la oscuridad, ni
con la falta de estímulo ni con la desidia. De esta forma serán
capaces de descubrir nuevos horizontes.
439
La comprensión es la luz verde que despide –en la oscuridad de
los corazones– la luciérnaga para que brille un principio
esperanzador de entrega, y hermandad entre los hombres.
440
Una traición es un alevoso puntapié a los intereses de tu
lealtad. Por desgracia, este nefasto golpe siempre causará dolor a tu
amor propio sea cual fuere el número del zapato que use el pérfido
comportamiento de quien te lo propine.
441
Mientras que la necesidad acusa el esfuerzo por salir a flote en
el mar de la abundancia; la codicia se hunde cada vez más sin tocar
fondo, y el gasto superfluo nada plácidamente.
442
¡Tranquilo amigo!, que los problemas y aflicciones que te
aquejan son como un ojo inflamado: cada día se tiñen de un color
diferente. En consecuencia, harán que percibas la realidad de manera
distinta hasta conseguir ver claro.
94

443
Alcanzar la meta y colocarse el maillot de líder, en el podium
del éxito, requiere un gran temple: avituállate de ánimo y confianza
para aferrarte a tus ideas –como al manillar de tu bicicleta– y,
pedalea con energía, para subir el puerto del esfuerzo. No te
conformes con ser el rey de la montaña o el vencedor de una
etapa. Tampoco compitas contra reloj ni chupes rueda y podrás
fugarte de aquellos que manejan su vida a piñón fijo.
Corre con fe, pero con mucho cuidado para esquivar los
codazos, no tener una caída, no pinchar, o evitar ser cogido por el
pelotón del fracaso.
444
El ser humano es una primorosa y delicada flor que, con el
transcurrir del tiempo, va sufriendo una paulatina transformación:
mientras las semillas de su belleza interior florecen, los pétalos de
su belleza física fenecen.
445
Un buen maestro únicamente enseña a caminar. El interés del
discípulo por aprender, determinará si el otro maestro que habita en
su interior rastreará las huellas del aprendizaje, o enfilará el atajo
del abandono y de la ignorancia.
446
La única escuela que existe en el mundo es la vida misma. Los
maestros particulares más sabios –de quienes se aprenden un
sinfín de conocimientos– son: los errores, las dificultades, los
sufrimientos, todos los seres vivos, y las maravillas del planeta y del
resto de la creación. Por otro lado, los títulos académicos
corresponderían a las experiencias adquiridas de tales aprendizajes.
Los centros de enseñanza son sólo lugares donde se ciñen a
programas estándar.
95

447
Fortaleza vio la luz el día que Debilidad ya reformada fue
puesta en libertad, después de haber permanecido presa del temor y
de las dificultades, en la cárcel de la vida. Confinada en una
sombría celda, sojuzgada por un alcaide llamado Razón y
condenada a trabajos forzados, Debilidad pasó largos años. Los
carceleros encargados de procurar su reinserción fueron: Voluntad
–para dominar sus impulsos–; Ánimo –para cumplir su pena sin
evadirse–; y Valor –para soportar, con dignidad, el tormento
infligido entre rejas por grilletes y cadenas–.
448
La salud es la más preciada riqueza que puede atesorar el ser
humano: ¡si se invierte sabiamente, generará una gran rentabilidad!
Por desgracia, las personas son unas manirrotas y la derrochan
en fruslerías. En consecuencia, pagan unos elevados intereses por la
concesión del préstamo para recobrarla. De esta forma, cancelar la
hipoteca de la enfermedad costará un precio tan alto que puede
incluso, acarrear la ruina con la aparición de la muerte. Y la dama
de negro por nada del mundo daría facilidades para sufragar tan
asfixiante deuda, en cómodos plazos.
449
¡Deshazte de tu máscara y muéstrate como eres sin quedarte
entre bastidores!
Si para salir a escena y representar tu comedia en el gran
teatro de la vida no puedes dejar de ocultarte con ella, ¡adelante!;
pero camúflate con espontaneidad. Comprobarás qué bien se ajusta a
tu función de actor, puesto que seguirás fielmente tu guión,
adaptándote a todas las circunstancias. Te aseguro que
interpretarás, a la perfección, el papel de protagonista en la obra,
sin sentir miedo escénico ni dar el espectáculo.
96

Por último, no te preocupes por ensayar; en caso de olvido, de
buen grado te lo recordará el apuntador sin ridiculizarte ante tus
espectadores.
450
Quienes consumen droga con frecuencia se delatan por el mono
que tienen cuando la necesitan con urgencia. Los toxicómanos
manifiestan vivir como ratones si algún camello les ofrece por
ejemplo caballo. La aceptan por su dependencia, y a cambio aflojan
la mosca en lugar de negarse a continuar tomándola.
Saben, a ciencia cierta, que les dan gato por liebre pero es tan
torturante su ansiedad que no hay manera de que se apeen del burro,
aunque estén hechos unos zorros.
En su alucinación creen que estas sustancias les harán tan
fuertes como un león, por hallarse momentáneamente como pez en
el agua; sin embargo, se van metiendo cada vez más en la boca del
lobo.
Por encontrarse enganchados a la droga y carecer de ella, su
voluntad está sometida. Esconden sus cabezas como el avestruz y
continúan adquiriéndola a esos pájaros de cuenta que, sin
miramientos, les chupan la sangre como sanguijuelas. En realidad,
si estuvieran al loro, serían conscientes de que su adicción es como
un virus que va destruyendo progresivamente su salud. Si
renunciaran a tiempo a esta amarga lacra otro gallo les cantaría; por
el contrario, si no cogen el toro por los cuernos y no deciden
desintoxicarse, pueden acabar dormidos como lirones para siempre
en su próximo “viaje”. En el mejor de los casos, terminarán
asemejándose a los gusanos: arrastrando su autoestima para
conseguir una nueva dosis.
451
El amor que se conquista, en un abrir y cerrar de ojos o sin
mover un dedo, a muchos individuos les alimenta el Ego y engorda
su vanidad; pero a decir verdad, a menudo les hace un flaco y débil
97

favor. A las personas prudentes en cambio, en vez de caérseles la
baba les pondría un nudo en la garganta y la piel de gallina al
desconfiar de quien afirmara, a la ligera, quererles por un simple
parpadeo o pestañeo, sin antes haberse conocido.
A ciencia cierta que ese proceder hará que vayan de cráneo, por
tanto aconsejaría a aquellos que cegados por la pasión no se rieran a
mandíbula batiente, de su presunta suerte. Es más, les animaría a
que no durmieran a pierna suelta y que descubrieran de qué pie
cojea su pareja. Sin una sólida base emocional, a buen seguro que
por cualquier tontería su media naranja podría ponerse de morros y
subirse a sus barbas o a su chepa. Por tal razón no vendría nada mal
que supieran al menos cual es su talón de Aquiles. Si, al final, están
hasta la coronilla el uno del otro y se caen gordos, deparará todo en
un dramático resultado: darse de bruces con el fin de la relación
sentimental por falta de comprensión.
Llegados a este punto quedarían, sin poder impedirlo, con la
boca abierta y sin aliento, con dos palmos de narices, y con las
orejas gachas; es decir, con una traumática herida. En tal caso,
comerse el coco, tirarse de los pelos, o suplicar de rodillas no
serviría de nada. Les costaría un riñón roer el duro hueso que
representa una ruptura afectiva. Tendrían que hacer de tripas
corazón y, aunque llorasen a lágrima viva, no contarían con la
lástima de nadie, sino que serían el hazmerreír de todo el mundo.
Entonces, aunque pongan el grito en el cielo, podría ser demasiado
tarde para plantar cara a la realidad puesto que estarían con el agua
al cuello.
Para evitar que así suceda y triunfar por todo lo alto en
cuestiones de amor, existen tres premisas eficaces que no son moco
de pavo: meterse uno mismo en cintura, no quedarse de brazos
cruzados, y demostrar que se tiene sangre en las venas. ¡Iré al
grano! En verdad sostengo como fuertes razones de peso que si
alguien se te mete, entre ceja y ceja, y deseas dar la talla, has de
98

ganártelo a pulso, con el sudor de tu frente. ¡No te creas el ombligo
del mundo por mal que te pene! A continuación, sienta la cabeza
procurando que la insensatez no lave tu cerebro, y tómatelo a pecho
sin dar la espalda a la seriedad. Lucha con uñas y dientes, entrégate
en cuerpo y alma, y desnuda tus sentimientos sin timidez. Es decir,
hinca los codos en la ternura –siendo dulce como el cabello de
ángel–; arrima el hombro al compromiso –sin quedarte manco– y
mójate el trasero en la responsabilidad –poniendo toda la carne en
el asador–.
Después de haberte hablado largo y tendido de este complejo
tema, no hagas oídos sordos a tan valiosas instrucciones. Tampoco
enmudezcas: ¡dale a la lengua y transmítelas con tus propios labios!
No lo hagas por lo bajo sino con entusiasmo para que se corra la voz
de la necesidad de practicar estas palabras.
Te aseguro que moverás el esqueleto de alegría. Con este
consejo, que es mano de santo, conseguirás que el amor se convierta
en la columna vertebral de tu vida.
452
Acto seguido de hacer el acto sexual, efecto óptimo es quedar
relajado en el acto a consecuencia de la desenfrenada actividad. Un
desastre sería dormirse durante el acto; acto que evitaría que hicieras
acto de presencia en el acto de entrega a tu pareja, con lo cual ésta
podría enfadarse y no respondería de sus actos.
453
Por regla general sólo existe una sencilla y tácita regla para
amar al prójimo en toda regla. La excepción de la regla a la que se
hace referencia es: ¡amar sin reglas!
De esta arraigada regla se deriva una categórica regla de tres: a
menos reglas impuestas, más amor derrochado.
99

454
La única conclusión que se extrae, después de haber estudiado
las conclusiones derivadas de un supuesto, es que éste no conduce a
ninguna conclusión concluyente. En conclusión, sin datos
categóricos, ni pruebas irrefutables, se desprende la siguiente
conclusión: una conjetura nunca certifica la certeza de un juicio.
455
¡Que no te devore la duda!
Aún a riesgo de desperdiciar una ocasión: ¡no corras riesgos
mientras no se disipe tu duda!
456
Existen partidos políticos que más que implicarse con sus
cargos y tomar partido con las causas que defienden, lo que hacen
es sacar partido a la situación. Para obrar de esta manera, han
partido de la siguiente idea: “Gobernar un pueblo es un buen
partido”.
457
La Navidad es el período de tiempo en el que el ser humano
manifiesta comprensión y armonía con sus semejantes. Lo hacen
para lavar sus conciencias al verse privados de tales virtudes el resto
del año, pero fingen hacerlo por amor.
Medio mundo sabe el porqué lo hace en realidad el otro medio,
pero también fingen no darse cuenta. Aquellos a su vez fingen
ignorar que éstos fingen desconocer que su verdadera intención es
fingir.
458
El hombre puede ser feliz viviendo solo; sólo mientras no se
sienta solo.
100

