Flavio Josefo - Las Guerras de los Judios.pdf - Historia de Costa Rica
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mas altas y más importantes; y puesta toda en acrecentar su gente, hizo dos ejércitos, con no pocos socorros que hubo, por<br />
su sueldo, con <strong>los</strong> cuales no sólo fortificó el estado <strong>de</strong> su gente, pero se hizo aún <strong>de</strong> temer al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>los</strong> extranjeros. Y<br />
como mandase a todos, ella sola obe<strong>de</strong>cía a <strong>los</strong> fariseos <strong>de</strong> su buena voluntad.<br />
Mataron finalmente a Diógenes, varón muy señalado que había sido muy amigo <strong>de</strong> Alejandro, trayendo por causa <strong>de</strong><br />
su muerte que aquel<strong>los</strong> ochocientos, <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales hemos hablado arriba, fueron puestos en cruz por el rey a instancia <strong>de</strong><br />
éste; y trabajaban por inducir y persuadir a Alejandra que matase a todos <strong>los</strong> <strong>de</strong>más, por cuya autoridad y consejo se había<br />
movido contra el<strong>los</strong> Alejandro. Estando ella tan puesta en obe<strong>de</strong>cer con <strong>de</strong>masiada superstición a estos fariseos, a <strong>los</strong><br />
cuales no quería contra<strong>de</strong>cir en algo, mataban a quien querían, hasta que todos <strong>los</strong> mejores que estaban en peligro se<br />
vinieron huyendo a Aristóbulo; y éste persuadió a su madre que <strong>los</strong> perdonase por la dignidad que tenían, y a <strong>los</strong> que<br />
pensaba ser dañosos, <strong>los</strong> echase <strong>de</strong> la ciudad. Alcanzando éstos licencia, esparciéronse por toda la tierra.<br />
Alejandra envió ejército a Damasco, porque Ptolomeo tenía en gran<strong>de</strong> y muy continuo aprieto la ciudad, la cual ella<br />
tomó sin hacer cosa alguna memorable. Solicitó con pactos y dones al rey <strong>de</strong> Armenia, Tigrano, que cercaba a Cleopatra,<br />
habiendo juntado su gente con Ptolomeo. Pero él se había retirado ya mucho antes por el levantamiento y discordia que<br />
había entre <strong>los</strong> suyos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberse Lúculo entrado por Armenia.<br />
Estando en esto, enfermó Alejandra; y su hijo el menor, Aristóbulo, con todos sus criados, que solían ser muchos y<br />
muy fieles, por estar en la flor <strong>de</strong> su edad, se apo<strong>de</strong>ró <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> castil<strong>los</strong>; y con el dinero que en el<strong>los</strong> halló, hizo gente<br />
<strong>de</strong> sueldo, y levantóse por rey. Por esto la madre <strong>de</strong> Hircano, con misericordia <strong>de</strong> las quejas que el pueblo a ella echaba,<br />
encerró la mujer <strong>de</strong> Aristóbulo en un castillo que está edificado cerca <strong>de</strong>l templo a la parte <strong>de</strong> Septentrión: llamábase éste,<br />
como antes dijimos, Baro, y <strong>de</strong>spués lo llamaron Antonia, siendo Antonio emperador, así como <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong> Augusto y<br />
<strong>de</strong> Agripa, fueron llamadas las otras ciuda<strong>de</strong>s Sebaste y Agripia.<br />
Pero antes murió Alejandra que tomase venganza en Aristóbulo <strong>de</strong> las injurias a su hermano Hircano, al cual había<br />
trabajado por echar <strong>de</strong>l reino, adon<strong>de</strong> había ella reinado nueve años. Quedó por here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> todo Hircano, a quien ella,<br />
siendo aún viva, había encomendado todo el reino. Pero teníale gran ventaja en esfuerzo y autoridad Aristóbulo, y<br />
habiendo peleado entrambos cerca <strong>de</strong> Jericó por quién sería señor <strong>de</strong> todo, muchos, <strong>de</strong>jando a Hircano, se pasaron a<br />
Aristóbulo. De don<strong>de</strong> huyendo Hircano, Regó al castillo llamado Antonia, adon<strong>de</strong> se recogió; y alcanzando allí rehenes<br />
para aseguranza <strong>de</strong> su salud y vida, porque (según arriba hemos contado) aquí estaban con guardas <strong>los</strong> hijos y mujer <strong>de</strong><br />
Aristóbulo. Antes que le aconteciese algo que fuese peor, volvió en concordia y amistad con tal ley, que quedase el reino<br />
por Aristóbulo, y que él lo <strong>de</strong>jase, contentándose, como hermano <strong>de</strong>l rey, con otras honras. Reconciliados y hechos <strong>de</strong> esta<br />
manera amigos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l templo, habiendo el uno abrazado al otro <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> todo el pueblo que allí estaba, truecan las<br />
cosas, y Aristóbulo torna posesión <strong>de</strong> la casa real, e Hircano <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Aristóbulo.<br />
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