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La Casa del Judío - El Consorcio Toledo .com

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3<br />

7.2<br />

13<br />

4<br />

14<br />

12<br />

7.1<br />

10<br />

11<br />

6<br />

1<br />

8<br />

15<br />

2<br />

5<br />

7.4<br />

7.3<br />

PLANO DE UBICACIÓN<br />

9


LAS RUTAS “PATRIMONIO DESCONOCIDO” DESCUBREN OTRO TOLEDO<br />

PUNTOS DE INTERÉS<br />

1 Termas Romanas de Amador de los Ríos<br />

2 <strong>La</strong>s Cuevas de Hércules<br />

3 <strong>La</strong> casa <strong>del</strong> <strong>Judío</strong><br />

4 Iglesia-Mezquita de <strong>El</strong> Salvador<br />

5 Sótanos de Cardenal Cisneros, 12<br />

6 Iglesia de San Sebastián<br />

7.1 Baños de Tenerías<br />

7.2 Baños <strong>del</strong> Ángel<br />

7.3 Baños <strong>del</strong> Caballel<br />

7.4 Baños <strong>del</strong> Cenizal<br />

8 Convento de Santa Isabel<br />

9 Cripta y torre de Concepcionistas<br />

10 Restos romanos bajo Alfonso X<br />

11 Convento de Comendadoras<br />

12 Pozo de <strong>El</strong> Salvador<br />

13 Salón Islámico Colegio de Doncellas<br />

14 Torre de San Román<br />

15 Bóvedas romanas de Nuncio Viejo, 19<br />

<strong>El</strong> <strong>Consorcio</strong> de <strong>Toledo</strong> puso en marcha en junio de 2004 sus Rutas “Patrimonio<br />

Desconocido”. Se trata de unas rutas que incluyen visitas gratuitas<br />

y guiadas a diversos monumentos, yacimientos arqueológicos y otros lugares<br />

de singular interés, que han sido recuperados y puestos en valor por<br />

el <strong>Consorcio</strong> de la Ciudad de <strong>Toledo</strong> y que llevaban años, en algunos casos<br />

siglos, sin poder ser visitados.<br />

<strong>La</strong>s visitas pueden realizarse individualmente o en grupo. En este último<br />

caso es re<strong>com</strong>endable programar la visita previamente para evitar coincidencias<br />

de varios grupos en un mismo día y hora.<br />

De organizar estas visitas se encarga el Centro de Gestión de Recursos<br />

Culturales, abierto por el <strong>Consorcio</strong> en las propias Termas Romanas de<br />

la Plaza Amador de los Ríos. En este importante yacimiento arqueológico,<br />

recuperado por el <strong>Consorcio</strong>, se ha habilitado una oficina de atención al<br />

público que ofrece varias posibilidades.<br />

Por un lado, la de contemplar los restos recuperados de las propias Termas,<br />

siguiendo un recorrido a través de una pasarela de madera situada<br />

sobre los distintos elementos, tales <strong>com</strong>o una conducción romana, aljibes<br />

medievales, muros prehistóricos y suelos romanos de opus signinum; por<br />

otro, reservar día y hora para visitar gratuitamente los inmuebles incluidos<br />

en las Rutas “Patrimonio desconocido”.<br />

<strong>La</strong>s Rutas “Patrimonio Desconocido” tienen <strong>com</strong>o objetivo fundamental<br />

establecer una conexión entre los ciudadanos y su patrimonio cultural y<br />

presentar las actuaciones de recuperación <strong>com</strong>o fuente de conocimiento y,<br />

a la vez, <strong>com</strong>o algo vivo y útil para el disfrute de la ciudad.<br />

Todos los inmuebles incluidos en ellas presentan “otro <strong>Toledo</strong>”, el <strong>Toledo</strong><br />

oculto durante siglos que poco a poco va saliendo a la luz. En ellos están<br />

representados elementos de diferentes tipos y épocas, que en su momento<br />

desempeñaron una importante función y que han pasado a formar parte de<br />

nuestra historia.


Termas romanas de amador de los ríos<br />

01.


las CueVas de HérCules<br />

02.


VisTa<br />

de los sótanos romanos en los que se<br />

aprecia la exploración <strong>del</strong> cardenal Siliceo<br />

<br />

<strong>El</strong> solar que alberga las llamadas Cuevas de Hércules (callejón<br />

de San Ginés, 3) presenta una rica historia arquitectónica, en<br />

cuanto ha sido ocupado por distintos edificios a lo largo de<br />

la historia: en época romana se había construido aquí un depósito<br />

de agua para el abastecimiento de la ciudad, que formaba parte de<br />

la red hidráulica romana de Toletum. Posteriormente, ya en época<br />

visigoda, parece que sobre el depósito de agua se levantó un templo<br />

cristiano. Después una mezquita. Más tarde, probablemente en el<br />

siglo XII, un nuevo templo se construyó en el mismo lugar, dedicado<br />

a San Ginés, sede de la parroquia homónima.<br />

Con respecto a la cisterna romana (depósito de agua) se han<br />

obtenido nuevos e interesantes datos. <strong>La</strong> investigación ha podido<br />

