LAS DROGAS ESTIMULANTES - Caja España
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Ephedra vulgaris que aparecía descrita en las antiguas clasificaciones<br />
chinas de medicamentos como antiespasmódico,<br />
antihemorrágico y eficaz en el tratamiento del asma. CHEN<br />
consiguió aislar el principio activo, sustancia de estructura similar<br />
a la epinefrina pero activo por vía oral, que bautizó con el<br />
nombre de efedrina y que en un corto periodo de tiempo se<br />
convertió en uno de los fármacos principales en el tratamiento<br />
del asma. El desequilibrio entre la necesidad de grandes cantidades<br />
de efedrina y la escasez de la planta Ephedra vulgaris<br />
obligó a los investigadores a buscar un sustituto sintético. Fue<br />
GORDON ALLES el que, a mediados de los años treinta, sintetizó<br />
un compuesto al que llamó anfetamina que superaba<br />
ampliamente a la efedrina. Comercializado con el nombre de<br />
“Benzedrina” se presentó en forma de aerosol para facilitar su<br />
uso por inhalación, de forma que el principio activo llegaba<br />
directamente a los pulmones aliviando las crisis de asma. Sin<br />
embargo, no se prestó la atención suficiente a las propiedades<br />
estimulantes añadidas y al potencial de abuso aunque el<br />
mismo ALLES había descrito los efectos euforizantes de estas<br />
sustancias. Los primeros en utilizarla con fines no médicos fueron<br />
los estudiantes de las universidades de los EE.UU. que las<br />
usaron para incrementar el rendimiento en la preparación de<br />
exámenes o con fines recreativos para permanecer despiertos<br />
y activos en las fiestas nocturnas. Un artículo aparecido el año<br />
1937 en la revista Time alertaba sobre los peligros de la benzedrina<br />
y denunciaba su creciente utilización por la población<br />
estudiantil. Las anfetaminas también fueron ampliamente consumidas<br />
durante la Guerra Civil Española y la II Guerra<br />
Mundial con el fin de mitigar el agotamiento de los soldados.<br />
Curiosamente, los asesores médicos del ejército americano no<br />
se pusieron de acuerdo sobre si las anfetaminas eran inocuas<br />
o peligrosas por lo que su uso no contó con la aprobación oficial.<br />
El uso indiscriminado y sin control dio lugar a un problema<br />
de enormes proporciones en las décadas siguientes.<br />
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