Hematuria: orientación diagnóstico-terapéutica - sepeap
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<strong>Hematuria</strong>: <strong>orientación</strong> <strong>diagnóstico</strong>-<strong>terapéutica</strong><br />
INTRODUCCIÓN<br />
Resumen<br />
Palabras clave<br />
Abstract<br />
Key words<br />
Es importante tener un criterio racional<br />
al estudiar la hematuria en el niño.<br />
La hematuria constituye uno de los signos<br />
más indicativos de enfermedad renal<br />
junto a la proteinuria.<br />
Dado que el hallazgo de hematuria en<br />
un niño es relativamente frecuente (aproximadamente<br />
un 4% de los niños presentan<br />
hematuria en un screening rutinario),<br />
el pediatra de Atención Primaria se plantea,<br />
a menudo, la realización de diversos<br />
exámenes complementarios con el fin<br />
de llegar a un <strong>diagnóstico</strong>.<br />
Existe una gran variedad de procesos<br />
que pueden causar hematuria en el niño,<br />
que van desde patología considerada<br />
benigna, como la mayor parte de las<br />
hematurias microscópicas aisladas, hasta<br />
la hematuria asociada a otros síntomas<br />
M.C. Tauler Girona<br />
ABS Sant Vicenç dels Horts. Barcelona<br />
La hematuria constituye uno de los signos de enfermedad renal. El reto del pediatra es realizar<br />
los exámenes adecuados para diagnosticar la patología subyacente, evitando un exceso de<br />
pruebas. La clínica y la presencia de alteraciones en el sedimento, proteinuria importante,<br />
cilindruria y hematíes pequeños en orina orientarán en el origen de la hematuria. La hematuria<br />
puede presentarse como hematuria macroscópica, microhematuria asintomática y<br />
microhematuria con hallazgos anormales. El tipo de hematuria (macro o microscópica), la<br />
existencia de proteinuria asociada y que haya síntomas o signos clínicos, junto a la hematuria,<br />
ayudan a establecer una actitud <strong>diagnóstico</strong>-<strong>terapéutica</strong>.<br />
<strong>Hematuria</strong>; Formas clínicas; Algoritmos <strong>diagnóstico</strong>s y tratamiento.<br />
HEMATURIA: DIAGNOSTIC-THERAPEUTIC ORIENTATION<br />
Haematuria is a sign of kidney disease. Paediatrician have to do specific tests to make the<br />
diagnosis of the renal disease and avoid an excess of them. Clinical aspects and abnormal<br />
urinalysis,large proteinuria, cilindruria and small red cell in urine suggest the aethiology. Clinical<br />
forms of haematuria are gross haematuria, isoled microscopic haematuria and microscopic<br />
haematuria with abnormal findings. The type of haematuria (macro or microscopic), and<br />
proteinuria associated and the presence of clinical signs and simptoms can help to establish the<br />
diagnosis and the management of kidney disease.<br />
<strong>Hematuria</strong>; Clinical forms; Diagnosis algorithm and management.<br />
Pediatr Integral 2005;IX(5):337-348.<br />
o signos clínicos, que puede corresponder<br />
a otras patologías de pronóstico más<br />
severo, como por ejemplo, las enfermedades<br />
glomerulares.<br />
Los objetivos del pediatra deberían<br />
ser:<br />
1º. Confirmar la sospecha diagnóstica,<br />
ya que existe la posibilidad de que se<br />
negativice la hematuria en las siguientes<br />
determinaciones.<br />
2º. Realizar los estudios que sean imprescindibles<br />
para el <strong>diagnóstico</strong>, evitando<br />
un exceso de pruebas. Además,<br />
la hematuria causa angustia familiar,<br />
por lo que hay que intentar dar a los<br />
padres una información precisa y tranquilizadora.<br />
3º. Cuando exista información suficiente,<br />
habrá de decidir si se remite al niño<br />
al nefrólogo pediátrico para completar<br />
el estudio o puede seguirse con-<br />
trolando periódicamente en la consulta<br />
de pediatría.<br />
DEFINICIÓN<br />
En la orina normal se eliminan pequeñas<br />
cantidades de glóbulos rojos.<br />
Se considera hematuria, si hay más<br />
de 5 hematíes/mm 3 en una muestra de orina<br />
fresca y centrifugada, recogida con las<br />
adecuadas medidas de higiene. En el clásico<br />
recuento de Addis (débito de hematíes/minuto),<br />
es patológico cuando existen<br />
más de 5.000 hematíes/minuto.<br />
La hematuria macroscópica se objetiva<br />
con orinas de aspecto rojizo o de color<br />
coñac pero debe siempre confirmarse<br />
el <strong>diagnóstico</strong>.<br />
EPIDEMIOLOGÍA<br />
La prevalencia de hematuria microscópica<br />
asintomática varía entre un 0,5-4% 337
TABLA I.<br />
Causas de orina<br />
roja u oscura<br />
TABLA II.<br />
Sustancias que<br />
pueden causar<br />
hemoglobinuria<br />
338<br />
• Acetofenetidina<br />
• Antipirina<br />
• Remolacha<br />
• Benceno<br />
• Pigmentos biliares<br />
• Zarzamoras<br />
• Desferroxiamina<br />
• Difenilhidantoína<br />
• Hemoglobina<br />
• Plomo<br />
• Mioglobina<br />
• Fenolftaleina<br />
• Fenotiacinas<br />
• Piridio<br />
• Rifampicina<br />
• Rodamina B<br />
• Serratia marcencens<br />
• Uratos<br />
• Anilina<br />
• Monóxido de carbono<br />
• Cloroformo<br />
• Habas<br />
• Setas<br />
• Naftaleno<br />
• Ácido oxálico<br />
• Fenacetina<br />
• Fenol<br />
• Fósforo<br />
• Quinina<br />
• Sulfonamidas<br />
según los autores (Dodge, Vehaskari),<br />
siendo más frecuente en el sexo femenino.<br />
Estos valores bajan notablemente al<br />
repetir la analítica; por este motivo, se recomendaría<br />
investigar la microhematuria<br />
sólo si persiste más allá de 2-3 semanas.<br />
La incidencia de la hematuria macroscópica<br />
es de 0,13% (Ingelfinger).<br />