constatar que el depósito fue construido en torno a la segunda<br />

mitad <strong>del</strong> siglo I d.C. con forma rectangular, de 6,00 m. de ancho<br />

por al menos 11,50 m. de largo y 4,00 de alto. Estaba realizado con<br />

pequeñas piedras cogidas con una fuerte mezcla de cal yeso y<br />

arena (opus caementicium) y revestido en su interior con un cemento<br />

hidráulico especial (opus signinum).<br />

En un momento posterior, todavía por establecer (aunque siempre<br />

en el marco de la época romana), la construcción original fue<br />

parcialmente revestida en su interior con grandes sillares de granito<br />

y dividida en dos en sentido longitudinal por medio de tres grandes<br />

arcos igualmente de granito. Sobre las dos naves resultantes,<br />

<strong>com</strong>unicadas entre si por medio de los arcos, se construyeron<br />

sendas bóvedas con bloques de caliza blanca (sólo una de las dos<br />

naves es propiedad <strong>del</strong> <strong>Consorcio</strong>).<br />

Como se sabe, las cuevas de Hércules han dado lugar a múltiples<br />

leyendas, recogidas ya en textos medievales. Según éstos, las<br />

cuevas serían oquedales naturales, a las que Hércules, fundador de<br />

la ciudad, habría dado una estructura arquitectónica para instalar allí<br />

sus palacios, donde se practicaban artes mágicas y nigromancia.<br />

Otras leyendas las relacionan con la desaparición <strong>del</strong> reino visigodo<br />

a manos de los árabes, pues habría sido el mismo Hércules quien,<br />

con sus dotes adivinatorias, dejó en un cofre cerrado la profecía de<br />

la destrucción <strong>del</strong> reino visigodo, dejando explicito que cada rey<br />

pusiera un candado más. Pero fue la curiosidad o codicia <strong>del</strong> rey<br />

Don Rodrigo quien abrió el cofre y puso en marcha la maldición<br />

de la profecía. <strong>La</strong> asociación de los sótanos de San Ginés con<br />

las legendarias Cuevas de Hércules se produce en el siglo XVI y<br />

la primera exploración (en parte fallida) se debe al cardenal Siliceo.


la <strong>Casa</strong> <strong>del</strong> <strong>Judío</strong><br />

VisTa <strong>del</strong> sóTano<br />

posiblemente un baño litúrgico judío<br />

><br />

deTalles ><br />

03.<br />

<strong>del</strong> patio <strong>del</strong> inmueble y de la fachada.


<strong>La</strong> <strong>Casa</strong> <strong>del</strong> <strong>Judío</strong> está situada en el corazón de la<br />

judería toledana. Los dos espacios de mayor interés<br />

son el patio, que conserva multitud de yeserías, y,<br />

sobre todo, el sótano que posiblemente fuera un baño<br />

litúrgico judío o miqva, cuya función era la purificación<br />

espiritual y preparación para algún suceso importante<br />

en la vida de un judío. Durante su restauración se<br />

han descubierto en estancias adyacentes enfoscados<br />

hidráulicos a la almagra y un aljibem que ayudan a apoyar<br />

la teoría sobre su uso.<br />

Otro elemento de gran relevancia para su estudio<br />

arqueológico es una pieza de madera utilizada <strong>com</strong>o dintel<br />

de acceso al sótano, donde se puede observar el trabajo de<br />

tallado con motivos florales, a base de tímpanos y roleos,<br />

a<strong>com</strong>pañando un repertorio epigráfico cuya transcripción<br />

dice: “Gracias Te doy, porque me has respondido”; texto<br />

relacionado con el versículos 21 <strong>del</strong> salmo 18: “Aquí está<br />

la puerta de Yahveh, por ella entran los justos. 21 gracias<br />

Te doy, porque me has respondido, y has sido para mí la<br />

salvación”, que da la bienvenida a todos aquellos fieles y<br />

puros al interior de la casa.<br />

En general, la intervención <strong>del</strong> <strong>Consorcio</strong> de <strong>Toledo</strong> ha<br />

dejado vislumbrar una vivienda cuyos orígenes se pueden<br />

datar en los siglos XIV-XV con reminiscencias mudéjares<br />

y posibles usos litúrgicos hebreos, a<strong>com</strong>pañada con<br />

adaptaciones y transformaciones en los siglos posteriores,<br />

poniéndose un mayor énfasis en el siglo XVIII y XIX.<br />

<strong>La</strong> leyenda dice que esta casa perteneció al judío Ishaq,<br />

quien prestó dinero a la reina Isabel la Católica a cambio<br />

de sus joyas para financiar el viaje en el que se produciría<br />

el descubrimiento de América.


la mezquiTa-iglesia de el salVador<br />

04.


