12.05.2013 Views

Capítulo de libro 6248-1 - Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Capítulo de libro 6248-1 - Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Capítulo de libro 6248-1 - Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CIUDAD JUÁREZ (UACJ)<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración (ICSA)<br />

Cuerpo académico <strong>de</strong> “Desarrollo económico y Globalización”<br />

UACJ-CA53<br />

Desarrollo regional y<br />

Globalización: Estudios<br />

<strong>de</strong> casos aplicados a<br />

América Latina


CUERPO ACADÉMICO DE “DESARROLLO ECONÓMICO Y GLOBALIZACIÓN”<br />

Desarrollo regional y Globalización:<br />

Estudios <strong>de</strong> casos aplicados a América Latina<br />

Autores<br />

Faeyz M.J Abuamria Laura Gúzman Villagran Bruno Romagny<br />

Alfonso Arenaza Cortés Angélica Holguín López Cely Ronquillo Chávez<br />

Christine Carton Madura Ramsés Jiménez Castañeda Gary L. Shelley<br />

Alfonso Cortazar Martínez Enoch Montaño Raygoza Sadri Slim Cohen<br />

Hilda Guerrero García Rojas Raúl Ponce Rodríguez Fre<strong>de</strong>rick H. Wallace<br />

Coordinado por:<br />

Christine Carton Madura


CUERPO ACADÉMICO DE “DESARROLLO ECONÓMICO Y GLOBALIZACIÓN”<br />

Desarrollo regional y Globalización:<br />

Estudios <strong>de</strong> casos aplicados a América Latina<br />

Esta selección <strong>de</strong> escritos originales preten<strong>de</strong> difundir hallazgos relevantes,<br />

generados por la investigación <strong>de</strong> varios autores, cuya preocupación central gira<br />

en torno al conocimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo económico así como <strong>de</strong> la globalización.<br />

Yace en la voluntad, por parte <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> profesores-investigadores,<br />

pertenecientes al Cuerpo Académico <strong>de</strong> “Desarrollo Económico y<br />

Globalización”, <strong>de</strong> divulgar el producto <strong>de</strong> una cooperación estrecha que se<br />

estableció entre los integrantes <strong>de</strong> dicho Cuerpo Académico y otras Instituciones<br />

<strong>de</strong> Educación Superior, nacionales con las contribuciones <strong>de</strong> universitarios <strong>de</strong><br />

Quintana Roo, <strong>de</strong> Michoacán, e internacionales con la intervención <strong>de</strong> profesores<br />

y/ó investigadores <strong>de</strong> Estados-Unidos, España y Francia.<br />

Entre los textos presentados, se privilegian, precisamente, problemáticas<br />

contemporáneas, animadas por cuestiones <strong>de</strong> crecimiento económico, <strong>de</strong><br />

liberalización comercial y financiera, <strong>de</strong> acuerdos regionales, <strong>de</strong> inflación, <strong>de</strong><br />

medio ambiente etc. Se invita, al lector, a participar en las reflexiones <strong>de</strong> los<br />

autores acerca <strong>de</strong> los temas examinados y se le ofrece unas pistas <strong>de</strong> comprensión<br />

en cuanto a los múltiples aspectos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo regional en América Latina, al<br />

involucrar distintos niveles, <strong>de</strong>scriptivo, analítico y formalizado.


Contenido<br />

Presentación 1<br />

Abstracts 7<br />

Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua 13<br />

Fre<strong>de</strong>rick H. Wallace<br />

Gary L. Shelley<br />

Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica: 38<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Christine Carton Madura<br />

Laura Guzmán Villagran<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”: 63<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Enoch Montaño Raygoza<br />

Integración vertical ó …………Desintegración? 85<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

Ramsés Jiménez Castañeda<br />

Raúl A. Ponce Rodríguez<br />

Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción: 102<br />

El crecimiento económico en América Latina<br />

Christine Carton Madura<br />

Cely Ronquillo Chávez<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado: 123<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Alfonso Arenaza Cortés<br />

Sadri Slim Cohen<br />

Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento, 158<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia<br />

Faeyz M.J Abuamria<br />

Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua 180<br />

Angélica Holguín López


Demanda industrial <strong>de</strong> Agua: Una Revisión <strong>de</strong> la Literatura 197<br />

Hilda R. Guerrero García Rojas<br />

La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación: 213<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Bruno Romagny<br />

Sadri Slim Cohen<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales 243<br />

Alfonso Cortazar Martínez<br />

Lista <strong>de</strong> los autores 257


Presentación<br />

Desarrollo regional y Globalización:<br />

Estudios <strong>de</strong> casos aplicados a<br />

América Latina<br />

T<br />

ras un período <strong>de</strong> marasmo económico-financiero en los años ochenta,<br />

ó <strong>de</strong> “década perdida <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo”, los países latinoamericanos se<br />

enfrentaron a la problemática <strong>de</strong> su reinserción internacional mientras<br />

se <strong>de</strong>bía eludir las lógicas <strong>de</strong> fragmentación, <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y <strong>de</strong><br />

periferización. Los años noventa marcaron, así, importantes<br />

transformaciones en dirección <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la región 1 , insertadas en un<br />

contexto global <strong>de</strong> inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias crecientes entre las economías. Dicho<br />

contexto globalizado se generó por la conjunción <strong>de</strong> dos fenómenos esenciales.<br />

El primero participa a un movimiento <strong>de</strong> liberalización comercial y <strong>de</strong><br />

intensificación <strong>de</strong>l comercio mundial, en búsqueda <strong>de</strong>l multilateralismo, bajo el<br />

doble impulso <strong>de</strong> la Organización Mundial <strong>de</strong>l Comercio y <strong>de</strong> las instituciones<br />

<strong>de</strong> Bretton Woods. El segundo emana <strong>de</strong> la liberalización financiera y <strong>de</strong> la<br />

conexión <strong>de</strong> los mercados conduciendo a una aceleración <strong>de</strong> los movimientos<br />

<strong>de</strong> capitales, revelándose altamente volátiles. El último favoreció, entonces, la<br />

internacionalización <strong>de</strong> la producción por parte <strong>de</strong> empresas multinacionales<br />

que se tradujo por una acentuación <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> fusión y adquisición así<br />

como <strong>de</strong> concentración <strong>de</strong>l capital.<br />

De manera análoga a la mayoría <strong>de</strong> los países en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, las<br />

economías <strong>de</strong> América Latina implementaron políticas <strong>de</strong> liberalización con<br />

vistas al incremento <strong>de</strong> su competitividad, para respon<strong>de</strong>r a las presiones <strong>de</strong> la<br />

competencia internacional. En conformidad con las recomendaciones <strong>de</strong>l<br />

“consenso <strong>de</strong> Washington” 2 , se incrementó drásticamente la tasa <strong>de</strong> apertura <strong>de</strong><br />

la región con respecto a su producto interno bruto. Asimismo, las políticas <strong>de</strong><br />

estabilización alcanzaron a controlar la inflación, a asegurar el tipo <strong>de</strong> cambio<br />

mientras los niveles <strong>de</strong> déficit público y <strong>de</strong> en<strong>de</strong>udamiento se mantuvieron<br />

altos.<br />

1 Gana, E. (1994): “Los cambios estructurales en la integración latinoamericana y caribeña”,<br />

Pensamiento iberoamericano, No 26, Madrid, julio-diciembre.<br />

2 Williamson J. (1990). Latin American Adjustment: How Much Has Happened?, Institute for<br />

international economics, Washington, 1990.<br />

1


2<br />

PRESENTACIÓN<br />

Paralelamente, la globalización reactivó los procesos <strong>de</strong> integración regional.<br />

Nacieron nuevas lógicas <strong>de</strong> agrupamiento entre países, con la creación <strong>de</strong><br />

acuerdos regionales dichos “abiertos” 3 , como el Mercado Común <strong>de</strong>l Sur, el<br />

Tratado <strong>de</strong> Libre-Comercio <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte, la Asociación<br />

Latinoamericana <strong>de</strong> Integración, entre otros. Por ejemplo, el Mercado Común<br />

<strong>de</strong>l Sur 4 se posicionó como un actor internacional estratégico, constituyendo el<br />

cuarto bloque económico mundial, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l Tratado <strong>de</strong> Libre-Comercio <strong>de</strong><br />

América <strong>de</strong>l Norte, <strong>de</strong> la Unión Europea y <strong>de</strong> Japón.<br />

Así, para ciertos analistas, la regionalización correspon<strong>de</strong> a una respuesta ante<br />

la dinámica <strong>de</strong> mundialización <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s que genera perfiles<br />

“unificados y homogenizados”. Para otros, la regionalización constituye una<br />

condición previa para adaptarse a las exigencias <strong>de</strong> la economía mundial. Se<br />

tradujo, <strong>de</strong> facto, por un aumento <strong>de</strong> los flujos <strong>de</strong> inversión, una intensificación<br />

<strong>de</strong> los intercambios regionales con una promoción <strong>de</strong> las exportaciones,<br />

erigidas en un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo a seguir.<br />

Consecutivamente, los principios <strong>de</strong>l regionalismo abierto fueron<br />

unánimemente compartidos por lo que la mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región<br />

participa, hoy en día, a una <strong>de</strong>nsa red <strong>de</strong> acuerdos <strong>de</strong> libre-intercambio 5 .<br />

Finalmente, el referencial <strong>de</strong> la integración regional se convirtió en una<br />

herramienta, esencialmente, al servicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo económico y social <strong>de</strong> la<br />

región, basado en la apertura <strong>de</strong> los mercados.<br />

Semejante trayectoria <strong>de</strong> la región nos invita, naturalmente, a la reflexión y<br />

merece una atención particular. Este <strong>libro</strong> se propone, entonces, aclarar algunos<br />

<strong>de</strong>safíos a los cuales se enfrenta el <strong>de</strong>sarrollo regional <strong>de</strong> América Latina,<br />

intrínsecamente relacionados al contexto globalizado. Dentro <strong>de</strong> esta<br />

perspectiva, se reunirán, a continuación, contribuciones originales, aplicadas al<br />

conjunto <strong>de</strong> la región así como al caso particular <strong>de</strong> ciertas economías<br />

latinoamericanas hasta análisis a nivel local.<br />

Como preámbulo, el primer artículo asienta uno <strong>de</strong> los principales problemas<br />

que ha sufrido América Latina durante la “década perdida <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo”. La<br />

región se <strong>de</strong>stacó por manifestar los principales ejemplos, recientes, <strong>de</strong><br />

hiperinflación, con las experiencias <strong>de</strong> Argentina, Bolivia, Chile etc.: En<br />

promedio, la tasa <strong>de</strong> inflación anual se ha establecido a 121% entre 1970 y<br />

1987.<br />

G. Shelley y F. Wallace se interesan, en consecuencia, a la gestión<br />

económica <strong>de</strong>l gobierno, en Nicaragua, que condujo a situaciones <strong>de</strong><br />

hiperinflación y <strong>de</strong> aminoración <strong>de</strong>l producto agregado real.<br />

3<br />

CEPAL (1994). “El regionalismo abierto en América Latina y el Caribe”, Santiago <strong>de</strong> Chili,<br />

1994.<br />

4<br />

Representa, hoy en día, 60% <strong>de</strong>l comercio internacional realizado en América Latina.<br />

5<br />

Chalmin P. <strong>de</strong> Perthuis C. & Kieffer G.A (1994). “Amérique latine, la fièvre <strong>de</strong> l’intégration”,<br />

en Les marchés mondiaux, Paris, Economica, Cyclope, 1994, pp : 87-107.


3<br />

PRESENTACIÓN<br />

Utilizando la metodología <strong>de</strong> regresión, asociada a un horizonte<br />

extenso, los resultados sugieren que el crecimiento <strong>de</strong> la oferta<br />

monetaria se acompañó, en el período 1960-1999, <strong>de</strong> una expansión <strong>de</strong><br />

la producción real <strong>de</strong>l sector gubernamental. Consecutivamente, la<br />

ampliación <strong>de</strong> dicho sector, financiada por un crecimiento monetario<br />

rápido, generó tensiones inflacionarias, imponiendo costos reales al<br />

sector privado. Implica que, para afrontar los problemas, <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la<br />

hiperinflación, se requiere la reducción <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong>l sector<br />

gubernamental.<br />

Los tres artículos, a continuación, alu<strong>de</strong>n a aspectos <strong>de</strong>terminantes, matizados<br />

por la liberalización comercial, en términos <strong>de</strong> convergencia económica, <strong>de</strong><br />

balanza comercial y comercio intra-industrial.<br />

El artículo <strong>de</strong> C. Carton y L. Guzmán propone, así, analizar el impacto<br />

<strong>de</strong> la integración regional sobre la convergencia <strong>de</strong> los ingresos per<br />

cápita, en el contexto <strong>de</strong>l Mercado Común <strong>de</strong>l Sur y <strong>de</strong>l Tratado <strong>de</strong><br />

Libre Comercio <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte, para 1960-2005. Diferenciando<br />

los acuerdos regionales por el grado <strong>de</strong> discrepancias en el nivel <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las economías cohesionadas, este trabajo contribuye,<br />

entonces, al estado <strong>de</strong> la cuestión por lo que admite que la dinámica<br />

nacional obe<strong>de</strong>ce a una doble jerarquía <strong>de</strong>bido a la influencia <strong>de</strong> dos<br />

esferas espaciales: la zona <strong>de</strong> integración y el continente americano.<br />

Con base en datos en panel, planteando un mo<strong>de</strong>lo con efectos fijos, los<br />

hallazgos indican que, a nivel <strong>de</strong>l continente americano, una integración<br />

<strong>de</strong> tipo “Sur-Sur” tien<strong>de</strong> a generar más beneficios mutuos que una<br />

integración tipo “Norte-Sur”, en términos <strong>de</strong> convergencia <strong>de</strong> los<br />

ingresos per cápita.<br />

El análisis exploratorio <strong>de</strong> la apertura creciente <strong>de</strong> las economías se<br />

precisa, en el artículo <strong>de</strong> E. Montaño, para el caso <strong>de</strong> México, por ser el<br />

país latinoamericano con mayor número <strong>de</strong> acuerdos comerciales<br />

firmados tras Chile. Esta investigación participa a aclarar el <strong>de</strong>sempeño<br />

<strong>de</strong>cisivo que adquiere el tipo <strong>de</strong> cambio sobre los movimientos <strong>de</strong> la<br />

balanza comercial, en el período <strong>de</strong> 1990-2005. Mediante la dinámica<br />

<strong>de</strong>l sector manufacturero mexicano, proce<strong>de</strong>, entonces, al contraste<br />

econométrico, con la técnica <strong>de</strong> Mínimos Cuadrados en tres etapas, para<br />

medir la influencia <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio. Muestra que, cuando se aceleró<br />

la apertura comercial <strong>de</strong> México, a inicios <strong>de</strong> los noventas, hasta finales<br />

<strong>de</strong> 2005, se presencia una curva “J” es <strong>de</strong>cir que el impacto <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong><br />

cambio hace que la economía pase <strong>de</strong> un déficit a un superávit<br />

comercial.


4<br />

PRESENTACIÓN<br />

Asimismo, el artículo, presentado por R. Jiménez y R. Ponce, se<br />

interesa a caracterizar la importancia <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio, en el caso <strong>de</strong>l<br />

comercio intra-industrial, fronterizo, entre México y Estados-Unidos. A<br />

diferencia <strong>de</strong> la conclusión principal, constada en la mayoría <strong>de</strong> los<br />

estudios empíricos, no se evi<strong>de</strong>ncia, para México, una alta integración<br />

vertical entre la industria maquiladora y la industria, proveedora <strong>de</strong><br />

insumos domésticos, a pesar <strong>de</strong> <strong>de</strong>valuaciones sucesivas <strong>de</strong> la divisa<br />

mexicana. Este trabajo ofrece una mo<strong>de</strong>lación teórica para explicar<br />

semejante fenómeno. Predice que las diferencias <strong>de</strong> calidad, entre<br />

insumos domésticos y extranjeros, compensarán el diferencial <strong>de</strong><br />

precios, <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio. A<strong>de</strong>más,<br />

pronostica que la <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong> la moneda nacional incrementará la<br />

<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> insumos importados, condicionada a una<br />

complementariedad entre factores domésticos y extranjeros. Resulta,<br />

paradójicamente, en una integración fuerte entre la industria<br />

maquiladora, mexicana, y los proveedores <strong>de</strong> insumos extranjeros, ó<br />

estadouni<strong>de</strong>nses.<br />

Los dos artículos siguientes indagan la dimensión financiera, acentuada por el<br />

proceso <strong>de</strong> globalización. Plantean la cuestión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo financiero como<br />

<strong>de</strong>terminante <strong>de</strong>l crecimiento económico, así como <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>l sector<br />

bancario, mediante el mercado <strong>de</strong>l crédito.<br />

C. Ronquillo y C. Carton se inclinan a estudiar las fuentes <strong>de</strong>l<br />

crecimiento para la región <strong>de</strong> América Latina, en un periodo <strong>de</strong> 1980 a<br />

2004. En particular, subrayan el rol sustancial que juegan los mercados<br />

financieros y el capital humano en la obtención <strong>de</strong>l crecimiento<br />

económico, para 16 países latinoamericanos. Basándose en una forma<br />

flexible <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> producción, la función Translog, se preten<strong>de</strong><br />

contrastar el efecto positivo <strong>de</strong> las variables financieras y <strong>de</strong>l capital<br />

humano, así como su complementariedad, mediante datos en panel, con<br />

efectos aleatorios. Resulta que ambos <strong>de</strong>terminantes, el <strong>de</strong>sarrollo<br />

financiero y la acumulación <strong>de</strong>l capital humano, tien<strong>de</strong>n a generar<br />

efectos positivos sobre el crecimiento económico <strong>de</strong> la región: La<br />

variable crédito se <strong>de</strong>stacó por ser un indicador relevante para acercar el<br />

<strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>l sistema financiero. Se muestra que dichos efectos se<br />

refuerzan, las dos variables <strong>de</strong> interés interactuando significativamente.<br />

El objetivo <strong>de</strong>l artículo <strong>de</strong> A. Arenaza y S. Slim se orienta hacia la<br />

caracterización <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l crédito en México, <strong>de</strong> 1994 a 2006. Se<br />

intenta <strong>de</strong>mostrar que existió un racionamiento <strong>de</strong>l crédito hacia el<br />

sector privado, confrontando dos escenarios posibles, equilibrio vs.<br />

<strong>de</strong>sequilibrio, y postulando una tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito exógena ó<br />

endógena. Las estimaciones econométricas privilegian, por tanto, el


5<br />

PRESENTACIÓN<br />

mo<strong>de</strong>lo, bajo la hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio, con tasa <strong>de</strong> interés endógena.<br />

Sugiere, así, que el mercado <strong>de</strong> crédito se caracterizó por más excesos<br />

<strong>de</strong> oferta que excesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda: Señala que la banca comercial<br />

confía altamente en sus acreedores por lo que está dispuesta a otorgar<br />

montos mayores para préstamo. Se recalca que el crecimiento <strong>de</strong>l<br />

crédito, observado a partir <strong>de</strong> 2003, apunta la estabilidad y la<br />

confiabilidad <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> crédito así como una relación sólida entre<br />

los clientes y el banco.<br />

Los dos artículos, consecutivos, se enfocan propiamente en las implicaciones<br />

<strong>de</strong> la integración global <strong>de</strong> los mercados financieros, sobre las características y<br />

el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>l sistema bancario. Se estudian, entonces, dos temas singulares,<br />

como la transformación <strong>de</strong> los bancos islámicos ó la relación entre las técnicas<br />

financieras y el lavado <strong>de</strong> dinero.<br />

F. Abuamria nos explica cómo las reformas macroeconómicas y<br />

estructurales así como la liberalización financiera pue<strong>de</strong>n intervenir en<br />

la orientación <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la intermediación financiera. Des<strong>de</strong><br />

una óptica única, recurre, en calidad <strong>de</strong> ejemplo, al caso extremo <strong>de</strong> la<br />

banca islámica. Aunque parezca que asumen un nivel <strong>de</strong> riesgo más alto<br />

que los bancos convencionales, precisa que los bancos islámicos<br />

lograron establecer contratos, asociados a una responsabilidad<br />

compartida entre el banco y el <strong>de</strong>positante, por lo que el riesgo no es<br />

asumido sólo por el banco. A<strong>de</strong>más, resalta que dichos bancos son<br />

eficientes, en general, al igual que otros tipos <strong>de</strong> banca especializada.<br />

Aña<strong>de</strong> que la eficiencia no proviene necesariamente <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong><br />

competencia, sino <strong>de</strong>l motivo <strong>de</strong> la religión ó <strong>de</strong> las obligaciones <strong>de</strong> la<br />

legislación islámica.<br />

El artículo <strong>de</strong> A. Holguín aborda, igualmente, la evolución <strong>de</strong>l sistema<br />

bancario, bajo el contexto <strong>de</strong> la globalización financiera, pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

perspectiva <strong>de</strong>l lavado <strong>de</strong> dinero. Se explica que se han diversificado<br />

muchísimo las operaciones <strong>de</strong> lavado <strong>de</strong> dinero a través <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong><br />

servicios financieros. Aplicándose a examinar el fenómeno a partir <strong>de</strong>l<br />

dinero proveniente <strong>de</strong> la droga que se <strong>de</strong>comisa en Chihuahua, se<br />

contrasta un mo<strong>de</strong>lo que aproxima el lavado <strong>de</strong> dinero por las<br />

transferencias electrónicas, como herramienta utilizada para distanciar<br />

las ganancias ilícitas <strong>de</strong> su origen. Con datos trimestrales <strong>de</strong> 1993 hasta<br />

2007, se i<strong>de</strong>ntifican los <strong>de</strong>terminantes posibles <strong>de</strong>l lavado <strong>de</strong> dinero. En<br />

este sentido, los resultados revelan que un incremento, <strong>de</strong> un dólar, <strong>de</strong>l<br />

producto interno bruto, <strong>de</strong> los <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> ahorro en dólares y <strong>de</strong> las<br />

remesas, generaría un aumento <strong>de</strong> las transferencias electrónicas, entre<br />

0.031 y 0.9163 dólares.


6<br />

PRESENTACIÓN<br />

El tema central, <strong>de</strong> ambos artículos que se expondrán a continuación, versa<br />

sobre la cuestión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo sostenible que se convirtió en una problemática<br />

central a medida que persista la globalización <strong>de</strong> los mercados. Precisamente,<br />

se resalta la problemática primordial <strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong> los recursos hídricos,<br />

<strong>de</strong>safío vital y estratégico en América Latina.<br />

El primer artículo, propuesto por H. Guerrero, aclara la evaluación<br />

econométrica <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda en agua, por parte <strong>de</strong>l sector industrial,<br />

esto a través <strong>de</strong> una revisión metódica <strong>de</strong> la literatura disponible. Se<br />

subraya la escasez <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong>dicados a evi<strong>de</strong>nciar semejante<br />

tópico. Paralelamente, se observa que, en general, los análisis se<br />

<strong>de</strong>dican a <strong>de</strong>terminar más bien el precio <strong>de</strong>l agua. Se contempla,<br />

entonces, la particularidad <strong>de</strong>l bien hídrico por el cual no existe un<br />

mercado formal. Concluye que la forma funcional que ofrece la función<br />

Translog, permite lograr informaciones pertinentes en cuanto a la<br />

estimación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda industrial en agua.<br />

B. Romagny y S. Slim recalcan, en el segundo artículo, la necesidad <strong>de</strong><br />

una gestión integrada <strong>de</strong> los recursos hídricos, que implica una<br />

estabilización y preservación <strong>de</strong> los acuíferos así como un control <strong>de</strong> la<br />

sobreexplotación. Dentro <strong>de</strong> esta perspectiva, se analizan,<br />

paralelamente, dos territorios geográficos específicos, el estado <strong>de</strong><br />

Chihuahua, en México, y el Sur-Este tunecino, que tienen en común <strong>de</strong><br />

ser zonas semi-áridas. Se preten<strong>de</strong>, así, analizar las propuestas, en<br />

términos <strong>de</strong> gobernanza <strong>de</strong> los recursos hídricos que se implementan en<br />

el Sur-Este tunecino. Lo anterior permitiría proporcionar algunas<br />

orientaciones ante las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gestión integrada <strong>de</strong>l recurso, en<br />

Chihuahua.<br />

Se concluye por el artículo <strong>de</strong> A. Cortazar que nos proporciona una<br />

reflexión sobre la evaluación social en las Ciencias Sociales. Parte <strong>de</strong> la<br />

i<strong>de</strong>a que la evaluación <strong>de</strong>l último pue<strong>de</strong> radicar en la discrepancia entre<br />

una toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión que busca impactos sociales, frente a una <strong>de</strong>cisión<br />

cuyo fin es la recuperación aumentada <strong>de</strong> la inversión. Entonces, los<br />

indicadores para evaluar y <strong>de</strong>cidir sobre un proyecto son diferenciados<br />

porque el objetivo y el interés son disímiles. Este trabajo intenta<br />

especificar claramente y plenamente los campos en que <strong>de</strong>ben<br />

localizarse, en su funcionamiento, los elementos <strong>de</strong> la evaluación <strong>de</strong><br />

proyectos.<br />

Christine Carton Madura


Abstracts<br />

Hyperinflation and the Superneutrality of Money in Nicaragua.<br />

7<br />

Fre<strong>de</strong>rick H. Wallace<br />

Gary L. Shelley<br />

The long-horizon regression methodology, <strong>de</strong>veloped by Fisher-Seater (1993), is<br />

applied to Nicaraguan data to test for long run neutrality and superneutrality of money.<br />

Real GDP and real output in six broadly <strong>de</strong>fined sectors are I(1), while the money<br />

supply is I(2). These or<strong>de</strong>rs of integration imply that money is neutral with respect to<br />

both aggregate and sectoral output. However, superneutrality is rejected for real GDP<br />

as well as for five private sectors of the Nicaraguan economy.<br />

Results suggest that growth in the government sector, financed by rapid money<br />

growth, led to a hyperinflation that imposed real costs on the private sectors. Excess<br />

money growth and hyperinflation en<strong>de</strong>d following reductions in government sector<br />

output.<br />

Keywords: Hyperinflation, Superneutrality, Nicaragua.<br />

Regional Integration, Human Capital and Economic Convergence:<br />

Cases of MERCOSUR and NAFTA.<br />

Christine Carton Madura<br />

Laura Guzmán Villagran<br />

This paper aims to outline the influence of regional integration on income convergence<br />

or divergence of economies taking part in the NAFTA and the MERCOSUR, over the<br />

period 1960 to 2005. Thus, we are estimating an augmented-mo<strong>de</strong>l of betaconvergence,<br />

absolute and conditional, within the fixed panel data approach that<br />

consi<strong>de</strong>rs human capital, as a key factor, expressed in terms of stock. The findings<br />

point out a double absolute convergence process, intra and inter zone, for<br />

MERCOSUR. As for the case of NAFTA, evi<strong>de</strong>nce doesn’t allow to infer on a<br />

convergence adjustment among countries, in the integrated area. Therefore,<br />

conditional convergence mo<strong>de</strong>l is estimated with several proxies of human capital. The<br />

latter turns out to be statistically significant for both samples. Moreover, this yields<br />

results in support of the existence of a double convergence process, in MERCOSUR as<br />

well in NAFTA. Nevertheless, for NAFTA, positive effects of regional integration<br />

tend to be reduced since discrepancies from <strong>de</strong>velopment level are highly notable.<br />

Finally, with regard to the American continent, the outcomes indicate that a country,<br />

member of NAFTA, can expect to tighten by half the gap from its steady-state, in 90<br />

years, within its integrated area, while, for a country, member of MERCOSUR, it<br />

would be in 46 years.<br />

Keywords: Convergence, Human Capital, Panel data, Regional Integration.


8<br />

ABSTRACTS<br />

Marshall-Lerner Condition and J-Curve effect:<br />

The Mexican Case 1990-2005.<br />

Enoch Montaño Raygoza<br />

This paper examines the relationship between exchange rate and trading account<br />

balance, between United States and Mexico, applied to manufacturing sector. In<strong>de</strong>ed,<br />

this choice arises from a recognition that manufactures sector impacts notably on<br />

generating jobs as well as leading GDP growth.<br />

Accordingly, the analysis draws on the Marshall-Lerner condition and the J-curve<br />

effect. Estimates show that a restrictive monetary policy can have a positive impact on<br />

the tra<strong>de</strong> balance. Mainly, findings tend to corroborate the existence of a J-curve, for<br />

1990-2005, that is exchange rate’s <strong>de</strong>preciation induces a transition from a tra<strong>de</strong> <strong>de</strong>ficit<br />

to a situation of surplus.<br />

Keywords: Exchange Rate, Manufacturing Sector, Marshall-Lerner Condition,<br />

Trading Account.<br />

Vertical Integration or……. Disintegration?<br />

The Maquiladora’s Case.<br />

Ramsés Jiménez Castañeda<br />

Raúl A. Ponce Rodríguez<br />

Consi<strong>de</strong>r a buyer who is the downstream unit or Maquiladora and a sample of potential<br />

suppliers, who are involved in a bargaining game where the parties meet, bargain and tra<strong>de</strong><br />

at date1, if the players reach an agreement the service will be tra<strong>de</strong>d. The agreement<br />

corresponds to a flow of inputs from the supplier to the Maquiladora. The bargaining issue<br />

for the Maquiladora consists in the negotiation of the intrafirm tra<strong>de</strong> with domestic and/or<br />

foreign suppliers. The quality and the price of the inputs offered in the market affect the<br />

intrafirm bargaining. We assume a foreign supplier offering the high quality input while the<br />

domestic (Mexican) firm supplies the low quality input. In this paper it is shown that if the<br />

difference in quality and its positive effect in marginal production compensates the<br />

difference in prices, then, the Maquiladora is induced to integrate vertically with the foreign<br />

firm even if the unitary cost to <strong>de</strong>mand foreign inputs is strictly higher than that of the<br />

domestic factor. It is also shown that a <strong>de</strong>preciation of the Mexican exchange rate does not<br />

increase the Maquiladora’s <strong>de</strong>mand for Mexican inputs; conversely, it will increase the<br />

Maquiladora’s <strong>de</strong>mand for imported inputs if the profitability of high quality is higher than<br />

that of the low quality inputs.<br />

Keywords: Vertical Integration, Bargaining Theory, Firm Behavior.


9<br />

ABSTRACTS<br />

Financial Development, Human Capital and Gui<strong>de</strong>lines of Interaction:<br />

Economic Growth in Latin America.<br />

Cely Ronquillo Chávez<br />

Christine Carton Madura<br />

This article explores the likely symbiosis between financial <strong>de</strong>velopment and human<br />

capital accumulation in generating growth process for 16 Latin American economies,<br />

over the period 1980-2004. Since the related literature addresses mainly this issue by<br />

specifying the production function in terms of a Cobb-Douglas o a CES, the use of a<br />

more flexible form, as the translog, provi<strong>de</strong>s the opportunity to evaluate, empirically,<br />

the positive effects of financial and human capital proxies as well as their significant<br />

interaction. Using a panel dataset, the Hausman test indicates the appropriateness’ use<br />

of random effects mo<strong>de</strong>l. The results establish that both explanatory variables are key<br />

<strong>de</strong>terminants for explaining the growth process in the region. Besi<strong>de</strong>s, the outcome<br />

tends to corroborate the existence of interplay between financial <strong>de</strong>velopment and<br />

human capital accumulation.<br />

Keywords: Economic Growth, Financial Development, Human Capital, Latin<br />

America.<br />

Private Credit Rationing:<br />

Comparative Estimations for Mexico, 1994-2006<br />

Alfonso Arenaza Cortés<br />

Sadri Slim Cohen<br />

This paper attempts to discriminate between different periods of time in or<strong>de</strong>r to find the<br />

existence of a credit rationing, for Mexico, from 1994 to 2005. A generic mo<strong>de</strong>l of credit<br />

rationing is examining to contrast empirical evi<strong>de</strong>nce allowing for consi<strong>de</strong>ring either an<br />

equilibrium assumption or a disequilibrium one. Reporting monthly data, a <strong>de</strong>mand-supply<br />

mo<strong>de</strong>l of credit, as well as existing imbalances over the entire period, are estimated, through<br />

Ordinary Least Squares and Two Stage Least Squares techniques. Based on these mo<strong>de</strong>ls,<br />

the results tend to favor the specification in terms of disequilibrium and endogenous interest<br />

rate since periods of credit rationing are corroborated, in the beginning of 1994 until 1995,<br />

and for the second half of 2001. In addition, from 2004 to the end of 2005, the situation has<br />

been, mainly, characterized by supply excess which <strong>de</strong>monstrates that Mexican credit<br />

market <strong>de</strong>pends on the credit <strong>de</strong>mand.<br />

Keywords: Credit rationing, Supply-Demand, Equilibrium/Disequilibrium<br />

mo<strong>de</strong>ls.


10<br />

ABSTRACTS<br />

Islamic Banks in the World: History, Growth, Evolution<br />

and Efficiency Analysis.<br />

Faeyz M.J Abuamria<br />

Over the last twenty years there had been a massive growth of Islamic finance in the<br />

Muslim countries and around the world. The broad macroeconomic and structural<br />

reforms in the financial system, the liberalization of capital movements, the global<br />

integration of financial markets and the introduction of innovative Islamic products,<br />

positively affected this growth. This article will attempt to <strong>de</strong>fine the Islamic banking<br />

system explaining its mechanism of operation and to account for their affinities and<br />

differences with the conventional banking system. In addition, it will measure and<br />

evaluate the efficiency of Islamic banks and <strong>de</strong>scribe to what extent they are able to<br />

compete in the financial markets, taking into account the scarcity of studies in this<br />

field.<br />

Keywords: Islamic Banks, Islamic Legislation, Efficiency, Islamic Contracts.<br />

Money Laun<strong>de</strong>ring and Drug – Traffic in Chihuahua.<br />

Angélica Holguín López<br />

Due to globalization and liberalization, the people who are in charge of organized<br />

crime are taking advantage of the open bor<strong>de</strong>rs, privatization, free tra<strong>de</strong> zones, weak<br />

states, offshore banking, electronic financial transfers, smart cards and banking cyber<br />

daily, to laun<strong>de</strong>r millions of dollars in profits from the illicit business of drugs. On a<br />

day occur about 70000 international transfers at the end of which about $ 2 trillion<br />

have crossed the globe. The International Monetary Fund (IMF) estimates that nearly<br />

2% in the world economy involves drug trafficking. "Money laun<strong>de</strong>ring can be done<br />

anywhere in the world, but especially those offen<strong>de</strong>rs selected places or nonexistent<br />

legislation, or laws are lax or the efforts of the police are not strong enough to catch<br />

them," says Tom Brown of Unity Anti Money Laun<strong>de</strong>ring of the International<br />

Criminal Police Organization, INTERPOL. The money laun<strong>de</strong>rers are constantly<br />

looking for new ways to circumvent regulations and seizures of assets. Despite the<br />

existence of sophisticated control schemes, significant amounts of cash continue to<br />

circulate contraband.<br />

Keywords: Money Laun<strong>de</strong>ring, Drug Trafficking, Corruption.


11<br />

ABSTRACTS<br />

Industrial Water Demand: A Literature Review<br />

Hilda R. Guerrero García Rojas<br />

In this paper, it is brought to light the lack of research on industrial water <strong>de</strong>mand<br />

econometric estimation, and it is performed a short analysis of this literature. In<br />

general, these studies take care of the problem of <strong>de</strong>fining the price of water. The<br />

authors put forward different methods and techniques to attend this topic, but regularly<br />

it is emphasized the challenging work it implies to <strong>de</strong>al with non-market natural<br />

resources, like water. Interesting information that emerges from this literature review<br />

is that Translog functional form has turn out to be the most popular instrument for<br />

estimating industrial input <strong>de</strong>mand, because of the advantages it brings about, like the<br />

capacity to mo<strong>de</strong>l production relationships with numerous inputs using a flexible form.<br />

Keywords: Industrial water <strong>de</strong>mand, Translog, Cost Function.<br />

Water Resources Governance in Evolving Arid Areas:<br />

Tunisian South-East Background<br />

Bruno Romagny<br />

Sadri Slim Cohen<br />

As emphasis is increasingly focused on the complex issue of sustainable <strong>de</strong>velopment<br />

for water resources management, this paper presents two regional cases facing<br />

particular water dilemmas, the North of Mexico, with the state of Chihuahua, and the<br />

South-East of Tunisia. Both having a <strong>de</strong>sert ecosystem and experimenting substantial<br />

social transformation, it puts forward i<strong>de</strong>ntical problems of which <strong>de</strong>pends the <strong>de</strong>sign<br />

of water policies. As in many arid areas, these regions fit into a pattern of excessive<br />

exploitation, contamination even to wasting of waters, leading to rarefaction and so on<br />

to inequalities in water access and sewage. The required reorientation of policies, as<br />

well as the reorganization of legal framework, un<strong>de</strong>rline the significance of the balance<br />

between local and global authority, between actors and sectors of activity. This papers<br />

aims at examining the benchmarks proposed by the South-East of Tunisia linked to the<br />

governance of water resources, in terms of optimal mobilization, inter-sectorial<br />

competition, <strong>de</strong>centralized management of agricultural and drinkable waters. So<br />

consi<strong>de</strong>red, this contribution can shed light on governance issues that have being faced<br />

by the Mexican state of Chihuahua, trying to <strong>de</strong>velop their water resources as an<br />

integrated one.<br />

Keywords: Water Resources, Integrated Management, Governance, Renewable<br />

Resources.


