El caño viejo en Paseo de Santa Teresa - Navas del Rey

EL CAÑO VIEJO
Esta sta fuente era la que abastec abastecía a de agua al pueblo antes de hacerse
el suministro a las viviendas. anteriormente era muy significativo
como lugar de reunióón
de las mozas que acudían an con los ccántaros
y
de los mozos para realizar contactos, que en muchas ocasiones
terminaban en noviazgos.
El agua no para de correr. Es indiferente lla
a época del año. Eso sí,
unas temporadas con más intensidad que otra, había veces, que
corría sólo o un hilito como decían las mujeres, y entonces se
levantaban a las cinco de la mañana para dejar su cántaro haciendo
cola, el líquido elemento fluye siempre ppor
EL CAÑO CAÑO.
Ahora el sonido del agua cayendo es casi la única banda sonora de la
estancia en la que hace años no faltaba la gente, en el caño se
juntaban las féminas de las Casas a llenar sus cántaros. Y aunque
cambian las comodidades que trajo consigo el agua corriente, sí
añoran aquellos los años de atrás.
Para ellas es un rincón especial, 'muy bonito', que aunque hace unos
años fue remodelado y arreglado, reclaman otra interve intervención para
que el caño en el que antes se bebía, , luzca aún mejor y se pueda
coger agua, actualmente debido a los desagües del pueblo que pasan
por la zona el agua no es potable potable.

LEYENDA
En el pueblo de Navas del Rey, un hombre solitario, sin familia y
amigos, paseaba triste y desconsoladamente, cuando sin darse
cuenta se encontró frente a un caño que tenía un pequeño jardincillo
unido al mismo. Sin pensar mucho en lo que hacía, arrancó una rosa
que crecía en dicho jardín. Al momento el rosal desapareció. Ante el
susto que la desaparición causó en el hombre, sintió una gran sed e
inclinándose sobre el caño bebió agua ávidamente. Conforme estaba
inclinado bebiendo agua del caño vio reflejada en el agua el rostro de
una hermosa mujer, que, con una voz muy dulce, le dijo: -Serás mi
marido, ahora coge la rosa que has arrancado, tírala al agua y pide
un deseo, sólo uno y si se te cumple y me desencantas seré tu
esposa para toda la vida. El hombre hizo lo que le ordenó la mujer y
al punto quedó desencantada. De un salto salió del caño en carne y
hueso y se casaron.
Las ancianas del lugar dicen, que todo aquel que bebe agua del caño,
al cabo de un año se casa con una mujer de este pueblo.
En otros tiempos las mozas casaderas daban de beber agua a sus
pretendientes y así terminaban en boda.