toreros de Madrid - Las Ventas

paseos por el madrid
Taurino
Madrid, esencia
de toreros
Texto: Andrés De Miguel
Fotos: : Archivos Espasa, Manolo Durán y Juan
Miguel Sánchez Vigil.
La afición de Madrid presume de no
tener favoritismo hacia ningún torero.
Es, según la clásica y algo brusca terminología
castiza, “del que lo hace”.
Sin embargo, tiene, como no podía ser
menos, toreros predilectos. Sin ánimo
exhaustivo, en los últimos años toreros
de corte tan diverso como Antoñete,
Curro Vázquez, Luis Francisco Esplá,
Pepín Jiménez, César Rincón o El
Cid han desgranado mejores faenas
y han sido más apreciados en Madrid
que en otras plazas. Quizá sea que
un público receptivo es un elemento
necesario, como antagonista o simplemente
como aquiescente espectador,
para la aparición del arte. No se puede,
por bien que se toree, realizar una obra
maestra en una tienta privada, pues
falta la tensión dramática que sólo da
el juicio de una multitud expectante.
Vemos que estos toreros, y muchos
otros que han compartido su
aprecio en Madrid con otras plazas,
son de origen diverso y disperso. No
hay una predilección especial debida
al paisanaje y no parece que la haya
habido en los casi dos siglos de historia
del toreo. Pero siempre ha habido
muchos toreros de Madrid. Al ser la
capital del toreo a lo largo de toda
la historia taurina, el poder de fascinación
que siempre han tenido los
toreros ha creado un buen vivero. El
tirón del torero como héroe popular
siempre ha sido fecundo.
Incluso hay barrios taurinos de
Madrid. El primero de todos, en el
siglo XIX, fue el que rodea a la calle
de Toledo, pues parece que la cercanía
del matadero ejercía de atracción
Francisco Cúchares.
para el aprendizaje del oficio.
Cayetano Sanz y los hermanos
Paco y Salvador Sánchez Frascuel
eran vecinos criados en dicho
barrio. Algunos fijan su residencia
más hacia el centro de Madrid,
así Cúchares y su hijo Currito y
el mismo Rafael ‘El Gallo’ están
bautizados en la iglesia de San
Sebastián, en la calle de Atocha.
Con el crecimiento de Madrid se
buscan los barrios del ensanche,
y tres grandes toreros de la edad
de plata, como Domingo Ortega,
Marcial Lalanda y Nicanor Villalta,
tendrán su vivienda en Chamberí.
También las cercanías de las
plazas de toros resultan atractivas.
Tetuán ha dado grandes dinastías
de banderilleros, como los Palis,
los Fauró o los Pirris, algunas de
las cuales siguen siendo fecundas
en toreros en la actualidad.
El barrio de Salamanca, tan
unido a la línea mágica del toreo
En Madrid no hay una
predilección especial
debida al paisanaje y
no parece que la haya
habido en los casi
dos siglos de historia
del toreo
de la calle de Alcalá, ha tenido la
casa de los Bienvenida, verdadero
Ateneo taurino de Madrid; también
ha sido barrio de residencia
de El Estudiante, Paquito Muñoz,
Antoñete, y Jose Miguel Arroyo,
‘Joselito’, entre otros.
Pero todo Madrid ha sido tierra
de toreros. Lavapiés, barrio castizo,
ha sido cuna de Vicente Pastor,
Parrita, Manuel Escudero y Ángel
Teruel. Quizá alguno de ellos era
uno de los niños que el genial
Antonio Díaz Cañavate describe
jugando al toro en el Portillo de
Embajadores
En fin, la lista de toreros de
Madrid es amplísima. Por ordenarla
de manera cronológica, se
considera como primer torero
madrileño a Cayetano Sanz, nacido
en 1821, pues fue el primero
que adquirió cierta importancia;
aunque anteriormente Roque
Miranda, Rigores (1799-1843) e
Isidro Santiago, ‘Barragán’ (1811-
1851), habían estoqueado toros
con categoría de matadores.
El propio Francisco Arjona
Herrera, Cúchares, es anterior
a Cayetano Sanz, pues nació en
1818, pero a éste se le considera
sevillano por su origen familiar.
Aquí, que siempre se ha considerado
que los de Bilbao han
nacido donde han querido y los
de Madrid donde les ha tocado,
que ha podido ser incluso en el
mismo Madrid, eso de tener que
haber nacido en un sitio para ser
de allí, complica las cosas y hace
algo fastidiosa la adscripción de
los toreros.
Así, toreros nacidos en Madrid y
considerados de otros sitios, además
del ya mentado Cúchares y
su hijo Francisco Arjona Reyes,
‘Currito’, están Rafael Gómez
Ortega, ‘El Gallo’; Luis Fuentes
Bejarano o Juan Belmonte
Campoy, todos ellos ‘sevillanos’.
24 25
24
25
Antonio Márquez.

26
26
Taurino
paseos por el madrid
Cayetano Sanz.
También nació en Madrid José
Ordóñez, hijo del rondeño Niño
de la Palma. La dinastía de los Litri,
de Huelva, tiene nacido en Madrid
al actual Miguel Báez Espínola; y
Rafael Camino, el madrileño hijo
del niño sabio de Camas, compartió
colegio con Julio Aparicio,
quién hijo de madrileño como es,
fue a nacer en Sevilla.
Esto de los nacimientos ya se ve
que es complicado. Domingo del
Campo ‘Dominguín’, que no dejó
descendencia taurina, nació en
Madrid, mientras que Domingo
González Lucas, ‘Dominguín’,
cabeza de la madrileñísima
dinastía de su nombre, era de
Quismondo (Toledo).
La dinastía de los Valencia son
todos madrileños, como lo es asimismo
otro diestro con el valenciano
nombre de Punteret, llamado
Juan Cecilio Villanueva. Ya se
Brindis de El Gallo.
Madrid es un punto de
referencia insustituible
para entender la fiesta
de los toros
ve que los nombres también engañan,
como en el caso de Rafael
García Escudero, Rafael Albaicín,
quien parecería de Granada.
Madrileños nacidos aquí serían
Vicente Pastor, Antonio Márquez,
Marcial Lalanda, Luis Gómez ‘El
Estudiante’, Alfredo Corrochano,
Parrita, Manuel Escudero, los
Dominguines, Julio Aparicio,
Antoñete, Dámaso Gómez, Ángel
Teruel, Agapito García Serranito,
José Miguel Arroyo ‘Joselito’, José
Tomás, Julián López ‘El Juli’ y casi
todos los de las generaciones de la
Escuela de Tauromaquia.
Claro que Madrid ha acogido
generalmente bien a quienes les
ha tocado nacer en otros sitios.
Desde el madrileñísimo Salvador
Sánchez ‘Frascuelo’, natural de
Churriana (Granada) hasta José
Cubero ‘Yiyo’, quien fue a nacer
en Burdeos. ¿Quién dice que no es
madrileño Antonio Bienvenida,
tan solo porque nació en Caracas?;
parecido caso sería el de Curro
Vázquez, de Linares y torero predilecto
de Madrid. También son
madrileños Domingo Ortega, nacido
en Borox (Toledo) o Victoriano
de la Serna quién lo hizo en
Sepúlveda (Segovia).
La lista de toreros de Madrid es
mucho más larga, pero no se trata
aquí de hacer una relación estadística,
sino sólo de recordar que
Madrid es un punto de referencia
insustituible para entender la fiesta
de los toros.