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La selección <strong>de</strong> originales para publicación, se someten <strong>de</strong> manera sistemática a un informe<br />
<strong>de</strong> expertos externos a la entidad editora <strong>de</strong> la revista y a su consejo <strong>de</strong> editorial.<br />
Estos informes son la base <strong>de</strong> la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones sobre su publicación o no, que correspon<strong>de</strong><br />
en última instancia al Consejo <strong>de</strong> Redacción <strong>de</strong> la revista y a la Dirección <strong>de</strong><br />
la misma.<br />
BASES DE DATOS QUE RECOGEN LA REVISTA <strong>EIKASIA</strong><br />
BIBLIOTEQUE NATIONALE DE FRANCE
<strong>número</strong> 42<br />
enero 2012<br />
Fran F. Yebra
Alberto Hidalgo | El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate.<br />
El proyecto genoma humano (PGH)<br />
bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la<br />
Filosofía. Homenaje al doctorando<br />
Pablo Infiesta Molleda, muerto en<br />
combate.<br />
Dr. Alberto Hidalgo Tuñón<br />
Universidad <strong>de</strong> oviedo<br />
Resumen<br />
Las prácticas docentes <strong>de</strong>ben consistir en la adquisición <strong>de</strong><br />
capacida<strong>de</strong>s y habilida<strong>de</strong>s operatorias por parte <strong>de</strong> los<br />
alumnos. ¿Cómo trasmitir la capacidad crítica en lo que<br />
concierne reflexivamente a la propia institución<br />
universitaria, al proceso mismo <strong>de</strong> la investigación científica<br />
y a sus productos cognitivos? Se presentan en este texto<br />
introductorio las clases prácticas <strong>de</strong> la asignatura ʺsociología<br />
<strong>de</strong>l conocimientoʺ llevadas a cabo por Pablo Infiesta<br />
Molleda durante el curso 2009‐2010 como un mo<strong>de</strong>lo para<br />
vincular investigación, enseñanza y capacidad crítica.<br />
Abstract<br />
Teaching practices should inclu<strong>de</strong> the acquisition<br />
of surgical skills and abilities by the stu<strong>de</strong>nts. How to<br />
convey the critical capacity regarding self‐reflexively to the<br />
university , the very process of scientific research<br />
and cognitive products? Presented in this introductory<br />
text practical classes of the course ʺSociology of Knowledgeʺ<br />
carried out by Pablo Infiesta Molleda during the 2009‐2010<br />
aca<strong>de</strong>mic year as a mo<strong>de</strong>l to link research, teaching<br />
and critical ability.<br />
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Alberto Hidalgo | El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate.<br />
El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía.<br />
Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate.<br />
Dr. Alberto Hidalgo Tuñón<br />
Universidad <strong>de</strong> oviedo<br />
1.‐ Contextos<br />
El pasado 20 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2010 falleció <strong>de</strong> muerte súbita en la Habana durante la estancia <strong>de</strong><br />
investigación en el Instituto <strong>de</strong> Filosofía <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente <strong>de</strong> la<br />
República <strong>de</strong> Cuba, Pablo Infiesta Molleda. Su trabajo continuaba la labor emprendida en los cursos <strong>de</strong><br />
nuestro Programa <strong>de</strong> Doctorado sobre Problemas filosóficos <strong>de</strong>l Presente (2006‐2008) que había<br />
culminado en la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l Trabajo <strong>de</strong> Investigación titulado «Aspectos metacientíficos en la génesis <strong>de</strong>l<br />
Proyecto Genoma Humano». Dicho trabajo, correspondiente a los 12 créditos <strong>de</strong>l segundo año <strong>de</strong>l<br />
Programa <strong>de</strong> Doctorado, fue presentado y <strong>de</strong>fendido en septiembre <strong>de</strong> 2008, recibiendo la calificación <strong>de</strong><br />
Sobresaliente.<br />
El 31 <strong>de</strong> Mayo <strong>de</strong> 2007 había obtenido Pablo Infiesta Molleda una Beca <strong>de</strong>l “Programa Severo<br />
Ochoa” <strong>de</strong> Ayuda Predoctoral para la Formación y la Docencia <strong>de</strong>l Principado <strong>de</strong> Asturias bajo mi<br />
tutoría, razón por la cual a partir <strong>de</strong>l curso 2009‐2010 había comenzado a colaborar en la docencia <strong>de</strong>l<br />
Departamento <strong>de</strong> Filosofía, siéndole asignadas clases prácticas en la materia <strong>de</strong> Sociología <strong>de</strong>l<br />
Conocimiento y <strong>de</strong> la Ciencia. Este homenaje, en el que colaboran todos los alumnos que siguieron sus<br />
prácticas en el curso 2010‐2011 preten<strong>de</strong> dar cuenta no sólo <strong>de</strong>l cariño que éstos le profesaban, sino, sobre<br />
todo, proporcionar una muestra <strong>de</strong> un tipo <strong>de</strong> trabajo institucional en el que se conjugan la docencia y la<br />
investigación <strong>de</strong> manera ejemplar. Más allá <strong>de</strong> las Reformas Didácticas Institucionales (marca Bolonia,<br />
por ejemplo), <strong>de</strong> las terminologías pedagógico didácticas que sombrean y, a veces, encubren más que<br />
recubren las prácticas docentes universitarias, <strong>de</strong> la administración burocrática a la que <strong>de</strong>ben someterse<br />
los flujos <strong>de</strong> información y los influjos <strong>de</strong> formación, el proceso mismo <strong>de</strong> enseñanza aprendizaje es un<br />
curso vivo y continuo, que sólo <strong>de</strong>ja huellas como heridas en el alma <strong>de</strong> los que participan en su<br />
<strong>de</strong>sarrollo y que implica procesos <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong> índole diferente a los realzados en el proceso<br />
mismo <strong>de</strong> investigación.<br />
Aunque la vida investigadora <strong>de</strong> Pablo Infiesta pueda distinguirse teóricamente <strong>de</strong> su actividad<br />
docente y ambas <strong>de</strong> sus compromisos políticos y vitales, todos los que conocimos a Pablo Infiesta<br />
Molleda, más allá <strong>de</strong> su aspecto <strong>de</strong> resistente un<strong>de</strong>rground y <strong>de</strong> su indumentaria black, sabemos que la<br />
profunda unidad <strong>de</strong> sus intereses le permitían conectar la plétora <strong>de</strong> sus afectos en un mismo y único<br />
elán vital filosófico. «No pue<strong>de</strong> acercarse auténticamente a la filosofía el hombre que nunca ha<br />
experimentado irritación ante lo que todos piensan y todos dicen, ante lo que se impone como<br />
incuestionable. Hay que ver ─ dice Adorno ─ la coacción, injusticia y mentira que subyacen a las<br />
evi<strong>de</strong>ncias» (p. 100). Esta resistencia a la opinión establecida, que ya se encuentra en Heráclito, es la que<br />
me llevó a recitar al viejo presocrático en su oración fúnebre. En realidad, dado su talante vitalista, Pablo<br />
Infiesta no pudo elegir mejor materia <strong>de</strong> investigación para consagrar su vida a ella. Se trata <strong>de</strong> un<br />
asunto en el que filosofía y sociología se entrelazan en doble hélice, sin que la primera tenga que hacerse<br />
sospechosa <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ología y sin que la segunda pueda per<strong>de</strong>rse en irrelevantes estudios cuantitativos <strong>de</strong><br />
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El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate | Alberto Hidalgo<br />
opinión. Si la filosofía no pue<strong>de</strong> abdicar <strong>de</strong> sus pretensiones cognoscitivas para evitar el triunfo <strong>de</strong> la<br />
estoli<strong>de</strong>z y la sinrazón, la sociología no pue<strong>de</strong> reducirse a constatar el relativismo <strong>de</strong> los contenidos y las<br />
imposiciones <strong>de</strong> la división <strong>de</strong>l trabajo, saltándose la gnoseología por <strong>de</strong>creto. Ni la filosofía pue<strong>de</strong><br />
convertirse en una policía <strong>de</strong> objetos cognitivos guardados en carpetas o embuchados en secuencias <strong>de</strong><br />
aminoácidos, ni las categorías sociales en que se embuten las i<strong>de</strong>as filosóficas pue<strong>de</strong> dar la espalda a las<br />
cosas mismas, salvo haciéndose reo ella misma <strong>de</strong> cosificación. Confrontar ambas disciplinas en el<br />
Proyecto Genoma Humano (PGH) implica empujar la dialéctica a uno <strong>de</strong> sus límites, allí don<strong>de</strong> el<br />
materialismo histórico se dirige a su propia superación, a la liberación <strong>de</strong>l espíritu con respecto al<br />
primado <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s materiales en el estado <strong>de</strong> su satisfacción. Un pensamiento sobre las<br />
virtualida<strong>de</strong>s reproductivas <strong>de</strong> los genes carecería <strong>de</strong> reflexión, pero sin reflexión no hay teoría, y es<br />
difícil obviar el carácter teórico <strong>de</strong> la biología molecular misma.<br />
Pablo Infiesta sufrió lo in<strong>de</strong>cible para establecer las bases metodológicas <strong>de</strong> su investigación<br />
sobre el PGH, por lo que acabó haciéndome caso en el único consejo que le di: no enfrentar in recto esta<br />
endiablada dialéctica e iniciar, por el contrario, la reconstrucción <strong>de</strong> los distintos cursos que constituyen<br />
el contexto histórico <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l PGH, partiendo <strong>de</strong>l propio Proyecto ya dado, como figura<br />
institucional <strong>de</strong>terminada. Así logró localizar analíticamente sus componentes o partes constituyentes<br />
principales, que le permitieron regresar a los cursos históricos en el seno <strong>de</strong> los cuales se constituyen y<br />
relacionan <strong>de</strong> un modo característico, co‐<strong>de</strong>terminadas a su vez con y por otros materiales. Tales cursos,<br />
que convergen en la cristalización <strong>de</strong>l PGH y que son sus partes <strong>de</strong>terminantes, le sirvieron para<br />
<strong>de</strong>terminar el núcleo duro <strong>de</strong> su trabajo <strong>de</strong> suficiencia investigadora, arriba mencionado. Su<br />
i<strong>de</strong>ntificación y reconstrucción era la condición <strong>de</strong> posibilidad que permitiría estudiar la trama misma <strong>de</strong><br />
la génesis <strong>de</strong>l PGH. No voy, sin embargo, a reproducir aquí el curso <strong>de</strong> sus pensamientos, ni siquiera los<br />
avances que el lector podrá seguir en la Introducción y el Capítulo 1º <strong>de</strong> su tesis doctoral, que recogemos<br />
en este homenaje a sabiendas <strong>de</strong> que su autor consi<strong>de</strong>raba esta versión como prácticamente <strong>de</strong>finitiva. El<br />
objetivo <strong>de</strong> este homenaje, aunque forzosamente mo<strong>de</strong>sto al mostrar una investigación dolorosamente<br />
truncada en sus fases iniciales, ambiciona a poner en valor ciertos aspectos didácticos y pedagógicos <strong>de</strong><br />
gran eficacia y proyección. Se trata <strong>de</strong> apreciar cómo, a través <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> prácticas <strong>de</strong> la materia<br />
Sociología <strong>de</strong>l conocimiento y <strong>de</strong> la ciencia <strong>de</strong>l que estaba encargado Pablo Infiesta en el momento <strong>de</strong> su<br />
<strong>de</strong>saparición, supo trasmitir a sus alumnos la complejidad <strong>de</strong>l trabajo en el que estaba inmerso.<br />
Del mismo modo que el movimiento ʺUn<strong>de</strong>rground Resistance” pretendía combatir la mediocre<br />
programación visual y sonora a la que los habitantes <strong>de</strong>l planeta Tierra estamos sometidos, el programa<br />
<strong>de</strong> prácticas <strong>de</strong> Pablo Infiesta intentaba <strong>de</strong>rribar el muro que las disciplinas académicas han construido<br />
en torno al PGH para que no pueda enten<strong>de</strong>rse su verda<strong>de</strong>ro alcance filosófico y social. No se trataba<br />
solamente <strong>de</strong> plantear una cuestión gnoseológica acerca <strong>de</strong> los límites <strong>de</strong>l conocimiento, planteando la<br />
inconmensurabilidad insalvable entre el genoma y el hombre, pero tampoco <strong>de</strong> <strong>de</strong>nunciar la conversión<br />
<strong>de</strong>l PGH en una cierta Weltanschauung. Mediante el uso <strong>de</strong> una selección <strong>de</strong> textos muy bien articulada<br />
intentaba trasmitir toda la complejidad <strong>de</strong>l proyecto a un elenco <strong>de</strong> alumnos que ni eran biólogos<br />
moleculares, ni sociólogos, ni administradores, ni abogados, ni economistas, sino estudiantes <strong>de</strong> filosofía.<br />
La energía liberada en el proceso pue<strong>de</strong> calibrarla el lector en el conjunto <strong>de</strong> los diez artículos que<br />
aparecen en este homenaje y que son la respuesta polifónica <strong>de</strong> los distintos aspectos <strong>de</strong>l PGH, que<br />
interesaron a las diferentes sensibilida<strong>de</strong>s con la que cada alumno liberó el sonido <strong>de</strong> su voz ante la<br />
iniciación al tema que les hizo Pablo Infiesta. Se trata <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> prácticas basado en la<br />
experimentación, que va más allá <strong>de</strong> un recetario estandarizado en el que se consuman muchos<br />
proyectos didácticos. Mediante la simple lectura comentada y explicada <strong>de</strong> unos textos, a veces <strong>de</strong><br />
contenido especializado y abstruso, Pablo Infiesta logró inducir a los alumnos a que se entregasen a la<br />
cosa, objeto <strong>de</strong> investigación, y no a sus necesida<strong>de</strong>s i<strong>de</strong>ológicas. Pero dirigirse a las cosas mismas, a las
Alberto Hidalgo | El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate.<br />
cuestiones mismas, sin preten<strong>de</strong>r estar por encima <strong>de</strong> ellas, implica regresar a sus partes o componentes<br />
materiales. Es en este punto en el que el pensamiento filosófico alcanzaba para Pablo Infiesta la máxima<br />
seriedad: en el momento <strong>de</strong> regressus.<br />
2.‐ Textos para practicar la reflexión<br />
Pablo Infiesta presentó a los alumnos el Proyecto Genoma Humano que iba ser analizado<br />
sociológicamente mediante una selección bien cuidada <strong>de</strong> cuatro bloques <strong>de</strong> textos, que fueron leídos<br />
parcialmente y comentados en clase. El or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> presentación no es indiferente, pues se trata <strong>de</strong> ir<br />
progresando grosso modo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un primer «nivel fenoménico» hasta un último «nivel esencial», en el<br />
que se plantean los problemas mismos <strong>de</strong>l sentido o significado <strong>de</strong>l PGH.<br />
a).‐ El primer bloque reproduce un reportaje periodístico <strong>de</strong> Javier Sampedro, publicado en El País, el<br />
domingo 9 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2000, titulado provocadoramente: «Craig Venter: Magnate <strong>de</strong>l Genoma Humano».<br />
El reportaje viene acompañado <strong>de</strong> una fotografía <strong>de</strong> Craig Venter con bata blanca y sobre el fondo <strong>de</strong> un<br />
mapa genético <strong>de</strong> 1997 en la primera página, otra fotografía en la segunda página <strong>de</strong> Bill Clinton y Tony<br />
Blair aplaudiendo y hablando entre sí con gesto <strong>de</strong> complicidad, <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la cual se lee, «los dos<br />
mandatarios que apoyaron que los datos <strong>de</strong>l genoma humano sean públicos». Se sugiere así que el<br />
argumento principal es la confrontación entre el proyecto privado (barato y eficaz) y el proyecto público<br />
(trasparente, pero mastodónticamente ineficiente), un asunto que la prensa explotó inmisericor<strong>de</strong>mente.<br />
En la misma página hay un breve artículo <strong>de</strong> Malén Ruíz <strong>de</strong> Elvira, titulado «Inquietantes<br />
consecuencias», que comienza diciendo que se tardará todavía 100 años en po<strong>de</strong>r modificar la herencia y<br />
cambiar el curso <strong>de</strong> la evolución, pero concluye amenazando al lector con la fabricación artificial <strong>de</strong><br />
«monos inteligentes» y «seres humanos tontos» (sic) y anticipando que «la sociedad <strong>de</strong>l futuro tendrá<br />
que lidiar con planteamientos que ahora parecen fantásticos, pero que <strong>de</strong>rivan directamente <strong>de</strong>l<br />
conocimiento <strong>de</strong>l genoma humano». El sesgo <strong>de</strong> todo el reportaje transido <strong>de</strong> ingeniería genética y<br />
biotecnología, como muestran las ilustraciones: un esquema <strong>de</strong>l “ADN y cómo se lee”, otro ilustrando la<br />
técnica <strong>de</strong>l consorcio público en oposición con la técnica <strong>de</strong> Celera (Shotgun), así como una tercera<br />
fotografía (un primer plano <strong>de</strong> «una investigadora en un laboratorio <strong>de</strong> biotecnología», jeringuilla en<br />
mano ante una selva <strong>de</strong> matraces, alambiques y probetas). La prueba <strong>de</strong> que el conocimiento no es<br />
contemplación, sino acción queda patente en el faldón <strong>de</strong> las páginas 2 y 3, que <strong>de</strong>spliega 18 esquemas<br />
<strong>de</strong> otros tantos «genes relacionados con enfermeda<strong>de</strong>s y su situación en los cromosomas».<br />
Aunque tiene un papel introductorio, fenomenológico, el reportaje se acompaña <strong>de</strong> cuatro cuestiones que<br />
Pablo Infiesta plantea como aperitivo a sus alumnos: «1.‐ ¿Es Craig Venter un científico o un empresario?<br />
¿Cuáles son las consecuencias <strong>de</strong> su condición para la actividad investigadora que <strong>de</strong>sempeña?»<br />
Aparentemente el propio texto parece respon<strong>de</strong>r directamente a la cuestión, al <strong>de</strong>stacar en mayúsculas<br />
que «el empresario Venter sigue siendo ante todo un investigador genético <strong>de</strong> primera línea» , pero no<br />
queda claro si el surfista Venter, directo, <strong>de</strong>cidido y arriesgado es un científico que se ha tenido que hacer<br />
empresario para sacar a<strong>de</strong>lante su investigación, o más bien un empresario <strong>de</strong> nuevo cuño, como<br />
correspon<strong>de</strong> a la nueva «sociedad <strong>de</strong>l conocimiento» en la que vivimos y en la que ciencia y técnica son,<br />
no ya fuerzas productivas, sino directamente activos <strong>de</strong> capital más importantes que el dinero. De hecho,<br />
la cuestión no pue<strong>de</strong> resolverse sin saber <strong>de</strong> qué estamos hablando: «2.‐De acuerdo con el texto, ¿qué es<br />
el Proyecto Genoma Humano?» es pregunta insoslayable. Ahora bien, la sociología <strong>de</strong>l conocimiento<br />
parte <strong>de</strong>l supuesto <strong>de</strong> que la ciencia es una institución social, por lo que no hay nada extraño en que se<br />
pida a los alumnos que «3.‐ i<strong>de</strong>ntifiquen las distintas instituciones implicadas en la secuenciación <strong>de</strong>l<br />
genoma humano, exponiendo a<strong>de</strong>más sus fines particulares y relaciones mutuas». Más allá <strong>de</strong> las<br />
universida<strong>de</strong>s y laboratorios en el reportaje aparece mencionados, sobre todo, el Instituto Nacional <strong>de</strong> la<br />
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El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate | Alberto Hidalgo<br />
Salud (NIH) y PE Celera Genomics, pero también Affymetrix, , Humen Genome Sciences (HGS), Incyte,<br />
PE Corporation, etc., por no hablar <strong>de</strong> los Gobiernos implicados. Por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l PGH asoman problemas<br />
<strong>de</strong> patentes que afectan a empresas biotecnológicas y farmacéuticas, así como los mercados financieros<br />
que invierten en tecnología. Tocando la tecnología, queda aún una cuarta pregunta: «¿Cuál es el papel <strong>de</strong><br />
los artefactos tecnológicos en el proceso <strong>de</strong> secuenciación <strong>de</strong>l genoma humano? ¿Pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse al<br />
margen <strong>de</strong> lo científico y lo social?». El espectro <strong>de</strong> preguntas abre el campo interdisciplinarmente a<br />
respuestas que no pue<strong>de</strong>n contestarse unívocamente y exigen <strong>de</strong> suyo cruzar informaciones<br />
heterogéneas. Estamos ya en el ámbito <strong>de</strong> la sociología <strong>de</strong>l conocimiento y <strong>de</strong> la ciencia.<br />
b).‐ Pero una información periodística tiene el recorrido <strong>de</strong>l tiempo que dura la actualidad <strong>de</strong> la noticia.<br />
Rescatar <strong>de</strong> la hemeroteca una noticia <strong>de</strong>l 9 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2000 sirve para fijar la atención en un periodo <strong>de</strong><br />
tiempo en el que la biología molecular alcanzó su cénit con la hazaña <strong>de</strong> Craig Venter. Saludada por<br />
muchos como paradigma <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las revoluciones científicas más espectaculares <strong>de</strong>l siglo XX, se<br />
convirtió en la década <strong>de</strong> los sesenta en una ortodoxia sin rival (cuando <strong>de</strong>fine su dogma central, según<br />
el cual la información genética se transmite <strong>de</strong>l ADN al ARN y, por último, a la proteína, pero nunca al<br />
revés). ¿Cómo se planteaba el problema <strong>de</strong>l genoma humano a principios <strong>de</strong> los 90 cuando arrancó el<br />
proyecto? El segundo texto elegido por Pablo Infiesta se titula «El sueño <strong>de</strong>l genoma humano» y apareció<br />
como reseña <strong>de</strong> nueve libros sobre el genoma humano en The New York Review of Books. Su autor<br />
Richard Lewontin es un conocido bioquímico izquierdista que ha combatido incesantemente el<br />
<strong>de</strong>terminismo genético por ser una mera continuación <strong>de</strong> la estrategia eugenésica <strong>de</strong> tipo racista. Su tesis<br />
inicial es que el ADN es un fetiche similar al Santo Grial <strong>de</strong> los caballeros medievales: «El evangélico<br />
entusiasmo <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>rnos caballeros <strong>de</strong>l Santo Grial y la ingenuidad <strong>de</strong> los acólitos <strong>de</strong> la prensa, a los<br />
que han catequizado, han hecho un fetiche <strong>de</strong>l ADN. Hay también predisposiciones i<strong>de</strong>ológicas que se<br />
hacen sentir. La <strong>de</strong>scripción más exacta <strong>de</strong> la función <strong>de</strong>l ADN es la que dice que esta contiene<br />
información que es leída por la maquinaria <strong>de</strong> la célula en el proceso productivo. Sutilmente, el ADN<br />
como portador <strong>de</strong> información es transformado sucesivamente en ADN como copia, como plan rector y<br />
como molécula rectora. Es la transferencia a la biología <strong>de</strong> la fe en la superioridad <strong>de</strong>l trabajo mental<br />
sobre el meramente físico, <strong>de</strong>l planificador y el diseñador sobre el operario no cualificado que está en la<br />
línea <strong>de</strong> montaje» (p. 132). Quemando etapas, así pues, en la década <strong>de</strong> los noventa la biología molecular<br />
parece haber sufrido el típico síndrome <strong>de</strong> alienación tradicionalmente asociado a las religiones<br />
reveladas triunfantes. No <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser preocupante que una comunidad científica con una alta<br />
concentración <strong>de</strong> judíos <strong>de</strong>l Este <strong>de</strong> Europa y <strong>de</strong> ateos hayan elegido como metáfora central el objeto más<br />
cargado <strong>de</strong> misterio <strong>de</strong> la cristiandad medieval. ¿Habla ello a favor <strong>de</strong> la continuidad <strong>de</strong> los supuestos<br />
científicos <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte?<br />
Lewontin, sin embargo, no se <strong>de</strong>ja engañar y aplica la crítica i<strong>de</strong>ológica marxista tanto al PGH<br />
estadouni<strong>de</strong>nse como a la HUGO internacional, poniendo al <strong>de</strong>scubierto los intereses materiales<br />
subyacentes <strong>de</strong> naturaleza económica: «Estos proyectos son, <strong>de</strong> hecho, organizaciones administrativas y<br />
económicas antes que proyectos <strong>de</strong> investigación tal como se entien<strong>de</strong> comúnmente este término. Han<br />
sido creados durante los últimos cinco años, en respuesta a un activo esfuerzo <strong>de</strong> cabil<strong>de</strong>o, por científicos<br />
como Walter Gilbert, James Watson, Charles Cantor y Leroy Hood, empeñados en conseguir gran<strong>de</strong>s<br />
cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> fondos públicos y en hacer que esos fondos afluyan a un inmenso programa corporativo<br />
<strong>de</strong> investigación» (p. 133). Una vez explicadas las razones económicas por las que los biólogos<br />
moleculares se han convertido en empresarios, la primera pregunta <strong>de</strong> Pablo Infiesta sobre «¿Cuáles son<br />
las implicaciones <strong>de</strong>l rótulo “grial biológico”, utilizado para referirse al Proyecto Genoma Humano?» se<br />
contesta con facilidad. Lewontin adopta la metáfora que aparece en uno <strong>de</strong> los nueve libros que reseña,<br />
The Co<strong>de</strong> of Co<strong>de</strong>s, editado por Daniel Kevles y Leroy Hood en la Harvard University Press (1992),
Alberto Hidalgo | El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate.<br />
porque el capítulo <strong>de</strong> Walter Gilbert que compara el ADN a la mística copa medieval, fuente <strong>de</strong> vida y <strong>de</strong><br />
energía sin fín, que guardaba la preciosa sangre <strong>de</strong> Cristo perpetuamente auto‐renovada no sólo tiene<br />
gracia sociológica al convertir a la élite <strong>de</strong> los biólogos moleculares en una nueva Or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Caballeros<br />
Templarios a la búsqueda <strong>de</strong>l Santo Grial, empeñados suscitar a finales <strong>de</strong>l siglo XX una nueva Cruzada<br />
<strong>de</strong> largo alcance llamado PGH, sino también chispa gnoseológica que es lo que le interesa a Pablo<br />
Infiesta. Interesa <strong>de</strong>svelar las trampas metacientíficas que se ocultan tras la metáfora <strong>de</strong> la sangre, no ya<br />
por el tópico forense (cinematográfica y televisivamente divulgado) <strong>de</strong> que basta una gota <strong>de</strong> sangre<br />
para i<strong>de</strong>ntificar a un asesino, sino porque sirve <strong>de</strong> base para respon<strong>de</strong>r al resto <strong>de</strong> las preguntas que<br />
Pablo Infiesta hace a continuación: « 2.‐ ¿Cuáles son las críticas <strong>de</strong> Lewontin al <strong>de</strong>terminismo genético?.<br />
3.‐ ¿Cómo se relacionan genotipo y ambiente en la constitución <strong>de</strong> un organismo? Y 4.‐ ¿pue<strong>de</strong> el<br />
conocimiento <strong>de</strong>l genoma afectar a las relaciones entre personas e instituciones?»<br />
Hay, en efecto, un cierto paralelismo entre el po<strong>de</strong>r extraordinario atribuido al Santo Grial y el<br />
enorme po<strong>de</strong>r que se atribuye al ADN. Según la leyenda <strong>de</strong>l grial biológico <strong>de</strong> Gilbert cada célula <strong>de</strong><br />
nuestro cuerpo contiene en su núcleo dos copias <strong>de</strong> una gran macromolécula llamada acido<br />
<strong>de</strong>soxirribonucleico (ADN). Una <strong>de</strong> estas copias nos viene <strong>de</strong> nuestro padre y la otra <strong>de</strong> nuestra madre,<br />
entrelazándose durante la unión <strong>de</strong>l esperma y el óvulo. Esta gran macromolécula se diferencia a lo largo<br />
<strong>de</strong> su estructura en segmentos <strong>de</strong> funciones separadas llamados genes, y el conjunto <strong>de</strong> todos estos genes<br />
se llama, colectivamente, nuestro genoma.. Los genes «han creado nuestro cuerpo y nuestra mente» dice<br />
Richard Dawkins. De este modo, prometen los genetistas <strong>de</strong>l PGH, cuando conozcamos exactamente el<br />
aspecto <strong>de</strong> semejantes genes, sabremos exactamente qué somos en realidad, pues el éxito o el fracaso, la<br />
salud o la enfermedad, la maldad o la bondad, nuestra capacidad para progresar o para actuar solos,<br />
todo ello está <strong>de</strong>terminado o influido por nuestros genes. Este paralelismo sirve a Lewontin para evaluar<br />
el mérito relativo <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> los libros que reseña. Pocos tienen en cuenta el problema <strong>de</strong>l<br />
«polimorfismo» que limita seriamente las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aplicación. Suzuki y Knudtson se oponen a la<br />
manipulación <strong>de</strong> las células germinales humanas por sus consecuencias imprevisibles, etc. La crítica<br />
científica <strong>de</strong> Lewontin pone en entredicho tanto el valor terapéutico como forense <strong>de</strong>l PGH. Pero su<br />
argumento principal consiste en <strong>de</strong>smontar el comentario <strong>de</strong> Kevles y Hood sobre sus consecuencias<br />
sociales: «Las connotaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y temor asociados con el Santo Grial acompañan al Proyecto<br />
Genoma, su contrapartida biológica. Indudablemente, esto afectará al modo en que gran parte <strong>de</strong> la<br />
biología se planteará durante el siglo XXI. Cualquiera que sea la configuración <strong>de</strong> sus efectos, más pronto<br />
o más tar<strong>de</strong>, la investigación sobre el grial biológico alcanzará su meta, y creemos que no es <strong>de</strong>masiado<br />
pronto para comenzar a pensar en cómo controlar su po<strong>de</strong>r, y en cómo disminuir los legítimos temores<br />
sociales y científicos que suscita».<br />
Pero ¿qué hay en el ADN que pueda suscitar temores sociales y científicos? ¿Por qué los biólogos<br />
moleculares están tan empeñados hoy en ven<strong>de</strong>r la especie <strong>de</strong> su inmenso po<strong>de</strong>r, en lugar <strong>de</strong> seguir<br />
recluidos en sus laboratorios? Gran parte <strong>de</strong> la leyenda asociada a la biología molecular proviene <strong>de</strong> las<br />
cualida<strong>de</strong>s que se atribuyen al ADN. La leyenda asevera que se trata <strong>de</strong> una molécula autorreproductora<br />
y autoactiva, que proporciona el fundamento <strong>de</strong> nuestro ser. Y esto porque los millones <strong>de</strong> células <strong>de</strong><br />
nuestro cuerpo contienen todas ellas copias <strong>de</strong> moléculas que originalmente sólo estaban presentes una<br />
vez en el esperma y en el óvulo con los que dio comienzo nuestra vida. De ahí el problema <strong>de</strong> la<br />
clonación con toda la mitología asociada. A<strong>de</strong>más, si el ADN <strong>de</strong> los genes es la causa eficiente <strong>de</strong><br />
nuestras propieda<strong>de</strong>s como seres vivos, <strong>de</strong> las que somos un mero producto, entonces el ADN <strong>de</strong>be<br />
poseer la capacidad <strong>de</strong> actuar por sí mismo, en virtud <strong>de</strong> su propia estructura interna. Y <strong>de</strong> ahí el<br />
problema <strong>de</strong>l <strong>de</strong>terminismo biológico. Como buen iconoclasta Lewontin pregunta, ¿cómo se produce<br />
este milagro? La biología molecular explica el misterio <strong>de</strong>l grial biológico mediante la estructura dual y<br />
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El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate | Alberto Hidalgo<br />
autocomplementaria <strong>de</strong>l ADN. Así como la sangre <strong>de</strong> Cristo se dice que se renueva en el Grial mediante<br />
la acción complementaria <strong>de</strong>l Espíritu Santo, así también la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> ácidos nucleicos <strong>de</strong> ADN que<br />
traslada el mensaje para la producción <strong>de</strong> proteínas está acompañada por otra ca<strong>de</strong>na helicoidal<br />
entrelazada con ella, cuyo abrazo químico la multiplica. Esta autoduplicación <strong>de</strong>l ADN va encajando<br />
nucleótido por nucleótido con la hebra <strong>de</strong>l mensaje <strong>de</strong> una manera complementaria. Cada A(<strong>de</strong>nina) <strong>de</strong>l<br />
mensaje se acopla con una T(imina) <strong>de</strong> la hebra complementaria, cada C(itosina) con una G(uanina), cada<br />
A con una C y cada T con una A. Cierto que la reproducción <strong>de</strong>l ADN es más bien un <strong>de</strong>sacoplamiento<br />
<strong>de</strong> las hebras ensambladas, seguido <strong>de</strong> una construcción <strong>de</strong> una nueva hebra complementaria sobre cada<br />
una <strong>de</strong> las ca<strong>de</strong>nas parentales. En cualquier caso, la reproducción <strong>de</strong>l ADN se explica por su estructura<br />
dual, complementaria y su po<strong>de</strong>r creador por su diferenciación lineal.<br />
El problema <strong>de</strong> esta leyenda es que, aunque es correcta en su <strong>de</strong>tallada <strong>de</strong>scripción molecular,<br />
Lewontin <strong>de</strong>muestra bioquímicamente que el ADN carece <strong>de</strong>l místico po<strong>de</strong>r autoreproductor y<br />
autoregenerador que se le atribuye. Primero, porque el ADN es una molécula prácticamente muerta, una<br />
<strong>de</strong> las moléculas más carentes <strong>de</strong> reacción y químicamente más inertes en el mundo vivo. Esta es la razón<br />
<strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> recuperarse en bastante buen estado para <strong>de</strong>terminar su secuencia a partir <strong>de</strong> momias y a<br />
partir <strong>de</strong> mastodontes congelados hace <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> cientos <strong>de</strong> años, e incluso, bajo las circunstancias<br />
apropiadas a partir <strong>de</strong> plantas fósiles <strong>de</strong> hace veinte millones <strong>de</strong> años. El uso forense <strong>de</strong>l ADN para<br />
vincular supuestos criminales con sus víctimas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la recuperación <strong>de</strong> moléculas no <strong>de</strong>gradadas<br />
a partir <strong>de</strong> raspaduras <strong>de</strong> sangre y piel, secas y muertas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace bastante tiempo. Así pues, el ADN no<br />
tiene capacidad para reproducirse a sí mismo. Más bien es producido a partir <strong>de</strong> materiales elementales<br />
mediante una compleja maquinaria celular <strong>de</strong> enzimas y proteínas. Por consiguiente, en contra <strong>de</strong> lo que<br />
proclaman sus mo<strong>de</strong>rnos Caballeros Templarios y <strong>de</strong> lo que propalan los periodistas la molécula viviente<br />
<strong>de</strong> ADN no es auto‐reproductora. Necesita ayuda para copiarse. Pero, en segundo lugar, no sólo el ADN<br />
es incapaz <strong>de</strong> hacer copias <strong>de</strong> sí mismo, con ayuda o sin ayuda, sino que es incapaz <strong>de</strong> “hacer” ninguna<br />
otra cosa. La secuencia lineal <strong>de</strong> nucleótidos en el ADN se usa por parte <strong>de</strong> la maquinaria <strong>de</strong> la célula<br />
para <strong>de</strong>terminar qué secuencia <strong>de</strong> aminoácidos <strong>de</strong>be ser construido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una proteína, y para<br />
<strong>de</strong>terminar cuándo y dón<strong>de</strong> se ha <strong>de</strong> construir la proteína. Pero las proteínas <strong>de</strong> la célula son fabricadas<br />
por otras proteínas y sin esta maquinaria <strong>de</strong> proteínas conformadoras no pue<strong>de</strong> hacerse nada.<br />
c) Lo más interesante <strong>de</strong> la lectura <strong>de</strong> Lewontin es que el caballero Craig Venter apenas aparece<br />
mencionado una sola vez, pero por ello mismo <strong>de</strong>staca en negativo que las imputaciones que se han<br />
utilizado para <strong>de</strong>sprestigiarle (como la <strong>de</strong> que es un empresario o un magnate más que un científico), son<br />
tramposas, porque lejos <strong>de</strong> diferenciarle le acercan al gremio: «No conozco a ningún biólogo molecular<br />
prominente que no tenga participación económica en el negocio <strong>de</strong> la biotecnología» (p. 148). James<br />
Watson, que tuvo que dimitir como director <strong>de</strong> los NIH <strong>de</strong>l Proyecto Genoma, lo hizo no tanto por sus<br />
discrepancias con la doctora Healey sobre el problema <strong>de</strong> las patentes cuanto por el temor a que saliesen<br />
a la luz sus intereses financieros en empresas farmacéuticas y biotecnológicas. En este contexto, el texto<br />
autobiográfico, emic, <strong>de</strong> Craig Venter, «secuenciando lo humano» que cuenta con pelos y señales qué,<br />
cómo y cuando hizo lo que hizo para conseguir el objetivo <strong>de</strong> secuenciar el Genoma Humano en un<br />
tiempo record, fue elegido por Pablo Infiesta para po<strong>de</strong>r replantear con todas las versiones a la vista, las<br />
visiones contrapuestas que nos asaltaron fenoménicamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio: «¿Por qué se produce un<br />
conflicto entre el proyecto público y la iniciativa privada <strong>de</strong> Venter? ¿Qué tipo <strong>de</strong> organización <strong>de</strong> la<br />
producción científica plantea Venter para el trabajo en Celera Genomics?». Llevadas al límite estas dos<br />
preguntas centrales <strong>de</strong> Infiesta conducen <strong>de</strong> forma natural al núcleo mismo <strong>de</strong> toda sociología <strong>de</strong>l<br />
conocimiento y <strong>de</strong> la ciencia: «¿Es la secuenciación <strong>de</strong>l genoma humano una construcción social?»
Alberto Hidalgo | El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate.<br />
La lectura <strong>de</strong>l Capítulo 11 <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> Craig Venter, La vida <strong>de</strong>scodificada pone en evi<strong>de</strong>ncia que<br />
no es lo mismo «público» que «<strong>de</strong>sinteresado»/o altruista, ni «privado» significa lo mismo que «con<br />
ánimo <strong>de</strong> lucro». El regreso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los componentes “sociales” (sociofactos <strong>de</strong> acuerdo con la<br />
terminología <strong>de</strong>l materialismo metodológico) que revela el texto a esta escala emic, nos pone ante la<br />
evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que la incorporación <strong>de</strong> las ciencias biológicas a la Big Science es un hecho en los 90. Pero<br />
también evi<strong>de</strong>ncia que el factor social no está <strong>de</strong>sconectado <strong>de</strong>l resto, sino que tanto lo público como lo<br />
privado forman parte <strong>de</strong> un mismo contexto histórico <strong>de</strong>terminante: los actores, instituciones y<br />
materiales no son ya los científicos individuales, o las <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias universitarias en las que se fraguó la<br />
doble hélice, sino los empresarios, organismos gubernamentales, re<strong>de</strong>s internacionales <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s<br />
laboratorios, o trabajadores asalariados que realizan una labor coordinada y planificada. Pese a que el<br />
relato <strong>de</strong> Venter es tan personal aparecen en él configuraciones, características <strong>de</strong> la Big Science (HGS,<br />
TIGR, PerkinElmer, Wellcome Trust británico, Applied Biosystems, el NIH, Washington University, New<br />
England Biolabs, MIT, DOE, Sun, Silicon Graphics, IBM, HP y Compaq) que irrumpen en el ámbito <strong>de</strong> las<br />
ciencias biológicas cuando se difun<strong>de</strong>n las rentables aplicaciones (médicas, agrícolas, etc.) <strong>de</strong> la<br />
ingeniería genética que estuvo en el origen <strong>de</strong> la Biotecnología. Ahora bien, si hemos <strong>de</strong> hacer caso al<br />
relato <strong>de</strong> Venter la guerra entre el proyecto público y privado fue azuzado por la prensa: «Nicholas<br />
Wa<strong>de</strong>, <strong>de</strong>l New York Times, y Rick Weiss, <strong>de</strong>l Washington Post», especialistas en el PGH.. Ya el 11 <strong>de</strong><br />
mayo <strong>de</strong> 1998 Wa<strong>de</strong> escribe en su periódico: «Un pionero en el secuenciamiento genético y una compañía<br />
privada unen esfuerzos con el objetivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>scifrar el ADN entero, o genoma, <strong>de</strong> los humanos en tres<br />
años, mucho más <strong>de</strong>prisa y más barato <strong>de</strong> lo que el Gobierno Fe<strong>de</strong>ral está planeando».<br />
Venter, quien ya había mostrado su impaciencia ante la lentitud <strong>de</strong> la estrategia internacional <strong>de</strong>l<br />
«club <strong>de</strong> los mentirosos» (sic) y no ocultaba sus diferencias <strong>de</strong> criterio con Francis Collins, Harold<br />
Varmus y Ari Patrinos <strong>de</strong>l consorcio público comenta la jugada <strong>de</strong>l New York Times en estos términos:<br />
«El problema con los periodistas, por supuesto, es que les gusta echar leña al fuego. Wa<strong>de</strong> no pudo<br />
resistirse tampoco en este caso, y señaló cómo mi proyecto podría “en cierto sentido hacer redundante el<br />
programa <strong>de</strong> tres billones <strong>de</strong> dólares <strong>de</strong>l Gobierno para secuenciar el genoma en 2005” y cómo el<br />
Congreso podría preguntar por qué <strong>de</strong>bería seguir financiando el esfuerzo público si la nueva compañía<br />
iba a terminar primero. Aunque el adorno periodístico final era completamente accesorio, la sugerencia<br />
<strong>de</strong> que yo no fallaría en esta aventura iba a enfurecer a mis po<strong>de</strong>rosos enemigos». Pero que en The<br />
Genome War (que James Shreeve narraría en términos épicos en 2004), iniciada por el propio Craig<br />
Venter y Mike Hunkapiller, todos los actores tenían una posición diferenciada y no coinci<strong>de</strong>nte con la <strong>de</strong><br />
los <strong>de</strong>más, lo experimentó Venter cuando al día siguiente, «Wa<strong>de</strong> volvió al tema con fuerza, sugiriendo<br />
que yo había “robado” la meta <strong>de</strong>l genoma humano al gobierno». Si los Mass Media, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> crear<br />
fama y difamar, son por lo menos el cuarto po<strong>de</strong>r, no hay nada extraño que en el relato <strong>de</strong> Venter<br />
aparezcan Clinton y Hilary compartiendo mesa y mantel con los científicos e intentando ponerse al<br />
frente <strong>de</strong> un proyecto <strong>de</strong>stinado a «salvar a la humanidad».<br />
El relato autobiográfico <strong>de</strong> Venter, que viene encabezado intencionadamente por una cita<br />
pesimista <strong>de</strong> la autobiografía <strong>de</strong> Maurice Walkins (The Third Man of the Double Helix, 2003), comenta el<br />
enredo con la <strong>de</strong>portividad <strong>de</strong> un surfista en competición o <strong>de</strong> un capitán entrenador <strong>de</strong> un equipo <strong>de</strong><br />
figuras tipo BNA. Tal vez en la naturaleza se produzcan olas perfectas, pero sin una buena tabla no se<br />
pue<strong>de</strong>n cabalgar. Convencido <strong>de</strong> que él mismo era «mejor que la mayoría ensamblando partes y sistemas<br />
complejos» en su cabeza (sic), la tabla que necesitaba era «un pequeño equipo que pudiera secuenciar el<br />
genoma humano entero en dos o tres años por el diez por ciento <strong>de</strong>l programa fe<strong>de</strong>ral». El objetivo se<br />
i<strong>de</strong>ntifica claramente con la organización, <strong>de</strong> modo que es difícil sustraerse a la impresión <strong>de</strong> que los<br />
aspectos constructivos predominan sobre los meramente <strong>de</strong>scriptivos y que, tal como lo cuenta Venter, la<br />
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construcción social <strong>de</strong> la realidad es una filigrana que bien se pue<strong>de</strong> acoger al patrocinio <strong>de</strong> Aristóteles<br />
cuando observó que «una imposibilidad verosímil es siempre preferible a una posibilidad poco<br />
convincente» (sic). En realidad, la pequeña organización <strong>de</strong> la que habla Venter sólo podía tomar cuerpo<br />
cuando los elegidos para conformarlo podían ser elegidos cuidadosamente por sus extraordinarias<br />
capacida<strong>de</strong>s o por la excelencia <strong>de</strong> sus conocimientos: «Ham Smith que tenía manos <strong>de</strong> oro y podía<br />
manipular moléculas <strong>de</strong> ADN mejor que nadie», Mark Adams, quien era el «mejor haciendo que la<br />
tecnología compleja funcionase y que lo hiciese rápidamente» se hizo cargo <strong>de</strong>l equipo central <strong>de</strong>l<br />
secuenciamiento <strong>de</strong> ADN <strong>de</strong> operación Celera. Pero para resolver el puzles <strong>de</strong> manejar treinta millones<br />
<strong>de</strong> fragmentos con tres mil millones <strong>de</strong> letras necesitaba también a Jeannine Gocayne, quien podía<br />
proporcionar «más robótica para escalar todos los pasos <strong>de</strong>l proceso» y a Anne Deslattes May, jefa <strong>de</strong><br />
ingeniería <strong>de</strong>l sotfware, quien con la ayuda Tony Kerlavage, experto en inventar técnicas <strong>de</strong><br />
computación, fue capaz <strong>de</strong> convertir las matemáticas <strong>de</strong> Eugene W. Myers, cuyo inverosímil fichaje se<br />
cuenta, y <strong>de</strong> Granger Sutton en software operativo.<br />
Esta ambigüedad psico‐sociológica, sin embargo, no es el último dato que nos proporciona<br />
Venter para afianzar la tesis <strong>de</strong> que la secuenciación <strong>de</strong>l genoma es una construcción social. Es necesario<br />
vincular este tipo <strong>de</strong> organización con los artefactos tecnológicos como pi<strong>de</strong> Pablo Infiesta. Para que el<br />
proyecto se pusiera a funcionar en agosto <strong>de</strong> 1998 fue preciso no sólo las 200 máquinas secuenciadoras<br />
<strong>de</strong> ABI, el hardware facilitado por Compaq, el software, la química y las enzimas, sino albergar todo ello<br />
en un mismo espacio físico que quintuplicaba las previsiones iniciales. Las dotes <strong>de</strong> mando y<br />
organización que muestra Venter en toda la narración empequeñece la importancia <strong>de</strong> los problemas<br />
económicos que tuvo que resolver para satisfacer las exigencias <strong>de</strong>l financiador Tony White, que aparece<br />
como un antipático genio maligno que invierte 300 millones <strong>de</strong> dólares, pero no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> repetir: «Si vas a<br />
secuenciar el genoma humano con mi dinero y <strong>de</strong>spués regalarlo, entonces será mejor que tengas un<br />
plan para ganar dinero». Generar un plan <strong>de</strong> negocio que asegurara un beneficio sobre 300 millones <strong>de</strong><br />
dólares <strong>de</strong> inversión es el pequeño <strong>de</strong>talle constructivista que Pablo Infiesta pedía a sus alumnos con la<br />
primera cuestión que les planteaba sobre este texto: «1.‐ Vincula el método <strong>de</strong> secuenciación por escopeta<br />
y el secuenciador automático con la rentabilidad y viabilidad <strong>de</strong> la iniciativa <strong>de</strong> Craig Venter para<br />
secuenciar el genoma humano». Venter tuvo que inventar la empresa Celera Genomics para satisfacer las<br />
exigencias <strong>de</strong> negocio, pero lo verda<strong>de</strong>ramente difícil era reclutar personal proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> un gran<br />
<strong>número</strong> <strong>de</strong> disciplinas para hacer que el secuenciamiento por escopeta (shotgun) funcionase: «El proceso<br />
comienza extrayendo ADN <strong>de</strong> células humanas (bien sangre o esperma). Convertir ese ADN en pedazos<br />
fáciles <strong>de</strong> manejar y fáciles <strong>de</strong> secuenciar — creando lo que se llamauna biblioteca <strong>de</strong> secuenciamiento<br />
genómico — es un paso esencial. En el secuenciamiento <strong>de</strong>l genoma <strong>completo</strong>, la biblioteca se hace<br />
rompiendo el ADN en pedazos mediante ondas <strong>de</strong> sonido u otros métodos que aplican fuerzas <strong>de</strong><br />
ruptura a las moleculas <strong>de</strong> ADN y los cromosomas. Utilizando procedimientos simples <strong>de</strong> laboratorio, el<br />
ADN fragmentado se pue<strong>de</strong> separar <strong>de</strong> acuerdo con el tamaño. Po<strong>de</strong>mos coger un trozo <strong>de</strong> un cierto<br />
tamaño — digamos dos mil pares <strong>de</strong> bases <strong>de</strong> largo (2 kb) — e insertarlo en un “vector <strong>de</strong> clonación”,<br />
que es un conjunto <strong>de</strong> genes bacterianos que permiten que el trozo <strong>de</strong> ADN crezca <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la bacteria<br />
E. coli. Si se repite este proceso con todas las piezas, la biblioteca <strong>de</strong>l genoma resultante tendrá<br />
representadas todas las secciones <strong>de</strong>l genoma humano en millones <strong>de</strong> trozos <strong>de</strong> dos mil bases. Dado que<br />
los fragmentos proce<strong>de</strong>n inicialmente <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> genomas <strong>completo</strong>s, muchas piezas contienen<br />
secciones solapadas <strong>de</strong> ADN <strong>de</strong>bido a la forma aleatoria en que se rompen los cromosomas. Después,<br />
mediante selección aleatoria <strong>de</strong> clones <strong>de</strong> ADN cogidos <strong>de</strong> la biblioteca completa, <strong>de</strong>bería ser posible<br />
secuenciarlos y encajar los solapamientos utilizando un or<strong>de</strong>nador para ensamblar <strong>de</strong> nuevo una copia<br />
completa <strong>de</strong>l genoma.... Necesitaba el mejor equipo <strong>de</strong>l mundo para hacer ese trabajo a una escala que<br />
nunca antes se había intentado». Hacer viable <strong>de</strong> iniciativa precisó <strong>de</strong> construcciones en todos los pasos y
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niveles. Por ejemplo, para obtener clones humanos en cultivos <strong>de</strong> bacterias Ham tuvo que construir un<br />
nuevo vector <strong>de</strong> clonación que tuviera una eficiencia <strong>de</strong>l cien por cien, en lugar <strong>de</strong>l sistema convencional<br />
<strong>de</strong> selección azul y blanca, etc. La automatización <strong>de</strong>l proceso permite reducir costes como hizo Ford con<br />
la producción en ca<strong>de</strong>na, pero también se ahorra usando materiales distintos (por ejemplo un robot con<br />
disparador automático autolimpiable en lugar <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> cánulas <strong>de</strong>sechables). Disparar la<br />
velocidad, disminuyendo costes llegó a constituir la esencia rutinaria <strong>de</strong> Celera.<br />
d) El cuarto bloque <strong>de</strong> textos propuesto por Pablo Infiesta a sus alumnos supone ganada ya la<br />
perspectiva sociológica constructivista que subyace en el relato <strong>de</strong> Venter. Dos fragmentos, extraídos <strong>de</strong><br />
sendos capítulos <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> Kevin Davies, La Conquista <strong>de</strong>l Genoma Humano (Craig Venter, Francis<br />
Collins, James Watson y la historia <strong>de</strong>l mayor <strong>de</strong>scubrimiento científico <strong>de</strong> nuestra época, Paidós, 2001) le<br />
sirven <strong>de</strong> base para plantear cuatro preguntas cruciales, que tocan el corazón mismo <strong>de</strong>l PGH. «1.‐ Des<strong>de</strong><br />
un enfoque sociológico ¿es la actividad <strong>de</strong> los políticos externa o interna al proyecto <strong>de</strong> secuenciación <strong>de</strong>l<br />
genoma humano? 2.‐ Reconstruye la problemática <strong>de</strong> las patentes a la luz <strong>de</strong> la distinción<br />
natural/artificial. 3.‐ ¿Cabe establecer “nuestra común humanidad”, como <strong>de</strong>claró Bill Clinton, a partir <strong>de</strong><br />
las secuencias <strong>de</strong>l genoma realizadas por los equipos <strong>de</strong> Venter y Collins?. Y 4:‐ ¿Cómo inci<strong>de</strong>n las<br />
apelaciones a Dios <strong>de</strong> Clinton y Collins en la concepción <strong>de</strong>l genoma humano?» La importancia política<br />
<strong>de</strong>l PGH se puso <strong>de</strong> manifiesto el 14 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2.000, cuando los Presi<strong>de</strong>ntes Bill Clinton <strong>de</strong> USA y<br />
Tony Blair <strong>de</strong> GB avalaron públicamente a todos los investigadores <strong>de</strong>l Programa para garantizar la<br />
publicación <strong>de</strong> los resultados. La escena que recoge el capítulo 11 <strong>de</strong> Davies, titulado «El lenguaje <strong>de</strong><br />
Dios» con Clinton entrando en el salón oriental <strong>de</strong> la Casa Blanca, acompañado <strong>de</strong> Venter y Collins y<br />
concediendo a James Watson un lugar <strong>de</strong> honor, aunque es posterior, tiene un significado más<br />
doméstico: restañar las heridas entre el proyecto público y el privado que ya conocemos por el texto<br />
anterior, y en el que el “villano” Craig, que había ganado la carrera, había sido tildado por el científico<br />
estadista J. Watson como un nuevo Hitler. Es verdad que los logros científicos que se celebraron aquel<br />
lunes <strong>26</strong> <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l 2000 no daban para tanto, pero el acto mostraba hasta qué punto la política estaba<br />
involucrada directamente en la vida <strong>de</strong> la ciencia, y no sólo como un financiador externo más. Y eso<br />
porque, una vez i<strong>de</strong>ntificados los 31.000 genes y <strong>de</strong>terminada la secuencia <strong>de</strong> los tres billones <strong>de</strong> bases<br />
<strong>de</strong>l ADN humano, hacía falta aún mucho trabajo experto para <strong>de</strong>sarrollar técnicas <strong>de</strong> análisis e<br />
interpretación <strong>de</strong> los resultados y, mucho más aún, para resolver las múltiples cuestiones éticas, legales,<br />
políticas, sociales y filosóficas que suscitaba y en la que los grupos humanos organizados estaban muy<br />
interesados. En este sentido no es cierto, por ejemplo, que las ciencias naturales sean neutrales, ni<br />
ontológica, ni políticamente. Poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aquel acto, el 11 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2001, se puso en<br />
evi<strong>de</strong>ncia, por ejemplo, las nefastas consecuencias <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> educación puramente dogmática y<br />
religiosa que propician las “madrassas” islámicas <strong>de</strong> Afganistán y Pakistán. Parte <strong>de</strong> las cuestiones socio‐<br />
políticas suscitadas por el PGH podrían formularse, por ejemplo, preguntando si el “fanatismo”, el<br />
“terrorismo” o la “<strong>de</strong>lincuencia” podría atribuirse a una alternación genética. Sin llegar a tal exageración,<br />
¿es verdad que esta lectura <strong>de</strong>l «libro <strong>de</strong> la vida» que hace el PGH significa un argumento <strong>de</strong>finitivo<br />
contra el racismo? ¿No se tratará <strong>de</strong> otro avance “occi<strong>de</strong>ntal” que sólo sirve para incrementar la “brecha”<br />
entre quienes tienen la tecnología para <strong>de</strong>scifrar genes y quienes sólo tienen patrimonio genético que<br />
<strong>de</strong>scifrar? De ahí el calado político e incluso geoestratégico que tiene el asunto <strong>de</strong> las patentes.<br />
La cuestión <strong>de</strong> la distinción entre natural/artificial, planteada por Pablo Infiesta tiene a<strong>de</strong>más<br />
importancia gnoseológica, porque sobre ella parece pivotar el supuesto <strong>de</strong> que la investigación científico<br />
natural, a diferencia <strong>de</strong> los que ocurre en las disciplinas sociales e i<strong>de</strong>ológicas, no es el cabil<strong>de</strong>o, ni el<br />
po<strong>de</strong>r político el que otorga la excelencia, sino el trabajo mismo. Al enmarcar la distinción en la cuestión<br />
<strong>de</strong> las patentes, sin embargo, el <strong>de</strong>slin<strong>de</strong> no parece tan claro y ello muestra la necesidad <strong>de</strong> apelar a<br />
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discursos i<strong>de</strong>ológicos para proporcionar la cobertura apropiada a esta investigación. El capítulo titulado<br />
«El código <strong>de</strong> Creso» nos informa <strong>de</strong> que la <strong>de</strong>cisión política tan celebrada por Clinton y Blair <strong>de</strong>l 14 <strong>de</strong><br />
marzo <strong>de</strong> garantizar la publicación <strong>de</strong> los datos <strong>de</strong>l PGH tan pronto como estuvieran disponibles, fue<br />
seguida por un <strong>de</strong>splome <strong>de</strong> las acciones <strong>de</strong> Celera <strong>de</strong> 290 dólares a 100, arrastrando tras <strong>de</strong> sí a todo el<br />
sector biotecnológico. «A pesar <strong>de</strong>l manifiesto rechazo <strong>de</strong> Venter, Haseltine y otros a la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong><br />
Clinton‐Blair, los mercados permanecieron extrañamente inmutables. Durante las dos semanas<br />
siguientes el valor <strong>de</strong> las principales empresas estadouni<strong>de</strong>nses cayó cerca <strong>de</strong> 50.000 millones <strong>de</strong><br />
dólares». El imperativo <strong>de</strong> que los <strong>de</strong>scubrimientos <strong>de</strong>l material genético <strong>de</strong>ben pertenecer a toda la<br />
humanidad que parece garantizar la <strong>de</strong>claración Clinton‐Blair, obligó a las empresas biotecnológicas a<br />
clarificar su posición sobre las patentas. Bill Haseltine escribió: «No nos interesa patentar la humanidad,<br />
sino patentar fármacos genéticos». Craig Venter iba un paso más al comprometerse como empresa a<br />
proporcionar información científica en un formato <strong>de</strong> fácil acceso y al exigir a las <strong>de</strong>más empresas que<br />
sólo patentasen información a<strong>de</strong>cuadamente secuenciada y testada.<br />
Pese a las consecuencias económicas, la polémica sobre las patentes es bastante especulativa, cosa<br />
que por lo <strong>de</strong>más no <strong>de</strong>be extrañar a los especuladores <strong>de</strong> la bolsa. ¿Realmente traen los <strong>de</strong>scubrimientos<br />
<strong>de</strong> PGH remedio eficaz para las enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> origen genético o sólo la promesa <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong><br />
hacerse? Venter pre<strong>de</strong>cía abundantes aplicaciones biomédicas, incluyendo la esperanza <strong>de</strong> que las<br />
muertes por cáncer <strong>de</strong>saparecerían en esta generación ¿Qué queda por <strong>de</strong>scubrir o inventar para que<br />
tales predicciones sean fiables? Puesto que todavía tardaremos unos diez años en obtener “mapas<br />
genéticos individualizados” y que sólo entonces podrán diseñarse fármacos específicos para cada<br />
individuo, por el bien <strong>de</strong> la ciencia misma sería <strong>de</strong>seable evitar la sobredosis <strong>de</strong> optimismo reduccionista<br />
con que se anuncia la “mera i<strong>de</strong>ntificación” <strong>de</strong> genes específicos vinculados a enfermeda<strong>de</strong>s como la<br />
fibrosos quística, el cáncer, la diabetes, la epilepsia o la sor<strong>de</strong>ra. Porque, <strong>de</strong> momento, el conocimiento<br />
<strong>de</strong>l modo en que se estructura el material genético, sólo garantiza el diagnóstico <strong>de</strong> las diferencias<br />
existentes, por ejemplo, entre un gen normal y otro cancerígeno en términos <strong>de</strong> sus respectivas<br />
secuencias <strong>de</strong> ADN. Pero nada nos dice sobre su tratamiento y cura. Eso va mucho más en la línea <strong>de</strong><br />
otro tipo <strong>de</strong> investigaciones biológicas con las Stem Cells o «células madre», por ejemplo, que, como se<br />
sabe, están sometidas hoy a fuertes restricciones morales y políticas, antes que gnoseológicas u<br />
ontológicas.<br />
Es interesante a este respecto para respon<strong>de</strong>r a la cuarta pregunta planteada por Pablo Infiesta<br />
observar la diferencia entre los discursos más retóricos e i<strong>de</strong>ológicos <strong>de</strong> Clinton y Collins respecto al<br />
mucho más técnico y neutral <strong>de</strong> Venter. Mientras Clinton subrayaba que la ciencia mo<strong>de</strong>rna confirmaba<br />
la prédica religiosa <strong>de</strong> «nuestra común humanidad» y Collins enfatizaba que habíamos <strong>de</strong>scifrado<br />
«nuestro propio libro <strong>de</strong> instrucciones, antes sólo conocido por Dios», Venter aclaraba que la secuencia<br />
obtenida por Celera en nueve meses se basaba «en el análisis <strong>de</strong>l genoma <strong>de</strong> cinco personas: una mujer<br />
afroamericana, una mujer china, una mujer hispana y dos varones caucásicos», cuya i<strong>de</strong>ntidad no se<br />
revelaba en virtud <strong>de</strong> la política <strong>de</strong> privacidad <strong>de</strong> la empresa. Es difícil <strong>de</strong>cidir sobre las diferencias<br />
subyacentes respecto al concepto <strong>de</strong> genoma humano que subyace en ambos discursos. Por ejemplo, el<br />
dato <strong>de</strong> que la diferencia genética entre George Bush y Osama Ben La<strong>de</strong>n sea ʺsóloʺ <strong>de</strong>l 0,01%, no parece<br />
ayudar mucho a resolver el conflicto <strong>de</strong> percepción y valoración que el ataque a las Torres Gemelas y las<br />
posteriores guerras <strong>de</strong> Irak y Afganistán ahondó entre “occi<strong>de</strong>ntales” y “musulmanes” durante la etapa<br />
<strong>de</strong> Bush IIº. La conclusión científica <strong>de</strong> que las razas no existen “genéticamente”, no está sirviendo <strong>de</strong><br />
mucho para conjurar el <strong>de</strong>monio racista, ni para aliviar las diferencias “fenotípicas” que en época <strong>de</strong><br />
crisis parecen causas suficientes para provocar las más crueles agresiones entre quienes “sólo” se<br />
diferencian en la forma <strong>de</strong> vestir, <strong>de</strong> hablar o <strong>de</strong> creer. Ciertamente, Venter no hizo ninguna alusión beata
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al Dios <strong>de</strong> los cristianos, pero si trató <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la ciencia contra la acusación <strong>de</strong> reduccionismo<br />
esterilizador que suelen lanzar las religiones y las filosofías espiritualistas contra el materialismo: «Las<br />
complejida<strong>de</strong>s y las maravillas <strong>de</strong>l proceso por el que los componentes químicos inanimados que forman<br />
nuestro código genético dan lugar a los impon<strong>de</strong>rables <strong>de</strong>l espíritu humano <strong>de</strong>bería inspirar a los poetas<br />
y a los filósofos durante milenios»<br />
Pero, mal que nos pese a los académicos, a las instituciones públicas, a las universida<strong>de</strong>s<br />
burocratizadas y a las empresas farmacéuticas multimillonarias, que se beneficiarán <strong>de</strong>l invento, <strong>de</strong><br />
momento, el PGH parece favorecer más el dogma <strong>de</strong> una ciencia confundida i<strong>de</strong>ológicamente con la<br />
religión a la búsqueda <strong>de</strong> un Santo Grial salvífico, que al campo <strong>de</strong>cisivo <strong>de</strong> las aplicaciones prácticas en<br />
beneficio <strong>de</strong> la humanidad en su conjunto. La batalla por la proteómica resulta cuantitativamente<br />
insignificante frente al <strong>de</strong>rroche <strong>de</strong> vidas humanas que siguen cobrándose las guerras <strong>de</strong>l presente<br />
En suma, los textos seleccionados por Pablo Infiesta permiten abrir un abanico <strong>de</strong> problemas<br />
gnoseológicos, históricos, sociológicos, etc. capaces <strong>de</strong> movilizar los intereses y sensibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
muchos alumnos por heterogéneos que fuesen. Sin embargo, <strong>de</strong>jan en la sombra el curso histórico <strong>de</strong> la<br />
constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia. Ahora bien, ese primer factor interno <strong>de</strong>l contexto<br />
histórico <strong>de</strong>terminante siempre estuvo presente, pues le había permitido solucionar los importantes<br />
problemas <strong>de</strong> <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong>tectados en las obras prece<strong>de</strong>ntes acerca <strong>de</strong> la génesis <strong>de</strong>l PGH. De hecho,<br />
si tomamos como criterio la escala <strong>de</strong> las partes constituyentes, no es necesario remontarse hasta las<br />
primeras prácticas agrícolas, ni siquiera hasta Men<strong>de</strong>l o los genetistas <strong>de</strong> principios <strong>de</strong>l siglo pasado,<br />
para dar cuenta <strong>de</strong>l gen o <strong>de</strong>l ADN; ya que, tal y como aparecen configuradas en el marco <strong>de</strong>l PGH,<br />
dichas realida<strong>de</strong>s se conforman en el curso <strong>de</strong> la Biología molecular, iniciada con el establecimiento <strong>de</strong> la<br />
estructura <strong>de</strong>l ADN en 1953 por parte <strong>de</strong> Watson y Crick. Los <strong>de</strong>sarrollos anteriores quedarían recogidos<br />
en los teoremas <strong>de</strong> la Biología molecular, y por tanto no serían directamente relevantes para la<br />
investigación, como tampoco lo eran para las prácticas <strong>de</strong> sociología <strong>de</strong>l conocimiento y <strong>de</strong> la ciencia.<br />
Esto es: si po<strong>de</strong>mos vincular los genes con las rudimentarias operaciones <strong>de</strong> selección artificial realizadas<br />
sobre los cultivos <strong>de</strong> los primeros grupos humanos agrícolas (como hace Thomas F. Lee en su obra El<br />
Proyecto Genoma Humano, rompiendo el código genético <strong>de</strong> la vida), es porque éstas quedan explicadas<br />
y fundamentadas, precisamente, por los <strong>de</strong>sarrollos contemporáneos <strong>de</strong> la Biología molecular y la<br />
Genética. Las partes “tecnológicas”, o artefactos (los secuenciadores y <strong>de</strong>más aparatos, operadores y<br />
relatores necesarios para realizar las diversas técnicas <strong>de</strong> mapeado y secuenciación <strong>de</strong>l genoma) se<br />
configuraron en el curso <strong>de</strong> la Biotecnología, vinculado con el anterior: la Biotecnología tuvo su origen en<br />
los años 70, gracias a la implementación <strong>de</strong> varios operadores (las enzimas ADN polimerasa, ADN<br />
ligasa, y las enzimas <strong>de</strong> restricción) que permitieron manipular los cuerpos y fenómenos establecidos en<br />
el campo <strong>de</strong> la Biología molecular (nucleótidos, secuencias <strong>de</strong> ADN). Me costa que Pablo Infiesta <strong>de</strong>dicó<br />
alguna clase introductoria a explicar estos extremos antes <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r a la lectura <strong>de</strong> los textos, como se<br />
pue<strong>de</strong> notar en algunos <strong>de</strong> los trabajos conceptuales realizados por los estudiantes.<br />
Una vez reconstruidos los cursos que componen el contexto histórico <strong>de</strong>terminante, se pue<strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r a<br />
<strong>de</strong>terminar los ortogramas, planes y programas que intervienen en la cristalización <strong>de</strong>l PGH como figura<br />
institucional <strong>de</strong>terminada. Pablo Infiesta manejó una ingente bibliografía relativa al período <strong>de</strong><br />
cristalización <strong>de</strong>l PGH con el fin <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar los distintos intereses y motivaciones i<strong>de</strong>ológicas que<br />
dieron lugar a su génesis. Profundizó también, en el análisis gnoseológico <strong>de</strong>l teorema <strong>de</strong> la doble hélice<br />
(siguiendo mi trabajo <strong>de</strong>l 83 que se reproduce aquí cambiando el formato original1). Sin embargo no se<br />
1 Hidalgo, A. (1983), «La biología molecular: ¿revolución o cierre?» Actas <strong>de</strong>l IIª Congreso <strong>de</strong> Teoría y Metodología <strong>de</strong> las Ciencias, Pentalfa,<br />
Oviedo<br />
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El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate | Alberto Hidalgo<br />
ocupó <strong>de</strong> resolver <strong>de</strong>finitivamente el problema <strong>de</strong>l estatuto gnoseológico <strong>de</strong> la Biología molecular y, por<br />
en<strong>de</strong>, al propio carácter científico <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano, más allá <strong>de</strong> la constatación y<br />
ampliación <strong>de</strong> su carácter teoremático. En este sentido insistió con gran penetración que en el proceso <strong>de</strong><br />
constitución <strong>de</strong>l teorema se produce un episodio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad entre las leyes <strong>de</strong> Chargaff (que<br />
establecían una proporción igual <strong>de</strong> a<strong>de</strong>nina y timina, y <strong>de</strong> citosina y guanina, respectivamente, en una<br />
molécula <strong>de</strong> ADN por vía bioquímica) y las consecuencias <strong>de</strong> los trabajos <strong>de</strong> Rosalind Franklin con<br />
difracción <strong>de</strong> rayos X (<strong>de</strong> los que se podía <strong>de</strong>ducir, estructuralmente, que la a<strong>de</strong>nina se ensamblaba con<br />
la timina, y la citosina con la guanina, formando pares <strong>de</strong> bases). De este modo, pudo establecer que el<br />
teorema pue<strong>de</strong> caracterizarse como una i<strong>de</strong>ntidad sintética sistemática, tal y como se <strong>de</strong>fine la verdad<br />
científica en la Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial <strong>de</strong> Gustavo Bueno, que utilizó como referencia gnoseológica<br />
principal.<br />
Si yo había <strong>de</strong>sestimado polémicamente la intepretación <strong>de</strong> Kuhn, Pablo Infiesta se mostró más<br />
tolerante al recombinar con éxito dos metodologías filosóficas relevantes, la “Teoría <strong>de</strong>l Cierre<br />
Categorial” con la Actor‐Network Theory <strong>de</strong> Michel Callon y Bruno Latour, lo que le había permitido<br />
precisamente llevar a cabo su ya citado trabajo <strong>de</strong> investigación «Aspectos metacientíficos en la génesis<br />
<strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano».<br />
3.‐ Los trabajos <strong>de</strong> los estudiantes como trazos y trazas <strong>de</strong> un hipertexto.<br />
Aún cuando las prácticas <strong>de</strong> la materia Sociología <strong>de</strong>l conocimiento y <strong>de</strong> la ciencia podrían haberse<br />
limitado a efectuar análisis regresivos hasta los componentes “sociales” o sociofactos <strong>de</strong>l PGH<br />
atendiendo a su escala, los trabajos que eligieron los estudiantes <strong>de</strong> Pablo Infiesta <strong>de</strong>sbordan<br />
ampliamente la perspectiva en la que se mantienen los cuatro textos elegidos. En un sentido trivial los<br />
trabajos <strong>de</strong> los estudiantes pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rarse un hipertexto puesto que organiza un conjunto <strong>de</strong><br />
informaciones en bloques distintos <strong>de</strong> contenidos, conectados a través <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> enlaces con la<br />
secuencia textual principal que les sirve <strong>de</strong> inspiración. Algunas <strong>de</strong> las preguntas guiadas realizadas por<br />
Pablo Infiesta sirvieron a nuestros estudiantes, en efecto, como elementos <strong>de</strong> activación o selección que<br />
provocó en ellos la búsqueda y recuperación <strong>de</strong> información sobre el PGH, que no estaban en el<br />
repertorio inicial. Lo cierto es que tomados en su conjunto constituyen un hiper‐documento orientado<br />
hacia un sólo objeto el PGH, que es nodo obligado en todos ellos. Los datos que proporciona cada<br />
trabajo, en consecuencia, están conectados entre si por enlaces que permiten transitar <strong>de</strong> unos a otros<br />
como si <strong>de</strong> una red se tratase.<br />
Algunos <strong>de</strong> los trabajos <strong>de</strong> los alumnos intentan <strong>de</strong>jar su impronta filosófica en el tema<br />
planteado, a veces en un nivel fenomenológico, como el <strong>de</strong> Aida Pulido, otras en el plano conceptual<br />
como el <strong>de</strong> Juan Pedro Canteras o representacional como el <strong>de</strong>l jienense Carlos González. Estos tres con<br />
el más epistemológico <strong>de</strong> Marina Merino constituyen, en mi opinión, una clara reacción al trazo más<br />
internalista <strong>de</strong> lo trabajado por Pablo Infiesta en sus clases. En efecto, a pesar <strong>de</strong> su carácter<br />
aparentemente <strong>de</strong>scriptivo, el trabajo <strong>de</strong> Aida Pulido <strong>de</strong>sarrollo el argumento gnoseológico <strong>de</strong> cómo se<br />
construye el conocimiento <strong>de</strong>l PGH que se ha instalado en la conciencia <strong>de</strong>l hombre medio. La simple<br />
aparición <strong>de</strong>l personaje recién citado, «el hombre medio», confiere estatuto sociológico al trabajo <strong>de</strong> Aida<br />
Pulido, lo que confirma aún más mediante el método <strong>de</strong> utilizar la prensa escrita como fuente. Tras<br />
analizar 200 noticias a lo largo <strong>de</strong> 20 años, se constata que las representaciones que se irán instalando en<br />
la conciencia colectiva <strong>de</strong>l hombre medio atañen al significado o sentido que la prensa confiere al<br />
proyecto: una obra titánica que trae gran<strong>de</strong>s beneficios a la humanidad. Un párrafo que analiza una<br />
noticia <strong>de</strong> ABC en 1994 ilustra bien el tono fenomenológico <strong>de</strong>l trabajo: «La Universidad <strong>de</strong> Deusto
Alberto Hidalgo | El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate.<br />
celebra entre los días 24 y <strong>26</strong> <strong>de</strong> Mayo una reunión internacional sobre «El Derecho ante el Proyecto<br />
Genoma Humano». En su anuncio se afirma que “con toda seguridad habrá dos asuntos que por la<br />
controversia que ya suscitan en la actualidad centrarán gran parte <strong>de</strong> la atención en Bilbao. El primero <strong>de</strong><br />
ellos es la patentabilidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scubrimientos genéticos. La pregunta <strong>de</strong> fondo es si es lícito patentar<br />
un ser vivo o algunas <strong>de</strong> sus partes para patrimonio <strong>de</strong> la Humanidad… Esta polémica… al margen <strong>de</strong><br />
su sustrato ético y legal amenaza con romper la necesaria colaboración internacional en este proyecto”.<br />
En la reunión interviene Craig Venter2 y <strong>de</strong>ja clara su postura, a saber, que no se trata <strong>de</strong> patentar<br />
materia viva pues no consi<strong>de</strong>ra “los genes como algo vivo. Es <strong>de</strong>cir, los genes se pue<strong>de</strong>n reproducir en<br />
un laboratorio y no cobran vida. Son esenciales para la vida, pero el agua también lo es y a nadie se le<br />
ocurre <strong>de</strong>cir que tenga vida”.... Manifestó, asimismo, su firme convicción <strong>de</strong> que las patentes ayudan al<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la investigación. Y fundamentó esta afirmación basándose en que la patente es lo opuesto<br />
al secreto. Es <strong>de</strong>cir, que lo que se patenta se hace público y pue<strong>de</strong> ser utilizado por los <strong>de</strong>más<br />
investigadores». La naturalidad con que se salvan los escollos más escabrosos contribuye a afianzar la<br />
imagen positiva <strong>de</strong>l PGH.<br />
El excelente trabajo conceptual <strong>de</strong> Juan Pedro Canteras, titulado, «La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong><br />
gen. Biología, I<strong>de</strong>ología y Sociobiología», aborda el problema <strong>de</strong>l estatuto ontológico <strong>de</strong> esa entidad<br />
llamada gen, lo que obliga a sacar a colación posicionamientos metacientíficos alternativos. Sin<br />
<strong>de</strong>cantarse abiertamente por un constructivismo sociológico centra su discurso en la Sociobiología <strong>de</strong><br />
Wilson, una disciplina que sólo <strong>de</strong> soslayo aparece en los textos seleccionados por Pablo Infiesta,<br />
incluido el <strong>de</strong> Lewontin. Tras diagnosticarla como una disciplina “enigmática”, que tiene la originalidad<br />
no ya <strong>de</strong> naturalizar las ciencias humanas, sino <strong>de</strong> “humanizar” las ciencias naturales, acaba midiendo<br />
su rendimiento gnoseológico en función <strong>de</strong> sus pretensiones filosóficas, a propósito, en particular, con el<br />
problema <strong>de</strong> la libertad. El sesgo sociológico queda patente al subrayar la influencia <strong>de</strong> elementos<br />
diversos en el propio concepto científico <strong>de</strong> gen, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la evolución instrumental y conceptual <strong>de</strong> la<br />
biología hasta i<strong>de</strong>ologías e intereses políticos, lo que le conduce a la conclusión <strong>de</strong> que «las ciencias, sin<br />
<strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> su especial estatuto gnoseológico, son porosas al entorno en que crecen y que las<br />
posibilita. De hecho, solo acudiendo a este entorno, cabe explicar su naturaleza, que por más lógica que<br />
se nos presente, no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser material».<br />
No podía faltar en el hipertexto <strong>de</strong> los alumnos un análisis sobre un elemento representacional<br />
constitutivo <strong>de</strong> la ciencia como el que efectúa Carlos González en su trabajo «La fotografia 51: un ejemplo<br />
<strong>de</strong> cooperación y competencia en la ciencia». Aunque el PGH supone la incorporación <strong>de</strong> las ciencias<br />
biológicas a la Big Science: los actores, instituciones y materiales no son ya los científicos individuales, o<br />
las <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias universitarias en las que se fraguó la doble hélice, sino los empresarios, organismos<br />
gubernamentales, re<strong>de</strong>s internacionales <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s laboratorios, o trabajadores asalariados que realizan<br />
una labor coordinada y planificada, no está <strong>de</strong> más regresar al momento fundacional. No ya sólo porque<br />
la configuración hipertextual se muer<strong>de</strong> la cola en el caso <strong>de</strong>l PGH, ya que, como hemos visto, exigió la<br />
puesta a punto <strong>de</strong> numerosos aparatos y técnicas para analizar datos o simular sistemas o mecanismo <strong>de</strong><br />
índole biológica, sino porque el núcleo inicial <strong>de</strong> estas técnicas se encuentra en la utilización <strong>de</strong> recursos<br />
gráficos sobre cuya sobre‐valoración hace Carlos González una consi<strong>de</strong>ración muy pertinente: «el<br />
binomio ciencia y tecnología componen una estructura difícilmente separable, y en esta ocasión se ve <strong>de</strong><br />
nuevo que no po<strong>de</strong>mos más que realizar una disociación, porque su separación real es imposible».<br />
2 EN ESTA REUNIÓN VENTER CONOCE A HAMILTON SMITH; QUIEN SE CONVERTIRÁ EN SU COLABORADOR. PRECISAMENTE ES ÉL QUIEN PROPONE<br />
SECUENCIAR EL GENOMA COMPLETO DE UNA BACTERIA. ES ÉL, POR TANTO, EN ÚLTIMA INSTANCIA EL RESPONSABLE DE QUE VENTER ANUNCIASE<br />
EN MAYO DE 1995 LA PRIMERA SECUENCIA DE UN ORGANISMO AUTÓNOMO.<br />
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El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate | Alberto Hidalgo<br />
El trabajo <strong>de</strong> Marina Merino Sabando escuetamente titulado «Genética <strong>de</strong> Poblaciones», explora<br />
los vínculos <strong>de</strong> la Biología molecular y la Genética, al objeto <strong>de</strong> establecer el funcionamiento <strong>de</strong> los<br />
mecanismos <strong>de</strong> evaluación institucional en curso a través <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> L. Cavalli‐Sforza, otra línea<br />
apenas citada en los textos <strong>de</strong> Pablo Infiesta: el Proyecto <strong>de</strong> Diversidad <strong>de</strong>l Genoma Humano y el<br />
Proyecto <strong>de</strong> los mil genomas. Es cierto que el PGH necesitó recursos computacionales para solucionar o<br />
investigar problemas sobre escalas <strong>de</strong> tal magnitud que sobrepasan el discernimiento humano. La<br />
investigación en biología computacional se solapa a menudo con los principales esfuerzos <strong>de</strong><br />
investigación en estos campos tales como el alineamiento <strong>de</strong> secuencias, la predicción <strong>de</strong> genes,<br />
el montaje <strong>de</strong>l genoma, el alineamiento estructural <strong>de</strong> proteínas, la predicción <strong>de</strong> estructura <strong>de</strong><br />
proteínas, la predicción <strong>de</strong> la expresión génica, las interacciones proteína‐proteína, y mo<strong>de</strong>lado <strong>de</strong><br />
la evolución, entre otras cosas. Lo que preten<strong>de</strong> Cavalli‐Sforza es más ambicioso aún: Proyecto <strong>de</strong><br />
Diversidad <strong>de</strong>l Genoma Humano (PDGH) postula la colaboración <strong>de</strong> una multitud <strong>de</strong> disciplinas<br />
(genética, arqueología, lingüística, antropología, etc.) para dar cuenta <strong>de</strong> la evolución reciente <strong>de</strong> la<br />
humanidad, reconstruir las gran<strong>de</strong>s migraciones <strong>de</strong> grupos, la distribución <strong>de</strong> las poblaciones y culturas,<br />
etc. Una <strong>de</strong> las líneas consiste en la toma <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong> ADN <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> poblaciones y etnias y<br />
efectuar un estudio comparativo <strong>de</strong> polimorfismos moleculares. Muestras <strong>de</strong>l 10% <strong>de</strong> las 5000<br />
poblaciones lingüísticas diferenciadas que existen permitirá <strong>de</strong>terminar si existen correlaciones (y cómo<br />
se han producido) entre la diseminación cultural y la genética.<br />
Otra serie <strong>de</strong> trabajos adoptan un punto <strong>de</strong> vista estrictamente sociológico como el <strong>de</strong> Anais<br />
Fernán<strong>de</strong>z Criado sobre «los cultivos transgénicos», el <strong>de</strong> Mikel Rascón Muñoz «Sobre lo que no está en<br />
los genes», que sigue muy <strong>de</strong> cerca el argumentario <strong>de</strong> Richard Lewontin o el <strong>de</strong> Paloma Nido sobre «el<br />
<strong>de</strong>terminismo genético». La originalidad <strong>de</strong> Anais es que utiliza directamente la teoría <strong>de</strong> Michel Callon<br />
<strong>de</strong>l Actor‐Red para analizar el caso <strong>de</strong> los cultivos transgénicos. Tras <strong>de</strong>terminar como actores a una serie<br />
<strong>de</strong> instituciones humanas como las empresas, los gobiernos, los agricultores, los grupos ecologistas y los<br />
consumidores, Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado suelta el argumento <strong>de</strong>cisivo, que, al tiempo que sorpren<strong>de</strong>, abre<br />
el hipertexto a dimensiones inusitadas: « Al igual que en el caso expuesto por Callon <strong>de</strong> las vieiras <strong>de</strong> la<br />
Bahía <strong>de</strong> St. Brieuc, los alimentos transgénicos (que, en a<strong>de</strong>lante, serán nuestro actor 0) pue<strong>de</strong>n rebelarse<br />
contra los intereses <strong>de</strong> sus explotadores. En este caso que nos ocupa, tal rebelión tendría un significado<br />
profundo: se rebelaría la creación frente al creador, la incognoscible naturaleza frente a su iluso manejo,<br />
la verdad frente a la apariencia que los po<strong>de</strong>rosos intentan establecer como indiscutible. La fuerza <strong>de</strong>l en‐<br />
sí se vería a través <strong>de</strong>l para‐nosotros por un segundo, inefable pero nítida, antes <strong>de</strong> que los <strong>de</strong>más actores<br />
se enfrascasen en una nueva negociación tácita <strong>de</strong> su significado». Como hipertexto autorreferente que<br />
es la conclusión <strong>de</strong> que la red <strong>de</strong> los transgénicos no está estabilizada afecta directamente al conjunto <strong>de</strong><br />
los trabajos <strong>de</strong> sus compañeros en la medida en que apela en términos existenciales a la distinción entre<br />
Wirklichkeit y Realität.<br />
Aparentemente mucho más clásico el trabajo <strong>de</strong> Mikel Rascón hace un repaso histórico <strong>de</strong> aquel<br />
antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l PGH que, según Lewontin, es su padre i<strong>de</strong>ológico en cuanto al supuesto <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>terminismo biológico que implica: el darwinismo social y el movimiento eugenésico en Gran Bretaña.<br />
El trabajo presta especial atención a un clásico <strong>de</strong> la psicología: la teoría hereditaria <strong>de</strong> la inteligencia <strong>de</strong><br />
Sir Francis Galton, que habría asomado ya la oreja i<strong>de</strong>ológica, al insistir en que Hereditary Genius <strong>de</strong><br />
1869 pretendía respon<strong>de</strong>r a la cuestión: « ¿Por qué existen las clases sociales? Él creía ser capaz <strong>de</strong> hacer<br />
una clasificación <strong>de</strong> las personas en función <strong>de</strong> su ”valor cívico”, clasificación que coincidiría con la <strong>de</strong><br />
las clases sociales». El artículo comienza criticando el fetichismo <strong>de</strong>l ADN que anida en la biología<br />
molecular y concluye señalando las perversas consecuencias prácticas asociadas a la eugenesia y a las<br />
doctrinas sobre el carácter hereditario <strong>de</strong> la inteligencia, en particular, el nihilismo intervencionista que
Alberto Hidalgo | El proyecto genoma humano (PGH) bajo el “prisma sociológico” <strong>de</strong> la Filosofía. Homenaje al doctorando Pablo Infiesta Molleda, muerto en combate.<br />
<strong>de</strong>ja libre la mano invisible <strong>de</strong>l mercado para sembrar la <strong>de</strong>sigualdad con el supuesto objetivo <strong>de</strong><br />
optimizar los recursos humanos. Distingue tres tipos <strong>de</strong> eugenesia, la selectiva, la transformadora y la<br />
biológica: «La eugenesia selectiva consiste en aplicar a la especie humana las mismas técnicas que se han<br />
venido aplicando a los animales y plantas. La eugenesia transformadora trata <strong>de</strong> mediar en el ADN<br />
recombinante <strong>de</strong> los seres humanos quitando o poniendo genes (ingeniería genética). La ingeniería<br />
biológica supone producir alteraciones en los humanos sin alterar su ADN (operaciones quirúrgicas,<br />
cultivo <strong>de</strong> órganos, etc.)»<br />
Por último, el trabajo <strong>de</strong> Paloma Nido, «Praxis Humana» plantea in recto el problema <strong>de</strong> la<br />
libertad como un reto mayor contra el <strong>de</strong>terminismo biológico. Aunque explícitamente preten<strong>de</strong><br />
apoyarse en la filosofía como disciplina <strong>de</strong> segundo grado capaz <strong>de</strong> dar una visión global sobre las<br />
<strong>de</strong>más disciplinas que se <strong>de</strong>dican al estudio <strong>de</strong>l comportamiento y <strong>de</strong> la conducta <strong>de</strong>l ser humano, en<br />
realidad al discutir las principales tesis que mantienen, su importancia y los problemas que suscitan<br />
<strong>de</strong>sarrolla argumentos propios <strong>de</strong> las ciencias sociales. Tal como entien<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la ciencia <strong>de</strong>l<br />
materialismo histórico, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Kuhn y Lakatos, Paloma Nido <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong> praxis en el<br />
caso <strong>de</strong> los humanos, pero no en los animales, sin negar por ello predisposición heredables en ambos. En<br />
todo caso acaba concluyendo pru<strong>de</strong>ntemente que «la herencia genética y el entorno ambiental en el que<br />
se <strong>de</strong>sarrolla un individuo, no son entida<strong>de</strong>s autónomas que actúen <strong>de</strong> forma in<strong>de</strong>pendiente sobre el<br />
sujeto, sino que sería la interacción que se produce entre ambas, la que daría como resultado la praxis<br />
humana, y por tanto permitiría el ejercicio <strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong>l individuo»<br />
La hipertextualidad <strong>de</strong> los proyectos <strong>de</strong> bioinformática y biología computacional supone el uso<br />
<strong>de</strong> po<strong>de</strong>rosas herramientas matemáticas para extraer información útil <strong>de</strong> datos producidos por técnicas<br />
biológicas <strong>de</strong> alta productividad, como la secuenciación <strong>de</strong>l genoma. En particular, el montaje o<br />
ensamblado <strong>de</strong> secuencias genómicas <strong>de</strong> alta calidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fragmentos obtenidos tras la secuenciación<br />
<strong>de</strong>l ADN a gran escala es un área <strong>de</strong> alto interés práctico y permitiría interesantes trabajos centrados en<br />
la cuestión <strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong> las técnicas y tecnologías para la construcción científica misma. Sin<br />
embargo, los trabajos <strong>de</strong> tipo práctico <strong>de</strong> los estudiantes tendieron a exten<strong>de</strong>r las re<strong>de</strong>s hipertextuales en<br />
otras direcciones, no menos internas que la cuestión <strong>de</strong> la técnica, como por ejemplo, el muy técnico<br />
trabajo <strong>de</strong> Sandra Sánchez Sánchez sobre la retinosis pigmentaria. Adrián Carbajales, por su parte, hizo<br />
un <strong>de</strong>sarrollo típicamente hipertextual muy original sobre la abundante presencia <strong>de</strong> la genética en la<br />
ciencia‐ficción, mientras Rodrigo Cocina Díaz escribió un texto sobre «El genoma humano en el <strong>de</strong>recho<br />
<strong>de</strong> patentes». Finalmente la perspectiva trasversal está bien representada por el trabajo <strong>de</strong> Ana Álvarez‐<br />
Acevedo Martínez, quien se pregunta transparentemente «¿Juegan los genes algún papel en la guerra <strong>de</strong><br />
género?» .<br />
No es <strong>de</strong>l caso, en esta introducción, cerrar sistemáticamente las líneas abiertas por los<br />
estudiantes <strong>de</strong> Pablo Infiesta, porque tampoco el tuvo tiempo para culminar la tesis doctoral con el<br />
perfeccionismo y la auto‐exigencia que le caracterizaban. Sirvan los textos reunidos en este <strong>número</strong> <strong>de</strong><br />
Eikasía como testimonio <strong>de</strong> un trabajo intenso, honrado y valioso, pero <strong>de</strong>stinado a olvidarse con gran<br />
rapi<strong>de</strong>z, salvo en la memoria <strong>de</strong> los estudiantes que hicieron el esfuerzo <strong>de</strong> recordarlo.<br />
23<br />
ENERO<br />
2012
Pablo Infiesta Molleda | Introducción.<br />
Introducción.<br />
Pablo Infiesta Molleda<br />
Introducción:<br />
En el presente trabajo se estudia la génesis <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano 1 <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque filosófico. A<br />
la vista <strong>de</strong> la cuantiosa bibliografía sobre el tema, quizá las siguientes páginas pudieran parecer impertinentes. El<br />
mismo director <strong>de</strong>l programa público para la secuenciación <strong>de</strong>l Genoma, Francis S. Collins, advierte en su última<br />
obra que «se han escrito ya libros enteros sobre el Proyecto Genoma Humano (<strong>de</strong> hecho, probablemente<br />
<strong>de</strong>masiados)» 2 . Sin entrar en conjeturas acerca <strong>de</strong> la probabilidad <strong>de</strong>l exceso, lo cierto es que existen varias<br />
publicaciones cuyos contenidos intersectan ampliamente con los que nutrirán los próximos capítulos. Ahora bien,<br />
esta coinci<strong>de</strong>ncia no supone que vayamos a elaborar una mera paráfrasis, más o menos afortunada, <strong>de</strong> varios<br />
ensayos previos: en primer lugar, porque este trabajo supone una reacción crítica frente a esos mismos ensayos,<br />
diagnosticando sus limitaciones y ofreciendo una metodología capaz <strong>de</strong> afrontar una problemática común <strong>de</strong>tectada<br />
en todas las obras prece<strong>de</strong>ntes que hemos revisado. Nuestro proce<strong>de</strong>r es, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un primer momento, dialéctico, pues<br />
supone una rectificación <strong>de</strong> las distintas exposiciones acerca <strong>de</strong> la génesis <strong>de</strong>l PGH. Por ello, hemos <strong>de</strong> tomarlas en<br />
consi<strong>de</strong>ración como contenidos <strong>de</strong>l propio trabajo. El análisis pormenorizado sería excesivo; una breve reseña, casi<br />
a título inventarial, <strong>de</strong> los ejemplares más <strong>de</strong>stacados, permitirá ejemplificar los problemas mencionados, a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong> ofrecer un primer bosquejo <strong>de</strong> los contenidos y contornos <strong>de</strong> la investigación.<br />
1. Estado <strong>de</strong> la cuestión. Para una revisión bibliográfica.<br />
Thomas F. Lee, en su obra El Proyecto Genoma Humano. Rompiendo el código genético <strong>de</strong> la vida, realiza<br />
el siguiente planteamiento general: «En las páginas siguientes exploraremos los métodos y la significación <strong>de</strong> esta<br />
notable empresa y <strong>de</strong>scribiremos las personalida<strong>de</strong>s, instituciones y controversias involucradas. También<br />
explicaremos los extraordinarios <strong>de</strong>sarrollos que, ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1970, condujeron a la posibilidad <strong>de</strong> llegar a concebir<br />
semejante proyecto […] Para relacionar la génesis relativamente breve pero intrincada <strong>de</strong>l PGH, <strong>de</strong>bemos primero<br />
<strong>de</strong>finir <strong>de</strong> una forma a<strong>de</strong>cuada el término genoma» 3 . Efectivamente, el estudio <strong>de</strong> Lee no se reduce a un solo<br />
ámbito, sino que aborda cuestiones sociológicas, científicas, tecnológicas, políticas, económicas, etc. En el primer<br />
capítulo, Lee comienza a exponer, al menos intencionalmente, la historia <strong>de</strong> la genética. En este caso, la elección no<br />
carece <strong>de</strong> justificación: «La historia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong>, primero, la organización física y, luego, la organización<br />
química <strong>de</strong> las células, <strong>de</strong>l núcleo, <strong>de</strong> los cromosomas y finalmente la <strong>de</strong> los genes, ejemplifica una transmutación<br />
profunda <strong>de</strong>l pensamiento y actitu<strong>de</strong>s en la sociedad occi<strong>de</strong>ntal. Este cambio <strong>de</strong>be ser entendido si se <strong>de</strong>sea apreciar<br />
1 En a<strong>de</strong>lante, PGH<br />
2 Francis S. Collins, ¿Cómo habla Dios? La evi<strong>de</strong>ncia científica <strong>de</strong> la fe, pág. 136, Temas <strong>de</strong> Hoy, Madrid, 2007.<br />
3 Thomas F. Lee, El Proyecto Genoma Humano. Rompiendo el código genético <strong>de</strong> la vida, pág. 11, Gedisa, Barcelona, 2001.<br />
25<br />
ENERO<br />
2012
<strong>26</strong><br />
ENERO<br />
2012<br />
Introducción | Pablo Infiesta Molleda<br />
en forma completa las fuerzas y motivos que dirigen las activida<strong>de</strong>s científicas actuales, como el Proyecto Genoma<br />
Humano […] sus razones no pue<strong>de</strong>n compren<strong>de</strong>rse completamente sin un breve análisis <strong>de</strong> cómo se <strong>de</strong>sarrolló la<br />
ciencia mo<strong>de</strong>rna» 4 . Para ello, se remonta hasta los albores <strong>de</strong> la agricultura, hace 12.000 años, cuando se habrían<br />
producido las primeras operaciones humanas vinculadas con el conocimiento <strong>de</strong> la reproducción <strong>de</strong> las plantas,<br />
encaminadas a obtener especies más útiles. Pronto, no obstante, llega a terreno más firme con la teoría <strong>de</strong> la<br />
selección natural <strong>de</strong> Darwin, la genética <strong>de</strong> Men<strong>de</strong>l, y la teoría celular <strong>de</strong> Schlei<strong>de</strong>n-Swann 5 , los gran<strong>de</strong>s hitos <strong>de</strong> las<br />
ciencias biológicas en el siglo XIX. En los siguientes capítulos, continúa la exposición en clave interna <strong>de</strong> la<br />
historia <strong>de</strong> la genética, transitando por De Vries, Morgan, Weissman y <strong>de</strong>más genetistas <strong>de</strong> los primeros <strong>de</strong>cenios<br />
<strong>de</strong>l siglo XX 6 . Una vez explicado, con mayor <strong>de</strong>tenimiento, el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la doble hélice por parte <strong>de</strong><br />
Watson y Crick, la narración <strong>de</strong> Lee se circunscribe al campo <strong>de</strong> la Biología Molecular, para <strong>de</strong>sembocar, tras pasar<br />
por el código genético, en la biotecnología y la ingeniería genética nacida en los años 70 7 . Si hasta ahora sólo se<br />
habían tratado cuestiones científicas, entran ya en liza los aspectos tecnológicos. También existe una breve alusión a<br />
su engranaje con el PGH, respecto <strong>de</strong> la reacción en ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> la polimerasa 8 : «este método notablemente simple<br />
<strong>de</strong> clonado <strong>de</strong> genes se ha convertido en un componente crítico en el cartografiado y secuenciamiento <strong>de</strong>l genoma<br />
humano» 9 . El siguiente capítulo, continuando con la trama tecnológica, se centra en la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> los distintos<br />
artefactos utilizados en el mapeado y secuenciación <strong>de</strong>l genoma 10 . En sus páginas finales, se alu<strong>de</strong> a la<br />
implementación <strong>de</strong> los instrumentos tecnológicos en el PGH, y a las necesida<strong>de</strong>s futuras en materia informática,<br />
exponiendo brevemente el plan para los primeros cinco años. Entramos ya en cuestiones organizativas, e<br />
indudablemente propias <strong>de</strong>l PGH, aunque el cambio no se advierta en ningún momento por parte <strong>de</strong>l autor 11 . Tras<br />
un capítulo <strong>de</strong>dicado a las enfermeda<strong>de</strong>s susceptibles <strong>de</strong> tratamiento mediante terapia génica, vinculado tanto con la<br />
medicina como con las motivaciones sanitarias <strong>de</strong>l PGH, Lee entra <strong>de</strong> lleno en la exposición <strong>de</strong>l plan y su condición<br />
<strong>de</strong> Big Science, introduciendo así aspectos sociológicos, económicos, políticos e institucionales 12 . Ambos capítulos<br />
comienzan y terminan abruptamente, sin indicación alguna acerca <strong>de</strong> la pertinencia <strong>de</strong> los contenidos, <strong>de</strong> su lugar en<br />
el conjunto <strong>de</strong> la obra, o <strong>de</strong> su engranaje con el PGH y el resto <strong>de</strong> contenidos analizados. Como el valor a los<br />
soldados, todo ello se les supone. El último capítulo, por fin, versa sobre los problemas éticos y jurídicos suscitados<br />
por el PGH 13 .<br />
Tras este breve examen, estamos en condiciones <strong>de</strong> establecer ya varias conclusiones importantes:<br />
En primer lugar, si en términos generales los contenidos heterogéneos compendiados en la obra <strong>de</strong> Lee son<br />
imprescindibles para dar cuenta <strong>de</strong> la génesis <strong>de</strong>l PGH, el investigador <strong>de</strong>berá enfrentarse a una pluralidad<br />
4<br />
Lee, Op. Cít., pág. 31. Subrayado nuestro.<br />
5<br />
Lee, Op. Cít., «La primera síntesis», págs. 32-54.<br />
6<br />
Lee, Op. Cít., «Flores, moscas, moho y microbios», págs. 55-80.<br />
7<br />
Lee, Op. Cít., «ADN: mo<strong>de</strong>los y significado», «Extremos pegajosos y una nueva creación», «Los clones entran en escena», págs. 81-150.<br />
8<br />
En a<strong>de</strong>lante, PCR (por sus siglas en inglés), abreviatura convencional en nuestro idioma.<br />
9<br />
Lee, Op. Cít., pág. 150. Subrayado nuestro.<br />
10<br />
Lee, Op. Cít., «Mapas y marcadores», págs. 151-180.<br />
11<br />
Lee, Op. Cít., págs. 180-182.<br />
12<br />
Lee, Op. Cít., «Enfremedad, dignóstico y terapia”, “El plan: promesas y problemas», «¿Ciencia gran<strong>de</strong>, ciencia mala?», págs. 183-256.<br />
13 Lee, «Genes y juicios», Op. Cít., págs. 257-294.
Pablo Infiesta Molleda | Introducción.<br />
irreductible <strong>de</strong> ámbitos <strong>de</strong> estudio. Cualquier estudio sobre el tema, por específica que sea su pretensión, parece<br />
confirmar que la selección <strong>de</strong> Lee no es caprichosa, sino que viene impuesta por las propias características <strong>de</strong>l<br />
material analizado. Por ejemplo, Robert Cook-Degan, en The Gene Wars. Science, politics and the human genome,<br />
afirma acerca <strong>de</strong> su obra: «I conducted interviews with the main characters in this story, beggining in 1986. This is<br />
their story, the genesis of the Human Genome Project –a case study in the politics of mo<strong>de</strong>rn sciences» 14 . Aunque el<br />
autor pretenda circunscribir su trabajo a la condición <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> caso en políticas científicas, lo cierto es que los<br />
cuatro primeros capítulos están infectados <strong>de</strong> contenidos científicos y tecnológicos 15 , al margen <strong>de</strong> los cuales el<br />
argumento posterior (ya estrictamente sociológico) no se pue<strong>de</strong> construir. Podría pensarse que, siendo el PGH un<br />
proyecto tecnocientífico, son estos ámbitos los que resultan inherentes a todo intento <strong>de</strong> abordar el tema, mientras<br />
que el resto <strong>de</strong> componentes consi<strong>de</strong>rados por Lee pue<strong>de</strong>n obviarse. Sin embargo, en la obra Genome, <strong>de</strong> Jerry<br />
Bishop y Michael Waldholz, se da la recíproca <strong>de</strong>l caso anterior: en un trabajo <strong>de</strong> orientación internalista, don<strong>de</strong> se<br />
privilegia la exposición <strong>de</strong> las distintas investigaciones biológicas y médicas que, en palabras <strong>de</strong> los autores,<br />
«convergen» en el PGH, la mención <strong>de</strong> instituciones, empresas y cargos públicos es ubicua. En concreto, los<br />
avatares políticos, económicos e institucionales que a finales <strong>de</strong> los años 80 dan lugar a la formulación <strong>de</strong>l proyecto<br />
genoma son consignados con cierto <strong>de</strong>talle a lo largo <strong>de</strong> varias páginas 16 . Su relato es el <strong>de</strong> la convergencia misma<br />
<strong>de</strong> los acontecimientos científicos que se vienen explicando, y por tanto no se pue<strong>de</strong> obviar. Parece que los<br />
materiales sociológicos, que hipotéticamente podrían aparecer como externos, son, al menos en este caso,<br />
contenidos internos. Es la propia distinción, por tanto, la que queda puesta en cuestión como herramienta funcional<br />
en la reconstrucción <strong>de</strong> la génesis el PGH.<br />
La segunda consecuencia está conectada con la primera: la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la pluralidad <strong>de</strong><br />
circunstancias implicadas en la génesis <strong>de</strong>l PGH, supone también la <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong> las mismas, respecto <strong>de</strong> unas<br />
terceras. Pues si ninguna <strong>de</strong> las obras consi<strong>de</strong>radas se ciñe a un solo ámbito, tampoco consi<strong>de</strong>ra la totalidad <strong>de</strong> lo<br />
real. Comienzan a dibujarse <strong>de</strong> este modo, en el marco <strong>de</strong> los distintos ámbitos, ciertos materiales empíricos ligados<br />
con el PGH, y ciertos cursos que es necesario recorrer para explicar su génesis. Necesario, como planteamos en el<br />
párrafo anterior, y suficiente, pues existen muchas otras realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>sconectadas <strong>de</strong>l proceso. No obstante, los<br />
límites que así puedan perfilarse serán siempre borrosos. Pues, aunque existen importantes intersecciones entre las<br />
distintas obras, también se encuentran diferencias. Confrontemos el ensayo <strong>de</strong> Lee con otras dos publicaciones<br />
semejantes:<br />
Renato Dulbecco 17 , en su obra Los genes y nuestro futuro, trata <strong>de</strong> «analizar a fondo los problemas<br />
14 Robert Cook-Degan, The Gene Wars. Science, politics and the human genome, pág. 12, W. W. Norton & Company, Nueva York, 1994.<br />
15 Robert Cook-Degan, Op. Cít., «Part One: The Scientific Foundation», págs. 13-56.<br />
16 Jerry E. Bishop & Michael Waldholz, Genome. The Story of the Most Astonishing Scientific Adventure of Our Time –The Attemp to Map All<br />
the Genes in the Human Body, págs. 217-224, Simon and Schuster, Nueva York, 1990.<br />
17 Premio Nobel <strong>de</strong> Fisiología por su <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la transcriptasa inversa, relacionada con el ppael <strong>de</strong> los virus en la génesis <strong>de</strong>l cáncer, y<br />
uno <strong>de</strong> los impulsores <strong>de</strong>l PGH. A este respecto, Víd. Renato Dulbecco, «A Turning Point in Cancer Research: Sequencing the Human<br />
Genome», Science, nº 231, 1986, págs. 1055-56.<br />
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planteados por los avances en el núcleo <strong>de</strong> los genes» 18 tomando como centro <strong>de</strong> referencia el PGH; no en vano se<br />
subtitula La apuesta <strong>de</strong>l Proyecto Genoma. Como Lee, Dulbecco comienza con la genética, si bien en su obra la<br />
exposición es más sistemática que histórica. Una diferencia significativa, en lo que concierne a las conclusiones que<br />
preten<strong>de</strong>mos establecer, radica en el punto <strong>de</strong> partida: mientras que Lee evocaba las técnicas que dieron lugar al<br />
origen <strong>de</strong> la agricultura, Dulbecco se <strong>de</strong>tiene en Men<strong>de</strong>l 19 . Asimismo, obvia cualquier alusión a los gran<strong>de</strong>s<br />
biólogos <strong>de</strong>l siglo XIX, siendo Morgan su siguiente referencia 20 . Así pues, para Dulbecco la exposición <strong>de</strong> la<br />
genética pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconectarse <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> disciplinas biológicas. En el capítulo <strong>de</strong>dicado al PGH, Dulbecco también<br />
tiene en cuenta el plan, y las aportaciones <strong>de</strong> la ingeniería genética. Aunque, en este caso, el sesgo viene dado por la<br />
implicación <strong>de</strong>l propio autor en los hechos narrados: llega a atribuirse el origen <strong>de</strong>l proyecto 21 , e incluye sus<br />
investigaciones en virus 22 . Aunque consi<strong>de</strong>ra, al igual que Lee, hitos biotecnológicos como la PCR, las enzimas <strong>de</strong><br />
restricción, o los mapas genéticos, no existe alusión alguna a los secuenciadores ni, en general, a la tecnología<br />
computacional 23 . El juego <strong>de</strong> intersecciones y diferencias se mantiene en las secciones <strong>de</strong>dicadas a las aplicaciones<br />
médicas y las controversias éticas, morales y jurídicas; pesando aquí, por lo que parece, el <strong>de</strong>cidido<br />
posicionamiento <strong>de</strong> Dulbecco a favor <strong>de</strong>l PGH: seis capítulos se <strong>de</strong>dican a <strong>de</strong>sgranar las posibles repercusiones en<br />
medicina 24 , mientras que las «implicaciones éticas, legales y sociales» son <strong>de</strong>spachadas en apenas diez páginas 25 .<br />
Veamos ahora La conquista <strong>de</strong>l genoma humano, <strong>de</strong>l genetista y director <strong>de</strong> la revista Nature Genetics Kevin<br />
Davies. El propósito <strong>de</strong> la obra, en este caso, es la exposición <strong>de</strong> los distintos avatares <strong>de</strong> la secuenciación <strong>de</strong>l<br />
genoma, una vez anunciados los borradores <strong>de</strong>l proyecto público y Celera Genomics. Razonablemente, el grueso<br />
<strong>de</strong>l texto versa sobre los acontecimientos que se produjeron entre 1990 (año internacionalmente admitido como<br />
origen <strong>de</strong>l PGH) y 2000 (en que Venter y Collins anunciaron conjuntamente las primeras conclusiones). Aún así, la<br />
narración <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l PGH comienza con la exposición <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l ADN por parte<br />
<strong>de</strong> Watson y Crick en 1953 <strong>26</strong> . Davies también recorre el curso <strong>de</strong> la Biología molecular y la Biotecnología en la<br />
segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XX, pero para ello sólo necesita regresar hasta sus orígenes, sin necesidad <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar sus<br />
antece<strong>de</strong>ntes, como ocurría en las obras anteriores. Aunque la <strong>de</strong>cisión no se argumenta, la adopción <strong>de</strong> un estilo<br />
asistemático y ágil permite al lector apreciar la continuidad <strong>de</strong> instituciones, científicos y referencias: en dos retazos<br />
<strong>de</strong>l mismo capítulo encontramos a James Watson proponiendo una estructura para el ADN, y siendo nombrado<br />
décadas <strong>de</strong>spués primer director <strong>de</strong>l PGH 27 .<br />
18<br />
Renato Dulbecco, Los genes y nuestro futuro. La apuesta <strong>de</strong>l Proyecto Genoma, Alianza, Madrid, 1999.<br />
19<br />
Víd. Dulbecco, Op. Cít., pág. 14.<br />
20<br />
Víd. Dulbecco, Op. Cít., pág. 20.<br />
21<br />
«El Proyecto Genoma es todavía muy joven. Lo puso en marcha en 1986 un breve artículo mío publicado en Science, una <strong>de</strong> las revistas <strong>de</strong><br />
más difusión <strong>de</strong>l mundo centífico. Aquel artículo era una reflexión: los muchos años transcurridos estudiando el cáncer me habían<br />
convencido, en efecto, <strong>de</strong> que, para <strong>de</strong>rrotarlo, hay que conocer los genes cuyas alteraciones provocan la malignidad <strong>de</strong> las células»,<br />
Dulbecco, Op. Cít., pág. 90.<br />
22<br />
Víd. Dulbecco, Op. Cít., págs. 98-99.<br />
23<br />
Víd. Dulbecco, Op. Cít., págs. 94-105.<br />
24<br />
Dulbecco, Op. Cít., «Efectos y significado <strong>de</strong> las alteraciones génicas», «Enfermeda<strong>de</strong>s hereditarias», «Los genes y los tumores»,<br />
«Diagnóstico y prevención <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s hereditarias», «Finalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la intervención génica» y «La terapia génica», pags. 115-201.<br />
25<br />
Dulbecco, Op. Cít., «El individuo y la sociedad frente a los genes», págs. 202-214.<br />
<strong>26</strong><br />
Kevin Davies, La conquista <strong>de</strong>l genoma humano. Craig Venter, Francis Collins, James Watson y la historia <strong>de</strong>l mayor <strong>de</strong>scubrimiento<br />
científico <strong>de</strong> nuestra época, Paidós, Barcelona, 2001, pág. 39.<br />
27<br />
Davies, Op. Cít., «Los caballeros <strong>de</strong> la doble helice», págs. 27-54.
