PSIQUIATRÍA - Sociedad Española de Reumatología

8
PSIQUIATRÍA
o Realizando la evaluación psicológica y la intervención psicoterapeútica. Un
psiquiatra con la formación pertinente en Psicología puede realizar ambas tareas,
pero como son habitualmente acometidas por los psicólogos no nos extendemos
en este apartado, haciendo únicamente referencia a él.
o Intervención con las familias de los pacientes. El psiquiatra, puede trabajar con
las familias de los pacientes con patología reumatológica ayudándoles a detectar
actitudes, conductas o ideas erróneas e intentando desterrarlas o modificarlas. Es
importante también la educación, aportando a la familia conocimientos sobre la
enfermedad del paciente para evitar la incertidumbre y buscar alternativas
terapéuticas, contribuyendo de este modo a la aceptación de la enfermedad. Es
importante que la comunicación del paciente con su familia no se base en el
dolor o el síntoma y que no se refuercen dichas conductas de dolor.
Tratamiento psicofarmacológico.
o Es importante individualizar el tratamiento psicofarmacológico teniendo en
cuenta múltiples factores: edad, enfermedades orgánicas que padece el
paciente, antecedentes psiquiátricos, psicopatología comórbida, efectos
secundarios al tratamiento reumatológico, respuesta a tratamientos
psicofarmacológicos previos, etc., siendo necesaria una buena historia clínica, así
como realizar un ascenso gradual de las dosis de psicofármacos, adaptándonos a
las necesidades de cada paciente.
o Debido a que los pacientes con enfermedades reumáticas crónicas presentan
muchas veces dolor continuo, invalidante y generador de un elevado nivel de
malestar y sufrimiento, tienen prescritos más de dos fármacos para mejorar su
dolor, y en ocasiones se hace un mal uso o abuso de ellos. El psiquiatra
intervendría en estos casos detectando y tratando el abuso o la dependencia a
analgésicos o psicofármacos.
o Es frecuente la presencia de psicopatología en pacientes con enfermedades
reumatológicas crónicas, que aparece de manera reactiva al dolor, el sufrimiento
y la incapacidad. El psiquiatra puede intervenir prescribiendo diferentes
psicofármacos en base a los síntomas psicopatológicos que cada paciente
presente, por ejemplo, benzodiacepinas para los trastornos de ansiedad;
hipnóticos, antihistamínicos u otros, para los trastornos del sueño que no
respondan a medidas de higiene básica del sueño, o antidepresivos para la
astenia y fatiga, los trastornos del espectro afectivo o el dolor.
o Hay pacientes con psicopatología basal (p.ej. un paciente con un trastorno
psicótico de base o un trastorno bipolar), que se encuentran en tratamiento
psicofarmacológico y que desarrollan una patología reumatológica. Este tipo de
pacientes, requieren, desde psiquiatría, un seguimiento muy estrecho y un ajuste
óptimo del tratamiento psicofarmacológico, dado que la propia patología
reumatológica o su tratamiento pueden desestabilizar la patología psiquiátrica de
base.