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PIEZA DEL MES - Museo Sorolla

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<strong>PIEZA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MES</strong><br />

marzo‘13 | Rosas blancas del jardín de la Casa <strong>Sorolla</strong>


“Rosas blancas del jardín de la Casa <strong>Sorolla</strong>”<br />

Por Covadonga Pitarch Angulo<br />

Sala VI<br />

jueves 7, 14 y 21 de marzo a las 18.30<br />

Duración 30 minutos<br />

[Asistencia libre]<br />

<strong>PIEZA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MES</strong> marzo‘13


Rosas blancas del jardín de la Casa <strong>Sorolla</strong><br />

Jardines de Luz:<br />

“Acompañado de Parladé me llevó al nuevo Parque de Sevilla, te he<br />

recordado todo el tiempo, es una cosa tan colosalmente bella que los<br />

jardines del Alcázar son pobres y tristes, qué rosas, qué emparrados de<br />

estas, estanques, bancos de azulejos, árboles magníficos, todo oliendo a<br />

azahar, todo entibiado por una atmósfera saturada de vida, de alegría,<br />

de sol, ay Clota mía, lo siento que no gocéis este hermoso rato de vida.<br />

Sevilla ahora es de una belleza... estoy empapado de sudor, pero mi<br />

alma ríe, y mis nervios hoy están muy excitados, cuánto siento no<br />

gocéis de la belleza de la naturaleza al unísono del pobre viejo” 1 .<br />

Este fragmento de una de las muchas cartas que <strong>Sorolla</strong> escribió a su<br />

mujer cada día que por sus viajes vivió apartado de ella, expresa con<br />

pasión los sentimientos que los jardines despertaron en él. La belleza de<br />

sus plantas, el olor de sus flores, los juegos de colores que producen sus<br />

azulejos fascinaron al pintor, que verdaderamente, gozó pintando los<br />

rincones, primero de los jardines andaluces y luego de su propia casa,<br />

encontrando en esta pintura un verdadero descanso para una mano<br />

que nunca supo estar sin pincel.<br />

ROSAS BLANCAS <strong>DEL</strong> JARDÍN DE LA CASA SOROLLA<br />

4


La exposición <strong>Sorolla</strong>. Jardines de Luz y el<br />

descubrimiento de los jardines andaluces:<br />

La Exposición <strong>Sorolla</strong>. Jardines de Luz<br />

reúne en el <strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong> gran parte de<br />