Pablo Infiesta Molleda | Introducción.<br />
Podríamos continuar el análisis comparativo pero, con lo dicho, queda ya ilustrada la segunda conclusión.<br />
A<strong>de</strong>más, los párrafos anteriores sirven para plantear los problemas comunes, a los que aludíamos en un principio: si<br />
las semejanzas entre las distintas obras dibujan el contorno borroso <strong>de</strong> los materiales asociados a la génesis <strong>de</strong>l<br />
PGH, las diferencias exigen una fundamentación <strong>de</strong> la selección realizada, frente a otras. Por ejemplo, parece claro,<br />
atendiendo a las semejanzas, que no se pue<strong>de</strong> afrontar el origen <strong>de</strong>l PGH al margen <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la Biología.<br />
Pero, esto asumido, ¿por qué Lee se remonta hasta las técnicas agrícolas <strong>de</strong> la prehistoria, mientras que Davies<br />
<strong>de</strong>tiene el regreso en el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la doble hélice, y Dulbecco se contenta con una breve alusión a Men<strong>de</strong>l?<br />
Las razones pue<strong>de</strong>n ser también diversas: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el enfoque general adoptado, hasta los intereses particulares <strong>de</strong>l<br />
autor, etc. El problema no radica tanto en la selección, siempre discutible, cuanto en la ausencia <strong>de</strong> justificación y<br />
criterios explícitos. Del mismo modo, tampoco se argumenta la conexión <strong>de</strong> los distintos contenidos con el PGH, ni<br />
sus relaciones mutuas, salvo en casos muy puntuales y <strong>de</strong> forma insuficiente. Recor<strong>de</strong>mos que Lee se refería a la<br />
necesidad <strong>de</strong> conocer la trama <strong>de</strong> la Biología en general y la Genética en particular, para po<strong>de</strong>r compren<strong>de</strong>r el PGH.<br />
Así, la pertinencia <strong>de</strong> los contenidos vendría dada por su carácter <strong>de</strong> condiciones previas <strong>de</strong> inteligibilidad <strong>de</strong> lo que<br />
se preten<strong>de</strong> explicar. Sin saber lo que son los genes o el ADN, el lector, al que se supone profano dada la<br />
orientación divulgativa <strong>de</strong> la obra, no podría enten<strong>de</strong>r la secuenciación <strong>de</strong>l genoma. Ahora bien, la reducción <strong>de</strong> la<br />
cuestión al plano retórico y pedagógico no supone una solución: pues, si efectivamente hay que familiarizarse con<br />
el concepto <strong>de</strong> ADN para enten<strong>de</strong>r el PGH, será porque existe alguna relación material, en el plano ontológico,<br />
entre el ADN y el PGH. Siendo así, habrá que <strong>de</strong>terminar cuál es la naturaleza <strong>de</strong> esa conexión; y si es la misma<br />
que se pueda establecer, por ejemplo, entre las prácticas <strong>de</strong> selección artificial en agricultura y el mismo PGH, dado<br />
que aquéllas también se tienen en cuenta.<br />
En estas cuestiones intervienen un conjunto <strong>de</strong> presupuestos acerca <strong>de</strong> lo que es la ciencia, la técnica, los<br />
<strong>de</strong>scubrimientos, las realida<strong>de</strong>s sociales, etc. Presupuestos que todos los autores consi<strong>de</strong>rados ejercitan (sean o no<br />
conscientes <strong>de</strong>l ellos) cuando seleccionan, combinan y modulan los materiales <strong>de</strong> sus obras 28 , pero que ninguno<br />
representa. Todos estos supuestos <strong>de</strong>sbordan el marco <strong>de</strong> cualquier disciplina científica, aunque no por ello se sitúan<br />
al margen <strong>de</strong> la racionalidad, cayendo <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong> los prejuicios infundados. Son, en suma, principios filosóficos,<br />
que será necesario poner en solfa para afrontar los problemas señalados.<br />
Siendo así, <strong>de</strong>bemos comenzar la rectificación <strong>de</strong> los tratamientos habituales <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong> nuestro estudio<br />
<strong>de</strong>clarando las coor<strong>de</strong>nadas filosóficas propias, que se correspon<strong>de</strong>n, en gran medida, con las <strong>de</strong>l materialismo<br />
filosófico elaborado por Gustavo Bueno y sus colaboradores. La elección nada tiene <strong>de</strong> dogmática: sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un<br />
sistema filosófico se pue<strong>de</strong> ejercer aquí la racionalidad crítica. Su justificación no pue<strong>de</strong> ser apriorística; serán los<br />
resultados <strong>de</strong>l trabajo los que peritan dictar sentencia sobre la fertilidad <strong>de</strong> las tesis utilizadas.<br />
28 Lo cual no implica que sean <strong>de</strong>terminantes únicos, como ya señalamos anteriormente a propósito <strong>de</strong> los intereses subjetivos.<br />
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2. Cuestiones metodológicas.<br />
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Aplicando la teoría materialista, proponemos una metodología cuya estrategia principal consiste en la<br />
i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> las partes que intervienen en la génesis <strong>de</strong>l PGH, dando razón <strong>de</strong> su configuración y conexión en<br />
el proceso <strong>de</strong> constitución <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong> referencia. Estas partes no son homogéneas, como ya hemos tenido<br />
oportunidad <strong>de</strong> constatar. Precisamente, uno <strong>de</strong> los motivos <strong>de</strong> la oscuridad y confusión <strong>de</strong> los tratados anteriores<br />
consiste en la indistinción entre las partes consi<strong>de</strong>radas, en relación al todo. Será necesario, por tanto, realizar una<br />
clasificación sistemática don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>terminen distintas figuras, a las que po<strong>de</strong>r adscribir las realida<strong>de</strong>s estudiadas.<br />
Dicha clasificación y, en general, la metodología que se ofrece a continuación, no tienen pretensión <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z más<br />
allá <strong>de</strong> su aplicación en el marco <strong>de</strong>l presente trabajo.<br />
Partimos <strong>de</strong> la teoría materialista acerca <strong>de</strong> las relaciones entre el «mundo precursor» y la ciencia que en él<br />
se construye. Des<strong>de</strong> el materialismo filosófico, las ciencias se consi<strong>de</strong>ran «instituciones culturales, históricamente<br />
constituidas» 29 . La ciencia no será un conocimiento puro <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n espiritual, sino una construcción material<br />
resultado <strong>de</strong> las operaciones <strong>de</strong> los sujetos corpóreos sobre distintas partes <strong>de</strong>l mundo, entre las cuales pue<strong>de</strong>n<br />
llegar a establecerse relaciones necesarias. Del mismo modo, los objetos sobre los cuales se llevan a cabo las<br />
operaciones tampoco son hechos puros, sino fenómenos previamente conformados. A<strong>de</strong>más, la actividad científica<br />
exige un entramado institucional, económico y productivo para su realización. Por tanto, la ciencia supone un<br />
mundo precursor, organizado culturalmente, a partir <strong>de</strong>l cual se constituye. Pues los sujetos, las técnicas y<br />
tecnologías implicadas en los procesos operatorios, los fenómenos, o las instituciones, están dados, configurados y<br />
estructurados en un contexto social y cultural <strong>de</strong>terminado 30 . Así, los sujetos operatorios responsables <strong>de</strong> las<br />
construcciones científicas aparecen envueltos por un conjunto <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s heterogéneas, que condicionan su<br />
práctica. Las configuraciones <strong>de</strong>l mundo precursor se clasifican tomando como criterio las relaciones que<br />
mantienen con los sujetos humanos. De acuerdo con la teoría <strong>de</strong>l Espacio Antropológico, central en la Antropología<br />
<strong>de</strong>l materialismo filosófico, po<strong>de</strong>mos distinguir tres tipos <strong>de</strong> relaciones entre los sujetos humanos y las realida<strong>de</strong>s<br />
circundantes: en primer lugar, las relaciones <strong>de</strong>l hombre consigo mismo, entendido «como una <strong>de</strong>notación <strong>de</strong><br />
realida<strong>de</strong>s múltiples y heterogéneas (los individuos egipcios o los celtas, las instituciones chinas o las escitas)» 31 ,<br />
or<strong>de</strong>nadas en el eje circular. Los hombres se relacionan, también, con entida<strong>de</strong>s pertenecientes a lo que<br />
habitualmente se <strong>de</strong>nomina «Naturaleza», entida<strong>de</strong>s físicas o biológicas carentes «<strong>de</strong> todo género <strong>de</strong> inteligencia<br />
(aunque tengan estructura, organización, e incluso, al menos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>scriptivo, teleología)»,<br />
ubicadas en un eje radial. El materialismo filosófico postula, a<strong>de</strong>más, un eje angular que compren<strong>de</strong> las relaciones<br />
entre los hombres y entida<strong>de</strong>s no humanas dotadas <strong>de</strong> inteligencia y voluntad, los númenes 32 , que «pue<strong>de</strong>n ser<br />
29 Gustavo Bueno, Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial, Vol. I, Pentalfa, Oviedo, 1991, pág. 97.<br />
30 Víd. Bueno, Op. Cít., págs. 98, 119-121, 215-219, 296-299.<br />
31 Gustavo Bueno, El sentido <strong>de</strong> la vida. Lectura 2. Sobre el concepto <strong>de</strong> «Espacio Antropológico», Pentalfa, Oviedo, 1996, pág. 93.<br />
32 La filosofía <strong>de</strong> la religión <strong>de</strong>l materialismo filosófico consi<strong>de</strong>ra que su génesis radica en la religación <strong>de</strong>l hombre con ciertos animales<br />
animales, entendida como «una relación originaria práctica (política, no metafísica)». Por ello, las configuraciones religiosas se ubican en el<br />
eje angular, aunque se produzcan intersecciones con los ejes circular y radial en su <strong>de</strong>sarrollo. Víd. Gustavo Bueno, Op. Cít., pág. 97; y El<br />
Animal Divino, 2ª edición, Pentalfa, Oviedo, 1996, págs. 229-232.
Pablo Infiesta Molleda | Introducción.<br />
i<strong>de</strong>ntificados con los animales, al menos con ciertos animales teriomorfos» 33 .<br />
En resumen, los sujetos operatorios «sólo actúan (en sus ciencias respectivas) en cuanto están inmersos<br />
[…] en un medio social dado, en un eje circular coordinado con un mundo (radial y angular)» 34 . Esta prioridad <strong>de</strong><br />
los otros, <strong>de</strong>l contexto social para las tareas gnoseológicas, no es característica exclusiva <strong>de</strong>l materialismo, sino que<br />
ha sido reconocido por gran parte <strong>de</strong> las corrientes filosófícas actuales, y en particular por las <strong>de</strong> corte<br />
fenomenológico a través <strong>de</strong> la caracterización <strong>de</strong>l ser humano como un ser-con, un Mit-sein. Así, entre las<br />
configuraciones <strong>de</strong>l mundo precursor «hay que contar, en primer lugar, las propias configuraciones sociales, en<br />
sentido estricto (circulares), como puedan serlo las estructuras políticas, <strong>de</strong> clase, familiares, <strong>de</strong> grupo,<br />
ceremoniales, &c., que llamaremos «sociofactos». Pero en el «mundo precursor» hay también configuraciones<br />
radiales; estas configuraciones, o bien son «morfologías fenoménicas» que pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rarse como fragmentos<br />
individualizados <strong>de</strong>l mundo cosmológico («bóveda celeste», «Luna», «mar»), que llamaremos «trazos», o bien son<br />
configuraciones propias <strong>de</strong>l mundo tecnológico, que lamamos «artefactos» (hachas, tejidos, máquinas). También en<br />
el mundo heredado hay configuraciones angulares (religiosas, mitológicas)» 35 , que el materialismo filosófico<br />
insiste en <strong>de</strong>spojar <strong>de</strong> toda connotación espiritualista, por un lado, pero también <strong>de</strong> su adscripción a meras<br />
nebulosas i<strong>de</strong>ológicas asociadas a intereses circulares, por otro. Así pues, para el materialismo filosófico las<br />
configuraciones angulares forman parte <strong>de</strong>l mundo precursor <strong>de</strong> una manera esencial y constitutiva, no acci<strong>de</strong>ntal,<br />
ni <strong>de</strong>rivada.<br />
Aunque el esbozo 36 prece<strong>de</strong>nte haya sido elaborado a propósito <strong>de</strong> la ciencia, tiene la potencialidad <strong>de</strong><br />
discriminar las configuraciones constitutivas <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong>l mundo precursor a partir <strong>de</strong>l cual se construye cualquier<br />
otro resultado <strong>de</strong> la actividad humana, y por tanto resulta extrapolable al análisis <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> constitución <strong>de</strong><br />
otras formaciones cualesquiera 37 . En este caso, estudiaremos la génesis <strong>de</strong>l PGH en cuanto figura institucional<br />
<strong>de</strong>terminada, dada la imposibilidad <strong>de</strong> restringirse a sus componentes estrictamente científicos. La aplicación <strong>de</strong> la<br />
teoría al objeto <strong>de</strong> nuestro estudio pi<strong>de</strong> un <strong>de</strong>sarrollo capaz <strong>de</strong> aumentar su grado <strong>de</strong> precisión y sistematicidad:<br />
sociofactos, trazos, artefactos y mitos compren<strong>de</strong>n a su vez configuraciones diversas que pue<strong>de</strong>n ser distinguidas<br />
críticamente y organizadas en una clasificación más potente.<br />
Los sociofactos, i<strong>de</strong>ntificados con los contenidos <strong>de</strong>l eje circular, constituyen un todo complejo, por <strong>de</strong>cirlo<br />
con Tylor, que no se reduce a las realida<strong>de</strong>s inventariadas más arriba. Pues el eje circular «incorpora todo tipo <strong>de</strong><br />
relaciones que se constituyen en la inmanencia <strong>de</strong> lo humano, <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong> «lo humano» -vasijas,<br />
ceremonias, ciuda<strong>de</strong>s- con «lo humano», o, más en particular, <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong> los hombres con los mismos<br />
33<br />
Bueno, Op. Cít., pág. 97.<br />
34<br />
Gustavo Bueno, Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial, Vol. I, Pentalfa, Oviedo, 1991, pág. 298.<br />
35<br />
Bueno, Op. Cít., pág. 299.<br />
36<br />
En el párrafo anterior se reproduce literalmente la formulación completa <strong>de</strong> la teoría, para que pueda observarse lo escueto <strong>de</strong>l planteamiento.<br />
37<br />
La hipótesis no es propia: en la Historia <strong>de</strong> la Filosofía coordinada por Alberto Hidalgo y Román García, se exponen las configuraciones <strong>de</strong>l<br />
mundo precursor <strong>de</strong> la filosofía griega utilizando esta teoría. Víd. Alberto Hidalgo y Román García Fernán<strong>de</strong>z (Eds.), Historia <strong>de</strong> la<br />
filosofía, Eikasía, Oviedo, 2005, págs. 13-20.<br />
31<br />
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hombres» 38 . A un <strong>de</strong>terminado nivel <strong>de</strong> análisis, resulta <strong>de</strong>masiado genérico aglutinar bajo una misma rúbrica<br />
realida<strong>de</strong>s tan diversas. Cabe solventar la cuestión acudiendo, coyunturalmente, a distinciones tomadas <strong>de</strong> otras<br />
teorías filosóficas o científicas (sociológicas, etc.) cuando resulte necesario. Pero, en este caso, habría que<br />
<strong>de</strong>mostrar la compatibilidad <strong>de</strong> las teorías que tratan <strong>de</strong> solaparse acríticamente, incorporándolas <strong>de</strong> algún modo al<br />
propio sistema <strong>de</strong> referencia, o asumir el riesgo <strong>de</strong> incurrir en inconsistencia o contradicción. La solución<br />
«nominalista», consistente en consi<strong>de</strong>rar cada individualidad integrada en el ámbito <strong>de</strong>l eje circular como<br />
esencialmente distinta <strong>de</strong>l resto, tampoco resulta satisfactoria, porque las distintas configuraciones se nos dibujan<br />
siempre como clases (dadas a distintas escalas) que serían establecidas y agrupadas en cada caso arbitrariamente;<br />
a<strong>de</strong>más, no parece razonable ignorar las estrechas semejanzas existentes entre, pongamos por caso, una vasija y un<br />
plato, respecto <strong>de</strong> un partido <strong>de</strong> fútbol o un centro educativo. Consi<strong>de</strong>ramos, no obstante, que el materialismo<br />
filosófico goza <strong>de</strong> un repertorio conceptual lo suficientemente potente como para respon<strong>de</strong>r al requerimiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
su inmanencia. Los sociofactos, atributivamente 39 consi<strong>de</strong>rados, están dados en el marco <strong>de</strong> esferas culturales<br />
<strong>de</strong>terminadas, y se i<strong>de</strong>ntifican con ciertos rasgos <strong>de</strong> cada esfera cultural (las ánforas atenienses, las instituciones<br />
educativas españolas, o la liga <strong>de</strong> fútbol inglesa).<br />
Por ello, cabe utilizar la clasificación <strong>de</strong> contenidos <strong>de</strong> la cultura morfodinámica 40 , elaborada por Gustavo<br />
Bueno en El mito <strong>de</strong> la cultura, para organizar las distintas configuraciones circulares: manteniendo como criterio<br />
<strong>de</strong> clasificación al sujeto corpóreo, los contenidos pue<strong>de</strong>n referirse en primer lugar a las subjetualida<strong>de</strong>s corpóreas<br />
mismas, en tanto que realizan operaciones. Son, precisamente, las acciones y operaciones realizadas por los sujetos,<br />
como resultado <strong>de</strong> un aprendizaje, las que se consi<strong>de</strong>ran contenidos <strong>de</strong> cultura subjetual o intrasomática: «La<br />
cultura subjetual es necesariamente, por estructura, intrasomática, es <strong>de</strong>cir, implica una modificación o un<br />
mol<strong>de</strong>amiento […] que el cuerpo adquiere tras un aprendizaje. Intrasomático no significa sólo, por tanto, «interior a<br />
la piel», sino simplemente algo que va referido al cuerpo operatorio […] La cultura intrasomática o subjetual no es,<br />
por tanto, cultura subjetiva íntima, en el sentido <strong>de</strong> invisible y sólo experimentable (emic) por el sujeto que «la<br />
incorpora», puesto que también un danzante, un gimnasta o un «culturista» son sujetos <strong>de</strong> cultura intrasomática,<br />
subjetual» 41 . En segundo lugar, los contenidos pue<strong>de</strong>n referirse a las relaciones entre distintos sujetos corpóreos,<br />
cristalizadas en instituciones, ceremonias, costumbres, etc. en el marco <strong>de</strong> una colectividad social, dando lugar a la<br />
cultura intersomática. Por último, la cultura extrasomática o material está constituida por los contenidos culturales<br />
referidos a los objetos materiales exteriores a los sujetos corpóreos: carreteras, libros, o las vasijas a las que<br />
venimos aludiendo 42 . De la aplicación <strong>de</strong> la clasificación <strong>de</strong> las capas <strong>de</strong> la cultura a las formaciones circulares<br />
38 Gustavo Bueno, El sentido <strong>de</strong> la vida. Lectura 2. Sobre el concepto <strong>de</strong> «Espacio Antropológico», Pentalfa, Oviedo, 1996, pág. 98.<br />
39 Introducimos aquí la distinción entre «totalida<strong>de</strong>s atributivas» (T) y «totalida<strong>de</strong>s distributivas» (T), fundamental en la teoría <strong>de</strong>l los todos y las<br />
partes <strong>de</strong>l materialismo filosófico, ejercitada <strong>de</strong>cisivamente en el marco <strong>de</strong>l presente trabajo. Las totalida<strong>de</strong>s atributivas son aquellas cuyas<br />
partes mantienen entre sí relaciones <strong>de</strong> contigüidad (sinalógicas), siendo así que dichas partes están referidas las unas a las otras. En las<br />
totalida<strong>de</strong>s distributivas, las partes mantienen relaciones <strong>de</strong> semejanza (isológicas), participando en el todo <strong>de</strong> forma in<strong>de</strong>pendiente las unas<br />
<strong>de</strong> las otras. La distinción no es absoluta, sino relativa a las partes tomadas como referencia: el círculo, respecto <strong>de</strong> los círculos empíricos, es<br />
una totalidad distributiva; mientras que, respecto <strong>de</strong> los semicírculos que se obtienen trazando su diagonal, es una totalidad atributiva.<br />
40 Entendiendo por ello «la unidad <strong>de</strong>l sistema constituido por la concatenación causal circular <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> contenidos culturales<br />
subjetuales, sociales y materiales, en tanto que una tal concatenación da lugar a un equilibrio dinámico <strong>de</strong> las formas a escala operatoria<br />
dada». Gustavo Bueno, El mito <strong>de</strong> la cultura, 2º ed., Prensa Ibérica, Barcelona, 2004, pág. 254.<br />
41 Gustavo Bueno, El mito <strong>de</strong> la cultura, 2º ed., Prensa Ibérica, Barcelona, 2004, pág. 51. Subrayado nuestro.<br />
42 Víd. Bueno, Op. Cít., págs. 182, 254-255.
Pablo Infiesta Molleda | Introducción.<br />
resultan las siguientes configuraciones <strong>de</strong>l mundo precursor:<br />
a) La cultura intrasomática remite a los sujetos corpóreos en cuanto ejecutan secuencias pautadas <strong>de</strong><br />
operaciones adquiridas mediante el aprendizaje. Así, el gimnasta, el empresario, o el biólogo molecular,<br />
serán actores, configuraciones subjetuales caracterizadas en función <strong>de</strong> su capacidad <strong>de</strong> realizar acciones u<br />
operaciones <strong>de</strong>terminadas, consi<strong>de</strong>radas relevantes en un contexto dado. La noción <strong>de</strong> actor es <strong>de</strong> uso<br />
común en la Sociología <strong>de</strong> la ciencia contemporánea 43 , aunque aquí aparezca incorporada a las<br />
coor<strong>de</strong>nadas <strong>de</strong>l propio sistema.<br />
b) Las configuraciones propias <strong>de</strong> la capa intersomática son, como ya hemos avanzado, las instituciones.<br />
Frente a la concepción i<strong>de</strong>alista y subjetivista <strong>de</strong> las instituciones como ficciones asumidas por un grupo<br />
social, las realida<strong>de</strong>s institucionales se plantean como relaciones materiales entre sujetos a través <strong>de</strong><br />
normas.<br />
c) Los contenidos <strong>de</strong> cultura extrasomática que intersectan con el eje circular son los materiales,<br />
<strong>de</strong>nominación que <strong>de</strong>nota a todas aquéllas configuraciones objetuales resultantes <strong>de</strong> la producción humana.<br />
Quedan así recogidos los términos característicos <strong>de</strong> la Sociología <strong>de</strong> la ciencia <strong>de</strong> orientación cuantitativa,<br />
en la tradición iniciada por Derek <strong>de</strong> Solla Price.<br />
Capas <strong>de</strong> la Cultura Eje circular<br />
Cultura Intrasomática Actores<br />
Cultura Intersomática Instituciones<br />
Cultura Extrasomática Materiales<br />
Antes <strong>de</strong> continuar, es necesario advertir que las configuraciones distinguidas no <strong>de</strong>ben interpretarse en<br />
sentido substancialista. Pues las capas <strong>de</strong> la cultura se relacionan entre sí diaméricamente, esto es, a través <strong>de</strong> sus<br />
partes respectivas 44 . Por ejemplo, la cultura intrasomática consta <strong>de</strong> partes que se relacionan entre sí a través <strong>de</strong><br />
contenidos <strong>de</strong> la cultura intersomática y extrasomática. Aludiendo a las configuraciones, un actor, pongamos por<br />
caso un violinista, sólo pue<strong>de</strong> establecer los nexos entre las partes <strong>de</strong> su actividad interpretativa a través <strong>de</strong><br />
instituciones (una escuela <strong>de</strong> música o un conservatorio) y materiales (el violín y el arco, o las partituras, que<br />
establecen la secuencia misma <strong>de</strong> operaciones a realizar) 45 .<br />
El problema <strong>de</strong> la excesiva generalidad <strong>de</strong> los sociofactos afecta también a trazos, artefactos y mitos. No<br />
insistiremos más en las razones ni en la estrategia <strong>de</strong> resolución, genéricas a los contenidos <strong>de</strong> todos los ejes.<br />
43 Víd. Michel Callon, «Cuatro mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> dinámica <strong>de</strong> la ciencia», en Andoni Ibarra y José A. López Cerezo [Eds.], Desafíos y tensiones<br />
actuales en Ciencia, Tecnología y Sociedad, Bliblioteca Nueva, Madrid, 2001, págs. 27-69.<br />
44 Víd. Gustavo Bueno, «Conceptos conjugados», El Basilisco, 1ª época, nº 1, Pentalfa, Oviedo, 1978, págs. 88-92.<br />
45 Víd. Gustavo Bueno, «La Etología como ciencia <strong>de</strong> la cultura», El Basilisco, 2ª época, nº 9, Pentalfa, Oviedo, 1991, págs. 28-29.<br />
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En el caso <strong>de</strong> las configuraciones <strong>de</strong>l eje radial, no obstante, tenemos que afrontar en primer lugar una cuestión<br />
específica. Pues, en este caso, se dibujan dos clases distintas, los artefactos y los trazos, sin exponer el motivo <strong>de</strong> la<br />
duplicación. En el marco <strong>de</strong> la metodología que estamos construyendo, para dar cuenta <strong>de</strong> la cuestión <strong>de</strong>bemos<br />
introducir nuevos conceptos: en la teoría <strong>de</strong>l espacio antropológico, los ejes están atravesados por dos estratos,<br />
<strong>de</strong>nominados φ y π (iniciales <strong>de</strong> las palabras griegas physis y pneuma, respectivamente). Las <strong>de</strong>terminaciones<br />
φ remiten a las características tradicionalmente consi<strong>de</strong>radas como «naturales», mientras que las <strong>de</strong>terminaciones<br />
π hacen referencia a los caracteres «espirituales» 46 : tomando el ejemplo paleoantropológico ofrecido por Gustavo<br />
Bueno, los restos óseos pertenecen al estrato φ, y las herramientas líticas al estrato π 47 . La distinción ente artefactos<br />
y trazos aparece como resultado <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> los dos estratos <strong>de</strong>l espacio antropológico a los contenidos <strong>de</strong>l<br />
eje radial, pues los trazos son configuraciones φ, y los artefactos configuraciones<br />
πcomosepue<strong>de</strong>comprobarenelejemploanterior.<br />
Si no se introdujese el criterio <strong>de</strong> los estratos, los artefactos podrían<br />
quedar opacados por los trazos, reducidos a su condición <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s físicas, exclusivamente «naturales».<br />
A<strong>de</strong>más, en el contexto <strong>de</strong> la Gnoseología y la Sociología <strong>de</strong> la ciencia es necesario distinguir entre las<br />
configuraciones radiales no operatorias, y las configuraciones dotadas <strong>de</strong> capacidad operatoria, como lo son, en<br />
general, todos aquéllos instrumentos que transforman objetos.<br />
Las entida<strong>de</strong>s radiales se relacionan con el sujeto en cuanto objetos realmente existentes, como<br />
materialida<strong>de</strong>s efectivamente dadas y organizadas en un mundo que envuelve al sujeto. Por ello, las configuraciones<br />
distinguidas pue<strong>de</strong>n ser clasificadas mediante la teoría <strong>de</strong> los Tres Géneros <strong>de</strong> Materialidad. El materialismo<br />
filosófico, en su vertiente ontológico-especial, distingue tres planos en los cuales se or<strong>de</strong>nan las materialida<strong>de</strong>s<br />
mundanas: el Primer Género <strong>de</strong> Materialidad (M1), en el que aparecen las entida<strong>de</strong>s «que se nos ofrecen como<br />
constitutivos <strong>de</strong>l mundo físico exterior; […] todas aquellas entida<strong>de</strong>s, tales como campos electromagnéticos,<br />
explosiones nucleares, edificios o satélites artificiales que giran» 48 , consi<strong>de</strong>radas en su condición <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s<br />
corpóreas. El Segundo Género <strong>de</strong> Materialidad (M2), que compren<strong>de</strong> «los procesos reales dados en el mundo como<br />
“interioridad”» 49 , es <strong>de</strong>cir, como realida<strong>de</strong>s subjetuales, tanto propias como ajenas. Y, por último, el Tercer Género<br />
<strong>de</strong> Materialidad (M3), que remite a objetos abstractos «tales como el espacio proyectivo reglado, las rectas paralelas<br />
[…] conjunto infinito <strong>de</strong> <strong>número</strong>s primos, sistema <strong>de</strong> los cinco poliedros regulares, “Langue” <strong>de</strong> Saussure,<br />
relaciones morales contenidas en el imperativo categórico» 50 , entendidas como realida<strong>de</strong>s esenciales. A efectos <strong>de</strong><br />
la presente clasificación, es importante tener en cuenta también la modulación <strong>de</strong> a teoría que Gustavo Bueno<br />
realizó en su opúsculo Materia: «La materia <strong>de</strong>terminada se nos dará, bien como materia <strong>de</strong>terminada <strong>de</strong>l primer<br />
género (por ejemplo, como una multiplicidad <strong>de</strong> corpúsculos co<strong>de</strong>terminados), o bien como una materia <strong>de</strong> segundo<br />
género (una multiplicidad <strong>de</strong> operaciones interconectadas), o bien como una materia <strong>de</strong> tercer género (por ejemplo,<br />
46 El entrecomillado no es gratuito. Precisamente, la utilización <strong>de</strong> símbolos abstractos obe<strong>de</strong>ce a la pretensión explícita <strong>de</strong> evitar la carga<br />
metafísica históricamente adquirida por las I<strong>de</strong>as «Naturaleza» y «Espíritu».<br />
47 Víd. Gustavo Bueno, El sentido <strong>de</strong> la vida. Lectura 2. Sobre el concepto <strong>de</strong> «Espacio Antropológico», Pentalfa, Oviedo, 1996, págs. 102-108.<br />
48 Gustavo Bueno, Ensayos Materialistas, Taurus, Madrid, 1972, pág. 292.<br />
49 Bueno, Op. Cit.. pág. 293.<br />
50 Bueno, Op. Cit.. pág. 302.
Pablo Infiesta Molleda | Introducción.<br />
una multiplicidad <strong>de</strong> razones dobles constituyendo un sistema)» 51 Así, distinguimos las siguientes configuraciones<br />
<strong>de</strong>l eje radial, en sus vertientes φ y π:<br />
a) φ: Las realida<strong>de</strong>s primogenéricas se correspon<strong>de</strong>n con los cuerpos que constituyen el mundo precursor,<br />
como objetos fisicalistas. Aunque en el planteamiento <strong>de</strong> partida los trazos sean caracterizados como<br />
fenómenos, es necesario <strong>de</strong>stacar su componente fisicalista, como condición <strong>de</strong> posibilidad <strong>de</strong> las<br />
operaciones quirúrgicas inherentes a la elaboración científica (y, en general, a cualquier tipo <strong>de</strong><br />
construcción). Dicho <strong>de</strong> otro modo: «el mar», o «la Luna», como realida<strong>de</strong>s existenciales <strong>de</strong>l mundo en el<br />
que los sujetos están inmersos, no se reducen a su condición <strong>de</strong> fenómenos dados a la percepción con los<br />
que el sujeto establece relaciones apotéticas (a distancia), sino que tienen una dimensión corpórea,<br />
fisicalista, que supone el establecimiento <strong>de</strong> relaciones paratéticas (por contacto).<br />
π: En el al ámbito <strong>de</strong> los artefactos, en este primer sector se dibujan los aparatos, que <strong>de</strong>notan todas<br />
aquéllas entida<strong>de</strong>s corpóreas <strong>de</strong> carácter artefactual 52 .<br />
b) φ: En el plano segundogenérico se dibujan las morfologías fenoménicas, esto es, los objetos en tanto se dan<br />
en función <strong>de</strong> los sujetos operatorios, configurándose «como objetos apotéticos sobre los cuales las<br />
operaciones <strong>de</strong> aproximar y separar adquieren sentido» 53 .<br />
π: Los artefactos vinculados con el segundo género <strong>de</strong> materialidad son los operadores. La capacidad<br />
operatoria no es exclusiva <strong>de</strong> los sujetos humanos, ni siquiera <strong>de</strong> los organismos vivos, pues «un<br />
microscopio o un telescopio […] son operadores que transforman conjuntos <strong>de</strong> fenómenos dados en otros<br />
conjuntos <strong>de</strong> fenómenos» 54 .<br />
c) φ : Las configuraciones radiales terciogenéricas son las estructuras, en cuanto sistemas abstractos <strong>de</strong><br />
relaciones necesarias entre objetos, establecidos por las ciencias, que constituyen también contenidos<br />
ineludibles <strong>de</strong>l mundo que envuelve a los sujetos. Pues, <strong>de</strong> acuerdo con la Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial,<br />
«las sucesivas conformaciones <strong>de</strong>l mundo, que van teniendo lugar por obra <strong>de</strong> las ciencias en el transcurso<br />
<strong>de</strong> los siglos –y que son por tanto […] más una invención <strong>de</strong>l mundo que un <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> sus líneas<br />
ocultas- constituyen parte <strong>de</strong> la misma variación o transformación (más o menos profunda y extensa) <strong>de</strong>l<br />
Mundo» 55 .<br />
π: Correlativamente, en el ámbito <strong>de</strong> los artefactos encontraremos los relatores, configuraciones<br />
tecnológicas capaces <strong>de</strong> dar lugar relaciones abstractas, como puedan ser la balanza o el espectrógrafo 56 .<br />
51<br />
Gustavo Bueno, Materia, Pentalfa, Oviedo, 1990, pág. 32.<br />
52<br />
Esta <strong>de</strong>nominación se utiliza, en un sentido semejante, en la filosofía <strong>de</strong> la ciencia <strong>de</strong> Ian Hacking, que mantiene importantes conexiones con<br />
la Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial. Víd. Ian Hacking, «La autojustificación <strong>de</strong> las ciencias <strong>de</strong> laboratorio», en A<strong>de</strong>laida Ambrogi, Filosofía <strong>de</strong> la<br />
Ciencia: el Giro Naturalista. Universitat <strong>de</strong> les Illes Balears, Servei <strong>de</strong> Publicacions i Intercanvi Cientific, Palma <strong>de</strong> Mallorca, 1999.<br />
53<br />
Gustavo Bueno, Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial, Vol. I, Pentalfa, Oviedo, 1991, pág. 121.<br />
54<br />
Bueno, Op. Cit., pág. 119.<br />
55<br />
Gustavo Bueno, Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial, Vol. III, Pentalfa, Oviedo, 1993, pág. 133. Subrayado nuestro.<br />
56<br />
Víd. Gustavo Bueno, Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial, Vol. I, Pentalfa, Oviedo, 1991, pág. 120.<br />
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Géneros <strong>de</strong><br />
Materialidad<br />
M1<br />
M2<br />
M3<br />
Eje radial<br />
φ π<br />
Cuerpos Aparatos<br />
Morfologías Operadores<br />
Estructuras Relatores<br />
Introducción | Pablo Infiesta Molleda<br />
Como en el caso anterior, las configuraciones radiales tampoco se consi<strong>de</strong>ran en sentido substancial. Los<br />
géneros <strong>de</strong> materialidad utilizados como criterio no son compartimentos estanco cerrados, como los «mundos» <strong>de</strong> la<br />
ontología <strong>de</strong> Karl Popper: una misma entidad existencial pue<strong>de</strong> adscribirse a más <strong>de</strong> un genero <strong>de</strong> materialidad a la<br />
vez. Por ejemplo, una silla <strong>de</strong> oficina es, evi<strong>de</strong>ntemente, una realidad fisicalista; pero también una morfología<br />
fenoménica, y un sistema <strong>de</strong> relaciones geométricas 57 . Ello supone la adopción, <strong>de</strong> nuevo, <strong>de</strong> un enfoque diamérico:<br />
continuando con el ejemplo, la silla, como estructura terciogenérica, es el resultado <strong>de</strong>l establecimiento <strong>de</strong><br />
relaciones entre partes corpóreas dadas como fenómenos a los sujetos operatorios que establecen los nexos.<br />
Antes <strong>de</strong> exponer las configuraciones <strong>de</strong>l eje angular, <strong>de</strong>bemos aludir a la filosofía <strong>de</strong> la religión <strong>de</strong>l<br />
materialismo filosófico. En El Animal Divino, Gustavo Bueno establece que la religión tiene su origen en la<br />
relación (angular) <strong>de</strong> los sujetos humanos con los animales numinosos 58 . Dado que el numen tiene una referencia<br />
realmente existente, a saber, el animal, y que la relación que el sujeto establece con el animal no es ilusoria, sino<br />
también real, práctica e incluso constitutiva <strong>de</strong> su humanidad misma, la religión «originaria» es una religión<br />
verda<strong>de</strong>ra 59 . Así, «los númenes, y lo numinoso <strong>de</strong> los númenes, son categorías específicas <strong>de</strong> la vida religiosa. Esto<br />
significa que todo aquello que pueda consi<strong>de</strong>rarse como dado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong> las relaciones entre los hombres<br />
y los númenes […] ha <strong>de</strong> levar el sello <strong>de</strong> la religiosidad» 60 . Pero la religión no se reduce a su núcleo, que se<br />
<strong>de</strong>spliega en un curso en el cual se van incorporando distintos materiales a su cuerpo. Dentro <strong>de</strong>l curso <strong>de</strong> la<br />
religión se distinguen tres fases o estadios «que <strong>de</strong>nominamos respectivamente: estadio <strong>de</strong> la religión primaria (o<br />
nuclear), estadio <strong>de</strong> la religión secundaria (o mitológica) y estadio <strong>de</strong> la religión terciaria (o metafísica)» 61 . La<br />
religión primaria, que se exten<strong>de</strong>ría aproximadamente «<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las últimas etapas <strong>de</strong>l Musteriense hasta las últimas<br />
etapas [...] <strong>de</strong>l Magdaleniense» 62 , se caracteriza por «la relación simbólica <strong>de</strong>l hombre con el animal numinoso, en<br />
57<br />
Víd. Gustavo Bueno, Ensayos Materialistas, Taurus, Madrid, 1972, págs. 293-294, 324; y Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial, Vol. V, Pentalfa,<br />
Oviedo, 1993, pág. 139.<br />
58<br />
La <strong>de</strong>notación <strong>de</strong> esta rúbrica no abarca la totalidad <strong>de</strong> las especies zoológicas, sino que se circunscribe a los animales con los cuales el<br />
hombre establece relaciones prácticas <strong>de</strong> acecho, amenaza, engaño, lucha, temor, odio, recelo, protección, adoración, etc. De este modo, «lo<br />
numinoso se presenta sólo en algunos invertebrados (sobre todo insectos […]) y, sobre todo, en vertebrados, tanto en la clase reptiles<br />
(serpientes principalmente) como en la clase <strong>de</strong> las aves o <strong>de</strong> los mamíferos «mastozoos» (osos, renos, búfalos, bueyes, chacales, mandriles,<br />
leones…)». Gustavo Bueno, El Animal Divino, 2º edición, Pentalfa, Oviedo, 1996, págs. 209-210.<br />
59<br />
Víd. Bueno, Op. Cit., págs. 152-154, 178-187.<br />
60 Bueno, Op. Cit., pág. 152.<br />
61 Bueno, Op. Cit., pág. 235.<br />
62 Bueno, Op. Cit., pág. 236.
Pablo Infiesta Molleda | Introducción.<br />
cuanto referencia real <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong>l símbolo sagrado» 63 , presente en manifestaciones culturales como las pinturas<br />
rupestres. La religión secundaria supone el cambio <strong>de</strong> referencias <strong>de</strong> los númenes, que se i<strong>de</strong>ntifican ahora con<br />
entida<strong>de</strong>s imaginarias, muchas veces antropomórficas, que po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>nominar dioses, tal y como aparecen en el<br />
contexto <strong>de</strong> las religiones animistas y politeístas 64 . La fase terciaria «podría enten<strong>de</strong>rse como un período<br />
esencialmente crítico <strong>de</strong> la mitología secundaria, en tanto tien<strong>de</strong> a reducir y simplificar el <strong>de</strong>lirio politeísta en la<br />
dirección <strong>de</strong>l monoteísmo metafísico» 65 , realizando una sistematización racional <strong>de</strong> carácter metafísico mediante la<br />
Teología <strong>de</strong> las «religiones <strong>de</strong>l libro» (cristianismo, judaísmo e islamismo); con lo cual «podríamos caracterizar al<br />
período terciario <strong>de</strong> las religiones como su período teológico –frente al período mitológico» 66 . Dado que los<br />
contenidos angulares se constituyen en el curso <strong>de</strong> la religión, las fases distinguidas pue<strong>de</strong>n servir <strong>de</strong> criterio para<br />
<strong>de</strong>terminar las configuraciones <strong>de</strong>l mundo precursor dadas en el eje angular, suponiendo que la religiosidad<br />
primaria y secundaria siguen existiendo, bajo ciertos aspectos, en un contexto terciario 67 :<br />
a) La religiosidad primaria se dice siempre por relación a los númenes realmente existentes, entendidos como<br />
sujetos dotados <strong>de</strong> inteligencia y voluntad distintos <strong>de</strong>l hombre, e i<strong>de</strong>ntificados con los animales 68 . No es<br />
necesario <strong>de</strong>stacar la importancia que los númenes, como configuraciones dadas en el mundo precursor,<br />
tienen para ciencias como la Etología o la Antropología Cultural; y, en general, para diversas prácticas<br />
humanas como la caza, e incluso para las relaciones interculturales.<br />
b) Los mitos, como entramados narrativos imaginarios en los cuales se articulan dioses, genios, démones,<br />
espíritus y otras formaciones características <strong>de</strong> la religiosidad secundaria, serían también configuraciones<br />
<strong>de</strong>l mundo precursor. En nuestro presente, los contenidos principales <strong>de</strong> los mitos, así entendidos, no son<br />
ya tanto los dioses <strong>de</strong> las religiones politeístas, cuanto los extraterrestres y los «metahumanos» o «post-<br />
humanos», temas recurrentes <strong>de</strong> los géneros <strong>de</strong> ciencia-ficción y fantasía, el cómic <strong>de</strong> superhéroes, o las<br />
especulaciones pseudocientíficas. Menoscabar su importancia supondría ignorar componentes relevantes<br />
<strong>de</strong> prácticas tecnocientíficas como los intentos <strong>de</strong> establecer contacto con vida inteligente alienígena 69 , o la<br />
propia ingeniería genética, en cuanto lleva incorporada la posibilidad <strong>de</strong> rebasar las <strong>de</strong>terminaciones<br />
63 Bueno, Op. Cit., pág. 298.<br />
64 Víd. Bueno, Op. Cit., pág. <strong>26</strong>5.<br />
65 Bueno, Op. Cit., pág. 280.<br />
66 Bueno, Op. Cit., pág. 278.<br />
67 Por ejemplo, Alfonso Fernán<strong>de</strong>z Tresguerres caracteriza a la corrida <strong>de</strong> toros como una ceremonia angular, «la cual ha <strong>de</strong> ser vista […] como<br />
una refluencia <strong>de</strong> antiguas formas <strong>de</strong> religiosidad primaria y secundaria que perviven (como juego) en el seno <strong>de</strong> las religiones terciarias».<br />
Alfonso Fernán<strong>de</strong>z Tresguerres, Los dioses olvidados. Caza, toros y filosofía <strong>de</strong> la religión, Pentalfa, Oviedo, 1993, pág. 156.<br />
68 Y también con otros hombres «en la medida en que estos manifiestan propieda<strong>de</strong>s animales», es <strong>de</strong>cir, en tanto que son consi<strong>de</strong>rados como<br />
«bestias» o como «superanimales» por los miembros <strong>de</strong> una esfera cultural <strong>de</strong>terminado. Un ejemplo <strong>de</strong>l primer caso sería la posición <strong>de</strong><br />
Ginés <strong>de</strong> Sepúlveda respecto a los indios americanos, consi<strong>de</strong>rados «bárbaros, incultos e inhumanos». La segunda posibilidad, aunque<br />
entreverada en este caso con aspectos <strong>de</strong> religiosidad secundaria, pue<strong>de</strong> ser ilustrada con la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l capitán James Cook con el<br />
dios Erono Lono por parte <strong>de</strong> los nativos hawaianos; pues, aunque Cook-Lono fuera un dios, y por tanto no humano (emic), era también,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, un sujeto corpóreo con el cual se podían establecer relaciones prácticas: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la adoración y la solicitud <strong>de</strong> protección, al<br />
asesinato y el tratamiento ritual <strong>de</strong> sus restos mortales. Víd. Gustavo Bueno, Op. Cit., págs. 213-215. Juan Ginés <strong>de</strong> Sepúlveda, Demócrates<br />
segundo o <strong>de</strong> las justas causas <strong>de</strong> la guerra contra los Indios, CSIC, Instituto Francisco <strong>de</strong> Vitoria, Madrid, 1984. Marshall Sahlins, «La<br />
apoteosis <strong>de</strong>l capitán Cook», en Michel Izard y Pierre Smith, La función simbólica, Júcar, Madrid, 1989, págs. 321-353.<br />
69 Por ejemplo, el Proyecto SETI. Víd. http://seti.astroseti.org/setiathome/que.php<br />
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biológicas <strong>de</strong>l genero humano 70 . Asimismo, los mitos vertebran en gran medida religiones <strong>de</strong> fuerte<br />
contenido secundario, como los neopaganismos, y sectas <strong>de</strong> gran predicamento (el Movimiento raeliano, la<br />
Cienciología, etc.).<br />
c) Las configuraciones <strong>de</strong> la religiosidad terciaria serán las doctrinas, en cuanto formulaciones objetivas <strong>de</strong><br />
las creencias propias <strong>de</strong> las religiones monoteístas, que necesitan <strong>de</strong>l concurso <strong>de</strong> la Teología dogmática<br />
para su elaboración y fundamentación, dado el carácter abstracto <strong>de</strong> sus referentes (el Dios cristiano, Alá,<br />
etc.), y su inserción en sistemas doctrinales o «cuerpos <strong>de</strong> doctrina» 71 . Las doctrinas orientan y limitan la<br />
praxis <strong>de</strong> los sujetos humanos, pudiendo incluso plasmarse en normas o leyes <strong>de</strong> una sociedad<br />
<strong>de</strong>terminada, como es bien sabido.<br />
Dado que las formaciones <strong>de</strong> la religiosidad primaria y secundaria están integradas en la fase <strong>de</strong> la<br />
religiosidad terciaria, y que una misma realidad existencial pue<strong>de</strong> reunir aspectos característicos <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los<br />
períodos, es necesario advertir, una vez más, contra las posibles interpretaciones substancialistas <strong>de</strong> las<br />
configuraciones <strong>de</strong>l mundo precursor distinguidas, en este caso, en el eje angular. Por ejemplo, la purísima<br />
concepción <strong>de</strong> Jesús en el seno <strong>de</strong> la Virgen María por obra <strong>de</strong>l Espíritu Santo es una doctrina <strong>de</strong> la Iglesia Católica,<br />
pero, a su vez, adquiere el formato <strong>de</strong> un mito en el que intervienen númenes (la paloma, o el propio Jesucristo en<br />
su doble condición <strong>de</strong> Dios y hombre).<br />
Las configuraciones <strong>de</strong>l mundo precursor, distinguidas y organizadas mediante los criterios expuestos en<br />
las páginas anteriores, quedarían clasificadas tal y como se recoge en la siguiente tabla:<br />
Criterios relativos a<br />
cada eje 72<br />
a) Actores<br />
b) Instituciones<br />
Fases <strong>de</strong> la Religión Eje Angular<br />
Religiosidad Primaria Númenes<br />
Religiosidad Secundaria Mitos<br />
Religiosidad Terciaria Doctrinas<br />
Configuraciones <strong>de</strong>l Mundo Precursor<br />
Espacio Antropológico<br />
Eje Circular Eje Radial Eje Angular<br />
φ π<br />
Cuerpos Aparatos Númenes<br />
Morfologías Operadores Mitos<br />
c) Materiales Estructuras Relatores Doctrinas<br />
70<br />
Víd. Lee M. Silver, «Consecuencias para el futuro <strong>de</strong> las innovaciones en biotecnología», Sistema, nº 196, Fundación Sistema, Madrid, 2007,<br />
págs. 3-16.<br />
71<br />
Víd. Gustavo Bueno, Cuestiones cuodlibetales sobre Dios y la religión, Mondadori, Madrid, 1989, págs. 88-104.<br />
72<br />
Las capas <strong>de</strong> la cultura respecto <strong>de</strong>l eje circular, los géneros <strong>de</strong> materialidad respecto <strong>de</strong>l eje radial, y las fases <strong>de</strong> la religión respecto <strong>de</strong>l eje<br />
angular.
Pablo Infiesta Molleda | Introducción.<br />
Concluimos esta parte analítica <strong>de</strong> la metodología propuesta haciendo referencia al carácter abstracto y<br />
esencial <strong>de</strong> las configuraciones distinguidas, ya apuntada en las argumentaciones anteriores que sirvieron <strong>de</strong><br />
precaución crítica contra el substancialismo. Des<strong>de</strong> una perspectiva distributiva, un contenido <strong>de</strong>l mundo precursor<br />
pue<strong>de</strong> enclasarse en más <strong>de</strong> un eje y en más <strong>de</strong> una configuración: un telescopio es un operador, capaz <strong>de</strong> generar<br />
fenómenos nuevos a partir <strong>de</strong> objetos dados (por ejemplo, los cráteres <strong>de</strong> la Luna, como resultado <strong>de</strong> observar a<br />
través <strong>de</strong>l telescopio un fenómeno dado previamente, a saber, el «disco lunar» con trazados irregulares en la<br />
superficie); pero también es un aparato, una realidad fisicalista <strong>de</strong> tipo π, y un cuerpo, si se le consi<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
perspectiva φ (como entidad físico-química, haciendo abstracción <strong>de</strong> su condición tecnológica); asimismo, como<br />
objeto apotético dado a un sujeto cualquiera, es una morfología fenoménica, y en cuanto incorpora un sistema <strong>de</strong><br />
relaciones geométricas, ópticas, etc. pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse una estructura; incluso, rebasando los límites <strong>de</strong>l eje radial,<br />
el telescopio es un material, un contenido <strong>de</strong> la cultura extrasomática. Esto supone que las configuraciones no se<br />
dan inmediatamente, coordinadas <strong>de</strong> modo biunívoco con entida<strong>de</strong>s existenciales. Así, la propia distinción analítica<br />
exige un <strong>de</strong>sarrollo sintético, con el que mantiene conexiones circulares; pues la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> las<br />
configuraciones analíticamente distinguidas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> la inserción <strong>de</strong> los contenidos <strong>de</strong>l mundo precursor en<br />
marcos sintéticos <strong>de</strong> carácter procesual. Y ésto porque el mundo precursor es un mundo en marcha, en el cual las<br />
distintas configuraciones se constituyen en cuanto que están engranadas con otras (y <strong>de</strong>sconectadas <strong>de</strong> unas<br />
terceras) en contextos histórico-culturales que las <strong>de</strong>terminan: el telescopio anteriormente referido se configura<br />
como un operador en el contexto <strong>de</strong> la constitución <strong>de</strong> la mecánica celeste, en relación a los fenómenos<br />
astronómicos que transforma (planetas, satélites, estrellas), a las operaciones quirúrgicas <strong>de</strong> los actores que lo<br />
utilizan (Galileo, Tycho Brahe), a las estructuras esenciales que se construyen mediante su concurso (las órbitas<br />
elípticas <strong>de</strong> los planetas), etc. Pero un telescopio barroco, ubicado en un museo <strong>de</strong> historia <strong>de</strong> la ciencia, sería más<br />
bien un material <strong>de</strong> la cultura extrasomática <strong>de</strong>l siglo XVII en Occi<strong>de</strong>nte.<br />
Por todo ello, para que nuestra metodología resulte operativa, necesitamos introducir nuevas herramientas<br />
conceptuales a<strong>de</strong>cuadas al or<strong>de</strong>n sintético. Partimos aquí <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> contexto histórico <strong>de</strong>terminante, tal y<br />
como lo <strong>de</strong>fine Alberto Hidalgo: «conjunto <strong>de</strong> circunstancias y formaciones históricas heterogéneas, pero<br />
mutuamente relacionadas <strong>de</strong> diversas formas, que confluyen en una época concreta y constituyen in medias res<br />
ámbitos empíricos <strong>de</strong>terminados, en cuyo seno cristalizan sintéticamente figuras institucionales específicas» 73 .<br />
Como se pue<strong>de</strong> colegir <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición anterior, el contexto histórico <strong>de</strong>terminante se dice por relación a la figura<br />
institucional <strong>de</strong>terminada «que cristaliza por «confluencia» en su seno, <strong>de</strong> modo que ésta <strong>de</strong>be aparecer como<br />
segregada a partir <strong>de</strong> los componentes localizables analíticamente en aquél» 74 . Dichos componentes son los factores<br />
o cursos diversos, <strong>de</strong> cuya convergencia resulta la figura institucional <strong>de</strong>terminada <strong>de</strong> referencia, siendo así que «el<br />
contexto histórico <strong>de</strong>terminante contiene en su seno todos los factores que la figura específica requiere para su<br />
73 Alberto Hidalgo, Gnoseología <strong>de</strong> las ciencias <strong>de</strong> la organización administrativa. La organización <strong>de</strong> la ciencia y la ciencia <strong>de</strong> la organización,<br />
Servicio <strong>de</strong> publicaciones <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Oviedo, Oviedo, 1991, pág. 55.<br />
74 Hidalgo, Op. Cit., pág. 56.<br />
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constitución» 75 . Ahora bien, la figura institucional <strong>de</strong>terminada no es una resultancia objetiva, fruto <strong>de</strong> unas<br />
supuestas leyes mecánicas que rigieran los procesos históricos. Semejante concepción atentaría contra los principios<br />
ontológicos, gnoseológicos y antropológicos que venimos ejercitando, por cuanto negaría el concurso activo <strong>de</strong> los<br />
sujetos operatorios en la producción <strong>de</strong> la realidad 76 . Así, el papel <strong>de</strong>l contexto histórico <strong>de</strong>terminante, a gran<strong>de</strong>s<br />
rasgos, «consiste precisamente en posibilitar el conjunto <strong>de</strong> «operaciones», por cuya acción cristalizan los<br />
entramados estructurales localizados» 77 . El punto <strong>de</strong> partida, evi<strong>de</strong>ntemente, ha <strong>de</strong> ser la figura institucional<br />
<strong>de</strong>terminada, a partir <strong>de</strong> la cual, regresando hacia los factores que la constituyen, será posible reconstruir su<br />
contexto histórico <strong>de</strong>terminante, progresando así hacia la figura <strong>de</strong> la que se parte, y dando razón <strong>de</strong> su génesis en<br />
el proceso.<br />
El engranaje entre los conceptos planteados en el párrafo anterior, y las configuraciones distinguidas, viene<br />
dado por la teoría <strong>de</strong> los todos y las partes: la figura institucional <strong>de</strong>terminada se consi<strong>de</strong>ra como una totalidad<br />
atributiva cuyas partes constituyentes son las configuraciones <strong>de</strong>l mundo precursor; previamente recortadas,<br />
conformadas y relacionadas en ciertos marcos que i<strong>de</strong>ntificamos con los cursos <strong>de</strong>l contexto histórico <strong>de</strong>terminante,<br />
<strong>de</strong> cuya intersección resulta la figura <strong>de</strong> referencia, siendo así partes <strong>de</strong>terminantes 78 suyas. Las partes que<br />
constituyen una figura institucional <strong>de</strong>terminada no se i<strong>de</strong>ntifican con las configuraciones <strong>de</strong>l mundo precursor en<br />
toda su extensión. Si así fuera, todo estaría relacionado con todo, y por tanto sería ininteligible. Atendiendo al<br />
principio <strong>de</strong> symploké, ya formulado por Platón en los orígenes <strong>de</strong> la filosofía académica 79 , algunas partes <strong>de</strong>ben<br />
estar relacionadas entre sí, pero <strong>de</strong>sconectadas <strong>de</strong> otras, para que el lógos sea posible. En este sentido, el contexto<br />
histórico <strong>de</strong>terminante aglutina las configuraciones pertinentes, y segrega las <strong>de</strong>más, <strong>de</strong>limitando así el entorno <strong>de</strong><br />
la figura; lo cual permite cumplir el requisito cartesiano <strong>de</strong> la distinción (respecto <strong>de</strong> otras formaciones y<br />
configuraciones <strong>de</strong>l mundo, con las que no <strong>de</strong>be confundirse). Los límites no son sólo espaciales, sino también<br />
temporales: no cabe un regreso al infinito. Los cursos <strong>de</strong>l contexto, en tanto que en su seno se conforman las<br />
propias configuraciones que constituirán el dintorno 80 <strong>de</strong> la figura, y se establecen sus relaciones mutuas, aportan<br />
claridad a la reconstrucción. Son estas precisiones las que salvan la funcionalidad <strong>de</strong> la metodología, que, como el<br />
lector ya habrá advertido, es circular: partimos <strong>de</strong> una totalidad compuesta <strong>de</strong> partes, que resulta ser también el<br />
punto <strong>de</strong> llegada. Ahora bien, el círculo no es vicioso porque, en el momento inicial, la totalidad y sus partes<br />
aparecen en estado <strong>de</strong> confusión, oscuridad y dispersión, mientras que, una vez realizada la reconstrucción, se<br />
alcanza una situación <strong>de</strong> claridad, distinción y coordinación. Por ello, el punto <strong>de</strong> partida y la conclusión no son<br />
esencialmente lo mismo.<br />
75<br />
Hidalgo, Op. Cit., pág. 56.<br />
76<br />
Víd. Gustavo Bueno, Ensayos Materialistas, Taurus, Madrid, 1972, pág. 469-470.<br />
77<br />
Hidalgo, Op. Cit., pág. 57.<br />
78<br />
Las partes constituyentes son fragmentos que integran la totalidad por agregación, mientras que las partes <strong>de</strong>terminantes son relaciones entre<br />
fragmentos, que conforman la totalidad por intersección. Víd. Gustavo Bueno, Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial, Vol. III, Pentalfa, Oviedo, 1993,<br />
págs. 81-83; y Vol. V, pág. 221.<br />
79<br />
Víd. Platón, Sofista, 259 b-<strong>26</strong>2 e, en Diálogos V, Gredos, Madrid, págs. 456-466.<br />
80<br />
El dintorno <strong>de</strong> una figura es el conjunto <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s que están comprendidas en ella. El contorno, por su parte, es el conjunto <strong>de</strong> las<br />
entida<strong>de</strong>s que mantienen con la figura relaciones constitutivas, aunque ésta no las incluya. Víd. Gustavo Bueno, Teoría <strong>de</strong>l Cierre<br />
Categorial, Vol. III, Pentalfa, Oviedo, 1993, págs. 77-79; y Vol. V, págs. 194-195.
Pablo Infiesta Molleda | Introducción.<br />
3. Planteamiento general.<br />
Una vez realizadas todas estas consi<strong>de</strong>raciones, quizá un tanto farragosas dado su grado <strong>de</strong> abstracción,<br />
estamos ya en condiciones <strong>de</strong> replantear la cuestión <strong>de</strong> la génesis <strong>de</strong>l PGH rectificando los tratamientos habituales;<br />
lo que supone, a<strong>de</strong>más dotar <strong>de</strong> carne al esqueleto que venimos componiendo, para completar así la exposición <strong>de</strong><br />
la metodología con el necesario trámite <strong>de</strong> su aplicación.<br />
Como ya avanzamos en su momento, el PGH es una figura institucional <strong>de</strong>terminada, cuyos factores<br />
<strong>de</strong>terminantes se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>tectar siguiendo la estela <strong>de</strong> sus partes constituyentes. En una primera aproximación, es<br />
evi<strong>de</strong>nte que la estructura <strong>de</strong>l ADN, los aparatos <strong>de</strong> secuenciación, o las instituciones gubernamentales<br />
norteamericanas forman parte ineludible <strong>de</strong>l PGH: sin cualquiera <strong>de</strong> ellas, la secuenciación <strong>de</strong>l genoma no hubiera<br />
sido posible. Así, será necesario afrontar el análisis <strong>de</strong> las partes más significativas, si se quiere dar cuenta <strong>de</strong> la<br />
totalidad. Ahora bien, dichas partes no surgen ex nihilo, sino que están dadas previamente a la puesta en marcha <strong>de</strong>l<br />
Proyecto, como configuraciones <strong>de</strong>l mundo precursor en el que se constituye. Por ello, será necesario regresar<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el PGH hasta los factores que permitan dar razón <strong>de</strong> la conformación <strong>de</strong>l ADN, los secuenciadores, las<br />
enzimas <strong>de</strong> restricción, y en general todas aquéllas partes que aparezcan como significativas en un principio. Un<br />
proce<strong>de</strong>r semejante se impone a cualquier investigación sobre el tema, sean cuales sean su orientación y sus<br />
coor<strong>de</strong>nadas, e in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> las intenciones y representaciones <strong>de</strong>l investigador al respecto. Recor<strong>de</strong>mos,<br />
en este sentido, el análisis <strong>de</strong> las obras que estudiaban la génesis <strong>de</strong>l PGH; pues, en este aspecto, no cabe sino<br />
convenir con la totalidad <strong>de</strong> los trabajos que aquí se someten a crítica.<br />
Nuestro planteamiento permite también abarcar <strong>de</strong> forma coherente la pluralidad <strong>de</strong> ámbitos inherentes al<br />
proceso <strong>de</strong> constitución <strong>de</strong>l PGH, y consecuentemente a todo intento <strong>de</strong> abordar su estudio (como ya pudimos<br />
constatar cuando <strong>de</strong>tectábamos contenidos «internos» -científicos- en obras <strong>de</strong> orientación «externalista», y<br />
contenidos «externos» -sociales- en obras «internalistas»). Pues, como señala Alberto Hidalgo, «el concepto <strong>de</strong><br />
«contexto histórico <strong>de</strong>terminante» y su correlativo <strong>de</strong> «figura institucional <strong>de</strong>terminada» pue<strong>de</strong> servir […] para<br />
aglutinar como factores la perspectiva histórica interna <strong>de</strong> las ciencias con la perspectiva sociológica externa,<br />
iluminando ambas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva estrictamente gnoseológica» 81 . En efecto, el contexto histórico<br />
<strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l PGH incluye configuraciones estrictamente científicas (la estructura <strong>de</strong>l ADN), pero también<br />
tecnológicas (los secuenciadores), sociales (el Instituto Nacional <strong>de</strong> Salud), etc. Así, queda disuelta la dicotomía<br />
interno/externo respecto <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> una realidad científica, que será también, siempre, una realidad<br />
institucional 82 . Ahora bien, frente a las obras consi<strong>de</strong>radas, la metodología propuesta muestra por qué es necesario<br />
abordar una multiplicidad <strong>de</strong> ámbitos, y rebasar los planteamientos unilaterales: siendo el PGH una totalidad<br />
constituida por distintas partes, pertenecientes a distintos ámbitos, cualquier reconstrucción <strong>de</strong>be afrontarlos, operar<br />
con ellos, necesariamente. Los motivos no son ya «pedagógicos», o acaso epistemológicos, como parecía suponer<br />
81 Hidalgo, Op. Cit., pág. 66.<br />
82 Sin perjuicio <strong>de</strong> que, en análisis gnoseológicos <strong>de</strong> otra índole, quepa distinguir componentes internos y externos al campo <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada<br />
ciencia. A éste respecto, Víd. Gustavo Bueno, Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial, Vol. I, Pentalfa, Oviedo, 1991, págs. 136-137, 219-225.<br />
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Lee, sino ontológicos y gnoseológicos. De ahí su condición imperativa: lo <strong>de</strong>cisivo no es que el PGH no se entienda<br />
al margen <strong>de</strong>l gen; sino que, sin el gen, no hay secuenciación posible.<br />
Asimismo, las herramientas conceptuales propuestas permiten solucionar los problemas <strong>de</strong> oscuridad y<br />
confusión <strong>de</strong>tectados en las obras prece<strong>de</strong>ntes. En su revisión se hacía patente algo que, <strong>de</strong> cualquier modo, es una<br />
exigencia lógico-material plasmada en el principio <strong>de</strong> symploké: no todos los procesos <strong>de</strong>l mundo están<br />
relacionados con el PGH, sino que cualquier examen <strong>de</strong> la cuestión distingue un repertorio limitado <strong>de</strong> tópicos<br />
generales. Tampoco aquí preten<strong>de</strong>mos originalidad: en gran medida, los materiales empíricos recogidos en esta<br />
investigación serán los mismos que aparecen en otros trabajos. Principalmente, porque su relación con el PGH es<br />
indisoluble. Sin embargo, el entorno dibujado en cada caso aparecía como un conjunto borroso, dando lugar a<br />
graves problemas <strong>de</strong> caracterización, conexión y <strong>de</strong>limitación, que aumentaban al comparar unas obras con otras y<br />
constatar, más allá <strong>de</strong> las importantes semejanzas existentes, sus diferencias a este respecto. En nuestros términos,<br />
el problema se reformula <strong>de</strong>l siguiente modo: ¿dón<strong>de</strong> <strong>de</strong>tener el regressus iniciado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las partes i<strong>de</strong>ntificadas en<br />
el PGH? Partiendo <strong>de</strong>l ADN, ¿<strong>de</strong>bemos llegar hasta las primeras experiencias técnicas <strong>de</strong>l hombre con los factores<br />
hereditarios (como hacía Lee), basta con volver a Men<strong>de</strong>l, o acaso sólo son relevantes las teorías genéticas vigentes<br />
en los años inmediatamente anteriores al inicio <strong>de</strong>l Proyecto? Des<strong>de</strong> luego, para po<strong>de</strong>r respon<strong>de</strong>r hace falta habilitar<br />
algún criterio explícito. En nuestro caso, regresamos hacia los cursos en los cuales se configuran las partes <strong>de</strong>l<br />
PGH, <strong>de</strong>teniendo el proceso regresivo cuando se pier<strong>de</strong> la escala a la que aparecen dadas en un principio,<br />
transformándose en otras configuraciones diferentes insertadas en otros contextos. Así, para dar cuenta <strong>de</strong>l genoma<br />
ya no será necesario traer a colación el origen <strong>de</strong> la agricultura, ni siquiera los trabajos <strong>de</strong> Men<strong>de</strong>l. Porque la<br />
configuración <strong>de</strong> referencia no se i<strong>de</strong>ntifica con las prácticas agrícolas, ni con las regularida<strong>de</strong>s establecidas en la<br />
distribución <strong>de</strong> los rasgos hereditarios <strong>de</strong> los guisantes, sino con la estructura <strong>de</strong>l ADN; tallada a la escala <strong>de</strong> la<br />
Biología molecular, que en sus teoremas incorpora todos los <strong>de</strong>sarrollos anteriores que pudieran resultar pertinentes<br />
como especificaciones suyas. De este modo, es posible <strong>de</strong>limitar con el rigor suficiente el contexto histórico<br />
<strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l PGH.<br />
No obstante, quedan aún por establecer los factores <strong>de</strong>l contexto. ¿Habrá que recorrer, acaso, un curso por<br />
cada configuración <strong>de</strong>tectada en un principio? A la luz <strong>de</strong> la clasificación realizada, las configuraciones no<br />
aparecerán ya como elementos aislados, o relacionados <strong>de</strong> modo confuso, sino como conjuntos <strong>de</strong> artefactos,<br />
sociofactos y trazos 83 . Agrupando las configuraciones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio, será posible regresar hacia tramas<br />
constitutivas comunes a cada uno <strong>de</strong> los conjuntos, don<strong>de</strong> las partes aparecen ya recortadas y concatenadas a un<br />
mismo nivel. De este modo, se perfilan tres cursos como factores <strong>de</strong>l contexto histórico <strong>de</strong>terminante:<br />
83 Omitimos las configuraciones <strong>de</strong>l eje angular, por no haber <strong>de</strong>tectado ninguna parte constituyente <strong>de</strong>l PGH que pueda asimilarse a númenes,<br />
mitos o doctrinas. Esto no implica que dichas configuraciones no tengan parte alguna en la génesis <strong>de</strong>l Proyecto. Los contenidos angulares<br />
aparecerán en relación con los ortogramas que orientan las acciones <strong>de</strong> los sujetos implicados en la elaboración <strong>de</strong> los planes y programas<br />
que intervienen en la cristalización <strong>de</strong>l PGH.
Pablo Infiesta Molleda | Introducción.<br />
1. El curso <strong>de</strong> los trazos (cuerpos, morfologías y estructuras), que i<strong>de</strong>ntificamos con la constitución <strong>de</strong> la<br />
Biología molecular como ciencia.<br />
2. El curso <strong>de</strong> los artefactos (aparatos, operadores y relatores), que se conforman en el marco <strong>de</strong> la<br />
Biotecnología.<br />
3. El curso <strong>de</strong> los sociofactos (actores, instituciones y materiales), <strong>de</strong>terminados por la incorporación <strong>de</strong> la<br />
Biología a la Big Science.<br />
Los factores aparecen, regresivamente, <strong>de</strong>finidos por su vinculación a las configuraciones <strong>de</strong> un solo eje,<br />
en cada caso. Pero, en el progressus, será posible encontrar cualquier tipo <strong>de</strong> configuraciones en cada uno <strong>de</strong> los<br />
cursos. Por ejemplo, James Watson, como actor, alcanza una gran importancia en el curso <strong>de</strong> la constitución <strong>de</strong> la<br />
Biología molecular como co<strong>de</strong>scubridor <strong>de</strong> la doble hélice. Pero lo que interesa, a efectos <strong>de</strong> la génesis <strong>de</strong>l PGH, es<br />
que su condición <strong>de</strong> actor como primer director <strong>de</strong>l Proyecto está <strong>de</strong>terminada por su inserción en un marco <strong>de</strong><br />
relaciones sociales e institucionales dadas a la escala <strong>de</strong> la Big Science. El ejemplo <strong>de</strong> Watson sirve, también, para<br />
mostrar las conexiones existentes entre los factores distinguidos que, tal y como venimos exponiendo, no son<br />
compartimentos estanco. Tendremos oportunidad <strong>de</strong> precisar esta caracterización general en los siguientes<br />
capítulos, <strong>de</strong>dicados a la reconstrucción <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los cursos.<br />
El formato <strong>de</strong> la metodología, en su aplicación, es el <strong>de</strong> la «anamórfosis», concepto general con el que<br />
Gustavo Bueno <strong>de</strong>signa todos aquéllos procesos en los que se constituyen nuevas realida<strong>de</strong>s por recombinación o<br />
refundición <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s preexistentes 84 . La anamórfosis resulta <strong>de</strong> la negación <strong>de</strong> las metodologías reductivas.<br />
Como hemos visto, no cabe <strong>de</strong>ducir el PGH <strong>de</strong> ninguno <strong>de</strong> los cursos alcanzados regresivamente, consi<strong>de</strong>rados <strong>de</strong><br />
forma aislada. Por ejemplo, recorriendo el curso <strong>de</strong> la Biología molecular no po<strong>de</strong>mos progresar hacia el PGH<br />
porque, al margen <strong>de</strong> sus componentes tecnológicos y sociales, conformados en otros ámbitos, la reconstrucción es<br />
imposible. Ni siquiera la yuxtaposición <strong>de</strong> los factores, una vez alcanzado un punto <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong>l progressus en<br />
cada uno <strong>de</strong> ellos, da lugar al Proyecto. Así, la reconstrucción sólo pue<strong>de</strong> completarse cuando se <strong>de</strong>scomponen los<br />
marcos <strong>de</strong> referencia y, por confluencia, se recombinan ciertas partes suyas en la figura institucional <strong>de</strong>terminada.<br />
La convergencia <strong>de</strong> los cursos que da lugar al PGH no se reduce, tampoco, al propio <strong>de</strong>sarrollo interno <strong>de</strong><br />
los mismos, sino que resulta <strong>de</strong> a aplicación <strong>de</strong> planes y programas conscientemente formulados por sujetos<br />
operatorios. Cuyas acciones no son fruto <strong>de</strong> una «voluntad libérrima» carente <strong>de</strong> toda <strong>de</strong>terminación, tesis que<br />
<strong>de</strong>scartamos por metafísica, sino que están orientadas por ortogramas, «materias formalizadas capaces <strong>de</strong> actuar<br />
como mol<strong>de</strong>s activos o programas en la conformación <strong>de</strong> materiales dados». Aplicado al sujeto, el concepto <strong>de</strong><br />
ortograma se entien<strong>de</strong> «como un dispositivo que controla las secuencias operatorias (preceptúales, verbales, etc.)»,<br />
sin que se reduzca a la esfera subjetiva: «los ortogramas, aunque actúan en los sujetos individualmente, tienen<br />
siempre un origen social e histórico […] e incluso muchas veces sólo en situaciones intersubjetivas son capaces <strong>de</strong><br />
84 Víd. Gustavo Bueno, Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial, Vol. V, Pentalfa, Oviedo, 1993, págs. 159-171.<br />
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Introducción | Pablo Infiesta Molleda<br />
ejercer su influjo» 85 . La lucha contra las enfermeda<strong>de</strong>s, los propósitos eugenésicos, o la obtención <strong>de</strong> beneficios<br />
económicos, tópicos habituales que no están contemplados en los cursos establecidos, pero que son también<br />
ineludibles, serán consi<strong>de</strong>rados como ortogramas que intervienen <strong>de</strong>cisivamente en la cristalización <strong>de</strong>l PGH.<br />
Por último, advertimos que la reconstrucción realizada en los capítulos que siguen es filosófica, por la mediación<br />
<strong>de</strong>l entramado <strong>de</strong> I<strong>de</strong>as que sustenta nuestra metodología, y por tanto no preten<strong>de</strong> dar lugar a conclusiones<br />
categóricas. La complejidad <strong>de</strong> los procesos implicados en los cursos que se reconstruyen limita aún más las<br />
pretensiones <strong>de</strong>l trabajo, que <strong>de</strong> ningún modo pue<strong>de</strong> ser exhaustivo, y en varios tramos tendrá que apoyarse en<br />
supuestos e hipótesis que requerirían mayor fundamentación. Esperamos cumplir, al menos, el objetivo <strong>de</strong> mostrar<br />
la pertinencia, y acaso la potencia <strong>de</strong>l enfoque filosófico en el contexto <strong>de</strong> las investigaciones sobre la génesis <strong>de</strong>l<br />
PGH.<br />
85 Gustavo Bueno, Cuestiones cuodlibetales sobre Dios y la religión, Mondadori, Madrid, 1989, págs. 392-393.
Pablo Infiesta Molleda | Capítulo I. La constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia.<br />
Capítulo I. La constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia.<br />
Pablo Infiesta Molleda<br />
La realización <strong>de</strong>l PGH supuso la utilización <strong>de</strong> diversas técnicas <strong>de</strong> cartografiado y secuenciación <strong>de</strong>l genoma, que<br />
por su gran complejidad no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>tallar aquí120. En términos muy generales, los mapas <strong>de</strong>l genoma permiten<br />
i<strong>de</strong>ntificar y aislar genes individuales, esto es, fragmentos <strong>de</strong> ADN que codifican una <strong>de</strong>terminada ca<strong>de</strong>na<br />
polipeptídica. Por su parte, la secuenciación consiste en la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las bases nitrogenadas <strong>de</strong>l<br />
ADN. Las técnicas implicadas en ambos procesos, aunque plurales y heterogéneas, tienen su origen en el ámbito <strong>de</strong><br />
la Biotecnología.<br />
No resulta problemático localizar analíticamente en el seno <strong>de</strong>l PGH un conjunto <strong>de</strong> elementos que aparecen como<br />
aparatos, operadores y relatores: por ejemplo, las enzimas <strong>de</strong> restricción utilizadas para cortar el ADN,<br />
secuenciadores automáticos como el ABI 373A, o los potentes or<strong>de</strong>nadores y programas informáticos utilizados<br />
para procesar la información obtenida. Sin embargo, dada la heterogeneidad <strong>de</strong> los elementos distinguidos, es<br />
necesario regresar hacia el curso en el cual se configuran y se organizan, estableciendo sus conexiones (y<br />
<strong>de</strong>sconexiones) mutuas. Los artefactos que posibilitan la secuenciación <strong>de</strong>l genoma humano son aquellos que<br />
permiten realizar operaciones quirúrgicas (<strong>de</strong> unión y separación) no sólo sobre el ADN, como se suele afirmar<br />
frecuentemente <strong>de</strong> manera reductiva, sino, en general, sobre los trazos que se constituyen en el ámbito <strong>de</strong> la<br />
Biología molecular y la Bioquímica, analizados en el capítulo anterior. Mediante la aplicación <strong>de</strong> este criterio,<br />
po<strong>de</strong>mos circunscribir el curso que da razón <strong>de</strong>l plano tecnológico <strong>de</strong>l PGH a la génesis y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la<br />
Biotecnología, evitando así la confusión inherente a un regressus hacia técnicas anteriores dadas a otra escala, como<br />
pudieran ser las técnicas <strong>de</strong> selección artificial aplicadas sobre los organismos. A<strong>de</strong>más, queda establecido un<br />
nexo fundamental entre dos <strong>de</strong> los factores <strong>de</strong>l contexto histórico <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l<br />
PGH, que contribuye a clarificar su entramado.<br />
Una <strong>de</strong>scripción precisa pue<strong>de</strong> consultarse en Peter Sudbery, Genética Molecular Humana, (Pearson Prentice Hall,<br />
Madrid, 2004, págs. 56-142).<br />
-------------------<br />
En un primer contacto, la dimensión científica <strong>de</strong>l PGH remite a un conjunto <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n<br />
biológico: bases nitrogenadas, genes, enzimas, SNP’s 1 , etc., sobre las cuales se ejercitan las operaciones<br />
tecnológicas que dan lugar a la secuenciación <strong>de</strong>l genoma. Un examen más atento muestra que todos los cuerpos,<br />
morfologías y estructuras que forman parte constituyente <strong>de</strong>l PGH pue<strong>de</strong>n circunscribirse al campo <strong>de</strong> la Biología<br />
molecular, con lo cual están dados a la misma escala (hecho que no <strong>de</strong>bería resultar sorpren<strong>de</strong>nte, por cuanto es<br />
condición <strong>de</strong> la continuidad operatoria exigida para po<strong>de</strong>r alcanzar resultados exitosos). Esta primera suposición,<br />
que habrá que constatar en la reconstrucción ulterior, permite regresar hacia el curso <strong>de</strong> la constitución <strong>de</strong> la<br />
Biología molecular, como factor <strong>de</strong>l contexto histórico <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l PGH, sin tener que retrotraerse a procesos<br />
1 Polimorfismos <strong>de</strong> un solo nucleótido, nomenclados por sus siglas en inglés.<br />
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Capítulo I. La constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia | Pablo Infiesta Molleda<br />
anteriores <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la Biología para dar razón <strong>de</strong> la conformación y conexión <strong>de</strong> los trazos que forman parte<br />
<strong>de</strong> la figura <strong>de</strong> referencia.<br />
Dado que tratamos acerca <strong>de</strong> la constitución <strong>de</strong> una disciplina científica, salen al paso varios problemas<br />
gnoseológicos <strong>de</strong> gran calado, que exigirían una investigación específica para su resolución. Por nuestra parte, nos<br />
limitaremos a aplicar el instrumental metodológico propuesto. Pero eso no implica que sea lícito ignorar cuestiones<br />
filosóficas centrales, entretejidas con la reconstrucción que vamos a realizar: como veremos a lo largo <strong>de</strong>l presente<br />
capítulo, es el formato gnoseológico <strong>de</strong> la doble hélice el que motiva su condición <strong>de</strong> terminus ad quem <strong>de</strong>l<br />
regressus, y el estatuto gnoseológico <strong>de</strong> la Biología molecular el que sustenta su condición <strong>de</strong> factor <strong>de</strong>l contexto<br />
histórico <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l PGH. Dado que los límites <strong>de</strong>l presente trabajo impi<strong>de</strong>n una fundamentación estricta,<br />
asumimos la hipótesis planteada a este respecto por Alberto Hidalgo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Teoría <strong>de</strong>l cierre categorial: «el<br />
<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la estructura helicoidal <strong>de</strong>l ADN es un «teorema» (o «célula gnoseológica») <strong>de</strong> carácter<br />
modulante, cuyo contexto <strong>de</strong>terminado se mantiene <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la bioquímica, aun cuando el proceso <strong>de</strong> confluencia<br />
que lo genera y posibilita <strong>de</strong>sborda histórica y gnoseológicamente este marco, pues implica <strong>de</strong>sarrollos teóricos y<br />
tecnológicos en otras ciencias» 2 . El teorema <strong>de</strong> la doble hélice, así interpretado, constituiría el hito fundamental en<br />
la génesis <strong>de</strong> la Biología molecular como disciplina científica 3 .<br />
1. Los orígenes <strong>de</strong> la Biología molecular: la doble hélice.<br />
A efectos <strong>de</strong> la reconstrucción <strong>de</strong>l contexto histórico <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l PGH, la tesis central que<br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>remos a lo largo <strong>de</strong> este apartado es la siguiente: la estructura helicoidal <strong>de</strong>l ADN surge <strong>de</strong> la concatenación<br />
<strong>de</strong> varios cursos operatorios, que implican una pluralidad <strong>de</strong> actores, instituciones, artefactos, etc. A<strong>de</strong>más, por su<br />
formato gnoseológico cerrado, sintetiza las líneas <strong>de</strong> investigación anteriores, configurando y articulando sus<br />
contenidos a escala molecular. Para ilustrar estas afirmaciones, comenzaremos exponiendo <strong>de</strong> forma sucinta los<br />
acontecimientos que condujeron a la doble hélice:<br />
En 1944, Oswald Avery, junto con Colin McLeod y Maclyn McCarthy, había i<strong>de</strong>ntificado el «principio<br />
transformador» con el ADN: unos años atrás, el microbiólogo Fred Griffith había constatado que una bacteria<br />
inofensiva podía transformarse en una variedad patógena cuando las bacterias <strong>de</strong>l primer tipo estaban en presencia<br />
<strong>de</strong> bacterias muertas <strong>de</strong>l segundo tipo. Las operaciones realizadas en el laboratorio <strong>de</strong>l Instituto Rockefeller por<br />
2 Alberto Hidalgo, «La Biología molecular: ¿revolución o cierre?», en Alberto Hidalgo y Gustavo Bueno Sánchez [Eds.], Actas <strong>de</strong>l I Congreso<br />
<strong>de</strong> teoría y Metodología <strong>de</strong> las Ciencias, Pentalfa, Oviedo, 1982, pág. 300. Los conceptos filosóficos utilizados aparecen brevemente<br />
expuestos en el mismo artículo. Su <strong>de</strong>sarrollo sistemático pue<strong>de</strong> consultarse en Gustavo Bueno, Teoría <strong>de</strong>l Cierre Categorial, Vols. I-V,<br />
pentalfa, Oviedo, 1991-1993.<br />
3 Tesis que, por otra parte, está convencionalmente asumida, tanto en los estudios más eruditos como en la concepción popular <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>scubrimiento, por lo cual su adopción no <strong>de</strong>bería resultar problemática (aunque sí, hasta cierto punto, acrítica).
Pablo Infiesta Molleda | Capítulo I. La constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia.<br />
Avery, McLeod y McCarthy consistieron en <strong>de</strong>struir uno por uno los componentes bioquímicos <strong>de</strong> las células<br />
muertas, hasta que, una vez eliminado el ADN, la transformación <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> producirse. Dado que la transformación<br />
era genética, el factor responsable <strong>de</strong>bía correspon<strong>de</strong>rse con el material hereditario. La mayoría <strong>de</strong> los bioquímicos<br />
rechazó la extensión <strong>de</strong> semejante conclusión a la totalidad los seres vivos, consi<strong>de</strong>rando que las proteínas, por su<br />
mayor complejidad estructural, eran mejores candidatos que los ácidos nucleicos: cuatro bases nitrogenadas<br />
parecían muy pocas para codificar todos los rasgos <strong>de</strong> un organismo complejo. No obstante, el trabajo <strong>de</strong> Avery y<br />
sus colaboradores tuvo una buena acogida entre los genetistas. El propio McCarthy fue invitado en 1946 a uno <strong>de</strong><br />
los simposios celebrados en Cold Spring Harbor por el <strong>de</strong>nominado «grupo <strong>de</strong> los fagos», encabezado por Max<br />
Delbrück y Salvador Luria 4 . La curiosa <strong>de</strong>nominación proce<strong>de</strong> <strong>de</strong>l principal objeto <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong>l grupo: el<br />
virus bacteriófago T-2 <strong>de</strong> la Escherichia coli, que inyecta su «principio transformador», su ADN, en la bacteria<br />
hospedadora. Entre 1940 y 1950, cada vez más científicos se centraron en el estudio <strong>de</strong> los fagos, que, por su<br />
sencillez, eran ejemplares privilegiados para intentar <strong>de</strong>terminar cómo los genes actuaban sobre los rasgos<br />
hereditarios.<br />
James Watson, alumno <strong>de</strong> Luria, era uno <strong>de</strong> los miembros mas jóvenes <strong>de</strong>l grupo, y en 1950 fue a<br />
Copenhage a hacer una investigación posdoctoral sobre la química <strong>de</strong> los ácidos nucleicos. Sin embargo, en 1951<br />
Watson asistió a una conferencia pronunciada en un congreso sobre macromoléculas por Maurice Wilkins, en la que<br />
mostraba una fotografía <strong>de</strong> la molécula <strong>de</strong> ADN obtenida por difracción <strong>de</strong>l rayos X. Aunque la imagen no arrojaba<br />
ningún resultado concluyente, mostraba que los ácidos nucleicos podían cristalizarse, y por tanto abría la<br />
posibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar una estructura regular. A raíz <strong>de</strong> la conferencia <strong>de</strong> Wilkins, Watson comenzó a interesarse<br />
por el enfoque estructural en el estudio <strong>de</strong>l gen, y se trasladó al Laboratorio Cavendish <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />
Cambridge. Allí entró en contacto con Francis Crick, un físico <strong>de</strong> formación que compartía el interés <strong>de</strong> Watson por<br />
el ADN. Cuando Watson llegó al Cavendish, Crick formaba parte <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> investigación sobre las estructuras<br />
tridimensionales <strong>de</strong> las proteínas. El grupo estaba dirigido por Max Perutz, que llevaba varios años estudiando la<br />
difracción <strong>de</strong> rayos X en cristales <strong>de</strong> hemoglobina. Con él colaboraba Lawrence Bragg, uno <strong>de</strong> los fundadores <strong>de</strong> la<br />
cristalografía, que había <strong>de</strong>sarrollado la técnica <strong>de</strong> difracción cuarenta años antes, y en ese momento director <strong>de</strong><br />
Cavendish 5 .<br />
La cristalografía <strong>de</strong> rayos X proporcionaba una manera <strong>de</strong> obtener la estructura <strong>de</strong> una molécula mediante<br />
el análisis <strong>de</strong>l patrón <strong>de</strong> difracción que se produce cuando un haz <strong>de</strong> rayos X se proyecta sobre un cristal en el que<br />
las moléculas están organizadas regularmente en tres dimensiones. El patrón, no obstante, no se parece en absoluto<br />
a una fotografía convencional, sino que muestra una figura compuesta por puntos <strong>de</strong> intensidad variable. De este<br />
modo, la <strong>de</strong>ducción <strong>de</strong> la estructura a partir <strong>de</strong>l patrón no es inmediata: cada punto correspon<strong>de</strong> a una onda<br />
difractada por las moléculas que están en un <strong>de</strong>terminado plano <strong>de</strong>l cristal. En principio, la estructura molecular <strong>de</strong>l<br />
4<br />
Víd. Maclyn McCarthy, The Transforming Principle. Discovering that Genes Are Ma<strong>de</strong> of DNA, W. W. Norton & Company, Nueva York, págs.<br />
72-81, 195-212.<br />
5<br />
Víd. James Watson, La doble hélice, Alianza, Madrid, 2000, págs. 29-34, 44-59.<br />
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cristal se podría reconstruir mediante métodos matemáticos, conociendo las amplitu<strong>de</strong>s y las fases <strong>de</strong> las ondas<br />
refractadas. Pero la fase (esto es, las posiciones <strong>de</strong> los picos y valles <strong>de</strong> la onda en relación con la placa fotográfica)<br />
se pier<strong>de</strong> en el proceso <strong>de</strong> registro, con lo cual el patrón sólo es indicativo. Para resolver el «problema <strong>de</strong> la fase»,<br />
es necesario elaborar un mo<strong>de</strong>lo y comparar los patrones <strong>de</strong> difracción calculados a partir <strong>de</strong>l mismo con los<br />
observados en la fotografía obtenida por difracción. Éste será el enfoque adoptado por Watson y Crick para<br />
<strong>de</strong>terminar la estructura <strong>de</strong>l ADN 6 .<br />
Pero no a<strong>de</strong>lantemos acontecimientos. El mismo año en que Watson inició su fructífera relación con Crick,<br />
la joven cristalógrafa Rosalind Franklin se incorporó al grupo <strong>de</strong> Maurice Wilkins en el King’s College <strong>de</strong> Londres<br />
con el propósito <strong>de</strong> analizar la estructura <strong>de</strong>l ADN mediante las técnicas <strong>de</strong> difracción. Franklin comenzó un estudio<br />
sistemático <strong>de</strong> las fibras <strong>de</strong> ADN, y ya en un primer momento consiguió patrones <strong>de</strong> difracción más precisos. Su<br />
aportación <strong>de</strong>cisiva consistió en la distinción entre dos formas <strong>de</strong>finidas <strong>de</strong> la molécula <strong>de</strong> ADN, dadas en función<br />
<strong>de</strong> la humedad relativa <strong>de</strong> la cabina en la que se obtenían las fotografías: la forma «A», que Franklin <strong>de</strong>nominó<br />
«cristalina», se encuentra por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> un 75% <strong>de</strong> humedad relativa, mientas que por encima <strong>de</strong> dicho punto se<br />
produce una brusca transición a la forma «B» o «húmeda». Las investigaciones anteriores habían estado trabajando<br />
con una mezcla indistinta <strong>de</strong> las dos formas, con lo cual quedaban obsoletas 7 .<br />
Franklin expuso sus conclusiones en un coloquio celebrada en el King’s College en noviembre <strong>de</strong> 1951. La<br />
interpretación <strong>de</strong> las imágenes obtenidos en su trabajo con difracción <strong>de</strong> rayos X le condujo a formular, con la<br />
máxima cautela, la hipótesis <strong>de</strong> que la estructura molecular <strong>de</strong> la forma A podía ser un haz helicoidal <strong>de</strong> varias<br />
ca<strong>de</strong>nas, con los grupos fosfato que forman su esqueleto en el exterior. En sus notas, editadas por Robert Olby,<br />
pue<strong>de</strong> leerse lo siguiente: «Pruebas <strong>de</strong> estructura espiral. 1) Es altamente improbable una ca<strong>de</strong>na recta, sin retorcer,<br />
<strong>de</strong>bido a fuerzas <strong>de</strong>scompensadas; 2) la ausencia <strong>de</strong> reflexiones sobre el meridiano <strong>de</strong> la forma cristalina sugiere<br />
una estructura espiral, en la que la <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> electrones proyectada sobre el eje <strong>de</strong> la fibra [<strong>de</strong> ADN] es casi<br />
uniforme, y 3) la presencia <strong>de</strong> un marcado período <strong>de</strong> 27 Å […] <strong>de</strong>be significar que solamente aparecen nucleótidos<br />
en posiciones equivalentes a intervalos <strong>de</strong> 27 Å. Esto sugiere que 27 Å es la longitud <strong>de</strong> una vuelta <strong>de</strong> la espiral. El<br />
empaquetado hexagonal sugiere que sólo hay una hélice (que posiblemente contenga una ca<strong>de</strong>na) por punto<br />
reticular […] Conclusión. O bien la estructura es una gran hélice, o bien una hélice más pequeña formada por varias<br />
ca<strong>de</strong>nas» 8 . Entre el público asistente, se encontraba James Watson, gracias a la buena relación existente entre<br />
Wilkins y Crick.<br />
El planteamiento <strong>de</strong> la estructura helicoidal <strong>de</strong>l ADN no era novedoso: el propio Maurice Wilkins<br />
manejaba la hipótesis <strong>de</strong> una sola ca<strong>de</strong>na en espiral, basándose en las investigaciones prece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> William<br />
Astbury, pionero en la aplicación <strong>de</strong> las técnicas <strong>de</strong> difracción <strong>de</strong> rayos X al ADN, y Sven Furberg, quien había<br />
6<br />
Víd. Aaron Klug, «El <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la doble hélice <strong>de</strong>l ADN», en Torsten Kru<strong>de</strong> [Ed.], Cambios en la ciencia y en la sociedad, Akal,<br />
Madrid, 2008, págs. 12-13.<br />
7<br />
Víd. Robert Olby, El camino hacia la doble hélice, Alianza, Madrid, 1991, págs. 487-488.<br />
8<br />
Rosalind Franklin, 1951, notas editadas por Robert Olby en Op. Cit., págs. 495-496.
