del Libertador llegaron a Caracas - Milicia Bolivariana
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1842<br />
EDUCACIÓN<br />
Jovencitas de La Guaira<br />
tienen donde estudiar<br />
A Ñ O 3 2 N Ú M E R O 3 2 V E N E Z U E L A 1 8 4 2 , A Ñ O B I C E N T E N A R I O<br />
A 12 años de su fallecimiento en la ciudad neogranadina de Santa Marta<br />
La Academia para Niñas en La Guaira abrió sus puertas a principios<br />
de año para recibir a la población femenina <strong>del</strong> puerto. En las aulas<br />
las señoritas aprenderán gramática castellana, religión, urbanidad y<br />
aritmética, entre otras materias. Las alumnas pagarán una pensión<br />
mensual de tres pesos.<br />
Restos mortales<br />
<strong>del</strong> <strong>Libertador</strong> <strong>llegaron</strong> a <strong>Caracas</strong><br />
En abril comenzaron las gestiones para traer a Venezuela los restos de Simón Bolívar. En noviembre la comisión designada por el gobierno<br />
nacional trajo el sarcófago a la ciudad capital, donde fue recibido por el presidente de la República, José Antonio Páez, las autoridades<br />
eclesiásticas y el pueblo en pleno que se arrojó a las calles para acompañar el cortejo fúnebre y la procesión hasta la iglesia de la Santísima<br />
Trinidad. De esta manera se cumplió el último deseo <strong>del</strong> <strong>Libertador</strong> plasmado en su testamento: “Es mi voluntad que después de mi<br />
fallecimiento, mis restos mortales sean depositados en la ciudad de <strong>Caracas</strong>”. PÁG 3<br />
PRENSA NUESTRAMÉRICA SABERES MUNDO<br />
El Liceo Venezolano<br />
publicó la novela<br />
Los mártires<br />
de Fermín Toro<br />
Fusilado<br />
el coronel<br />
Apolinar Morillo<br />
Creada la Sociedad<br />
<strong>Bolivariana</strong><br />
de <strong>Caracas</strong><br />
El pueblo caraqueño se congregó para recibir los restos <strong>del</strong> <strong>Libertador</strong>.<br />
Tratado de Nankin<br />
puso fin a guerra<br />
<strong>del</strong> opio<br />
PÁG 2 PÁG 4<br />
PÁG 2 PÁG 4
2 SABERES Venezuela, 1842<br />
Novela ambientada en la Inglaterra de principios de siglo<br />
El Liceo Venezolano<br />
publicó la novela<br />
Los mártires<br />
de Fermín Toro<br />
El periódico El Liceo Venezolano, que sirve<br />
como tribuna para la expresión de la<br />
comunidad de jóvenes intelectuales de<br />
nuestro país y que en cada número complace a sus<br />
lectores con contenidos sobre historia, geografía,<br />
ciencias naturales, literatura y poesía, ofreció sus<br />
páginas para la publicación de la primera edición<br />
de la obra Los mártires de Fermín Toro.<br />
“Era ya entrada la noche cuando dejaba yo mi triste<br />
y solitaria mansión, dando tregua a mis afanes el<br />
movimiento y ruido <strong>del</strong> pueblo alborozado. Noche<br />
era de un gran día”. Estas palabras inician una<br />
novela ambientada en la Inglaterra de principios de<br />
siglo, que ve transitar por sus calles el fantasma de<br />
las contradicciones sociales que se expresan en un<br />
claro contraste entre la opulencia y la miseria.<br />
Fermín Toro ha sido reconocido por su trayectoria<br />
[Expresión Gráfica]<br />
Billete<br />
Desde el año pasado circula el papel moneda<br />
emitido por el Banco Nacional de Venezuela.<br />
Los billetes son recibidos en las Oficinas Publicas<br />
de <strong>Caracas</strong> y presentan dos ilustraciones en<br />
el anverso: una embarcación como símbolo de<br />
la actividad comercial y una dama que pudiera<br />
representar a la República. En el centro ostentan<br />
nuestro escudo nacional.<br />