459
Si ser tonto es nefasto para quien es consciente de ello, qué
desgracia asedia a esos individuos que no saben que lo son. Por
tanto, los primeros no son tan tontos como ellos creen ser puesto que
además de conocer su imperfección, no se confiesan inteligentes.
Asimismo, son menos tontos que los que no se perciben de su tara,
aun siendo considerados por el mundo igual de tontos que ellos. En
consecuencia, se deriva que un tonto tanto más tonto será cuanto
menos tonto piense ser, cuanto más espabilado se imagine, o cuanto
más desinterés muestre por descubrir y aprender las siguientes
“asignaturas pendientes”: la realidad de su condición, lo que ignora y
lo que no sabe que ignora.
Hay otros que son señalados como tontos sólo por afirmar tener
amplios conocimientos o por actuar como si de todo entendieran: es
el caso de aquellos que presumen de ser más que nadie. Todos ellos
son llamados tontos de capirote por querer tener siempre la razón y
pecar de vanidad.
También es tonto aquel que se caracteriza, bien por ponerse
tonto o pesado, bien por hacerse el tonto –con el fin de disimular no
haberse dado por enterado– y lograr sus objetivos a lo tonto.
Igualmente existen esos tontos que quedan vergonzosamente
como tontos por obrar a tontas y a locas.
Entre tanto tonto no hay que olvidar otras clases bien
diferenciadas de tontos: los inocentes o tontuelos que tontamente o
con suma facilidad incitan al engaño. También están: esos tontos
que parecen tontos pero en absoluto lo son; los despistados o
atontados y aquellos con un corazón tan grande que parecen tontos,
pero que en verdad no son más que unos tontorrones o bonachones.
Los individuos menos tontos de todos los tontos son los que
sienten un gran placer por tontear ¡qué listos!
101

Por otro lado hay sabios que modestamente dicen ser tontos:
¡ahí reside su grandeza! Y avispados, que como resultado de su
escasa autoestima, se tienen por tontos.
Una vez expuesta la amplia variedad de tontos existentes, hay
que tener en cuenta las siguientes enseñanzas: la primera, que no
existen ni tontos ni listos sino parámetros diferentes para determinar
la ignorancia y la sabiduría; la segunda, que no hay tonto para su
provecho; la tercera, que acertado sería procurar estar al tanto de no
ser ni tan tonto ni tan calvo.
460
Querida mía: Te escribo estas líneas para expresarte –en primer
lugar– mi más sincero y grato querer. También quisiera hacerte
saber el triste momento por el que atravieso, y la causa que lo
originó.
Es bien sabido que querer es poder, pero no siempre ocurre así
en las cosas del querer. Me explicare: ¿por qué quieres que yo te
quiera del mismo modo que tú me quieres?, ¿no te basta con mi
querer? Sabes que yo te quiero amor, pero entiende que no puedo
quererte como quieres que te quiera. Pienso que ninguna persona
quiere igual a otra, además, lo importante es quererse ¿no te
parece?
Te diré que nunca quise para que me quisieran, ni quise
querer como quisieron que quisiera. Tampoco dije querer sin
haber querido, porque querer de estas maneras denota un querer
fingido y no un sano querer. Todo lo más que hice fue querer sin
querer; como ves, no tenía ninguna intención de querer, pero quiso
el destino que quisiera. Incluso quise sin haberte querido querer
por miedo a querer; también sin ser querido, como de igual forma a
mí me quisieron sin yo querer. ¡Estos modos de querer sí que son
característicos de un verdadero querer!
Queda dicho que para que yo te pueda querer, te he de querer
como yo quiera quererte y no como tú quieres que te quiera;
porque si tuviera que quererte con exigencias no podría quererte.
102

En verdad te digo que te quiero, y te quiero mucho, amor. Te
quiero con el alma y te quiero con el corazón; pero te quiero con
mi particular querer y eso debe bastarte de mi querer: un querer
que quiere con locura, pero además con sensatez.
P.D.: ¡Acéptame y quiéreme como soy! ¿quieres?
Fdo: El queriente
461
No me inspira confianza quien desconfía de sus posibilidades
reales, ni quien se confía de su presunta suerte. Tampoco los
confidentes, ni aquellos que sin motivo aparente no se fían de mí, o
lo hacen sin conocerme.
462
El raciocinio del hombre es evidente, pero de ningún modo se
muestra razonable cuando su razonamiento se apoya en endebles
razones para esgrimir la razón.
463
Los celos se componen de: un gramo de sensibilidad, una
chispa de interés, una gota de inseguridad, una pizca de amor
propio, una mota de posesión, una brizna de temor y un ápice de
duda hacia tu pareja.
464
El círculo vicioso (situación que termina en el punto de origen)
del amor discurre de un curioso modo: el amor engendra el roce
(enfrentamiento); el roce (enfrentamiento) desata la ruptura; la
ruptura suscita la indiferencia; la indiferencia concibe la
reflexión; la reflexión despierta el interés; el interés libera el
sentimiento; el sentimiento otorga el roce (trato); el roce (trato)
conquista el amor (si se cultiva se detendrá el proceso; si por el
contrario se descuida, derivará nuevamente en las subsiguientes
fases).
103

465
La fidelidad que aseguran guardarse muchas parejas de
enamorados es tan grande que sólo puede ser vista si se mira a través
de un microscopio.
466
¡Qué manera de querer tan desinteresada la de aquellos
enamorados, que para gozar del amor, prodigan amor!
467
Cuando el sexo está preso del seso la castidad se deja ver;
cuando el seso es sometido por el sexo, se destapa la lujuria. El nexo
entre el seso y el sexo es el amor.
468
La diferencia que existe entre Versión y Verdad radica en que
cuando la primera se explica no tiene pelos en la lengua, mientras
que cuando la última expone sus hechos, lo hace con pelos y
señales.
469
El hombre no debe esperar a liberarse de sus ataduras para
poder adoptar magnas decisiones, sino que debe sustentarse en las
magnas decisiones para poder librarse de sus ataduras.
470
Una persona justa irradiará en consecuencia bondad; pero no
siempre una persona buena será justa.
471
Dicen con razón que para que el ser humano actúe
correctamente no debe hacer lo que quiera sino lo que deba; aunque
a su vez el mérito radica en hacerlo porque quiera y no porque
deba.
104

472
Resulta paradójico comprobar cómo el lugar donde más
conflictos y guerras se libran sea conocido como Tierra Santa.
473
Hay quien afirma con certeza ser incapaz de hacer nada inmoral
“ni por todo el oro del mundo”; pero, a buen seguro, que muchos
de ellos lo harían por poco dinero.
474
Con tus amigos, digno de admiración es comprometerse
siempre; pero también lo es “no casarse” nunca con ellos por
mucho que les ames.
475
Ánimo y Consuelo bailan siempre con las más feas. Y no es
para menos ya que sus parejas son Apatía y Aflicción.
Con sus extremas atenciones, hacen posible que estas
desamparadas damiselas puedan distraerse y olvidar sus penas.
476
En sus tiempos mozos, Ajetreo fue una persona muy nerviosa;
ahora que es adulto, sus amigos le apodan cariñosamente Sosiego.
Éxito es un individuo tan presuntuoso y seguro de sí mismo que
cuando no da la talla en el intento le llaman Frustración.
477
Se desposaron el señor Dubitativo y la señora Vacilación, y
tuvieron una hija a la que pusieron por nombre Contradicción.
478
Si fracasas con dignidad, triunfarás,
si triunfas sin humildad, fracasarás.
105

106
479
El amor es una amistad egoísta
la amistad, un amor altruista.
De Dios es la perfección
del hombre la intención.
480
481
El amor une a las personas por necesidad
el amor propio las separa por necedad.
482
El odio es un afecto fermentado
el amor, un afecto fomentado.
483
La indiferencia es un silencio desairado
el desairado es un silencioso airado.
484
La aprehensión suscita la aprensión.
Se revela quién se rebela.
485
486
Contra la crítica, la indiferencia; contra el cotilleo, hablar poco
y al revés; contra las preguntas descaradas o malévolas, las
respuestas ambiguas o esquivas.

487
La franca alabanza agrada; mas, la palabra agasajada para
“lavar la cara” al alma cabal, fracasa.
Naturaleza
y silencio
la única medicina.
488
489
Aquella persona que se arriesgare
así por orgullo o desaforada chulería
a alguien sin más faltare,
¡ande con ojo! y de ella no se ría
pues con otra más fuerte pudiera toparse
de lengua más afilada y mejor condición
que por no respetarle y de él burlarse
propinarle podría, una gran lección.
490
107

108
491
492
La persona justa siempre la pretende;
al encubrirla, el falso su alma vende.
Valerosa es, sea dicha la verdad,
esta noble dama de excelsa bondad;
realista, precisa, también perfecta
de la razón dueña y de intención muy recta;
ahora, si observas con atención,
descubrirás dos veces la solución.