Pablo Infiesta Molleda | Capítulo I. La constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia.<br />
llegado a plantear un mo<strong>de</strong>lo en 1949 9 . En 1950, Linus Pauling, el químico más eminente <strong>de</strong> la época, estableció<br />
que la disposición en la que se pliegan las ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> aminoácidos para formar las proteínas respondía a una<br />
estructura helicoidal que <strong>de</strong>nominó «hélice-α». Las primeras conversaciones entre Watson y Crick, si hemos <strong>de</strong><br />
hacer caso a éste último, versaron sobre la posibilidad <strong>de</strong> aplicar el método <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> Pauling<br />
para <strong>de</strong>terminar la estructura <strong>de</strong>l ADN 10 .<br />
Seis semanas <strong>de</strong>spués, con los resultados estructurales que Watson había recogido <strong>de</strong> Franklin, <strong>de</strong>cidieron<br />
elaborar su propio mo<strong>de</strong>lo: tres ca<strong>de</strong>nas helicoidales, con los fosfatos en el interior y las bases nitrogenadas<br />
apuntando hacia fuera. El mo<strong>de</strong>lo se ajustaba a las imágenes obtenidas por difracción <strong>de</strong> rayos X, pero cuando fue<br />
presentado al grupo <strong>de</strong>l King’s College, se <strong>de</strong>scubrió que Watson había calculado un contenido <strong>de</strong> agua diez veces<br />
inferior al <strong>de</strong> las muestras <strong>de</strong> Franklin 11 . El rotundo fracaso trajo consigo el veto <strong>de</strong> Lawrence Bragg a cualquier<br />
trabajo posterior sobre ADN en el Cavendish.<br />
Por su parte, Franklin continuó <strong>de</strong>sarrollando una aproximación experimental a la forma A <strong>de</strong> ADN<br />
mediante cristalografía analítica, reforzada en su convicción <strong>de</strong> que los datos existentes eran insuficientes para<br />
plantearse siquiera la construcción <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo. En 1952, un resultado erróneo en una muestra le hizo albergar<br />
serias dudas sobre la forma helicoidal <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l ADN en su forma A (impregnando a Wilkins con su<br />
escepticismo) aunque no llegase a <strong>de</strong>scartar la posibilidad. Pero, en enero <strong>de</strong> 1953, la aplicación <strong>de</strong>l método <strong>de</strong> la<br />
superposición <strong>de</strong> Patterson dio lugar a un hallazgo fundamental: si la estructura <strong>de</strong> la forma A es helicoidal, ésta<br />
<strong>de</strong>be consistir en dos ca<strong>de</strong>nas que van en direcciones opuestas, relacionadas por un eje <strong>de</strong> simetría doble<br />
perpendicular al eje <strong>de</strong> la fibra. Al volver sobre la forma B <strong>de</strong> ADN, cuyo patrón <strong>de</strong> rayos X era claramente<br />
indicativo <strong>de</strong> algún tipo <strong>de</strong> estructura en hélice, Franklin establece una correspon<strong>de</strong>ncia con los resultados<br />
obtenidos sobre la forma A; concluyendo, por tanto, que el ADN en su forma B está constituido por dos ca<strong>de</strong>nas<br />
helicoidales 12 .<br />
Mientras Rosalind Franklin se acercaba a la doble hélice, Watson y Crick volvían al ruedo <strong>de</strong>l ADN gracias<br />
a la intervención <strong>de</strong> Linus Pauling. El químico genial, no contento con haber establecido el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> las ca<strong>de</strong>nas<br />
<strong>de</strong> aminoácidos en las proteínas, anunciaba a principios <strong>de</strong> 1953 que tenía una estructura para el ADN cuya<br />
publicación era inminente. Cuando el manuscrito llegó a Cavendish, Watson y Crick se encontraron con una<br />
estructura <strong>de</strong> tres ca<strong>de</strong>nas, con un esqueleto <strong>de</strong> azúcar-fosfato central. Curiosamente, Pauling había cometido un<br />
gravísimo error químico, pues, en tanto que los grupos fosfato no estaban ionizados, no había nada que mantuviera<br />
las ca<strong>de</strong>nas unidas. Sin embargo, la entrada en juego <strong>de</strong> Pauling provocó que Lawrence Bragg, quien mantenía una<br />
antigua rivalidad con el químico, liberase a Watson y Crick <strong>de</strong> su anterior prohibición, permitiéndoles volver a sus<br />
9 Víd. Olby, Op. Cit., págs. 477-480, 482-486.<br />
10 Víd. James Watson, ADN. El secreto <strong>de</strong> la vida, Taurus, Madrid, 2003, pág. 43.<br />
11 Víd. Olby, Op. Cit., págs. 499-513.<br />
12 Víd. Klug, Op. Cit., págs. 23-25.<br />
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investigaciones sobre el ADN 13 .<br />
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La brillantez <strong>de</strong> Pauling era indudable, pero, sin conocer los resultados obtenidos mediante las técnicas <strong>de</strong><br />
difracción en el King’s College, era imposible <strong>de</strong>terminar el <strong>número</strong> <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>nas que componían la estructura, y la<br />
posición <strong>de</strong> sus elementos. Cuando Watson fue al King’s a entregar una copia <strong>de</strong>l manuscrito <strong>de</strong> Pauling, Wilkins le<br />
mostró una imagen muy perfeccionada <strong>de</strong> la forma B <strong>de</strong> ADN que Franklin había obtenido en 1952, cuyo formato<br />
helicoidal era inequívoco. Esta fotografía aportaba, a<strong>de</strong>más, los parámetros necesarios para establecer la distancia<br />
<strong>de</strong> repetición <strong>de</strong> los núcleotidos (34 Å, indicando 10 unida<strong>de</strong>s por vuelta <strong>de</strong> la hélice), el ángulo <strong>de</strong> la hélice (36º), y<br />
el diámetro <strong>de</strong> la molécula (20 Å). Las conclusiones <strong>de</strong> Franklin acerca <strong>de</strong>l eje <strong>de</strong> simetría <strong>de</strong> la molécula <strong>de</strong> ADN,<br />
conocidas por Crick, terminaron <strong>de</strong> apuntalar las hipótesis <strong>de</strong> Watson, que venía trabajando sobre la construcción <strong>de</strong><br />
mo<strong>de</strong>los helicoidales <strong>de</strong> dos ca<strong>de</strong>nas. Watson y Crick tuvieron también en cuenta los argumentos <strong>de</strong> Franklin acerca<br />
<strong>de</strong> la posición exterior <strong>de</strong>l armazón <strong>de</strong> la molécula compuesto por grupos fosfato. Así pues, sólo restaba encajar las<br />
bases, ubicadas unas sobre otras en el interior <strong>de</strong> la molécula. Tras rectificar la fórmula química incorrecta que<br />
estaba utilizando para resolver el problema, por advertencia <strong>de</strong> un compañero <strong>de</strong> oficina, Watson <strong>de</strong>dujo que podía<br />
encajar la a<strong>de</strong>nina con la timina, y la guanina con la citosina, formando pares. Este apareamiento estructural<br />
coincidía con las «reglas» establecidas unos años antes por el bioquímico Erwin Chargaff para la composición<br />
química <strong>de</strong> las bases, según las cuales la cantidad <strong>de</strong> a<strong>de</strong>nina en una molécula <strong>de</strong> ADN es igual a la <strong>de</strong> timina, y la<br />
<strong>de</strong> guanina a la <strong>de</strong> citosina. De este modo, en marzo <strong>de</strong> 1953 la estructura <strong>de</strong>l ADN quedaba resuelta 14 .<br />
Un par <strong>de</strong> meses más tar<strong>de</strong>, Watson y Crick presentarían su mo<strong>de</strong>lo en los celebérrimos artículos <strong>de</strong><br />
Nature. Básicamente, la estructura <strong>de</strong>l ADN, tal y como la <strong>de</strong>scribieron Watson y Crick, se compone <strong>de</strong> dos ca<strong>de</strong>nas<br />
helicoidales formadas por la superposición <strong>de</strong> nucleótidos enlazados. Cada nucleótido está formado por un grupo<br />
fosfato, unido a un azúcar <strong>de</strong>nominado <strong>de</strong>soxirribosa, que a su vez está unido a una base (a<strong>de</strong>nina, guanina, citosina<br />
o timina). Los grupos fosfato y los azúcares forman el esqueleto <strong>de</strong> cada ca<strong>de</strong>na, y las ca<strong>de</strong>nas están unidas por sus<br />
bases mediante enlaces covalentes, <strong>de</strong> tal forma que la citosina siempre se enlaza con la guanina, y la a<strong>de</strong>nina con la<br />
timina» 15 . Las repercusiones <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>scrito para las cuestiones genéticas prece<strong>de</strong>ntes fue inmediatamente<br />
advertida por Watson y Crick: «El esqueleto fosfato-azúcar <strong>de</strong> nuestro mo<strong>de</strong>lo es completamente regular, pero<br />
cualquier secuencia <strong>de</strong> pares <strong>de</strong> bases pue<strong>de</strong> encajar en la estructura. Ello permite que en una molécula larga sean<br />
posibles muchas permutaciones diferentes, y por tanto parece probable que la secuencia precisa <strong>de</strong> las bases sea el<br />
código que porta la información genética. Si fuera dado el or<strong>de</strong>n real <strong>de</strong> las bases <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong>l par,<br />
podríamos anotar el or<strong>de</strong>n exacto <strong>de</strong> las bases <strong>de</strong> la otra ca<strong>de</strong>na, a causa <strong>de</strong> la especificidad <strong>de</strong>l emparejamiento.<br />
Así, una ca<strong>de</strong>na es, como si dijéramos, el complemento <strong>de</strong> la otra, y este es el hecho que sugiere cómo pue<strong>de</strong><br />
autoreplicarse la molécula <strong>de</strong> ácido <strong>de</strong>soxirribonucleico» 16 . De este modo, quedaba establecida no sólo la<br />
13 Víd. Olby, Op. Cit., págs. 554-556.<br />
14 Víd. Olby, Op. Cit., págs. 556-587.<br />
15 Víd. James Watson y Francis Crick, «Molecular Structure of Nucleic Acids. A Structure for Deoxyribose Nucleic Acid», y «Genetical<br />
Implications of the Structure of Deoxyribonucleic Acid», Nature, 171, 1953, págs. 737-738, 964-967. Reproducidos en Pedro García<br />
Barreno [Dir.], Cincuenta años <strong>de</strong> ADN. La doble hélice, Espasa, Madrid, 2003, págs. 114-115, 118-120.<br />
16 Watson y Crick, «Genetical Implications of the Structure of Deoxyribonucleic Acid», reproducido en García Barreno [Dir.], Op. Cit., pág. 119.
Pablo Infiesta Molleda | Capítulo I. La constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia.<br />
arquitectura <strong>de</strong> la macromolécula <strong>de</strong> ADN, sino también su modo <strong>de</strong> duplicación. Las conexiones con el PGH<br />
comienzan ya a hacerse explícitas.<br />
Des<strong>de</strong> nuestro enfoque, en el relato anterior po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>tectar una multiplicidad heterogénea <strong>de</strong><br />
configuraciones que, conformadas y articuladas en cursos operatorios diversos, se van co<strong>de</strong>terminando en un<br />
proceso <strong>de</strong> gran complejidad hasta dar lugar a la estructura <strong>de</strong>l ADN. Des<strong>de</strong> luego, los fenómenos estrictamente<br />
biológicos, radiales (bases nitrogenadas, azúcares, fosfatos, moléculas <strong>de</strong> ADN, nucleótidos, etc.) quedan<br />
establecidos y conectados <strong>de</strong> modo necesario en el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Watson y Crick, como hemos visto. Pero también las<br />
instituciones o los actores mencionados aparecen, en el contexto histórico <strong>de</strong>terminante que estamos perfilando,<br />
dados en función <strong>de</strong> su participación en la construcción <strong>de</strong>l teorema <strong>de</strong> la doble hélice.<br />
Y ello, como avanzamos, por su formato gnoseológico, esto es, por su condición <strong>de</strong> teorema en el que se<br />
sintetizan ciertos contenidos previamente roturados en distintos campos científicos. El ADN, las bases nitrogenadas,<br />
los elementos químicos que componen el esqueleto <strong>de</strong> azúcar fosfato, etc. son términos pertenecientes a los campos<br />
<strong>de</strong> varias ciencias, que confluyen en el teorema <strong>de</strong> la doble hélice, <strong>de</strong> tal manera que se configuran, organizan y<br />
resuelven a nivel molecular. Así, no es necesario remontarse hasta el origen remoto <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> las partes <strong>de</strong><br />
or<strong>de</strong>n biológico que podamos i<strong>de</strong>ntificar en el dintorno <strong>de</strong>l PGH; pues, en cuanto configuraciones <strong>de</strong>l mundo<br />
precursor, reciben su formato en el marco <strong>de</strong> la Biología molecular, cuyo primer teorema es, precisamente, el<br />
mo<strong>de</strong>lo helicoidal <strong>de</strong>l ADN <strong>de</strong> Watson y Crick.<br />
Ejemplificaremos nuestra tesis con las bases nitrogenadas, en cuanto morfologías fenoménicas sobre las<br />
cuales se realizan las operaciones que dan lugar a la secuenciación <strong>de</strong>l genoma humano. Las bases tienen su origen<br />
en el campo <strong>de</strong> la Bioquímica. Ya en 1920, el químico ruso Phoebus Aaron Levene concluye que la composición<br />
química <strong>de</strong>l ADN consta <strong>de</strong> grupos fosfato, azúcares y cuatro bases nitrogenadas: a<strong>de</strong>nina, guanina, citosina y<br />
timina. Y, en 1949, Erwin Chargaff establece las mencionadas proporciones entre a<strong>de</strong>nina y timina, y citosina y<br />
guanina, en cualquier macromolécula <strong>de</strong> ADN. No preten<strong>de</strong>mos menoscabar la importancia <strong>de</strong> las aportaciones <strong>de</strong><br />
Levene y Chargaff (entre otras), sin las cuales la estructura <strong>de</strong>l ADN nunca podría haber sido elaborada. Pero tanto<br />
los componentes químicos <strong>de</strong> los nucleótidos, como las proporciones relativas entre las bases nitrogenadas, quedan<br />
incorporadas al teorema <strong>de</strong> la doble hélice, integradas en un mo<strong>de</strong>lo don<strong>de</strong> se reformulan y <strong>de</strong>sarrollan: así, en la<br />
estructura <strong>de</strong>l ADN no sólo constan los elementos <strong>de</strong> los núcleotidos, sino su composición química, la naturaleza <strong>de</strong><br />
los enlaces que los mantienen unidos, la distancia relativa entre cada base, el <strong>número</strong> <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>s por vuelta <strong>de</strong> la<br />
hélice, etc. Del mismo modo, las proporciones <strong>de</strong> Chargaff aparecen incorporadas y reexpuestas como una<br />
consecuencia específica <strong>de</strong> las conexiones necesarias entre los pares <strong>de</strong> bases. A<strong>de</strong>más, en el marco <strong>de</strong>l teorema <strong>de</strong><br />
Watson y Crick, las bases nitrogenadas se relacionan con otros términos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los campos <strong>de</strong> distintas<br />
ciencias, como puedan ser los fenómenos <strong>de</strong> la herencia constituidos en el ámbito <strong>de</strong> la Genética (al margen <strong>de</strong> los<br />
Subrayado nuestro.<br />
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cuales quedarían <strong>de</strong>sconectadas <strong>de</strong>l PGH); a este respecto, los propios autores afirmaban que «nuestra estructura<br />
propuesta para el ácido <strong>de</strong>soxirribonucleico pue<strong>de</strong> ayudar a resolver uno <strong>de</strong> los problemas biológicos fundamentales<br />
–las bases moleculares <strong>de</strong>l mol<strong>de</strong> necesario para la replicación genética» 17 . Por todo ello, concluimos que, en el<br />
marco <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la doble hélice, las bases nitrogenadas se conforman, en virtud <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>terminaciones, sus<br />
relaciones y su escala, tal y como se encuentran como partes componentes <strong>de</strong>l PGH. Así, sólo a partir <strong>de</strong> su<br />
inserción en el teorema <strong>de</strong> la doble hélice, las bases nitrogenadas quedan incorporadas al contexto histórico<br />
<strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l Proyecto.<br />
Lo mismo podría <strong>de</strong>cirse <strong>de</strong> los antece<strong>de</strong>ntes genéticos y fisiológicos, aludidos por alguno <strong>de</strong> los autores<br />
que analizamos en la primera parte. Como señala Alberto Hidalgo, «el teorema <strong>de</strong> la doble hélice reformula a nivel<br />
molecular el principio <strong>de</strong> la continuidad genética <strong>de</strong> la materia viva (<strong>de</strong> ahí sus importantes implicaciones<br />
biológicas, y reconstruye empíricamente el principio fisiológico <strong>de</strong> la correlación estricta entre estructura y función.<br />
Pero no es una mera consecuencia <strong>de</strong>ductiva <strong>de</strong> tales principios, porque, aunque es lógicamente congruente con<br />
ellos, los <strong>de</strong>sarrolla <strong>de</strong> forma novedosa y consistente» 18 . En efecto, una vez asumido el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Watson y Crick,<br />
los problemas genéticos ya no se plantearán al nivel <strong>de</strong>l organismo (fisiológico) o <strong>de</strong> la célula (citológico): el nivel<br />
molecular, adoptado en el teorema doble hélice, se mantiene en el PGH, <strong>de</strong>finiendo la escala <strong>de</strong> sus trazos.<br />
2. La consolidación <strong>de</strong> la Biología molecular: el «Dogma Central» y el código genético.<br />
En el apartado anterior quedó resuelto el problema <strong>de</strong> los límites <strong>de</strong>l contexto histórico <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l<br />
PGH, una vez fundamentada la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar a la estructura <strong>de</strong>l ADN como terminus ad quem <strong>de</strong>l<br />
regressus realizado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus partes constituyentes. A<strong>de</strong>más, el teorema <strong>de</strong> la doble hélice da cuenta <strong>de</strong> la escala a<br />
la que se dibujan los cuerpos, morfologías y estructuras i<strong>de</strong>ntificados en el PGH. Y, también, aporta la clave<br />
conformativa <strong>de</strong> configuraciones tales como las bases nitrogenadas, los nucleótidos, o el propio ADN. Sin embargo,<br />
el curso <strong>de</strong> la Biología molecular, en cuanto factor <strong>de</strong>l contexto histórico <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l PGH, no se agota en su<br />
origen. Des<strong>de</strong> la doble hélice, cabe <strong>de</strong>finir al gen, en términos abstractos, como una secuencia <strong>de</strong> bases que codifica<br />
un carácter hereditario. Pero, ¿cómo i<strong>de</strong>ntificar un gen en concreto, cuando se <strong>de</strong>sconoce el mecanismo <strong>de</strong><br />
transcripción? 19 Parece evi<strong>de</strong>nte que aún restan por recorrer episodios cruciales en el curso <strong>de</strong> la Biología<br />
molecular, que tienen inci<strong>de</strong>ncia sobre las configuraciones <strong>de</strong>l PGH y por tanto forman parte ineludible <strong>de</strong> su<br />
entorno.<br />
En los años posteriores al establecimiento <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l ADN, se produjo una proliferación <strong>de</strong><br />
instituciones y materiales (cátedras y <strong>de</strong>partamentos, revistas especializadas, congresos, manuales, etc.) en torno a<br />
la Biología molecular, circunstancia que llevó aparejado un aumento <strong>de</strong>l <strong>número</strong> <strong>de</strong> actores <strong>de</strong>dicados a realizar<br />
17<br />
Watson y Crick, «Genetical Implications of the Structure of Deoxyribonucleic Acid», reproducido en García Barreno [Dir.], Op. Cit., pág. 120.<br />
18<br />
Hidalgo, Op. Cit., pág. 304. Subrayado nuestro.<br />
19<br />
Víd. Francis Crick, Qué loco propósito. Una visión personal <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scubrimiento científico, Tusquets, Barcelona, 1989, pág. 105.
Pablo Infiesta Molleda | Capítulo I. La constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia.<br />
investigaciones en el campo recién inaugurado 20 . Watson y Crick habían trazado la senda por la que <strong>de</strong>bían discurrir<br />
los trabajos futuros en su artículo <strong>de</strong> 1953: «No se nos escapa que el emparejamiento específico que hemos<br />
postulado sugiere <strong>de</strong> inmediato un posible mecanismo <strong>de</strong> copia para el material genético» 21 . Los autores<br />
sospechaban que las proteínas estaban implicadas <strong>de</strong> algún modo en el proceso <strong>de</strong> transcripción, pero carecían <strong>de</strong><br />
los elementos necesarios para po<strong>de</strong>r resolver el problema.<br />
A comienzos <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1950, las investigaciones genéticas prece<strong>de</strong>ntes parecían indicar que los<br />
genes estaban involucrados en la producción <strong>de</strong> proteínas que acontecía en el citoplasma <strong>de</strong> las células. Dado que el<br />
ADN sólo se encontraba en el núcleo, la síntesis <strong>de</strong> proteínas requería algún elemento mediador entre el ADN y las<br />
proteínas. El candidato principal era el ácido ribonucleico, presente tanto en el núcleo como en el citoplasma. Era<br />
conocida, también, la composición química <strong>de</strong>l ARN, similar a la <strong>de</strong>l ADN, aunque con azúcar ribosa en lugar <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>soxiribosa, y la base nitrogenada uracilo en lugar <strong>de</strong> la timina. Como narra Watson, «aun antes <strong>de</strong> que<br />
<strong>de</strong>scubriéramos la doble hélice, yo pensaba que probablemente la información genética <strong>de</strong>l ADN cromosómico se<br />
utilizaba para fabricar ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> ADN <strong>de</strong> secuencias complementarias. Estas ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> ARN servían, a su vez, <strong>de</strong><br />
mo<strong>de</strong>los que especificaban el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los aminoácidos en sus respectivas proteínas» 22 . Una vez concluido su tour<br />
<strong>de</strong> force con el ADN en 1953, Watson comenzó a analizar mediante difracción <strong>de</strong> rayos X el ARN en Cal Tech.<br />
Pero la táctica era errónea: el ARN no podía ser cristalizado.<br />
El mismo año, nuevos actores y operadores enriquecían el repertorio <strong>de</strong> fenómenos y estructuras<br />
implicados en el proceso. El microscopio electrónico permitió profundizar en el citoplasma, <strong>de</strong> modo que no se<br />
mostraba ya como una masa informe. En continuidad con la membrana nuclear, se encontraba una red <strong>de</strong> canales<br />
membranosos, en cuya superficie estaban dispersas miles <strong>de</strong> pequeñas partículas esferoi<strong>de</strong>s: los ribosomas,<br />
compuestos <strong>de</strong> proteína y ARN. George Pala<strong>de</strong>, en el Instituto Rockefeller, mostró que los ribosomas también se<br />
encontraban en células bacterianas, más sencillas <strong>de</strong> estudiar. Por otra parte, Paul Zamecnik, investigador médico<br />
<strong>de</strong>l Hospital General <strong>de</strong> Massachussets, <strong>de</strong>sarrolló una técnica mediante la cual las células en las cuales se produce<br />
la síntesis <strong>de</strong> proteínas podían ser <strong>de</strong>struidas; <strong>de</strong> modo que se obtenía un «extracto libre» <strong>de</strong> componentes celulares,<br />
en el cual era posible examinar la síntesis <strong>de</strong> proteínas con gran <strong>de</strong>talle, e incluso agregar aminoácidos e introducir<br />
ácidos nucleicos. A la vez, el bioquímico inglés Fred Sanger había establecido, en el laboratorio Cavendish, la<br />
secuencia completa <strong>de</strong> aminoácidos <strong>de</strong> una proteína, en concreto la insulina. Esta secuencia era específica y<br />
consistente, lo cual sugería la existencia <strong>de</strong> un código en su proceso <strong>de</strong> construcción. Todo ello resultaría, a la<br />
postre, fundamental para <strong>de</strong>scifrar el código genético 23 .<br />
En los años posteriores, un gran <strong>número</strong> <strong>de</strong> laboratorios comenzaron a estudiar las relaciones entre el ADN<br />
20<br />
Víd. Hidalgo, Op. Cit., pág. 295.<br />
21<br />
Víd. Watson y Crick, «Molecular Structure of Nucleic Acids. A Structure for Deoxyribose Nucleic Acid», reproducido en García Barreno<br />
[Dir.], Op. Cit., pág. 115.<br />
22<br />
Víd. James Watson, ADN. El secreto <strong>de</strong> la vida, Taurus, Madrid, 2003, pág. 69.<br />
23<br />
Víd. Thomas F. Lee, El Proyecto Genoma Humano, Rompiendo el código genético <strong>de</strong> la vida, Gedisa, Barcelona, 2000, págs. 96-99.<br />
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Capítulo I. La constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia | Pablo Infiesta Molleda<br />
y las proteínas, poniendo especial atención en <strong>de</strong>terminar el necesario elemento mediador. El auge <strong>de</strong> la Biología<br />
molecular dio lugar a múltiples líneas <strong>de</strong> investigación intrincadas y complejas, que no po<strong>de</strong>mos reproducir aquí.<br />
Baste mencionar que, hacia finales <strong>de</strong> 1956, el análisis sistemático <strong>de</strong> extractos libres <strong>de</strong> células y el trabajo con<br />
organismos bacterianos arrojó un panorama general <strong>de</strong> la síntesis <strong>de</strong> proteínas don<strong>de</strong> el ARN era la molécula<br />
intermediaria. En este primer esquema, el ARN se ensamblaba con los aminoácidos sueltos en el citoplasma,<br />
aunque cada uno <strong>de</strong> los 20 aminoácidos parecía tener su propia molécula específica <strong>de</strong> ARN y la asociación se<br />
producía en cada caso mediante enzimas propios. De este modo, el ARN organizaba los aminoácidos y los portaba<br />
hasta los ribosomas, don<strong>de</strong> se producían las proteínas 24 .<br />
De nuevo, fue Francis Crick quien sintetizó las abigarradas líneas <strong>de</strong> investigación existentes. En una<br />
célebre conferencia pronunciada en 1957 en la Sociedad Británica <strong>de</strong> Biología Experimental, publicada en forma <strong>de</strong><br />
artículo un año <strong>de</strong>spués, Crick expuso los postulados básicos <strong>de</strong> la teoría conocida como «el Dogma Central <strong>de</strong> la<br />
Biología molecular»: el ADN, en cuya secuencia <strong>de</strong> nucleótidos está cifrada la información necesaria para dar lugar<br />
a un organismo, es capaz <strong>de</strong> replicarse. Esta capacidad permite que cada nueva célula, proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> una anterior,<br />
reciba una réplica exacta <strong>de</strong> su ADN, que se perpetúa a lo largo <strong>de</strong> sucesivas generaciones. La información<br />
genética presente en el ADN se copia en forma <strong>de</strong> ARN, y se traduce mediante el código genético en cada una <strong>de</strong><br />
las distintas proteínas que <strong>de</strong>sempeñan funciones específicas en la célula. Según la tesis principal <strong>de</strong>l «Dogma<br />
Central», el flujo <strong>de</strong> información siempre es unidireccional: <strong>de</strong>l ADN al ARN, y <strong>de</strong> éste a la proteína (salvo en el<br />
caso <strong>de</strong> la replicación <strong>de</strong>l ADN) 25 . En 1970 Crick revisó su «dogma», pues las investigaciones in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong><br />
David Baltimore y Howard Tremin mostraron que la información hereditaria podía transmitirse también <strong>de</strong>l ARN al<br />
ADN: ciertos virus tumorales que contienen ARN como material genético poseen una enzima <strong>de</strong>nominada<br />
retrotranscriptasa, capaz <strong>de</strong> copiar ADN para dar lugar a ARN. Teniendo esto en cuenta, la conexión<br />
ADN→ARN→proteína fue reformulada como ADN↔ARN→proteína. Retomando el hilo <strong>de</strong> la exposición, la<br />
concepción expresada por Crick en 1957 acerca <strong>de</strong> los mecanismos <strong>de</strong> transmisión y expresión <strong>de</strong> la herencia marcó<br />
el objetivo principal <strong>de</strong> las investigaciones en Biología molecular: una vez establecido el mecanismo <strong>de</strong> síntesis <strong>de</strong><br />
proteínas, sólo restaba <strong>de</strong>terminar el código genético, esto es, la secuencia <strong>de</strong> bases nitrogenadas que codificaba<br />
cada uno <strong>de</strong> los 20 aminoácidos <strong>de</strong> las proteínas <strong>26</strong> .<br />
La utilización masiva <strong>de</strong> términos como «información», «código», «secuencia», etc. para <strong>de</strong>scribir<br />
procesos biológicos pue<strong>de</strong> parecer impropia. De hecho, ha tenido que soportar fuertes objeciones, no sólo por parte<br />
<strong>de</strong> los propios biólogos, sino también <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Filosofía <strong>de</strong> la ciencia. Sin menoscabo <strong>de</strong> su interés, no es lugar para<br />
discutir la pertinencia gnoseológica <strong>de</strong> tales usos. Pero, a efectos <strong>de</strong> la reconstrucción <strong>de</strong>l curso <strong>de</strong> la Biología<br />
molecular, es importante <strong>de</strong>stacar las conexiones existentes entre los conceptos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los campos <strong>de</strong> las<br />
ciencias <strong>de</strong> la información y la computación, y la disciplina científica que nos ocupa, dadas sus importantes<br />
24 Víd. Lee, Op. Cit., pág. 98.<br />
25 Víd. Francis Crick, «On proteín synthesis», Symposia of the Society for Experimental Biology 12, 1958, págs. 138-163.<br />
<strong>26</strong> Víd. José A. Melero, «ADN↔ARN→proteína (El Dogma Central <strong>de</strong> la Biología Molecular)» en García Barreno [Ed.], Op. Cit., págs. 123-<br />
147.
Pablo Infiesta Molleda | Capítulo I. La constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia.<br />
implicaciones para el PGH: en 1944, el físico Erwin Schrödinger publicó ¿Qué es la vida?, obra que influiría<br />
<strong>de</strong>cisivamente en gran parte <strong>de</strong> los actores principales que intervinieron en la génesis <strong>de</strong> la Biología molecular. En<br />
su breve escrito, Schrödinger caracterizaba el mecanismo <strong>de</strong> la herencia como un «mensaje cifrado» que <strong>de</strong>bía<br />
poseer alguna «clave» capaz <strong>de</strong> dar lugar al «esquema <strong>completo</strong> <strong>de</strong> todo el <strong>de</strong>sarrollo futuro <strong>de</strong>l individuo y <strong>de</strong> su<br />
funcionamiento en estado maduro» 27 . La concepción <strong>de</strong> Schrödinger, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l alcance que<br />
pretendiera otorgarle el eminente físico, impregnó todos los <strong>de</strong>sarrollos futuros <strong>de</strong> la Biología molecular. Conviene<br />
recordar que el resultado principal <strong>de</strong>l PGH consistió el la secuenciación <strong>de</strong> la dotación genética completa <strong>de</strong> varios<br />
organismos humanos.<br />
Ahora bien, lo que pudiera parecer una mera cuestión <strong>de</strong>notativa, retórica, como muchas veces se<br />
caracteriza cuando se alu<strong>de</strong> a la inexactitud <strong>de</strong> las «metáforas» <strong>de</strong> la genética, comienza a adquirir grosor<br />
gnoseológico cuando constatamos que los actores más <strong>de</strong>stacados <strong>de</strong> las ciencias <strong>de</strong> la computación <strong>de</strong> la época<br />
están presentes en el origen mismo <strong>de</strong> la Biología molecular: a principios <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los cuarenta <strong>de</strong>l pasado<br />
siglo, Norbert Wiener, fundador <strong>de</strong> la Cibernética, comenzó a trabajar en cuestiones biológicas mientras realizaba<br />
investigaciones computacionales en la Oficina <strong>de</strong> Investigación Científica y Desarrollo. Junto al fisiólogo Arturo<br />
Rosenbluth y el ingeniero Julian Bigelow, elaboró sus primeras propuestas sobre servomecanismos y homeostasis<br />
fisiológica. El también matemático John Von Neumann, cuyas contribuciones dieron lugar a la fabricación <strong>de</strong> los<br />
primeros computadores, comenzó a tomar contacto la Genética en 1945. Dado que estaba intentando <strong>de</strong>sarrollar<br />
máquinas que se autoreproducen, la replicación <strong>de</strong> los genes podía servir <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo para sus investigaciones. Von<br />
Neumann, como la mayoría <strong>de</strong> los genetistas <strong>de</strong> la época, comenzó a estudiar los virus bacteriófagos, y estableció<br />
contactos con varios miembros <strong>de</strong>l «grupo <strong>de</strong> los fagos» (entre los que se contaba Max Delbrück). Partiendo <strong>de</strong> la<br />
concepción <strong>de</strong> las proteínas como ca<strong>de</strong>nas formadas por aminoácidos mediante procedimientos combinatorios,<br />
aplicó mo<strong>de</strong>los matemáticos a la reproducción <strong>de</strong> los genes y <strong>de</strong> los virus 28 . En 1948, Wiener publicó su obra<br />
Cybernetics, or Control and Communication in the Animal and Machine, don<strong>de</strong> <strong>de</strong>fendía una tesis <strong>de</strong> gran calado:<br />
el control y la comunicación son problemas inseparables, y ambos se centran en la noción fundamental <strong>de</strong>l mensaje,<br />
como una secuencia continua <strong>de</strong> eventos cuantificables distribuidos en el tiempo 29 . El mismo año, Clau<strong>de</strong> Shannon,<br />
teórico <strong>de</strong> la comunicación, presentó un importante artículo sobre el criptoanálisis y la teoría <strong>de</strong> códigos, cuyas<br />
conclusiones divulgó al año siguiente junto con Warren Weaver, director <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> Biología molecular <strong>de</strong> la<br />
Fundación Rockefeller 30 .<br />
Los trabajos <strong>de</strong> Wiener, Von Neumann y Shannon alcanzaron una gran repercusión en el ámbito biológico:<br />
el concepto <strong>de</strong> código genético comenzó a ser ampliamente utilizado, y los métodos computacionales fueron<br />
consi<strong>de</strong>rados como la herramienta fundamental para su <strong>de</strong>sciframiento. Des<strong>de</strong> 1949, el radiólogo Henry Quastler<br />
27 Víd. Erwin Schrödinger, ¿Qué es la vida?, Tusquets, Barcelona, 1983, págs. 41-42.<br />
28 Víd. Lil E. Kay, «A Book of Life? How a Genetic Co<strong>de</strong> Became a Languaje», en Philip R Sloan [Ed.], Controlling Our Destinies. Historical,<br />
Ethical Philosophical and Theological Perspectives on the Human Genome Project, University of Notre Dame Press, Indiana, 2000, págs.<br />
103-104.<br />
29 Víd. Lil E. Kay, «A Book of Life? How a Genetic Co<strong>de</strong> Became a Languaje», en Sloan [Ed.], Op. Cit., pág. 105.<br />
30 Víd. Lil E. Kay, «A Book of Life? How a Genetic Co<strong>de</strong> Became a Languaje», en Sloan [Ed.], Op. Cit., pág. 106.<br />
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Capítulo I. La constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia | Pablo Infiesta Molleda<br />
comenzó a aplicar sistemáticamente las ciencias <strong>de</strong> la información y la computación a las cuestiones genéticas,<br />
llegando a proponer un catálogo <strong>de</strong>l genoma en el que estimaba la cantidad <strong>de</strong> información genética <strong>de</strong> un<br />
organismo humano en un millón <strong>de</strong> bits. En 1952, un año antes <strong>de</strong> que Watson y Crick establecieran la estructura<br />
<strong>de</strong>l ADN, Quastler tuvo la oportunidad <strong>de</strong> divulgar ampliamente sus i<strong>de</strong>as en un importante simposio sobre Teoría<br />
<strong>de</strong> la Información en Biología celebrado en el Control Systems Laboratory <strong>de</strong> Brookhaven 31 .<br />
Tras el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la doble hélice, los <strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong> las ciencias <strong>de</strong> la información y la<br />
computación en relación con la Biología molecular engranan directamente con los múltiples intentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar<br />
el código genético; la cuestión fundamental que, como vimos, el teorema <strong>de</strong> Watson y Crick había <strong>de</strong>jado<br />
pendiente. Pero antes <strong>de</strong> pasar a <strong>de</strong>scribir los cursos operatorios en los que se vinculan las distintas configuraciones<br />
que dan lugar al establecimiento <strong>de</strong>l código, es necesario <strong>de</strong>stacar otras líneas <strong>de</strong> investigación, en las que se<br />
constituyen ciertas morfologías fenoménicas asociadas al ARN sin las cuales el problema <strong>de</strong> la transcripción<br />
hubiera sido irresoluble.<br />
A finales <strong>de</strong> los cincuenta, Zamecnik, que había seguido trabajando en el proceso <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> las proteínas,<br />
<strong>de</strong>scubrió que cada uno <strong>de</strong> los ARN portadores <strong>de</strong> aminoácidos tenía la misma secuencia <strong>de</strong> núcleotidos en un<br />
extremo <strong>de</strong> la molécula. En concreto, un triplete constituido por las bases CCA 32 , en el que conectaba el aminoácido<br />
en cuestión. La molécula <strong>de</strong> ARN portador fue <strong>de</strong>nominada «ARN <strong>de</strong> transferencia» o tARN, en tanto que<br />
transfería los aminoácidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el citoplasma a los ribosomas. La secuencia completa <strong>de</strong>l tARN sería <strong>de</strong>terminada<br />
por el bioquímico Robert Holley. En un extremo estaba la secuencia CCA para la asociación <strong>de</strong> aminoácidos, y en<br />
el otro una secuencia <strong>de</strong> tres bases nitrogenadas complementarias <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> bases presentes en el<br />
ribosoma 33 .<br />
En 1961, los biólogos moleculares Sydney Brenner y François Jacob i<strong>de</strong>ntificaron una segunda forma <strong>de</strong><br />
ARN involucrada en el proceso <strong>de</strong> transferencia, que actuaba como intermediario entre el ADN y el ribosoma. Esta<br />
nueva morfología recibió el nombre <strong>de</strong> ARN mensajero o mARN 34 .<br />
Así las cosas, una vez localizados todos los elementos que intervienen en el proceso <strong>de</strong> transcripción, y<br />
establecido su mecanismo general, sólo restaba establecer el código que lo organizaba.<br />
Una vez más, los artefactos resultarían <strong>de</strong>terminantes, en tanto que posibilitaron la realización <strong>de</strong> un<br />
conjunto <strong>de</strong> operaciones que condujeron a la solución <strong>de</strong>l problema. El joven científico <strong>de</strong>l NIH Marshall Nirenberg<br />
implementó en 1961 un sistema <strong>de</strong> síntesis in vitro <strong>de</strong> proteínas, que permitía operar con «extractos libres»<br />
similares a los <strong>de</strong> Zamecnik, pudiendo agregar a<strong>de</strong>más ARN mensajero a la solución líquida. Unos años antes,<br />
31<br />
Víd. Lil E. Kay, «A Book of Life? How a Genetic Co<strong>de</strong> Became a Language», en Sloan [Ed.], Op. Cit., pág. 106.<br />
32<br />
Denotamos las bases nitrogenadas por su inicial en mayúscula, como es usual.<br />
33<br />
Víd. Lee, Op. Cít., pág. 98.<br />
34<br />
Víd. José A. Melero, «ADN↔ARN→proteína (El Dogma Central <strong>de</strong> la Biología Molecular)» en García Barreno [Ed.], Op. Cit., págs. 1<strong>26</strong>-<br />
127.
Pablo Infiesta Molleda | Capítulo I. La constitución <strong>de</strong> la Biología molecular como ciencia.<br />
Marianne Grunberg-Manago había <strong>de</strong>scubierto, en el laboratorio <strong>de</strong> Severo Ochoa, la primera enzima capaz <strong>de</strong><br />
sintetizar ADN en el tubo <strong>de</strong> ensayo, lo que permitía construir mARN artificial con secuencias <strong>de</strong> bases <strong>de</strong>finidas.<br />
Johann Mathei, colaborador <strong>de</strong> Nirenberg, comenzó a introducir en el sistema <strong>de</strong> síntesis <strong>de</strong> proteínas moléculas <strong>de</strong><br />
mARN sintético <strong>de</strong> composición <strong>de</strong>finida para observar sus interacciones con diferentes aminoácidos. Comenzó<br />
con una solución <strong>de</strong> mARN que, para mayor facilidad, contenía únicamente uracilos. Mathei añadió varios<br />
aminoácidos, uno por uno, y nada ocurrió hasta que agregó la fenilalanina, que se compuso con el mARN poli-U<br />
para dar lugar a un polipéptido (esto es, a una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> aminoácidos) compuesto únicamente <strong>de</strong> fenilalanina. El<br />
mismo año, Sydney Bernner y Leslie Barnett confirmaron lo que ya se suponía: el código genético era siempre una<br />
secuencia <strong>de</strong> tres bases nitrogenadas, que posicionaban un aminoácido en cada proteína. Por tanto, en el laboratorio<br />
<strong>de</strong> Nirenberg fue posible concluir que una secuencia <strong>de</strong> tres uracilos en el mARN (o tres a<strong>de</strong>ninas, complementarias<br />
<strong>de</strong>l uracilo, en el ADN) se traducían en un aminoácido <strong>de</strong> fenilalanina. El código comenzaba a ser <strong>de</strong>scifrado.<br />
En la misma época, Har Gobind Khorana, en la Universidad <strong>de</strong> Wisconsin, había <strong>de</strong>sarrollado una técnica<br />
para fabricar largos trechos <strong>de</strong> ARN con secuencias repetidas, simples y conocidas. Los laboratorios <strong>de</strong> Nirenberg,<br />
Khorana y Ochoa compitieron durante años para establecer, paso a paso, los aminoácidos que estaban codificados<br />
por cada uno <strong>de</strong> los 64 tripletes posibles formados por las combinaciones <strong>de</strong> las cuatro bases nitrogenadas <strong>de</strong>l ADN.<br />
En 1966, el laborioso trabajo estaba prácticamente terminado. Francis Crick, que había seguido el proceso, fue otra<br />
vez el encargado <strong>de</strong> sintetizar los resultados en una tabla que expresaba las relaciones necesarias entre cada uno <strong>de</strong><br />
los tripletes <strong>de</strong> bases nitrogenadas (o «codones») y los 20 aminoácidos <strong>de</strong> las ca<strong>de</strong>nas polipeptídicas. Hay más <strong>de</strong><br />
un codón para cada aminoácido, y tres <strong>de</strong> los 64 no codifican ninguno, sino que <strong>de</strong>terminan el principio y el final <strong>de</strong><br />
la síntesis <strong>de</strong> proteínas 35 .<br />
Una vez establecida la estructura <strong>de</strong> la síntesis <strong>de</strong> proteínas, el gen adquiere su configuración actual, como<br />
secuencia <strong>de</strong> bases nitrogenadas <strong>de</strong> la molécula <strong>de</strong> ADN que codifica la síntesis <strong>de</strong> un polipéptido. Estamos ahora<br />
en condiciones <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r por qué el regressus <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el gen, en cuanto morfología <strong>de</strong>tectada en el marco <strong>de</strong>l PGH,<br />
no conduce a Men<strong>de</strong>l, o a las primeras experiencias <strong>de</strong> los sujetos humanos con los fenómenos <strong>de</strong> la herencia, sino,<br />
precisamente, al curso constitutivo <strong>de</strong> la Biología molecular. Otros importantes constituyentes radiales <strong>de</strong>l PGH,<br />
como los distintos tipos <strong>de</strong> ARN, los múltiples codones, etc. quedan <strong>de</strong>terminados en el proceso que acabamos <strong>de</strong><br />
reconstruir. Evi<strong>de</strong>ntemente, la formulación <strong>de</strong>l código genético no supuso la clausura <strong>de</strong> la Biología molecular, pero<br />
sí su consolidación <strong>de</strong>finitiva, una vez cerradas las cuestiones genéticas que se habían planteado a raíz <strong>de</strong> la<br />
formulación <strong>de</strong> la doble hélice. Los principales avances en el campo <strong>de</strong> la Biología molecular vendrán dados, en<br />
a<strong>de</strong>lante, por mediación <strong>de</strong> la Biotecnología.<br />
35 Víd. Lee, Op. Cít., págs. 103-107; y José A. Melero, «ADN↔ARN→proteína (El Dogma Central <strong>de</strong> la Biología Molecular)» en García<br />
Barreno [Ed.], Op. Cit., págs. 128-130.<br />
57<br />
ENERO<br />
2012
PABLO INFIESTA MOLLEDA | CAPÍTULO IV. EL DESARROLLO DE LA BIOTECNOLOGÍA.<br />
Capítulo IV. El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la Biotecnología.<br />
PABLO INFIESTA MOLLEDA<br />
La realización <strong>de</strong>l PGH supuso la utilización <strong>de</strong> diversas técnicas <strong>de</strong> cartografiado y<br />
secuenciación <strong>de</strong>l genoma, que por su gran complejidad no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>tallar aquí120. En términos muy<br />
generales, los mapas <strong>de</strong>l genoma permiten i<strong>de</strong>ntificar y aislar genes individuales, esto es, fragmentos <strong>de</strong><br />
ADN que codifican una <strong>de</strong>terminada ca<strong>de</strong>na polipeptídica. Por su parte, la secuenciación consiste en la<br />
<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las bases nitrogenadas <strong>de</strong>l ADN. Las técnicas implicadas en ambos<br />
procesos, aunque plurales y heterogéneas, tienen su origen en el ámbito <strong>de</strong> la Biotecnología.<br />
No resulta problemático localizar analíticamente en el seno <strong>de</strong>l PGH un conjunto <strong>de</strong> elementos<br />
que aparecen como aparatos, operadores y relatores: por ejemplo, las enzimas <strong>de</strong> restricción utilizadas<br />
para cortar el ADN, secuenciadores automáticos como el ABI 373A, o los potentes or<strong>de</strong>nadores y<br />
programas informáticos utilizados para procesar la información obtenida. Sin embargo, dada la<br />
heterogeneidad <strong>de</strong> los elementos distinguidos, es necesario regresar hacia el curso en el cual se<br />
configuran y se organizan, estableciendo sus conexiones (y <strong>de</strong>sconexiones) mutuas. Los artefactos que<br />
posibilitan la secuenciación <strong>de</strong>l genoma humano son aquellos que permiten realizar operaciones<br />
quirúrgicas (<strong>de</strong> unión y separación) no sólo sobre el ADN, como se suele afirmar frecuentemente <strong>de</strong><br />
manera reductiva, sino, en general, sobre los trazos que se constituyen en el ámbito <strong>de</strong> la Biología<br />
molecular y la Bioquímica, analizados en el capítulo anterior. Mediante la aplicación <strong>de</strong> este criterio,<br />
po<strong>de</strong>mos circunscribir el curso que da razón <strong>de</strong>l plano tecnológico <strong>de</strong>l PGH a la génesis y el <strong>de</strong>sarrollo<br />
<strong>de</strong> la Biotecnología, evitando así la confusión inherente a un regressus hacia técnicas anteriores dadas a<br />
otra escala, como pudieran ser las técnicas <strong>de</strong> selección artificial aplicadas sobre los organismos.<br />
A<strong>de</strong>más, queda establecido un nexo fundamental entre dos <strong>de</strong> los factores <strong>de</strong>l contexto<br />
histórico <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l PGH, que contribuye a clarificar su entramado.<br />
Una <strong>de</strong>scripción precisa pue<strong>de</strong> consultarse en Peter Sudbery, Genética Molecular Humana, (Pearson<br />
Prentice Hall, Madrid, 2004, págs. 56-142).<br />
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1.- De la Biología molecular a la Biotecnología: la ingeniería genética.<br />
CAPÍTULO IV. EL DESARROLLO DE LA BIOTECNOLOGÍA. | PABLO INFIESTA MOLLEDA<br />
La Biotecnología tiene su origen en la implementación <strong>de</strong> varios operadores que<br />
permitieron manipular directamente los cuerpos y los fenómenos establecidos en el campo <strong>de</strong> la Biología<br />
molecular. Los antece<strong>de</strong>ntes inmediatos <strong>de</strong> la Biotecnología se encuentran en las técnicas utilizadas para <strong>de</strong>scifrar<br />
el código genético. Como hemos visto, era posible fabricar mARN con una secuencia <strong>de</strong>terminada, e<br />
introducirlo en una solución líquida <strong>de</strong> componentes celulares don<strong>de</strong> interactuaba con los<br />
aminoácidos.<br />
Sin embargo, no ocurría lo mismo con el ADN: en la década <strong>de</strong> 1950, el bioquímico<br />
Arthur Kornberg había i<strong>de</strong>ntificado la ADN polimerasa, una enzima que replica el<br />
ADN mediante la formación <strong>de</strong> una copia complementaria a partir <strong>de</strong> una ca<strong>de</strong>na<br />
<strong>de</strong>senrollada. Trabajando con ADN viral, pudo inducir la replicación artificial <strong>de</strong> su<br />
genoma, pero el resultado era biológicamente inerte. El motivo <strong>de</strong>l fracaso <strong>de</strong> los<br />
experimentos <strong>de</strong> Kornberg no se conocería hasta 1967, cuando Martin Gellert y Bob<br />
Lehman i<strong>de</strong>ntificaron simultáneamente la ADN ligasa, otra enzima que unía los<br />
extremos <strong>de</strong> la molécula <strong>de</strong> ADN formando enlaces covalentes. De este modo,<br />
Kornberg estuvo en disposición <strong>de</strong> completar con éxito sus experimentos iniciales,<br />
replicando el ADN <strong>de</strong>l virus con el ADN polimerasa, y juntando los dos extremos<br />
mediante la ligasa, <strong>de</strong> modo que toda la molécula formaba un bucle continuo, como<br />
en el virus original. El ADN viral artificial presentaba las mismas propieda<strong>de</strong>s que el<br />
original, multiplicándose en el organismo <strong>de</strong> su bacteria huésped, la Escherichia<br />
Coli 1<br />
A finales <strong>de</strong> los años sesenta, Werner Arber, bioquímico y microbiólogo suizo,<br />
estudió el proceso en el cual, en ocasiones, los ADN virales se fragmentaban tras<br />
insertarse en bacterias huésped. La ruptura sólo se producía en aquéllas células<br />
bacterianas que poseían una encima que restringía el crecimiento viral separando el<br />
ADN foráneo. El corte se produce como reacción a una secuencia específica <strong>de</strong> bases<br />
nitrogenadas: por ejemplo, la enzima <strong>de</strong> restricción Eco R1 corta la secuencia<br />
GAATC. Arber <strong>de</strong>scubrió, también, que las enzimas <strong>de</strong> restricción no cortan el ADN <strong>de</strong> sus propias células,<br />
porque las bacterias producen una segunda enzima que modifica las secuencias <strong>de</strong> bases susceptibles <strong>de</strong><br />
ser cortadas 2<br />
A comienzos <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los 70, los principales operadores <strong>de</strong> la futura<br />
Biotecnología, esto es, la ADN ligasa que une fragmentos <strong>de</strong> ADN, y las enzimas <strong>de</strong><br />
restricción que los separan, estaban ya i<strong>de</strong>ntificados. Sin embargo, todavía no se había<br />
producido su implementación, y por tanto no estaban configurados como tales. Por<br />
1 Vid. James Watson, ADN. El secreto <strong>de</strong> la vida, Tauros, Madrid, 2003, pág. 88.<br />
2 Vid. Watson, Op. Cit., pág. 89.
PABLO INFIESTA MOLLEDA | CAPÍTULO IV. EL DESARROLLO DE LA BIOTECNOLOGÍA.<br />
ejemplo, en el contexto <strong>de</strong> las investigaciones anteriores las enzimas <strong>de</strong> restricción<br />
eran, más bien, cuerpos que mantenían relaciones químicas <strong>de</strong> carácter necesario con<br />
una <strong>de</strong>terminada secuencia <strong>de</strong> bases nitrogenadas; <strong>de</strong>l mismo modo que tres uracilos<br />
se enlazan químicamente con la fenilalanina en la síntesis <strong>de</strong> proteínas.<br />
En 1971, Stanley Cohen, en la Universidad <strong>de</strong> Stanford, <strong>de</strong>sarrolló un método para que las<br />
células <strong>de</strong> la bacteria E. Coli pudieran incorporar «plásmidos» <strong>de</strong>l exterior. Los plásmidos son pequeños<br />
bucles <strong>de</strong> ADN ubicados en el interior <strong>de</strong> la bacteria, mediante los cuáles ésta pue<strong>de</strong> mutar su propio<br />
genoma. Mediante su técnica, Cohen podía transformar la bacteria con ADN ajeno, consiguiendo que<br />
una cepa susceptible a la acción <strong>de</strong> un antibiótico se convirtiese en inmune mediante la implantación <strong>de</strong><br />
un plásmido tomado <strong>de</strong> una cepa resistente. Dado que la transformación era genética, la transmitía el<br />
nuevo carácter a las generaciones siguientes: el ADN <strong>de</strong> plásmido se transmitía intacto en todas las<br />
divisiones celulares 3<br />
Todas estas configuraciones estaban a punto <strong>de</strong> converger en el ámbito <strong>de</strong> la genética<br />
molecular, provocando la irrupción <strong>de</strong> la Biotecnología. En un congreso sobre plásmidos celebrado en<br />
Honolulú en 1972, Stanley Cohen trabó contacto con Herb Boyer, un joven biólogo molecular <strong>de</strong> la<br />
Universidad <strong>de</strong> California. Boyer había i<strong>de</strong>ntificado un año antes (junto con Robert Yoshimori ) la<br />
enzima <strong>de</strong> restricción Eco R1, a la que antes aludíamos. Esta enzima tiene la peculiaridad <strong>de</strong> cortar la<br />
doble hélice <strong>de</strong>l ADN en un lugar específico, entre la guanina y la citosina <strong>de</strong> los lados opuestos <strong>de</strong> la<br />
hélice. Aplicando la Ecoli Rl, el ADN se separa <strong>de</strong>l tal modo que en sus dos extremos presenta<br />
secuencias <strong>de</strong> nucleótidos complementarias, <strong>de</strong>nominadas «extremos pegajosos» <strong>de</strong>bido a que las<br />
secuencias complementarias pue<strong>de</strong>n unirse fácilmente mediante enlaces <strong>de</strong> hidrógeno y ADN ligasa.<br />
Gracias a este hallazgo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista bioquímico resultaba hipotéticamente posible combinar<br />
fragmentos <strong>de</strong> ADN <strong>de</strong> distintas especies. En el congreso <strong>de</strong> Honolulú, Boyer y Cohen pusieron en<br />
común los resultados <strong>de</strong> sus investigaciones, y comenzaron a pergeñar la tecnología <strong>de</strong>l ADN<br />
recombinante, que está en la base <strong>de</strong> la ingeniería genética 4 .<br />
Unos meses <strong>de</strong>spués, los laboratorios <strong>de</strong> Cohen , en Palo Alto, y Boyer, en San Francisco,<br />
comenzaron a colaborar para producir un híbrido <strong>de</strong> dos plásmidos distintos, cada uno <strong>de</strong> los cuales<br />
otorgaba a la bacteria receptora resistencia frente a un medicamento en particular. El objetivo era lograr<br />
una cepa bacteriana con resistencia a los dos medicamentos. En primer lugar, los plásmidos fueron<br />
cortados mediante enzimas <strong>de</strong> restricción. A continuación, fueron mezclados en un tubo <strong>de</strong> ensayo,<br />
utilizando ADN ligasa para unir los extremos. Así, fue posible lograr plásmido compuesto por<br />
fragmentos <strong>de</strong> los originales, que, una vez transplantados a las bacterias mediante los métodos <strong>de</strong><br />
Cohen, las convirtieron en inmunes a los medicamentos. El siguiente paso consistió en insertar<br />
fragmentos <strong>de</strong> genes <strong>de</strong> distintas especies: Boyer y Cohen introdujeron, mediante el mismo<br />
3 Vid. Thomas F. Lee, El Proyecto Genoma Humano. Rompiendo el código genético <strong>de</strong> la vida, págs. 121-122.<br />
4 Vid.Watson, Op. Cit, pág. 91.<br />
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procedimiento, un gen <strong>de</strong>l sapo con garras africano en un plásmido <strong>de</strong> E. Coli, introduciéndolo en una<br />
cepa bacteriana. Cada vez que se producía la división celular <strong>de</strong> las bacterias, el segmento insertado <strong>de</strong><br />
ADN <strong>de</strong> sapo se replicaba. De este modo, no sólo era posible fabricar ADN recombinante, sino también<br />
clonar genes específicos <strong>de</strong> cualquier organismo. La ingeniería genética era ya una realidad 5<br />
En es este contexto don<strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s que venimos exponiendo se configuran como<br />
operadores. Si repasamos el párrafo anterior, podremos constatar que las enzimas <strong>de</strong> restricción no<br />
aparecen ya como cuerpos con <strong>de</strong>terminadas características bioquímicas que interactúan con otros<br />
cuerpos <strong>de</strong> su entorno, sino como cuchillos moleculares que los actores implicados en el origen <strong>de</strong> la<br />
ingeniería genética utilizan para separar fragmentos <strong>de</strong> ADN; <strong>de</strong>l mismo modo que un minero utiliza el<br />
pico para separar trozos <strong>de</strong> carbón, a otra escala. Lo mismo ocurre con el resto <strong>de</strong> las configuraciones<br />
artefactuales examinadas.<br />
Los operadores conformados en el contexto <strong>de</strong> la ingeniería genética <strong>de</strong>sempeñarán un papel<br />
fundamental en el <strong>de</strong>sciframiento <strong>de</strong> la secuencia <strong>de</strong>l genoma humano. Las enzimas <strong>de</strong> restricción y la<br />
ligasa posibilitan las operaciones quirúrgicas sobre el material genético inherentes al proceso, y las<br />
técnicas <strong>de</strong> clonación permiten obtener un amplio catálogo <strong>de</strong> fragmentos específicos <strong>de</strong> ADN para ser<br />
estudiados.<br />
2.- La tecnología <strong>de</strong> secuenciación.<br />
A partir <strong>de</strong> la tecnología <strong>de</strong>l ADN recombinante, comenzó a plantearse la posibilidad <strong>de</strong><br />
establecer la secuencia <strong>de</strong> las bases nitrogenadas. La capacidad <strong>de</strong> fragmentar, unir y clonar el ADN era<br />
condición necesaria, pero no suficiente. No basta con realizar operaciones quirúrgicas sobre el material<br />
genético mediante operadores bioquímicos, sino que se requiere <strong>de</strong> algún tipo <strong>de</strong> relator capaz <strong>de</strong> fijar<br />
simbólicamente el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las bases nitrogenadas. Durante la década <strong>de</strong> los setenta se <strong>de</strong>sarrollarían los<br />
primeros métodos <strong>de</strong> secuenciación, que servirán <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo a toda la tecnología posterior utilizada en<br />
la consecución <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sciframiento <strong>de</strong>l genoma humano.<br />
Fred Sanger, que ya había establecido la primera secuencia <strong>de</strong> aminoácidos <strong>de</strong> unaproteína<br />
completa en sus experimentos con la insulina, diseño en 1975 la primera técnica <strong>de</strong> secuenciación <strong>de</strong>l<br />
ADN. El método <strong>de</strong> Sanger parte <strong>de</strong> la separación <strong>de</strong> un fragmento <strong>de</strong> ADN en ca<strong>de</strong>nas simples. Los<br />
filamentos se colocan en cuatro tubos <strong>de</strong> ensayo, en los cuales se introducen todos los elementos<br />
necesarios para la formación <strong>de</strong> nuevas moléculas <strong>de</strong> ADN: los cuatro tipos <strong>de</strong> nucleótidos, la ADN<br />
polimerasa y un oligonucleótido marcado radiactivamente (una ca<strong>de</strong>na corta <strong>de</strong> nucleótidos con<br />
una secuencia <strong>de</strong> bases <strong>de</strong>terminada que pue<strong>de</strong> fabricarse en el laboratorio). El oligo funciona como<br />
disparador, que inicia el proceso <strong>de</strong> ensamblaje, don<strong>de</strong> los nucleótidos sueltos se van asociando uno a<br />
uno a las nuevas ca<strong>de</strong>nas formadas por la acción <strong>de</strong> la polimerasa, que reproduce la ca<strong>de</strong>na original.<br />
5 Vid. Watson, Op. Cit, págs. 92-94.
PABLO INFIESTA MOLLEDA | CAPÍTULO IV. EL DESARROLLO DE LA BIOTECNOLOGÍA.<br />
Ahora bien: en cada uno <strong>de</strong> los tubos, Sanger introdujo uno <strong>de</strong> los cuatro tipos <strong>de</strong> «nucleótidos<br />
disesoxi», que tienen la propiedad <strong>de</strong> interrumpir el proceso <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> la nueva ca<strong>de</strong>na a la que<br />
se aña<strong>de</strong>n. Los nucleótidos convencionales y los di<strong>de</strong>soxi se agregaban azarosamente, con lo cual en<br />
cada uno <strong>de</strong> los tubos <strong>de</strong> ensayo se formaban una gran cantidad <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> distinta longitud, con la<br />
peculiaridad <strong>de</strong> que todas terminaban en la misma base nitrogenada (al ser <strong>de</strong>tenidas por la<br />
incorporación por el mismo nucleótido di<strong>de</strong>soxi) 6 .<br />
En este punto tenemos, por tanto, cuatro grupos <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> ADN <strong>de</strong> longitud variable,<br />
diferenciados por la base en que finalizan (A, C, G, o T). Para establecer la secuencia, la mezcla <strong>de</strong><br />
ca<strong>de</strong>nas recién sintetizadas se separa según sus respectivas longitu<strong>de</strong>s mediante gel-electroforesis <strong>de</strong><br />
poliacrilamida: se disponen todas las ca<strong>de</strong>nas en una placa impregnada con un gel bañado en una<br />
solución <strong>de</strong> poliacrilamida, que crea un tamaño <strong>de</strong> poro uniforme. La placa se coloca entonces en un<br />
campo eléctrico, que fuerza a las moléculas a <strong>de</strong>splazarse a través <strong>de</strong> los poros hacia el polo positivo<br />
(<strong>de</strong>bido a la carga negativa <strong>de</strong> los grupos fosfato). La distancia recorrida es inversamente proporcional<br />
al tamaño <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na, <strong>de</strong> modo que, al final <strong>de</strong> proceso, los distintos fragmentos <strong>de</strong> ADN aparecen<br />
or<strong>de</strong>nados en función <strong>de</strong> su tamaño a lo largo <strong>de</strong> una línea en el gel. Mediante una autorradiografía,<br />
pue<strong>de</strong>n observarse los rastros <strong>de</strong>l ADN en la senda <strong>de</strong>l gel, lo que permite leer directamente la<br />
secuencia <strong>de</strong> las nuevas ca<strong>de</strong>nas. Así, la secuencia <strong>de</strong>l ADN original pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>ducida a partir <strong>de</strong> la<br />
secuencia complementaria obtenida mediante el examen <strong>de</strong> la longitud creciente <strong>de</strong> nucleótidos en las<br />
ca<strong>de</strong>nas or<strong>de</strong>nadas 7 .<br />
En 1977, el biólogo molecular Walter Gilbert, en colaboración con Alan Maxam, <strong>de</strong>sarrolló un<br />
método alternativo para secuenciar el ADN. El punto <strong>de</strong> partida es, también, una colección <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>nas<br />
aisladas <strong>de</strong> ADN, pero, en este caso, se marca uno <strong>de</strong> los extremos <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> las ca<strong>de</strong>nas con una<br />
forma radiactiva <strong>de</strong> fósforo (32P). Entonces, se aplican al ADN compuestos químicos que alteran uno <strong>de</strong><br />
los cuatro tipos <strong>de</strong> bases nitrogenadas. Posteriormente, otro agente químico corta la ca<strong>de</strong>na en el punto<br />
en el que el nucleótido ha sido alterado. No todas las ca<strong>de</strong>nas se cortan en el mismo punto, con lo cual,<br />
al final <strong>de</strong>l proceso, se obtienen ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> distinta longitud, que terminan en el mismo nucleótido<br />
(aquél que haya sido alterado con el compuesto químico inicial). Una vez se han obtenido fragmentos<br />
terminados en cada una <strong>de</strong> las bases nitrogenadas, se realiza el proceso <strong>de</strong> electroforesis, <strong>de</strong> modo que<br />
se obtienen los mismos resultados que en el método <strong>de</strong> Sanger. No obstante, los procedimientos<br />
químicos mediante los cuales se divi<strong>de</strong> el ADN son muy dificultosos y peligrosos, con lo cual el método<br />
<strong>de</strong> Gilbert fue cayendo progresivamente en <strong>de</strong>suso 8 .<br />
Es importante señalar aquí que, en el marco <strong>de</strong> las investigaciones <strong>de</strong> Gilbert, dos<br />
morfologías <strong>de</strong> gran importancia para el PGH recibieron su conformación actual: a principios <strong>de</strong> la década <strong>de</strong><br />
1970, Richard Roberts, Ph. Sharp y otros biólogos moleculares i<strong>de</strong>ntificaron en muchos organismos tramos <strong>de</strong><br />
6 .Vid. Lee, Op. CU, págs. 170-171<br />
7 Vid. Lee, Op. C it págs. 140-141-172- y Sudbery, Op. Cit pág. 94.<br />
8 Vid Lee, Op. Cit. págs. 172-173; y Watson, Op. Cit . 107-108.<br />
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ADN que no codifican ningún aminoácido. Estos tramos se transcribe, pero ei producto <strong>de</strong> su transcripción se<br />
elimina <strong>de</strong>l mARN maduro y funcional en la síntesis <strong>de</strong> proteínas. Gilbert <strong>de</strong>finió estos segmentos <strong>de</strong> ADN<br />
aparentemente inútiles como «intrones», frente a los «exones» o genes responsables <strong>de</strong> la codificación <strong>de</strong><br />
ca<strong>de</strong>nas polipeptídicas. En el proceso <strong>de</strong> constitución <strong>de</strong> la Biotecnología no sólo adquieren su formato los<br />
componentes artefactuales <strong>de</strong>l PGH, sino que, también, se conforman nuevos trazos; lo cual no <strong>de</strong>bería resultar<br />
extraño, en tanto que las operaciones tecnológicas transforman objetos, dando lugar eventualmente a nuevas<br />
configuraciones. Como ya señalamos en su momento, los cursos no son puros y, aunque el regressus tenga como<br />
terminus a quo un tipo <strong>de</strong> configuraciones específico, en el progressus pue<strong>de</strong>n encontrarse configuraciones<br />
<strong>de</strong> cualquier otro tipo.<br />
Volviendo al plano estrictamente tecnológico, durante la década <strong>de</strong> los ochenta se produjo una<br />
innovación crucial: la secuenciación, que hasta entonces necesitaba <strong>de</strong>l concurso <strong>de</strong> los investigadores para leer y<br />
registrar los datos, se automatizó gracias a la implementación <strong>de</strong> potentes computadores y programas<br />
informáticos. Las nuevas tecnologías tomaron como base el método <strong>de</strong> Sanger, aunque sustituyendo los<br />
marcadores isotópicos por cuatro colorantes fluorescentes que marcan cada uno <strong>de</strong> los nucleótidos di<strong>de</strong>soxi con un<br />
color diferente. El producto <strong>de</strong> estas reacciones se <strong>de</strong>splaza en un único surco <strong>de</strong> un gel <strong>de</strong> electroforesis <strong>de</strong><br />
poliacrilamida. En el extremo inferior <strong>de</strong>l gel, un láser excita los fluoróforos incorporados en las ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong><br />
ADN. El or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los picos <strong>de</strong> color es registrado por un <strong>de</strong>tector, y la información generada se almacena<br />
automáticamente como un archivo digital <strong>de</strong> secuencia <strong>de</strong> ADN. Posteriormente, el archivo <strong>de</strong> datos es<br />
analizado con programas informáticos capaces <strong>de</strong> ensamblar las distintas secuencias obtenidas 9 .<br />
Estamos, en suma, ante un relator, que realiza operaciones sobre objetos para obtener proposiciones en<br />
las cuales quedan <strong>de</strong>terminadas ciertas relaciones abstractas entre dichos objetos. En este caso, la secuencia <strong>de</strong><br />
las bases nitrogenadas <strong>de</strong> un genoma <strong>de</strong>terminado.<br />
Así, por ejemplo, el ABI 373 A, <strong>de</strong>sarrollado en 1986 por Michael Hunkapiller en Applied<br />
Biosystems, una división <strong>de</strong> la Perkin Elmer Corporation. El salto cuantitativo es consi<strong>de</strong>rable: la máquina<br />
<strong>de</strong> Hunkapiller podía analizar veinticuatro muestras simultáneas, con un rendimiento <strong>de</strong> doce mil bases <strong>de</strong> ADN al<br />
día 10 . Con el método manual, el <strong>de</strong>sccifamiento <strong>de</strong>l genoma humano hubiera sido una tarea<br />
inacabable. Gracias a las tecnologías <strong>de</strong> la computación, la secuenciación <strong>de</strong>l genoma se convirtió en un<br />
proyecto plausible.<br />
En conclusión, hemos podido constatar cómo, en el curso <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la Biotecnología, un<br />
conjunto <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s heterogéneas se configuran como artefactos, operadores y relatores, en relación a otras<br />
configuraciones circulares y radiales con las que se co<strong>de</strong>terminan.<br />
9<br />
Vid. Sudbery, Op. Cit., pág. 93.<br />
10<br />
Vid. Kevin Davies, La conquista <strong>de</strong>l genoma humano. Craig Venter, Francis Collíns, James Watson y la historia <strong>de</strong>l mayor<br />
<strong>de</strong>scubrimiento científico <strong>de</strong> nuestra época, Paidós, Barcelona, 2001, pág. 84.
PABLO INFIESTA MOLLEDA | CAPÍTULO IV. EL DESARROLLO DE LA BIOTECNOLOGÍA.<br />
Capítulo V. La incorporación <strong>de</strong> las ciencias biológicas a la Big Science.<br />
PABLO INFIESTA MOLLEDA<br />
El examen <strong>de</strong> los actores, instituciones y materiales implicados en el PGH remite,<br />
inmediatamente, al contexto <strong>de</strong> los macroproyectos científicos que suelen caracterizarse con el<br />
expresivo rótulo <strong>de</strong> «Big Science». Como es bien sabido, la afortunada expresión fue acuñada por el<br />
sociólogo <strong>de</strong> la ciencia Derek <strong>de</strong> Solía Price, en su influyente obra Little Science, Big Science, para<br />
hacer referencia a todos aquéllos proyectos científicos que, por su tamaño, repercusión y coste<br />
económico <strong>de</strong>sbordan los marcos cuantitativos <strong>de</strong> la ciencia tradicional, hasta el punto <strong>de</strong> amenazar con<br />
erradicarla: «la ciencia <strong>de</strong> hoy <strong>de</strong>sborda tan ampliamente la anterior, que resulta evi<strong>de</strong>nte que hemos<br />
entrado en una nueva era que lo ha barrido todo, a excepción <strong>de</strong> las tradiciones científicas básicas» 1 .<br />
Cuando elaboró su concepción, en 1936, Price estaba tomando en consi<strong>de</strong>ración, principalmente, a la<br />
Física <strong>de</strong> su época. Sin embargo, las ciencias biológicas tardaron varios <strong>de</strong>cenios más en adquirir las<br />
dimensiones <strong>de</strong> la Big Science. En el contexto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la doble hélice, las instituciones<br />
implicadas eran pequeños laboratorios con escasos recursos económicos, don<strong>de</strong> grupos reducidos <strong>de</strong><br />
actores realizaban investigaciones dispersas, fruto en muchas ocasiones <strong>de</strong> la iniciativa personal. El<br />
ejemplo <strong>de</strong> Watson y Crick es palmario. Sin embargo, en el caso <strong>de</strong>l PGH se presenta un panorama<br />
muy distinto: instituciones gubernamentales (el NIH o el DOE 2 ), empresas (Celera Genomics), re<strong>de</strong>s<br />
internacionales <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s laboratorios (el Consorcio Internacional para la Secuenciación <strong>de</strong>l Genoma<br />
Humano), etc. Los actores implicados también han sufrido una profunda transformación: empresarios y<br />
políticos cobran una gran importancia en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, y los laboratorios se llenan <strong>de</strong><br />
trabajadores asalariados que <strong>de</strong>sempeñan una función especializada. El investigador aislado no tiene<br />
cabida en este contexto, y los gran<strong>de</strong>s científicos son ahora directores <strong>de</strong> proyectos. El caso <strong>de</strong> Watson<br />
es, <strong>de</strong> nuevo paradigmático. Si existiese alguna duda acerca <strong>de</strong> la condición cuantitativa <strong>de</strong>l PGH, los<br />
3.000 millones <strong>de</strong> dólares presupuestados por el Gobierno <strong>de</strong> los EE.UU. se encargan <strong>de</strong> <strong>de</strong>spejarla . No<br />
parece necesario argumentar <strong>de</strong>masiado para justificar que la escala <strong>de</strong> los sociofactos en el seno <strong>de</strong>l<br />
PGH está dada por la Big Science.<br />
Ahora bien, ¿cuándo se produjo la entrada <strong>de</strong> las ciencias biológicas en el ámbito <strong>de</strong> la «gran<br />
ciencia»? O, dicho <strong>de</strong> otro modo, ¿cuál es el límite <strong>de</strong>l regressus realizado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los sociofactos que<br />
forman parte constituyente <strong>de</strong>l PGH? En este punto, el curso que estamos examinando intersecta con el<br />
anterior, dado que el salto cuantitativo en las ciencias biológicas vino <strong>de</strong>terminado por las aplicaciones<br />
<strong>de</strong> los materiales producidos por la Biotecnología.<br />
1 Derek <strong>de</strong> Solía Price, Hacia una ciencia <strong>de</strong> la ciencia, Barcelona, Ariel, 1973, pág. 34.<br />
2 Instituto Nacional <strong>de</strong> Salud y Departamento <strong>de</strong> Energía <strong>de</strong> los EE.UU., respectivamente, por sus siglas en inglés.<br />
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1. Las aplicaciones <strong>de</strong> la ingeniería genética y el tránsito a la Big Science.<br />
CAPÍTULO IV. EL DESARROLLO DE LA BIOTECNOLOGÍA. | PABLO INFIESTA MOLLEDA<br />
La tecnología <strong>de</strong>l ADN recombinante, <strong>de</strong>sarrollada por Herb Boyer y Stanley Cohen, dio lugar<br />
a la posibilidad <strong>de</strong> fabricar productos con fines específicos que alcanzaron un gran valor comercial.<br />
Los primeros éxitos se produjeron gracias a la síntesis <strong>de</strong> productos génicos <strong>de</strong> gran utilidad en<br />
la terapia clínica. Mediante las técnicas <strong>de</strong> manipulación, modificación y transferencia <strong>de</strong> genes, fue<br />
posible inducir a las bacterias a producir proteínas valiosas, <strong>de</strong> las cuales la primera fue la insulina: en<br />
1976, un grupo <strong>de</strong> investigadores bajo la dirección <strong>de</strong> Herb Boyer aisló el mARN producido por el gen<br />
<strong>de</strong> la insulina. Debido al proceso <strong>de</strong> corrección, el mARN carece <strong>de</strong> los intrones <strong>de</strong>l ADN a partir <strong>de</strong>l<br />
cual se copia, con lo cual eliminaba todo el material genético sobrante para la síntesis <strong>de</strong> la proteína.<br />
Mediante la ARN transcriptasa, <strong>de</strong>scubierta en 1970 por Termin y Baltimore, el equipo <strong>de</strong> Boyer pudo<br />
producir ADN a partir <strong>de</strong>l mARN aislado, obteniendo así un fragmento <strong>de</strong> ADN con toda la<br />
información necesaria para que la bacteria produjera la insulina 3 .<br />
La síntesis <strong>de</strong> la insulina no se produjo en un laboratorio universitario, sino que la institución<br />
responsable fue la empresa Genentech (acrónimo <strong>de</strong> «genetic engineering technology»), fundada por el<br />
propio Herb Boyer y el financiero Bob Swanson para comercializar los productos <strong>de</strong> la ingeniería<br />
genética. El papel <strong>de</strong> Boyer no era ya alcanzar resultados académicos <strong>de</strong> prestigio, o labrarse una<br />
carrera profesional como científico, sino fabricar materiales económicamente rentables. La insulina<br />
constituyo el primer objetivo comercial para Genentech : los ocho millones <strong>de</strong> diabéticos que se<br />
estimaban sólo en Estados Unidos eran consumidores potenciales.<br />
En 1978, Walter Gilbert, junto con un consorcio <strong>de</strong> empresarios, <strong>de</strong> EE.UU. y Europa, crearon<br />
Biogen para competir con la iniciativa <strong>de</strong> Boyer y Swanson. No sólo las instituciones se estaban<br />
transformando, convirtiéndose en fábricas <strong>de</strong> productos biológicos; los propios actores, que antes<br />
<strong>de</strong>sempeñaban el rol <strong>de</strong> investigadores, eran ahora empresarios en busca <strong>de</strong> beneficios. Como señala<br />
Watson, «ahora, la participación en la carrera comercial es parte normal <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> un pez gordo<br />
<strong>de</strong>l ADN» 4 . Los resultados no se hicieron esperar: una vez <strong>de</strong>sarrollada la técnica para<br />
producir insulina, en 1978 Swanson vendió la licencia exclusiva para distribuir la proteína a Ely Lilly,<br />
la compañía que controlaba el 85% <strong>de</strong>l mercado, con una facturación anual cercana a los 3.000 millones<br />
<strong>de</strong> dólares. Dos años <strong>de</strong>spués, en 1980, Genentech saldría a bolsa: en unos minutos, sus acciones<br />
subieron <strong>de</strong> 35 dólares iniciales a 85, en su momento la mayor revalorización <strong>de</strong> Wall Street. Gracias a<br />
la síntesis <strong>de</strong> la insulina, Boyer y Swanson ganaron más <strong>de</strong> 60 millones <strong>de</strong> dólares cada uno. La<br />
industria biotecnológica estaba ya consolidada, y la rentabilidad <strong>de</strong> las investigaciones biológicas era<br />
una realidad 5 .<br />
3<br />
Vid. Robert Cook-Degan, The Gene Wars, W. W. Norton & Company, Nueva York, 1994, págs. 117-161, Vid. James Watson,<br />
ADN. El secreto <strong>de</strong> la vida, Taurus, Madrid, 2003, pág.118<br />
4<br />
Watson, Op Cit pág. 122 .<br />
5<br />
Vid. Watson, Op. C/í.,págs. 119-120. Vid. Renato Dulbecco, Los genes y nuestro futuro. La apuesta <strong>de</strong>l Proyecto Genoma, Alianza, Madrid,<br />
págs. 168-187.
PABLO INFIESTA MOLLEDA | CAPÍTULO IV. EL DESARROLLO DE LA BIOTECNOLOGÍA.<br />
Des<strong>de</strong> entonces, florecieron multitud <strong>de</strong> compañías biotecnológicas, y las industrias<br />
farmacéuticas, conscientes <strong>de</strong> los resultados que se podían obtener en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> medicamentos,<br />
comenzaron a realizar gran<strong>de</strong>s inversiones en el campo <strong>de</strong> la Biología molecular.<br />
Las técnicas <strong>de</strong> ingeniería genética posibilitaron, a<strong>de</strong>más, la i<strong>de</strong>ntificación y el aislamiento <strong>de</strong><br />
muchos genes implicados en enfermeda<strong>de</strong>s hereditarias muy extendidas: la anemia falciforme, la<br />
hemofilia, el retinoblastoma, la hipercolesterolemia, la fibrosis quística la osteoartritis, la corea <strong>de</strong><br />
Huntington, etc. De este modo se pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>tectar precozmente los genes asociados a estas<br />
enfermeda<strong>de</strong>s, e incluso, mediante la terapia génica, intervenir directamente sobre los genes alterados.<br />
La Biotecnología había dado lugar a una nueva fuente <strong>de</strong> beneficios, tanto económicos como sanitarios,<br />
que <strong>de</strong>spertarían el interés <strong>de</strong> las empresas farmacéuticas y las instituciones gubernamentales.<br />
Podríamos continuar con el relato <strong>de</strong> las instituciones, actores y materiales que se conforman en el<br />
marco <strong>de</strong> la Big Science. Pero, con lo dicho, queda caracterizado el curso en el cual se configuran las partes<br />
constituyentes <strong>de</strong>l PGH que adscribimos al ámbito <strong>de</strong> los socio/actos, en sus relaciones mutuas con otras<br />
configuraciones que ya han sido previamente examinadas en los cursos anteriores. El siguiente paso a<strong>de</strong>lante nos<br />
pondría, a<strong>de</strong>más, frente a los ortogramas, planes y programas que intervienen en la constitución <strong>de</strong>l PGH, lo cual<br />
escapa a los propósitos <strong>de</strong>l presente trabajo.<br />
Conclusiones<br />
El examen <strong>de</strong> la bibliografía acerca <strong>de</strong> la génesis <strong>de</strong>l PGH revela la existencia <strong>de</strong> un conjunto<br />
<strong>de</strong> problemas relacionados con la <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong> sus contenidos, y la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> las conexiones<br />
que se establecen entre ellos. Tales problemas no son resolubles <strong>de</strong>s<strong>de</strong> categorías científicas, dado que<br />
implican cuestiones ontológicas y gnoseológicas centrales. Por ello, para evitar la oscuridad y<br />
confusión <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> los tratamientos acríticps, es necesario adoptar un conjunto <strong>de</strong> principios<br />
filosóficos que permitan <strong>de</strong>limitar y organizar los materiales implicados en el origen <strong>de</strong>l PGH.<br />
La propuesta metodológica que hemos formulado a tales efectos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el materialismo<br />
filosófico está condicionada por las propias características <strong>de</strong> la cuestión estudiada. El PGH, aun siendo<br />
un proyecto científico, incorpora también contenidos tecnológicos y sociales en su seno. De tal modo<br />
que los aspectos sociológicos y tecnológicos no pue<strong>de</strong>n ser eliminados, en tanto que forman parte<br />
constituyente <strong>de</strong>l propio Proyecto. No cabe, por tanto, establecer distinciones tajantes entre contenidos<br />
internos y externos, ni mucho menos ignorar cualquiera <strong>de</strong> los aspectos <strong>de</strong>l PGH cuando se afronta la<br />
cuestión <strong>de</strong> su génesis. No tanto por incurrir en excesos reduccionistas, cuanto por la imposibilidad<br />
efectiva <strong>de</strong> la reconstrucción. Así, la elaboración <strong>de</strong> una metodología a<strong>de</strong>cuada a los propósitos <strong>de</strong> la<br />
investigación supuso la necesidad <strong>de</strong> incluir <strong>de</strong>sarrollos originales con el objetivo <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r abordar los<br />
distintos contenidos <strong>de</strong>l PGH, sin perjuicio <strong>de</strong> su raigambre eminentemente gnoseológica. El enfoque<br />
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CAPÍTULO IV. EL DESARROLLO DE LA BIOTECNOLOGÍA. | PABLO INFIESTA MOLLEDA<br />
adoptado permitió disociar tales contenidos para su examen particular, subrayando siempre su<br />
interconexión mutua.<br />
En la segunda parte <strong>de</strong>l trabajo, <strong>de</strong>dicada a la reconstrucción <strong>de</strong> los cursos que conforman el<br />
entorno <strong>de</strong>l PGH, cobra mayor protagonismo la perspectiva sociohistórica, aunque las precisiones<br />
filosóficas realizadas <strong>de</strong>limitan, orientan y organizan los materiales estudiados. Las conclusiones<br />
parciales alcanzadas, siempre provisionales y sujetas a posteriores revisiones, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n por <strong>completo</strong><br />
<strong>de</strong> los entramados argumentales y factuales en los que se engranan. Por ello, remitimos a sus lugares<br />
naturales para su consulta y evaluación. Exponerlas aquí <strong>de</strong>sconectadas <strong>de</strong> su contexto, como si se<br />
tratase <strong>de</strong> proposiciones necesarias <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong>ductivo, supondría la perversión <strong>de</strong> la<br />
actividad filosófica, crítica y dialéctica, que hemos intentado ejercitar.<br />
Más oportuna resulta la reseña <strong>de</strong> los problemas abiertos, que constituyen, al mismo tiempo,<br />
expectativas para el futuro <strong>de</strong> nuestra investigación doctoral. En general, la reconstrucción realizada<br />
<strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse como una primera aproximación, que requiere <strong>de</strong> una profundización ulterior. Queda<br />
pendiente, también, la fundamentación <strong>de</strong> las posiciones gnoseológicas adoptadas al respecto <strong>de</strong> la<br />
Biología molecular y la doble hélice, que sustentan en gran medida la tesis central acerca <strong>de</strong> los límites<br />
<strong>de</strong>l entorno <strong>de</strong>l PGH. Por último, el presente trabajo se circunscribe al examen <strong>de</strong> los factores<br />
<strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong>l PGH. Para completar la reconstrucción anamórfica esbozada en el planteamiento<br />
general <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> la metodología propuesta a la cuestión <strong>de</strong> la génesis <strong>de</strong>l Proyecto,<br />
será necesario analizar los planes y programas que conducen a su cristalización <strong>de</strong>finitiva, y volver<br />
sobre la figura institucional <strong>de</strong>terminada <strong>de</strong> origen. Dada la dificultad inherente a la formulación <strong>de</strong> los<br />
problemas filosóficos, el bosquejo <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> las vías por las que discurrirá nuestra investigación<br />
posterior no es el menos importante <strong>de</strong> los resultados alcanzados aquí.
PABLO INFIESTA MOLLEDA | CAPÍTULO IV. EL DESARROLLO DE LA BIOTECNOLOGÍA.<br />
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CAPÍTULO IV. EL DESARROLLO DE LA BIOTECNOLOGÍA. | PABLO INFIESTA MOLLEDA<br />
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Aida Pulido Vigil | El proyecto genoma humano según la prensa escrita, para el “ciudadano medio”.<br />
El Proyecto Genoma Humano según<br />
la prensa escrita, para el “ciudadano<br />
medio”.<br />
Aida Pulido Vigil 1<br />
Resumen<br />
Des<strong>de</strong> que se pusiera oficialmente en marcha en Octubre <strong>de</strong> 1990<br />
el Proyecto Genoma Humano ha sido objeto <strong>de</strong> numerosas<br />
noticias. Recuperándolas, el interrogante acerca <strong>de</strong> la concepción<br />
sobre él predominante entre la “ciudadanía media” haya su<br />
respuesta. Constituyendo la prensa escrita uno <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong><br />
acceso fundamentales al conocimiento científico para el<br />
“ciudadano medio”, reconstruir el seguimiento que ésta le ha<br />
<strong>de</strong>dicado bastará para <strong>de</strong>terminar qué es el Proyecto Genoma<br />
Humano para el “ciudadano medio”.<br />
1 Nacíó en Oviedo en 1988. Cursó el bachillerato <strong>de</strong> Ciencias<br />
Sociales en el IES Escultor Juan <strong>de</strong> Villanueva <strong>de</strong> Pola <strong>de</strong> Siero.<br />
Licenciada en Filosofía por la Universidad <strong>de</strong> Oviedo en 2011,<br />
actualmente está cursando el Master Universitario <strong>de</strong> Profesorado<br />
<strong>de</strong> Enseñanza Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional<br />
en la misma Universidad <strong>de</strong> Oviedo..<br />
Abstract<br />
Since it was officially put in place in October 1990 the<br />
Human Genome Project has been the subject of numerous<br />
news. To recover them is to answer the question about the<br />
prevailing conception between ʺ average citizen ʺ. From a<br />
sociological point of view the press was still in the twentieth<br />
century one of the fundamental means of access to scientific<br />
knowledge for theʺ average citizenʺ. Hence, to reconstruct<br />
the track that the press has <strong>de</strong>voted us closer to the image<br />
that the ʺaverage citizenʺ has to <strong>de</strong>termine what the Human<br />
Genome Project.<br />
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Aida Pulido Vigil | El proyecto genoma humano según la prensa escrita, para el “ciudadano medio”.<br />
El Proyecto Genoma Humano según la prensa escrita, para el “ciudadano medio”.<br />
Aida Pulido Vigil 2<br />
*<br />
En 1953 James Watson y Francis Crick <strong>de</strong>scubren la estructura <strong>de</strong> la doble hélice <strong>de</strong>l ADN. Inician, así, una<br />
revolución en el ámbito <strong>de</strong> la genética que, progresivamente, se convierte en una <strong>de</strong> las disciplinas científicas más<br />
prometedoras para la prevención, el tratamiento y la cura <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s. Sus previsibles consecuencias hacen<br />
<strong>de</strong> ella objeto <strong>de</strong> confianza. Confianza propia no sólo <strong>de</strong> aquellos que la cultivan; también el “ciudadano medio” 3<br />
ve en ella una fuente <strong>de</strong> esperanza. ¿A qué se <strong>de</strong>be esta concepción por parte <strong>de</strong> aquellos que nada tienen que ver<br />
con la ciencia? La difusión y el seguimiento que la prensa escrita hace <strong>de</strong>l conocimiento científico nos parece que<br />
constituye una <strong>de</strong> las claves para la respuesta pues, creemos, es el medio que, en general (junto a la televisión y la<br />
radio) el “ciudadano medio” utiliza para mantenerse informado sobre cuestiones políticas, sociales, económicas…<br />
y científicas. En otras palabras, la prensa escrita constituye un vínculo <strong>de</strong> unión entre el conocimiento científico y<br />
el “ciudadano medio” que, tal y como lo hemos <strong>de</strong>finido, <strong>de</strong> otro modo no mantendría relación con el mismo.<br />
Partiendo <strong>de</strong> esta postura, en las próximas líneas nos proponemos mostrar el seguimiento que un periódico <strong>de</strong><br />
tirada nacional, el ABC 4 , ha hecho <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano 5 . De este modo preten<strong>de</strong>mos poner <strong>de</strong> manifiesto<br />
cómo se ha ido contando el curso <strong>de</strong>l Proyecto, esto es, cómo ha sido <strong>de</strong>finido, qué aspectos han sido enfatizados,<br />
cuáles han sido obviados, qué perspectiva se ha adoptado respecto a sus consecuencias, etc. para, <strong>de</strong> acuerdo con<br />
ello, concluir la concepción que el “ciudadano medio” tiene acerca <strong>de</strong>l Proyecto.<br />
1990: INICIO DEL PROYECTO<br />
El Proyecto Genoma Humano inicia su andadura oficialmente en Octubre <strong>de</strong> 1990 con James Watson<br />
como director. El objetivo que persigue, sin embargo, no es novedoso. De ahí que en Mayo <strong>de</strong> ese año ya se <strong>de</strong>fina<br />
la secuenciación <strong>de</strong>l genoma humano como el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> “buscar el santo grial <strong>de</strong>l ser humano…, <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r la<br />
esencia <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l hombre”. Los beneficios que, presumiblemente, reportará también son ya en este momento<br />
apuntados, reconociéndose que se trata <strong>de</strong> un “proyecto para el bien <strong>de</strong> la humanidad”.<br />
En los meses sucesivos las noticias sobre el Proyecto continúan <strong>de</strong>stacando las predicciones sobre sus<br />
consecuencias. Se <strong>de</strong>staca, por ejemplo, el avance que supondrá en la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> “genes responsables <strong>de</strong><br />
enfermeda<strong>de</strong>s, entre las que <strong>de</strong>staca la esquizofrenia, el síndrome <strong>de</strong> Down y el cáncer”. No obstante, empiezan<br />
también a plantearse los problemas éticos o jurídicos que pue<strong>de</strong> suscitar. Se reconoce que “es enormemente<br />
importante preveer los problemas que puedan plantearse. En torno a ellos gira el II Seminario sobre “Cooperación<br />
internacional para el proyecto Genoma Humano: ética” que tiene lugar en Valencia entre el 12 y el 14 <strong>de</strong><br />
Noviembre. A él asisten Watson y el premio Nobel Gilbert. Sus intervenciones se recogen en las noticias relativas al<br />
mismo. Del primero se <strong>de</strong>staca su reconocimiento <strong>de</strong> que «<strong>de</strong>bemos elaborar normas <strong>de</strong> comportamiento en<br />
genética», <strong>de</strong>l segundo se recoge su pronóstico según el cual en diez años se conocerían todos los genes<br />
relacionados con el cáncer. Algo que, según sus palabras, no proporcionará una cura para la enfermedad, pero sí una<br />
explicación científica <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong>l mal.<br />
2 Nacíó en Oviedo en 1988. Cursó el bachillerato <strong>de</strong> Ciencias Sociales en el IES Escultor Juan <strong>de</strong> Villanueva <strong>de</strong> Pola <strong>de</strong> Siero. Licenciada en<br />
Filosofía por la Universidad <strong>de</strong> Oviedo en 2011, actualmente está cursando el Master Universitario <strong>de</strong> Profesorado <strong>de</strong> Enseñanza<br />
Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional en la misma Universidad <strong>de</strong> Oviedo..<br />
3 Cuando <strong>de</strong>cimos “ciudadano medio” hacemos referencia a los individuos con formación y preocupados por la actualidad, pero sin ningún<br />
interés o relación especial con la ciencia, esto es, a los individuos que no forman parte <strong>de</strong> ningún grupo humano en el que el nexo <strong>de</strong> unión entre<br />
sus miembros es la ciencia.<br />
4 Elegimos este periódico y no otro porque figura, según el Estudio General <strong>de</strong> Medios, entre los periódicos más leídos en España. A<strong>de</strong>más en su<br />
página web ofrece la posibilidad <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a su hemeroteca que, evi<strong>de</strong>ntemente, es la fuente <strong>de</strong> información necesaria para <strong>de</strong>terminar el<br />
seguimiento que ha hecho <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano.<br />
5 En lo que resta también nos referiremos al Proyecto Genoma Humano como el “Proyecto” o, haciendo uso <strong>de</strong> sus siglas, como el “PGH”.<br />
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El proyecto genoma humano según la prensa escrita, para el “ciudadano medio” | Aida Pulido Vigil<br />
1991-1992: POLÉMICA POR LA PATENTE DE GENES, WATSON DIMITE COMO DIRECTOR DEL PGH<br />
“Polémica en EEUU por la patente <strong>de</strong> genes humanos”, éste es el titular que recoge el intento <strong>de</strong> Craig<br />
Venter, un trabajador <strong>de</strong> los Institutos <strong>de</strong> Salud <strong>de</strong> EEUU (INH), <strong>de</strong> patentar 337 genes humanos y que se <strong>de</strong>fine<br />
como el <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nante <strong>de</strong> una “gran polémica científica”. “Entre los mayores críticos figura el premio Nobel e<br />
impulsor <strong>de</strong>l proyecto Genoma Humano, James Watson”, pues consi<strong>de</strong>ra tal intención un “abuso <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong><br />
patentes”.<br />
Tres meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l anuncio <strong>de</strong> la polémica se menciona el hecho <strong>de</strong> que Watson, en un artículo <strong>de</strong> la<br />
revista Science, insistiese en su rechazo a la patente <strong>de</strong> genes, calificando la postura contraria como absoluta locura.<br />
La alusión a esta reiteración en su postura no constituye una noticia, sino que se introduce como una<br />
ejemplificación <strong>de</strong> la idoneidad y la necesidad <strong>de</strong> las jornadas que la Fundación BBV organizaría sobre los aspectos<br />
legales <strong>de</strong>l Proyecto en Enero <strong>de</strong> 1993. Noticia si es, en cambio, el posicionamiento <strong>de</strong>l premio Nobel Walter<br />
Gilbert a favor “<strong>de</strong> la patente <strong>de</strong> genes <strong>completo</strong>s ya que, a su juicio, no plantea problemas éticos y es la única<br />
garantía que poseen las compañías farmacéuticas para recuperar su gasto en investigación”. Sus palabras respecto a<br />
la renuncia <strong>de</strong> Watson como director <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano también son recogidas. Gilbert mantiene que<br />
““Watson dimitió porque pensó, al contrario que ciertas personas <strong>de</strong>l Gobierno, que estas secuencias fragmentadas<br />
no tienen valor ni utilidad para la sociedad” y que, pese a su dimisión el Proyecto continuará en EEUU “aunque el<br />
mapa <strong>de</strong>l Genoma no estará concluido hasta el año 2.000 o 2.005”.<br />
La opinión <strong>de</strong> Gilbert sobre la renuncia <strong>de</strong> Watson se ratifica días <strong>de</strong>spués. Según ABC sus “propias<br />
<strong>de</strong>claraciones han <strong>de</strong>jado entrever que el verda<strong>de</strong>ro motivo <strong>de</strong> su marcha es su oposición a la política <strong>de</strong>l Instituto<br />
Nacional <strong>de</strong> la Salud, que dirige Bearnandine Healy, <strong>de</strong> apoyar el registro comercial <strong>de</strong> secuencias <strong>de</strong> genes.<br />
Aunque la función <strong>de</strong> este material genético, en el futuro, pue<strong>de</strong> ser la base <strong>de</strong> rentables medicamentos”. El<br />
<strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nante, por tanto, no habría sido, tal y como el propio Watson <strong>de</strong>claró, su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> retomar las<br />
investigaciones al frente <strong>de</strong>l Laboratorio Cold Spring Harbor, sino su <strong>de</strong>sacuerdo con la política <strong>de</strong>l Instituto<br />
Nacional <strong>de</strong> Salud. Fue la patente <strong>de</strong> genes la gota que colmó el vaso. “Watson utilizó los calificativos más fuertes<br />
para tildar esta iniciativa que a su juicio ponía en peligro la cooperación internacional en la secuenciación y<br />
cartografía <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> genes que posee el hombre, un esfuerzo que ayudará a prevenir la aparición <strong>de</strong> un gran<br />
<strong>número</strong> <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> componente génico”.<br />
1993: COLLINS NUEVO DIRECTOR DEL PROYECTO GENOMA HUMANO EN EEUU<br />
El 30 <strong>de</strong> Abril <strong>de</strong> este año se anuncia que “Francis Collins, investigador norteamericano, se ha convertido<br />
en el nuevo director <strong>de</strong>l proyecto Genoma Humano en Estados Unidos. Sustituye en este importante cargo al<br />
premio Nobel James Watson, que presentó la dimisión por sus diferencias sobre la patente <strong>de</strong> genes con la<br />
responsable <strong>de</strong> los Institutos Nacionales <strong>de</strong> la Salud <strong>de</strong> Estados Unidos, Bernadine Healy”. Este mismo día también<br />
es notica “la primera terapia génica con un joven <strong>de</strong> veintitrés años aquejado <strong>de</strong> fibrosis quística”; enfermedad<br />
cuyos mecanismo génicos consiguió <strong>de</strong>terminar en 1989 “un equipo <strong>de</strong> investigadores entre los que se encontraba<br />
Francis Collins”, el recientemente nombrado director <strong>de</strong>l PGH.<br />
La Universidad <strong>de</strong> Deusto celebra entre los días 24 y <strong>26</strong> <strong>de</strong> Mayo una reunión internacional sobre «El<br />
Derecho ante el Proyecto Genoma Humano». En su anuncio se afirma que “con toda seguridad habrá dos asuntos<br />
que por la controversia que ya suscitan en la actualidad centrarán gran parte <strong>de</strong> la atención en Bilbao. El primero <strong>de</strong><br />
ellos es la patentabilidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scubrimientos genéticos. La pregunta <strong>de</strong> fondo es si es lícito patentar un ser vivo<br />
o algunas <strong>de</strong> sus partes para patrimonio <strong>de</strong> la Humanidad… Esta polémica… al margen <strong>de</strong> su sustrato ético y legal<br />
amenaza con romper la necesaria colaboración internacional en este proyecto”. En la reunión interviene Craig<br />
Venter 6 y <strong>de</strong>ja clara su postura, a saber, que no se trata <strong>de</strong> patentar materia viva pues no consi<strong>de</strong>ra “los genes como<br />
algo vivo. Es <strong>de</strong>cir, los genes se pue<strong>de</strong>n reproducir en un laboratorio y no cobran vida. Son esenciales para la vida,<br />
pero el agua también lo es y a nadie se le ocurre <strong>de</strong>cir que tenga vida”. Explica, a<strong>de</strong>más, “que él no ha presentado<br />
nunca ninguna solicitud <strong>de</strong> patente sino que fue el Instituto Nacional <strong>de</strong> la Salud (NIH) quien lo hizo. A pesar <strong>de</strong><br />
6 En esta reunión Venter conoce a Hamilton Smith; quien se convertirá en su colaborador. Precisamente es él quien propone secuenciar el<br />
genoma <strong>completo</strong> <strong>de</strong> una bacteria. Es él, por tanto, en última instancia el responsable <strong>de</strong> que Venter anunciase en Mayo <strong>de</strong> 1995 la primera<br />
secuencia <strong>de</strong> un organismo autónomo.