Sociedad<br />
BREVES<br />
Fermín Toro, autor de Los mártires<br />
en el campo político e intelectual. Sus primeros<br />
escritos comenzaron a circular en 1837 en las<br />
páginas de El Liberal. Integró el consejo de redacción<br />
de El Correo de <strong>Caracas</strong>. Fue, además, uno de los<br />
miembros principales de la comisión que organizó<br />
el traslado de los restos <strong>del</strong> <strong>Libertador</strong> Simón Bolívar<br />
a <strong>Caracas</strong>. <strong>Caracas</strong><br />
Creada la Sociedad<br />
<strong>Bolivariana</strong> de <strong>Caracas</strong><br />
de cinco pesos El 28 de octubre fue creada la Fundación<br />
de la Gran Sociedad <strong>Bolivariana</strong> de<br />
<strong>Caracas</strong> cuyo objetivo fundamental es<br />
perpetuar el legado <strong>del</strong> <strong>Libertador</strong> Simón<br />
Bolívar. Esta institución privada será<br />
coordinada por una junta directiva que<br />
presidirá su fundador, Rafael Urdaneta.<br />
La responsabilidad de la vicepresidencia<br />
recayó en el doctor Tomás Sanabria.<br />
También integran la institución José<br />
María Vargas, el general José María<br />
Carreño, el doctor Diego Bautista<br />
Urbaneja y don Feliciano Palacios, entre<br />
otros. Luego de su primera sesión, el 14<br />
de noviembre, entró en funcionamiento<br />
como organismo destinado a enaltecer la<br />
gloria <strong>del</strong> hijo ilustre de <strong>Caracas</strong>.<br />
[Editorial]<br />
¿Un legítimo<br />
acto de respeto?<br />
La nación ha tomado tiempo para recuperarse<br />
tras los embates de la guerra de Independencia<br />
y las revueltas de caudillos regionales. En el<br />
seno <strong>del</strong> pueblo, los habitantes claman por<br />
la paz. Una señal de reconciliación entre los<br />
hermanos de la patria fue el decreto <strong>del</strong> 19<br />
de marzo mediante el cual los expulsados<br />
luego de la revolución de 1835 vislumbraron<br />
una señal de esperanza tras la oportunidad<br />
de regresar a sus tierras y retomar la vida que<br />
dejaron atrás con su partida. La construcción<br />
de vías de comunicación, instituciones<br />
educativas para niñas, el reimpulso de la<br />
economía y la llegada de los restos de nuestro<br />
<strong>Libertador</strong> fueron elementos que sirvieron<br />
para favorecer el proceso de recuperación<br />
material y espiritual <strong>del</strong> país.<br />
Al acercarse el final <strong>del</strong> año, el presidente<br />
José Antonio Páez, en una muestra de<br />
inédita sensibilidad emitió un mensaje de<br />
reconciliación, a propósito de la llegada de<br />
las cenizas <strong>del</strong> <strong>Libertador</strong>: “Yo invito a ustedes<br />
ahora a que saludemos a Bolívar restituido<br />
a la Patria con todas sus glorias, con todos<br />
sus grandes hechos, con la memoria de sus<br />
inmortales servicios”.<br />
Ante esto cabe preguntarse a qué corresponde<br />
este súbito sentimiento de reconocimiento<br />
hacia el legado <strong>del</strong> <strong>Libertador</strong>, si precisamente<br />
fue Páez quien con su proyecto separatista<br />
mancilló la Unión Colombiana por la que<br />
tanto luchó Bolívar. Es sabido que desde<br />
1833 se propuso la reapatriación de los<br />
restos <strong>del</strong> <strong>Libertador</strong>, sin embargo el pueblo<br />
venezolano tuvo que esperar nueve años<br />
para que concretase ese decreto ¿A qué<br />
corresponde esta dilatada espera? ¿Estamos<br />
ante un legítimo acto de respeto o ante una<br />
artimaña política?<br />