493
¿Cuál es una necesaria cosa
que todos anhelan para bien vivir,
que nadie tuvo al nacer,
ni al fallecer, otros atesorarán?
Poseerla quieren para no sufrir,
pero sufrir deberán antes de poseer
y largos años habrán de pasar
para poderla extraer.
494
Una vez colocadas las vocales que faltan podrá leerse una
reflexión
M _ S Q _ _ _ L H _ CH _ , L _ Q _ _ C _ _ NT _ _ S _ L
G _ ST _.
495
Deberá situar cada pieza en el lugar que le corresponda
para formar una reflexión.
109

496
Sustituye cada número por la letra del abecedario que le
corresponde teniendo en cuenta que debes excluir la (CH) y la
(LL).
497
Ordena las palabras para escribir correctamente la
reflexión:
SOSPECHOSO POR PUEDE ALUDIDO DARSE RESULTAR
498
Las palabras han respetado el orden. Las sílabas de cada
palabra en cambio habrán de ser ordenadas para poder leer la
siguiente reflexión:
RAPA BRIRUCAR UAN RATECER TAPRETERINCIÓN SE
ESENALCI MOSTRARDE NU COTORREC TENDIENTOMIEN.
RAPA ALARPE LA MIENTODITENEN, BLAHA NOC
PIEPRODAD.
499
Ordenando las letras adecuadamente descubrirás el nombre
de una virtud que se enfrenta al pecado de la avaricia.
110
ADODERGISNE

500
Para descubrir a qué hace referencia la reflexión indicada
deberás localizar todas las palabras que la componen.
Recuerda que pueden ser leídas de izquierda a derecha, de
derecha a izquierda, de arriba abajo, de abajo arriba y en
diagonal (en ambos sentidos).
TÚ, ¡TEN FE! PUES ÉL TE DARÁ VIDA. SU FUEGO Y
CALOR ES LA TEA QUE ARDE CON FUROR.
111

112
Luis Ángel Álvarez
Reflexiones cotidianas de un Ángel
edicionesbeta

PARÁBOLAS
Un hombre dijo confuso a su amigo: –Las razones que unas personas
expusieron ayer para alabarme, son las mismas que hoy esgrimen
otras para repudiar mi actitud.
Su compañero respondió: –Nos agrade o no nadie se encuentra a
salvo del personal juicio del prójimo. Para unos somos Ángeles; para
otros, demonios.
113

114
501
EL VIAJE
Hace tiempo, un hombre emprendió un viaje alrededor del
mundo. Deseaba conocerse a sí mismo, y para lograrlo, tenía que
descubrir qué encerraban los corazones de quienes encontrara a su
paso.
Cuando a su regreso se interesaron por el fruto de su intrépida
aventura, declaró:
– Amigos, mis andanzas han sido extenuantes, pero han
merecido la pena. Tropecé con infinidad de personas, y sus
singulares ideas sedimentaron en mí una fecunda enseñanza. He
aprendido que la verdad no tiene morada: las razones que inducen a
obrar al prójimo son enigmáticas y sus sentimientos fervientes. No
es prudente emitir juicios de valor, ni determinar la conducta de
quien confía ciegamente en la autenticidad de sus intenciones.
– ¿En qué basas tus testimonios? –preguntó algo escéptico uno
de los allí reunidos.
– Como prueba relataré la siguiente anécdota –insistió–: un día
coincidí con un Dios y un demonio; con un ladrón y con un buen
hombre que repartía sus escasas pertenencias entre los necesitados.
Asimismo, con una mujer que lloraba de alegría y con otra que reía
no menos contenta. Después comprobé sorprendido cómo todos
discutían entre sí y justificaban acertadamente su causa.
Ahora, juzgad mis palabras en lugar de juzgar a los demás sin
conocer su condición humana.

502
JUVENTUD Y VEJEZ
En cierta ocasión se encontraron Juventud y Vejez. Tras
observarse como extrañas dijo aquella a ésta:
– Siento curiosidad puesto que me han hablado mucho de ti,
¿quién eres en realidad?
– Soy lo que algún día serás, una prolongación de lo que ahora
eres. Y tú eres lo que fui –respondió la anciana–. Todo el mundo
desea ser como tú, pero yo soy afortunada con el período de vida que
atravieso: el camino para llegar ha resultado largo y penoso, y por
nada del mundo renunciaría ahora a mis dominios –agregó segura de
sí misma.
– Yo, por el contrario, soy feliz así. ¿Qué tiene de maravilloso
convertirse en una persona mayor? –preguntó Juventud.
Vejez respondió de nuevo: –He vivido el pasado y recorrido
todas las etapas de la vida, soportado el paso de los años con
entereza, y remontado las dificultades que me impuso. Gracias a
todo ello –añadió–, soy dueña de una inmensa fortuna. Sin embargo,
tú ni siquiera has comenzado a caminar para poder entender el
sentido de mis palabras.
– Por favor, procura ser más explícita –sugirió Juventud–, sólo
sé que tienes más edad y también más achaques –sonrió.
– A pesar de tu mocedad ¡y de tu impertinencia! no te negaré
una explicación. Quiero que descubras el premio que te aguarda.
Bueno, si eres capaz de vencer al tiempo –contestó con paciencia
Vejez–. Tú revelas ignorancia, yo atesoro experiencia; tú estás
sometida a la impulsividad, yo manifiesto prudencia; a ti te devoran
las dudas, yo acredito seguridad; tú planteas preguntas sin cesar, yo
prodigo consejos.
Antes de que la anciana pudiese continuar razonando, Juventud
le interrumpió algo molesta.
– Me lo describes demasiado hermoso, ¿no existe algo que te
desagrade?
115

– Sí, en efecto –respondió Vejez– seré sincera contigo. Existe
una razón por la que no soy del todo dichosa: me refiero ¡a la
sepulcral soledad! Al hombre le ciega el egoísmo y yo sólo soy un
estorbo para él. Por otra parte, la necesidad de amor, comprensión y
atenciones, es mayor que la tuya. Yo ya me hallo en la recta final de
mi trayecto y, temblorosa, presiento el último aliento de vida. A ti,
en cambio, aún te queda mucho por vivir.
Vejez concluyó con rotundidad:
– Ningún ser humano me desea, pero algo bueno tendrá el paso
de los años cuando todos sin excepción anhelan envejecer, ¿no te
parece?
Y Juventud se rindió a la evidencia.
116
503
SIGNOS GRÁFICOS
Se hallaba un escritor redactando un relato en el que hacía
referencia a las reglas de urbanidad, cuando decidió ausentarse un
momento. Había perdido la inspiración y confiaba en que volvieran
las musas mientras se concedía un respiro.
Aprovechando la circunstancia, un aburrido signo de
admiración del folio a medio escribir, no encontró mejor manera de
pasar el rato que incitar a un acento situado en una palabra próxima a
él.
Al poco tiempo, se encontraban enzarzados en una estúpida
discusión sobre quién de los dos era más refinado en el trato ofrecido
al prójimo.
Después de varios rifirrafes entre ambos, el signo de admiración
dijo enojado al acento:
– ¡Vale, vale! Pase que yo sea un poco exagerado y en
ocasiones algo marimandón, pero por lo menos –continuó
increpándole–, no tengo un mote tan tonto como el tuyo. Mira que
apodarte “virgulilla” –dijo sarcásticamente–. ¡Además no soy tan

despistado como tú, que siempre estás en las nubes! Y, aunque
también me pronuncie con fuerza, nunca utilizo tu altivo tono.
Cuando el signo de admiración se despachó a gusto con
semejante repertorio de insultos, el acento se dispuso a replicar lleno
de ira, pero en ese preciso momento hizo aparición con su pluma el
erudito en relaciones humanas.
Extrajo con fuerza la hoja de la máquina de escribir y, haciendo
con ella una bola, la arrojó a la papelera.
“Empezaré de nuevo –pensó–, creo que me he excedido en mis
consideraciones. En realidad nadie es tan insociable como aparenta,
sino que prevalecen en su interior las normas que rigen la educación
y el respeto”.
504
LA DISPUTA
Dos jovenzuelos se debatían en actitud arrogante cuando se
acercó un anciano para mediar entre ellos. Preguntó el motivo de la
disputa, a lo que respondieron:
– Ambos sostenemos que las cualidades de cada cual son más
relevantes que las del otro. ¿Qué criterio podríamos establecer para
despejar esta “grave” duda?
– Nadie debería considerarse superior, ni tampoco avergonzarse
si otra persona dispone de cualidades más destacadas –repuso el
anciano–. Resulte o no de vuestro agrado –prosiguió– aunque únicos
e irrepetibles, sois iguales a vuestro prójimo. Únicamente cambian
las circunstancias de cada persona, por tanto no sería exacto
catalogar a alguien como inferior a otro, sino que es más preciso
hablar de inferioridad de condiciones.
– Son tan solo palabras –objetó uno de los chicos–. Nosotros
necesitamos hechos concretos para esclarecer la verdad.
– Todos conocemos a quienes desde el cielo y bajo la tierra
pueden atestiguar mis palabras –aseguró el anciano–. ¿Habéis
olvidado a Dios y a los gusanos?
117

118
505
LA GALLINA Y EL LORO
Una gallina vivía triste en un gallinero en compañía de otras
aves de corral y junto a un gallo medio desplumado.
Un día, el granjero pensó que sería acertado comprar un loro, de
larga cola y exuberantes plumas de colores, para alegrar con su
jovialidad el lugar.
Una mañana dijo la gallina al recién llegado:
– Querido amigo, imploro tu ayuda para afrontar mi
desesperada situación. Sé que eres en extremo inteligente y podrás
entenderme sin dificultad.
– Soy todo oídos –se interesó el loro.
– La gallina se desahogó:
– ¡Estoy aburrida de que todo el mundo me considere un bicho
feo y tonto! Incluso cuando exclaman: “¡Eres un gallina!”, me están
comparando con los cobardicas. Pero esto no termina aquí –continuó
relatando con insistencia–, mi mayor preocupación es la tartamudez.
Transcurro el día repitiendo sin cesar: “Cloc, cloc, cloc...”. Es la
única palabra que puedo articular por lo que me resulta
prácticamente imposible comunicarme. Tú, en cambio, eres tan
hermoso y te expresas con tanta fluidez...
– Deberías aceptarte tal y como eres –exclamó el loro–. Los
seres vivos somos egoístas por naturaleza y sólo nos fijamos en
nuestras propias desdichas sin advertir el sufrimiento ajeno.
– ¡Has reparado bien en mí? –preguntó enérgicamente el loro
para hacer reaccionar a la compungida gallina–. A pesar de mi
imagen, no soy mejor que tú, ni tampoco más dichoso. Sólo soy un
simple loro, pero gracias a mi longeva existencia he adquirido
fructíferas enseñanzas. Una de ellas es aprender a vivir con los
defectos que me han sido asignados. Por la amistad que nos une –
prosiguió el loro–, te confesaré que a mí también me aflige una

amarga pena. Como a ti te sucede, también soy la comidilla de algún
desaprensivo cuando un individuo poco agraciado se cruza en su
camino. Así, emplean otra vulgar y despectiva expresión: “¡Eres un
loro!”. Por otro lado, si crees que poseo un don natural para el habla,
te equivocas. “Mi supuesta elocuencia” no es sino la reiteración de
las palabras que pronuncia mi amo. Y si por un casual me excedo
con el parloteo, tengo que escuchar cosas tan desagradables como:
“¡Cierra el pico y no repitas todo como un papagayo! o ¡cállate
maldita cotorra!”
Tan pronto como la gallina escuchó al loro, su actitud cambió.
Había comprendido un tranquilizador mensaje: ¡nadie es perfecto!
506
EL NEGOCIO
En la región de El Nafud (Arabia) un mercader se frotaba las
manos por el sustancioso negocio que había zanjado: “¡Por Alá que
me ha favorecido la suerte! Todos los días no se consigue embolsar
una suma tan elevada por un viejo y maloliente camello”.
A su vez, el extranjero que lo había adquirido era de la misma
opinión que el vendedor: “Con la compra de este brioso animal
podré cruzar el desierto y dirigirme a Hadramaut donde espera
intranquila mi familia. A cambio sólo tuve que entregar a ese
ambicioso mercader un puñado de monedas usadas sin ningún valor
sentimental”.
119

