HORIZONTES - Fructuoso

Horizontes
clas está impresionado de haber visto a tanta gente joven junta
en el plan que ha sido, cantando y bailando, sin quejas por nada…”
“En fin, el Espíritu Santo seguro que hace de las suyas y mueve
nuestros corazones. Se ha derramado gracia a raudales estos
días y eso se ve al final”.
“Las italianas que tenemos en acogida ya se van mañana. Son
monísimas, la verdad. Lo de la acogida está bien pensado. No
nos han dado nada que hacer y ellas yo creo que han estado
muy a gusto”.
“Nosotros fuimos muy tardones pero pudimos dejar el coche
en las casas militares de La Dehesa a las 19:30 y desde allí llegamos
andando. Los Puelles nos habían advertido de que no dejaban
entrar, que buscáramos la manera de meternos “como
fuera”, que una vez dentro podríamos llegar a F5. Pasamos dos
cordones de voluntarios hasta llegar a la Policía, que ya no dejaba
pasar absolutamente a nadie, a pesar de llevar a dos niños de
8 y 10 años. En ese momento la Providencia nos trajo a Santiago
Artillo, que nos puso en la “pole” para que cuando se dejara entrar
a la gente (que fue a eso de las 9:30) pudiéramos salir los
primeros a la carrera. En ese momento cayó el diluvio universal,
para el que no estábamos preparados en absoluto, pero estábamos
tan felices de haber entrado que no nos importaba. Los niños
estaban igual de felices que mojados. Llegamos a F5 (atrás
a la derecha) y pudimos encontrarnos con los Puelles, los Martín-
Gil, los Lucini y los Ojea. ¡Qué alegría! El ambiente era fantástico,
estábamos al lado de unos taiwaneses que nos hicieron un
montón de regalos que habían traído ex profeso para regalar a la
gente con quien se encontraban, son muy detallistas y los niños
estaban emocionados. Pudimos adorar al Santísimo y confesarnos,
los niños estaban cansados pero contentos. Nos dormimos -
de aquella manera- en los sacos (una aventura para los niños).
La Misa ha sido emocionante. ¡Y pudimos comulgar gracias a un
sacerdote que con mucha paciencia se metió en plena F5 y fue
repartiendo la Comunión miguita a miguita! La experiencia nos
ha encantado, hemos rejuvenecido estos días, hemos dado muchas
gracias a Dios por concedernos esta oportunidad de compartir
nuestra fe con tanta gente de todo el mundo, algunos de
ellos han sacrificado muchísimo para poder acudir, todos han
pasado por contratiempos pero nadie se ha quejado, el compor-
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