No hay consenso actualmente sobre<br />
la utilización de la tira reativa en orina como<br />
screening de enfermedades renales<br />
en la población infantil sana.<br />
DIAGNÓSTICO<br />
Ante la sospecha de microhematuria<br />
en una tira reactiva, debe confirmarse<br />
el <strong>diagnóstico</strong> con 2-3 sedimentos de<br />
orina realizados en posteriores semanas<br />
antes de iniciar el estudio.<br />
• Tira reactiva (dipstick). Es el primer<br />
elemento de que se dispone para el<br />
<strong>diagnóstico</strong>, ya que está en la con-<br />
sulta del pediatra de cabecera. El papel<br />
de las tiras está impregnado en ortotoluidina;<br />
el origen del color azul proviene<br />
de la oxidación de esta sustancia<br />
debido la actividad peroxidasa like<br />
de la hemoglobina y la mioglobina<br />
que provoca una cambio de color.<br />
La causa más frecuente de Dipstix (+)<br />
para sangre es la presencia de la hemoglobina<br />
que contienen los glóbulos<br />
rojos.<br />
La sensibilidad de la tira corresponde<br />
a: 2-5 hem/campo de alta definición<br />
(5-10 hematíes/µL) o concentración<br />
de hemoglobina 0,015-0,062<br />
mg/dl.<br />
Técnica. Hay que sumergir rápidamente<br />
la tira reativa en orina, eliminar<br />
el exceso de orina y leer el resultado<br />
en el plazo reglamentario. Es<br />
importante realizar una buena técnica;<br />
ya que, pueden existir falsos positivos<br />
de la tira reactiva por retraso<br />
en la lectura de la tira, sangre menstrual,<br />
pH alcalino o por contaminación<br />
con otras sustancias químicas.<br />
La presencia de altas cantidades de<br />
ácido ascórbico o una elevada densidad<br />
urinaria pueden dar falsos negativos.<br />
Además, hay que recordar que existen<br />
sustancias que colorean las tiras<br />
reactivas en ausencia de hematíes,<br />
dando apariencia falsa de hematuria.<br />
Entre ellas, están la hemoglobina, la<br />
mioglobina o los uratos (frecuentes en<br />
la orina del recién nacido).<br />
• Sedimento de orina. Es imprescindible<br />
para confirmar el <strong>diagnóstico</strong> de<br />
presencia de hematuria. Se realiza<br />
con 10-15 ml de orina fresca centrifugada;<br />
la muestra debe ser recogida<br />
con las adecuadas medidas de higiene.<br />
Criterio de microhematuria verdadera:<br />
Tira reactiva positiva → confirmación<br />
microscópica: más de 5 hem/HPF de orina<br />
centrifugada, en 3 muestras recogidas<br />
en varias semanas de intervalo<br />
Existen estudios que demuestran la<br />
negativización de la microhematuria<br />
al cabo de unas semanas. Por tanto,<br />
nunca se iniciará el estudio de una microhematuria<br />
sin haberla confirmado<br />
en otras dos muestras al cabo de 2-3<br />
semanas.<br />
Tipos de hematuria<br />
a. <strong>Hematuria</strong> macroscópica. La orina<br />
se visualiza de color rojizo o coñac.<br />
Correspondería a una cantidad de hematíes<br />
en orina muy abundante (superior<br />
a 500.000 hem/min). Hay que<br />
descartar siempre otras sustancias<br />
distintas a los hematíes que pueden<br />
dar este aspecto (Tabla I).<br />
Puede existir hemoglobinuria sin hematuria<br />
en situaciones asociadas a<br />
hemólisis intravascular. Hay un descenso<br />
de los niveles de haptoglobina<br />
en sangre, provocando una coloración<br />
rosada en la orina. Se conocen<br />
varias sustancias que pueden causar<br />
hemoglobinuria (Tabla II).<br />
También puede haber situaciones de<br />
mioglobinuria sin hematuria: el esfuerzo<br />
físico intenso, el estatus convulsivo<br />
o lesiones musculares pueden<br />
originar mioglobinuria.<br />
b. <strong>Hematuria</strong> microscópica. El aspecto<br />
de las orinas es normal. El <strong>diagnóstico</strong><br />
de microhematuria puede ser<br />
casual, con motivo de un screening<br />
realizado por algún otro motivo (revisión,<br />
etc.), o por presentar sintomatología<br />
urinaria o de algún otro sistema.<br />
La hematuria macroscópica y la microhematuria<br />
son dos situaciones que<br />
se interrelacionan en muchos casos.<br />
Existen pacientes con episodios de<br />
hematuria macroscópica con microhematuria<br />
o sedimentos normales entre<br />
los episodios; asimismo, la microhematuria<br />
puede evolucionar al cabo<br />
de tiempo a hematuria macroscópica.<br />
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL<br />
HEMATURIA GLOMERULAR-<br />
NO GLOMERULAR<br />
La presencia de proteinuria importante,<br />
hematíes pequeños en orina, cilindruria<br />
y el aspecto de las orinas de color<br />
ocre son indicativos de enfermedad<br />
glomerular.<br />
Existen varios signos que pueden ayudarnos<br />
a investigar la etiología de la hematuria:
Clínicos<br />
• La macrohematuria, síndrome miccional<br />
o disuria sugieren etiología no<br />
glomerular. La microhematuria es más<br />
frecuente en la hematuria glomerular.<br />
• El aspecto de la orina es un dato significativo:<br />
las orinas de color rosado o<br />
rojas son características de las hematurias<br />
no glomerulares; la hematuria<br />
de origen glomerular suele tener<br />
un color ocre-marrón.<br />
Analíticos<br />
• La presencia de más del 80% de hematíes<br />
dismórficos en la orina apoya<br />
el origen glomerular de la hematuria.<br />
Estudios más recientes han propuesto<br />
sólo una clase de hematíes dismórficos,<br />
acantocitos o células G1,<br />
para el <strong>diagnóstico</strong> de hematuria glomerular:<br />
valores iguales o superiores<br />
al 5% de células G1 o acantocitos son<br />