120
507
UNA RESPUESTA INGENIOSA
En la exótica ciudad hindú de Patna vivía un hombre solitario y
extravagante. Relata la leyenda que un día le sorprendieron
conversando con su propia sombra. Cuando le preguntaron con burla
sobre su “raro” proceder, contestó con otra pregunta.
– ¿Qué preferís amigos, hablar con vosotros mismos
conociendo de antemano la respuesta, aún a riesgo de que os
consideren locos, o dirigiros al prójimo a sabiendas de que, además
de no escucharos, os tomarán por necios?
Desde entonces, el respeto y la admiración por ese singular
hombre brotó en los corazones de todos sus detractores.
508
DOLOR Y PLACER
Dolor dijo a Placer: –Mi asedio al ser humano no descansa ni un
solo instante.
– Te olvidas de los momentos memorables de felicidad que yo
proporciono –rebatió Placer.
– Únicamente haces albergar falsas ilusiones. Tus destellos son
tan tenues como inapreciables –repuso Dolor–. Cuando eres tú el que
“reina” y te muestras complaciente, también me hallo en el ánimo de
tus “leales” adeptos: no cesan de preguntarse si les despojarás de tan
agradable sensación, o gozarán de tu compañía permanentemente. Si
por el contrario, la desgracia se ceba en ellos, mi presencia se
acentúa.
Placer, al oír aquellas contundentes palabras, enmudeció, y
triste, se alejó como tenía costumbre.

509
EL RABINO
En una vasta región del Norte de Israel, donde discurre el río
Jordán, se congregó una multitud enfervorizada de fieles para
escuchar las fraternales palabras de Leví, el rabino:
– Más ciego que aquel que no puede contemplar las maravillas
del mundo, es quien no es consciente de sus actos, o se encierra en sí
mismo para no afrontar la realidad...
Más sordo que aquel que no puede escuchar los agradables
sonidos que le brinda el día, es quien no presta atención a la llamada
de auxilio de los desesperados...
Más mudo que aquel que no puede expresarse, es quien silencia
las injusticias...
Más manco que aquel que no puede dispensar una tierna caricia,
es quien no se entrega a sus semejantes...
Más cojo que aquel que se apoya en un bastón para poder
caminar, es quien vive dependiente de los demás...
Cuando pronunció su discurso, todos los presentes se
encaminaron a sus hogares, conscientes de su nueva incapacidad –
hasta ahora latente en su interior–.
121

122
510
EL PASADO, EL PRESENTE Y EL FUTURO
En un lugar llamado Cronos un hombre descubrió tres caminos
que convergían. Uno de ellos retrocedía al Pasado, el del medio
indicaba el Presente, y el tercero vislumbraba el Futuro.
Indeciso, el hombre se detuvo para decidir qué dirección tomar.
De inmediato una lejana voz se dirigió a él:
– Te habla el Pasado. Yo soy lo que aconteció. Los errores que
cometiste en mi presencia te han reportado sabiduría y experiencia.
Todo lo que hoy eres me lo debes a mí. ¡Sigue mi camino y
encontrarás un sentido a tu existencia!
Al rato, unas rotundas palabras retumbaron en el lugar: –¿Quién
desea remontarse a la historia? ¡Hay que vivir el momento! El
Pasado te abandonó para siempre y los recuerdos son tan solo
cenizas que no pueden prender la llama de la existencia. Por otra
parte, el futuro siempre será un destino incierto, algo que no sabes si
divisarás. Yo, en cambio, permanezco a tu lado. Soy el Presente, lo
único seguro que posees. ¡No abandones mi senda!
Tímidamente irrumpió el Futuro: –Yo soy el anhelo del Pasado
y el propósito del Presente. Me encuentro latente en tus
pensamientos y en cada paso que das. Tus ilusiones no son sino un
codiciado tesoro que protejo en mi mundo hasta que te adueñes de
él. ¡Continúa avanzando!
Tras escuchar las patéticas palabras de todos los tiempos, habló
el hombre:
– Mi vida es un conjunto de vosotros tres y a todos os debo mi
agradecimiento por igual pues me habéis transformado en un ser
completo. El Pasado dibujó mi carácter, el Presente fragua día a día
mis sueños, y el Futuro me hace albergar esperanzas, por tanto, a
ninguno quisiera defraudar. Bien pensado optaré por dar un rodeo
hacia donde el sol se oculta en el horizonte. Indagar parajes siempre
me ha proporcionado placer.
Mientras se alejaba en la dirección elegida, masculló: –El
Pasado es el espejo donde se refleja el Presente y se consulta sobre el
Futuro.

511
LAS DOS FUENTES
Un caluroso atardecer, al pie de una montaña, dos hermanos
descubrieron un manantial de dos bocas de agua. Entre ellas, un
letrero avisaba: “Querido paseante, te encuentras ante las fuentes del
insaciable conocimiento –curiosidad e indiscreción–. Sed prudentes
y satisfacer vuestra ansia en el caño más adecuado”.
Cuando terminaron de saciar su sed, quien bebió del chorro de
la curiosidad se empapó de sabiduría; aquel que eligió el de la
indiscreción, se encharcó en la necedad.
512
UNA DECISIÓN
Chan era un monje budista responsable de la enseñanza en un
monasterio del Tibet. Con su valiosa instrucción, los novicios se
entregaban a la espiritualidad, consagrados a la plegaria, a la
meditación y a la disciplina.
Uno de sus discípulos preguntó un día:
– Maestro, ¿por qué reflexionar largamente antes de admitir una
decisión como válida si las llaves de la naturalidad y del instinto
abren con presteza todas las puertas?
Chan respondió con vehemencia:
– No es posible proceder sabiamente sin haber sostenido con
anterioridad una lucha interior. El ser humano debe extremar la
prudencia para satisfacer con acierto su inquietud. Cuando algo
acapara su atención, su pensamiento se debate entre lo que el deseo
le demanda, lo que la moral le dicta, lo que inspiran sus sentimientos
y lo que es más conveniente.
– ¿Tendrá que adentrarse entonces en una de las cuatro sendas?
– Una decisión sólo será juiciosa cuando el hombre aúne todas
ellas y a continuación demuestre valor para actuar en consecuencia –
aclaró Chan.
123

124
513
EL DEMENTE
En la plazuela de un pequeño pueblo, lugar de reunión de los
lugareños, un demente soportaba –con el rostro desencajado– la
humillación que un grupo de desaprensivos le infligían.
El perturbado no tuvo otro remedio que salir corriendo, como
alma que lleva el diablo, para tomar la delantera a una lluvia de
piedras que se cernía sobre su cabeza. Su única defensa consistió en
lanzarles una vidriosa mirada de reproche por la indiferencia y el
odio que formaban parte del mundo de aquellos que presumían de
cabales.
514
DELITOS
Hace muchos años, un sabio anciano que había dedicado su vida
a la oración y al sacrificio, fue apresado por la justicia a
consecuencia de un malentendido. Los delitos que se le imputaban
eran múltiples pero, en lugar de negar todos los cargos, reconoció sin
ningún temor la autoría de los hechos.
– Confieso que he infringido sin compasión los principios
morales de los hombres –dijo– pero, aún así siempre ha gobernado
en mí la benevolencia para cumplir con devoción las leyes supremas
de Dios.
– Sea lo que fuere aquello que intentas decirnos –replicaron con
extrañeza sus captores– no te librarás de quedar impune de tales
actos de barbarie. Alguien que obra como tú no puede ser
considerado un buen hombre.
A los pocos días el viejo era ajusticiado, y las fechorías que
cometió anunciadas para el conocimiento público y ejemplo de sus
vecinos. Entre otras, fueron las siguientes: matar el hambre, robar el
corazón, ejecutar las ideas, desterrar la pereza, encarcelar al

desconsuelo, traicionar a la mentira, dominar la lengua, derrocar al
miedo y declarar la guerra a la tiranía.
Aquella noche, un hombre imploraba justicia al cielo por la
muerte de su mejor amigo.
La Divinidad le respondió con determinación:
– Por desgracia para las personas honestas, la manera de
expresar sus sentimientos eclipsa en ocasiones la verdadera intención
del corazón. Los insensatos, sólo perciben la realidad a través de los
ciegos prejuicios, en lugar de mirar con los ojos del alma.
515
EL ORIGEN DE LA VIDA
El Monte de los Olivos (Palestina) –lugar donde crucificaron al
hijo de Dios– reunió una mañana a un sacerdote, a un filósofo y a un
científico que, alentados por la fe, acudieron a orar.
Después de conversar sobre diversos temas relacionados con ese
lugar sagrado, centraron la atención en un asunto de crucial interés.
El sacerdote se apresuró a hablar: –Es una cuestión trivial
querer averiguar la esencia del ser humano si no existe también una
preocupación por descubrir sus orígenes. La respuesta es potestad de
Dios.
El filósofo dijo a continuación: –El mundo se pregunta
constantemente qué se formó en primer lugar, si el huevo o la
gallina. En verdad os digo que el principio de la existencia se
desvelará cuando el hombre sea capaz de conocerse.
Después, el científico se pronunció al respecto: –¿Qué creéis
que ocurriría si decidierais estudiar, en profundidad, una manzana
sana y apetitosa? Pasado un tiempo presenciaríais “el milagro”: unos
organismos vivos, los gusanos, habrán surgido de la nada. ¿Cómo se
han generado?, ¿entendéis ahora cómo se inició la vida de todas las
especies?
125

Un individuo harapiento que no había perdido detalle de la
conversación decidió inmiscuirse en el tema y expresar su parecer: –
Tal vez encontremos nuestros orígenes en el lugar hacia donde nos
dirigimos.
Una vez hubo terminado de hablar, los tres hombres se burlaron
por considerar que sus atrevidas afirmaciones, eran sólo la opinión
de un vagabundo sin talento alguno reconocido para resolver tan
espinoso misterio.
126
516
ALEGRÍA Y FELICIDAD
Cierta vez se dirigió Alegría a Felicidad en los siguientes
términos:
– ¡Me inspiras una profunda admiración, y nada me complacería
más que ser algún día como tú!
– Querida amiga –reveló Felicidad– tú eres exactamente el
cometido de mi existencia: ¡Manifestarme con la gracia que tú
derrochas!
– Me adulas –exclamó ruborizada Alegría–. En definitiva, me
pregunto quién de nosotras es el camino y quién el objetivo.
– Tú no eres de gran ayuda irradiando ocasionales destellos de
gozo –respondió Felicidad–. Y yo nunca lograré ser completa
mientras los hombres no disfruten de las pequeñas cosas de la vida.
Sólo representamos un bienestar efímero pero si tú, Alegría, anidas
en sus corazones, yo lo haré palpitar para que el ser humano pueda
vivir cada momento con plenitud –sentenció.