12<br />

ABSTRACTS<br />

Social evaluation in Social Sciences<br />

Alfonso Cortazar Martínez<br />

To totally specify clearly and the fields or areas in which the elements of the<br />

evaluation of projects must be located in their operation, is one of the objectives of this<br />

paper. In<strong>de</strong>ed, title plays with pretension to establish place corresponding to evaluation<br />

social in frame of activities simple and complex, singular and plural, particular and<br />

general, i<strong>de</strong>al and attainable, which they settle down between the economic and social<br />

groups conformed by beings who daily live to expenses of the best actions of the<br />

takers of <strong>de</strong>cisions, are these private or public. In the subject of this document, the<br />

investment project must <strong>de</strong>monstrate to the feasibility when using the resources in a<br />

specific action. Without consi<strong>de</strong>ring the terms methodical that are applied to the<br />

formulation of a project, it is in the evaluation of the same one where the discrepancy<br />

between a <strong>de</strong>cision making that looks for social impacts, as opposed to a <strong>de</strong>cision<br />

making can be whose aim is the recovery increased of the investment. Then, the<br />

indicators to evaluate and to <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> on a project are different because the objective and<br />

the interest also are it. Then, the problematic i<strong>de</strong>ntification of a social one will take to<br />

characterize a social project like a set of coordinated activities that make people and<br />

institutions to reach purposes shared and wished like solutions of those problems and<br />

<strong>de</strong>ficiencies for that reason the project is the mobilization of resources for the looked<br />

for solution. Thus, the points related to the social evaluation in social sciences,<br />

according to the saying by several authors, subject to the following general questions<br />

here: One is due to speak of social evaluation, economic evaluation or economic-social<br />

evaluation (socioeconomic)?; Which are the <strong>de</strong>cisions at which it must be arrived with<br />

base in the indicators of social evaluation and those from economic evaluation?<br />

Keywords: Social Evaluation, Economic Evaluation, Indicators, Investment<br />

Projects.


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Resumen<br />

13<br />

Fre<strong>de</strong>rick H. Wallace*<br />

Departamento <strong>de</strong> Ciencias Económico-Administrativas<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Quintana Roo<br />

Chetumal, Quintana Roo, México<br />

fwalla@uqroo.mx<br />

Gary L. Shelley<br />

Department of Economics, Finance, and Urban Studies<br />

East Tennessee State University<br />

Johnson City, Tennessee<br />

Shelley@mail.etsu.edu<br />

La metodología <strong>de</strong> regresión, asociada a un horizonte extenso y<br />

<strong>de</strong>sarrollada por Fisher-Seater (1993), está aplicada a datos <strong>de</strong><br />

Nicaragua con el objetivo <strong>de</strong> probar la neutralidad a largo plazo así<br />

como la súper-neutralidad <strong>de</strong> la moneda. El PIB real y la producción<br />

real <strong>de</strong> 6 sectores, <strong>de</strong>finidos ampliamente, son I(1) mientras la oferta <strong>de</strong><br />

moneda es I(2) por lo que implica que el dinero es neutral con respecto<br />

a la producción agregada y sectorial. Sin embargo, la súper-neutralidad<br />

se rechaza para el PIB real así como para cinco sectores privados <strong>de</strong> la<br />

económica nicaragüense. Los resultados sugieren que el crecimiento en<br />

el sector gubernamental, financiado por el incremento rápido <strong>de</strong>l dinero,<br />

induce una hiperinflación que impone costos reales sobre los sectores<br />

privados. Un crecimiento excesivo <strong>de</strong> la moneda y la hiperinflación<br />

terminan por reducir consecutivamente la producción <strong>de</strong>l sector<br />

gubernamental.<br />

Palabras clave: Hiperinflación, Súper-Neutralidad, Nicaragua.<br />

Clasificación JEL: E31, E52.<br />

*Corresponding author: Departamento <strong>de</strong> Ciencias-Económico Administrativas, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Quintana<br />

Roo, Blvd. Bahía s/n esq. I. Comonfort, col. <strong>de</strong>l Bosque, Chetumal, Quintana Roo, México C.P. 77019


1. Introduction<br />

Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Neutrality of money means that a permanent and unexpected change in the stock of<br />

money has no permanent, real effect. Most economists accept this proposition as valid in<br />

the long run, but its short-run legitimacy is contentious. In<strong>de</strong>ed, many macro mo<strong>de</strong>ls are<br />

characterized by non-neutrality in the short run and neutrality in the long run. Lucas<br />

(1972) is a famous example.<br />

A related proposition is superneutrality of money. We follow McCallum (1990) in<br />

<strong>de</strong>fining money as superneutral when permanent changes in the money growth rate have<br />

no real effects other than on real money balances. Although money is superneutral in the<br />

well-known Sidrauski (1967) growth mo<strong>de</strong>l, various extensions of the mo<strong>de</strong>l provi<strong>de</strong><br />

cases in which superneutrality does not hold. Examples inclu<strong>de</strong> Brock (1974),<br />

Carmichael (1982), and Danthine and Smith (1987). In<strong>de</strong>ed, long run <strong>de</strong>viations from<br />

superneutrality are fairly common in macro mo<strong>de</strong>ls. See Espinosa-Vega and Russell<br />

(1998) for a more current example.<br />

Economists have long sought to test for monetary neutrality and superneutrality. Fisher<br />

and Seater (1993, henceforth FS) and King and Watson (1992) have provi<strong>de</strong>d general<br />

frameworks for testing the long run neutrality (LRN) and long run superneutrality<br />

(LRSN) propositions. In both frameworks, conclusions regarding LRN and LRSN <strong>de</strong>pend<br />

on the or<strong>de</strong>rs of integration of the money and real variables to be tested.<br />

This paper rigorously tests for the or<strong>de</strong>rs of integration of money, real GDP, and real<br />

output in six broad sectors of the Nicaraguan economy for the 1960-1999 period, then<br />

applies the FS tests of long run monetary neutrality/superneutrality to these series.<br />

There are three reasons for this study. First, the or<strong>de</strong>rs of integration of money and real<br />

output permit application of the FS superneutrality test. 6 Applications of the FS<br />

methodology generally <strong>de</strong>al with LRN because money in most countries is not integrated<br />

of at least or<strong>de</strong>r two, a necessary condition for testing LRSN.<br />

6 Real GDP and real sectoral output are I(1) series and money is I(2) for the sample period in Nicaragua.<br />

14


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Our conjecture is that money is more likely to be I(2) in countries such as Nicaragua that<br />

have experienced extremely high rates of inflation.<br />

Second, little attention has been given in the literature to the economic situation in<br />

Nicaragua. From an orthodox macroeconomic perspective just about every possible form<br />

of government economic mismanagement occurred in the country during the sample<br />

period. Money-financed <strong>de</strong>ficits, rapid growth in government spending, and price<br />

controls are a few of the most egregious examples. Hyperinflation and reductions in real<br />

output followed. We would like to use the long-horizon approach to investigate whether<br />

LRN and LRSN hold un<strong>de</strong>r the extreme conditions found in the Nicaraguan economy.<br />

Third, it is important to <strong>de</strong>termine if conclusions regarding LRN and LRSN with respect<br />

to aggregate real output hold at the disaggregated or sectoral level. Garrett (2003) shows<br />

that regression results using aggregate data can be very different from those using the<br />

disaggregated components. It is conceivable that one could fail to reject LRN or LRSN at<br />

the aggregate level, yet miss significant sectoral effects. Alternatively, if LRN or LRSN<br />

is rejected at the aggregate level, then it is important to examine disaggregated data to<br />

i<strong>de</strong>ntify possible sources of non-neutrality and the transmission mechanism(s) of<br />

monetary policy. In<strong>de</strong>ed, we find that the experiences of the public and private sectors in<br />

Nicaragua differ significantly for the years in which the country experienced rapid money<br />

growth and hyperinflation.<br />

We <strong>de</strong>rive four conclusions from this work. First, during the sample period of 1960 to<br />

1999, money was LRN in Nicaragua; permanent changes in money had no effect on real<br />

GDP or on real output in any of the six sectors we examine. Second, money was not<br />

LRSN with respect to real output; permanent changes in money growth did have<br />

significant effects on real output. We are able to reject the superneutrality proposition for<br />

Nicaragua <strong>de</strong>spite the low power of the FS tests, an issue stressed by Coe and Nason<br />

(2002, 2004). Third, the long run effects of changes in the money growth rate differ for<br />

public and private sectors. Specifically, with respect to real GDP and all private sectors,<br />

increases in the growth rate of money had significant negative effects.<br />

15


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

This result suggests that high inflation associated with high rates of money growth<br />

imposed real costs on the private sector of the Nicaraguan economy. In contrast, increases<br />

in the growth rate of money are associated with expansion of the public sector, suggesting<br />

that seigniorage revenues from money creation were an important revenue source for the<br />

Nicaraguan government. Fourth, the Nicaraguan experience fits the classic story of<br />

hyperinflations, as <strong>de</strong>tailed in Sargent (1993). Rapid expansion of the government sector<br />

was financed by increases in money growth leading to hyperinflation and <strong>de</strong>clines in<br />

output of private sectors of the economy. The hyperinflation en<strong>de</strong>d only after reductions<br />

in the government sector allowed a slowing of money growth.<br />

In addition to these results, we make two contributions to the econometric literature on<br />

long-horizon regressions. First, we <strong>de</strong>monstrate that one must allow for potential trends<br />

in the growth rates of the endogenous output variables in the long-horizon regressions.<br />

For the manufacturing sector, failing to account for such a trend results in an incorrect<br />

failure to reject the superneutrality hypothesis. Finally, we show that one must carefully<br />

consi<strong>de</strong>r the issue of money exogeneity in the interpretation of the results of long-horizon<br />

regressions. Standard Granger causality tests are consistent with the assumption that<br />

money is exogenous with respect to government output in Nicaragua. The initial<br />

estimation of the long-horizon regressions indicates that increases in the money growth<br />

rate are associated with higher output in the government sector. However, examination of<br />

the long run components of the series suggests that significant changes in the government<br />

sector prece<strong>de</strong>d major changes in the money growth rate. It then appears that the direction<br />

of causation is more likely from growth in the government sector to money growth rather<br />

than vice versa.<br />

In the following section the Fisher-Seater test is briefly <strong>de</strong>scribed along with the related<br />

literature. The macroeconomic experience of Nicaragua during this period is summarized<br />

in section three, and the time series properties of the data are discussed in the fourth part<br />

of the paper. Test results are presented in section five and conclusions in the final section.<br />

16


2. The Fisher-Seater Methodology<br />

Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

FS begin with a bivariate log-linear ARIMA mo<strong>de</strong>l. The mo<strong>de</strong>l, given by equations (1)<br />

and (2), is assumed stationary and invertible. The FS test can be applied to a wi<strong>de</strong> range<br />

of variables but in this paper mt is the logarithm of money and yt is the logarithm of real<br />

output. The error terms, ut and wt, are in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt and i<strong>de</strong>ntically distributed.<br />

a(L)Δ 〈m〉 mt = b(L)Δ 〈y〉 yt + ut (1)<br />

d(L)Δ 〈y〉 yt = c(L)Δ 〈m〉 mt + wt (2)<br />

The notation 〈q〉 refers to the or<strong>de</strong>r of integration of variable q ={m, y}. 7 L is the lag<br />

operator, Δ=(1-L), and a0 = d0 = 1.<br />

Equation (3) <strong>de</strong>fines the long run <strong>de</strong>rivative (LRDz,x) of a real variable, z, with respect<br />

to a permanent change in the monetary variable, x.<br />

LRD<br />

∂z<br />

/ ∂u<br />

t+<br />

k t<br />

z,<br />

x = lim<br />

(3)<br />

k→<br />

∞ ∂xt<br />

+ k / ∂ut<br />

∂xt+<br />

k<br />

where lim = ≠ 0 . Note that xt = mt if 〈m〉 = 1 and xt = Δmt if 〈m〉 = 2. Likewise zt =<br />

→∞<br />

∂<br />

k ut<br />

yt if 〈y〉 = 1 and zt = Δyt if 〈y〉 = 2. If the limit of the <strong>de</strong>nominator is zero, then no<br />

permanent changes in the monetary variable have occurred and the neutrality and<br />

superneutrality propositions cannot be tested. For 〈m〉 ≥ 1, FS show that equation (3) can<br />

be written as<br />

LRD<br />

z,<br />

x<br />

x − z<br />

( 1−<br />

L)<br />

γ ( L)<br />

L=<br />

1<br />

= (3´)<br />

α(<br />

L)<br />

where α(L) and γ(L) are functions of the coefficients from the original bivariate ARIMA<br />

mo<strong>de</strong>l, equations (1) and (2). 8 Equation (3´) <strong>de</strong>monstrates that the value of LRDz,x is<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt on 〈x〉 - 〈z〉, the difference in or<strong>de</strong>rs of integration of the monetary and real<br />

variables.<br />

7 We follow the FS notation.<br />

8 Specifically, α(L)=d(L)/[a(L)c(L)-b(L)c(L)] and γ(L)=c(L)/[a(L)c(L)-b(L)c(L)].<br />

17


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Unit root tests applied to the Nicaraguan data (reported below) indicate that money is I(2)<br />

while real GDP and output in the individual sectors are I(1) 9 . FS show that in this case the<br />

long run <strong>de</strong>rivative of output with respect to money is equal to zero because 〈m〉 > 〈y〉 = 1;<br />

therefore, money is long run neutral. When testing for superneutrality, z = y, and x = Δm. 10<br />

Assuming that money is exogenous in the long run, FS show that an OLS estimate of bk, the<br />

coefficient for the (Δmt - Δmt-k-1) term in equation (4), is a consistent estimator of LRDy , Δm<br />

y y a b m m + e<br />

t − t−<br />

k −1<br />

= k + k ( Δ t − Δ t−k<br />

−1)<br />

kt<br />

(4)<br />

Significant values of bk indicate an absence of superneutrality 11 .<br />

Many of the studies that apply the FS methodology use data from industrial countries<br />

characterized by relatively low inflation rates 12 . In such cases the monetary and real<br />

variables tend to be I(1); Boschen and Otrok (1994), Haug and Lucas (1997), Olekalns<br />

(1996), and Coe and Nason (2002) are examples 13 . The conclusions of these studies<br />

regarding the long run neutrality proposition vary and <strong>de</strong>pend on such factors as the<br />

sample period and the particular money measured used; however, the weight of the<br />

evi<strong>de</strong>nce is supportive of long run neutrality. With respect to <strong>de</strong>veloping economies,<br />

Shelley and Wallace (2003) apply the FS neutrality test to Mexico and reject LRN for the<br />

1932-2001 period.<br />

There are two studies corresponding to the situation examined in this paper in which<br />

money is I(2) and the real variable is I(1).<br />

Using monthly data from the interwar German hyperinflation, Fisher and Seater find that<br />

money is I(2) and real money balances are I(1) 14 .<br />

9<br />

This corresponds to case iii in section C on long-run superneutrality in Fisher and Seater.<br />

10<br />

Note that 〈m〉 =2 and 〈y〉 = 1, as is the case for Nicaragua, implies 〈Δm〉 =1 〈y〉 = 1.<br />

11<br />

Serial correlation is addressed using the Newey-West correction. Degrees of freedom are T/k where T is<br />

the number of observations.<br />

12<br />

Bullard (1999) provi<strong>de</strong>s a more complete summary of these studies.<br />

13<br />

When 〈m〉 = 〈y〉 = 1, z = y and x = m. Fisher and Seater show that neutrality may be tested by OLS<br />

estimation of yt - yt-k-1 = ak + bk(mt - mt-k-1) + ekt. In this instance, significant values of bk indicate a rejection<br />

of neutrality.<br />

14<br />

Unlike McCallum, FS implicitly inclu<strong>de</strong> an absence of effects on real money balances in their <strong>de</strong>finition<br />

of superneutrality.<br />

18<br />

.


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Their results indicate that money is neutral but not superneutral with respect to real<br />

balances during this period. Bae and Ratti (2000) find that money is I(2) and real output<br />

is I(1) in Brazil and Argentina, thus LRN cannot be rejected. However, Bae and Ratti<br />

reject LRSN and conclu<strong>de</strong> that increases in the rate of money growth diminished real<br />

output in both countries.<br />

3. Data and Economic Performance 1960-1999<br />

Annual data series from the Central Bank of Nicaragua (2003) for the period 1960<br />

through 1999 are used in this study. The monetary variable is M2a, which inclu<strong>de</strong>s M2<br />

plus the <strong>de</strong>posits of the non-financial public sector 15 . Aggregate real output is measured<br />

using real GDP in 1980 Córdobas. Tests of long run money neutrality and superneutrality<br />

also are applied to six major sectoral components of real GDP: Agriculture, commerce,<br />

construction, government, manufacturing, and services (excluding housing services,<br />

which are measured separately). These six sectors accounted for 74% of Nicaraguan GDP<br />

in 1999. The three largest sectors in 1999 were manufacturing (19.8% of GDP),<br />

agriculture (18.6% of GDP), and commerce (17.6% of GDP). All variables are converted<br />

to logarithms. Appendix A provi<strong>de</strong>s additional <strong>de</strong>tails concerning the data.<br />

As can be seen in Figure 1, real GDP for Nicaragua grew from 1960 until 1977, as did<br />

output in most sectors 16 . In the latter part of this period, oil price shocks and the<br />

intensification of the civil war with the Sandinistas worsened the economic situation. In<br />

1978 real GDP <strong>de</strong>clined 8% then <strong>de</strong>creased an additional 26% the following year when<br />

the Sandinistas took control of the country. Output in each of the five private sectors<br />

showed similar sharp <strong>de</strong>clines in 1978-1979.<br />

15<br />

M2a is the <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt variable for all FS results reported in the paper; however, the results are virtually<br />

i<strong>de</strong>ntical when the monetary base is used instead. Results using the monetary base are available from the<br />

authors.<br />

16<br />

Plots of real output in the private sectors are omitted due to their similarity to aggregate GDP; they are<br />

available from the authors.<br />

19


10.4<br />

10.2<br />

10.0<br />

9.8<br />

9.6<br />

9.4<br />

9.2<br />

Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Figure 1. Nicaraguan Real GDP: 1960-1999<br />

1960 1964 1968 1972 1976 1980 1984 1988 1992 1996<br />

Except for a slight <strong>de</strong>crease in 1982, the economy grew from 1980 to 1983 although<br />

sectoral performance was erratic. However, in 1984 real GDP <strong>de</strong>creased 1.6%; the first of<br />

eight consecutive years of <strong>de</strong>clining real output. A particularly large <strong>de</strong>crease occurred in<br />

1988. Ocampo (1992) cites the internal war with the Contras and the opposition of the<br />

United States to the Sandinista regime as the main <strong>de</strong>stabilizing forces during this period.<br />

Dijkstra (1996) points to Sandinista “adjustment” policies, resulting in higher production<br />

costs and credit restrictions, as a cause of the 1988 <strong>de</strong>cline.<br />

In the February 1990 elections, the Sandinistas were <strong>de</strong>feated by the National Opposition<br />

Union. Dijkstra provi<strong>de</strong>s a discussion of the Chamorro government’s reforms, begun in<br />

1991, which inclu<strong>de</strong>d a restructuring and privatization of state banks, privatization of<br />

state enterprises, implementation of strict credit policies and a temporary wage freeze,<br />

and a <strong>de</strong>valuation of the currency. There was virtually no economic growth in 1992 and<br />

1993, which might be viewed as an improvement on the performance of the preceding<br />

eight years; but real rates of growth resumed after 1993, ranging from 3.3% to 7.4%<br />

annually. Again, output in the five private sectors generally followed this same pattern.<br />

20


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Real government output, presented in Figure 2, behaved somewhat differently than real<br />

GDP or output in the private sectors. Government output began to grow rapidly after<br />

1972. According to Ocampo, orthodox management of the economy en<strong>de</strong>d after the<br />

earthquake in 1972, and government <strong>de</strong>ficits began to increase. The government sector<br />

continued to grow until 1988 but then <strong>de</strong>clined almost every year through 1999.<br />

8.0<br />

7.8<br />

7.6<br />

7.4<br />

7.2<br />

7.0<br />

6.8<br />

6.6<br />

Figure 2. Nicaraguan Real Government Output.<br />

1960 1964 1968 1972 1976 1980 1984 1988 1992 1996<br />

During the first part of the sample period, 1960-1978, the highest annual rate of inflation<br />

was 27%, occurring in 1973. The only other years with rates higher than 10% were 1974<br />

(18.3%) and 1977 (10.2%). The situation <strong>de</strong>teriorated consi<strong>de</strong>rably in 1979 when<br />

inflation reached 79% un<strong>de</strong>r the new Sandinista government. The inflation rate remained<br />

somewhat higher than 23% annually until 1985 when it jumped sharply to 219%.<br />

Inflation further worsened during the next six years, ranging from 747% to 33,548%<br />

annually during 1986-1991. Figure 3 shows each year’s average monthly inflation rate<br />

and monthly M2a growth rate for 1961-1999 17 . In 1988 and 1990 the average monthly<br />

inflation rate excee<strong>de</strong>d 50%, the common norm <strong>de</strong>fining a hyperinflation.<br />

17 A graph with annual rates would be difficult to read as a result of the distortions of the scale introduced<br />

to accommodate the hyperinflationary rates. The use of monthly average rates disminishes the problem.<br />

21


64<br />

56<br />

48<br />

40<br />

32<br />

24<br />

16<br />

Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Figure 3. Monthly Inflation and Money Growth Rates. Nicaragua: 1961-1999.<br />

8<br />

0<br />

-8<br />

Inflation Rate<br />

M2a Growth Rate<br />

1961 1965 1969 1973 1977 1981 1985 1989 1993 1997<br />

In 1992 the inflation rate fell to 3.5% for the year and stayed below the 20% annual level<br />

through 1999. Consistent with the observations of Sargent (1993), <strong>de</strong>clines in the government<br />

budget <strong>de</strong>ficit and reductions in the rate of money growth in 1991 were accompanied by the<br />

elimination of the hyperinflation without any reduction in real GDP in 1992 and 1993.<br />

Subsequently real GDP began to grow and continued to do so through the end of the sample<br />

period.<br />

4. Time Series Properties of the Data<br />

To apply the appropriate Fisher-Seater test, it is necessary to <strong>de</strong>termine the or<strong>de</strong>rs of<br />

integration of the variables. We begin with the familiar augmented Dickey-Fuller (ADF) and<br />

the Phillips-Perron (PP) tests for the presence of unit roots in the data. Visual examination of<br />

the plots of real GDP and sectoral output indicates that a smooth, linear trend in these series<br />

seems unlikely; however, there is possible upward movement in some of the series. To help<br />

<strong>de</strong>termine the correct specification of the unit root tests, we initially regress the log of each<br />

variable on a constant and a trend, applying the Newey-West correction for serial correlation.<br />

22


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

A trend is then ad<strong>de</strong>d to the unit root specification if the trend coefficient from the OLS<br />

regression has a marginal significance of 15% or less. By this criterion, a trend is inclu<strong>de</strong>d in<br />

the unit root tests for M2a, GDP, construction, government, and manufacturing, but exclu<strong>de</strong>d<br />

from the unit root specifications for agriculture, commerce, and services. All unit root tests<br />

inclu<strong>de</strong> a constant.<br />

Results of unit root tests can be sensitive to the lag selection technique employed;<br />

therefore, we check the robustness of our results by applying four different methods of<br />

selecting the augmenting lag length for the ADF tests. The first method chooses the<br />

number of lags (from zero to 4) that is nee<strong>de</strong>d to eliminate autocorrelation based on a<br />

series of Lagrange multiplier tests of the test-equation residuals. Akaike’s information<br />

criterion and Schwartz’s Bayesian information criterion are used to <strong>de</strong>termine lag length<br />

in the second and third ADF specifications. Finally, a general-to-simple procedure (GS)<br />

is followed in the final version. In the GS case, four lags are originally inclu<strong>de</strong>d in the<br />

test equation. If the final lag is not significant it is dropped and the equation is reestimated<br />

with one fewer lag. The process continues until the final lag is significant. A<br />

5% marginal significance level is the criterion for all tests involved in lag selection.<br />

We unambiguously fail to reject a unit root in the M2a and all real output series at a 5%<br />

marginal significance level, with the exception of agriculture. All versions of the ADF<br />

test fail to reject a unit root in agriculture using a 5% critical value; however, results from<br />

the PP test are less conclusive. A unit root is rejected in the PP test using the 5% critical<br />

value, but cannot be rejected using the 1% critical value. We conclu<strong>de</strong> that the weight of<br />

evi<strong>de</strong>nce supports the presence of a unit root in agricultural output.<br />

Perron (1989) and Rappoport and Reichlin (1989) have suggested that macroeconomic<br />

data series may be trend-stationary with a structural break in the trend function rather<br />

than integrated series. Further, Perron <strong>de</strong>monstrates that standard unit root tests can<br />

incorrectly fail to reject the unit root null hypothesis if the true data generating process is<br />

trend-stationary with a structural break.<br />

23


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Visual inspection of the plots of aggregate and sectoral real output indicates that it is<br />

possible that some of these series are trend-stationary with a structural break. For<br />

example, the plot of Nicaraguan real GDP (Figure 1) shows the possibility of either a<br />

sud<strong>de</strong>n break occurring after 1978 or a gradual break beginning around 1973. Therefore,<br />

using procedures <strong>de</strong>veloped by Perron (1997) and Vogelsang and Perron (1998), the unit<br />

root null hypothesis versus a trend-break stationary alternative is tested for each real<br />

output series.<br />

Both the Additive Outlier (AO) and Innovative Outlier (IO) approaches are applied in<br />

testing for a unit root versus trend-break stationary series. The former allows for a sud<strong>de</strong>n<br />

change in the coefficients of a trend function while the latter permits a gradual change in<br />

coefficients. In both cases the potential break dates are chosen endogenously as those<br />

dates that minimize the t-statistic in the ADF regression. The lag-length for these tests is<br />

chosen by the commonly used general-to-simple (GS) method <strong>de</strong>scribed above. Potential<br />

breaks are allowed for in both the trend and the intercept as recommen<strong>de</strong>d by Sen (2003).<br />

In no case can a unit root be rejected in favor of the trend-break alternative. Thus the<br />

earlier conclusions from ADF and PP tests are robust to the trend-break alternative.<br />

We next test for presence of a unit root in the log-differenced series (growth rates)<br />

following similar procedures. Results of the OLS regression with constant, trend, and<br />

Newey-West corrected standard errors indicate possible trends in the growth rates of<br />

M2a, GDP, commerce, government, and manufacturing. Trends are inclu<strong>de</strong>d in the ADF<br />

and PP test equations for these series. All tests fail to reject a second unit root in M2a<br />

even at the 10% critical value. A second unit root in GDP, commerce, manufacturing,<br />

agriculture, and construction is rejected by all tests at the 1% critical value.<br />

For the government and service sectors, all tests reject a second unit root at the 1% level<br />

with exception of the AIC version of the ADF test. However, one can reject a second unit<br />

root in services, even with the AIC version of the ADF test, if a 10% critical value is<br />

used.<br />

24


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Similarly, for the government sector, the test statistic using the AIC method is very close<br />

to the 10% critical value. We conclu<strong>de</strong> that neither government real output nor real output<br />

in the service sector contains a second unit root.<br />

Franses and Haldrup (1994) <strong>de</strong>monstrate that the presence of additive outliers (AO’s) in a<br />

series can lead to incorrect rejections of the unit root null in ADF testing. An AO is an<br />

unusually large, temporary movement in a series. The presence of AO’s may cause an<br />

integrated series to appear mean reverting, thus causing standard ADF tests to incorrectly<br />

reject a unit root in the series. Most plots of the growth rates of the Nicaraguan real<br />

output series, as well as most plots of the residuals from the earlier ADF test equations,<br />

display such AO’s. These often occur between 1978 and 1980 and again in some series at<br />

1988. The AO’s are so severe that normality of the residuals from the ADF tests is easily<br />

rejected by a Jarque-Bera test at a 1% marginal significance level. Franses and Haldrup<br />

show that the effects of the additive outliers on ADF unit root tests can be removed,<br />

without affecting the distribution of the test statistics, by including dummy variables for<br />

each AO in the ADF test equations. To test the robustness of our earlier results, we<br />

conduct an additional set of ADF tests of the real growth rate series with dummy<br />

variables inclu<strong>de</strong>d for dates with residuals from the original ADF tests falling beyond two<br />

standard <strong>de</strong>viations. In all cases, our original conclusion is maintained that a second unit<br />

root in the real output series can be rejected at a 1% marginal significance level. Jarque-<br />

Bera tests fail to reject normality of the residuals from these tests.<br />

Finally, second-differenced log M2a is tested for the presence of a third unit root. All<br />

tests reject this hypothesis at the 1% critical value. Overall, we conclu<strong>de</strong> that M2a is I(2),<br />

and that all real output series are I(1). Note, too, that the evi<strong>de</strong>nce favors the presence of a<br />

trend in the growth rates of real GDP, commerce, government, and manufacturing. There<br />

is no evi<strong>de</strong>nce of a trend in the growth rates of agriculture, construction, or services 18 .<br />

18 The full results, including equation specifications and test statistics, are available from the authors.<br />

25


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Money is assumed exogenous with respect to the real variable of interest in the FS test. We<br />

address this issue for real GDP and money using Granger-causality tests. Given the results of<br />

our unit root tests, we regress the change in the M2a growth rate on various lags of real GDP<br />

growth. None of the coefficients on lagged real GDP growth are individually or jointly<br />

significant at a 15% marginal significance level. Both the Akaike information criteria (AIC)<br />

and the Bayesian information criteria (BIC) are maximized with no inclu<strong>de</strong>d lags of real GDP<br />

growth. These results are consistent with the assumption that changes in money growth are<br />

exogenous with respect to real GDP growth in Nicaragua during the sample period 19 .<br />

The assumption that money is exogenous with respect to real output in the various private<br />

sectors probably is innocuous. The possibility that private sectoral output and money are<br />

driven by some common, aggregate shock seems unlikely given the failure of real GDP to<br />

Granger-cause money. However, it is possible that changes in money growth could be<br />

Granger-caused by growth in the government sector, especially if the Nicaraguan government<br />

used money growth to obtain seigniorage. We test this possibility by regressing changes in<br />

M2a growth on various lags of real growth in the government sector. As with real GDP<br />

growth, no lags were individually or jointly significant, and both AIC and BIC are maximized<br />

with zero inclu<strong>de</strong>d lags. Changes in the money growth rate appear exogenous with respect to<br />

changes in real government output.<br />

5. Fisher-Seater Test Results<br />

As discussed in section 2, LRDy,m = 0 for Nicaragua because money is I(2) and real<br />

output (GDP or sectoral) is I(1). Thus, the null hypothesis of monetary neutrality cannot<br />

be rejected. Failure to reject neutrality <strong>de</strong>pends strictly on the or<strong>de</strong>rs of integration of<br />

money and real output. Further testing of the neutrality proposition is not required. These<br />

or<strong>de</strong>rs of integration, however, permit testing for long run superneutrality of money. In<br />

this case LRDy,Δm is the long run elasticity of real output with respect to money growth.<br />

19 Failure to reject the null in the Granger causality test is not a sufficient condition for exogeneity but<br />

rejection of the null would be strong evi<strong>de</strong>nce against the exogeneity assumption.<br />

26


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

For those (logged) series without a trend in their growth rates (agriculture, construction,<br />

and services), long run superneutrality of money can be rejected if the estimated b k<br />

coefficients in equation (4), reproduced below, significantly differ from zero.<br />

y y a b m m + e<br />

t − t−<br />

k −1<br />

= k + k ( Δ t − Δ t−k<br />

−1)<br />

kt . (4)<br />

The growth rates of (logged) real GDP, commerce, government, and manufacturing have<br />

trends. For these series we modify the FS superneutrality regression in equation (4) with<br />

the addition of a linear trend and estimate the version given by (4A) 20 .<br />

y y a t b m m + e<br />

t − t−<br />

k −1<br />

= k + λ + k ( Δ t − Δ t−k<br />

−1)<br />

kt<br />

(4A)<br />

Plots of the bk coefficients obtained by estimating the appropriate version of the<br />

superneutrality test for logged values of real GDP and output in each of the private<br />

sectors are provi<strong>de</strong>d in Figures 4a-4f. Each plot also inclu<strong>de</strong>s the 95% confi<strong>de</strong>nce interval<br />

for the bk. As is the norm in the FS literature, the 95% confi<strong>de</strong>nce intervals are<br />

constructed using the Newey-West corrected standard errors. Due to the limited number<br />

of observations on the output and money series, k is restricted to values from 1 through<br />

16. Even with restricted number of observations, the high variability of the data makes us<br />

confi<strong>de</strong>nt that the FS tests capture long run relationships. Fisher and Seater make the<br />

same argument when applying the LRSN test to fewer than five years of monthly data<br />

from the German hyperinflationary period after WWI.<br />

As can be seen in the figures, for real GDP and all private sectors (except construction)<br />

the upper confi<strong>de</strong>nce limit is below zero for more than half the bk coefficients, indicating<br />

that these coefficients are significantly negative. Even in the case of the construction<br />

sector, about a third of the bk coefficients are significantly negative.<br />

20<br />

Justification for this form of the superneutrality test is provi<strong>de</strong>d in an appendix available from the<br />

authors.<br />

27


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

These results indicate that the hypothesis of LRSN can be rejected for the economy as a<br />

whole (real GDP) and for the five private components of GDP. Interestingly, the<br />

coefficient plots are quite similar for real GDP and each of the private sectors, with<br />

relatively small, negative coefficients for low values of k becoming more negative<br />

through k = 12 or 13 and then increasing slightly.<br />

It is important to estimate equation (4A) rather than equation (4) for real variables with<br />

potential trends in their growth rates. We find that failure to inclu<strong>de</strong> a trend in the FS<br />

regressions results in failure to reject superneutrality for the manufacturing sector. Thus<br />

long run changes in money growth (which have no trend) cannot explain long run<br />

changes in manufacturing output (which are tren<strong>de</strong>d). However, long run changes in<br />

money growth can explain long run <strong>de</strong>viations from trend growth in manufacturing.<br />

coefficients<br />

0.0005<br />

0.0000<br />

-0.0005<br />

-0.0010<br />

-0.0015<br />

-0.0020<br />

Figure 4a. Superneutrality Test Results: Real GDP.<br />

Trend Inclu<strong>de</strong>d in FS Regressions<br />

-0.0025<br />

0 2 4 6 8 10 12 14 16<br />

k<br />

coefficients<br />

Figure 4b. Superneutrality Test Results: Agriculture.<br />

0.0010<br />

0.0005<br />

0.0000<br />

-0.0005<br />

-0.0010<br />

-0.0015<br />

-0.0020<br />

-0.0025<br />

0 2 4 6 8 10 12 14 16<br />

k<br />

28


coefficients<br />

coefficients<br />

coefficients<br />

0.0005<br />

0.0000<br />

-0.0005<br />

-0.0010<br />

-0.0015<br />

-0.0020<br />

-0.0025<br />

-0.0030<br />

Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Figure 4c. Superneutrality Test Results: Commerce<br />

Trend Inclu<strong>de</strong>d in FS Regressions<br />

0 2 4 6 8 10 12 14 16<br />

k<br />

Figure 4d. Superneutrality Test Results: Construction<br />

0.002<br />

0.001<br />

0.000<br />

-0.001<br />

-0.002<br />

-0.003<br />

-0.004<br />

-0.005<br />

-0.006<br />

-0.007<br />

0 2 4 6 8 10 12 14 16<br />

k<br />

Figure 4e. Superneutrality Test Results: Manufacturing<br />

0.0005<br />

0.0000<br />

-0.0005<br />

-0.0010<br />

-0.0015<br />

-0.0020<br />

Trend Inclu<strong>de</strong>d in FS Regressions<br />

0 2 4 6 8 10 12 14 16<br />

k<br />

29


coefficients<br />

0.001<br />

0.000<br />

-0.001<br />

-0.002<br />

-0.003<br />

-0.004<br />

Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Figure 4f. Superneutrality Test Results: Services<br />

0 2 4 6 8 10 12 14 16<br />

k<br />

The significant, negative coefficients in Figures 4a-4f indicate that increases in the<br />

growth rate of money imposed real costs on the private sectors of the Nicaraguan<br />

economy that resulted in reduced aggregate output. These costs were probably associated<br />

with the higher rates of inflation that accompanied more rapid money growth in<br />

Nicaragua (see Figure 3). Rejection of superneutrality and the negative relation between<br />

money growth and real output are consistent with the conclusions of Bae and Ratti for<br />

Argentina and Brazil.<br />

Our finding that accelerated money growth and accompanying inflation led to <strong>de</strong>clines in<br />

real output, is consistent with recent findings in the literature on the relation between<br />

inflation and growth. Gylfason (1998) shows that inflation can negatively affect both real<br />

output and its growth rate by driving a wedge between the marginal returns to real and<br />

financial capital. In a mo<strong>de</strong>l with long-term customer relationships, Ball and Romer<br />

(2003) <strong>de</strong>monstrate that inflation can negatively affect real output by reducing the<br />

information content of current prices. Michener (1998), in a modified version of the<br />

Lucas island mo<strong>de</strong>l, <strong>de</strong>monstrates that expected inflation can have negative effects on<br />

real output. Using filtered data, Valdovinos (2003) finds a negative correlation between<br />

real growth and the rate of inflation for eight Latin American countries. Bruno and<br />

Easterly (1998) find that inflation rates in excess of 40% annually tend to reduce<br />

economic growth.<br />

30


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

An interesting contrast with the results for aggregate output and the private sectors is offered<br />

by estimates obtained for the government sector, presented in Figure 5, using the version of<br />

the FS test given in equation (4A). Superneutrality again is rejected; however, all the estimated<br />

bk coefficients are positive and most are significant. In other words, permanent increases in the<br />

growth rate of money are associated with increases in real government output. The significant,<br />

positive coefficients suggest that the Nicaraguan government financed growth of the public<br />

sector by augmenting the growth rate of money and collecting substantial seigniorage<br />

revenues.<br />

coefficients<br />

0.0025<br />

0.0020<br />

0.0015<br />

0.0010<br />

0.0005<br />

0.0000<br />

Figure 5. Superneutrality Test Results: Government<br />

Trend Inclu<strong>de</strong>d in FS Regressions<br />

-0.0005<br />

0 2 4 6 8 10 12 14 16<br />

k<br />

The results of the Fisher-Seater test indicate that changes in the money growth rate are directly<br />

related to growth in the government sector. Further, the failure of growth in the government<br />

sector to Granger-cause changes in the money growth rate suggests that changes in the money<br />

growth rate caused the changes in the government sector. However, it seems unlikely that the<br />

