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Los Consejos
Generales surgen como
consecuencia de la Ley
de Colegios Profesionales
y de la necesidad de
tener un interlocutor
con la Administración
Central del Estado en
aquellas áreas de interés
profesional.
fui nombrado vicepresidente del mismo,
procediendo a abordar diversas responsabilidades
que, seguramente, trataremos
en esta entrevista.
El CGCFE es un ente a veces difuso para
un colegiado… ¿Podría darnos una visión
del mismo, de sus objetivos, así
como de su organización?
Los Consejos Generales surgen como
consecuencia de la Ley de Colegios Profesionales
y de la necesidad de tener un
interlocutor con la Administración Central
del Estado en aquellas áreas de interés
profesional. Está formado por los 17 Colegios
de Fisioterapeutas y tiene un órgano
máximo, la Asamblea General, formada
por 53 miembros, y en la que los decanos/
presidentes son miembros natos.
El Comité Ejecutivo, formado por 9
miembros, tiene la misión de llevar a cabo
los mandatos de la Asamblea General, y
se sirve para ello de Comisiones y Grupos
de Trabajo, según las necesidades y actuaciones.
Una parte de la cuota que el colegiado
paga, sirve para el mantenimiento
de este organismo de carácter público,
con competencias delegadas en materia
de regulación profesional deontológica y
régimen disciplinario.
¿Cómo definiría a día de hoy la situación
del CGCFE?
La mejor definición que podría ofrecer
es cohesión, unidad e ilusión. Es sabido
que el CGCFE ha estado en los últimos
años sufriendo una serie de disfunciones
derivadas de interpretaciones unilaterales
de marcos jurídicos: dos colegios muy
importantes, como Cataluña y Valencia,
tomaron la decisión de no colaborar con
el CGCFE a la espera de resolver sendos
procesos administrativos, lo cual penalizó
enormemente el régimen económico del
CGCFE, obligando a un esfuerzo solidarizo
de los colegios que permanecían dentro
de la organización.
Su presidencia ha sido definida por
algunos decanos como “unificadora”.
¿A qué cree que se debe?
Mi llegada a la presidencia introduce
un factor de negociación con ambos Colegios,
a los que aludía anteriormente. El
entendimiento personal establecido con
sus decanos/presidentes, a día de hoy, nos
permite tener ambos colegios integrados.
Ello se produce por un espíritu de todos
los decanos/presidentes de superar las viejas
rencillas, plasmado en el Acuerdo de
Madrid, que pone punto y final a la anterior
escisión. Debo, por tanto, compartir
este éxito con todos y cada uno de los presidentes
y miembros del Comité Ejecutivo.
¿Qué proyectos inmediatos están sobre
su mesa?
Son varios y diversos, por lo que intentaré
ser muy concreto: está pendiente la
iniciativa de cambiar la Ley 28/2009 de
Garantías y Uso Racional de Medicamentos
y Productos Sanitarios para
que el fisioterapeuta pueda ser también
un prescriptor de los mismos. Han sido innumerables
las reuniones mantenidas con
todos los grupos políticos. Las justificaciones
están depositadas en forma de iniciativa
parlamentaria, y solo resta esperar el
devenir político que ahora vivimos.
Otro aspecto al cual dedicamos mucho
trabajo es la regulación profesional: actividades
como la Osteopatía y la Punción Seca
han sido objeto de sendas resoluciones del
CGCFE, que sirven a la Administración para
dilucidar aspectos competenciales.
La cada vez mayor circulación de profesionales
comunitarios y extracomunitarios,
nos ha obligado a que la Vicepresidencia
colabore estrechamente con el Ministerio
de Educación en los procesos de homologación
de títulos extranjeros.
El desarrollo de la profesión es imparable,
y si bien se habían depositado esperanzas
en los programas de Máster, como
camino hacia la especialización, un detenido
análisis, llevado a cabo en la última
reunión del Comité Ejecutivo, aconseja
iniciar los trabajos tendentes a lograr especialidades
oficiales en Fisioterapia.
La cohesión interna de los Colegios
es para mí un arma fundamental para
avanzar en el cumplimiento del programa
político establecido por este Comité.
Soy muy insistente en hacer a los
colegios protagonistas de las decisiones
y las políticas que, como ejecutivos, debemos
llevar a cabo, y la respuesta es
máxima. Prueba de ello es la presencia
de presidentes en los contactos institucionales
que, como muestra, podemos
decir que a fecha de hoy se han mantenido
más de 64 reuniones con diversos
estamentos sanitarios, educativos, parlamentarios
y profesionales.
La visibilidad del CGCFE es otro de-