517
EL CONSEJO
En la cima de una montaña del Sur del Líbano vivía un anciano
apartado del mundo. Era un buen hombre, no obstante su fama de
consejero le precedía. No se conocía en el lugar a nadie que
transmitiera unas sugerencias tan certeras ni quien, como él,
estuviera ejercitado en las artes adivinatorias.
Un joven, atormentado por la incertidumbre, se encaramó hasta
la morada del sabio para que vaticinara su porvenir.
–¿Qué necesitas de este humilde servidor?–preguntó el anciano.
– Aliviar mi inquietud.
– Son muchos los que quieren aplacar su angustia y siempre
expreso una opinión idéntica: “Únicamente vosotros podéis atinar la
respuesta”.
– Sólo deseo saber si las decisiones que adopte en la vida me
reportarán felicidad.
El anciano le rodeó con sus brazos y, mirándole cálidamente, le
habló con franqueza: –Nunca serás feliz si no arriesgas parte de ti.
Debes amar tus convicciones, ejercer tus cualidades y entregarte, en
cuerpo y alma, a la conquista del éxito. Es preferible armarse de
valor –para cosechar la dicha– que consumirse de tristeza por no
haberlo intentado.
518
UN HOMBRE VELOZ
Mientras jugaban, tres muchachos observaron a un hombre
cruzar veloz frente a ellos.
– Desconozco hacia donde se dirige, pero a buen seguro que si
tiene prisa es porque va con retraso –dijo el primero.
– No estoy de acuerdo –exclamó el segundo–. Conozco mucha
gente que se desplaza con rapidez y lo hace de idéntico modo.
– Ambos os halláis en un error –discrepó el tercero– pienso que
tan solo es preso de la precipitación.
127

128
519
LOS TRES BIENES
En el Tibet (China) vivía un venerable maestro de larga barba y
serena mirada. Al pie de la cordillera del Himalaya se dedicaba a
relatar anécdotas a los niños.
En una ocasión les habló de Chiu, un muchacho que
curiosamente se llamaba como él:
– Las aventuras de Chiu transcurrieron hace muchos años en
esta misma región –explicó el maestro–. Era un muchacho inseguro
e indisciplinado que acarreaba continuos disgustos a su padre.
En el ocaso de su existencia éste le confesó:
– Querido hijo, me aproximo al mundo de las tinieblas y deseo
como última voluntad que te conviertas en un hombre responsable.
Chiu, afligido, accedió a cumplir su petición.
– Si no ignoras mis consejos te beneficiarás de tres codiciados
bienes –aseguró el padre–. Déjate guiar por el amor: cultiva tu
corazón y ejercita la mente. Serás querido por todos y tu vida
irradiará felicidad.
Así lo hizo Chiu, pero no obtuvo ningún resultado hasta que le
sorprendió la madurez. Entonces descubrió que gracias a la astucia
de su padre no sólo se había transformado en una persona respetable,
sino que además atesoró tres preciadas virtudes: fe, confianza y
esperanza en sí mismo y en el prójimo.
El maestro concluyó la narración:
– Ahora Chiu, es afortunado al transmitir sus experiencias a
niños como vosotros. ¿Os ha gustado la historia de mi vida?

520
EL FIN DEL MUNDO
En el lugar del que provengo ocurrió un día un hecho curioso.
Dos Ángeles amigos míos, que se encontraban aburridos,
comenzaron a divagar acerca del fin del mundo.
Uno de ellos dijo al otro:
– Estoy convencido de que el fin de los tiempos se avecinará
cuando el entendimiento entre los seres humanos resulte imposible.
Sé lo que me digo –continuó exponiendo el sirviente del Creador–,
conozco bien a esas almas corruptas.
– Estás equivocado –disintió el otro Ángel–. El mundo no
dejará de existir del modo que tú sostienes. Tampoco por el efecto de
una explosión o por el desbordamiento de los océanos, y aún menos
si aflorara la incandescente ira de los volcanes. Abrigo la creencia de
que la vida terrenal concluirá cuando la plena comprensión y el amor
incondicional entre los hombres alcance la cúspide. Entonces el ser
humano vivirá eternamente en lo alto. El delito de esas almas que tú
tachas de corruptas es el de vivir en pecado. Mi tarea consiste en
velar por ellos: conozco su naturaleza.
Ambos Ángeles se miraron despectivamente y, pensaron que lo
escuchado sobre el Apocalipsis era una colosal tontería. A
continuación se dirigieron a jardines celestiales diferentes donde
buscar diversión.
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130
521
NADA EN COMÚN
Entre un hombre y una mujer se desencadenó hace poco una
acalorada controversia en torno a sus ostensibles diferencias.
– ¡Todas las mujeres sois iguales! –exclamó el personaje
masculino–. Cuando un hombre acapara vuestro interés tan solo
soñáis con poneros el anillo.
La fémina resolvió la situación replicando con habilidad: –
Vosotros, en cambio, si una mujer os agrada lo primero que pensáis
es en quitároslo. Además –continuó defendiendo al género
femenino–, esperamos que el hombre que se enamore de nosotras
sea el último en nuestra vida.
– ¿Es eso amor? –preguntó indiferente el hombre–. Cuando
nosotros adoramos a una mujer, nos desborda una pasión tan
incontenible que luchamos para convertirnos en el primer hombre
que se adueñe de su corazón.
– ¡Qué desfachatez! Los sentimientos de los hombres no revelan
demasiada sinceridad puesto que os embarcáis en el amor a través
del sexo. Por el contrario, lo que a una mujer le empuja al sexo es el
amor.
Como no alcanzaron ningún acuerdo se despidieron ofuscados.
Entonces, aquella hembra desenvuelta pensó con orgullo: “Los
hombres nunca nos comprenderán porque estamos dotadas de un
sexto sentido que nos reporta una gran intuición”. Mientras,
murmuraba altivamente el hombre: –Las mujeres carecen de sentido
común para razonar con sensatez. ¡Jamás lograremos entendernos!

522
EL TRANCE FINAL
En su lecho un moribundo recibía la esperada visita de la
portadora de la guadaña.
– ¿Por qué me temes? –se interesó la Muerte–. ¿Acaso el día
recela de la noche? Cada amanecer se anuncia como una breve etapa
y acepta su agonía con resignación. Transcurrida la jornada renace
con todo su esplendor. Yo no represento el fin sino una
transformación –continuó argumentando la Muerte–. No obstante,
aunque prive a los mortales del calor de sus seres queridos, hago
posible el reencuentro con otros que partieron antes que ellos.
Y aunque una luz de esperanza chispeó en la mirada del
desahuciado, sus manos no parecían obrar en consecuencia con sus
pensamientos al aferrarse, con fuerza, a la fina manta que separaba la
vida de la muerte.
523
EL DESCONOCIDO
– ¿Quién eres? –se interesó Ahmar cuando encontró a un
individuo deambulando en un terreno de su propiedad.
– Si te diera como respuesta mi nombre o confesara los secretos
que encierra mi corazón ¿conocerías algo de mí? –contestó el
extraño–. Si te explicara con detalle las cristalinas razones que
impulsan mi alma a buscar la hermosura de este paisaje ¿satisfarías
tu curiosidad? Y si deseas saber de dónde vengo, ¿dispondrías de
información suficiente para emitir un profundo juicio sobre mi
persona, o sólo estás intrigado en averiguar a qué me dedico?
– ¡Únicamente intento investigar quién se pasea por mis
posesiones sin permiso!
131

– Lo que me pides no es sencillo de explicar. Yo he dedicado
todo la vida a la reflexión, y aún no he podido resolver el misterio de
mi identidad.
– No creo que sea tan complicado hablar de uno mismo –replicó
enfadado el dueño de la hacienda.
Finalmente apostilló el desconocido: –Mi ser es la suma de
muchos hombres. Por un lado soy la idea que he concebido de mí;
por otro, lo que también acredito –aunque no siempre sea consciente
de ello– y por último me expongo a las dispares opiniones de
quienes me juzgan sin piedad. Tampoco tengo idéntica personalidad
en mi casa que en la ajena, ni actúo de igual modo con mis amigos
que con aquellos que no me transmiten confianza –agregó–. Para
terminar declararé que a veces el Ego se disfraza con los ropajes de
lo auténtico para aparentar. En otras ocasiones, los rumores se
ocupan de distorsionar aún más mi imagen.
En verdad desconozco quién habita en mi interior pues mi
ignorancia crece en cada despertar: el carácter de una persona
cambia con el transcurrir del tiempo. ¡Ahora ya tienes argumentos
suficientes para hacerte una idea de mis auténticas intenciones!
132
524
EQUILIBRIO
Una vez, un hombre angustiado recurrió a los conocimientos de
un viejo filósofo: –Son muchos los momentos en los que soy
traicionado por mi voluntad. Una incontrolable fuerza me arrastra a
alimentarme de los deseos más irreprimibles. ¿Qué puedo hacer para
escapar de este infierno?
El buscador de la verdad respondió:
– Las pasiones no son en absoluto dañinas. Lo realmente
perjudicial es someterse a su tiránica dependencia. Te ilustraré con
un aleccionador ejemplo: cuando el estómago gruñe de hambre, es

por temor a hacerse pequeño y débil. El vientre, por el contrario,
sufre un miedo atroz a hincharse si se le llena en demasía.
– No alcanzo a comprender la extensión de tus palabras –
preguntó perplejo el hombre.
El filósofo se lo explicó: –Todo en la vida requiere armonía. Un
justo equilibrio es determinante para nutrir al ser humano sin padecer
carencias, ni caer en excesos.
525
VERDAD Y VERSIÓN
En un palacio de una lejana tierra se celebró en la antigüedad el
cumpleaños de un príncipe. Su nombre era Sincero y pertenecía a la
nobleza. Además, gozaba de una relevante cualidad: su amor por la
justicia. Por tal razón era tan querido por quienes le conocían y a la
vez suscitaba gran rivalidad entre sus enemigos.
El acontecimiento congregó a numerosos invitados, de los
cuales, dos damiselas despertaron la admiración de los presentes por
su cautivadora belleza. Se llamaban Verdad y Versión, y eran damas
de intachable reputación y privilegiada cultura.
Tras celebrarse los bailes palaciegos, Verdad dijo a Versión: –
Querida amiga, el príncipe Sincero, caballero de singular porte y
refinada cortesía, se ha prendado de mi belleza.
Airada por las “hirientes” palabras que había escuchado,
Versión replicó con vehemencia:
– ¡No eres más que una embustera!
– Sabes que no me seduce la mentira.
– Entonces –matizó Versión– ¿por qué el príncipe me regaló
durante la velada tan francas miradas? La respuesta no da lugar a
dudas: quedó fascinado de mis encantos.
Desde entonces y hasta hoy, Verdad y Versión libran una
acalorada controversia ignorando que, para descubrir quién de las
dos será cortejada por el leal príncipe, habrán de cotejar en primer
lugar sus respectivas interpretaciones.
133