Gobierno Bolivariano de Venezuela<br />
Comisión Presidencial para la Conmemoración<br />
<strong>del</strong> Bicentenario de la Independencia de la República<br />
<strong>Bolivariana</strong> de Venezuela<br />
www.bicentenario.gob.ve<br />
COMITÉ EDITORIAL: Alejandro López, Rossana Álvarez , Pedro<br />
Calzadilla, Luis Pérez Pescador, Lorena González, Joselín Gómez,<br />
Eileen Bolívar, Mireya Dávila, Simón Sánchez y Alexander Torres.<br />
INVESTIGACIÓN: Centro Nacional de Historia, Archivo<br />
General de la Nación y Dirección de Investigación y Asesoría<br />
Histórica de la Asamblea Nacional<br />
COORDINACIÓN EDITORIAL: Wiston Márquez-López<br />
INVESTIGACIÓN Y REDACCIÓN: Neruska Rojas<br />
EDICIÓN: Emma Grand<br />
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: Audra Ramones y Aarón Lares<br />
REVISIÓN HISTÓRICA: Lionel Muñoz y Luis Felipe Pellicer<br />
Depósito Legal: pp201101DC1473<br />
Email: independencia.i200@gmail.com
Venezuela, 1842<br />
Después de 12 años de su desaparición física<br />
<strong>Caracas</strong> recibió<br />
los restos mortales<br />
<strong>del</strong> <strong>Libertador</strong><br />
De esta manera se<br />
cumplió el último deseo<br />
de Bolívar plasmado en su<br />
testamento. Los capitalinos<br />
recibieron con honores el<br />
sarcófago con los restos<br />
<strong>del</strong> Padre de la Patria<br />
El anuncio de la llegada de los restos<br />
mortales <strong>del</strong> <strong>Libertador</strong> Simón Bolívar<br />
a <strong>Caracas</strong> causó gran satisfacción entre<br />
los habitantes de esta República. Tras 12 años<br />
de su muerte aquel trágico 17 de diciembre,<br />
en la quinta San Pedro Alejandrino en Santa<br />
Marta, Nueva Granada, se a<strong>del</strong>antaron los<br />
preparativos para garantizar el retorno de uno<br />
de los venezolanos más insignes y venerados<br />
en nuestro continente.<br />
El presidente José Antonio Páez, desde su<br />
despacho y con la aprobación <strong>del</strong> Congreso,<br />
el 30 de abril emitió un decreto que consta<br />
de ocho artículos, en los que se establece<br />
rendir honores al <strong>Libertador</strong>, aclamarlo con<br />
sus respectivos títulos de honor y solicitar el<br />
traslado de sus cenizas a tierras venezolanas. A<br />
continuación el texto de los artículos 2° y 6°:<br />
“Art. 2°: El Gobierno hará trasladar sus cenizas<br />
desde Santa Marta a esta capital, con el<br />
decoro propio y previa participación al<br />
Gobierno de la Nueva Granada.<br />
Art. 6°: Sus ilustres cenizas serán depositadas<br />
en la Santa Iglesia Metropolitana y se levantará<br />
Júbilo y algarabía<br />
El 17 de diciembre, día designado por el<br />
Ejecutivo para la conmemoración <strong>del</strong> aniversario<br />
de la muerte de Simón Bolívar, se inició el desfile<br />
de sus restos.<br />
El paisajista alemán Ferdinand Bellerman ofreció<br />
unas declaraciones a propósito de las exequias<br />
<strong>del</strong> <strong>Libertador</strong>. En medio de la algarabía y el<br />
júbilo nacional dijo que “en <strong>Caracas</strong>, durante<br />
esta festividad, reinó el lujo como nunca había<br />
visto; se dice que algunas familias vendieron<br />
sus casas sólo para poder brillar en ese día. Es<br />
un modesto panteón que las contenga”.<br />
Las autoridades de Santa Marta, desde<br />
el primer momento mostraron su mayor<br />
disposición en justo reconocimiento al<br />
derecho de los venezolanos de albergar en sus<br />
tierras los restos mortales <strong>del</strong> <strong>Libertador</strong>.<br />