Nicaraguan government increased money growth, collected seigniorage, and then used this<br />

revenue to increase the size of the government sector. It seems more plausible to suspect that<br />

increases in money growth occurred as a result of increases in the government sector and<br />

efforts to gain seigniorage revenues; the classic story of hyperinflations told by Sargent, and<br />

others [Sachs (1987), Kiguel (1989), Loviscek (1996), Issler and Lima (2000) for example].<br />

31


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

In an effort to gain further insight regarding the direction of causality between increases<br />

in the money growth rate and increases in the government sector, we examine the long<br />

run components of the money growth and government output series using the band-pass<br />

filter introduced by Christiano and Fitzgerald (2003). The filtered series are presented in<br />

Figure 6. The correlations between current filtered money growth and lags 1-5 of filtered<br />

government output respectively are 0.49231717, 0.75401015, 0.81103495, 0.63703958,<br />

and 0.27443202. Consistent with the literature on hyperinflations, it appears that longterm<br />

increases in the government sector (the dashed line in Figures 6 and 7) prece<strong>de</strong>d the<br />

long-term jumps in money growth (solid line). Further, it appears that long-term<br />

reductions in the money growth rate occurred only after there were reductions in the<br />

government sector.<br />

2.0<br />

1.5<br />

1.0<br />

0.5<br />

0.0<br />

-0.5<br />

-1.0<br />

-1.5<br />

Figure 6. Band-Pass Filtered M2a and Government Output<br />

10-15 Year Cycles<br />

M2a<br />

Govt Output<br />

1960 1964 1968 1972 1976 1980 1984 1988 1992 1996<br />

An explanation is required for our earlier finding that growth in the government sector fails to<br />

Granger-cause changes in the money growth rate. An examination of the short-term<br />

components of the two series, again obtained using the band-pass filter and presented in<br />

Figure 7, provi<strong>de</strong>s a potential answer.<br />

32


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

The correlations between current filtered money growth and lags 1-5 of filtered government<br />

output respectively are: -0.0155045, -0.0525006, 0.0113864, -0.0234076, and 0.1300034. It<br />

does not appear that short-term movements in government output and money growth are<br />

strongly related. Therefore, the regression coefficients from the Granger causality tests were<br />

not significant. Growth in the government sector appears to influence money growth only on<br />

those occasions when seigniorage is required to finance unusually rapid growth in that sector.<br />

0.75<br />

0.50<br />

0.25<br />

0.00<br />

-0.25<br />

-0.50<br />

6. Conclusions<br />

Figure 7. Band-Pass Filtered M2a and Government Output<br />

2-5 Year Cycles<br />

M2a<br />

Govt Output<br />

1960 1964 1968 1972 1976 1980 1984 1988 1992 1996<br />

The period of 1960-1999 in Nicaragua offers an interesting application of long-horizon<br />

neutrality and superneutrality tests because monetary policy was highly variable during<br />

this time with annual inflation rates ranging from the negative single digits in 1961 and<br />

1962 to more than 30,000% in 1988. Results of our tests indicate that long run monetary<br />

neutrality holds but superneutrality does not hold at the aggregate level un<strong>de</strong>r such<br />

extreme conditions. This conclusion is supported by our finding that money is long run<br />

neutral, but not superneutral, at the sectoral level as well. Rejection of superneutrality is<br />

particularly strong evi<strong>de</strong>nce against this proposition given the lack of power of the FS test<br />

(emphasized by Coe and Nason).<br />

33


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Sectoral estimates indicate that higher money growth was associated with <strong>de</strong>clines in<br />

output in the private sectors but that higher money growth was accompanied by an<br />

expansion of real government output. This suggests that the Nicaraguan government<br />

successfully used seigniorage and an inflation tax to finance expansion of the government<br />

sector during the sample period. While there does not seem to be significant short-term<br />

feedback from government output to money growth over the entire sample, it does appear<br />

that there is a significant long-term relationship between the two series. As previous<br />

examinations of hyperinflations have found, excess growth of the government sector can<br />

lead to budgetary problems that cause the use of money growth and seigniorage as an<br />

important source of revenue. In Nicaragua, the resulting excess money growth and<br />

hyperinflation then led to <strong>de</strong>clines in overall real GDP and <strong>de</strong>clines in real output in the<br />

five private sectors we examined. Hyperinflation en<strong>de</strong>d following cuts in the government<br />

sector.<br />

References<br />

BAE, S. & R.A. RATTI (2000). “Long run neutrality, high inflation, and bank insolvencies in Argentina<br />

and Brazil”, Journal of Monetary Economics, vol. 46, pp: 581-604.<br />

BALL, L. & D. ROMER (2003). “Inflation and the informativeness of prices”. Journal of Money, Credit,<br />

and Banking, vol. 35, pp:177-196.<br />

BOSCHEN, J.F. & C.M. OTROK (1994). “Long-run neutrality and superneutrality in an ARIMA<br />

framework: comment.”, American Economic Review, vol. 84, pp: 1470-1473.<br />

BROCK, W.A. (1974). “Money and growth: the case of long-run perfect foresight”. International<br />

Economic Review, vol.15, pp: 750-777.<br />

BRUNO, M. & J.W. EASTERLY (1998). “Inflation crises and long run growth”. Journal of Monetary<br />

Economics, vol.41, pp: 3-26.<br />

BULLARD, J. (1999). “Testing long run monetary neutrality propositions: lessons from recent research”.<br />

Fe<strong>de</strong>ral Reserve Bank of St.Louis Review, pp: 57-78.<br />

CARMICHAEL, J. (1982). “Money and growth: some old theorems from a new perspective.”, Economic<br />

Record, vol. 58, pp: 386-394.<br />

CENTRAL BANK OF NICARAGUA (2003). Webpage: http://www.bcn.gob.ni/.<br />

CHRISTIANO, L.J. & T.J. FITZGERALD (2003). “The band pass filter”. International Economic<br />

Review, vol.44, pp: 435-465.<br />

34


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

COE, P.J. & J.M. NASON (2002). “The long-horizon regression approach to monetary neutrality: how<br />

should the evi<strong>de</strong>nce be interpreted?”, Economics Letters, vol. 78, pp: 351-356.<br />

COE, P.J. & J.M. NASON (2004). “Long-run neutrality and long-horizon regressions.”, Journal of<br />

Applied Econometrics, forthcoming.<br />

DANTHINE, J.P. & J.B. SMITH (1987). “On the superneutrality of money in a stochastic dynamic<br />

macroeconomic mo<strong>de</strong>l”. Journal of Monetary Economics, vol. 20, pp: 475-499.<br />

DIJKSTRA, A.G. (1996). “The impact of structural adjustment programs on manufacturing: lessons from<br />

Nicaragua.”, World Development, vol. 24, pp: 535-547.<br />

ESPINOSA-VEGA, M. & S. RUSSELL (1998). “The long run real effects of monetary policy: Keynesian<br />

predictions from a neoclassical mo<strong>de</strong>l”. Working paper 98-6 of the Fe<strong>de</strong>ral Reserve Bank of Atlanta.<br />

FISHER, M.E. & J.J. SEATER (1993). “Long run neutrality and superneutrality in an ARIMA<br />

framework”. American Economic Review , vol. 83, pp: 402-415.<br />

FRANSES, P.H. & N. HALDRUP (1994). “The effects of additive outliers on tests for unit roots and<br />

cointegration”. Journal of Business and Economic Statistics, vol. 12, pp:471-478.<br />

Garrett, T.A. (2003). “Aggregated versus disaggregated data in regression analysis: implications for<br />

inference.”, Economics Letters, vol. 81, pp: 61-65.<br />

GYLFASON, T. (1998). “Output gains from economic stabilization”. Journal of Development Economics,<br />

vol. 56, pp: 81-96.<br />

HAUG, A.A. & R.E. LUCAS (1997). “Long run neutrality and superneutrality in an ARIMA framework:<br />

comment”., American Economic Review, vol. 87, pp: 756-759.<br />

ISSLER, J.V. & L.R. LIMA (2000). “Public <strong>de</strong>bt sustainability and endogenous seigniorage in Brazil:<br />

time series evi<strong>de</strong>nce from 1947-1992.”, Journal of Development Economics, vol. 62, pp: 131-147.<br />

KIGUEL, M.A. (1989). Budget <strong>de</strong>ficits, stability, and the monetary dynamics of hyperinflation. Journal of<br />

Money, Credit, and Banking, vol. 21, pp: 148-157.<br />

KING, R.G. & M.W. WATSON (1992). “Testing long-run neutrality.”, National Bureau of Economic<br />

Research, working paper #4156.<br />

LOVISCEK, A.L. (1996). “Seigniorage and the Mexican financial crisis”. Quarterly Review of<br />

Economics and Finance, vol. 36, pp: 55-64.<br />

LUCAS, R.E. (1972). “Expectations and the neutrality of money”. Journal of Economic Theory, vol. 4,<br />

pp: 103-124.<br />

MCCALLUM, B.T. (1990). “Inflation: theory and evi<strong>de</strong>nce”. In: Friedman, B.M., and F.H. Hahn (eds.),<br />

Handbook of Monetary Economics, Vol.2. North-Holland, Amsterdam, pp: 963-1012.<br />

MICHENER, R. (1998). “Inflation, expectations, and output: Lucas’s islands revisited”. Journal of<br />

Macroeconomics, vol. 20, pp: 767-783.<br />

NEWEY, W.K. & K.D. WEST (1994). “A simple, positive semi-<strong>de</strong>finite, heteroskedasticity and<br />

autocorrelation consistent covariance matrix”. Econometrica, vol. 55, pp: 703-708.<br />

35


Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

OCAMPO, J.A. (1992). “Hyperinflation and stabilization in Nicaragua”. Unpublished working paper,<br />

Central Bank of Nicaragua.<br />

OLEKALNS, N. (1996). “Some further evi<strong>de</strong>nce on the long run neutrality of money”. Economics Letters<br />

vol. 50, pp: 393-398.<br />

PERRON, P. (1989). “The great crash, the oil price shock, and the unit root hypothesis”. Econometrica,<br />

vol. 57, pp: 1361-1401.<br />

PERRON, P. (1997). “Further evi<strong>de</strong>nce on breaking trend functions in macroeconomic variables”. Journal<br />

of Econometrics, vol. 80, pp: 355-385.<br />

RAPPOPORT, P. & L. REICHLIN (1989). “Segmented trends and non-stationary time series. The<br />

Economic Journal, vol. 99, pp: 168-177.<br />

SACHS, J. (1987). “The Bolivian hyperinflation and stabilization”. American Economic Review Papers<br />

and Proceedings, vol. 77, pp: 279-283.<br />

SARGENT, T.J. (1993). The ends of four big inflations, in Rational Expectations and Inflation, 2 nd<br />

edition, Harper Collins, New York.<br />

SEN, A. (2003). “On unit root tests when the alternative is a trend-break stationary process”. Journal of<br />

Business and Economic Statistics, vol. 21, pp: 174-184.<br />

SHELLEY, G.L. & F.W. WALLACE (2003). “Testing for long run neutrality of money in Mexico”.<br />

Unpublished working paper.<br />

SIDRAUSKI, M. (1967). “Rational choice and patterns of growth in a monetary economy”. American<br />

Economic Review Papers and Proceedings, vol. 57, pp: 534-544.<br />

VALDOVINOS, C.G.F. (2003). “Inflation and economic growth in the long run”. Economics Letters, vol.<br />

80, pp: 167-173.<br />

VOGELSANG, T.J. & P. PERRON (1998). “Additional tests for a unit root allowing for a break in the<br />

trend function at an unknown time”. International Economic Review, vol. 39, pp: 1073-1100.<br />

36


Appendix A<br />

Hiperinflación y Súper-Neutralidad <strong>de</strong>l Dinero en Nicaragua<br />

Real GDP, the monetary base, M2a, and the inflation rate are from the Central Bank of<br />

Nicaragua (CBN). During the 1960-1999 period the Nicaraguan government twice changed<br />

the monetary unit. In response to high rates of inflation the new córdoba was introduced in<br />

1988 at an exchange rate of 1000 córdobas for each new córdoba. Three years of<br />

hyperinflation followed and in 1991 the gold córdoba replaced the new córdoba at the<br />

exchange rate of five million new córdobas per gold córdoba. 21<br />

The CBN reports monetary data in terms of the money of the day. Thus, from 1960 to<br />

1987 the monetary data are córdobas; from 1988-1990 they are new córdobas; and after<br />

1990 the data are gold córdobas. To obtain a consistent series the exchange rates reported<br />

by Ocampo are used. Monetary data in terms of córdobas are divi<strong>de</strong>d by one thousand<br />

and those in terms of gold córdobas are multiplied by five million to convert both the<br />

monetary base and M2a to new córdoba equivalent units.<br />

Data on real GDP, real sectoral output, and the inflation rate are obtained directly from<br />

CBN. No adjustments were ma<strong>de</strong> to these series.<br />

21 Rates are taken from Ocampo.<br />

37


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Resumen<br />

38<br />

Christine Carton Madura<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

ccarton@uacj.mx<br />

Laura Guzmán Villagran<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

laura_g_guzman@yahoo.com<br />

Este trabajo preten<strong>de</strong> examinar el impacto <strong>de</strong> la integración regional<br />

sobre la convergencia ó divergencia <strong>de</strong>l ingreso per cápita <strong>de</strong> las<br />

economías conformando el TLCAN y el MERCOSUR, para un período<br />

1960-2005. Precisando el análisis, se diferencia entre los efectos<br />

positivos <strong>de</strong> los acuerdos regionales según que se estructuran por<br />

economías <strong>de</strong> nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo disímil ó similar. Así, se estima un<br />

mo<strong>de</strong>lo ampliado <strong>de</strong> beta-convergencia, absoluta y condicional,<br />

mediante la técnica <strong>de</strong> datos en panel con efectos fijos. Se resalta,<br />

a<strong>de</strong>más, como variable <strong>de</strong> control-clave, el capital humano expresado<br />

en términos <strong>de</strong> stock. Los resultados obtenidos para la convergencia<br />

absoluta establecen un doble proceso <strong>de</strong> convergencia, intra e inter<br />

zona, para el MERCOSUR. Para el caso <strong>de</strong> TLCAN, no se pue<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ducir una convergencia <strong>de</strong> los países <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> pertenencia.<br />

El contraste <strong>de</strong> la beta-convergencia condicional se realiza con base en<br />

diferentes proxies <strong>de</strong>l capital humano. El último resulta ser<br />

estadísticamente significativo para ambas muestras. Así, se encuentra<br />

evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> un doble proceso <strong>de</strong> convergencia condicional para las dos<br />

cohesiones regionales. Sin embargo, en el caso <strong>de</strong>l TLCAN, el efecto<br />

positivo tien<strong>de</strong> a ser limitado por las discrepancias altas en el nivel <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo entre los países. De este modo, a nivel <strong>de</strong>l continente<br />

americano, los hallazgos señalan que una integración <strong>de</strong> tipo Sur-Sur<br />

generaría más beneficios mutuos, sobre la convergencia, que una<br />

integración <strong>de</strong> tipo Norte-Sur: Un país miembro <strong>de</strong>l TLCAN pue<strong>de</strong><br />

esperar llegar a la mitad <strong>de</strong> su propio proceso <strong>de</strong> convergencia, <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong>l espacio integrado, en 90 años mientras que, para un país miembro<br />

<strong>de</strong>l MERCOSUR, sería <strong>de</strong> 46 años.<br />

Palabras clave: Capital humano, Convergencia, Datos en panel,<br />

Integración regional.<br />

Clasificación JEL: C23, O47, O54.


1. Introducción<br />

Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Des<strong>de</strong> los últimos <strong>de</strong>cenios, se observa una ten<strong>de</strong>ncia creciente al establecimiento <strong>de</strong><br />

acuerdos <strong>de</strong> integración regional, en respuesta alternativa a las reformas <strong>de</strong> liberalización<br />

comercial unilateral o multilateral. El continente americano no ha sido excluido <strong>de</strong> esta<br />

dinámica mientras recibe dos <strong>de</strong> los acuerdos <strong>de</strong> mayor envergadura en el ámbito<br />

mundial: el TLCAN 22 y el MERCOSUR 23 . La noción <strong>de</strong> integración económica enfatiza,<br />

entonces, la problemática <strong>de</strong> la asignación eficaz <strong>de</strong> los recursos, incluyendo el criterio <strong>de</strong><br />

preferencia y, por tanto, <strong>de</strong> discriminación hacia los países fuera <strong>de</strong> ella (Machlup, 1976;<br />

Robson, 1987). Ante las diversas experiencias <strong>de</strong> integración regional, se propone resaltar<br />

la situación <strong>de</strong> una integración institucional enmarcada por acuerdos que crean un<br />

régimen <strong>de</strong> preferencias recíprocas al interior <strong>de</strong> la zona 24 : Los casos <strong>de</strong> estudio, el<br />

TLCAN y el MERCOSUR, se inscriben <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta perspectiva aún si el contenido <strong>de</strong><br />

los acuerdos, las modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aplicación y los objetivos son diferentes.<br />

Ambos bloques se han convertido, así, en “mo<strong>de</strong>los” para la proyección y ejecución <strong>de</strong><br />

otros acuerdos (De Lombaer<strong>de</strong>, 2005). Este dinamismo integracionista ha sido promovido<br />

con la finalidad <strong>de</strong> obtener los beneficios que esto conlleva, los cuales van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuevas<br />

relaciones políticas, crecimiento económico hasta la posibilidad <strong>de</strong> crear escenarios<br />

necesarios que permitan la convergencia <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> ingresos entre los países que<br />

formen parte <strong>de</strong> las cohesiones económicas.<br />

De este modo, la integración regional se convirtió en uno <strong>de</strong> los principales <strong>de</strong>terminantes<br />

favorables al proceso <strong>de</strong> convergencia <strong>de</strong> las economías, correspondiendo a una<br />

preocupación <strong>de</strong> reducir la brecha que existe entre países atrasados y avanzados.<br />

22 El Tratado <strong>de</strong> Libre Comercio <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte (TLCAN) está conformado por Canadá, México y<br />

Estados Unidos y se firmó el 17 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1992<br />

23 En el Mercado Común <strong>de</strong>l Sur (MERCOSUR), firmado el 26 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1991,se incluyen a Argentina,<br />

Brasil, Paraguay y Uruguay como países Miembros, a Bolivia y Chile como países Asociados y, a México,<br />

en calidad <strong>de</strong> país observador.<br />

24 La forma institucional, o forma clásica, se basa en acuerdos exigentes que contemplan, a largo plazo, la<br />

eliminación <strong>de</strong> los obstáculos comerciales o reglamentarios para el intercambio <strong>de</strong> los bienes, servicios y<br />

factores. Impone así, una armonización <strong>de</strong> las reglamentaciones que asegura, al menos, la viabilidad <strong>de</strong> esta<br />

liberalización recíproca.<br />

39


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Precisamente, al explicar el diferencial <strong>de</strong> ingresos per cápita a nivel internacional, se<br />

cuestionan los efectos positivos <strong>de</strong> la integración <strong>de</strong>ntro una controversia teórica sobre la<br />

tesis <strong>de</strong> la convergencia y/o divergencia entre economías. Lo anterior se valida,<br />

esencialmente, en los argumentos <strong>de</strong>sarrollados por dos, diferentes y contrastantes,<br />

predicciones <strong>de</strong> corte neoclásico. Por un lado, se ofrecen los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> crecimiento<br />

exógeno, en los que los mecanismos propios <strong>de</strong>l crecimiento inducen a las economías a<br />

converger en términos <strong>de</strong> ingreso per cápita y, en el lado opuesto, se encuentran los<br />

mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> crecimiento endógeno, que predicen la divergencia entre las mismas.<br />

Asimismo, a nivel empírico, la literatura <strong>de</strong> interés arroja resultados diferenciados que<br />

tien<strong>de</strong>n a admitir que no existe una ten<strong>de</strong>ncia sistemática a la convergencia <strong>de</strong> los<br />

ingresos per cápita <strong>de</strong> países ó regiones que participan a acuerdos regionales (Galor,<br />

1996).<br />

El presente artículo propone, así, comprobar la existencia <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> convergencia<br />

(ó divergencia) entre las economías integradas respectivamente, por el MERCOSUR y el<br />

TLCAN, esto para un período <strong>de</strong> 1960 a 2005. La i<strong>de</strong>a fundamental resi<strong>de</strong> en que la<br />

integración regional, a través <strong>de</strong> sus mecanismos internos, permite que los países alejados<br />

<strong>de</strong> su estado estacionario (ó equilibrio) crezcan, en mayor cuantía, que los países lí<strong>de</strong>res.<br />

De lo anterior, se afinará la tesis <strong>de</strong> la convergencia analizando si la convergencia se ve<br />

afectada positivamente por una cohesión entre países <strong>de</strong>sigualmente <strong>de</strong>sarrollados, como<br />

en el caso <strong>de</strong>l TLCAN, o más bien por una cohesión entre países <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo similar, tal<br />

como lo <strong>de</strong>linea el MERCOSUR. A<strong>de</strong>más, se resaltará el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> la acumulación<br />

<strong>de</strong> capital humano, mediante la inversión en educación formal, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mecanismo <strong>de</strong><br />

convergencia, distinguido por zona <strong>de</strong> pertenencia regional.<br />

Se preten<strong>de</strong>, entonces, contribuir en la comprensión <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> la cuestión sobre el<br />

nexo entre integración regional y convergencia económica puesto que la mayoría <strong>de</strong> los<br />

estudios, <strong>de</strong>dicados a dicha cuestión, se enfoca esencialmente en la Unión Europea,<br />

concediendo poco lugar al análisis <strong>de</strong> América Latina y en particular <strong>de</strong>l MERCOSUR.<br />

A<strong>de</strong>más, privilegian un análisis <strong>de</strong> la convergencia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> los países<br />

miembros ó <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> los países, como si fueran dos perspectivas in<strong>de</strong>pendientes.<br />

40


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

De este modo, al evaluar el proceso <strong>de</strong> convergencia regional, se privilegiará el concepto <strong>de</strong><br />

beta-convergencia, absoluta y condicional, basándose en la técnica <strong>de</strong> los datos en panel, con<br />

efectos fijos (Islam, 1995). Se contrastará, sin embargo, una extensión al mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> betaconvergencia,<br />

propuesta por Capron (2000). El último admite que la trayectoria económica <strong>de</strong><br />

los países no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> sólo <strong>de</strong> la dinámica nacional sino, igualmente, <strong>de</strong> la dinámica específica<br />

generada a nivel <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> integración por lo que se propone una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la betaconvergencia<br />

ampliada a efectos intra e inter zonas.<br />

Este artículo se estructura, consecutivamente, en cuatro secciones. En la segunda sección,<br />

se abordarán, brevemente, los antece<strong>de</strong>ntes que respaldan los efectos <strong>de</strong> la integración<br />

regional sobre el proceso <strong>de</strong> convergencia económica. En una tercera sección, se<br />

especificarán la <strong>de</strong>finición así como la medición <strong>de</strong> la convergencia basándose en las<br />

contribuciones <strong>de</strong> Islam (1995) y Capron (2000). Dentro <strong>de</strong> una cuarta sección, se<br />

expondrán los resultados para luego concluir, en la última sección.<br />

2. Integración regional-Convergencia económica: Revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

Ante el proceso <strong>de</strong> mundialización tendiendo a reducir las distancias, se multiplicaron los<br />

acuerdos <strong>de</strong> integración económica por lo que se fortalecieron, paradójicamente, la<br />

proximidad geográfica así como la emergencia <strong>de</strong> polos regionales, asociada a una<br />

marginalización <strong>de</strong> las zonas periféricas 25 . Consecutivamente, el interés suscitado por los<br />

acuerdos regionales, como formas <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> los mercados, originó numerosas<br />

controversias, inicialmente enfocadas sobre una oposición entre multilateralismo y<br />

regionalismo (Baldwin & Venables, 1995).<br />

Por lo tanto, rápidamente, se enfatizó la problemática <strong>de</strong> los beneficios <strong>de</strong> la integración<br />

sobre la convergencia ó la divergencia <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> ingreso y <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong> acuerdos<br />

que sería óptima, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> vista.<br />

41


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Así, el análisis teórico <strong>de</strong> la integración regional tien<strong>de</strong> a privilegiar la visión según la<br />

cual los países <strong>de</strong>l “Sur”, en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, <strong>de</strong>berían participar en acuerdos regionales<br />

con países <strong>de</strong>sarrollados ó <strong>de</strong>nominados “Norte” (Venables, 2000). A raíz <strong>de</strong> la teoría<br />

neoclásica <strong>de</strong>l intercambio, con el mo<strong>de</strong>lo HOS 26 , conduce a que la apertura establezca<br />

más beneficios mutuos para economías con un <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>sigual. Asimismo, la<br />

extensión <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo HOS, propuesta por Stolper y Samuelson (1942), pronostica una<br />

convergencia <strong>de</strong>l precio <strong>de</strong> los bienes y servicios así como <strong>de</strong> los factores por lo que<br />

generaría una convergencia <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> los ingresos. Sin embargo, los análisis favorables<br />

a la integración “Norte-Sur”, ó tipo vertical, se inscriben en un mundo perfectamente<br />

fluido, competitivo etc., admitiendo hipótesis formales restrictivas y poco realistas<br />

(rendimientos <strong>de</strong> escala no crecientes, libre circulación <strong>de</strong> las técnicas, homogeneidad <strong>de</strong><br />

los productos y ausencia <strong>de</strong> costos <strong>de</strong> distancia). Semejantes limitaciones justificaron el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la Nueva Economía Internacional (NEI) 27 que preten<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar la<br />

formación y las consecuencias <strong>de</strong> distintos efectos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l intercambio.<br />

En cambio, como lo resaltan la NEI así como la Nueva Economía Geográfica 28 , el<br />

contexto económico-espacial se caracteriza por situaciones <strong>de</strong> competencia imperfecta,<br />

<strong>de</strong> economías <strong>de</strong> escala, <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> varieda<strong>de</strong>s etc., implicando que una integración<br />

<strong>de</strong> tipo“Sur-Sur”, ó integración horizontal, a su vez, podría ser mutuamente ventajosa<br />

para los países miembros.<br />

Dentro <strong>de</strong> esta perspectiva, ciertas disposiciones <strong>de</strong> la integración regional pue<strong>de</strong>n<br />

reforzar los factores <strong>de</strong> divergencia entre economías asociadas. Así, las teorías recientes<br />

<strong>de</strong>l comercio internacional y las <strong>de</strong>l crecimiento endógeno 29 señalan que las fuerzas<br />

generadas por los acuerdos regionales a favor <strong>de</strong> la convergencia (movilidad <strong>de</strong> los<br />

bienes, factores y técnicas) <strong>de</strong>ben enfrentarse a las que estimulan la divergencia.<br />

25 La economía geográfica proporciona una explicación teórica <strong>de</strong> estos fenómenos <strong>de</strong> concentración<br />

geográfica en un espacio regional por el juego <strong>de</strong> fuerzas centrífugas y centrípetas (Krugman, 1991;<br />

Venables, 1996).<br />

26 Heckscher (1919), Ohlin (1933) y Samuelson (1941, 1948).<br />

27 Veáse Dixit & Stiglitz (1977), Helpman & Krugman (1985), Krugman (1991b), etc.<br />

28 Veáse, por ejemplo, Krugman (1991a), Fujita et al. (1999).<br />

42


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

En particular, pue<strong>de</strong>n actuar, en dirección <strong>de</strong> la divergencia, los efectos clásicos <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>svío, si alcanzan a los países menos <strong>de</strong>sarrollados, así como los efectos <strong>de</strong> polarización,<br />

que empujan a la aglomeración <strong>de</strong> los países más <strong>de</strong>sarrollados y a un crecimiento<br />

<strong>de</strong>sigual.<br />

Según la teoría <strong>de</strong> la integración “a la Viner” (1950), la adhesión a un acuerdo regional se<br />

traduce por efectos <strong>de</strong> creación y <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío <strong>de</strong>l comercio 30 . Los efectos se reducen<br />

cuando los intercambios intra-zona son substanciales antes que se establezca el proceso<br />

<strong>de</strong> integración institucional, lo que tien<strong>de</strong> a confirmar la teoría <strong>de</strong> zonas <strong>de</strong> integración<br />

naturales, <strong>de</strong>finidas por la proximidad geográfica (Krugman, 1991a). Globalmente, los<br />

países menos <strong>de</strong>sarrollados tien<strong>de</strong>n a experimentar mayormente los efectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío, en<br />

particular cuando estos países adhieren a una zona <strong>de</strong> tamaño importante, caracterizada<br />

por relaciones asimétricas <strong>de</strong> fuerzas.<br />

A<strong>de</strong>más, se <strong>de</strong>staca la hipótesis <strong>de</strong> efectos <strong>de</strong> polarización (ó <strong>de</strong> aglomeración) <strong>de</strong> la<br />

actividad industrial 31 . En las economías retrasadas, la convergencia se realiza, entonces,<br />

por una expansión relativamente más fuerte <strong>de</strong>l sector industrial. De este modo, para una<br />

economía <strong>de</strong>l Sur, la adhesión a un acuerdo pue<strong>de</strong> favorecer ó al contrario impedir su<br />

<strong>de</strong>sarrollo industrial en función <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión sobre la localización <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s.<br />

Puga et Venables (1998) muestran, por ejemplo, que los beneficios <strong>de</strong> acuerdos <strong>de</strong> tipo<br />

“Norte-Sur” son mayores, comparativamente a una liberalización comercial multilateral,<br />

por la capacidad <strong>de</strong> los países <strong>de</strong>l Sur a atraer las activida<strong>de</strong>s productivas <strong>de</strong>l Norte.<br />

29 Destacando la existencia <strong>de</strong> rendimientos crecientes y <strong>de</strong> diferencias tecnológicas, las economías tien<strong>de</strong>n<br />

a divergir en niveles y en tasa <strong>de</strong> crecimiento. Veáse Romer (1986, 1990), Lucas (1988), Rivera-Batiz &<br />

Romer (1991), Grossman & Helpman (1991), etc.<br />

30 Los efectos <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> comercio existen cuando la adhesión a un acuerdo incrementa los<br />

intercambios <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la zona sin reducir el comercio entre países miembros y el resto <strong>de</strong>l mundo. Dada la<br />

sustitución <strong>de</strong> la producción nacional por importaciones con costos menores <strong>de</strong> los países asociados<br />

(reorientación <strong>de</strong> la producción) y un alza <strong>de</strong> la oferta global, la creación <strong>de</strong> comercio aumenta el bienestar.<br />

En cambio, existe <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> comercio cuando el incremento <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong> intercambios intra-zona<br />

se realiza a costa <strong>de</strong>l comercio con el resto <strong>de</strong>l mundo. Este fenómeno reduce el bienestar puesto que las<br />

importaciones provenientes <strong>de</strong> los países integrados se sustituyen a importaciones menos costosas <strong>de</strong> países<br />

afuera <strong>de</strong> la zona.<br />

31 Veáse Myrdal (1957), Hirschman (1958), entre otros, y reformulada, recientemente, por Krugman<br />

(1991), Krugman y Venables (1993), así como Fujita y Thisse (1996).<br />

43


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Por lo tanto, Rieber & Tran (2004) indican que el marco <strong>de</strong> cooperación <strong>de</strong> tipo “Sur-<br />

Sur” permite protegerse <strong>de</strong> los países <strong>de</strong>l Norte por lo que se registran avances en la<br />

estructura industrial y el nivel <strong>de</strong> bienestar, esto sin asimetría en la zona. Sin embargo,<br />

subrayan que, como premisa, las economías <strong>de</strong>l Sur <strong>de</strong>ben llegar a <strong>de</strong>finir una política<br />

comercial común hacia el resto <strong>de</strong>l mundo. Concluyen que si los países en vías <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo no cooperan, per<strong>de</strong>rían en términos <strong>de</strong> industrialización y <strong>de</strong> bienestar, con una<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia hacia las importaciones <strong>de</strong> bienes industriales provenientes <strong>de</strong> los países<br />

<strong>de</strong>sarrollados.<br />

Así, en el contexto actual, en que los países <strong>de</strong>l Sur experimentan un comercio creciente<br />

<strong>de</strong> bienes manufactureros, los últimos podrían incrementar sus probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> salir <strong>de</strong><br />

“la trampa <strong>de</strong> la pobreza”, aminorando sus barreras comerciales sobre las exportaciones<br />

<strong>de</strong> productos provenientes <strong>de</strong> <strong>de</strong>más países <strong>de</strong>l Sur.<br />

En resumen, la literatura teórica, previamente reseñada, indica que los efectos <strong>de</strong> la<br />

integración regional <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rán <strong>de</strong> la confrontación entre las fuerzas en pro ó en contra<br />

<strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> convergencia. Apunta, entonces, a una ambigüedad que permite<br />

profundizar la oportunidad <strong>de</strong> una integración horizontal, <strong>de</strong> tipo “Sur-Sur”, en términos<br />

<strong>de</strong> reducción <strong>de</strong>l diferencial entre los niveles <strong>de</strong> ingreso per cápita. A<strong>de</strong>más, tal<br />

ambigüedad coinci<strong>de</strong> con el estudio empírico que no alcanza a <strong>de</strong>stacar una ten<strong>de</strong>ncia<br />

sistemática hacia la convergencia y tampoco a negar una convergencia efectiva <strong>de</strong> países<br />

emergentes.<br />

En el contexto latinoamericano, Elias (2001) indicó un proceso <strong>de</strong> convergencia para las<br />

economías <strong>de</strong> América Latina entre 1960 y 1975, seguido por un esquema <strong>de</strong> divergencia<br />

hasta 1995. Un estudio reciente, realizado por Astorga et al. (2005), confirmó la<br />

presencia <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> convergencia condicional para seis países <strong>de</strong> América Latina,<br />

Argentina, Brasil, México, Chile, Colombia y Venezuela, <strong>de</strong> 1990 a 2000. A<strong>de</strong>más,<br />

señaló que la dinámica <strong>de</strong> este grupo es insuficiente para converger hacia el nivel <strong>de</strong><br />

ingreso per cápita <strong>de</strong>l país lí<strong>de</strong>r, representado por Estados Unidos.<br />

44


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

En particular, Camarero et al. (2006) hallaron una ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> convergencia <strong>de</strong> la<br />

productividad en el contexto <strong>de</strong>l MERCOSUR por lo que resulta <strong>de</strong> una alta integración<br />

entre las economías y vía flujos comerciales acentuados. Precisamente, Darrigues y<br />

Montaud (2001) mostraron que la conformación <strong>de</strong>l MERCOSUR no implicó una<br />

concentración <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s en la economía lí<strong>de</strong>r (Brasil) sino una redistribución <strong>de</strong><br />

éstas en dirección <strong>de</strong> los países en periferia, conduciendo a una convergencia <strong>de</strong>l bienestar<br />

<strong>de</strong>l conjunto. Holmes (2005) <strong>de</strong>stacó evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> convergencia entre los países<br />

miembros <strong>de</strong>l mercado común Centroamericano mientras que Cacéres y Nuñez (1999)<br />

<strong>de</strong>stacaron una divergencia <strong>de</strong> dichos países <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1979.<br />

En lo que concierne el TLCAN, Moncayo (2004) concluyó que, para los miembros <strong>de</strong>l<br />

TLCAN, no se encuentran evi<strong>de</strong>ncias a favor <strong>de</strong> la convergencia entre los países, sino<br />

que, únicamente, Estados Unidos y Canadá exhiben una convergencia <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong><br />

ingreso per cápita, en un período <strong>de</strong> 1950-1998. Asimismo, Chiquiar (2005) resaltó que el<br />

esquema <strong>de</strong> divergencia que presentaba México 32 , <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 1985, no fue revertido por<br />

su adhesión al TLCAN. Por en<strong>de</strong>, Easterly et al (2003), mediante un análisis exhaustivo<br />

<strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> convergencia en el TLCAN, apuntaron que la adhesión <strong>de</strong> México<br />

favoreció su “catch-up” hacia Estados-Unidos y Canadá. Sin embargo, esta convergencia<br />

está calificada <strong>de</strong> “incompleta”, dado que no se materializará, a largo plazo, si las<br />

diferencias, en cuanto a las condiciones iniciales, subsisten. De este modo, se infiere una<br />

ten<strong>de</strong>ncia a la divergencia entre México y los dos miembros, que son Estados-Unidos y<br />

Canadá.<br />

Así, la revisión <strong>de</strong> la literatura empírica, sobre la problemática <strong>de</strong> la integración y <strong>de</strong> la<br />

convergencia, se inclina a confirmar dos puntos esenciales. Primero, los hallazgos no<br />

permiten concluir sobre una ten<strong>de</strong>ncia automática a la convergencia mediante la<br />

integración regional.<br />

32 México, hasta la fecha, ha concretado 43 acuerdos comerciales, lo que lo posiciona como la economía<br />

con mayor apertura comercial <strong>de</strong> toda América Latina, con una participación <strong>de</strong>l 44% <strong>de</strong> las exportaciones<br />

y 49% <strong>de</strong> las importaciones totales <strong>de</strong> América.<br />

45


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

A<strong>de</strong>más, sugiere que, contrariamente a la visión admitida <strong>de</strong> una integración vertical<br />

mutuamente beneficiosa, <strong>de</strong> tipo “Norte-Sur”, la cooperación entre países <strong>de</strong>l Sur<br />

generaría efectos positivos en cuanto a la convergencia <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> ingreso per<br />

cápita.<br />

3. Medición <strong>de</strong> la convergencia y metodología: La beta-convergencia<br />

La tesis <strong>de</strong> la convergencia se <strong>de</strong>riva esencialmente <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo estándar, elaborado por<br />

