García Márquez y la música - Fundación Cultura Vallenata
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Dicen aquel<strong>la</strong>s damas y aquellos escrupulosos caballeros que Pérez Prado y María Antonieta Pons,<br />
son «<strong>la</strong> verdadera encarnación del diablo y andan incendiando personalmente al mundo». Sobre<br />
esas bases, se ha solicitado a <strong>la</strong> primera autoridad eclesiástica de Venezue<strong>la</strong> <strong>la</strong> excomunión de los<br />
dos famosos artistas.<br />
Mambo N° 8 - Dámaso Perez Prado (Super<br />
mejor audio)<br />
http://www.youtube.com/watch?v=T-Qnsk56_g4&feature=re<strong>la</strong>ted<br />
Difícilmente podrá encontrar al maestro Pérez Prado; una frase que sintetice con mayor exactitud<br />
lo que él, como compositor, y sus excelentes creaciones, significan para el mundo de estos días. Los<br />
incondicionales admiradores de Pérez Prado, de su alucinante sentido musical, de su originalidad,<br />
de su técnica y de su magia, no podemos conocer esta calificación que se le ha dado en Venezue<strong>la</strong>,<br />
sin abrigar serios temores por <strong>la</strong> salvación de nuestras almas.<br />
El valor metafórico que logran <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras de uso corriente, permite que en este caso <strong>la</strong> frase que<br />
se le aplica al genial creador del Mambo y a una actriz de Cine de reconocida popu<strong>la</strong>ridad, sea una<br />
frase de doble filo, según <strong>la</strong> intención con que se le invoque. A los propagandistas del cine y de <strong>la</strong><br />
radio, no resultará seguramente extraño, y quizá apenas poco original, que a Dámaso Pérez Prado<br />
se le l<strong>la</strong>me «La Verdadera Encarnación del Diablo». Esto, en el uso corriente no pasa de ser una<br />
exaltación de los méritos del famoso compositor. Basta con recordar que hay conjuntos musicales<br />
de menor importancia que el de Pérez Prado que se hacen l<strong>la</strong>mar «Los diablos del ritmo», o «Los<br />
demonios de <strong>la</strong> rumba», etc. En cuanto a que el serio y bien vestido autor antil<strong>la</strong>no está<br />
«incendiando el mundo» no parece que sea <strong>la</strong> primera vez que se diga. Por lo mismo que el<br />
respetable grupo de ciudadanos venezo<strong>la</strong>nos usa el verbo «incendiar», en sentido metafórico -pues