Para organizar el traslado, Venezuela formó<br />
una comisión encabezada por José María<br />
Vargas, José María Carreño, Mariano Ustáriz y<br />
Manuel Cipriano Sánchez, quienes partieron a<br />
principios de noviembre para reunirse con la<br />
representación <strong>del</strong> país vecino.<br />
La exhumación <strong>del</strong> <strong>Libertador</strong><br />
Mientras <strong>Caracas</strong> se preparaba para recibir los<br />
restos de su hijo ilustre, desde Santa Marta se<br />
a<strong>del</strong>antaban las gestiones para llevar a cabo<br />
la exhumación de los restos de Bolívar. Acto<br />
que se consumó el 20 de noviembre pasadas<br />
las cinco de la tarde, con la presencia de las<br />
comisiones designadas por ambas naciones para<br />
custodiar el procedimiento. Gracias al informe<br />
que se elaboró posteriormente pudimos<br />
conocer el estado <strong>del</strong> cadáver: “... Se levantó<br />
notable la diferencia entre este tipo de festividad<br />
y las de Europa […] aquí todos participan en<br />
la celebración y todo el que quiera se puede<br />
unir a cualquier desfile”. (“Los testimonios de<br />
Bellermann”, en Memorias de Venezuela, num.<br />
15, p. 44)<br />
Fermín Toro describió en sus notas las postales de<br />
lo cotidiano en torno a la celebración: “La aurora<br />
<strong>del</strong> 17, día de gran ceremonia, fue saludada con la<br />
salva de cañón. [...] La carrera de la gran procesión<br />
comenzaba en la iglesia de la Trinidad, bajaba por<br />
la calle Carabobo hasta la esquina de la Sociedad<br />
y de ahí cruzaba la derecha hasta el puente de San<br />
NACIONALES<br />
Cortejo fúnebre. Litografía elaborada por el artísta Carmelo Fernández.<br />
3<br />
una losa de mármol que cubría una bóveda<br />
[...] en cuyo fondo se halló una caja forrada en<br />
hoja de plomo; y extraída que fue y abierta se<br />
hallaron los restos de un cadáver que por todas<br />
las señales siguientes era el mismo idéntico <strong>del</strong><br />
general Bolívar”. (González Guinán, 1954: p. 262)<br />
El doctor José María Vargas dejó sentado<br />
en acta que “... como resultado de la<br />
descomposición de todos los tejidos<br />
blandos <strong>del</strong> cuerpo y de los vestidos; se ha<br />
preservado el esqueleto completo, aunque<br />
unos pequeños [huesos] ya han desaparecido<br />
y otros casi pulverizados, todos los demás<br />
ennegrecidos y en marcha la descomposición<br />
a causa de la humedad que dentro de dicha<br />
urna se conserva”.<br />
Finalizado el procedimiento, el cuerpo<br />
fue depositado en un ataúd donado por<br />
el Gobierno neogranadino y se atendió<br />
la solicitud de sus autoridades, las cuales<br />
manifestaron su deseo de conservar el<br />
corazón. *Fuente: (J.M. Vargas, “Una urna de<br />
hoja de plomo”, en Memorias de Venezuela,<br />
num. 15, p. 43). <strong>Caracas</strong><br />
Francisco. [...] Las ventanas, balcones, azoteas<br />
y palcos, con cortinajes de luto y coronados<br />
de banderas tricolores, estaban ocupados por<br />
millares de espectadores, principalmente por las<br />
damas, vestidas de riguroso luto y adornadas<br />
con sus más ricos atavíos.” (González Guinánd,<br />
1954: p. 271)<br />
En la ceremonia se observó al pueblo congregado<br />
para rendirle homenaje al <strong>Libertador</strong> Simón<br />
Bolívar. La familia <strong>del</strong> insigne caraqueño, tras<br />
una larga espera, pudo finalmente colocar sus<br />
restos junto a los de sus ancestros en el panteón<br />
familiar de la Catedral de <strong>Caracas</strong>.
