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Una nave a la <strong>de</strong>riva<br />
Yo soy como una nave en el océano<br />
que va a la <strong>de</strong>riva.<br />
Yo soy la tempestad que azuza el viento.<br />
Yo soy aquel islote tan pequeño<br />
adon<strong>de</strong>, perdida,<br />
llegó una ilusión que iba <strong>de</strong> paso.<br />
Y fue mucho <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su partida<br />
cuando el viento me habló<br />
como en un eco:<br />
¡No te pares, imbécil, síguela!<br />
La luna se acostó temprano<br />
La luna se acostó temprano,<br />
las flores están llorando.<br />
Mis sueños se <strong>de</strong>rriten en tu regazo<br />
y yo quiero correr hasta alcanzarlos.<br />
El reloj <strong>de</strong> la torre repite su ding dong,<br />
las horas andan <strong>de</strong> trasiega...<br />
Perdámonos en el cosmos tú y yo,<br />
cerca <strong>de</strong> las estrellas y lejos <strong>de</strong> las horas.<br />
Rincón literario<br />
Vicente Touzón<br />
Autobiografía<br />
49<br />
Hay cosas que no son, pero siguen siendo.<br />
El sueño <strong>de</strong> una noche <strong>de</strong> invierno,<br />
el árbol que nunca plantamos,<br />
la lluvia que se <strong>de</strong>rrama<br />
como un mar sin orilla,<br />
como una inmensa<br />
y solitaria ola.<br />
Hay cosas que no son pero siguen siendo.<br />
El aroma <strong>de</strong> los nardos<br />
tan suave e invisible<br />
que apenas huele<br />
a nada.<br />
El tiempo que se va <strong>de</strong>shojando<br />
mientras algo se quiebra en las manos,<br />
algo que nace y muere<br />
en el mismo instante,<br />
en el mismo camino,<br />
en idéntico...<br />
latido.<br />
Feli Galán<br />
A los dos años seguía mecida con canciones <strong>de</strong> nana y <strong>de</strong>svelo.<br />
A los cuatro mi palabra infantil jugueteaba en silencio.<br />
A los seis esperaba entre almohadones las caricias <strong>de</strong> mi madre.<br />
La sombra <strong>de</strong>l ciprés me abrazó a los nueve.<br />
A los once la luna <strong>de</strong> las amapolas rompió mi calendario.<br />
Fui esclava en el ojal <strong>de</strong> las normas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los doce.<br />
A los quince quise abrazar lo no permitido.<br />
A los diecisiete mi efímera juventud se ahogó en los pasillos <strong>de</strong> los libros.<br />
Sentí el atar<strong>de</strong>cer en un beso a los veinte.<br />
A los veintitrés rocé un único amor para venerar la sagrada honestidad.<br />
A los veinticuatro, dos anillos. Una nueva vida.<br />
A los treinta, tres hijas en mi <strong>de</strong>stino.<br />
La sombra <strong>de</strong>l ciprés me abrazó <strong>de</strong> nuevo a los trenta y siete.<br />
Y ahora, en el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> mi madurez soy letra ilusionada,<br />
rebel<strong>de</strong> coma y punto sin <strong>de</strong>spedida.<br />
María Pinto