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35. Otra mirada a la poesía de César Vallejo, por Josefina Martínez ...

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aquí, junto a esas expresiones, apunta lo autóctono, lo personal y <strong>de</strong>l terruño: cual<br />

polluelos al grano. En cuanto a <strong>la</strong> semejanza con Machado, es más fuerte en otros<br />

poemas, como <strong>la</strong>s Canciones <strong>de</strong> hogar <strong>de</strong>l mismo libro o el titu<strong>la</strong>do Dios:<br />

Siento a Dios que camina/ tan en mí, con <strong>la</strong> tar<strong>de</strong> y con el mar./ Con él nos vamos<br />

juntos. Anochece./ Con él anochecemos. Orfandad.../ Pero yo siento a Dios. Y hasta<br />

parece/ que él me dicta no sé qué buen color./ Como un hospita<strong>la</strong>rio, es bueno y triste;/<br />

musita un dulce <strong>de</strong>sdén <strong>de</strong> enamorado:/ <strong>de</strong>be dolerle mucho el corazón.<br />

En este primer libro está ya <strong>Vallejo</strong> con todas sus posibilida<strong>de</strong>s poéticas: con su<br />

sentimiento <strong>de</strong> misteriosa ignorancia que transcen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> toda su <strong>poesía</strong>, y <strong>la</strong><br />

empapa <strong>de</strong> un licor que <strong>la</strong> hace criatura quebradiza y digna <strong>de</strong> piedad:<br />

Hay golpes en <strong>la</strong> vida, tan fuertes ... Yo no sé!<br />

Este ¡Yo no sé! inicial, estos golpes que<br />

Serán tal vez los potros <strong>de</strong> bárbaros ati<strong>la</strong>s;<br />

o los heraldos negros que nos manda <strong>la</strong> Muerte.<br />

perduran misteriosamente hasta el final <strong>de</strong> su obra poética. De igual modo en este<br />

primer libro ya están empleadas todas <strong>la</strong>s particu<strong>la</strong>rida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su lengua poética: lo<br />

concreto <strong>de</strong> sus imágenes, su vocabu<strong>la</strong>rio <strong>de</strong> poco colorido pero <strong>de</strong> fuertes resonancias<br />

y gran<strong>de</strong>s sorpresas, su valorar los vocablos poéticamente <strong>de</strong>sentendiéndose<br />

<strong>de</strong> su significación lógica etc.<br />

Cuatro años más tar<strong>de</strong>, en su segundo libro, Trilce, título ya <strong>de</strong> <strong>por</strong> sí inventado<br />

y tal vez combinación <strong>de</strong> «triste» y «dulce», <strong>Vallejo</strong> —son los años veinte— intensifica<br />

estas posibilida<strong>de</strong>s personales. Se <strong>de</strong>sentien<strong>de</strong> <strong>de</strong> lo que perduraba <strong>de</strong>l<br />

mo<strong>de</strong>rnismo y escribe una <strong>poesía</strong> fácilmente encuadrable en lo que en aquellos<br />

años querían hacer todos los poetas: romper con el pasado, romper <strong>la</strong>s fórmu<strong>la</strong>s,<br />

rasgar lo más posible <strong>la</strong>s ataduras lógicas y que los versos, en bloque, no vocablo<br />

a vocablo, expresaran <strong>la</strong> intuición <strong>de</strong>l sentimiento poético. Todos, casi todos los<br />

poetas <strong>de</strong> esos años sintieron <strong>la</strong> l<strong>la</strong>mada vanguardista, lo mismo en España que en<br />

América. Dentro <strong>de</strong> estas ten<strong>de</strong>ncias, <strong>la</strong> más cercana a <strong>Vallejo</strong> es el l<strong>la</strong>mado creacionismo.<br />

Prosélitos fueron Huidobro en América, Gerardo Diego y Juan Larrea en<br />

España. La ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> estos poetas era crear un poema como <strong>la</strong> naturaleza crea<br />

un árbol. No tiene, pues, nada <strong>de</strong> extraño que sea Gerardo Diego el que <strong>de</strong>dica<br />

un poema presentativo al peruano. Es el conocido Valle <strong>Vallejo</strong> <strong>de</strong>l santan<strong>de</strong>rino.<br />

Ahora bien, aunque los procedimientos y aun en parte el vocabu<strong>la</strong>rio <strong>de</strong> Trilce<br />

sean <strong>de</strong> índole creacionista, en el libro <strong>de</strong> <strong>Vallejo</strong> hay algo más que <strong>la</strong> pura retórica<br />

—pues <strong>la</strong> hay, aunque no lógica— creacionista, comp<strong>la</strong>cida en sus propios juegos<br />

y vital <strong>de</strong> entusiasmo y pirueta ingenua. En Trilce hay el fondo incambiado <strong>de</strong><br />

<strong>Vallejo</strong> y hay los anuncios en temática y en forma expresiva <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>poesía</strong> posterior.<br />

<strong>Vallejo</strong> no cae nunca en una <strong>poesía</strong> <strong>de</strong> tan pura inhumana: y los mismos temas<br />

[ 424 ]<br />

JOSEFINA MARTÍNEZ ÁLVAREZ

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