la platrería en las parroquias de santa maría y san pedro de cogolludo

Cada parroquia mantenía una cantidad de objetos de plata para el culto
que variaba muy poco con el tiempo; cuando alguno se estropeaba con el uso o se
rompía, se le catalogaba como “consumido”; entonces se encargaba a un platero
que reemplazara la pieza consumida, y se le entregaba ésta que era valorada en su
peso en plata y servía, una vez fundida, para hacer la pieza nueva, pagando aparte
el importe de su hechura.
Las piezas de plata unas se hacían en su color, o sea, plata blanca, y otras
se sobredoraban; sobredoradas eran generalmente las custodias, los cálices y sus
patenas, piezas que se utilizaban en las festividades importantes.
Sobre el nombre de custodia, hay que aclarar que se utilizaba para definir
al tabernáculo y al sagrario, ya que ambas piezas servían para custodiar la
sagrada forma. Pero en platería, como custodia, se define a la que sirve para
"exponer" o sacar en procesión al Santísimo Sacramento, que normalmente es de
plata sobredorada, como ya se ha dicho.
En la trascripción de los apuntes se han desarrollado totalmente las
abreviaturas, en el resto del texto se ha conservado la grafía original.
Detalle del brazo izquierdo de la Cruz Parroquial de la iglesia de Santa María (foto Javier Pérez
Fernández).
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