su pintura de patios y jardines, andaluces<br />

primero, y del jardín de la ahora Casa<br />

<strong>Museo</strong>, después, a lo que se suma el cuadro<br />

Rosas blancas del jardín de la casa<br />

<strong>Sorolla</strong> (fig. 1).<br />

La temática del jardín se inicia en <strong>Sorolla</strong><br />

durante el verano de 1907, que pasa junto<br />

a su familia en el Palacio de la Granja,<br />

pues aquí pinta cuadros de los jardines<br />

construidos por Felipe V y René Carlier,<br />

como El Baño de la Reina, Valsaín (fig.<br />

2) o Árboles en otoño, La Granja (<strong>Museo</strong><br />

<strong>Sorolla</strong>, Núm. de inv. 792), y otros que<br />

incorporan también la figura humana,<br />

pero donde el paisaje de las fuentes y<br />

árboles de La Granja son fundamentales<br />

como en María mirando los peces<br />

(Colección particular).<br />

Sin embargo, será en Andalucía donde los<br />

jardines se conviertan en una temática<br />

completamente nueva en su producción.<br />

Sus viajes a Sevilla, sus estancias en<br />

Granada, dejarán a <strong>Sorolla</strong> maravillado<br />

por los jardines árabes y sus rincones, por su<br />

intimidad y poesía. Esto se reflejará, como<br />

decíamos, en su pintura, pero además, será<br />

fundamental para la construcción de su<br />

jardín, el jardín del artista, que hará en su<br />

casa madrileña y que será constante fuente<br />

de inspiración en sus últimos cuadros.<br />

<strong>Sorolla</strong> viaja a Sevilla en 1908 para pintar<br />

el retrato de la Reina Victoria Eugenia que<br />

debería presidir su exposición en las Grafton<br />

Galleries. Las sesiones para este retrato<br />

fueron muy cortas, lo que dejó al pintor<br />

mucho tiempo libre, que aprovecharía<br />

para realizar numerosos cuadros donde<br />

representa los Alcázares de Sevilla y otras<br />

vistas de la ciudad, como Reflejo en una<br />

fuente (fig. 3) o Fuente del Rey Moro,<br />

Alcázar de Sevilla (Colección particular).<br />

“Te escribo mientras me preparan el<br />

almuerzo; llego ahora de Palacio, he<br />

empezado a pintar, puede ser muy hermoso<br />

el estudio que hago del jardín; también<br />

he tenido sesión con la Reina que estaba<br />

guapa” 2 .<br />

Desde entonces, realizará numerosos viajes<br />

por Andalucía. Visita Granada en 1909,<br />

repite en 1910 con un recorrido por varias<br />

ciudades andaluzas y de nuevo volverá<br />

en 1917; en todos estos viajes recoge sus<br />

“impresiones” de los jardines y patios<br />

andaluces.<br />

Como siempre, conocemos los<br />

pensamientos de estos viajes gracias a la<br />

correspondencia con su mujer, pues estas<br />

cartas son una fuente imprescindible para<br />

conocer a <strong>Sorolla</strong>. Así desde Granada dice:<br />

“En la Alhambra cada vez se descubren<br />

cosas interesantes, hay numerosos restos<br />

de cerámica y una colección de vidrios<br />

con irisaciones preciosos. También son<br />

Fig. 1.<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong><br />

Rosas blancas del jardín de la Casa <strong>Sorolla</strong><br />

1920<br />

Colección particular<br />

5 6<br />

<strong>PIEZA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MES</strong> DE MARZO<br />

ROSAS BLANCAS <strong>DEL</strong> JARDÍN DE LA CASA SOROLLA


importantísimos los descubrimientos de la<br />

puerta de Siete Suelos y las fortificaciones,<br />

así como los antiguos jardines de los árabes,<br />

jardines escalonados, con sus fuentes, que<br />

aunque enormemente mutilados son<br />

fáciles de reconstruir en la imaginación” 3 .<br />

Los Alcázares de Sevilla, La Alhambra,<br />

los jardines del Generalife, despiertan un<br />

verdadero entusiasmo en el pintor, que<br />

pinta incansablemente estos jardines<br />

aunque con una visión nueva, alejada de la<br />

pintura de paisaje romántica y del paisaje<br />

realista, y muy en consonancia, en cambio,<br />

Fig. 2.<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong><br />

El baño de la Reina, Valsaín<br />

1907<br />

<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 800<br />

con la pintura francesa impresionista (con<br />

la que tanto se le relaciona), que encontró<br />

en los parques públicos primero, y en los<br />

jardines privados después, una constante<br />

fuerte de inspiración.<br />

Su pintura lo refleja en obras como Patio<br />

de doña Juana, La Alhambra, Granada<br />

(<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong>, Núm. de inv. 1910);<br />

o Mirador de Lindaraja, Alhambra,<br />

Granada (<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong>, Núm. de inv.<br />

864, 1910) en ellos se recogen los rincones,<br />

las plantas, los juegos lumínicos en el<br />

agua, los reflejos; todo ello supone un<br />

nuevo reto para su pincel, cada vez más<br />

rápido y seguro mientras que continúa<br />

indagando en su constante búsqueda de la<br />

luz y la atmosfera.<br />

La construcción del jardín del artista:<br />

Pero, además de despertar una nueva<br />

temática en su pintura, los jardines<br />

Fig. 2.<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong><br />

Reflejo en una fuente<br />

1908<br />

Fundación <strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 810<br />

andaluces fueron una fuente de inspiración<br />

fundamental para construir el jardín del<br />

artista, su propio jardín.<br />

En 1911 <strong>Sorolla</strong> comienza la construcción<br />

de su vivienda definitiva, situada en el<br />

entonces Paseo del Obelisco y que hoy en<br />

día es sede de su Casa <strong>Museo</strong>. Colaboró<br />

intensamente en el diseño del edificio,<br />

que confió al arquitecto Enrique María<br />

Repullés (afamado arquitecto a la moda<br />

7 8<br />

<strong>PIEZA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MES</strong> DE MARZO<br />