Tradicionalmente se ha identificado este templo con una<br />

mezquita, identificación avalada por dos hechos. <strong>El</strong><br />

primero de ellos y más determinante fue la aparición<br />

de una lápida en la Capilla de Santa Catalina. En ella se<br />

conmemora la construcción de una nave en el año 1041 (432<br />

H.), si bien es cierto no se indica si se trata de una ampliación<br />

<strong>del</strong> edificio o de la reforma de una nave anterior.<br />

<strong>El</strong> segundo, igual de válido para su identificación, es la<br />

referencia fechada en 1159, en la que se indica su conversión<br />

al culto cristiano. Desde entonces hasta nuestros días, el<br />

edificio ha sido objeto de innumerables transformaciones,<br />

incluidos dos incendios, uno en el siglo XVI y otro en 1822.<br />

Fruto de esta última reconstrucción es la actual iglesia.<br />

Los trabajos de puesta en valor, si bien tuvieron una primera<br />

fase años atrás con la excavación y recuperación <strong>del</strong><br />

patio de la antigua casa rectoral, se han visto ampliados<br />

con la intervención en el interior <strong>del</strong> templo. Los restos<br />

cronológicamente más antiguos que se localizaron durante<br />

la excavación, pertenecen al edificio de la mezquita islámica,<br />

ubicada en el lugar que ocupa la iglesia actual, son de los<br />

siglos IX – XII.<br />

<br />

Su espacio estaría distribuido en tres naves perpendiculares<br />

al muro de quibla. <strong>La</strong> arquería se sitúa entre la nave central y<br />

la nave de la epístola <strong>del</strong> actual templo. Está <strong>com</strong>puesta por<br />

siete soportes de los que seis son columnas romanas y uno es<br />

un pilar visigodo ricamente decorado con escenas de milagros<br />

de Cristo y motivos geométricos. Los capiteles y cimacios<br />

son romanos y visigodos, reaprovechados. Cabalgan sobre<br />

ellos arcos de herradura enjarjados construidos en ladrillo, a<br />

excepción de la clave que está formada por un sillar.<br />

<strong>La</strong> primera fase de las obras de rehabilitación, que consistieron<br />

en la puesta en valor <strong>del</strong> patio de la antigua casa rectoral,<br />

<strong>com</strong>enzaron a finales de mayo <strong>del</strong> año 2004 y concluyeron en<br />

abril de 2005. En el conjunto nos encontramos con una primera<br />

fase de ocupación islámica (S.IX-X), asentada sobre un estrato<br />

tardorromano-visigodo. Sobre las ruinas de esta estructura<br />

se construye la arquería, <strong>com</strong>puesta por tres columnas con<br />

sus correspondientes capiteles, dos romanos <strong>del</strong> siglo II d.<br />

C. y uno visigodo, que sustentan cuatro arcos de herradura,<br />

realizados en ladrillo trabado con mortero, enmarcados<br />

por alfices y rematados por una cornisa de canecillos, muy<br />

parecida a la de la mezquita <strong>del</strong> Cristo de la Luz, aportando<br />

una referencia cronológica en torno al siglo XI.


sóTanos de Cardenal Cisnero,12<br />

05.


Gracias al patrocinio <strong>del</strong> <strong>Consorcio</strong> de la Ciudad de <strong>Toledo</strong>,<br />

dentro de su programa de rehabilitación de los elementos<br />

especiales que contienen las viviendas <strong>del</strong> casco histórico,<br />

se han podido recuperar los sótanos islámicos de Cardenal<br />

Cisneros, 12.<br />

De nuevo, los elementos con valor patrimonial existentes en este<br />

espacio nos permiten acercarnos al conocimiento de la evolución<br />

histórica <strong>del</strong> urbanismo y la arquitectura toledana, en una de las<br />

zonas centrales de la ciudad. En efecto, el espacio, alberga los<br />

vestigios arqueológicos de una primitiva casa islámica de época<br />

califal, de la que subsisten un patio y un salón, así <strong>com</strong>o los restos<br />

de la decoración arquitectónica de los mismos, consistentes en<br />

dos arcos de herradura, uno de ellos geminado.<br />

Esta primitiva casa se construye sobre el terreno geológico natural,<br />

que, en esta zona presenta un fuerte desnivel en dirección sur,<br />

siendo rellenado con es<strong>com</strong>bros y restos pertenecientes a fases<br />

anteriores de época romana y visigoda, algunos de cuyos materiales<br />

constructivos, fueron reutilizados en la nueva construcción islámica.<br />

Tanto el patio <strong>com</strong>o el salón que lo precede en su flanco norte<br />