4 NUESTRAMÉRICA y MUNDO Venezuela, 1842<br />
NUESTRAMÉRICA<br />
Colombia<br />
Fusilado el coronel<br />
Apolinar Morillo<br />
A 12 años de la muerte <strong>del</strong> general<br />
Antonio José de Sucre, el coronel<br />
Apolinar Morillo fue fusilado luego de<br />
comprobarse la acusación que realizó<br />
José Erazo, artífice <strong>del</strong> crimen contra el<br />
Mariscal de Ayacucho.<br />
Erazo participó en el atentado junto<br />
con Andrés Rodríguez, Juan Cruz,<br />
ambos peruanos, y con Juan Gregorio<br />
Rodríguez, de Nueva Granada.<br />
Sucre fue asesinado en una emboscada<br />
en las montañas Berruecos entre<br />
Pompayán y Pasto el 4 de junio de 1830.<br />
Perú<br />
Falleció<br />
Bernado O’Higgins<br />
El pasado 24 de octubre falleció en<br />
la ciudad de Lima el <strong>Libertador</strong> de<br />
Chile Bernardo O’Higgins Riquelme,<br />
tras padecer de afecciones cardíacas.<br />
Sus restos fueron depositados en<br />
el Cementerio General de Lima. En<br />
el nicho de mármol destinado al<br />
reposo de sus restos se instaló una<br />
placa de bronce con la siguiente<br />
inscripción: “D.O.M. Aquí yace<br />
esperando la resurrección de la carne<br />
<strong>del</strong> Excelentísimo Señor Doctor<br />
Bernardo O’Higgins, Director Supremo<br />
y Capitán General de la República<br />
de Chile, Brigadier en la de Buenos<br />
Aires y Gran Mariscal en la <strong>del</strong> Perú.<br />
Ilustró tan altos cargos con virtudes<br />
católicas, militares y políticas. Superior<br />
en la vida a la felicidad y desgracia,<br />
muerto en la serenidad <strong>del</strong><br />
justo en 24 de octubre de<br />
1842, llorado por los pobres,<br />
amado y admirado por los<br />
que en las tres repúblicas<br />
vieron los gloriosos<br />
esfuerzos por la<br />
independencia<br />
y libertad de<br />
América. D.E.P.”.<br />
El 29 de agosto se firmó en la ciudad de<br />
Nankin el tratado de paz entre Inglaterra y<br />
China. Los acuerdos establecidos en dicho<br />
documento se pueden resumir en cuatro puntos:<br />
1) los cinco puertos de China (Guangzhou,<br />
Xiamen, Fuzhou, Ningbo y Shanghai) deberán<br />
abrirse al comercio internacional bajo la<br />
supervisión de un consulado británico; 2) se<br />
establece el principio de extraterritorialidad que<br />
exime a los súbditos británicos de someterse<br />
a las leyes chinas; 3) el gobierno chino se<br />
compromete al pago de una indemnización por<br />
los perjuicios causados a los británicos desde el<br />
inicio de la guerra; 4) el territorio de Hong Kong<br />
pasa al dominio <strong>del</strong> gobierno inglés, que destina<br />
su uso como base militar para sus operaciones<br />
en territorio chino.<br />
El Emperador chino, Min Ning, se vio obligado<br />
a firmar este compromiso por la presión <strong>del</strong><br />
Gobierno inglés.<br />
Un poco de historia<br />
Hace tres años, el reino de Inglaterra e Irlanda le<br />
declaron la guerra al Imperio Chino para obligarlo<br />
Bajaron las tensiones entre China e Inglaterra<br />
Firma <strong>del</strong> Tratado de<br />
Nankin<br />
puso fin a la Guerra <strong>del</strong> Opio<br />
a abrir sus fronteras comerciales y legalizar la venta<br />
y consumo de opio.<br />
El cultivo de este alcaloide comenzó durante<br />
el siglo pasado bajo el impulso de la británica<br />
Compañía de las Indias Orientales, cuyo centro<br />
de operaciones estaba en la India.<br />
El consumo de opio se popularizó rápidamente<br />
en el seno de la aristocracia local hasta extenderse<br />
al resto de la población.<br />
El Gobierno de China, en atención a los perjuicios<br />
que causaba el uso <strong>del</strong> narcótico, a<strong>del</strong>antó gestiones<br />
para prohibir su comercialización y aplicó un<br />
conjunto de medidas destinadas a sancionar<br />
con todo el peso de la ley el contrabando de<br />
la droga. A raíz de esto, el Parlamento inglés<br />
decidió “exhortar” al gobierno chino para que<br />
permitiera de nuevo la apertura comercial y<br />
bajo la consigna de una guerra justa para el<br />
impulso <strong>del</strong> libre comercio, dispuso el envío a<br />
china de 16 buques, 4 destructores a vapor, 28<br />
trasportes y 4 mil soldados para sitiar e invadir<br />
una región donde la mayoría de la población<br />
es campesina. Así comenzó lo que se conoce<br />
como la Guerra <strong>del</strong> Opio.