Aida Pulido Vigil | El proyecto genoma humano según la prensa escrita, para el “ciudadano medio”.<br />
ello, manifestó a ABC que es partidario <strong>de</strong> las patentes sobre los <strong>de</strong>scubrimientos genéticos, aunque en su opinión<br />
sólo <strong>de</strong>bería patentarse aquello que tenga utilida<strong>de</strong>s terapéuticas. Manifestó, asimismo, su firme convicción <strong>de</strong> que<br />
las patentes ayudan al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la investigación. Y fundamentó esta afirmación basándose en dos hechos<br />
concretos: «Por un lado -dijo-, gran parte <strong>de</strong> la investigación en Estados Unidos está financiada por empresas<br />
privadas que, lógicamente, quieren obtener algún beneficio <strong>de</strong> sus inversiones. Y, por otro lado, es evi<strong>de</strong>nte que la<br />
patente es lo opuesto al secreto. Es <strong>de</strong>cir, que lo que se patenta se hace público y pue<strong>de</strong> ser utilizado por los <strong>de</strong>más<br />
investigadores. Conviene no olvidar que en el Reino Unido, al no tener claro,-si iban o no a po<strong>de</strong>r patentar sus<br />
<strong>de</strong>scubrimientos, mantuvieron en secreto gran cantidad <strong>de</strong> secuencias genéticas. Cuando <strong>de</strong>cidieron patentarlas,<br />
hicieron públicos sus trabajos”.<br />
John Collins “se pronunció también a favor <strong>de</strong> la patentabilidad <strong>de</strong> los genes, ya que, como dijo, «lo que se<br />
patenta son fórmulas aisladas y purificadas que no existen como tal en la naturaleza». Explicó que los requisitos<br />
para patentar algo son que se trate <strong>de</strong> algo nuevo, que tenga una utilidad práctica y que sea una invención y no un<br />
<strong>de</strong>scubrimiento, es <strong>de</strong>cir, que exista un proceso <strong>de</strong> creación”.<br />
1994-1997: EEUU RENUNCIA A LA PATENTE DE GENES, PROBLEMAS ÉTICOS, DECLARACIÓN<br />
UNIVERSAL SOBRE EL GENOMA Y LOS DERECHOS HUMANOS…<br />
El 13 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 1994 la renuncia <strong>de</strong> Estados Unidos a “patentar más <strong>de</strong> seis mil fragmentos <strong>de</strong> genes<br />
humanos” es noticia. Se dice que “aunque la función y la utilidad práctica <strong>de</strong> casi todas ellas es <strong>de</strong>sconocida por el<br />
momento, los INH <strong>de</strong> EE.UU. pretendían reservarse durante los próximos diecisiete años los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> estas<br />
secuencias, que quizá serían en el futuro la base <strong>de</strong> fármacos contra distintas patologías… Numerosos acreditados<br />
investigadores se opusieron a esta práctica por enten<strong>de</strong>r que los genes humanos son patrimonio <strong>de</strong> la Humanidad. El<br />
propio director <strong>de</strong>l proyecto Genoma en Estados Unidos, el Nobel James Watson, <strong>de</strong>jó su cargo por este motivo. Sin<br />
embargo, la solicitud <strong>de</strong>l INH fue rechazada por la Oficina <strong>de</strong> Patentes y Marcas <strong>de</strong> Estados Unidos y, ayer, el<br />
nuevo director <strong>de</strong> los INH, el premio Nobel <strong>de</strong> Medicina Harold Varmus, afirmó que este organismo no presentará<br />
un recurso para conseguir la aprobación”.<br />
Seis meses más tar<strong>de</strong>, las aplicaciones <strong>de</strong> la información que se va obteniendo con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l<br />
Proyecto hacen posible el siguiente titular: “Dieciocho enfermeda<strong>de</strong>s hereditarias se <strong>de</strong>tectan ya con pruebas<br />
genéticas”. “El diagnóstico precoz <strong>de</strong> una gran variedad <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s hereditarias es el primer paso <strong>de</strong> la<br />
medicina preventiva surgida con el proyecto Genoma Humano. Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> cincuenta pruebas genéticas han sido<br />
<strong>de</strong>sarrolladas por los investigadores y los expertos consi<strong>de</strong>ran que a finales <strong>de</strong> siglo su uso será diario para <strong>de</strong>tectar,<br />
incluso antes <strong>de</strong> manifestarse, ciertos tipos <strong>de</strong> cánceres o la enfermedad <strong>de</strong> Alzheimer”.<br />
En Mayo <strong>de</strong> 1995 el genoma se presenta como una “mina <strong>de</strong> oro” para las empresas farmacéuticas. En una<br />
noticia a doble página se reconoce que “los orígenes puramente científicos <strong>de</strong>l proyecto internacional sobre el<br />
Genoma Humano constituyen hoy sólo un recuerdo. Las compañías farmacéuticas <strong>de</strong> todo el mundo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las<br />
po<strong>de</strong>rosas multinacionales hasta los más diminutos laboratorios, se han lanzado a la búsqueda <strong>de</strong> «El Dorado» <strong>de</strong>l<br />
código genético: el aislamiento <strong>de</strong> genes responsables <strong>de</strong> un gran <strong>número</strong> <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s letales para la<br />
Humanidad. La explotación <strong>de</strong> esta «mina <strong>de</strong> oro» oculta en la molécula <strong>de</strong> DNA proporcionará, a quien consiga los<br />
mayores tesoros científicos, multimillonarios beneficios por la venta <strong>de</strong> fármacos y pruebas <strong>de</strong> diagnóstico, así<br />
como por las patentes <strong>de</strong> futuras terapias”.<br />
En Octubre <strong>de</strong> ese mismo año se a<strong>de</strong>lanta que “en EEUU los científicos parecen haber entrado en la recta<br />
final <strong>de</strong>l proyecto Genoma Humano”, y se recoge que “la veloz i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> genes ha suscitado los primeros<br />
problemas éticos” ante la posibilidad <strong>de</strong> que sean utilizados por “compañías aseguradoras para discriminar a<br />
personas, que pese a estar sanas, tienen un potencial riesgo <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer patologías genéticas”.<br />
Un año más tar<strong>de</strong>, “Cien científicos logran por primera vez un mapa con más <strong>de</strong> dieciséis mil genes. Se<br />
trata <strong>de</strong>l principal hito <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que empezó el Proyecto Genoma Humano”. Supone, asimismo, un “salto cualitativo y<br />
cuantitativo en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l proyecto” ya que la noticia es posible gracias al “<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> bases <strong>de</strong> datos<br />
específicas y la introducción <strong>de</strong> nuevas metodologías para cartografiar el DNA humano”. Por otro lado, “gracias a<br />
este avance se podrá i<strong>de</strong>ntificar con gran rapi<strong>de</strong>z los genes responsables <strong>de</strong> millares <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s hereditarias”.<br />
Gracias a los mapas físicos y genéticos anteriores, “se ha conseguido i<strong>de</strong>ntificar, entre otros, los genes «ApoE-4»<br />
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El proyecto genoma humano según la prensa escrita, para el “ciudadano medio” | Aida Pulido Vigil<br />
involucrado en la aparición dé la enfermedad <strong>de</strong> Alzheimer; el «MLH-1», que causa tumores hereditarios <strong>de</strong> colon,<br />
y el «FGFR-3», responsable <strong>de</strong> la acondroplasia”.<br />
El 12 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 1997 se anuncia que “la Unesco aprueba su <strong>de</strong>claración universal sobre el genoma<br />
y los <strong>de</strong>rechos humanos. El documento concilia la libertad <strong>de</strong> investigación y la protección <strong>de</strong>l individuo”. Se trata<br />
<strong>de</strong> un “histórico documento internacional <strong>de</strong> bioética que concilia la libertad <strong>de</strong> la investigación y la protección <strong>de</strong>l<br />
patrimonio genético <strong>de</strong> la Humanidad. En 25 artículos, esta <strong>de</strong>claración establece los criterios éticos universales<br />
para la investigación sobre los genes <strong>de</strong>l ser humano, a la vez que protege contra posibles abusos, como la<br />
clonación humana”.<br />
1998-1999: CRAIG VENTER CREA UNA EMPRESA PRIVADA, CELERA GENOMICS, QUE LOGRARÁ<br />
ANTES QUE EL PGH EL MAPA DEL GENOMA HUMANO<br />
El 11 <strong>de</strong> Marzo <strong>de</strong> 1998 se afirma que “el proyecto sobre el genoma humano llega a su ecuador con<br />
consi<strong>de</strong>rable retraso” Cuando el proyecto está llegando a “la mitad <strong>de</strong> los quince años previstos en un principio para<br />
completar el mapa <strong>de</strong>l Genoma Humano, científicos norteamericanos han empezado a cuestionar la posibilidad <strong>de</strong><br />
terminar esta difícil misión para el año 2005” pues, hasta el momento, sólo se ha secuenciado un 3% <strong>de</strong>l genoma.<br />
En palabras <strong>de</strong>l “científico Craig Venter, <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Investigación Genómica <strong>de</strong> Maryland, todos los grupos<br />
involucrados en este colosal proyecto «están retrasados, incluido el nuestro»”. Si Venter hubiera pronunciado esas<br />
palabras meses más tar<strong>de</strong> su sentido habría cambiado. Habría cambiado en tanto que el 8 <strong>de</strong> Mayo comunica a<br />
Collins, director <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano, la creación <strong>de</strong> Celera Genomics 7 , y propone que ésta y el proyecto<br />
público compartan sus datos. Dos días más tar<strong>de</strong>, The New York Times recoge la noticia e insinúa los riesgos que<br />
podría suponer “la posible posesión o el control <strong>de</strong> todo el genoma humano por una empresa privada sola”. ABC,<br />
en cambio, no proporciona información al respecto. No obstante, la reacción <strong>de</strong>l proyecto público al reto impuesto<br />
por Venter con la creación <strong>de</strong> su empresa sí que es motivo <strong>de</strong> noticia. Así, uno <strong>de</strong> los titulares <strong>de</strong>l 16 <strong>de</strong> septiembre<br />
proclama que “El proyecto Genoma Humano se acelera para lograr el mapa <strong>completo</strong> en el 2003. Se a<strong>de</strong>lanta en dos<br />
años el objetivo por la competencia <strong>de</strong> estudios privados”. Tal a<strong>de</strong>lanto, supone un “<strong>de</strong>safío ambicioso, ya que hasta el<br />
momento sólo se ha acometido el 6 por ciento <strong>de</strong> los trabajos. Pero ahora todo son prisas <strong>de</strong>bido a la competencia<br />
directa <strong>de</strong> dos proyectos similares impulsados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sector privado… Al frente <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> estos proyectos figura<br />
el controvertido científico Craig Venter, quien en los últimos años ha conseguido secuenciar y <strong>de</strong>scifrar los<br />
genomas <strong>de</strong> varios microorganismos con amplio valor comercial o médico. Venter cree que pue<strong>de</strong> completar el<br />
mapa <strong>de</strong>l genoma humano en sólo tres años”.<br />
2000: 90% DEL GENOMA HUMANO SECUENCIADO<br />
En Marzo se informa <strong>de</strong> que “EEUU rompe una negociación secreta con la empresa que <strong>de</strong>scifra el<br />
genoma humano”. La ruptura se <strong>de</strong>be a que Celera “que podría conseguir el mapa <strong>de</strong> todos los genes <strong>de</strong>l ser<br />
humano antes que el proyecto oficial… ofrecía su colaboración a cambio <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos exclusivos”. A cambio<br />
concretamente <strong>de</strong> tener, durante cinco años, los <strong>de</strong>rechos comerciales exclusivos para distribuir la información.<br />
Pasados siete días, las “Fuertes pérdidas <strong>de</strong> las empresas <strong>de</strong> biotecnología por la exigencia <strong>de</strong> Clinton y Blair <strong>de</strong><br />
informar públicamente sobre el Genoma Humano” son asunto <strong>de</strong> portada.<br />
En el sumario <strong>de</strong>l 7 <strong>de</strong> Abril bajo el titular “Una empresa estadouni<strong>de</strong>nse se acerca al fin <strong>de</strong>l proyecto<br />
genoma al <strong>de</strong>scifrar el material genético <strong>de</strong> una persona” se a<strong>de</strong>lanta la noticia: Celera, “que compite directamente<br />
con el Gobierno <strong>de</strong> Estados Unidos y sus socios internacionales por <strong>de</strong>scifrar el genoma <strong>de</strong> nuestra especie” ha<br />
conseguido <strong>de</strong>scifrar toda la secuencia <strong>de</strong> material genético <strong>de</strong> una persona. Se sitúa, por tanto, “muy cerca <strong>de</strong><br />
lograr su objetivo antes que el proyecto gubernamental, pese a que los trabajos <strong>de</strong> Celera comenzaron hace sólo un<br />
año y el Gobierno estadouni<strong>de</strong>nse trabaja hacia el mismo objetivo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1990”.<br />
La noticia enfatiza ya en el titular el hecho <strong>de</strong> que haya sido una empresa privada la institución que lo haya<br />
conseguido. Este énfasis, según se dice una día <strong>de</strong>spués, no <strong>de</strong>be sorpren<strong>de</strong>r teniendo en cuenta la ausencia <strong>de</strong><br />
“reglas sobre la publicidad o privacidad que habrá <strong>de</strong> atribuirse a estos conocimientos”, que “hay muchísimo dinero<br />
7 Venter en este momento no dió a conocer el nombre <strong>de</strong> la empresa. Lo hizo tres meses <strong>de</strong>spués.
Aida Pulido Vigil | El proyecto genoma humano según la prensa escrita, para el “ciudadano medio”.<br />
en juego si se acaban patentando <strong>de</strong>terminadas secuencias”. Ahora bien, el aprovechamiento <strong>de</strong> los resultados<br />
tardará en llegar. Así, este mismo día otra <strong>de</strong> las noticias <strong>de</strong>staca ya en su titular que “Científicos españoles afirman<br />
que se necesitarán décadas para enten<strong>de</strong>r y aprovechar la información <strong>de</strong>l genoma”. Si bien el anuncio <strong>de</strong> Venter<br />
“<strong>de</strong>spejó todas las dudas sobre quién es el vencedor y quién el <strong>de</strong>rrotado en la carrera <strong>de</strong>l proyecto genoma<br />
humano”, hay “mucha tela que cortar aún; y será entonces cuando puedan interpretarse y encontrar los tratamientos<br />
a los numerosos hechos <strong>de</strong> la patología humana que aguardan solución”. “Ahora nos encontramos en el principio<br />
<strong>de</strong> la recta final. Celera se enfrenta aún a las tareas más complicadas: situar en su or<strong>de</strong>n correcto todas las unida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> DNA <strong>de</strong>scifradas y localizar en esa secuencia dón<strong>de</strong> están los genes y qué funciones cumplen. Entonces<br />
terminará el proyecto y se habrá conseguido lo que el Premio Nobel Walter Gilbert <strong>de</strong>nominó el «santo grial <strong>de</strong> la<br />
genética». Pero también será el inicio <strong>de</strong> la llamada era postgenómica, en la que habrá que apren<strong>de</strong>r a leer y<br />
compren<strong>de</strong>r ese gran libro <strong>de</strong> la vida, con el fin <strong>de</strong> obtener conocimientos que mejoren la salud <strong>de</strong> las personas.<br />
Probablemente transcurrirán décadas <strong>de</strong> gran esfuerzo científico y financiero antes <strong>de</strong> que los beneficios sean<br />
tangibles.<br />
La consecución <strong>de</strong> este objetivo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá en gran medida <strong>de</strong> la colaboración entre el sector público y el<br />
privado, que actualmente compiten ferozmente por <strong>de</strong>scifrar el genoma humano. Venter y sus científicos necesitan<br />
la información recopilada por los investigadores <strong>de</strong>l proyecto oficial, tanto como el Gobierno <strong>de</strong> EE.UU. precisa <strong>de</strong><br />
la revolucionaria estrategia científica que ha aplicado este brillante y, a la vez, polémico investigador. Los esfuerzos<br />
por llegar a un acuerdo se han esfumado en los últimos dos meses, en gran parte por las discrepancias sobre el<br />
control <strong>de</strong> esta vital información biológica, pero también por rencillas y agravios acumulados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que el sector<br />
privado se lanzó a esta aventura”.<br />
El éxito científico <strong>de</strong> la empresa <strong>de</strong> C. Venter parece indiscutible, el económico también. “Cinco gran<strong>de</strong>s<br />
laboratorios pagan sumas multimillonarias por la información privilegiada <strong>de</strong>l genoma humano”, éste es el titular<br />
que anuncia en portada la suscripción <strong>de</strong> cinco multinacionales farmacéuticas a las bases <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> Celera<br />
Genomics “previo pago <strong>de</strong> sumas superiores a los 8.000 millones <strong>de</strong> pesetas, para disponer <strong>de</strong> la información más<br />
<strong>de</strong>tallada y útil”. Si bien existe un compromiso “a permitir que la industria y los grupos académicos <strong>de</strong><br />
investigación puedan acce<strong>de</strong>r gratuitamente a la secuencia <strong>de</strong> 3.000 millones <strong>de</strong> pares <strong>de</strong> bases <strong>de</strong>l genoma humano,<br />
el objetivo es lograr que finalmente se suscriban a las bases <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> Celera, que contienen la información más<br />
<strong>de</strong>tallada y las herramientas informáticas necesarias «para analizarla a precios razonables», como explicó Venter en<br />
la Cámara <strong>de</strong> Representantes <strong>de</strong> Estados Unidos”.<br />
Ya en el mes <strong>de</strong> Junio, concretamente el día <strong>26</strong>, uno <strong>de</strong> los titulares <strong>de</strong>l día manifiesta: “Los primeros<br />
borradores <strong>de</strong>l genoma humano, hito fundacional <strong>de</strong> la nueva biomedicina. Clinton y Blair anunciaron el logro junto con<br />
los directores <strong>de</strong> los proyectos público y privado”. “Gracias a un acuerdo <strong>de</strong> contenido no <strong>de</strong>svelado, los proyectos<br />
público y privado zanjaron oficialmente ayer su enfrentamiento y se anunció la voluntad <strong>de</strong> cooperar en el futuro<br />
para interpretar toda la información conseguida <strong>de</strong> forma in<strong>de</strong>pendiente. El anuncio oficial realizado conjuntamente<br />
en varias ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Europa, Estados Unidos y Japón <strong>de</strong>be interpretarse como un hito <strong>de</strong> la ciencia aunque no<br />
constituye el final <strong>de</strong> un ambicioso proyecto, sino el principio <strong>de</strong> una revolución biomédica que pue<strong>de</strong> tardar<br />
décadas en llegar…<br />
El proyecto público, en el que ha intervenido un millar <strong>de</strong> científicos durante diez años, ha llegado a este<br />
primer borrador empujado por la agresiva competencia <strong>de</strong> los investigadores <strong>de</strong> Craig Venter, que empezaron a<br />
trabajar hace sólo dos años con una estrategia diferente<br />
El investigador Francis Collins señaló que la cartografía <strong>de</strong>l genoma humano abrirá una nueva era para<br />
tratar una larguísima lista <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s que hoy no tienen curación. Aunque muchos <strong>de</strong> estos, avances tardarán<br />
aún años en llegar, dado que será necesario compren<strong>de</strong>r este gran libro <strong>de</strong> instrucciones dé la vida humana, Collins<br />
vaticinó una rápida proliferación <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrimientos sobre las causas <strong>de</strong> la diabetes, la esquizofrenia, la enfermedad<br />
cardiovascular y la esclerosis múltiple, entre otras dolencias graves. Craig Venter dijo que ahora se entra en «la fase<br />
<strong>de</strong> interpretación» <strong>de</strong> toda la información biológica conseguida para <strong>de</strong>scubrir su significado. Tras reafirmar que su<br />
borrador supera en calidad al público, Venter se comprometió a hacer públicos sus datos en otoño”.<br />
“Sin duda, la investigación 8 <strong>de</strong> toda la información que contiene está <strong>de</strong>stinada a revolucionar los tratamientos<br />
8 Al margen <strong>de</strong> ella “han quedado países como España, que durante la década <strong>de</strong> los noventa no supieron ver la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> esta ambiciosa<br />
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El proyecto genoma humano según la prensa escrita, para el “ciudadano medio” | Aida Pulido Vigil<br />
médicos, a través <strong>de</strong> fármacos adaptados al perfil genético <strong>de</strong> cada paciente, y terapias génicas que corten <strong>de</strong> raíz las<br />
enfermeda<strong>de</strong>s. Llegará la era <strong>de</strong> la medicina preventiva. Entonces se empezarán a tratar trastornos años antes <strong>de</strong> que<br />
aparezcan los primeros síntomas clínicos. Pero también serán años <strong>de</strong> incertidumbre y riesgo, porque la misma<br />
información que servirá para curar podrá ser utilizada para discriminar a grupos y personas a la hora <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a<br />
puestos <strong>de</strong> trabajo o, sencillamente, al solicitar una póliza <strong>de</strong> seguros”.<br />
2001: PRIMERAS LECTURAS DEL “LIBRO DE LA VIDA”<br />
En Enero <strong>de</strong> este año la secuenciación <strong>de</strong>l genoma humano llega a la publicidad. Un anuncio hace uso <strong>de</strong>l<br />
siguiente eslogan: “Muy pronto podrá elegir la inteligencia <strong>de</strong> sus hijos. Vaya practicando con su coche… Hoy<br />
conocemos el genoma humano, mañana quién sabe lo que podremos hacer con él. Lo que sí sabemos es que…”<br />
El 12 <strong>de</strong> Febrero se anuncia en portada: “Revolución en el conocimiento científico <strong>de</strong>l ser humano”. “Siete<br />
meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que Tony Blair y Bill Clinton anunciaran el <strong>de</strong>sciframiento <strong>de</strong>l genoma humano, el consorcio<br />
internacional <strong>de</strong> científicos <strong>de</strong>l proyecto público y su rival privado, la empresa Celera, presentan hoy las primeras<br />
<strong>de</strong>scripciones precisas <strong>de</strong> nuestra dotación genética y lo que han aprendido en sus primeras lecturas <strong>de</strong> este<br />
auténtico manual <strong>de</strong> instrucciones <strong>de</strong>l cuerpo humano”.<br />
El anuncio se aprovecha para difundir los conocimientos adquiridos hasta el momento. Uno <strong>de</strong> las noticias<br />
en el día previo está <strong>de</strong>dica, en exclusiva, a lo que se consi<strong>de</strong>ra un hallazgo clave, a saber, “que todos los miembros<br />
<strong>de</strong> nuestra especie somos casi genéticamente idénticos. La similitud entre los genomas <strong>de</strong> dos personas elegidas al<br />
azar sería <strong>de</strong>l 99,99 por ciento” De hecho, “los estudios <strong>de</strong> Celera, que analizó el genoma <strong>de</strong> cinco individuos <strong>de</strong><br />
diferentes etnias, revelan que las personas <strong>de</strong> dispares grupos raciales pue<strong>de</strong>n ser genéticamente más similares que<br />
los individuos <strong>de</strong> una misma etnia”. En esta línea se recogen también tanto los beneficios que <strong>de</strong>l Proyecto ya están<br />
<strong>de</strong>rivándose, como los que, previsiblemente, surgirán en el futuro. Concretamente se <strong>de</strong>staca que gracias a la<br />
información obtenida hasta ahora con la secuenciación <strong>de</strong>l genoma humano “la posibilidad <strong>de</strong> realizar test genéticos<br />
para <strong>de</strong>tectar la factible aparición <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s hereditarias es ya una realidad… Sólo en Estados Unidos se<br />
llevan a cabo unos cuatro millones <strong>de</strong> estas pruebas cada año”. A<strong>de</strong>más, “cuando la información <strong>de</strong>l genoma sea<br />
bien conocida también serán una realidad los medicamentos «a la carta», diseñados específicamente para cada<br />
persona. Los científicos y clínicos disponen ya <strong>de</strong> varias <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> fármacos, basados en las investigaciones sobre<br />
el genoma humano, pero en un futuro inmediato esta cifra se multiplicará <strong>de</strong> forma exponencial.”<br />
La ocasión se aprovecha también para enfatizar la supremacía <strong>de</strong> Celera frente al proyecto público. “Craig Venter y<br />
sus colaboradores lograron en prácticamente un año lo que había estado intentado el consorcio internacional <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
1990”. Concretamente, uno <strong>de</strong> los titulares <strong>de</strong>l día anuncia que “Diez grupos <strong>de</strong> investigadores españoles se unen<br />
para acce<strong>de</strong>r a la valiosa información <strong>de</strong>scubierta. Desarrollarán los nuevos “chips <strong>de</strong> DNA”, que revolucionarán la<br />
investigación y diagnóstico <strong>de</strong>l cáncer”. “La secuencia <strong>de</strong>l genoma humano se hará pública hoy y quedará accesible<br />
para toda la comunidad científica internacional. El proyecto público li<strong>de</strong>rado por el Gobierno <strong>de</strong> Estados Unidos y<br />
varios europeos introducirá toda la información en una base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> acceso gratuito. Por el contrario, Celera<br />
obligará a empresas farmacéuticas y a las instituciones académicas a firmar un contrato <strong>de</strong> suscripción millonario”.<br />
Tras su anuncio, el <strong>de</strong>sciframiento continúa siendo una <strong>de</strong> las noticias principales <strong>de</strong>l momento 9 . “«Hemos<br />
aprendido a leer el libro <strong>de</strong> la vida», dice la televisión, la radio, los periódicos. Pero sólo hemos <strong>de</strong>scifrado un<br />
alfabeto. Aún no po<strong>de</strong>mos i<strong>de</strong>ntificar palabras, conceptos, i<strong>de</strong>as; queda mucho para que podamos enten<strong>de</strong>r frases,<br />
párrafos, capítulos <strong>de</strong>l folleto <strong>de</strong> instrucciones con el que la vida empieza a distinguirse <strong>de</strong>l barro y la piedra <strong>de</strong><br />
Rosetta <strong>de</strong>l basalto garabateado. Todo un mundo <strong>de</strong> esperanzas se abre a largo plazo sin más límites que la fe ni más<br />
fronteras que las éticas”. “Llegará un día, seguramente no lejano, en que eso que se ha venido en llamar el mapa <strong>de</strong><br />
la vida se conocerá en todos sus <strong>de</strong>talles, con lo que la revolución en la Medicina y la Bioquímica habrá estallado<br />
tarea científica y aún continúan sin un centro <strong>de</strong> investigación genómica”.<br />
9 Se trata <strong>de</strong> “uno <strong>de</strong> esos acontecimientos que trascien<strong>de</strong>n el campo informativo para entrar con todos los honores en el terreno <strong>de</strong> la historia”.<br />
Se le conce<strong>de</strong>, por tato, una importancia tal que el propio periódico <strong>de</strong>dica una <strong>de</strong> las noticias a informar a sus lectores sobre la cobertura<br />
informativa permanente que le <strong>de</strong>dica en su página web. En ella ofrece la posibilidad <strong>de</strong> “conocer las últimas noticias relacionadas con el<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las investigaciones, hacerse una i<strong>de</strong>a más <strong>de</strong>tallada sobre este avance científico y su significado, consultar la cronología completa<br />
<strong>de</strong> la investigación y saber cuáles son sus principales objetivos para los próximos meses y años, así como las futuras aplicaciones prácticas <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>scubrimiento científico”.
Aida Pulido Vigil | El proyecto genoma humano según la prensa escrita, para el “ciudadano medio”.<br />
<strong>de</strong>l todo: será posible conjurar todas las dolencias hereditarias y muchas que no lo son; la terapéutica será a la<br />
carta, individualizada y a la medida <strong>de</strong>l genoma <strong>de</strong> cada cual; se conocerán las propensiones <strong>de</strong> cada individuo a<br />
contraer unos males con preferencia sobre otros, etcétera”.<br />
La noticia se <strong>de</strong>fine como “una buena nueva, quizás uno <strong>de</strong> los mayores logros conseguidos por la<br />
humanidad: el acceso al libro <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> la especie humana mediante la lectura completa <strong>de</strong> nuestro genoma. Una<br />
obra casi titánica, comparada con la llegada <strong>de</strong>l hombre a la luna, pero quizás con unas repercusiones más directas<br />
para los humanos. La información obtenida es fundamental para mejorar nuestra calidad <strong>de</strong> vida, prioridad<br />
fundamental según figura en los barómetros <strong>de</strong> consultas sociológicas”. Todo no son, sin embargo, buenas noticias.<br />
Los enfrentamientos entre Celera y el proyecto público se mantienen. “La aparente concordia entre la empresa<br />
Celera y el consorcio público internacional durante las semanas previas al histórico anuncio era sólo un<br />
espejismo… La tensión entre estos dos grupos rivales resurgió finalmente en las distintas conferencias <strong>de</strong> prensa<br />
celebradas simultáneamente en París, Tokio, Washington, Berlín y Londres, para explicar el alcance <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>sciframiento <strong>de</strong>l «libro <strong>de</strong> la vida»”. De hecho, alcanza tal intensidad que “la euforia <strong>de</strong> este momento histórico<br />
se vio empañada por la tensión existente entre ambos grupos, ya que Celera se opone a que la totalidad <strong>de</strong> la<br />
comunidad científica pueda hacer uso <strong>de</strong> tan valiosos datos”. “Los dos equipos científicos rivales llegaron a<br />
cuestionar la calidad <strong>de</strong> sus diferentes borradores” reza uno <strong>de</strong> los titulares.<br />
2002-2010: LA INVESTIGACIÓN CONTINÚA<br />
La secuenciación y el ensamblaje <strong>de</strong>l genoma humano ya han sido realizados. La anotación, en la que “los<br />
científicos <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>terminar en la secuencia dón<strong>de</strong> están situados los genes y qué funciones realizan”, “es la parte<br />
más compleja” y está aún en proceso.<br />
A lo largo <strong>de</strong> estos años la información relativa al Proyecto Genoma Humano sigue siendo objeto <strong>de</strong><br />
noticia. Es, incluso, noticia <strong>de</strong> portada en ocho ocasiones. La orientación <strong>de</strong> las mismas sigue consistiendo en<br />
<strong>de</strong>stacar la importancia <strong>de</strong> la información obtenida con el Proyecto, así como los <strong>de</strong>scubrimientos y avances en los<br />
que se trabaja y que se van produciendo. Se insiste, no obstante, que aún queda un largo camino por recorrer. Tal y<br />
como se reconoce en Octubre <strong>de</strong> 2006 a propósito <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo por parte <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> científicos (<strong>de</strong> la<br />
Universidad <strong>de</strong> Duke en EEUU) <strong>de</strong> un “test que predice con un 80% <strong>de</strong> fiabilidad cuál es la quimioterapia más<br />
a<strong>de</strong>cuada, según el perfil genético <strong>de</strong>l tumor”; “la información <strong>de</strong>l genoma humano abrió una nueva era <strong>de</strong><br />
fantásticas promesas para el conocimiento <strong>de</strong> la biología <strong>de</strong> nuestra especie y el tratamiento <strong>de</strong> sus enfermeda<strong>de</strong>s.<br />
Algunos avances tardarán décadas en llegar; otros ya han empezado a <strong>de</strong>mostrar la utilidad <strong>de</strong> ese maravilloso libro<br />
<strong>de</strong> instrucciones que es el mapa <strong>de</strong>l genoma humano. El diagnóstico precoz <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s, gracias a las pruebas<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>tección genética, han sido la aplicación más inmediata. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar el riesgo <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer una<br />
<strong>de</strong>terminada enfermedad, el genoma será la base <strong>de</strong> las próximas generaciones <strong>de</strong> medicamentos que se adaptarán al<br />
perfil genético <strong>de</strong> cada enfermo, reduciendo los efectos secundarios y mejorando la eficacia. En el caso <strong>de</strong>l cáncer,<br />
el po<strong>de</strong>r elegir la quimioterapia más sensible a cada tumor ahorrará costes y evitará la pérdida <strong>de</strong> un tiempo que en<br />
un enfermo oncológico resulta precioso”.<br />
La imagen que la prensa escrita ha ofrecido <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano (a través <strong>de</strong> las<br />
aproximadamente doscientas noticias que hasta el 1 <strong>de</strong> Enero <strong>de</strong> 2011 sobre él ha publicado 10 ) ha sido, tal y como<br />
hemos pretendido reflejar con aquellas que hemos seleccionado; la imagen <strong>de</strong> un proyecto <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong>l “santo<br />
grial <strong>de</strong>l ser humano”, <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong>l código <strong>de</strong> la vida “para el bien <strong>de</strong> la humanidad”…; <strong>de</strong> “obra casi<br />
titánica, comparada con la llegada <strong>de</strong>l hombre a la luna, pero quizás con unas repercusiones más directas para los<br />
humanos”, etc. De un proyecto inicialmente público que una empresa privada logra <strong>de</strong>sarrollar con un margen <strong>de</strong><br />
tiempo mucho menor. De un proyecto que constituye el germen <strong>de</strong> problemas éticos y jurídicos. Polémico, a<strong>de</strong>más,<br />
en tanto fuente <strong>de</strong> información transformable en cuantiosos beneficios económicos. Transformable en beneficios<br />
económicos dados sus prometedores efectos en la prevención, cura y tratamiento <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s. Efectos que, no<br />
obstante, si bien en un principio se presentaban como fácilmente <strong>de</strong>rivables <strong>de</strong> su consecución, hoy se consi<strong>de</strong>ra<br />
10 La búsqueda <strong>de</strong> noticias relacionadas con el rótulo “Proyecto Genoma Humano” en la hemeroteca <strong>de</strong> ABC arroja 203 resultados. Debe tenerse<br />
en cuenta, no obstante, que este <strong>número</strong> no tiene porqué coincidir exactamente con el <strong>número</strong> <strong>de</strong> noticias en las que se hace alusión al Proyecto<br />
pues pue<strong>de</strong> ocurrir que una misma noticia se <strong>de</strong>sarrolle en varias páginas y <strong>de</strong> lugar, por tanto, a dos o más resultados. A<strong>de</strong>más, no siempre que<br />
se tratan cuestiones relativas al Proyecto aparece éste mencionado.<br />
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El proyecto genoma humano según la prensa escrita, para el “ciudadano medio” | Aida Pulido Vigil<br />
que, aún se harán esperar. Se trata <strong>de</strong> un “hito <strong>de</strong> la ciencia principio <strong>de</strong> una revolución biomédica que pue<strong>de</strong><br />
tardar décadas en llegar”, “transcurrirán décadas <strong>de</strong> gran esfuerzo científico y financiero antes <strong>de</strong> que los<br />
beneficios sean tangibles”, “hay mucha tela que cortar aún”.<br />
Ésta es, a nuestro juicio, la imagen que <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano la prensa escrita ha presentado y, por<br />
consiguiente, la concepción común sobre el mismo <strong>de</strong> la “ciudadanía media” española. Éste es el Proyecto<br />
Genoma Humano para la escrita, para el “ciudadano medio”.
Juan Pedro Canteras Zubieta | La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen. Biología, i<strong>de</strong>ología y sociobiología.<br />
La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen.<br />
Biología, i<strong>de</strong>ología y sociobiología.<br />
Juan Pedro Canteras Zubieta 1<br />
Resumen<br />
En este ensayo, trataré <strong>de</strong> explicar cómo se ha formado el<br />
concepto <strong>de</strong>l gen, el recorrido que hasta él ha llevado y el<br />
estatuto ontológico que hoy quepa atribuirle. Primero ello<br />
habrá que explicar, aunque sea brevemente, el origen<br />
científico <strong>de</strong>l concepto, para luego po<strong>de</strong>r dar cuenta <strong>de</strong> sus<br />
posteriores <strong>de</strong>sarrollos. En este camino encontraremos la<br />
influencia <strong>de</strong> elementos diversos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la evolución<br />
instrumental y conceptual <strong>de</strong> la biología hasta i<strong>de</strong>ologías e<br />
intereses políticos. Creo po<strong>de</strong>r repartir ese <strong>de</strong>sarrollo en tres<br />
partes: (A) Una primera referida al origen científico <strong>de</strong>l<br />
concepto, (B)una segunda que caracterizaremos <strong>de</strong><br />
i<strong>de</strong>ológica, y (C)una tercera protagonizada por la<br />
sociobiología.<br />
1 Juan Pedro Canteras Zubieta. Nacido en Santan<strong>de</strong>r en 1988,<br />
don<strong>de</strong> estudió el bachillerato <strong>de</strong> ciencias sociales en el IES La<br />
Marina. Actualmente cursa 5º <strong>de</strong> Filosofía en la Universidad <strong>de</strong><br />
Oviedo.<br />
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Juan Pedro Canteras Zubieta | La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen. Biología, i<strong>de</strong>ología y sociobiología.<br />
La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen. Biología, i<strong>de</strong>ología y sociobiología.<br />
Juan Pedro Canteras Zubieta 2<br />
***<br />
A. En un principio, el <strong>de</strong> gen es un concepto que <strong>de</strong>beríamos situar en el campo <strong>de</strong> la biología. Así, las<br />
<strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> manuales académicos y enciclopedias comunes son <strong>de</strong> este tipo:<br />
“Gen: Unidad fundamental, fisica y funcional, <strong>de</strong> la herencia, que transmite información <strong>de</strong> una generación<br />
a la siguiente; tramos <strong>de</strong> DNA compuesto <strong>de</strong> una región que se transcribe y una secuencia reguladora que<br />
hace posible la transcripción” 3<br />
Si buscamos la entrada correspondiente en Wikipedia, encontramos la siguiente <strong>de</strong>finición.<br />
“Un gen es una secuencia lineal organizada <strong>de</strong> nucleótidos en la molécula <strong>de</strong> ADN (o ARN en el caso <strong>de</strong><br />
algunos virus), que contiene la información necesaria para la síntesis <strong>de</strong> una macromolécula con función<br />
celular específica, normalmente proteínas pero también ARNm, ARNry ARNt.”<br />
El gen aparecerá aquí en constelación con otros conceptos <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> nucleótido, codón, cromosoma,<br />
secuenciación, síntesis proteica… Sin embargo, pronto <strong>de</strong>scubrimos que este tipo <strong>de</strong> apariciones <strong>de</strong>l concepto no es<br />
el único, ni siquiera el más abundante. Así, por ejemplo, los genes aparecen en la actualidad en contextos no<br />
exclusivamente biológicos, sino psicológicos (“genes egoístas” 4 ), filosóficos (genes morales), sexuales (“genes<br />
homosexuales”), o incluso teológicos (los genes como el “lenguaje <strong>de</strong> Dios” 5 ). Es por ello que cabe preguntarse qué<br />
tipo <strong>de</strong> entidad es el gen, y ello <strong>de</strong> forma diferente a la pregunta por el fémur o por el glóbulo rojo. Respon<strong>de</strong>r a la<br />
pregunta por el fémur será indudablemente trabajo <strong>de</strong>l biólogo o <strong>de</strong> su hermano práctico, el médico. Pero, ¿acaso el<br />
biólogo tiene algún privilegio para hablar <strong>de</strong>l egoísmo, <strong>de</strong> la homosexualidad o <strong>de</strong> Dios? Si, como se ha dicho en no<br />
pocas ocasiones, los genes son el lenguaje <strong>de</strong> Dios, ¿acaso el teólogo no podrá reclamar esta entidad como<br />
perteneciente a su especialidad, a la teología?<br />
Pese a esta pluralidad <strong>de</strong> relaciones en las que los genes parecen estar hoy presentes, pese la infinidad <strong>de</strong><br />
2 Juan Pedro Canteras Zubieta. Nacido en Santan<strong>de</strong>r en 1988, don<strong>de</strong> estudió el bachillerato <strong>de</strong> ciencias sociales en el IES La Marina.<br />
Actualmente cursa 5º <strong>de</strong> Filosofía en la Universidad <strong>de</strong> Oviedo.<br />
3 Anthony Griffiths y colaboradores, Genética mo<strong>de</strong>rna, Editorial McGraw Hill – Interamericana, 1999.<br />
4 En el mismo título <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Richard Dawkins “El gen egoísta”, Salvat Ciencia, Barcelona, 2000.<br />
5 En el mismo título <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> Francis Collins “El lenguaje <strong>de</strong> Dios” 2006, Temas <strong>de</strong> hoy, Madrid.<br />
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La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen. Biología, i<strong>de</strong>ología y sociobiología. | Juan Pedro Canteras Zubieta<br />
discursos que los involucran, el origen histórico <strong>de</strong>l concepto pertenece a la biología. No haremos aquí este<br />
recorrido histórico, aunque sí señalaremos algunos <strong>de</strong> sus hitos para, <strong>de</strong>spués, po<strong>de</strong>r dar alguna explicación al<br />
estado <strong>de</strong> dispersión en que hoy hayamos este concepto. Mencionaré únicamente momentos clave como los<br />
“elementos” <strong>de</strong> Men<strong>de</strong>l, los genes <strong>de</strong> Johannsen o la molécula <strong>de</strong> ADN <strong>de</strong> Watson y Crick.<br />
Aunque Men<strong>de</strong>l acuñó sus famosas leyes antes <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> la misma palabra “gen”, fue él quien,<br />
con cierta base, postuló la existencia <strong>de</strong> alguna entidad material presente en el organismo que fuera causante <strong>de</strong> sus<br />
rasgos hereditarios. Las leyes <strong>de</strong> Men<strong>de</strong>l informan <strong>de</strong> que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una generación, la presencia <strong>de</strong> algunos rasgos<br />
físicos está repartida entre los individuos <strong>de</strong> acuerdo a ciertas proporciones que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> las características <strong>de</strong><br />
sus progenitores. En 1865, Men<strong>de</strong>l ignoraba las causas que subyacían a estas regularida<strong>de</strong>s fenoménicas, pero<br />
imaginó una entidad responsable, un tipo <strong>de</strong> minúsculo objeto físico al que llamó “elemente”. Así, se postuló por<br />
vez primera un ente biológico responsable <strong>de</strong> la herencia, al cual se conocía por sus efectos pero <strong>de</strong>l que nada<br />
positivo podía <strong>de</strong>cirse. Estas características serán, como veremos, una constante en la posterior evolución <strong>de</strong>l<br />
concepto.<br />
El concepto <strong>de</strong> gen fue acuñado en 1909 por Wilhelm Johannsen, en el contexto <strong>de</strong> la recuperación <strong>de</strong> los<br />
estudios men<strong>de</strong>liano que se produjo a principios <strong>de</strong>l siglo XX. El término ya contaba con otros antece<strong>de</strong>ntes<br />
(a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los elemente <strong>de</strong> Men<strong>de</strong>l): los <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong> Weismann, los pangenes <strong>de</strong> De Vires o las gémulas <strong>de</strong>l<br />
mismo Darwin. Precisamente fue la falta <strong>de</strong> cargas semánticas lo que llevó a Johannsen a escoger esta sencilla y<br />
neutral palabra: “gen”. Para él, los genes seguían siendo unos entes tan hipotéticos como para Men<strong>de</strong>l lo eran los<br />
elemente. A los genes solo se los conocía ad consequentiam.<br />
Diversos <strong>de</strong>scubrimientos <strong>de</strong> gran importancia fueron poco a poco acotando la búsqueda. Los genes fueron<br />
<strong>de</strong>nunciando su presencia: primero en el “plasma germinal”, en el núcleo <strong>de</strong> la célula, <strong>de</strong>spués en los cromosomas<br />
y, finalmente, en el ADN. El gran <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> Watson y Crick, la estructural <strong>de</strong> la molécula <strong>de</strong> ADN, pareció<br />
poner a la biología a las puertas <strong>de</strong> la ya vieja meta: La <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> qué sean los genes. En su autobiográfica<br />
narración <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scubrimiento, Watson nos cuenta la revelación que pasaría a la historia como el “dogma central” <strong>de</strong><br />
la biología molecular:<br />
“En la pared sobe mi mesa pegué una hoja <strong>de</strong> papel en la que se leía ADN→ARN→proteína. Las flechas<br />
no representaban reacciones químicas sino que representaban la transferencia <strong>de</strong> información genética <strong>de</strong><br />
las secuencias <strong>de</strong> nucleótidos en las moléculas <strong>de</strong> ADN a las secuencias <strong>de</strong> aminoácidos en las proteínas.” 6<br />
Este fue, posiblemente, el momento en el que la pregunta por el gen estuvo más cerca y a la vez más lejos<br />
<strong>de</strong> ser respondida. Más cerca, porque ahora se conocía una entidad protagonista en los fenómenos <strong>de</strong> herencia, <strong>de</strong><br />
6 James D. Watson, “La doble hélice”, 2009 (3ª edición), Alianza, Madrid. Pag. 138.
Juan Pedro Canteras Zubieta | La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen. Biología, i<strong>de</strong>ología y sociobiología.<br />
estructura <strong>de</strong>terminada y función biológica conocida. Más lejos, porque resultó que no había objeto tal como el gen,<br />
no había ningún conjunto <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s discretas que pudieran relacionarse término a término con los rasgos<br />
externos hereditarios <strong>de</strong> un organismo. Sin embargo, el proyecto no se abandonó. Pese a que no hubiese entida<strong>de</strong>s<br />
concretas y diferenciadas, había una ca<strong>de</strong>na que contenía información en un sencillo lenguaje (<strong>de</strong>terminado por<br />
Marshal Nierenberg y Heinrich Mathaei en 1961) que podía ser <strong>de</strong>scifrado. Los genes, al fin, parecían haber sido<br />
encontrados. Estaban en esa ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> ADN, eran segmentos suyos. Pero obviamente, esta respuesta, lejos <strong>de</strong><br />
zanjar el problema, lo multiplicó ¿Qué secuencias contenían genes? ¿Qué secciones <strong>de</strong> esa ca<strong>de</strong>na son las que<br />
<strong>de</strong>terminan la formación <strong>de</strong> los rasgos hereditarios <strong>de</strong>l organismo? Lo cierto es que, como los anteriores, tal<br />
concepto <strong>de</strong> gen ha quedado lejos <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>finitivo. No parece haber una correspon<strong>de</strong>ncia término a término entre<br />
diferentes secuencias <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> ADN y los diferentes rasgos hereditarios <strong>de</strong> los organismos.<br />
En los estrictos límites <strong>de</strong> la biología molecular, los <strong>de</strong>scubrimientos más recientes parecen alejarnos <strong>de</strong>l<br />
concepto <strong>de</strong> gen, más que ayudar a esclarecerlo. La investigación científica usa el <strong>de</strong> gen como un concepto parcial,<br />
fragmentario, referido a contextos <strong>de</strong> experimentación muy concretos y que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, no siempre hace<br />
referencia al mismo tipo <strong>de</strong> entidad. A diferencia <strong>de</strong> los cromosomas, los codones, las bases o los nucleótido, los<br />
genes son entida<strong>de</strong>s oscuras, más funciones o procesos que objetos; más una herramienta conceptual que una<br />
entidad biológica. No se trata tanto <strong>de</strong> que el concepto <strong>de</strong> gen se vacíe <strong>de</strong> significado o que carezca <strong>de</strong> referencia; lo<br />
que suce<strong>de</strong> más bien es que su significado es cada vez más amplio (in<strong>de</strong>terminado) y sus referencias se<br />
multiplican.<br />
Sin embargo, no cabe duda <strong>de</strong> que el concepto <strong>de</strong> gen, al mismo tiempo, goza <strong>de</strong> una popularidad sin<br />
prece<strong>de</strong>ntes. Importado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el campo <strong>de</strong> la biología, el gen es reclamado para la explicación <strong>de</strong> fenómenos<br />
religiosos, éticos, políticos y <strong>de</strong> todo tipo. Parece que la in<strong>de</strong>terminación que afecta a este concepto en su campo<br />
científico original, lejos <strong>de</strong> marginarlo, lo dota <strong>de</strong> una enorme potencia. Tampoco <strong>de</strong>bemos sorpren<strong>de</strong>rnos: cuanto<br />
más in<strong>de</strong>terminado se halla un concepto, más flexible lo encontramos para introducirlo en discursos que le son<br />
extraños; cuanta mayor es su oscuridad, más misterios podremos alojar en su interior.<br />
Antes <strong>de</strong> entrar en la naturaleza y causas <strong>de</strong> esa expansión <strong>de</strong>l concepto (que obviamente hallaremos en<br />
contextos ya no biológicos sino sociológicos…), mencionaré algunas <strong>de</strong> las investigaciones que están a la base <strong>de</strong> la<br />
confusión que afecta hoy a este concepto <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la biología.<br />
***<br />
El dogma <strong>de</strong> la biología molecular parece altamente insuficiente. El simple esquema<br />
ADN→ARN→proteína, cuando se observa en funcionamiento, parece retorcerse, cambiar <strong>de</strong> dirección, involucrar<br />
a entida<strong>de</strong>s imprevistas… Por tanto, por más que haya secuencias en la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> ADN que contengan información<br />
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referida a rasgos específicos <strong>de</strong> los organismos, la conexión entre esos segmentos y los rasgos en cuestión, rara vez<br />
es directa, estable y unívoca. De hecho, predomina ampliamente una relación compleja, que se bifurca, se altera con<br />
el tiempo y se <strong>de</strong>ja influenciar por el entorno <strong>de</strong>l organismo. En los mejores casos, las relaciones entre genes y<br />
caracteres (genotipo y fenotipo) son unidireccionales, y van <strong>de</strong>l fenotipo al genotipo (F(a)→G(a´) pero no<br />
G(a´)→F(a), don<strong>de</strong> a es un rasgo fenotípico concreto y a´ es su secuencia <strong>de</strong> nucleótidos correspondiente). Es<br />
<strong>de</strong>cir, en el mejor <strong>de</strong> los casos, un rasgo fenotípico pue<strong>de</strong> ser indicio seguro <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada<br />
combinación <strong>de</strong> nucleótidos, pero la presencia <strong>de</strong> la combinación no asegura que el organismo presente o vaya a<br />
presentar ese rasgo fenotípico. Es entonces cuando la genética empieza a hablar <strong>de</strong> probabilida<strong>de</strong>s, predisposiciones<br />
y situaciones favorables. Los casos conocidos <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>ncia unívoca (F(a)↔G(a´)) son muy escasos y, <strong>de</strong><br />
hecho, la mayoría ni siquiera se acoge al mo<strong>de</strong>lo más débil que hemos <strong>de</strong>scrito más arriba. Por tanto, más que este<br />
esquema:<br />
ADN→ARN→proteína (el dogma central)<br />
el esquema que está funcionando es este otro:<br />
Proteína´<br />
ADN→ARN→ Proteína´´<br />
Proteína´´´<br />
…<br />
E incluso este:<br />
La falta <strong>de</strong> “elegancia” <strong>de</strong> la molécula <strong>de</strong> ADN, repleta <strong>de</strong> intrones, bloquea la posibilidad <strong>de</strong> un esquema<br />
lineal para la genética. La ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> ADN no prefigura las características <strong>de</strong>l organismo, sencillamente porque por<br />
sí misma no dice nada. Solo posteriores procesos <strong>de</strong> reconstrucción muy complejos pue<strong>de</strong>n dar sentido biológico a<br />
este compuesto <strong>de</strong> nucleótidos.
Juan Pedro Canteras Zubieta | La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen. Biología, i<strong>de</strong>ología y sociobiología.<br />
Aún más. El sentido <strong>de</strong> las flechas <strong>de</strong> aquel esquema pue<strong>de</strong> invertirse, <strong>de</strong> modo que el ARN que se obtuvo<br />
a partir una secuencia <strong>de</strong> ADN pue<strong>de</strong> a su vez codificar nuevas secuencias <strong>de</strong> ADN (mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> operón <strong>de</strong> Jaques y<br />
Mond). El dogma <strong>de</strong> la biología molecular, hoy, se complejiza hasta convertirse en un galimatías no universalizable<br />
y que <strong>de</strong>be concretarse para cada caso particular (para diferentes secuencias <strong>de</strong>l ADN, para diferentes<br />
transcripciones, para diferentes proteínas, para diferentes momentos <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong>l organismo…)<br />
Pero entonces, ¿qué gen atribuiremos a cada carácter heredable? Si la acción <strong>de</strong> los genes <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> otros<br />
múltiples factores cuya complejidad arroja esquemas <strong>de</strong> este tipo, cómo asignar a un gen, a una secuencia <strong>de</strong><br />
nucleótidos, un carácter fenotípico concreto. Es más, esta situación nos pone ante un problema mayor: Si el gen es,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los orígenes <strong>de</strong> su acuñación hasta nuestros días, el agente causal <strong>de</strong> los rasgos hereditarios, en qué entidad<br />
física <strong>de</strong>beremos localizarlo ¿En la secuencia <strong>de</strong>l ADN o en la <strong>de</strong> ARN? ¿O en la transcripción o en el ARN<br />
maduro? ¿En las simples secuencias o en combinaciones <strong>de</strong> secuencias transcriptoras con sus correspondientes<br />
secuencias reguladoras?¿O acaso hay que localizarlo en una pluralidad <strong>de</strong> secuencias que se co<strong>de</strong>terminan<br />
mutuamente, que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> factores ambientales y cuyas relaciones no son estables en el tiempo? Pero entonces<br />
el concepto <strong>de</strong> gen se halla hoy más in<strong>de</strong>terminado que nunca. El dogma central <strong>de</strong> la biología molecular, aquél<br />
sencillo esquema lineal que podía recorrerse en ambos sentidos, se <strong>de</strong>svanece y se mantiene únicamente como una<br />
simplísima i<strong>de</strong>alización que apenas conserva su valor pedagógico. Junto con el dogma central, la esperanza <strong>de</strong><br />
encontrar entida<strong>de</strong>s localizadas y discretas causantes <strong>de</strong> los rasgos hereditarios (los genes), también se <strong>de</strong>svanece.<br />
Esta amplísima complejidad en el camino que va <strong>de</strong>l genotipo al fenotipo y viceversa, se pone <strong>de</strong> manifiesto en la<br />
investigación con patrones <strong>de</strong> polimorfismos <strong>de</strong> longitud <strong>de</strong> <strong>de</strong> fragmentos <strong>de</strong> restricción (RFLPs). Estas<br />
investigaciones están <strong>de</strong>dicadas, generalmente, a la búsqueda <strong>de</strong> secuencias concretas <strong>de</strong> ADN que estén asociadas<br />
a enfermeda<strong>de</strong>s. Con enorme frecuencia, lo que suce<strong>de</strong> es que la enfermedad en cuestión aparece como asociada, no<br />
a una, sino a distintas secuencias <strong>de</strong> nucleótidos, dispersas en los cromosomas. Pero a<strong>de</strong>más, una vez localizadas<br />
estas secuencias, es habitual que aparezcan algunos individuos con los patrones <strong>de</strong> RFLP que las contienen, pero<br />
que no muestran la enfermedad que supuestamente tales secuencias llevaban asociada. Esto muestra que el camino<br />
<strong>de</strong> los nucleótidos a los caracteres, <strong>de</strong> un genotipo a un fenotipo, no es simple ni directo y que no es único. La razón<br />
es obvia: en el recorrido <strong>de</strong> ese camino hay toda una pluralidad <strong>de</strong> otros entes y relaciones igualmente<br />
<strong>de</strong>terminantes. Pero entonces ¿habrá algo a lo que estrictamente podamos llamar gen en sentido clásico? ¿Un ente<br />
biológico al que unívocamente y en cualquier contexto <strong>de</strong> investigación podamos señalar como un objeto bien<br />
<strong>de</strong>finido? Parece que estos objetos se <strong>de</strong>svanecen. La función atribuida al gen hay que ponerla en procesos<br />
complejos, que involucran a múltiples entes y que sencillamente no pue<strong>de</strong>n reducirse a la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> ADN ni a<br />
fragmentos suyos. El concepto <strong>de</strong> gen, <strong>de</strong> hacer referencia a algo, apunta no a un objeto o entidad, sino más bien a<br />
un conjunto <strong>de</strong> relaciones entre otros objetos, estos sí, bien <strong>de</strong>finidos (cromosomas, nucleótidos, encimas,<br />
ribosomas…).<br />
La pregunta que <strong>de</strong>bemos respon<strong>de</strong>r ahora es la siguiente: ¿Por qué un concepto que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la ciencia<br />
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que lo gestó es tan débil, ha cobrado en otros ámbitos semejante fuerza? Como he intentado <strong>de</strong>mostrar, no hay nada<br />
en los estrictos límites <strong>de</strong> la biología o en la bioquímica que dé razón <strong>de</strong> ello. Es más bien en el contexto<br />
sociológico don<strong>de</strong> encontraremos alguna respuesta, lo cual pondrá en evi<strong>de</strong>ncia las constitutivas directrices<br />
sociológicas <strong>de</strong>l conocimiento científico.<br />
***<br />
B. Comenzamos diciendo que, si bien el concepto <strong>de</strong> gen se gestó en el campo <strong>de</strong> la biología, durante el<br />
siglo XX ha ido conquistando nichos diferentes. Estos pue<strong>de</strong>n ir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la filosofía (genes morales) hasta la teología<br />
(los genes como un “lenguaje <strong>de</strong> Dios”). No pertenece a las ciencias la propiedad <strong>de</strong> abarcar la realidad toda. Las<br />
ciencias más bien se caracterizan por restringirse a ámbitos concretos <strong>de</strong>l mundo, los cuales van <strong>de</strong>scubriendo y, a<br />
la vez, construyendo. La física construye verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la máxima soli<strong>de</strong>z, pero poco pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir sobre fenómenos<br />
como, pongamos por caso, una crisis financiera. La química es una ciencia <strong>de</strong> perfecta consolidación, pero no podrá<br />
<strong>de</strong>cir nada relevante sobre las virtu<strong>de</strong>s artísticas <strong>de</strong> una pintura. Pertenece más bien a otro tipo <strong>de</strong> conocimientos la<br />
característica <strong>de</strong> ser totalizadores. Quizá pudiéramos <strong>de</strong>cir, sin tiempo para mayores explicaciones, que las formas<br />
más comunes <strong>de</strong> conocimientos totalizadores son la religión, la i<strong>de</strong>ología y la filosofía. La filosofía pue<strong>de</strong> ser<br />
filosofía <strong>de</strong>l conocimiento, <strong>de</strong>l arte, <strong>de</strong> la ciencia; filosofía política, moral… Su ámbito abarca cualquier otro ámbito<br />
posible. Algo semejante ocurre con la i<strong>de</strong>ología: si una i<strong>de</strong>ología es lo suficientemente potente, se pronunciará<br />
sobre cualquier realidad a la que se enfrente (ciencia, arte, moral...) La religión, por su parte, preten<strong>de</strong> organizar no<br />
solo este mundo nuestro, sino también otros mundos <strong>de</strong>l más allá. La religión es la instancia totalizadora por<br />
excelencia.<br />
Pero entonces, porqué ciencias como la biología (especialmente en su vertiente genética) tien<strong>de</strong>n a<br />
conquistar ámbitos ajenos al suyo, mostrando una verda<strong>de</strong>ra voluntad <strong>de</strong> totalización. Argumentos y conceptos <strong>de</strong> la<br />
biología son aducidos para explicar fenómenos que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la genialidad <strong>de</strong> un artista hasta la violencia <strong>de</strong>satada<br />
en la guerra. Pero entonces, ¿no suce<strong>de</strong>rá que la biología esta, a partir <strong>de</strong> ese momento, abandonando su forma<br />
científica y adoptando algunas <strong>de</strong> aquellas formas totalizadoras que he propuesto? ¿Acaso la biología este<br />
presentándosenos, en algunos discursos, más que como ciencia, como i<strong>de</strong>ología, filosofía o religión?<br />
No hay aquí espacio para establecer como se <strong>de</strong>biera las diferencias y relaciones entre religión, filosofía e<br />
i<strong>de</strong>ología. Baste con <strong>de</strong>cir que este discurso pseudobiológico protagonizado por los genes no es una filosofía (pues<br />
carece <strong>de</strong>l criticismo y sistematismo o método que a esta caracterizan). Des<strong>de</strong> luego, no es ninguna religión, pues a<br />
una religión cabría exigirle al menos algún tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>idad. Son más bien las características <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología las que<br />
informan a este discurso pseudocioentífico. Efectivamente, este ha sido empleado, en no pocas ocasiones, para<br />
explicar y legitimar ór<strong>de</strong>nes políticos y medidas sociales, en un ejercicio claramente i<strong>de</strong>ológico. Intentaré mostrar,<br />
en a<strong>de</strong>lante, cómo los discursos en los que el concepto <strong>de</strong> gen se involucra están poblados por juicios políticos,<br />
concepciones morales y convicciones sociales. Es <strong>de</strong>cir, intentaré mostrar que la dispersión conceptual <strong>de</strong>l gen
Juan Pedro Canteras Zubieta | La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen. Biología, i<strong>de</strong>ología y sociobiología.<br />
posee directrices i<strong>de</strong>ológicas.<br />
La i<strong>de</strong>ologización <strong>de</strong> la biología (ya ejercida en el darwinismo social) no es exclusiva <strong>de</strong> la genética, pero<br />
la genética ha multiplicado y fortalecido este fenómeno. El concepto <strong>de</strong> gen posee virtu<strong>de</strong>s que lo dotan <strong>de</strong> una<br />
gran capacidad para introducirse en ciertos discursos i<strong>de</strong>ológicos. La i<strong>de</strong>ología concreta que acoge favorablemente<br />
los conceptos y argumentos <strong>de</strong> la genética es el individualismo liberal, la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong>l capitalismo más primitivo,<br />
basada en la <strong>de</strong>sigualdad natural <strong>de</strong> los hombres y en las virtu<strong>de</strong>s sociales <strong>de</strong> la competencia. A las nuevas formas<br />
bajo las que este viejo discurso se presenta Richard Lewontin las llama “nueva <strong>de</strong>recha” (aunque el término<br />
“<strong>de</strong>recha” quizá no sea el más acertado, pudiendo hablar mejor <strong>de</strong> “nuevo liberalismo” y, en el límite, <strong>de</strong><br />
“anarquismo liberal”). El que se <strong>de</strong>scribe aquí (y esto es lo importante) es un camino <strong>de</strong> ida y vuelta: El discurso<br />
i<strong>de</strong>ológico no solo toma <strong>de</strong> la biología ciertos argumentos y conceptos, sino que también opera sobre ellos, los<br />
manipula y transforma, y los <strong>de</strong>vuelve marcados con su impronta.<br />
El mejor ejemplo <strong>de</strong> esto lo ofrecen los populares estudios que nos informan sobre ciertas <strong>de</strong>terminaciones<br />
genéticas o hereditarias <strong>de</strong> la conducta. Como vimos más arriba, los biólogos se encuentran con gran<strong>de</strong>s problemas<br />
a la hora <strong>de</strong> localizar segmentos <strong>de</strong> cromosomas que puedan ser propiamente llamados causantes <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s<br />
(o <strong>de</strong> otros rasgos estrictamente fisiológicos). Resulta paradójico que, siendo esto así, algunos investigadores no se<br />
arredren a la hora <strong>de</strong> señalar genes causantes <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s tan complejas como la homosexualidad o la conducta<br />
criminal. Si la búsqueda <strong>de</strong> genes causantes <strong>de</strong> rasgos fisiológicos suele acabar en fracaso, la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un gen <strong>de</strong> la<br />
violencia o <strong>de</strong> la inteligencia resulta ingenua e incluso ridícula.<br />
Profundicemos en este discurso: Hablar <strong>de</strong> la conducta con pretensiones <strong>de</strong> cientificidad tiene, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un<br />
comienzo, serios problemas. Conductas hay <strong>de</strong> todo tipo, pero ¿<strong>de</strong> qué conductas hablan los genetistas? ¿De las<br />
instintivas, <strong>de</strong> las etológicas, <strong>de</strong> las psicológicas, <strong>de</strong> las culturales…? Un breve repaso a la prensa más divulgativa<br />
parece indicar que la selección <strong>de</strong> estas conductas respon<strong>de</strong> a criterios azarosos o inexistentes. Pero a poca atención<br />
que pongamos en ello <strong>de</strong>scubrimos la presencia <strong>de</strong> constantes y recurrencias en los temas y el tratamiento. Resulta<br />
sorpren<strong>de</strong>nte que las conductas que más <strong>de</strong>nuncian su componente genético o hereditario aparentan ser el<br />
alcoholismo, el tabaquismo, la homosexualidad, la criminalidad, la inteligencia... Se trata <strong>de</strong> un fiel reflejo <strong>de</strong><br />
nuestras obsesiones; y no <strong>de</strong> las obsesiones <strong>de</strong> la humanidad, sino <strong>de</strong> las obsesiones <strong>de</strong> nuestra sociedad occi<strong>de</strong>ntal<br />
mo<strong>de</strong>rna (especialmente la <strong>de</strong> EEUU, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> provienen tales estudios en su mayoría). No hay probablemente<br />
mejor ejemplo que este para mostrar la impronta con que los componentes sociales <strong>de</strong>jan marcadas a las<br />
investigaciones científicas. Como dice Lewontin:<br />
“Los europeos leen <strong>de</strong> izquierda a <strong>de</strong>recha, los semitas <strong>de</strong> <strong>de</strong>recha a izquierda y muchos asiáticos <strong>de</strong> arriba<br />
abajo, y nadie ha sugerido que estas sean características raciales hereditarias. Sin embargo, caracteres<br />
como la violencia, la <strong>de</strong>shonestidad o la inteligencia a menudo se han consi<strong>de</strong>rado hereditarios y asociados<br />
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Una <strong>de</strong> estas conductas a las que se buscó un <strong>de</strong>terminante genético no hace muchos años fue la conducta<br />
criminal, profusamente estudiada en la década <strong>de</strong> los 60 y hasta los 90. Uno <strong>de</strong> los supuestos <strong>de</strong>scubrimientos,<br />
<strong>de</strong>scartado posteriormente por estudios más exhaustivos, fue el <strong>de</strong> la asociación entre las conductas criminales y la<br />
anomalía cromosómica XYY. La anomalía en cuestión consiste en que un espermatozoi<strong>de</strong> masculino (normalmente<br />
XY) posee un cromosoma Y adicional (XYY), <strong>de</strong> modo que cuando fecunda a un óvulo, el embrión resultante<br />
posee en su genoma un cromosoma Y adicional. Pues bien, las asociaciones que llevaban a consi<strong>de</strong>rar a la anomalía<br />
XYY causante <strong>de</strong> la violencia criminal eran las siguientes: Puesto que la violencia es un eminente atributo<br />
masculino y puesto que una <strong>de</strong> las especificida<strong>de</strong>s masculinas más ilustres es la segregación <strong>de</strong> testosterona; la<br />
testosterona es, <strong>de</strong> alguna manera, causante <strong>de</strong> la violencia. Puesto que las especificida<strong>de</strong>s biológicas masculinas<br />
se localizan en el cromosoma Y, la presencia <strong>de</strong> un cromosoma Y adicional produciría un aumento <strong>de</strong> testosterona<br />
y, así, <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncias violentas. Por su parte, la conducta criminal es conducta agresiva, por lo que un aumento<br />
biológicamente condicionado <strong>de</strong> impulsos agresivos causa o favorece la criminalidad. No hace falta señalar la<br />
presencia <strong>de</strong> contenidos i<strong>de</strong>ológicos en esta argumentación. Probablemente, la mayor merma en la pretendida<br />
cientificidad <strong>de</strong> la argumentación no sea la tosca caracterización <strong>de</strong> la masculinidad, sino el intento <strong>de</strong><br />
naturalización <strong>de</strong> un concepto histórico-cultural (jurídico): el <strong>de</strong> criminalidad o conducta criminal. Qué sea un<br />
crimen y qué no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la jurisdicción <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la que se valora esa conducta. Un acto violento e incluso<br />
homicida pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>lictivo (si, por ejemplo, tiene el fin <strong>de</strong>l robo) o pue<strong>de</strong> ser heroico (como cuando el héroe <strong>de</strong><br />
una novela acaba con el villano) Un acto violento pue<strong>de</strong> incluso convertirse en <strong>de</strong>ber profesional y cívico amparado<br />
por la ley (como en ciertas acciones policiales o militares). Por tanto, hablar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la biología <strong>de</strong>l crimen o <strong>de</strong> la<br />
conducta criminal constituye un fundamental error <strong>de</strong> nivel o <strong>de</strong> categoría. Incluso si la testosterona fuese una<br />
causante <strong>de</strong> actos violentos (lo cual está por <strong>de</strong>mostrar), ello no nos diría nada sobre la criminalidad, pues la<br />
testosterona estaría involucrada tanto en los actos <strong>de</strong> un militar que cumple las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> un gobierno, como en los<br />
<strong>de</strong> un criminal con<strong>de</strong>nado a muerte por ese mismo gobierno. No se trata solo <strong>de</strong> que la criminalidad no tenga, <strong>de</strong><br />
hecho, condicionantes biológicos; se trata <strong>de</strong> que no pue<strong>de</strong> tenerlos por la propia naturaleza <strong>de</strong> su concepto. Entre<br />
las conductas histórico-culturales y los elementos biológicos en ella involucrados hay un cambio <strong>de</strong> escala que<br />
bloquea la posibilidad <strong>de</strong>l reduccionismo pangenetista. Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que ello impi<strong>de</strong>, al menos para la crítica<br />
filosófica, la expansión <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen hacia aquellos campos.<br />
En buena medida, el éxito <strong>de</strong> estas publicaciones proviene, como dijimos, <strong>de</strong> nuestras propias obsesiones.<br />
Sus objetos <strong>de</strong> estudio son los puntos calientes <strong>de</strong> nuestra sociedad. No resulta extraño que esta temática capte la<br />
atención <strong>de</strong>l público y, así, <strong>de</strong> los editores. Pero probablemente haya algo más. Si la criminalidad o el alcoholismo<br />
son problemas biológicos y no sociales, las administraciones políticas cuentan con una exculpación inapelable ante<br />
ciertas situaciones <strong>de</strong> las que, <strong>de</strong> otra manera, serían responsables. Al fin y al cabo, más allá <strong>de</strong> las políticas que las<br />
7 R. C. Lewontin, “No está en los genes”, 1987, Crítica, Barcelona. Pag. 165.
Juan Pedro Canteras Zubieta | La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen. Biología, i<strong>de</strong>ología y sociobiología.<br />
instituciones adopten siempre latirá una terca naturaleza humana con sus virtu<strong>de</strong>s y sus <strong>de</strong>fectos. La i<strong>de</strong>ología que<br />
estos estudios promueven no incomoda en absoluto al po<strong>de</strong>r, y por ello no resulta extraño que la investigación en<br />
materia genética cuente con semejantes <strong>de</strong>sembolsos por parte <strong>de</strong> gobiernos como el <strong>de</strong> EEUU. El discurso <strong>de</strong>l<br />
reduccionismo genético no es contrario a la i<strong>de</strong>ología más liberal y, <strong>de</strong> hecho, le brinda un fuerte asi<strong>de</strong>ro i<strong>de</strong>ológico<br />
en <strong>de</strong>terminadas situaciones. En las argumentaciones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>terminismo genético, la importancia <strong>de</strong>l entorno y <strong>de</strong> los<br />
medios a disposición <strong>de</strong> los individuos queda relegada a un segundo plano y, así, las administraciones liberadas <strong>de</strong><br />
responsabilidad.<br />
***<br />
C. Esta i<strong>de</strong>ología que tan exitosamente ha arraigado en occi<strong>de</strong>nte y muy especialmente en EEUU, no se ha<br />
limitado a extrapolar conceptos y argumentaciones biológicas a campos sociológicos, políticos o jurídicos, sino que<br />
hoy se halla sumida en un gran proceso <strong>de</strong> sistematización y escolastización. Me estoy refiriendo al proyecto <strong>de</strong> la<br />
sociobiología, autoconcebido él mismo como “la nueva síntesis”. Así, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> E.O.Wilson hasta Steven Pinker,<br />
muchos autores han tratado <strong>de</strong> articular un concepto <strong>de</strong> naturaleza humana en claves genéticas. La expansión <strong>de</strong>l<br />
campo biológico preten<strong>de</strong> ser aquí absoluta, hasta integrar el concepto <strong>de</strong>l gen en todo aspecto humano posible. Las<br />
bases <strong>de</strong> este proyecto están claras: El hombre es un animal más y como tal ha sido mol<strong>de</strong>ado por la selección<br />
natural. Esta selección ha operado como una selección <strong>de</strong> los genes óptimos, que son los que poseían los<br />
individuos mejor adaptados y que más se han reproducido. Los genes más adaptativos han ido aumentando su<br />
presencia generación tras generación y los genomas <strong>de</strong>l presente son el resultado <strong>de</strong> ese proceso. La historia<br />
cultural humana es insignificante si se mi<strong>de</strong> a escala biológica, por lo que el cambio <strong>de</strong> condiciones que nuestros<br />
artificios culturales han supuesto no ha podido dar lugar a cambios genéticos significativos.<br />
La conclusión es obvia: Los seres humanos <strong>de</strong>l presente, pese a habitar un mundo completamente<br />
intervenido por la cultura, poseen un organismo adaptado al medio <strong>de</strong> sus antepasados primitivos. La clave (y la<br />
trampa) <strong>de</strong> esta argumentación es la <strong>de</strong> exten<strong>de</strong>r la acción <strong>de</strong> esa selección natural a todo lo humano, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />
dientes caninos hasta la (supuesta) ten<strong>de</strong>ncia supersticiosa o religiosa <strong>de</strong> nuestra psicología; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la posición<br />
erguida <strong>de</strong> la especie hasta el carácter militar <strong>de</strong> nuestras formas <strong>de</strong> agrupación política. La sociobiología intenta<br />
sistematizar ese conjunto vago <strong>de</strong> creencias <strong>de</strong> apariencia científica que formaban la i<strong>de</strong>ología que hemos <strong>de</strong>scrito<br />
en el punto 2.<br />
Hoy po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que la sociobiología es un conocimiento con un alto grado <strong>de</strong> organización<br />
institucional, hallándose presente en las universida<strong>de</strong>s y con amplia representación en la oferta <strong>de</strong> publicaciones<br />
divulgativas. Internamente, tiene también una consi<strong>de</strong>rable organización, contando con sus clásicos<br />
(recurrentemente citados), con sus problemas tipo, con un acervo conceptual propio y con sus manuales <strong>de</strong><br />
referencia. Pero ¿<strong>de</strong> qué tipo <strong>de</strong> conocimiento estamos hablando? Autoconcebida como ciencia, traspasada por<br />
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La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen. Biología, i<strong>de</strong>ología y sociobiología. | Juan Pedro Canteras Zubieta<br />
problemas filosóficos y sospechosa siempre <strong>de</strong> militancia i<strong>de</strong>ológica, la sociobiología es una disciplina enigmática.<br />
En su centro: el concepto <strong>de</strong> gen que estamos rastreando.<br />
En la dispersión <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen que he intentado <strong>de</strong>scribir en el punto 2 encontramos algunas<br />
características propias <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología. Ahora, esta disciplina sistemática y con pretensiones totalizadoras nos<br />
muestra algunos atributos propios <strong>de</strong> la filosofía. De hecho, muchos <strong>de</strong> los problemas a resolver que se pue<strong>de</strong>n<br />
observar en los libros <strong>de</strong> sociología pertenecen a la tradición filosófica: la libertad humana, la relación entre<br />
hombres y animales, la naturaleza humana, los fundamentos <strong>de</strong> los códigos morales… Pero si la i<strong>de</strong>ología<br />
biologicista contenía en su seno el fundamental problema <strong>de</strong> no po<strong>de</strong>r naturalizar los problemas histórico-sociales,<br />
la sociobiología se topará con un problema análogo: el <strong>de</strong> no po<strong>de</strong>r naturalizar los problemas filosóficos. Y ello<br />
porque, al igual que los problemas sociales, los problemas filosóficos tienen su textura propia y suponen, respecto a<br />
los problemas <strong>de</strong> la ciencia, un insalvable cambio <strong>de</strong> escala.<br />
Ningún fragmento <strong>de</strong> cromosoma, ninguna secuencia <strong>de</strong> nucleótidos y ningún concepto científico <strong>de</strong> gen,<br />
pue<strong>de</strong>n cerrar el problema, por ejemplo, <strong>de</strong> la libertad humana. Las razones son múltiples, pero quizá la más<br />
importante es la <strong>de</strong> que los problemas filosóficos son problemas conceptuales. Es <strong>de</strong>cir, la propia discusión<br />
filosófica refun<strong>de</strong> y vuelve a forjar los conceptos clave una y otra vez en cada solución que va ofreciendo. La<br />
libertad humana no es lo mismo para el estoico que para el kantiano. Cuando E.O.Wilson afirma que el hombre<br />
tiene una ten<strong>de</strong>ncia biológica a la libertad (razón en la que basa el fin <strong>de</strong> los modos <strong>de</strong> producción esclavista 8 ) ¿A<br />
qué libertad se refiere? ¿A la <strong>de</strong>l estoico o a la <strong>de</strong>l kantiano? Acaso Wilson tenga que refundir el concepto,<br />
empren<strong>de</strong>r un análisis <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> libertad antes <strong>de</strong> dar un paso; es <strong>de</strong>cir, hacer filosofía. Pero ello sería tanto<br />
como abandonar sus pretensiones <strong>de</strong> cientificidad y empirismo. Los sociobiólogos hablan <strong>de</strong> la libertad humana, e<br />
incluso <strong>de</strong> la naturaleza humana, como si estos conceptos hicieran referencia a meros objetos <strong>de</strong>l mundo y como si<br />
no hubiese más que comenzar a <strong>de</strong>scribirlos. Pero lo cierto es que estos no son objetos <strong>de</strong>l mundo, sino conceptos<br />
filosóficos que solo cobran sentido en relación con otros conceptos filosóficos, en el interior <strong>de</strong> un discurso que no<br />
es ni científico ni empírico.<br />
Por sus pretensiones <strong>de</strong> constituirse en un saber total y por su estructura sistemática, la sociobiología se<br />
asemeja a la filosofía. Pero para usar la distinción <strong>de</strong> Gustavo Bueno, se trataría ésta no solo <strong>de</strong> una filosofía falsa,<br />
sino <strong>de</strong> una falsa filosofía. Y en el mismo sentido, ante el pretendido carácter científico que esgrime, podría <strong>de</strong>cirse<br />
<strong>de</strong> esta disciplina que no solo se trata <strong>de</strong> una ciencia falsa, sino <strong>de</strong> una falsa ciencia.<br />
La sociobiología ha recibido, en cualquier caso, una acogida espléndida por parte <strong>de</strong> públicos <strong>de</strong> lo más<br />
diverso. Es el prestigio <strong>de</strong> las ciencias naturales lo que quizá esté a la base <strong>de</strong> este fenómeno. Cada sociedad tiene<br />
más o menos <strong>de</strong>finidos sus criterios <strong>de</strong> legitimación, sus fuentes <strong>de</strong> verdad. Si bien en otro tiempo todo discurso<br />
8 Eduard O. Wilson, “Sobre la naturaleza humana”, 1980, Fondo <strong>de</strong> cultura económica, Mexico. Pags. 120-123.
Juan Pedro Canteras Zubieta | La evolución <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen. Biología, i<strong>de</strong>ología y sociobiología.<br />
relevante tuvo que ponerse al amparo <strong>de</strong> criterios religiosos para po<strong>de</strong>r ser pronunciado, hoy es el mo<strong>de</strong>lo científico<br />
el que garantiza la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las afirmaciones.<br />
Algunas ciencias <strong>de</strong>l espíritu o ciencias humanas (como la mayoría <strong>de</strong> la economía o algunas escuelas <strong>de</strong><br />
historiadores) emprendieron hace ya mucho tiempo un camino hacia la naturalización, hacia la cuantificación,<br />
medición y matematización <strong>de</strong> sus discursos. La sociobiología parece haber escogido un atajo más abrupto. En vez<br />
<strong>de</strong> forzar a la sociología para hacerla pasar por el aro <strong>de</strong> las ciencias naturales, ha extendido los límites <strong>de</strong> una<br />
ciencia natural bien consolidada hasta colonizar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ella campos humanísticos. Dicho <strong>de</strong> otro modo: La<br />
sociobiología, en vez <strong>de</strong> naturalizar una ciencia humana ha “humanizado” una ciencia natural. La operación ha sido<br />
un éxito y la recepción social mayor <strong>de</strong> la esperada por sus propios autores. Esta “nueva síntesis” pronto ha<br />
conquistado las se<strong>de</strong>s sociales más importantes <strong>de</strong> producción y difusión <strong>de</strong> conocimiento, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la universidad<br />
hasta las editoriales. Pero por más que su cristalización institucional sea cierta, la sociobiología como proyecto<br />
totalizador (la nueva síntesis) está presa <strong>de</strong> los viejos problemas <strong>de</strong>l reduccionismo. El pangenetismo, bajo esta<br />
nueva formulación (ciertamente más elaborada), <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong> nuevo sus tensiones internas.<br />
***<br />
En estas páginas he intentado recorrer el <strong>de</strong>spliegue histórico <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su origen<br />
biológico hasta sus actuales irrupciones en discursos políticos, morales, jurídicos… Esta tarea acu<strong>de</strong> tanto al<br />
análisis sociológico (pues <strong>de</strong>be encontrar las se<strong>de</strong>s sociales don<strong>de</strong> se gestan los conceptos) como al epistemológico<br />
y gnoseológico (para po<strong>de</strong>r hacer algún análisis <strong>de</strong> esos conceptos) y entra así en el ámbito <strong>de</strong> la sociología <strong>de</strong>l<br />
conocimiento. La dimensión filosófica se hace aquí incancelable, si bien nunca se pier<strong>de</strong> <strong>de</strong> vista el arraigo<br />
sociológico <strong>de</strong>l problema.<br />
En un primer momento, se <strong>de</strong>scribió el estado actual <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la biología, don<strong>de</strong> lo<br />
encontramos <strong>de</strong>bilitado aunque no impertinente. El concepto <strong>de</strong> gen se presenta, en la ciencia que lo gestó, como<br />
<strong>de</strong>sdibujado, y parece cobrar sentido pleno solo con referencia a ámbitos <strong>de</strong> investigación muy concretos. El gen, en<br />
las últimas investigaciones, más que hacer referencia a un objeto físico bien <strong>de</strong>finido parece <strong>de</strong>splegarse en<br />
relaciones muy complejas, que involucran a una pluralidad <strong>de</strong> objetos y que nos son, en buena medida,<br />
<strong>de</strong>sconocidas.<br />
A continuación, se <strong>de</strong>scribió la aplicación <strong>de</strong> este concepto a problemas tradicionalmente no biológicos.<br />
Des<strong>de</strong> los años 60 hallamos el concepto <strong>de</strong> gen, por ejemplo, en la explicación <strong>de</strong> las conductas sociales. A pesar <strong>de</strong><br />
la <strong>de</strong>bilidad que el concepto adquirió en su campo original (y quizá gracias a ello), este mostró gran fecundidad en<br />
discursos sociales, políticos y jurídicos. A este segundo momento <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l concepto lo caractericé como<br />
i<strong>de</strong>ológico, por su involucración en justificaciones políticas.<br />
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Finalmente, he creído ver en la fundación <strong>de</strong> la sociobiología un tercer movimiento <strong>de</strong>l concepto,<br />
consecuencia <strong>de</strong>l anterior pero diferenciable <strong>de</strong> él. Con esta nueva disciplina, que arranca en los años 80, el<br />
concepto <strong>de</strong> gen ha sido puesto en el centro <strong>de</strong> un gran proyecto reduccionista que preten<strong>de</strong> dar una explicación<br />
científica a todas las dimensiones humanas (religiosas, militares, psicológicas, afectivas...). Este momento <strong>de</strong>l<br />
concepto posee características filosóficas, en tanto que la sociobiología se acoge a cierto sistematismo y quiere<br />
configurarse como saber totalizador. Su autoconcepción cientificista la pone, no obstante, ante los problemas <strong>de</strong>l<br />
reduccionismo <strong>de</strong> los que no parece po<strong>de</strong>r librarse.<br />
Para concluir, insistiré en la naturaleza <strong>de</strong> esta evolución que he <strong>de</strong>scrito: No se trata simplemente <strong>de</strong> que<br />
un concepto científico, gen, sea secuestrado por discursos i<strong>de</strong>ológicos, o por una disciplina reduccionista y<br />
totalizadora. Puesto que el concepto mantiene, a través <strong>de</strong> sus dispersiones, alguna unidad, el empleo i<strong>de</strong>ológico <strong>de</strong>l<br />
mismo no pasa inadvertido a la ciencia que lo gestó y que lo sigue empleando. Si el concepto <strong>de</strong> gen recibe un<br />
sesgo i<strong>de</strong>ológico, la biología genética no permanece inmune a esta distorsión. De hecho, si el concepto <strong>de</strong> gen<br />
ocupa hoy un lugar central en biología, ello no se <strong>de</strong>be, probablemente, a causas endógenas a la propia ciencia,<br />
sino a todo este proceso exógeno que he intentado organizar. Las ciencias, sin <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> su especial estatuto<br />
gnoseológico, son porosas al entorno en que crecen y que las posibilita. De hecho, solo acudiendo a este entorno,<br />
cabe explicar su naturaleza, que por más lógica que se nos presente, no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser material.<br />
BIBLIOGRAFÍA:<br />
FOX KELLER, Evelyn: El siglo <strong>de</strong>l gen, cien años <strong>de</strong> pensamiento genético (2000), Ediciones Península,<br />
Barcelona, 2002.<br />
LEWONTIN, Richard, ROSE, Steven y J. CAMIN, Leon: No está en los genes, racismo, genética e i<strong>de</strong>ología<br />
(1984), Editorial Crítica, Barcelona, 1987.<br />
HUBBERD, Ruth y WALD, Elijah: El mito <strong>de</strong>l gen (1997), Alianza Editorial, Madrid, 1999.<br />
O.WILSON, Edward: Sobre la naturaleza humana (1979), Fondo <strong>de</strong> cultura económica, México, 1980.<br />
D. WATSON, James: La doble hélice (1968), Alianza Editorial, Madrid, 2009.
La Fotografía 51: un ejemplo <strong>de</strong> cooperación y competencia en la ciencia | Carlos González Sánchez<br />
La Fotografía 51: un ejemplo <strong>de</strong> cooperación y competencia en la ciencia<br />
Carlos González Sánchez<br />
Photograph 51: A case of cooperation and competition in science. This article focuses on the problems and<br />
issues <strong>de</strong>rived from the analysis of the well-known Photograph 51. This analysis will lead us to <strong>de</strong>al with several<br />
approaches to the photograph, which could be consi<strong>de</strong>red the subject matter of study un<strong>de</strong>r the scope of varied<br />
disciplines -sociology, gnoseology and gen<strong>de</strong>r studies. Taking the concept of symploké as basis for the purpose of<br />
my essay, the multiple connections and disconnections (internally and among these disciplines) will be <strong>de</strong>veloped.<br />
El presente trabajo se propone analizar las distintas circunstancias que ro<strong>de</strong>aron y propiciaron el<br />
“<strong>de</strong>scubrimiento” <strong>de</strong> la doble hélice. Dicha tarea (<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollarse en su totalidad) <strong>de</strong>sbordaría las dimensiones<br />
propuestas y exigiría mucho más tiempo y capacidad <strong>de</strong> la requerida para el mismo; por todo ello, el objetivo <strong>de</strong>l<br />
trabajo va a ser limitado en torno a la foto 51, la célebre foto patrón B <strong>de</strong> ADN obtenida por Rosalind Franklin en<br />
1952. Esta foto tuvo significativa relevancia (a veces exagerada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva pedagógica) en la consecución<br />
<strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> doble hélice y la imposición <strong>de</strong>l mismo frente a otros mo<strong>de</strong>los helicoidales, presentes en las posibles<br />
explicaciones <strong>de</strong> la estructura molecular <strong>de</strong>l ADN en aquel momento.<br />
Como ya he señalado, la atribución <strong>de</strong> importancia a la Foto 51 resulta, a veces, <strong>de</strong>smesurada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />
proceso <strong>de</strong> “<strong>de</strong>scubrimiento” <strong>de</strong> la estructura molecular <strong>de</strong> doble hélice <strong>de</strong>l ADN, pero esto no <strong>de</strong>be hacernos per<strong>de</strong>r<br />
el interés en su estudio, sino todo lo contrario. La foto 51 es centro <strong>de</strong> problemas gnoseológicos, sociológicos e<br />
incluso tema prominente en el análisis <strong>de</strong> la ciencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l enfoque <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> género: la polémica en<br />
torno al papel <strong>de</strong> Rosalind Franklin y la marginación que sufriera en la retribución <strong>de</strong> méritos, tanto a nivel social<br />
como académico (problema que, por cuestión <strong>de</strong> espacio y objetivos <strong>de</strong>l presente trabajo, solo podremos mencionar<br />
superficialmente, sin po<strong>de</strong>r posicionarnos ante el mismo). Trataré <strong>de</strong> ejercer, en el máximo <strong>de</strong> mis posibilida<strong>de</strong>s,<br />
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Carlos González Sánchez | La Fotografía 51: un ejemplo <strong>de</strong> cooperación y competencia en la ciencia<br />
una teoría gnoseológica que sea lo más cercana, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi bagaje filosófico, a una gnoseología operacionalista y<br />
materialista, la cual se aleja <strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuacionismos, teoreticismos o <strong>de</strong>scripcionismos. En una gnoseología aplicada <strong>de</strong><br />
tal modo al caso que nos ocupa, creo que obtendremos unos resultados muy provechosos en el análisis <strong>de</strong> la<br />
fotografía 51.<br />
Llegados a este punto he <strong>de</strong> someter a autocrítica, o meramente puntualizar la elección <strong>de</strong> este<br />
acontecimiento como centro <strong>de</strong>l presente trabajo; esta elección no se <strong>de</strong>be a una especial consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la foto<br />
51, ya sea como un corte o una mayor significación respecto a otra serie <strong>de</strong> fotografías <strong>de</strong> la molécula <strong>de</strong> ADN <strong>de</strong><br />
patrón B; tan sólo he usado dicha fotografía como un punto <strong>de</strong> referencia en torno al cual pueda pivotar y<br />
coordinarse este texto. Por un lado el valor gnoseológico <strong>de</strong> dicha fotografía ha <strong>de</strong> ser matizado, tan sólo se<br />
encuentra <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una dinámica <strong>de</strong> ensayo y error, dinámica la cual pertenece a un proceso <strong>de</strong> acercamiento, <strong>de</strong><br />
búsqueda, <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia visual que pudiera seleccionar un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> estructura helicoidal, en el lado contrario su<br />
valor histórico y sociológico pue<strong>de</strong> ser ensalzado.<br />
Esta fotografía es centro <strong>de</strong> toda una serie <strong>de</strong> procesos <strong>de</strong> cooperación y competencia que tuvieron lugar<br />
alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l estudio y “<strong>de</strong>scubrimiento” <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> la doble hélice <strong>de</strong> ADN. Recelos y alianzas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />
una serie <strong>de</strong> nombres Gosling, Franklin, Wilkins, Watson… que no fueron baladíes en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sus mo<strong>de</strong>los<br />
helicoidales (y que pue<strong>de</strong>n resultar para el investigador <strong>de</strong> lo más interesante, como si <strong>de</strong> una novela <strong>de</strong> espionaje y<br />
contraespionaje se tratara, salvando las distancias, puesto que no nos encontramos ante un ejemplo análogo al <strong>de</strong><br />
guerra fría).<br />
Antes <strong>de</strong> nada centrémonos en la <strong>de</strong>finición y la importancia que le conce<strong>de</strong> una enciclopedia virtual como<br />
Wikipedia a la foto 51: “Foto 51 es el sobrenombre dado a una imagen <strong>de</strong>l ADN obtenida por la técnica <strong>de</strong><br />
difracción <strong>de</strong> rayos X , tomada por Rosalind Franklin en 1952 que supuso una prueba fundamental para i<strong>de</strong>ntificar<br />
la estructura <strong>de</strong>l ADN. La foto fue tomada por Franklin mientras trabajaba el grupo <strong>de</strong> Sir John Randall en el King’s<br />
College <strong>de</strong> Londres.<br />
La ‘X’ en la imagen correspon<strong>de</strong> al perfil en forma <strong>de</strong> zig-zag <strong>de</strong> la hélice. Cuando los rayos X se<br />
proyectan a través <strong>de</strong> una muestra <strong>de</strong> ADN, se difractan obteniendo los zigs y los zags alternos <strong>de</strong> la hélice en<br />
forma <strong>de</strong> X. El patrón <strong>de</strong> capas lineadas en la parte inferior <strong>de</strong> la X muestran la estructura <strong>de</strong> doble hélice. LA<br />
imagen también facilita el cálculo <strong>de</strong> las dimensiones <strong>de</strong>l ADN: EL radio <strong>de</strong> la hélice es <strong>de</strong> un nanometro, que a<br />
cambio muestra que las bases están <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la hélice, y el esqueleto <strong>de</strong> azúcar-fosfato en el exterior” (Wikipedia<br />
2010, http://en.wikipedia.org/wiki/Photo_51).<br />
Debemos ser precavidos ante tal <strong>de</strong>finición, no sólo por el carácter relativo que tienen los artículos y<br />
<strong>de</strong>finiciones en Wikipedia (por su política abierta y acumulativa es muy vulnerable a cualquier boicot o ataque
La Fotografía 51: un ejemplo <strong>de</strong> cooperación y competencia en la ciencia | Carlos González Sánchez<br />
vandálico), pese a ello, esta <strong>de</strong>finición nos sirve como <strong>de</strong>finición tipo ante cuestiones científicas, sociológicas o<br />
gnoseológicas en cualquier enciclopedia, don<strong>de</strong> se hace más hincapié en la anécdota que una explicación interna,<br />
bien estructurada, entre sus artículos.<br />
Dirijamos nuestras miradas ahora hacia a un análisis más exhaustivo <strong>de</strong> las circunstancias que ro<strong>de</strong>aron la<br />
realización <strong>de</strong> la fotografía y los motivos que la dotan o no <strong>de</strong> cierta importancia: “Nos encontramos en la<br />
primavera <strong>de</strong> 1952, Franklin y Gosling se están <strong>de</strong>dicando a tomar fotografías <strong>de</strong> prueba <strong>de</strong> ADN, el método usado<br />
es breve exposición a 75 % <strong>de</strong> humedad relativa con la microcámara Phillips. En este periodo también probaron un<br />
nuevo caballete inclinable especial, que les servía para <strong>de</strong>tectar repeticiones <strong>de</strong> gran angular a lo largo <strong>de</strong>l eje <strong>de</strong> la<br />
fibra.<br />
El 18 <strong>de</strong> abril, Franklin se encuentra con una fotografía <strong>de</strong> una fibra cristalina que mostraba una orientación<br />
doble. […]” (El camino hacia la doble hélice, Pág. 522)<br />
Esta orientación doble se convierte en un primer indicio que lleva a Franklin a cuestionar, frente a Crick y a<br />
Watson en la Royal Society <strong>de</strong>l 1 <strong>de</strong> mayo, la estructura en hélice <strong>de</strong>l ADN: “sus datos <strong>de</strong>cían que su ADN no era<br />
una hélice” (La doble hélice, Pág. 122).<br />
Resulta paradójico que en los días siguientes a la convención Franklin obtuviera una radiografía <strong>de</strong> una fibra<br />
que antes había dado como resultado un patrón cristalino, pero que había cambiado hasta dar lugar al patrón<br />
húmedo (patrón B). La consecución <strong>de</strong> este logro, incluso al 75 % <strong>de</strong> humedad, fue, relativamente, pasado por alto<br />
por la propia Franklin en este momento. Posiblemente una <strong>de</strong> esas fotografías obtenidas era la famosa fotografía 51,<br />
una excelente fotografía <strong>de</strong> patrón B, la misma que posteriormente llegaría hasta las manos <strong>de</strong> Watson.<br />
¿Pero por qué Franklin y Gosling no abandonaron la postura antihelicoidal <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la obtención <strong>de</strong> estas<br />
fotografías <strong>de</strong> patrón B? ¿Es entonces cierto como <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>ría Wilkins posteriormente (en 1972) que dichas<br />
fotografías fueron un mero encuentro fortuito? Para resolver estas preguntas es <strong>de</strong> interés los motivos que Olby<br />
aporta para este suceso: “Podría parecer que si la fibra <strong>de</strong> ADN consta <strong>de</strong> hélices cilíndricas empaquetadas en<br />
paralelo al eje <strong>de</strong> la fibra, la localización <strong>de</strong> puntos en los sectores <strong>de</strong> la izquierda y la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> diagrama <strong>de</strong>fería<br />
confirmar esa simetría radial. Pero cuando Franklin y Gosling empezaron a <strong>de</strong>scribir el patrón A, encontraron<br />
ambigüeda<strong>de</strong>s que en su momento les condujeron a adoptar una postura antihelicoidal. En abril, se <strong>de</strong>scribió un<br />
caso <strong>de</strong> orientación doble que emplearon para comprobar la fiabilidad <strong>de</strong> su <strong>de</strong>scripción. La doble orientación en sí<br />
misma no es incompatible con la estructura helicoidal, pero cuando clasificaron los resultados éstos parecían refutar<br />
la supuesta simetrñia radial <strong>de</strong> las intensida<strong>de</strong>s” (El camino hacia la doble hélice, Pág. 523).<br />
“La argumentación antihélice presentada por Franklin en una reunión <strong>de</strong> aquellos miembros <strong>de</strong> nuestro<br />
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Carlos González Sánchez | La Fotografía 51: un ejemplo <strong>de</strong> cooperación y competencia en la ciencia<br />
laboratorio que se ocupaban <strong>de</strong>l ADN, no se basó en la doble orientación, sino en las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> que la reflexión hkl<br />
poseían una marcada ten<strong>de</strong>ncia a ser más intensas que las reflexiones hkl. Tal como se presentaron los datos, éstos<br />
no podían ser compatibles con una estructura helicoidal” (Wilkins, 1972).<br />
Esto fue <strong>de</strong>bido a que tanto Franklin como Gosling pasaron por alto la posibilidad <strong>de</strong> que el diagrama <strong>de</strong><br />
fibra <strong>de</strong> moléculas helicoidales dispuestas en paralelo pudiese dar la apariencia <strong>de</strong> asimetría radial.<br />
Franklin trabajaba con mo<strong>de</strong>los don<strong>de</strong> se consi<strong>de</strong>raba la existencia <strong>de</strong> tres hélices distintas <strong>de</strong> 11 Å <strong>de</strong><br />
diámetro que discurrían juntas, con los centros <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> las tres separados entre sí por unos 20 Å. Pero los<br />
datos <strong>de</strong> Franklin contra<strong>de</strong>cían ese mo<strong>de</strong>lo, en lugar <strong>de</strong> obtener los 11 Å <strong>de</strong> diámetro obtuvo 13,5 Å. Ciertos<br />
prejuicios antihelicoidales o simplemente problemas para barajar la i<strong>de</strong>a, impidieron que Franklin barajara el<br />
mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> doble hélice que explicaba un diámetro hipotético <strong>de</strong> 14 Å.<br />
Todo esto resulta aún más sorpren<strong>de</strong>nte al saber que la propia Franklin había escrito ese mismo año: “Los<br />
resultados sugieren una estructura helicoidal [que <strong>de</strong>be estar muy estrechamente consolidada] que probablemente<br />
contenga 2, 3 o 4 ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> ácido nucleico coaxiales por unidad helicoidal y tenga situados los grupos fosfato<br />
cerca <strong>de</strong>l exterior” (Franklin, 1952, Pág. 4). Esta cuestión ya ha sido objeto <strong>de</strong> múltiples análisis y teorías al<br />
respecto, me adscribo a las posibles razones que <strong>de</strong> nuevo Olby nos ofrece: “¿Cómo es posible que Franklin se<br />
saliera por esta tangente antihelicoidal en mayo <strong>de</strong> 1952 cuando había escrito en febrero <strong>de</strong>l mismo año? […]<br />
Franklin era una cristalógrafa estructural profesional que <strong>de</strong>sconfiaba <strong>de</strong> la conjetura intuitiva y que<br />
pretendía resolver la estructura por métodos directos, es <strong>de</strong>cir, sin introducir supuestos en forma <strong>de</strong> estructuras<br />
hipotéticas. No estaba en contra <strong>de</strong> las hélices como tales, sino en contra <strong>de</strong> asumir hélices cuando los datos, en su<br />
opinión, eran insuficientes. Esta actitud respondía a sus propias inquietu<strong>de</strong>s como investigadora y a su admiración<br />
por Bernal, a cuya conferencia “Consi<strong>de</strong>raciones sobre el estado actual <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> las proteínas”, asistió<br />
Franklin en el marco <strong>de</strong>l Congreso Internacional <strong>de</strong> Cristalografía <strong>de</strong> 1951. Las notas que tomó en estas conferencia<br />
<strong>de</strong> muestran que el mensaje <strong>de</strong> Bernal le impresionó. Bernal dijo que la aproximación <strong>de</strong> Pauling consistía en<br />
aplicar los conocimientos químicos a la construcción <strong>de</strong> estructuras, y <strong>de</strong>spués emplearlos datos radiológicos como<br />
elemento <strong>de</strong> contraste. Este era un enfoque <strong>de</strong>ductivo y especulativo. En las etapas iniciales estaba justificado,<br />
escribía Franklin, “ha llegado el momento <strong>de</strong> examinar a fondo la evi<strong>de</strong>ncia y los supuestos –<strong>de</strong> ello <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> hallar<br />
la solución o una solución”. Bernal contraponía el método <strong>de</strong>ductivo <strong>de</strong> Pauling al método empírico inductivo <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>rivar tipos <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>nas a partir <strong>de</strong> secciones <strong>de</strong> Patterson” (El camino hacia la doble hélice, Pág. 528).<br />
Esta escrupulosidad en su actividad investigadora podría suponer (sobre todo para un investigador,<br />
gnoseólogo o sociólogo <strong>de</strong> corte más especulativo) un grave contratiempo en el <strong>de</strong>sarrollo y posterior aceptación<br />
<strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> doble hélice. Pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una posición gnoseológica, como la que se practica en este trabajo (ni
La Fotografía 51: un ejemplo <strong>de</strong> cooperación y competencia en la ciencia | Carlos González Sánchez<br />
a<strong>de</strong>cuacionista, ni <strong>de</strong>scripcionista, ni teoreticista) es objeto <strong>de</strong> análisis y, por qué no <strong>de</strong>cirlo, <strong>de</strong> alabanza: el<br />
abandono por parte <strong>de</strong> Franklin <strong>de</strong> aquella fotografía <strong>de</strong> la forma B (la fotografía 51), que con tan buen resultado<br />
había obtenido, a favor <strong>de</strong> centrarse en el estudio <strong>de</strong> la forma A. Debemos observar lo exhaustivo que podía llegar a<br />
ser el proceso <strong>de</strong> esta investigación, sólo tras haber agotado todas las vías <strong>de</strong> investigación y posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la<br />
forma A, se <strong>de</strong>cidiría volver a la forma B. Una actitud investigadora que respon<strong>de</strong> a ciertos presupuestos<br />
gnoseológicos que funcionan tras <strong>de</strong> ella (el hecho que sea consciente o no, nos es indiferente).<br />
Dejando a un lado la autojustificación que pudiera dar Franklin a tales acontecimientos, es posible observar<br />
como externalizó estos presupuestos en su conducta: no hipostasió el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> doble hélice pese a que una serie<br />
<strong>de</strong> muestras conseguieran cuadrar <strong>de</strong> forma óptima bajo dicho mo<strong>de</strong>lo; estas muestras conformaban una anomalía y<br />
una distracción respecto al análisis inconcluso <strong>de</strong>l patrón A en el que se hallaban inmersos. “Si A no era helicoidal,<br />
no era nada razonable suponer que B pudiera serlo” (Wilkins, 1972)<br />
Este último punto no está exento <strong>de</strong> polémica y diversidad <strong>de</strong> opiniones: que Franklin retomara la forma B<br />
<strong>de</strong> la obtención <strong>de</strong> radiografías justo 10 meses <strong>de</strong>spués, es visto por muchos como una coinci<strong>de</strong>ncia (tan sólo una<br />
semana <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la visita <strong>de</strong> Watson con el manuscrito <strong>de</strong> Pauling sobre su mo<strong>de</strong>lo helicoidal triple). El propio<br />
Crick y Klug se inclinan por pensar lo contrario, el agotamiento <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> la forma A, y no la visita y la<br />
<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> Pauling <strong>de</strong> las hélices <strong>de</strong> ADN, le habría llevado <strong>de</strong> forma irremediable a retomar el estudio <strong>de</strong> la forma<br />
B. En mi opinión, ambos factores favorecían una misma <strong>de</strong>cisión, y mostrarlos como una contradicción solo pue<strong>de</strong><br />
tener un valor psicológico o competitivo, fuera como fuese, el camino ya estaba marcado.<br />
Mientras, al otro lado <strong>de</strong>l Atlántico Pauling <strong>de</strong>sarrollaba un mo<strong>de</strong>lo helicoidal <strong>de</strong> tres hélices, su <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />
trabajar sobre el ADN en 1952, no sólo se <strong>de</strong>bía al estudio que se estaba realizando en King’s por parte <strong>de</strong> Franklin,<br />
Goslin o Wilkins entre otros. En opinión <strong>de</strong> Robert Olby, “Edward Ronwin y su extraordinario trabajo” que<br />
apareció en el Journal of the American Chemical Society en noviembre <strong>de</strong> 1951, ayudaron en esa <strong>de</strong>cisión.<br />
Para concluir el periplo <strong>de</strong> la fotografía 51, y la importancia relativa que esta tuvo en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l<br />
mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> doble hélice, acudiré al último y más célebre capítulo <strong>de</strong> su vida como curso operatorio, previo al cierre<br />
parcial que supuso el “<strong>de</strong>scubrimiento” <strong>de</strong> la doble hélice <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la biología (dando lugar a la bioquímica y a la<br />
biología molecular). Este capítulo no es otro que la visita <strong>de</strong> Watson a King’s y su visualización <strong>de</strong> la fotografía 51.<br />
Franklin no ocultaba sus recelos hacia Watson y su mo<strong>de</strong>lo helicoidal, celos motivados (entre otras razones)<br />
por el interés <strong>de</strong> ambos por el trabajo <strong>de</strong> Corey, y las respuestas <strong>de</strong>siguales que obtuvieron <strong>de</strong> este. Por tanto ante la<br />
visita <strong>de</strong> Watson a King’s fue Wilkins el que secretamente le enseño un excelente patrón <strong>de</strong> difracción <strong>de</strong> la forma B<br />
<strong>de</strong>l ADN, posiblemente no fuera otro que el <strong>de</strong> Franklin.<br />
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Carlos González Sánchez | La Fotografía 51: un ejemplo <strong>de</strong> cooperación y competencia en la ciencia<br />
“Watson ni siquiera conocía la existencia <strong>de</strong> esta forma <strong>de</strong> ADN hasta aquel último viernes <strong>de</strong> enero, aunque<br />
Franklin había notificado su existencia y mostrado una radiografía bastante pobre <strong>de</strong> la misma en 1951 en presencia<br />
<strong>de</strong> Watson. Esta fotografía <strong>de</strong> 1952 ofrecía el ejemplo más sencillo y notable <strong>de</strong> un patrón <strong>de</strong> difracción helicoidal<br />
que se había visto nunca. […] No era <strong>de</strong> extrañar que Watson se quedara “con la boca abierta” y empezar a<br />
“temblarle el pulso” ” (El camino hacia la doble hélice, Pág. 558).<br />
Como hemos analizado, la importancia <strong>de</strong> una fotografía en concreto por encima <strong>de</strong> todo un curso <strong>de</strong><br />
operaciones: experimentación, cooperación, competencia… pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sviarnos <strong>de</strong> un asunto <strong>de</strong> vital importancia. La<br />
fotografía 51, como objeto individualizado ha <strong>de</strong> verse sometido a una atención historiográfica superior al que<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la gnoseología o la sociología podría ejercerse. Pese a ello, no po<strong>de</strong>mos pasar por alto la importancia <strong>de</strong> la<br />
técnica, y en este caso la obtención <strong>de</strong> radiografías a escalas tan diminutas, para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la ciencia. El<br />
binomio ciencia y tecnología componen una estructura difícilmente separable, y en esta ocasión se ve <strong>de</strong> nuevo que<br />
no po<strong>de</strong>mos más que realizar una disociación, porque su separación real es imposible. Las circunstancias que<br />
ro<strong>de</strong>an a la obtención <strong>de</strong> pruebas, o datos en un laboratorio, son fruto <strong>de</strong> todo un <strong>de</strong>sarrollo técnico que a su vez<br />
pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> otras técnicas o ciencias (lo que a veces ha venido a llamarse una distinción entre técnica y<br />
tecnología).<br />
La foto 51, ha sido “bautizada” con nombre y apellidos por su importancia como anécdota, pero la<br />
existencia <strong>de</strong> fotografías <strong>de</strong> ADN <strong>de</strong> patrón B, no es una anécdota, es una necesidad gnoseológica, que posibilitan la<br />
construcción <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> doble hélice. La palabra “<strong>de</strong>scubrimiento”, que he entrecomillado durante la totalidad<br />
<strong>de</strong>l presente trabajo, escon<strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> connotaciones a<strong>de</strong>cuacionistas y <strong>de</strong>scripcionistas con las que se ha <strong>de</strong> ser<br />
muy cauteloso (pese a todo me veo obligado a usar dicha palabra por no forzar el lenguaje, aunque no sin los<br />
siguientes matices). El uso con el que se ha querido utilizar en el presente ensayo no es otro que el <strong>de</strong> construcción,<br />
construcción que se obtiene por medio <strong>de</strong> la coordinación <strong>de</strong> múltiples cursos operatorios presentes en el momento<br />
<strong>de</strong> la misma. No estamos tratando <strong>de</strong> una construcción o creación ex nihilo, los materiales <strong>de</strong> los que se parte son<br />
producto a su vez <strong>de</strong> múltiples cursos operatorios. Una estructura red, que sin duda, posibilitó el “<strong>de</strong>scubrimiento”<br />
<strong>de</strong> la doble hélice, como esta, a su vez, dio lugar al nacimiento <strong>de</strong> la biología molecular <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> la<br />
biología. Procesos <strong>de</strong> regresus y progresus que nos imposibilita <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> lado estos <strong>de</strong>sarrollos técnicos en el<br />
análisis gnoseológico <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sarrollos científicos.<br />
Por último <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva sociológica, pue<strong>de</strong> resultar muy interesante el seguimiento <strong>de</strong> la<br />
aparición y uso <strong>de</strong> la fotografía 51. Si <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la gnoseología, el bautizo <strong>de</strong> dicha fotografía resulta una ceremonia<br />
vacua, pues la importancia <strong>de</strong> la misma se pue<strong>de</strong> disociar <strong>de</strong> su concreción, en sociología resulta casi imposible esta<br />
operación: que la fotografía 51 fuera centro <strong>de</strong> recelos y secretos o <strong>de</strong> armonía y coordinación, en <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong><br />
competencia o cooperación (ya sea entre investigadores, o entre mo<strong>de</strong>los e hipótesis, aunque estos últimos sean<br />
inseparables <strong>de</strong>l investigador que los <strong>de</strong>sarrolla o <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>) es un asunto a tener en cuenta.