configuraban en origen la planta baja de este inmueble, dispuesta<br />

a cotas similares que las calles adyacentes. Además dado el<br />

cuidado y la calidad de los elementos decorativos empleados en<br />

su construcción nos encontraríamos ante los restos de una casa<br />

de cierta importancia, que quizá se encontrara relacionada de<br />

algún modo con edificios cercanos y de gran importancia en su<br />

momento, <strong>com</strong>o la mezquita aljama de la ciudad.<br />

En este sentido destacaría el hallazgo de la decoración parietal<br />

figurada documentada en el arco geminado, en cuyas jambas de<br />

dispusieron dos manos de Fátima o hamsa, una de las cuales es<br />

rodeada por tres pájaros de estilizada figura. Ambos motivos son<br />

típicos en el arte islámico, y presentan un significado de protección<br />

y de rechazo a las influencias malignas, en concreto contra el<br />

mal de ojo (Mano de Fátima) y quizás funerario (en el caso de los<br />

pájaros). Los dos son motivos decorativos de origen preislámico<br />

que debieron tener una fuerte raigambre popular y que son, en<br />

cierta medida, tolerados por la doctrina oficial islámica, aunque<br />

<strong>com</strong>o en el caso de los pájaros provengan de un hadiz o tradición<br />

oral no oficial atribuida a Mahoma, en el que se les identifica <strong>com</strong>o<br />

los transmisores de las almas de los buenos creyentes en su viaje<br />

al Paraíso.<br />

<<br />

VisTa<br />

de los restos de una casa islámica de<br />

época califal.<br />

FresCo resTaurado<br />

una Mano de Fátima rodeada<br />

por tres pájaros<br />


la iglesia de san sebasTián<br />

06.


VisTa<br />

interior <strong>del</strong> la iglesia de San Sebastián<br />

<strong>La</strong> Iglesia de San Sebastián se localiza en el denominado<br />

“Barrio de Curtidores”, dentro <strong>del</strong> cual se enmarcarían construcciones<br />

defensivas <strong>com</strong>o la puerta de bab al-Dabbagin o<br />

“puerta de los Curtidores” localizada, muy probablemente, en las<br />

cercanías de la iglesia.<br />

Durante esta restauración, se ha podido concluir que la actual iglesia<br />

de San Sebastián ha sido un edificio con una ocupación continua,<br />

desde el siglo X hasta el XX, con una primera fase islámica y una<br />

segunda cristiana.<br />

Entre los restos arquitectónicos más antiguos que todavía se conservan<br />

en el edificio, encontramos parte de un arco de herradura en<br />

el muro que separa la nave de la Epístola de la nave de la Capillita,<br />

asociado a un aparejo islámico que podría estar relacionado con la<br />

fase islámica <strong>del</strong> edificio. Así mismo, se ha documentado un suelo de<br />

baldosas de ladrillos que se adosan al muro islámico a la misma cota<br />

que el umbral de la mencionada puerta de arco de herradura.<br />

<strong>La</strong> demolición <strong>del</strong> edificio islámico para la construcción de la iglesia<br />

cristiana se debió producir a finales <strong>del</strong> siglo XII o en pleno siglo XIII.<br />

En los siglos XIV y XV se realizan una serie de pequeñas reformas en<br />

el edificio que no están demasiado claras. En las obras de esta fase<br />

es donde se podría encuadrar la actual torre de la iglesia, que presenta<br />

un aparejo que podríamos fechar en torno al siglo XV.<br />

En el siglo XVI se emprende una agresiva intervención en el edificio<br />

de la que tenemos constancia a través de documentos escritos<br />

y de la excavación arqueológica. Probablemente el edificio cambió<br />

de orientación en el siglo XVIII, momento en el que se cegaría el arco<br />

apuntado de la nave de la Capillita y se situaría el retablo en el lugar<br />

en el que actualmente. En el año 1916 se emprende la última reforma<br />

<strong>del</strong> edificio. De ese momento data la reconstrucción <strong>del</strong> artesonado<br />

de la nave de la Epístola, tal y <strong>com</strong>o aparece reflejado en la inscripción<br />

que se encuentra en la nacela que recorre la parte superior de<br />

los muros de esa misma nave.<br />

Durante la rehabilitación integral, se ha intentado una actuación respetuosa<br />

con los materiales, acabados. Colores y texturas, buscándose<br />

el diálogo sereno y sin protagonismos de los nuevos materiales<br />

propuestos. Se ha procurado la restauración frente a la sustitución.<br />

Siguiendo criterios arqueológicos se han dejado testigos <strong>del</strong> subsuelo<br />

con lo más destacado de los restos aparecidos.


