Revista Aduanas #22, Gracia navideña - DGA

cionales y la cultura comunicativa;
también la espiritualidad en vuelo
y los comportamientos visibles de
la creación que ofrecen los arquetipos
que identificamos como
maestros de las artes. En estas
manifestaciones no es difícil distinguirlos
a pesar de ser una identificación
antojadiza, autocreída,
relajada en su uso… No obstante,
en su justa dimensión todo maestro
encarna un apostolado de vida
testimonial, y ofrece una aportación
distintiva, influyente, liberadora
o renovadora.
El maestro es un creador nacional
trascendente e inevitable
como nombre dentro del coleccionismo
patrimonial. En la amplia
y ejemplar colección institucional
de la Aduana Dominicana,
este excelente personaje, individual
y grupalmente está representado
en primer lugar por cuatro
forjadores de nuestra modernidad:
Celeste Woss y Gil, Jaime
Colson, Yoryi Morel y Darío Suro.
CELESTE WOSS Y GIL (1891-
1985) es una artista mujer que se
asocia al impulso de lo moderno
en el arte nacional, siendo una
modernista inconfundible desde
el punto de vista de las rupturas
que definen su desenvolvimiento
por encima de su condición elitesca.
Se asocia a la emancipación
femenina, a una docencia ejemplar
e influyente y a un discurso
pictórico que se entronca a un
impecable dominio académico de
corte realista, como resultan sus
retratos, pero a la visualización del
desnudo como dominio e interpretación
racial desde la década de
1910 en adelante. Estos desnudos
femeninos ofrecen una elegante
opulencia de sensualidad desinhibida
en la que su mirada traspasa
el modelo. El “Desnudo”
(1845), de la colección aduanal
transfiere tales condiciones, aparte
de adecuarse a la tendencia del
impresionismo localista. Primera
mujer artista en establecer acade-
mia de enseñanza de dibujo y pintura
en Santo Domingo (1924-
1941) y primera artista docente de
la Escuela Nacional de Bellas
Artes, establecida en 1942, su
temperamento autónomo, formado,
libertario y recio, marcó a muchos
alumnos y discípulos: Xavier
Amiama, Gilberto Fernández
Diez, Fernando Peña Defilló, Delia
Weber, Clara Ledesema, Ada
Balcácer.
La Woss y Gil se forma en el
exterior (Francia, Cuba y Estados
Unidos) al igual que JAIME COL-
SON (1901-1978), cuya formación
moderna se relaciona a Europa,
>> CAMPESINO. Yoryi Morel.
especialmente a Barcelona, Madrid
y a la llamada Escuela de París
conformada por artistas inmigrantes,
además de los franceses.
En el medio parisino asume el cubismo
con obras que anteceden al
distintivo discurso neohumanista
de carga clásica de matices manieristas
y surreales, como puede
apreciarse en la obra de los tres
efebos con paños a orilla del mar,
de la colección de la Aduana Dominicana.
Colson expone por primera
vez en el país en 1938, cuando
ya es un artista trashumante, en
permanente movimiento viajero
hasta que se asienta en el país
desde inicio de la década 1950,
asumiendo una decisiva labor
artística, académica y teórica en el
medio capitalino donde su personalidad
cala como un esteta revolucionario
y nacionalista. Acólicos
seguidores y adeptos liberados
conforman un gran núcleo de
dibujantes, pintores de caballete y
muralistas, cuyos nombres conforman
un largo listado, imposible de
referir en esta mirada escrita.
En tanto Colson y la Woss y
Gil se forman en el extranjero,
YORYI MOREL (1906-1979) emerge
con un particular espíritu autoafirmativo
en la república interior,
coincidiendo con un clamor de
dominicanidad que también expresan
músicos, narradores y poetas.
Su relación con el notable
Juan Bautista Gómez y en un hogar
de parientes pintores, influyen
en su voluntaria vocación artística
que se eleva nacionalmente a partir
de la individualidad que celebra
en el “Club Nosotras” de
Santo Domingo (1932). Como
ningún otro pintor hasta entonces,
él traduce con visión de moderno
los asuntos más entrañables de la
criollidad local, incluido el paisaje
del cual la colección de la Aduana,
reproduce dos ejemplos, en el
Tomo I de sus registros públicos
(2007). La fidelidad yoryiana a su
discurso que además promueve
con eficacia docente, sobre todo
en el medio natal de Santiago,
ofrece el resultado de una escuela
pictórica definida y definitiva, en
la cual es el eje fundamental. Su
labor docente arroja una cantera
de jóvenes vocaciones que se
enlistan en la Escuela Nacional de
Bellas Artes desde 1942 y todavía
es posible avistar seguidores morelianos
en la región cibaeña.
Al igual que Yoryi Morel, el
también pintor DARÍO SURO
(1918-1997) surge en el interior
del país, en La Vega, donde recibe
orientación del sobresaliente tío
Enrique García Godoy, de quien
se libera con un tono moderno
RECONOCIMIENTO
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