o descargar este libro - La Princesa del Guárico
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atributos y a la querencia por el lar nativo, Valle de la Pascua se ha convertido en un<br />
verdadero emporio por su riqueza y su actividad agropecuaria y comercial, con esencia<br />
propia, orgullosa de un pasado lleno de historia donde destacan hechos como los<br />
siguientes:<br />
Durante la gesta emancipadora, en Valle de la Pascua también se quemó la<br />
pólvora ya que fue escenario de permanentes guerrillas llevadas a cabo por nuestros<br />
valientes patriotas, así como por los defensores <strong>del</strong> Rey. En su suelo, en los primeros<br />
días de la revolución, Pedro Zaraza dio el grito de independencia al abandonar el hato<br />
Patacón, colindante con Santa Juana, propiedad de Don Vicente Espejo, donde él<br />
trabajaba como encargado y mayordomo, para ponerse al frente de un grupo de<br />
voluntarios entre los que se contaron: Dionisio Machado, Julián Infante y los hermanos<br />
Matos, quienes lo proclamaron como jefe y juraron seguirle en la lucha que iba a<br />
comenzar, así como guardarle respeto y serle fiel en todo aquello que los condujera a la<br />
defensa de la soberanía nacional.<br />
En 1814, fue saqueada por el realista Caster, quien tomó como rehenes a<br />
honorables familias poblanas y las condujo a la selva de tamanaco. Ese mismo año la<br />
villa probó su heroísmo al soportar un sitio de 4 días <strong>del</strong> cual salió exitosa. Igualmente,<br />
en agosto de 1815, después <strong>del</strong> desastre de Morichal de Medrano recibió como rehén,<br />
bajo el cuidado <strong>del</strong> Presbítero Don José Gabriel Sutil, a Pedrito Zaraza, hijo <strong>del</strong> General<br />
Pedro Zaraza, que había sido apresado en aquel triste combate y retenido por García<br />
Luna para chantajear al padre, pretensión que no logró.<br />
Ese mismo agosto de 1815, cuenta la tradición, Valle de la Pascua albergó en<br />
sus calles a Miguel Peña, doctor en Jurisprudencia Civil y uno de los hombres de mayor<br />
inteligencia y conocimientos de la época. Después de la capitulación de Valencia y el<br />
desconocimiento de la misma por parte de Boves, Peña, que junto con Escalona habían<br />
sostenido el sitio, escapó milagrosamente disfrazado de sacerdote y buscó reunirse con<br />
el General Pedro Zaraza, por lo que llegó a Valle de la Pascua y merodeaba por sus<br />
calles vestido con sotana, cotizas, sombrero, rosario, larga cabellera y predicando<br />
extravagancias, conducta que llamó la atención e hizo que le bautizaran como “El cura<br />
loco” y que los muchachos le lanzaran piedras. Así anduvo deambulando, por los<br />
confines <strong>del</strong> poblado, hasta que el destino le permitió encontrarse, en el camino hacia<br />
Jácome, con los guerreros Juan Antonio Moronta y Faustino Sánchez quienes lo<br />
condujeron ante el General Zaraza a quien sirvió como secretario.