dialogos entrega 22 FRÖEBEL, HUIZINGA ... - glosarioeducativo
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www.infanciaenred.org.ar/antesdeayer<br />
sucesivamente la silla en infinitos objetos diferentes, la relacionará con otras cosas<br />
improvisando relaciones no convencionales entre ellas y creando, en suma, nuevos<br />
juguetes.<br />
Finalmente, no se aleja tanto de la definición de Huizinga…<br />
SCHEINES: No, no tanto. Agregaría que esta actividad fecunda y creadora,<br />
resultado de la relación abierta con los objetos, va acompañada siempre de un<br />
intenso goce.<br />
<strong>FRÖEBEL</strong>: ¿Me permiten? Creo que es mi turno.<br />
Adelante.<br />
<strong>FRÖEBEL</strong>: Luego me explicarán, supongo, qué es un “cajero automático”. Pero no<br />
nos distraigamos ahora. Yo dije antes que de los juegos es lícito deducir que los<br />
niños, <strong>entrega</strong>dos a ellos, serán luego alumnos concienzudos, estudiosos,<br />
honrados, aptos para muchos trabajos, y que serán hombres de corazón y de<br />
inteligencia útiles a su familia y a la humanidad. Es decir, pensé en el juego como<br />
algo positivo, humanamente ennoblecedor. Pero esto no es unívoco. Lejos de ser<br />
irreprochables, los juegos y ocupaciones del niño a menudo revelan instintos o<br />
inclinaciones perversas. Verdad es que el juego infantil revela en parte la vida<br />
interior del niño, y que por las predilecciones que indique con ocasión de sus<br />
recreos puede uno permitirse juzgar lo que aquél será más tarde. En los juegos que<br />
demanden mayor actividad, no sólo la fuerza física recibe alimento vivificante, sino<br />
también la fuerza intelectual.<br />
¿A qué apunta, específicamente?<br />
<strong>FRÖEBEL</strong>: Al hecho de que hay una dimensión política en el juego. El niño, en<br />
cualquier lugar en que se encuentre sabe siempre asegurarse un lugar para jugar<br />
con sus camaradas, y esos juegos en común producen frutos utilísimos para<br />
sociedad misma, pues ellos se manifiestan en el seno de la comunidad, de sus leyes<br />
y de sus exigencias.<br />
SCHEINES: ¡Buen punto! Y me sugiere una cuestión que no es menor en relación a<br />
la dimensión social del juego, y de la que todavía no hemos hablado: sus reglas.<br />
¿Todo juego tiene reglas?<br />
SCHEINES: Yo creo que sí. No hay juego sin reglas. El juego más simple, como el<br />
que improvisamos con las baldosas de la vereda mientras caminamos<br />
solitariamente ya presenta la presencia de una ley al menos: pierdo si piso la raya,<br />
o pierdo si no la piso.<br />
¿Y qué regla tiene el juego de los chicos con engrudo en el jardín de<br />
infantes, el manipuleo de los objetos, etc.? Allí no parece haber mayor<br />
regulación…<br />
SCHEINES: Claro que la hay: el jugueteo exploratorio con un alambre, o con la<br />
arena húmeda de la playa, por ejemplo, también implican sometimiento a las leyes<br />
de la materia con que se juega, a sus posibilidades y limitaciones que se erigen en<br />
reglas del juego creativo. Jugar es fundar un orden, o improvisarlo, o someterse<br />
gozosamente a él. Sin ese orden no hay juego, porque es lo que define y limita la<br />
libertad del jugador.