100% específicos y sensibles de las<br />
glomerulopatías.<br />
Más accesibles para el pediatra de<br />
Atención Primaria son:<br />
• La existencia de proteinuria importante<br />
(> 2 + ó prot/creat > 0,2) junto a la hematuria<br />
es sugestiva de patología glomerular,<br />
excepto si se trata de una hematuria<br />
macroscópica.<br />
• Comparación del volumen de los hematíes<br />
en sangre/orina. El VCM de los<br />
hematíes urinarios es muy inferior a<br />
los hematíes sanguíneos cuando el<br />
origen de la hematuria es glomerular<br />
(VCM sangre-VCM orina > 16 fl descarta<br />
hematuria de origen no glomerular).<br />
Valores de VCM de hematíes<br />
en orina alrededor de 60-70 fl sugieren<br />
origen glomerular.<br />
• La presencia de cilindros en la orina<br />
es signo casi patognomónico de glomerulopatía.<br />
• Los glóbulos blancos en la orina indican<br />
un proceso inflamatorio. Puede<br />
tratarse de una glomerulonefritis o bien<br />
de una infección urinaria. En este último<br />
caso, la leucocituria se acompañará<br />
de bacteriuria y el urocultivo confirmará<br />
el <strong>diagnóstico</strong>.<br />
ETIOLOGÍA<br />
Diagnóstico diferencial de la hematuria<br />
según su localización:<br />
Glomerular<br />
• Glomerulonefritis (GN) postinfecciosa.<br />
• Púrpura inmunoalérgica (síndrome de<br />
Schönlein-Henoch).<br />
• GN mesangioproliferativa.<br />
• GN membranoproliferativa.<br />
• Nefropatía IgA o enfermedad de Berger.<br />
• Lupus eritematoso sistémico.<br />
• Síndrome hemolítico urémico.<br />
• Vasculitis sistémica.<br />
• Síndrome de Goodpasture.<br />
• Defectos hereditarios de la membrana<br />
basal glomerular:<br />
– Síndrome de Alport.<br />
– <strong>Hematuria</strong> familiar benigna (enfermedad<br />
de las membranas finas).<br />
• Síndrome onicopatelar.<br />
• Nefropatía diabética.<br />
Tracto urinario<br />
• Infección bacteriana.<br />
• Cistitis hemorrágica vírica.<br />
• Litiasis renal.<br />
• Tumores renales o vesicales.<br />
• Obstrucción/reflujo vesicoureteral.<br />
Vascular<br />
• Coagulopatías.<br />
• Trombopenias.<br />
• Drepanocitosis.<br />
• Malformaciones vasculares renales.<br />
• Traumatismos renales.<br />
• Síndrome de Nutcracker.<br />
• Trombosis de la vena renal.<br />
Intersticial<br />
• Nefrocalcinosis.<br />
• Pielonefritis aguda.<br />
• Medicamentosas.<br />
• Necrosis tubular aguda.<br />
• Poliquistosis renal.<br />
• Nefritis intersticial.<br />
• Tuberculosis renal.<br />
FORMAS CLÍNICAS<br />
La hematuria puede presentarse en<br />
forma de hematuria macroscópica, microhematuria<br />
asintomática y microhematuria<br />
asociada a signos o síntomas patológicos/asociada<br />
a proteinuria. La infección<br />
urinaria es la causa más frecuente<br />
de hematuria macroscópica; la hipercalciuria<br />
idiopática y las enfermedades familiares<br />
o genéticas hematúricas las más<br />
• Infección urinaria<br />
• Estenosis del meato<br />
• Irritación perineal<br />
• Trauma<br />
• Urolitiasis<br />
• Hipercalciuria<br />
• Coagulopatía<br />
• Tumores<br />
• Glomerular:<br />
– Nefropatía IgA<br />
– Síndrome de Alport<br />
– Enfermedad de membranas finas<br />
– Glomerulonefritis aguda<br />
postinfecciosa<br />
– Nefritis de Schönlein-Henoch<br />
– Lupus eritematoso sistémico<br />
habituales en la hematuria microscópica<br />
asintomática.<br />
Aunque en muchos procesos la hematuria<br />
puede aparecer de forma variable,<br />
podríamos considerar, desde un punto<br />
de vista práctico, tres formas de presentación<br />
clínica:<br />
a. <strong>Hematuria</strong> macroscópica.<br />
b. Microhematuria asintomática.<br />
c. Microhematuria con síntomas o signos<br />
asociados/microhematuria con<br />
proteinuria.<br />
<strong>Hematuria</strong> macroscópica<br />
La prevalencia de la hematuria macróscópica<br />
es baja en pediatría (0,13%).<br />
Más de la mitad de hematurias macroscópicas<br />
tienen una causa fácilmente<br />
reconocible por los datos de la historia clínica;<br />
la infección urinaria es la causa más<br />
frecuente de hematuria macroscópica.<br />
Otras enfermedades que cursan con<br />
hematuria macroscópica son: litiasis, traumatismos,<br />
alteración de la coagulación<br />
o irritación perineal. En un grupo de menor<br />
incidencia, estarían la hematuria recurrente<br />
benigna, la glomerulonefritis aguda<br />
y la obstrucción ureteropélvica. Se<br />
ha descrito la cistitis hemorrágica por adenovirus<br />
como probable causa de hematuria<br />
macroscópica dentro del grupo de<br />
etiología no bien definida (Tabla III).<br />
TABLA III.<br />
Causas más<br />
frecuentes de<br />
hematuria<br />
macroscópica<br />
Microhematuria asintomática<br />
Es una patología frecuente en el niño<br />
con una prevalencia de un 0,5-4%, aunque,<br />
si se repiten muestras de orina con 339
TABLA IV.<br />
Fármacos que<br />
causan<br />
hematuria<br />
340<br />
• Ampicilina<br />
• Anfotericina<br />
• Anticoagulantes<br />
• Aspirina<br />
• Tetracloruro de carbono<br />
• Clorpromazina<br />
• Clorotiacida<br />
• Colchicina<br />
• Corticoides<br />
• Ciclofosfamida<br />
• Indometacina<br />
• Meticilina<br />
• Penicilina<br />
• Fenacetina<br />
• Fenol<br />
• Fenilbutazona<br />
• Sulfonamidas<br />
varias semanas de intervalo, puede disminuir<br />
hasta menos de un 1%.<br />
La hipercalciuria idiopática y las enfermedades<br />
hematúricas familiares o genéticas<br />
(HMB, síndrome de Alport) son la<br />
causa más frecuente de hematuria microscópica<br />