ROSAS BLANCAS <strong>DEL</strong> JARDÍN DE LA CASA SOROLLA


historicista del momento) y también en los<br />

diseños de los tres jardines de la casa, que<br />

comenzará en 1910 y culminará en el año<br />

1917.<br />

El interés de <strong>Sorolla</strong> y su participación en la<br />

construcción de los jardines se refleja en los<br />

numerosos dibujos que el <strong>Museo</strong> conserva,<br />

como Proyecto para el muro oeste del<br />

Fig. 4.<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong><br />

Proyecto para el muro oeste del primer jardín de la Casa <strong>Sorolla</strong><br />

1911<br />

<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 11335<br />

primer jardín de la Casa <strong>Sorolla</strong> (fig. 4)<br />

o Fuente y alberca del segundo jardín<br />

de la Casa <strong>Sorolla</strong> (<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong>, Núm.<br />

de inv. 11310, 1916-1917), y también en<br />

las referencias escritas a lo largo de su<br />

correspondencia.<br />

En el año 1917, cuando está en plena<br />

construcción del segundo jardín de la<br />

casa, las visitas que repite en la ciudad de<br />

Granada le servirán de inspiración.<br />

“Creo podré llevar datos para el nuevo<br />

jardincillo, hay algo en Granada que tiene<br />

tipo bien distinto de Sevilla, una de sus<br />

características son esos empedrados y con<br />

ellos hacen dibujos (como tú recordarás)<br />

es sumamente barato y el conjunto es tan<br />

alegre o más que las baldosas” 4 .<br />

Pero no sólo dibuja y diseña, sino que<br />

una vez tiene claro los trazados, <strong>Sorolla</strong><br />

en persona se ocupará de comprar las<br />

plantas y flores en sus distintos viajes. En<br />

sus cartas escribe numerosas indicaciones<br />

a Clotilde, a la que envía las plantas que<br />

va adquiriendo, y que será la encargada de<br />

transmitir sus instrucciones.<br />

“Dile a Joaquín que me envíe las<br />

dimensiones del jardín con el proyecto<br />

dibujado para contar el boj que necesito.<br />

Yo quiero que todas las plantas sean<br />

granadinas, aquí es muy barato todo,<br />

quiero llevar rosales y claveles.<br />

“He comprado un naranjo y un limonero” 5 .<br />

“Al regresar al hotel, el jardinero del<br />

Alcázar me entrega el adjunto talón de<br />

unas macetas que te envío. Son tres, dos<br />

de arrayán y otra de un melocotonero, que<br />

hace una bonita flor rosa, y que vi por vez<br />

primera en Granada. Manda enseguida a<br />

por ellas” 6 .<br />

De todo este trabajo y cuidado se deriva<br />

uno de los primeros jardines neoespañoles<br />

de Madrid. Un jardín que fue, sobre todo,<br />

en vida de <strong>Sorolla</strong> un jardín de flores:<br />

lirios, azaleas, azucenas, geranios, pero<br />

sobre todo rosas, que como puede verse<br />

en la fotografía Núm. de inv. 80336<br />

(fig. 5) en la que se ve a <strong>Sorolla</strong> junto a<br />

su hija María y su familia, crecían a lo<br />

ancho de la fachada principal de la casa<br />

y en los parterres del jardín. Se trata del<br />

mismo rosal amarillo que aparece como<br />

protagonista del cuadro El rosal amarillo<br />

de la Casa <strong>Sorolla</strong> (<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong>, Núm.<br />