134
526
EL CIELO Y EL INFIERNO
Reclinado en el Muro de las Lamentaciones (Jerusalén) un
devoto preguntó a otro:
– ¿Veremos algún día el cielo?
– ¡Hombre de poca fe!, en estos momentos te hallas afincado en
su territorio. La felicidad que rebosa en tu corazón es la certeza de su
gloria.
– Y, ¿existirá el infierno? –preguntó de nuevo.
– Precisamente ahora tus pies pisan el averno. El fuego de las
desdichas y sufrimientos que padeces es una prueba de ello.
– Pero, ni contemplo a Dios ni percibo al demonio.
El cielo y el infierno viven dentro de ti. Son el resultado del
modo de sentir los acontecimientos diarios. Aquello que
experimentas no es bueno ni malo: simplemente te satisface o te
atormenta.
527
EL AMOR
El Corazón de una mujer enamorada se dirigió un día a la
Cabeza:
– Mi modo de amar es impetuoso, aunque ardiente a la vez. Tú,
en cambio, eres reflexiva pero el afecto que derramas es gélido y
falto de naturalidad. Te propongo que unamos nuestras fuerzas para
conquistar un profundo sentimiento.
La Cabeza, que hasta ahora había permanecido en silencio, se
pronunció: –Como siempre, actúas al compás de tus latidos. ¡Has
descuidado un detalle esencial! ¿Quién garantiza la seguridad en el
amor? Asimismo será fundamental asumir un esfuerzo diario y que
la suerte acompañe.
– ¡El amor todo lo puede!– exclamó el Corazón.
La Cabeza, razonó con sensatez:
– El ser humano aún entabla una obsesiva lucha interior. Duda
entre los consejos que le ofrece su cabeza y las súplicas que le
plantea su corazón. Nunca concede su interés a ambos por igual.

528
EL PAÍS DEL ENGAÑO
En las inmediaciones de la ciudad de Argucia un viajero fue
sorprendido por unos individuos de aspecto siniestro. Sus nombres
eran: Mentira, Trampa, Traición y Robo. Le obsequiaron con una
sonrisa de bienvenida y se prestaron a tomar su mochila para
“aligerarle de peso”, pero el receloso caminante, rehusó cortésmente
exponiendo recíprocas y contundentes “razones de peso”.
Advirtiendo la inquietud del muchacho hicieron uso de una
elocuencia simpar para convencerle de que eran de confianza, y de
que los comentarios que se hacían de ellos no eran más que una
vulgar infamia.
Mentira, jefe de aquella singular pandilla, fue el primero en
justificar su proceder:
– Te informaré amigo, que el mal que se me atribuye, es el
resultado de una interpretación errónea de mis palabras. Igualmente
sucede –continuó explicando– cuando un embuste piadoso se trenza
para evitar un daño al prójimo. Y si al ser preguntado mantengo
silencio, ¿por qué motivo juzgan mis acciones como una omisión de
la verdad? Tan solo actúo de este modo por discreción, o eludir
responder a aquellos que aún no se encuentran preparados para
conocer la cruel realidad. Como puedes observar, esta honrosa
actitud ha sido suficiente para enturbiar mi reputación. ¿Entiendes
por que no debes confiar en todo lo que hablan?
Trampa se pronunció a continuación:
– Todos afirman que soy “buena pieza”. Dicen las malas
lenguas que tengo la insana costumbre de obrar con malicia y sin
considerar las normas establecidas. ¡Qué desacertados están! –
exclamó–. Nunca he querido perjudicar a nadie. De hecho, con
frecuencia, la ley recurre a mi colaboración para atrapar a algún que
otro delincuente. Debido a mi asombrosa “habilidad” el plan
concebido siempre cuaja. Pero, en lugar de ser aclamado como un
135

ciudadano ejemplar, ¡me calumnian injustamente! –protestó.
Traición expuso después sus “virtudes”:
– A mí me dan una de cal y otra de arena. Por un lado aseguran
que soy inofensiva y digna de estima; por otro dañina ya que mi
proceder me delata en el momento más inoportuno. Me siento
defraudada por la escasa fe que se deposita en mis benévolas
intenciones. No hay más que fijarse en mi rostro para entender que
“no soy lo que parezco” –agregó.
Robo se explicó en último lugar:
– Yo soy un caballero andante. Despojo al rico de lo que le
sobra y se lo entrego al necesitado para que viva con dignidad. Y si
desvalijo al malhechor ¿es esto delinquir? Como dice el refrán:
“Quién roba a un ladrón tiene mil años de perdón”. Puede que en
ocasiones tome algo, pero es prestado –se excusó–. Además, son
simples bagatelas que nadie quiere o se hallan abandonadas. Por un
hecho tan insignificante no es prudente afirmar que lo haga con
ánimo de lucro o con intimidación. ¿Nunca te han acusado de algo
que no has cometido? Estoy seguro de que así ha sido, por tanto te
formarás una idea de cómo puedo sentirme.
Una vez desahogaron sus penas con el viajero, le invitaron a
internarse en sus posesiones para que conociera a otros compañeros.
Se llamaban Tejemaneje, Truco, Tongo, Faena, Fraude, Chantaje,
Timo y Estafa.
“Tipos de la misma calaña” –pensó–, así que como no le
infundían seguridad, se excusó como pudo y dando media vuelta se
alejó de ese infesto lugar de estampía.
Transcurrido un tiempo reparó en las “sinceras” palabras de
aquellos sujetos y en su candidez. A ambas debía que su cartera y su
reloj hubieran desaparecido, así como su autoestima.
Aprendió una lección que nunca olvidaría: desde que sufrió tan
amarga experiencia opina que la culpa no es siempre del granuja,
sino también del que se deja embaucar estúpidamente.
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529
RELIGIONES
En la puerta de acceso al Paraíso coincidieron, al morir, cuatro
hombres. Para comprobar si se habían ganado la eterna morada, un
Ángel Custodio les preguntó sobre sus respectivas religiones
profesadas y su grado de implicación.
Uno de ellos dijo:
– Yo he cumplido con la religión católica. Defendí su dogma
con tanto fanatismo que repudié a quien, en lugar de seguir a Dios,
depositó su creencia en otra religión.
El segundo dijo a su vez: –Yo fui ateo durante toda mi vida
pero, en mi lecho de muerte, el pánico me hizo asirme con fuerza a
la fe.
Después, habló otro:
– He sido pagano, creyente de otra doctrina distinta a la
católica, aunque no la practiqué.
A continuación llegó el turno del último de los difuntos:
– Yo no he rendido culto a ninguna de las religiones existentes,
ni asistido nunca a sus parroquias puesto que fui agnóstico. Tan solo
amé la justicia y la verdad, y serví al prójimo con devoción.
Una vez oídas todas las respuestas, el Ángel Custodio fue
concluyente: –El eterno Reino del Todopoderoso sólo puede admitir
a uno de vosotros.
Y el Paraíso abrió su inmensidad al abnegado corazón del
agnóstico.
137

138
530
NECESIDADES BÁSICAS
Sobre una de las mesas de una taberna, un vaso de vino y
diversos fiambres temían un fatal desenlace.
Asustada, una rodaja de chorizo se dirigió a sus nutritivas
compañeras: –Tengo forma de círculo y aspecto pequeño, además
soy muy incómoda de comer debido a la tira de pellejo que recubre
mi cuerpo. Confío que quien se siente a merendar no se deleite con
mi esperpéntica presencia.
Una loncha de jamón, al no querer aceptar su triste destino, se
justificó a continuación:
– Mi figura, en cambio, es ancha, alargada y de escaso grosor.
Espero que este trascendental detalle sea suficiente para no
convertirme en un tentempié.
Por último se pronunció una rebanada de pan: –¡Fijaos en mí,
chicas! Yo tengo a mi favor ser un cuerpo fino y blando...
En aquel momento, el harinoso comestible enmudeció al
observar como un rudo individuo se acercaba a la mesa. El hombre,
dirigió una sugestiva mirada a tan apetitosos manjares y ocurrió lo
que habían sospechado. Tomó una loncha de jamón y separándola en
dos mitades introdujo varias rodajas de chorizo: colocó aquella
compacta pieza entre dos rebanadas de pan, y a continuación la
engulló de un bocado con ansia.
Pendiente de lo ocurrido, sin perder detalle, el vaso de vino se
desternillaba de risa con arrogancia: –¡Pobres insensatas!, pensaron
que se librarían de semejante tragedia, sin tener en cuenta que su
única finalidad en la vida era la de satisfacer las necesidades básicas.
Pero... acto seguido, y para su sorpresa, el sujeto alzó el vaso de
vino y “empinando el codo” se lo llevó a los labios para refrescar el
gaznate. De esta manera, este líquido engreído acabó sus días en el
mismo lugar y de la misma forma que aquellas que esperaban
escapar a su suerte.