asintomática.<br />
En un estudio realizado en un grupo<br />
de niños con microhematuria asintomática<br />
con seguimiento a los 12 meses (Gaveston<br />
County), se observó que la mitad<br />
de niños presentaron sedimento de orina<br />
normal en el control al año. Por este motivo,<br />
sería razonable derivar al especialista<br />
cuando la microhematuria persiste más<br />
allá de un año.<br />
En general, la microhematuria asintomática<br />
es un proceso benigno. Hasta<br />
que la microhematuria no se resuelva, es<br />
recomendable realizar ambulatoriamente<br />
controles periódicos de la TA y urinarios.<br />
Microhematuria con signos/síntomas<br />
asociados/Microhematuria con<br />
proteinuria<br />
• Microhematuria y síntomas asociados:<br />
los síntomas pueden ser generales<br />
(fiebre, dolor abdominal, edema, artritis,<br />
exantema) o urinarios (polaquiuria,<br />
HTA, disuria, enuresis).<br />
Las causas más frecuentes son: las<br />
infecciones urinarias, enfermedades<br />
glomerulares, enfermedades de origen<br />
reumático o inmunológico, litiasis<br />
y enfermedades hematológicas.<br />
Si el <strong>diagnóstico</strong> no se puede establecer<br />
con precisión, sería conveniente<br />
remitir al niño al especialista.<br />
• Microhematuria con proteinuria: los<br />
valores de proteinuria superiores a 2<br />
+ en tira reativa indican que será probablemente<br />
de origen glomerular. Las<br />
nefritis más frecuentes en el niño son<br />
la glomerulonefritis aguda postinfecciosa<br />
y la nefropatía IgA.<br />
La intensidad de la proteinuria suele<br />
estar en relación con la gravedad de<br />
la lesión.<br />
Aunque la asociación hematuria +<br />
proteinuria sugiere enfermedad renal,<br />
se ha comprobado que sólo un<br />
tercio de niños con este síndrome<br />
presentarán microhematuria meses<br />
después. En un seguimiento más largo,<br />
a los cinco años, la mitad de niños<br />
con microhematuria asintomática<br />
+ proteinuria presentarán analítica<br />
normal. La progresiva remisión de<br />
estos signos en muchos casos recomienda<br />
realizar varios sedimentos de<br />
control antes de remitir el niño al especialista.<br />
PATOLOGÍA<br />
<strong>Hematuria</strong> glomerular<br />
La causa más frecuente de hematuria<br />
de origen glomerular es la glomerulonefritis<br />
aguda postinfecciosa.<br />
Glomerulonefritis aguda postinfecciosa<br />
Es la forma más frecuente de glomerulonefritis<br />
aguda en la infancia.<br />
La mayor parte de niños tienen el antecedente<br />
de infección amigdalar o cutánea.<br />
La infección faríngea se presenta<br />
1-3 semanas previas a la hematuria, mientras<br />
que el impétigo precede unas 6 semanas<br />
a la nefritis. El germen responsable<br />
es el estreptococo del grupo A, aunque<br />
se han identificado también otros agentes<br />
infecciosos.<br />
Patogenia. En esta enfermedad, la glomerulonefritis<br />
se produce a raíz de una alteración<br />
inmunológica. Existe una activación<br />
del complemento, que determina<br />
una respuesta inmunitaria proliferativa a<br />
nivel del glomérulo.<br />
Clínica. Es una enfermedad que afecta<br />
típicamente a niños mayores de 2 años.<br />
Tras la infección faríngea o cutánea, pue-<br />
de haber palidez, astenia, síntomas digestivos,<br />
hematuria con o sin proteinuria<br />
y edemas. En la mitad de pacientes<br />
hay HTA por retención líquida, que se<br />
suele iniciar más tardíamente. La tríada:<br />
hematuria + edema + HTA establece la<br />
sospecha diagnóstica de glomerulonefritis.<br />
Exámenes complementarios. Hay una<br />
elevación de la urea en sangre, y en la orina,<br />
cilindruria y proteinuria. El cultivo faríngeo<br />
suele ser positivo a estreptococo<br />
(se puede usar también el streptest). Las<br />
ASLO están elevadas en la mayoría de casos.<br />
Cuando ha habido antecedente de<br />
infección cutánea previa, existe un aumento<br />
de la enzima DNA asa tipo B.<br />
El C3 es bajo en estadios iniciales,recuperándose<br />
a las 4-6 semanas; la persistencia<br />
de niveles bajos más allá de este<br />
tiempo obliga a pensar que se trate de<br />
otra glomerulopatía.<br />
La evolución clínica debe ser controlada<br />
durante unas 2-3 semanas. El pronóstico<br />
es bueno en la mayor parte de los<br />
casos, tan sólo un 1% evoluciona a insuficiencia<br />
renal.<br />
Tratamiento. Consiste en medidas generales:<br />
los pacientes deben seguir un reposo<br />
relativo, dieta hiposódica y antibioterapia<br />
con penicilina. Si existe HTA, se<br />
trata con dieta hiposódica, diuréticos y<br />
bloqueantes del calcio. En los casos severos,<br />
estará indicada la hospitalización.<br />
Nefropatía IgA (enfermedad de Berger)<br />
Es la forma más frecuente de hematuria<br />
recidivante en el niño.<br />
Su incidencia es variable según la región<br />
geográfica (EE.UU. 2-10%, Japón<br />
25%).<br />
Patogenia. Existe un depósito de IgA<br />
en el capilar glomerular y, en menos proporción,<br />
de IgG e IgM.<br />
Se han descrito formas familiares con<br />
nefropatía IgA y antígenos HLA específicos<br />
y anomalías de la regulación de la<br />
IgA.<br />
Clínica. Se presenta en niños de edades<br />
entre 7-13 años, siendo tres veces<br />
más frecuente en el sexo masculino.<br />
Precediendo a la hematuria hay un<br />
cuadro de infección de vías altas o enfermedad<br />
gastrointestinal 2-3 días antes. La<br />
hematuria puede ser macro o microscópica,<br />
asociada a veces a proteinuria.