los baños árabes de Tenerías, ángel, Caballel y Cenizal<br />

07.<br />

><br />

baños <strong>del</strong> ángel<br />

baños <strong>del</strong> Caballel<br />

baños <strong>del</strong> Cenizal<br />

><br />

.<br />

<<br />

><br />

baños de Tenerías


<strong>El</strong> baño en el mundo islámico era una práctica habitual de gran<br />

trascendencia, cuya costumbre influyó, incluso, en otros grupos<br />

religiosos y extendiéndose su uso en todo el territorio de la<br />

península. Había baños públicos y privados que cubrían la demanda de<br />

todos los grupos sociales. <strong>El</strong> baño, por tanto, se convirtió en un edificio<br />

polifuncional, con distintas finalidades: higiénica, religiosa y social.<br />

Los Baños Islámicos de Tenerías son un conjunto de estructuras<br />

relacionadas con el agua, pertenecientes al mundo musulmán,<br />

y realizadas con fábrica de ladrillo y <strong>com</strong>partimentado en varias<br />

habitaciones o salas cuyas cubiertas han desaparecido. A ellas se<br />

accede a través de una puerta practicada en una cerca que cierra todo<br />

el yacimiento. <strong>El</strong> conjunto está rodeado de un camino que lo bordea y<br />

permite la contemplación desde una perspectiva cercana.<br />

<strong>El</strong> baño de la calle <strong>del</strong> Ángel es, sin duda, uno de los mejor conservados<br />

entre los ocho que todavía mantienen estructuras reconocibles dentro<br />

<strong>del</strong> Casco Histórico de <strong>Toledo</strong>. <strong>La</strong> sala restaurada se corresponde con<br />

la caliente y, a diferencia de otros baños, mantiene el hipocausto hasta<br />

hoy mejor conservado de la arquitectura civil musulmana en <strong>Toledo</strong>.<br />

<strong>La</strong>s primeras referencias a los baños <strong>del</strong> Caballel o <strong>del</strong> Cabalillo datan<br />

<strong>del</strong> año 1183. Los restos arquitectónicos conservados se encuentran<br />

bajo los inmuebles de la plaza <strong>del</strong> Colegio de Infantes, 13 y 14 y los<br />

números 5 y 6 de la plaza de las Fuentes. <strong>La</strong> planta no está bien<br />

definida por problemas de acceso y destrucciones causadas por<br />

obras en las casas, pero parece organizarse en una nave transversal<br />

de acceso a la que se contraponen tres de manera longitudinal,<br />

correspondientes a las salas fría, templada y caliente.<br />

Por su parte, las obras de acondicionamiento en los baños islámicos <strong>del</strong><br />

Cenizal, conservados en los sótanos bajo el inmueble de la calle Bajada<br />

<strong>del</strong> Colegio de Infantes nº 14, han tenido por objeto su conversión en<br />

un espacio visitable, mediante su puesta en valor con un adecuado<br />

planteamiento de recuperación de sus elementos más reseñables. <strong>La</strong><br />

intervención realizada por el <strong>Consorcio</strong> de <strong>Toledo</strong> se ha centrado en<br />

dos de las salas que forman el baño o hammam : la sala de ingreso y la<br />

sala fría, ya que el resto de las salas (sala caliente y sala templada) se<br />

encuentran conservadas bajo las edificaciones colindantes.<br />

Están declarados Bien de Interés Cultural y en estos momentos<br />

constituyen uno de los ejemplos más relevantes de la realidad social,<br />

higiénica y religiosa de la Edad Media en <strong>Toledo</strong>.


ConVenTo de sanTa isabel (PaTio de la enFermería)<br />

08.<br />

yesería<br />

de la segunda mitad <strong>del</strong> siglo XIV<br />

<<br />

En 1477 se fundaba en <strong>Toledo</strong> un<br />

segundo convento de religiosas<br />

franciscanas bajo la advocación<br />

de Santa Isabel de Hungría, una de las<br />

personalidades más relevantes de la<br />

Orden seráfica.<br />

<strong>El</strong> nuevo monasterio fue obra de una<br />

dama toledana emparentada con los<br />

Reyes Católicos, doña María Suárez de<br />

<strong>Toledo</strong>, hija de Pedro Suárez y Juana de<br />

Guzmán, señores de Pinto, la cual, por<br />

su austeridad extremada de vida, fue<br />

conocida con el nombre de sor María la<br />

Pobre.<br />

<strong>La</strong>s obras palaciegas medievales<br />

conservadas en la clausura son de estilo<br />

mudéjar, y de especial relieve son las<br />

yeserías y las armaduras de madera.<br />

Entre las primeras destacan las contiguas<br />

al claustro de los naranjos, al claustro de<br />

los <strong>La</strong>ureles y al Patio de la Enfermería.<br />

<strong>La</strong>s habitaciones de este palacio se<br />

distribuyen en torno a éste último patio,<br />

que es de planta ligeramente rectangular<br />

definido por columnas de ladrillo de<br />

planta octogonal. En planta baja se<br />

conservan tres yeserías que dan acceso<br />

a los salones localizados en las crujías<br />

norte, sur y oeste. <strong>La</strong> tipología de dos<br />

de las tres yeserías es muy <strong>com</strong>ún en<br />

el mudéjar toledano, siendo el arco<br />

angrelado una de sus principales señas<br />

de identidad. <strong>El</strong> tipo de decoración de<br />

ambas, tanto <strong>del</strong> alfiz <strong>com</strong>o <strong>del</strong> intradós,<br />

es vegetal, estimándose su fecha de<br />

realización en torno a la segunda mitad<br />

<strong>del</strong> siglo XIV.


