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Escuela Sabática - Iglesia Adventista del Séptimo Día Movimiento ...

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Lunes 19 de noviembre<br />

2.<br />

UNA ESCENA CONMOVEDORA<br />

Año Bíblico: Romanos 1-3<br />

a. ¿Cómo nuestro corazón debería ser ablandado y subyugado al<br />

contemplar a Cristo en la cruz? Lucas 23:33, 34.<br />

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Al ver plenamente la cruz, al contemplar por fe los sufrimientos de Cristo,<br />

¿podéis narrar vuestra historia de dolor y vuestras pruebas? ¿Podéis alimentar<br />

la venganza contra vuestros enemigos en vuestro corazón mientras la oración<br />

de Cristo sale de sus labios pálidos, y temblorosos en favor de sus<br />

escarnecedores, de sus asesinos: 'Padre, perdónalos, porque no saben lo que<br />

hacen' (Lucas 23:34)?” —A Fin de Conocerle, pág. 67.<br />

b. ¿Cómo la contemplación de la crucifixión puede ser de beneficio<br />

práctico al orgulloso corazón característico de cada uno de nosotros? 1<br />

Pedro 1:18–21; Juan 1:29.<br />

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“El orgullo y la adoración <strong>del</strong> yo no pueden florecer en el alma que mantiene<br />

frescas en su memoria las escenas <strong>del</strong> Calvario.” —El Deseado de Todas las<br />

Gentes, pág. 616.<br />

“Deberíamos ocupar el lugar que nos corresponde como penitentes<br />

humildes al pie de la cruz. Allí, al contemplar la agonía de nuestro Salvador, al<br />

Hijo de Dios que muere —el Justo por los injustos—, podemos aprender<br />

lecciones de mansedumbre y humildad de mente. Contemplemos a Aquel a<br />

cuya sola palabra acudirían legiones de ángeles en su ayuda, transformado en<br />

un objeto de diversión y burla, de injurias y odio. Él mismo se entrega como un<br />

sacrificio por el pecado. Al ser vilipendiado, no amenaza; cuando se lo acusa<br />

falsamente, no abre su boca. En la cruz, ora por sus asesinos. Al morir, paga un<br />

precio infinito por cada uno de ellos. Soporta sin murmurar el castigo por los<br />

pecados <strong>del</strong> hombre. Y esta víctima que no se queja es el Hijo de Dios. Su trono<br />

existe desde la eternidad y su reino no tendrá fin.” —Exaltad a Jesús, pág. 227.<br />

“Toda esta humillación de la Majestad <strong>del</strong> cielo fue por causa <strong>del</strong> hombre<br />

culpable y condenado. Cristo descendió más y más en su humillación, hasta que<br />

no hubo profundidades más hondas donde pudiera llegar para elevar al hombre<br />

sacándolo de su contaminación moral. Todo esto fue por vosotros.”<br />

—Comentario Bíblico ASD [Comentarios de E. G. de White], tomo 5, pág.<br />

1102.<br />

42 UPASDIAMOR<br />

Lecciones Bíblicas <strong>Sabática</strong>s, octubre - diciembre, 2012

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