La Fotografía 51: un ejemplo <strong>de</strong> cooperación y competencia en la ciencia | Carlos González Sánchez<br />
Las divergencias que se observan en los estudios, hipótesis y mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> Watson y Crick, King’s o Pauling<br />
no son casuales. Todos ellos optaron por métodos y campos experimentales distintos que respondían a distintos<br />
propósitos y a su vez dieron lugar a distintas conjeturas respectivamente. Llegados a este punto <strong>de</strong>bemos ser<br />
tajantes, tenemos que negar la simplificación que supone ver sus correspondientes trabajos como: o bien una fuente<br />
<strong>de</strong> discrepancias y diferencias insalvables, o bien un proceso racional armónico preestablecido. Fue la cooperación<br />
en <strong>de</strong>terminados momentos, al igual que la diversificación en otros, la que posibilitó los avances que se producían<br />
constantemente en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los que intentaban explicar la estructura y la composición <strong>de</strong>l ADN.<br />
Que la fotografía 51 fuera objeto <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> interacciones no pue<strong>de</strong> verse <strong>de</strong> otra forma. Ni siquiera<br />
para los propios implicados en aquellos acontecimientos está clara la intención <strong>de</strong> Franklin por ejemplo. ¿Pretendía<br />
ocultar realmente a Watson la fotografía o era consciente <strong>de</strong> que Wilkins se la iba a mostrar? Las respuesta nos es<br />
ya indiferente, los acontecimientos mandan y el hecho <strong>de</strong> que King’s compartiese dicha foto con Watson<br />
seguramente facilitó el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la doble hélice.<br />
Para otro momento hemos <strong>de</strong> posponer el introducirnos en otro tipo <strong>de</strong> cuestiones, me estoy refiriendo, en<br />
este caso, al <strong>de</strong>bate que suscita este episodio para la teoría <strong>de</strong> género. Polémicas en torno a Rosalind Franklin y la<br />
retribución <strong>de</strong> mérito que la ciencia como institución social realiza o no, no pue<strong>de</strong>n analizarse fugazmente,<br />
principalmente porque <strong>de</strong>sbordan y difieren <strong>de</strong> las pretensiones <strong>de</strong>l presente trabajo. Ello no hace que susciten<br />
menos interés acontecimientos como que no se pudiera entregar el premio Nobel a Franklin (dicho premio no se<br />
pue<strong>de</strong> recibir post-mortem). Pero como ya he apuntado, para este trabajo, eso es harina <strong>de</strong> otro costal.<br />
Bibligrafía:<br />
Olby, Robert, El camino hacia la doble hélice, Alianza Editorial, 1991, Madrid.<br />
James D. Watson, La doble hélice, Plaza & Janés, 1999.<br />
Bueno, Gustavo, Teoría <strong>de</strong>l cierre categorial, Vols. I-V, Pentalfa, Oviedo, 1991-1993<br />
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Marina Merino Sabando | Genética <strong>de</strong> Poblaciones.<br />
Genética <strong>de</strong> poblaciones<br />
Marina Merino Sabando 1<br />
Resumen<br />
Aunque la genética <strong>de</strong> poblaciones ha sido acusada <strong>de</strong><br />
“racista”, este trabajo muestra que muchos genetista como<br />
L.L. Cavalli‐Sforza plantean proyectos que van en dirección<br />
contraria. El Proyecto Genoma Humano no muestra que la<br />
especie humana esté separada en razas, ni mucho menos<br />
que <strong>de</strong> los datos genéticos se puedan <strong>de</strong>rivar planes<br />
políticos. Al contrario, lo único que se pue<strong>de</strong> reprochar<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la sociología <strong>de</strong>l conocimiento a la genética <strong>de</strong><br />
poblaciones es que su éxito ha restado financiación a otros<br />
proyectos no menos interesantes.<br />
1 Nació en Barcelona en 1988 pero pronto se trasladó a Miranda<br />
<strong>de</strong> Ebro (Burgos), don<strong>de</strong> a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> sus estudios obligatorios,<br />
cursó el Bachillerato en la modalidad <strong>de</strong> Humanida<strong>de</strong>s.<br />
Actualmente cursa 5º <strong>de</strong> Filosofía en la Universidad <strong>de</strong> Oviedo.<br />
Abstract<br />
Although population genetics is a discipline that has been<br />
accused of ʺracistʺ, this paper shows that many geneticists<br />
like L.L. Cavalli‐Sforza projects that will arise in the<br />
opposite direction. The Human Genome Project does not<br />
show that the human species is separated into races, much<br />
less that of genetic data may <strong>de</strong>rive political plans. In<br />
contrast, the only thing you can blame the sociology of<br />
knowledge in population genetics is that its success has<br />
reduced funding for other projects not less interesting.<br />
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2012
Marina Merino Sabando | Genética <strong>de</strong> Poblaciones.<br />
Genética <strong>de</strong> poblaciones<br />
Marina Merino Sabando 2<br />
Introducción.<br />
Este trabajo será <strong>de</strong> carácter informativo, el tema principal es la Genética <strong>de</strong> Poblaciones como ejemplo<br />
<strong>de</strong> disciplina centrada en el estudio <strong>de</strong> los genes humanos, para mostrar la importancia y dificultad <strong>de</strong> dicha<br />
disciplina veremos tres ejemplos <strong>de</strong> proyectos, unos ya pasados, aunque con un carácter muy actual, y otros futuros,<br />
con gran<strong>de</strong>s ambiciones y perspectivas. En un primer lugar situamos el Proyecto Genoma Humano, en segundo<br />
lugar el Proyecto <strong>de</strong> Diversidad <strong>de</strong>l Genoma Humano, y por último, el Proyecto mil genomas.<br />
Genética <strong>de</strong> Poblaciones.<br />
El estudio <strong>de</strong> la Genética <strong>de</strong> Poblaciones comienza por <strong>de</strong>finir que es una población <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva<br />
genética. En primer lugar, una población está constituida por individuos <strong>de</strong> la misma especie, por lo que entre ellos<br />
es posible el intercambio <strong>de</strong> genes. Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>finir una población como un conjunto <strong>de</strong> individuos, <strong>de</strong> la mima<br />
especie, que comparten o hayan compartido ascendientes, <strong>de</strong> forma que todos tienen un cierto parentesco, y entre<br />
los cuales hay o pue<strong>de</strong>n realizarse apareamientos. La última parte <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>finición implica que los individuos <strong>de</strong><br />
una población comparten un mismo territorio. Si una población se divi<strong>de</strong> en dos grupos <strong>de</strong> individuos que ocupan<br />
territorios diferentes, <strong>de</strong> forma que entre los grupos no hay posibilidad <strong>de</strong> apareamiento, podremos hablar <strong>de</strong> dos<br />
poblaciones.<br />
Así los miembros <strong>de</strong> una población por tener ascendientes comunes, tienen entre sí una semejanza<br />
genética mayor que entre individuos <strong>de</strong> diferentes poblaciones; y por el hecho <strong>de</strong> aparearse entre sí, comparten<br />
unos mismos genes, un acervo genético común. De ahí que también se pueda <strong>de</strong>finir una población por el conjunto<br />
<strong>de</strong> los genes <strong>de</strong> sus individuos.<br />
A lo largo <strong>de</strong> las generaciones, el individuo muere, es efímero, pero la población <strong>de</strong> perpetua en sus<br />
<strong>de</strong>scendientes. En realidad, si miramos una población a lo largo <strong>de</strong>l tiempo, lo que se perpetúa son sus genes, los<br />
cuales permanecen aunque cambiando <strong>de</strong> individuos en cada generación. En <strong>de</strong>finitiva, el estudio <strong>de</strong> una<br />
población es el estudio <strong>de</strong> sus genes a lo largo <strong>de</strong>l tiempo.<br />
2 Nació en Barcelona en 1988 pero pronto se trasladó a Miranda <strong>de</strong> Ebro (Burgos), don<strong>de</strong> a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> sus estudios obligatorios, cursó el<br />
Bachillerato en la modalidad <strong>de</strong> Humanida<strong>de</strong>s. Actualmente cursa 5º <strong>de</strong> Filosofía en la Universidad <strong>de</strong> Oviedo.<br />
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Genética <strong>de</strong> Poblaciones | Marina Merino Sabando<br />
Des<strong>de</strong> una perspectiva genética lo interesante es ver cuál es la composición genética <strong>de</strong> las poblaciones<br />
(valorando el tipo y frecuencia <strong>de</strong> los distintos alelos <strong>de</strong> cada gen), cómo los alelos <strong>de</strong> diferentes genes se organizan<br />
y distribuyen entre los miembros <strong>de</strong> la población, y qué cambios ocurren a lo largo <strong>de</strong>l tiempo (la evolución <strong>de</strong> una<br />
población es simplemente la modificación <strong>de</strong> su acervo genético examinado en el conjunto <strong>de</strong> sus individuos).<br />
La experiencia y los conocimientos genéticos nos dicen que es muy improbable que una población<br />
mantenga estables las frecuencias <strong>de</strong> sus alelos, y la distribución <strong>de</strong> éstos en los individuos, generación tras<br />
generación. Por una parte porque ocurren mutaciones en el ADN que alteran los genes apareciendo nuevos alelos,<br />
por otra parte, porque no todos los individuos <strong>de</strong> una población se reproducen, hay siempre una cierta mortalidad y<br />
un elemento <strong>de</strong> azar que influye en cuántos y cuáles <strong>de</strong> los individuos llegarán a pasar sus genes a la siguiente<br />
generación.<br />
Si algo ha llamado la atención <strong>de</strong> los estudiosos <strong>de</strong> la vida es la amplia diversidad <strong>de</strong> formas vivientes que<br />
pueblan nuestro planeta, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el antiguo hombre ha <strong>de</strong>dicado sus esfuerzos a clasificar esta diversidad en<br />
especies, géneros, familias, etc., y a enten<strong>de</strong>r cómo se genera y cómo se mantiene. También la diversidad pue<strong>de</strong><br />
observarse entre los individuos <strong>de</strong> una población, y a niveles <strong>de</strong> observación muy diferentes. Entre personas, por<br />
ejemplo, encontramos claras diferencias en rasgos faciales, medidas antropométricas, tensión arterial, grupos<br />
sanguíneos, huellas dactilares, tono <strong>de</strong> voz, etc., que nos permiten i<strong>de</strong>ntificar cada individuo <strong>de</strong> entre el conjunto <strong>de</strong><br />
la población, incluso diferenciarlo <strong>de</strong> los individuos con los que más genes tiene en común: padres, hermanos,<br />
hijos.<br />
La diversidad que observamos es fenotípica, y en gran parte es un reflejo <strong>de</strong> una diversidad genética, esto<br />
es, <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> diferentes composiciones genéticas o genotipos entre los miembros <strong>de</strong> las poblaciones. La<br />
diversidad genética también se <strong>de</strong>nomina variación genética, y medirla y enten<strong>de</strong>r cómo se genera, cómo se<br />
mantiene y cómo evoluciona es el fin primordial <strong>de</strong> la genética <strong>de</strong> poblaciones.<br />
La variación genética entre los miembros <strong>de</strong> una población <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse como que los individuos,<br />
aunque llevan los mismos genes, llevan diferentes alelos en ellos. La variación genética pue<strong>de</strong> estudiarse en niveles<br />
muy diferentes. El más fácil es la diversidad visible, la fenotípica, que nos orienta acerca <strong>de</strong> la diversidad genética.<br />
Otro tipo <strong>de</strong> variación genética no es visible, es la <strong>de</strong>nominada variación escondida o criptica que pue<strong>de</strong><br />
examinarse a nivel <strong>de</strong> genes o <strong>de</strong> ADN.<br />
La variación fenotípica visible es la más fácil <strong>de</strong> observar: los rasgos <strong>de</strong> la cara, el color <strong>de</strong> los ojos, el tipo<br />
<strong>de</strong> pelo, etc., son caracteres visibles que nos informas <strong>de</strong> una variación genética subyacente. La variación criptica se<br />
utiliza porque en organismos diploi<strong>de</strong>s, muchos alelos son recesivos, y en heterocigosis quedan ocultos por el alelo<br />
dominante. Para verlos, es preciso que aparezcan en doble dosis, en homocigosis, una forma <strong>de</strong> observar esta
Marina Merino Sabando | Genética <strong>de</strong> Poblaciones.<br />
variación oculta es forzar la aparición <strong>de</strong> homocigotos.<br />
Proyecto Genoma Humano.<br />
El Proyecto Genoma Humano (PGH) fue un proyecto internacional <strong>de</strong> investigación científica con el<br />
objetivo fundamental <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar la secuencia <strong>de</strong> pares <strong>de</strong> bases químicas que componen el ADN e<br />
i<strong>de</strong>ntificar y cartografiar los aproximadamente 20.000-25.000 genes <strong>de</strong>l genoma humano <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong><br />
vista físico y funcional.<br />
El genoma humano es la secuencia <strong>de</strong> ADN <strong>de</strong> un ser humano. Está dividido en 24 fragmentos, que<br />
conforman los 23 pares <strong>de</strong> cromosomas distintos <strong>de</strong> la especie humana. El genoma humano está compuesto por<br />
aproximadamente entre 25000 y 30000 genes distintos. Cada uno <strong>de</strong> estos genes contiene codificada la información<br />
necesaria para la síntesis <strong>de</strong> una o varias proteínas (o ARN funcionales, en el caso <strong>de</strong> los genes ARN). El "genoma"<br />
<strong>de</strong> cualquier persona (a excepción <strong>de</strong> los gemelos idénticos y los organismos clonados) es único.<br />
Conocer la secuencia completa <strong>de</strong>l genoma humano pue<strong>de</strong> tener mucha relevancia en cuanto a los estudios<br />
<strong>de</strong> biomedicina y genética clínica, <strong>de</strong>sarrollando el conocimiento <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s poco estudiadas, nuevas<br />
medicinas y diagnósticos más fiables y rápidos. Sin embargo <strong>de</strong>scubrir toda la secuencia génica <strong>de</strong> un organismo no<br />
nos permite conocer su fenotipo. Como consecuencia, la ciencia <strong>de</strong> la genómica no podría hacerse cargo en la<br />
actualidad <strong>de</strong> todos los problemas éticos y sociales que ya están empezando a ser <strong>de</strong>batidos. Por eso el PGH<br />
necesita una regulación legislativa relativa al uso <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> la secuencia genómica, pero no tendría por<br />
qué ser un impedimento en su <strong>de</strong>sarrollo, ya que el saber en sí, es inofensivo.<br />
El <strong>de</strong>bate público que suscitó la i<strong>de</strong>a captó la atención <strong>de</strong> los responsables políticos, no solo porque el<br />
Proyecto Genoma Humano era un gran reto tecnocientífico, sino por las tecnologías <strong>de</strong> vanguardia que surgirían,<br />
así como porque el conocimiento obtenido aseguraría la superioridad tecnológica y comercial <strong>de</strong>l país.<br />
En 1984 comenzaron las activida<strong>de</strong>s propias <strong>de</strong>l PGH, coincidiendo con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> fundar un instituto para<br />
la secuenciación <strong>de</strong>l genoma humano por parte <strong>de</strong> Robert Sanshheimerm, en ese momento Rector <strong>de</strong> la Universidad<br />
<strong>de</strong> California. De forma in<strong>de</strong>pendiente el Departamento <strong>de</strong> Energía <strong>de</strong> Estados Unidos (DOE) se interesó por el<br />
proyecto, al haber estudiado los efectos que las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sus programas nucleares producían en la genética y<br />
en las mutaciones.<br />
En su comienzo, el Proyecto Genoma Humano, enfrentó a dos clases <strong>de</strong> científicos: <strong>de</strong> un lado, los<br />
biólogos moleculares universitarios y <strong>de</strong>l otro, biólogos <strong>de</strong> institutos <strong>de</strong> investigación <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong><br />
Salud, organismo estatal que percibía gran<strong>de</strong>s sumas económicas fe<strong>de</strong>rales <strong>de</strong>stinadas a la investigación. Si bien el<br />
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enfrentamiento se basó en la preocupación <strong>de</strong> ambos científicos por la magnitud y los costos <strong>de</strong> la empresa a llevar<br />
a cabo, existían sobre todo discrepancias para <strong>de</strong>finir las vías más a<strong>de</strong>cuadas a la hora <strong>de</strong> lograr los objetivos<br />
fijados. Solo <strong>de</strong>bemos observar los 28.2 millones <strong>de</strong> dólares <strong>de</strong>stinados al periodo 88-89 para ubicarnos<br />
“materialmente”. Por su parte, los Estados Unidos se comprometieron a <strong>de</strong>stinar parte <strong>de</strong> los fondos económicos <strong>de</strong>l<br />
proyecto al estudio <strong>de</strong> los aspectos éticos y sociales <strong>de</strong>l PGH.<br />
James Watson asumió en 1988 la dirección ejecutiva <strong>de</strong> la Investigación <strong>de</strong>l Genoma Humano en el NIH<br />
(Instituto Nacional <strong>de</strong> Salud). Al asumir el cargo, firmó un acuerdo <strong>de</strong> cooperación con el DOE mediante el cual<br />
ambas instituciones se ayudarían mutuamente. De esta forma el PGH comenzó con el li<strong>de</strong>razgo <strong>de</strong>l NIH en lugar<br />
<strong>de</strong>l DOE. El interés internacional por el proyecto creció <strong>de</strong> forma notable, motivado fundamentalmente por no<br />
quedar por <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> Estados Unidos en un tema <strong>de</strong> tanta importancia. Para evitar repeticiones y solapamientos en<br />
los logros, se creó HUGO (Organización <strong>de</strong>l Genoma Humano) encargado <strong>de</strong> coordinar los trabajos <strong>de</strong><br />
investigación.<br />
En 1990 se inauguró <strong>de</strong>finitivamente el Proyecto Genoma Humano calculándose quince años <strong>de</strong> trabajo.<br />
Sus objetivos principales en una primera etapa eran la elaboración <strong>de</strong> mapas genéticos y físicos <strong>de</strong> gran resolución,<br />
mientras se ponían a punto nuevas técnicas <strong>de</strong> secuenciación, para po<strong>de</strong>r abordar todo el genoma. Se calculó que el<br />
PGH americano necesitaría unos 3000 millones <strong>de</strong> dólares y terminaría en 2005. En 1993 los fondos públicos<br />
aportaron 170 millones <strong>de</strong> dólares, mientras que la industria gastó aproximadamente 80 millones. Con el paso <strong>de</strong><br />
los años, la inversión privada cobró relevancia y amenazó con a<strong>de</strong>lantar a las financiaciones públicas<br />
En 1994 Craig Venter funda, con un financiamiento mixto, el Instituto para la Investigación Genética<br />
(TIGR) que se dio a conocer públicamente en 1995 con el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la secuencia nucleotídica <strong>de</strong>l primer<br />
organismo <strong>completo</strong> publicado, la bacteria Haemophilus influenzae con cerca <strong>de</strong> 1740 genes (1.8 Mb). En mayo <strong>de</strong><br />
1998 surgió la primera empresa relacionada con el PGH llamada Celera Genomics. La investigación <strong>de</strong>l proyecto se<br />
convirtió en una carrera frenética en todos los laboratorios relacionados con el tema, ya que se intentaba secuenciar<br />
trozos <strong>de</strong> cromosomas para rápidamente incorporar sus secuencias a las bases <strong>de</strong> datos y atribuirse la prioridad <strong>de</strong><br />
patentarlas.<br />
El 6 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2000 se anunció públicamente la terminación <strong>de</strong>l primer borrador <strong>de</strong>l genoma humano<br />
secuenciado que localizaba a los genes <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los cromosomas. Los días 15 y 16 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2001, las dos<br />
prestigiosas publicaciones científicas americanas, Nature y Science, publicaron la secuenciación <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>l<br />
Genoma Humano, con un 99,9% <strong>de</strong> fiabilidad y con un año <strong>de</strong> antelación a la fecha presupuesta. Sucesivas<br />
secuenciaciones condujeron finalmente al anuncio <strong>de</strong>l genoma esencialmente <strong>completo</strong> en abril <strong>de</strong> 2003, dos años<br />
antes <strong>de</strong> lo previsto. En mayo <strong>de</strong> 2006 se alcanzó otro hito en la culminación <strong>de</strong>l proyecto al publicarse la secuencia<br />
<strong>de</strong>l último cromosoma humano en la revista Nature.
Marina Merino Sabando | Genética <strong>de</strong> Poblaciones.<br />
Des<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong> la investigación, se propuso <strong>de</strong>sarrollar el PGH a través <strong>de</strong> dos vías in<strong>de</strong>pendientes,<br />
pero relacionadas y ambas esenciales:<br />
Secuenciación: se trataba <strong>de</strong> averiguar la posición <strong>de</strong> todos los nucleótidos <strong>de</strong>l genoma (cada una <strong>de</strong> las<br />
cuatro posibles bases nitrogenadas típicas <strong>de</strong>l ADN).<br />
Cartografía o mapeo genético: consistía en localizar los genes en cada uno <strong>de</strong> los 23 pares <strong>de</strong> cromosomas<br />
<strong>de</strong>l ser humano.<br />
El Genoma humano está compuesto por aproximadamente 30.000 genes, cifra bastante próxima a la<br />
mencionada en el borrador <strong>de</strong>l proyecto, publicado en el año 2000, ocasión en la que las genes oscilaban entre<br />
<strong>26</strong>.000 y 38.000. Otra peculiaridad <strong>de</strong>l PGH es que la cifra <strong>de</strong> genes humanos es solo dos o tres veces mayor que la<br />
encontrada en el genoma <strong>de</strong> Drosophila, y cualitativamente hablando, existen genes comunes a los <strong>de</strong> bacterias y<br />
que no han sido hallados en nuestros ancestros.<br />
Los humanos poseen un <strong>número</strong> similar <strong>de</strong> bases nitrogenadas - alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 3 millones y cerca <strong>de</strong> 3.000<br />
megabases - similar al <strong>de</strong> otros vertebrados como las ratas e otros que también son afectados.<br />
En estos momentos son una realidad las bases <strong>de</strong> datos don<strong>de</strong> se almacena toda la información surgida <strong>de</strong>l<br />
Proyecto Genoma Humano. Si acce<strong>de</strong>mos a Internet podremos conocer libremente aspectos <strong>de</strong> alto interés en la<br />
comparación entre genomas <strong>de</strong> distintas especias <strong>de</strong> animales y plantas. Gracias al uso libre <strong>de</strong> este conocimiento es<br />
posible <strong>de</strong>terminar la función <strong>de</strong> los genes, así como averiguar cómo las mutaciones influyen en la síntesis <strong>de</strong><br />
proteínas.<br />
Para terminar, se pue<strong>de</strong> afirmar que el objetivo relacionado con el estudio <strong>de</strong> la ética <strong>de</strong>l PGH es un tema<br />
<strong>de</strong> gran controversia actual, y ha necesitado <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s sumas <strong>de</strong> dinero estatales así como <strong>de</strong> un importante trabajo<br />
<strong>de</strong> laboratorios e investigadores. Todo esto ha provocado un <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong>l apoyo a otros proyectos <strong>de</strong> investigación<br />
no menos importantes, que se han visto muy afectados o incluso cancelados.<br />
Proyecto <strong>de</strong> Diversidad <strong>de</strong>l Genoma Humano.<br />
Cavalli-Sforza, está impulsando la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> realizar una investigación <strong>de</strong>stinada a compren<strong>de</strong>r la variación<br />
genética humana y a reconstruir la historia <strong>de</strong> las poblaciones humanas en los últimos 100.000 años <strong>de</strong><br />
nuestra especie. Este Proyecto <strong>de</strong> Diversidad <strong>de</strong>l Genoma Humano (PDGH) implica una multitud <strong>de</strong> disciplinas<br />
(genética, arqueología, lingüística, antropología, etc.) para dar cuenta <strong>de</strong> la evolución reciente <strong>de</strong> la humanidad,<br />
reconstruir las gran<strong>de</strong>s migraciones <strong>de</strong> grupos, la distribución <strong>de</strong> las poblaciones y culturas, etc. Una <strong>de</strong> las<br />
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Genética <strong>de</strong> Poblaciones | Marina Merino Sabando<br />
estrategias consiste en la toma <strong>de</strong> muestras <strong>de</strong> ADN <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> poblaciones y etnias, con un posterior estudio<br />
comparativo <strong>de</strong> polimorfismos moleculares. Se preten<strong>de</strong> estudiar muestras correspondientes al 10% <strong>de</strong> las 5000<br />
poblaciones lingüísticas diferenciadas que existen, con el objeto <strong>de</strong> ver si existen correlaciones (y en su caso, cómo<br />
se han producido) entre la diseminación cultural y la genética. Según sus impulsores, el PDGH dará una rica visión<br />
<strong>de</strong> la variedad <strong>de</strong> recursos genéticos <strong>de</strong> nuestra especie, y junto con los datos <strong>de</strong>l PGH convencional, facilitará la<br />
comprensión <strong>de</strong>l fundamento genético <strong>de</strong> la susceptibilidad o resistencia a distintas enfermeda<strong>de</strong>s, incluidas las<br />
infecciosas, compren<strong>de</strong>r mejor el papel <strong>de</strong> la selección y el <strong>de</strong> la <strong>de</strong>riva genética.<br />
Algunos colectivos y medios <strong>de</strong> comunicación han lanzado acusaciones <strong>de</strong> "racismo" contra este Proyecto,<br />
pero para Cavalli-Sforza nada está más lejos <strong>de</strong> sus propósitos. De hecho, piensa que con él se va a llamar la<br />
atención <strong>de</strong> las reclamaciones <strong>de</strong> ciertas tribus para que se les ayu<strong>de</strong> a sobrevivir y conservar sus culturas. Ningún<br />
genético serio actual mantiene la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la especie humana esté separada en razas, ni mucho menos que <strong>de</strong> los<br />
datos genéticos se puedan <strong>de</strong>rivar planes políticos. A<strong>de</strong>más la propia trayectoria profesional <strong>de</strong> Cavalli-Sforza<br />
<strong>de</strong>muestra su compromiso contra el racismo.<br />
Un comité ad hoc <strong>de</strong> la UNESCO está emitiendo informes para que el PDGH se amol<strong>de</strong> a una serie <strong>de</strong><br />
criterios éticos y sociales. Los principales temas que se están evaluando son:<br />
• Consentimiento informado a los individuos y poblaciones implicados. El PDGH contiene, según los<br />
miembros <strong>de</strong>l comité <strong>de</strong> la UNESCO, algunas <strong>de</strong> las medidas más <strong>de</strong>talladas y sofisticadas que se hayan<br />
propuesto nunca para obtener ese consentimiento informado.<br />
• Comercialización <strong>de</strong> los posibles resultados <strong>de</strong> la investigación: la UNESCO recomienda que este tema<br />
forme parte <strong>de</strong> las cláusulas <strong>de</strong>l consentimiento informado y <strong>de</strong> acuerdos <strong>de</strong> cooperación. Es <strong>de</strong>cir, se<br />
prevé que parte <strong>de</strong> los beneficios económicos reviertan en las comunida<strong>de</strong>s indígenas.<br />
• La financiación <strong>de</strong>bería ser pública y <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s sin ánimo <strong>de</strong> lucro. No se <strong>de</strong>be aceptar la financiación<br />
<strong>de</strong> empresas, para evitar todo posible conflicto <strong>de</strong> intereses.<br />
• Eugenesia y racismo. El racismo es una actitud mental, no una consecuencia <strong>de</strong> ningún dato biológico. Hay<br />
que tomar medidas para evitar que nadie saque conclusiones sociales y políticas <strong>de</strong> meros datos <strong>de</strong><br />
polimorfismos genéticos en las poblaciones humanas.<br />
Proyecto mil genomas.<br />
Este proyecto es una iniciativa sin prece<strong>de</strong>ntes para analizar el material genético <strong>de</strong> mil individuos<br />
anónimos <strong>de</strong> todo el mundo. El objetivo <strong>de</strong> esta inmensa base <strong>de</strong> datos, que estará disponible para la comunidad<br />
científica <strong>de</strong> manera gratuita a través <strong>de</strong> Internet, es lograr una fotografía lo más <strong>de</strong>tallada posible <strong>de</strong> la<br />
variación genética <strong>de</strong>l ser humano.
Marina Merino Sabando | Genética <strong>de</strong> Poblaciones.<br />
Aunque dos individuos comparten el 99% <strong>de</strong> su material genético, esa pequeña fracción que les separa escon<strong>de</strong> la<br />
clave <strong>de</strong> la diversidad humana y podría explicar la propensión <strong>de</strong> algunas personas a ciertas enfermeda<strong>de</strong>s, su<br />
respuesta a <strong>de</strong>terminados fármacos o incluso la reacción <strong>de</strong> su organismo a factores medioambientales.<br />
La iniciativa <strong>de</strong> los mil genomas, que se prolongará durante tres años en dos fases diferentes, tiene su<br />
origen en los resultados que ya ha arrojado el trabajo <strong>de</strong>l Consorcio Internacional HapMap, que ha i<strong>de</strong>ntificado<br />
hasta ahora cien regiones <strong>de</strong>l genoma relacionadas con el riesgo a sufrir enfermeda<strong>de</strong>s como la diabetes, la<br />
<strong>de</strong>generación macular asociada a la edad, o los tumores <strong>de</strong> próstata y <strong>de</strong> mama. Ya no se trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>scifrar el<br />
genoma humano, sino <strong>de</strong> <strong>de</strong>svelar las claves que diferencian a un individuo <strong>de</strong> otro.<br />
Con este nuevo proyecto, anuncian los científicos participantes, se preten<strong>de</strong> obtener un mapa aún más<br />
<strong>de</strong>tallado <strong>de</strong> la variabilidad genética humana.<br />
El proyecto, que costará alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 30-50 millones <strong>de</strong> dólares (entre 20 y 35 millones <strong>de</strong> euros) consta <strong>de</strong><br />
dos fases. En la primera, <strong>de</strong> un año <strong>de</strong> duración, se llevarán a cabo tres proyectos piloto que permitirán a los<br />
científicos <strong>de</strong>cidir por dón<strong>de</strong> empezar a construir su mapa <strong>de</strong> las diferencias genéticas, <strong>de</strong> la manera más eficiente<br />
posible y aprovechando al máximo los avances tecnológicos a su alcance. Sólo en la segunda fase <strong>de</strong>l proyecto (ésta<br />
<strong>de</strong> dos años <strong>de</strong> duración) se analizará el genoma <strong>completo</strong> <strong>de</strong> los 1.000 individuos, a un ritmo nunca visto antes.<br />
El proyecto será financiado mayormente por el Instituto Wellcome Trust Sanger en Hinxton, Inglaterra, el Instituto<br />
Genómico <strong>de</strong> Pekín, en Shenzhen, China, y el Instituto Nacional <strong>de</strong> Investigación <strong>de</strong>l Genoma Humano (NHGRI),<br />
uno <strong>de</strong> los Institutos Nacionales <strong>de</strong> la Salud (NIH), en Estados Unidos.<br />
Bibliografía.<br />
Genética <strong>de</strong> las poblaciones humanas, Cavalli-Sforza, Ed. Omega 1981.<br />
Apuntes seminarios <strong>de</strong> Genética, Pablo Infiesta, 2010.<br />
www.ugr.es<br />
www.elmundo.es<br />
www.solociencia.es<br />
www.wikipedia.es<br />
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Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado | Los cultivos transgénicos: una visión sociológica.<br />
Los cultivos transgénicos: una visión<br />
sociológica<br />
Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado 1<br />
Resumen<br />
Los organismos modificados genéticamente (OMG) son<br />
aquellos seres vivos cuyo ADN ha sido modificado por<br />
voluntad humana. En este ensayo mostraremos el <strong>de</strong>sarrollo<br />
<strong>de</strong> los OMG cultivados para alimentación, utilizando para<br />
dar coherencia a nuestro estudio la Teoría <strong>de</strong>l Actor‐Red.<br />
Así, nos preocuparemos por <strong>de</strong>tectar los actores sociales<br />
implicados, los intereses que se van creando y las relaciones<br />
que los unen, y veremos cómo estos elementos van<br />
conformando una red cuya estabilidad nunca podrá estar<br />
asegurada.<br />
Palabras clave: OMG, Teoría <strong>de</strong>l Actor‐Red, Sociología.<br />
1 Nacida en Avilés en 1988. Diplomada en Magisterio.<br />
Actualmente estudia 5º <strong>de</strong> Filosofía en la Universidad <strong>de</strong> Oviedo.<br />
Abstract<br />
Genetically Modified Organisms (GMO) are beings whose<br />
DNA has been alterated because of human interests. This<br />
essay will try to show how the <strong>de</strong>velopment of GMO grown<br />
for alimentation was by using –in or<strong>de</strong>r to give coherence to<br />
our study‐ the Actor‐Network Theory. Thus, we will <strong>de</strong>tect<br />
the actors involved, the interests they are creating and the<br />
relationships established between the actors, and we will see<br />
how those elements create a network whose stability can<br />
never be assured.<br />
Key worlds: GMO, Actor‐Network Theory , Sociology.<br />
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Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado | Los cultivos transgénicos: una visión sociológica.<br />
Los cultivos transgénicos: una visión sociológica<br />
Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado 2<br />
Introducción. ¿Qué nos proponemos?<br />
En este ensayo <strong>de</strong>sarrollaremos una visión sociológica <strong>de</strong>l fenómeno <strong>de</strong> los cultivos transgénicos. Para que<br />
nuestro análisis esté mejor organizado seguiremos la teoría <strong>de</strong>l actor red (que <strong>de</strong>signaremos a partir <strong>de</strong> ahora con<br />
“ANT”, sus siglas inglesas). La ANT posee dos gran<strong>de</strong>s ventajas para la comprensión <strong>de</strong>l tema que nos ocupa. Por<br />
una parte, incluye en el elenco <strong>de</strong> actores <strong>de</strong> los que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> la constitución <strong>de</strong>l hecho social a los actores no<br />
humanos. Y por otra parte, enfatiza cómo los actores se esfuerzan por imponer su propia <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l problema<br />
que se está tratando.<br />
Intentaremos que nuestra adhesión a la ANT sea fructífera, incluso antes que rigurosa (si es que cabe<br />
hablar <strong>de</strong> rigor <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una teoría tan amplia). Podría criticársenos que nuestros actores serán colectivos<br />
exageradamente amplios. Pero lo son porque el caso <strong>de</strong> los transgénicos tiene escala mundial, y nos hemos visto<br />
obligados a escoger entre <strong>de</strong>finir actores muy gran<strong>de</strong>s o <strong>de</strong>finir un <strong>número</strong> muy gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> actores, y nos ha<br />
parecido más esclarecedor lo primero. En nuestra exposición iremos introduciendo sucesivamente a los diversos<br />
actores. Esto no <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse como un or<strong>de</strong>namiento cronológico: somos conscientes <strong>de</strong> que no se pue<strong>de</strong><br />
enten<strong>de</strong>r a ningún actor al margen <strong>de</strong> las relaciones que mantiene con todos los <strong>de</strong>más. Si por el estilo <strong>de</strong> exposición<br />
en algún momento parecen aislados, esperamos que sea un efecto subsanado al final.<br />
Los transgénicos son seres vivos en cuyo material genético se han introducido secuencias <strong>de</strong> bases<br />
mediante procedimientos artificiales <strong>de</strong> laboratorio. El objetivo <strong>de</strong> realizar esta labor es crear individuos que posean<br />
características diferentes a las que son habituales en la especie a la que pertenecen (llegando incluso a crear<br />
individuos que no pertenecen a ninguna <strong>de</strong> las especies existentes anteriormente). Las características concretas que<br />
se “implantan” serán unas u otras según los intereses para los que se esté creando ese ser vivo concreto. En la<br />
creación y difusión <strong>de</strong> los transgénicos entran en juego con muchísima fuerza los factores sociales, que guían el<br />
qué, el cómo y el por qué <strong>de</strong> los organismos modificados genéticamente (en a<strong>de</strong>lante, OMG).<br />
1. La creación. Actor 1: las empresas <strong>de</strong> transgénicos.<br />
La empresa responsable <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong>l negocio <strong>de</strong> los vegetales transgénicos fue Monsanto, que<br />
acabaría siendo una <strong>de</strong> las multinacionales más importantes <strong>de</strong>dicadas a los OMG y sentando en buena medida las<br />
2 Nacida en Avilés en 1988. Diplomada en Magisterio. Actualmente estudia 5º <strong>de</strong> Filosofía en la Universidad <strong>de</strong> Oviedo.<br />
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Los cultivos transgénicos: una visión sociológica | Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado<br />
bases <strong>de</strong>l juego. Monsanto ejemplifica como nadie la postura <strong>de</strong>l que <strong>de</strong>nominaremos “actor 1”: las empresas<br />
creadoras <strong>de</strong> OMGs.<br />
Monsanto no surgió como empresa biotecnológica. Ya existía anteriormente como fabricante <strong>de</strong> herbicidas<br />
y <strong>de</strong> otros productos químicos (fue una <strong>de</strong> las empresas fabricantes <strong>de</strong>l Agente Naranja utilizado durante la guerra<br />
<strong>de</strong> Vietnam). En los años anteriores a su avance por la senda <strong>de</strong> los transgénicos, uno <strong>de</strong> sus productos estrella era el<br />
herbicida Roundup (a partir <strong>de</strong> 1976). El Roundup, cuyo principio activo es el glifosato, es capaz <strong>de</strong> matar a las<br />
plantas porque bloquea las vías por las cuales estas crean los aminoácidos que necesitan para seguir viviendo. Por<br />
supuesto, el Roundup no posee la “inteligencia” necesaria para discriminar entre las plantas que el granjero <strong>de</strong>sea<br />
cultivar y aquellas que quiere aniquilar. Las mata a todas por igual, así que la pericia <strong>de</strong>l cultivador será<br />
indispensable para su éxito.<br />
Monsanto poseía la patente <strong>de</strong>l glifosato, así que ninguna otra empresa podía comercializar este herbicida,<br />
muy utilizado por ser teóricamente menos dañino para los mamíferos que herbicidas anteriores. Las ganancias eran<br />
gran<strong>de</strong>s. Pero las patentes no se otorgan in<strong>de</strong>finidamente, sino que caducan. La patente <strong>de</strong>l glifosato caducaba en<br />
2001, y partir <strong>de</strong> entonces el Roundup sería sólo uno más en la pluralidad <strong>de</strong> glifosatos fabricados por diversas<br />
empresas. La cada vez mayor cercanía <strong>de</strong> la fecha <strong>de</strong> caducidad <strong>de</strong> la patente pudo ser uno <strong>de</strong> los motivos que<br />
movieron a Monsanto a buscar nuevos campos en los que expandirse. Y crearon vegetales transgénicos, empezando<br />
sus investigaciones con petunias y plantas <strong>de</strong> tabaco.<br />
2. La permisión. Actor 2: Los Gobiernos.<br />
En 1987 el Gobierno Estadouni<strong>de</strong>nse permitió que se sembrasen campos para probar tomates modificados<br />
genéticamente. Los Gobiernos <strong>de</strong> los diferentes países van a ser nuestro “actor 2”. Aquí vemos que la relación que<br />
mantienen con el actor 1 es <strong>de</strong> censura y <strong>de</strong> esperanza. Poseen el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> estorbar a los intereses <strong>de</strong>l actor 1, pero<br />
también están interesados por sus éxitos. Sus intereses son económicos, como eran los <strong>de</strong>l actor 1, pero no son<br />
únicamente económicos. Está en juego la estabilidad <strong>de</strong>l país, y la mejora o empeoramiento <strong>de</strong> sus condiciones <strong>de</strong><br />
vida.<br />
El actor 1 logró interesar, enrolar y movilizar al actor 2. En 1995, el Gobierno <strong>de</strong> EEUU permitió a<br />
Monsanto comercializar sus patatas NewLeaf protegidas frente a insectos, su algodón Bollgard protegido frente a<br />
insectos y su soja Roundup Ready protegida frente a… Roundup 3 .<br />
3 El relato <strong>de</strong> cómo se logró crear semillas inmunes al glifosato tiene tintes casi novelescos. Los científicos <strong>de</strong> Monsanto encontraron en una<br />
poza <strong>de</strong> tratamientos residuales tras una planta manufacturera <strong>de</strong> Roundup un microbio que vivía entre los limos contaminados por este<br />
herbicida. Multiplicaron al microbio superviviente y transmitieron su <strong>de</strong>seado gen. Lo llamativo <strong>de</strong> este procedimiento es que exigía la previa<br />
existencia y éxito <strong>de</strong>l Roundup para la creación <strong>de</strong> organismos resistentes a él. Seres que no están siendo controlados por el ser humano se
Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado | Los cultivos transgénicos: una visión sociológica.<br />
La soja no fue el único producto creado por Monsanto para ser inmune a su herbicida estrella. También<br />
fabricaron colza Roundup Ready, algodón Roundup Ready y maíz Roundup Ready. En ocasiones, esta resistencia al<br />
herbicida se combinaba con resistencia a insectos y otras plagas. No resulta complicado ver hasta qué punto la<br />
maniobra <strong>de</strong> crear productos inmunes al glifosato era una hábil estrategia. Tanto las ganancias producidas por la<br />
venta <strong>de</strong> las semillas Roundup Ready como las producidas por la venta <strong>de</strong>l Roundup (único glifosato<br />
comercializable hasta la caducidad <strong>de</strong> la patente, en 2001) irían a parar a la misma empresa. El círculo se cerraba.<br />
A una empresa le beneficia que el uso <strong>de</strong> sus productos repercuta en un mayor uso <strong>de</strong> sus productos. Una<br />
vez introducidos en la mecánica <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> semillas transgénicas, los agricultores tendrían que seguir inyectando<br />
dinero a la empresa que se las suministró para conseguir aquellos productos claves para mantener la máquina en<br />
funcionamiento. Hablemos ahora <strong>de</strong> los agricultores.<br />
3. El cultivo. Actor 3: los agricultores<br />
Los intereses <strong>de</strong> los agricultores (nuestro actor 3) en lo referente a los OMGs no están dados. El actor 1<br />
interesa al actor 3 <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada manera para alistarlo y enrolarlo. Los intereses que pone como centrales para<br />
ello son simplificar su oficio y ganar dinero. “En qué consiste ser agricultor” queda re<strong>de</strong>finido bajo estos<br />
parámetros. Se intenta que para el actor 3 la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y la libertad <strong>de</strong> los granjeros para guardar semillas <strong>de</strong><br />
una cosecha para la siguiente y <strong>de</strong> utilizar en sus campos las técnicas que <strong>de</strong>seen no sean intereses.<br />
Observemos que la pericia necesaria para <strong>de</strong>sarrollar bien su trabajo se diluye: cuando lo que cultiva son<br />
semillas Roundup Ready, sus conocimientos anteriores sobre la cantidad máxima <strong>de</strong> Roundup que era posible<br />
utilizar sin dañar su cosecha y la forma a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> maximizar su efecto minimizando sus daños se muestran<br />
irrelevantes. “Regar” la cosecha indiscriminadamente con Roundup pasa <strong>de</strong> ser una práctica torpe e insensata a ser<br />
un procedimiento lícito e incluso <strong>de</strong>seable. Lo que antes era una cuestión <strong>de</strong> habilidad es re<strong>de</strong>finido por el actor 1<br />
como un problema científico, y esto le permite erguirse casi mesiánicamente ante el actor 3. Las compañías<br />
creadoras <strong>de</strong> alimentos transgénicos meten la siembra en el laboratorio, y luego el laboratorio en la siembra.<br />
Tras el éxito <strong>de</strong>l interesamiento <strong>de</strong>l actor 3 por parte <strong>de</strong>l actor 1, lo que antes <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> los<br />
conocimientos <strong>de</strong> los agricultores pasa a <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> productos que el actor 3 tiene que comprar al actor 1, y esto<br />
provoca una mayor <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l agricultor respecto <strong>de</strong> la empresa que le suministra semillas y agroquímicos.<br />
La relación entre el actor 1 y el actor 3 no finaliza con la compra <strong>de</strong> estos productos por parte <strong>de</strong>l actor 3.<br />
El actor 1 le somete a requerimientos legales que hacen más rentable su negocio. Por ejemplo, prohíbe al actor 3<br />
adaptan a creaciones <strong>de</strong>l ser humano, y este vuelve la vista a las adaptaciones que la naturaleza ha hecho a sus espaldas para crear a partir <strong>de</strong><br />
ellas nuevos productos técnicos, que indudablemente darán lugar a nuevas adaptaciones, en una selección que sólo en una pequeña medida es<br />
selección natural.<br />
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guardar sus semillas <strong>de</strong> un año para otro (lo que le obliga a comprárselas al actor 1 año tras año, produciéndole<br />
siempre beneficios 4 ). Otro ejemplo claro es cuando Monsanto prohíbe tratar sus recién compradas semillas<br />
Roundup Ready con otro glifosato que el suyo (tras la caducidad <strong>de</strong> la patente).<br />
Jorge Riechmann (Riechmann, 2000, p. 32) ve en la estrategia utilizada por <strong>de</strong>l actor 1 un intento <strong>de</strong><br />
convertir a los transgénicos en una teoría atrincherada, <strong>de</strong> la que ya no se podría prescindir. Incluso sin llegar a este<br />
punto, está claro que lo que el actor 1 está intentando hacer aquí es estabilizar la red <strong>de</strong> manera que le resulte<br />
máximamente ventajosa. La <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia irreversible <strong>de</strong>l actor 3 respecto <strong>de</strong> sus productos satisfaría plenamente<br />
sus intereses.<br />
4. Una fuerza enfrentada <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> opinión. Actor 4: los grupos ecologistas<br />
La mención a finales <strong>de</strong>l apartado anterior <strong>de</strong> Jorge Riechmann nos es útil para introducir en nuestro<br />
esquema a los grupos ecologistas, que serán nuestro actor 4. En esta red sus intereses se oponen a los <strong>de</strong>l actor 1, y<br />
en ciertas ocasiones también al actor 2, consi<strong>de</strong>rando que le exige <strong>de</strong>masiado poco al actor 1 para aprobar sus<br />
productos. A pesar <strong>de</strong> que en ocasiones no rechaza <strong>de</strong> pleno los OMGs (podrían llegar a curar enfermeda<strong>de</strong>s, por<br />
ejemplo), sí apela al principio <strong>de</strong> precaución a la hora <strong>de</strong> tratarlos, y consi<strong>de</strong>ra que en la actualidad se está actuando<br />
<strong>de</strong> forma temeraria. El actor 4 presenta estudios que muestran que los OMGs son poco eficientes, peligrosos para la<br />
salud y, ante todo, un negocio que roba po<strong>de</strong>r a la sociedad. En buena medida, este actor se mueve a un nivel<br />
político.<br />
Las críticas ecologistas se dirigen con fuerza contra la noción <strong>de</strong> “equivalencia sustancial”. Es un concepto<br />
utilizado para valorar los riesgos <strong>de</strong>l OMG frente a los <strong>de</strong>l organismo sin modificar. Para la Administración <strong>de</strong><br />
Alimentos y Fármacos <strong>de</strong> EEUU (que estaría <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l actor 2, en concreto <strong>de</strong> la sección estadouni<strong>de</strong>nse <strong>de</strong>l actor<br />
2, que fue la que permitió el cultivo <strong>de</strong> transgénicos en un principio) si tras hacer una comparación <strong>de</strong> sus<br />
características químicas, si son similares y no se están generando sustancias tóxicas conocidas, se consi<strong>de</strong>ran<br />
“genéticamente equivalentes” y no hay motivo para separarlos <strong>de</strong> los organismos no transgénicos (lo cual beneficia,<br />
o al menos no perjudica, a los agricultores que siembren OMGs en vez <strong>de</strong> alimentos sin modificar)<br />
4 Una ley se pue<strong>de</strong> incumplir. Para blindarse frente a la posibilidad <strong>de</strong> que los agricultores incumplan los acuerdos, la Delta and Pine Land<br />
Company (una <strong>de</strong> las compañías <strong>de</strong> semillas <strong>de</strong> EEUU) patentó, en 1998, la “Tecnología terminator”, que hace que las semillas sean<br />
perfectamente comestibles, pero que no germinen, con lo que no se podrían guardar <strong>de</strong> una cosecha para la siguiente. La Delta and Pine Land<br />
Company fue adquirida poco <strong>de</strong>spués por Monsanto.<br />
El rechazo <strong>de</strong>l público a la “Tecnología terminator” hizo que en 1999 Monsanto prometiese no utilizar esta tecnología. Pero ya se han registrado<br />
al menos 24 patentes <strong>de</strong> tecnologías con efectos similares a la “terminator” por parte <strong>de</strong> otras empresas <strong>de</strong> biotecnología: Astra-Zeneca patentó<br />
las “Plantas yonquis”, que sólo pue<strong>de</strong>n crecer si en su medio hay una <strong>de</strong>terminada combinación <strong>de</strong> elementos químicos; Novartis patentó<br />
procedimientos que hacen a las plantas especialmente vulnerables a virus y bacterias <strong>de</strong> los que normalmente estarían protegidas, y que para<br />
sobrevivir necesitan un cóctel químico que la propia Novartis comercializa.<br />
Estas tecnologías tienen ventajas claras para el actor 1, pero son poco populares porque chocan con algunos <strong>de</strong> los argumentos dados por el<br />
propio actor 1 para hacer popular y <strong>de</strong>seable su labor, con el fin <strong>de</strong> conseguir la aprobación <strong>de</strong>l actor 2 y, sobre todo, <strong>de</strong>l actor 5.
Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado | Los cultivos transgénicos: una visión sociológica.<br />
Los ecologistas <strong>de</strong>nuncian que no se haga un seguimiento a largo plazo <strong>de</strong> los OMGs, para tener<br />
controlados sus riesgos. Para el actor 4, los productos transgénicos serían más similares a un aditivo que a un<br />
producto natural. En este sentido, se oponen a la sección <strong>de</strong>l actor 1 antes mencionada, pero estarían <strong>de</strong> acuerdo con<br />
los gobiernos <strong>de</strong> los países europeos que miran con recelo a los alimentos transgénicos. 5<br />
El actor 1, que también intenta crear opinión, esgrimía como una <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los OMGs que<br />
logran reducir el uso <strong>de</strong> pesticidas, lo cual repercute favorablemente en el medio ambiente (en una maniobra<br />
complicada que le obliga a admitir que sus propios agroquímicos no son inocuos). Sin embargo, el actor 4 señala<br />
que hacen que el uso <strong>de</strong> herbicidas, en vez <strong>de</strong> disminuir, aumente, ya que aumenta la tolerancia <strong>de</strong> las malas hierbas<br />
hacia ellos por el uso excesivo que se hace <strong>de</strong> ellos. Si tu huerta tiene semillas modificadas para ser resistentes al<br />
glifosato, pue<strong>de</strong>s regarla con Roundup sin preocuparte por la salud <strong>de</strong> tu cosecha. Incluso, el actor 1 ha pedido<br />
autorización al actor 2 para que le permitan residuos <strong>de</strong> herbicidas más altos en los alimentos transgénicos.<br />
Hemos visto que el actor 1, el 2 y el 4 intentaban crear opinión. Al actor 3 también le conviene que la<br />
opinión que se tenga <strong>de</strong> sus productos sea buena. Centrémonos ahora en aquellos en quienes todos quieren influir y<br />
cuya aprobación todos <strong>de</strong>sean: los consumidores.<br />
5. La segunda compra. Actor 5: los consumidores.<br />
Del consumidor <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> el éxito <strong>de</strong>l mecanismo. Si el comprador final tiene miedo al producto y no lo<br />
compra, el actor 3 habrá fracasado y el actor 1 no volverá a ven<strong>de</strong>rle sus productos. Los consumidores serán<br />
animales racionales a la par que emocionales. Conscientes <strong>de</strong> su finitud y vulnerabilidad, no ingerirán nada <strong>de</strong> lo<br />
que se sospeche que pueda disminuir su esperanza <strong>de</strong> vida… a menos que tenga muy buen sabor.<br />
En Europa la acogida <strong>de</strong> los alimentos transgénicos fue muy diferente a la <strong>de</strong> EEUU. La causa, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> su<br />
acerbo cultural, era el recuerdo muy cercano <strong>de</strong> la enfermedad <strong>de</strong> las vacas locas y los pollos con dioxinas, que<br />
habían sensibilizado a la población acerca <strong>de</strong> los peligros <strong>de</strong> las técnicas alimentarias <strong>de</strong>scontroladas (en el<br />
Reino Unido el rechazo a los OMGs fue frontal). En algunos países europeos se crearon “conferencias <strong>de</strong><br />
ciudadanos”: asambleas <strong>de</strong> ciudadanos escogidos al azar para mostrar su opinión sobre los alimentos<br />
transgénicos, tras ser informados exhaustivamente sobre el asunto. En Francia, en los años ’90, se celebró una<br />
5 No existe una visión homogénea en Europa acerca <strong>de</strong>l tema <strong>de</strong> los transgénicos, e incluso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un mismo país la opinión pue<strong>de</strong> variar a lo<br />
largo <strong>de</strong>l tiempo (por ejemplo, en Francia). España es el país europeo más favorable a los transgénicos.<br />
Sí se pue<strong>de</strong> afirmar que, en términos generales, se los observa con mayor <strong>de</strong>sconfianza que en su país natal (incluso, en los años 90 algunas<br />
siembras <strong>de</strong> transgénicos fueron <strong>de</strong>struídas por grupos ecologistas). El actor 3 estadouni<strong>de</strong>nse que ya estaba cultivando transgénicos, se<br />
encontraba con dificulta<strong>de</strong>s para exportarlos a Europa, y esto le hacía replantearse su uso <strong>de</strong> estas tecnologías. Un rechazo unánime y firme <strong>de</strong><br />
Europa hacia los OMGs podría hacer que en EEUU también <strong>de</strong>jasen <strong>de</strong> cultivarse.<br />
El gobierno estadouni<strong>de</strong>nse presiona a los gobiernos europeos para que acepten los transgénicos. Vemos que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l actor 2 se observan<br />
discrepancias, y esto no es ni dañino para nuestro análisis ni una consecuencia <strong>de</strong> la amplitud <strong>de</strong> los actores. Siempre y cuando un actor sea un<br />
colectivo y no un único individuo (situación habitual en los análisis en ANT), podrán existir confrontaciones y choques en su interior, avanzando<br />
los interesamientos y enrolamientos a un ritmo distinto.<br />
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Los cultivos transgénicos: una visión sociológica | Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado<br />
que comenzó con un fuerte escepticismo, pesimismo y rechazo por parte <strong>de</strong> los ciudadanos frente a los OMGs.<br />
En las conclusiones finales, los ciudadanos cedieron en buena medida. Bill Lambrecht retransmite su visión<br />
sobre los intereses <strong>de</strong> los ciudadanos europeos a la vez que se hace eco <strong>de</strong> las palabras <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> estos<br />
ciudadanos, llamado François Rey (Lambrecht, 2003, p.254):<br />
Rey presenta una i<strong>de</strong>a que consi<strong>de</strong>ro que es crítica en el pensamiento público sobre la ingeniería genética.<br />
- Al final, si mejora el sabor y las cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los vegetales, podríamos estar a favor – dice. Su comentario me<br />
reafirma que la resistencia que <strong>de</strong>tecté en Europa pue<strong>de</strong> superarse si y cuando la industria tenga éxito en la<br />
oferta <strong>de</strong> productos que beneficien a los consumidores<br />
En un principio, las tecnologías <strong>de</strong>l actor 1 se centraban en convencer al actor 3, que era su cliente en<br />
primer grado. Pero el actor 3 se <strong>de</strong>be a sus propios clientes, al actor 4<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> tener en sus manos el éxito económico <strong>de</strong>l producto, en los países <strong>de</strong>mocráticos el actor 5<br />
posee una fuerte influencia sobre el actor 2. Las entida<strong>de</strong>s gobernantes tienen que rendir cuentas <strong>de</strong> sus actos a sus<br />
gobernados. Por supuesto, la influencia va en las dos direcciones: el actor 2 posee la capacidad <strong>de</strong> tranquilizar y<br />
convencer al actor 5. El que un producto haya sido aprobado por los organismos pertinentes inspira confianza. Sin<br />
embargo, también escuchará al actor 4, si este logra hacerse oír.<br />
La ANT <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> que los intereses <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los actores implicados se crean por las interrelaciones<br />
que mantiene con los <strong>de</strong>más actores. Creemos que esto es cierto, pero sólo hasta cierto punto. Hay unos intereses<br />
base que los otros actores no van a querer ni tampoco van a lograr modificar. En el caso <strong>de</strong>l actor 1, este interés es<br />
ganar dinero. En el caso <strong>de</strong>l actor 5, este interés es sobrevivir y disfrutar. Estos intereses se “heredan” <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong><br />
cosas anterior a la creación <strong>de</strong> la red y se asumen como reglas <strong>de</strong>l juego, por su gran inercia histórica. Han llegado a<br />
un punto <strong>de</strong> estabilización tal por la participación <strong>de</strong> ese mismo actor en otras re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> relaciones que no merece la<br />
pena negociarlo.<br />
6. Los transgénicos: actor protagonista<br />
Hasta ahora, hemos evitado intencionadamente centrar nuestro análisis en el que quizás sea el actante<br />
principal: los alimentos transgénicos. Lo hemos hecho para aprovechar como colofón su fuerza explicativa, que es<br />
mucha aunque pueda parecer insulso. Como al alimento transgénico se le interesa, involucra y moviliza a la fuerza,<br />
esto pue<strong>de</strong> hacernos pensar que está bajo control humano y que el actor humano que más po<strong>de</strong>r posea logrará que<br />
los alimentos transgénicos apoyen incondicionalmente sus intereses. Pero nada más lejos <strong>de</strong> la realidad.
Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado | Los cultivos transgénicos: una visión sociológica.<br />
Hemos visto que la noción <strong>de</strong> equivalencia sustancial, <strong>de</strong>fendida por la Administración <strong>de</strong> Alimentos y<br />
Fármacos <strong>de</strong> EEUU, se esforzaba en igualar a los alimentos transgénicos con los alimentos convencionales. Otros<br />
grupos dudaban seriamente <strong>de</strong> tal equivalencia sustancial, especialmente los ecologistas, que eran <strong>de</strong> la opinión <strong>de</strong><br />
que se trataba <strong>de</strong> sustancias peligrosas que <strong>de</strong>berían ser prohibidas. Uno y otro actor intentaba <strong>de</strong>finir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />
punto <strong>de</strong> vista el asunto que se estaba tratando, imponer su visión a los <strong>de</strong>más actores.<br />
¿Cuál <strong>de</strong> las dos visiones es la correcta? Es difícil <strong>de</strong>cirlo. Poseemos una gran incertidumbre acerca <strong>de</strong> las<br />
consecuencias sobre la salud <strong>de</strong> los alimentos transgénicos. También poseemos incertidumbre acerca <strong>de</strong> los aditivos<br />
alimentarios, y acerca <strong>de</strong> los alimentos convencionales. Nuevos alimentos pue<strong>de</strong>n suponer nuevos peligros, o pue<strong>de</strong><br />
que no. Es muy complicado elaborar una estimación <strong>de</strong> riesgos a<strong>de</strong>cuada, no hay manera <strong>de</strong> conseguir datos<br />
suficientes.<br />
El significado <strong>de</strong> los alimentos transgénicos está siendo constantemente negociado. Se concreta en<br />
polémicas como el <strong>de</strong>bate sobre el etiquetado: ¿se <strong>de</strong>be indicar en la composición <strong>de</strong> un producto si se han<br />
empleado OMGs? El no-etiquetado se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la presuposición <strong>de</strong> que los transgénicos son equivalentes<br />
sustancialmente a alimentos “naturales”, y el etiquetado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la creencia <strong>de</strong> que tal equiparación no es oportuna, o<br />
<strong>de</strong> que al menos el consumidor <strong>de</strong>be po<strong>de</strong>r elegir productos no transgénicos.<br />
Al igual que en el caso expuesto por Callon <strong>de</strong> las vieiras <strong>de</strong> la Bahía <strong>de</strong> St. Brieuc, los alimentos<br />
transgénicos (que, en a<strong>de</strong>lante, serán nuestro actor 0) pue<strong>de</strong>n rebelarse contra los intereses <strong>de</strong> sus explotadores. En<br />
este caso que nos ocupa, tal rebelión tendría un significado profundo: se rebelaría la creación frente al creador, la<br />
incognoscible naturaleza frente a su iluso manejo, la verdad frente a la apariencia que los po<strong>de</strong>rosos intentan<br />
establecer como indiscutible. La fuerza <strong>de</strong>l en-sí se vería a través <strong>de</strong>l para-nosotros por un segundo, inefable pero<br />
nítida, antes <strong>de</strong> que los <strong>de</strong>más actores se enfrascasen en una nueva negociación tácita <strong>de</strong> su significado.<br />
6. Conclusiones<br />
Hemos estado explorando a gran<strong>de</strong>s rasgos las relaciones que unen a los diferentes actores implicados en<br />
el tema <strong>de</strong> los transgénicos, y los intereses que se van creando durante estas relaciones. Las relaciones conforman<br />
una red tupida, y <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> otras re<strong>de</strong>s (como la establecida ante la enfermedad <strong>de</strong> las vacas locas, que influyó<br />
profundamente en la acogida <strong>de</strong> los transgénicos en Inglaterra). Cabe preguntarse si la red generada por los cultivos<br />
transgénicos es estable, es <strong>de</strong>cir, si resultaría complicado <strong>de</strong>shacerla y cambiar el mapa actual <strong>de</strong> relaciones entre<br />
actores. Nosotros creemos que no es estable, aunque ahora mismo se cultiven y se consuman transgénicos.<br />
Los alimentos transgénicos son los actores que poseen una mayor fuerza para <strong>de</strong>sestabilizar la red, a través<br />
<strong>de</strong> su relación directa con uno <strong>de</strong> los intereses innegociables <strong>de</strong>l actor 5: sobrevivir. Supongamos que nos<br />
encontramos en la situación <strong>de</strong>seada por el actor 1: el actor 2 le permite comercializar sus productos al actor 1 y<br />
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Los cultivos transgénicos: una visión sociológica | Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado<br />
contribuye a crear una buena opinión en el actor 5; el actor 3 ha sido eficazmente interesado y utiliza las técnicas<br />
proporcionadas por el actor 1; el actor 5 está satisfecho ante los OMG y consume los productos que el actor 3 le<br />
proporciona sin importarles que sean transgénicos, consi<strong>de</strong>rando exageradas las críticas <strong>de</strong>l actor 4. Aún así, aún en<br />
esta situación aparentemente muy estable, el actor 0 pue<strong>de</strong> enfermar repentina y letalmente a cierto <strong>número</strong> <strong>de</strong><br />
humanos o animales. Esto <strong>de</strong>sestabilizaría completamente la red, pudiendo llegar a invertir la situación hasta tal<br />
punto <strong>de</strong> que se formase una red opuesta a esta, que chocaría con los intereses <strong>de</strong>l actor 1 en lo referente a los<br />
transgénicos (aunque, en el caso <strong>de</strong> empresas como Monsanto, podrían seguir obteniendo gran<strong>de</strong>s beneficios a<br />
través <strong>de</strong> la venta <strong>de</strong> herbicidas, plaguicidas, fertilizantes y otros agroquímicos).<br />
La red también se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sestabilizar por otros puntos. Los ecologistas niegan que cultivar plantas<br />
transgénicas sea más rentable para los agricultores que cultivar plantas no modificadas. Si esto es así, o si tras cierto<br />
tiempo esto llega a ser así, el actor 3 se <strong>de</strong>sinteresará, y <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> comprar semillas al actor 1, volviendo a la<br />
situación en la que estábamos antes <strong>de</strong> la invención <strong>de</strong> los transgénicos. Esto podrá suce<strong>de</strong>r, por supuesto, si al actor<br />
5 tolera <strong>de</strong>sapasionadamente los cultivos transgénicos, pero no si el actor 5 los prefiere a los alimentos no<br />
transgénicos (por el “mejor sabor y cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los vegetales”). En caso <strong>de</strong> que los prefiriese, el actor 3 se vería<br />
presionado por sus clientes para cultivar OMGs.<br />
En nuestro análisis hemos obviado el papel <strong>de</strong> los intermediarios y <strong>de</strong> las industrias que procesan los<br />
alimentos, en aras <strong>de</strong> simplificar en la medida <strong>de</strong> lo posible un fenómeno tremendamente complejo. En un análisis<br />
más extenso sería interesante incluirlos. Incluso con estas limitaciones, po<strong>de</strong>mos ver que la <strong>de</strong>sestabilización <strong>de</strong> la<br />
red, al igual que su estabilidad, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> no <strong>de</strong> un único actor, sino <strong>de</strong>l conjunto entero <strong>de</strong> las relaciones. Incluso en<br />
el caso <strong>de</strong> la rebelión <strong>de</strong>l actor 0, la red podría no <strong>de</strong>sestabilizarse si el actor 2 silenciase los problemas, por<br />
ejemplo, o si el actor 5 se hubiese acostumbrado tanto a los transgénicos que consi<strong>de</strong>rase que cualquier<br />
inconveniente generado por ellos <strong>de</strong>bería ser tolerado como un mal menor, un riesgo que hay que correr.<br />
La red es capaz <strong>de</strong> amortiguar los movimientos que se producen en uno <strong>de</strong> sus nodos, pero a día <strong>de</strong> hoy, tal<br />
como están establecidas las relaciones, parece menos probable que las rebeliones se amortigüen y más probable que<br />
perturben la red y la modifiquen o disuelvan. Es por eso por lo que no se pue<strong>de</strong> afirmar que la red <strong>de</strong> los cultivos<br />
transgénicos sea, a día <strong>de</strong> hoy, una red estable.
Anais Fernán<strong>de</strong>z Criado | Los cultivos transgénicos: una visión sociológica.<br />
7. Bibliografía y webgrafía<br />
ANDERSON, Luke (2001). Transgénicos. Ingeniería genética, alimentos, y nuestro medio ambiente. Gaia, Madrid.<br />
LA<strong>MB</strong>RECHT, Bill (2003). La guerra <strong>de</strong> los alimentos transgénicos. RBA, Barcelona.<br />
LATOUR, Bruno (1983). "Give Me a Laboratory and I will Raise the World", en: K. Knorr-Cetina y M. Mulkay<br />
(eds.), Science Observed: Perspectives on the Social Study of Science. Sage, Londres, pp. 141-170.<br />
Consultado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> http://www.bruno-latour.fr/articles/article/12-GIVE%20ME%20A%20LAB.pdf<br />
RIECHMANN, Jorge (2000). Cultivos y alimentos transgénicos. Una guía crítica. Los libros <strong>de</strong> la catarata, Madrid.<br />
http://www.monsanto.com/whoweare/Pages/monsanto-history.aspx<br />
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ENERO<br />
2012
Mikel Rascón Muñóz | Sobre lo que no está en los genes.<br />
Sobre lo que no está en los genes<br />
Mikel Rascón Muñóz<br />
Universidad <strong>de</strong> Oviedo<br />
A Pablo, por enseñarme que la humildad ha <strong>de</strong> conservarse<br />
sin que nos pese nuestro carácter.<br />
Resumen<br />
El <strong>de</strong>terminismo biológico <strong>de</strong> la inteligencia comienza a<br />
escala molecular con la falsa atribución <strong>de</strong> dos po<strong>de</strong>res al<br />
ADN, a saber, el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> autorreproducirse y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />
actuar por si mismo. Esta caracterización <strong>de</strong>l ADN supone<br />
una hipóstasis <strong>de</strong> la célula en la que se privilegia la parte en<br />
la que resi<strong>de</strong> la información respecto a la que ejecuta. Es un<br />
claro paralelismo con el prestigio que ostentan los trabajos<br />
<strong>de</strong> mayor actividad y la escasa consi<strong>de</strong>ración social <strong>de</strong> los<br />
trabajos físico‐manuales.<br />
El <strong>de</strong>terminismo biológico <strong>de</strong> la inteligencia ha encontrado<br />
su apoyo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el nacimiento <strong>de</strong> la Genética mo<strong>de</strong>rna en la<br />
Teoría Hereditarista <strong>de</strong> la Inteligencia (T.H.I).La THI surge<br />
con la intención supuesta <strong>de</strong> explicar las clases sociales.<br />
Posteriormente se ha centrado más en la pregunta por la<br />
diversidad humana. Pero siempre ha tomado como<br />
presupuesto la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la posición social está<br />
íntimamente ligada con la inteligencia. Esta adoptó la forma<br />
<strong>de</strong> la “inteligencia general” que bajo la medida <strong>de</strong> los test <strong>de</strong><br />
C.I. pareció ser mensurable. La propia metodología <strong>de</strong> la<br />
T.H.I. <strong>de</strong>smiente la posibilidad <strong>de</strong> la cosificación <strong>de</strong> la<br />
inteligencia y <strong>de</strong>stapa su estructura circular. Aún así, hoy en<br />
día, la T.H.I. tiene gran empuje social y mediático. Hemos<br />
analizado dos casos concretos <strong>de</strong> actualidad tratando <strong>de</strong> dar<br />
nuestra opinión. La comunidad pue<strong>de</strong> tener intereses<br />
distintos a los <strong>de</strong> la sociedad y <strong>de</strong>be revertir en esta <strong>de</strong><br />
manera que la sociedad y la ciencia tengan una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la<br />
inteligencia más abierta ante los casos que hemos<br />
presentado y los que en el futuro puedan presentarse<br />
Abstract<br />
Biological <strong>de</strong>terminism of intelligence begins at the<br />
molecular level with the false attribution of two branches<br />
of the DNA, namely, the power of self‐replication and the<br />
power to act for himself. This characterization of DNA is<br />
ahypostasis of the cell in which a party is<br />
privileged information that resi<strong>de</strong>s onthe running. It is a<br />
clear parallel with the prestige they have more work activity<br />
and low status of physical and manual work.<br />
Biological <strong>de</strong>terminism of intelligence<br />
has found support from the birth of mo<strong>de</strong>rn<br />
genetics hereditarian theory of<br />
intelligence (THI). The THI called up in or<strong>de</strong>r to explain the<br />
social classes. Later it has focused more on the question<br />
of human diversity. But he has always taken for granted<br />
the i<strong>de</strong>a that social position is closely linked with<br />
intelligence. This took the form of ʺgeneral intelligenceʺ that<br />
un<strong>de</strong>r the measure of IQ tests appeared to be measurable.<br />
Methodology itself T.H.I. <strong>de</strong>nies the possibility of<br />
reification of intelligence and uncover its circular<br />
structure. Still today, the T.H.I. has great social and<br />
mediapush. We analyzed two specific cases currently trying<br />
to give our opinion. The community may have interests<br />
different from those of society and must be reversed so<br />
that in this society and science have an i<strong>de</strong>a of<br />
intelligence more open to the cases we have presented<br />
and which may arise in the future<br />
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ENERO<br />
2012
Mikel Rascón Muñóz | Sobre lo que no está en los genes.<br />
Sobre lo que no está en los genes<br />
Mikel Rascón Muñóz<br />
Universidad <strong>de</strong> Oviedo<br />
Introducción<br />
A Pablo, por enseñarme que la humildad ha <strong>de</strong> conservarse sin que nos pese nuestro carácter.<br />
Asusta pensar los caminos futuros que seguirá la ciencia. Pero en ocasiones este miedo viene propiciado<br />
sólo por el <strong>de</strong>sconocimiento mismo <strong>de</strong> la materia que estamos tratando. No es extraño, por tanto, que un filósofo<br />
estudie <strong>de</strong> primera mano el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las investigaciones <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano a fin <strong>de</strong> evitar que nos<br />
cieguen la vista ciertos prejuicios.<br />
Gracias a la Biología Molecular, la Biología ha sido una <strong>de</strong> las ciencias más fructíferas en la segunda mitad<br />
<strong>de</strong>l siglo XX. Por contrapartida, como efecto negativo <strong>de</strong> este éxito, la biología mo<strong>de</strong>rna, según el biólogo y<br />
genetista Richard Lewontin, se ha puesto una sotana blanca <strong>de</strong> científico y ha catequizado a la opinión pública.<br />
Según él, es <strong>de</strong>l todo falsa la justificación <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano que nombra al ADN como el “santo grial”<br />
<strong>de</strong> la biología. Algunos biólogos han dado a enten<strong>de</strong>r que a partir <strong>de</strong>l ADN podríamos reconstruir a una persona y<br />
que todos los compartimentos y rasgos propios <strong>de</strong> cada persona vienen <strong>de</strong>terminados por este. Incluso aquellos<br />
autores que no mantienen tan <strong>de</strong>scarnadamente esta opinión, caen reiteradamente en el error <strong>de</strong> afirmar que el ADN<br />
es usado por la maquinaria <strong>de</strong> la célula para <strong>de</strong>terminar qué secuencia <strong>de</strong> aminoácidos ha <strong>de</strong> formarse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una<br />
proteína, y cuándo, y dón<strong>de</strong> se ha <strong>de</strong> hacer la proteína.<br />
Las proteínas <strong>de</strong> la célula están hechas por otras proteínas y sin esa maquinaria formada <strong>de</strong> proteínas no se<br />
pue<strong>de</strong> hacer nada. Nosotros heredamos a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> genes hechos <strong>de</strong> ADN, una intrincada estructura <strong>de</strong> maquinaria<br />
celular formada por proteínas. De igual forma que no po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r cómo es o será una persona si no tenemos<br />
en cuenta su educación, su ambiente o el ambiente <strong>de</strong> la madre o <strong>de</strong>l feto mismo, <strong>de</strong> igual manera <strong>de</strong>cimos, no<br />
po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r la herencia atribuyéndole tanto po<strong>de</strong>r a un sólo componente: el ADN. Esta equivocación<br />
constituye un primer error, ya en la escala celular, que tendrá consecuencias cuando hablemos <strong>de</strong>l organismo o <strong>de</strong>l<br />
ser humano. Esta fe en el ADN <strong>de</strong>nota, según Lewontin, la superioridad <strong>de</strong>l trabajo mental sobre el físico. Los<br />
juicios propios <strong>de</strong>l científico quedan plasmados en la interpretación y difusión mediática <strong>de</strong> los procesos biológicos,<br />
a pesar <strong>de</strong> que, los intereses particularistas no <strong>de</strong>berían entrar en juego en el Proyecto Genoma humano; sobre todo<br />
,si tenemos en cuenta que gran parte <strong>de</strong> los 90.000 millones <strong>de</strong> dólares <strong>de</strong> presupuesto inicial salieron <strong>de</strong>l<br />
contribuyente.<br />
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Sobre lo que no está en los genes | Mikel Rascón Muñóz<br />
En la actualidad las polémicas se centran en el asunto <strong>de</strong> las patentes. La postura <strong>de</strong> Europa al respecto no<br />
es clara. Las nuevas tecnologías van por <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho y quizás la Unión Europea no quiera ponerse<br />
cortapisas que puedan dificultar estar, en un momento dado, a la cabeza <strong>de</strong> las nuevas aplicaciones tecnológicas.<br />
Po<strong>de</strong>mos observar esta falta <strong>de</strong> coherencia o <strong>de</strong> hipocresía en la directiva 98/44/CE <strong>de</strong>l parlamento europeo y <strong>de</strong>l<br />
consejo <strong>de</strong>l 6 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1998 relativo a la protección jurídica <strong>de</strong> las invenciones tecnológicas. A pesar <strong>de</strong> su<br />
antigüedad, la directiva 98/44 sobre la protección jurídica <strong>de</strong> las invenciones biotecnológicas, sigue vigente. En ella<br />
se sostiene que no se permitirá que entida<strong>de</strong>s privadas hagan la patente <strong>de</strong> los genes tal y como se encuentran en la<br />
naturaleza. Y sí a las patentes, si los genes han sido aislados <strong>de</strong> su medio natural por procedimientos técnicos.<br />
Habría aquí que aclarar, ¿Enten<strong>de</strong>mos en esta directiva que por naturaleza se refiere al ser humano o al cromosoma?<br />
Si enten<strong>de</strong>mos el ser humano, sería muy fácil privatizar cualquier parte <strong>de</strong>l cuerpo. Sólo con sacar esa parte <strong>de</strong> su<br />
cuerpo ya valdría. Si enten<strong>de</strong>mos por naturaleza el cromosoma, habría que aislar los genes construyendo una<br />
librería genómica que contiene miles <strong>de</strong> fragmentos <strong>de</strong> ADN y <strong>de</strong>spués i<strong>de</strong>ntificar cada gen. Probablemente sea la<br />
segunda opción a la que se están refiriendo estas directivas y lo que traten <strong>de</strong> promover no sea más que el interés<br />
<strong>de</strong>l sector privado hacia este arduo trabajo. Pero la polémica sigue, día a día, alimentándose entre pleitos<br />
internacionales y nacionales. Nosotros diferenciamos en este trabajo entre la i<strong>de</strong>ología subyacente al Proyecto<br />
Genoma Humano y los usos tecnológicos que nazcan <strong>de</strong> este proyecto que, obviamente, serán mejores cuanto más<br />
vayan dirigidos a promover una sociedad igualitaria. Así nos centraremos en esta i<strong>de</strong>ología que como tantos y<br />
tantos autores creen (Nelkin, Tancredi, Keller, Lewontin, etc) es en don<strong>de</strong> radica el verda<strong>de</strong>ro valor <strong>de</strong>l Proyecto<br />
Genoma Humano. Esta i<strong>de</strong>ología no es otra que la <strong>de</strong>l <strong>de</strong>terminismo biológico, que se ha visto marcado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
aparición <strong>de</strong> la genética como ciencia mo<strong>de</strong>rna, por la Teoría Hereditarista <strong>de</strong> la Inteligencia .Algunos <strong>de</strong> los<br />
mensajes lanzados en el siglo XIX siguen vivos hoy. Hagamos un recorrido histórico:<br />
Francis Galton pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rado el pionero <strong>de</strong> la Teoría Hereditarista <strong>de</strong> la Inteligencia (T.H.I.). La<br />
pregunta que se hacía Galton en Hereditary Genius (1869) era la siguiente: ¿Por qué existen las clases sociales? Él<br />
creía ser capaz <strong>de</strong> hacer una clasificación <strong>de</strong> las personas en función <strong>de</strong> su ”valor cívico”, clasificación que<br />
coincidiría con la <strong>de</strong> las clases sociales. El origen <strong>de</strong> la T.H.I. nos resulta iluminador porque en el siglo posterior los<br />
<strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> dicha teoría tratarán <strong>de</strong> explicar ya no la sociedad sino la diversidad humana y al termino <strong>de</strong> las<br />
investigaciones se propondrán medidas tecnológicas que insistirán en la necesidad <strong>de</strong> perpetuar las clases sociales<br />
en virtud <strong>de</strong> la “aptitud natural”(“valor cívico”) <strong>de</strong> los ciudadanos. El punto <strong>de</strong> llegada coinci<strong>de</strong> con el punto <strong>de</strong><br />
salida. Para Galton la sociedad es el lugar don<strong>de</strong> ha cristalizado la diversidad humana <strong>de</strong> forma que los elementos<br />
más inminentes han emergido generacionalmente como la clase po<strong>de</strong>rosa y los menos inteligentes se han<br />
precipitado al fondo por el propio peso <strong>de</strong> su “pre<strong>de</strong>stinación genética”. Así contemplada, la sociedad aparece como<br />
una meritocracia pura. Es curioso que a pesar <strong>de</strong> los diagnósticos más o menos optimistas, lo que parece subsistir es<br />
que el grado máximo <strong>de</strong> igualdad en la sociedad ya se ha cumplido y en lo restante toca solo maximizar los<br />
beneficios <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> la naturaleza humana.