de inv. 1240, ca. 1920). Todo ello nos da ya<br />

una clara evidencia del gusto de la familia<br />

por las flores.<br />

Los cuadros del Jardín de su casa y el gusto<br />

por las flores:<br />

Y este jardín que sirvió de recreo a la<br />

familia tuvo otra finalidad, la de ser<br />

lugar de inspiración para el pintor. En los<br />

últimos años de su vida, ocupados por los<br />

interminables viajes a lo largo de toda la<br />

geografía española que el encargo de la<br />

Hispanic Society requería, <strong>Sorolla</strong> encontró<br />

en su jardín un espacio de descanso. Sólo<br />

entre el año 1917 y 1920 le dedica hasta<br />

cuarenta y cinco lienzos.<br />

La fotografía Núm. de inv. 80197 (fig. 6)<br />

nos muestra a <strong>Sorolla</strong> en uno de estos<br />

momentos de pintura de ocio en su jardín:<br />

9 10<br />

<strong>PIEZA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MES</strong> DE MARZO<br />

ROSAS BLANCAS <strong>DEL</strong> JARDÍN DE LA CASA SOROLLA


sentado en un sillón de mimbre y con una<br />

sombrilla blanca que le protege del sol, se<br />

dedica a la pintura. Los tres jardines en los<br />

que se divide la casa, con visiones generales<br />

o pequeños rincones, fueron objeto de los<br />

pinceles del pintor, que encontró en esta<br />

pintura un verdadero descanso en unos<br />

años de durísimo trabajo y constantes<br />

viajes.<br />

Algunos de los más bellos se reúnen en<br />

el último piso del <strong>Museo</strong> durante esta<br />

exposición, entre los que podemos citar<br />

Jardín de la Casa <strong>Sorolla</strong>, Alhelíes del<br />

jardín de la Casa <strong>Sorolla</strong> (Colección<br />

Fig. 5.<br />

Kurt Hielscher<br />

María, su marido y su hijo junto a <strong>Sorolla</strong><br />

1919<br />

<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 80336<br />

particular, ca. 1918) o Detalle del Jardín<br />

de la Casa <strong>Sorolla</strong> (<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong>, Núm.<br />

de inv. 1142, ca. 1916).<br />

La familia disfrutó del jardín y de sus flores.<br />

Sus nietos y biznietos recuerdan cómo eran<br />

habituales las flores frescas dentro de la<br />

casa, flores que se recogían en el jardín<br />

y con la que se adornaban los floreros y<br />

cacharros de cerámica que coleccionaban.<br />

En un de las fotografías que conserva el<br />

<strong>Museo</strong> (fig. 8) se puede ver a Clotilde y<br />

sus hijas María y Elena haciendo arreglos<br />

florales. En las fotografías antiguas de la<br />

casa podemos encontrar otros ejemplos de<br />

Fig. 6.<br />

Arthur Byne<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong> pintando<br />

1920<br />

<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 80197<br />

esta costumbre, como en la Núm. de inv.<br />

80280, en la que se puede ver el pequeño<br />

arreglo floral en el comedor de la familia, o<br />

la 80223 en la que se ve el salón adornado<br />

con un ramo de rosas, seguramente<br />

recogidas en el jardín.<br />

Además, a lo largo de la correspondencia<br />

entre <strong>Sorolla</strong> y Clotilde se descubre otra<br />

costumbre más en el matrimonio, la de<br />

enviarse flores. Sin duda, la familia apreció<br />

las flores y vivió rodeada de ellas, no sólo<br />

en su jardín, donde las plantas fueron algo<br />

muy cuidado por <strong>Sorolla</strong>, sino también<br />

como parte de su matrimonio.<br />

Durante los viajes del pintor los envíos de<br />

flores fueron constantes, unas veces eran<br />

unas flores recogidas durante sus paseos:<br />

“La lluvia de estos dos días ha llenado de<br />

azahar el suelo de la plaza de Banderas,<br />

y hoy al cruzar por allí era delicioso el<br />

perfume. Te mando un poquillo que del<br />

suelo he cogido 7 ”.<br />

Otras veces las busca, las encarga y las<br />

envía, bien por tren, o a cargo de algún<br />

conocido:<br />

“Llego ahora de buscarte una docena de<br />

claveles y unas violetas, son para ti, no los<br />

11 12<br />

<strong>PIEZA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MES</strong> DE MARZO<br />

