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Dr. Federico Ángel Viramontes Brown
Pasión por
la docencia
y la ingeniería
POR MARISA RANGEL
Cuando era niño solía pasar los
días entre las máquinas del
campo minero donde vivía su
padre, en el pueblo de Charcas,
San Luis Potosí. Esa convivencia
con los artefactos mecánicos condujo al doctor
Federico Viramontes hacia su vocación: la
carrera de ingeniero mecánico electricista.
La energía es el tema que más interesa
al doctor Viramontes, quien, desde 1969,
se ha desempeñado como profesor del
Campus Monterrey, y que actualmente funge
como director asociado de la División de
Ingeniería.
Y es precisamente energía lo que imprime
en cada una de sus clases, pues hasta ahora se
mantiene con el mismo entusiasmo que cuando
inició su trayectoria docente, mientras aun
estudiaba su carrera profesional.
“Cuando yo era alumno del Tec fui prefecto
de residencias y fui instructor de laboratorios
de ingeniería mecánica y eléctrica. Me gustaba
mucho la docencia, de tal manera que
cuando terminé la carrera y se me invitó a
ser profesor en el Tecnológico, no la pensé
dos veces”, señaló
Distinguida formación académica
Como fortalecimiento a su formación académica,
el doctor Viramontes realizó la Maestría
en Ciencias, y el doctorado en Filosofía, ambos
en la Universidad de Pittsburgh, Estados
Unidos.
“Se presentó la oportunidad de ir a estudiar
la maestría, obtuve mi grado en 1971 y
regresé al Tec porque así se había negociado
Cumple 40 años de desarrollar una labor
docente comprometida y responsable,
con buenos resultados reflejados en sus
estudiantes y proyectos
mi estancia en la universidad, después se me
autorizó estudiar el doctorado, terminé en
1976 y me reincorporé al Instituto como profesor
de planta”.
Tanto en la maestría como en el doctorado,
se especializó en ingeniería eléctrica, disciplina
por la que desarrolló un gusto cuando
estudiaba su carrera, y en el cual influyeron
sus profesores.
Además de impartir diferentes materias
para profesional y posgrado en el Departamento
de Ingeniería Eléctrica, el doctor
Viramontes se encuentra involucrado en
proyectos de consultoría a la industria, entre
los que destacan trabajos para HYLSA y
PROLEC GE.
Actualmente se encuentra colaborando en
un ambicioso proyecto para vincular a los
programas de maestría con la industria: el
Consorcio para el Fomento de la Investigación
Aplicada y el Desarrollo Tecnológico, para fortalecer
el crecimiento industrial de México.
Labor docente muy comprometida
“Me gusta mucho la relación con los alumnos,
y sobre todo que cuando pasan los años y me
encuentro a un ex alumno, la manera como
lo saludan a uno es una satisfacción, se siente
bien ver que un buen número de ellos tienen
gratitud por lo que uno hace”.
Así describe el profesor la sensación de
estar en contacto
con los estudiantes,
a quienes trata
de mantener interesados
a través de
información relevante
y la enseñanza
de herramientas
tecnológicas avanzadas.
“Procuro tener
la mejor información
posible,
por ejemplo, les
comuniqué sobre
la Estrategia
Nacional de
Energía anunciada
por el Presidente,
porque es el plan
estratégico que
seguirá el gobier-
“ Siempre
vengo al
trabajo contento,
nunca
me voy enojado,
tengo
muchos
años laborando
y
me gusta
mucho, y
creo que eso
es lo más
importante:
el gusto por
las cosas
que haces ”
no en los próximos 25 años para desarrollo
energético, es sobre el área que a ellos les
concierne y deben conocerlo”.
11 DE MARZO DE 2010
Como parte de su labor, ha asesorado más
de 30 tesis de posgrados, hecho que representa
también un motivo de gran satisfacción
para él.
“Ver una tesis terminada significa mucho,
porque para lograr llegar a eso durante un año
estuvimos teniendo citas semanales de una o
dos horas, entonces cuando el alumno logró
hacer algo que a él lo mantiene contento y
lo defiende en un examen de grado es muy
bonito”, dijo.
Detrás de un gran hombre…
Con 40 años de trabajo dedicados a la docencia,
la investigación, y la consultoría, entre
otras actividades dentro del Tecnológico de
Monterrey, han dejado un buen sabor de boca en
Federico Viramontes, así como innumerables
recuerdos y amistades entrañables.
“El Tec me deja muchos grandes recuerdos
y la oportunidad de hacer lo que me gusta,
además he tenido la suerte de tener jefes
que han tenido confianza en mí y nos hemos
llevado bien, es algo muy bueno, he conocido
a mucha gente, colegas, profesores y alumnos
excelentes, es toda una vida”.
Durante estas cuatro décadas, el apoyo de
su familia ha sido esencial. “Tengo la suerte
de tener una esposa muy buena, mi esposa
Gloria y yo logramos hacer una familia,
criar a los hijos y sacarlos adelante, sin ella
todo habría sido muy difícil, pero gracias a
Dios todo se dio y ahora tengo tres hijos graduados
de maestría y trabajando”.
Como él dice, “los medios se dieron” para
que su vida llegara más allá de lo que hubiera
imaginado en 1969, cuando terminaba su
carrera profesional.