531
LAS MOSCAS
Una mañana estival dos jóvenes moscas dialogaban acerca de la
existencia de un jardín repleto de las más sabrosas viandas. Pero,
para disfrutar de ese almibarado lugar –suspiraron– tendrían que
burlar a su defensora: la gran mosca de las mil bocas.
Sin pensarlo dos veces, se presentaron en la tierra prometida –
una cocina repleta de comida–. Revolotearon entre los enseres y al
no divisar al gran díptero, se atiborraron de comida hasta reventar.
–Nunca di por cierta la historia del gigante –pronunció una
mosca a su compañera mientras se posaban encima de la mesa–.
Todo era una astuta patraña con el fin de alejar a los curiosos de este
dulce edén.
No habían concluido la conversación cuando un espeluznante
monstruo se abatió sobre ambas, aplastándolas sin piedad.
Tan pronto se hubo escuchado un ¡plaf!, que no era sino el
pavoroso sonido de sus mil fauces, un niño travieso exclamó:
– ¡Mamá, mamá, he matado a otras dos con la pala matamoscas!
532
UN DÍA MÁS DE VIDA
Cada amanecer, un nuevo día colmaba de vida aquello que se
cruzaba en su camino. Un renovado día pleno de ilusiones al alcance
de quienes quisieran hacerse con sus favores.
La jornada transcurrió alegre hasta que el atardecer alcanzó el
crepúsculo. Entonces el día, ya cansado de brillar, se aproximó
sediento a un riachuelo. Al contemplar su marchita imagen reflejada,
exclamó con terror:
139

– ¡Dios mío, no puede ser cierto lo que ven mis ojos! Soy un día
menos de vida. Siempre pensé que era un día más de vida.
– Ciertamente eres las dos cosas a la vez mi apenado señor –
precisó un erguido junco de la orilla–. Disfrutamos de todo tu
esplendor y poco después, cuando te desvaneces, recordamos que
hemos envejecido un poco más. Mañana de nuevo clarearás y nos
preguntaremos que nos deparará tu incierta presencia. No obstante,
lo que ofrezcas –prosiguió–, lo viviremos gustosamente aunque,
además de representar un día más de vida seas también un día menos
de esperanza de vida.
140
533
EL REY Y EL TIEMPO
En épocas remotas, un rey invocó al Salvador para exponer una
queja:
– Mi Dios, imploro vuestra omnipotente ayuda para luchar
contra un ágil y escurridizo adversario. El paso del tiempo es
ofensivo y peligroso, y temo que su correr pueda consumir y segar
mi vida. ¡Deseo que no me falte nunca!
– Asume con dignidad los años que te aproximan al fin de tu
reinado –respondió el Ser Supremo–. El tiempo no mendiga mi
defensa y a su vez, discurre apenado de que hombres como tú
afrontéis vuestra vida sin contar con él, ni necesitarlo. Además, se
siente aterrado porque podáis perderlo o en el peor de los casos
matarlo.
Con resignación el rey precisó: –Yo puedo remediar sus males,
pero él jamás evitará los míos.

534
EL SASTRE
Cierto día, un hombre docto ridiculizó a un humilde sastre por
haber dejado su traje de encargo hecho un desastre.
El modisto presentó sus disculpas por su equivocación al
tiempo que prometía confeccionarle otro gratuitamente; pero el
erudito, ofendido e incapaz de comprender la situación, le tildó de
necio.
El sastre se defendió:
– ¿Pone usted en tela de juicio mi profesionalidad? No puedo
permitir que me trate como un trapo ni un segundo más. Tenga
presente que la sabiduría no reside de modo exclusivo en el estudio
de una ciencia, sino que hay que buscarla en todos los ámbitos de la
vida. Por otra parte le informaré, señor mío, que la cultura es como
una elegante indumentaria: otorga una respetable presencia. No
obstante, sin la clase necesaria para conjuntarla con los
complementos de la educación, transforma a quien la porta en una
persona vulgar y chabacana.
El hombre, que no había perdido el hilo de la conversación, se
sintió aludido, dio un sonoro portazo y se fue.
“En lo sucesivo tomaré medidas –pensó el sastre–, existen
muchos individuos que se creen instruidos y, en cambio, están
cortados por el mismo patrón que quienes revelan ignorancia”.
141

142
535
LA RÁFAGA DE VIENTO Y LA PIEDRA
Una ráfaga de viento que se aireaba plácidamente por unos
andurriales, sorprendió a una piedra tumbada al sol.
– ¿Cómo acontece tu existencia, amiga? –preguntó la ráfaga.
– Mi vida es anodina y contemplativa –respondió la piedra a su
inesperada visita.
– ¿Nunca has deseado viajar?
– Este es el único lugar donde puedo yacer de por vida –se
lamentó el fragmento de mineral.
– Es una pena, yo exploro sin interrupción los más recónditos
lugares. No existe nada mejor para adquirir conocimientos y abrirse
camino que ver mundo.
– Si quieres, yo te puedo enseñar muchas cosas.
– ¿Tú? –preguntó la ráfaga de viento con aires de
superioridad–. ¿Qué puedes hacer tú si te pasas el día descansando?
– ¡Hago tropezar al caminante! –afirmó.
– ¿Cómo dices? ¡ja, ja!, ¡no me hagas reír! ¿Te parece una
ocupación ejemplar la que desempeñas?
– Una caída puede hacerle pensar. Y si aprende del golpe, le
reportará más experiencia que cualquier otra cosa que puedas
encontrarte por ahí.
– Tomaré aire antes de decirte que como mucho te darán un
puntapié o te arrojarán a varios metros de distancia. Ahora entiendo
por qué no te gusta viajar. ¡Ja, ja! –rió de nuevo–. ¿No sabes que el
hombre tiene la necia costumbre de tropezar dos veces con la misma
piedra?
– Algunas personas necesitan algo más de tiempo.
– Te has quedado de piedra con tus deducciones. Deberías
darte con un canto en los dientes por no terminar en el fondo de
algún arroyo. Y, hablando de tiempo... no dispongo de mucho para
perderlo contigo. Me marcho, aún me quedan maravillas por
contemplar –voceó el soplo de aire.

– Eso, márchate con viento fresco, ¡eres una estúpida! –replicó
la piedra.
Finalizada la conversación se desató una tormenta y la piedra,
por efectos de la torrencial lluvia, fue a parar a un terraplén cubierta
de barro, mientras la ráfaga de viento fue arrastrada por el vendaval
cambiando de aires, tal y como ambicionaba.
Al día siguiente, otra piedra proveniente de la ladera del monte
y otra ráfaga de viento iniciaban una nueva conversación.
143

144
Luis Ángel Álvarez
Reflexiones cotidianas de un Ángel
edicionesbeta

CLASIFICACIÓN TEMÁTICA DE LAS
REFLEXIONES
Cuando el hombre fallece, se transforma en Ángel para volcar su
ayuda al ser humano.
¿Existe un modo más hermoso de purificarse antes de morar con
Dios?
145

A
Abogado: 263
Abulia: 427
Acción: 97, 147, 263
Aceptación: 56, 84, 148
Actitud: 203, 306
Adivinación: 140
Adversidad: 180, 277, 332
Afirmación: 258
Aflicción: 442, 475
Ahorro: 91
Aislamiento: 496
Ajetreo: 476
Alabanza: 237, 284, 314, 339, 416,
487
Alegría: 214, 254, 516
Alevosía: 417
Alimento: 530
Alma: 118
Altanería: 373
Amistad: 29, 30, 136, 162, 214, 231,
256, 351, 356, 363, 435, 370, 474,
479
Amor: 36, 59, 60, 113, 136, 185, 186,
187, 198, 204, 221, 268, 271, 278,
298, 309, 323, 363, 367, 370, 385,
402, 418, 451, 453, 460, 464, 466,
467, 474, 479, 481, 482, 500, 527
Amor propio: 128, 481
Ánimo: 475
Añoranza: 92
Apariencia: 34, 76, 300
Apatía: 475
Apocalipsis: 520
Aprehensión: 484
Aprendizaje: 14
Aprensión: 484
Argumento: 294
Armonía: 172, 196
146
Arrepentimiento: 290
Arrogancia: 128, 535
Artista: 235
Aspecto: 46
Atrayente: 415
Autodestrucción: 229
Autodominio: 211
Autoestima: 149
Avaricia: 51
Ayuda: 79, 317
B
Belleza: 53, 134, 174, 209, 331, 333
Beneficio: 53, 333
Benevolencia: 74
Beso: 309
Bienestar: 430
Bondad: 53, 60, 323, 333, 354, 365,
374, 384, 470, 514
C
Caída: 286
Calidad de vida: 246
Calumnia: 414
Capacidad: 148, 173, 281, 311
Carácter: 100, 109
Carcajada: 319
Caricia: 198
Caridad: 81
Carisma: 153
Castidad: 381, 467
Castigo: 210
Celos: 345, 463
Censura: 21, 54, 155, 339
Chisme: 296
Cielo: 526
Cobardía: 395
Codicia: 441
Colección: 379

Comentario: 10, 125, 130, 156, 223
Comodidad: 111, 175, 246
Comparación: 229
Competición: 229
Comprensión: 129, 228, 439
Conciencia: 118, 123, 210, 228, 344
Conclusión: 359,454
Concordia: 172, 393
Condición humana: 195, 262, 320,
343, 355, 501
Confianza:120, 183, 215, 299, 419,
424, 519
Confidencia: 296
Conflictos: 472
Conocimiento interior: 9, 18, 166,
252, 253
Conocimientos: 69, 406
Consejo: 327, 517
Consideración: 380
Constancia: 350
Consuelo: 475
Contradicción: 369, 477
Contratiempo: 277
Controversia: 74, 146
Convencimiento: 183
Convencionalismos: 44
Coquetería: 175
Cordura: 104
Cosmos: 245
Creencia: 78, 259
Criterio: 55
Crítica: 13, 125, 145, 178, 237, 392,
486
Cultura: 350, 534
Cumplido: 183, 334
Curiosidad: 511
D
Deber: 171, 471
Debilidad: 447
Decepción: 394
Decisión: 86, 146, 147, 311, 469, 512
Defecto: 318
Defensa: 273, 337, 340
Dejadez: 169, 246
Delito: 391,514
Demonio: 42
Derecho: 257
Derrota: 313
Derrotismo: 408
Desarrollo personal: 101, 201, 301,
355, 362, 364, 405
Descanso: 386
Desconfianza: 93, 112, 150, 361, 461
Desconsideración: 534
Descortesía: 109
Desempleo: 240
Deseo: 98, 189, 349, 471, 524
Desgracia: 254, 436
Deshonestidad: 171, 473
Deshonra: 75
Desinterés: 247
Despecho: 48
Despiste: 49
Despreocupación: 261
Despropósito: 429
Destino: 120, 328, 362
Detalle: 188
Deuda: 24
Diálogo: 45, 422
Dignidad: 75, 128, 130, 149, 303, 384,
434
Diligencia: 144
Dinero: 32, 244, 312, 506
Dios: 78, 118, 210, 226, 249, 302, 480
147