ROSAS BLANCAS <strong>DEL</strong> JARDÍN DE LA CASA SOROLLA


había más hermosos, ni más en las nubes,<br />

por ser hoy día de San José “8 .<br />

Estas flores se envían como muestra de<br />

cariño y llevan besos y recuerdos del pintor:<br />

“He trabajado esta mañana: ahí te envío<br />

un puñado de azahar, para que te perfume,<br />

lleva mis besos 9 ”.<br />

Pero <strong>Sorolla</strong>, no sólo le envío flores a su<br />

Fig. 7.<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong><br />

Jardín de la Casa <strong>Sorolla</strong><br />

1919<br />

<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 1232<br />

mujer, sino que para mantenerlas frescas<br />

eternamente también las “retrató”. En esta<br />

exposición, donde se habla de los jardines,<br />

de la construcción de su jardín de artista,<br />

de su búsqueda de plantas e interés por<br />

construir un espacio pictórico, también<br />

hay un espacio para un cuadro diferente:<br />

Rosas blancas del jardín de la Casa <strong>Sorolla</strong>,<br />

un cuadro que retrata un ramo compuesto<br />

por las flores de su rosal, y que inmortaliza<br />

esas flores de las que tanto disfrutaban.<br />

Fig.8.<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong> García<br />

Preparando decoraciones florales<br />

c.a 1914<br />

<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 80320<br />

Rosas blancas del jardín de la casa <strong>Sorolla</strong>:<br />

El cuadro representa sobre un jarrón de<br />

cerámica azul, firmado por Antong Lang 10 ,<br />

un ramo de rosas blancas.<br />

La técnica tardía de <strong>Sorolla</strong>, especialmente<br />

en estos cuadros íntimos, es rápida y a la<br />

vez, eficaz. Unos pocos trazos amplios pero<br />

precisos componen la forma de las grandes<br />

rosas, completamente abiertas. De nuevo,<br />

el dominio absoluto de los tonos blancos,<br />

que ha caracterizado desde siempre la<br />

pintura del valenciano, es la clave para<br />

resolver las flores, unas pocas pinceladas,<br />

una combinación perfecta de distintos<br />

tonos blancos, crean las rosas blancas, sin<br />

necesidad de una trazo minucioso, pues se<br />

adivinan perfectas, abiertas y naturales.<br />

El jarrón en el que Lang ha dejado gotear<br />

los barnices cerámicos para componer<br />

13 14<br />

<strong>PIEZA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MES</strong> DE MARZO<br />

