Estado de Situación de la Libertad de Expresión en Guatemala 2012

Contexto sobre la situación del país y la libertad de expresión
El año 2012 inició con la expectativa de un nuevo gobierno, el cual fundamentó su
eje de campaña y su programa de gobierno en la reducción de la criminalidad y de
la violencia, en uno de los países más inseguros y con un alto grado de
asesinatos del continente, con un promedio de más de 10 muertes diarias y con un
índice de impunidad del 98 por ciento.
El Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), en su informe del mes de diciembre del 2012
sobre situación de violencia y derechos humanos, señala que durante el pasado
año se registraron 6 mil 24 muertes violentas, 194 menos que en 2011. De las
víctimas 5 mil 317 fueron hombres y 707 fueron mujeres.
El Presidente de la República, Otto Pérez Molina, afirmó durante la presentación
del Primer Informe de Gobierno, que la violencia se logró reducir en un 10 por
ciento durante su primer año de gestión, sin embargo ésta únicamente se redujo
en un dos por ciento.
Como prueba de la reducción de crímenes se puso como ejemplo la zona 18,
donde el gobierno implementó en septiembre las Fuerzas de Tarea Maya para
combatir los altos índices de violencia y criminalidad registradas en esa área. En
esa zona se registraron 14 muertes violentas en septiembre, en octubre se
redujeron a cinco, en noviembre a tres y en diciembre aumentó nuevamente a
cinco.
Además de la violencia que diariamente afecta a millones de guatemaltecos, se
suscitaron varios hechos de conflictos sociales, que en varias ocasiones,
generaron polarización entre la población. Entre estas las protestas que realizaron
estudiantes normalistas, ante su inconformidad por las reformas a la carrera de
magisterio, durante las cuales dos reporteros resultaron lesionados.
El 20 de noviembre 97 diputados del Congreso de la República aprobaron de
manera vertiginosa las reformas a la Ley General de Telecomunicaciones, por
iniciativa del diputado José Fernández, del Partido Patriota, con la que se aumentó
de 15 a 20 años el usufructo de frecuencias radiales, televisivas y de telefonía
móvil. Una de las principales críticas a esta medida es que dejó abierta la
posibilidad para que indefinidamente se vayan automáticamente aplicando nuevas
prórrogas. Esta medida favoreció a las empresas de telefonía que reportan
enormes ganancias y de paso al empresario mexicano Ángel González,
propietario de los canales de televisión abierta y de varias frecuencias de radio.
27