Discernimiento: 35
Discípulo: 445
Discreción: 121
Discrepancia: 127
Disculpa: 192
Discusión: 17, 73, 127
Disputa: 26, 504
Dolor: 316, 508
Droga: 450
Duda: 455, 477
E
Economía: 199
Educación: 401, 407
Ego: 3, 73, 164, 245, 265, 306
Ejemplo: 327
Elegancia: 38
Embriaguez: 410
Emoción: 33
Empatía: 228
Enemistad: 30
Enfado: 141, 387, 483, 495
Enfermedad: 109
Engaño: 334, 528
Enmienda: 207
Enseñanza: 14
Entendimiento: 322, 498
Entrega: 6, 63, 212
Envidia: 80
Equilibrio: 524
Error: 17, 247, 248, 339, 421
Escuchar: 12
Escuela: 446
Esfuerzo: 19, 101, 110, 283, 443
Esperanza: 7, 107, 112, 124, 324, 377,
419, 519
Estética: 175
Estupidez: 11
Etnología: 72
148
Euforia: 134
Evolución: 444
Excusa: 184
Exigencia: 246, 272, 369
Éxito: 339, 350, 443, 476
Experiencia: 69, 238, 244, 269, 281,
493
Explicación: 220, 327
F
Falsedad: 84
Falta: 205, 318
Fe: 120, 249, 419, 519
Felicidad: 19, 60, 203, 270, 388, 409,
425, 516
Fidelidad: 139, 233, 465
Fortaleza: 447
Fracaso: 288, 443, 478
Fraternidad: 72, 129, 214, 329
Frustración: 247, 476
Fumador: 85
Futuro: 510
G
Galardón: 157
Gasto: 441
Generosidad: 52, 499
Genialidad: 27, 138
Gesto: 494
Gloria: 360
Gordura: 375
Guerra: 472
Gula: 250
H
Hábito: 5, 98, 434
Hablar: 12
Hambre: 310
Hecho: 418, 494
Hermandad: 72

Higiene: 169
Hijos: 158
Hipocresía: 241, 457
Hombre: 65, 136, 162, 210, 218, 328,
383, 480, 521
Homosexualidad: 227
Honradez: 171, 192, 206, 243, 473
Humanidad: 58
Humildad: 57, 164, 165, 225
Humillación: 286
Humor: 153
I
Idea: 348
Ideal: 20, 160
Ignorancia: 89, 202, 247, 266, 300,
361
Igualdad: 99, 504
Ilusión: 115, 168, 176, 377, 409
Imagen: 116
Imaginación: 70, 266
Imperfección: 505
Impotencia: 286, 318
Imprudencia: 185
Impulsividad: 292
Incapacidad: 509
Incertidumbre: 146
Inconsciencia: 344
Indecisión: 44, 88, 404
Indiferencia: 2, 50, 56, 94, 108, 152,
200, 232, 234, 246, 318, 333, 483,
513
Indignidad: 170
Indiscreción: 511
Infidelidad: 181, 383, 465
Infierno: 360, 526
Ingenio: 507
Ingenuidad: 245, 531
Injuria: 197
Injusticia: 96, 357
Inmoralidad: 170
Inquietud: 266
Insensatez: 182
Insolidaridad: 240
Inspiración: 438
Inteligencia: 69, 104, 117, 174, 281
Intención: 136, 179, 311, 341, 353
Interés: 196, 246, 263, 295, 311
Interesante: 415
Interpretación: 361, 518
Intimidad: 285
Introspección: 103, 420
Ira: 275, 306
J
Juez: 74
Juicio Final: 123, 222
Justicia: 41, 55, 73, 131, 321, 336,
352, 470, 491
Juventud: 502
L
Libertad: 469
Libro: 72
Limitación: 148, 348
Limosna: 62
Locura: 104, 138, 202, 213, 513
Lucha: 90, 219, 490
Lujuria: 467
M
Maestro: 445
Maldad: 83, 308, 323, 417
Malevolencia: 361
149

Matrimonio: 274, 423
Medicina: 448
Memoria: 238
Mentalización: 122
Mentira: 48, 105, 208, 230, 267, 346,
371, 390
Minusválidos: 126
Monotonía: 217
Muerte: 95, 108, 180, 354, 398, 413,
522
Mujer: 65, 67, 136, 154, 162, 188,
218, 284,383, 423, 521
N
Naturalidad: 412, 449
Navidad: 457
Necedad: 104, 117, 202, 384, 459
Necesidad: 79, 349, 441
Nerviosismo: 431
O
Obesidad: 232
Objetividad: 428
Objetivo: 179, 280, 288, 443
Obligación: 171
Obsesión: 326, 330, 433
Obstáculo: 277
Odio: 114, 186, 402, 482
Ofensa: 103, 156, 337, 489
Ofuscación: 211
Opinión: 258
Opinión pública: 191
Oportunidad: 66, 90, 288, 396
Oposición: 162
Orgullo: 8, 306, 489
Osadía: 102
P
Paciencia: 19, 106, 146, 276
Pacto: 437
150
Padres: 158
Pareja: 194, 260, 271, 279, 298, 315,
325, 376
Pasado: 510
Paz: 490
Pena: 394
Pensamiento: 70, 426
Perdón: 291
Pereza: 143, 169
Perfección: 480
Perjuicio: 15
Personalidad: 100
Pesadilla: 161
Placer: 508
Pleito: 222
Pobreza: 68, 137, 335
Polémica: 8
Política: 456
Precaución: 430
Precio: 239
Precipitación: 86
Preferencia: 320
Pregunta: 39, 486
Prejuicio: 15, 266, 359, 368, 378
Premeditación: 417
Preocupación: 180
Prepotencia: 142, 170
Presente: 510
Presunción: 23
Pretexto: 294
Prevención: 430
Principios: 163, 199
Problema: 277, 347, 366, 442
Prohibición: 37
Promesa: 151, 267
Prudencia: 4
Prueba: 123
Pudor: 42
Puntualidad: 177

Quimera: 84
Q
R
Razón: 8, 73, 231, 258, 312, 340, 462
Reacción: 97, 166
Rebajas: 132
Rebeldía: 384, 485
Rechazo: 368
Reconciliación: 172
Recuerdo: 167, 238, 338
Reflexión: 1, 47, 147, 292, 326, 330,
400
Regalo: 119, 199
Regañina: 71
Régimen: 427
Regla: 453
Religión: 529
Remordimiento: 289
Reproche: 207, 237, 372
Reputación: 76
Respeto: 149, 192
Responsabilidad: 171, 257
Respuesta: 39, 486
Resultado: 147
Retraso: 177, 391
Revelación: 485
Rezo: 226
Riesgo: 342
Riqueza: 68, 137
Risa: 319
Robo: 391
Ruindad: 252
Rumor: 264
S
Sabiduría: 60, 69, 82, 89, 138, 282,
406
Sacrificio: 115, 161
Salud: 270, 432, 448
Secreto: 28, 121
Sectas: 43
Sensatez: 306
Sensibilidad: 228
Sentidos: 237
Sentimiento: 113, 196, 263
Serenidad: 135, 431
Seriedad: 153
Sexualidad: 162, 467
Simpatía: 209
Sinceridad: 192
Soberbia: 75, 164
Soledad: 242, 458
Solidaridad: 129
Sonrisa: 198, 319
Sosiego: 476
Sospecha: 497
Subjetividad: 428
Sueño: 64, 84, 90, 120, 161, 176, 215,
270, 324, 377
Suerte: 96
Sufrimiento: 194, 214
Sugerencia: 272
Suicidio: 16
Superación personal: 22, 110, 216,
305, 358, 399, 411
Suposición: 116, 258
T
Tabaco: 85
Talento: 134
Temeridad: 304
Temor: 42, 70, 88, 98, 304, 395
Templanza: 251
Tenacidad: 144
Tentación: 98
Tiempo: 74, 95, 133, 180, 389, 533
151

Tierra Santa: 472
Timidez: 42, 102, 373, 395
Tolerancia: 61, 295
Trabajo: 87, 91, 193, 278, 283, 297,
382, 386
Traición: 31, 130, 397, 440
Triunfo: 313, 478
U
Universo: 190
Urbanidad: 293, 503
Utopía: 84
Vacilación: 477
Vagancia: 168
Valoración: 255
152
V
Valores humanos: 25, 40, 46, 337, 506
Vanidad: 84, 134
Vejez: 50, 77, 159, 502
Verdad: 8, 17, 33, 60, 73, 74, 105,
197, 306, 340, 361, 371, 390, 402,
418, 468, 492, 525
Veredicto: 74, 123, 222
Vergüenza: 8, 55, 395
Versión: 73, 468, 525
Vicio: 109, 303
Vida: 95, 179, 180, 210, 219, 253,
270, 362, 413, 515, 532
Vino: 187
Violación: 224
Violencia: 218
Virtud: 303
Voluntad: 42, 70, 98, 109, 110, 163,
189

SOLUCIÓN DE LOS
JUEGOS DIALÉCTICOS
"Nuestro viaje ha concluido, pero cuando te asalte la tristeza y broten lágrimas de tu
esquiva mirada, confía plenamente en mi angelical amor.
¡Permaneceré cerca para sofocar tus suspiros con mi tibio aliento!"
153

154
492
La persona justa siempre la pretende;
al encubrirla, el falso su alma vende.
Valerosa es, sea dicha la verdad,
esta noble dama de excelsa bondad;
realista, precisa, también perfecta
de la razón dueña y de intención muy recta;
ahora, si observas con atención,
descubrirás dos veces la solución.
LA EXPERIENCIA.
493
494
MÁS QUE EL HECHO, LO QUE CUENTA ES EL GESTO.
495
EL ENFADO ES COMO SUFRIR UN DAÑO O PERCANCE NUEVAMENTE.
496
NO SEAS UN NÁUFRAGO EN TU CIUDAD.
497
PUEDE RESULTAR SOSPECHOSO DARSE POR ALUDIDO.

498
PARA RUBRICAR UNA CERTERA INTERPRETACIÓN ES ESENCIAL
DEMOSTRAR UN CORRECTO ENTENDIMIENTO. PARA APELAR AL
ENTENDIMIENTO, HABLA CON PROPIEDAD.
GENEROSIDAD.
AMOR.
499
500
155

156
Luis Ángel Álvarez
Reflexiones cotidianas de un Ángel
edicionesbeta