11.05.2013 Views

RELATOS FANTÁSTICOS III Fancine-UMA - Universidad de Málaga

RELATOS FANTÁSTICOS III Fancine-UMA - Universidad de Málaga

RELATOS FANTÁSTICOS III Fancine-UMA - Universidad de Málaga

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

12<br />

o en el jardín <strong>de</strong> los tréboles que daba a la calle Rodríguez<br />

Peña. Francinet, la mucama, se acostumbró enseguida a<br />

encontrarnos enlazados en cualquier parte <strong>de</strong> la casa y cuando<br />

tropezaba con nosotros esbozaba una sonrisa nostálgica que<br />

quizás le evocara sus amores <strong>de</strong> juventud y se limitaba a barrer<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> nuestros cuerpos <strong>de</strong>snudos como si fuésemos<br />

un mueble más o una alfombra. Los largos periodos festivos<br />

transcurrían con más serenidad y ensayábamos una vida<br />

matrimonial tranquila y sin sobresaltos. Por las mañanas,<br />

Maite preparaba el <strong>de</strong>sayuno mientras silbaba tangos <strong>de</strong><br />

Gar<strong>de</strong>l para que yo los adivinase. Después nos repartíamos<br />

las tareas <strong>de</strong> la casa, aunque en realidad esto no suponía<br />

ningún trabajo extra porque Francinet venía a limpiar los<br />

fines <strong>de</strong> semana y por lo tanto terminábamos bien temprano.<br />

Para matar el tiempo hasta la hora <strong>de</strong>l almuerzo, yo me iba<br />

a la biblioteca a leer en los márgenes <strong>de</strong> los libros, mientras<br />

que Maite buscaba con minuciosidad entre los cajones <strong>de</strong> los<br />

muebles algún nuevo recuerdo vomitado por la casa. Luego<br />

comentábamos en la comida lo que cada uno había logrado<br />

encontrar y discutíamos si el hallazgo era realmente novedoso<br />

o si simplemente había estado allí y aún no habíamos<br />

conseguido apreciarlo.<br />

Mi prima Maite Ubiria era una chica melancólica<br />

que gustaba <strong>de</strong> silbar tangos. Tenía el cuerpo espigado y las<br />

ca<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> la Venus <strong>de</strong> Willendorf, y unas manos largas con<br />

<strong>de</strong>dos finos como alambres que rebuscaban entre los canapés<br />

y los armarios nuevos ovillos <strong>de</strong> lana, tricotas o mañanitas

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!