Solow (1956). Predice que entre más rezagada se encuentre una economía, exhibirá una<br />

tasa <strong>de</strong> crecimiento mayor a la tasa <strong>de</strong> las economías avanzadas, y ten<strong>de</strong>rá, a alcanzar, a<br />

largo plazo, el nivel <strong>de</strong> ingreso per cápita <strong>de</strong> dichas economías avanzadas.<br />

Se extendió, entonces, a finales <strong>de</strong> los años ochenta, un intenso <strong>de</strong>bate 33 , cuestionando la<br />

i<strong>de</strong>a según la cual las naciones pobres tendrán una tasa <strong>de</strong> crecimiento más alta que las<br />

ricas, durante el proceso <strong>de</strong> dinámica transitoria. Des<strong>de</strong> el análisis empírico aportado por<br />

Baumol (1986), se propusieron hallazgos contrastados, tendiendo a confirmar ó rechazar<br />

la hipótesis <strong>de</strong> convergencia, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> los conceptos y metodologías adoptados<br />

(Durlauf, 1995).<br />

Dentro <strong>de</strong> esta perspectiva, Barro (1991) distinguió el enfoque <strong>de</strong> la beta-convergencia<br />

que se basa en una aproximación log-lineal <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> Solow, el<br />

parámetro (β) permitiendo medir la velocidad <strong>de</strong> convergencia hacia el estado<br />

estacionario. De este modo, la hipótesis <strong>de</strong> convergencia se acepta cuando existe una<br />

correlación negativa entre la tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>l ingreso per cápita y el nivel <strong>de</strong><br />

ingreso per cápita inicial (Sala-í-Martín, 1996). Si todas las economías convergen hacia el<br />

mismo nivel <strong>de</strong> ingreso a largo plazo, suce<strong>de</strong> una convergencia dicha absoluta puesto que<br />

en este caso la hipótesis <strong>de</strong> convergencia implica que los países menos <strong>de</strong>sarrollados<br />

crecen más que los países <strong>de</strong>sarrollados. Se presencia un fenómeno <strong>de</strong> “catch-up” ó <strong>de</strong><br />

alcance por parte <strong>de</strong> los países retrasados.<br />

33 Para una amplia revisión <strong>de</strong> la literatura sobre la tesis <strong>de</strong> convergencia, referirse a los artículos <strong>de</strong> Sala-í-<br />

Martín (1996), Temple (1999) y Durlauf & Quah (1999).<br />

46


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Por lo tanto, ciertos estudios empíricos <strong>de</strong>stacaron límites sustanciales al mo<strong>de</strong>lo<br />

estándar, en particular en cuanto a la velocidad, <strong>de</strong>masiada alta, <strong>de</strong> la convergencia<br />

(Romer, 1986; Mankiw et al, 1992; Barro y Sala-i-Martín, 1992). Precisamente, Mankiw<br />

et al. (1992) <strong>de</strong>mostraron que el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Solow tan sólo predice la convergencia <strong>de</strong><br />

una economía a su propio estado estacionario. Así, las economías pue<strong>de</strong>n diferenciarse en<br />

términos <strong>de</strong> parámetros tecnológicos y conductuales, por lo que alcanzarían diferentes<br />

estados estacionarios. Lo anterior permitió <strong>de</strong>finir la beta-convergencia dicha condicional<br />

según la cual cada país converge hacia su propio equilibrio, sólo si se controlan los<br />

factores propios que condicionan el estado estacionario <strong>de</strong> cada economía 34 . En este caso,<br />

los países pobres no necesariamente tendrán una tasa <strong>de</strong> crecimiento mayor a la <strong>de</strong> los<br />

países ricos: La hipótesis <strong>de</strong> “catch-up” no se cumplirá.<br />

Suponemos que la hipótesis <strong>de</strong> convergencia absoluta se admita para un grupo <strong>de</strong> países,<br />

i= 1,2,…, N, la ecuación convencional se expresa entonces por:<br />

yi,<br />

t<br />

ln( ) = α + β ln( yi,<br />

t−<br />

n ) + ν<br />

y<br />

i,<br />

t−<br />

n<br />

i,<br />

t<br />

. (1)<br />

(yi,t) <strong>de</strong>fine el nivel <strong>de</strong>l ingreso per cápita <strong>de</strong> la economía (i) en el periodo (t), (t-n)<br />

indicando el periodo inicial. α, β son constantes y νi,t representa el término <strong>de</strong> error.<br />

La condición β


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

La ecuación estructural <strong>de</strong> la convergencia condicional se escribe, así:<br />

yi,<br />

t<br />

ln( ) = α + β ln( yi,<br />

t−<br />

n ) + γ ln( xi,<br />

t ) + ν<br />

y<br />

i,<br />

t −n<br />

48<br />

i,<br />

t<br />

. (2)<br />

con γ una constante y (xi,t) un vector <strong>de</strong> variables explicativas para la economía (i) en (t).<br />

El grupo <strong>de</strong> países experimenta un proceso <strong>de</strong> convergencia condicional si la condición<br />

β


Sea:<br />

i<br />

yc,<br />

t<br />

i<br />

c,<br />

t−<br />

n<br />

i<br />

z<br />

= ( z + αc<br />

) + β z yz<br />

, t−<br />

n + βc<br />

yc,<br />

t−<br />

n<br />

Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

ln( ) α + vi,<br />

t . (4)<br />

y<br />

De este modo, la ecuación <strong>de</strong> convergencia condicional (2) se rescribe como:<br />

i<br />

yc,<br />

t<br />

i<br />

c,<br />

t−<br />

n<br />

i<br />

z<br />

= ( z + αc<br />

) + β z yz<br />

, t−<br />

n + βc<br />

yc,<br />

t−<br />

n<br />

ln( ) α + γ ln( xi,<br />

t ) + vi,<br />

t . (5)<br />

y<br />

Las ecuaciones (4) y (5) admiten un abanico <strong>de</strong> resultados posibles en términos <strong>de</strong>l signo<br />

<strong>de</strong> (βz) y (βc), como lo indica el cuadro 1. Cabe subrayar que la condición para que se<br />

acepte un proceso beta-convergencia resi<strong>de</strong> en que se cumpla un signo negativo para β.<br />

Cuadro 1. Interpretación según los signos <strong>de</strong> βZ y βC.<br />

βC<br />

βZ βC < 0 βC > 0 βC = 0<br />

βZ < 0<br />

βZ > 0<br />

βZ = 0<br />

Doble fenómeno <strong>de</strong><br />

convergencia, a nivel <strong>de</strong><br />

la zona <strong>de</strong> integración así<br />

como <strong>de</strong>l continente.<br />

Convergencia a nivel <strong>de</strong>l<br />

continente / Divergencia<br />

a nivel <strong>de</strong> la zona.<br />

Convergencia inter-zona<br />

/ Ausencia <strong>de</strong><br />

convergencia intra-zona.<br />

Divergencia a nivel <strong>de</strong>l<br />

continente (efecto interzona)<br />

/ Convergencia a<br />

nivel <strong>de</strong> la zona (efecto<br />

intra-zona).<br />

Doble fenómeno <strong>de</strong><br />

divergencia.<br />

Divergencia inter-zona /<br />

Ausencia <strong>de</strong><br />

convergencia intra-zona.<br />

49<br />

Ausencia <strong>de</strong><br />

convergencia inter-zona /<br />

Convergencia intra-zona.<br />

Ausencia <strong>de</strong><br />

convergencia inter-zona /<br />

Divergencia intra-zona.<br />

Ningún proceso <strong>de</strong><br />

convergencia.


4. Contraste econométrico y Resultados<br />

Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

En los años noventa, la mayoría <strong>de</strong> las regresiones, en cuanto a la convergencia, utilizó<br />

una metodología en corte transversal para una muestra importante <strong>de</strong> países (Barro &<br />

Sala-í-Martín, 1995, Mankiw et al., 1992). Sin embargo, las especificaciones en corte<br />

transversal proporcionan estimadores (MCO) 35 consistentes sólo si se admiten<br />

condiciones restrictivas como una distribución <strong>de</strong> los parámetros, específicos a los países,<br />

in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> las regresoras así como una exogeneidad estricta <strong>de</strong> las últimas (Pesaran<br />

& Smith, 1995). Tales condiciones son necesariamente transgredidas bajo un esquema<br />

dinámico cuando se incluye como regresora la variable rezaga (yi,t-n). En particular, los<br />

efectos específicos, individuales, no pue<strong>de</strong>n ser i<strong>de</strong>ntificados. Varios análisis se<br />

enfocaron, entonces, en una muestra pequeña <strong>de</strong> países, explotando la dimensión<br />

temporal <strong>de</strong> los datos ó metodología <strong>de</strong> series temporales. Así, para reducir la influencia<br />

<strong>de</strong>l corto plazo, la técnica utilizada consiste en calcular el promedio <strong>de</strong> las variables sobre<br />

un intervalo, en general cinco años (Islam, 1995, Caselli et al, 1996; Bond et al, 2001,<br />

entre otros).<br />

Ante los límites presentados por ambas metodologías, surgió la técnica <strong>de</strong> los datos en<br />

panel 36 , que experimentó un <strong>de</strong>sarrollo sustancial a partir <strong>de</strong> los trabajos pioneros <strong>de</strong><br />

Balestra y Nerlove (1966) así como <strong>de</strong> Maddala (1971), entre otros. Abarca la doble<br />

dimensión, individual y temporal, por lo que permite estudiar simultáneamente la<br />

dinámica y la heterogeneidad <strong>de</strong> los comportamientos <strong>de</strong> los individuos (Balestra y<br />

Nerlove, 1995). Ahora, cuando se supone que los comportamientos <strong>de</strong> los individuos<br />

(países) entre ellos y en el tiempo son homogéneos, se utiliza el estimador MCO. Por lo<br />

tanto, cabe resaltar que la conjetura <strong>de</strong> comportamientos heterogéneos parece más<br />

congruente en el caso que nos interesa. Existen varios métodos <strong>de</strong> estimación <strong>de</strong> datos en<br />

panel con efectos individuales (Islam, 1991). Sin embargo, el método <strong>de</strong> estimación<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> cómo se conciben estos efectos individuales, fijos ó aleatorios.<br />

35 Mínimos Cuadrados Ordinarios.<br />

36 Para una revisión completa <strong>de</strong> esta técnica, referirse a Arellano (2003), Hsiao (2003), Sevestre (2002).<br />

50


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Lo último supone que los efectos específicos no son correlacionados con las variables<br />

explicativas incluidas. De esta forma, se privilegia el mo<strong>de</strong>lo con efectos fijos en que los<br />

efectos individuales son <strong>de</strong> tipo <strong>de</strong>terminista. Lo anterior lleva a la implementación <strong>de</strong>l<br />

método <strong>de</strong> estimación <strong>de</strong> los MCO con variables dummy dicho “Least Squares Dummy<br />

Variables” (LSDV) 37 .<br />

Se <strong>de</strong>rivan, así, las formas a estimar, a partir <strong>de</strong> la metodología <strong>de</strong> datos en panel con<br />

efectos fijos, propuesta por Islam (1995), ó sea:<br />

ln( yit<br />

) = b ln( yi,<br />

t−<br />

n ) + η i + μt<br />

+ εit<br />

(4’)<br />

3<br />

j<br />

ln( yit<br />

) = b ln( yi,<br />

t−<br />

n ) + ∑ π j ln( xit<br />

) + ηi<br />

+ μt<br />

+ εit<br />

. (5’)<br />

j=<br />

1<br />

(yi,t) correspon<strong>de</strong> a la tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>l ingreso <strong>de</strong> la economía relativamente al<br />

continente americano. A<strong>de</strong>más, (yi,t-n) se <strong>de</strong>sglosa en (y i z,t-n), la tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> (i)<br />

relativamente a la zona <strong>de</strong> integración 38 , y (y z c,t-n), la tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> la zona<br />

proporcionalmente al continente 39 , para el periodo inicial (t-n). Lo anterior lleva a la<br />

<strong>de</strong>scomposición <strong>de</strong> (b) en (bz), el parámetro <strong>de</strong> convergencia intra-zona, y (bc), el<br />

parámetro <strong>de</strong> convergencia inter-zona. (xi,t) se establece como las variables <strong>de</strong> control,<br />

(ηi) el efecto individual, (μt) la constante general y (εi,t), el término <strong>de</strong> error.<br />

Se precisa que las variables <strong>de</strong> control engloban las variables incluidas en el mo<strong>de</strong>lo<br />

estándar <strong>de</strong>l crecimiento, que son la acumulación en capital físico (sK) 40 , y la suma <strong>de</strong> la<br />

tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> la población (n), <strong>de</strong> la <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong>l capital (d) y <strong>de</strong>l progreso<br />

técnico neutral en el sentido <strong>de</strong> Harrod (g) 41 . A<strong>de</strong>más, se amplia el mo<strong>de</strong>lo tradicional<br />

por la incorporación <strong>de</strong> la acumulación en capital humano (sH), según Mankiw et al.<br />

(1992).<br />

37<br />

O mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Mínimos Cuadrados con variable dicótoma.<br />

38<br />

El ingreso per cápita <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> integración (MERCOSUR y TLCAN) se logra mediante un promedio<br />

<strong>de</strong> los ingresos per cápita <strong>de</strong> los países conformando cada zona.<br />

39<br />

Se calcula como el promedio <strong>de</strong> los ingresos per cápita <strong>de</strong> los países conformando el continente<br />

americano.<br />

40<br />

Aproximada por la inversión en función <strong>de</strong>l PIB <strong>de</strong>l país.<br />

41<br />

Convencionalmente, se supone que (d+g)=0.05.<br />

51


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

La última se acerca preferentemente por variables <strong>de</strong> stock 42 , en línea con las sugerencias<br />

<strong>de</strong> Islam (1995) y Caselli et al. (1996), mientras se señalan las limitaciones <strong>de</strong> las<br />

variables educativas expresadas en flujos (Dessus, 2001).<br />

El coeficiente (b) estimado permitirá <strong>de</strong>terminar la velocidad <strong>de</strong> convergencia, intra e<br />

inter zona, (λ) como:<br />

ln( 1 + b )<br />

λ = −<br />

n<br />

con n el número <strong>de</strong> anos que separa el año inicial <strong>de</strong>l ano final.<br />

De este modo, se pue<strong>de</strong> calcular la vida media 43 <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> convergencia como:<br />

ln( 2 )<br />

d = .<br />

− λ<br />

Así, se recopilaron datos relacionados a las dos muestras <strong>de</strong> interés, el MERCOSUR y el<br />

TLCAN, para 1960-2005. Las series <strong>de</strong>l PIB per cápita 44 , en dólares constantes, y <strong>de</strong> la<br />

población total se obtuvieron <strong>de</strong> la base <strong>de</strong> datos elaborada por Maddison (2003). La<br />

formación bruta <strong>de</strong> capital fijo fue compilada por medio <strong>de</strong> los indicadores publicados<br />

por el Banco Mundial (WDI, 2008). La variable capital humano es extraída <strong>de</strong> la base <strong>de</strong><br />

datos <strong>de</strong> Barro & Lee (2000) así como <strong>de</strong> las estadísticas sobre la educación propuesta<br />

por la UNESCO 45 .<br />

El cuadro 2 expone los resultados <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> beta-convergencia absoluta, (4’). Se<br />

observa, para el MERCOSUR, un doble proceso <strong>de</strong> beta-convergencia absoluta, dado que<br />

los coeficientes estimados bz y bc son significativamente diferentes <strong>de</strong> cero,<br />

respectivamente (-0.287) y (-0.553). Por lo tanto, la velocidad <strong>de</strong> convergencia absoluta<br />

intra-zona es relativamente baja. De este modo, indica que, sin la inclusión <strong>de</strong> variables<br />

<strong>de</strong> control, la vida media <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> convergencia sería <strong>de</strong> 110 años.<br />

42<br />

La variable proxy se refiere respectivamente al porcentaje <strong>de</strong> la población mayor <strong>de</strong> quince años que<br />

cuenta con nivel <strong>de</strong> educación primario completo (sh1), secundario completo (sh2), y terciario completo<br />

(sh3), así como el promedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> escolaridad <strong>de</strong> la misma categoría <strong>de</strong> la población (sh4).<br />

43<br />

Es <strong>de</strong>cir el número <strong>de</strong> años para que una economía reduzca <strong>de</strong> mitad la distancia con su posición <strong>de</strong><br />

equilibrio.<br />

44<br />

Completada por los indicadores <strong>de</strong>l centro Groningen <strong>de</strong> crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo, GGDC (2008):<br />

www.ggdc.net.<br />

45<br />

www.uis.unesco.org.<br />

52


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Para el caso <strong>de</strong>l TLCAN, el parámetro <strong>de</strong> beta-convergencia inter-zona no es significativo<br />

aún si el valor es positivo y cercano a cero, lo que podría involucrar una permanencia <strong>de</strong><br />

la brecha con respecto al estado estacionario <strong>de</strong> las economías.<br />

Sin embargo, en ambos casos, el parámetro <strong>de</strong> convergencia intra-zona faculta una<br />

velocidad <strong>de</strong> convergencia <strong>de</strong> 1.87 con una vida media <strong>de</strong> 37 años, para el MERCOSUR,<br />

y <strong>de</strong> 1.43% con una vida media <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> 48 años, para el TLCAN.<br />

Cuadro 2. Estimación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> beta-convergencia absoluta<br />

Grupo MERCOSUR TLCAN<br />

Núm. <strong>de</strong> obs. 322 138<br />

Constante<br />

-0.163<br />

(-1.68)***<br />

0.001<br />

(0.14)<br />

ln(y i z,t-n)<br />

-0.287<br />

(-3.2)**<br />

0.056<br />

(1.18)<br />

ln(y z c,t-n)<br />

-0.553<br />

(-5.1)*<br />

-0.46<br />

(-4.2)*<br />

(λ) intra-zona 0.63%<br />

(λ) inter-zona 1.87% 1.43%<br />

(d) intra-zona 110 años<br />

(d) inter-zona 37 años 48 años<br />

R 2 aj. 0.167 0.194<br />

Estadístico t (entre paréntesis) y covarianza consistente (según la prueba <strong>de</strong> White <strong>de</strong> heterocedasticidad).<br />

* Significativo a 99%; ** Significativo a 95%; *** Significativo a 90%.<br />

Las estimaciones tien<strong>de</strong>n, entonces, a <strong>de</strong>ducir que el incremento <strong>de</strong> la velocidad <strong>de</strong><br />

convergencia intra-zona supone una política <strong>de</strong> integración regional más eficaz y<br />

reforzada. A<strong>de</strong>más, el po<strong>de</strong>r explicativo <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo, para las dos zonas <strong>de</strong> integración, es<br />

bajo. Lo anterior sugiere la introducción <strong>de</strong> variables <strong>de</strong> control para <strong>de</strong>stacar un efectozona<br />

más afinado, en el marco <strong>de</strong> la convergencia condicional. No obstante, a diferencia<br />

<strong>de</strong> la convergencia absoluta, el tiempo estimado <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> ajuste significa que cada<br />

economía a largo plazo convergerá hacia su nivel <strong>de</strong> equilibrio propio. Así, la estimación<br />

<strong>de</strong> la convergencia condicional permitirá <strong>de</strong>terminar en cuál medida el tipo <strong>de</strong> integración<br />

(vertical ó horizontal) favorece ó no semejante convergencia.<br />

53


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

El cuadro 3 proporciona la estimación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo diferenciado suponiendo la hipótesis<br />

<strong>de</strong> convergencia condicional, para el MERCOSUR. Cabe recordar que se incluyeron<br />

varias proxies <strong>de</strong>l capital humano por lo que involucran cuatro contrastes <strong>de</strong> la ecuación<br />

(5’). Según los signos esperados, los parámetros estimados significativos así como el<br />

po<strong>de</strong>r explicativo <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo, se privilegia, aquí, el contraste (2), es <strong>de</strong>cir con la inclusión<br />

<strong>de</strong> la proxy <strong>de</strong> capital humano, porcentaje <strong>de</strong> la población mayor <strong>de</strong> quince años que<br />

cuenta con nivel completo <strong>de</strong> educación secundaria (sh2).<br />

Cuadro 3. Estimación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> beta-convergencia condicional<br />

MERCOSUR<br />

# (1) (2) (3) (4)<br />

Núm. <strong>de</strong> obs. 322 322 322 322<br />

Constante<br />

-0.001<br />

(-0.01)<br />

-0.09<br />

(-1.58)**<br />

-0.48<br />

(-2.30)***<br />

-0.20<br />

(-1.16)<br />

ln(y i z,t-n)<br />

-0.44<br />

(2.87)*<br />

-0.5<br />

(-2.82)*<br />

-0.41<br />

(-3.10)*<br />

-0.43<br />

(-2.73)*<br />

ln(y z c,t-n)<br />

-0.62<br />

(-1.64)***<br />

-0.64<br />

(-1.92)***<br />

-0.56<br />

(-2.84)*<br />

-0.61<br />

(-2.17)***<br />

ln(sK)<br />

0.04<br />

(1.53)**<br />

0.038<br />

(1.59)**<br />

0.04<br />

(1.71)***<br />

0.039<br />

(1.60)<br />

ln(n+g+d)<br />

-0.07<br />

(-4.83)*<br />

-0.05<br />

(-4.53)*<br />

-0.03<br />

(-4.31)*<br />

0.006<br />

(4.56)*<br />

ln(sH)<br />

-0.022<br />

(-2.20)***<br />

0.14<br />

(1.74)***<br />

0.03<br />

(3.04)***<br />

-0.05<br />

(-1.74)***<br />

(λ) intra-zona 1.50%<br />

(λ) inter-zona 2.25%<br />

(d) intra-zona 46 años<br />

(d) inter-zona 31 años<br />

R 2 aj 0.197 0.65 0.39 0.20<br />

Estadístico t (entre paréntesis) y covarianza consistente (según la prueba <strong>de</strong> White <strong>de</strong> heterocedasticidad).<br />

* Significativo a 99%; ** Significativo a 95%; *** Significativo a 90%.<br />

Se confirma el doble proceso <strong>de</strong> convergencia, intra e inter zona, para el MERCOSUR,<br />

dado que los coeficientes estimados exhiben un signo negativo. A<strong>de</strong>más, implica una<br />

velocidad <strong>de</strong> convergencia <strong>de</strong> 1.5% <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la zona y <strong>de</strong> 2.25% para el continente. De<br />

este modo, se espera que la vida media <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> convergencia sea <strong>de</strong> 46 años para<br />

la zona <strong>de</strong> integración y <strong>de</strong> 31 años para el continente.<br />

54


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Así, parece que la progresión <strong>de</strong> los intercambios así como el grado <strong>de</strong><br />

complementariedad 46 en términos comerciales y productivos jugaron un papel <strong>de</strong>cisivo<br />

sobre la velocidad <strong>de</strong> convergencia en la zona.<br />

A<strong>de</strong>más, surge la cuestión <strong>de</strong>l dinamismo <strong>de</strong>l país lí<strong>de</strong>r, Brasil, que se <strong>de</strong>fine como noexclusivo<br />

es <strong>de</strong>cir que se estableció un policentrismo que permita compensar los fallos <strong>de</strong><br />

li<strong>de</strong>razgo por la actuación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más países participando al acuerdo regional<br />

(Madariaga et al, 2003). Por en<strong>de</strong>, se precisa el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>l capital humano a favor <strong>de</strong>l<br />

proceso <strong>de</strong> convergencia cuando éste se aproxima por el nivel segundario completo por lo<br />

que coinci<strong>de</strong> con las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la estructura productiva, presentes en la región.<br />

Asimismo, se implementó la estimación <strong>de</strong> la ecuación (5’) para el TLCAN, cuyos resultados<br />

se sintetizaron en el cuadro 4. De este contraste econométrico, se <strong>de</strong>staca el mo<strong>de</strong>lo (3) es<br />

<strong>de</strong>cir con la inclusión <strong>de</strong> la proxy <strong>de</strong> capital humano, porcentaje <strong>de</strong> la población mayor <strong>de</strong><br />

quince años que cuenta con nivel completo <strong>de</strong> educación terciaria (sh3).<br />

Se observa, como en el caso <strong>de</strong>l MERCOSUR, un fenómeno <strong>de</strong> doble convergencia. Éste<br />

implica una velocidad <strong>de</strong> convergencia <strong>de</strong> 0.77% <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la zona y <strong>de</strong> 1.18% a nivel <strong>de</strong>l<br />

continente. Lo anterior permite estimar la vida media <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> convergencia, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

la zona, <strong>de</strong> 90 años y <strong>de</strong> 59 años, para el continente.<br />

Por lo tanto, se nota que el po<strong>de</strong>r explicativo <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo (40%) es menor que en el caso <strong>de</strong> la<br />

estimación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo diferenciado para MERCOSUR. A<strong>de</strong>más, la influencia <strong>de</strong>l capital<br />

humano aparece, igualmente, más en<strong>de</strong>ble.<br />

Aún si se presencia un proceso <strong>de</strong> convergencia condicional, en cambio a los resultados en<br />

términos <strong>de</strong> convergencia absoluta, se <strong>de</strong>be matizar la apreciación <strong>de</strong> semejantes hallazgos.<br />

Así, se subraya que el proceso <strong>de</strong> convergencia, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> pertenencia, es muy<br />

lento. Tien<strong>de</strong> a admitir que el acuerdo regional, establecido por el TLCAN, tiene un impacto<br />

limitado en cuanto al “Catch-up” <strong>de</strong> la economía menos <strong>de</strong>sarrollada (México) hacia el nivel<br />

<strong>de</strong> ingreso per cápita <strong>de</strong>l país lí<strong>de</strong>r (Estados-Unidos).<br />

46<br />

Se señala que el índice <strong>de</strong> complementariedad se estimó a 0.54 por lo que es relativamente alto (Hugon,<br />

2001).<br />

55


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Cuadro 4. Estimación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> beta-convergencia condicional<br />

TLCAN<br />

Muestra (1) (2) (3) (4)<br />

Núm. <strong>de</strong> obs. 138 138 138 138<br />

Constante<br />

-0.35<br />

(-2.32)***<br />

-0.45<br />

(-2.81)*<br />

-0.33<br />

(-1.90)***<br />

-0.43<br />

(-2.46)**<br />

ln(y i z,t-n)<br />

-0.28<br />

(-1.48)<br />

-0.24<br />

(-1.69)***<br />

-0.3<br />

(-1.43)***<br />

-0.26<br />

(-1.50)<br />

ln(y z c,t-n)<br />

-0.76<br />

(-2.22)<br />

-0.29<br />

(3.79)**<br />

-0.78<br />

(-1.59)**<br />

-0.34<br />

(-0.98)<br />

ln(sK)<br />

0.11<br />

(3.44)*<br />

0.11<br />

(3.47)*<br />

0.11<br />

(3.22)*<br />

0.11<br />

(3.29)*<br />

ln(n+g+d)<br />

-0.012<br />

(-4.0)*<br />

-0.04<br />

(-0.94)<br />

-0.08<br />

(-4.39)*<br />

-0.04<br />

(-4.12)*<br />

ln(sH)<br />

-0.01<br />

(-2.73)*<br />

-0.01<br />

(-1.46)<br />

0.02<br />

(0.41)***<br />

-0.01<br />

(-0.87)<br />

(λ) intra-zona 0.77%<br />

(λ) inter-zona 1.18%<br />

(d) intra-zona 90 años<br />

(d) inter-zona 59 años<br />

R 2 aj 0.34 0.28 0.40 0.32<br />

Estadístico t (entre paréntesis) y covarianza consistente (según la prueba <strong>de</strong> White <strong>de</strong> heterocedasticidad).<br />

* Significativo a 99%; ** Significativo a 95%; *** Significativo a 90%.<br />

Consecutivamente, la capacidad <strong>de</strong>l país lí<strong>de</strong>r a generar efectos <strong>de</strong> arrastre parece aminorada,<br />

a pesar <strong>de</strong> sus resultados y potenciales económicos importantes <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l espacio<br />

consi<strong>de</strong>rado. Así, un ritmo rápido <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> los intercambios comerciales no implica<br />

necesariamente una velocidad intra-zona alta. Por en<strong>de</strong>, lo anterior sugiere que la<br />

heterogeneidad entre los niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los países, mucho más significativa que en el<br />

caso <strong>de</strong>l MERCOSUR, reduce el impacto <strong>de</strong> las fuerzas en favor <strong>de</strong> la convergencia y tien<strong>de</strong> a<br />

reforzar las fuerzas impulsando la divergencia.<br />

56


5. Conclusión<br />

Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Este artículo se proponía examinar el impacto <strong>de</strong> los acuerdos regionales sobre la<br />

convergencia ó divergencia <strong>de</strong> las economías, conformando una zona <strong>de</strong> integración<br />

económica, para un período <strong>de</strong> 1960-2005.<br />

Profundizando el análisis, se buscó diferenciar los efectos positivos <strong>de</strong> la integración<br />

regional en términos <strong>de</strong> cohesiones <strong>de</strong> tipo vertical, entre economías exhibiendo un nivel<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo disímil (TLCAN), y <strong>de</strong> cohesiones <strong>de</strong> tipo horizontal, entre economías con<br />

nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo similar (MERCOSUR).<br />

Se contrastó, así, la hipótesis <strong>de</strong> la beta-convergencia, absoluta y condicional, con base en la<br />

ampliación a efectos intra e inter zonas, propuesta por Capron (2000), esto utilizando la<br />

técnica <strong>de</strong> los datos en panel con efectos fijos.<br />

Los resultados obtenidos, para la convergencia absoluta, establecieron la existencia <strong>de</strong> un<br />

proceso <strong>de</strong> doble convergencia, intra e inter zona, para el MERCOSUR. Para el TLCAN,<br />

no se pudo concluir sobre el proceso <strong>de</strong> convergencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> pertenencia, el<br />

parámetro estimado no siendo significativo. A<strong>de</strong>más, dado el bajo po<strong>de</strong>r explicativo <strong>de</strong>l<br />

mo<strong>de</strong>lo así como la estimación en años <strong>de</strong> la vida media <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> convergencia,<br />

resultó relevante incluir variables <strong>de</strong> control, en particular el capital humano, en línea con<br />

la hipótesis <strong>de</strong> la convergencia condicional.<br />

La inclusión <strong>de</strong> la variable <strong>de</strong>l capital humano obtiene resultados estadísticamente<br />

significativos para ambos bloques, traduciendo el efecto positivo <strong>de</strong> la educación sobre el<br />

proceso <strong>de</strong> convergencia, aún si es más en<strong>de</strong>ble para el TLCAN.<br />

Consecutivamente, se encuentra evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> un doble proceso<br />

convergencia condicional para el bloque <strong>de</strong>l MERCOSUR. Implica que los países<br />

cohesionados tien<strong>de</strong>n a experimentar un proceso <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> la brecha con su propio<br />

estado estacionario, o“catch-up”, asociado a una velocidad <strong>de</strong> convergencia<br />

relativamente alta, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> pertenencia.<br />

57


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

Asimismo, para los países que estructuran el TLCAN, se pue<strong>de</strong> inferir un doble un<br />

proceso <strong>de</strong> convergencia condicional. Por lo tanto, dada la velocidad <strong>de</strong> convergencia<br />

estimada, una integración regional, entre países caracterizados por un <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>sigual,<br />

como en el caso <strong>de</strong>l TLCAN, exhibe efectos positivos sobre el proceso <strong>de</strong> convergencia<br />

pero limitados por las diferencias estructurales sustanciales <strong>de</strong> dichos países. Lo último<br />

tien<strong>de</strong> a sugerir que el acuerdo regional <strong>de</strong>l MERCOSUR es más dinámico en<br />

comparación con el TLCAN.<br />

En resumen, asiente concluir, a nivel <strong>de</strong>l continente americano, que una integración entre<br />

países Norte-Sur, con discrepancias altas en el nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, tiene efectos positivos,<br />

sobre la convergencia condicional <strong>de</strong> los ingresos per cápita, relativamente aminorados<br />

en comparación con la amplitud <strong>de</strong>l impacto benéfico proveniente <strong>de</strong> una integración<br />

entre países Sur-Sur. Así, un país miembro <strong>de</strong>l TLCAN pue<strong>de</strong> esperar llegar a la mitad <strong>de</strong><br />

su propio proceso <strong>de</strong> convergencia, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l espacio integrado, en 90 años mientras<br />

que, para un país miembro <strong>de</strong>l MERCOSUR, sería <strong>de</strong> 46 años.<br />

Referencias<br />

AGHION P. & HOWITT P. (1998). Endogenous Growth Theory. Boston: MIT Press, 1998.<br />

ARELLANO M. (2003). Panel Data Econometrics. New York, Oxford: Oxford University press, 2003.<br />

ASTORGA P., BERGÉS A. & FITZGERALD V. (2005). “Endogenous Growth and Exogenous Shocks<br />

in Latin America During The Twentieth Century”. Discussion Paper in Economic and Social History,<br />

University of Oxford,. pp: 2-40.<br />

BALDWIN R. & VENABLES A. (1995). “Regional economic integration”, en Grossman G., Rogoff K.<br />

(Eds), Handbook of International Economics, vol. III, pp: 1597-1644.<br />

BALESTRA P & NERLOVE M. (1966), “Pooling Cross-Section and Time Series Data in the Estimation<br />

of a Dynamic Mo<strong>de</strong>l: the Demand for Natural Gas.”, Econometrica, vol.34, pp.585-612.<br />

BARRO R. (1991). “Economic Growth in a Cross Section of Countries”, Quarterly Journal of Economics,<br />

Vol. 151 (2), pp: 407-443.<br />

BARRO R. (1997). “Determinants of Economic Growth: A Cross Country empirical study”, MIT press,<br />

Cambridge Mass..<br />

BARRO R. & LEE J. W. (2000). “International Data on Educational Attainment: Updates and<br />

Implications”. Harvard University. .<br />

58


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

BARRO R. & SALA-I-MARTIN X. (1992). “Convergence”, Journal of Political Economy, vol. 100(2),<br />

pp: 223-251.<br />

BARRO R. & SALA-I-MARTIN X. (1995). Economic Growth. New York: McGraw-Hill. 1995.<br />

BARRO R. & SALA-I-MARTIN X. (1997). “Technological diffusion, Convergence and Growth”,<br />

Journal of Economic Growth, vol. 2, pp: 1-26.<br />

BAUMANN R., BUSTILLO I., HEIRMAN J., MACARIO C., MÁTTAR J. & PÉREZ E. (2002).<br />

“Los procesos <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> América Latina y el Caribe 2000-2001: Avances, retrocesos y<br />

temas pendientes”. CEPAL, Comercio Internacional e Integración, No. 25. Septiembre, pp:1-84.<br />

BAUMOL W. J. (1986). “Productivity Growth, Convergence and Welfare: What the Long-Run Data<br />

Show”, American Economic Review, vol. 76 (5), pp: 1072-1085.<br />

BOND S., HOEFFLER A., TEMPLE J. (2001). “GMM Estimation of Empirical Growth Mo<strong>de</strong>ls”, CEPR<br />

Discussion Paper: 3048.<br />

BOUZAS R. & FANELLI J. M. (2001). “MERCOSUR: Integración y Crecimiento”. Argentina:<br />

Fundación OSDE, 2001.<br />

CÁCERES R. & NÚÑEZ O. (1999). “Crecimiento económico y Divergencia en América Latina”, El<br />

Trimestre Económico, vol. 66 (4) No 264, México D.F.<br />

CAMARERO M., FLORES R. & TAMARIT C. (2006). “Monetary Union and productivity differences<br />

in Mersocur countries”, Journal of Policy Mo<strong>de</strong>lling, vol. 28, pp: 53-66.<br />

CAPRON H. (2000). “Disparités <strong>de</strong> croissance entre régions européennes: résorption ou amplification”, en<br />

Beine M. & Docquier F (Ed). Croissance et convergence économique <strong>de</strong>s régions. De Boeck Université,<br />

Bruxelles. 2000, pp: 205-234.<br />

CASELLI, F., ESQUIVEL G., & LEFORT F. (1996). “Reopening the convergence <strong>de</strong>bate: A new look<br />

at cross-country growth empirics”, Journal of Economic Growth, vol. 42 (1), pp. 43-57.<br />

CHIQUIAR D. (2005). “Why Mexico’s regional Income Convergence broke down”., Journal of<br />

Development Economics, vol.77(1), pp:257-275.<br />

DARRIGUES F. & MONTAUD J.M. (2001). “Intégration économique et Agglomération <strong>de</strong>s activités<br />

industrielles dans le MERCOSUR. ”, Région et Développement, vol.13, pp: 1-35<br />

DE LA FUENTE. A. (1997). “The Empirics of Growth and Convergence”. Journal of Economic<br />

Dynamics and Control, vol. 21, pp: 23-77<br />

DE LOMBAERDE P. (2005). “El nuevo regionalismo en América Latina”, UNU-CRIS Ocasional<br />

Papers., O-2005/3. Marzo, pp: 24.<br />

DESSUS S (2001). “Human Capital and Growth: The Recovered Role of Educational Systems.”, World<br />

Bank, Working Paper Series, n 0 22, pp: 1-34.<br />

DIXIT A. & STIGLITZ J. (1977). “Monopolistic Competition and Optimum Product Diversity.”,<br />

American Economic Review, 67(3), pp: 297-308.<br />

DURLAUF S. & QUAH D. (1999). “The new empirics of economic growth”, en Handbook of<br />

Macroeconomics. Elsevier, Vol.1, <strong>Capítulo</strong> 4, pp: 235-308.<br />

59


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

DURLAUF S. (1995). “On the convergence and divergence of growth rates”, The Economic Journal,<br />