ROSAS BLANCAS <strong>DEL</strong> JARDÍN DE LA CASA SOROLLA


una pieza plenamente modernista o<br />

art nouveau, se resuelve con pinceladas<br />

amplias y pigmentos líquidos que dejan<br />

gotear los óleos del mismo modo que lo<br />

hacen los barnices. El fondo es, quizás,<br />

lo más impactante de la composición,<br />

por la fuerza de los tonos amarillos, que<br />

se mezclan con ocres, y aportan por un<br />

lado luz al cuadro, y por otro, una gran<br />

modernidad a la pintura. Sobre una<br />

gama de diferentes tonos amarillos se<br />

construye una mesa y un fondo difuso,<br />

¿quizás se trata de un cortinaje?, ¿quizás<br />

es un fondo abstracto? No lo sabemos,<br />

Fig. 9.<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong><br />

Mis chicos<br />

1897<br />

<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 416<br />

pero no importa, pues no le hace falta<br />

representar una escena, el fondo enmarca<br />

perfectamente la composición floral y, a la<br />

vez, aprovechando un juego pictórico de<br />

contrarios, aporta gran fuerza y una gran<br />

cantidad de luz al cuadro.<br />

Así unas sencillas rosas blancas se<br />

convierten en un juego pictórico casi<br />

sin precedentes en <strong>Sorolla</strong>, quien nunca<br />

dejó de estudiar la pintura más actual<br />

de su momento. Para la fecha, 1920, las<br />

vanguardias se encontraban ya en plena<br />

corriente de vuelta al orden, pero se<br />

Fig. 10.<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong><br />

Rosas blancas<br />

1916<br />

<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 1118<br />

mantenían aún recientes en las pinturas<br />

fauvistas, expresionistas, cubistas y<br />

comenzaba a aparecer con fuerza Dadá.<br />

Los fauvistas con su interés por el color se<br />

han traído muchas veces a colación en la<br />

pintura de <strong>Sorolla</strong>, quizás el cuadro en el<br />

que se menciona de manera más frecuente<br />

sea La Siesta pero no cabe duda que<br />

estos juegos de fondos planos, confusos,<br />

el contraste de tonos, la utilización de<br />

masas de color, recuerdan a las pinturas de<br />

Matisse y los Nabis.<br />

Otros floreros<br />

Aunque los floreros son escasos en la<br />

producción de Joaquín <strong>Sorolla</strong>, existen<br />

algunos ejemplos muy bellos de este<br />

tipo de pintura. Son estos unos cuadros<br />

especialmente íntimos, pues muchas<br />

veces inmortalizan esos ramos, esas flores<br />

que tanto decían. Son cuadros que han<br />

permanecido hasta hoy en el <strong>Museo</strong> y en<br />

la familia, pues no fueron cuadros para<br />

la venta, sino para la familia y para los<br />

amigos íntimos del pintor.<br />

Y aunque no es abundante, a lo largo de<br />

15 16<br />

<strong>PIEZA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MES</strong> DE MARZO<br />

ROSAS BLANCAS <strong>DEL</strong> JARDÍN DE LA CASA SOROLLA


toda la producción pictórica de <strong>Sorolla</strong><br />

aparecen estos pequeños floreros, unas<br />

veces en cuadros más importantes, como el<br />

ramo de rosas que sostiene Elena <strong>Sorolla</strong>,<br />

todavía bebé, en el cuadro Mis Chicos (fig.<br />

9), que puede verse al subir la escalera<br />

principal de la casa, o el cuadro Rosas de<br />

té, tristemente perdido en el incendio de la<br />

casa de la Familia Gil: representa, de nuevo<br />

a Elena, con un espléndido ramo de rosas<br />

blancas, y estaba dedicado: «A la Señora D.<br />

María / Planas de Gil su afmo / J. <strong>Sorolla</strong><br />

Bastida / 1898» (Elena era ahijada de<br />

María Planas, la mujer de Pedro Gil).<br />

Otras veces son ramos de flores, como es el<br />

caso de Rosas blancas (fig. 10) dedicado a<br />

Clotilde, que representa el ramo que Joaquín<br />

Fig. 11.<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong><br />

Claveles rojos<br />

c.a 1900<br />

<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 568<br />

<strong>Sorolla</strong> García (el hijo del matrimonio)<br />

regalo a su madre por su cumpleaños,<br />

tal como se lee en la dedicatoria: «A mi<br />

Clotilde. Las rosas de nuestro Joaquín /<br />

al cumplir tus 52 años. 1916/ J. <strong>Sorolla</strong>».<br />

Un ramo de flores que, de nuevo, el pintor<br />

decidió retratar para que no se marchitaran<br />

nunca. De nuevo, rosas blancas sobre un<br />

jarrón rojo de la manufactura del inglés<br />

William Moorcroft 11 (en la colección del<br />

<strong>Museo</strong> Núm. de Inv. 40712) y una enorme<br />

caracola, probablemente de la pequeña<br />

colección de conchas californianas que<br />

se trajo la familia de sus viajes a Estados<br />

Unidos.<br />

Son por tanto cuadros íntimos, que<br />

permanecen en la familia, así la mayoría<br />

Fig. 12.<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong><br />

Rosas<br />

c.a 1900<br />

<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 569<br />

de ellos se conservan en el <strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

