Capítulo 1. La migración asturiana - Conseyu de la Mocedá del ...

punto de partida una condición de sentirse llamado a salir de su tierra para
buscar un mejor destino.
Al inicio de todo proceso de emigración se encuentra una percepción objetiva,
determinada por unas circunstancias sociales, de carácter político, económico,
cultural, etc., que resultan desfavorables. Para que haya emigración, además de
una situación objetiva, hace falta que se concite una situación subjetiva: el
sentimiento de inseguridad y descontento con la situación que se viven en el
lugar de origen.
La migración conlleva un cambio de situación social y cultural. El proceso de
adaptación al nuevo contexto puede llevar mucho tiempo y se puede hablar,
según que casos, de una situación de desarraigo que se manifiesta en
vulnerabilidad e inestabilidad. Al entrar en un nuevo contexto cambian
concepciones valorativas, normas de conducta y modelos de comportamiento,
que afectan en mayor o menor medida a quien emigra.
Dependiendo de lo fuerte que sea el sentido de pertenencia con su comunidad
de origen, así como de las diferencias sociales y culturales con que se encuentre
en su destino, la ruptura con estas raíces puede ser más o menos traumática
para quien emigra. Esta ruptura se caracteriza por recurrencia de recuerdos,
nostalgia, idealización, necesidad de aprendizaje y readaptación.
Preguntarnos por el modo en que estas condiciones subjetivas afectan en la
actualidad a la juventud asturiana no es asunto menor, puesto que nos ayudará
a entender cómo vive esta juventud su nueva situación y, por consiguiente,
debería arrojar luz para las políticas a desarrollar en pro de una mayor
solidaridad hacia las y los jóvenes que se ven obligados a salir del Principado
En este sentido, consideramos importante tener en cuenta las investigaciones
disponibles sobre el sentimiento de pertenencia de la juventud española en
general y asturiana en particular.
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