106(437), pp: 1016-1018.<br />

EASTERLY W., FIESS N., LEDERMAN D. (2003). “Nafta and Convergence in North America: High<br />

Expectations, Big Events, Little Time.”, Economia, vol. 4(1), pp: 1-54.<br />

ELIAS V.J. (2001), “Convergencia económica en América Latina: 1960-1995”, en: Mancha N., Tomás et<br />

al., Convergencia económica e integración, la experiencia en Europa y América Latina, Madrid: Ediciones<br />

Pirámi<strong>de</strong> 2001.<br />

FUJITA M, KRUGMAN P., VENABLES A.J. (1999). The Spatial Economy; Cities, Regions and<br />

International Tra<strong>de</strong>. Cambridge, MA, MIT Press 1999.<br />

FUJITA M. & THISSE F. J. (1996). “Economics of agglomeration”. Journal of the Japanese and<br />

International Economics, vol. 10, pp: 339-378.<br />

GALOR O. (1996). “Convergence? Inferences from theoretical mo<strong>de</strong>ls”. Economic Journal, vol. 106, pp:<br />

1056-1069.<br />

GAULIER G., HURLIN C & JEAN-PIERRE P. (1999). “Testing Convergence: A Panel Data<br />

Approach”. Annales d’Economie et <strong>de</strong> Statistiques, vol. 55-56, pp: 411-428.<br />

GROSSMAN G.M. & HELPMAN E. (1991). Innovation and growth in the Global Economy.<br />

Cambridge : MIT Press, 1991.<br />

HECKSHER E. (1919). “L’effet du commerce international sur la répartition <strong>de</strong>s revenus” en Lassudrie-<br />

Duchêne (1972). Echange international et Croissance. Paris, Economica, pp: 55-77.<br />

HELPMAN E. & KRUGMAN P. (1985). Market Structure and Foreign Tra<strong>de</strong>: Increasing Returns,<br />

Imperfect Competition and the International Economy. Cambridge, Mass.: MIT Press, 1985.<br />

HEYMANN D. & RAMOS A. (2005). “MERCOSUR in transition: Macroeconomic Perspectives”.<br />

ECLAC United Nations. Economic Commission for Latin America and the Caribbean. CEPAL, vol. 55, pp:<br />

1-40.<br />

HIRSCHMAN A.O. (1958). The Strategy of Economic Development, Yale University Press 1958.<br />

HOLMES M. J. (2005). “New evi<strong>de</strong>nce on Long-run output convergence among Latin American<br />

countries”, Journal of Applied Economics, 8(2), pp: 299-319<br />

HSIAO C. (2003). Analysis of Panel Data. Cambridge University Press, Cambridge 2003.<br />

HUGON P. (2001). Analyse Comparative <strong>de</strong>s processus <strong>de</strong> d’intégration économique régionale. Ministère <strong>de</strong>s<br />

affaires étrangères. Rapport final 2001.<br />

ISLAM N. (1991). “Estimation of Dynamic Mo<strong>de</strong>ls from Data Panel: A Review”, Department of<br />

Economics, Harvard University.<br />

ISLAM N. (1995). “Growth empirics: A Panel Data Approach”. Quarterly Journal of Economics. Vol.<br />

110. pp:1127-1170.<br />

KRUGMAN P. (1979). “Increasing Returns, Monopolistic Competition and International Tra<strong>de</strong>”. Journal<br />

of International Economics, vol. 9, pp : 469-479.<br />

60


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

KRUGMAN P. (1991a). Geography and Tra<strong>de</strong>. MIT Press, Cambridge (Mass.), 1991.<br />

KRUGMAN P. (1991b). “Increasing Returns and Economic Geography”, Journal of Political Economy,<br />

99, pp: 484-499.<br />

KRUGMAN P. & VENABLES A. (1993). “Integration, specialization and adjustment”. European<br />

Economic Review, pp: 40. 1993<br />

LUCAS R. E. (1988). “On the Mechanics of Development Planning”. Journal of Monetary Economics,<br />

vol. 22, pp: 3-42.<br />

MACHLUP F. (1976). “Discussion of the Four Papers”. Moss (ed.), pp: 111-15.<br />

MADARIAGA N., MONTOUT S., OLLIVAUD P. (2003). “Regional Convergence, Tra<strong>de</strong> Liberalization<br />

and Agglomeration of activities : an analysis of Nafta and Mercosur Cases.”, Maison <strong>de</strong>s Sciences<br />

Economiques, Université Paris, pp:1-27.<br />

MADDALA G.S. (1971). “The Use of Variance Components in Pooling Cross Section and Time Series<br />

Data.” Econometrica, vol.39, pp: 341-358.<br />

MADDISON A. (2003). The world Economy: Historical Statistics. Development Center studies, OECD<br />

2003.<br />

MANKIW N. G., ROMER D. & WEIL D. (1992). “A Contribution to the Empirics of Economic<br />

Growth”. The Quarterly Journal of Economics, vol. 107. pp: 407-437.<br />

MONCAYO E. (2004). “El <strong>de</strong>bate sobre la convergencia económica internacional e interregional:<br />

Enfoques teóricos y evi<strong>de</strong>ncia empírica.”, Revista EURE, vol. 39, pp: 7-26<br />

MYRDAL G. (1957). Economic Theory and Un<strong>de</strong>r<strong>de</strong>veloped Regions. Duckworth Press London 1957.<br />

NERLOVE M. & BALESTRA P. (1995). “Formulation and Estimation of Econometric Mo<strong>de</strong>ls for Panel<br />

Data.” In MATYAS L. Y SEVESTRE P. (eds) The Econometrics of Panel Data, Kluwer Aca<strong>de</strong>mic<br />

Publishers (1995).<br />

OHLIN B. (1933). Interregional and International Tra<strong>de</strong>. Cambridge, Mass, Harvard University Press,<br />

1933.<br />

PESARAN M. & SMITH R (1995). “Estimating Long-Run Relationships from Dynamic Heterogeneous<br />

Panels”, Journal of Econometrics, vol. LXVIII, pp: 79-113.<br />

PUGA D. & VENABLES A.J. (1998). “Trading arrangements and industrial <strong>de</strong>velopment”, World Bank<br />

Economic Review, vol. 12 (2), pp: 221-249.<br />

RIEBER A. & TRAN T.A (2004). “Intégration régionale Sud-Sud et Répartition Intra-Zone <strong>de</strong>s<br />

activités.”, Revue Economique, vol. 55(1), pp: 41-64.<br />

RIVERA-BATIZ L. & ROMER P.(1991). “Economic integration and endogenous growth”. Quarterly<br />

Journal of Economics, vol. 106. pp: 531-555.<br />

ROBSON P.(1987). The Economics of International Integration. Unwin Hyman Ltd. 1987.<br />

61


Integración regional, Capital Humano y Convergencia Económica:<br />

Las experiencias <strong>de</strong>l Mercosur y <strong>de</strong>l Tlcan<br />

ROMER P. (1986). “Increasing Returns and Long Growth”, Journal of Political Economy, vol. 94. pp:<br />

1002-1037.<br />

ROMER P. (1990). “Endogenous Technological Change”, Journal of Political Economy, vol. 98. pp: 71-<br />

102.<br />

SALA-Í-MARTÍN X. (1996). “The Classical Approach to Convergence Analysis”, Economic Journal,<br />

106(437), pp: 1019-1036.<br />

SAMUELSON P A. (1947). Economics. New York: McGraw-Hill, 1948.<br />

SEVESTRE P. (2002). Econométrie <strong>de</strong>s données <strong>de</strong> Panel. Dunod, Paris 2002.<br />

SOLOW R. M. (1956). “A Contribution to the Theory of Economic Growth”, Quarterly Journal of<br />

Economics, vol. 70. pp: 65-94. Reprinted: Cambridge: MIT Press, pp: 58-87.<br />

STOLPER WF. & SAMUELSON P. (1941). “Protection and Real Wages”, Review of Economic Studies,<br />

vol. 9.<br />

TEMPLE J. (1999). “The New Growth Evi<strong>de</strong>nce”, Journal of Economic Literature, 37(1), pp: 112-156.<br />

TINBERGEN J. (1965). International Economic Integration. Amsterdam: Elsevier Publishing Company,<br />

1965<br />

VENABLES A.J (2000). “Les accords d’intégration Régionale: Facteurs <strong>de</strong> Convergence ou <strong>de</strong><br />

Divergence?”, Revue d’Economie du Développement, 1-2, pp : 227-246.<br />

VINER J. (1950). The Customs Union Issue. New York: Carnegie Endowment for International Peace,<br />

1950<br />

WORLD BANK. World Development Indicators. World Bank, Washington DC. 2008.<br />

62


Resumen<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

63<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Enoch Montaño Raygoza<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

emontano@uacj.mx<br />

El presente trabajo muestra la relación <strong>de</strong> intercambio asociada con la<br />

balanza comercial entre Estados-Unidos y México. Lo anterior <strong>de</strong>staca<br />

la dinámica particular <strong>de</strong>l sector manufacturero <strong>de</strong>bido a que este sector<br />

es uno <strong>de</strong> los principales <strong>de</strong>tonantes en generación <strong>de</strong> empleos y<br />

contribuye sustancialmente a la formación <strong>de</strong>l Producto Interno Bruto.<br />

Se preten<strong>de</strong> contrastar la condición Marshall-Lerner y el efecto <strong>de</strong> la<br />

curva “J”, para evaluar los efectos que tiene el tipo <strong>de</strong> cambio real sobre<br />

los movimientos <strong>de</strong> la balanza comercial, por lo que esta condición<br />

pue<strong>de</strong> resultar no trivial. Se utiliza la técnica <strong>de</strong> los Mínimos Cuadrados<br />

en tres etapas, a través <strong>de</strong> variables instrumentales así como sistema <strong>de</strong><br />

vectores autoregresivos con corrección <strong>de</strong> errores, con datos mensuales<br />

<strong>de</strong> 1990 hasta 2005. Finalmente, se analiza cómo una política monetaria<br />

restrictiva pue<strong>de</strong> tener efectos positivos en el saldo <strong>de</strong> la balanza<br />

comercial.<br />

Palabras Clave: Tipo <strong>de</strong> cambio, Condición Marshall-Lerner,<br />

Balanza comercial, Sector Manufacturero. .<br />

Clasificación JEL: F14, F41


1. Introducción<br />

64<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Durante las últimas dos décadas, México ha seguido una agresiva política <strong>de</strong> apertura y<br />

vinculación comercial con diversos países, siendo el más importante <strong>de</strong> estos proyectos el<br />

Tratado <strong>de</strong> Libre Comercio <strong>de</strong> América <strong>de</strong>l Norte (TLCAN), aunque también se han<br />

suscrito acuerdos comerciales con la Unión Europea, Japón y Chile, entre otros. Así, esta<br />

investigación se enfocará a esta relación comercial, particularmente en el sector<br />

manufacturero que es el más importante por sus efectos en el Producto Interno Bruto<br />

(PIB) y el empleo en el país.<br />

El trabajo hará especial énfasis en la importancia que ha tenido el tipo <strong>de</strong> cambio sobre la<br />

balanza comercial. Por tanto, se contrastará una hipótesis <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l comercio<br />

internacional llamada la Condición Marshall – Lerner (M-L), la cual establece que una<br />

<strong>de</strong>valuación o <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio real mejora la posición <strong>de</strong> la balanza<br />

comercial. A<strong>de</strong>más, se analizará el impacto que tiene una <strong>de</strong>preciación en el tipo <strong>de</strong><br />

cambio sobre el saldo <strong>de</strong> la balanza comercial, i<strong>de</strong>ntificando con ello la presencia <strong>de</strong> la<br />

Curva “J”.<br />

Esta condición establece que ante una perturbación como la mencionada anteriormente,<br />

inicialmente se da un <strong>de</strong>terioro en la balanza comercial para posteriormente presentarse<br />

una mejoría en la misma. Sin embargo, una <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio no significa<br />

en sí misma mayores ingresos por exportaciones ni menores <strong>de</strong>sembolsos por<br />

importaciones. El resultado <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> las elasticida<strong>de</strong>s relativas <strong>de</strong> estas <strong>de</strong>mandas que<br />

es precisamente lo que establece la condición M-L, a saber, que la suma (en valor<br />

absoluto) <strong>de</strong> las elasticida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las exportaciones e importaciones sean mayores a la<br />

unidad.<br />

Consecutivamente, se presentará, en una segunda sección, un análisis <strong>de</strong>scriptivo <strong>de</strong>l<br />

historial <strong>de</strong> la balanza comercial así como <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio, para México. En una<br />

tercera sección, se expondrán los fundamentos teóricos y los antece<strong>de</strong>ntes que precisan la<br />

mo<strong>de</strong>lación así como la evaluación <strong>de</strong> la condición M-L. La cuarta sección se <strong>de</strong>dica a<br />

<strong>de</strong>finir la metodología <strong>de</strong>l contraste así como comentar los resultados para concluir.


65<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Se señalarán, en una tercera sección, la metodología empleada y los resultados obtenidos<br />

en vista <strong>de</strong> la conclusión.<br />

2. Repaso histórico <strong>de</strong> la balanza comercial y tipo <strong>de</strong> cambio en México<br />

La balanza comercial 47 <strong>de</strong> México <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1990 ha presentado gran<strong>de</strong>s trasformaciones en<br />

su evolución. En primera instancia, se pue<strong>de</strong> observar el incremento en el grado <strong>de</strong> la<br />

apertura comercial ―medido éste como la participación porcentual <strong>de</strong> las exportaciones<br />

más las importaciones con respecto al PIB manufacturero― el cual ha pasado <strong>de</strong> poco<br />

más <strong>de</strong> 4 por ciento en 1990 a niveles <strong>de</strong>l 90 por ciento en 2005 (Gráfica 1).<br />

Gráfica 1. Tasa <strong>de</strong> apertura <strong>de</strong> México (1990-2005).<br />

Fuente: Elaboración propia con datos <strong>de</strong>l Banco <strong>de</strong> México.<br />

Por varias razones, este estudio sólo consi<strong>de</strong>ra las exportaciones e importaciones <strong>de</strong>l<br />

sector manufacturero. La primera, puesto que este sector es el más integrado al comercio<br />

exterior.<br />

47 La Balanza Comercial, junto con las Transferencias Netas, conforman la Cuenta Corriente. Ésta última<br />

junto con la Cuenta <strong>de</strong> Capital constituyen la Balanza <strong>de</strong> Pagos, que es el registro <strong>de</strong> las transacciones <strong>de</strong><br />

los resi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> un país con el resto <strong>de</strong>l mundo, (Dornbusch, 1994).


66<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

La segunda se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> la primera y, es que tal situación lo liga más al ciclo económico<br />

mundial y por ello lo hace más sensible a los movimientos <strong>de</strong> variables como el tipo <strong>de</strong><br />

cambio. Finalmente, por ser el más importante sector en la estructura económica nacional<br />

por su participación en el PIB y el empleo.<br />

A continuación se muestra el comportamiento <strong>de</strong> las exportaciones y las importaciones<br />

manufactureras <strong>de</strong> México con Estados Unidos durante el periodo <strong>de</strong> 1990 -2005 (Gráfica<br />

2). Los datos están expresados en términos reales, y se observa claramente el diferente<br />

dinamismo antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la entrada en vigor <strong>de</strong>l TLCAN.<br />

Gráfica 2. Dinámica <strong>de</strong> las exportaciones e importaciones manufactureras (1990-2005)<br />

Fuente: Elaboración propia con datos <strong>de</strong>l Banco <strong>de</strong> México.


67<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

A<strong>de</strong>más, en el trabajo se tratará <strong>de</strong> observar el fenómeno <strong>de</strong> la Curva “J”. La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>trás<br />

<strong>de</strong> esta hipótesis es que, partiendo <strong>de</strong> una situación <strong>de</strong> déficit comercial (periodo cero),<br />

cuando el tipo <strong>de</strong> cambio real sufre una <strong>de</strong>preciación, el déficit se incrementa ya que<br />

aumenta el costo <strong>de</strong> las importaciones, las cuales tienen cierta rigi<strong>de</strong>z en el corto plazo;<br />

pero las exportaciones no respon<strong>de</strong>n <strong>de</strong> manera inmediata.<br />

Es sólo conforme pasa el tiempo que se dan gradualmente los ajustes que finalmente<br />

permiten una mejor posición en la balanza comercial (Gráfica 3).<br />

Gráfica 3. Representación <strong>de</strong> la curva “J”<br />

Durante los últimos treinta años, México ha pasado por diversos esquemas cambiarios<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el fijo, bandas <strong>de</strong> flotación (flotación “sucia”) y la libre flotación. Así, en el<br />

periodo <strong>de</strong> 1954 a 1976 se tenía un tipo <strong>de</strong> cambio fijo ($ 12.50 por dólar), con la<br />

característica <strong>de</strong> que el peso mexicano se llegó a consi<strong>de</strong>rar una <strong>de</strong> las monedas fuertes en<br />

el mundo (Aguirre, 2000).<br />

Sin embargo, en los años setenta la aplicación <strong>de</strong> políticas fiscales <strong>de</strong>ficitarias traducidas<br />

en gastos públicos excesivos, los efectos <strong>de</strong> la caída <strong>de</strong>l precio internacional <strong>de</strong>l petróleo<br />

a finales <strong>de</strong> la década y principios <strong>de</strong> los ochenta, y la limitación al acceso <strong>de</strong> líneas <strong>de</strong><br />

crédito internacionales, representaron situaciones que <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>naron fuertes presiones<br />

especulativas y el colapso <strong>de</strong>l peso mexicano en varios episodios. En diciembre <strong>de</strong> 1994 y<br />

principios <strong>de</strong> 1995 se presenta una nueva <strong>de</strong>valuación <strong>de</strong> $3.30 a $5.51 por dólar.


68<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Cabe mencionar que a la moneda nacional se le redujeron tres ceros para tener una nueva<br />

<strong>de</strong>nominación expresada como nuevos pesos, aunque finalmente terminó llamándose sólo<br />

pesos. Lo anterior motivó una fuerte crisis económica en el país y propició el “efecto<br />

tequila” en los mercados emergentes internacionales<br />

El concepto <strong>de</strong> sobrevaluación o subvaluación <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio surge <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la<br />

paridad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r adquisitivo (Purchasing Power Parity) o ley <strong>de</strong> un solo precio. Esta<br />

establece que un bien comerciable entre dos países tiene un precio similar expresado en<br />

diferentes monedas, siendo el tipo <strong>de</strong> cambio la variable que se ajusta para lograr la<br />

igualdad en los precios. Para conservar esta paridad es necesario que el tipo <strong>de</strong> cambio<br />

nominal se ajuste a la diferencia entre la inflación doméstica y la extranjera. De no<br />

hacerlo, la moneda tien<strong>de</strong> a sobrevaluarse, y viceversa. Si el tipo <strong>de</strong> cambio está<br />

sobrevaluado, las exportaciones serán menos competitivas (relativamente caras para los<br />

extranjeros) y las importaciones resultarán relativamente baratas, lo cual tien<strong>de</strong> a<br />

repercutir en un déficit comercial.<br />

3. Fundamentos teóricos y Reseña empírica<br />

Dentro <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong> la política económica <strong>de</strong>l Estado, se encuentra el <strong>de</strong> atenuar las<br />

fluctuaciones <strong>de</strong>l ciclo económico. Es por ello <strong>de</strong>l origen <strong>de</strong> las políticas estabilizadoras o<br />

<strong>de</strong> coyuntura, las cuales buscan aten<strong>de</strong>r los equilibrios internos y externos, los últimos, en<br />

referencia a la balanza <strong>de</strong> pagos.<br />

Se presenta un equilibrio externo cuando se trata <strong>de</strong> una economía cerrada en don<strong>de</strong> se<br />

exporta realmente poco y se importa aún menos. Para que exista un <strong>de</strong>sequilibrio en la<br />

balanza <strong>de</strong> pagos es necesario que las <strong>de</strong>mandas y ofertas <strong>de</strong> bienes comerciables se<br />

cubran con entradas o salidas <strong>de</strong> divisas, con el consecuente ajuste vía una apreciación,<br />

<strong>de</strong>preciación <strong>de</strong> la moneda nacional o variaciones en las reservas internacionales <strong>de</strong>l<br />

Banco Central; Esto según el grado <strong>de</strong> flexibilidad o rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong>l régimen cambiario<br />

vigente (fijo o flexible).<br />

El enfoque clásico <strong>de</strong>l mecanismo re-equilibrador (flujo-especie) en la balanza <strong>de</strong> pagos<br />

inició con los análisis <strong>de</strong> Hume (1750) y Marshall (1879).


69<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Se consi<strong>de</strong>raba el flujo <strong>de</strong> bienes en el comercio internacional como el resultado <strong>de</strong><br />

diferencias en los niveles <strong>de</strong> precios nacionales, ocasionados éstos por superávit (déficit)<br />

en las balanzas comerciales. Por ejemplo, un aumento <strong>de</strong> los flujos externos (oro),<br />

impactaba la oferta monetaria y <strong>de</strong> ahí en los precios. Si el <strong>de</strong>sequilibrio ha sido la<br />

consecuencia <strong>de</strong> variaciones <strong>de</strong> los precios relativos, una nueva modificación <strong>de</strong> los<br />

mismos podría situarnos en la posición inicial. Por ello el trabajo se enfoca en la<br />

elasticidad precio (Requeijo, 1978), basado en el enfoque clásico y neoclásico <strong>de</strong> la teoría<br />

económica <strong>de</strong>l equilibrio <strong>de</strong> la balanza <strong>de</strong> pagos.<br />

La evi<strong>de</strong>ncia empírica hasta el momento ha sido inconsistente sobre la condición M-L.<br />

Orcutt (1950) realizó su estudio sobre las elasticida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l comercio internacional para<br />

observar cómo ciertos países en tiempos <strong>de</strong> la posguerra incrementaron sus exportaciones<br />

al <strong>de</strong>preciarse sus monedas. Estimó la elasticidad-precio con el propósito <strong>de</strong> pre<strong>de</strong>cir los<br />

efectos <strong>de</strong> una <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio. Los resultados estadísticos mostraron que<br />

la elasticidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda era infinitamente elástica para el caso <strong>de</strong> las exportaciones.<br />

Houthakker y Magee (1969) analizaron la importancia teórica <strong>de</strong> la elasticidad <strong>de</strong> los<br />

precios así como <strong>de</strong>l ingreso en relación al comercio mundial. A partir <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong><br />

ecuaciones simultáneas, <strong>de</strong>terminan las elasticida<strong>de</strong>s precio e ingreso, obteniendo<br />

resultados para el caso <strong>de</strong> Estados Unidos, Inglaterra y Japón, don<strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia<br />

empírica mostró que estos países crecieron durante el periodo <strong>de</strong> posguerra, lo cual se<br />

reflejó en su balanza comercial.<br />

Análisis clásicos, realizados por Khan (1974), Goldstein y Khan (1978), Wilson y Takaes<br />

(1979) y Krugman y Baldwin (1987), contrariamente a la condición M-L, han concluido<br />

que una <strong>de</strong>valuación <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio no mejora el saldo <strong>de</strong> la balanza comercial. Estos<br />

estudios se realizaron bajo la metodología <strong>de</strong> Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO),<br />

técnica que presenta problemas <strong>de</strong> regresiones espurias cuando la muestra contiene series<br />

no estacionarias dado que los residuales no muestran caminatas aleatorias que tiendan a<br />

acercarse al ruido blanco.


70<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Lee et. al. (1982) realizaron una estimación sobre el impacto <strong>de</strong> los términos <strong>de</strong> comercio<br />

en la balanza comercial <strong>de</strong> los Estados Unidos. Encontraron que no se cumple en el corto<br />

plazo la condición M-L, y los efectos <strong>de</strong> los precios relativos tienen un menor impacto a<br />

corto plazo que a largo plazo.<br />

Márquez (1990) basó su estudio en algunos países miembros y no miembros <strong>de</strong> la OPEP,<br />

y en países <strong>de</strong>sarrollados (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Japón y Reino Unido). El<br />

estudio emplea la técnica MCO y encuentra que para los países en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo el<br />

comercio bilateral es sensible a los cambios <strong>de</strong>l ingreso y los precios. Menciona, que<br />

estos países pue<strong>de</strong>n mantener su <strong>de</strong>uda externa si sus exportaciones netas crecen más<br />

rápidamente que el tipo <strong>de</strong> interés <strong>de</strong> sus préstamos. Para el caso <strong>de</strong> Estados Unidos y<br />

Reino Unido, la relación <strong>de</strong> comercio <strong>de</strong> exportaciones e importaciones no cumplió la<br />

condición M-L. Sin embargo, sí se dio para el caso <strong>de</strong> Alemania. No obstante, el autor<br />

comenta que existen limitaciones en la técnica <strong>de</strong> MCO, la cual hace que la estimación <strong>de</strong><br />

las elasticida<strong>de</strong>s multilaterales no llegue a ser precisa, pero pue<strong>de</strong> ser valiosa cuando<br />

estos resultados se utilizan para evaluar políticas aplicadas al comercio internacional.<br />

Rendón y Ramírez (2005), utilizando mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> Vectores Autoregresivos con corrección <strong>de</strong><br />

error, muestran resultados que indican que los agentes participantes <strong>de</strong>l comercio internacional<br />

colombiano son altamente sensibles a las variaciones <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> cambio real. Ocegueda<br />

(2003) estudia los <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong>l crecimiento para el caso <strong>de</strong> México y recurre a los MCO<br />

para analizar los diferentes sectores manufactureros. Concluye que las elasticida<strong>de</strong>s - ingreso<br />

entre regiones son los factores más importantes los cuales dan lugar a diferentes tasas <strong>de</strong><br />

crecimiento.<br />

En este trabajo se retoma la metodología <strong>de</strong> mínimos cuadrados <strong>de</strong> tres etapas (MC3E)<br />

<strong>de</strong>sarrollada por Sastre (2005) para la verificación <strong>de</strong> la condición M-L. El autor aplica su<br />

estudio al caso español quien, al igual que México, vivió un episodio importante <strong>de</strong><br />

integración comercial aunque en este caso con la Unión Europea. Entre los resultados<br />

encontrados, se muestra que tal situación <strong>de</strong> apertura comercial tiene implicaciones<br />

importantes en el cumplimiento <strong>de</strong> la condición M-L.


71<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

En particular, lo anterior se acentúa cuando se trata <strong>de</strong> la interacción que se da entre las<br />

importaciones y las exportaciones en economías muy abiertas.<br />

Es importante comentar que hay poca evi<strong>de</strong>ncia empírica disponible sobre la condición<br />

M-L para el caso <strong>de</strong> México. La mayoría <strong>de</strong> los estudios son realizados en forma general<br />

en el contexto <strong>de</strong> la balanza comercial. Para este trabajo se tomará solamente la<br />

información <strong>de</strong>l sector manufacturero por su relevancia económica (Cf. supra), y espera<br />

ser una contribución más al entendimiento <strong>de</strong> la dinámica <strong>de</strong> los flujos comerciales <strong>de</strong>l<br />

país.<br />

4. Metodología y Resultados <strong>de</strong>l contraste<br />

La <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>ncia empírica sobre la condición M-L se realiza utilizando los<br />

diferentes métodos econométricos. Se inicia con el sistema lineal <strong>de</strong> tres etapas (MC3E)<br />

siendo el método que se utiliza para la verificación <strong>de</strong> la condición M-L, y así plantear a<br />

través <strong>de</strong> un sistema lineal bi-ecuacional para el sector manufacturero, por medio <strong>de</strong> la<br />

metodología <strong>de</strong> Hendry LSE 48 .<br />

Asimismo, se verificarán las pruebas <strong>de</strong> raíces unitarias (Dickey, Fuller).<br />

Consecutivamente, se emplea el método <strong>de</strong> vectores autoregresivos con corrección <strong>de</strong><br />

error (Var CE) para <strong>de</strong>terminar el efecto <strong>de</strong> la curva “J”, esto para analizar el impacto <strong>de</strong>l<br />

tipo <strong>de</strong> cambio real en la economía <strong>de</strong> México.<br />

Dada la evi<strong>de</strong>ncia empírica se han encontrado dos efectos. Primero, existe un efecto valor<br />

que ocasiona un impacto en las importaciones: éstas se vuelvan más caras, valoradas en<br />

moneda doméstica y las exportaciones se vuelvan más baratas para los compradores (en<br />

este caso para Estados Unidos). Segundo, se muestra un efecto <strong>de</strong> volumen asociado a la<br />

disminución <strong>de</strong> las importaciones y el incremento <strong>de</strong> las exportaciones. En el corto plazo<br />

el efecto valor tien<strong>de</strong> a dominar al efecto volumen.<br />

48 Bajo la escuela <strong>de</strong> London School of Economics.


72<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

La ecuación a estimar, para el caso mexicano, se expresa como a continuación:<br />

Balanza comercial = X–M = (R,tcr, M) – tcr*(I,tcr,X), (1)<br />

don<strong>de</strong> X representa las exportaciones, M las importaciones y R al PIB <strong>de</strong> los Estados<br />

Unidos; tcr se refiere al tipo <strong>de</strong> cambio real, I la inversión bruta <strong>de</strong> capital físico <strong>de</strong>l<br />

sector manufacturero.<br />

Se utiliza la metodología <strong>de</strong> MC3E aplicada por Sastre (2004) y se <strong>de</strong>fine <strong>de</strong> la siguiente<br />

manera:<br />

X = φ(<br />

R,<br />

tcr,<br />

M)<br />

. (2)<br />

La función <strong>de</strong> importaciones expresada en unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> producción nacional sería:<br />

M = tcr * φ(<br />

I,<br />

tcr,<br />

X)<br />

. (3)<br />

La ecuación <strong>de</strong> la Balanza Comercial, se escribe como:<br />

X − M = φ(<br />

R,<br />

tcr,<br />

M)<br />

− tcr * φ(<br />

I,<br />

tcr,<br />

X)<br />

. (4)<br />

Después <strong>de</strong> realizar los cálculos sobre la balanza comercial se obtiene finalmente la<br />

siguiente expresión <strong>de</strong> la condición M-L.<br />

En equilibrio la balanza comercial es igual a cero; es <strong>de</strong>cir, X=tcr*M, por lo tanto:<br />

dBC<br />

= M * ( εx,<br />

tcr(<br />

1 + εx,<br />

m)<br />

+ εm,<br />

tcr(<br />

1 + εm,<br />

x)<br />

−1)<br />

= 0.<br />

dtcr<br />

(5)<br />

La balanza comercial mejorará ante una <strong>de</strong>valuación <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio cuando:<br />

dBC<br />

f 0;<br />

cuando ( ε x,<br />

tcr + εm,<br />

tcr f1)<br />

. (6)<br />

dtcr<br />

A continuación, se muestra la metodología <strong>de</strong> mínimos cuadrados en tres etapas (MC3E),<br />

para la verificación <strong>de</strong> la condición M-L y <strong>de</strong>spués se utilizan los vectores autoregresivos<br />

con corrección <strong>de</strong> error (VARCE) para observar el efecto <strong>de</strong> la curva J. Vale la pena<br />

mencionar que existen otras metodologías para realizar el sustento teórico <strong>de</strong> la condición<br />

M-L. Una <strong>de</strong> ellas es la <strong>de</strong> mínimos cuadrados ordinarios la cual es mencionada en la<br />

revisión <strong>de</strong> literatura, pero no se utilizó, <strong>de</strong>bido a que presenta errores <strong>de</strong> especificación,<br />

asimismo, no ajusta los términos <strong>de</strong> error.


73<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Para la verificación <strong>de</strong> la condición M-L, se cuenta con 64 observaciones <strong>de</strong> cada variable<br />

y se presentan en forma trimestral, consi<strong>de</strong>rando un periodo <strong>de</strong> 1990 a 2005. Las fuentes<br />

<strong>de</strong> información son el Banco <strong>de</strong> México, INEGI y Economagic para la obtención <strong>de</strong>l PIB<br />

<strong>de</strong> EU.<br />

Los signos esperados <strong>de</strong> las variables macroeconómicas se conforman <strong>de</strong> la siguiente<br />

manera. Para las exportaciones (X), el signo esperado sería positivo, dado que si el tipo<br />

<strong>de</strong> cambio se <strong>de</strong>valúa, las exportaciones tendrían que aumentar porque se abaratarían los<br />

bienes domésticos en relación al nivel internacional. Para ejemplificar en este caso,<br />

Estados Unidos compraría más <strong>de</strong> nuestros bienes por que son <strong>de</strong> menor precio.<br />

En el caso <strong>de</strong> las importaciones (M), el signo esperado ante una <strong>de</strong>valuación sería<br />

negativo, puesto que los insumos que se requieren para las industrias nacionales<br />

resultarían más costosos.<br />

Se espera que el signo <strong>de</strong>l coeficiente <strong>de</strong>l Producto Interno Bruto <strong>de</strong> Estados Unidos<br />

(PIBEU) sea positivo, ya que es un referente para la relación <strong>de</strong> intercambio comercial con<br />

México.<br />

Para el signo para el Producto Interno Bruto (PIB), se espera positivo, porque aunque la<br />

economía esté en crisis, la producción no se <strong>de</strong>tiene, <strong>de</strong>bido a que se da financiamiento<br />

para no caer en crisis más graves y así se continúe con los proyectos <strong>de</strong> producción.<br />

Para el tipo <strong>de</strong> cambio real (Tcr) se esperaría una relación positiva, esto consi<strong>de</strong>rando que<br />

existe una <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong> la moneda respecto al dólar, pues se consi<strong>de</strong>ra éste a través <strong>de</strong><br />

un tipo <strong>de</strong> cambio flexible y serán las fuerzas <strong>de</strong>l mercado que actúan como regulador <strong>de</strong><br />

éste. Para el caso <strong>de</strong> México, la relación se expresará en la moneda extranjera que es el<br />

dólar y se <strong>de</strong>terminará a través <strong>de</strong> la paridad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r adquisitivo expresado en la canasta<br />

<strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> ambos países.<br />

El signo <strong>de</strong> la inversión (I) se espera positivo <strong>de</strong>bido a que las economías muy abiertas<br />

tien<strong>de</strong>n a importar bienes <strong>de</strong> capital para realizar su producción y, por en<strong>de</strong> es necesaria<br />

la inclusión <strong>de</strong> dicha variable (Mauleón y Sastre 1994).


74<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Para evitar problemas <strong>de</strong> estimación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo empírico, es necesaria la transformación<br />

<strong>de</strong> las variables. En este caso, se aplican logaritmos, así como la primera diferencia para<br />

inducir a la estacionariedad, es <strong>de</strong>cir, es conveniente crear un proceso <strong>de</strong> ruido blanco con<br />

media cero y varianza mínima. A continuación se presentan los resultados <strong>de</strong> la<br />

estimación en la tabla 1. Los últimos se obtienen a partir <strong>de</strong> la estimación <strong>de</strong> la ecuación<br />

siguiente:<br />

( 1 − l) ln expt<br />

= c + β<br />

1<br />

( 1 − l)<br />

ln imp + β<br />

2<br />

( 1 − l)<br />

ln inv + β<br />

3<br />

( 1 − l)<br />

ln pibeu + β<br />

4<br />

( 1 − l)<br />

ln tcrl + εt<br />

. (7)<br />

Tabla 1. Resultados <strong>de</strong> la estimación <strong>de</strong> exportaciones <strong>de</strong> bienes y servicios para la condición<br />

Marshall-Lerner, (MC3E)<br />

Variable Δ ln y(<br />

t)<br />

C 0.016960<br />

(1.1017)<br />

(1-l)ln[imp] 0.819762<br />

(12.044)<br />

(1-l)ln[inv] -0.559522<br />

(-1.74353)<br />

(1-l)ln[pibeu] -0.789807<br />

(-0.4134)<br />

(1-l)ln[tcrl] 0.327274<br />

(4.383)<br />

R 2 Ajustada 0.685<br />

σ 2<br />

0.041<br />

DW 2.00<br />

Nota: (*) t-estadístico.<br />

[ (1-l)lnimp= importaciones, (1-l)lninv= inversión, (1-l)lnpibeu= producto interno bruto <strong>de</strong> Estados Unidos,<br />

(1-l)lntdc= tipo <strong>de</strong> cambio real].