VisTa<br />

de la espectacular cripta abovedada<br />

<<br />

<strong>El</strong> Convento de la Concepción Francisca fue fundado<br />

en el siglo XV por doña Beatriz de Silva y,<br />

tras muchas vicisitudes, encontró su ubicación<br />

definitiva -la actual- en lo que hasta entonces era el<br />

convento de los franciscanos, cuando estos se trasladaron<br />

a San Juan de los Reyes.<br />

Con la llegada de las Concepcionistas, el convento<br />

se transformó enormemente. Se reformó la iglesia, se<br />

construyó el claustro alto y el lugar tomó tintes renacentistas<br />

que se unieron a los góticos.<br />

<strong>La</strong> tercera actuación realizada por el <strong>Consorcio</strong> de la<br />

Ciudad de <strong>Toledo</strong> en el convento de la Concepción Francisca<br />

ha tenido por objeto <strong>com</strong>pletar la obra de construcción<br />

de la cámara ventilada que separa la fachada<br />

<strong>del</strong> convento <strong>del</strong> es<strong>com</strong>bro depositado en la plaza.<br />

CriPTa y Torre <strong>del</strong> ConVenTo de ConCePCionisTas<br />

<strong>La</strong> creación bajo esta plaza de un espacio accesible<br />

desde la calle, ha propiciado la generación de<br />

un espacio visitable que, sin interferir en el espacio<br />

privado de la vida conventual, permite un recorrido<br />

desde el subsuelo al exterior <strong>del</strong> convento, pasando<br />

al interior por un espacio habilitado que desemboca<br />

en un antiguo patio al pie de la torre mudéjar, que ha<br />

sido cubierto con un techo plano de vidrio. Desde<br />

aquí se inicia un recorrido que culmina<br />

en una espectacular cripta abovedada,<br />

cuyo uso originario parece ser el de ser-<br />

09.<br />

vir de panteón, a juzgar por el conjunto<br />

de tumbas de lucillos superpuestos,<br />

modo de enterramiento de época mudéjar,<br />

caracterizado por tumbas de ladrillo<br />

cerradas con una cubierta también de<br />

ladrillo.


esTos romanos baJo alFonso X<br />

<<br />

10.<br />

Conocidos popularmente en la ciudad <strong>com</strong>o “los<br />

sótanos de Hacienda”, su descubrimiento tuvo<br />

lugar en 1628, según recoge Julio Porres, con<br />

ocasión de la construcción <strong>del</strong> actual edificio por parte<br />

de la Compañía de Jesús, pa. En 1918, se produjo su<br />

“redescubrimiento”, cuando el arquitecto de la Delegación<br />

de Hacienda, Álvaro González Sanz, dibujó los<br />

restos, realizando una planta y secciones de los restos<br />

arqueológicos, siendo utilizados entonces <strong>com</strong>o trastero<br />

<strong>del</strong> edificio.<br />

<strong>La</strong> intervención, llevada a cabo en dos fases ha permitido<br />

conocer con detalle todo el <strong>com</strong>plejo constructivo,<br />

formado por tres galerías abovedadas paralelas - la <strong>del</strong><br />

centro de menor amplitud- que en su flanco meridional<br />

se abren a una nueva galería transversal, de nuevo abovedada<br />

y de mayores dimensiones que las anteriores.<br />

resTos<br />

de una de las galerías romanas<br />

También se ha podido <strong>com</strong>probar <strong>com</strong>o la galería central<br />

<strong>del</strong> <strong>com</strong>plejo tiene su continuación en la galería documentada<br />

bajo el hipocausto de las termas de la Plaza<br />

de Amador de los Ríos, por lo que podemos indicar que<br />

nos encontramos ante los restos de la red de suministro<br />

hídrico a un <strong>com</strong>plejo termal de gran entidad, cuya cronología<br />

podríamos fijar a finales <strong>del</strong> siglo I d.C.,<br />

adeCuaCión<br />

para su visita<br />


Desde que en 1364 Inés García de Meneses fundara<br />

el que habría de llamarse convento de Santo<br />

Domingo el Real, fueron sucediéndose periódicas<br />

incorporaciones de edificaciones y solares. Uno de<br />

los espacios que mejor pueden ilustrarlo es precisamente<br />

éste que ha venido en llamarse el Claustro de la Mona.<br />

A finales <strong>del</strong> siglo XVI se lleva a cabo una gran transformación<br />

<strong>del</strong> claustro de la mano de Diego de Alcántara,<br />

maestro mayor de la Catedral entre los años 1582 y 1587.<br />

Se crea la doble arcada que lo circunda, se cierran los<br />

espacios de la misma con una importante rejería y se le<br />

encarga al azulejero toledano Sebastián de Morales (en<br />

1587) tanto la realización de los azulejos para la formación<br />

<strong>del</strong> arrimadero <strong>com</strong>o las olambrillas para el sembradillo<br />