En la nefropatía por IgA, 3/4 de pacientes<br />
presentan hematuria macroscópica,<br />
que se encuentra en un paciente febril<br />
o como hallazgo casual. Las hematurias<br />
macroscópicas pueden ser muy variables<br />
de un niño a otro en la forma de<br />
evolucionar. En 1/4 de niños, sólo hay microhematuria<br />
con proteinuria.<br />
La aparición de HTA, insuficiencia renal<br />
aguda o proteinuria de rango nefrótico<br />
son hallazgos que sugieren pronóstico<br />
severo.<br />
Exámenes complementarios. La IgA<br />
puede ser alta en algunos niños, aunque<br />
en la mayor parte de casos es normal. El<br />
C3 es normal.<br />
Evolución. Dado que la nefropatía por<br />
IgA es una enfermedad progresiva, debe<br />
controlarse los pacientes afectos durante<br />
años. Aproximadamente, un 25% de pacientes<br />
presentan un deterioro progresivo<br />
de la función renal. Si hay sospecha de<br />
enfermedad renal severa,deberá remitirse<br />
al nefrólogo infantil para realizar la biopsia<br />
renal y establecer el <strong>diagnóstico</strong> definitivo.<br />
El pronóstico de la nefropatía por IgA<br />
es peor en los pacientes de raza negra.<br />
Tratamiento. Se han ensayado varios<br />
tratamientos para disminuir la respuesta<br />
inmune de la IgA: amigdalectomía, corticosteroides,<br />
aceite de bacalao, inmunoestimulantes,<br />
dieta sin gluten, etc., sin que<br />
se haya demostrado su eficacia. Si existe<br />
una proteinuria importante o hay signos<br />
de insuficiencia renal, el tratamiento con<br />
IECA puede frenar la progresión de la enfermedad.<br />
Enfermedad de Alport (EA)<br />
Es una enfermedad hereditaria. La herencia<br />
dominante o ligada al cromosoma<br />
X es la forma de transmisión más frecuente.<br />
La afectación es más severa en los varones.<br />
Patogenia. En el estudio anatomopatológico<br />
se observa adelgazamiento de la<br />
pared del glomérulo y fragmentación de<br />
la lámina densa.<br />
En estudios genéticos, se ha visto que<br />
hay gran cantidad de mutaciones en el<br />
gen del colágeno IV, que es el que forma<br />
la membrana basal y matriz extracelular.<br />
Los defectos del colágeno tipo IV serían<br />
la causa de la enfermedad de Alport<br />
y la enfermedad de membrana basal fina<br />
(hematuria familiar benigna). Este hallazgo<br />
sugiere que la enfermedad de Alport<br />
y la hematuria familiar benigna (HFB) sean<br />
formas de la misma enfermedad, en la<br />
que la HFB sería la forma heterozigótica.<br />
La biopsia cutánea puede, en ocasiones,<br />
confirmar el <strong>diagnóstico</strong> si el estudio<br />
histoquímico de la membarna basal<br />
muestra ausencia de la cadena alfa-5 del<br />
gen COL4A5 responsable del síndrome<br />
de Alport ligado al cromosoma X.<br />
Clínica. Puede encontrarse una microhematuria<br />
con o sin proteinuria; en<br />
algunos casos, existe hematuria macroscópica.<br />
La asociación con edema, HTA o<br />
fallo renal se encuentra en 2% de casos<br />
e indica mal pronóstico. Además de la<br />
afectación renal, puede haber déficit auditivo<br />
(sordera neurogénica), alteraciones<br />
visuales (alteraciones de la pigmentación,<br />
lenticono anterior), leiomiomatosis y enfermedades<br />
hematológicas.<br />
Existen 2 formas clínicas de presentación:<br />
una forma juvenil, en la que la afectación<br />
es más precoz (la evolución a insuficiencia<br />
renal suele ser a los 40 años y<br />
está asociada a déficit auditivo), y una forma<br />
de adultos, en la que la afectación es<br />
más tardía. En pacientes del sexo masculino<br />
afectos, la enfermedad evoluciona<br />
a insuficiencia renal crónica.<br />
Criterios clínicos <strong>diagnóstico</strong>s de EA:<br />
1. <strong>Hematuria</strong> persistente con o sin proteinuria.<br />
2. Antecedentes familiares positivos de<br />
hematuria.<br />
3. Sordera neurogénica en el niño o en<br />
algún familiar.<br />
4. Evolución a insuficiencia renal crónica<br />
de algún miembro de la familia.<br />
Es importante el seguimiento de la hematuria<br />
hasta la edad adulta.<br />
<strong>Hematuria</strong> familiar benigna (enfermedad<br />
de las membranas finas)<br />
Es una enfermedad hereditaria de forma<br />
autosómica dominante.<br />
Patogenia. La anatomía patológica es<br />
histológicamente normal. Al microscopio<br />
electrónico existe un adelgazamiento de<br />
la membrana basal en ausencia de otras<br />
lesiones.<br />
Clínica. Puede observarse hematuria<br />
microscópica asintomática que suele ser<br />
persistente; en ocasiones, hay hematuria<br />
macroscópica. Existen antecedentes<br />
familiares de hematuria en familiares cercanos<br />
sin insuficiencia renal. No hay sordera<br />
ni alteraciones visuales.<br />
La gran dificultad diagnóstica para el<br />
clínico es diferenciar el síndrome de Alport<br />
con la hematuria familiar benigna. La<br />
sospecha diagnóstica de HFB puede hacerse<br />
si existen varones en la familia con<br />
hematuria de edades avanzadas y sin insuficiencia<br />
renal.<br />
Evolución. El pronóstico es bueno, aunque<br />
deben seguirse durante tiempo para<br />
controlar la aparición de proteinuria o HTA.<br />
Glomerulonefritis membranoproliferativa<br />
Es poco frecuente en los niños.<br />
Patogenia. Existe una alteración en la<br />
inmunidad y la activación del complemento.<br />
Clínica. Es variable. Frecuentemente,<br />
puede detectarse, de forma casual, en forma<br />
de hematuria asintomática + proteinuria.<br />
En otras ocasiones, puede debutar<br />
como síndrome nefrítico o nefrótico.<br />
Exámenes complementarios. Existe<br />
una hematuria y proteinuria. El C3 permanece<br />
persistentemente bajo en el 70-<br />
80% de los casos.<br />
Evolución. La evolución a insuficiencia<br />
renal se observa en el 10-50% de casos.<br />
Tratamiento: sólo se ha demostrado algo<br />
efectivo el tratamiento con corticoides.<br />
Síndrome de Schönlein-Henoch (SH)<br />
Es la forma más frecuente de vasculitis<br />
en la infancia.<br />
Patogenia. Existe una afectación glomerular<br />
con depósitos mesangiales compuestos<br />
de IgA y C3.<br />
Clínica. Puede presentarse en forma<br />
de púrpura en extremidades, abdominalgia,<br />
artritis/artralgia y hemorragia digestiva<br />
como manifestaciones extrarrenales.<br />
La hematuria o proteinuria pueden aparecer<br />
en los 1-3 meses después del debut<br />
de la enfermedad; por lo que, debe<br />
realizarse analítica de orina a los pacientes<br />
durante este tiempo. La ausencia de<br />
proteinuria sugiere proceso benigno.<br />