Mikel Rascón Muñóz | Sobre lo que no está en los genes.<br />
El prece<strong>de</strong>nte inmediato histórico <strong>de</strong> la Teoría Hereditarista es el Darwinismo Social. Piénsese que Darwin<br />
había publicado su teoría <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong> las especies sólo diez años antes <strong>de</strong> que viera la luz el Hereditary<br />
Genius <strong>de</strong> Galton. El Darwinismo social, como sabemos, proponía la supervivencia <strong>de</strong> los más fuertes aplicada al<br />
ámbito ya no <strong>de</strong> la naturaleza sino <strong>de</strong> la “naturaleza social”.Este es el marco general que da forma a las teorías<br />
posteriores <strong>de</strong>l hereditarismo <strong>de</strong> la inteligencia. Para Darwin el motor <strong>de</strong> la Historia natural se encontraba en la<br />
interacción <strong>de</strong> la lucha por la supervivencia y <strong>de</strong> la variabilidad <strong>de</strong> la especie. Pero esta última no era más que<br />
reconocida ante la imposibilidad <strong>de</strong> ser explicada. Un acercamiento a esta explicación vino <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>l<br />
re<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> las leyes <strong>de</strong> Men<strong>de</strong>l a principios <strong>de</strong>l siglo XX que supondrá el comienzo <strong>de</strong> la genética<br />
mo<strong>de</strong>rna. En Inglaterra hubo una polémica entre aquellos teóricos hereditaristas que optaban por la biometría y el<br />
movimiento eugenésico, y aquellos que optaban por el men<strong>de</strong>lismo. La escuela biométrica suponía un Darwinismo<br />
estricto en el que la evolución era entendida como un proceso continuo, sin saltos. Para el men<strong>de</strong>lismo la evolución<br />
se producía <strong>de</strong> forma discontinua. Los genes responsables <strong>de</strong> la inteligencia podrían estar dormitando como los<br />
genes <strong>de</strong> los guisantes <strong>de</strong> Men<strong>de</strong>l y saltarse varias generaciones, apareciendo la genialidad <strong>de</strong> forma imprevista. No<br />
es raro que para W. Bateson uno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong>l men<strong>de</strong>lismo, la eugenesia supusiese un interesado<br />
instrumento <strong>de</strong> la clase media. Fue así como se polarizaron posturas que rebasaban el ámbito <strong>de</strong> la biología y que<br />
conformaban dos maneras distintas <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la sociedad. Una solución que pretendía conciliar ambos bandos fue<br />
la que dio Fischer. La varianza genética pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scomponerse en varianza genética aditiva y varianza genética no<br />
aditiva. Esta versión supondrá un refinamiento en la teoría hereditarista <strong>de</strong> la inteligencia. No obstante, pesarán<br />
sobre ella los mismos errores que se habían cometido en el pasado: lo hereditario sigue viéndose como<br />
inmodificable y la <strong>de</strong>satención hacia aquello que precisamente habría que aclarar, a saber, los efectos <strong>de</strong> la<br />
diversidad ambiental sobre la inteligencia.<br />
Todos estos ditirambos <strong>de</strong> la T.H.I. <strong>de</strong>sembocaron finalmente en la promulgación en el Reino Unido <strong>de</strong> la<br />
Buttler Education Act (1944).Uno <strong>de</strong> los mayores responsables <strong>de</strong> la promulgación <strong>de</strong> esta ley fue Ciryl Burt quien<br />
por primera vez hizo uso <strong>de</strong> la teoría multifuncional <strong>de</strong> la herencia aplicada a la inteligencia. La ley <strong>de</strong> 1944<br />
imponía un examen llamado 11+ que se pasaba a los alumnos <strong>de</strong> 11 años. Tras él, el 20% eran enviados a los<br />
Grammar Schools don<strong>de</strong> se recibía instrucción conducente al ingreso en la universidad, y el 80% restante quedaba<br />
<strong>de</strong>stinado a los Technical Schools o a los Mo<strong>de</strong>rn Schools don<strong>de</strong> no se les impartía una preparación para la<br />
educación superior. Lo que afirman los factorialistas es que el factor más importante para <strong>de</strong>terminar el rendimiento<br />
escolar es la “inteligencia general” y que a los 11 años ya se pue<strong>de</strong> calcular el grado <strong>de</strong> inteligencia <strong>de</strong> esta. La ley<br />
<strong>de</strong> 1944 estaba <strong>de</strong> acuerdo con esto pero a<strong>de</strong>más matizaba que la selección se realizara también a partir <strong>de</strong> la<br />
valoración <strong>de</strong> los maestros.<br />
En la década <strong>de</strong> los setenta tras unas décadas <strong>de</strong> bonanza <strong>de</strong> las posturas ambientalistas, resurge con fuerza<br />
la T.H.I. En 1969, Arthur Jensen publicó un artículo <strong>de</strong> 123 páginas llamado “How much can we Boost IQ and<br />
Scholastic Achievement?” (“¿Cuánto po<strong>de</strong>mos mejorar el C.I. y el rendimiento académico?”). Este artículo sin<br />
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proponer nada pero adaptándose al análisis <strong>de</strong> problemas vigentes resultó ser un best seller. La discriminación<br />
racial, la educación compensatoria y las diferencias sociales estaban ahora en el punto <strong>de</strong> mira <strong>de</strong> la T.H.I. y esta<br />
volvía a <strong>de</strong>mostrar su capacidad a la hora <strong>de</strong> justificar ciertas <strong>de</strong>cisiones políticas.<br />
Hasta aquí hemos hecho un recorrido a través <strong>de</strong> los hitos <strong>de</strong> la T.H.I., remontándonos a su origen.<br />
Posteriormente veremos cuáles son esas ”<strong>de</strong>cisiones políticas”, o lo que es lo mismo, qué usos tecnológicos se han<br />
producido gracias a la tan invocada inteligencia. Pero antes quisiéramos <strong>de</strong>tenernos para mostrar cómo la<br />
inteligencia en sí misma supone ya una tecnología, o un artefacto cuya confección está estrechamente ligada a<br />
presupuestos metodológicos muy concretos.<br />
Galton fue el pionero <strong>de</strong> la T.H.I. pero quien proporcionó el útil más provechoso para la valoración <strong>de</strong> la<br />
inteligencia fue Alfred Binet. Curiosamente este último siempre se opuso a la cosificación <strong>de</strong> la inteligencia y era<br />
plenamente consciente que lo que enten<strong>de</strong>mos como tal es en gran parte un constructo cultural. En 1904, el ministro<br />
<strong>de</strong> Instrucción Publica <strong>de</strong> Francia creó una comisión para analizar la problemática que representaban los niños<br />
retardados que era como se les llamaba entonces. Esta comisión <strong>de</strong> la cual formaba parte Binet, <strong>de</strong>cidió someter a<br />
examen médico-pedagógico a los niños retardados. Así surgió el sistema por el que se <strong>de</strong>scribiría y mediría la<br />
inteligencia según lo que ellos llamaban el “método psicológico”. La escala <strong>de</strong> Binet era un conjunto <strong>de</strong> tareas<br />
or<strong>de</strong>nadas por su grado <strong>de</strong> dificultad <strong>de</strong> acuerdo con la edad <strong>de</strong> los niños. A partir <strong>de</strong> entonces este método irá<br />
perfeccionándose. Wilhelm Stern fue quien introdujo el concepto <strong>de</strong> “cociente mental” como la razón aritmética<br />
entre la edad mental y la edad cronológica. Para Binet, los usos posteriores que se hicieron <strong>de</strong> este concepto le<br />
hubieran parecido una traición. Simon, el más estrecho colaborador <strong>de</strong> Binet, así lo manifestó. El propósito era<br />
discriminar si un niño era normal o atrasado, fuera <strong>de</strong> este objetivo no tenía sentido hablar <strong>de</strong> cociente intelectual.<br />
De igual forma, los test <strong>de</strong> C.I. se utilizaron a gran escala en Estados Unidos para el reclutamiento <strong>de</strong>l ejercito<br />
norteamericano durante la primera guerra mundial. El objetivo era tener un patrón que permitiera no mandar a la<br />
guerra a una persona <strong>de</strong>ficiente. Cuando la escala disminuye y <strong>de</strong>seamos saber, gracias al test, qué lugar <strong>de</strong> la<br />
sociedad <strong>de</strong>be ocupar cada persona, nos extralimitamos porque obviamos el humil<strong>de</strong> cometido para el que se<br />
elaboró. Pero la cosa no sería grave si el cociente intelectual pudiera mejorarse. A.J ensem en su famoso artículo <strong>de</strong><br />
1969 creía que podía mejorarse nada o muy poco. Reiteradamente los autores hereditaristas <strong>de</strong> la inteligencia<br />
coinci<strong>de</strong>n en las pocas esperanzas <strong>de</strong> mejora <strong>de</strong>l cociente intelectual. Veamos por qué:<br />
Analizando estructuralmente la metodología básica adoptada por la T.H.I. encontramos que respon<strong>de</strong> a una<br />
función. Como en cualquier otra función utilizada en psicología experimental, las variables pue<strong>de</strong>n ser<br />
in<strong>de</strong>pendientes, <strong>de</strong>pendientes o intervinientes. Pues bien, la variable in<strong>de</strong>pendiente (“aquella que el experimentador<br />
manipula o selecciona para que un cambio en la misma produzca o <strong>de</strong> lugar a otra variable, la <strong>de</strong>pendiente”(Cerezo,<br />
Lujan.1989.p.202)) queda representada por lo genético entendido como una variación continua; la variable<br />
<strong>de</strong>pendiente queda fijada como la conductual (C.I.),y por último, el ambiente supondrá sólo la variable
Mikel Rascón Muñóz | Sobre lo que no está en los genes.<br />
interviniente. Definimos ésta como aquella que “modula la relación causal hipotética entre variable <strong>de</strong>pendiente en<br />
el sentido <strong>de</strong> introducir condiciones que afecten dicha relación bien <strong>de</strong> un modo secundario (i.e.,para cambios<br />
estadísticamente no significativos a lo largo <strong>de</strong> todo el recorrido <strong>de</strong> la variable <strong>de</strong>pendiente) o en casos<br />
excepcionales(…)(i<strong>de</strong>m)).Esta variable interviniente es entendida a<strong>de</strong>más como una variable dicotómica (o todo o<br />
nada).Esto es erróneo porque no po<strong>de</strong>mos aceptar que, por ejemplo, entre miembros <strong>de</strong> una misma familia que haya<br />
vivido en el mismo hogar, la variable interviniente permanezca en off porque sencillamente su ambiente no pue<strong>de</strong><br />
reducirse a estar durmiendo bajo un mismo techo. Tampoco po<strong>de</strong>mos dar por supuesto que, por ejemplo, dos<br />
gemelos monocigóticos que hayan vivido separados, hayan tenido un ambiente completamente diferente,<br />
manteniendo la variable interviniente en on. Deberíamos antes analizar qué situación familiar han tenido, qué tipo<br />
<strong>de</strong> atención escolar, etc. Estos son el tipo <strong>de</strong> problemáticas que el hereditarismo <strong>de</strong> la inteligencia <strong>de</strong>spreciaría en<br />
virtud <strong>de</strong> sus presupuestos metodológicos. El ambiente no pue<strong>de</strong> ser a priori un factor accesorio o acci<strong>de</strong>ntal entre<br />
herencia y conducta. Como vemos el hereditarista <strong>de</strong> la inteligencia termina afirmando aquello que supuso para<br />
investigar la inteligencia. A menudo para la T.H.I. el factor ambiente constituye sólo un auxilio al que recurrir<br />
cuando las cuentas no le salen. Las <strong>de</strong>cisiones políticas que <strong>de</strong> estos análisis se <strong>de</strong>ducen han marcado gran parte <strong>de</strong>l<br />
siglo pasado. Aunque fuera cierto que la sociedad se divi<strong>de</strong> en clases sociales según la inteligencia <strong>de</strong> sus habitantes<br />
quedaría todavía por argumentar qué nos hace no intentar paliar esas diferencias naturales y sociales <strong>de</strong> los<br />
hombres. Las argumentaciones aquí suelen entrar en el terreno político. Siempre se pue<strong>de</strong> amenazar, por ejemplo,<br />
con que el enemigo posee una organización más fuerte <strong>de</strong> sus recursos humanos. Una crisis pue<strong>de</strong> ser un buen<br />
momento para el reajuste <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l propio sistema.<br />
En general po<strong>de</strong>mos distinguir tres tipos <strong>de</strong> propuestas que se <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> la T.H.I.: nihilismo<br />
intervencionista, eugenesia y optimización <strong>de</strong> los recursos humanos.<br />
El nihilismo intervencionista se caracterizaría por la no intervención <strong>de</strong>l estado sobre la sociedad. Este<br />
intervencionismo supone un radical intervencionismo, a su vez, a favor <strong>de</strong> la libre competencia <strong>de</strong>l mercado. Esta es<br />
la postura fundamental en la que se basó el primer liberalismo económico. En la actualidad pue<strong>de</strong> ir dirigido a<br />
terminar con parte <strong>de</strong> la educación obligatoria, la gratuidad <strong>de</strong> la asistencia sanitaria, etc.<br />
El movimiento eugenista se singulariza por una intervención más directa. Po<strong>de</strong>mos distinguir tres tipos <strong>de</strong><br />
eugenesia: eugenesia selectiva, eugenesia transformadora, y la ingeniería biológica. La eugenesia selectiva consiste<br />
en aplicar a la especie humana las mismas técnicas que se han venido aplicando a los animales y plantas. La<br />
eugenesia transformadora trata <strong>de</strong> mediar en el ADN recombinante <strong>de</strong> los seres humanos quitando o poniendo genes<br />
(ingeniería genética).La ingeniería biológica supone producir alteraciones en los humanos sin alterar su ADN<br />
(operaciones quirúrgicas, cultivo <strong>de</strong> órganos, etc).<br />
Por último, la optimización <strong>de</strong> los recursos humanos hace referencia a la transformación <strong>de</strong>l sistema (<br />
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igualitarista, según los hereditaristas) <strong>de</strong> modo que se obtenga una mayor rentabilidad.<br />
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Nos gustaría, a continuación, ofrecer dos casos reales controvertidos, para reflexionar si estamos ante dos<br />
ejemplos <strong>de</strong> eugenesia, si es positiva su aplicación y qué tratamientos <strong>de</strong> la cuestión <strong>de</strong>beríamos hacer.<br />
El primer caso surge <strong>de</strong>l presente <strong>de</strong> España. La amniocentosis es un análisis que se realiza a la<br />
embarazada entre la semana trece <strong>de</strong> gestación y la dieciseis. Detecta sobre todo el síndrome <strong>de</strong> Down. Este análisis<br />
se generalizó en 1983. La ley <strong>de</strong>l aborto(1985)posibilita, a su vez, la interrupción <strong>de</strong>l embarazo hasta la semana<br />
veintidós en el caso <strong>de</strong> que el feto venga con malformaciones. Como resultado, en el 2006, 2875 personas<br />
<strong>de</strong>cidieron abortar. Estamos tratando entonces con una tecnología en manos <strong>de</strong>l estado y que posibilita la mejora <strong>de</strong><br />
la especie humana en el territorio en el que tiene vigor. Presentado <strong>de</strong> esta forma nos hace recordar la política<br />
eugenésica nazi. Sin embargo, creemos que una vez se extienda la posibilidad <strong>de</strong> evitar el sufrimiento <strong>de</strong> nuestros<br />
hijos no po<strong>de</strong>mos privar a una madre <strong>de</strong> que elija abortar. La diferencia entre estas medidas y las adoptadas por la<br />
alemania nazi resi<strong>de</strong>n en la noción <strong>de</strong> “mejora” que tengamos. La mejora hitleriana pasaba por una i<strong>de</strong>a metafísica<br />
<strong>de</strong>l genero humano y representaba los intereses <strong>de</strong> unos pocos, excluyendo los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. Por ello<br />
enten<strong>de</strong>mos que la ciencia <strong>de</strong>be ir acompañada <strong>de</strong> un principio universalista y <strong>de</strong>be tener en cuenta la mejora <strong>de</strong> las<br />
condiciones sociales y <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> vida. El síndrome <strong>de</strong> Down lleva asociado no solo la inactividad <strong>de</strong> una<br />
parte <strong>de</strong>l cerebro si no que a<strong>de</strong>más existe el riesgo <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s cardiovasculares graves asociadas. La salud <strong>de</strong>l<br />
cuidador es también importante y es obvio que criar a una persona con síndrome <strong>de</strong> Down requiere un sacrificio<br />
extraordinario. Esto son partes que toda filosofía <strong>de</strong> la ciencia que se precie no <strong>de</strong>bería olvidar. Para nosotros este<br />
sería un caso en el que la aplicación <strong>de</strong> la eugenesia resulta positiva. La elección <strong>de</strong> la madre, en todo caso, <strong>de</strong>be ir<br />
acompañada <strong>de</strong> una información exhaustiva y un tiempo <strong>de</strong> reflexión.<br />
El segundo ejemplo es si cabe más difícil <strong>de</strong> analizar. Es el caso <strong>de</strong> James Edward Whittaker-Willians. Un<br />
hombre <strong>de</strong> 49 años afectado por la enfermedad <strong>de</strong> Humtington, acusado <strong>de</strong> besar a una chica <strong>de</strong> 30 años con<br />
severos problemas <strong>de</strong> aprendizaje. Según la “Ley <strong>de</strong> <strong>de</strong>litos sexuales <strong>de</strong> 2003” <strong>de</strong> Inglaterra, los besos y abrazos son<br />
consi<strong>de</strong>rados sexuales y afirma, dicha ley, que las personas con problemas <strong>de</strong> aprendizaje son incapaces <strong>de</strong> dar su<br />
consentimiento in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> que el acto implique coacción o no. Aquí estamos tratando con una vida<br />
inmersa en una cultura. Debemos recordar que la enfermedad <strong>de</strong> Huntington se caracteriza por un trastorno<br />
neuropsiquiátrico que aparece entre los 30 y 50 años. Suele llevar aparejada, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lo que podríamos llamar<br />
<strong>de</strong>generación <strong>de</strong> la inteligencia, movimientos espasmódicos involuntarios y pue<strong>de</strong> seguir caminos muy diversos por<br />
lo que <strong>de</strong>beríamos aten<strong>de</strong>r al informe pericial psicológico que <strong>de</strong> esa persona se pueda hacer. En ningún caso<br />
<strong>de</strong>bería prevalecer un concepto <strong>de</strong> la vida que impida a dos personas con raciocinio mínimo relacionarse. La línea<br />
es muy <strong>de</strong>lgada. ¿Podrían servir los test <strong>de</strong> C.I. en este caso? A nuestro enten<strong>de</strong>r el peritaje psicológico pue<strong>de</strong> y<br />
<strong>de</strong>be examinar a las dos personas en concreto pero aunque fuera capaz <strong>de</strong> catalogar perfectamente a estas personas<br />
a través <strong>de</strong> los ítems <strong>de</strong> los tests <strong>de</strong> C.I., los verda<strong>de</strong>ros problemas a los que esos dos ciudadanos día a día se van a
Mikel Rascón Muñóz | Sobre lo que no está en los genes.<br />
enfrentar son <strong>de</strong> una índole muy distinta. El contexto más cercano a esos individuos <strong>de</strong>termina la capacidad <strong>de</strong><br />
adaptación que estos tengan y esto es tanto como <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>termina su estado <strong>de</strong> salud y a la postre, y en<br />
<strong>de</strong>finitiva, su estado mental. La constitución <strong>de</strong> la OMS <strong>de</strong>fine la salud como”un estado <strong>de</strong> <strong>completo</strong> bienestar<br />
físico, mental y social” (1).La salud social podríamos <strong>de</strong>finirla <strong>de</strong> muchas formas, algunas podrían ser estas:la<br />
aceptación por parte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más <strong>de</strong> la propia individualidad y dignidad humana; o la capacidad <strong>de</strong> llevar a cabo un<br />
trabajo o una labor que provenga a la comunidad positivamente. O <strong>de</strong> una forma más sintética aún po<strong>de</strong>mos<br />
<strong>de</strong>finirla como la capacidad y posibilidad <strong>de</strong> realización <strong>de</strong>l ser humano.<br />
La salud mental o el nivel <strong>de</strong> inteligencia <strong>de</strong>l Señor Whittaker-Willians <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> para nosotros <strong>de</strong> el ámbito<br />
<strong>de</strong> la pequeña comunidad en la que se <strong>de</strong>senvuelva. Los ítems conectan a quien examina con patrones culturales <strong>de</strong><br />
la gran sociedad pero obvian la capacidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>senvolverse en el ámbito <strong>de</strong> la pequeña comunidad. No significa<br />
esto, que podamos solucionar o evaluar el caso teniendo en cuenta el C.I. <strong>de</strong> la comunidad en la que viva esta<br />
pareja. No es tan sencillo. Las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> afecto y sexo <strong>de</strong> esas dos personas pue<strong>de</strong>n estar normalizadas y no<br />
suponer un agravio ni hacia ellos mismos ni hacia nadie más.Una cuestión muy distinta es que esta pareja tenga la<br />
posibilidad <strong>de</strong> reproducirse. Creemos que perfectamente podría impedírseles esta posibilidad y no nos parece que<br />
atente contra su dignidad. Suponiendo que estos padres pudieran cuidar <strong>de</strong> sus hijos, si los hijos nacieran con las<br />
mismas peculiarida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sus padres nada les aseguraría que las condiciones <strong>de</strong> existencia <strong>de</strong> sus padres vayan a ser<br />
las mismas. Podrían darse cambios en la comunidad que hagan a estos futuros hijos estar <strong>de</strong>sarmados, <strong>de</strong>snudos<br />
ante las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la nueva situación. Aquí hemos querido oponer quizás <strong>de</strong>masiado atrevidamente pero a<br />
modo explicativo, la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> sociedad contra la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> comunidad. La razón o Inteligencia que <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> los test <strong>de</strong><br />
C.I. tiene que ver para nosotros, con un mundo cambiante, con el mundo en el que las aptitu<strong>de</strong>s son necesarias para<br />
la supervivencia. El mundo <strong>de</strong> la inteligencia abstracta es el que trata <strong>de</strong> cuantificar dichos tests. La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />
comunidad tiene para nosotros un carácter más fijo y espacio-temporal. Es el espacio y el tiempo en el que se<br />
<strong>de</strong>sarrolla la vida humana <strong>de</strong> un individuo concreto. El po<strong>de</strong>r político se caracteriza por la previsión y requiere para<br />
sí individuos que puedan <strong>de</strong>senvolverse y ser más fuertes en contextos múltiples. Pero esto no pue<strong>de</strong> servir <strong>de</strong><br />
coartada para <strong>de</strong>spreciar a aquellos individuos que viven dispuestos <strong>de</strong> sus propias actitu<strong>de</strong>s en el mundo concreto<br />
<strong>de</strong> su pequeña comunidad.<br />
Con estos dos casos clínicos hemos querido expresar aquellas cuestiones más amplias filosóficas, que no<br />
<strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> un lado. Respecto al Alzheimer y a la enfermedad <strong>de</strong> Huntington ya hay investigaciones <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong>l proyecto Genoma Humano abiertas. El Alzheimer pue<strong>de</strong> ser diagnosticado mediante la amniocentesis. La visión<br />
<strong>de</strong> los médicos hacia el aborto en nuestros tiempos ha cambiado y hoy está prácticamente aceptado. Respecto a la<br />
enfermedad <strong>de</strong> Huntington ,en 1993 se consiguió aislar el gen que provoca esta enfermedad localizada en el<br />
cromosoma 4, y en lo que se han ido <strong>de</strong>sarrollando las investigaciones posteriores ha sido fundamentalmente en<br />
conocer las razones que hacen que la enfermedad se manifieste <strong>de</strong> forma tardía, y muchas lineas están dirigidas a<br />
encontrar un tratamiento y una cura. Si el tratamiento que pueda aparecer se da bajo la forma <strong>de</strong> la “medicina<br />
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predictiva” serviría lo dicho en el primer caso(el <strong>de</strong> la amniocentosis).Si el tratamiento se diera bajo la forma <strong>de</strong> una<br />
“terapia farmacológica” o bien una “terapia génica” en la que se introdujeran o modificaran genes <strong>de</strong>l individuo,<br />
habría que tomar en consi<strong>de</strong>ración lo dicho en el segundo caso.<br />
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“Polémica por la patentación <strong>de</strong> genes” www.techmez.com/.../polémica_por_la_patentación_<strong>de</strong>_genes/. 28mayo<br />
2009.<br />
(1)OMS.salud.www.who.int/entity/peh-emf-research/agenda/…/in<strong>de</strong>x.html. 1dic,2010.
Paloma Nido Suárez | Praxis Humana.<br />
Praxis Humana<br />
Paloma Nido Suárez 1<br />
Resumen<br />
El propósito <strong>de</strong> este escrito es hacer una revisión sobre los<br />
consecuentes y las controversias que la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l<br />
genoma humano plantea. Para esta finalidad se hará<br />
referencia a tres perspectivas o disciplinas que tienen una<br />
gran importancia en esta materia: la sociobiología, la<br />
genética <strong>de</strong> la conducta y el <strong>de</strong>terminismo genético en la<br />
búsqueda <strong>de</strong> una conclusión que <strong>de</strong>termine si la práctica<br />
humana es un producto <strong>de</strong> una herencia genética, producto<br />
<strong>de</strong> un entorno social o <strong>de</strong> una combinación <strong>de</strong> ambos.<br />
1 Nacida en Trevías el 16.02.1987 y resi<strong>de</strong>nte en Barcia, Valdés.<br />
Cursó estudios <strong>de</strong> Bachillerato <strong>de</strong> Ciencias <strong>de</strong> la Naturaleza y <strong>de</strong> la<br />
Salud en el Instituto Carmen y Severo Ochoa <strong>de</strong> Luarca.<br />
Licenciada en Filosofía por la Universidad <strong>de</strong> Oviedo, actualmente<br />
está cursando el Master Universitario <strong>de</strong> Profesorado <strong>de</strong><br />
Enseñanza Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional , y<br />
quinto curso <strong>de</strong> la Licenciatura en Antropología Social y Cultural<br />
en la U.N.E.D (centro asociado <strong>de</strong> Gijón).<br />
Abstract<br />
The purpose of this writing is to make a revision over the<br />
consequents and controversies that human genome<br />
<strong>de</strong>scription raised. For this finality, one will refer to three<br />
perspectives or disciplines that have a great importance in<br />
this matter: Genetics of the Conduct, Genetics Determinism<br />
and Sociobiology in the search of a conclusion that<br />
<strong>de</strong>termines if human practice is a product of a genetic<br />
inheritance, a product of a social environ or a result from<br />
combination of both of them.<br />
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Paloma Nido Suárez | Praxis Humana.<br />
Praxis Humana<br />
Paloma Nido Suárez 2<br />
INTRODUCCIÓN.<br />
Des<strong>de</strong> la publicación <strong>de</strong> la secuenciación <strong>de</strong>l Genoma Humano el 12 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong>l 2001 3 , en los últimos<br />
años, se ha dado una reactivación <strong>de</strong>l viejo <strong>de</strong>bate sobre la libertad <strong>de</strong>l individuo, si es posible o no que la<br />
constitución genética pueda <strong>de</strong>terminar su comportamiento y <strong>de</strong> ser así cómo lo hace. A partir <strong>de</strong> esta cuestión, son<br />
frecuentes las proclamaciones <strong>de</strong> haber encontrado una base genética para rasgos <strong>de</strong> conducta complejos como<br />
pue<strong>de</strong> ser el alcoholismo, la <strong>de</strong>presión o incluso la homosexualidad. Produciéndose <strong>de</strong> este modo la divulgación <strong>de</strong><br />
una visión simplista a cerca <strong>de</strong> la relación existente entre genes y conducta.<br />
Casi siempre coincidiendo con crisis económicas y sociales cíclicas a gran escala, han proliferado<br />
planteamientos <strong>de</strong> carácter i<strong>de</strong>ológicos, insolidarios y antisociales, que parecen entretener a la población situando la<br />
pertenencia a una <strong>de</strong>terminada raza como causa <strong>de</strong> la pobreza, marginación, <strong>de</strong>lincuencia o sub<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una<br />
nación; como sería el caso <strong>de</strong>l artículo publicado por Arthur Jensen en 1969, don<strong>de</strong> sugiere que las diferencias<br />
entre el coeficiente intelectual medio <strong>de</strong> negros y blancos podrían ser <strong>de</strong>bidas (en parte) a las diferencias genéticas<br />
existentes entre ambas razas; u otros que analizan patrones <strong>de</strong> continuidad genética entre especies y por tanto <strong>de</strong><br />
Heredabilidad y <strong>de</strong>terminación, como es el caso <strong>de</strong> investigaciones cuyo objeto <strong>de</strong> estudio es la comunidad <strong>de</strong><br />
acciones entre los chimpancés y el ser humano (por ejemplo, ambos dan besos). Estudios <strong>de</strong> este tipo, amenazaron la<br />
continuidad <strong>de</strong> la genética <strong>de</strong> la conducta como disciplina en los 70s, aunque en los 80s se producirá una aceptación<br />
<strong>de</strong> esta disciplina, <strong>de</strong>bido a la aparición <strong>de</strong> resultados que parecían indicar una evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> influencia hereditaria en<br />
la conducta humana.<br />
Mediante este ensayo, se preten<strong>de</strong> dar una visión global a cerca <strong>de</strong> las disciplinas (al menos parte <strong>de</strong> ellas)<br />
que se <strong>de</strong>dican al estudio <strong>de</strong>l comportamiento y <strong>de</strong> la conducta <strong>de</strong>l ser humano, así como también cuáles son las<br />
principales tesis que mantienen, su importancia y problemas que suscitan. Esta tarea será <strong>de</strong>sarrollada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
perspectiva <strong>de</strong>l materialismo histórico, esto es, entendiendo que la concepción <strong>de</strong> las ciencias que surgen tras las<br />
obras <strong>de</strong> T. Kuhn e I. Lakatos y que suponen un cambio <strong>de</strong> visión sobre este tema (tras la revolución científica), son<br />
producto <strong>de</strong> la influencia cultural <strong>de</strong> una realidad histórica cambiante. Consi<strong>de</strong>rando la filosofía como la única<br />
disciplina capaz <strong>de</strong> dar una <strong>de</strong>finición completa <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> hombre, por ser un saber <strong>de</strong> segundo grado constituido<br />
2 Nacida en Trevías el 16.02.1987 y resi<strong>de</strong>nte en Barcia, Valdés. Cursó estudios <strong>de</strong> Bachillerato <strong>de</strong> Ciencias <strong>de</strong> la Naturaleza y <strong>de</strong> la Salud en el<br />
Instituto Carmen y Severo Ochoa <strong>de</strong> Luarca. Licenciada en Filosofía por la Universidad <strong>de</strong> Oviedo, actualmente está cursando el Master<br />
Universitario <strong>de</strong> Profesorado <strong>de</strong> Enseñanza Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional , y quinto curso <strong>de</strong> la Licenciatura en<br />
Antropología Social y Cultural en la U.N.E.D (centro asociado <strong>de</strong> Gijón).<br />
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sobre otros saberes previos que trabaja con i<strong>de</strong>as (no abarcables enteramente por ninguna otra disciplina) y que<br />
construye sistemas filosóficos, será esta disciplina la plataforma en que nos apoyamos.<br />
1. LA GENÉTICA DE LA CONDUCTA.<br />
A diferencia <strong>de</strong> lo que se pueda presuponer inicialmente, la genética <strong>de</strong> la conducta como disciplina se<br />
interesa en los factores genéticos y ambientales que dan origen a las diferencias presentadas principal y casi<br />
únicamente entre individuos, teniendo poco que <strong>de</strong>cir sobre las causas <strong>de</strong> las diferencias entre grupos por tres<br />
motivos: a)las diferencias entre grupos no son sustanciales, b) las diferencias entre individuos interesan más <strong>de</strong>bido<br />
a que los problemas relevantes <strong>de</strong> una sociedad suelen implicar diferencias individuales, y c) algunas diferencias<br />
entre individuos pue<strong>de</strong>n tener una clara influencia genética, mientras que otras serían inabarcables sin atribuir un<br />
papel fundamental a la educación y las condiciones ambientales 4 . Las aportaciones <strong>de</strong> la genética <strong>de</strong> la conducta, no<br />
<strong>de</strong>berían <strong>de</strong> ser asemejadas con los <strong>de</strong> la genética molecular sin más, se tien<strong>de</strong> a pensar que los genes influyen<br />
directamente en nuestro comportamiento, pero el asunto es bastante más complejo.<br />
Normalmente cuando se habla <strong>de</strong> las bases genéticas <strong>de</strong> una enfermedad, se está haciendo alusión a genes<br />
asociados a una <strong>de</strong>terminada patología, pero no existen genes específicos <strong>de</strong> un tipo <strong>de</strong> comportamiento particular;<br />
<strong>de</strong> hecho hay estudios que sugieren la presencia <strong>de</strong> factores genéticos implicados <strong>de</strong> algún modo en el alcoholismo,<br />
lo cual no significa que un gen induce a su portador a consumir alcohol (si pue<strong>de</strong> ocurrir que estos influyan sobre la<br />
sensibilidad individual al alcohol en el sentido <strong>de</strong> que unos han <strong>de</strong> beber más que otros individuos para llegar al<br />
estado <strong>de</strong> ebriedad). Este tipo <strong>de</strong> efectos producidos por los genes sobre la variabilidad individual son indirectos y<br />
representan los efectos que difieren <strong>de</strong> un individuo a otro interactuando a su vez con el entorno (luego, los genes no<br />
serían <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong> la conducta en este sentido); aunque sí es cierto que en <strong>de</strong>terminadas afecciones alteraciones<br />
<strong>de</strong> un solo gen <strong>de</strong>terminarían la aparición <strong>de</strong> rasgos fenotípicos (enfermeda<strong>de</strong>s hereditarias) que aún en este caso, no<br />
serian directos sus efectos sobre la conducta <strong>de</strong>l individuo.<br />
Una cosa son las bases genéticas <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s hereditarias (<strong>de</strong>terministas en algunos casos) y otra muy<br />
diferente las bases genéticas <strong>de</strong> la conducta, don<strong>de</strong> la relación entre genes y fenotipo sería mediada por muchas<br />
relaciones e interacciones con otros factores.<br />
Para R. Plomin, otro factor <strong>de</strong> gran importancia es que cuando se habla <strong>de</strong> influencia genética <strong>de</strong> la<br />
conducta en esta disciplina, se está haciendo alusión a las diferencias genéticas individuales y las diferencias <strong>de</strong><br />
comportamiento <strong>de</strong> estos individuos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una sociedad o población dada, produciéndose un cambio en los<br />
resultados si la población varían; pero no resi<strong>de</strong> en la persistencia <strong>de</strong> diferencias genéticas el que un individuo sea o
Paloma Nido Suárez | Praxis Humana.<br />
actué <strong>de</strong> una forma u otra, sino que esto tendrá que ver con acciones educativas y ambientales.<br />
Numerosos estudiosos consi<strong>de</strong>ran que la genética <strong>de</strong> la conducta (o <strong>de</strong> la praxis humana), proporciona la<br />
mejor evi<strong>de</strong>ncia disponible a cerca <strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong>l ambiente a la hora <strong>de</strong> explicar las diferencias individuales.<br />
La genética, como disciplina consi<strong>de</strong>rada científica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la aparición <strong>de</strong> las Leyes <strong>de</strong> la Herencia <strong>de</strong> Men<strong>de</strong>l<br />
(publicadas en 1865 e ignoradas hasta su re<strong>de</strong>scubrimiento en el 1900) 5 , investiga <strong>de</strong> qué manera la herencia<br />
biológica es transmitida <strong>de</strong> generación en generación. Lo que se <strong>de</strong>nomina genética molecular, que es algo diferente<br />
a lo <strong>de</strong>nominado como biología molecular, comenzará a tener éxito en 1953 gracias al <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la doble<br />
hélice <strong>de</strong>l A.D.N. La regulación <strong>de</strong> la expresión génica se volverá un tema central en la década <strong>de</strong> los sesenta y<br />
setenta (cuando esta ya podría ser controlada y manipulada mediante la ingeniería genética). Pero no será hasta la<br />
aparición <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano, ya en puertas <strong>de</strong>l siglo XXI, cuando realmente pase a convertirse en un<br />
tema tan controvertido.<br />
Los humanos nos distinguimos <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> animales por el uso <strong>de</strong>l comportamiento aprendido frente al<br />
instintivo. Con la llegada <strong>de</strong> esta proeza consistente en ser capaces <strong>de</strong> secuenciar por <strong>completo</strong> el genoma <strong>de</strong> una<br />
persona intentando explica esto, al modo como M. Harris lo hace en su obra Introducción a la Antropología general.<br />
Esto llevará a la búsqueda <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l genoma <strong>de</strong>l individuo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s humanas básicas,<br />
sobre la base <strong>de</strong> las potencialida<strong>de</strong>s humanas biológicamente <strong>de</strong>terminadas y que permiten que la historia <strong>de</strong> los<br />
individuos y las socieda<strong>de</strong>s estén esencialmente abiertas al cambio. Intentando explicar esto al modo en que M.<br />
Harris lo hace en su obra Introducción a la antropología general, sería cierto que la biología pue<strong>de</strong> afirmar la<br />
existencia <strong>de</strong> potencialida<strong>de</strong>s en el ser humano, pero resulta imposible po<strong>de</strong>r dar una explicación a la variabilidad<br />
humana si no se tiene en cuenta que el individuo se <strong>de</strong>sarrolla <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una sociedad y <strong>de</strong> un contexto histórico y<br />
cultural que les hace <strong>de</strong>sarrollar o ejecutar una potencialidad en lugar <strong>de</strong> otra. Esta importancia <strong>de</strong> la sociedad y el<br />
contexto en el que se <strong>de</strong>sarrolla el individuo no ha <strong>de</strong> ser confundida con una corriente ambientalista, ya que el<br />
comportamiento <strong>de</strong>l sujeto no está siendo consi<strong>de</strong>rado únicamente como fruto <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> su entorno a las<br />
que ha sido sometido durante su vida; sino que se consi<strong>de</strong>ra que la influencia recibida <strong>de</strong> estas tiene gran<br />
importancia para su <strong>de</strong>sarrollo como ser humano; así como tampoco pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>rada como un <strong>de</strong>terminismo<br />
estricto, aunque consi<strong>de</strong>re que existe alguna forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminismo material, que el <strong>de</strong>nominará probabilístico.<br />
“El comportamiento humano no está en general fijado por los genes, muestra un extraordinario grado <strong>de</strong><br />
plasticidad fenotípica, se adquiere durante el proceso <strong>de</strong> socialización, por la enseñanza recibida <strong>de</strong> otros<br />
individuos 6 ”.<br />
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2. PATRONES CONDUCTUALES, EL DETERMINISMO GENÉTICO.<br />
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El <strong>de</strong>terminismo genético (innatismo), en cambio, parece tratar <strong>de</strong> la forma en la que el A.D.N <strong>de</strong>termina el<br />
comportamiento humano y como consiguiente también la dinámica <strong>de</strong> la sociedad, y se basa en un doble “préstamo<br />
epistemológico”: a) mantiene que el comportamiento humano está genéticamente programado, y b) que la suma <strong>de</strong><br />
los comportamientos individuales genera la naturaleza (y por tanto la dinámica) <strong>de</strong> la sociedad 7 . Dentro <strong>de</strong> lo que se<br />
entien<strong>de</strong> como ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>terministas <strong>de</strong> la genética, estarán disciplinas como es el caso <strong>de</strong> la Sociobiología, que<br />
será <strong>de</strong>finida como otro tipo más <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminismo por autores como R. Lewontin y S. Jay Gould, quienes en su<br />
artículo clásico <strong>de</strong> 1979, consi<strong>de</strong>ran que esta es una perspectiva que anula toda posibilidad <strong>de</strong> libertad <strong>de</strong> elección<br />
<strong>de</strong>l individuo y la relacionan con el darwinismo social, las mediciones <strong>de</strong>l coeficiente intelectual y otras cuestiones<br />
que serán origen <strong>de</strong> controversias causadas por su aplicabilidad a problemas humanos con alta carga ética.<br />
R. Herrnstein publica junto a C. Murray en 1994 una obra llamada The Bell Curve, que consigue poner <strong>de</strong><br />
nuevo en auge los temas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>terminación genética <strong>de</strong> las habilida<strong>de</strong>s sociales (como el caso <strong>de</strong>l coeficiente<br />
intelectual), que fracasará estrepitosamente al mantener la tesis <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> diferencias <strong>de</strong> base genética en la<br />
capacidad intelectual <strong>de</strong> grupos sociales distintos, recomendando “encarrilar” ya a los individuos en función <strong>de</strong> sus<br />
potencialida<strong>de</strong>s innatas, ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la primera fase <strong>de</strong> escolarización (esta obra fue muy criticada ante el temor <strong>de</strong> que<br />
i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> este tipo pudiesen llegar a conformar <strong>de</strong>cisiones políticas y sociales); y llevó incluso a que algunos autores<br />
<strong>de</strong>finan el <strong>de</strong>terminismo como una clase o especie <strong>de</strong> dogmatismo, en el sentido en el que las tesis que mantienen y<br />
<strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n no han sido validadas científicamente, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser dudosamente apreciables. Manifestando el carácter<br />
absurdo <strong>de</strong> basar la elaboración <strong>de</strong> políticas sociales basándose en la genética (en palabras <strong>de</strong> P. Conrad 8 , hay que<br />
evitar solucionar problemas “medicalizando” las conductas que se estiman anómalas o antisociales, evitando que<br />
problemas no-médicos pasen a ser tratados como si lo fueran. Este fenómeno parece haberse dado en la segunda<br />
mitad <strong>de</strong>l siglo pasado con bastante frecuencia, en gran medida gracias al <strong>de</strong>terminismo).<br />
Esta disciplina, se basa principalmente en tres rasgos fundamentales para apoyar la noción <strong>de</strong>l<br />
<strong>de</strong>terminismo genético:<br />
a) Universalidad <strong>de</strong> rasgos; la universalidad <strong>de</strong> un rasgo cultural, comprueba su naturaleza genética.<br />
La refutación <strong>de</strong> este rasgo consiste en que este se trata <strong>de</strong> un argumento circular que confun<strong>de</strong> la<br />
observación con la explicación.<br />
b) Continuidad genética; los rasgos similares entre algunos animales y los seres humanos, son prueba<br />
<strong>de</strong> una continuidad genética en la evolución <strong>de</strong> los unos a los otros. Este rasgo es refutado alegando que es<br />
circular y que consiste en que se atribuyen por analogía características humanas a los animales, y luego se<br />
<strong>de</strong>scubre en ellas un vinculo genético.
Paloma Nido Suárez | Praxis Humana.<br />
c) Personalidad heredada; comunidad <strong>de</strong> características <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> temperamento, talentos y<br />
preferencias entre parentelas. Nuevamente, la refutación consistirá en <strong>de</strong>cir que es un argumento<br />
R. Lewontin en su artículo A Story in Textbooks (1991), <strong>de</strong>sarrolla estos argumentos y sus contun<strong>de</strong>ntes<br />
refutaciones, consistentes en <strong>de</strong>mostrar que todos los rasgos están constituidos por argumentos circulares en los que<br />
se confun<strong>de</strong> la observación con la explicación y la atribución <strong>de</strong> categorías humanas a los animales buscando luego<br />
en ellas <strong>de</strong>scubrir mediante analogías un vínculo genético.<br />
Lewontin concluye que no hay ninguna prueba <strong>de</strong> que el A.D.N <strong>de</strong>termine el comportamiento humano, y<br />
por tanto es inconcebible que sea el regulador <strong>de</strong> las dinámicas sociales; pero con el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong>l A.D.N, la<br />
i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un código genético, da luz a la esperanza <strong>de</strong> encontrar en él la raíz <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong>l ser humano;<br />
siendo esta inversamente proporcional al avance <strong>de</strong>l mapeado <strong>de</strong>l código. Consi<strong>de</strong>ra que el <strong>de</strong>terminismo genético<br />
cobra gran popularidad por su capacidad para producir una liberación <strong>de</strong>l ser humano <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> cambiar su<br />
vida personal y las dinámicas <strong>de</strong> su sociedad, ya que si el comportamiento <strong>de</strong>l individuo estuviese <strong>de</strong>terminado<br />
genéticamente, también lo estaría la configuración <strong>de</strong> nuestra estructura social, siendo por tanto inútil intentar<br />
cambiar o transformar esta (justificando <strong>de</strong> este modo que una sociedad sea egoísta, violenta, etc).<br />
Para I. Eibl-Eibesfeldt 9 el comportamiento y las capacida<strong>de</strong>s humanas, tendrían que ver con la genética(en<br />
el sentido en que se presentarían disposiciones <strong>de</strong> comportamiento y capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> percepción como algo innato;<br />
no siendo los modos <strong>de</strong> comportamiento, sino las estructuras orgánicas los que lo sustentarían) sin po<strong>de</strong>r ser<br />
reducibles a ellas. Consi<strong>de</strong>ra como un rasgo característico <strong>de</strong> la especie humana, la amplia gama <strong>de</strong> modos<br />
conductuales que permite la elección entre múltiples opciones.<br />
3. LA SOCIOBIOLOGÍA.<br />
Para disciplinas como la psicología social, la sociobiología resulta <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>bido a que postula la posible<br />
comprensión <strong>de</strong> la actividad social humana a partir <strong>de</strong> los principios implicados en la conducta social animal y <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
una perspectiva bioevoloucionista. El presupuesto a cerca <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> un gen egoísta, causante <strong>de</strong>l carácter<br />
competitivo que caracteriza la vida en sociedad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempos inmemoriales, constituye una hipótesis que suscita<br />
gran interés.<br />
C. Darwin, supuso que el principio <strong>de</strong> la selección natural podría ser aplicable a todos los individuos,<br />
siendo todo rasgo heredable y conservado en una especie durante generaciones, si este fuese <strong>de</strong>terminante para la<br />
supervivencia (los rasgos que no fuesen importantes <strong>de</strong>saparecerían con el tiempo). De acuerdo con esto, la<br />
selección natural favorecería a individuos poseedores <strong>de</strong> ciertos caracteres genéticos que serían la base <strong>de</strong> la<br />
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constitución <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s conductuales <strong>de</strong> las que <strong>de</strong>pendiera su supervivencia.<br />
Praxis Humana | Paloma Nido Suárez<br />
La sociobiología encontrará su punto fuerte en la presuposición <strong>de</strong> que todo comportamiento es una<br />
estrategia <strong>de</strong> carácter evolutivo que procura maximizar el éxito reproductivo y la perduración <strong>de</strong> la sociedad <strong>de</strong> la<br />
especie 10 (incluyendo todo tipo <strong>de</strong> constructo social como pue<strong>de</strong> ser la presencia <strong>de</strong> creencias místicas o religiosas,<br />
la xenofobia, la división <strong>de</strong> los roles sexuales…). Constituyéndose así la selección genética natural en la mo<strong>de</strong>ladora<br />
<strong>de</strong> los rasgos en los individuos y permitiendo por tanto (según sus presupuestos) el estudio <strong>de</strong> la estructura<br />
normativa, el comportamiento individual y el sistema <strong>de</strong> valores como órganos o extensiones <strong>de</strong> los genes que son<br />
fruto <strong>de</strong> la adaptación al medio <strong>de</strong> estos. Según E. Wilson (en su obra Sociobiología, 1975) los sociobiólogos buscan<br />
la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> comportamientos que provocan la transformación <strong>de</strong> la sociedad, <strong>de</strong> dos maneras diferentes: a)<br />
mediante la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> reglas sobre el comportamiento humano, y b) comparando al hombre con otras<br />
especies, con la finalidad <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar genes que subyazcan <strong>de</strong>l comportamiento social humano.<br />
Podría <strong>de</strong>cirse que los principales estudios en los que se centra la sociobiología son en los que hacen un<br />
análisis <strong>de</strong>l altruismo (Wilson lo consi<strong>de</strong>ra como el problema central <strong>de</strong> la sociobiología, por consi<strong>de</strong>rarse que este<br />
pudiera ser contrario a la reproducción), el sexo y la agresión haciendo referencia al comportamiento animal y<br />
humano.<br />
La sociobiología, como cualquier otra disciplina posee <strong>de</strong>fensores y <strong>de</strong>tractores. Entre los <strong>de</strong>fensores<br />
<strong>de</strong>staca el papel <strong>de</strong> M. Ruse (a parte, claro está, <strong>de</strong>l <strong>de</strong> Wilson) quien consi<strong>de</strong>ra que existen gran<strong>de</strong>s evi<strong>de</strong>ncias<br />
científicas a favor <strong>de</strong> la sociobiología (y justifica esta postura con la complejidad <strong>de</strong>l comportamiento social <strong>de</strong> los<br />
insectos que poseen <strong>de</strong> manera innata sin ningún tipo <strong>de</strong> interacción con el medio ambiente, lo cual ha <strong>de</strong> ser<br />
indudablemente genético). Pero también es importante resaltar el hecho <strong>de</strong> que Wilson, admite:<br />
“La biología es la clave <strong>de</strong> la naturaleza humana y las ciencias sociales no pue<strong>de</strong>n permitirse ignorar sus<br />
principios establecidos. Pero las ciencias sociales son potencialmente mucho más ricas en contenido 11 ”<br />
Entre los <strong>de</strong>tractores <strong>de</strong>stacarán S. Gould, R. Lewontin y M. Sahlins, quienes consi<strong>de</strong>rarán que los<br />
sociobiólogos intentan <strong>de</strong>mostrar la universalidad <strong>de</strong> la selección natural optimizadora como la explicación <strong>de</strong> todas<br />
las características <strong>de</strong> todos los organismos (en palabras <strong>de</strong>l propio Lewontin) y que para la sociobiología, la<br />
organización social no es nada más que el resultado conductual <strong>de</strong> la interacción <strong>de</strong> organismos que tiene<br />
inclinaciones biológicamente fijadas. Para diversidad <strong>de</strong> autores <strong>de</strong>l mismo pensar, la sociobiología no sería más<br />
que otra forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminismo genético o incluso <strong>de</strong> i<strong>de</strong>alismo.
Paloma Nido Suárez | Praxis Humana.<br />
4. CONCLUSIONES.<br />
De acuerdo con la perspectiva enunciada en el índice, y en términos <strong>de</strong> G. Bueno, la cultura objetiva no<br />
pue<strong>de</strong> ser explicada en términos <strong>de</strong> comportamiento etológico, ni agotada por las ciencias biológicas. No siendo<br />
posible <strong>de</strong>sarrollar la pretensión <strong>de</strong> la sociobiología <strong>de</strong> reducir el análisis <strong>de</strong> los cambios sociales a la constitución<br />
biológica <strong>de</strong> los individuos que la conforman (no se da un vínculo <strong>de</strong>mostrable científicamente entre la pertenencia a<br />
una <strong>de</strong>terminada raza y una conducta que sea común a esa raza). Así como tampoco, por tanto, pue<strong>de</strong> hacerse<br />
<strong>de</strong>saparecer la libertad <strong>de</strong>l individuo bajo el postulado <strong>de</strong> que toda la praxis humana está reducida a la información<br />
genética que resi<strong>de</strong> en nosotros y se va <strong>de</strong>sarrollando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento <strong>de</strong> la fecundación.<br />
Así también, otra cuestión a tener en cuenta es que, el comportamiento social humano tiene poco que ver<br />
con el comportamiento que entre animales pueda consi<strong>de</strong>rarse social; principalmente porque el comportamiento <strong>de</strong><br />
los animales está guiado por el instinto, y en nuestro caso, la inteligencia y el raciocinio nos han llevado a otro plano<br />
diferente (al plano <strong>de</strong>l animal racional).<br />
Los seres humanos somos conscientes <strong>de</strong> nosotros mismos, en la medida en la que a la hora <strong>de</strong> tomar una<br />
<strong>de</strong>cisión, somos conscientes <strong>de</strong> las razones por las que optamos por comportarnos <strong>de</strong> una manera y no <strong>de</strong> otra<br />
(tenemos libertad <strong>de</strong> praxis trascendiendo los instintos animales). De esta forma, aun admitiendo el<br />
condicionamiento biológico <strong>de</strong> nuestro comportamiento social, no pue<strong>de</strong>n ser aplicadas las mismas categorías para<br />
referirse al mundo humano y al mundo animal. Podría <strong>de</strong>cirse categóricamente que no existe una pre<strong>de</strong>terminación<br />
genética en los individuos, sino más bien una predisposición heredable y que se correspon<strong>de</strong>ría con tener mayores<br />
dotes para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> unas u otras acciones que otros individuos.<br />
La herencia genética y el entorno ambiental en el que se <strong>de</strong>sarrolla un individuo, no son entida<strong>de</strong>s<br />
autónomas que actúen <strong>de</strong> forma in<strong>de</strong>pendiente sobre el sujeto, sino que sería la interacción que se produce entre<br />
ambas, la que daría como resultado la praxis humana, y por tanto permitiría el ejercicio <strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong>l individuo.<br />
5. NOTAS:<br />
1<br />
12 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 2001, se publica al mismo tiempo la secuenciación <strong>de</strong>l genoma por parte <strong>de</strong> la empresa Celera<br />
Genomics (a la cabeza <strong>de</strong> la cual se encuentra Craig Venter) en la revista 'Science' y por parte <strong>de</strong> la empresa pública<br />
(que EE.UU había creado para investigar sobre esto) en la revista 'Nature'.<br />
2 R.PLOMIN, J.C DE FRIES, G. E. McCLEARN y P.McGUFFIN, Genética <strong>de</strong> la conducta, Ariel Ciencia,<br />
2ªedición, 2009.<br />
3<br />
Men<strong>de</strong>l formula sus leyes <strong>de</strong> la herencia en el marco teórico <strong>de</strong> lo que en su tiempo se entendía como estudio<br />
botánico y zootécnico <strong>de</strong> la hibridación (mezcla <strong>de</strong> progenies, razas y castas) y pretendía mejorar el conocimiento <strong>de</strong><br />
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la transmisión <strong>de</strong> los caracteres observables, tanto en los qu ese quería conservar la progenie, como en los que se<br />
intentaba eliminar o mejorar.<br />
4<br />
J.A ABRISQUETA, Perspectivas Actuales <strong>de</strong> la Genética Humana (pág.8)<br />
5<br />
Aunque no solo existe un tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminismo; existen varios y no todos sostienen el <strong>de</strong>terminismo Social a nivel<br />
individual.<br />
6<br />
P. CONRAD. The medicalization of society. On the transformation of human conditions into treatable disor<strong>de</strong>rs.<br />
(2007).<br />
7 I. EIBL-EIBESFELDT, El hombre preprogramado: lo hereditario como factor <strong>de</strong>terminante en el<br />
comportamiento humano (1977) versión española <strong>de</strong> Pedro Gálvez.<br />
8 A diferencia <strong>de</strong> Darwin, cuyo interés se centraba a nivel individual, para la sociobiología el interés se encuentra en<br />
po<strong>de</strong>r explicar la evolución <strong>de</strong> la organización social, en base a la genética.<br />
9<br />
E. O. Wilson, Sobre la naturaleza humana, FCE, México, 1980, pág. 30.<br />
6. BIBLIOGRAFÍA.<br />
Abrisqueta, José Antonio. Perspectivas actuales <strong>de</strong> la genética humana (C.S.I.C, centro <strong>de</strong> investigaciones<br />
biológicas).<br />
Bonilla Suárez, Uriel; Gonzalez Penalva, Carlos; Infiesta Molleda, Pablo J y Pérez Bacigalupe, Diego.<br />
Sociobiología e i<strong>de</strong>ología (Colección Cortinas <strong>de</strong> Humo, 1).<br />
Harris, Marvin. Introducción a la antropología general (2004, 7ª edición).<br />
Infiesta Molleda, Pablo J. Apuntes curso 2010-2011 facilitados en el aula.<br />
Lewontin, Richard, Rose, Steven y Kamin. No está en los genes (Crítica 1997).<br />
Wilson, Edward. Sobre la naturaleza humana (1980).<br />
Fragmentos <strong>de</strong> texto visualizados en la red:<br />
Ginnobili y Blanco, Gould y Lewontin contra el programa evolucionista, elucidación <strong>de</strong> críticas, (2007, São<br />
Paulo).<br />
Lewontin. A Story in Textbooks (1991).<br />
Soutullo. Biología, cultura y ética; “crítica <strong>de</strong> la sociobiología humana”.
Sandra Sánchez Sánchez | El problema <strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria en estudios genéticos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Marco Social.<br />
El problema <strong>de</strong> la Retinosis<br />
Pigmentaria en estudios genéticos<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Marco Social<br />
Sandra Sánchez Sánchez 1<br />
Resumen<br />
La Retinosis Pigmentaria es un conjunto <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s<br />
oculares <strong>de</strong> carácter <strong>de</strong>generativo y en la mayoría <strong>de</strong> los<br />
casos hereditario inmersa en la sociedad cuyo grupo nuclear<br />
para un estudio sociológico es la familia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong><br />
vista genético. Las soluciones a este grupo <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s<br />
son aún pocas e imprecisas, siendo necesaria la<br />
participación <strong>de</strong> las familias en estudios genéticos. Las<br />
soluciones futuras pue<strong>de</strong> que no lleguen a tiempo para los<br />
enfermos <strong>de</strong> hoy en día. La pregunta es: ¿Por qué se<br />
someten a unas pruebas que pue<strong>de</strong> que no les <strong>de</strong>n<br />
soluciones? ¿Qué Instituciones están involucradas en todo<br />
este proceso? ¿Cuáles son los puntos fuertes y débiles <strong>de</strong> los<br />
estudios científicos genéticos?<br />
1 Nació en Avilés, Asturias, el 10 <strong>de</strong> Enero <strong>de</strong> 1987. En el 2006<br />
obtuvo el Título <strong>de</strong> Bachiller en la modalidad <strong>de</strong> Humanida<strong>de</strong>s y<br />
Ciencias Sociales. En 2011 ha obtenido el título <strong>de</strong> Licenciado en<br />
Filosofía.<br />
Abstract<br />
Retinitis Pigmentosa is a set of ocular diseases. Its diagnostic<br />
is <strong>de</strong>generative and in many cases hereditary. The family<br />
from the genetic point of view is the nuclear group in or<strong>de</strong>r<br />
to make a sociological study. There are few solutions and<br />
solutions are imprecise, too. Genetic studies are nee<strong>de</strong>d to<br />
find solutions in the future, but nowadays, people who are<br />
affected can’t see those solutions. The questions are: Why<br />
does affected people do the genetic studies? What<br />
institutions are involved in this process? Which are the<br />
strengths and weaknesses of genetic studies?<br />
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Paloma Nido Suárez | Praxis Humana.<br />
El problema <strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria en estudios genéticos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Marco Social<br />
Sandra Sánchez Sánchez 2<br />
Introducción.<br />
Vamos a trabajar con una enfermedad, la Retinosis Pigmentaria, por ser una enfermedad que, en la mayoría<br />
<strong>de</strong> los casos, se adquiere por herencia genética. Cómo las asociaciones trabajan, ayudando a los afectados.<br />
Trataremos cómo son los casos en los que la enfermedad aparece genéticamente, que terapias y soluciones a largo<br />
plazo se han planteado. Lo más importante es ver si estas soluciones, a largo plazo planteadas, tienen algo <strong>de</strong><br />
i<strong>de</strong>alismo camuflado, <strong>de</strong> modo que dan esperanzas infundadas o es cierto que es un buen estudio. Si se formula esta<br />
pregunta es porque la retinosis es una enfermedad <strong>de</strong>generativa, que no tiene vuelta atrás. Por tanto, las soluciones<br />
futuras pue<strong>de</strong> que no sirvan para los enfermos <strong>de</strong> hoy en día, y, entonces, cabe preguntarse: ¿Tienen los enfermos<br />
total conciencia <strong>de</strong> que las soluciones serán para los futuros seres humanos que nazcan? ¿Los enfermos se someten<br />
a los diagnósticos genéticos, por altruismo, por falta <strong>de</strong> información o por una esperanza que proviene <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>alismo<br />
<strong>de</strong> que la ciencia pue<strong>de</strong> solucionarlo todo?<br />
Todo esto es lo que plantearemos intentando señalar los puntos fuertes y débiles <strong>de</strong> los estudios científicos<br />
genéticos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una explicación precisa <strong>de</strong> lo qué es esta enfermedad.<br />
1. ¿Qué es la Retinosis Pigmentaria y cuál es la afección? ¿Cuál es el <strong>número</strong> <strong>de</strong> personas que la sufren<br />
en España?<br />
La Retinosis Pigmentaria es una enfermedad ocular <strong>de</strong> carácter <strong>de</strong>generativo y hereditaria que produce una<br />
grave disminución <strong>de</strong> la capacidad visual. Dado su carácter <strong>de</strong>generativo, en la mayoría <strong>de</strong> los casos acaba su<br />
proceso en ceguera. Es una enfermedad que se manifiesta en la adolescencia, puesto que su progreso <strong>de</strong>generativo<br />
alcanza el grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>generación a<strong>de</strong>cuado para <strong>de</strong>tectarse en esta etapa.<br />
La retinosis es <strong>de</strong>generativa porque la pérdida visual progresa con el tiempo. Tanto el campo visual como la<br />
agu<strong>de</strong>za visual van reduciéndose paulatinamente a lo largo <strong>de</strong> la vida. No se trata <strong>de</strong> un fenómeno repentino, ni<br />
lineal.<br />
La enfermedad en cada persona tiene una evolución diferente, en algunas personas la <strong>de</strong>generación avanza<br />
muy rápido, en otras muy lento, y otras sufren periodos <strong>de</strong> <strong>de</strong>generación muy rápidos, pero tienen otros periodos en<br />
los que la enfermedad se estanca y avanza muy lentamente.<br />
También es necesario <strong>de</strong>cir que aunque en nuestro trabajo en la mayoría <strong>de</strong> los casos tratemos la Retinosis<br />
Pigmentaria como una totalidad, es <strong>de</strong>cir, una sola enfermedad, la Retinosis Pigmentaria en realidad son un grupo<br />
<strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s hereditarias cuya afección es la misma: pérdida primaria y progresiva <strong>de</strong> los fotorreceptores, que<br />
son los conos y bastones; y secundariamente <strong>de</strong> otras células retinianas. Pue<strong>de</strong> afectar exclusivamente al ojo, <strong>de</strong><br />
modo que será Retinosis Pigmentaria no sindrómica o pue<strong>de</strong> que se agrupe a otros síntomas que ya no tengan que<br />
ve con el ojo y en este caso será Retinosis Pigmentaria sindrómica.<br />
Hay varios síntomas que tienen las personas afectadas con esta enfermedad:<br />
2 Nació en Avilés, Asturias, el 10 <strong>de</strong> Enero <strong>de</strong> 1987. En el 2006 obtuvo el Título <strong>de</strong> Bachiller en la modalidad <strong>de</strong> Humanida<strong>de</strong>s y Ciencias<br />
Sociales. En 2011 ha obtenido el título <strong>de</strong> Licenciado en Filosofía.<br />
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El problema <strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria en estudios genéticos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Marco Social |Sandra Sánchez Sánchez<br />
− Ceguera nocturna: Es la primera manifestación <strong>de</strong> la enfermedad y durante muchos años pue<strong>de</strong><br />
ser la única. Dado que la enfermedad es <strong>de</strong> carácter genético, se pue<strong>de</strong> tener el rasgo genético <strong>de</strong> modo<br />
dominante o recesivo. Si se tiene el rasgo genético <strong>de</strong> modo dominante, entonces la ceguera nocturna<br />
aparecerá a partir <strong>de</strong> los 20 años. Si el rasgo genético es recesivo, entonces la ceguera nocturna se<br />
manifestará ya en la primera década <strong>de</strong> vida. También se manifestará en la primera década <strong>de</strong> vida si la<br />
enfermedad está asociada con el cromosoma X.<br />
Este síntoma se manifiesta <strong>de</strong> dos maneras diferentes: (1) Por la disfunción <strong>de</strong> los bastones; se observa<br />
mala visión en los ambientes con poca iluminación, ya que el ojo no se acostumbra a la penumbra pasado<br />
un tiempo. (2) Por la disfunción <strong>de</strong> los conos; hay una dificultad transitoria que consiste en que no es<br />
posible que el afectado distinga objetos al pasar <strong>de</strong> un ambiente iluminado a otro <strong>de</strong> baja iluminación. El<br />
tiempo <strong>de</strong> transición que necesita el ojo para acostumbrarse al nuevo entorno poco iluminado aumenta<br />
mucho.<br />
− Reducción progresiva <strong>de</strong>l campo visual: Hay una perdida <strong>de</strong> visión periférica. Es la llamada<br />
visión túnel o visión en cañón escopeta, en fases avanzadas <strong>de</strong> la enfermedad. Esto no permite ver objetos<br />
circundantes.<br />
− Disminución <strong>de</strong> la visión: Es la fase más avanzada <strong>de</strong> la enfermedad, dado que es el último<br />
síntoma que aparece. se altera la percepción <strong>de</strong> los colores, si la agu<strong>de</strong>za visual es menor <strong>de</strong> 5/10.<br />
Los signos clínicos:<br />
Los hallazgos oftalmoscópicos más característicos son: pigmentación retiniana <strong>de</strong> tipo espículas óseas,<br />
atenuación arteriolar y pali<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l disco óptico. También se observan con frecuencia lesiones en la retina<br />
central.<br />
Otras manifestaciones oculares son: miopía, cataratas subcapsulares posteriores y cambios <strong>de</strong>generativos <strong>de</strong>l<br />
vítreo. Con menos frecuencia se pue<strong>de</strong> observar queratocono, glaucoma o drusas <strong>de</strong>l nervio óptico i .<br />
El <strong>número</strong> <strong>de</strong> personas que sufren en España algún tipo <strong>de</strong> Retinosis Pigmentaria supera las 15.000<br />
personas, a<strong>de</strong>más se estima que 60.000 personas son portadoras <strong>de</strong> los genes <strong>de</strong>fectuosos y pue<strong>de</strong>n transmitir esta<br />
enfermedad a sus hijos.<br />
2. ¿Cuál es la causa <strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria?<br />
No se conocen aún cuales son los patogénicos <strong>de</strong> esta enfermedad. Sí se conocen una serie <strong>de</strong> genes<br />
específicos que se pue<strong>de</strong>n relacionar con la Retinosis Pigmentaria. Sin embargo, no hay una teoría científica aún<br />
que muestre porque genes mutados asociados con los bastones o con el epitelio pigmentario <strong>de</strong> la retina llevan a la<br />
<strong>de</strong>sestructuración <strong>de</strong> los fotorreceptores (conos y bastones).<br />
Vamos a acercarnos a la enfermedad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la escala genética que es la específica <strong>de</strong> nuestro trabajo.<br />
Dado que la Retinosis Pigmentaria es una enfermedad hereditaria, hay que acudir a los genes para buscar<br />
una correcta causa(s) genética(s) <strong>de</strong> la enfermedad. El problema, es que dado que la Retinosis Pigmentaria es, como<br />
<strong>de</strong>cíamos, un conjunto <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s, hay casos muy diferentes y los casos hereditarios también lo serán. Hay<br />
básicamente tres maneras <strong>de</strong> heredar la enfermedad:<br />
Retinosis Pigmentaria Autosómica Dominante:<br />
En estos casos es un padre o una madre él/la afectado/a. En cada embarazo habrá un 50% <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
que el hijo, fruto <strong>de</strong> la relación here<strong>de</strong> Retinosis Pigmentaria. Si los hijos no han heredado la enfermedad, no la<br />
transmitirán a su <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia. Esta forma <strong>de</strong> heredar la enfermad constituye entre el 15% y el 25% <strong>de</strong> los
Paloma Nido Suárez | Praxis Humana.<br />
afectados por Retinosis Pigmentaria.<br />
Retinosis Pigmentaria autosómica recesiva:<br />
En este caso los padres son portadores pero no pa<strong>de</strong>cen la enfermedad. Esto suce<strong>de</strong> porque tienen cada uno<br />
una única copia <strong>de</strong> gen con la mutación que causa la enfermedad. Si un hijo hereda <strong>de</strong> sus padres las dos copias <strong>de</strong><br />
los genes mutados, entonces pa<strong>de</strong>cerá la enfermedad. Si los hijos sólo heredan una, no pa<strong>de</strong>cerán la enfermedad<br />
pero serán portadores <strong>de</strong> ella. Aunque el riesgo <strong>de</strong> transmitirla es muy débil, salvo en el caso <strong>de</strong> que su pareja sea<br />
consanguínea. El riesgo <strong>de</strong> una pareja <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> tener hijos con Retinosis Pigmentaria es <strong>de</strong>l 25%. Este es el<br />
modo <strong>de</strong> herencia <strong>de</strong>l síndrome <strong>de</strong> Usher, <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n en el que la retinosis se asocia a un <strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> audición.<br />
Retinosis Pigmentaria recesiva ligada al sexo:<br />
En esta forma <strong>de</strong> transmisión, serán las mujeres las únicas transmisoras, pero sin pa<strong>de</strong>cerla. Esto es así<br />
porque en uno <strong>de</strong> sus cromosomas X tienen una copia <strong>de</strong> un gen mutado. Los hijos que here<strong>de</strong>n dicho cromosoma<br />
la pa<strong>de</strong>cerán. Las hijas, al ser XX, tendrán otra copia <strong>de</strong>l gen sin la mutación. Hay un 50% <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que<br />
los hijos varones pa<strong>de</strong>zcan la enfermedad y un 50% <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que las hijas sean portadoras sanas <strong>de</strong> la<br />
enfermedad. A<strong>de</strong>más, toda hija <strong>de</strong> padre con Retinosis Pigmentaria será portadora sana <strong>de</strong> la enfermedad. Si en una<br />
familia una mujer tiene un hijo con Retinosis Pigmentaria y otro familiar varón, entonces esa mujer será portadora<br />
sana <strong>de</strong> la enfermedad.<br />
Retinosis Pigmentaria esporádica:<br />
En la mayoría <strong>de</strong> los casos, casi la mitad, la Retinosis Pigmentaria es un caso esporádico o único en la<br />
familia. Es difícil en este tipo <strong>de</strong> casos <strong>de</strong>terminar como posibilita la transmisión <strong>de</strong> la enfermedad con un único<br />
miembro que la pa<strong>de</strong>ce. Los casos pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>l tipo recesivo, o bien <strong>de</strong>l tipo dominante en las que no existe una<br />
clara historia familiar que <strong>de</strong>termine las enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los antepasados, y en la que la Retinosis Pigmentaria <strong>de</strong><br />
uno <strong>de</strong> sus padres no sea severa o tenga un inicio más tardío <strong>de</strong> lo normal. O se pue<strong>de</strong> especular que sea una nueva<br />
mutación.<br />
2. 1. Sobre la herencia y el problema <strong>de</strong> la heterogeneidad.<br />
El gran problema que conlleva que la Retinosis Pigmentaria es que al ser un grupo <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s hay<br />
muchísimos genes implicados, cuyas mutaciones hacen aparecer la enfermedad. A día <strong>de</strong> hoy se conocen más <strong>de</strong><br />
100 genes implicados en la enfermedad, que se heredan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las diferentes maneras que vimos antes. No todos los<br />
genes implicados conllevan la misma gravedad <strong>de</strong> la enfermedad.<br />
La importancia <strong>de</strong> la herencia consiste exactamente en su estudio en familias particulares. Si se conoce la<br />
historia clínica familiar en su conjunto es más fácil averiguar cuál o cuáles son aquellos genes que sufren una<br />
mutación y cuáles son las futuras probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que dichos genes mutados se transmitan y cómo será dicha<br />
herencia, es <strong>de</strong>cir, cuál será el tipo <strong>de</strong> herencia que sufrirá en un futuro la posible <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia.<br />
Otro problema es el <strong>de</strong> la heterogeneidad genética que consiste en que un mismo gen pue<strong>de</strong> causar distintos<br />
tipos <strong>de</strong> <strong>de</strong>generaciones y una misma <strong>de</strong>generación se pue<strong>de</strong> haber dado por una alteración en distintos genes.<br />
Esto nos muestra que es muy difícil dar con un análisis genético claro. En primer lugar porque aunque se<br />
conozcan más <strong>de</strong> 100 genes, no se sabe exactamente cuál es su función y por tanto como una mutación en ellos<br />
pue<strong>de</strong> hacer que se <strong>de</strong>sarrolle la enfermedad. En segundo lugar, no se sabe cuáles son las combinaciones <strong>de</strong> genes<br />
mutados exactas que dan pie a que aparezca la enfermedad. Por último no se pue<strong>de</strong> afirmar con certeza cuando nos<br />
enfrentamos a una <strong>de</strong>generación si ésta está perpetrada por un solo gen mutado o han sido varios los que en su<br />
conjunto han dado lugar a la <strong>de</strong>generación. A<strong>de</strong>más, cuando nos enfrentamos a varias <strong>de</strong>generaciones se hace aún<br />
más complicado dar una conclusión acertada.<br />
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2. 2. Terapia génica y diagnósticos genéticos.<br />
El problema <strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria en estudios genéticos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Marco Social |Sandra Sánchez Sánchez<br />
La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una terapia génica es algo que se baraja para curar la Retinosis Pigmentaria. Consistiría en corregir las<br />
mutaciones <strong>de</strong> las células dañadas mediante la sustitución <strong>de</strong>l gen(es) alterado(s) por otro(s) sano(s). Sin embargo,<br />
dado el problema <strong>de</strong> la heterogeneidad genética y <strong>de</strong> que hablamos <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s, cuando hablamos<br />
<strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria es muy difícil llevar a cabo este tipo <strong>de</strong> solución para la enfermedad. No ya por la<br />
dificultad <strong>de</strong> sustitución <strong>de</strong> los genes afectados, sino por escoger a<strong>de</strong>cuadamente cuales son los genes dañados para<br />
po<strong>de</strong>r sustituirlos. Es por ello que la línea <strong>de</strong> investigación que hoy en día se persigue es hacer tratamiento<br />
genéticos <strong>de</strong> las familias, como veíamos en el punto anterior, para reconocer los genes que implican el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong><br />
la enfermedad en cada familia.<br />
A través <strong>de</strong> un estudio genético familiar es posible a<strong>de</strong>lantar un diagnóstico antes <strong>de</strong> los primeros síntomas<br />
<strong>de</strong> la enfermedad. Así como saber <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong> una familia cuáles están sanos y no van a <strong>de</strong>sarrollar la<br />
enfermedad, cuáles están sanos pero son portadores <strong>de</strong> una mutación o varias que pue<strong>de</strong>n transmitir por medio <strong>de</strong> la<br />
herencia genética y hacer diagnósticos prenatales. Esto contribuirá a prevenir la enfermedad. El valor fundamental<br />
es que con los estudios <strong>de</strong> las familias se podría hacer una clasificación <strong>de</strong> las alteraciones genéticas básicas para<br />
enten<strong>de</strong>r el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la enfermedad y para diagnosticar la enfermedad cada vez antes.<br />
Razones principales por las que hacer un diagnóstico genético ii :<br />
- Se conoce quienes son los portadores sanos <strong>de</strong> la enfermedad y quienes son las personas libres <strong>de</strong><br />
genes dañados.<br />
- Se verifican los diagnósticos <strong>de</strong> las personas que no se ajustan inicialmente al diagnóstico <strong>de</strong><br />
Retinosis Pigmentaria.<br />
- Se pue<strong>de</strong> ofrecer asesoramiento genético.<br />
- Se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar la labor investigadora<br />
Lo importante <strong>de</strong>l análisis genético familiar es establecer el patrón <strong>de</strong> herencia y saber si existe<br />
consanguinidad familiar. La Retinosis Pigmentaria Autosómica Dominante y la Retinosis Pigmentaria autosómica<br />
recesiva ligada al sexo tienen la capacidad <strong>de</strong> transmitirse con gran éxito a lo largo <strong>de</strong> generaciones, por lo tanto es<br />
importante estudiar los árboles genealógicos <strong>completo</strong>s.<br />
Lo importante, según investigadores y afectados, es encontrar portadores <strong>de</strong> genes dañados ya que así se<br />
previene el riesgo <strong>de</strong> transmisión.<br />
Según el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> herencia se pue<strong>de</strong> sospechar que gen(es) son los que están implicados en una familia.<br />
Por lo tanto, tomando muestras <strong>de</strong> sangre <strong>de</strong> cada miembro <strong>de</strong> la familia se harán las lecturas <strong>de</strong> los genes <strong>de</strong> los<br />
cuales se sospeche que tienen una mutación o están alterados. Cuando se reconoce que gen o genes están dañados<br />
se pue<strong>de</strong> hacer un diagnóstico <strong>de</strong> la familia y las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> transmisión a las futuras generaciones. Sin<br />
embargo, cada gen conocido explica muy pocas familias y en cada familia el gen que causa la patología es distinto.<br />
Para el diagnóstico genético se usan ensayos automatizados mediante el sistema APEX (arrayed primer<br />
extensión) que inmoviliza sobre un soporte sólido inerte (chip) los fragmentos <strong>de</strong> ADN que contienen las<br />
mutaciones <strong>de</strong>scritas en 13 genes arRP. Los fragmentos <strong>de</strong> ADN se comparan por hibridación con el ADN <strong>de</strong>l<br />
paciente y así se <strong>de</strong>termina si existe mutación. Pero mediante este proceso sólo se pue<strong>de</strong>n diagnosticar mutaciones<br />
ya conocidas (que son las que contiene el chip).<br />
Un nuevo proyecto <strong>de</strong> diagnóstico indirecto automatizado <strong>de</strong> 22 genes arRP y LCA requiere partir <strong>de</strong> una<br />
familia, no <strong>de</strong> individuos aislados y su objetivo consiste en separar aquellos genes que no causan Retinosis<br />
Pigmentaria para <strong>de</strong>spués, mediante un diagnóstico ya directo, analizar aquellos genes en los que pue<strong>de</strong> haber<br />
mutaciones que provoquen Retinosis Pigmentaria. Con este enfoque diferente se intentarán encontrar genes nuevos<br />
que produzcan Retinosis Pigmentaria.
Paloma Nido Suárez | Praxis Humana.<br />
También es posible, cuando se reconoce la mutación, hacer un diagnóstico genético preimplatacional para<br />
aquellas familias que <strong>de</strong>seen tener hijos pero tengan la dificultad <strong>de</strong> ser portadores <strong>de</strong> la enfermedad o afectados. La<br />
<strong>de</strong>finición a<strong>de</strong>cuada sería: un conjunto <strong>de</strong> procedimientos <strong>de</strong>stinados al diagnóstico <strong>de</strong> un <strong>de</strong>fecto genético,<br />
mediante la biopsia y análisis in Vitro <strong>de</strong> una célula embrionaria, con el objetivo <strong>de</strong> evitar la transmisión <strong>de</strong> una<br />
enfermedad hereditaria a la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia en parejas con historial <strong>de</strong> riesgo iii . Mediante fecundación in Vitro se<br />
obtienen varios embriones y en el primer estadio, cuando los embriones tienen <strong>de</strong> 4 a 8 células, se escogen aquellos<br />
que no sean portadores <strong>de</strong> la mutación. Es la mejor opción puesto que la otra alternativa era el diagnóstico prenatal.<br />
Con el análisis preimplantacional el diagnóstico se hace antes <strong>de</strong>l embarazo y, a<strong>de</strong>más, hay una reducción <strong>de</strong> las<br />
posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que el feto sea portador <strong>de</strong> la enfermedad y, por tanto, también reduce las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tener<br />
que interrumpir el embarazo. Las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia sea sana al término <strong>de</strong> un embarazo son<br />
superiores al 99%.<br />
En el caso <strong>de</strong> la Retinosis Ligada al sexo Recesiva se escoge el sexo ya que la técnica <strong>de</strong> reconocimiento <strong>de</strong><br />
la presencia <strong>de</strong>l cromosoma Y se pue<strong>de</strong> hacer sin necesidad <strong>de</strong> buscar el gen responsable <strong>de</strong> la enfermedad. Pero en<br />
estos casos las parejas renunciarán a tener hijos varones y hay un 50& <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que las hijas sean<br />
portadoras. Con el análisis preimplantacional se seleccionarán embriones sanos con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> si son <strong>de</strong> sexo<br />
masculino o femenino y, a<strong>de</strong>más, ya no continuaría la transferencia <strong>de</strong> la enfermedad a las siguientes generaciones.<br />
Sin embargo, el problema <strong>de</strong> esta técnica es que se tiene que conocer con exactitud la alteración genética que<br />
produce la Retinosis Pigmentaria.<br />
La terapia génica es prácticamente imposible a día <strong>de</strong> hoy, sin embargo, se cree que cuando se pueda<br />
manipular los genes para corregir mutaciones a nivel molecular, se podrá utilizar la información celular con fines<br />
terapéuticos a partir <strong>de</strong> los diagnósticos familiares.<br />
3. El problema <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong> terapias.<br />
El problema básico que encuentran los grupos <strong>de</strong> investigación ante una posible terapia no es otro que un<br />
obstáculo social. Los proyectos <strong>de</strong> investigación se enfrentan a la propiedad industrial. Esto ocurre porque el<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un fármaco pue<strong>de</strong> tardar <strong>de</strong> 10 a 12 años <strong>de</strong> media y a<strong>de</strong>más necesita <strong>de</strong> una gran financiación<br />
(estamos hablando <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> euros) antes <strong>de</strong> tratar (experimentar) con los pacientes incluso. En todo ensayo<br />
clínico se exige que haya varias fases (ensayos preclínicos, ensayos clínicos Fase I y ensayos clínicos Fase II y<br />
ensayos clínicos Fase III) y en estos se pi<strong>de</strong> el mínimo riesgo posible y, posteriormente, asegurar un mínimo <strong>de</strong><br />
eficacia.<br />
La financiación <strong>de</strong> más coste es aportada por las farmacéuticas. Pero sólo se harán cargo las farmacéuticas<br />
<strong>de</strong> estos gran<strong>de</strong>s gastos si mediante patentes y otros títulos <strong>de</strong> propiedad industrial, les pertenecerá en exclusiva a<br />
ellas la explotación <strong>de</strong>l futuro medicamento, durante algunos años.<br />
El problema es que los grupos <strong>de</strong> investigación que hayan publicado sus observaciones, cosa que ocurre con<br />
mucha normalidad para estabilizar la situación laboral <strong>de</strong> los investigadores y promocionarlos y conseguir aún más<br />
financiaciones para sus futuras investigaciones, es que ya no podrán utilizar terapéuticamente su trabajo. Ante los<br />
datos publicados muchos otros investigadores tendrán acceso a ellos y podrán también crear proyectos <strong>de</strong> terapias,<br />
con lo cual las farmacéuticas al no tener el monopolio <strong>de</strong> un medicamento no financiarán su investigación. Los<br />
propios investigadores reconocen que muchas terapias se pue<strong>de</strong>n estar perdiendo por la falta <strong>de</strong> financiación <strong>de</strong> las<br />
farmacéuticas.<br />
4. Implicaciones Sociológicas y Filosóficas. Conclusiones.<br />
Vamos ahora a tratar el tema <strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria trascen<strong>de</strong>ntemente, puesto que hasta ahora hemos<br />
hablado <strong>de</strong> la enfermedad inmanentemente: causas, terapias, etc. En primer lugar, vamos a registrar algunas <strong>de</strong> las<br />
instituciones relacionadas con la Retinosis Pigmentaria según nuestros datos. Posteriormente vamos a registrar cuál<br />
es la unidad social <strong>de</strong>terminante en esta enfermedad. Finalmente, vamos a <strong>de</strong>sarrollar una serie <strong>de</strong> cuestiones acerca<br />
<strong>de</strong>l juicio que proponemos aquí <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todos estos datos y una serie <strong>de</strong> conclusiones respecto <strong>de</strong> ellos.<br />
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El problema <strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria en estudios genéticos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Marco Social |Sandra Sánchez Sánchez<br />
Las instituciones principales implicadas con la Retinosis Pigmentaria y otras enfermeda<strong>de</strong>s asociadas con<br />
ella con las diferentes asociaciones <strong>de</strong> Retinosis Pigmentaria <strong>de</strong> ámbito local. En total son dieciocho las<br />
asociaciones cada una con sus miembros asociados iv . A su vez, estas asociaciones están coordinadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> FARPE<br />
que es la Fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Asociaciones <strong>de</strong> Retinosis Pigmentaria <strong>de</strong> España, que las contiene a todas ellas. FARPE<br />
trabaja conjuntamente con FUNDALUCE que es la Fundación Lucha Contra la Ceguera. FARPE tiene entre sus<br />
propósitos promover la investigación médico-científica, favorecer la captación <strong>de</strong> recursos y la cooperación entre<br />
los grupos <strong>de</strong> asistencia, y a<strong>de</strong>más, impulsar la asistencia sanitaria a los afectados. La labor <strong>de</strong> las asociaciones <strong>de</strong><br />
las comunida<strong>de</strong>s autónomas tiene más un carácter <strong>de</strong> divulgación <strong>de</strong> la enfermedad para promover la toma <strong>de</strong><br />
conciencia individual y colectiva. Ofrecen a los afectados, servicio <strong>de</strong> orientación, asesoramiento y sensibilización.<br />
A<strong>de</strong>más, las asociaciones tienen personal profesional y voluntario que ayuda a las personas con Retinosis<br />
Pigmentaria y enfermeda<strong>de</strong>s asociadas, que es coordinado por la FARPE. Se atien<strong>de</strong> a los afectados y posibles<br />
afectados indicándoles qué <strong>de</strong>ben hacer según su situación. El principal objetivo científico <strong>de</strong> la FARPE es realizar<br />
el diagnóstico genético con la realización <strong>de</strong> árbol genealógico familiar (<strong>de</strong> afectados y portadores) <strong>de</strong> todas las<br />
generaciones posibles a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> dar ayudas para la investigación a diferentes grupos <strong>de</strong> investigadores. A su vez<br />
FUNDALUCE recibe donativos públicos y privados. La ONCE, Organización Nacional <strong>de</strong> Ciegos Españoles es<br />
otra <strong>de</strong> las instituciones implicadas con la Retinosis Pigmentaria. Su implicación consiste en la prestación <strong>de</strong><br />
servicios sociales para las personas ciegas o con <strong>de</strong>ficiencia visual grave. Busca la autonomía <strong>de</strong> sus afiliados en los<br />
ámbitos <strong>de</strong> la vida generales: social, laboral y familiar. La ONCE nació en España el 13 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1938, con<br />
el fin <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r dar un trabajo a las personas discapacitadas por ceguera total o parcial, mediante un <strong>de</strong>creto se<br />
otorgó la explotación <strong>de</strong>l cupón prociegos a aquellos que estuviesen afiliados a la ONCE. Miles <strong>de</strong> personas hoy en<br />
día juegan el cupón. Mediante la ONCE, posteriormente se consiguieron nuevos puestos para los ciegos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />
centros <strong>de</strong> formación, <strong>de</strong> modo que los propios afiliados contasen con otras posibilida<strong>de</strong>s aparte <strong>de</strong> la <strong>de</strong> ser<br />
ven<strong>de</strong>dores. Muchos <strong>de</strong> los afectados por la Retinosis Pigmentaria trabajan en esta organización, principalmente<br />
como ven<strong>de</strong>dores. El hecho <strong>de</strong> tener en España una organización como la ONCE hace que sociológicamente el<br />
tema <strong>de</strong> la ceguera se mantenga en auge siendo <strong>de</strong>terminante para la aparición posterior <strong>de</strong> instituciones <strong>de</strong><br />
enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ceguera específicas y no sólo estas, pues la ONCE, a día <strong>de</strong> hoy, también tiene entre sus afiliados<br />
personas con otras discapacida<strong>de</strong>s.<br />
La unidad social mínima relevante para un estudio sociológico <strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria es la familia. Por<br />
ser una enfermedad hereditaria en la que los estudios genéticos son tan importantes, los individuos enfermos o<br />
portadores por separado no tienen un interés tan importante v . Los investigadores al enfrentarse a la investigación <strong>de</strong><br />
la búsqueda <strong>de</strong> los genes que implican la Retinosis Pigmentaria, por ser un grupo <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s y por el<br />
problema <strong>de</strong> la heterogeneidad genética, tienen que basar sus investigaciones a escala familiar. Las diversas<br />
Asociaciones <strong>de</strong> Retinosis Pigmentaria <strong>de</strong> España tienen entre sus miembros a familias completas que facilitan sus<br />
datos genéticos para las investigaciones científicas. No se conocen aún todas las mutaciones <strong>de</strong> los genes mediante<br />
los que aparece la enfermedad. Esto hace que los estudios genéticos <strong>de</strong> muchas familias no tengan una solución<br />
acertada acerca <strong>de</strong> cuál(es) gen(es) están alterados. A<strong>de</strong>más, la cantidad <strong>de</strong> genes asociados a esta enfermedad hace<br />
<strong>de</strong> cada familia un caso específico <strong>de</strong> estudio, con lo cuál, en cuanto al estudio genético es muy difícil hacer <strong>de</strong> él<br />
un estudio general. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que en muchos casos la Retinosis Pigmentaria va asociada a un grupo <strong>de</strong><br />
enfermeda<strong>de</strong>s más amplio vi , con lo que se hará más difícil el estudio genético aquí. Tampoco habrá una solución<br />
general para el grupo <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s que componen la Retinosis Pigmentaria, sino que cada grupo <strong>de</strong> familias<br />
asociadas con uno o varios genes tendrán que ser tratadas <strong>de</strong> manera diferente. De ahí el interés por hacer un árbol<br />
genealógico familiar <strong>de</strong> todas las generaciones posibles. Cuantas más familias se presten a los análisis genéticos,<br />
más probabilida<strong>de</strong>s hay <strong>de</strong> avanzar científicamente en la enfermedad.<br />
Después <strong>de</strong> todo lo anteriormente dicho, po<strong>de</strong>mos enfatizar que en la Retinosis Pigmentaria el todo no es la<br />
suma <strong>de</strong> las partes, sino que cada enfermedad es <strong>de</strong>masiado específica con respecto a las <strong>de</strong>más. A<strong>de</strong>más, la génesis<br />
<strong>de</strong> la enfermedad según a que gen o genes esté asociada es muy diferente en cada caso. Cuando se obtuviese la<br />
totalidad <strong>de</strong> genes asociados con este grupo <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s, habría que hacer una clasificación en grupos <strong>de</strong><br />
familias que tuviesen genes dañados compartidos y hacer funciones respecto <strong>de</strong> qué enfermedad específica <strong>de</strong> la<br />
Retinosis Pigmentaria está asociada a cada familia. De este modo tendríamos una posible clasificación en la que<br />
enclasar cada gen o grupo <strong>de</strong> genes con el tipo <strong>de</strong> enfermedad <strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria. Sin embargo, el<br />
problema consiste precisamente en encontrar todos los genes dañados asociados con la enfermedad. La<br />
heterogeneidad genética núcleo <strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria hace <strong>de</strong> esta enfermedad una <strong>de</strong> las más difíciles <strong>de</strong>
Paloma Nido Suárez | Praxis Humana.<br />
investigar. Del mismo problema se extrae que haya que estudiar muchas familias para po<strong>de</strong>r encontrar los genes, la<br />
necesidad <strong>de</strong>l gran grupo <strong>de</strong> gente que se necesita para las investigaciones científicas surge también el problema <strong>de</strong><br />
dar cuenta con soluciones genéticas para la enfermedad.<br />
Hay otros problemas asociados que también son importantes. La necesidad <strong>de</strong>l estudio genético familiar,<br />
hace que se reduzca el <strong>número</strong> <strong>de</strong> casos posibles para estudiar. No todos los miembros <strong>de</strong> cada familia están<br />
dispuestos a hacerse análisis genéticos y, por ello, los resultados genéticos no son tan específicos como se quisiera.<br />
También está el hecho <strong>de</strong> que hoy en día los análisis genéticos se centran en familias nucleares (padres e hijos) en<br />
don<strong>de</strong> no se tiene constancia <strong>de</strong>l historial clínico <strong>de</strong> los antepasados y en don<strong>de</strong>, si los abuelos ya han fallecido los<br />
estudios genéticos tampoco son tan específicos como se <strong>de</strong>sea. Esta es otra <strong>de</strong> las razones por las cuales<br />
enten<strong>de</strong>mos que la familia es la unidad mínima social relevante para el estudio sociológico <strong>de</strong> esta enfermedad.<br />
Por no mencionar un problema genérico <strong>de</strong> todo lo que tiene que ver con el tema <strong>de</strong>l genoma humano que es<br />
que a pesar <strong>de</strong> que ha secuenciado, muchos <strong>de</strong> los genes que <strong>de</strong> él se conocen aún no se sabe cuáles son sus<br />
funciones, entre ellos pue<strong>de</strong> que genes relacionados la retina y sus procesos.<br />
También tenemos el problema <strong>de</strong> las patentes que es el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> propiedad industrial que hace que las<br />
farmacéuticas no quieran hacerse cargo <strong>de</strong>l coste las financiaciones. Esto hace <strong>de</strong>saparecer opciones <strong>de</strong> terapias<br />
tanto <strong>de</strong> tipo génico como mediante fármacos u otras opciones y hacen que las investigaciones científicas se vayan<br />
por otros <strong>de</strong>rroteros.<br />
Otro problema es el <strong>de</strong> la metodología <strong>de</strong> la investigación. ¿Qué investigar primero la enfermedad en su<br />
totalidad y dando cuenta <strong>de</strong> todo lo que la favorece (incluyendo el amplio estudio genético) o buscar soluciones<br />
respecto <strong>de</strong> lo que se conoce <strong>de</strong> la enfermedad; o bien una tercera opción, intentar buscar soluciones e investigar a<br />
la vez la Retinosis Pigmentaria para ir aumentando la información que tenemos sobre ella? Parece que se ha tendido<br />
hacia esta tercera opción, aunque no po<strong>de</strong>mos afirmar si esto ha sido <strong>de</strong>cidido o casualmente la estrategia funciona<br />
así. Me aventuraría a <strong>de</strong>cir que no se ha <strong>de</strong>cidido nada por la cantidad <strong>de</strong> grupos heterogéneos relacionados con la<br />
enfermedad, asociaciones, fe<strong>de</strong>raciones y grupos <strong>de</strong> investigación. Sin embargo, tampoco diría que ha sido tomada<br />
casualmente esta metodología porque hay muchas personas (familias enteras incluso) implicadas en las<br />
investigaciones científicas; bien porque son sujetos <strong>de</strong> estudio o han ofrecido donativos para las causas relacionadas<br />
con la Retinosis Pigmentaria. Por no hablar <strong>de</strong> las asociaciones y empresas que financian los proyectos <strong>de</strong><br />
investigación vii . Por tanto, sino apareciesen investigaciones relacionadas con posibles soluciones o terapias para la<br />
Retinosis Pigmentaria, que a<strong>de</strong>más se pudieran comercializar, las personas estarían menos dispuestas a participar en<br />
análisis genéticos. Tampoco se recibirían tantos donativos, privados, públicos o particulares.<br />
Por último vamos a tomar las cuestiones que nos hacíamos en la introducción. ¿Tienen los enfermos total<br />
conciencia <strong>de</strong> que las soluciones serán para los futuros seres humanos que nazcan? ¿Los enfermos se someten a los<br />
diagnósticos genéticos, por altruismo, por falta <strong>de</strong> información o por una esperanza que proviene <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>alismo <strong>de</strong><br />
que la ciencia pue<strong>de</strong> solucionarlo todo?<br />
En primer lugar, no creo que enfermos o personas portadoras se sometan a los diagnósticos sin la<br />
información necesaria. Los diagnósticos genéticos son para encontrar qué genes están afectados por mutaciones. En<br />
el caso <strong>de</strong> diagnósticos genéticos familiares son para buscar, a<strong>de</strong>más, mujeres portadoras <strong>de</strong> la enfermedad. Sin<br />
embargo, los diagnósticos genéticos no ofrecen una solución, ni inmediata ni mediata para la mayoría <strong>de</strong> los casos,<br />
sólo es un análisis para catalogar qué genes dañados están implicados y ver qué personas <strong>de</strong> la familia son<br />
portadores y cuales están enfermas y cómo.<br />
La cuestión va encaminada a erradicar la enfermedad escogiendo nuestra herencia. Es <strong>de</strong>cir, eligiendo la<br />
carga genética <strong>de</strong> nuestros hijos. También, muchas <strong>de</strong> las personas que sean enfermas o mujeres portadoras podrán<br />
<strong>de</strong>cidir no tener hijos para no traer al mundo personas enfermas o utilizar técnicas como el diagnóstico<br />
preimplantacional, en el caso <strong>de</strong> que se conozca el gen o genes asociados con la enfermedad en su familia. La<br />
familia goza <strong>de</strong> todo el peso en el caso <strong>de</strong> los estudios genéticos. Un individuo que se somete a las pruebas<br />
genéticas sabe que en muchos casos lo máximo a lo que pue<strong>de</strong> aspirar es a conocer aquellos genes en los que está la<br />
mutación que hace que aparezca la enfermedad. Sin embargo el interés <strong>de</strong> los afectados respecto <strong>de</strong> las pruebas<br />
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2012<br />
El problema <strong>de</strong> la Retinosis Pigmentaria en estudios genéticos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Marco Social |Sandra Sánchez Sánchez<br />
tiene varias razones. En primer lugar, no hay altruismo a la hora <strong>de</strong> hacerse un estudio genético; dado que el<br />
reconocimiento <strong>de</strong> los genes que conllevan una mutación pue<strong>de</strong> ayudar a erradicar la enfermedad en los hijos <strong>de</strong> los<br />
afectados, manteniendo un control, incluso, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antes <strong>de</strong>l embarazo. En el caso <strong>de</strong> familias con hijos pequeños ya<br />
afectados, la solución siendo a largo plazo se encamina a erradicar la enfermedad <strong>de</strong> los niños <strong>de</strong> la familia en un<br />
futuro. De ahí que las organizaciones mantengan unidas a todas las familias exponiendo mensajes <strong>de</strong> esperanza y <strong>de</strong><br />
nuevos avances, que llegan con cuentagotas.<br />
Más bien, el mensaje <strong>de</strong> FUNDALUCE y las asociaciones es un mensaje doble, por un lado, a nivel<br />
individual estoico, la enfermedad es muy dura pero se pue<strong>de</strong> sobrellevar y por otro lado a nivel global hay una<br />
esperanza casi irracional <strong>de</strong>l progreso <strong>de</strong> la ciencia en crear una solución (que, en realidad, serían soluciones) para<br />
la ceguera. Algo que como hemos visto aquí es muy difícil, por la amplitud <strong>de</strong> problemas que conlleva la<br />
investigación <strong>de</strong> esta enfermedad. A<strong>de</strong>más, estamos hablando siempre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el marco nacional español. En otras<br />
partes <strong>de</strong>l mundo apenas se conoce dicha enfermedad y menos aún las personas se pue<strong>de</strong>n costear los gastos <strong>de</strong><br />
análisis genéticos, ya que no hay asociaciones que las costeen y sólo personas <strong>de</strong> bastantes recursos pue<strong>de</strong>n hacerlo.<br />
Con lo cual, en el mundo globalizado en el que vivimos, con familias multiculturales, será muy difícil hacer un<br />
<strong>completo</strong> análisis <strong>de</strong> la enfermedad. Son muy pocas familias las que acce<strong>de</strong>n a los diagnósticos genéticos, con lo<br />
cuál la información que <strong>de</strong> ellos obtenemos no es suficiente. Por lo tanto, habría que plantearse si los estudios<br />
genéticos son tan importantes como parece o habría que intentar buscar otras soluciones alternativas, que <strong>de</strong> hecho<br />
existen y se están probando. La Retinosis Pigmentaria es <strong>de</strong>generativa y aunque se solucionase el problema <strong>de</strong> la<br />
retina y <strong>de</strong> los fotorreceptores, no se saben aún que posibilida<strong>de</strong>s hay <strong>de</strong> que las conexiones cerebrales asociadas a<br />
la vista <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la luz recibida por el nervio óptico pudiesen formatearse <strong>de</strong> nuevo en imágenes. Se cree que en<br />
algunos casos no seria posible recuperar la vista, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, no se cree que se recupere al 100%. Con lo cual<br />
parece que las soluciones que tienen que ver con la genética asociada a la Retinosis Pigmentaria no son para los<br />
hombres <strong>de</strong> hoy en día.<br />
i Artículo extraído <strong>de</strong> “Retinosis Pigmentaria. Guía informativa”. Editada por la Asociación <strong>de</strong> Retinosis Pigmentaria <strong>de</strong> Navarra.<br />
ii Conferencia ¿Es útil <strong>de</strong>tectar a los portadores <strong>de</strong> retinosis pigmentaria? Goldaracena, Begoña. Curso <strong>de</strong> Retina Organizado por la Facultad <strong>de</strong><br />
Medicina <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Navarra.<br />
iii GALLARDO, Dominique y VIDAL, Francisco. Diagnóstico genético preimplantacional <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s hereditarias. Aplicación a la<br />
Retinosis Pigmentaria. <strong>Revista</strong> Visión nº 30 EDITA: FARPE (Fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Asociaciones <strong>de</strong> Retinosis Pigmentaria <strong>de</strong> España).<br />
iv Las asociaciones a nivel local son: 1) A. A. R. P. Asociación Andaluza <strong>de</strong> Retinosis Pigmentaria. 2) A. A. R. P. Asociación Aragonesa <strong>de</strong><br />
Retinosis Pigmentaria. 3) A. A. R. P. Asociación Asturiana <strong>de</strong> Retinosis Pigmentaria 4) Asociación Canaria <strong>de</strong> Retinosis Pigmentaria 5) A. C.<br />
A. R. P. Asociación Cántabra <strong>de</strong> Afectados por Retinosis Pigmentaria. 6) Asociación <strong>de</strong> Castilla-La Mancha. 7) A. C. L. A. R. P. Asociación<br />
Castellano Leonesa <strong>de</strong> Afectados por Retinosis Pigmentaria 8) A. A. R. P. C. Asociación <strong>de</strong> Afectados por Retinosis Pigmentaria <strong>de</strong> Catalunya.<br />
9) A. E. R. P. Asociación Extremeña <strong>de</strong> Retinosis Pigmentaria 10) A. G. A. R. P. Asociación Gallega <strong>de</strong> Afectados por Retinosis Pigmentaria.<br />
11) Asociación <strong>de</strong> Murcia. 12) A. R. P. N. Retina Navarra. 13) A. A. R. P. C. V. Asociación <strong>de</strong> Afectados por Retinosis Pigmentaria <strong>de</strong> la<br />
Comunidad Valenciana 14) Asociación <strong>de</strong> Afectados por Retinosis Pigmentaria <strong>de</strong> Alicante. 15) Asociación <strong>de</strong> Afectados <strong>de</strong> Retinosis<br />
Pigmentaria <strong>de</strong> Euskadi. 16) Asociación Retina Madrid. 17) Asociación <strong>de</strong> Afectados por Retinosis Pigmentaria <strong>de</strong> Giupúzcoa. 18) Asociación<br />
Cántabra <strong>de</strong> Afectados por Retinosis Pigmentaria.<br />
v Nuestro trabajo ha enfatizado el nivel genético <strong>de</strong> la enfermedad, aunque en otros enfoques <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> la enfermedad y otras posibles<br />
terapias no génicas podría ser el individuo podría ser más importante que la familia.<br />
vi Entre estas enfermeda<strong>de</strong>s está el Síndrome <strong>de</strong> Bar<strong>de</strong>t-Biedl y el Síndrome <strong>de</strong> Usher, las cuales sólo vamos a mencionar puesto que se salen <strong>de</strong>l<br />
estudio específico <strong>de</strong> nuestro trabajo.<br />
vii En el año 2008 entre el 1 <strong>de</strong> mayo y el 31 <strong>de</strong> octubre, FUNDALUCE recibió 19. 515,07 €, <strong>de</strong> los que los donativos privados fueron 9.955,07 €<br />
y 3.560 € <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s públicas y privadas. Datos recogidos <strong>de</strong> la <strong>Revista</strong> Visión nº 33. que edita FARPE.
