Dibujando curvas... - MotoNoticias
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Como es habitual, la moto sin la mínima<br />
señal de problemas pasando por todos los<br />
climas y alturas sin despeinarse, salvo<br />
en un elemento: la cubierta trasera.<br />
Quedaba un largo viaje de vuelta más<br />
la moteada en las sierras de Córdoba<br />
y Merlo, por lo que había organizado<br />
el envío de una cubierta “refuerzo” a<br />
mitad de camino. Los retrasos en los<br />
transportes del fin de semana largo de<br />
fin de año hicieron naufragar el primer<br />
intento de juntarme con ella en Carlos<br />
Paz (gracias José..! ) Apunté el envío a<br />
Alvear, adonde llegaría sin problemas ya<br />
que salvo 250km. todo lo que quedaba<br />
hasta ahí lo haría por tramos sinuosos<br />
sin castigar el centro de la goma, ya en<br />
los testigos, aunque los bordes también<br />
mostraban la huellas de tanta montaña.<br />
Tempranito al día siguiente, un par<br />
de pasadas ida y vuelta por Copina<br />
y El Observatorio, míticos tramos<br />
espectaculares para nuestras motos.<br />
Luego de la panzada de <strong>curvas</strong> y<br />
retomes y “no se vé…”, Altas Cumbres<br />
y el fantástico tramo entre Copina y el<br />
Parador El Cóndor, con inmensos curvones<br />
de radio constante enlazados que llevan<br />
la moto inclinada a tope muchos km con<br />
la sonrisa que no entra en el casco. El<br />
almuerzo en el parador, en la cima de las<br />
Altas Cumbres, con jamón crudo, salames<br />
artesanales y pan casero de guarnición<br />
es un valor agregado. El resto del camino<br />
hasta Mina Clavero, otra vez con vista<br />
“de avión” al empezar la bajada, parte del<br />
festín.<br />
Luego de Mina Clavero, el precioso<br />
tramo hasta pocos km antes de Villa<br />
Dolores donde se toma el “camino de la<br />
costa” rumbo a Merlo, muchos km de<br />
faldeo, <strong>curvas</strong> generalmente suaves sin<br />
sorpresas y rincones preciosos que van<br />
apareciendo, mientras la Bridgestone iba<br />
emparejándose gastándose en toda la<br />
banda, aguantando ayudada por el fresco<br />
de las sierras. Merlo, la inevitable<br />
escapada a la “sierra grande” y el Mirador<br />
del Sol, empezando a despedirnos de<br />
montañas y alturas. Merienda, nafta,<br />
y el último tirón del día rumbo a San<br />
Luis siguiendo todo lo posible el camino<br />
costeando la sierra para seguir luego por<br />
La Toma y una preciosa autopista hasta<br />
Potrero de los Funes, donde repetía<br />
alojamiento con la esperanza de buenas<br />
<strong>curvas</strong> para guardar en el alma.<br />
La villa en estos primeros días de enero<br />
estaba a pleno, esplendorosa, con el lado<br />
del circuito que dá a ella lleno de gente<br />
caminando o paseando en bici, así que solo<br />
dio para un par de vueltas disfrutando<br />
del haber llegado mientras elegía el lugar<br />
más bonito para la última cena fuera de<br />
casa. Otros 600km. a pura montaña en<br />
el día, que llevaban el acumulado a 5300.<br />
Y se terminaba. Ultimo día, y para que<br />
el viaje sea completo, amaneció con un<br />
diluvio sobre las sierras, de esos que<br />
parecía se acababa el mundo. Mientras<br />
desayunaba se puso peor y amenazaba<br />
más feo aún, con alertas meteorológicas<br />
de que se venía algo bravo. Así que equipo<br />
de lluvia a pleno para piloto y bolsos, y<br />
proa a la última parte del viaje. Mucho<br />
cuidado para pasar San Luis inundada,<br />
los camiones mandando baldazos de<br />
agua en cada cruce, hasta que la lluvia<br />
fue bajando de intensidad mientras<br />
me adentraba en el árido tramo hasta<br />
Monte Comán, donde ya prácticamente<br />
no llovía. Los noticieros contaban de un<br />
tremendo temporal en San Luis y Carlos<br />
Paz, en dirección opuesta. Traje de agua<br />
a la bolsa, apuro para llegar a la terminal<br />
de General Alvear (Mza) antes de que<br />
cerraran los locales, y juntarme ahí con<br />
la cubierta trasera de repuesto. Cambio<br />
(sacándola yo por supuesto ya que el<br />
gomero “no hacía motos…”), almuerzo, y<br />
los últimos 550km. que marcaban el fin<br />
del viaje, 800 para el día y un poco mas<br />
de 6000 en el total acumulado.<br />
El norte, ese norte históricamente<br />
postergado está sencillamente<br />
hermoso, creciendo a pleno, avanzando<br />
a ojos vista luego de una vida de “ir para<br />
atrás” lentamente pero sin pausa. San<br />
Luis, Mendoza, los lugares de paso, mas<br />
de lo mismo. Pueblos preciosos, parques<br />
industriales, una red de caminos,<br />
autopistas, circunvalaciones como nunca.<br />
Y gente, sobre todo gente, andando por<br />
todos lados. A pié, en bici, solos, en grupo,<br />
nacionales y extranjeros. “Gastando” el<br />
país, llenando las noches donde sea, con<br />
imágenes y ratos espectaculares que<br />
atesoro.<br />
Diario y tele, una vez de vuelta, se<br />
empeñan en decir lo contrario a lo que ví y<br />
palpé durante esos días y km y decenas<br />
de laburantes con los que compartí algún<br />
rato, pero tengo claro a qué creerle.