Evolución. Existen estudios que demuestran<br />
que la mayoría de pacientes desarrollan<br />
nefropatía por IgA y, por tanto,<br />
pueden evolucionar a nefropatía crónica,<br />
muchos años después del <strong>diagnóstico</strong> inicial<br />
de síndrome SH. Se ha descrito aparición<br />
de HTA 10-20 años después del 341
342<br />
cuadro inicial. Por este motivo, se recomendaría<br />
controlar a los pacientes con antecedentes<br />
de síndrome de Schönlein-Henoch<br />
durante años.<br />
<strong>Hematuria</strong> no glomerular<br />
Las infecciones urinarias y la hipercalciuria<br />
idiopática son las causas más<br />
frecuentes de hematuria no glomerular.<br />
Infección urinaria<br />
Es causa frecuente de hematuria.<br />
Patogenia. Es generalmente bacteriana,<br />
produciendo pielonefritis o uretritis.<br />
En otras ocasiones, puede haber cistitis<br />
hemorrágica causada por adenovirus.<br />
Clínica. La hematuria se acompaña<br />
de disuria, dolor abdominal o fiebre. La<br />
hematuria puede ser macro o microscópica,<br />
que es la forma más frecuente de<br />
presentación.<br />
Exámenes complementarios. El test<br />
de nitritos (+) o leucocitos estearasa (+)<br />
o la presencia de bacteriuria o piuria en<br />
el sedimento sugiere infección urinaria. El<br />
urocultivo negativo descarta infección bacteriana,<br />
por lo que se sospechará en este<br />
caso cistitis de origen viral.<br />
Tratamiento. En el caso de infecciones<br />
bacterianas, el tratamiento antibiótico<br />
se instaurará según el germen causal<br />
y la sensibilidad del antibiograma.<br />
Hipercalciuria idiopática<br />
Se trata de una enfermedad benigna<br />
con prevalencia muy variable (0,5% en Japón,<br />
7% en España, 9% en Italia).<br />
Es una de las enfermedades metabólicas<br />
más frecuentes y es la causa más<br />
frecuente de hematuria de origen no glomerular<br />
en los niños junto a la infección<br />
urinaria.<br />
Clínica. Puede encontrarse hematuria<br />
microscópica, disuria, dolor abominal.<br />
Ocasionalmente, puede haber hematuria<br />
macroscópica. En la mitad de los pacientes<br />
hay antecedentes familiares de litiasis.<br />
Exámenes complementarios. Valores<br />
del cociente Ca/creatinina en orina (1ª<br />
muestra de la mañana) superiores a 0,21<br />
(mg/mg) en niños mayores de 6 años son<br />
<strong>diagnóstico</strong>s de hipercalciuria. Hay que<br />
tener en cuenta, sin embargo, que los valores<br />
de calciuria varían según la edad:<br />
en niños de edad inferior a 12 meses, los<br />
valores de calciuria normales son inferiores<br />
a 0,8 (mg/mg).<br />
El método <strong>diagnóstico</strong> más fiable es<br />
la medición de la calciuria en orina de<br />
24 horas, siendo patológicos los valores<br />
superiores a 4 mg/kg/24 horas en niños<br />
mayores de 6 años.<br />
Evolución. Si la calciuria es elevada<br />
existe riesgo de microcálculos que pueden<br />
evolucionar posteriormente a litiasis.<br />
Tratamiento. Debe recomendarse<br />
abundante ingesta hídrica con restricción<br />
de la sal. Los aportes de calcio serán los<br />
adecuados para la edad, evitando un exceso<br />
de lácteos en la dieta.<br />
En casos severos, puede ser necesario<br />
el tratamiento con diuréticos tiacídicos.<br />
Urolitiasis<br />
Es una patología rara en los niños.<br />
Patogenia. La causa metabólica es la<br />
más frecuente en los niños y, entre ellas,<br />
la hipercalciuria idiopática. Otras causas<br />
de litiasis de las vías urinarias son: la hiperuricosuria,<br />
hipocitraturia, hiperoxaluria<br />
y cistinuria.<br />
Clínica. En muchos casos, existen antecedentes<br />
familiares positivos. Puede presentarse<br />
como: hematuria macroscópica,<br />
hematuria microscópica asintomática, dolor<br />
abdominal o cólico renal.<br />
El 90% de niños con cálculos tienen<br />
microhematuria.<br />
Diagnóstico. En las litiasis de origen<br />
cálcico, será útil la Rx de abdomen simple;<br />
en los otros casos, precisaremos la<br />
ECO abdominal.<br />
Tratamiento. Según la causa, se valorará<br />
el tratamiento profiláctico en cada<br />
caso. Si existen varias piedras o la litiasis<br />
es de tamaño superior a 3 mm, es conveniente<br />
remitirlos al urólogo para valoración<br />
de litotricia o intervención quirúrgica.<br />
Poliquistosis renal<br />
Enfermedad de origen genético de herencia<br />
autosómica dominante o recesiva.<br />
La poliquistosis dominante es la forma más<br />
frecuente.<br />
Clínica. La hematuria macroscópica<br />
puede ser el primer síntoma de esta enfermedad.<br />
Otras manifestaciones clínicas<br />
son la HTA o el dolor abdominal.<br />
Puede haber antecedentes familiares<br />
de poliquistosis.<br />
Diagnóstico. La ECO abdominal ayuda<br />
a realizar el <strong>diagnóstico</strong>.<br />
Los pacientes con hematuria y quistes<br />
renales o con historia familiar positiva<br />
deben remitirse al nefrólogo para su<br />
valoración.<br />
El pronóstico de la enfermedad es variable<br />
(tipo de poliquistosis, forma de debut,<br />
etc.).<br />
Traumatismo renal<br />
Se sospechará si hay antecedentes<br />
personales de cirugía, traumatismo o cuerpo<br />
extraño.<br />
Los pacientes con antecedentes traumáticos<br />
y hematuria macroscópica o más<br />
de 50 hematíes/campo tienen alto riesgo<br />
de lesión renal.<br />
Diagnóstico. La ecografía renal puede<br />
ayudar en el <strong>diagnóstico</strong>. Si la hematuria<br />
es importante, es necesario realizar<br />
TAC abdominal.<br />
Tumor de vías urinarias<br />
Es una causa rara de hematuria en la<br />
infancia.<br />
Clínica. La mayoría de nefroblastomas<br />
debutan en forma de masa abdominal palpable.<br />
La asociación de hematuria + masa<br />
abdominal sugiere tumor renal.<br />
En los tumores vesicales, además de<br />
la hematuria, existe un síndrome miccional.<br />
Diagnóstico. Se realiza con la ecogragía<br />
abdominal y el TAC abdominal.<br />
DATOS CLÍNICOS PARA EL<br />
DIAGNÓSTICO<br />
Anamnesis<br />
• Antecedentes familiares:<br />
<strong>Hematuria</strong>, insuficiencia renal, sordera<br />
(enfermedad de Alport).<br />
Urolitiatis (litiasis, hipercalciuria idiopática).<br />
Origen étnico: raza negra (drepanocitosis).<br />
Origen africano u Oriente Medio (esquistosomiasis).<br />
• Antecedentes de infección días antes<br />
de la hematuria:<br />
Cuadro catarral 2-3 días antes (nefropatía<br />
IgA).<br />
Cuadro faringoamigdalar o infección<br />
cutánea 1-3 semanas antes (GN postinfecciosa).<br />
• Púrpura 2-3 meses antes de la hematuria<br />
(síndrome de Schönlein-Henoch).