Adrián J. Carbajales Terés | La i<strong>de</strong>ología en torno a la genética en la ciencia-ficción.<br />
La i<strong>de</strong>ología en torno a la genética<br />
en la ciencia‐ficción<br />
Adrián J. Carbajales Terés<br />
Resumen<br />
Que el Proyecto Genoma Humano no está libre <strong>de</strong><br />
controversia i<strong>de</strong>ológica se ve bien a través <strong>de</strong> su<br />
incorporación <strong>de</strong> su temática al género <strong>de</strong> la ciencia ficción.<br />
En 1990, arranca el PGH y Michael Crichton escribe Parque<br />
Jurásico, novela en la que un acaudalado empresario<br />
recupera ADN <strong>de</strong> dinosaurios a partir <strong>de</strong> mosquitos<br />
conservados en ámbar y crea un zoo en el que se exhiben.<br />
Se repite en este caso el tópico <strong>de</strong> la crítica i<strong>de</strong>ológica según<br />
el cual al científico se le acaba yendo <strong>de</strong> las manos su propia<br />
creación como en Frankenstein. El hecho <strong>de</strong> que en 1993<br />
Steven Spielberg la llevará al cine, produciendo la película<br />
que por aquel entonces consiguió las mayores ganancias <strong>de</strong><br />
la historia, sólo muestra que la crítica i<strong>de</strong>ológica es más<br />
rentable literariamente que el tópico i<strong>de</strong>ológico positivista<br />
como en el vi<strong>de</strong>ojuego <strong>de</strong> estrategia Civilization: Call to<br />
Power, don<strong>de</strong> el Proyecto Genoma Humano juega el mismo<br />
papel que Chichen Itza, la Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> Confucio o el<br />
Laboratorio <strong>de</strong> Edison. Sus efectos son los siguientes: la<br />
civilización que <strong>de</strong>scodifique el Genoma recibe un aumento<br />
<strong>de</strong>l diez por ciento <strong>de</strong> la natalidad, y aumenta también la<br />
fuerza <strong>de</strong> sus unida<strong>de</strong>s.<br />
Abstract<br />
That the Human Genome Project is not free of i<strong>de</strong>ological<br />
controversy is either through incorporation of its subject to<br />
the genre of science fiction. In 1990, started the HGP<br />
and Michael Crichton wrote Jurassic Park novel in which a<br />
wealthy businessman recovered dinosaur<br />
DNA from mosquitoes preserved in amber and<br />
make a zoo in which are exhibited. Repeated in this case the<br />
topic of i<strong>de</strong>ology critique according to which the scientist is<br />
just getting out of handhis own<br />
creation as Frankenstein. The fact that Steven Spielberg in<br />
1993 to film producing the film at that time got the biggest<br />
profits in history, only shows that i<strong>de</strong>ological critique is<br />
literally more profitable than the positivist i<strong>de</strong>ological<br />
topic in the strategy game Civilization : Call<br />
to Power, where the Human Genome Project plays the<br />
same role as Chichen Itza, the Aca<strong>de</strong>my of Confucius or the<br />
Edison Laboratory. Its effects are: the civilization that<br />
<strong>de</strong>co<strong>de</strong> the genome receives a ten percent increase in the<br />
birth rate and also increases the strength of their units.<br />
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Adrián J. Carbajales Terés | La i<strong>de</strong>ología en torno a la genética en la ciencia-ficción.<br />
La i<strong>de</strong>ología en torno a la genética en la ciencia‐ficción<br />
Adrián J. Carbajales Terés<br />
INTRODUCCIÓN:<br />
El tema a tratar en este pequeño ensayo, aunque sobre una cuestión aparentemente <strong>de</strong> poca importancia<br />
respecto a otras cuestiones relacionadas con el Proyecto Genoma Humano, pudiendo ser acusado <strong>de</strong> superficial o<br />
superestructural, no es ni mucho menos sencillo o irrelevante.<br />
Trataremos, a continuación, <strong>de</strong> analizar cómo el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la biología ha conformado i<strong>de</strong>as que han<br />
influído directamente en obras <strong>de</strong> ciencia-ficción, y cómo éstas influyen a su vez en la visión que la sociedad,<br />
incluídos los propios científicos, poseen sobre los temas a tratar. Para ello, haremos un breve recorrido por la<br />
historia <strong>de</strong> este género y su relación con la biología <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus inicios en la literatura, para luego esbozar también<br />
su papel en la cultura <strong>de</strong> masas y la prolífica explotación <strong>de</strong> la temática durante el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l Proyecto<br />
Genoma Humano.<br />
¿QUÉ ES LA CIENCIA FICCIÓN?:<br />
En un primer lugar <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>finir qué es la ciencia ficción. Hay múltiples <strong>de</strong>finiciones, siendo una <strong>de</strong><br />
las más comunes la que podríamos resumir como “rama <strong>de</strong> la literatura fantástica que relata viajes extraordinarios<br />
o historias ambientadas en el futuro”. Esta <strong>de</strong>finición altamente confusa (¿qué tienen que ver los viajes<br />
extraordinarios con las historias ambientadas en el futuro?) no permite distinguir la ciencia ficción <strong>de</strong> otros<br />
géneros anteriores, como el fantástico, u otros posteriores, como el steampunk, que al menos intuitivamente<br />
concebimos como esencialmente diferentes. Tampoco aten<strong>de</strong>remos únicamente a una cuestión <strong>de</strong> nomenclatura,<br />
pues cuando se acuña el término ciencia-ficción (en los años 20 por el escritor Hugo Gernsback) ya es para aludir<br />
a un género literario antes existente. Para encontrar la nota diferencial <strong>de</strong>l género <strong>de</strong>bemos recorrer, al menos<br />
brevemente, su historia, atendiendo a lo que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> múltiples interpretaciones está incluído en ella.<br />
Es común atribuir la fundación <strong>de</strong>l género a Luciano <strong>de</strong> Samósata (125-192 d.C.), que en Relatos<br />
verídicos presenta un viaje en barco a la luna, catapultado por una tromba <strong>de</strong> agua al espacio exterior. Sin<br />
embargo este relato es en realidad una parodia <strong>de</strong> los relatos <strong>de</strong> marinos, llevando al absurdo las fantásticas<br />
historias que se presentaban como verda<strong>de</strong>ras. ¿Acaso la ciencia ficción es una comedia <strong>de</strong> ambientación<br />
fantástica? No po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar esta obra como la fundadora <strong>de</strong> la ciencia ficción, pues lo único que se<br />
encuentra en ella es ficción, no estando la ciencia por ningún lado. La confusión pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>berse a que,<br />
groseramente, pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse la obra <strong>de</strong> Luciano prece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> De la Tierra a la Luna <strong>de</strong> Julio Verne (1865),<br />
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La i<strong>de</strong>ología en torno a la genética en la ciencia-ficción | Adrián J. Carbajales Terés<br />
pero la diferencia entre ambas es esencial. En su obra, Verne estudia y explicita cuestiones físicas como qué<br />
tamaño <strong>de</strong>be tener el cañón con el que enviar al espacio la nave-bala, cuanto explosivo <strong>de</strong>be colocarse en él y<br />
dón<strong>de</strong> <strong>de</strong>be fabricarse (acertando al situar el mejor lugar para el <strong>de</strong>spegue <strong>de</strong> suelo americano en Florida). Así<br />
vemos que la rigurosidad científica <strong>de</strong> la obra <strong>de</strong> Verne es notable (aunque no tiene en cuenta el efecto producido<br />
por la fuerza <strong>de</strong> la aceleración en los tripulantes), mientras que Luciano <strong>de</strong> Samósata no podía apelar a tales<br />
cuestiones, simplemente porque en su época no había ciencias empíricas en sentido estricto.<br />
Por lo tanto la ciencia ficción, como tal, no pue<strong>de</strong> existir hasta finales <strong>de</strong>l siglo XVII y es, como veremos<br />
a continuación, a primeros <strong>de</strong>l siglo XIX cuando los importantes cambios sociales producidos por la Revolución<br />
Industrial llevan a literatos a preguntarse por las consecuencias <strong>de</strong> los futuros avances científicos.<br />
Cuando a finales <strong>de</strong>l siglo XVIII el médico, fisiólogo y físico italiano, Luigi Galvani, mostró las<br />
contracciones producidas por la electricidad en cadáveres <strong>de</strong> animales, mediante máquinas eléctricas y botellas <strong>de</strong><br />
Ley<strong>de</strong>n, se estableció un puente entre la física y el mundo orgánico por el que la vida empieza a per<strong>de</strong>r la<br />
naturaleza misteriosa que se le atribuía. Este <strong>de</strong>scubrimiento pronto cala en todos los estratos <strong>de</strong> la sociedad,<br />
llegando a correr el rumor <strong>de</strong> que Erasmus Darwin había conseguido dar vida a unos fi<strong>de</strong>os mediante <strong>de</strong>scargas<br />
eléctricas.<br />
Cuando Mary Shelley (1797-1851), hija <strong>de</strong> acomodados filósofos, oye a Lord Byron plantear estas<br />
cuestiones, no tarda en escribir Frankenstein o el mo<strong>de</strong>rno Prometeo (publicada en 1818), obra en la que plantea<br />
los problemas que podría conllevar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las ciencias si éstas permiten manipular la vida. Su modo <strong>de</strong><br />
plantearlo no es, ciertamente, muy original, ya que lo hace <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva teológica, muy similar a la <strong>de</strong>l<br />
mito hebreo <strong>de</strong>l Gólem: Si creamos vida, tal como lo hizo Dios (Victor Frankenstein no “crea” la vida, pero<br />
tampoco reanima un cuerpo cualquiera, sino que produce uno con sus propias manos), ésta pue<strong>de</strong> volverse contra<br />
nosotros como nosotros po<strong>de</strong>mos volvernos contra Dios. Pero a pesar <strong>de</strong> que la filosofía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la que Shelley<br />
escribe el libro no es nueva, si lo es el problema a tratar literariamente: las consecuencias <strong>de</strong> los posibles<br />
<strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong> las ciencias.<br />
Así tenemos la obra <strong>de</strong> Shelley como fundadora <strong>de</strong> la ciencia ficción, pues posee una característica nunca<br />
antes dada en la literatura, y que po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar como parámetro para juzgar si posteriores obras son ciencia<br />
ficción o no. Así no consi<strong>de</strong>raremos ciencia ficción subgéneros <strong>de</strong> la fantasía nacidos precisamente bajo influencia<br />
<strong>de</strong> la ciencia ficción, como la space opera (aventuras <strong>de</strong> ambientación futurista, pero cuyo argumento no<br />
cambiaría sustancialmente si sustituyéramos las naves espaciales por dragones) o el steampunk (que trata<br />
consecuencias <strong>de</strong> los ya imposibles <strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong> las ciencias y las técnicas, como la existencia <strong>de</strong>l éter o la<br />
posibilidad <strong>de</strong> fabricar avanzados autómatas a vapor).
Adrián J. Carbajales Terés | La i<strong>de</strong>ología en torno a la genética en la ciencia-ficción.<br />
DOS PUNTOS DE VISTA SOBRE LA MANIPULACIÓN DE LA VIDA ANTES DEL<br />
DESCUBRIMIENTO DEL ADN:<br />
En 1896 el escritor y socialista utópico Herbert G. Wells publica La isla <strong>de</strong>l Doctor Moreau, obra en la<br />
que un científico, <strong>de</strong>sacreditado por sus crueles experimentos con animales, se exilia a una isla don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong><br />
actuar con libertad. Allí, mediante cirugía consigue dar forma humanoi<strong>de</strong> a múltiples animales, y mediante<br />
hipnotismo los dota <strong>de</strong> una inteligencia matemática y lingüística rudimentarias, sustituyendo los instintos por<br />
condicionamientos. De nuevo tenemos aquí el mito <strong>de</strong>l Gólem, pues Moreau se autoproclama dios <strong>de</strong> la isla<br />
(incluso dicta unos mandamientos) y las criaturas a las que manipula acaban volviéndose contra él y asesinándolo.<br />
Excepto por su crítica a las instituciones religiosas (aunque las muestra como necesarias para mantener el control<br />
social, <strong>de</strong>biendo seguir con la pantomima el protagonista tras la muerte <strong>de</strong> Moreau, para así sobrevivir), parece<br />
que no supone gran novedad respecto a Frankenstein, cayendo en la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los mismos valores. Pero en su<br />
relato alu<strong>de</strong> a nuevos <strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong> las ciencias, abandonando el galvanismo por teorías más refinadas. Durante el<br />
siglo XIX la cirugía aparece como victoriosa, pues su integración en la medicina con las teorías microbianas y el<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> anestésicos abre un nuevo mundo <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s. El hipnotismo, aunque ahora sea muy<br />
cuestionable su cientificidad, fue también estudiado por numerosos médicos en el siglo XIX, influídos por las<br />
teorías mesmeristas <strong>de</strong>l magnetismo animal (el cirujano escocés James Braid, el terapeuta francés Liébeault<br />
Ambroise Auguste o el también francés y consi<strong>de</strong>rado como uno <strong>de</strong> los fundadores <strong>de</strong> la neurología Jean-Martin<br />
Charcot). A<strong>de</strong>más, en la sustitución <strong>de</strong> los instintos por condicionamientos po<strong>de</strong>mos ver el germen <strong>de</strong>l<br />
conductismo (en la misma década en la que Pavlov formuló la ley <strong>de</strong>l reflejo condicionado) y en la ruptura <strong>de</strong> la<br />
frontera entre humanos y animales una anticipación <strong>de</strong> la psicología comparada <strong>de</strong> principios <strong>de</strong>l siglo XX,<br />
antece<strong>de</strong>nte directo <strong>de</strong> la etología.<br />
Más <strong>de</strong> treinta años <strong>de</strong>spués, el escritor anarquista Aldous Huxley publica Un Mundo Feliz (1932), obra<br />
crítica con la nueva sociedad industrial fordista. En ella presenta una distopía futura, en la que el Estado Mundial<br />
formado en el siglo XXI produce en ca<strong>de</strong>na incluso a los seres humanos. Como si la sociedad fuera una colonia <strong>de</strong><br />
insectos, los individuos son cultivados en enormes fábricas, especializándolos para el trabajo que <strong>de</strong>sempeñarán<br />
en el futuro, con métodos como cortar al feto el suministro <strong>de</strong> oxígeno para que <strong>de</strong>sarrolle una menor inteligencia.<br />
Aquí tenemos un nuevo punto <strong>de</strong> vista, en el que es el propio Estado, y no el científico individual, el que utiliza la<br />
ciencia para conformar el mundo a su voluntad. No criticando la ciencia, sino el uso técnico que se le da en los<br />
sistemas <strong>de</strong> producción capitalista y socialista, no po<strong>de</strong>mos negar la semejanza <strong>de</strong> esta distopía con la crítica <strong>de</strong> la<br />
primera generación <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Frankfurt a la razón instrumental, la cual comienza ese mismo año a<br />
<strong>de</strong>sarrollar su programa <strong>de</strong> investigación bajo la dirección <strong>de</strong> Max Horkheimer.<br />
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LA GENÉTICA Y LA CULTURA DE MASAS. UN CASO PARADIGMÁTICO:<br />
La i<strong>de</strong>ología en torno a la genética en la ciencia-ficción | Adrián J. Carbajales Terés<br />
Para sobrevivir a la dura competencia, las gran<strong>de</strong>s compañías productoras <strong>de</strong> la cultura <strong>de</strong> masas siempre<br />
están ávidas <strong>de</strong> nuevas i<strong>de</strong>as para sus relatos, y por ello es común que tomen como referencia los nuevos<br />
<strong>de</strong>sarrollos científicos. Un caso que merece un exhaustivo análisis, pero <strong>de</strong>l que sólo estableceremos unas líneas<br />
generales, el caso <strong>de</strong> los cómics <strong>de</strong> X-Men y sus incontables spin-offs, pues durante sus casi cincuenta años <strong>de</strong><br />
existencia (con publicación ininterrumpida todos los meses excepto entre los años 1970 y 1975) sus historias han<br />
estado ligadas a la visión que en cada momento histórico se tenía <strong>de</strong> la genética.<br />
En los años sesenta, con la nueva oleada <strong>de</strong> cómics <strong>de</strong> superhéroes (tras la crisis producida por la férrea<br />
censura llevada a cabo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1954, tras la publicación <strong>de</strong> La seducción <strong>de</strong>l inocente <strong>de</strong>l psicoanalista Fredric<br />
Wertham) los autores trataban <strong>de</strong> encontrar nuevas i<strong>de</strong>as para contar historias originales. Tradicionalmente los<br />
superhéroes resultaban <strong>de</strong> una mezcla <strong>de</strong> géneros, siendo sus extraordinarias capacida<strong>de</strong>s oríginadas bien por<br />
medios tecnológicos (Batman), químicos (Capitán América) o numinosos (Superman), pero, tras la Segunda<br />
Guerra Mundial y la aparición <strong>de</strong>l miedo a la energía nuclear, el orígen radiactivo comienza a dominar la escena<br />
(Hulk, Spi<strong>de</strong>r-Man… sin explicitar que la radiactividad produce una transformación genética). Entonces es<br />
cuando Stan Lee, autor intelectual <strong>de</strong> estos últimos, plantea la publicación <strong>de</strong> una colección sobre un grupo <strong>de</strong><br />
jóvenes mutantes, cuya genética única les dota <strong>de</strong> increíbles po<strong>de</strong>res. Mientras que los X-Men eran guiados por<br />
Charles Xavier, que les enseñaba a utilizar sus dones “para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r un mundo que les odia y les teme”, un<br />
antiguo amigo <strong>de</strong> Xavier, Erik Magnus, trataba <strong>de</strong> tomar el lugar que creía le correspondía en la jerarquía social<br />
como el homo superior que era.<br />
Así, se publica el primer <strong>número</strong> <strong>de</strong> la colección en 1963, un año <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que James Watson reciba el<br />
premio Nobel por sus investigaciones sobre el ADN. En un malentendido evolucionismo, Lee presenta un salto en<br />
la evolución que produce una nueva especie, según algunos <strong>de</strong>stinada a sustituir a la humanidad. Tomando como<br />
ejemplo el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la lucha por los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los afroamericanos, Lee establece analogías implícitas entre el<br />
Profesor X y Martin Luther King y entre Magneto y Malcolm X, siendo la posición <strong>de</strong> éste último <strong>de</strong>masiado<br />
aterradora para el americano medio <strong>de</strong> raza blanca.<br />
Con el paso <strong>de</strong> los años esta analogía mutante/afroamericano se va perdiendo, pero aparece otra aún más<br />
influída por presupuestos biologicistas. Cuando en 1983 se comienza a insinuar la existencia <strong>de</strong> un superhéroe<br />
homosexual, Estrella <strong>de</strong>l Norte, no es ni mucho menos coinci<strong>de</strong>ncia que se esté hablando <strong>de</strong> un mutante. John<br />
Byrne, responsable <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a, confiesa haber leído en la revista Scientific American que se estaban encontrando<br />
pruebas <strong>de</strong> que la homosexualidad tenía un origen genético y no social, y que por tanto le pareció lógico que<br />
quien portara el gen X también pudiera portar el “gen gay”. Esta nueva analogía entre mutantes y homosexuales<br />
continuaría a lo largo <strong>de</strong> los años noventa, apareciendo en las historias una nueva enfermedad, el “virus <strong>de</strong>l
Adrián J. Carbajales Terés | La i<strong>de</strong>ología en torno a la genética en la ciencia-ficción.<br />
legado”, similar al sida. Cuando en un primer momento afecta únicamente a los mutantes es ignorado por los<br />
medios <strong>de</strong> comunicación, pero tras empezar a afectar a humanos se produce una gran alarma social.<br />
Pero lo más curioso y significativo para encontrar relaciones entre el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la genética y el auge<br />
<strong>de</strong> esta temática en la ficción es que, en 1991, a la vez que se inicia el proyecto <strong>de</strong> secuenciación <strong>de</strong>l genoma<br />
humano, X-Men consigue el récord Guiness al cómic más vendido <strong>de</strong> la historia, llegando un ejemplar <strong>de</strong> octubre<br />
<strong>de</strong> ese año nada menos que a los ocho millones <strong>de</strong> ventas en menos <strong>de</strong> tres meses, lo que es más increíble aún si<br />
tenemos en cuenta que ese mismo mes se publicaron otra media docena <strong>de</strong> títulos relacionados con el tema. No<br />
po<strong>de</strong>mos atribuir tal récord únicamente a la influencia <strong>de</strong> los avances científicos, pero sin duda existe alguna<br />
relación.<br />
CIENCIA FICCIÓN DURANTE EL PROCESO DE SECUENCIACIÓN:<br />
Durante la década <strong>de</strong> los noventa, paralelo a la secuenciación <strong>de</strong>l genoma, el auge <strong>de</strong> la temática genética<br />
en la ciencia ficción es obviamente indiscutible, llegando a<strong>de</strong>más mediante el cine a conformar i<strong>de</strong>as al respecto<br />
en una inmensa parte <strong>de</strong> la población. Esto pue<strong>de</strong> ser ejemplificado con el siguiente listado <strong>de</strong> obras sobre la<br />
cuestión:<br />
En 1990 Michael Crichton escribe Parque Jurásico, novela en la que un acaudalado empresario recupera<br />
ADN <strong>de</strong> dinosaurios a partir <strong>de</strong> mosquitos conservados en ámbar (en el cual realmente no se conserva) y crea un<br />
zoo en el que se exhiben. Cómo no, se repite aquí el tópico según el cual al científico se le acaba yendo <strong>de</strong> las<br />
manos su propia creación. En 1993 Steven Spielberg la llevará al cine, produciendo la película que por aquel<br />
entonces consiguió las mayores ganacias <strong>de</strong> la historia (siéndole arrebatado el puesto en 1997 por Titanic) y <strong>de</strong> la<br />
que nacen dos secuelas.<br />
En 1996 se lleva <strong>de</strong> nuevo La isla <strong>de</strong>l Doctor Moreau al cine, modificando la historia para que concuer<strong>de</strong><br />
con las nuevas teorías biológicas. Así se mantienen las pretensiones <strong>de</strong> la novela <strong>de</strong> basarse en la ciencia, pues si<br />
un siglo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ser escrita se elaborara una versión en la que se sigue hablando <strong>de</strong> cirugía e hipnotismo<br />
estaríamos en un género más cercano al steampunk.<br />
Pero la visión teológica clásica, repetida en la ciencia ficción <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Frankenstein o el mo<strong>de</strong>rno<br />
Prometeo, no es la única. En 1997 se estrena Gattaca, la mayor crítica hecha hasta ahora al Proyecto Genoma<br />
Humano mediante el lenguaje cinematográfico. En esta película se presenta un futuro cercano en el que la<br />
humanidad está dividida en válidos (aquellos cuyos genes han sido artificialmente seleccionados) e inválidos<br />
(hijos naturales), estando los trabajos <strong>de</strong> relevancia disponibles únicamente para los válidos. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esta<br />
crítica a las posibles consecuencias sociales <strong>de</strong>l control <strong>de</strong> los caracteres, se muestra escéptica acerca <strong>de</strong> la<br />
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ENERO<br />
2012
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2012<br />
La i<strong>de</strong>ología en torno a la genética en la ciencia-ficción | Adrián J. Carbajales Terés<br />
posibilidad <strong>de</strong> ejercer realmente este control: Vincent, el protagonista “inválido”, apuesta con su hermano válido<br />
quién consigue nadar más lejos, lo que lleva a que su hermano se fatigue en exceso y muera ahogado. Aunque tal<br />
sistema <strong>de</strong> selección se implantara no sería absolutamente <strong>de</strong>terminable, pues hay factores que se escapan <strong>de</strong>l<br />
control <strong>de</strong>l biólogo (no todo en el hombre es biología).<br />
También nos encontramos con otras perspectivas, como el optimismo cientificista <strong>de</strong>l positivismo. En el<br />
vi<strong>de</strong>ojuego <strong>de</strong> estrategia Civilization: Call to Power, una <strong>de</strong> las Maravillas que se pue<strong>de</strong> producir es,<br />
precisamente, el Proyecto Genoma Humano, al mismo nivel que Chichen Itza, la Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> Confucio o el<br />
Laboratorio <strong>de</strong> Edison. Sus efectos son los siguientes: la civilización que <strong>de</strong>scodifique el Genoma recibe un<br />
aumento <strong>de</strong>l diez por ciento <strong>de</strong> la natalidad, y aumenta también la fuerza <strong>de</strong> sus unida<strong>de</strong>s. A pesar <strong>de</strong>l simplismo<br />
necesario para formalizar en unas reglas básicas el efecto <strong>de</strong> las distintas Maravillas, la ingenuidad con la que se<br />
plantea la cuestión es inexcusable.<br />
Una cuestión reseñable aquí es la versión fílmica <strong>de</strong> X-Men (2000), que no cambia ni un ápice el<br />
planteamiento <strong>de</strong> los cómics escritos cuarenta años antes, mostrando que su historia está más vigente que nunca,<br />
mientras que Spi<strong>de</strong>r-Man (estrenada en el 2002, <strong>de</strong>bido al retraso ocasionado por la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> sustituir las<br />
escenas en las que apareciera el World Tra<strong>de</strong> Center) cambia la picadura <strong>de</strong> una araña radiactiva, más propia <strong>de</strong><br />
los tiempos <strong>de</strong> la Guerra Fría, por la <strong>de</strong> una araña diseñada mediante ingeniería genética.<br />
DESENCANTO Y ORIENTACIONES FUTURAS:<br />
Con la llegada <strong>de</strong>l final <strong>de</strong>l Proyecto Genoma Humano y la falta <strong>de</strong> los resultados prácticos inmediatos<br />
que se prometían, la ciencia ficción tien<strong>de</strong> a buscar inspiración en otros temas, centrándose en cuestiones que<br />
comienzan a preocupar más al público, producto <strong>de</strong>l Nuevo Or<strong>de</strong>n Mundial existente tras el 11-S. Así se centran<br />
en la tecnología aplicada a la <strong>de</strong>tención preventiva (Minority Report, 2002), en las gran<strong>de</strong>s catástrofes producidas<br />
por enemigos externos, prestando atención a sus efectos en la población civil (la nueva versión <strong>de</strong> La guerra <strong>de</strong><br />
los mundos, 2005) o en el ecologismo (Wall-E, 2008, y Avatar, 2009). A su vez los nuevos juegos <strong>de</strong> la saga<br />
Civilization olvidan el Proyecto Genoma Humano y se centran en la tecnología militar y la investigación espacial<br />
(pue<strong>de</strong> que por estar los autores <strong>de</strong>sencantados ante la falta <strong>de</strong> aumento <strong>de</strong> la fuerza y la natalidad que creían<br />
consecuencia <strong>de</strong> la secuenciación <strong>de</strong>l ADN humano). Michael Crichton, autor que ya mencionamos por su obra<br />
Parque Jurásico, escribe en 2006 la novela Next, mucho más crítica con los laboratorios <strong>de</strong> investigación genética<br />
y las gran<strong>de</strong>s corporaciones farmacéuticas, a las que se acusa <strong>de</strong> utilizar contínuamente argucias y vacíos legales<br />
para imponer sus intereses, principalmente sus <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad intelectual sobre los genes <strong>de</strong>scubiertos.<br />
Entonces ¿qué esperar en un futuro próximo <strong>de</strong> esta explotación <strong>de</strong> la biología en la ficción? Tal vez su<br />
influencia vaya disipándose, como la <strong>de</strong> la radiactividad tras el fin <strong>de</strong> la Guerra Fría, y pronto la ciencia-ficción <strong>de</strong>
Adrián J. Carbajales Terés | La i<strong>de</strong>ología en torno a la genética en la ciencia-ficción.<br />
los años noventa resulte ingenua, o tal vez nuevos <strong>de</strong>scubrimientos provoquen una nueva oleada <strong>de</strong> biologíaficción.<br />
Aunque en las artes siempre existan excepciones a la regla, po<strong>de</strong>mos ver un fuerte vínculo entre el<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> éstas y <strong>de</strong> la sociedad, y como esperamos haya quedado claro en este breve ensayo, especialmente<br />
entre la ciencia-ficción y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las ciencias.<br />
BIBLIOGRAFÍA:<br />
Crichton, M. (1990): Parque jurásico, Barcelona, Debolsillo, 2003.<br />
Crichton, M. (2006): Next, Barcelona, Debolsillo, 2008.<br />
Daniels, L. (1991): Marvel. Cinco fabulosas décadas <strong>de</strong> comics, Barcelona, Planeta-DeAgostini, 1996.<br />
Huxley, A. (1932): Un mundo feliz, Barcelona, Plaza & Janés, 1999.<br />
Luciano <strong>de</strong> Samósata: Relatos verídicos, en la recopilación Relatos fantásticos, Madrid, Alianza Editorial, 1998.<br />
Shelley, M. (1818): Frankenstein o el mo<strong>de</strong>rno Prometeo, Madrid, Siruela, 2000.<br />
Verne, J. (1865): De la Tierra a la Luna, Madrid, Edimat Libros, 2003.<br />
Wells, H. G. (1896): La isla <strong>de</strong>l doctor Moreau, Madrid, Anaya, 1990.<br />
Wertham, Fredric (1954): Seduction of the Innocent, Main Road Books Inc, 1996.<br />
FILMOGRAFÍA:<br />
Avatar <strong>de</strong> James Cameron (2009), Twentieth Century Fox Film Corporation.<br />
Gattaca <strong>de</strong> Andrew Niccol (1997), Columbia Pictures Corporation.<br />
La guerra <strong>de</strong> los mundos <strong>de</strong> Steven Spielberg (2005), Paramount Pictures.<br />
Minority Report <strong>de</strong> Steven Spielberg (2002), Twentieth Century Fox Film Corporation.<br />
Parque Jurásico <strong>de</strong> Steven Spielberg (1993), Universal Pictures.<br />
Spi<strong>de</strong>r-Man <strong>de</strong> Sam Raimi (2002), Columbia Pictures Corporation.<br />
Wall-E <strong>de</strong> Andrew Stanton (2008), Pixar Animation Studios.<br />
X-Men <strong>de</strong> Bryan Singer (2000), Twentieth Century Fox Film Corporation.<br />
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ENERO<br />
2012
Rodrigo Cocina Díaz | El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />
patentes.<br />
Rodrigo Cocina Díaz 1<br />
Resumen<br />
En este artículo se analiza brevemente el concepto legal <strong>de</strong><br />
patente y su relación con los <strong>de</strong>sarrollos tecnológicos<br />
<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>l genoma humano, tratando <strong>de</strong><br />
examinar críticamente los fundamentos <strong>de</strong> la legislación<br />
vigente al respecto. Se concluye que las disposiciones legales<br />
sobre la patentabilidad <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollos son muy<br />
problemáticas <strong>de</strong>bido a la ambigüedad <strong>de</strong> los conceptos que<br />
manejan, el particular los relacionados con las condiciones<br />
<strong>de</strong> patentabilidad <strong>de</strong> las invenciones.<br />
1 Nació en Luarca, Asturias, en 1984. Obtuvo el título <strong>de</strong><br />
Bachillerato en el I.E.S. Alfonso II <strong>de</strong> Oviedo en 2006 y <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
2011 es Licenciado en Filosofía por la Universidad <strong>de</strong> Oviedo.<br />
Abstract<br />
This paper is a brief analysis of the legal concept of patent<br />
and its relationship with the technologies that the study of<br />
human genome makes possible, trying to do a critical exam<br />
of the basis of current laws about it. The conclusion is that<br />
legislation on the patentability of this technologies is highly<br />
problematic, due to the ambiguity of the concepts involved,<br />
in particular those related with the necessary conditions that<br />
a new invention must accomplish to be patentable.<br />
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ENERO<br />
2012
Rodrigo Cocina Díaz | El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
Rodrigo Cocina Díaz 2<br />
Una <strong>de</strong> las problemáticas más recurrentes cuando se trata el tema <strong>de</strong>l genoma humano es la relativa a las<br />
condiciones bajo las cuales se pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar el conocimiento y las tecnologías <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> los estudios<br />
genéticos como algo susceptible <strong>de</strong> ser patentado y <strong>de</strong> generar por tanto <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad industrial. Para<br />
abordar este tema trataremos brevemente los dos conceptos <strong>de</strong>l título y sus posibles implicaciones, para luego<br />
acercarnos a la problemática que pue<strong>de</strong> generar su interacción.<br />
El genoma humano.<br />
El uso <strong>de</strong>l término <strong>de</strong> origen griego “genoma” como concepto <strong>de</strong> la biología no es nuevo. Fue adoptado<br />
por primera vez en 1920 por el botánico Hans Winkler. Hace referencia a la totalidad <strong>de</strong> la información hereditaria<br />
<strong>de</strong> un organismo, incluyendo tanto los genes que contienen información necesaria para la síntesis <strong>de</strong><br />
macromoléculas, como el llamado ADN no codificante, cuyas funciones no han sido <strong>de</strong>terminadas claramente.<br />
Aunque el conocimiento <strong>de</strong>l funcionamiento <strong>de</strong> los genes y las técnicas <strong>de</strong> manipulación genética basadas en él se<br />
<strong>de</strong>sarrollaron a lo largo <strong>de</strong>l siglo XX (principalmente en la modificación <strong>de</strong> especies animales y vegetales<br />
<strong>de</strong>stinadas al consumo), es a finales <strong>de</strong>l siglo cuando el concepto <strong>de</strong> genoma comienza a popularizarse entre el<br />
público no especializado, <strong>de</strong>bido al impacto mediático que supuso el llamado Proyecto Genoma Humano (en<br />
a<strong>de</strong>lante PGH), que trataba <strong>de</strong> elaborar un mapa prácticamente <strong>completo</strong> <strong>de</strong> la estructura genética <strong>de</strong> unos sujetos<br />
<strong>de</strong> estudio. Sobre todo a partir <strong>de</strong> la publicación <strong>de</strong> los resultados <strong>de</strong>l proyecto en las revistas Nature y Science, en<br />
febrero <strong>de</strong> 2001, comenzó una oleada <strong>de</strong> especulaciones y expectativas más o menos realistas acerca <strong>de</strong> lo que<br />
supondría el conocimiento <strong>de</strong> la secuencia genética humana y su posible manipulación. Des<strong>de</strong> posiciones<br />
ingenuamente fisicalistas o simplemente propagandísticas, se insinuaba o incluso se afirmaba con rotundidad que la<br />
ciencia había <strong>de</strong>svelado con el PGH la esencia <strong>de</strong> lo humano. También se afirmaba que con éste conocimiento la<br />
humanidad podría trascen<strong>de</strong>r las arbitrarieda<strong>de</strong>s naturales <strong>de</strong> su herencia genética y se libraría <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s<br />
y males asociados a ella. A su vez, surgieron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diversos ámbitos temores y críticas a un conocimiento que se<br />
presentaba como la última panacea científica. Éstas críticas normalmente iban referidas a las consecuencias<br />
socialmente in<strong>de</strong>seables <strong>de</strong> la eugenesia a escala global, la clonación etc. En suma, el <strong>de</strong>bate especulativo <strong>de</strong>rivó en<br />
algunos casos en problemas que, sin negarles su interés, podríamos llamar “<strong>de</strong> ciencia ficción”, ya que los<br />
resultados <strong>de</strong>l PGH por si mismos no dan pie a tales expectativas, que probablemente fueron en parte alimentadas<br />
por los propios científicos interesados en que se diera a los proyectos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>l PGH una importancia prioritaria<br />
2<br />
Nació en Luarca, Asturias, en 1984. Obtuvo el título <strong>de</strong> Bachillerato en el I.E.S. Alfonso II <strong>de</strong> Oviedo en 2006 y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2011 es Licenciado en<br />
Filosofía por la Universidad <strong>de</strong> Oviedo.<br />
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2012<br />
El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes | Rodrigo Cocina Díaz<br />
en la asignación <strong>de</strong> fondos públicos o inversiones privadas. Las aplicaciones prácticas <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong>rivado<br />
<strong>de</strong>l PGH no son, al menos por el momento, ni tantas ni <strong>de</strong> tanta importancia como se pretendía. Esto es <strong>de</strong>bido tanto<br />
a la falta <strong>de</strong> conocimiento específico sobre muchos <strong>de</strong> los factores que intervienen en el funcionamiento <strong>de</strong> la<br />
codificación genética, como al poco <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> instrumental técnico eficaz para la manipulación <strong>de</strong>l genoma.<br />
Tener una representación o un mapa <strong>de</strong> algo no implica conocer todos los entresijos <strong>de</strong>l funcionamiento <strong>de</strong> aquello<br />
que en él se representa, ni la libertad absoluta para su manipulación. A<strong>de</strong>más, la genética no es el único factor que<br />
afecta al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un organismo, ya que los factores llamados ambientales en sentido amplio tienen gran<br />
importancia.<br />
Pese a éstas limitaciones, han ido surgiendo aplicaciones basadas en la información <strong>de</strong>l genoma humano,<br />
sobre todo en medicina preventiva, aunque también en otros ámbitos (“niños a la carta” etc.), aunque las terapias<br />
génicas, basadas en lo introducción o extirpación <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados genes en el paciente aún no están muy<br />
<strong>de</strong>sarrolladas. Son éste tipo <strong>de</strong> aplicaciones biotecnológicas las que se consi<strong>de</strong>ra que pue<strong>de</strong>n ser susceptibles <strong>de</strong> ser<br />
patentadas, y no la secuenciación o mapa <strong>de</strong>l genoma en bruto, que por sí sólo no tiene ninguna utilidad y fue<br />
<strong>de</strong>clarado por la UNESCO patrimonio <strong>de</strong> la humanidad. Ésto permitiría en principio que cualquier laboratorio<br />
pueda utilizar la información <strong>de</strong>l PGH para <strong>de</strong>sarrollar y patentar conocimiento y tecnologías <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> ella.<br />
También permite la utilización <strong>de</strong> la información <strong>de</strong>l PGH por parte <strong>de</strong> empresas <strong>de</strong>dicadas a recopilar y or<strong>de</strong>nar<br />
esta información para ven<strong>de</strong>rla una vez procesada. A continuación trataremos el concepto legal <strong>de</strong> patente para ver<br />
cómo se han encajado las aplicaciones biotecnológicas en él.<br />
El concepto legal <strong>de</strong> patente.<br />
La patente es un <strong>de</strong>recho otorgado por el Estado o por una institución internacional a un inventor o un<br />
titular secundario. Este <strong>de</strong>recho impi<strong>de</strong> que terceros hagan uso <strong>de</strong> la invención patentada sin el consentimiento <strong>de</strong>l<br />
titular, que es libre <strong>de</strong> ce<strong>de</strong>rlo o comerciar con él. Una patente supone por tanto el monopolio en el uso <strong>de</strong> una<br />
invención concedido por un tiempo limitado, que actualmente es <strong>de</strong> veinte años según las normas <strong>de</strong> la OMC. La<br />
función socioeconómica que se atribuye al <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patente es la estimulación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo tecnológico por la<br />
vía <strong>de</strong> la inversión privada con fines comerciales, haciendo que ésta resulte rentable para el inversor mediante la<br />
concesión <strong>de</strong> un monopolio. Aunque también existe la opinión <strong>de</strong> que los monopolios <strong>de</strong> patentes lo que consiguen<br />
es ralentizar el <strong>de</strong>sarrollo tecnológico, ya que los inversores se limitarían a explotar sus patentes a veinte años y no<br />
favorecerían nuevas vías <strong>de</strong> investigación que podrían entrar en competencia con las anteriores tecnologías.<br />
Probablemente haya algo <strong>de</strong> cierto en ambas posturas.<br />
En la generalidad <strong>de</strong> las legislaciones sobre patentes se establecen tres requisitos básicos para la<br />
patentabilidad <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sarrollo tecnológico: la actividad inventiva, la novedad y la aplicabilidad industrial. Son tres<br />
conceptos problemáticos que habrá que examinar críticamente si se preten<strong>de</strong> una perspectiva sobre el asunto que no
Rodrigo Cocina Díaz | El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
sea meramente legalista.<br />
El criterio <strong>de</strong> patentabilidad que se maneja por lo general en las oficinas <strong>de</strong> patentes es similar. Aquí<br />
examinaremos la legislación española al respecto, que por lo <strong>de</strong>más es bastante uniforme con la <strong>de</strong> otros países.<br />
Según el artículo 4 <strong>de</strong> la ley 11/1986 <strong>de</strong> Patentes <strong>de</strong> Invención y Mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> utilidad, que sigue vigente, “son<br />
patentables las invenciones nuevas, que impliquen actividad inventiva y sean susceptibles <strong>de</strong> aplicación industrial,<br />
aun cuando tengan por objeto un producto que esté compuesto o que contenga materia biológica, o un<br />
procedimiento mediante el cual se produzca, transforme o utilice materia biológica.”<br />
El concepto <strong>de</strong> actividad inventiva no está claramente especificado, y <strong>de</strong>cir que es un requisito para la<br />
invención patentable parece tautológico (la invención requiere <strong>de</strong> actividad inventiva). Si consultamos la web <strong>de</strong> la<br />
Oficina Española <strong>de</strong> Patentes y Marcas (OEPM), parece que este requisito se asimila al <strong>de</strong> “novedad no obvia”:<br />
“Para que una i<strong>de</strong>a sea consi<strong>de</strong>rada una invención, al menos una parte significativa <strong>de</strong> su tecnología <strong>de</strong>be ser<br />
completamente novedosa (es <strong>de</strong>cir, nueva). No <strong>de</strong>ben existir pruebas <strong>de</strong> que este aspecto novedoso <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>a se<br />
haya <strong>de</strong>scrito con anterioridad, ni se haya usado para el mismo fin. Una i<strong>de</strong>a pue<strong>de</strong> ser una invención si las<br />
tecnologías existentes se combinan <strong>de</strong> forma novedosa, o se usan <strong>de</strong> una forma novedosa. Para ser consi<strong>de</strong>rada<br />
una invención, una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>be suponer una actividad inventiva. […] La actividad inventiva <strong>de</strong>be ser no-obvia, esto<br />
es, que no se le ocurriría fácilmente a un experto en la tecnología correspondiente.”<br />
Según esta oficina, el criterio <strong>de</strong> discernimiento <strong>de</strong> la invención novedosa requiere un examen <strong>de</strong>l “estado<br />
<strong>de</strong> la técnica”, es <strong>de</strong>cir, comprobar que el <strong>de</strong>sarrollo tecnológico aspirante a ser patentado no se haya utilizado con<br />
anterioridad para el mismo fin, haya sido o no patentado o comercializado con anterioridad. También se requiere<br />
que dicho <strong>de</strong>sarrollo no sea obvio y que sirva a algún fin, que tenga alguna utilidad.<br />
Se consi<strong>de</strong>ra entonces que para que algo sea patentable, <strong>de</strong>be suponer una novedad respecto a lo anterior.<br />
Pero el concepto <strong>de</strong> invención novedosa es oscuro, ya que parece remitir al concepto teológico <strong>de</strong> “creatio ex<br />
nihilo”. En sentido absoluto, ninguna invención es novedosa, ya que todas ellas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> cursos históricos y<br />
<strong>de</strong>sarrollos prece<strong>de</strong>ntes, los cuales pue<strong>de</strong>n ser ajenos al inventor. La novedad es por tanto un concepto relativo y<br />
discutible. Añadir la condición <strong>de</strong> “no obvio” aclara poco la cuestión, máxime cuando se <strong>de</strong>fine según el criterio <strong>de</strong><br />
“que no se le ocurriría fácilmente a un experto en la tecnología correspondiente”. La facilidad es un criterio<br />
subjetivo, que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l conocimiento y las <strong>de</strong>strezas <strong>de</strong> que se disponga. Esto suscita varias cuestiones: ¿se<br />
supone aquí un “experto” i<strong>de</strong>al que tenga el máximo <strong>de</strong> <strong>de</strong>strezas y conocimiento disponibles? ¿O se está hablando<br />
más bien <strong>de</strong> un experto tipo, o mediocre? ¿A quién acudiremos para saber si algo es o no obvio? Si lo que se patenta<br />
es una tecnología que antes no se conocía, ¿quién pue<strong>de</strong> ser experto en ella? La mayoría <strong>de</strong> las invenciones resultan<br />
obvias una vez que se conoce su funcionamiento, no hay en ellas un principio inefable que las haga<br />
incomprensibles. Al examinar un <strong>de</strong>sarrollo tecnológico novedoso y compren<strong>de</strong>r su funcionamiento lo más<br />
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probable es que resulte obvio, por lo que este criterio es <strong>de</strong> dudosa utilidad.<br />
El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes | Rodrigo Cocina Díaz<br />
Detrás <strong>de</strong> estas ambigüeda<strong>de</strong>s lo que parece encontrarse es una i<strong>de</strong>a metafísica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo tecnológico,<br />
que pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la suposición <strong>de</strong> un intelecto individual creativo que se manifiesta en algunas mentes, las cuales<br />
adquieren el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> crear noveda<strong>de</strong>s no obvias. Da la impresión que existe una arbitrariedad inherente en la<br />
atribución personal e individual <strong>de</strong> la patente <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sarrollo tecnológico, que es entendido como un acto <strong>de</strong><br />
creación individual aislado, in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> las condiciones sociales e históricas.<br />
Otro aspecto problemático <strong>de</strong>l concepto legal <strong>de</strong> invención es el requisito <strong>de</strong> que el <strong>de</strong>sarrollo tecnológico<br />
en cuestión sirva a algún fin, es <strong>de</strong>cir, que tenga alguna utilidad o que satisfaga alguna necesidad. Pero la utilidad<br />
no es algo unívoco, ya que las necesida<strong>de</strong>s humanas no son invariables ni se pue<strong>de</strong>n enumerar fácilmente, con la<br />
excepción quizá <strong>de</strong> unas cuantas necesida<strong>de</strong>s básicas. Es más, las invenciones no sólo producen la satisfacción <strong>de</strong><br />
necesida<strong>de</strong>s, sino también a veces las necesida<strong>de</strong>s mismas, que son un producto histórico y cultural. Por ejemplo, la<br />
necesidad <strong>de</strong> ver televisión, reconocida en el momento en que el aparato se consi<strong>de</strong>ra patentable, no prece<strong>de</strong> a la<br />
invención <strong>de</strong>l mismo, sino que surge con él.<br />
El requisito <strong>de</strong> aplicabilidad industrial no es en principio tan problemático como los anteriores, aunque en<br />
relación con los <strong>de</strong>sarrollos médicos tiene un estatuto legal que resulta llamativo por su aparente abitrariedad, ya<br />
que según la ley 11/1986 <strong>de</strong> patentes, “no se consi<strong>de</strong>rarán como invenciones susceptibles <strong>de</strong> aplicación industrial<br />
los métodos <strong>de</strong> tratamiento quirúrgico o terapéutico <strong>de</strong>l cuerpo humano o animal ni los métodos <strong>de</strong> diagnóstico<br />
aplicados al cuerpo humano o animal. Esta disposición no será aplicable a los productos, especialmente a las<br />
sustancias o composiciones ni a las invenciones <strong>de</strong> aparatos o instrumentos para la puesta en práctica <strong>de</strong> tales<br />
métodos”. Al parecer la ley española no contempla la patente <strong>de</strong> métodos <strong>de</strong> tratamiento médico, ya que no los<br />
consi<strong>de</strong>ra susceptibles <strong>de</strong> aplicación industrial. Consi<strong>de</strong>rar los métodos cómo previos y separables <strong>de</strong> los productos<br />
no tiene mucho sentido. Parece que se consi<strong>de</strong>ra el método como una entidad abstracta y formal, que no requiere <strong>de</strong><br />
condiciones materiales para su diseño y ejecución. No sólo las técnicas y el conocimiento teórico sistemático son<br />
elementos conformadores <strong>de</strong> los métodos <strong>de</strong> tratamiento médico, también lo son los instrumentos y las sustancias<br />
(entre otros factores), por lo que bien podrían consi<strong>de</strong>rarse no patentables. Pero esto neutralizaría el posible efecto<br />
estimulador <strong>de</strong> las patentes en la investigación médica, que es en principio el campo más relevante al que pue<strong>de</strong>n<br />
contribuir las investigaciones <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong>l PGH.<br />
Recapitulando lo anterior, po<strong>de</strong>mos concluir que el concepto <strong>de</strong> invención patentable, pese a tener estatuto<br />
legal efectivo, no es ni mucho menos un concepto claro y distinto. Por ello no es <strong>de</strong> extrañar que las disposiciones<br />
legales relacionadas con las patentes puedan parecer en muchos casos arbitrarias, dado lo complejo <strong>de</strong>l asunto.<br />
Complejidad que es aún mayor en el caso <strong>de</strong> las patentes relacionadas con el genoma humano, que es lo que<br />
trataremos a continuación.
Rodrigo Cocina Díaz | El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
La patentabilidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong>l PGH.<br />
Cómo hemos señalado, la condición <strong>de</strong> patentabilidad <strong>de</strong> una invención <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> los requisitos <strong>de</strong><br />
novedoso, útil y aplicable industrialmente. Teniendo en cuenta esto, patentables serían en principio todos aquellos<br />
<strong>de</strong>sarrollos biotecnológicos basados en el genoma humano que supongan una novedad y que se consi<strong>de</strong>ren <strong>de</strong><br />
utilidad, excluyendo los métodos con aplicaciones médicas que no se consi<strong>de</strong>rarían aplicaciones industriales.<br />
A<strong>de</strong>más, se excluyen en la ley citada “las invenciones cuya explotación comercial sea contraria al or<strong>de</strong>n público o<br />
a las buenas costumbres”. En relación a las biotecnologías humanas, se consi<strong>de</strong>ra que están fuera <strong>de</strong> la ley y <strong>de</strong> la<br />
ética, y por tanto no son patentebles, los siguientes usos (en el Artículo 5):<br />
1) Los procedimientos <strong>de</strong> clonación <strong>de</strong> seres humanos.<br />
2) Los procedimientos <strong>de</strong> modificación <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad genética germinal <strong>de</strong>l ser humano.<br />
3) Las utilizaciones <strong>de</strong> embriones humanos con fines industriales o comerciales.<br />
4) El cuerpo humano, en los diferentes estadios <strong>de</strong> su constitución y <strong>de</strong>sarrollo, así como el simple <strong>de</strong>scubrimiento<br />
<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus elementos, incluida la secuencia o la secuencia parcial <strong>de</strong> un gen.<br />
Sin embargo, en el mismo artículo, se señala que sí es patentable “un elemento aislado <strong>de</strong>l cuerpo humano<br />
u obtenido <strong>de</strong> otro modo mediante un procedimiento técnico, incluida la secuencia total o parcial <strong>de</strong> un gen aún en<br />
el caso <strong>de</strong> que la estructura <strong>de</strong> dicho elemento sea idéntica a la <strong>de</strong> un elemento natural.”<br />
Examinemos ahora estas precisiones legales y sus posibles razones.<br />
La clonación <strong>de</strong> seres humanos es uno <strong>de</strong> los temas que más preocupación parece <strong>de</strong>spertar en la sociedad,<br />
como muestra la legislación vigente en España <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 1986, que excluye esta práctica cuando ni siquiera<br />
estaba clara su posibilidad técnica. Esto no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser curioso si consi<strong>de</strong>ramos que existen clones naturales (los<br />
gemelos univitelinos) y que normalmente esto no se consi<strong>de</strong>ra moralmente problemático. Recientemente se ha<br />
legalizado explícitamente en España y otros países la llamada “clonación terapeútica”, es <strong>de</strong>cir, aquella que no está<br />
<strong>de</strong>stinada a la producción <strong>de</strong> un organismo <strong>completo</strong>, sino a la <strong>de</strong> partes que funcionarían a modo trasplantes<br />
diseñados a medida para el paciente. Aunque esta aplicación, al ser <strong>de</strong> tipo terapeútico, podría quedar excluida<br />
como patentable. En cuanto a la clonación reproductiva <strong>de</strong> organismos humanos <strong>completo</strong>s, está prohibida en la<br />
mayoría <strong>de</strong> los países, aunque en algunos no existe legislación específica al respecto.<br />
Las razones <strong>de</strong> esta prohibición explícita <strong>de</strong> la clonación reproductiva no están muy claras, aunque una <strong>de</strong><br />
ellas pue<strong>de</strong> ser que el estatuto legal y moral <strong>de</strong> un clon artificial humano se consi<strong>de</strong>ra problemático. Esto no pue<strong>de</strong><br />
tener que ver con la artificialidad <strong>de</strong> su concepción, ya que a los niños fecundados “in vitro” no se les cuestionan su<br />
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El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes | Rodrigo Cocina Díaz<br />
i<strong>de</strong>ntidad y sus <strong>de</strong>rechos. Pue<strong>de</strong> que la razón tenga que ver con la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l genoma como lo esencial <strong>de</strong>l<br />
ser humano individual, o su principio constitutivo inalienable. Esta concepción conduce a la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que clonar a un<br />
ser humano es acabar con su individualidad esencial, al duplicar su especificidad. Aquí se hace patente un<br />
reduccionismo fisicalista, que no tiene en cuenta que en la constitución <strong>de</strong> un individuo intervienen muchos más<br />
factores que su código genético, y que es imposible que dos individuos sean exactamente iguales sólo por que<br />
compartan en mismo genoma. Están funcionando una naturalización y también una sacralización <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong><br />
individuo. Des<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista práctico, y teniendo en cuenta que la falta <strong>de</strong> legislación en muchos países<br />
posibilitaría legalmente la clonación reproductiva, parece que lo más sensato sería especificar legalmente que los<br />
<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> una persona concebida <strong>de</strong> forma natural son idénticos a los <strong>de</strong> una persona clonada, para tratar <strong>de</strong><br />
garantizar su dignidad en el caso <strong>de</strong> que la clonación sea llevada a cabo, ya sea por ausencia <strong>de</strong> legislación o<br />
directamente <strong>de</strong> manera ilegal.<br />
También es posible que la razón <strong>de</strong> la prohibición sea la posibilidad <strong>de</strong> usos <strong>de</strong> la clonación peligrosos para<br />
el or<strong>de</strong>n público. Pero según ese razonamiento se <strong>de</strong>berían prohibir gran parte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sarrollos tecnológicos, ya<br />
que muchos <strong>de</strong> ellos pue<strong>de</strong>n utilizarse <strong>de</strong> esta manera, algunos <strong>de</strong> una forma mucho más clara que la clonación,<br />
como por ejemplo las armas en general, que no por ello <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>sarrolladas legalmente en muchos países que<br />
prohíben la clonación. Parece que se estuviera pensando en la creación <strong>de</strong> un ejercito <strong>de</strong> clones o cuestiones<br />
semejantes, que rozan el <strong>de</strong>lirio.<br />
La prohibición <strong>de</strong> los procedimientos <strong>de</strong> modificación <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad genética germinal <strong>de</strong>l ser humano<br />
implica que las terapias génicas se han <strong>de</strong> limitar a modificaciones que no sean transmisibles <strong>de</strong> una generación a<br />
otra. La razón <strong>de</strong> esto también es difícil <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r. Posiblemente esté relacionada con una sacralización <strong>de</strong>l<br />
“or<strong>de</strong>n natural”, que el ser humano no <strong>de</strong>be alterar por las terribles consecuencias que supondría. Pero no hay<br />
razones objetivas para pensar que una modificación transmisible a la siguiente generación va a <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nar la ira<br />
<strong>de</strong> la naturaleza. Una modificación limitada a un sólo individuo también es una alteración <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n preexistente<br />
y no se prohíbe. Esta ley institucionaliza la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> separación entre naturaleza y cultura, prohibiendo que la técnica<br />
se inmiscuya en los asuntos que pertenecen a la supuesta esencia <strong>de</strong> lo natural, al menos en lo tocante a la<br />
naturaleza humana.<br />
Como hemos visto, es legal patentar procedimientos para generar elementos aislados <strong>de</strong>l cuerpo, que<br />
pue<strong>de</strong>n incluso ser idénticos a los naturales. Pero por otra parte podrían excluirse como patentables los <strong>de</strong>sarrollos<br />
terapeúticos si los consi<strong>de</strong>ramos inseparables <strong>de</strong> los métodos que los posibilitan. A<strong>de</strong>más, es condición para la<br />
concesión <strong>de</strong> una patente que la tecnología en cuestión tenga aplicación industrial. Según este razonamiento, los<br />
<strong>de</strong>sarrollos biotecnológicos humanos legales y patentables serían los que involucran la fabricación <strong>de</strong> partes <strong>de</strong>l<br />
cuerpo humanas que se utilicen en algún tipo <strong>de</strong> industria no médica. Es difícil imaginar que tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollos<br />
pue<strong>de</strong>n cumplir estas condiciones.
Rodrigo Cocina Díaz | El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
En conclusión, parece que la legalidad y la patentabilidad <strong>de</strong> las tecnologías <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong>l conocimiento<br />
<strong>de</strong>l PGH es muy restringida. La ambigüedad y arbitrariedad <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> invención patentable propicia que se<br />
legisle sobre el tema <strong>de</strong>s<strong>de</strong> criterios poco consistentes, y las disposiciones vigentes parecen obe<strong>de</strong>cer más a<br />
prejuicios metafísicos y concepciones esencialistas sobre el ser humano que a criterios realistas o prácticos. Con<br />
esto no queremos <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>ba ser legalizado por sistema todo <strong>de</strong>sarrollo tecnológico a partir <strong>de</strong>l PGH, pero sí<br />
que quizá <strong>de</strong>ban revisarse los criterios empleados a la hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir su estatuto legal.<br />
Fuentes:<br />
Horacio Rangel Ortiz, artículo El genoma humano y el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes en Jurídica. Anuario <strong>de</strong>l Departamento<br />
<strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la Universidad Iberoamericana, nº 31, 2001. Disponible en<br />
http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/jurid/cont/31/pr/pr0.pdf<br />
Ingrid Brena Sesma y Carlos María Romeo Casabona, Código <strong>de</strong> Leyes sobre Genética (Tomo I), Comares, Bilbao,<br />
1997. Disponible en http://www.bibliojuridica.org/libros/libro.htm?l=2292<br />
Ley 11/1986, <strong>de</strong> 20 <strong>de</strong> marzo, <strong>de</strong> Patentes en Boletín Oficial <strong>de</strong>l Estado<br />
http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-1986-7900<br />
Oficina Española <strong>de</strong> Patentes y Marcas<br />
http://www.oepm.es<br />
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Ana Álvarez- Acevedo Martínez | ¿Juegan los genes algún papel en la guerra <strong>de</strong> género?<br />
¿Juegan los genes algún papel en la<br />
guerra <strong>de</strong> género?<br />
Ana Álvarez‐ Acevedo Martínez 1<br />
Resumen<br />
El asunto <strong>de</strong> las diferencias entre los hombres y las mujeres<br />
tiene una gran importancia en nuestras socieda<strong>de</strong>s. Las<br />
nuevas teorías sociológicas apuestan por una explicación<br />
naturalista <strong>de</strong> dichas diferencias y ello va a traer consigo<br />
una serie <strong>de</strong> consecuencias prácticas, como algunas<br />
controversias con autoras feministas o ciertos<br />
posicionamientos ante <strong>de</strong>terminadas medidas como, por<br />
ejemplo, las leyes <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mundo laboral. Este<br />
breve artículo será una exposición meramente <strong>de</strong>scriptiva <strong>de</strong><br />
estos puntos <strong>de</strong> vista.<br />
1 Nacida en León en mayo <strong>de</strong> 1988. Estudió el Bachillerato <strong>de</strong><br />
Ciencias <strong>de</strong> la Salud en el IES Padre Isla <strong>de</strong> la misma ciudad.<br />
Licenciada en Filosofía por la Universidad <strong>de</strong> Oviedo en 2011,<br />
actualmente está cursando el Master Universitario <strong>de</strong> Profesorado<br />
<strong>de</strong> Enseñanza Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional<br />
en la misma Universidad <strong>de</strong> Oviedo.<br />
Abstract<br />
The matter of the differences between man and women is of<br />
great importance in our societies. New sociological theories<br />
take a naturalist stance of the said differences which brings<br />
with it a series of practical consequences such as some<br />
controversies concerning feminist writers or certain<br />
attitu<strong>de</strong>s in the face of certain measures such as the laws of<br />
equality in the labour market. This brief article will be a<br />
mere <strong>de</strong>scriptive account of these points of views.<br />
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Ana Álvarez- Acevedo Martínez | ¿Juegan los genes algún papel en la guerra <strong>de</strong> género?<br />
¿Juegan los genes algún papel en la guerra <strong>de</strong> género?<br />
Ana Álvarez‐ Acevedo Martínez 2<br />
I.- Introducción<br />
Hace unos meses iba caminando por el Fnac echando un vistazo a los diferentes libros distribuidos por las<br />
estanterías. Al pasar por la sección <strong>de</strong> psicología una serie <strong>de</strong> libritos llamaron mi atención. Se trataba <strong>de</strong> pequeños<br />
escritos <strong>de</strong> Allan y Barbara Pease. En ellos, el matrimonio australiano parece recurrir a investigaciones científicas<br />
para recalcar la diferencia entre los hombres y las mujeres. Sin embargo, no fue el contenido lo que llamó mi<br />
atención, sino los títulos <strong>de</strong> los libros, tales como: Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entien<strong>de</strong>n los<br />
mapas, Por qué los hombres no se enteran y las mujeres necesitan siempre más zapatos o Por qué los hombres<br />
quieren sexo y las mujeres necesitan amor.<br />
Estos títulos no son más que una muestra <strong>de</strong> la generalidad con la que se tratan estos temas. Ambos sexos<br />
son vistos como radicalmente opuestos y hay una ten<strong>de</strong>ncia a atribuir ciertos adjetivos a uno y a otro. Por ejemplo,<br />
cuando hablamos <strong>de</strong> agresividad, fuerza, dominación, competitividad, promiscuidad, <strong>de</strong>scaro, valor o temeridad<br />
ten<strong>de</strong>mos a atribuir estas características a los hombres y, en cambio, la belleza, la intuición, la <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za, el recato,<br />
la vulnerabilidad, el sentimentalismo o la <strong>de</strong>bilidad parece que cuadran mejor con el prototipo femenino.<br />
Son numerosos los tópicos que abarcan la diferenciación <strong>de</strong> género, y no se reducen al ámbito <strong>de</strong>l carácter,<br />
sino que también se pue<strong>de</strong>n asociar a otros ámbitos <strong>de</strong> la vida cotidiana: oficios, hobbies, vestimenta, conductas<br />
sexuales… Estamos cansados <strong>de</strong> ver la típica imagen <strong>de</strong>l hombre celebrando un gol frente a la mujer celebrando las<br />
rebajas, el niño jugando con un camión y la niña con una muñeca. Parece que oficios como minero, mecánico pero<br />
también científico o empresario son asociados más a los hombres y empleos como secretaria, enfermera o maestra<br />
se asocian al género femenino. Ten<strong>de</strong>mos a pensar que las mujeres trabajan mejor con personas y los hombres con<br />
cosas. Al hombre le asociamos el gusto por el <strong>de</strong>porte, los coches, la electrónica…y a la mujer el gusto por la moda,<br />
los encuentros sociales, la <strong>de</strong>coración…<br />
En nuestra cultura están incrustados numerosos tópicos en torno al asunto <strong>de</strong> los hombres y las mujeres y<br />
sus diferencias, ahora bien, ¿son meros tópicos o tienen una base real? Nadie pue<strong>de</strong> negar que algunas diferencias<br />
estén presentes, pero ¿son naturales o son una construcción social? ¿Dón<strong>de</strong> <strong>de</strong>bemos buscar a la hora <strong>de</strong><br />
preguntarnos por su génesis, en la naturaleza o en la cultura?<br />
A lo largo <strong>de</strong>l siglo pasado, y sobre todo con la influencia <strong>de</strong> los puntos <strong>de</strong> vista feministas, parece que<br />
quedaba superada la i<strong>de</strong>a religiosa <strong>de</strong> que la diferenciación entre los dos sexos era una cosa natural y que el rol<br />
2 Nacida en León en mayo <strong>de</strong> 1988. Estudió el Bachillerato <strong>de</strong> Ciencias <strong>de</strong> la Salud en el IES Padre Isla <strong>de</strong> la misma ciudad. Licenciada en<br />
Filosofía por la Universidad <strong>de</strong> Oviedo en 2011, actualmente está cursando el Master Universitario <strong>de</strong> Profesorado <strong>de</strong> Enseñanza Secundaria,<br />
Bachillerato y Formación Profesional en la misma Universidad <strong>de</strong> Oviedo.<br />
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social <strong>de</strong> ambos era el que les correspondía dadas sus características innatas. Los tópicos que he señalado en los<br />
párrafos anteriores son explicados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista cultural. A lo largo <strong>de</strong> los siglos nuestra cultura y<br />
nuestras costumbres han <strong>de</strong>terminado nuestra manera <strong>de</strong> actuar y nuestra manera <strong>de</strong> vernos a nosotros mismos. Las<br />
mujeres no nacen con una ten<strong>de</strong>ncia hacia la moda o los hombres hacia la electrónica, dichos clichés no son más<br />
que una construcción social arraigada en nuestra cultura.<br />
Sin embargo, hace unos años han surgido una serie <strong>de</strong> teorías que apuestan por una interpretación<br />
naturalista. Agotada ya la explicación religiosa <strong>de</strong> la naturaleza humana, sostienen que las diferencias biológicas<br />
entre ambos sexos <strong>de</strong>terminan las diferencias <strong>de</strong> pensamiento y acción. Estas diferentes teorías se engloban bajo<br />
una nueva disciplina que está dando mucho que hablar: la sociobiología.<br />
Numerosos autores ven en la sociobiología una nueva ciencia capaz <strong>de</strong> dar explicación empírica a las<br />
diferencias entre hombres y mujeres mientras que otros piensan que más que un avance se trata <strong>de</strong> una regresión,<br />
una excusa para que los roles <strong>de</strong> género permanezcan siempre presentes en nuestras socieda<strong>de</strong>s.<br />
Mi propósito en este escrito, lejos <strong>de</strong> cualquier tipo <strong>de</strong> posicionamiento por mi parte, es hacer una breve<br />
exposición <strong>de</strong> la teoría sociobiológica enfocada hacia el asunto <strong>de</strong>l género y afrontar un caso práctico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta<br />
visión. Para ello, tendré que comenzar haciendo una <strong>de</strong>scripción biológica básica <strong>de</strong> la diferenciación sexual.<br />
II.- Biología.<br />
El sustrato material que asegura la continuidad <strong>de</strong> los ciclos vitales está formado por las células<br />
germinales. La línea germinal es la que conecta los ciclos vitales y lo hace a través <strong>de</strong> la reproducción. La<br />
reproducción pue<strong>de</strong> ser sexual o asexual. En el caso <strong>de</strong>l ser humano la reproducción es sexual.<br />
Hay tres tipos <strong>de</strong> reproducción sexual: la bisexual (entre dos individuos, cada uno con un tipo diferente <strong>de</strong><br />
gametos), el hermafroditismo (un individuo produce dos tipos diferentes <strong>de</strong> gametos, y la reproducción pue<strong>de</strong> darse<br />
mediante la autofecundación o mediante el cruce, que requiere dos individuos) y la partenogénesis (es<br />
monogamética). El ser humano y el resto <strong>de</strong> mamíferos se reproducen bisexualmente, lo cuál requiere dos<br />
parentales con dos tipos <strong>de</strong> gametos diferenciados que requieren a su vez órganos genitales diferenciales.<br />
Estamos pues, trazando las líneas generales <strong>de</strong> lo que empieza a ser una diferenciación sexual entre<br />
individuos <strong>de</strong> la misma especie. Existen dos vías <strong>de</strong> diferenciación sexual: la <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> factores ambientales y<br />
la cromosómica.<br />
Un ejemplo <strong>de</strong>l primer caso serían los reptiles en los que la diferenciación sexual va a <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la
Rodrigo Cocina Díaz | El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
temperatura. En las tortugas, los huevos <strong>de</strong>sarrollados por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> los 28ºC van a dar lugar a machos y<br />
prácticamente todos los <strong>de</strong>sarrollados por encima <strong>de</strong> esta temperatura van a dar lugar a hembras. Esto implica que<br />
los factores ambientales (por ejemplo los cambios climáticos) van a afectar mucho a este tipo <strong>de</strong> especies.<br />
La diferenciación sexual cromosómica va a darse <strong>de</strong>bido a que la fecundación se produce por la<br />
combinación <strong>de</strong> cromosomas sexuales. En el caso <strong>de</strong> los mamíferos, como bien sabemos, los cromosomas sexuales<br />
<strong>de</strong> las hembras son: XX y los <strong>de</strong> los machos son: XY.<br />
Esta pasa por tres fases: la <strong>de</strong>terminación (que es la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> cómo se pone en marcha un macho o una<br />
hembra, ocurre en el momento <strong>de</strong> la fecundación cuando se combinan los elementos X e Y), la diferenciación<br />
sexual primaria o gonadal (en la que hay una gónada primitiva no diferenciada que va a formar los conductos <strong>de</strong>l<br />
testículo o las células <strong>de</strong>l óvulo) y por último la diferenciación sexual secundaria o fenotípica, que es <strong>de</strong>pendiente<br />
<strong>de</strong> las hormonas. Pue<strong>de</strong> ocurrir, por tanto, que la <strong>de</strong>terminación sexual fenotípica no se corresponda con la<br />
genotípica. Esto ocurre en los <strong>de</strong>nominados intersexos. Hay individuos cuya composición genética es una (por<br />
ejemplo, un individuo con los cromosomas XX) pero en ella se han entrecruzado ciertos genes que hacen que se<br />
segreguen hormonas responsables <strong>de</strong> que el individuo se <strong>de</strong>sarrolle por la vía contraria (en este caso, que <strong>de</strong>sarrolle<br />
testículos, barba…).<br />
Por lo tanto, la diferenciación <strong>de</strong> sexos es más compleja <strong>de</strong> lo que cabe esperar. Las hormonas juegan un<br />
gran papel, y estas no solo influyen en la fisiología <strong>de</strong> un organismo sino que también influyen en su<br />
comportamiento.<br />
Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir, por tanto, que la biología establece unos límites claros entre el sexo masculino y el<br />
femenino (salvo en casos fronterizos, como los intersexos, que son muy poco frecuentes). Las hembras cuentan con<br />
dos cromosomas X, mientras que el genotipo masculino es: XY.<br />
El aparato reproductor <strong>de</strong> ambos es radicalmente diferente. Las gónadas femeninas (ovarios) producen los<br />
óvulos. Los óvulos son las células más voluminosas <strong>de</strong>l cuerpo humano y son las portadoras <strong>de</strong> la información<br />
genética. Se forman <strong>de</strong> manera periódica en un proceso llamado ovulación, que es una <strong>de</strong> las fases <strong>de</strong>l ciclo<br />
menstrual. En el ser humano este ciclo dura aproximadamente veintiocho días y la ovulación tiene lugar hacia el día<br />
catorce. Los pocos días próximos a la ovulación constituyen la fase fértil <strong>de</strong> la mujer. En cada ovulación solamente<br />
se libera un óvulo. Una mujer pue<strong>de</strong> esperar producir aproximadamente unos 400 óvulos a lo largo <strong>de</strong> su vida, <strong>de</strong><br />
los cuáles un máximo <strong>de</strong> 20 pue<strong>de</strong>n convertirse en vida.<br />
Sin embargo, las gónadas masculinas (los testículos) producen espermatozoi<strong>de</strong>s, que también son<br />
portadores <strong>de</strong> información genética. Su tamaño es ínfimo en comparación con el <strong>de</strong> los óvulos (el óvulo humano es<br />
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¿Juegan los genes algún papel en la guerra <strong>de</strong> género? | Ana Álvarez- Acevedo Martínez<br />
ochenta y cinco mil veces más gran<strong>de</strong> que el espermatozoi<strong>de</strong> humano), En el caso <strong>de</strong> los seres hombres, el volumen<br />
promedio <strong>de</strong> semen <strong>de</strong> una eyaculación es <strong>de</strong> 1,5 a 5 ml y la <strong>de</strong>nsidad normal <strong>de</strong> los espermatozoi<strong>de</strong>s en el semen<br />
varía <strong>de</strong> 50 a 150 millones por ml, por lo que cada eyaculación contiene entre 75 y 750 millones <strong>de</strong><br />
espermatozoi<strong>de</strong>s. Son los espermatozoi<strong>de</strong>s los que fecundan al óvulo para dar lugar al zigoto, y es la mujer la que<br />
gesta en su interior al embrión hasta que da a luz y la que ha <strong>de</strong> amamantarlo posteriormente, lo cuál trae consigo<br />
infinidad <strong>de</strong> consecuencias, su cuerpo dispone <strong>de</strong> mecanismos para llevar a cabo estas funciones, mecanismos que<br />
con los que el hombre no cuenta.<br />
Como hemos visto, anatómica y fisiológicamente el cuerpo <strong>de</strong>l hombre es muy diferente al <strong>de</strong> la mujer.<br />
Pero, ¿estas diferencias biológicas afectan a las conductas psicológicas y sociales <strong>de</strong> los individuos? ¿La forma <strong>de</strong>l<br />
cuerpo humano <strong>de</strong>termina su pensamiento y su acción? Según la sociobiología las respuestas son afirmativas.<br />
III.- Sociobiología.<br />
La sociobiología es una disciplina que da una explicación natural al comportamiento humano. Para<br />
enten<strong>de</strong>r este punto <strong>de</strong> vista hay que tener en cuenta ciertos presupuestos. Des<strong>de</strong> la sociobiología, los seres<br />
humanos somos seres mol<strong>de</strong>ados por la selección natural. Durante 90% <strong>de</strong> nuestra historia evolutiva, hemos vivido<br />
organizados en bandas <strong>de</strong> cazadores-recolectores, luego, la selección natural ha actuado sobre la especie<br />
favoreciendo la supervivencia <strong>de</strong> sus individuos bajo estas condiciones. Lo que podríamos <strong>de</strong>nominar “historia<br />
cultural” <strong>de</strong>l ser humano ha trastocado <strong>de</strong> manera radical el medio bajo el cual este habita, pero dados los propios<br />
mecanismos <strong>de</strong> la evolución no se pue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> “evolución cultural”. Nuestras disposiciones genéticas<br />
respon<strong>de</strong>n a la adaptación a un medio distinto <strong>de</strong>l que vivimos, pero ello no hace que estas disposiciones genéticas<br />
<strong>de</strong>saparezcan. Estos principios son aplicables y aplicados al tema <strong>de</strong> este artículo.<br />
Pues bien, en todas las socieda<strong>de</strong>s hay una fuerte diferenciación entre lo masculino y lo femenino y esto es<br />
innegable. Ignorar el género sería ignorar una parte <strong>de</strong> la condición humana (Steven Pinker, 2003), las diferencias<br />
entre hombres y mujeres afectan a todos los aspectos <strong>de</strong> nuestra vida. Pero, ¿por qué se dan estas diferencias? Por lo<br />
general, la respuesta a esta pregunta no proviene <strong>de</strong> ninguna instancia cultural, aunque lo que sí que es cultural son<br />
las manifestaciones <strong>de</strong> estas diferencias en las distintas socieda<strong>de</strong>s y las distintas épocas (por ejemplo, la forma <strong>de</strong><br />
peinarse o la forma <strong>de</strong> vestir). Sin embargo, en la base <strong>de</strong> estas manifestaciones culturales, hay diferencias<br />
biológicas que la genética y la teoría <strong>de</strong> la evolución sí pue<strong>de</strong>n explicar.<br />
La especialización sexual es el fundamento biológico <strong>de</strong> la diferencia. Las consecuencias <strong>de</strong>l diformismo<br />
gamético se extien<strong>de</strong>n a toda la biología y a toda la psicología. Como hemos visto en el apartado anterior, un óvulo<br />
es gran<strong>de</strong> y costoso, es algo preciado, una inversión a proteger por parte <strong>de</strong> la mujer. Sin embargo los<br />
espermatozoi<strong>de</strong>s son pequeños y baratos, la inversión es mínima. Esto trae consigo consecuencias inmediatas.
Rodrigo Cocina Díaz | El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
El macho pue<strong>de</strong> permitirse <strong>de</strong>rrochar sus espermatozoi<strong>de</strong>s. El macho pue<strong>de</strong> inseminar a varias hembras<br />
solamente si impi<strong>de</strong> que otros machos lo hagan. Por tanto, los machos compiten entre ellos. La estrategia es<br />
diferente en el caso <strong>de</strong> las hembras. Estas protegen celosamente su gran inversión. Dado que cada óvulo pue<strong>de</strong> ser<br />
inseminado solo una vez, va a ser un solo macho el que lo consiga, por lo que la hembra no compite sino que elige.<br />
Este conflicto <strong>de</strong> intereses entre los sexos es una propiedad <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> las especies animales. Debido a que las<br />
presiones adaptativas en ambos casos son diferentes, su evolución es diferente.<br />
Estas diferencias biológicas tienen otras consecuencias. En casi todos los mamíferos en general y<br />
sobretodo en casi todos los primates, la gestación y la cría son casi exclusivas <strong>de</strong> las hembras, hecho que es<br />
totalmente comprensible si tenemos en cuenta que un macho nunca pue<strong>de</strong> estar seguro <strong>de</strong> que la cría sea<br />
<strong>de</strong>scendiente suyo y dado que el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l feto se produce en el interior <strong>de</strong> la madre y a costa <strong>de</strong> su organismo.<br />
El macho poco pue<strong>de</strong> hacer al respecto. A<strong>de</strong>más, un macho siempre pue<strong>de</strong> abandonar a la cría o a la hembra<br />
mientras que esta no pue<strong>de</strong> abandonar al feto mientras está en su interior.<br />
Sin embargo, en los casos en los que la prole sea vulnerable sin la presencia <strong>de</strong>l padre y que exista la<br />
posibilidad <strong>de</strong> aprovisionar a la prole con alimentos concentrados se produce un cambio <strong>de</strong> las reglas, puesto que<br />
las hembras no se limitarán a elegir al macho sino que también competirán por el que esté dispuesto a una mayor<br />
cooperación o a suministrarle mayores recursos.<br />
El cambio <strong>de</strong> reglas afecta también al macho, cuyos celos no se dirigen solo a los otros machos sino<br />
también a las hembras. Este tiene que asegurarse <strong>de</strong> no invertir en una progenie que no sea la suya, por lo que<br />
estrategias como la actividad sexual constante, el acoso, la persecución, la vigilancia… se convierten en efectivas.<br />
Cualquier gen que predispusiera a un macho a ser burlado o a una hembra a recibir menos ayuda por su parte<br />
hubiera sido eliminado rápidamente, sin embargo, cualquier gen que hubiera permitido <strong>de</strong>jar a más hembras<br />
embarazadas por parte <strong>de</strong>l macho sería dominante.<br />
En el caso <strong>de</strong> los seres humanos ocurre lo mismo. Somos mamíferos y la inversión <strong>de</strong> la mujer (óvulo)<br />
siempre es mucho mayor que la <strong>de</strong>l hombre (espermatozoi<strong>de</strong>), a<strong>de</strong>más las crías humanas requieren numerosos<br />
cuidados por lo que es latente la importancia <strong>de</strong> la ayuda <strong>de</strong>l padre a la hora <strong>de</strong> la cría <strong>de</strong> sus hijos.<br />
Una vez <strong>de</strong>sarrollada esta teoría, volvamos a los tópicos mencionados en la introducción. Des<strong>de</strong> este nuevo<br />
punto <strong>de</strong> vista, po<strong>de</strong>mos cuestionarnos lo siguiente: ¿se pue<strong>de</strong> dar una explicación natural a dichas características<br />
atribuibles a los diferentes sexos o por el contrario son solo clichés culturales? Como ejemplo ilustrativo mentaré<br />
alguno <strong>de</strong> ellos:<br />
- La agresividad masculina: Un macho pue<strong>de</strong> aparearse con muchas hembras evitando que otros lo hagan,<br />
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¿Juegan los genes algún papel en la guerra <strong>de</strong> género? | Ana Álvarez- Acevedo Martínez<br />
por ello los machos tienen que competir. Los más fuertes y agresivos se reproducirán más, transmitiendo<br />
sus genes rápidamente. Las hembras son las portadoras <strong>de</strong> la mayor inversión, estas no han <strong>de</strong> competir en<br />
tal medida. Las más agresivas no se aparearán más que las menos agresivas. La agresividad no pertenecerá<br />
privilegiadamente al género femenino.<br />
- La promiscuidad: La estrategia <strong>de</strong> un macho para aumentar su <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia es procrear tanto como<br />
pueda al tiempo que cuida al menos <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> su prole aumentando sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sobrevivir. La<br />
promiscuidad masculina es favorecida por la selección natural. Las hembras no aumentan su prole por<br />
aumentar su <strong>número</strong> <strong>de</strong> relaciones sexuales. Una hembra siempre contará con pretendientes, <strong>de</strong> los que<br />
solo uno inseminará su óvulo, luego la selección natural no favorecerá la promiscuidad <strong>de</strong> las hembras,<br />
sino su selectividad, la justa valoración <strong>de</strong> sus pretendientes.<br />
- La dominación: Los machos humanos participan <strong>de</strong>l cuidado <strong>de</strong> los hijos. Por tanto, genéticamente han<br />
<strong>de</strong>sarrollado mecanismos para no ser burlados, para no invertir en otra progenie que la suya: preocupación<br />
por las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la hembra, por su localización, por su actitud frente a otros machos. Puesto que los<br />
machos invierten, las hembras compiten por los mejores machos (pero en mucha menor medida). Por ello<br />
las hembras serán también celosas, pero <strong>de</strong> otro modo: la razón no es evitar la procreación <strong>de</strong>l macho con<br />
otras hembras, sino que este <strong>de</strong>dique sus esfuerzos a proteger otra prole diferente.<br />
Esta visión <strong>de</strong> las diferencias <strong>de</strong> género incomoda a mucha gente dado que vuelve a apelar a la naturaleza<br />
para explicar las diferencias <strong>de</strong> género. El género femenino ha sufrido a lo largo <strong>de</strong> los años cierta dominación que<br />
ha sido justificada precisamente por la disposición natural <strong>de</strong> cada uno. Los hombres son más aptos por naturaleza<br />
para realizar ciertas activida<strong>de</strong>s (por ejemplo las <strong>de</strong>portivas) mientras que las mujeres por naturaleza son más aptas<br />
para otro tipo <strong>de</strong> tareas (por ejemplo las domésticas). Sin embargo, los datos aportados por la sociología son<br />
meramente informativos. En un principio, esta disciplina no entra en las implicaciones morales que dichos datos<br />
puedan tener. El que alguien tenga cierta ten<strong>de</strong>ncia agresiva no justifica las conductas agresivas.<br />
A<strong>de</strong>más, hay que <strong>de</strong>cir, llegados a este punto, que la posibilidad <strong>de</strong> que los hombres y las mujeres sean<br />
psicológicamente distintos no implica que unos u otros <strong>de</strong>ban ser discriminados por ello. Diferencia no implica<br />
<strong>de</strong>sigualdad.<br />
La neurocienca, la genética, la psicología y la etnografía documentan unas diferencias <strong>de</strong> sexo que casi con<br />
toda seguridad tienen su origen en la biología humana, pero estas diferencias no tienen por qué <strong>de</strong>sembocar en<br />
diferencias ético-políticas. Es más, la igualdad ético-política no solo no está reñida con lo dicho sino que pue<strong>de</strong><br />
hallar su sustento en ello (como veremos en el ejemplo práctico).
Rodrigo Cocina Díaz | El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
IV.- ¿Sociobiología versus feminismo?<br />
Es <strong>de</strong> saber, que hasta aproximadamente los años sesenta 3 , el estatus <strong>de</strong> la mujer en nuestras socieda<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong>jaba mucho que <strong>de</strong>sear. Sus disposiciones sociales eran limitadas puesto que se las consi<strong>de</strong>raba como<br />
subordinadas a los hombres. Las mujeres eran vistas como madres y amas <strong>de</strong> casa y estaban sometidas a la<br />
discriminación por parte <strong>de</strong>l sexo opuesto. Su liberación ha sido uno <strong>de</strong> los mayores logros <strong>de</strong>l siglo pasado. Dicho<br />
logro pue<strong>de</strong> atribuirse a la i<strong>de</strong>ología que se respiraba a principios <strong>de</strong> siglo, i<strong>de</strong>ología que condujo a la abolición <strong>de</strong><br />
la esclavitud, las luchas en contra <strong>de</strong>l racismo… Las minorías sociales empezaban a tener voz, y una <strong>de</strong> estas eran<br />
las mujeres. A<strong>de</strong>más, los avances tecnológicos permitieron que la cría <strong>de</strong> los hijos no fuera <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicación exclusiva<br />
para sus madres, estas empezaron a contar con ciertas comodida<strong>de</strong>s las cuáles permitieron que la división <strong>de</strong><br />
trabajos entre el hombre y la mujer a la hora <strong>de</strong> cuidar y educar a los hijos no fuera tan tajante. Pero, sin lugar a<br />
dudas, el feminismo es la principal causa <strong>de</strong> la liberación y progreso <strong>de</strong> las mujeres.<br />
La primera ola <strong>de</strong> feminismo surgió a mediados <strong>de</strong>l siglo XIX y duró hasta los años veinte <strong>de</strong>l siglo<br />
pasado, cuando las mujeres consiguieron en EEUU el <strong>de</strong>recho a voto. Sin embargo, fue la segunda ola, la que<br />
floreció en los años sesenta, la que <strong>de</strong>sveló la discriminación sexista en las empresas, el trabajo y otras<br />
instituciones. Uno <strong>de</strong> sus mayores méritos, fue sacar a la luz problemas que parecían <strong>de</strong> ámbito privado (como la<br />
división <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong>l hogar o la violencia <strong>de</strong> género) y convertirlos en problemas <strong>de</strong> carácter público.<br />
Parece que las visiones feministas son radicalmente opuestas a los principios <strong>de</strong> la sociobiología. ¿Por qué<br />
todos los hombres nacen libres y todas las mujeres nacen esclavas? La explicación <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> las feministas<br />
es <strong>de</strong> corte marxista o posmo<strong>de</strong>rno. La superioridad masculina es solo una adquisición cultural que hemos <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sechar, y solo así la mujer podrá emanciparse. Hasta que no <strong>de</strong>jemos <strong>de</strong> dar a nuestras niñas muñecas o cocinitas<br />
para que jueguen, estas no se darán cuenta <strong>de</strong> que son igual <strong>de</strong> capaces que los hombres para realizar cualquier<br />
actividad y no tienen por qué <strong>de</strong>dicarse exclusivamente a las labores domésticas.<br />
Se cree que el feminismo se opone a las ciencias <strong>de</strong> la naturaleza humana. Hay quien sostiene que las<br />
creencias que sostienen numerosos científicos acerca <strong>de</strong> que el cerebro <strong>de</strong> los hombres y las mujeres difieren <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
el momento en el que nacen, se han utilizado durante mucho tiempo para justificar el trato <strong>de</strong>sigual hacia las<br />
mujeres. Esta i<strong>de</strong>a está muy extendida, sin embargo, hay que hacer un par <strong>de</strong> aclaraciones al respecto.<br />
En primer lugar, el feminismo es un movimiento que, lejos <strong>de</strong> ser una i<strong>de</strong>ología homogénea, engloba un<br />
conjunto <strong>de</strong> corrientes muy diversas, por lo que es más correcto hablar <strong>de</strong> “feminismos” que <strong>de</strong> “feminismo”.<br />
3 Por supuesto la época varía mucho <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> las diferentes socieda<strong>de</strong>s. Los sesenta son remarcables por el surgimiento <strong>de</strong> los<br />
movimientos feministas en EEUU que se extendieron al resto <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte.<br />
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La filósofa Christina Hoff Sommers hace una distinción entre dos escuelas <strong>de</strong> feminismo que en el caso<br />
que nos compete resulta muy útil, y que Peter Singer no duda en reseñar para ilustrar contra qué tipo <strong>de</strong> feminismo<br />
irían las teorías sociobiológicas.<br />
Pues bien, se pue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> feminismo <strong>de</strong> la igualdad que es el que combate las injusticias ligadas a la<br />
discriminación entre sexos. Dicho feminismo fue el que guió la primera ola y lanzó la segunda. Este tipo <strong>de</strong><br />
feminismo se situaría en el ámbito <strong>de</strong> la moral y, sin meterse en cuestiones empíricas relacionadas con la psicología<br />
o con la biología, <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> una igualdad <strong>de</strong> trato y <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos para los hombres y las mujeres.<br />
En cambio, es el llamado feminismo <strong>de</strong> género el que es más notorio y conocido, Aboga por las<br />
explicaciones <strong>de</strong> corte cultural para criticar la dominación que ejercen los hombres sobre el género femenino, los<br />
bebés se transforman <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su nacimiento en las personalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> género <strong>de</strong> macho y hembra, una <strong>de</strong> las<br />
cuales va a esclavizar a la otra. Las diferencias entre hombres y mujeres, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> vista, no tienen nada<br />
que ver con la biología sino que son construcciones sociales. A<strong>de</strong>más, la única motivación social <strong>de</strong>l ser humano es<br />
el po<strong>de</strong>r y la sociedad solo pue<strong>de</strong> ser entendida en estos términos. Este juego <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r no se da a escala individual<br />
sino que se da entre grupos sociales, así, en este caso, es el grupo masculino el que ejerce el po<strong>de</strong>r sobre el grupo<br />
femenino,<br />
Claramente se pue<strong>de</strong> ver a qué tipo <strong>de</strong> autoras irritan las nuevas teorías naturalistas como las <strong>de</strong> Pinker.<br />
Ello no implica que la sociobiología sea contradictoria con el feminismo o apoye la discriminación entre sexos<br />
puesto que, ni el feminismo <strong>de</strong> género representa a toda la corriente feminista, ni mucho menos representa a todas<br />
las mujeres.<br />
Donna J. Haraway es un claro ejemplo <strong>de</strong> feminismo <strong>de</strong> género. La autora sostiene que la ciencia se ocupa<br />
<strong>de</strong>l conocimiento y <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. Para ella, hoy en día, la ciencia natural <strong>de</strong>fine el lugar <strong>de</strong>l ser humano en la<br />
naturaleza. Las ciencias naturales, al construir una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> naturaleza, ponen límites a la historia y a la formación<br />
personal. La sociobiología, en este caso, es la ciencia <strong>de</strong> la reproducción capitalista por excelencia. Con E. O.<br />
Wilson (autor al que se consi<strong>de</strong>ra padre <strong>de</strong> la sociobiología), la biología ha pasado <strong>de</strong> ser una ciencia <strong>de</strong> organismos<br />
sexuales a ser una ciencia <strong>de</strong> ensamblajes genéticos reproductores según Haraway. Antes <strong>de</strong> la Segunda Guerra<br />
Mundial, la psicología evolutiva se centraba en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> evolución ignorando la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> las poblaciones, se<br />
utilizaba la genética para dar cuenta <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s individuales. Sin embargo, la revolución <strong>de</strong> las<br />
comunicaciones posteriores cambió la estrategia <strong>de</strong>l control <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el organismo al sistema, <strong>de</strong>l individuo al grupo<br />
social. Y la mejor manera <strong>de</strong> ejercer esa dominación es mediante el concepto <strong>de</strong> selección natural, El grupo no actúa<br />
como un superorganismo, análogo a un individuo, sino que el cálculo genético <strong>de</strong> la sociobiología se refiere a la<br />
estrategia <strong>de</strong> maximización <strong>de</strong> genes y las combinaciones <strong>de</strong> estos. El gen se convierte en una suerte <strong>de</strong> noúmeno<br />
para estos autores. Los genes son máquinas <strong>de</strong> conducta. El sexismo aparece en la racionalización <strong>de</strong> los papeles
Rodrigo Cocina Díaz | El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
sexuales, que es algo que está predispuesto genéticamente.<br />
Hay una clara colisión entre este feminismo y la ciencia. Hay autores afines a la sociobiología que<br />
sostienen que precisamente este tipo <strong>de</strong> conclusiones hacen que un gran <strong>número</strong> <strong>de</strong> mujeres no se consi<strong>de</strong>ren<br />
feministas. Pero, ¿por qué se tiene tanto miedo a afirmar que las mentes <strong>de</strong> los hombres y <strong>de</strong> las mujeres no son<br />
iguales? El temor apunta realmente a que la diferencia implique <strong>de</strong>sigualdad. Pero esto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva<br />
genética es insostenible porque, en realidad, estar en el cuerpo <strong>de</strong>l macho o estar en el <strong>de</strong> la hembra son ambas<br />
buenas estrategias, ambos cuerpos son diseños biológicos igualmente aptos y con la misma eficacia para la<br />
supervivencia. El macho tiene las mejores adaptaciones para tratar los problemas <strong>de</strong>l macho y la hembra para tratar<br />
los <strong>de</strong> la hembra. A<strong>de</strong>más, muchos <strong>de</strong> los rasgos psicológicos que con relevantes para el ámbito público (como<br />
pue<strong>de</strong>n ser la inteligencia) son iguales en términos medios para los hombres y para las mujeres. I<strong>de</strong>as como las <strong>de</strong><br />
“papel a<strong>de</strong>cuado” o “lugar natural” <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la sociedad no tienen sentido científico, como muchas feministas <strong>de</strong> la<br />
diferencia creen, y no pue<strong>de</strong>n servir como razón para restringir la libertad <strong>de</strong> ninguno <strong>de</strong> los sexos.<br />
Como ya he señalado anteriormente, esta visión no implica que no haya diferencias <strong>de</strong> sexo que no tengan<br />
que ver con la biología, pero no todas estas diferencias son atribuibles a construcciones sociales. Los sociobiólogos<br />
dan una serie <strong>de</strong> argumentos basados en observaciones empíricas que refutan la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la diferenciación sexual<br />
es una característica arbitraria <strong>de</strong> nuestra cultura. Enumeraré algunos <strong>de</strong> ellos:<br />
- En primer lugar, en todas las culturas (y no solo en la occi<strong>de</strong>ntal) se consi<strong>de</strong>ra que hombres y mujeres<br />
tienen naturalezas distintas, y en todas hay una división <strong>de</strong>l trabajo en función <strong>de</strong>l sexo.<br />
- A<strong>de</strong>más, las diferencias psicológicas entre ambos sexos son las que supondría un psicólogo evolutivo si<br />
solo conociera la anatomía y la fisiología. Las diferencias físicas, en el reino animal, en mayor o menor<br />
medida, marcan una serie <strong>de</strong> diferencias en el modo <strong>de</strong> actuación (como he señalado en el punto III.).<br />
Muchas <strong>de</strong> estas diferencias se encuentran en otros primates y mamíferos, no son exclusivas <strong>de</strong>l ser<br />
humano.<br />
- Genetistas han <strong>de</strong>scubierto que la diversidad <strong>de</strong>l ADN en la mitocondria <strong>de</strong> las diferentes personas (que<br />
ambos sexos heredan <strong>de</strong> la madre) es mucho mayor que la diversidad <strong>de</strong> ADN en los cromosomas Y (que<br />
los hombres heredan <strong>de</strong>l padre) lo cuál indica que durante muchos años los hombres tuvieron una mayor<br />
variación en su éxito reproductor que las mujeres. Algunos hombres tenían muchos <strong>de</strong>scendientes y otros<br />
ninguno. Estas son las condiciones que causan la selección sexual, en la que los hombres compiten por<br />
oportunida<strong>de</strong>s para aparearse mientras las hembras eligen a los <strong>de</strong> mejor calidad.<br />
- Uno <strong>de</strong> los mecanismos <strong>de</strong>l cuerpo humano causa que los cerebros <strong>de</strong> los niños y <strong>de</strong> las niñas se separen<br />
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durante el <strong>de</strong>sarrollo. Las hormonas son los catalizadores que dan el pistoletazo <strong>de</strong> salida a las diferencias<br />
<strong>de</strong> género dinámicas (Susan Pinker, 2008). El cromosoma Y va a segregar una serie <strong>de</strong> hormonas<br />
característicamente masculinas (andrógenos) que influirán a lo largo <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l chico al igual que van a<br />
influir las femeninas (estrógenos) en la vida <strong>de</strong> las chicas. Las hormonas son muy importantes, la variación<br />
<strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> testosterona en los hombres guarda relación con la libido, la autoconfianza y el sentimiento <strong>de</strong><br />
dominación. El estado psicológico <strong>de</strong> la persona pue<strong>de</strong> afectar a los niveles <strong>de</strong> testosterona y viceversa y<br />
parece que esta relación es causal (por ejemplo, a las mujeres que quieren realizarse un cambio <strong>de</strong> sexo,<br />
cuando se les suministra testosterona, mejoran en tests <strong>de</strong> rotación mental y empeoran en los <strong>de</strong> flui<strong>de</strong>z<br />
mental). Los andrógenos tienen efectos permanentes en el cerebro en <strong>de</strong>sarrollo, pero solo pasajeros en el<br />
cerebro <strong>de</strong>l adulto. En el caso femenino, la fuerza y la <strong>de</strong>bilidad cognitivas <strong>de</strong> las mujeres varían según la<br />
fase <strong>de</strong> su ciclo menstrual.<br />
- Si tomáramos un bebé varón y le hiciéramos un cambio <strong>de</strong> sexo haciendo que sus padres le educaran<br />
como si fuera una chica, la balanza favorecería a la explicación social si el niño tuviera la mente <strong>de</strong> una<br />
niña normal y se <strong>de</strong>cantaría por la explicación biológica si el niño se sintiera atrapado en un cuerpo que no<br />
le correspon<strong>de</strong>. Pues bien, este experimento se ha realizado en la vida real con niños que nacieron sin pene<br />
y recibieron una educación orientada al género femenino. Todos los niños mostraron tener actitu<strong>de</strong>s e<br />
intereses típicamente masculinos.<br />
- Las personas afectadas por el síndrome <strong>de</strong> Turner (un caso <strong>de</strong> intersexo) tienen solo un cromosoma X.<br />
Estas personas actúan como mujeres y parecen mujeres dado que el plano corporal por <strong>de</strong>fecto entre los<br />
mamíferos es el femenino. Las mujeres con este síndrome difieren psicológicamente en función <strong>de</strong> si<br />
recibieron el cromosoma X <strong>de</strong> la madre o <strong>de</strong>l padre.<br />
- Por último, cabe <strong>de</strong>cir que hoy en día en numerosas socieda<strong>de</strong>s avanzadas, la educación y el trato que<br />
reciben los niños y las niñas por parte <strong>de</strong> sus padres no es diferente y sin embargo las diferencias entre los<br />
sexos existen. Tampoco se pue<strong>de</strong> pensar que estas diferencias provienen <strong>de</strong> que observen la<br />
“masculinidad” en las conductas <strong>de</strong> los padres y la “feminidad” en la <strong>de</strong> las madres (existen parejas <strong>de</strong><br />
homosexuales criando a niños que actúan como el resto).<br />
Debido a este tipo <strong>de</strong> observaciones, parece ilícito pensar que la única diferencia entre chicos y chicas se<br />
encuentra en sus genitales y que, por lo <strong>de</strong>más, son idénticos. Muchas diferencias <strong>de</strong> sexo pue<strong>de</strong>n tener raíz<br />
biológica, pero esto no implica la superioridad <strong>de</strong> un sexo sobre otro, o que las diferencias se produzcan en todas las<br />
personas y en todas las circunstancias, puesto que existen gran<strong>de</strong>s disparida<strong>de</strong>s entre los sujetos individuales. No<br />
está justificada la discriminación <strong>de</strong> una persona basada en el sexo ni que esta se vea obligada a hacer las cosas<br />
típicas <strong>de</strong> su sexo.
Rodrigo Cocina Díaz | El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
Sin embargo, sería muy ingenuo que estos <strong>de</strong>sajustes no tengan consecuencias. En el siguiente apartado se<br />
verá como este asunto está inmiscuido en nuestras prácticas sociales. El ejemplo práctico es el <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong><br />
paridad <strong>de</strong> género relacionadas con la diferenciación sexual en el terreno laboral.<br />
V.- El mundo laboral y el género.<br />
Unas <strong>de</strong> las principales injusticias a las que se enfrentan las mujeres hoy en día es a la brecha <strong>de</strong> género en<br />
los salarios y a lo que se <strong>de</strong>nomina “techo <strong>de</strong> cristal” que impi<strong>de</strong> que las mujeres asciendan a puestos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r en<br />
sus trabajos. Un hecho <strong>de</strong>stacable es que, pese a que las chicas conforman más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> los alumnos<br />
universitarios (y más o menos la mitad <strong>de</strong> los alumnos especializados en ciencia), es difícil ver a una mujer en un<br />
alto cargo y estas son menos <strong>de</strong>l 20% <strong>de</strong> la población activa en el campo <strong>de</strong> la ciencia. Se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que la<br />
diversidad en el mundo laboral no es un hecho <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestras socieda<strong>de</strong>s. La visión general acerca <strong>de</strong>l asunto<br />
apunta a que todo <strong>de</strong>sajuste estadístico <strong>de</strong>l <strong>número</strong> <strong>de</strong> hombres y <strong>de</strong> mujeres en el trabajo o en sus ingresos apunta a<br />
un prejuicio <strong>de</strong> género.<br />
Numerosas medidas políticas y económicas se han <strong>de</strong>sarrollado en esta dirección, bajo el supuesto <strong>de</strong> que<br />
la única manera <strong>de</strong> paliar este <strong>de</strong>sequilibrio es mediante la garantía <strong>de</strong> que en todo trabajo y en todo campo la<br />
división entre hombres y mujeres sea “mitad y mitad”. Así se justificaría paridad <strong>de</strong> género como medida <strong>de</strong> justicia<br />
social.<br />
Sin embargo, hay un problema en este tipo <strong>de</strong> análisis y es que la <strong>de</strong>sigualdad en el resultado no se pue<strong>de</strong><br />
aducir como prueba <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s, al menos que los grupos que se comparen sean idénticos en<br />
todos sus aspectos psicológicos, pero ya hemos visto que esto no es así. Hay una interpretación acerca <strong>de</strong> por qué<br />
se produce la brecha <strong>de</strong> género que es más acor<strong>de</strong> a la verda<strong>de</strong>ra naturaleza humana y que <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> en todo<br />
momento el trato justo hacia las mujeres y la igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s proponiendo remedios más efectivos para<br />
la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> género en el trabajo.<br />
La cuestión a tratar en este punto no es si las mujeres están más o menos cualificadas para ser científicas o<br />
ocupar gran<strong>de</strong>s cargos en empresas, puesto que la respuesta va a ser que unas sí y otras no, La cuestión a tratar es si<br />
las proporciones <strong>de</strong> hombres y mujeres cualificados han <strong>de</strong> ser o no idénticas.<br />
Dadas las pruebas (algunas biológicas, otras culturales y otras mixtas) <strong>de</strong> las diferencias <strong>de</strong> género no es <strong>de</strong><br />
extrañar que la distribución <strong>de</strong> virtu<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>fectos (dominio <strong>de</strong>l lenguaje, ansia <strong>de</strong> superación, competitividad,<br />
estrés…) entre hombres y mujeres no sea idéntico. Así, si asociamos la distribución <strong>de</strong> rasgos <strong>de</strong> cada persona con<br />
la distribución <strong>de</strong> <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> empleo, es casi imposible que el porcentaje <strong>de</strong> hombres y <strong>de</strong> mujeres en cada<br />
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profesión sea idéntico. Si una sociedad, como las socieda<strong>de</strong>s en las que vivimos, ofrece más trabajos <strong>de</strong> alta<br />
remuneración que requieren virtu<strong>de</strong>s típicamente masculinas, es posible que los hombres se vean beneficiados por<br />
ello. Hoy en día la brecha favorece a los hombres. Esto no implica que no haya ambos sexos en todos los tipos <strong>de</strong><br />
trabajo pero las cantida<strong>de</strong>s serán diferentes. No todas las diferencias <strong>de</strong> sexo en las profesiones están causadas por<br />
barreras discriminatorias.<br />
En muchas profesiones, las diferencias <strong>de</strong> habilidad pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>sempeñar cierto papel. Las mujeres tienen<br />
más habilida<strong>de</strong>s sociales y comunicativas que los hombres y también saben calcular mejor el impacto que tienen<br />
sus palabras y sus acciones sobre los <strong>de</strong>más. Los hombres, en cambio, tienen mayores habilida<strong>de</strong>s a la hora <strong>de</strong><br />
manipular mentalmente objetos tridimensionales. Esto basta para dar cuenta <strong>de</strong> que no haya un 50% <strong>de</strong><br />
representantes <strong>de</strong> ambos sexos en cada tipo <strong>de</strong> trabajo.<br />
Otro factor que pue<strong>de</strong> situar a los sexos en trayectorias laborales distintas es sin duda las preferencias <strong>de</strong><br />
cada uno. Susan Pinker, psicóloga evolutiva, analizó a pacientes con problemas en su infancia que luego resultaron<br />
ser personas con una carrera exitosa. La autora <strong>de</strong>staca las diferencias <strong>de</strong> género en su estudio. A través <strong>de</strong> historias<br />
<strong>de</strong> mujeres y hombres reales, llegó a la conclusión <strong>de</strong> que en la infancia hay una diferencia entre las capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />
los niños y <strong>de</strong> las niñas, académicamente hablando, y esta diferencia es favorable para el género femenino, No<br />
obstante, la diferencia se invierte si nos fijamos en los resultados posteriores a la hora <strong>de</strong> ocupar puestos <strong>de</strong> trabajo<br />
<strong>de</strong> alta remuneración y <strong>de</strong> alto po<strong>de</strong>r. Se dio cuenta <strong>de</strong> que muchas mujeres escogen profesiones en las que la<br />
experiencia (la interacción, la enseñanza, el apoyo psicológico) es un fin en sí misma. Acaban ganando menos que<br />
los hombres y escogen trabajos que les permiten combinar la carrera profesional con la vida familiar. Al tomar estas<br />
<strong>de</strong>cisiones, las mujeres parecen otorgar menos peso al valor <strong>de</strong> mercado <strong>de</strong> sus elecciones y más a otros factores,<br />
como la flexibilidad, la satisfacción laboral o la diversión. Como promedio, los hombres dan más importancia a su<br />
estatus, su salario y su riqueza y están dispuestos a trabajar más horas y sacrificar otras partes <strong>de</strong> su vida.<br />
Las madres, por ejemplo, están más unidas a sus hijos que los padres. Así ocurre en todas las socieda<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong>l mundo y así pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que ha ocurrido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que se <strong>de</strong>sarrollaron los primeros mamíferos. De este modo,<br />
aunque los dos sexos valoran el trabajo y valoran a los hijos, el diferente peso que le dan al valor pue<strong>de</strong> llevar a las<br />
mujeres, más a menudo que a los hombres, a tomar <strong>de</strong>cisiones profesionales que les permitan estar más tiempo con<br />
sus hijos.<br />
Por tanto, la igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s para los hombres y las mujeres no tiene por qué conducir a un<br />
resultado matemáticamente idéntico a la hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempañar ciertos trabajos. La proporción <strong>de</strong> géneros al 50% no<br />
existe en ningún sitio. En general, las economías más ricas suelen presentar mayores diferencias entre las<br />
disciplinas que escogen las mujeres y las que escogen los hombres. Las políticas que garantizan la igualdad <strong>de</strong><br />
oportunida<strong>de</strong>s, uno <strong>de</strong> los principios básicos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, no garantizan la igualdad <strong>de</strong> resultados.