<strong>del</strong> suelo y los azulejos de su encintado.<br />

En 1935 las monjas <strong>com</strong>endadoras de Santiago abandonaron<br />

su antiguo convento de Santa Fe y se establecieron<br />

en la zona <strong>del</strong> claustro de la Mona y sus aledaños.<br />

<<br />

VisTa<br />

<strong>del</strong> claustro<br />

<strong>El</strong>las hicieron a lo largo de la segunda mitad <strong>del</strong> siglo<br />

XX obras de diversa envergadura en lo que ya era su<br />

convento y poco a poco los azulejos de los arrimaderos<br />

eran retirados y guardados conforme iban desprendiéndose.<br />

Con todo este material, que se demostró excepcional<br />

tanto desde el punto de vista estético <strong>com</strong>o histórico,<br />

se valoró la necesidad de su restauración y la<br />

de reubicarlo en su lugar de origen para preservarlo,<br />

analizando la posibilidad de reintegrar las partes perdidas<br />

para recuperar la imagen global <strong>del</strong> conjunto.<br />

<strong>El</strong> resultado ha supuesto la recuperación de un extraordinario<br />

conjunto arquitectónico de finales <strong>del</strong> XVI<br />

—el <strong>del</strong> claustro de la Mona—, en el que, si bien la<br />

restauración de la cerámica puede haber supuesto la<br />

operación más llamativa, ésta no se entendería sin la<br />

tal vez más silenciosa pero no por ello menos espectacular<br />

<strong>del</strong> claustro en su totalidad.<br />

arrimadero de azuleJos<br />

de excepcional valor histórico<br />

<<br />

ConVenTo de Comendadoras (el ClausTro de la mona)<br />

11.


Pozo de el salVador<br />

12.


VisTa<br />

de la gran bóveda de cañón<br />

<strong>del</strong> Pozo de <strong>El</strong> Salvador<br />

<strong>La</strong> plaza de <strong>El</strong> Salvador se encuentra asociada al edificio conventual<br />

de San Marcos, hoy convertido en centro cultural y archivo<br />

municipal. Originalmente, el edificio se extendía por la<br />

plaza actual, desarrollándose su claustro por este espacio. En el año<br />

1997 se practicaron unas catas arqueológicas en la misma plaza<br />

y se pudo <strong>com</strong>probar la existencia de un sótano abovedado que<br />

estaba colmatado de es<strong>com</strong>bros parcialmente.<br />

Posteriormente, la excavación arqueológica manual realizada por el<br />

<strong>Consorcio</strong> de <strong>Toledo</strong> en el año 2002 descubrió un sótano abovedado<br />

de grandes dimensiones que discurre paralelamente a la calle Trinidad<br />

y que se prolonga a través de una puerta en dirección a la propia plaza.<br />

<strong>El</strong> sótano está conformado por dos estancias:<br />

Acceso: Sala rectangular construida en mampostería. En uno de sus<br />

extremos se han conservado las primitivas escaleras de acceso a la<br />

estancia. No se ha conservado la techumbre abovedada que cubría<br />

este espacio.<br />

Sala principal: Hasta ella se llega atravesando una pequeña estancia<br />

y a través de un hueco de arco de medio punto de ladrillo. <strong>La</strong> sala<br />

principal es una estructura <strong>com</strong>puesta por una bóveda de cañón y<br />

una bóveda semicircular, toda ella construida en ladrillo. En el centro<br />

se aprecia una abertura cenital en donde se localizaba un brocal de<br />

pozo y que se corresponde, <strong>com</strong>o es lógico, con el depósito de agua.<br />

Un canal de recogida de agua conduce hasta el mismo punto.. Su<br />

cronología puede situarse entonces entre los siglos XII y XIII, anterior<br />

al claustro <strong>del</strong> convento de Trinitarios que se extendía por la plaza.<br />

Cronología: Con respecto a la descripción histórica, sólo puede<br />

apuntarse que se ha realizado gráficamente una superposición de<br />

las ruinas de la plaza de <strong>El</strong> Salvador con el plano de Ibáñez Ibero de<br />

1882, donde aparecen las trazas <strong>del</strong> antiguo convento de San Marcos,<br />

construido en el siglo XVI. En dicho plano no aparecen datos que<br />

evidencien la pertenencia de las ruinas actuales a dicho convento. Su<br />

cronología puede situarse entonces entre los siglos XII y XIII, anterior<br />

al claustro <strong>del</strong> convento de Trinitarios que se extendía por la plaza.<br />

En este sótano de la plaza de <strong>El</strong> Salvador se expone, en varios soportes<br />

informativos, un discurso que bajo la premisa de “Ciudad de<br />

Aljibes, Fuentes y Pozos” nos introduce en el mundo <strong>del</strong> patrimonio<br />

hidráulico y de los sótanos en <strong>Toledo</strong>.