• Medicamentos.<br />
• Traumatismos. Ejercicio intenso.<br />
• Menstruación.<br />
• Síntomas que acompañan a la hematuria:<br />
Síndrome miccional, poliuria, disuria,<br />
lumbalgia (litiasis).<br />
Fiebre, malestar, dolor abdominal (infección<br />
urinaria).<br />
Oliguria (GN con insuficiencia renal).<br />
• Color de la orina: orina rosada o roja<br />
(hematuria no glomerular ) o color ocre<br />
oscuro (hematuria glomerular).<br />
• Permanencia o no de la hematuria durante<br />
toda la micción: hematuria al inicio<br />
de la micción (uretral) o al final (uretrovesical)<br />
o durante toda la micción<br />
(sin localización específica).<br />
Examen físico<br />
• Peso-talla (insuficiencia renal crónica).<br />
• HTA (glomerulonefritis).<br />
• Fiebre (ITU).<br />
• Piel: palidez (insuficiencia renal crónica,<br />
anemia hemolítica), rash (vasculitis),<br />
edemas (glomerulonefritis).<br />
• Abdomen: masas renales (tumor renal),<br />
dolor abdominal. PPL dolorosa<br />
(infección urinaria).<br />
• Genitales: balanitis, vulvitis.<br />
• ORL: amigdalitis (GN postinfecciosa,<br />
enfermedad de Berger).<br />
Exámenes complementarios<br />
• Sangre: hemograma, urea, creatinina,<br />
iones, proteinograma (síndrome nefrótico)<br />
C3, C4 (GN postinfecciosa, lupus,<br />
GN membranoproliferativa), AS-<br />
LO (GN postinfecciosa), Ig A (nefropatía<br />
IgA).<br />
• Frotis faríngeo (GN postinfecciosa).<br />
• Orina: proteinuria, cilindruria, calciuria<br />
(hipercalciuria idiopática).<br />
• ECO abdomen (traumatismo, tumor<br />
renal, litiasis).<br />
• Rx abdomen (litiasis).<br />
PROTOCOLO DIAGNÓSTICO<br />
<strong>Hematuria</strong> macroscópica<br />
Valorar:<br />
• Historia clínica: antecedentes de traumatismos,<br />
signos y síntomas de infección<br />
urinaria o de litiasis.<br />
• Exploración física: edema, HTA, proteinuria.<br />
• Estudios iniciales: hemograma, creatinina,<br />
albúmina, C3 y ASLO.<br />
Frotis faríngeo.<br />
Urocultivo, Ca/creat orina.<br />
ECO renal.<br />
Criterios de derivación a nefrología infantil<br />
Urgente/preferente: presencia de HTA,<br />
edema, proteinuria o síntomas urológicos<br />
asociados.<br />
<strong>Hematuria</strong> macroscópica de más de<br />
7 días de evolución de etiología desconocida.<br />
<strong>Hematuria</strong> macroscópica recurrente<br />
sin <strong>diagnóstico</strong>.<br />
Microhematuria asintomática<br />
Repetir 2-3 sedimentos de orina en las<br />
siguientes 4 semanas. En caso de negativizarse<br />
los controles de orina, no sería<br />
necesario realizar más pruebas.<br />
Si persiste hematuria:<br />
Estudio inicial: urocultivo, Ca/creat orina<br />
(después, orina 24 horas).<br />
Sedimentos de orina a los familiares<br />
de primer grado.<br />
Si la microhematuria presenta una evolución<br />
prolongada:<br />
– BUN, creatinina, pruebas de coagulación.<br />
– ECO renal.<br />
– Estudio auditivo.<br />
– Electroforesis de la Hb (si se sospecha<br />
hemoglobinopatía).<br />
Criterios de derivación al nefrólogo<br />
infantil<br />
Microhematuria aislada que persiste<br />
más de un año.<br />
Sospecha de enfermedad genética.<br />
Aparición de proteinuria, HTA o alteración<br />
de la función renal.<br />
Microhematuria con signos o<br />
síntomas asociados/asociada a<br />
proteinuria<br />
Microhematuria con proteinuria<br />
(valorar también la existencia de<br />
edema o HTA)<br />
Determinar la intensidad de la proteinuria:<br />
Si la proteinuria es de rango nefrótico,<br />
remitir el paciente al hospital para completar<br />
el estudio.<br />
Si la proteinuria es mínima: realizar sedimentos<br />
de orina seriados durante 3-4<br />
semanas. En el caso de que persista la<br />
proteinuria, cursar: hemograma, BUN, creatinina,<br />
C3, C4, albúmina y valorar derivar<br />
al hospital en el caso de que los resultados<br />
estén alterados. Si los resultados son<br />
normales, podría seguirse en Atención Primaria<br />
controlando la evolución de la proteinuria.<br />
Si la proteinuria se negativiza, el control<br />
del paciente puede realizarse también<br />
en el centro de salud.<br />
Criterios de derivación al nefrólogo<br />
infantil<br />
Proteinuria de rango nefrótico.<br />
Presencia de edemas o HTA.<br />
Proteinuria mínima persistente más de<br />
3-4 semanas.<br />
Microhematuria sin proteinuria<br />
Realizar estudio según los síntomas<br />
asociados:<br />
Si hay síndrome miccional o síntomas<br />
de infección urinaria: urocultivo y tratamiento<br />
según resultados.<br />
Si existen signos compatibles con litiasis:<br />
calcio/creatinina en orina o calciuria<br />
de 24 horas y ECO renal.<br />
Si hay antecedente traumático: escáner.<br />
Si existe masa abdominal: ECO renal<br />
y escáner.<br />
Criterios de derivación al<br />
nefrólogo/urólogo infantil<br />
Diagnóstico incierto o imposibilidad<br />
de tratamiento ambulatorio.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
Los asteriscos reflejan el interés del artículo a<br />
juicio del autor.<br />
1.*** Diven SC, Travis LB. A practical Primary<br />
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Pediatr Nephrol 2000; 14: 65-72.<br />
Guía para el pediatra de cabecera con esquemas<br />
de actuación en función de las formas clásicas<br />
de presentación clínica.<br />
2.* Gagnadoux MF. Conduite à tenir devant<br />
una hématurie de l´enfant. J Pédiatr Puériculture<br />
2001; 14: 19-24.<br />
Uso de la ECO renal como uno de los parámetro<br />
orientadores para la actitud diagnóstica.<br />
3.** Gagnadoux MF, Gubler MC. Diagnostic<br />
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1983. p. 252-5.<br />
Libro clásico de nefrología pediátrica. 343
344<br />
4.** Hernández R, Marín J. <strong>Hematuria</strong>s. En:<br />
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Revisión de la hematuria y las formas de presentación<br />
clínica con esquemas de actuación<br />
muy completos.<br />
5.* Mahan JD, Turman MA, Mentser MI. Valoración<br />
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Sitúa la patología del adolescente con hematuria.<br />
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Revisión actual de las glomerulonefritis más frecuentes<br />
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Algoritmos <strong>diagnóstico</strong>s muy prácticos.<br />
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Descripción de casos clínicos de hipercalciuria.<br />
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Resumen de los datos clínicos y analíticos más relevantes<br />
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10.* Tina LU, Fildes RD. <strong>Hematuria</strong> and proteinuria.<br />
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Revisión del <strong>diagnóstico</strong> de la hematuria con<br />
una breve revisión clínica.<br />
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glomerular hematuria. Pediatr Nephrol<br />
2000; 14: 980-4.<br />
Método de laboratorio para el <strong>diagnóstico</strong> de<br />
la hematuria glomerular.