Rodrigo Cocina Díaz | El genoma humano en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> patentes.<br />
Esto no implica que la discriminación sexual haya <strong>de</strong>saparecido ni mucho menos que esta esté justificada,<br />
lo que ocurre es que las brechas <strong>de</strong> género en sí mismas nada dicen acerca <strong>de</strong> ella.<br />
Las políticas <strong>de</strong> paridad cuyo objetivo es la igualdad <strong>de</strong> resultados tienen ciertas ventajas, como que<br />
pue<strong>de</strong>n ser capaces <strong>de</strong> neutralizar la discriminación que aún existe contra las mujeres, pero tienen también ciertos<br />
costes. Uno <strong>de</strong> los costes más importantes es la ineficacia, puesto que esta se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>rivar <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que las<br />
<strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> empleo no se basan en el ajuste entre las exigencias <strong>de</strong> un trabajo y los rasgos <strong>de</strong> la persona sino que<br />
se basan en otros factores (el sexo). Lo paradójico <strong>de</strong>l asunto es que ciertos <strong>de</strong> estos costes son perjudiciales para<br />
las mujeres, por ejemplo, el hecho <strong>de</strong> que se <strong>de</strong> una oportunidad a una mujer solo porque es una mujer hace que<br />
todo el mundo se cuestione el que esta esté don<strong>de</strong> esté.<br />
Si los niños y las niñas son, en general, distintos biológica y evolutivamente ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio, ¿no es<br />
lógico pensar que estas diferencias afectarán más a<strong>de</strong>lante a la hora <strong>de</strong> escoger? El hombre y la mujer no son<br />
simétricos o iguales, no son intercambiables, y el reconocer que existan diferencias <strong>de</strong> género no implica la<br />
discriminación por parte <strong>de</strong> uno hacia el otro.<br />
Este reconocimiento no implica que las mujeres tengan que carecer <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s que se les ofrecen a<br />
los hombres <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mercado laboral. Es más, nos pue<strong>de</strong> servir para justificar ciertas políticas <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> la<br />
mujer. Por ejemplo, si somos conscientes <strong>de</strong>l hecho biológico <strong>de</strong> que las mujeres son las que tienen que dar a luz y<br />
amamantar a sus hijos, somos conscientes <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> medidas como las bajas por maternidad, las<br />
subvenciones para el cuidado <strong>de</strong> los hijos…<br />
A<strong>de</strong>más, son los hombres y las mujeres, y no el sexo masculino ni el femenino, quienes<br />
prosperan o sufren, y son estos los que están dotados <strong>de</strong> unos cerebros que les dan valores y una<br />
capacidad para tomar <strong>de</strong>cisiones. Estas <strong>de</strong>cisiones han <strong>de</strong> ser respetadas. La paridad <strong>de</strong> género como<br />
medida <strong>de</strong> justicia social impi<strong>de</strong> en muchos casos que mujeres y hombres realicen el trabajo que<br />
más les guste, si las mujeres <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n ser maestras y no ingenieras, ¿por qué hemos <strong>de</strong> obligarlas a<br />
que realicen ambos trabajos?<br />
Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la sociobiología, existen diferencias <strong>de</strong> sexo innegables y estas tienen un<br />
correlato biológico y no solo cultural. Estas no pue<strong>de</strong>n ser utilizadas para justificar políticas discriminatorias pero<br />
tampoco se pue<strong>de</strong> intimidar a las mujeres y hombres para que hagan algo que no quieren hacer. La igualdad <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>rechos y oportunida<strong>de</strong>s es innegable, pero esta igualdad no implica igualdad <strong>de</strong> resultados. Hombres y mujeres,<br />
para bien o para mal, no son intercambiables.<br />
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2012<br />
VI.- Bibliografía<br />
¿Juegan los genes algún papel en la guerra <strong>de</strong> género? | Ana Álvarez- Acevedo Martínez<br />
HARAWAY, Donna J., Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención <strong>de</strong> la naturaleza, Madrid, Ediciones Cátedra SA,<br />
1995.<br />
MOYES, Cristopher D., SCHULTE, Patricia M., Principios <strong>de</strong> Fisiología Animal, Madrid, Pearson Educación SA,<br />
2007.<br />
PINKER, Steven, Cómo funciona la mente, Barcelona, Ediciones Destino SA, 2001.<br />
PINKER, Steven, La tabla rasa. La negación mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> la naturaleza humana, Barcelona, Ediciones Paidós<br />
Ibérica SA, 2003.<br />
PINKER, Susan, La paradoja sexual. De mujeres, hombres y la verda<strong>de</strong>ra frontera <strong>de</strong> género, Barcelona, Ediciones<br />
Paidós Ibérica SA, 2009.<br />
WILSON, Edward O., Sobre la naturaleza humana, México, Fondo <strong>de</strong> Cultura Económica, 1980.
Alberto Hidalgo Tuñón | La biología molecular: ¿revolución o cierre?<br />
La biología molecular: ¿revolución o<br />
cierre?<br />
Alberto Hidalgo Tuñón<br />
Universidad <strong>de</strong> Oviedo<br />
Resumen<br />
El surgimiento <strong>de</strong> la biología molecular en la frontera que<br />
separa la teoría genética y la bioquímica constituye un buen<br />
banco <strong>de</strong> pruebas para distintas estrategias metacientíficas.<br />
El teoreticismo <strong>de</strong> las revoluciones científicas <strong>de</strong> Thomas S.<br />
Kuhn propen<strong>de</strong> hacia un constructivismo social que no sirve<br />
para dar cuenta <strong>de</strong> la posible verdad y corrección <strong>de</strong>l<br />
teorema <strong>de</strong> la doble hélice. El enfoque semántico<br />
(<strong>de</strong>sarrollado por J. Sneed, W. Stegmüller, U Moulines, etc.),<br />
aunque preten<strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuar sus análisis a los contenidos<br />
estructurales y al significado <strong>de</strong> los teoremas científicos,<br />
acaba disolviendo éstos en meras correspon<strong>de</strong>ncias<br />
formales. La teoría <strong>de</strong>l cierre categorial, en cambio, se<br />
adscribe a un constructivismo circularista que permite<br />
enten<strong>de</strong>r los dogmas sobre la estructura <strong>de</strong>l ADN como si<br />
fueran i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s sintéticas materiales sin <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñar por<br />
ello los aspectos pragmáticos, históricos y sociales, que<br />
valoran en su justa medida las aportaciones <strong>de</strong>l grupo Fago,<br />
<strong>de</strong> Watson y Crick, <strong>de</strong> Pauling o <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s<br />
implicadas.<br />
Abstract<br />
The emergence of molecular biology at the bor<strong>de</strong>r<br />
that separates the genetic and biochemical theory provi<strong>de</strong>s a<br />
good testbed for various strategies meta‐<br />
scientific. The theoretism of Scientific Revolutions by<br />
Thomas S. Kuhn tends towards social constructivism does<br />
not serve to account for the possible truth and correctness of<br />
the double helix’s theorem. The semantic<br />
approach (<strong>de</strong>veloped by J. Sneed, W. Stegmüller, U.<br />
Moulines, etc.), although seeks to adapt its analysis to<br />
the structural content and meaning of scientific theorems,<br />
they eventually dissolve them into formal<br />
correspon<strong>de</strong>nces. The theory of categorical closure,<br />
however, is attached to a circular constructivism for<br />
un<strong>de</strong>rstanding the dogmas of the structure of DNA as<br />
i<strong>de</strong>ntical synthetic materials without thereby neglecting the<br />
pragmatic aspects, historical and social, that value into<br />
perspective the contributions of Phage group, Watson and<br />
Crick, Pauling or the universities involved.<br />
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Alberto Hidalgo Tuñón | La biología molecular: ¿revolución o cierre?<br />
La biología molecular: ¿revolución o cierre?<br />
Alberto Hidalgo Tuñón<br />
Universidad <strong>de</strong> Oviedo<br />
«El mirífico orto» <strong>de</strong> la biología molecular —como diría un orteguiano—, acaecido según parece hace<br />
poco más <strong>de</strong> treinta años, constituye un buen banco <strong>de</strong> pruebas para toda teoría postpopperiana <strong>de</strong> la ciencia con<br />
pretensiones <strong>de</strong> explicar la génesis o el contexto <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> una nueva ciencia o especialidad académica.<br />
Abundantes documentos y testimonios tanto sobre los aspectos teóricos y epistemológicos como sobre los<br />
acontecimientos institucionales, sociológicos e incluso psicológicos permiten arrojar sobre los datos una luz no por<br />
intensa menos <strong>de</strong>slumbrante. Puesto que el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l ADN, plasmada en el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la<br />
doble hélice <strong>de</strong> James Watson y Francis Crick, se consi<strong>de</strong>ra habitualmente el acontecimiento <strong>de</strong>cisivo que vino a<br />
«revolucionar» la biología mo<strong>de</strong>rna, pues proporciona una explicación convincente <strong>de</strong> la forma en que está<br />
organizada y la manera en que funciona y se automultiplica la materia viva, no es extraño que sociólogos e<br />
historiadores hayan focalizado sus instrumentos analíticos en la dirección apuntada por estos dos personajes. En<br />
particular, el fascinante relato <strong>de</strong> James Watson en The double helix (1968) alienta una interpretación contingentista<br />
y socio-histórica sobre los orígenes y constitución <strong>de</strong> la biología molecular que no se compa<strong>de</strong>ce para nada con las<br />
metodologías justificacionistas que preten<strong>de</strong>n <strong>de</strong>svelar la lógica subyacente <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scubrimientos científicos.<br />
«Como espero que este libro muestre —asegura Watson en el «prefacio»— la Ciencia rara vez avanza en<br />
el sentido recto y lógico que imaginan los profanos. En lugar <strong>de</strong> ello, sus pasos hacia <strong>de</strong>lante (y, a veces, hacia<br />
atrás), suelen ser sucesos muy humanos en los que las personalida<strong>de</strong>s y las tradiciones culturales <strong>de</strong>sempeñan un<br />
importante papel» (ib).<br />
Incluso el criterio epistemológico más profundo que parece guiar su relato, «que la verdad, una vez<br />
hallada, ha <strong>de</strong> ser sencilla a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> bella», es <strong>de</strong>cir, el clásico criterio <strong>de</strong> simplicidad, queda reducido al papel <strong>de</strong><br />
una mera «convicción» personal fruto exclusivo <strong>de</strong> una «arrogancia juvenil».<br />
1. La interpretación kuhnniana: ¿matriz disciplinar o ejemplar?<br />
Aunque Thomas Kuhn en su calidad <strong>de</strong> riguroso historiador <strong>de</strong> la ciencia, que lo es, no se ha ocupado<br />
directamente <strong>de</strong> la constitución <strong>de</strong> la biología molecular ni se ha pronunciado sobre su carácter revolucionario, en la<br />
nota 5 <strong>de</strong> sus Second Troughts on Paradigms (1974) ha concedido sus bendiciones a la interpretación <strong>de</strong> la misma<br />
realizada por M. C. Mullins tanto en su tesis doctoral (1966), como, sobre todo, en su artículo <strong>de</strong> Minerva (1972),<br />
en el que reorganiza en términos <strong>de</strong> «revolución científica», «éxito <strong>de</strong>l paradigma» y «ciencia normal los <strong>de</strong>tallados<br />
estudios histórico-sistemáticos <strong>de</strong> G. S. Stent (1968, 1971). Lo que Kuhn aprecia en Mullins es la utilización <strong>de</strong><br />
complejas técnicas empíricas <strong>de</strong> carácter sociológico que le permiten localizar fehacientemente la comunidad<br />
científica o «colegio invisible» <strong>de</strong> los biólogos moleculares. Al segundo Kuhn esta premisa empírica le parece
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La biología molecular: ¿revolución o cierre? | Alberto Hidalgo Tuñón<br />
imprescindible para establecer el significado <strong>de</strong>l propio concepto <strong>de</strong> paradigma. Cabe incluso sospechar que los<br />
Second Thoughts se inspiran en los trabajos sociológicos <strong>de</strong> Mullins, D. J. S. Price y otros como única alternativa<br />
viable para conservar lo que <strong>de</strong> valioso pudiera quedar en su primitiva noción <strong>de</strong> paradigma tras las encarnizadas<br />
críticas <strong>de</strong> que fue objeto La estructura <strong>de</strong> las revoluciones científicas (1962).<br />
Como es bien sabido —aunque muchos siguen utilizando alegremente la gratificante terminología <strong>de</strong><br />
«paradigmas» y «revoluciones»— Kuhn ha reconocido en 1974 la esencial ambigüedad que vicia su utilización <strong>de</strong>l<br />
término «paradigma». Tras los <strong>de</strong>sapasionados análisis <strong>de</strong> Dudley Shapere (1964,1966) y Margaret Master (1970)<br />
se ha visto obligado a proponer dos conceptos nuevos, menos confusos para sustituirlo a<strong>de</strong>cuadamente: matrices<br />
disciplinares y ejemplares. Una «matriz disciplinar» viene a ser el conjunto <strong>de</strong> presupuestos compartidos que<br />
explican el carácter relativamente aproblemático <strong>de</strong> la comunicación profesional y la relativa unanimidad <strong>de</strong> juicio<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una comunidad científica. Entre los componentes <strong>de</strong> la matriz Kuhn <strong>de</strong>staca tres que consi<strong>de</strong>ra esenciales<br />
para el funcionamiento cognoscitivo <strong>de</strong>l grupo: generalizaciones simbólicas (componentes formales o<br />
formalizables, cuasitautológicos), mo<strong>de</strong>los (o conjunto <strong>de</strong> analogías preferidas <strong>de</strong> carácter ontológico y heurístico)<br />
y ejemplares (o soluciones «paradigmáticas» <strong>de</strong> problemas tipo concretos aceptadas por el grupo). En sentido<br />
estricto el término paradigma <strong>de</strong>be asimilarse exclusivamente a esta última noción <strong>de</strong> ejemplar. De ahí que ahora la<br />
«ciencia normal» consista básicamente en la adquisición <strong>de</strong> ejemplares estandarizados en el seno <strong>de</strong> la comunidad<br />
científica, proceso al que Kuhn <strong>de</strong>dica extensos análisis <strong>de</strong> lo que muy bien podría catalogarse como psicología<br />
genética <strong>de</strong>l pensamiento científico.<br />
De acuerdo con esta nueva conceptualización pue<strong>de</strong> inquirirse legítimamente en qué se cifra ahora un<br />
cambio revolucionario. Kuhn parece emitir dos respuestas diferentes. Por un lado se nos dice que «las alteraciones<br />
que se producen en cualquiera <strong>de</strong> los componentes <strong>de</strong> una matriz disciplinar pue<strong>de</strong>n dar lugar a cambios <strong>de</strong>l<br />
comportamiento científico que afectan tanto a la materia particular <strong>de</strong> las investigaciones <strong>de</strong> un grupo como a sus<br />
patrones <strong>de</strong> verificación» (1974). Pero, acto seguido, renuncia a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r una tesis tan general, tal vez porque<br />
muchos <strong>de</strong> esos cambios pue<strong>de</strong>n catalogarse como <strong>de</strong>sarrollos científicos normales. Más específicamente en la nota<br />
14 <strong>de</strong>l mismo trabajo aventura la sospecha <strong>de</strong> que «las revoluciones científicas pue<strong>de</strong>n distinguirse <strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>sarrollos científicos normales en que las primeras requieren, cosa que no suce<strong>de</strong> con los segundos, la<br />
modificación <strong>de</strong> las generalizaciones que habían sido consi<strong>de</strong>radas anteriormente como cuasi-analíticas» (ib), es<br />
<strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> las generalizaciones simbólicas 1 .<br />
1 Omito en el texto cualquier referencia a las distintas reconstrucciones formales <strong>de</strong> que han sido objeto en la última década las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Kuhn.<br />
Las ejecutadas por los teóricos <strong>de</strong> la ciencia adscritos al llamado enfoque semántico (Sneed, 1971; Stegmüller, 1973), partidarios <strong>de</strong> la<br />
auto<strong>de</strong>nominada concepción estructuralista no-enunciativa <strong>de</strong> las teorías, no obstante, han sido valoradas elogiosamente por el propio Kuhn<br />
(1977): «Stegmüller... ha entendido (mis trabajos) mejor que cualquier otro filósofo que se haya <strong>de</strong>tenido en sus análisis». En la medida en que<br />
tales reconstrucciones han influido en las posiciones epistemológicas <strong>de</strong> Kuhn antes <strong>de</strong> 1975 y han contribuido a elucidar y racionalizar sus<br />
planteamientos, parece obligado justificar esta omisión. Aunque para los propósitos <strong>de</strong> este trabajo bastaría aducir su irrelevancia <strong>de</strong>facto para la<br />
biología molecular, voy a explicitar las razones <strong>de</strong> fondo que me inducen a pensar que tal irrelevancia no es coyuntural.<br />
En primer lugar, recuér<strong>de</strong>se que el aparato conceptual estructuralista exige como precondición para su aplicabilidad la axiomatización <strong>de</strong> una<br />
teoría por parte <strong>de</strong> los propios científicos. Este no es el caso <strong>de</strong> la biología molecular. No es casual que hasta ahora los estructuralistas<br />
semánticos se hayan limitado al estudio <strong>de</strong> teorías físico-matemáticas altamente <strong>de</strong>sarrolladas, en especial la mecánica <strong>de</strong> partículas y la
Alberto Hidalgo Tuñón | La biología molecular: ¿revolución o cierre?<br />
Pues bien, al margen <strong>de</strong>l poco éxito que los últimos <strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong> Kuhn han tenido para zafarse <strong>de</strong> las<br />
objeciones <strong>de</strong> sus críticos —y no por falta <strong>de</strong> conmensurabilidad (F. Suppe, 1974) — está claro que la pregunta <strong>de</strong><br />
si la biología molecular constituye o no una auténtica «revolución» <strong>de</strong>be plantearse en términos <strong>de</strong> si ha habido o<br />
no un cambio <strong>de</strong> matriz disciplinar <strong>de</strong> las ciencias biológicas o un simple cambio <strong>de</strong> ejemplares. La tesis que<br />
mantengo en esta primera parte es que la biología molecular no ha implicado cambios relevantes en la matriz<br />
disciplinar <strong>de</strong> las ciencias biológicas ni por lo que respecta a las generalizaciones simbólicas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que Shlei<strong>de</strong>n y<br />
Schwann establecen en 1838 la teoría celular (presencia <strong>de</strong> células en todos los organismos vivos, continuidad<br />
genética <strong>de</strong> la materia viva, explicación <strong>de</strong> las funciones a partir <strong>de</strong> las estructuras subyacentes, etc.), ni por lo que<br />
respecta a los mo<strong>de</strong>los ontológicos <strong>de</strong> la bioquímica, en particular (que siguen siendo <strong>de</strong> carácter básicamente<br />
mecanicista y reduccionista). Quizá el único cambio <strong>de</strong>stacable concierne al nivel <strong>de</strong> resolución en el que se estudia<br />
la materia viva, es <strong>de</strong>cir, el nivel molecular 2 . Pero tal cambio parece atribuible también a la bioquímica,<br />
termodinámica (cfer. Moulines, 1982). No conozco aplicación alguna <strong>de</strong> este enfoque a teorías biológicas, pese a que algunos <strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong> la<br />
teoría <strong>de</strong> sistemas y, sobre todo, la axiomatización <strong>de</strong> la genética efectuada por J.H. Woodger habrían allanado el camino suficientemente para tal<br />
aplicación. Tan estricta exigencia formal no es una objeción <strong>de</strong> principio, pero supone un hándicap respecto a teorías <strong>de</strong> la ciencia, como el cierre<br />
categorial, cuyo aparato conceptual más flexible le permite analizar teorías científicas más «blandas», i. e., no axiomatizadas.<br />
Es posible que, en breve, los semánticos abor<strong>de</strong>n teorías biológicas. Pero este hecho no modificaría la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las opiniones vertidas en el<br />
texto respecto a Kuhn, porque, en segundo lugar, su concepción es in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>l enfoque <strong>de</strong> Sneed. Es cierto que ambos han entrado en<br />
contacto y que tal contacto parece armónico por el momento. Pero me parece que los estructuralistas salvan los conceptos kuhnianos <strong>de</strong><br />
interpretaciones sociológicas a lo Mullins en base a un reduccionismo metacientífico. El propio Stegmüller no se cansa <strong>de</strong> repetir en sus últimos<br />
escritos (1979, 1982) que «no hay conexión obligatoria y lógica alguna» entre la nueva corriente semántica y la interpretación <strong>de</strong> Kuhn. La<br />
reconstrucción <strong>de</strong> sus i<strong>de</strong>as sólo es un «resultado secundario», no perseguido ni previsto apriori en su teoría <strong>de</strong> la ciencia. Por tanto, arguye<br />
frente a los críticos, lejos <strong>de</strong> ser la mera aplicación ad hoc <strong>de</strong> un aparato formalista <strong>de</strong>stinado a salvar la filosofía <strong>de</strong> la ciencia <strong>de</strong> Kuhn, se trata<br />
<strong>de</strong> una nueva teoría <strong>de</strong> la ciencia que goza <strong>de</strong> una amplitud y una potencia superiores, pues a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> explicar la estructura lógica <strong>de</strong> las teorías<br />
científicas recoge los elementos dinamicistas y pragmáticos subrayados en sus estudios históricos. Esta extraña mamalgama <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />
(verbal) y reduccionismo (efectivo) <strong>de</strong>berá aclararse metacientíficamente algún día. Entre tanto, a <strong>de</strong>specho <strong>de</strong> sus versallescos intercambios, la<br />
in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia parece convertirse en conflicto. Kuhn no acepta la central distinción entre términos teóricos y no-teóricos y discrepa<br />
profundamente <strong>de</strong>l análisis semántico sobre su concepto <strong>de</strong> «inconmensurabilidad». Y no se trata <strong>de</strong> un conflicto menor, pues la<br />
inconmensurabilidad resulta el criterio central para <strong>de</strong>tectar «revoluciones». La mecánica clásica sigue pareciéndole a Kuhn irreducible a la<br />
teoría <strong>de</strong> la relatividad y los procedimientos semánticos habilitados para la reducción puramente circulares (1977). En tercer lugar, la<br />
discrepancia se acentúa cuando se pasa al análisis <strong>de</strong> ejemplos históricos concretos. El caso <strong>de</strong> la biología molecular podría resultar<br />
«paradigmático». Si he captado correctamente el sentido <strong>de</strong> la concepción estructuralista me parece que el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l<br />
ADN, a la luz <strong>de</strong> la información proporcionada en el texto, podría interpretarse intuitivamente como un caso prototípico <strong>de</strong> transformación <strong>de</strong> un<br />
mo<strong>de</strong>lo parcial potencial (perteneciente al conjunto Mpp, si se pudiera formalizar eventualmente) en un mo<strong>de</strong>lo parcial <strong>de</strong> carácter empírico<br />
(perteneciente a Mp) más dos condiciones <strong>de</strong> ligadura nuevas con términos bioquímicos y genéticos. Esto significa una nueva especialización <strong>de</strong><br />
la biología y el cambio operado podría enten<strong>de</strong>rse como una ampliación <strong>de</strong> la red teórica, a lo sumo, pero sin modificación <strong>de</strong>l núcleo teórico<br />
(N). Por tanto, según el enfoque semántico, no habría aquí cambio revolucionario alguno en contra <strong>de</strong> la opinión <strong>de</strong> Mullins. Sería interesante<br />
que los estructuralistas se <strong>de</strong>cidieran a <strong>de</strong>finir el predicado «teoría biológica», porque obligarían a Kuhn a salir <strong>de</strong> la nebulosa in<strong>de</strong>terminación a<br />
que conduce la doble <strong>de</strong>finición citada en el texto <strong>de</strong> «revolución científica». Por añadidura, ayudarían a los biólogos a resolver sus propias<br />
perplejida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>marcación con sus po<strong>de</strong>rosas herramientas conjuntistas. En cualquier caso, no es mi propósito polemizar aquí con el enfoque<br />
semántico. Mientras no se pronuncien sobre la biología molecular, me parece que proce<strong>de</strong> omitir pru<strong>de</strong>ntemente sus <strong>de</strong>sarrollos kuhnianos.<br />
Para una visión crítica <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> «revolución» en términos también semánticos y conjuntó las que llega a resultados similares en el caso <strong>de</strong><br />
la biología molecular vi<strong>de</strong> Bunge (1982, 1983).<br />
2 El concepto «nivel <strong>de</strong> resolución» ha <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse aquí en un sentido gnoseológico y analítico. Debe distinguirse <strong>de</strong> su inverso (nivel <strong>de</strong><br />
organización o <strong>de</strong> integración) frecuentemente utilizado en la biología sistémica con fuertes connotaciones ontológicas. Técnicamente el<br />
concepto guarda estrechas analogías con la capacidad <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> los aparatos o instrumentos científicos: microscopios electrónicos,<br />
centrifugadoras, etc. El aparato teórico <strong>de</strong> la biología molecular permite analizar estructuras más finas (primarias: la secuencia <strong>de</strong> los ácidos<br />
aminados) que cualquier otra disciplina biológica, incluyendo la genética. La concepción instrumentalista <strong>de</strong> las teorías vería, sin duda, un<br />
cambio en el nivel <strong>de</strong> resolución como un cambio teórico significativo. Pero para Kuhn (1977) un mero cambio <strong>de</strong> nivel no implicaría por sí solo<br />
una «revolución» científica, salvo que fuera acompañado <strong>de</strong> cambios semánticos en los términos: la inconmensurabilidad semántica (y no la<br />
reducción) induciría entonces un <strong>de</strong>salojo teórico revolucionario. La pregunta pertinente en este caso parece ser: ¿qué cambios semánticos ha<br />
operado la biología molecular? Sugiero que la cuestión <strong>de</strong>bería explorarse en una dirección doble: (a) La primera viene exigida por la<br />
introducción <strong>de</strong> un lenguaje informativista en biología a través <strong>de</strong> la genética molecular hacia los sesenta. Se había, en efecto, <strong>de</strong> «replicación»,<br />
«transcripción» y «traducción» <strong>de</strong> la información genética, así como <strong>de</strong> «código» y «expresión» genéticas. ¿Implica esta terminología<br />
informativista una nueva teoría genética pivotada sobre el dogma central con una semántica distinta <strong>de</strong> la acoplada a la bioquímica y a la<br />
genética men<strong>de</strong>liana o se trata <strong>de</strong> una metáfora prescindible? El problema gnoseológico no resi<strong>de</strong> en la homologación o no <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong><br />
información, sino en su capacidad explicativa <strong>de</strong> los fenómenos biológicos. Aun reconociendo con Lwoff (1962, 1965) que la información en<br />
biología se refiere a «la secuencia específica <strong>de</strong> los ácidos nucleicos en el material genético» y que, por tanto, «el cálculo <strong>de</strong> la negentropía<br />
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<strong>de</strong>nominación utilizada por primera vez en 1903 por Neuberg, un año <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que Fischer y Hofmeister<br />
<strong>de</strong>muestran que las proteínas son polipéptidos y 34 años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que Miescher <strong>de</strong>scubriera el ADN en 1869 3 . En<br />
este sentido, Mario Bunge (1982) ha observado correctamente que «si aceptamos las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Kuhn... Crick y<br />
Watson, que trabajaban <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado paradigma construido por otros y sobre un problema propuesto<br />
por otros» estaban ocupados en mo<strong>de</strong>stos proyectos <strong>de</strong> ciencia normal, es <strong>de</strong>cir, estaban rellenando agujeros 4 .<br />
Pue<strong>de</strong> admitirse, sin embargo, que la biología molecular implica cambios <strong>de</strong> ejemplares o soluciones<br />
paradigmáticas para problemas tipo. Pero estos cambios son tan débiles que difícilmente podrían consi<strong>de</strong>rarse<br />
utilizando las fórmulas <strong>de</strong> Shannon no se aplica en absoluto al ser vivo», queda por aclarar el estatuto gnoseológico <strong>de</strong> estos términos<br />
informativistas supuestamente específicos en el seno <strong>de</strong> las ciencias biológicas. Esta cuestión pue<strong>de</strong> parecer <strong>de</strong>masiado especulativa y cae fuera<br />
<strong>de</strong> los propósitos <strong>de</strong> esta comunicación; pero biólogos hay que se sienten incómodos con la terminología e intentan ignorarla, (b) La segunda<br />
dirección que sugiero es más sustantiva y conecta <strong>de</strong> lleno con el tema abordado en el texto. Podría formularse brevemente así: ¿qué significa<br />
epistemológicamente la afirmación, por ejemplo, <strong>de</strong> que la biología molecular ha logrado integrar la bioquímica con la genética? El problema<br />
semántico consiste ahora en <strong>de</strong>terminar a qué cuerpo teórico pertenecen los términos, leyes, principios y <strong>de</strong>más constructos aportados por la<br />
biología molecular. Ello nos remite directamente al tema <strong>de</strong> la unidad interna <strong>de</strong> la bioquímica y al <strong>de</strong> sus relaciones con el resto <strong>de</strong> las<br />
disciplinas biológicas (cfer. nota 3).<br />
3 . Si la biología molecular quedase confinada a ser un mero <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la bioquímica, como preten<strong>de</strong>n muchos bioquímicos, no estaría<br />
justificada la parafernalia «revolucionaria» <strong>de</strong> que se acompaña habitualmente su advenimiento. Este es el sentido polémico <strong>de</strong> la afirmación <strong>de</strong>l<br />
texto. Pero, acto seguido, <strong>de</strong>bo advertir que en la medida en que los avances <strong>de</strong> nuestro conocimiento sobre las bases moleculares <strong>de</strong> la genética<br />
«han afectado profundamente a todos los campos <strong>de</strong> la Biología» (Lehninger, 1981), tal <strong>de</strong>sarrollo, aunque no pueda <strong>de</strong>scribirse a<strong>de</strong>cuadamente<br />
como una «revolución kuhniana», parece <strong>de</strong>sbordar los parámetros <strong>de</strong> la bioquímica clásica. Aun cuando el «nivel <strong>de</strong> resolución» <strong>de</strong> la biología<br />
molecular (las macromoléculas) sea abordable <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la bioquímica, algunos miembros <strong>de</strong> esta comunidad abrigan temores no <strong>de</strong>l todo<br />
injustificados. Del mismo modo que el surgimiento <strong>de</strong> la bioquímica arrinconó a los antiguos especialistas en química orgánica en el estrecho<br />
campo tecnológico <strong>de</strong> la polimeración <strong>de</strong> plásticos, la biología molecular podría convertir a la bioquímica clásica en una ciencia auxiliar<br />
reducida a estudiar fenómenos bioenergéticos (el ciclo <strong>de</strong> ATP), vitaminas y enlaces <strong>de</strong> fosfato. Pues bien, aunque así fuera, me parece que los<br />
conceptos kuhníanos <strong>de</strong> «revolución» y «paradigma» no servirían para dar cuenta <strong>de</strong> esta situación ni <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista genético, ni <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
un punto <strong>de</strong> vista estructural. Más a<strong>de</strong>lante discuto en el texto la ina<strong>de</strong>cuación genética <strong>de</strong> la reconstrucción <strong>de</strong> Mullins. Permítaseme discutir<br />
aquí la ina<strong>de</strong>cuación estructural <strong>de</strong>l esquema <strong>de</strong> Kuhn.<br />
Estructuralmente sólo habría «revolución» en el sentido <strong>de</strong> Kuhn si, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> constituirse en un nuevo campo, la biología molecular vaciase <strong>de</strong><br />
significados algunas teorías biológicas vigentes (eminentemente la genética) al proponer alternativamente un sustituto teórico, cuyos términos<br />
fueran inconmensurables respecto a las teorías estándar. Este esquema <strong>de</strong> sustitución no es, sin embargo, el único concebible estructuralmente<br />
para articular la noción <strong>de</strong> integración mencionada atrás (nota 2). Moulines (1982), por ejemplo, distingue cinco esquemas <strong>de</strong> lo que él llama<br />
«relaciones inter-teóricas» diádicas y señala acertadamente que toda discusión epistemológica parece concentrarse «en la dicotomía:<br />
incompatibilidad versas reducción». Utilizando su nomenclatura vale <strong>de</strong>cir que nadie ha presentado para el caso que nos ocupa esquemas<br />
estructurales <strong>de</strong> incompatibilidad, ni en el sentido (1) T∩ T’ = ø, ni en el (2) ╣eεT, ╣e’εT 3e's T’:e—>-e\ únicas capaces <strong>de</strong> otorgar sentido<br />
estructural a una «revolución kuhniana» (ya he indicado que la reconstrucción <strong>de</strong> Mullins sólo tiene significado genético y sociológico, pero no<br />
estructural). En cambio, Ruse (1973), siguiendo a Benzer (1962) y otros sostiene que la reducción <strong>de</strong> la genética men<strong>de</strong>liana a la genética<br />
molecular (esquema (4) T ╞ T’ <strong>de</strong> Moulines) «ha sido rigurosamente realizada», pese a la falta <strong>de</strong> formalización completa <strong>de</strong> ambas disciplinas.<br />
Entre los biólogos, sin embargo, lo más frecuente parece ser el esquema (3) T= T’, que Moulines consi<strong>de</strong>ra poco interesante por tratarse <strong>de</strong> una<br />
«i<strong>de</strong>ntidad camuflada». Propongo llamar a este esquema «esquema <strong>de</strong> yuxtaposición» y valorarlo metateóricamente en su justa medida. Si<br />
biólogos como Dobzhansky (1970), Ayala y otros (1977), etc. parecen no tener reparos en mezclar segmentos <strong>de</strong> ADN en el curso <strong>de</strong><br />
investigaciones sobre genes y en las discusiones esencialmente biológicas, no es tanto porque consi<strong>de</strong>ren idénticos los conceptos moleculares y<br />
los biológicos, cuanto porque les resulta empíricamente ventajoso trabajar con ambos sin plantearse engorrosos problemas epistemológicos:<br />
«Hay que distinguir entre los instrumentos y las preguntas o hipótesis» nos <strong>de</strong>cía hace poco Ayala (1983) para justificar esta yuxtaposición. Pero<br />
la misión <strong>de</strong>l epistemólogo me parece que no resi<strong>de</strong> en recriminar al científico su ingenuidad gnoseológica cuanto en analizar sus prácticas<br />
habituales. Tal vez el esquema <strong>de</strong> yuxtaposición resulte ser una mera apariencia que recubre una práctica más compleja y que se origina cuando<br />
se postula apriori que la relación inter-teórica <strong>de</strong>be ser diádica. y los únicos elementos interesantes gnoseológicamente en la ciencia, las teorías.<br />
En el caso <strong>de</strong> la biología molecular ensayaré un esquema <strong>de</strong> relación poliádico <strong>de</strong> confluencia (genética y estructural a un tiempo), en el que se<br />
articulan no sólo teorías, ni sólo aplicaciones con sus correspondientes condiciones <strong>de</strong> ligadura (o «reglas <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>ncia»), sino también<br />
aparatos, técnicas y otras configuraciones, cuyo resultado es un conjunto <strong>de</strong> elementos heterogéneos entre los que <strong>de</strong>staca un «teorema» o<br />
«célula gnoseológica», que tiene implicaciones relevantes para el marco teórico <strong>completo</strong> <strong>de</strong> las ciencias biológicas. No creo que esta<br />
formulación intuitiva gane mucho si la formalizo en términos conjuntistas así: T¡ ∩ A¡ ∩ R„ ∩ /,„ ∩ Chh ≠ ø, ╣e ε E & E c MTCB.<br />
En cambio, confío en que las <strong>de</strong>claraciones y críticas <strong>de</strong>l texto ayu<strong>de</strong>n a enten<strong>de</strong>r mi argumentación.<br />
4 Bunge (1983) aclara sus diferencias con Kuhn, cuando niega la existencia <strong>de</strong> dos tipos <strong>de</strong> períodos en la historia <strong>de</strong> la ciencia: «la investigación<br />
normal y la extraordinaria se dan al mismo tiempo». La investigación extraordinaria, a su vez, pue<strong>de</strong> dar lugar a un avance <strong>de</strong>cisivo<br />
{breakthrough) o a una revolución epistémica. La genética molecular es un breakthrough, que supone el marco conceptual previo <strong>de</strong> la genética<br />
clásica. Aunque coincidamos en consi<strong>de</strong>rar la biología molecular como un avance <strong>de</strong>cisivo esta recategorización puramente formal y <strong>de</strong>notativa<br />
no resuelve los problemas que estamos <strong>de</strong>batiendo. Por lo <strong>de</strong>más, Bunge muestra una radical intolerancia hacia las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> Kuhn. Lo curioso <strong>de</strong><br />
la cita <strong>de</strong>l texto es que coinci<strong>de</strong> en el diagnóstico con los <strong>de</strong>más semánticos aliados <strong>de</strong> Kuhn, en contra precisamente <strong>de</strong> las apreciaciones<br />
sociológicas <strong>de</strong> Mullins. Hay en Kuhn una ambigüedad esencial.
Alberto Hidalgo Tuñón | La biología molecular: ¿revolución o cierre?<br />
revolucionarios, ni rupturistas. De hecho, habría que admitir que toda ciencia se ve continuamente convulsionada<br />
por micro-revoluciones <strong>de</strong> esta índole 5 . Tan revolucionaria pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse la doble hélice como la estructura en<br />
hélice-a propuesta por Pauling y Corey en 1950 para las a-queratinas, que en cierto sentido parecen pertenecer al<br />
mismo tipo <strong>de</strong> soluciones estandarizadas, máxime si tenemos en cuenta la obvia conexión que Watson admite entre<br />
ambos <strong>de</strong>scubrimientos. En suma, los nuevos conceptos <strong>de</strong> Kuhn parecen tan incapaces <strong>de</strong> explicar la génesis <strong>de</strong><br />
una nueva ciencia o especialidad académica, como su antiguo concepto <strong>de</strong> paradigma 6 . Pero antes <strong>de</strong> proponer un<br />
esquema alternativo, exploremos la vigorosa interpretación <strong>de</strong> Mullins.<br />
2. El grupo «fago» y la polémica sobre los orígenes <strong>de</strong> la biología molecular.<br />
Es tan gran<strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia sociológica a favor <strong>de</strong> que ha nacido una nueva disciplina (creación <strong>de</strong> cátedras<br />
y <strong>de</strong>partamentos, fundación <strong>de</strong> revistas especializadas, celebración <strong>de</strong> Congresos, confección <strong>de</strong> manuales, etc.) en<br />
torno al <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l ADN que esta premisa empírica puramente institucional parece exigir<br />
una justificación metateórica. Mullins, que así lo constata, se acoge al exitoso expediente <strong>de</strong> Kuhn. Pero percibe<br />
inmediatamente que no pue<strong>de</strong> atribuir carácter revolucionario a un <strong>de</strong>scubrimiento como el Watson y Crick, toda<br />
vez que, apenas conseguido, es publicado en Nature con la recomendación <strong>de</strong> Sir Lawrence Bragg, los plácemes <strong>de</strong><br />
sus jefes inmediatos en el Cavendish (Max Perutz y John Kendrew) y el apoyo adicional <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong><br />
investigadores <strong>de</strong>l King's College <strong>de</strong> Londres (Maurice Wilkins y Rosalind Franklin), cuyas fotografías obtenidas<br />
con las técnicas <strong>de</strong> difracción por rayos X aportaron la evi<strong>de</strong>ncia empírica necesaria. Tan rápida aceptación obliga a<br />
Mullins a reconstruir la génesis <strong>de</strong>l supuesto paradigma triunfante para el que el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la estructura<br />
helicoidal <strong>de</strong>l ADN suponía sólo el espaldarazo confirmatorio. Hacía falta encontrar un período revolucionario<br />
previo con cambios <strong>de</strong> envergadura, disi<strong>de</strong>ncias respecto a los patrones tradicionales <strong>de</strong> investigación y noveda<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> enfoque.<br />
Esquemáticamente Mullins distingue 4 períodos sucesivos, en los que trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir características<br />
intelectuales y sociales específicas:<br />
(a) Entre 1935 y 1945 se habría producido, según Mullins, la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l nuevo paradigma a través <strong>de</strong><br />
la creación <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> trabajo centrado en torno a la figura <strong>de</strong> Max Delbrück, un físico proclive a la biología<br />
cuantitativa, quien en 1935 había escrito en colaboración con los biólogos Timofieff y Zimmer un artículo<br />
interdisciplinar sobre la estructura y mutación <strong>de</strong> los genes. Después <strong>de</strong> emigrar en 1937 al CalTech <strong>de</strong> California,<br />
este alemán antirreduccionista y negativamente predispuesto hacia la bioquímica, que juzgaba inútil, se pone en<br />
5<br />
Para una crítica <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> «microrrevolución» vi<strong>de</strong> Toulmin (1970, 1972), quien reconduce su significado como «unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> innovación<br />
científica» a un marco evolucionista.<br />
6<br />
También aquí la afirmación <strong>de</strong>l texto tiene sentido polémico. No prejuzga que la biología molecular constituya la génesis <strong>de</strong> una nueva ciencia<br />
o disciplina académica. Pero los kuhnianos que así lo mantienen, como Mullins, no lograrán mucha más ayuda en los segundos pensamientos <strong>de</strong><br />
Kuhn que en los primeros.<br />
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contacto con el bacteriólogo <strong>de</strong> origen italiano Salvador Luria para crear un grupo <strong>de</strong> investigación disperso y sin<br />
existencia oficial <strong>de</strong>dicado a estudiar bacteriófagos.<br />
Aunque hombres como An<strong>de</strong>rson, Lwoff, Adams, Hershey, Doermann, Monod y otros formaron parte<br />
<strong>de</strong>l grupo inicial carecían <strong>de</strong> orientaciones metodológicas unitarias e, incluso, diferían respecto a sus creencias<br />
epistemológicas. Pero lograron una coordinación parcial cuando un grupo <strong>de</strong> ellos <strong>de</strong>cidió en 1944 concentrar sus<br />
esfuerzos en un solo grupo <strong>de</strong> fagos (la serie T) y en una sola bacteria (la Escherichia colí).<br />
(b) Según Mullins entre 1945 y 1953 se habría producido una fuerte red <strong>de</strong> comunicaciones (network),<br />
cuya cristalización sociológica en las escuelas <strong>de</strong> verano <strong>de</strong> Cold Spring Harbor es analizada minuciosamente,<br />
tanto por lo que respecta a los asistentes y reclutas (Watson, Delbucco, Evans, Weigle, etc.) como a la formación <strong>de</strong><br />
núcleos <strong>de</strong> investigación conectados con la red en diversos países (v.g.el Instituto Pasteur con André Lwoff, Elie<br />
Wollman, Francois Jacob, etc., o el Instituto <strong>de</strong> Física en Ginebra <strong>de</strong> Kellenberger). Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<br />
intelectual se prima la investigación <strong>de</strong> las funciones genéticas, se afinan los procedimientos experimentales y se<br />
obtienen resultados espectaculares, que incrementan la solidaridad <strong>de</strong>l grupos. En particular, Alfred D. Hershey y<br />
Martha Chase <strong>de</strong>muestran en 1952 que no es el envoltorio proteico <strong>de</strong>l bacteriófago T2, sino su ADN quien tiene<br />
funciones genéticas y reproductivas; al año siguiente Watson, el «niño prodigio» <strong>de</strong>l grupo, sugiere que el ADN se<br />
dispone estructuralmente en una doble hélice, en la que la purina <strong>de</strong> una ca<strong>de</strong>na está ligada a la piramidina <strong>de</strong> la<br />
ca<strong>de</strong>na gemela.<br />
c) A partir <strong>de</strong> 1954 la solidaridad <strong>de</strong>l grupo se fortalece, formando una especie <strong>de</strong> «capilla» cerrada, que<br />
Mullins <strong>de</strong>nomina cluster. Estadísticamente este enjambre consta <strong>de</strong> 111 miembros, <strong>de</strong> los que 15 constituyen un<br />
núcleo fijo con una permanencia superior a 10 años, mientras en la periferia se localizan 59 colaboradores<br />
ocasionales que sólo aportan una comunicación puntual. Esta fluida estructura favorece una fuerte actividad,<br />
sociológicamente centralizada por el servicio <strong>de</strong> información Phage, que filtra la información pertinente. Decrece el<br />
reclutamiento, pero se incrementa el grado <strong>de</strong> conciencia colectiva acerca <strong>de</strong> la especificidad <strong>de</strong> sus investigaciones<br />
y <strong>de</strong>l estilo peculiar <strong>de</strong>l grupo. La formulación <strong>de</strong>l dogma central en 1956 por parte <strong>de</strong> Crick <strong>de</strong> que la información<br />
genética transita en la dirección ADN-ARN-Proteína, y nunca en el sentido inverso, centró las investigaciones <strong>de</strong>l<br />
grupo ten<strong>de</strong>ntes a precisarlo y confirmarlo. Según Mullins, esta fase dogmática es la más fecunda en contribuciones<br />
precisas y culmina en 1962.<br />
d) Cuando en 1962 John Kendrew y Max Perutz reciben el Premio Nobel <strong>de</strong> química, al tiempo que<br />
Watson, Crick y Wilkins son laureados con el <strong>de</strong> Fisiología y Medicina, se inicia, según Mullins, el período<br />
«académico»: la biología molecular se convierte en una especialidad reconocida, organizada e institucionalizada. El<br />
éxito obtenido cierra el ciclo <strong>de</strong>l grupo fago, cuya imagen distintiva se disuelve <strong>de</strong>finitivamente en 1966 tras el
Alberto Hidalgo Tuñón | La biología molecular: ¿revolución o cierre?<br />
galardón concedido al núcleo <strong>de</strong>l Instituto Pasteur. Constituido el paradigma triunfante sólo queda el trabajo<br />
rutinario, el lento encaje <strong>de</strong> las piezas <strong>de</strong>l puzzle, cuyas líneas maestras habían sido trazadas por Delbruck mucho<br />
antes.<br />
No cabe duda <strong>de</strong> que la reconstrucción <strong>de</strong> Mullins es ingeniosa, pero sumamente objetable tanto por<br />
razones generales como por cuestiones <strong>de</strong> <strong>de</strong>talle. Aunque pueda valorarse positivamente en tanto que ejercicio<br />
empírico <strong>de</strong> localización <strong>de</strong> una línea <strong>de</strong> investigación 7 , esta justificación <strong>de</strong> los orígenes <strong>de</strong> la biología molecular<br />
resulta históricamente arbitraria, analíticamente confusa y filosóficamente insuficiente (amén <strong>de</strong><br />
metacientíficamente irrelevante).<br />
Es históricamente arbitraria porque la misma historia pue<strong>de</strong> contarse y ha sido contada <strong>de</strong> manera distinta,<br />
con personajes y orientaciones diferentes, <strong>de</strong> modo que el grupo fago no sólo pier<strong>de</strong> protagonismo, sino que <strong>de</strong>ja <strong>de</strong><br />
ser interesante por sí mismo. El cristalógrafo e historiador social <strong>de</strong> la ciencia John D. Bernal (1964), por ejemplo,<br />
atribuye a W. T. Astbury el origen <strong>de</strong> la biología molecular, quien en 1932 había iniciado el estudio estructural <strong>de</strong><br />
los ácidos nucleicos mostrando que los cuatro nucleóticos A, G, C, T (U en el RNA) se apilan como monedas en<br />
ángulos rectos al eje <strong>de</strong> la hebra. Por añadidura, Atsbury habría recibido el primer reconocimiento oficial al ser<br />
<strong>de</strong>signado profesor <strong>de</strong> Estructura Biomolecular en 1945, <strong>de</strong>talle nada <strong>de</strong>leznable sociológicamente. Des<strong>de</strong> esta<br />
perspectiva estructuralista, los protagonistas son cristalógrafos y químicos antes que físico y bacteriólogos; y más<br />
que los acuerdos tácitos o explícitos <strong>de</strong> un grupo interesa historiar los <strong>de</strong>scubrimientos y técnicas que hicieron<br />
posible dilucidar la estructura <strong>de</strong> los ácidos nucléicos. Entre las técnicas <strong>de</strong>staca Bernal la «ultracentrifugadora»<br />
(10.000 r. p. seg.) diseñada por el químico sueco Theodor Svedverg en la década <strong>de</strong> los veinte, por cuanto sirvió<br />
para <strong>de</strong>terminar los pesos moleculares <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> proteínas a partir <strong>de</strong> la velocidad <strong>de</strong> sedimentación <strong>de</strong> sus<br />
componentes; los análisis espectográficos por difracción <strong>de</strong> rayos X ejecutadas por Kendrew <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1946 sobre<br />
proteínas cristalizadas; y los análisis cromatográficos sobre el papel <strong>de</strong>sarrollados por Archer Martin y Richard<br />
Synge a partir <strong>de</strong> 1941.<br />
La hipótesis química <strong>de</strong> Emil Fischer sobre las ca<strong>de</strong>nas <strong>de</strong> aminoácidos que constituyen las proteínas se<br />
engarza ahora sin solución <strong>de</strong> continuidad con los trabajos <strong>de</strong> Fre<strong>de</strong>rick Sanger sobre el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los aminoácidos<br />
<strong>de</strong> 1946 y 1952, así como con el análisis químico <strong>de</strong> Erwin Chargaff, «uno <strong>de</strong> los padres <strong>de</strong> la criatura», cuyas<br />
reglas sobre la equilibración <strong>de</strong>l <strong>número</strong> <strong>de</strong> purinas y piramidinas (A = T; G = C) constituyen el prece<strong>de</strong>nte<br />
inmediato <strong>de</strong> la hipótesis <strong>de</strong> Watson-Crick.<br />
Pero no se trata sólo <strong>de</strong> contraponer polémicamente estas dos versiones sobre los orígenes <strong>de</strong> la biología<br />
molecular. La ceremonia <strong>de</strong> la confusión continua y en ella han oficiado, entre otros, el propio Chargaff (1971),<br />
Mirsky (1968), Asimov (1969), Wyatt (1972), Thuillier (1972), Hess (1970), etc. Chargaff y Mirsky, por ejemplo,<br />
7 En el sentido <strong>de</strong> Bunge (1982).<br />
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coinci<strong>de</strong>n en subrayar el papel <strong>de</strong> hilo conductor que las hipótesis e investigaciones en torno a las funciones<br />
genéticas <strong>de</strong>l ADN tienen para la constitución <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong>nominada «genética molecular». Des<strong>de</strong> los<br />
<strong>de</strong>scubrimientos <strong>de</strong> Miescher en el siglo XIX hasta los dogmas <strong>de</strong> Francis Crick en 1956 una misma línea <strong>de</strong><br />
trabajo ten<strong>de</strong>nte a <strong>de</strong>svelar «el secreto <strong>de</strong> la vida» pondría en conexión la obra <strong>de</strong> químicos y bioquímicos como<br />
Albrecht Kossel, Phoebus Levene, Alexan<strong>de</strong>rTodd, Robert Feulgen, Torbjórn Caspersson, el propio Alfred Mirsky,<br />
Oswald Avery, Severo Ochoa, etc. El enciclopédico divulgador Isaac Asimov, que lo abarca todo, adopta, por su<br />
parte, una visión «acumulativista» similar cuando ubica lógicamente la exposición <strong>de</strong> los ácidos nucleicos <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong>l capítulo sobre la célula justo tras el estudio que <strong>de</strong>dica a la investigación sobre los cromosomas y los genes 8 . En<br />
cambio Wyatt interesado también en <strong>de</strong>stacar el valor <strong>de</strong> la biología molecular para la reproducción genética, pero<br />
no menos inclinado a observar los fenómenos sociológicos <strong>de</strong> trasmisión y diseminación científica, coloca el<br />
«cambio <strong>de</strong>cisivo <strong>de</strong> paradigma» en 1944, fecha en que Avery y sus colaboradores (Colin MacLeod y Maclyn<br />
McCarty) publican su trabajo sobre neumococos <strong>de</strong>mostrando que la transmisión <strong>de</strong> caracteres hereditarios se<br />
efectúa a través <strong>de</strong>l ADN. Ignorado por los genéticos y ante la ceguera <strong>de</strong> los bacteriólogos como Luria, el<br />
<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> Avery sólo cobrará carta <strong>de</strong> naturaleza e importancia en 1956 simultáneamente a la admisión <strong>de</strong>l<br />
dogma central <strong>de</strong> la biología molecular.<br />
No dispongo <strong>de</strong> espacio para análisis comparativos más extensos. Pero parece claro que a las distintas<br />
versiones históricas esbozadas subyacen diferentes concepciones sobre la ciencia y su historia. Con todo, mi<br />
argumento para tildar <strong>de</strong> históricamente arbitraria la reconstrucción <strong>de</strong> Mullins se basa no sólo en que ha sido<br />
contestada por historiadores «materialistas» como Bernal que colocan consecuentemente las innovaciones teóricas<br />
(superestructurales) al amparo <strong>de</strong> innovaciones tecnológicas (estructurales) previas, o por historiadores<br />
«acumulativistas» como Asimov (y eventualmente Chargaff y Mirsky), para quienes no existen problemas<br />
gnoseológicos <strong>de</strong> <strong>de</strong>marcación, bien sea porque la ciencia es una, bien sea porque no les importa tanto la existencia<br />
<strong>de</strong> fronteras administrativas cuanto la presencia <strong>de</strong> problemas o enigmas científicos a resolver. La arbitrariedad<br />
resi<strong>de</strong>, sobre todo, en el hecho <strong>de</strong> que los propios «rupturistas» como Wyatt, que hipotéticamente <strong>de</strong>bieran mantener<br />
una concepción sociológica similar sobre los orígenes <strong>de</strong> una disciplina científica, no aceptan la versión <strong>de</strong> Mullins<br />
y Stent. El argumento abunda, por lo <strong>de</strong>más, en la laxitud epistemológica <strong>de</strong> los esquemas <strong>de</strong> Kuhn, incluso para<br />
dar cuenta <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la ciencia.<br />
Quizá no <strong>de</strong>biera extrañar la polémica en torno a los orígenes <strong>de</strong> la biología molecular —siempre hubo<br />
disputas <strong>de</strong> prioridad en la ciencia—, sino que se suscite justo en el momento en que se produce su consagración<br />
<strong>de</strong>finitiva. He aquí un tema sustantivo para los sociólogos <strong>de</strong> la ciencia como Mullins, quien más que intervenir<br />
militantemente en la polémica <strong>de</strong>biera haber intentado <strong>de</strong>terminar las conexiones institucionales subyacentes en<br />
8 No es irrelevante recordar las repetidas confesiones tanto <strong>de</strong> Watson (1968) como <strong>de</strong> Crick en el sentido <strong>de</strong> que su interés por el ADN estaba<br />
alimentado por el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir qué eran y cómo actuaban los genes, i. e., por <strong>de</strong>scubrir «el secreto <strong>de</strong> la vida».
Alberto Hidalgo Tuñón | La biología molecular: ¿revolución o cierre?<br />
cada una <strong>de</strong> las reconstrucciones históricas, obviamente interesadas 9 . Lo que sí resulta epistemológicamente<br />
sorpren<strong>de</strong>nte es la unanimidad con que se acoge la hipótesis <strong>de</strong> Watson-Crick y la rapi<strong>de</strong>z con que pren<strong>de</strong> en la<br />
comunidad <strong>de</strong> biólogos (en especial los bioquímicos), pese al papel marginal y la peculiar personalidad <strong>de</strong> sus<br />
autores en la misma. ¿No está pesando más la verdad y fecundidad <strong>de</strong> la hipótesis, captada inmediatamente por los<br />
especialistas, que los merecimientos académicos <strong>de</strong> sus autores o que su adscripción a una <strong>de</strong>terminada escuela a<br />
línea? La profundidad, coherencia, elegancia, sencillez, evi<strong>de</strong>ncia, fecundidad y corrección que diversos autores<br />
atribuyen al mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> replicación genética no se explica recurriendo a su génesis histórica, sociológica o<br />
psicológica, porque son valores que transcien<strong>de</strong>n esas categorías externas. Creo que la pregunta<br />
gnoseológicamente relevante, que la reconstrucción que Mullins es incapaz <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r en términos kuhnianos,<br />
concierne al estatuto <strong>de</strong> las hipótesis <strong>de</strong> Watson-Crick puedan tener <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> las ciencias biológicas.<br />
Por lo <strong>de</strong>más, estas consi<strong>de</strong>raciones obscurecen por sí solas la supuesta claridad analítica <strong>de</strong> la<br />
reconstrucción <strong>de</strong> Mullins. La confusión <strong>de</strong> Mullins resi<strong>de</strong> en que no explica la constitución <strong>de</strong> la «biología<br />
molecular» como paradigma o diciplina autónoma, sino a lo sumo la disolución <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> trabajo en el seno<br />
<strong>de</strong> una ciencia ya institucionalizada: la bioquímica. En particular, no rin<strong>de</strong> cuentas sobre cuál sea el campo <strong>de</strong> la<br />
biología molecular y es incapaz <strong>de</strong> explicar la dualidad teórica que aún hoy parece subsistir en su seno, como<br />
sagazmente acierta a formular el propio Kendrew (1967,1970): «los biólogos moleculares no tienen entre ellos<br />
mismos unanimidad sobre la naturaleza <strong>de</strong>l tema». Como se sabe, en la biología molecular confluyen dos ten<strong>de</strong>ncias<br />
o escuelas, cuyos intereses divergentes parecen <strong>de</strong>sgajarla internamente: la ten<strong>de</strong>ncia estructuralista, interesada por<br />
el aspecto geométrico tridimensional <strong>de</strong> la doble hélice <strong>de</strong>l ADN y propensa a disolver los estudios sobre la<br />
configuración estereométrica <strong>de</strong> las moléculas biológicas en la rama clásica <strong>de</strong> la bioquímica que se ocupa <strong>de</strong> ellas<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva reduccionista; y la ten<strong>de</strong>ncia informativista que atien<strong>de</strong> a los aspectos topológicos y al papel<br />
<strong>de</strong> los pares <strong>de</strong> bases azoadas en el mecanismo genético <strong>de</strong> la replicación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva unidimensional, pues<br />
para enten<strong>de</strong>r cómo se almacena y se trasmite la información basta <strong>de</strong>terminar la or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong> las secuencias. De<br />
nuevo, el problema gnoseológico parece residir en compren<strong>de</strong>r la naturaleza <strong>de</strong> esa confluencia. La <strong>de</strong>finición ad<br />
hoc (Asimov, 1972) <strong>de</strong> la biología molecular como el campo en que confluyen dos ciencias anteriores (la<br />
bioquímica, entendida como el estudio <strong>de</strong> las reacciones químicas que tienen lugar en el tejido vivo, y la biofísica,<br />
reducida al estudio <strong>de</strong> las fuerzas y fenómenos físicos implicados en los procesos vivos) no resuelve el problema.<br />
En realidad, la literatura molecular oferta más <strong>de</strong> una docena <strong>de</strong> <strong>de</strong>finiciones alternativas y a nadie se le oculta que<br />
los biólogos manejan el concepto <strong>de</strong> información <strong>de</strong> manera muy diferente a como lo manejan los físicos. Como ha<br />
señalado Jacob (1970), aunque la biología ha <strong>de</strong>mostrado que no existe ninguna entidad metafísica que se esconda<br />
<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la palabra «vida», no pue<strong>de</strong> reducirse a física a causa <strong>de</strong> su carácter integrador (el integron) y organizado.<br />
9 Una <strong>de</strong> las mayores ambigüeda<strong>de</strong>s que han contribuido a <strong>de</strong>sprestigiar los concepos metacientíficos <strong>de</strong> Kuhn es el curioso fenómeno <strong>de</strong><br />
explotación i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong> que han sido objeto. Con mucha frecuencia «paradigma» y «revolución» se utilizan en un sentido apologético y<br />
justificatorio, más que en un sentido analítico y crítico.<br />
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Por último, no haría falta insistir en que la reconstrucción <strong>de</strong> Mullins es filosóficamente insuficiente<br />
(a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> gnoseológicamente irrelevante, como hemos mostrado reiteradamente), sino fuese por el carácter<br />
parodójico que atribuye al papel <strong>de</strong>sempeñado por Delbrück. Resulta que «el alma <strong>de</strong>l grupo fago» mantiene una<br />
posición semi-vitalista que los resultados bioquímicos <strong>de</strong>l grupo vienen a <strong>de</strong>sconfirmar palmariamente. Thuillier<br />
(1972), quien ha analizado este extremo con cierto <strong>de</strong>talle, termina resolviendo la paradoja provi<strong>de</strong>ncialmente en<br />
base a que «la ciencia escribe <strong>de</strong>recho, pero con renglones torcidos». Tal solución, filosóficamente insatisfactoria,<br />
no repara en el «insignificante» <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> que Watson era discípulo <strong>de</strong> Luria y fue orientado por éste hacia la<br />
bioquímica cuando le envía a Copenghague a estudiar con Hermán Kalckar. Lo mínimo que cabe exigir a un<br />
«paradigma emergente» es una cierta coherencia interna entre sus cabezas <strong>de</strong> serie por lo que se refiere a los<br />
supuestos filosóficos últimos y orientaciones metodológicas básicas.<br />
3. Un esquema alternativo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> «el cierre categorial».<br />
En la teoría <strong>de</strong>l cierre categorial <strong>de</strong> Gustavo Bueno (1976) se han elaborado algunos conceptos que me<br />
parece pue<strong>de</strong>n rendir cuenta <strong>de</strong> la situación creada por la llamada biología molecular. Los conceptos clave que voy<br />
a usar son los <strong>de</strong> «contexto <strong>de</strong>terminante», «teorema» o «célula gnoseológica» y «proceso <strong>de</strong> confluencia». Me<br />
consta que en la elaboración <strong>de</strong> estas nociones, G. Bueno no estabainteresado en problemas biológicos, ni mucho<br />
menos <strong>de</strong> biología molecular, sino trabajando con problemas gnoseológicos <strong>de</strong> geometría y física.<br />
Pues bien, la hipótesis <strong>de</strong> trabajo que mantengo (y que en los límites <strong>de</strong> esta comunicación no puedo<br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r en profundidad) es que el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la estructura helicoidal <strong>de</strong>l ADN es un «teorema» (o «célula<br />
gnoseológica») <strong>de</strong> carácter modulante, cuyo contexto <strong>de</strong>terminado se mantiene <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los márgenes <strong>de</strong> la<br />
bioquímica, aun cuando el proceso <strong>de</strong> confluencia que lo genera y posibilita <strong>de</strong>sborda histórica y<br />
gnoseológicamente este marco, pues implica <strong>de</strong>sarrollos teóricos y tecnológicos en otras ciencias, cuya inci<strong>de</strong>ncia<br />
en el campo <strong>de</strong> las ciencias biológicas, aunque espectacular, es sólo oblicua 10<br />
Esta tesis es sólo una consi<strong>de</strong>ración parcial <strong>de</strong>l «hito revolucionario» que convulsionó este campo <strong>de</strong><br />
investigación. Pero teóricamente la hipótesis <strong>de</strong>l operon <strong>de</strong> Jacob-Monod, el <strong>de</strong>scifrado <strong>de</strong>l código genético (Crick,<br />
Niremberg, Ochoa) y otros muchos <strong>de</strong>sarrollos que ni siquiera se mencionan en este breve texto polémico tienen<br />
tanta o más importancia. El significado <strong>de</strong> la tesis tan con<strong>de</strong>nsadamente formulada sólo pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse en el<br />
marco <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l cierre categorial, pues presupone toda su gnoseología general sintética. No obstante, quizá<br />
10 Al tratarse <strong>de</strong> una comunicación a un Congreso se con<strong>de</strong>nsaba en este párrafo una interpretación que se prometía explicar en un artículo<br />
posterior más amplio que nunca apareció. Se <strong>de</strong>cía allí que «Próximamente aparecerá en El Basilisco una argumentación más completa sobre el<br />
estatuto gnoseológico <strong>de</strong> la Biología molecular». En su <strong>de</strong>fecto, no obstante, explicaba en una larga nota «la tesis formulada en el texto», que en<br />
esta ocasión merece ser trasladada literalmente al texto principal.. La hipótesis <strong>de</strong> la doble hélice es sólo una consi<strong>de</strong>ración parcial <strong>de</strong>l «hito<br />
revolucionario» que convulsionó este campo <strong>de</strong> investigación. Pero teóricamente la hipótesis <strong>de</strong>l operon <strong>de</strong> Jacob-Monod, el <strong>de</strong>scifrado <strong>de</strong>l<br />
código genético (Crick, Niremberg, Ochoa) y otros muchos <strong>de</strong>sarrollos que ni siquiera se mencionan en este breve texto polémico tienen tanta o<br />
más importancia. El significado <strong>de</strong> la tesis que formulo en cursivas en el texto con<strong>de</strong>nsadamente sólo pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse en el marco <strong>de</strong> la teoría<br />
<strong>de</strong>l cierre categorial, pues presupone toda la gnoseología general sintética.
Alberto Hidalgo Tuñón | La biología molecular: ¿revolución o cierre?<br />
ayu<strong>de</strong> a su comprensión una breve exégesis <strong>de</strong> sus tres aserciones fundamentales:<br />
(a) Que el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la estructura helicoidal <strong>de</strong>l ADN es un teorema modulante <strong>de</strong> las ciencias<br />
biológicas significa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong>l cierre categorial que nos hallamos ante un fragmento unitario,<br />
complejo e internamente consistente <strong>de</strong> ciencia, susceptible <strong>de</strong> conectarse con cuerpos <strong>de</strong> conocimiento cerrados<br />
más amplios, pero cuya estructura gnoseológica reproduce ella misma a escala elemental un cierre operatorio. La<br />
teoría <strong>de</strong>l cierre categorial acepta <strong>de</strong>finir una ciencia como «un conjunto o sistema <strong>de</strong> teoremas», pero siempre que<br />
se corrijan inmediatamente las connotaciones formalistas o hipotético-<strong>de</strong>ductivas que el término lleva aparejado en<br />
la literatura metacientífica estándar. Un teorema no es principalmente una consecuencia o conclusión <strong>de</strong>rivada<br />
formalmente <strong>de</strong> algún conjunto <strong>de</strong> axiomas primitivos, aun cuando esta componente proposicionalista, abstracta,<br />
lógico-formal <strong>de</strong>sempeñe en ocasiones un papel prepon<strong>de</strong>rante (señaladamente en las llamadas ciencias formales).<br />
En su sentido gnoseológico o lógico-material un teorema es una «configuración» compleja que se construye (no se<br />
<strong>de</strong>duce simplemente) a partir <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> figuras más elementales o lineales que se sintetizan formando una<br />
pieza autónoma. Todo teorema es el resultado <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> confluencia material y específico, en el que está<br />
implicado un contexto <strong>de</strong>terminante (cfer. infra) por respecto al cual se constituye como contexto <strong>de</strong>terminado. En<br />
este sentido <strong>de</strong>cir que «una ciencia es un conjunto <strong>de</strong> teoremas no significa que sea un discurso <strong>de</strong> <strong>de</strong>ducciones en<br />
cascada, sino una confluencia <strong>de</strong> remolinos que se interfieren, pero que mantienen su autonomía formal» (Bueno,<br />
1976). Los teoremas son ciencia ya organizada y su enorme grado <strong>de</strong> complejidad aconsejaría quizá utilizar otra<br />
terminología metafórica menos ligada a las ciencias formales. G. Bueno (ib.) propone <strong>de</strong>nominarlos «células<br />
gnoseológicas», pero esta metáfora auto-referente quizá pueda resultar gö<strong>de</strong>lianamente paradójica en este contexto.<br />
En todo caso, el rasgo más característico <strong>de</strong> los teoremas consistente en que necesariamente incorporan modi<br />
sciendi (<strong>de</strong>finiciones, clasificaciones, <strong>de</strong>mostraciones y mo<strong>de</strong>los) en proporciones variables, variabilidad que sirve<br />
<strong>de</strong> criterio distintivo para una tipología. Entre los teoremas materiales <strong>de</strong>stacan dos tipos: los clasificatorios (v. g. el<br />
teorema <strong>de</strong> los poliedros regulares) y los modulantes (v. g. teorema <strong>de</strong> la gravitación <strong>de</strong> Newton). Estos últimos se<br />
caracterizan porque su contenido fundamental consiste en un mo<strong>de</strong>lo exportable homológícamente a otras «células»<br />
<strong>de</strong>l mismo organismo categoría!, vale <strong>de</strong>cir, a otros sistemas <strong>de</strong>l mismo sistema científico.<br />
Creo que estas, aunque prolijas, necesarias puntualizaciones permiten aclarar <strong>de</strong> modo intuitivo el sentido<br />
<strong>de</strong> nuestra tesis. El teorema <strong>de</strong> la doble hélice reformula a nivel molecular el principio <strong>de</strong> la continuidad genética <strong>de</strong><br />
la materia viva (<strong>de</strong> ahí sus importantes implicaciones biológicas) y reconstruye empíricamente el principio<br />
fisiológico <strong>de</strong> la correlación estricta entre estructura y función. Pero no es una mera consecuencia <strong>de</strong>ductiva <strong>de</strong> tales<br />
principios, porque, aunque es lógicamente congruente con ellos, los <strong>de</strong>sarrolla <strong>de</strong> forma novedosa y consistente.<br />
Baste recordar para aclarar este extremo la discusión genética suscitada en la prueba <strong>de</strong>l teorema sobre los posibles<br />
mecanismos <strong>de</strong> duplicación <strong>de</strong> ADN compatibles lógicamente con el principio <strong>de</strong> continuidad: el conservativo, el<br />
semiconservativo y el dispersivo (Lehninger, 1981; Lwoff, 1962; etc.). El razonamiento que conduce a <strong>de</strong>clarar<br />
probada la replicación semiconservadora postulada por Watson y Crick (1953b) <strong>de</strong> las dos hebras complementarias<br />
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<strong>de</strong> ADN no se agota en la mera <strong>de</strong>ducción formal <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s lógicas, que constituye un primer tramo<br />
completamente esencial y gnoseológicamente ininteligible <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la metodología científica estándar. El peso <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>mostración reposa ciertamente en el tramo empírico aportado por los experimentos <strong>de</strong> Cyrus Levinthal en 1956<br />
sobre bacteriófagos y, más concluyentemente aún, por la serie <strong>de</strong> resultados obtenidos al año siguiente por<br />
Meseíson y Sthal sobre cepas <strong>de</strong> E. coli marcadas con nitrógeno «pesado». Pero quienes interpretan estos<br />
<strong>de</strong>sarrollos como un «experimento crucial» para una hipótesis más o menos audaz olvidan, entre otras cosas, el<br />
tramo <strong>de</strong>ductivo <strong>de</strong>l argumento que otorga sentido gnoseológico a las alternativas y simplifican arbitrariamente la<br />
cuestión. Es cierto que a veces se catagoriza pragmáticamente el teorema <strong>de</strong> la doble hélice como la «hipótesis» <strong>de</strong><br />
Watson-Crick, pero no menos frecuentemente se habla <strong>de</strong>l «mo<strong>de</strong>lo» helicoidal, <strong>de</strong> la «ley» <strong>de</strong> la replicación, <strong>de</strong> la<br />
«explicación» o <strong>de</strong>l «<strong>de</strong>scubrimiento». El concepto <strong>de</strong> «teorema» antes explicado permite aclarar este galimatías<br />
terminológico gracias a su complejidad tridimensional. Una reubicación exacta <strong>de</strong> los múltiples componentes que la<br />
compleja construcción <strong>de</strong> Watson-Crick conlleva exce<strong>de</strong>ría obviamente las dimensiones <strong>de</strong> este trabajo. Por eso voy<br />
a limitarme a esbozar por qué consi<strong>de</strong>ro modulante al teorema Watson-Crick, en el supuesto <strong>de</strong> que lo sea. Me<br />
parece que los componentes modélicos son <strong>de</strong>cisivos en este teorema, no sólo porque sobre su plantilla se han<br />
confeccionado las explicaciones más convincentes sobre la estructura nuclear a las procariotas, así como las<br />
referidas a los genomas <strong>de</strong> las eucariotas. Por añadidura, la estructura helicoidal ha permitido <strong>de</strong>scifrar el código<br />
genético, su transcripción en el ARN mensajero y la traducción biosintética en los ríbosomas; en particular, los<br />
codones <strong>de</strong> los ARNt se asocian sucesiva y antiparalelamente con la cinta <strong>de</strong>l ARNm <strong>de</strong> acuerdo con el mo<strong>de</strong>lo<br />
purína-piramidina <strong>de</strong>l ADN para generar toda clase <strong>de</strong> proteínas. Los parámetros estructurales <strong>de</strong> muchos <strong>de</strong> los<br />
mecanismos bioquímicos implicados en la actividad celular obe<strong>de</strong>cen al mismo mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> enlaces covalentes<br />
fosfodiéster 3'-5' postulados por Watson y Crick (1953a) para explicar la estabilidad <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> las hebras o al<br />
<strong>de</strong> los débiles puentes intercatenarios <strong>de</strong> hidrógeno utilizados para explicar su flexibilidad duplicativa. Asociaciones<br />
hidrofóbicas y enlaces <strong>de</strong> hidrógeno no covalentes constituyen también el mo<strong>de</strong>lo básico para explicar la<br />
morfogénesis tridimensional <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s bioestructuras, macro y supramoleculares. Por si fuera<br />
poco, ha proporcionado, en palabras <strong>de</strong> Monod (1970) «una teoría física <strong>de</strong> la herencia» que dota <strong>de</strong> significado y<br />
certidumbre a la teoría <strong>de</strong> la evolución selectiva, cuya vali<strong>de</strong>z hasta entonces era puramente fenomenológica, no<br />
esencial. A través <strong>de</strong> esta simbiosis ha comenzado a señorear todas las ramas <strong>de</strong> la biología. Aunque «la teoría <strong>de</strong>l<br />
código genético» es más amplia que el teorema que estamos consi<strong>de</strong>rando, no parece exagerado afirmar que si<br />
aquella constituye «la base fundamental <strong>de</strong> la biología» éste aparece como el mo<strong>de</strong>lo más exportado a todas las<br />
ramas <strong>de</strong> esta ciencia. No cabe duda <strong>de</strong> que el problema crucial <strong>de</strong> la biología mo<strong>de</strong>rna consiste en explicar el<br />
tránsito <strong>de</strong> la materia inorgánica a la materia viva. Pues bien, la hipótesis génica sobre el origen <strong>de</strong> la vida<br />
enunciada por H. Muller en 1929 sin <strong>de</strong>masiado éxito, ha encontrado en este teorema el mo<strong>de</strong>lo preciso que permite<br />
su revitalización, hasta el punto <strong>de</strong> constituir la alternativa teórica más fuerte a las hipótesis proteicas <strong>de</strong> Oparin<br />
(coacervatos) y Fox (microesferas protenoi<strong>de</strong>s). Si la doble hélice es un teorema como pienso, la exportación<br />
masiva <strong>de</strong> sus mo<strong>de</strong>los constituyentes hace inevitable su adscripción a la clase <strong>de</strong> los teoremas modulantes 11 .<br />
11 El propio Proyecto <strong>de</strong>l Genoma Humano, que estaba analizando Pablo Infiesta, pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse en cuanto a su objetivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>scifrar la
Alberto Hidalgo Tuñón | La biología molecular: ¿revolución o cierre?<br />
(b) Que el contexto <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> este teorema consiste en una organización <strong>de</strong> elementos analíticamente<br />
servidos por la bioquímica es, quizá, la afirmación más audaz que contiene nuestra tesis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nla perspectiva <strong>de</strong>l<br />
cierre categorial. Remite a la sutil y central cuestión <strong>de</strong> la relación (dialéctica) entre contextos <strong>de</strong>terminantes y<br />
contextos <strong>de</strong>terminados, que juega un papel <strong>de</strong>cisivo tanto para la <strong>de</strong>marcación <strong>de</strong> la ciencia respecto a otros<br />
procesos operatorios constructivos no científicos, como, sobre todo, para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> los principios <strong>de</strong> las<br />
ciencias como métodos internos <strong>de</strong> su cierre categorial. Según G. Bueno (1976) toda ciencia se nos presenta in<br />
medias res como campos empíricos organizados sintéticamente en formaciones y figuras características. Así, por<br />
ejemplo, el campo <strong>de</strong> la biología, antes <strong>de</strong>l advenimiento <strong>de</strong> la biología molecular, se nos ofrece sintéticamente<br />
como un conjunto <strong>de</strong> formaciones heterogéneas, pero mutuamente relacionadas <strong>de</strong> diversas formas, en particular<br />
por las relaciones postuladas en la teoría <strong>de</strong> la evolución: especies, organismos, sistemas funcionales, células,<br />
mitocondrias, genomas, genes, etc. Estas clases heterogéneas <strong>de</strong> figuras que mantienen entre sí regularida<strong>de</strong>s en<br />
proporciones más o menos <strong>de</strong>finidas constituyen grosso modo el contexto <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> una ciencia globalmente<br />
consi<strong>de</strong>rada, en la medida en que son el punto <strong>de</strong> arranque sintético <strong>de</strong> toda investigación. Por supuesto, una línea<br />
<strong>de</strong> investigación concreta selecciona algunas <strong>de</strong> estas clases como contexto <strong>de</strong>terminante específico. En cualquier<br />
caso, ¿cuál es entonces el contexto <strong>de</strong>terminado? El que resulta <strong>de</strong>l análisis regresivo <strong>de</strong> esas figuras sintéticas en<br />
sus constituyentes. El contexto <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong>fine un campo operatorio abstracto, cuva estructura analítica filtra o<br />
segrega aquellos términos, relaciones y operaciones características con las cuales resulta posible reconstruir<br />
esencialmente las figuras <strong>de</strong> partida. No se vea en esta grosera simplificación una mera <strong>de</strong>scripción alambicada <strong>de</strong><br />
los procesos inversos <strong>de</strong> análisis y síntesis estándar. El quid diferencial resi<strong>de</strong> en que cuando se toma la estructura<br />
analítica <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong>terminado como punto <strong>de</strong> arranque, convirtiéndolo así en <strong>de</strong>terminante, la cosa no funciona<br />
y las figuras básicas aparecen como «gratuitas», porque a partir <strong>de</strong>l campo abstracto en que se resuelven<br />
necesariamente no se llega a reconstruirlas sin ciertas claves que reconduzcan la construcción ¿Qué claves están<br />
presentes en los contextos <strong>de</strong>terminantes para que filtradas analíticamente se reproduzcan o reconstruyan como<br />
contextos <strong>de</strong>terminados? No se trata <strong>de</strong> una clave metafísica, ni psicológica, sino estrictamente gnoseológica:<br />
consiste en los principios <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad que están presentes objetivamente en las figuras básicas <strong>de</strong> partida y que.<br />
aunque en el análisis quedan al <strong>de</strong>scubierto, poseen una irrenunciable estructura sintética 12 .<br />
Pero veamos ya cómo se aplica este entramado conceptual, cuyas ramificaciones principales ni siquiera<br />
han sido sugeridas, al caso que nos ocupa. Me parece que el contexto <strong>de</strong>terminante específico <strong>de</strong> la doble hélice<br />
viene dado por las preocupaciones genéticas <strong>de</strong> sus autores y en este sentido no es casual que la biología molecular<br />
haya encontrado su campo específico <strong>de</strong> aplicación en la genética. Muchos prefieren hablar <strong>de</strong> «genética<br />
molecular» simplemente y antes (notas 2 y 3) hemos discutido el significado <strong>de</strong> la fórmula usual que atribuye a la<br />
biología molecular el logro <strong>de</strong> haber integrado la bioquímica con la genética. La pregunta por la «naturaleza <strong>de</strong> los<br />
secuenciación como la mejor <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong>l carácter modulante <strong>de</strong>l teorema que se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> en este texto<br />
12 En este punto se hacía un inciso <strong>de</strong>l que pue<strong>de</strong> prescindirse aquí : « Creo que el actual callejón sin salida en que parecen hallarse las<br />
investigaciones bioquímicas sobre el origen <strong>de</strong> la vida, que han provocado el espectacular éxito <strong>de</strong> la hipótesis <strong>de</strong> la panspermia remozada por<br />
Fred Hoyle como «vía <strong>de</strong> escape» aceptada por el propio Crick, ilustra claramente, como veremos, la situación gnoseológica <strong>de</strong>scrita.»<br />
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genes» que guiaba al joven Watson le conduce en compañía <strong>de</strong> Crick, convencido tempranamente por Schrodinger<br />
«<strong>de</strong> que los genes eran los componentes clave <strong>de</strong> las células vivas», hacia la bioquímica, materia que el primero no<br />
dominaba en absoluto incluso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la formulación <strong>de</strong>l teorema, si hemos <strong>de</strong> hacer caso al testimonio <strong>de</strong><br />
Chargaff y al suyo propio. ¿Cuál es la clave entonces que les conduce tan certeramente a filtrar analíticamente los<br />
términos, relaciones y operaciones básicas que precisan para su reconstrucción <strong>de</strong>l material genético? Naturalmente<br />
este proceso operatorio <strong>de</strong> los sujetos gnoseológicos, tal como contempla y predice la teoría <strong>de</strong>l cierre categorial, ha<br />
quedado eliminado, borrado en la construcción científica misma <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong>terminado. En efecto, un análisis<br />
<strong>de</strong>tallado <strong>de</strong>l artículo en los que se expone el teorema <strong>de</strong> Watson-Crick (1953a y b) pone <strong>de</strong> manifiesto que los<br />
términos utilizados en la construcción (ácidos fosfóricos, bases nitrogenadas, azúcares pentosa, etc.), las relaciones<br />
postuladas (leyes estereoquímicas <strong>de</strong> enlace, reglas <strong>de</strong> Chargaff, etc.) y las operaciones (ángulos <strong>de</strong> rotación <strong>de</strong> las<br />
bases, neutralización <strong>de</strong> los grupos fosfato con carga negativa por iones <strong>de</strong> carga positiva como argumento contra el<br />
mo<strong>de</strong>lo tricatenario <strong>de</strong> Pauling, etc.) forman parte <strong>de</strong> la estructura analítica servida abstractamente por la<br />
bioquímica. En cambio, el mo<strong>de</strong>lo mismo <strong>de</strong> la doble hélice, aun cuando formalmente halle un prece<strong>de</strong>nte<br />
inmediato en las a-queratinas, actúa como una especie <strong>de</strong> «esquema sintético a priori» que guía la búsqueda y<br />
selección <strong>de</strong> los elementos analíticos mpertinentes. La estructura helicoidal que en el ordo doctrinae aparece como<br />
resultado, en el ordo inventionis está dado necesariamente <strong>de</strong> antemano y ha sido generado en parte al margen <strong>de</strong>l<br />
campo operatorio abstracto <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong>terminado. Recuér<strong>de</strong>se a este respecto que la i<strong>de</strong>a germinal <strong>de</strong> Watson<br />
(1968), que a la sazón había confeccionado una hipótesis genética sobre el emparejamiento y reproducción <strong>de</strong> las<br />
bacterias, consistió en una estructura bicatenaria con idénticas secuencias <strong>de</strong> bases, unidas internamente por enlaces<br />
<strong>de</strong> hidrógeno entre pares <strong>de</strong> bases idénticas. Lo más sugestivo <strong>de</strong> esta hipótesis errónea —error ontológico<br />
imperdonable para un bioquímico, pues indica un <strong>de</strong>sconocimiento <strong>de</strong> la estructura analítica y <strong>de</strong> sus posibilida<strong>de</strong>s<br />
operatorias casi absoluto, pero error genéticamente disculpable y fenomenológicamente necesario en la propia<br />
construcción científica—resi<strong>de</strong> en que anticipa todas las profundas implicaciones biológicas que más tar<strong>de</strong><br />
emergerán <strong>de</strong> la formulación correcta: en particular, el mecanismo <strong>de</strong> multiplicación <strong>de</strong> los genes por separación <strong>de</strong><br />
las dos ca<strong>de</strong>nas idénticas y el <strong>de</strong> biosíntesis. pues a partir <strong>de</strong> una ca<strong>de</strong>na que sirve <strong>de</strong> plantilla se induce fácilmente<br />
la producción <strong>de</strong> una ca<strong>de</strong>na idéntica. Des<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l cierre categorial este <strong>de</strong>sarrollo previo no es ni un<br />
producto <strong>de</strong>l azar, ni una mera contingencia histórica, sino la irreprimible manifestación <strong>de</strong>l mol<strong>de</strong> genético que<br />
presi<strong>de</strong> la construcción y filtra los elementos pertinentes. (Entre el contexto <strong>de</strong> justificación y el contexto <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>scubrimiento no existe el abismo intransitable que la gnoseología analítica postula). Este mol<strong>de</strong>, trasunto <strong>de</strong>l<br />
principio <strong>de</strong> continuidad genética (omnis célula ex célula), postula significativamente una i<strong>de</strong>ntidad absoluta (toda<br />
ca<strong>de</strong>na proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> una ca<strong>de</strong>na secuencialmente idéntica <strong>de</strong> ADN) en el material que supuestamente <strong>de</strong>be ser el<br />
núcleo esencial <strong>de</strong> la vida. No se compren<strong>de</strong> el verda<strong>de</strong>ro significado <strong>de</strong> ese error más que si se ve en el juego entre<br />
el contexto <strong>de</strong>terminante, que guía la investigación, y el contexto <strong>de</strong>terminado, cuando aquél ejecuta un filtrado<br />
erróneo <strong>de</strong> componentes analíticos que éste se encarga <strong>de</strong> falsar. Pero no se trata <strong>de</strong> una falsación en sentido<br />
popperiano. sino <strong>de</strong> un ensayo mediante el cual el contexto <strong>de</strong>terminante, al tiempo que impone sus condiciones<br />
paramétricas, filtra elementos analíticos pertinentes: los enlaces <strong>de</strong> hidrógeno. Quizá la falta <strong>de</strong> contexto
Alberto Hidalgo Tuñón | La biología molecular: ¿revolución o cierre?<br />
<strong>de</strong>terminante genético, más que la carencia <strong>de</strong> diagramas a<strong>de</strong>cuados <strong>de</strong> rayos X expliquen también el rotundo<br />
fracaso <strong>de</strong> Pauling y el bloqueo <strong>de</strong> Rosalind Franklin. En todo caso, no cabe duda <strong>de</strong> la relevancia gnoseológica <strong>de</strong><br />
la clave genética para la formulación correcta <strong>de</strong>l teorema.<br />
No obstante, nuestra interpretación plantea una paradoja <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l cierre<br />
categorial. No resuelve el problema <strong>de</strong>l carácter categoría] o no, autónomo o heterónomo <strong>de</strong> la bioquímica. En<br />
resumen, pue<strong>de</strong>n ocurrir dos cosas: o bien el principio <strong>de</strong>terminante se i<strong>de</strong>ntifica categorialmente con el contexto<br />
<strong>de</strong>terminado y entonces la bioquímica aparece como una disciplina biológica tout court, o bien no se i<strong>de</strong>ntifica y<br />
entonces la bioquímica es externa a la biología y sus construcciones adquieren respecto a ésta un cariz tecnológico e<br />
ingenieril. La imposibilidad <strong>de</strong> reconstruir materia viva a partir <strong>de</strong>l campo abstracto tendría en cada caso un<br />
significado gnoseológico diferente.<br />
(c) Por último, que el proceso <strong>de</strong> confluencia que genera y posibilita la formulación <strong>de</strong>l teorema <strong>de</strong> la<br />
doble hélice implica <strong>de</strong>sarrollos teóricos y tecnológicos en otras ciencias que <strong>de</strong>sbordan al ámbito <strong>de</strong> interacción<br />
entre contexto <strong>de</strong>terminante y <strong>de</strong>terminado, ha sido intuitivamente reconocido por muchos autores, al margen <strong>de</strong> su<br />
propia polición epistemológica al respecto. Mencionaré dos casos paradigmáticos claramente contrapuestos: André<br />
Lwoff (1962) y Albert Lehninger (1981). Por efecto <strong>de</strong> esta confluencia el primero postula la emergencia <strong>de</strong> un<br />
nuevo campo científico anclado en la biología fundamental, mientras el segundo augura un inusitado <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong><br />
la bioquímica. La diferencia estriba en la selección ad hoc dt las disciplinas confluyentes. Aunque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ei punto <strong>de</strong><br />
vista <strong>de</strong>l cierre categorial interesan los procesos <strong>de</strong> confluencia en cuanto remiten a la construcción <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s<br />
sintéticas, a los efectos <strong>de</strong> esta nota bastará citar argumentos <strong>de</strong> autoridad sin entrar en el proceso constructivo<br />
mismo.<br />
Lwoff argumenta biológicamente: «La i<strong>de</strong>ntificación química <strong>de</strong>l material genético, por Avery, MacLeod y<br />
McCarthy, ha sido el gran <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> la biología mo<strong>de</strong>rna. Pronto le siguió otro gran <strong>de</strong>scubrimiento, el <strong>de</strong><br />
la estructura molecular <strong>de</strong>l ácido <strong>de</strong>soxirribonucleico, la doble hélice <strong>de</strong> Watson-Crick. Ambos <strong>de</strong>scubrimientos<br />
catalizaron el extraordinario <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la genética, la fisiología celular, la bioquímica <strong>de</strong> la célula y la virología,<br />
que ahora emergen en una nueva disciplina que las integra: la biología molecular» (1962).<br />
Lehninger, en cambio, que propen<strong>de</strong> a i<strong>de</strong>ntificar bioquímica con biología molecular, pues ambas<br />
conciernen a los componentes moleculares <strong>de</strong> las células y comparten una misma empresa teórica (establecer la<br />
lógica molecular <strong>de</strong> los organismos vivos) resume así sus puntos <strong>de</strong> vista: «El conocimiento actual <strong>de</strong> la base<br />
molecular <strong>de</strong> la genética surgió como consecuencia <strong>de</strong> los avances teóricos y experimentales realizados en tres<br />
distintos campos científicos: la genética clásica, la bioquímica y la estructura molecular» (1981). Cada uno <strong>de</strong><br />
ellos, a su vez, se apoya en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> alguna técnica específica: el empleo <strong>de</strong> los rayos X como agentes<br />
mutágenos, los métodos cromatográficos y el análisis por difracción <strong>de</strong> rayos X, respectivamente.<br />
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Pese a las diferencias <strong>de</strong> perspectiva cronológica y <strong>de</strong> enfoque epistemológico, ambos coinci<strong>de</strong>n en<br />
<strong>de</strong>stacar el papel <strong>de</strong> la bioquímica y la genética, i. e., <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong>terminado y <strong>de</strong>terminante en nuestra<br />
terminología. Ambos perciben también que el proceso <strong>de</strong> confluencia implica otros <strong>de</strong>sarrollos, que a falta <strong>de</strong> un<br />
análisis gnoseológico en profundidad, no aciertan a precisar.<br />
Las consecuencias que se <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> esta hipótesis no pecan <strong>de</strong> sensacionalismo, pero son clarificadoras en<br />
la medida en que resuelven algunas perplejida<strong>de</strong>s legítimas. En particular, <strong>de</strong> nuestro análisis se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> que la<br />
polémica sobre los orígenes <strong>de</strong> la biología molecular resulta epistemológicamente estéril, porque argumenta ex post<br />
jacto. Al reconocer el estatuto peculiar que el teorema <strong>de</strong> la doble hélice posee como <strong>de</strong>scubrimiento singular en el<br />
seno <strong>de</strong> las ciencias biológicas, no sólo se le confiere valor biológico a resguardo <strong>de</strong> cualquier reduccionismo, sino<br />
que se le otorga un significado autónomo sin necesidad <strong>de</strong> recurrir a dudosas justificaciones paradigmáticas para<br />
<strong>de</strong>stacar su novedad radical. (En general, no parece razonable una epistemología que tiene que inventarse una nueva<br />
ciencia cada vez que se produce un <strong>de</strong>scubrimiento científico <strong>de</strong> envergadura).<br />
Por lo <strong>de</strong>más, que la biología molecular no acota un nuevo campo <strong>de</strong> estudios con un cierre categorial<br />
específico pue<strong>de</strong> parecer una conclusión fuerte para quienes privilegian ciertas evi<strong>de</strong>ncias sociológicas, pero en<br />
realidad está en consonancia con la autorizada opinión <strong>de</strong> la mayor parte <strong>de</strong> los bioquímicos, que han integrado sin<br />
mayor dificultad en su disciplina los nuevos <strong>de</strong>scubrimientos sin necesidad <strong>de</strong> romper el marco teórico previo, ni lo<br />
que significativamente Albert L .Lehninger (1981) <strong>de</strong>nomina «la lógica molecular <strong>de</strong> los organismos vivos» 13 . El<br />
citado manual, auténtica «biblia» <strong>de</strong>l pensamiento bioquímico estándar, pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse «ejemplar» —dicho sea<br />
con perdón <strong>de</strong> Kuhn— <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncias sociológicas contrarias a las <strong>de</strong> Mullins. Permítaseme citar en este contexto a<br />
Raúl Ondarza, fundador <strong>de</strong> la cátedra <strong>de</strong> biología molecular <strong>de</strong> la UNAM (México), quien titula Biología mo<strong>de</strong>rna<br />
(1968) el manual que incorpora los nuevos <strong>de</strong>scubrimientos específicos <strong>de</strong> su cátedra e incluye la biosíntesis <strong>de</strong><br />
ácidos nucleicos en la segunda parte <strong>de</strong>dicada a «conceptos <strong>de</strong> bioquímica». Claro que también los químicos<br />
estructurales y <strong>de</strong>ductivistas (línea Pauling) consi<strong>de</strong>ran estos avances <strong>de</strong> la biología molecular como una extensión<br />
natural <strong>de</strong> sus propios dominios, al mismo tiempo que genéticos y evolucionistas (Dobzhansky-Ayala) hallan en<br />
ellos un confortable sostén. Parece, en consecuencia, que este y otros teoremas adyacentes vienen a construir<br />
puentes <strong>de</strong> enlace o «integración» entre dos disciplinas clásicas: la química y la biología quedan así mutuamente<br />
involucradas. En este sentido no es extraño que los bioquímicos, llamados a cumplir justamente ese cometido <strong>de</strong><br />
contacto, consi<strong>de</strong>ren estos <strong>de</strong>sarrollos como avances en su propio campo. Lo que ocurre es que estas pregnantes e<br />
intuitivas relaciones <strong>de</strong> interconexión no se <strong>de</strong>jan analizar fácilmente en términos gnoseológicos. En cualquier caso,<br />
el esquema «revolucionario» <strong>de</strong> Kuhn no encaja con los datos. En cambio, la teoría <strong>de</strong>l cierre categorial oferta un<br />
13 Ni que <strong>de</strong>cir tiene que apelar polémicamente a las evi<strong>de</strong>ncias sociológicas <strong>de</strong> los bioquímicos, no significa suscribir sus puntos <strong>de</strong> vista<br />
reduccionistas. En particular, la afirmación gnoseológica <strong>de</strong> Lehninger (1981) <strong>de</strong> que «las líneas divisorias entre la bioquímica y la biología<br />
celular son cada vez más difíciles <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar, ya que estos campos <strong>de</strong> la ciencia celular forman, verda<strong>de</strong>ramente, un conjunto lógico», no<br />
parece estar justificada a la luz <strong>de</strong> la información experimental disponible. Lehninger parece confundir la no-contradicción con la <strong>de</strong>rivabilidad<br />
lógica. Aun cuando las once proposiciones que selecciona bajo la rúbrica <strong>de</strong> «lógica molecular <strong>de</strong> los organismos vivos» sean correctas, queda<br />
por <strong>de</strong>mostrar que constituyan un sistema axiomático <strong>completo</strong> capaz <strong>de</strong> dar cuenta <strong>de</strong> todos los conocimientos que constituyen la biología<br />
celular.
Alberto Hidalgo Tuñón | La biología molecular: ¿revolución o cierre?<br />
conjunto <strong>de</strong> instrumentos conceptuales capaces, en principio, <strong>de</strong> resolver satisfactoriamente la mayor parte <strong>de</strong> las<br />
perplejida<strong>de</strong>s tan profusamente comentadas en la literatura sobre el tema 14 .<br />
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14 En general, no parecen quedar ya biólogos que no admitan la relevancia teórica <strong>de</strong> los procesos moleculares para la explicación <strong>de</strong> los<br />
fenómenos vivos, como tampoco parecen quedar físicos o químicos tan mecanicistas que no admitan una relativa autonomía, no reducible, <strong>de</strong> los<br />
procesos específicos catalogados como biológicos. Y en los últimos años se han sucedido los intentos <strong>de</strong> perfilar el peculiar campo <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong><br />
las ciencias biológicas más allá <strong>de</strong> las propuestas mecanicistas <strong>de</strong> reducción y más acá <strong>de</strong> la insensata apelación a entelequias vitales. Elsasser<br />
(1966), por ejemplo, ha intentado diseñar una lógica <strong>de</strong> clases inhomogéneas para fundamentar la propuesta «organicista». Bertalanffy (1968),<br />
por su parte, ha intentado con los mismos supuestos dar la vuelta a la tortilla con su «revolución organísmica». Creo que sólo si se adopta una<br />
perspectiva gnoseológica similar a la insinuada en el texto (no ontológica exclusivamente ni tampoco tecnológica) pue<strong>de</strong>n resolverse estas<br />
difíciles cuestiones. El teorema <strong>de</strong> la doble hélice se halla justamente en el corazón <strong>de</strong>l asunto.<br />
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La biología molecular: ¿revolución o cierre? | Alberto Hidalgo Tuñón<br />
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