salones islámiCos <strong>del</strong> CoberTizo <strong>del</strong> Colegio de donCellas<br />

13.<br />

<strong>La</strong> casa de la que forman parte los dos salones posee<br />

una única entrada por el Cobertizo <strong>del</strong> Colegio<br />

Doncellas número 2, que da acceso a un patio<br />

central. Los salones estudiados se localizan en planta<br />

baja siendo uno de ellos rectangular y el otro con forma<br />

de tronco de pirámide. Desde un punto de vista constructivo,<br />

la casa cuenta con numerosas reformas conservando<br />

parte de su traza islámica aunque sometida<br />

a sucesivas remo<strong>del</strong>aciones y ampliaciones durante la<br />

Baja Edad Media, Época Moderna, Contemporánea y,<br />

por último, a finales <strong>del</strong> siglo XX, momento en el que se<br />

reconstruye la crujía que da a la calle.<br />

<strong>El</strong> resultado <strong>del</strong> estudio arqueológico de este espacio<br />

ha permitido <strong>com</strong>prender su evolución constructiva<br />

y el contexto urbano. En un espacio de algo más de<br />

100 m 2 están representadas tres fases constructivas<br />

diferentes. Estas tres fases se articulan en torno<br />

a un salón principal, de origen islámico, <strong>del</strong> que se<br />

aprovechan los antiguos moradores para ampliar y<br />

consolidar una nueva vivienda que tendrá su máximo<br />

esplendor a finales de la Baja Edad Media. Es a<br />

partir de este momento en el que la edificación deja<br />

de experimentar cambios hasta las reformas de los<br />

siglos XVIII y XIX.<br />

<<br />

deTalle<br />

de distintos elementos arqueológicos<br />

encontrados en el transcurso de la<br />

excavación<br />

VisTa<br />

<strong>del</strong> salón principal de origen islámico<br />


<strong>La</strong> Torre de San Román se encuentra en la plaza<br />

<strong>del</strong> mismo nombre, en un lugar elevado, en pleno<br />

corazón <strong>del</strong> casco histórico de <strong>Toledo</strong>. Se accede<br />

a ella desde el interior de la iglesia de San Román, que<br />

acoge el Museo de los Concilios y de la Cultura Visigótica.<br />

En el año 2002, dentro <strong>del</strong> Programa de Patrimonio<br />

Monumental <strong>del</strong> <strong>Consorcio</strong> de la Ciudad de <strong>Toledo</strong>, se<br />

consolidaron las cuatro fachadas y la cubierta de la torre<br />

y se limpió y acondicionó su interior, de cara a su adecuación<br />

<strong>com</strong>o espacio expositivo.<br />

<strong>La</strong> visita a la Torre de San Román permite conocer en<br />

profundidad las características históricas, artísticas y<br />

constructivas de las torres mudéjares toledanas. <strong>El</strong> edificio<br />

se construyó probablemente en los siglos XIII o XIV.<br />

Posteriormente se añadiría el campanario y quedaría unido<br />

a la iglesia, ya que originalmente estaba separado <strong>del</strong><br />

templo, tal y <strong>com</strong>o ocurre en otros ejemplos de la ciudad.<br />

San Román tiene unos motivos ornamentales, estructura<br />

y alzado que mucho tienen que ver con las torres<br />

islámicas. <strong>La</strong> planta es cuadrada, con machón central<br />

también cuadrado. A diferencia de otras torres de la<br />

época, San Román se sitúa en el eje de la cabecera <strong>del</strong><br />

templo y la estructura está regida por tramos de escalera<br />

cubiertos por bóvedas de cañón, sistema habitual en<br />

este tipo de edificaciones <strong>del</strong> mudéjar castellano.<br />

<strong>La</strong> principal característica formal de los muros es la<br />

utilización de la mampostería encintada, una técnica<br />

típicamente toledana en la que las paredes se levantan<br />

con cajas de mampostería enmarcadas por hiladas de<br />

ladrillo. Los tipos de arco habituales en los vanos son<br />

los de herradura y los polilobulados.<br />

Además de la exposición de las piezas originales, unos<br />

paneles ayudan a conocer las características históricas,<br />

artísticas y constructivas de la Torre de San Román, así<br />

<strong>com</strong>o a <strong>com</strong>prender mejor la política, la sociedad, el urbanismo<br />

y el arte bajo medieval de <strong>Toledo</strong>. Una época de<br />

convivencia que hizo posible un arte original y un modo<br />

de construir <strong>del</strong> que San Román es una buena muestra.<br />

VisTa<br />

de la Torre de San Román desde la<br />

plaza <strong>del</strong> mismo nombre.<br />

la Torre de san román<br />

< 14.


los resTos romanos de la Calle nunCio VieJo, 19<br />

15.

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