75<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Partiendo <strong>de</strong>l supuesto η + η f 1,<br />

tenemos que los signos <strong>de</strong> la inversión y el PIBEU, no<br />

x<br />

m<br />

fueron los esperados. Si se presenta una variación <strong>de</strong> 1% en las importaciones, las<br />

exportaciones se incrementan en un .81%. Se observa que la suma <strong>de</strong> ambas elasticida<strong>de</strong>s<br />

es mayor a uno, es <strong>de</strong>cir, se cumple la condición M-L pues siendo dicha elasticidad<br />

ε x = 0.327274 , . εm<br />

= -0.37291.<br />

Al sumar las elasticida<strong>de</strong>s tenemos lo siguiente:<br />

⎛<br />

⎜<br />

⎝<br />

X<br />

eM<br />

⎞ ⎛ 1 −<br />

⎟*<br />

⎜<br />

⎠ ⎝ εM<br />

La condición se cumple porque la elasticidad precio <strong>de</strong> las importaciones y exportaciones<br />

es <strong>de</strong> 1.9 siendo mayor a uno, <strong>de</strong>mostrando el cumplimiento <strong>de</strong> la condición M-L. Cabe<br />

mencionar que el resultado fue <strong>de</strong>terminado por la forma no tradicional expresada en la<br />

ecuación (8) anteriormente señalada.<br />

En lo referente a la inversión, se observa un signo inverso respecto a las exportaciones: Si<br />

existe un incremento <strong>de</strong>l 1% en la inversión, las exportaciones tendrán un <strong>de</strong>cremento <strong>de</strong>l<br />

0.55%. El signo <strong>de</strong>l PIBEU fue contrario al esperado, <strong>de</strong>bido a que si hay una variación <strong>de</strong><br />

1% en el PIBEU, las exportaciones disminuirán en 0.78%. El tipo <strong>de</strong> cambio real mostró<br />

el signo esperado, cumpliendo con la mo<strong>de</strong>lación teórica y empírica. Por lo tanto, si hay<br />

un incremento <strong>de</strong>l 1% en el tipo <strong>de</strong> cambio real las exportaciones aumentan en 0.32%<br />

<strong>de</strong>bido a que la moneda tien<strong>de</strong> a <strong>de</strong>preciarse, ocasionando que se incrementen las<br />

exportaciones <strong>de</strong>l sector manufacturero respecto a los Estados Unidos.<br />

La tabla 2 indica los resultados a partir <strong>de</strong> la estimación <strong>de</strong> la ecuación siguiente:<br />

( 1 − l) ln imp = c + β ( 1 − l)<br />

ln exp rt + β ( 1 − l)<br />

ln pibb + β ( 1 − l)<br />

ln invr + β ( 1 − l)<br />

ln tcrl + ε .(9)<br />

t<br />

( εxe)<br />

⎞<br />

⎟<br />

⎠<br />

1<br />

2<br />

f<br />

Consi<strong>de</strong>rando el supuesto η + η 1 , tenemos que el signo <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio real fue<br />

x<br />

m<br />

el esperado, es <strong>de</strong>cir cuando existe una <strong>de</strong>valuación <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio disminuyen las<br />

importaciones y la elasticidad precio <strong>de</strong> las importaciones fue <strong>de</strong> 0.372910.<br />

3<br />

4<br />

t<br />

(8)


76<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Tabla 2. Resultados <strong>de</strong> la estimación <strong>de</strong> importaciones <strong>de</strong> bienes y servicios para condición M-L,<br />

mediante el sistema tres (MC3E).<br />

Variable Δ ln y(<br />

t)<br />

C -0.015509<br />

(-1.481)<br />

(1-l)ln[exprt] 1.041720<br />

(10.779)<br />

(1-l)ln[pibb] 1.213458<br />

(1.883)<br />

(1-l)ln[invr] 0.404538<br />

(1.826)<br />

(1-l)ln[tcrl] -0.372910<br />

(-3.572)<br />

R 2 Ajustada 0.609<br />

σ 2<br />

0.049<br />

DW 1.99<br />

Nota: (*) t-estadístico<br />

[ lnexpr= exportaciones, lninv= inversión, lnpib= producto interno bruto, lntdc= tipo <strong>de</strong> cambio]<br />

Así, cuando se presenta una variación <strong>de</strong>l 1% en el tipo <strong>de</strong> cambio real, las importaciones<br />

tien<strong>de</strong>n a disminuir en una proporción <strong>de</strong>l 0.37% <strong>de</strong>bido a que la moneda tien<strong>de</strong> a<br />

<strong>de</strong>preciarse, ocasionando que los insumos sean más caros a los industriales mexicanos.<br />

Con ello, se reduce el número <strong>de</strong> importaciones para realizar la producción, impactando<br />

al sector manufacturero respecto a su relación comercial que existe frente a los Estados<br />

Unidos. Esto cumple con la condición M-L para el caso <strong>de</strong>l sector manufacturero en<br />

México.


77<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

A<strong>de</strong>más, cuando existe una variación <strong>de</strong>l 1% en las exportaciones, las importaciones se<br />

incrementan en un 1.04% mostrando que la elasticidad <strong>de</strong> las importaciones es muy<br />

elástica. La inversión presenta el signo esperado, es <strong>de</strong>cir si se muestra un incremento <strong>de</strong>l<br />

1% en la inversión, las importaciones tendrán una variación <strong>de</strong>l .40%. También el signo<br />

<strong>de</strong>l PIBM (Producto interno bruto <strong>de</strong> México) fue el esperado <strong>de</strong> acuerdo con el mo<strong>de</strong>lo<br />

teórico, <strong>de</strong>bido a que si hay una variación <strong>de</strong> 1% en el PIBM, las importaciones<br />

incrementarán en un 1.21%.<br />

Para evi<strong>de</strong>ncia la existencia <strong>de</strong> la curva “J”, se emplea la técnica <strong>de</strong> estimación con<br />

vectores autoregresivos. Para llevar a cabo dicha estimación, se cuenta con 64<br />

observaciones trimestrales que cubre el periodo <strong>de</strong> 1990 a 2005, la fuente <strong>de</strong> información<br />

es el Banco <strong>de</strong> México, INEGI, y Economagic. Las variables consi<strong>de</strong>radas son<br />

respectivamente, la balanza comercial49 (BC), el Tipo <strong>de</strong> Cambio Real como la relación<br />

relativa pesos/dólar (TCR), el Producto Interno Bruto <strong>de</strong> Estados Unidos (PIBEU), y el<br />

Producto Interno Bruto generado por el sector manufacturero (PIBM).<br />

Los sistemas <strong>de</strong> Vectores Autoregresivos (VAR), parten <strong>de</strong>l supuesto que las variables<br />

económicas tien<strong>de</strong>n a moverse conjuntamente a lo largo <strong>de</strong>l tiempo. Por eso es necesario<br />

el término <strong>de</strong> error, <strong>de</strong>bido a que las variables no son estacionarias, surgiendo la<br />

posibilidad <strong>de</strong> relaciones <strong>de</strong> cointegración. La metodología VAR se aplicó sólo al saldo<br />

<strong>de</strong> la balanza comercial. Dicho resultado se obtuvo <strong>de</strong> la diferencia que existe entre las<br />

exportaciones, menos las importaciones para po<strong>de</strong>r observar el fenómeno <strong>de</strong> la curva J. A<br />

continuación se muestra el resultado econométrico:<br />

La prueba <strong>de</strong> raíces unitarias tomada para variables que conforman el vector<br />

autoregresivo, presentada en la tabla 3, muestra la prueba <strong>de</strong> Dickey-Fuller<br />

correspondiente a los periodos trimestrales <strong>de</strong> cada año, (1990-01 a 2005-04). Como se<br />

pue<strong>de</strong> observar, no se rechaza la hipótesis nula <strong>de</strong> presencia <strong>de</strong> raíz unitaria, por ello se<br />

muestran las variables en primeras diferencias, tomando sólo 4 rezagos para el mo<strong>de</strong>lo.


78<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Con esto, se presenta una especificación más pertinente. Cabe mencionar que se está<br />

consi<strong>de</strong>rando un intercepto para la mo<strong>de</strong>lación <strong>de</strong>l sistema VAR.<br />

Tabla 3. Resultados <strong>de</strong> la prueba <strong>de</strong> raíz unitaria<br />

Variable Estadístico Valor Crítico (5%)<br />

BCt 1.47 -2.90<br />

∆BCt -7.56 -2.90<br />

TCRt 1.03 -2.90<br />

∆TCRt -6.92 -2.90<br />

PIBUSt 1.99 -2.90<br />

∆PIBUSt -3.33 -2.90<br />

PIBMt -1.47 -2.90<br />

∆PIBMt -7.86 -2.90<br />

La estimación realizada a través <strong>de</strong>l Vector Autoregresivo con Corrección <strong>de</strong> Error<br />

(VARCE), <strong>de</strong>scribe la relación <strong>de</strong> yt (comportamiento <strong>de</strong> la variable <strong>de</strong>pendiente en el<br />

tiempo) alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> su ten<strong>de</strong>ncia a largo plazo en términos <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> factores<br />

I(O) exógenos xt , la variación <strong>de</strong> 2 t respecto <strong>de</strong> su ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> largo plazo, y la<br />

corrección <strong>de</strong> error ( yt − θ 2t)<br />

, que representa el error <strong>de</strong> equilibrio en el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong><br />

cointegración. A continuación se muestran los resultados <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo para la balanza<br />

comercial <strong>de</strong>l sector manufacturero:<br />

m<br />

n<br />

k<br />

EU<br />

i=<br />

1 n=<br />

1<br />

i=<br />

1<br />

BCt = c + Bi ∑ TCR + γ i ∑ PIB + φi<br />

∑ PIBM + εt<br />

. (10)<br />

La forma a estimar es:<br />

BCt = c + β TCR + β PIB + β PIBM + ε . (10’)<br />

1<br />

2<br />

EU<br />

El contraste econométrico proporciona la siguiente ecuación:<br />

BCt = - 2.26E+08<br />

3<br />

+ 839994.9 TCR<br />

(2.04573)<br />

t<br />

+ 3.400 PIBM<br />

(2.73048)<br />

- 16724 PIBEU<br />

(-0.80974)<br />

Al comparar los resultados <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> Vector Autoregresivo con corrección <strong>de</strong> error,<br />

tenemos que se cumple el supuesto <strong>de</strong> la curva J.<br />

49 Diferencia entre exportaciones e importaciones, <strong>de</strong>l sector manufacturero.


79<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Como ya se había explicado anteriormente, el efecto <strong>de</strong> la curva J, se presenta cuando<br />

existe una <strong>de</strong>valuación en el tipo <strong>de</strong> cambio y ésta trae como consecuencia un<br />

mejoramiento en el saldo <strong>de</strong> la balanza comercial, (Gráfica 4). El signo esperado <strong>de</strong>l<br />

Producto Interno Bruto <strong>de</strong> México fue el esperado. Sin embargo, para el PIBEU el signo<br />

no fue el esperado, dicho valor pue<strong>de</strong> haber sido ocasionado por factores externos a la<br />

mo<strong>de</strong>lación.<br />

Gráfica 4. Función <strong>de</strong> impulso-respuesta <strong>de</strong> la Balanza Comercial<br />

ante un cambio <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio real.<br />

500000<br />

400000<br />

300000<br />

200000<br />

100000<br />

0<br />

Response of BC to Cholesky<br />

One S.D. TCR Innovation<br />

-100000<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10<br />

Mediante la estimación <strong>de</strong>l sistema econométrico <strong>de</strong> vectores autoregresivos con<br />

corrección <strong>de</strong> error, se pue<strong>de</strong> apreciar que para el caso <strong>de</strong> la manufactura <strong>de</strong> México, el<br />

efecto <strong>de</strong> la curva J, ocurrió durante el corto plazo, es <strong>de</strong>cir; a mediados <strong>de</strong> los 90´s. Se da<br />

un cambio en la balanza comercial, comprobándose con ello que una <strong>de</strong>valuación <strong>de</strong>l tipo<br />

<strong>de</strong> cambio en México ha favorecido la balanza comercial <strong>de</strong>l sector manufacturero.


80<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Tabla 4. Comparativo <strong>de</strong> elasticida<strong>de</strong>s para la verificación <strong>de</strong> la condición<br />

MINIMOS CUADRADOS EN TRES ETAPAS<br />

Sistema 3<br />

εx = 0. 327274 εm<br />

= −0.<br />

372910<br />

M-L <strong>de</strong>l sector manufacturero en México.<br />

η<br />

x<br />

Condición Marshall-Lerner<br />

+ ηm<br />

f 1<br />

⎛<br />

X ⎞<br />

( εxe) ⎜ ⎟ − εM<br />

f 1<br />

⎝ eM ⎠<br />

1.9 > se cumple la condición<br />

Vectores Autoregresivos CE Curva J<br />

El resultado mediante Vectores<br />

Δ tcr ⇒ ΔBC<br />

Autoregresivo comprobó que en realidad<br />

una <strong>de</strong>valuación en el tipo <strong>de</strong> cambio<br />

mejora el saldo <strong>de</strong> la balanza comercial<br />

<strong>de</strong>l sector manufacturero.<br />

Cuando se consi<strong>de</strong>ran las exportaciones como variable <strong>de</strong>pendiente, la elasticidad <strong>de</strong> las<br />

importaciones es más elástica comparada con las exportaciones, ocurriendo aquí un<br />

efecto valor consi<strong>de</strong>rando que la moneda nacional se está apreciando, por lo cual <strong>de</strong>jaría<br />

<strong>de</strong> funcionar el sustento teórico basado en la <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong> la moneda (efectos <strong>de</strong>l tipo<br />

<strong>de</strong> cambio), En cambio, cuando se consi<strong>de</strong>ran las importaciones como variable<br />

<strong>de</strong>pendiente, tenemos que la elasticidad <strong>de</strong> las exportaciones es más elástica que la <strong>de</strong> las<br />

importaciones. Esto ocasiona que exista un efecto valor <strong>de</strong>bido, a que se están<br />

encareciendo los productos extranjeros como consecuencia <strong>de</strong> una <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong> la<br />

moneda nacional, justificando con ello el sustento teórico <strong>de</strong> la condición M-L.<br />

5. Conclusiones<br />

En el presente trabajo, se utilizó la técnica econométrica <strong>de</strong> mínimos cuadrados en tres<br />

etapas, a través <strong>de</strong> variables instrumentales, así como el sistema <strong>de</strong> vectores<br />

autoregresivos con corrección <strong>de</strong> error, para probar la condición Marshall-Lerner y el<br />

efecto <strong>de</strong> la curva J, para el sector manufacturero en México (1990-01-2005-04).


81<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

Los resultados <strong>de</strong> la ecuación <strong>de</strong> sistema (MC3E) indican que la suma <strong>de</strong> las elasticida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> exportaciones e importaciones fue <strong>de</strong> 1.91. Los signos esperados fueron los correctos y<br />

con ello, se pudo comprobar la hipótesis <strong>de</strong> la condición M-L. Finalmente, el mo<strong>de</strong>lo es<br />

explicado en un 63%, <strong>de</strong>mostrando su robustez.<br />

La segunda mo<strong>de</strong>lación, mediante el sistema <strong>de</strong> Vectores Autoregresivos con corrección<br />

<strong>de</strong> error, para la verificación <strong>de</strong> la curva J, comprobó el sustento teórico, que establece<br />

que si se presenta una <strong>de</strong>valuación en el tipo <strong>de</strong> cambio, tiene consecuencias positivas en<br />

el saldo <strong>de</strong> la balanza comercial. Se observa su efecto que por lo general es a corto plazo.<br />

Se pue<strong>de</strong> apreciar que, a inicios <strong>de</strong> los 90´s, cuando se acelera la apertura comercial, ésta<br />

se mantiene hasta finales <strong>de</strong> 2005 a través <strong>de</strong>l saldo <strong>de</strong> la balanza comercial, es <strong>de</strong>cir, el<br />

impacto <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio hace que se pase <strong>de</strong> un déficit a un superávit.<br />

La aplicación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo teórico, respecto al análisis <strong>de</strong> la balanza comercial, pue<strong>de</strong> tener<br />

resultados diferentes en cuanto a la <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> la condición Marshall-Lerner. En<br />

este estudio, sólo se está estudiando una parte <strong>de</strong> la balanza comercial, dicha<br />

participación comercial podría verse afectada al incluir el sector maquilador pero con ello<br />

se abre la posibilidad que en futuras investigaciones se incluya este análisis.<br />

Finalmente, la política monetaria restrictiva, ha ocasionado que nuestra moneda se<br />

mantenga estable frente al dólar. Si se continúa con este comportamiento los impactos<br />

relacionados con el tipo <strong>de</strong> cambio ten<strong>de</strong>rán a disminuir la ten<strong>de</strong>ncia en el corto plazo y<br />

así po<strong>de</strong>r llegar a un saldo <strong>de</strong> la balanza comercial más ajustado haciendo con ello que<br />

siga beneficiándose el país en términos <strong>de</strong>l intercambio comercial.<br />

Referencias<br />

AGUIRRE B. M. (2000), “La historia <strong>de</strong> un voto y algo más lo que pudo ser, economía mexicana <strong>de</strong> 10<br />

sexenios tercera parte”, MYM vi<strong>de</strong>opro, julio.<br />

BAHMANI-OSKOOEE M. & NIROOMAND (1998), “Long-run Price Elasticities and the Marshall-<br />

Lerner Condition Revised”, Economics Letters, vol. 61, pp: 101-109.<br />

CEBALLOS, P. A. (1997). “La Economía Mexicana en el Contexto <strong>de</strong> la Globalización”. Edita la<br />

<strong>Universidad</strong> Veracruzana, Méxical.


82<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

CAPORALE G. & CHUI M. (1999), “Estimating Income and Price Elasticities of Tra<strong>de</strong> in a<br />

Cointegration Framework”, Review of International Economics, vol. 7 (2), pp: 192-202.<br />

DÍAZ A., GÁMIR P. Y RODRIGUEZ L. (2002), “Política económica”, Editorial. McGraw-<br />

Hill/Interamericana, ed. 3. a España.<br />

DORNBUSCH R. (1982), La macroeconomía <strong>de</strong> una economía abierta, Ed. Antoni Bosch, segunda edición,<br />

Barcelona España.<br />

DORNBUSCH R. & FISCHER S., (1994). Macroeconomia. Ed. McGraw-Hill 6ta. Edición, España.<br />

FULLERTON F. & SPRINKLE R.L. (2005), “An Error Correction Analysis of U.S-Mexico Tra<strong>de</strong><br />

Flows,” International Tra<strong>de</strong> Journal, vol.19, pp: 179-192.<br />

GALINDOL. M., & GUERRERO C. (1997), “Factores <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong> la balanza comercial en México,<br />

1980-1995”, Comercio Exterior, vol. 47 (10), pp: 789-794.<br />

GOLDSTEIN M & KHAN M. (1978), “The Supply and Demand for Exports: A simultaneous Approach”,<br />

Review of Economics and Statistics, vol.60, pp: 275-286.<br />

GUERRERO, C. (1999-2000), “La función <strong>de</strong> inversión en México, 1990-1998”, Economía Informal,<br />

núm. 283, dic-ene, pp: 25-35<br />

GUERRERO, C. (2003) “Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> crecimiento económico restringido por la balanza <strong>de</strong> pagos:<br />

evi<strong>de</strong>ncia para México 1940-2000”, El Trimestre Económico, vol LXX (2), núm. 278, pp: 253-273.<br />

GUERRERO GUZMÁN V. M. (2003). Análisis estadísticos <strong>de</strong> tiempo económicas. ed. Thomson, 2ª.<br />

Edición, México.<br />

ORCUTT G. H. (1950), “Measurement of Price Elasticities”, International Tra<strong>de</strong>, vol. 32 (2), pp: 117-<br />

132.<br />

GUZMÁN M. & MOSLARES C. (2004), “El tipo <strong>de</strong> cambio flexible y la política monetaria”, Problemas<br />

<strong>de</strong>l Desarrollo, Revista Latinoamericana <strong>de</strong> economía, vol. 35, (136), I-III/2004.<br />

HENDRY D. F (1970). Forecasting. Econometric mo<strong>de</strong>ling, theory and methodology, and the mo<strong>de</strong>lling of<br />

economic time series. Ph.D., London School of Economics (1970).<br />

HOUTHANKKER HENDRIK S & MAGEE S. (1969), “Income and Price Elasticities in World Tra<strong>de</strong>”,<br />

Review of Economics and Statistics, pp. 111-125.<br />

HUME D. (1750). Of Money, Essays, Oxford University Press.<br />

JOHANSEN S. (1988). “Statistical Analysis of Cointegrating Vectors”, Journal of Economic dynamics<br />

and control, Diciembre, pp. 231-254.<br />

JULIO LÓPEZ G. PACHECO P. (2002), “Políticas <strong>de</strong> empleo en economías semi-industrializadas”<br />

Revista <strong>de</strong> Economía Política, vol, 22 (86), abril-junio/02.


83<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

KAMIN S. B. & ROGERS HOHN H. (1997), “Output And The Real Exchange Rate In Developing<br />

Countries: An Application To México", International Finance Discussion Papers, núm. 580, board of<br />

governors of the fe<strong>de</strong>ral reserve bank, may.<br />

KAMIN S. B. & KLAU M. (1998), “Some Multicountry Evi<strong>de</strong>nce on the Effects of Real Exchange Rates<br />

on Outpout “, International finance discussion papers, núm. 611, Board of Governors of the Fe<strong>de</strong>ral<br />

Reserve Bank, May.<br />

KHAN M. (1974), “Import and Export Demand in Developing Countries”, IMF Staff Papers, pp: 678-<br />

693.<br />

KRUGMAN, P & OBSTFELD M. (1994), Economía Internacional, Ed. Harper Collins College, Tercera<br />

Edición, España.<br />

KRUGMAN, R. & BALDWIN, R. (1987), “The Persistence of the U.S Tra<strong>de</strong> Deficit”, Brookings Paper<br />

on Economic Activity, vol.1, pp: 1-43.<br />

MCPHETERS L.R & STRONGE W.B (1979), “Impact of the Terms of Tra<strong>de</strong> on the U.S. Tra<strong>de</strong><br />

Balance: A Cross-Spectral Analysis”, the Review of Economics and Statistics, vol. 61 (3), pp: 451-455.<br />

MCPHETERS L.R. & STRONGE W.B., (1982), “Impact of the Terms of Tra<strong>de</strong> on the U.S. Tra<strong>de</strong><br />

Balance: a comment”, the Review of Economics and Statistics, vol. 64 (4), pp: 707-708.<br />

LÓPEZ J. & GUERRERO C. (1998), “Crisis y competitividad <strong>de</strong> la economía mexicana”, el trimestre<br />

económico, núm. 260, pp: 582-598<br />

MARSHALL A. (1879). The pure theory of foreign tra<strong>de</strong>. the series history of economic thought book.<br />

MARQUEZ J. (1990), “Bilateral Tra<strong>de</strong> Elasticities”, the review of economics and statistics, vol, 72 (1).<br />

Feb/90, pp: 70-77.<br />

MAULEÓN T.I. & SASTRE L. (1994), “El saldo comercial en 1993: un análisis econométrico”,<br />

Información Comercial Española. Revista <strong>de</strong> Economía, noviembre,735, pp: 167-172.<br />

MCCOMBIE J.S.L & THIRLWALL A.P. (1994). Economic Growth and the balance-of-payments<br />

constraint. St. Martin´s Press.<br />

MÉNDEZ MORALES J.S. (1997). Problemas Económicos <strong>de</strong> México. Editorial McGraw-Hill, 3ª<br />

Edición, México.<br />

MAMAN-OSKOOEE M. (1985), “Devaluation and the J-Curve: Some evi<strong>de</strong>nce from LDCs” , the<br />

review of economics and statistics, vol. 67 (3), pp: 500-504<br />

NOLAND M. (1989), “Japanese Tra<strong>de</strong> Elasticities and the J-Curve”, The review of economics and<br />

statistics, vol. 71 (1), pp: 175-179.<br />

OCEGUEDA H. J. (2003), “Análisis kaldoriano <strong>de</strong>l crecimiento económico <strong>de</strong> los estados <strong>de</strong> México<br />

1980-2000”, Comercio Exterior, vol. 53 (11), Noviembre.


84<br />

La Condición Marshall - Lerner y la Curva “J”:<br />

El Caso <strong>de</strong> México 1990 – 2005<br />

PINDYCK R.S. & RUBINFELD D.L. (2000). Econometría mo<strong>de</strong>los y pronósticos, Ed. McGraw-Hill<br />

4ta. Edición, México.<br />

RENDÓN H. O. & RÁMÍREZ A. (2005), “Condición Marshall-Lerner: Una aproximación al caso<br />

colombiano 1980-2001” ecos <strong>de</strong> economía No. 20 Me<strong>de</strong>llín, abril/05.<br />

REQUEIJO J. (1978), “Ajuste <strong>de</strong> la balanza <strong>de</strong> pagos: una visión panorámica” Información comercial<br />

española, pp. 47-57.<br />

RODRÍGUEZ ARANA A. (2002), “El Papel <strong>de</strong> a Apertura Comercial en el Crecimiento Económico y la<br />

Balanza Comercial <strong>de</strong> México, 1980-2002”, Revista <strong>de</strong> Comercio Exterior.<br />

RODRÍGUEZ, NEGRETE & SANTAMARÍA (2001) “Análisis fundamental y Técnico <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong><br />

cambio en México. El ciclo económico sobrevaluación-<strong>de</strong>valuación. ¿Mito o Realidad?, No. 19, Sep-Dic<br />

2001 Año 7.<br />

SASTRE JIMÉNEZ L. (2005), “Simultaneidad exportaciones e importaciones, curva J y condición <strong>de</strong><br />

Marshall-Lerner, en España” España/05.<br />

STEPHEN E. & STONE J.A. , (1982), “Impact of the Terms of Tra<strong>de</strong> on the U.S. Tra<strong>de</strong> Balance: A<br />

Reexamination”, The Review of Economics and Statistics, vol. 64, No.4 pp:702-706. Nov.<br />

STOCK J. & WATSON M. (1988),“Testing for Common Trends”, Journal of the American Statistical<br />

Association, vol. 83, pp:1097-1107.<br />

THIRLWALL, A.P., (1979), “The balance of payments constraint as an explanation of international<br />

growth rate differences”, Banca Nazionale <strong>de</strong> Lavoro Quarterly Review, No. 128, pp: 45-53.<br />

WARNER D. & KREININ M.E. (1983), “Determinants of International Tra<strong>de</strong> Flows”, The Review of<br />

Economics and Statistics, vol. 65 (1), pp: 96-104. (Feb).<br />

WILSON J. & TAKAES W.(1979), “Diferential Responses to Foreing Tra<strong>de</strong> of Selected Industrial<br />

Countries”, Review of Economics and Statistics, vol, 64 pp: 261-279.<br />

ZHENG W. & LIANG Y. (2004), “Input-Output and General Equilibrium: Data, Mo<strong>de</strong>ling, and Policy<br />

Analysis”, No. 168 Jiangye Road, Nanjing 210004.<br />

Fuentes internet:<br />

http://www.banxico.gob.mx<br />

http://www.inegi.gob.mx<br />

http://www.economagic.org


Resumen<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

85<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

Ramsés Jiménez Castañeda<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

rjimenez@uacj.mx<br />

Raúl A. Ponce Rodríguez<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

rponce@uacj.mx<br />

Consi<strong>de</strong>re a un comprador que es una unidad o Maquiladora y una<br />

muestra <strong>de</strong> los proveedores potenciales, quienes están involucradas en<br />

un juego <strong>de</strong> convenios don<strong>de</strong> las partes se reúnen, estipulan y negocian<br />

en la fecha 1, si los jugadores alcanzan el acuerdo, el servicio será<br />

prestado. El acuerdo correspon<strong>de</strong> a un flujo <strong>de</strong> insumos <strong>de</strong>l proveedor a<br />

la Maquiladora. El convenio para la Maquiladora consiste en la<br />

negociación <strong>de</strong>l comercio intrafirma con los proveedores domésticos<br />

y/o extranjeros. La calidad y el precio <strong>de</strong> los insumos ofertados en el<br />

mercado afectan el convenio intrafirma. Asumimos a surtidor extranjero<br />

que ofrece la alta calidad <strong>de</strong>l insumo, mientras que la firma (mexicana)<br />

doméstica provee el insumo <strong>de</strong> la baja calidad. Este artículo <strong>de</strong>muestra<br />

que la diferencia en calidad y su efecto positivo en la producción<br />

marginal compensa la diferencia en precios, <strong>de</strong>spués, se induce al<br />

Maquiladora que integre verticalmente con el firme extranjero incluso si<br />

el coste unitario para exigir insumos extranjeros es estrictamente más<br />

alto que el <strong>de</strong>l factor doméstico. También se <strong>de</strong>muestra que una<br />

<strong>de</strong>preciación <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio mexicano no aumenta la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> la<br />

Maquiladora para los insumos mexicanos; inversamente, aumentará la<br />

<strong>de</strong>manda <strong>de</strong>l Maquiladora para los insumos importados si el beneficio<br />

<strong>de</strong> la alta calidad es mayor que los insumos <strong>de</strong> baja calidad.<br />

Palabras clave: Integración Vertical, Teoría <strong>de</strong> la negociación,<br />

Conducta <strong>de</strong> la firma.<br />

Clasificación JEL: L22, C78, D21.


1. Introduction<br />

86<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

It has been pointed out that corporate strategies in the Maquiladora industry of Mexico<br />

have changed notably over the years. In the 1960s and 1970s, the Maquiladora plants<br />

have been used for some assembly operations that required little skill and a lot of hands,<br />

see Buitelaar and Padilla (2000). According to these authors, the output was typically a<br />

large volume of commodity-type products in which quality played a minor role.<br />

Nowadays, international corporations use Maquiladora plants for an ample range of<br />

assembly operations and complex manufacturing processes.<br />

The U.S.-Mexico bor<strong>de</strong>r, in contrast with the U.S.-Canada bor<strong>de</strong>r where intrafirm tra<strong>de</strong> is<br />

highly <strong>de</strong>veloped, has historically been one of the least <strong>de</strong>veloped. Hanson (1996) examines<br />

the effect of U.S.-Mexico integration when Mexico removed most barriers to foreign tra<strong>de</strong> and<br />

lifted restrictions on foreign ownership. The results of this research suggest that U.S.-Mexico<br />

integration is contributing to the expansion of the U.S. bor<strong>de</strong>r economy by relocating<br />

complimentary manufacturing activities from interior U.S sites to bor<strong>de</strong>r cities.<br />

However, the critics of export-led <strong>de</strong>velopment still refer to the Maquiladora industry as<br />

an industry with low wages, disarticulation of production, and few backward and forward<br />

linkages. It is a fact that in more than 30 years of growth, the Maquiladora uses very little<br />

material inputs that are ma<strong>de</strong> in Mexico. Despite that the average annual growth of the<br />

Maquiladora’s <strong>de</strong>mand for domestic containers, packing, and raw material inputs is 23%<br />

per year, the Maquiladora´s vertical integration is less than 3% of the total Maquiladora’s<br />

<strong>de</strong>mand for the mentioned inputs, the rest of the factors of production employed by the<br />

Maquila are imported.<br />

A study of the lack of backward linkages between the Maquiladora industry and local<br />

suppliers in Northern Mexico by Brannon, James and Lucker (1993) offers three main reasons<br />

for the low <strong>de</strong>mand of Mexican inputs: First, the price is too high; second, the quality of the<br />

product is ina<strong>de</strong>quate; and third, <strong>de</strong>livery from Mexican suppliers is unpredictable. They also<br />

suggest that Mexico´s internal economic structure, after years of high domestic protection, is<br />

ina<strong>de</strong>quate for supporting competition with foreign suppliers of inputs on the bases of quality<br />

and price.


87<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

According to Jiménez and Ponce (2007), the dynamic growth in input’s <strong>de</strong>mand by the<br />

Maquiladora along with supply restrictions, and costly finance access for the domestic<br />

suppliers, among other reasons, might account for the lack of integration of the Maquiladora´s<br />

industry with the Mexican suppliers. Moreover, Jiménez and Ponce (2007) find empirical<br />

evi<strong>de</strong>nce suggesting that the Maquiladora remains vertically integrated with foreign suppliers<br />

in spite of the massive <strong>de</strong>preciations of the Mexican exchange rate over the last twenty years.<br />

Little research has been done about the low <strong>de</strong>gree of integration of the Maquiladora with the<br />

Mexican industry. In particular, most of the literature does not provi<strong>de</strong> a formal explanation of<br />

the low vertical integration between the Maquiladora´s and Mexican firms. This is why we<br />

have <strong>de</strong>veloped a theoretical explanation of this phenomenon. Our mo<strong>de</strong>l allows us to study<br />

the Maquiladoras choice of intrafirm tra<strong>de</strong> when it faces vertical and horizontal differentiation.<br />

The subject of this study is the Maquiladora’s <strong>de</strong>mand of imported and domestic inputs. In our<br />

analysis we assume that the quality of domestic and foreign inputs affects both: The marginal<br />

productivity of the factors of productions, and the input’s prices. Therefore, the Maquiladora’s<br />

choice of vertical integration consi<strong>de</strong>rs the profitability of <strong>de</strong>manding high (foreign), or low<br />

quality (domestic) factors of production.<br />

In this paper we show that if the difference in quality between the high and low quality factors<br />

compensates the difference in prices (through the positive effect of the high quality factor in<br />

the marginal production of the firm) then the Maquiladora is induced to integrate vertically<br />

with the foreign firm, even if the unitary cost of <strong>de</strong>manding foreign inputs is strictly higher<br />

than that of the domestic counterpart.<br />

In this paper we also extend our previous analysis of the <strong>de</strong>mand of inputs from the<br />

Maquiladora´s to illustrate that a <strong>de</strong>preciation of the Mexican exchange rate does not<br />

necessarily increase the Maquiladora’s <strong>de</strong>mand for Mexican inputs, and consequently its<br />

vertical integration with the Mexican economy, when there is vertical differentiation<br />

(differences between the quality of factors of production), and horizontal differentiation<br />

(differences in transportation costs which affects marginal costs of <strong>de</strong>manding the foreign and<br />

the domestic factor).


88<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

Conversely, a <strong>de</strong>preciation of the Mexican currency might increase the <strong>de</strong>mand of imported<br />

inputs. To <strong>de</strong>monstrate the above, we propose a static bargaining game where the Maquiladora<br />

asks for prices of potential suppliers, then the Maquila compares price and quality of the<br />

suppliers’ offers and takes the offer that maximizes its gains from intrafirm tra<strong>de</strong>. In this paper<br />

we characterize conditions that explain the lack of vertical integration of the Maquiladora with<br />

Mexican suppliers. In particular, the Maquila might integrate with foreign suppliers even if the<br />

unitary cost of foreign factors is strictly higher than that of domestic inputs, and the domestic<br />

supplier offers an efficient bargaining contract.<br />

The rest of the paper is organized as follows. In section 2 we analyze the Maquildora’s choice<br />

of vertical structure in a framework of revealed profitability of <strong>de</strong>manding high or low quality<br />

inputs. Section 3 contains the static bargaining game for the Maquiladora and the domestic<br />

suppliers. Section 4 draws the conclusions.<br />

2. Maquiladora’s Choice of Vertical Structure<br />

The Maquiladora is the downstream unit which produces a final good in a competitive market<br />

at price p. The downstream unit <strong>de</strong>mands inputs from two different kinds of suppliers: A<br />

foreign and a domestic supplier compete to offer the inputs that produce the Maquiladora’s<br />

output q. The two inputs are substitutes in the downstream production function. The<br />

Maquiladora must <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> how much to <strong>de</strong>mand from each supplier. In doing so, it consi<strong>de</strong>rs<br />

the price w, and quality s of foreign and domestic inputs as shown in figure 1.<br />

The foreign and domestic supplier have a constant marginal cost of production α * and α<br />

respectively. The foreign upstream supplier produces the factor of production x * (s * ) with<br />

quality s * , at price w * (x * (s*)) to be used by the Maquiladora. Similarly the domestic supplier<br />

produces the input x(s) with quality s, and price w(x).<br />

The bargaining issue for the Maquiladora consists in the negotiation of the intrafirm tra<strong>de</strong> with<br />

the domestic and/or the foreign suppliers. The intrafirm bargaining is affected by the<br />

qualities { } * s,<br />

s<br />

S = , and the price of the inputs. We assume the foreign supplier offers the high<br />

quality input x * (s * ) while the domestic firm supplies the low quality input x(s).


