Bernardo Monteagudo y su intervención en el proyecto monárquico ...
Bernardo Monteagudo y su intervención en el proyecto monárquico ...
Bernardo Monteagudo y su intervención en el proyecto monárquico ...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
quedó otra alternativa que avalar <strong>el</strong> golpe y asc<strong>en</strong>der a Riva Agüero al grado de Gran Mariscal.<br />
No es difícil imaginar que <strong>el</strong> cambio de m<strong>en</strong>talidad de este personaje com<strong>en</strong>zó cuando se ciñó la<br />
banda de presid<strong>en</strong>te d<strong>el</strong> Perú. Tal vez ahí compr<strong>en</strong>dió que <strong>el</strong> país no estaba preparado para un<br />
gobierno republicano. Y es curioso, puesto que desde 1809 Riva Agüero había sido un d<strong>en</strong>odado<br />
revolucionario y conspirador que apoyaba firmem<strong>en</strong>te la ruptura con España y las ideas liberales.<br />
Pronto, <strong>el</strong> peso de la realidad lo conv<strong>en</strong>cería de lo contrario.<br />
El p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to maduro de José de la Riva Agüero es <strong>el</strong> de un reaccionario, y de esto ―tras una<br />
azarosa vida― quedó constancia cuando se dieron a conocer <strong>su</strong>s memorias, al poco tiempo de<br />
morir. En <strong>el</strong>las se aprecia la añoranza de un hombre por <strong>el</strong> Antiguo Régim<strong>en</strong>, especialm<strong>en</strong>te ante<br />
<strong>el</strong> caos y la anarquía que la instauración de la República <strong>su</strong>puso para <strong>el</strong> Perú (Torres Arancivia<br />
2007: 126-127).<br />
En 1858, la librería de los hermanos Garnier, de París, publicó un libro titulado Memorias y<br />
docum<strong>en</strong>tos para la historia de la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia d<strong>el</strong> Perú y causas d<strong>el</strong> mal éxito que ha t<strong>en</strong>ido<br />
ésta, obra póstuma de P. Pruvon<strong>en</strong>a (anagrama de “Un peruano”), seudónimo bajo <strong>el</strong> cual se<br />
escondía José de la Riva Agüero y Sánchez Boquete. La explicación para que <strong>el</strong> ex presid<strong>en</strong>te<br />
d<strong>el</strong> Perú decidiera <strong>en</strong>cubrir <strong>su</strong> id<strong>en</strong>tidad podría estar <strong>en</strong> la desazón y la frustración que debió<br />
s<strong>en</strong>tir al ver cómo la obra de la Indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, aqu<strong>el</strong>la por la que él tanto había luchado ―aun a<br />
riesgo de <strong>su</strong> propia vida―, se había derrumbado y llevado consigo los esfuerzos y la honras de<br />
muchos patriotas. Esos s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos, sin lugar a dudas, se ac<strong>en</strong>tuaron por la persecución que<br />
<strong>su</strong>frió Riva Agüero a manos de <strong>su</strong>s <strong>en</strong>emigos y por <strong>el</strong> exilio que durante muchos años lo<br />
mantuvo alejado de la patria. A <strong>su</strong> regreso, ya <strong>en</strong> edad s<strong>en</strong>il, pudo observar desde la paz de <strong>su</strong><br />
retiro a un país devorado por la anarquía y las luchas <strong>en</strong>tre los caudillos; <strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to, tal<br />
vez, <strong>su</strong>s remembranzas se dirigieron a los viejos tiempos, al de <strong>su</strong>s antepasados, y quizá <strong>el</strong> ex<br />
presid<strong>en</strong>te añorara <strong>el</strong> antiguo ord<strong>en</strong> de la monarquía. Es de <strong>su</strong>poner que <strong>en</strong> ese instante <strong>su</strong>rgió<br />
la figura de Pruvon<strong>en</strong>a.<br />
Evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, José de la Riva Agüero buscó reivindicarse mediante dicha obra, y esta<br />
int<strong>en</strong>ción se percibe durante toda la narración. Al mismo tiempo, realiza un balance d<strong>el</strong> proceso<br />
de la Indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, al cual salpica de anécdotas e historias, verosímiles la gran mayoría,<br />
irrisorias o patéticas las otras. En muchos pasajes, los juicios que hace de las personalidades<br />
que trató son lapidarios, apasionados y cru<strong>el</strong>es, y esto le da una fuerte carga de <strong>su</strong>bjetividad a<br />
un análisis que se pret<strong>en</strong>de imparcial. Enrique de Rávago Bustamante (1999: 199) observa que<br />
21<br />
Todos los derechos reservados.- Pág. 21