EL EDUCADOR LASALIANO SEGLAR - La Salle Distrito ARLEP
EL EDUCADOR LASALIANO SEGLAR - La Salle Distrito ARLEP
EL EDUCADOR LASALIANO SEGLAR - La Salle Distrito ARLEP
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>La</strong> pedagogía de los centros <strong>La</strong> <strong>Salle</strong><br />
1.1. Desafío social<br />
«Lo típico del laico no es su renuncia al mundo, sino su aceptación y<br />
transformación cristiana» (( VWUDGD, 182). El Educador cristiano debe mirar la<br />
existencia desde la óptica creyente. El documento «El laico católico, testigo de<br />
la fe en la escuela» *LC, al que nos referiremos frecuentemente, puntualiza los<br />
aspectos prácticos que permiten descubrir un reconocimiento social y estima<br />
a los educadores:<br />
«Fundamentales para vivir conjuntamente unos mismos ideales por parte<br />
de la entidad promotora y los laicos que trabajan en la escuela católica, son<br />
dos logros. Primero, una adecuada retribución económica –garantizada por<br />
contratos bien definidos– del trabajo realizado en la escuela, que permita<br />
a los laicos una vida digna, sin necesidad de pluriempleo ni sobrecargas<br />
que entorpezcan su tarea educativa. Segundo, una auténtica participación<br />
de los laicos en las responsabilidades de la escuela, según su capacidad en<br />
todos los órdenes y su sincera identificación con los fines educativos que<br />
caracterizan a la escuela católica» (LC, 78).<br />
No menos dificultades plantean los desafíos de una sociedad secularizada,<br />
postmoderna, a la que debe enfrentarse. <strong>La</strong> <strong>Salle</strong> justifica la presencia de<br />
educadores cristianos, «ilustrados y celosos», que suplan a los padres, muchos<br />
de ellos<br />
«preocupados con sus negocios temporales y el cuidado de la familia,<br />
otros viven en solicitud constante por ganar el indispensable sustento<br />
para sí y para sus hijos; por todo ello no pueden dedicarse a instruirlos en<br />
lo concerniente a sus obligaciones de cristianos» (MR, 193,2).<br />
<strong>La</strong> tarea de complementariedad de los educadores nunca debe suplir ni<br />
eliminar la de los padres, sino atraerlos y comprometerlos en una educación<br />
integral, de la que los padres son los primeros responsables.<br />
1.2. Desafío educativo<br />
Pocas tareas resultan tan complejas hoy, necesitándose el compromiso de<br />
toda la Comunidad Educativa, especialmente el apoyo e interés de la familia<br />
por la educación de los hijos. En muchos casos resulta una verdadera utopía<br />
lograr la presencia de los padres en reuniones y entrevistas.<br />
Los cambios en educación plantean nuevos retos a nivel relacional, metodológico,<br />
interdisciplinar, etc., en una red de exigencias, a veces agobiantes<br />
para muchos educadores. <strong>La</strong> Sociedad tiene, en este ámbito, una gran responsabilidad<br />
para ayudar a poner los medios necesarios para lograr una educación<br />
de calidad. Padres y Educadores son la voz de los «sin voz», para lograr<br />
los medios necesarios que les desarrollen y potencien plenamente.<br />
8