Figure 1. Choice of Vertical Integration of the Maquiladora<br />

89<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

The Maquiladora can find profitable to <strong>de</strong>mand the high quality input because the marginal<br />

productivity is affected by the input’s quality. For example, the Maquiladora might want to<br />

produce a target output f _<br />

( m m )<br />

_<br />

which can be produced by the technology f f x ( s ) ....... x ( s )<br />

= 1 1<br />

where the production is a function of x1….xm inputs with quality s1….sm, if the Maquiladora<br />

reaches a tra<strong>de</strong> agreement with the domestic firm. Similarly, f _<br />

can be produced if the<br />

Maquila is integrated vertically with a foreign firm through the technology<br />

_<br />

* * * *<br />

( ( ) ........ m( m)<br />

)<br />

f f x s x s<br />

= 1 1 . In this case the Maquiladora <strong>de</strong>mands x1 * …. xm * inputs with qualities<br />

s1 * ….sm * *<br />

, where sc > sc<br />

∀ c=1……m.<br />

If the marginal productivity is positively affected by the quality of the inputs then<br />

* * * *<br />

( ( ) m( m)<br />

)<br />

* *<br />

Δx<br />

( s )<br />

Δf<br />

x1 s1 ..... x s<br />

1 1 .....<br />

* *<br />

dx s<br />

c c<br />

Δf<br />

( x ( s ) xm( sm)<br />

)<br />

( ) > dx ( s ) for given x * ( *<br />

c c<br />

c sc<br />

) and c ( sc<br />

)<br />

Δx<br />

( s )<br />

c c<br />

c c<br />

x . In words,<br />

an increase in the use of an input with high quality will have a proportionally higher increase<br />

in marginal production. The difference in marginal productivity is given by<br />

* { tg τ tg τ<br />

Δx ( s ) Δxs<br />

( ) }<br />

Foreign Supplier Domestic Supplier<br />

( ) ,<br />

( )<br />

x s w x<br />

* * * *<br />

α * α<br />

Maquiladora<br />

*<br />

p q = f x ( s) , x( s)<br />

* ⎛<br />

* − > 0, where Δx ⎜ * ⎞<br />

s ⎟<br />

⎝ ⎠ = Δx(<br />

s)<br />

(see figure 2).<br />

*<br />

xs ( ) , wx ( )<br />

( )


90<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

Given these conditions, the upstream firm has the incentive to <strong>de</strong>mand the high quality inputs<br />

by its positive effect in marginal production, which is valuated at market price p.<br />

tg τ tg τ *<br />

Figure 2. Marginal Productivity and Quality of Inputs<br />

The Maquiladora must consi<strong>de</strong>r the net benefit of <strong>de</strong>manding high quality inputs, therefore it<br />

not only consi<strong>de</strong>rs the effect of quality on productivity but also, the relation between quality<br />

and price of the inputs where w c*> wc<br />

∀ c=1…m. 50<br />

f<br />

* ( )<br />

o<br />

f s<br />

c<br />

( )<br />

o<br />

f s<br />

c<br />

0 0<br />

( ) = ( ) * * ,<br />

* *<br />

x ( s ) x ( s )<br />

,<br />

=<br />

x s x s<br />

c c c c<br />

* ⎛<br />

Δx ⎜ * ⎞<br />

s ⎟<br />

⎠ =<br />

Δx(<br />

s)<br />

⎝<br />

c c c c<br />

* * * *<br />

( 1( 1)<br />

.... m( m)<br />

)<br />

* *<br />

Δx<br />

( s )<br />

Δf<br />

x s x s<br />

( 1( 1 ) .... m( m)<br />

)<br />

Δx<br />

( s )<br />

Δf<br />

x s x s<br />

* * * *<br />

( 1( 1)<br />

............ m( m)<br />

)<br />

f x s x s<br />

( 1( 1 ) m( m)<br />

)<br />

............<br />

f x s x s<br />

* * ( ) , ( )<br />

x s x s<br />

c c c c<br />

Another important characteristic that explains the Maquiladora’s <strong>de</strong>mand of factors of<br />

production is the horizontal differentiation related with its <strong>de</strong>mand of imported and domestic<br />

factors, <strong>de</strong>fined as the transportation cost, given by T * and T for the imported and domestic<br />

inputs respectively. Now we can use a more general framework and <strong>de</strong>fine the unitary cost to<br />

<strong>de</strong>mand inputs from a foreign supplier which is given by wc * + T * , while wc+T the unitary cost<br />

to <strong>de</strong>mand inputs from a domestic supplier<br />

Finally, the Maquiladora’s budget, the unitary costs, and the quality of the inputs will <strong>de</strong>fine<br />

the net benefit of <strong>de</strong>manding high quality inputs, and therefore the proportion of foreign and<br />

domestic inputs to be <strong>de</strong>man<strong>de</strong>d.<br />

c c<br />

c c<br />

dx<br />

dx<br />

*<br />

c<br />

c


91<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

A fixed budget B p , for the downstream adds the restriction issue for the firm and represents<br />

one of the mechanisms of incentives to optimize the downstream’s resources in or<strong>de</strong>r to<br />

maximize its profit. Because w c*> wc<br />

the <strong>de</strong>mand for high quality inputs reduces the<br />

disposable budget of the firm to <strong>de</strong>mand the rest of the inputs.<br />

The total disposable budget of the downstream B− p is negatively related with the input’s<br />

quality, if the firm <strong>de</strong>mands an input with high quality, the price of these inputs will be higher<br />

than those inputs of low quality, and thus the disposable budget of the firm B− p is reduced<br />

B *<br />

− p B wc+<br />

T* x<br />

where = p − { } *<br />

.<br />

We propose a Lagrangian for the Maquiladora’s intrafirm tra<strong>de</strong> with both, foreign and<br />

domestic suppliers in or<strong>de</strong>r to analyze the net benefit of Maquiladora’s input <strong>de</strong>mand. The<br />

Lagrangian will <strong>de</strong>fine the minimization cost problem constrained to a production target f _<br />

for the Maquiladora, and the proportion of imported and domestic inputs to be <strong>de</strong>man<strong>de</strong>d by<br />

the downstream. This is stated in the following equation:<br />

δ T = δ + δ d * . (1)<br />

Where δ * and δ d are the cost minimization choices subject to the available technologies for<br />

the Maquiladora’s intrafirm tra<strong>de</strong> with the foreign and the domestic upstreams. Total cost of<br />

production <strong>de</strong>pends on the product of the inputs and the cost corresponding cost of<br />

transportation.<br />

Assuming the downstream integrates with a foreign firm, the Lagragian is <strong>de</strong>fined by equation<br />

(2):<br />

_ ⎡ ⎤<br />

δ * = { w* + * } * ( * ) + { * + * } * ( * ) + *<br />

⎢ − ( * ( * ) * ( *<br />

1 T1<br />

* x1<br />

s1<br />

...... wm<br />

Tm<br />

* xm<br />

sm<br />

γ f f x1<br />

s1<br />

....... xm<br />

sm<br />

) ) ⎥⎦ . (2)<br />

⎣<br />

50<br />

We also assume the price is an stricktly increasing function of quality then∂wc ∂sc<br />

and ∂wc 2 ∂sc<br />

> 0 , ∂ wc 2<br />

∂sc<br />

0 > ,<br />

* * 2<br />

> 0 , ∂ w ∂s<br />

* * 2<br />

c c > 0 ,


92<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

In equation (2) γ * is the corresponding multiplier for δ * . The first or<strong>de</strong>r condition for (2) is<br />

* * *<br />

given by ∂δ ∂x<br />

( s )<br />

*<br />

c<br />

c c :<br />

T<br />

∂δ<br />

∂<br />

∂x<br />

∂<br />

* * * *<br />

( x1<br />

( s1<br />

) x m ( s m )<br />

* *<br />

x ( s )<br />

* { w + T } = 0<br />

*<br />

∂δ * f ..... *<br />

= = γ<br />

−<br />

*<br />

c c<br />

∂x<br />

c<br />

c c<br />

Similarly, the vertical integration with the domestic firms consi<strong>de</strong>rs the <strong>de</strong>mand of the input<br />

with lower quality, and the interaction of the exchange rate. Since the gross income from the<br />

Maquiladora’s sales, and therefore the budget of the Maquiladora, are <strong>de</strong>nominated in dollars<br />

while the payment of the inputs is in pesos, then the cost structure of the Maquiladora is<br />

negatively related with the exchange rate e of the domestic currency. If the downstream<br />

choose to integrate vertically with the domestic supplier, the cost minimization choices of the<br />

Maquila can be expressed by the Lagragian <strong>de</strong>fined in δ d :<br />

⎧ + ⎫<br />

⎧ wm<br />

+ T<br />

_<br />

w<br />

⎫ ⎡ ⎤<br />

d 1 T1<br />

m<br />

δ = ⎨ ⎬*<br />

x1(<br />

s1<br />

) + ...... ⎨ ⎬*<br />

xm<br />

( sn<br />

) + γ ⎢ f − f ( x1(<br />

s1<br />

) ....... xm<br />

( sm<br />

) ) ⎥⎦<br />

(3)<br />

⎩ e ⎭<br />

⎩ e ⎭ ⎣<br />

d<br />

The first or<strong>de</strong>r condition for ∂δ ∂ ( )<br />

∂δ<br />

∂x<br />

T<br />

c<br />

=<br />

∂δ<br />

∂x<br />

d<br />

c<br />

∂f<br />

= γ<br />

x s is:<br />

c c<br />

( x ( s1<br />

) ..... x m ( s m ) )<br />

∂x<br />

( s )<br />

⎧ w + T ⎫<br />

− ⎨ ⎬<br />

⎩ e ⎭<br />

1 c c =<br />

c<br />

c<br />

When a cost minimizing Maquila chooses the inputs between the two quality inputs offered in<br />

the market and <strong>de</strong>fines the target production f _<br />

, then it reveals in the first place, that inputs and<br />

output are feasible. In the second place, that than firm’s <strong>de</strong>cisions are more profitable than<br />

other ones available. If the inputs with high quality is revealed to be weakly more profitable<br />

relative the low quality factor, then:<br />

( x*<br />

( s*<br />

) x*<br />

( s*<br />

1 1 m m ) )<br />

∂x*<br />

( s*<br />

)<br />

∂<br />

∂f<br />

γ − ≥ γ<br />

( ( ) ( ) )<br />

( ) ⎭ ⎬⎫<br />

x1<br />

s ... xm<br />

sm<br />

⎧ wc<br />

+ T<br />

− ⎨<br />

∂x<br />

s<br />

e<br />

*<br />

f ...<br />

{ w*<br />

+ T *<br />

c c }<br />

1<br />

c<br />

(4)<br />

c c<br />

c c<br />

⎩<br />

0<br />

(2a)<br />

(3a)


93<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

Rearranging and <strong>de</strong>noting Θ as the difference in profitability when <strong>de</strong>manding high instead<br />

of low quality factors, we have: 51<br />

[ , ( ( ) ( ) ) ,<br />

⎧ w<br />

* * * .. * * ( ( ) .. ( ) ) ] * * c + Tc<br />

⎫<br />

f * x s x s − γ f x s x s − w + T − ≥ 0<br />

Θ = γ 1 1 m m s 1 1 m m ⎨ c c ⎬<br />

(4a)<br />

sc c<br />

⎩<br />

e ⎭<br />

*<br />

If (4a) holds, the profit maximization choice for a firm with differentiated quality inputs sc and sc with prices wc * *<br />

> wc, reveals that the net profit of choosing sc instead of sc is non<br />

negative. In this case the difference in quality, and its positive effect on marginal production,<br />

compensates the difference in prices{ w * w } > 0 . This induces the Maquiladora to integrate<br />

c<br />

− c<br />

vertically with the foreign firm even if the unitary cost to <strong>de</strong>mand foreign inputs is strictly<br />

higher than that of the domestic factors, it means, even if { w + T * }<br />

⎧ wc<br />

+ Tc<br />

⎫<br />

> ⎨ ⎬<br />

⎩ e ⎭<br />

* .<br />

c c<br />

Equations (4) and (4a) can give us the elements to analyze the conditions that guarantee that<br />

the Maquiladora finds a positive profit of integrating vertically with a domestic firm.<br />

Therefore, in or<strong>de</strong>r to <strong>de</strong>mand low quality inputs it should be satisfied:<br />

uc<br />

e<br />

{ tg * − tg } + uc *<br />

≤ − τ τ<br />

(5)<br />

Where c c T w uc +<br />

* *<br />

c w uc +<br />

= , and<br />

T = (5a)<br />

*<br />

c<br />

tg τ − tgτ<br />

=<br />

* γ * f<br />

, ( x*<br />

( s*<br />

) .... x*<br />

( s*<br />

) ) f<br />

,<br />

*<br />

− γ ( x ( s ) .... x ( s ) )<br />

(5b)<br />

sc<br />

The above take us to conclu<strong>de</strong>:<br />

1<br />

1<br />

m<br />

m<br />

sc<br />

1<br />

( *<br />

⎜<br />

⎛ uc<br />

⎟<br />

⎞ ≤ k uc )<br />

(6)<br />

⎝ e ⎠<br />

Where = − { tgτ<br />

* − tgτ<br />

} + 1<br />

k .<br />

1<br />

51<br />

We <strong>de</strong>note f ( x ( s ) x ( s )<br />

s m m )<br />

c *<br />

* * * *<br />

, * * * *<br />

1 1 .... = ∂f<br />

( x1( s1) ..... xm( sm)<br />

) , and<br />

,<br />

fs ( x ( s ) .... x ( s ) ) =<br />

∂f<br />

( x1( s1 ) xm( sm)<br />

)<br />

m m<br />

* *<br />

c 1 1<br />

∂x<br />

( s )<br />

∂x<br />

( s )<br />

.....<br />

c c<br />

m<br />

m<br />

c c<br />

.


94<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

The marginal costs of the domestic and foreign firm are <strong>de</strong>fined by (5a). Equation (5) states<br />

that the Maquiladora finds weakly more profitable the vertical integration with a domestic<br />

firm, if the difference in unitary costs <strong>de</strong>nominated in foreign currency uc e is at least lower<br />

than the sum of the difference in marginal productivity by the difference between the high and<br />

low quality factors, and the marginal cost of <strong>de</strong>manding the foreign input. In equation (6), k<br />

<strong>de</strong>fines the difference in marginal productivity if the Maquiladora uses a domestic input<br />

instead of a foreign one.<br />

Since the marginal productivity of the foreign input (high quality input) is higher than that of<br />

the domestic factor (low quality factor), then k < 1 then equation (6) asserts that the unitary<br />

cost of <strong>de</strong>manding a domestic input must be k times lower than the unitary cost of the foreign<br />

factor in or<strong>de</strong>r the unitary cost of domestic input compensates the difference in marginal<br />

productivity. Otherwise, the Maquiladora will <strong>de</strong>mand the foreign input even if the market<br />

prices are wc * (x * (s * ))> wc(x(s)).<br />

3. The Bargaining Game of Vertical Integration<br />

Consi<strong>de</strong>r a buyer who is the downstream unit or Maquiladora and a sample of potential<br />

suppliers, who are involved in a bargaining game where the parties meet, bargain and tra<strong>de</strong> at<br />

date 1. If the players reach an agreement the service will be tra<strong>de</strong>d. The agreement<br />

corresponds to a flow of inputs from the supplier. The Maquiladora asks and receives the<br />

offers from h potential suppliers and compares the quality of the inputs and the unitary costs of<br />

the vertical integration among all offers, and takes the offer that maximizes the gains from<br />

tra<strong>de</strong>.<br />

We explore a game of bargaining, but no negotiation, between the Maquiladora and the<br />

domestic supplier where the valuation of the tra<strong>de</strong> for the Maquiladora is <strong>de</strong>termined by:<br />

v<br />

maq<br />

( x j ( s j ) x jm ( s jm ) 1<br />

1 ....<br />

− uc x jc<br />

= p * f<br />

1<br />

(7)<br />

x jc r<br />

Where j = { f , d}<br />

and c = { 1.....<br />

m}<br />

, r → ℜ r = { 1,<br />

e } for j = { f , d}<br />

j<br />

{ }<br />

rj j<br />

j<br />

= .


The variable j { f , d}<br />

95<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

= is an in<strong>de</strong>x <strong>de</strong>fining the foreign and domestic suppliers for the inputs<br />

to be used by the Maquiladora for all c=1……m. The variable r j represents an in<strong>de</strong>x <strong>de</strong>noting<br />

r j<br />

{ 1 , e } for j = { f , d}<br />

= with r = 1 for the vertical integration of the Maquiladora with the<br />

f<br />

foreign supplier, while rd = e for the intrafirm tra<strong>de</strong> with a domestic supplier. The variable<br />

v maq is the net benefit from trading x jc inputs. The first term of equation (7) is the<br />

contribution of a volume of inputs x jc to the Maquiladora’s output f evaluated at price p in<br />

the final good market, and the second term 1<br />

uc`x<br />

is the cost of vertical tra<strong>de</strong>.<br />

jc<br />

r<br />

j<br />

The Maquiladora will take the contract with the supplier that maximizes the gains from<br />

tra<strong>de</strong>v maq . If the Maquila tra<strong>de</strong>s with a foreign supplier then<br />

v<br />

v<br />

maq<br />

maq<br />

( x f 1(<br />

s f ) .... x fm ( s fm ) − uc x fc<br />

= p * f<br />

1<br />

, and if it tra<strong>de</strong>s with a domestic supplier then<br />

x<br />

jc<br />

= p * f ( xd<br />

( s d ) xdm<br />

( s dm ) ) 1<br />

1 1 ....<br />

− uc x<br />

x<br />

dc . Total valuation if the Maquila tra<strong>de</strong>s with<br />

jc e<br />

the foreign and the domestic supplier is:<br />

v<br />

T<br />

maq<br />

( x ( s ) .... x ( s )<br />

= p * f j j jm jm −<br />

1<br />

1 1<br />

∑ uc x<br />

x<br />

jc<br />

(8)<br />

jc r<br />

∀j<br />

=<br />

{ f , d }<br />

We assume that v maq is a strictly concave function. The payoff for the domestic supplier is<br />

<strong>de</strong>fined by the expected gain from tra<strong>de</strong> with the Maquiladora, where the domestic supplier<br />

offers a price for a volume of tra<strong>de</strong> of x jc , and the Maquiladora responds by taking or leaving<br />

the offer. The price offered by the domestic upstream represents the unitary cost for the<br />

Maquiladora <strong>de</strong>signated by uc . The expected payoff for the domestic supplier is:<br />

[ −α<br />

] x * [ F(<br />

uc)<br />

]<br />

d = uc jc 1−<br />

π (9)<br />

The price of tra<strong>de</strong> offered by the domestic supplier is uc , α is the cost of production for the<br />

domestic supplier, x jc is the quantity of domestic supplier production (input’s <strong>de</strong>mand for the<br />

Maquiladora), and [ − F(<br />

uc)<br />

]<br />

1 is the probability of tra<strong>de</strong> at uc .<br />

j


96<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

The supplier’s beliefs on v maq are represented by a cumulative probability distribution ( v maq )<br />

with <strong>de</strong>nsity f( maq<br />

v )>0 on an interval [ v ] where F [ v ] =1, and [ v ]<br />

maq, vmaq<br />

maq<br />

F =0. We<br />

assume the domestic upstream is adverse to risk. If the agreement between the domestic<br />

supplier and the Maquiladora is not reached, then both parties can find at least another firm to<br />

tra<strong>de</strong>, and thereby there is no cost attached with the possibility of no tra<strong>de</strong>.<br />

Now, we characterize the elements that <strong>de</strong>termine the offer uc of the domestic supplier,<br />

which is given by:<br />

uc<br />

1 *<br />

( uc , e , k )<br />

= α + Ψ<br />

(10)<br />

h<br />

The price for a domestic supplier uc is a function of the marginal cost α plus an intrafirm<br />

gain Ψ which <strong>de</strong>pends of the Maquiladora’s valuation of the intrafirm tra<strong>de</strong>, and the h offers<br />

received by the Maquiladora. The <strong>de</strong>rivative uc > 0 because an increase in marginal costs is<br />

traduced positively in the price uc , while uc < 0 and represents the competitive process of<br />

h<br />

different offers received by the Maquiladora which exerts pressure in the bargaining price, and<br />

limh . If ( −α ) > 0<br />

therefore uc<br />

= α<br />

→∞<br />

α<br />

uc the gain from intrafirm tra<strong>de</strong> for the domestic<br />

supplier is positive, the efficient contract is obtained if uc = α .<br />

The extra gain Ψ is a function of the outsi<strong>de</strong> bargaining option for the Maquiladora<br />

represented by the offer of the foreign supplier uc * and thus 0<br />

* ><br />

∂ uc because a reduction<br />

∂uc<br />

of the offered price of the outsi<strong>de</strong> option reduces the price offered by the domestic supplier by<br />

the competitive process to get the contract with the Maquiladora. Similarly ∂ uc<br />

< 0 , a<br />

∂k<br />

reduction in k implies a proportionally higher difference in marginal productivity valuated at<br />

price p in the final good market, in or<strong>de</strong>r to keep profitable to <strong>de</strong>mand the domestic inputs for<br />

the Maquiladora the unitary price uc should be reduced.<br />

maq


97<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

An interesting element of analysis is the effect of e in the offer of the domestic supplier. An<br />

increase of the exchange rate reduces the unitary cost to <strong>de</strong>mand domestic input x dc , which<br />

increases the valuation of the Maquiladora of holding a contract with a domestic firm.<br />

Formally, from (7) ∂ vmaq ∂e<br />

= uc(<br />

x dc ) x dc<br />

e 2<br />

1 .<br />

The extensive form of the intrafirm tra<strong>de</strong> game and the payoffs for the players is shown in the<br />

figure 3.<br />

Offer uc<br />

DS M<br />

Figure 3. Intrafirm Static Game<br />

Now we characterize the equilibrium of the game, it is easy to prove the following:<br />

LEMMA 1. A domestic supplier with quality s, offers to the Maquiladora the efficient<br />

contract uc = α .<br />

uc = Arg Max { [ 1 − Fuc]<br />

π d ( uc)<br />

}<br />

(11)<br />

The Maquiladora accepts the domestic supplier’s offer if uc = α ≤ ek ( uc * )<br />

Yes<br />

No<br />

Proof<br />

The argument is by contradiction. Suppose the domestic firm offers uc > α then the<br />

Maquiladora is better off by rejecting the contract since there are other suppliers with contracts<br />

at α . By duality the optimality conditions of (8) are equivalent to those of (1).<br />

0<br />

0<br />

( ) ( )<br />

• • • • •<br />

• • •<br />

v = p f<br />

⎛⎜<br />

x s x s<br />

⎞ 1<br />

* ⎟ uc x x<br />

•<br />

⎝<br />

⎠<br />

−<br />

⎛⎜<br />

⎞<br />

1 ⎟<br />

1 ....<br />

⎝ ⎠<br />

x jc r<br />

maq j j jm jm jc jc<br />

• • • • •<br />

d<br />

π =<br />

⎡<br />

uc−α ⎤<br />

x jc − F uc<br />

⎣⎢ ⎦⎥<br />

⎛ ⎝ ⎜ ⎡ ⎞⎟ ⎤<br />

*1<br />

⎣⎢ ⎠ ⎦⎥<br />

ρ


98<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

Thus, condition (6) establish that in an equilibrium with positive <strong>de</strong>mands for the domestic<br />

and foreign supplier x > 0 and x > 0 it must be satisfied that uc = α ≤ ek ( uc * ) .<br />

fc<br />

dc<br />

The next Lemma points out that a reduction of the unitary costs from domestic tra<strong>de</strong> promoted<br />

by a <strong>de</strong>preciation of the exchange rate does not necessarily increase the intrafirm tra<strong>de</strong> of the<br />

Maquiladora with domestic supplier.<br />

LEMMA 2. In a perfect information game, if nature moves by <strong>de</strong>preciating the exchange rate<br />

the vertical integration with the domestic supplier might not increase. In particular, a<br />

<strong>de</strong>preciation of the exchange rate will increase Maquiladora’s integration with foreign<br />

supplier if for x x ∂ f ∂xc∂x<br />

c<br />

T<br />

maq<br />

f c c<br />

= 2 , f<br />

2 *<br />

x*<br />

x = ∂ f ∂xc∂x<br />

c > 0<br />

c c<br />

v , it is satisfied that { − Φf<br />

} ≥ 0<br />

Proof:<br />

f x c x<br />

which implies 0<br />

c<br />

xc<br />

* xc<br />

, and a concave function of<br />

d Φ <strong>de</strong> ≤ .<br />

The solution of the Maquiladora’s problem in (8) with positive <strong>de</strong>mands of the foreign and<br />

domestic inputs, x * > 0 and x > 0 , leads to the following first or<strong>de</strong>r conditions:<br />

pf<br />

pf<br />

xc<br />

w<br />

−<br />

e<br />

− w<br />

c<br />

= 0 ⇒<br />

= 0 ⇒<br />

c<br />

x<br />

x<br />

c<br />

><br />

0 :<br />

> 0 : x<br />

c<br />

( p,<br />

w , e,<br />

w*<br />

)<br />

( p,<br />

w , e,<br />

w*<br />

)<br />

*<br />

* *<br />

x*<br />

c c<br />

* c c c c c<br />

x<br />

c<br />

= x<br />

c<br />

= x<br />

Totally differentiate the optimality conditions to obtain:<br />

For<br />

∂ 2v<br />

∂ 2 x<br />

∂ 2v<br />

∂x<br />

* ∂x<br />

c<br />

maq<br />

c<br />

maq<br />

c<br />

dx<br />

dx<br />

c<br />

c<br />

c<br />

c<br />

∂ 2v<br />

+<br />

∂ 2 x<br />

uc = w T e and uc*<br />

w*<br />

T *<br />

c +<br />

= c + .<br />

c<br />

∂ 2v<br />

maq<br />

+<br />

∂x<br />

∂x<br />

maq<br />

*<br />

c<br />

*<br />

c<br />

dx<br />

dx<br />

*<br />

c<br />

*<br />

c<br />

∂ 2v<br />

maq<br />

= −<br />

∂x<br />

∂w~<br />

c<br />

∂ 2v<br />

maq<br />

= −<br />

∂x<br />

* ∂uc<br />

c<br />

c<br />

*<br />

c<br />

∂uc<br />

∂e<br />

c<br />

∂uc<br />

∂e<br />

*<br />

c<br />

(12)


The system is equivalent to:<br />

⎡ pf ⎤<br />

2<br />

x pf * ⎡dx<br />

⎤ ⎡− w e <strong>de</strong> ⎤<br />

c xc<br />

xc<br />

xc<br />

c<br />

c<br />

⎢<br />

⎥ ⎢ ⎥ = ⎢<br />

⎥<br />

⎢<br />

⎥ ⎢ * ⎥ ⎢<br />

⎥<br />

*<br />

* *<br />

⎣<br />

pf x x pf x x ⎦ ⎣dx<br />

c ⎦ ⎣ 0<br />

c c<br />

c c<br />

⎦<br />

Where ∂ 2 f ∂x<br />

∂x<br />

> 0<br />

f x x = c<br />

c c<br />

, f<br />

2 * *<br />

* * = ∂ ∂ ∂ > 0<br />

c x x f xc<br />

x<br />

c c<br />

c<br />

99<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

(13)<br />

,and f<br />

2<br />

* ><br />

x x*<br />

= ∂ f ∂xc∂x<br />

c 0 . It<br />

c c<br />

<<br />

follows that the <strong>de</strong>mand of inputs for changes in the exchange rate are given by:<br />

dxc<br />

<strong>de</strong><br />

dx<br />

<strong>de</strong><br />

*<br />

c<br />

=<br />

=<br />

p<br />

p<br />

−<br />

{ w e2}<br />

c xcxc<br />

2<br />

{ f x x f x*<br />

x*<br />

− f }<br />

−<br />

c c<br />

{ w e2}<br />

xcxc<br />

*<br />

> 0<br />

{ } 0<br />

c<br />

x*<br />

cxc<br />

><br />

2<br />

f<br />

<<br />

x x f x*<br />

x*<br />

− f<br />

c c<br />

c c<br />

c c<br />

f<br />

f<br />

xcxc<br />

*<br />

By the concavity of maq<br />

of inputs for x c imply <strong>de</strong> > 0<br />

v it follows f − ( f ) > 0<br />

f x x x x<br />

c c<br />

* *<br />

c c<br />

xc<br />

xc<br />

*<br />

2<br />

(14)<br />

. Decreasing marginal returns<br />

dxc . From (5) ( f ) sign ( dx*<br />

<strong>de</strong>)<br />

sign c<br />

* ⇒ . To analyze<br />

xc<br />

xc<br />

the effect of a change in e in the vertical integration we <strong>de</strong>fine the in<strong>de</strong>x of integration<br />

with the domestic supplier as:<br />

x<br />

Φ =<br />

x<br />

c<br />

*<br />

c<br />

( p,<br />

w *<br />

c , e,<br />

wc<br />

)<br />

( p,<br />

w , e,<br />

w*<br />

)<br />

∂x*<br />

* c ∂xc<br />

xc<br />

− xc<br />

It follows that dΦ<br />

<strong>de</strong> =<br />

∂e<br />

∂e<br />

, using equations (14) we conclu<strong>de</strong>:<br />

Φ 2<br />

−<br />

{ w e 2}<br />

2<br />

{ f x x f x*<br />

x*<br />

− f }<br />

⎧ 1 ⎫<br />

⎨ 2<br />

⎩Φ<br />

x<br />

c<br />

{ f − Φf<br />

} ><br />

x<br />

0<br />

c<br />

dΦ <strong>de</strong> =<br />

⎬<br />

(15)<br />

c xc<br />

xc<br />

* xc<br />

p<br />

c ⎭<br />

<<br />

c c c c x x*<br />

c c<br />

The concavity of v maq implies that the Hessian is negative semi<strong>de</strong>finite which implies<br />

2<br />

{ f x f x*<br />

* − f } > 0<br />

p x x , 2<br />

−<br />

wc e ∈ℜ+<br />

,( Φ2<br />

1<br />

c ) ∈ℜ+<br />

c c<br />

c c<br />

xcxc<br />

*<br />

x .<br />

Consequently, { f − Φf<br />

} 0 ⇒ dΦ<br />

<strong>de</strong> 0<br />

c c x x<br />

><br />

<<br />

<<br />

xc<br />

* xc<br />

><br />

.<br />

c


100<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

Intuition suggests that <strong>de</strong>preciations of the exchange rate tend to increase the vertical<br />

integration of the Maquiladora industry with the domestic firms since the costs <strong>de</strong>nominated in<br />

dollars of consuming domestic inputs is lower. However, our mo<strong>de</strong>l suggests that this is a<br />

special case which holds only if { f − Φf<br />

} ≤ 0 ⇒ dΦ<br />

<strong>de</strong> ≥ 0<br />

4. Concluding Remarks<br />

c c x x<br />

xc<br />

* xc<br />

Empirical research suggests a negative relation between the trend of <strong>de</strong>preciation of the<br />

Mexican exchange rate, and the vertical integration between the Maquiladora and the Mexican<br />

industry. This phenomenon is counterintuitive since we could expect that the massive<br />

<strong>de</strong>preciations of the Mexican exchange rate in the last two <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>s have reduced the price of<br />

domestic factors relative to foreign inputs of production. However, a <strong>de</strong>preciation of the<br />

exchange rate might, actually, increase the Maquiladora’s <strong>de</strong>mand of imported instead of<br />

domestic inputs. In this case, the vertical integration of Maquilas with the Mexican industry<br />

would fall.<br />

In this paper we present an analytical framework to analyze the <strong>de</strong>mands of foreign and<br />

domestic factors of production. We <strong>de</strong>rive the net profitability to <strong>de</strong>mand high instead of low<br />

quality inputs. Differences in the quality of inputs between foreign and domestic factors can<br />

explain the low vertical integration of the Maquiladora with the Mexican industry.<br />

We show that if the difference in quality and its positive effect in marginal production<br />

compensate the difference in prices, then the Maquiladora can be induced to integrate<br />

vertically with the foreign suppliers of inputs even if the unitary cost to <strong>de</strong>mand foreign factors<br />

is strictly higher than that of the domestic factors. We also show that a <strong>de</strong>preciation of the<br />

Mexican exchange rate does not necessarily increases the Maquiladora’s <strong>de</strong>mand of Mexican<br />

inputs. Conversely, it might increase the Maquiladora’s <strong>de</strong>mand of imported inputs if foreign<br />

and domestic factors are complementary. The above holds even if the domestic supplier<br />

participates in a bargaining game offering an efficient contract where the offer price is at<br />

marginal cost, and the marginal costs of <strong>de</strong>manding high quality inputs is strictly higher than<br />

those of the domestic factors.<br />

.


101<br />

Integración vertical ó …………Desintegración?<br />

El caso <strong>de</strong> la Maquiladora<br />

The horizontal differentiation of factors of production is inclu<strong>de</strong>d but not <strong>de</strong>veloped in this<br />

work. Similarly, another important issues that could affect the Maquiladora’s vertical<br />

integration such as asset specificity, vertical control, and market foreclosure, among others, at<br />

the moment have not been studied. More research on these subjects is nee<strong>de</strong>d.<br />

References<br />

BRANNON J., DILMUS J. & LUCKER G.W. (1993). “Generating and Sustaining Backward linkages<br />

Between Maquiladoras and Local Suppliers in Nothern Mexico”, World Development, vol. 22 (12), pp: 933-1945.<br />

BUITELAAR R. & PADILLA R. (2000). “Maquila, Economic Reform and Corporate Strategies”, World<br />

Development, vol. 28 (9), pp: 1627-1642.<br />

CHIAPPORI P. & ROCHET J.C. (1987). “Revealed Preferences and Differentiable Demand”,<br />

Econometrica, vol. 55 (3), pp: 687-691.<br />

CHENG W. AND KWAN Y. (2000), “Intra-Firm Branch Competition for a Monopolist”, Working Paper,<br />

Monash University, pp:1-15.<br />

CUAUHTÉMOC C. AND PONCE R. (2001). “Determinantes y Pronóstico <strong>de</strong> la Demanda <strong>de</strong> Trabajo<br />

<strong>de</strong> la Industria Maquiladora”, Revista Comercio Exterior, vol. 51, pp: 271-278.<br />

FREIXAS X. & MAS-COLELL A. (1987). “Engel Curves Leading to the Weak Axiom in the<br />

Aggregate”, Econometrica, vol. 55 (3), pp. 515-531.<br />

HANSON G. (1996). “Economic Integration, Intraindustry Tra<strong>de</strong>, and Frontier Regions”, European<br />

Economic Review, vol. 40, pp: 941-949.<br />

HANSON G. (1998). “North American Economic Integration and Industry Location”, National Bureau of<br />

Economic Research, Working Paper No. 6587, pp: 1-36.<br />

HANSON G. (1998). “U.S.-Mexico Integration and Regional Economies: Evi<strong>de</strong>nce from Bor<strong>de</strong>r City<br />

Pairs, National Bureau of Economic Research”, Working Paper No. 6587, pp: 1-36.<br />

JIMÉNEZ R. & PONCE R. (2007). “Comportamiento <strong>de</strong>l Comercio Interindustrial en <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>: el<br />

caso <strong>de</strong> las Maquilas”, a imprimirse en Economía Mexicana, Integración y Desarrollo Regional, por<br />

editarse UACJ, pp:1-50.<br />

KIHLSTROM R., MAS-COLLEL A., & SONNENSCHEIN H. (1976). “The Demand Theory of the<br />

Weak Axiom of Revealed Preference”, Econometrica, vol.44, pp: 971-978.<br />

PATRICK, R. & TIROLE J. (1986). “The Logic of Vertical Restraints”, The American Economic<br />

Review, vol. 76 (5), pp: 920-939.<br />

PERRY M. (1978). “Vertical Integration: The Monopsony Case”, The American Economic Review, vol. 68 (4),<br />

pp: 561-570.<br />

SCHMALENSE R. & WILSON R. (1989). Handbook of Industrial Organization. Vol. I and II, Elsevier Science<br />

Publishing Company INC., 1989.


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

Resumen<br />

El crecimiento económico en América Latina<br />

102<br />

Christine Carton Madura<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

ccarton@uacj.mx<br />

Cely Ronquillo Chávez<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

cronquil@uacj.mx<br />

Este artículo se propone validar empíricamente la interacción existente<br />

entre el <strong>de</strong>sarrollo financiero y el capital humano en los procesos <strong>de</strong><br />

crecimiento para la región <strong>de</strong> América Latina. Una <strong>de</strong> las principales<br />

contribuciones <strong>de</strong> este trabajo es el uso <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> producción<br />

Translog. Ésta permite analizar la interacción que pueda presentarse en<br />

las variables explicativas y por en<strong>de</strong> evaluar su impacto en el<br />

crecimiento económico. Las estimaciones se realizan con datos en<br />

panel, con efectos aleatorios, <strong>de</strong> 1980 a 2004, en base a una muestra<br />

compuesta <strong>de</strong> 16 países representativos <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> América Latina.<br />

Se encontraron resultados significativos que sugieren que el <strong>de</strong>sarrollo<br />

financiero y el capital humano, así como su interacción, se revelan ser<br />

<strong>de</strong>terminantes significativos para promover el crecimiento económico<br />

en la región.<br />

Palabras clave: Crecimiento Económico, Desarrollo Financiero,<br />

Capital Humano, América Latina.<br />

Clasificación JEL: C33, O11, O54.