como el cuadro Claveles rojos (fig. 11),<br />

muy estropeada su superficie pictórica,<br />

pero que deja todavía adivinar ese gusto por<br />

los rojos y la predilección del matrimonio<br />

<strong>Sorolla</strong> por los claveles.<br />

“Adjunto un clavel que la Sra. de Beruete<br />

me dio para ti, él lleva un beso mío entre<br />

sus hojas para mi Clota” 12 .<br />

El cuadro Rosas de hacia 1900 (fig. 12)<br />

en el que un pequeño ramo de rosas rojas<br />

y blancas aparece representado sobre el<br />

jarrón de vidrio veneciano (Núm. de inv.<br />

50025) 13 también pertenece a la colección<br />

del <strong>Museo</strong>. Quizás es este el florero de<br />

factura más acabada de todos los que<br />

realizó <strong>Sorolla</strong>. Y de la misma fecha es el<br />

Florero (fig. 13) en que las rosas blancas<br />

y rosas aparecen mezcladas en un jarrón<br />

rojizo, estrecho y alargado. El resto de la<br />

composición lo forman el cacharro de<br />

cerámica verde, con forma de cerdito<br />

(Núm. de inv. 40287) y un libro y unas<br />

gafas, en primer plano, que nos devuelven<br />

rápidamente a la intimidad de la familia,<br />

a una pausa en la lectura, que sirve para<br />

retratar la vida cotidiana y el gusto por la<br />

lectura.<br />

Jarrón con rosas blancas (colección<br />

particular) de nuevo con dedicatoria del<br />

pintor: «A mi amiga Crista (Morphy) / su<br />

afmo. / J. <strong>Sorolla</strong>», pintado hacia 1894,<br />

en el que sobre un pequeño recipiente<br />

17 18<br />

<strong>PIEZA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MES</strong> DE MARZO<br />