Caso clínico<br />
Varón de 4 años de edad sin antecedentes<br />
familiares de interés. Embarazo<br />
y parto normales. PRN: 3400 g. Inmunizaciones<br />
correctas. No enfermedades<br />
anteriores.<br />
Enfermedad actual: seis días antes<br />
presenta cuadro faringoamigdalar febril<br />
asociado a adenopatías laterocervicales<br />
acompañantes. Se realiza faringotest<br />
y Paul-Bunell que son negativos,<br />
diagnósticándose como amigdalitis vírica<br />
y dándose tratamiento con paracetamol.<br />
Al 6º día, persiste síndrome febril<br />
y se aprecia emisión de orinas oscuras<br />
sin otros síntomas acompañantes.<br />
En la exploración física destaca: peso<br />
17 kg; TA 127/65; regular estado general;<br />
palidez cutánea; auscultación<br />
cardiopulmonar normal; abdomen normal;<br />
ORL: amígdalas congestivas sin<br />
exudado. Discretas adenias laterocervicales.<br />
Analítica inicial: Hemograma: hematíes<br />
3.900.000, Hto 29, Hb 9,9. Plaquetas<br />
376.000; leucocitos 28.600 (5<br />
C/87 S/4 L/3 M); Na: 137, K: 4,8. Urea<br />
mg/dl, creat: 0,78 mg/dl. Pruebas de coagulación<br />
normales.<br />
PCR: 67. Orina: Labstix: (+++) sangre,<br />
(+++) proteinuria, resto negativo.<br />
Sedimento de orina: 25-50 leuc/c, 50-100<br />
hem/c. Faringotest: negativo.<br />
Otros exámenes realizados posteriormente:<br />
Ig G: 21.789 (4.540-12.000),<br />
Ig A 2.948 (271-1470), C3 < 110 mg/L<br />
(860-1.660), C4: 46 mg/L (120-320) AS-<br />
LO: 2.224 (< 200).<br />
Proteinuria 24 horas: 472 mg/día (26<br />
mg/m2/hora).<br />
Serología Ebstein-Barr, HBs Ag, VHC,<br />
CMV y toxoplasma negativos.<br />
Detección del Ag estreptococo pyogenes<br />
amigdalar: negativo. Frotis faríngeo:<br />
negativo.<br />
ECO renal: parénquima hiperecogénico.<br />
Líquido libre en pelvis. Estudio<br />
cardiológico normal.<br />
Evolución: dos días después, persiste<br />
el cuadro febril, leucocitosis y aumento<br />
de los reactantes de fase aguda,<br />
añadiéndose HTA, proteinuria en aumento<br />
(1,4 g/24 horas) y oliguria. Se inicia tratamiento<br />
antibiótico y antihipertensivo<br />
con furosemida, con mejoría del estado<br />
general, con normalización de la tensión<br />
arterial y remisión de la fiebre en 48<br />
horas. Ha seguido tratamiento ambulatorio<br />
con penicilina benzatina.<br />
Control a los dos meses: normotenso.<br />
Función renal normal. ASLO: 376. C3:<br />
1.122. Labstix: proteinuria (-) hematuria<br />
(++). Proteinuria 24 horas. 126 mg/día.<br />
Diagnóstico: glomerulonefritis aguda<br />
postestreptocócica.<br />
345
ALGORITMO:<br />
HEMATURIA<br />
MACROSCÓPICA<br />
346<br />
SÍ<br />
Derivación urgente<br />
Nefrólogo infantil<br />
HEMATURIA MACROSCÓPICA<br />
¿Edema, HTA, proteinuria?<br />
¿Trauma? → ECO/TAC<br />
¿ITU? → Urocultivo y tto.<br />
¿Litiasis? → Ca/creat (Ca 24 h)<br />
ECO<br />
<strong>Hematuria</strong> macroscópica > 7 d sin causa<br />
<strong>Hematuria</strong> recurrente sin causa<br />
NO<br />
Hemograma, creatinina, albúmina, C3, ASLO<br />
Frotis faríngeo<br />
Urocultivo Ca/Cr<br />
ECO<br />
Patológico Normal<br />
Seguimiento<br />
Control ambulatorio
Microhematuria > 1 a<br />
Nefrólogo infantil<br />
MICROHEMATURIA ASINTOMÁTICA<br />
2-3 sedimentos orina<br />
Microhematuria<br />
Urocultivo/Ca/creat (Ca orina 24 horas)<br />
Sedimento familiares 1 er grado<br />
2ª fase<br />
P coagulación, creat, BUN<br />
ECO<br />
Estudio auditivo<br />
Electroforesis Hb (sospecha de patología Hb)<br />
2-4 semanas<br />
Estudio anormal No microhematuria<br />
Control ambulatorio<br />
Normal: stop<br />
ALGORITMO:<br />
MICROHEMATURIA<br />
ASINTOMÁTICA<br />
347
ALGORITMO:<br />
MICROHEMATURIA<br />
CON H ria CLÍNICA,<br />
EXPLORACIÓN<br />
FÍSICA (EF) O<br />
SEDIMENTO<br />
URINARIO<br />
ANORMAL<br />
348<br />
Normal<br />
Control ambulatorio<br />
Proteinuria mínima<br />
Sedimento<br />
1 semana<br />
Hemograma; C3, alb<br />
Creat, BUN<br />
Normal<br />
MICROHEMATURIA CON H ria CLÍNICA, EXPLORACIÓN FÍSICA (EF)<br />
O SEDIMENTO URINARIO ANORMAL<br />
Patológico<br />
Proteinuria importante<br />
o síntomas agudos<br />
Control 4 semanas Nefrólogo pediátrico<br />
Anormal<br />
Proteinuria<br />
(edema/HTA)<br />
Creat, BUN, álbum,<br />
C3, ASLO<br />
No proteinuria<br />
(no edema, no HTA)<br />
¿No resolución?<br />
Nefrólogo o urólogo pediátrico<br />
¿Traumatismo? ECO/TAC<br />
¿ITU? urocultivo/tto.<br />
¿Litiasis? Ca/cr, ECO/tto.