D. Juan Manzorro Burguillos - Consejo Local de HH. y CC. de Cádiz

PREGÓN DE LA SEMANA SANTA CÁDIZ 2013
cuando despuntaban las primeras luces del alba en la mañana del Viernes
Santo.
Aquellos fueron los tiempos del grupo juvenil del Hospitalito en el
que los sacerdotes José Luis Sibón y Juan Martín Baro le hicieron ver que
Jesús es camino, verdad y vida y le enseñaron que lo que podemos hacer para
ayudar a los demás quizás sea solo una gota de agua en un inmenso océano
pero es lo que le da sentido a nuestras vidas. Aquella fue también la época del
Colegio Valcárcel en la que el P. Esteban de la Congregación de los Sagrados
Corazones le enseñó a volar en bandada como el personaje de Juan Salvador
Gaviota y el P. Manuel Galtier le confirmó en la fe en Jesucristo en nuestro
primer templo diocesano. Pasaron los años y aquel muchacho inquieto a
quien tu cuidabas con amor de madre buena se hizo hombre y vio cumplida
su ilusión de contar en las ondas la pasión según Cádiz. Conservo grabado
en la memoria un recuerdo sencillo y tierno de la primera transmisión en la
Semana Santa de 1990. Fue un domingo de Ramos en el que tu estabas sentada
en la calle Ancha con el orgullo de madre dibujado en la mirada. Cuando
pasó junto a ti le saludaste y él, sin dejar de hablarle al micrófono, se acercó
a acariciarte la mejilla.
Esa imagen entrañable permanece en su memoria, no ha sido vencida
por el tiempo aunque ahora tu ya no estás aquí. Ya no caminas por las calles
Santo Cristo o Sagasta que tanto te vieron luchar por la vida. Te marchaste
a algún lugar mas allá de las estrellas pero el niño aun te busca en la plaza de
Candelaria, en la Iglesia de San Lorenzo o en el convento de Santo Domingo
donde ibas a visitar a la Patrona de Cádiz.
Ya no estás a su lado. Te fuiste un día gris de Marzo de 1992 porque
te llamaron para que vieras a la Virgen del Rosario desde la calle más ancha
del cielo. En este tiempo de Cuaresma, aquel niño de pueblo que hace ya casi
medio siglo comenzó a abrigar sueños cofrades, vuelve a encontrarse con los
dulces recuerdos de ayer, con la suave nostalgia de ahora y la melancólica
ausencia de siempre. (FOTO DE MI MADRE). Pero no vayas a pensar que
tu niño está triste. Hoy no. Hoy siente que le estalla de gozo el alma porque
tiene el inmenso honor de cantar las glorias de la Semana Santa de Cádiz.
Será en tu memoria, mamá Gertrudis.
Listo y al cielo.
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