ROSAS BLANCAS <strong>DEL</strong> JARDÍN DE LA CASA SOROLLA


globular se disponen las rosas blancas,<br />

muy abiertas, en todo su esplendor.<br />

Estudio de flores (Colección particular),<br />

compuesto por dos jarrones y un cacharro de<br />

barro andaluz: en este cuadro se combinan<br />

las rosas blancas con los claveles rojos. Es<br />

un cuadro sin acabar, pero que nos deja<br />

ver ese gusto por los juegos cromáticos, la<br />

combinación del rojo y el banco, y que de<br />

nuevo emplea los floreros de su casa para<br />

componer un cuadro íntimo.<br />

“Celebro te gustasen los claveles, hoy los vi<br />

muy hermosos, a peseta clavel. Si no fuese<br />

fumador me gastaría todo mi dinero en<br />

flores” 14 .<br />

Notas:<br />

Fig. 13.<br />

Joaquín <strong>Sorolla</strong><br />

Florero<br />

c.a 1900<br />

<strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong><br />

Núm. de inv. 570<br />

1 Lorente, Victoriano, y Pons-<strong>Sorolla</strong>,<br />

Blanca: Epistolarios de Joaquín <strong>Sorolla</strong><br />

Bastida. Correspondencia con Clotilde<br />

García del Castillo, vol. 2 y vol. 3,<br />

Barcelona, Editorial Antrophos, 2007-<br />

2009. Carta de <strong>Sorolla</strong> (Sevilla) a Clotilde<br />

(Madrid). 7 de abril de 1914.<br />

2 Óp. Cit. Carta de <strong>Sorolla</strong> (Sevilla) a<br />

Clotilde (Madrid). 4 de febrero de 1908.<br />

3 Óp. Cit. Carta de <strong>Sorolla</strong> (Granada) a<br />

Clotilde (Madrid). 3 de febrero de 1917.<br />

4 Óp. Cit. Carta de <strong>Sorolla</strong> (Granada) a<br />

Clotilde (Madrid). 4 de febrero de 1917.<br />

5 Óp. Cit. Carta de <strong>Sorolla</strong> (Granada) a<br />

Clotilde (Madrid). 8 de febrero de 1917.<br />

6 Óp. Cit. Carta de <strong>Sorolla</strong> (Sevilla) a<br />

Clotilde (Madrid). 24 de marzo de 1914.<br />

7 Óp. Cit. Carta de <strong>Sorolla</strong> (Sevilla) a<br />

Clotilde (Madrid). 14 de abril de 1914.<br />

8 Óp. Cit. Carta de <strong>Sorolla</strong> (Sevilla) a<br />

Clotilde (Madrid). 19 de marzo de 1914.<br />

9 Óp. Cit. Carta de <strong>Sorolla</strong> (Sevilla) a<br />

Clotilde (Madrid). 18, 19 y 20 de febrero de<br />

1908.<br />

10 El <strong>Museo</strong> conserva tres búcaros (Núm.<br />

de inv. 40695, 40696 y 40697) firmados<br />

por Anton Lang ceramista bohemio,<br />

cuya producción se caracteriza por la<br />

yuxtaposición de esmaltes de diversos tonos<br />

y consistencias dispuestos informalmente,<br />

en un gusto muy art nouveau.<br />

11 William Moorcroft, ceramista inglés<br />

cuyo estilo es fácilmente reconocible<br />

por sus formas naturalistas de flores y<br />

plantas estilizadas en ricos colores, para<br />

la decoración de una cerámica más bien<br />

decorativa. El jarrón que posee este <strong>Museo</strong><br />

es de unas formas ágiles y curvilíneas,<br />

decorado a base de ramas de flores de<br />

espino de inspiración totalmente oriental,<br />

realizadas con plantilla, tipo que Moorcroft<br />

perfeccionó y que se le ha dado en llamar<br />

Florian Ware.<br />

12 Óp. Cit. Carta de <strong>Sorolla</strong> (París) a<br />

Clotilde (Valencia). 18 de julio de 1900.<br />

13 Copa veneciana; por la morfología<br />

(con un dragón enroscado en el pie), la<br />

técnica y la decoración de la pieza puede<br />

tratarse de una producción de la fábrica<br />

de los hermanos Benvenuto y Giuseppe<br />

Barovier en Murano, fundada en 1878, que<br />

trabajaron el vidrio “aventurine”, como<br />

se percibe en el trabajo del vástago de esta<br />

pieza.<br />

14 Óp. Cit. Carta de <strong>Sorolla</strong> (Sevilla) a<br />

Clotilde (Madrid). 22 de marzo de 1914.<br />

19 20<br />

<strong>PIEZA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MES</strong> DE MARZO<br />

ROSAS BLANCAS <strong>DEL</strong> JARDÍN DE LA CASA SOROLLA


21<br />

Bibliografía:<br />

Añón, Carmen, y Luengo, Ana: Jardines Artísticos de España, Madrid, Espasa Calpe, 1995.<br />

Lorente, Victoriano y Pons-<strong>Sorolla</strong>, Blanca: Epistolarios de Joaquín <strong>Sorolla</strong> Bastida.<br />

Correspondencia con Clotilde García del Castillo, vol. 2, Barcelona, Editorial Antrophos,<br />

2007-2009.<br />

Lorente, Victoriano, y Pons-<strong>Sorolla</strong>, Blanca: Epistolarios de Joaquín <strong>Sorolla</strong> Bastida.<br />

Correspondencia con Clotilde García del Castillo, vol. 3, Barcelona, Editorial Anthrophos,<br />

2007-2009.<br />

Padilla Montoya, Carmen: Catálogo de cerámica: <strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong>, Madrid, Ministerio de<br />

Cultura, 1992.<br />

Pantorba, Bernardino de: Catálogo de <strong>Sorolla</strong>, Madrid, 1944.<br />

Pons-<strong>Sorolla</strong>, Blanca: Joaquín <strong>Sorolla</strong> y Bastida: Vida y obra, Madrid, Fundación de apoyo<br />

a la Historia del Arte Hispánico y Ediciones Doce Calles, 2011.<br />

Santa Ana, Florencio de: Guía del <strong>Museo</strong> <strong>Sorolla</strong>, Madrid, Ministerio de Cultura, 1991.<br />

VVAA: Jardines Impresionistas, Madrid, <strong>Museo</strong> Thyssen-Bornemisza, 2010.<br />

VVAA: Granada en <strong>Sorolla</strong>, Madrid, Ed., Ministerio de Cultura, Ayuntamiento de Granada,<br />

2011.<br />

VVAA. <strong>Sorolla</strong> Jardines de Luz, Madrid, Patronato de la Alhambra, Fundación <strong>Museo</strong><br />

<strong>Sorolla</strong>, Ediciones el Viso, 2012.<br />

<strong>PIEZA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>MES</strong> DE MARZO

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