1. Introducción<br />

Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

En las últimas décadas, ante una intensa discusión en torno a la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> las<br />

fuentes <strong>de</strong>l crecimiento económico, la acumulación <strong>de</strong>l capital humano se <strong>de</strong>stacó por ser<br />

uno <strong>de</strong> los principales <strong>de</strong>terminantes en la generación <strong>de</strong> un crecimiento económico<br />

sostenido, confortando los trabajos precursores <strong>de</strong> Razin (1976), Hicks (1979), Wheeler<br />

(1980), entre otros. Recientemente, una rama importante <strong>de</strong> la literatura, <strong>de</strong>dicada al nexo<br />

finanzas-crecimiento, señala que el <strong>de</strong>sarrollo financiero pue<strong>de</strong> impactar positivamente el<br />

proceso <strong>de</strong> crecimiento mediante sus principales funciones52 , y esto <strong>de</strong>bido a la<br />

incertidumbre y la imperfección <strong>de</strong> la información (McKinnon, 1973; Levine, 1997). De<br />

tal forma, el rol, que juegan los mercados financieros y el capital humano en explicar el<br />

crecimiento, se convirtió en un tema relevante que motiva, todavía, una <strong>de</strong>nsa<br />

investigación teórica y empírica (Galor & Zeira, 1993; Jacoby, 1994; De Gregorio, 1996).<br />

Sin embargo, al comprobar lo anterior, diversos estudios empíricos indicaron que la<br />

causalidad, i.e. el <strong>de</strong>sarrollo financiero “causa” el crecimiento, se revela en<strong>de</strong>ble hasta<br />

inexistente por lo que se <strong>de</strong>batió la efectividad <strong>de</strong> semejante enlace (Jung, 1986; Laroche,<br />

et al., 1995). Paralelamente, el papel significativo <strong>de</strong>l capital humano se vio cuestionado53 por lo que se hallaron evi<strong>de</strong>ncias a favor <strong>de</strong> una causalidad negativa (Cohen, 1993; Islam,<br />

1995; Caselli et al., 1996).<br />

Al i<strong>de</strong>ntificarse dichas controversias, así como la ambigüedad <strong>de</strong> los efectos generados<br />

por las variables <strong>de</strong> interés, se aportaron argumentos, exhibiendo problemas <strong>de</strong> selección,<br />

<strong>de</strong> medición, <strong>de</strong> metodología empleada etc., que pudieron generar sesgos al momento <strong>de</strong><br />

interpretar los resultados. Por ejemplo, en cuanto a las variables financieras, se propuso<br />

utilizar el crédito al sector privado como aproximación a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> la<br />

intermediación financiera (De Gregorio & Guidotti, 1992; Senhadji, 2000). Asimismo,<br />

para el capital humano, Islam (1995) indica un problema <strong>de</strong> medición mientras se omite,<br />

generalmente, la dimensión cualitativa <strong>de</strong> la inversión en capital humano.<br />

52<br />

Como la movilización <strong>de</strong>l ahorro, la diversificación <strong>de</strong> los riesgos, la evaluación <strong>de</strong> los proyectos <strong>de</strong><br />

inversión etc.<br />

53<br />

Para una revisión exhaustiva <strong>de</strong> esta cuestión, referirse a Dessus (2001).<br />

103


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

De lo anterior, se <strong>de</strong>sprendió la necesidad <strong>de</strong> recurrir a una especificación más compleja<br />

para representar y contrastar dichas relaciones (Berthelemy et al., 1996).<br />

Dentro <strong>de</strong> esta perspectiva, el presente artículo intenta evi<strong>de</strong>nciar los efectos positivos <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sarrollo financiero y <strong>de</strong>l capital humano sobre el crecimiento económico, para la región<br />

<strong>de</strong> América Latina, cubriendo un período <strong>de</strong> 1980 hasta 2004. Contribuye, <strong>de</strong> tal forma,<br />

al análisis <strong>de</strong> la dinámica <strong>de</strong> la región, enfatizando el impacto que pue<strong>de</strong> originarse en la<br />

interacción entre ambos <strong>de</strong>terminantes. Se admite, así, que las activida<strong>de</strong>s financieras<br />

posibilitan la adquisición <strong>de</strong> capital humano que incrementará, a su vez, la tasa a la cual<br />

se produce el nuevo stock <strong>de</strong> capital humano (Buiter & Kletzer, 1992; Christou et al.,<br />

1993; Barro et al, 1995; Gregorio, 1996).<br />

Sin embargo, respondiendo a los límites previamente i<strong>de</strong>ntificados, se privilegia, como<br />

herramienta analítica, una función <strong>de</strong> producción agregada más flexible, la<br />

translogarítmica (translog), distinta a la que recurre la mayoría <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong>dicados<br />

al tema, puesto que permite analizar la posible interacción que pueda presentarse en las<br />

variables explicativas.<br />

Así, el contraste econométrico se implementará, a través <strong>de</strong> datos en panel con efectos<br />

aleatorios (Arellano & Bover, 1990). Lo anterior se justifica por las <strong>de</strong>ficiencias<br />

<strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> métodos convencionales, como lo son las estimaciones ó sean en<br />

series temporales o en corte transversal.<br />

Consecutivamente, en una segunda sección, se presenta una revisión sintetizada <strong>de</strong> la<br />

literatura relacionada con la influencia <strong>de</strong>l sistema financiero y <strong>de</strong>l capital humano sobre<br />

el crecimiento económico. La tercera sección se <strong>de</strong>dica a exponer la metodología<br />

empleada así como explicitar las variables <strong>de</strong> interés. En la tercera sección, se <strong>de</strong>scribe el<br />

contraste econométrico para luego comentar los resultados obtenidos. Finalmente, se<br />

ofrecen algunos comentarios conclusivos.<br />

104


2. Breve revisión <strong>de</strong> la literatura referente<br />

Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

En lo general, la evi<strong>de</strong>ncia empírica respalda una fuerte relación estadísticamente<br />

significativa, entre el <strong>de</strong>sarrollo financiero y el crecimiento. Al aprehen<strong>de</strong>r las<br />

trayectorias <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> las economías, algunos estudios argumentan que el<br />

<strong>de</strong>sarrollo financiero no siempre promueve el crecimiento económico (Deveraux &<br />

Smith, 1994; Japelli & Pagano, 1994; Arestis & Demetria<strong>de</strong>s, 1997; Singh & Weisse,<br />

1998). Precisamente, otros afirman que únicamente existe una conexión entre el sector<br />

real y el financiero (Greenwood & Jovanovic, 1990; Galetovic, 1996; Bencivenga &<br />

Smith, 1998). Por lo tanto, emerge un relativo consenso, en la literatura existente, en el<br />

sentido <strong>de</strong> que el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l sistema financiero impacta el crecimiento a largo plazo.<br />

En el caso <strong>de</strong> América Latina, Roubini & Sala-í-Martín (1992) alcanzan a explicar la<br />

especificidad regional <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> crecimiento mediante variables financieras. En una<br />

perspectiva igualmente regional, Carbó y Rodríguez (2004) <strong>de</strong>muestran, mediante la<br />

contrastación <strong>de</strong> un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> datos en panel, que la calidad y la eficiencia <strong>de</strong> los<br />

servicios financieros pue<strong>de</strong> afectar significativamente al crecimiento. En su estudio, los<br />

bancos <strong>de</strong>sempeñan un papel fundamental en el financiamiento <strong>de</strong> las empresas y <strong>de</strong> las<br />

familias, proveyendo el crédito y reduciendo la probabilidad <strong>de</strong> la exclusión financiera.<br />

Christopoulos y Tsionas (2004) encuentran, paralelamente, una fuerte evi<strong>de</strong>ncia a favor<br />

<strong>de</strong> la hipótesis que el <strong>de</strong>sarrollo financiero causa el crecimiento económico y que no se<br />

presenta una causalidad bi-direccional.<br />

En lo que concierne el impacto positivo <strong>de</strong>l capital humano, varios autores señalaron que<br />

la omisión <strong>de</strong>l último como variable explicativa <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> crecimiento pue<strong>de</strong><br />

conducir a resultados sesgados, ya que incluir el capital humano pue<strong>de</strong> mejorar<br />

potencialmente el análisis teórico y/ó empírico <strong>de</strong>l crecimiento económico. Barro (1991)<br />

y Mankiw et al. (1992) indican que la educación contribuye a explicar positivamente y<br />

significativamente la tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>l ingreso per cápita54 .<br />

54 Barro utiliza la tasa <strong>de</strong> escolarización segundaria en 1960, mientras que Mankiw et al. construyen un<br />

indicador que consi<strong>de</strong>ra la proporción media, en el periodo <strong>de</strong> estudio, <strong>de</strong> personas en edad <strong>de</strong> trabajar que<br />

están escolarizadas en el segundario.<br />

105


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

Asimismo, estudios <strong>de</strong>stacados mostraron que la educación tiene un impacto positivo<br />

sobre la inversión en capital, favoreciendo el crecimiento económico (Romer, 1989;<br />

Borensztein, <strong>de</strong> Gregorio & Lee, 1994; Ojo & Oshikoya, 1995). A<strong>de</strong>más, Romer (1993)<br />

comprueba la existencia <strong>de</strong> un efecto cruzado entre la inversión y la educación. En<br />

particular, De Gregorio (1996) concluye que el capital humano, aproximado por la tasa <strong>de</strong><br />

alfabetización, tiene un impacto positivo y significativo para 12 economías <strong>de</strong> América<br />

Latina, <strong>de</strong> 1950 a 1985.<br />

Ahora, analizando la interacción entre el <strong>de</strong>sarrollo financiero y el capital humano, se<br />

resalta que las imperfecciones en el mercado <strong>de</strong> capitales pue<strong>de</strong>n obstaculizar la<br />

acumulación <strong>de</strong> capital humano. Este problema se agrava particularmente en economías<br />

pobres don<strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong>l ingreso es inequitativa (Galor y Zeira, 1993). Por lo<br />

tanto, cuando los sistemas financieros cumplen sus funciones eficientemente, lograrán<br />

promover la acumulación <strong>de</strong> capital humano (Jacoby, 1994).<br />

En particular, si la última no está sujeta a rendimientos <strong>de</strong>crecientes en un nivel social,<br />

los acuerdos financieros facilitan la creación <strong>de</strong> capital humano que ayudará a acelerar el<br />

crecimiento económico (De Gregorio, 1996; Galor y Zeira, 1993).<br />

Consecutivamente, Buiter & Kletzer (1992) explican que cuando los individuos <strong>de</strong>ben<br />

autofinanciar su formación, la incapacidad <strong>de</strong> pedir prestado pue<strong>de</strong> reducir<br />

consi<strong>de</strong>rablemente la acumulación <strong>de</strong> capital humano. Christou et al. (1993) <strong>de</strong>sarrollan,<br />

igualmente, un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> crecimiento estándar con restricción <strong>de</strong> crédito, obteniendo que<br />

ésta tenga efectos negativos sobre el proceso <strong>de</strong> acumulación <strong>de</strong> capital humano.<br />

Berthelemy & Varoudakis (1995) <strong>de</strong>stacan la existencia <strong>de</strong> clubes <strong>de</strong> convergencia,<br />

<strong>de</strong>terminada por el nivel <strong>de</strong> educación inicial y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l sistema financiero.<br />

Subrayan la importancia <strong>de</strong>l capital humano en una fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>spegue <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<br />

seguida por el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>l sector financiero, en una fase consecutiva. Señalan, en<br />

particular, que los países <strong>de</strong> América Latina estuvieron “entrampados” en la pobreza, por<br />

las políticas <strong>de</strong> represión financiera, implementadas entre 1960 y 1970.<br />

106


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

Evans et al. (2002) evalúan, asimismo, las contribuciones <strong>de</strong>l capital humano y <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sarrollo financiero para el crecimiento económico, con base en una muestra <strong>de</strong> 82<br />

países, <strong>de</strong> 1972 - 1992. Sugieren que la combinación <strong>de</strong> ambas variables tien<strong>de</strong> a<br />

promover significativamente el crecimiento económico.<br />

3. Metodología y Descripción <strong>de</strong> las variables<br />

El crecimiento económico <strong>de</strong>finiéndose como el incremento <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> riqueza en<br />

una economía <strong>de</strong>terminada, la función <strong>de</strong> producción agregada encarna la principal<br />

herramienta <strong>de</strong> análisis cuya representación estándar se caracteriza por la sustituibilidad <strong>de</strong> los<br />

insumos. La mayoría <strong>de</strong> los trabajos empíricos, que se <strong>de</strong>dican al tema que nos interesa,<br />

recurre a la estimación <strong>de</strong> dos formas específicas que, son respectivamente la Cobb-Douglas y<br />

la CES, Constant Elasticity of Substitution.<br />

Sin embargo, ambas exhiben limitaciones sustanciales al momento <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>nciar los efectos<br />

positivos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo financiero y <strong>de</strong>l capital humano en la explicación <strong>de</strong>l crecimiento. El<br />

principal límite <strong>de</strong> la Cobb-Douglas resi<strong>de</strong> en la hipótesis <strong>de</strong> una elasticidad <strong>de</strong> sustitución<br />

constante e igual a uno. En particular, cuando se trata <strong>de</strong>l capital humano, algunas<br />

investigaciones argumentan que la Cobb-Douglas es ina<strong>de</strong>cuada para mo<strong>de</strong>lar la contribución<br />

<strong>de</strong>l capital humano a la producción (Psacharopoulos & Arriagada, 1986).<br />

Lo anterior motivó la elaboración <strong>de</strong> la CES que permite contemplar casos en los que la<br />

elasticidad <strong>de</strong> sustitución fuera diferente <strong>de</strong> uno. Sin embargo, tal función sigue presentando<br />

restricciones por lo que la elasticidad <strong>de</strong> substitución exhibe un valor constante e idéntica para<br />

cualquier par <strong>de</strong> factores, los insumos siendo in<strong>de</strong>pendientes entre ellos. Estas características<br />

pue<strong>de</strong>n ser inapropiadas cuando se consi<strong>de</strong>ran más <strong>de</strong> dos insumos <strong>de</strong> producción, como el<br />

caso que estudiamos, (Blackorby & Russel, 1989; Stern, 2003; Fron<strong>de</strong>l, 2004).<br />

Con el propósito <strong>de</strong> caracterizar la combinación productiva, se privilegia, a continuación, una<br />

forma más flexible que no impone a priori restricciones sobre la estructura <strong>de</strong> producción, ó<br />

sea la función <strong>de</strong> producción Transcen<strong>de</strong>ntal Logarithmic, conocida como Translog<br />

(Christensen et al., 1971).<br />

107


La forma general <strong>de</strong> dicha función 55 se expresa como:<br />

Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

n<br />

1 n n<br />

n<br />

2<br />

ln( yn,<br />

t ) = α 0,<br />

n + ∑αi<br />

, n ln( X i,<br />

n,<br />

t ) + ∑∑βi<br />

, j,<br />

n [ln( X i,<br />

n,<br />

t )] + ∑λi<br />

, j,<br />

n [ln( X i,<br />

n,<br />

t ) ln( X j,<br />

n,<br />

t )] (1)<br />

2<br />

i=<br />

1<br />

i=<br />

1 j=<br />

1<br />

108<br />

i=<br />

1<br />

con (y) el nivel <strong>de</strong> producción y (X), los diferentes insumos 56 .<br />

Los parámetros (βi,j), con i≠j, indican el sentido <strong>de</strong> la relación entre los diferentes factores. Por<br />

consiguiente, si (βi,j)>0 [(βi,j)


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

Aquí, permite revisar la convergencia y capturar cualquier factor <strong>de</strong> producción que se haya<br />

omitido (Evans et al. 2002). Sin embargo, señala la posible interacción entre las condiciones<br />

iniciales y el cambio en los insumos.<br />

En consecuencia, la forma a estimar <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> producción, translog, ó ecuación (1), se<br />

expresa como a continuación:<br />

ln( y<br />

n,<br />

t<br />

) = α<br />

^ ^<br />

0,<br />

n + α 1<br />

1 ^<br />

+ β 1<br />

2<br />

^<br />

+ λ 1 [ln(<br />

^<br />

+ λ 4 [ln(<br />

^<br />

+ λ 6 [ln(<br />

ln( k<br />

ln( k<br />

k<br />

n,<br />

t<br />

n,<br />

t<br />

M<br />

H<br />

n,<br />

t<br />

n,<br />

t<br />

n,<br />

t<br />

)<br />

) +<br />

2<br />

^<br />

α 2<br />

1 ^<br />

β 2<br />

+<br />

2<br />

) × ln( M<br />

n,<br />

t<br />

) × ln( H<br />

n,<br />

t<br />

) × ln( y80<br />

ln( M<br />

n,<br />

t<br />

n<br />

)] +<br />

, t<br />

ln( M<br />

n<br />

^<br />

2<br />

^<br />

λ 5<br />

)] + ε<br />

n,<br />

t<br />

^<br />

3<br />

)] + λ [ln( k<br />

n,<br />

t<br />

[ln( M<br />

109<br />

) × ln( H<br />

n,<br />

t<br />

^<br />

4<br />

) + α ln( H n,<br />

t ) + α ln( y80<br />

^<br />

2 1<br />

2<br />

, t ) + β 3 ln( H n,<br />

t )<br />

2<br />

n,<br />

t<br />

) × ln( y80<br />

n,<br />

t<br />

^<br />

3<br />

)]<br />

n,<br />

t<br />

)<br />

)] + λ [ln( k<br />

n,<br />

t<br />

) × ln( y80<br />

don<strong>de</strong> todas las variables se expresan por unidad <strong>de</strong> trabajo. (yn,t) <strong>de</strong>fine el producto agregado,<br />

(knt) el capital físico, (Mnt) la variable monetaria, (Hnt) la proxy <strong>de</strong> capital humano. (y80n,t)<br />

representa el ingreso inicial, en 1980, (εn,t), siendo el término <strong>de</strong> error.<br />

El conjunto <strong>de</strong> las variables es extraído <strong>de</strong> la base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong>l Banco Mundial (2007) y <strong>de</strong>l<br />

Fondo Monetario Internacional (2007). Para las variables <strong>de</strong> capital humano, se recurre a la<br />

base <strong>de</strong> indicadores propuestos por la UNESCO.<br />

El producto agregado (ynt) se mi<strong>de</strong> por el PIB per cápita en dólares constantes, con (y80) el<br />

PIB per cápita en 1980. La variable capital (k) se evalúa por la formación bruta <strong>de</strong> capital fijo.<br />

Para acercar el <strong>de</strong>sarrollo financiero, se emplean los agregados monetarios M2, dinero y cuasi<br />

dinero como porcentaje <strong>de</strong>l PIB, M3, liquid liabilities como porcentaje <strong>de</strong>l PIB, así como el<br />

crédito doméstico (CR) <strong>de</strong>l sector privado como porcentaje <strong>de</strong>l PIB, según Khan & Senhadji,<br />

(2000). El capital humano es aproximado por las matrículas en educación primaria (EP), en<br />

educación segundaria (ES), según Barro (1991) y Asteriou & Agiomirgianakis (2001). Sin<br />

embargo, las tasas <strong>de</strong> inscripción han estado sujetas a críticas en la literatura, porque<br />

representan variables <strong>de</strong> flujo (Psacharopoulos & Arriagada, 1986; Romer, 1989). Así, en<br />

línea con Landau (1986), se propone un indicador adicional que se refiere al gasto público en<br />

educación (GE) como porcentaje <strong>de</strong>l PIB.<br />

n,<br />

t<br />

)]<br />

(2)


4. Contraste econométrico y resultados<br />

Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

El contraste econométrico se realizará con datos en panel <strong>de</strong> 1980 hasta 2004, en base a una<br />

muestra <strong>de</strong> 16 países 58 , representativa <strong>de</strong> la región Latinoamericana. La estimación <strong>de</strong> datos en<br />

panel correspon<strong>de</strong>, entonces, a un grupo <strong>de</strong> variables observadas para varios individuos a lo<br />

largo <strong>de</strong>l tiempo (Arellano & Bover, 1990). Permite clasificar efectos económicos que no<br />

pue<strong>de</strong>n distinguirse sólo con el uso <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> corte transversal o <strong>de</strong> series <strong>de</strong> tiempo, puesto<br />

que facilita el análisis <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los don<strong>de</strong> los parámetros son heterogéneos y aleatorios,<br />

(Pindyck & Rubinfeld, 1993).<br />

De manera general, el mo<strong>de</strong>lo econométrico lineal <strong>de</strong> datos en panel se expresa como:<br />

it<br />

it<br />

K<br />

y = α + ∑ β X + u<br />

(3)<br />

k=<br />

2<br />

k , i,<br />

t<br />

kit<br />

it<br />

(yi,t) es la variable <strong>de</strong>pendiente para el país (i) en el periodo (t). (Xk,i,t) se <strong>de</strong>fine como la késima<br />

variable explicativa para (i) en el periodo (t). Los (βk) representan los parámetros<br />

incógnitos y (αi,t), la constante con k=1, x=1. El término <strong>de</strong> error (ui,t) incluye las<br />

características individuales (ηi), temporales (θt) y un error idiosincrásica, específica a cada<br />

observación (εi,t).<br />

En los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> panel, la discusión se centra en el análisis <strong>de</strong> los efectos<br />

individuales que se consi<strong>de</strong>ran factores inobservables y constantes en el tiempo. Son<br />

específicos para cada uno <strong>de</strong> los individuos y pue<strong>de</strong>n estar correlacionados con las variables<br />

explicativas, ó mo<strong>de</strong>lo con efectos fijos. Cuando no existe tal correlación, el mo<strong>de</strong>lo se dice<br />

con efectos aleatorios.<br />

El mo<strong>de</strong>lo con efectos fijos supone que las características individuales son fijas y se escribe<br />

como:<br />

it<br />

1<br />

K<br />

y = α + ∑ β X + η + ε<br />

k=<br />

2<br />

k , i,<br />

t<br />

kit<br />

con (ηi), la componente individual.<br />

i<br />

it<br />

58 Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México,<br />

Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.<br />

110<br />

(3a)


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

Para estimar los coeficientes, se introducen, en la escritura <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo, variables ficticias,<br />

dichas dummy, <strong>de</strong>nominado mo<strong>de</strong>lo Least Squares Dummy Variables. Este método sería<br />

equivalente a estimar, por los Mínimos Cuadrados Ordinarios, un mo<strong>de</strong>lo con tantas variables<br />

ficticias como individuos.<br />

La manera alterna <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lar los efectos específicos resi<strong>de</strong> en consi<strong>de</strong>rarles como aleatorios,<br />

(ηi) y (θt) siendo aleatorios ó sea:<br />

it<br />

1<br />

K<br />

y = α + ∑ β X + ν<br />

k = 2<br />

k , i,<br />

t<br />

kit<br />

i,<br />

t<br />

con (νi,t) igual a la suma <strong>de</strong> (ηi) y (εi,t).<br />

En este caso, el método <strong>de</strong> estimación eficiente, dada la composición <strong>de</strong>l término <strong>de</strong><br />

perturbación aleatoria, es el <strong>de</strong> los Mínimos Cuadrados Generalizados.<br />

Con el objetivo <strong>de</strong> discriminar entre ambos mo<strong>de</strong>los, con efectos fijos ó aleatorios, se utilizará<br />

la prueba <strong>de</strong> Hausman (1978). La hipótesis nula plantea la inexistencia <strong>de</strong> una correlación<br />

entre los efectos específicos y las variables explicativas. Si se rechaza la hipótesis nula, el<br />

estimador no es más convergente. Conviene, así, privilegiar el estimador con efectos fijos que<br />

elimina la correlación, los efectos específicos siendo extraídos <strong>de</strong>l residuo bajo la forma <strong>de</strong><br />

variables ficticias.<br />

Sin embargo, al implementar la prueba, la estadística <strong>de</strong> Hausman obtenida tien<strong>de</strong> a<br />

aceptar el mo<strong>de</strong>lo con efectos aleatorios para el conjunto <strong>de</strong> las estimaciones. De este<br />

modo, los resultados <strong>de</strong> la estimación <strong>de</strong> (2) se presentan en anexo B, <strong>de</strong>clinándose en 9<br />

estimaciones, según el número <strong>de</strong> proxies contempladas59 .<br />

El cuadro 2 recopila los resultados <strong>de</strong> las primeras ecuaciones don<strong>de</strong> se incluye a M3<br />

como variable <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo financiero, la última combinándose con cada una <strong>de</strong> las tres<br />

proxies <strong>de</strong>l capital humano. Las estimaciones, en general, exhiben un buen ajuste global:<br />

Los mo<strong>de</strong>los presentan un alto po<strong>de</strong>r explicativo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 64% hasta 88% para el contraste<br />

<strong>de</strong> M3 con GE.<br />

59 Referirse al anexo A para las especificaciones.<br />

111<br />

(3b)


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

Sin embargo, el mo<strong>de</strong>lo estimado, con el agregado monetario M3 y la variable educativa<br />

(EP), se <strong>de</strong>staca por corroborar la interacción existente entre este indicador financiero y la<br />

variable educativa, mediante la estimación <strong>de</strong> (λ4), asimismo, por exhibir un po<strong>de</strong>r<br />

explicativo alto y parámetros estimados significativos. Lo anterior sugiere que la<br />

asignación <strong>de</strong> recursos al sector educativo a través <strong>de</strong> un eficiente sistema financiero<br />

contribuiría al crecimiento económico, en la medida en que la población ocupada posea<br />

un nivel <strong>de</strong> estudios más elevado.<br />

A<strong>de</strong>más, se observa que:<br />

- Los coeficientes α1, α2 y α3 son diferentes <strong>de</strong> cero y estadísticamente significativos, con<br />

los signos esperados. Lo anterior tien<strong>de</strong> a confirmar que el capital físico, M3 y el capital<br />

humano son relevantes para el análisis e impactan <strong>de</strong> manera positiva en el crecimiento<br />

<strong>de</strong> la producción en América Latina;<br />

- Respecto a los parámetros β relacionados a los términos cuadráticos <strong>de</strong> la función <strong>de</strong><br />

producción, los resultados son estadísticamente diferentes <strong>de</strong> cero y significativos en su<br />

mayoría a un nivel <strong>de</strong> confianza <strong>de</strong>l 99%. Esto justifica las ventajas <strong>de</strong> realizar la<br />

especificación <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> producción en su forma translogarítmica, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />

facilitar la interpretación <strong>de</strong> la interacción <strong>de</strong> las variables, a través <strong>de</strong> los términos<br />

cruzados;<br />

- Finalmente, se evi<strong>de</strong>ncia una correlación fuerte y positiva <strong>de</strong>l capital físico con M3 (λ1),<br />

cualesquiera que sea la proxy <strong>de</strong>l capital humano, presentando un impacto positivo <strong>de</strong> las<br />

finanzas en el crecimiento económico.<br />

El cuadro 3 presenta los resultados incluyendo a M2 como variable financiera. Se<br />

encontró evi<strong>de</strong>ncia favorable sólo con la combinación <strong>de</strong> la proxy (ES), observando una<br />

interacción positiva con este indicador para el crecimiento económico.<br />

Igualmente, se apunta que:<br />

- Los coeficientes <strong>de</strong> α1, α2 y α3 presentan en su mayoría resultados estadísticamente<br />

significativos y con los signos esperados;<br />

- Respecto a los parámetros β, todos los resultados son estadísticamente diferentes <strong>de</strong><br />

cero y significativos en su mayoría a un nivel <strong>de</strong> confianza <strong>de</strong>l 99%;<br />

112


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

- El parámetro (λ1) traduce una correlación fuerte y positiva <strong>de</strong>l capital físico con M2,<br />

cualesquiera que sea la proxy <strong>de</strong>l capital humano, corroborando con otro indicador<br />

financiero el impacto positivo <strong>de</strong> las finanzas en el crecimiento económico.<br />

Por en<strong>de</strong>, el cuadro 4 expone los resultados <strong>de</strong> la estimación incluyendo al crédito como<br />

indicador financiero. Se señala al mo<strong>de</strong>lo que combina el crédito con (ES), con un po<strong>de</strong>r<br />

explicativo 69%. Se muestra que:<br />

- El coeficiente relacionado con α2 referido a (CR) es estadísticamente significativo al<br />

99%. Los coeficientes <strong>de</strong> α1 y α3 presentan algunos resultados estadísticamente en<strong>de</strong>bles;<br />

- Respecto a los parámetros β, sólo los coeficientes asociados a β1 y β2 resultaron<br />

estadísticamente diferentes <strong>de</strong> cero y significativos en su mayoría a un nivel <strong>de</strong> confianza<br />

<strong>de</strong>l 99%.<br />

Cabe resaltar que, generalmente, los coeficientes <strong>de</strong>l parámetro α4, correspondientes al<br />

ingreso per cápita inicial, fueron positivos, rechazando la tesis <strong>de</strong> convergencia absoluta.<br />

Sin embargo, al momento <strong>de</strong> interactuar el ingreso inicial con el capital físico y los<br />

indicadores financieros, los coeficientes estimados indican una interacción negativa, lo<br />

que pue<strong>de</strong>n llevar a probar la tesis <strong>de</strong> convergencia condicional en los países <strong>de</strong> América<br />

Latina. Una explicación sería que, para el caso <strong>de</strong> economías emergentes, se requieren<br />

reformas integrales que incluyan marcos legales eficientes, ya que si el sistema financiero<br />

se <strong>de</strong>sarrolla en un marco regulatorio ina<strong>de</strong>cuado esto pue<strong>de</strong> acarrear efectos adversos en<br />

el crecimiento económico.<br />

La interacción positiva <strong>de</strong>l ingreso inicial con las proxies <strong>de</strong>l capital humano permite<br />

inferir que si se busca invertir recursos para lograr una acumulación <strong>de</strong> capital humano se<br />

pue<strong>de</strong> tener un efecto positivo en el crecimiento.<br />

En resumen, en todas las estimaciones, se arrojan resultados que tien<strong>de</strong>n a evi<strong>de</strong>nciar la<br />

complementariedad entre el capital humano y el <strong>de</strong>sarrollo financiero, especialmente<br />

cuando interactúa el crédito con la tasa <strong>de</strong> matrícula <strong>de</strong> educación secundaria, mostrando<br />

un impacto positivo para el crecimiento económico en la región <strong>de</strong> América Latina.<br />

113


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

Sugiere que entre más alto sea el nivel educativo, más se requiere <strong>de</strong> una eficiente<br />

asignación <strong>de</strong> recursos por parte <strong>de</strong>l sector financiero a través <strong>de</strong>l crédito, que pue<strong>de</strong><br />

redundar en acumulación <strong>de</strong> capital humano a través <strong>de</strong>l financiamiento a la educación.<br />

Como lo señalaron Arias et al (2006), la acumulación <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>strezas<br />

mediante la educación formal ha sido mucho más lenta en los países <strong>de</strong> América Latina,<br />

<strong>de</strong>bido principalmente a la carencia <strong>de</strong> recursos o financiamiento.<br />

5. Conclusiones<br />

El <strong>de</strong>bate sobre el crecimiento económico ha generado una variedad <strong>de</strong> argumentos en cuanto<br />

a las cuestiones <strong>de</strong> por qué las tasas <strong>de</strong> crecimiento difieren entre los países o las regiones.<br />

Esta investigación pretendió enfatizar en dos importantes <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong>l crecimiento, el<br />

sistema financiero y el capital humano, para 16 países latinoamericanos, <strong>de</strong> 1980 a 2004. Se<br />

propuso, en lo particular, poner atención en los efectos que se originan cuando interactúan y<br />

esto, para promover el crecimiento económico. Este trabajo apuntó, entonces, a la función <strong>de</strong><br />

producción Translog, como herramienta analítica privilegiada. Se adoptó, así, la metodología<br />

<strong>de</strong> datos en panel, mediante efectos aleatorios <strong>de</strong> acuerdo a la prueba <strong>de</strong> Hausman. Los<br />

hallazgos tien<strong>de</strong>n a confirmar la interacción que existe entre las variables <strong>de</strong>l capital humano y<br />

las variables financieras para impactar en el crecimiento económico <strong>de</strong> América Latina.<br />

Por lo tanto, el crédito apareció como el indicador más a<strong>de</strong>cuado para aproximar el<br />

<strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>l sistema financiero.<br />

Así, el mo<strong>de</strong>lo que incluye al crédito y al nivel secundario resulta el que más soporte<br />

econométrico presenta, <strong>de</strong>bido a que es el que muestra la mejor interacción entre estos<br />

<strong>de</strong>terminantes relevantes para impactar en el crecimiento económico.<br />

Generalmente, a partir <strong>de</strong> los coeficientes estimados (α), se acepta la hipótesis según la cual las<br />

variables explicativas, incluidas en la función <strong>de</strong> producción, son <strong>de</strong>terminantes importantes<br />

<strong>de</strong>l crecimiento económico para la región. A<strong>de</strong>más, los parámetros (β) justifican las ventajas<br />

<strong>de</strong> realizar la especificación <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> producción en su forma translogarítmica.<br />

114


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

Lo anterior alu<strong>de</strong> a hipótesis esenciales <strong>de</strong> las teorías <strong>de</strong>l crecimiento endógeno: La ausencia<br />

<strong>de</strong> rendimientos <strong>de</strong>crecientes y la importancia <strong>de</strong> la inclusión <strong>de</strong>l capital humano como una <strong>de</strong><br />

las principales variables explicativas.<br />

Se evi<strong>de</strong>nciaron, a<strong>de</strong>más, interacciones positivas entre las variables financieras y el capital<br />

físico, apoyando la tesis <strong>de</strong> McKinnon (1973), don<strong>de</strong> sugiere que existe una importante<br />

relación entre las finanzas y el crecimiento. A<strong>de</strong>más, según las teorías <strong>de</strong>l crecimiento<br />

endógeno, se precisa que existen complementarieda<strong>de</strong>s entre el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> los mercados<br />

financieros y las instituciones <strong>de</strong>bido a que reducen costos y se generan externalida<strong>de</strong>s<br />

promoviendo una eficiente acumulación <strong>de</strong> capital (King & Levine, 1993).<br />

Sin embargo, el sector financiero no es el único (o el principal) factor que podría limitar el<br />

crecimiento potencial en América Latina (Zettelmeyer, 2006).<br />

Por en<strong>de</strong>, los resultados <strong>de</strong> esta investigación sugieren que el <strong>de</strong>sarrollo financiero y el capital<br />

humano, así como su interacción, representan <strong>de</strong>terminantes significativos en la promoción <strong>de</strong>l<br />

crecimiento <strong>de</strong> las economías <strong>de</strong> América Latina. Sería, por tanto, pertinente resaltar que un<br />

límite sustancial <strong>de</strong> esta investigación resi<strong>de</strong> en la non-consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la dimensión<br />

cualitativa <strong>de</strong> las proxies referentes al <strong>de</strong>sarrollo financiero y al capital humano. Así, una<br />

próxima etapa consistiría en incluir indicadores <strong>de</strong> calidad y <strong>de</strong> eficiencia <strong>de</strong> los servicios<br />

financieros, así como para contemplar la calidad <strong>de</strong> los sistemas educativos.<br />

Referencias<br />

ARELLANO M., BOVER O. (1990). "La Econometría De Datos De Panel," Investigaciones Económicas, vol.<br />

XIV, pp: 3-45.<br />

ARESTIS P., DEMETRIADES P. (1997. "Financial Development and Economic Growth: Assessing the<br />

Evi<strong>de</strong>nce," The Economic Journal, vol. 107, pp: 783-799.<br />

ARIAS O., DÍAZ A. M., FAZIO M. V. (2006), "Breaking the Cycle of Un<strong>de</strong>rinvestment in Human Capital in<br />

Latin America," Working Paper, World Bank.<br />

ARROW K. J. (1962). "The Economic Implications of Learning by Doing," Review of Economic Studies, vol. 29,<br />

pp: 155-173.<br />

ASTERIOU D., AGIOMIRGIANAKIS G. M. (2001). "Human Capital and Economic Growth. Time Series<br />

Evi<strong>de</strong>nce from Greece," Journal of Policy Mo<strong>de</strong>ling, vol. 23, pp: 481-489.<br />

115


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

BARRO RJ. (1991). "Economic Growth in a Cross Section of Countries.", The Quarterly Journal of<br />

Economics, vol. 106 (2), pp: 407-444.<br />

BARRO R., MANKIW G., SALA-I-MARTIN X. (1995). "Capital Mobility in Neoclassical Mo<strong>de</strong>ls of<br />

Growth," The American Economic Review, vol. 85 (1), pp: 103-115.<br />

BARRO R. J., LEE J. W. (1994). "Sources of Economic Growth," Carnegie-Rochester Conference Series on<br />

Public Policy 40, pp: 1-46.<br />

BECK T., LEVIN R., LOAYZA N. (2000): "Finance and the Sources of Economic Growth," Journal of<br />

Financial Economics, vol. 58, pp: 261-300.<br />

BECKER G. S. (1964). Human Capital. New York: Columbia University Press, 1964.<br />

BENCIVENGA V. R., SMITH, B. (1998). "Economic Development and Financial Depth in a Mo<strong>de</strong>l with<br />

Costly Financial Intermediation," Research in Economics, vol. 52, pp: 363-386.<br />

BENHABIB J., SPIEGEL M. (1994). "The Role of Human Capital in Economic Development: Evi<strong>de</strong>nce for<br />

Aggregate Cross-Country Data," Journal of Monetary Economics, vol. 34, pp: 143-173.<br />

BERTHELEMY JC., VAROUDAKIS A. (1995). "Clubs <strong>de</strong> Convergence et Croissance: Le Rôle du<br />

Développement financier et du capital humain.", Revue Economique, vol. 46 (2), pp: 217-235.<br />

BERTHELEMY JC., DESSUS S., VAROUDAKIS A. (1996), "Human Capital and Growth: The Role of<br />

the Tra<strong>de</strong> Regime.", Development Center, OCDE, Paris.<br />

BLACKORBY C., RUSSEL R. (1989). "Will the Real Elasticity of Substitution Please Stand Up? A<br />

Comparison of the Allen/Uzawa and Morishima Elasticities" American Economic Review, vol. 79, pp: 882-888.<br />

BORENSZTEIN E., DE GREGORIO J., LEE JW. (1994), "How Does Foreign Investment Affect Economic<br />

Growth ?", IMF Working paper, n°94/110, 20 p.<br />

BUITER W., KLETZER K. (1992). "Permanent International Productivity Growth Differentials in an<br />

Integrated Global Economy," NBER working paper, 4220.<br />

CARBÓ S., RODRÍGUEZ F. (2004). "The Finance-Growth Nexus: A Regional Perspective," European Urban<br />

and Regional Studies, vol. 11, pp: 357-372.<br />

CASELLI, F., ESQUIVEL G., & LEFORT F. (1996). “Reopening the convergence <strong>de</strong>bate: A new look<br />

at cross-country growth empirics”, Journal of Economic Growth, vol. 42 (1), pp. 43-57.<br />

CHAMBERS R. G. (1988). Applied Production Analysis: A Dual Approach. Cambridge University Press.<br />

CHRISTENSEN L. R., JORGENSON D. W., LAU, L. J. (1971). "Conjugate Duality and the Transcen<strong>de</strong>ntal<br />

Logarithmic Poduction Function (Abstract)," Econometrica, vol. 39, pp: 255-256.<br />

CHRISTOPOULOS D. K., TSIONAS E. G. (2004): "Financial Development and Economic Growth: Evi<strong>de</strong>nce<br />

from Panel Unit Root and Cointegration Test," Journal of Development Economics, vol. 73, pp: 55-74.<br />

CHRISTOU C., DELLAS H., GAGALES A. (1993). "Optimal Monetary Policy: A New Test," Journal of<br />

Policy Mo<strong>de</strong>ling, vol. 15, pp: 179-198.<br />

COHEN D. (1993). "Two Notes on Economic Growth and the Solow Mo<strong>de</strong>l.", Miméo CEPREMAP,<br />

n°9303, 15 p.<br />

116


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

D'AUTUME A., MICHEL P. (1994). "Education et Croissance", Revue d'Economie Politique, vol. 104<br />

(4), pp: 457-499.<br />

DE GRÉGORIO J. (1992). "Economic Growth in Latin America.", Journal of Development Economic,<br />

vol. 39, pp: 59-84.<br />

DE GREGORIO J. (1996). "Borrowing Constraints, Human Capital Accumulation, and Growth," Journal of<br />

Monetary Economics, vol. 37, pp: 49-71.<br />

DE GREGORIO J., GUIDOTTI P. E. (1992). "Financial Development and Economic Growth," IMF Working<br />

Paper, 101.<br />

DEMETRIADES P., HUSSEIN K. (1996). "Does Financial Development Cause Economic Growth? Time<br />

Series Evi<strong>de</strong>nce from 16 Countries," Journal of Development Economics, vol. 51, pp: 387-411.<br />

DESSUS S (2001). “Human Capital and Growth: The Recovered Role of Educational Systems.”, World<br />

Bank, Working Paper Series, n 0 22, pp: 1-34.<br />

DEVERAUX M. B., SMITH G. W. (1994). "International Risk Sharing and Economic Growth," International<br />

Economic Review, vol. 35, pp: 535-550.<br />

DIEWERT W. E. (1971). "An Application of the Shephard Duality Theorem: A Generalized Leontief Production<br />

Function," Journal of Political Economy, vol. 79, pp: 481-507.<br />

EVANS A., GREEN C., MURINDE V. (2002). "Human Capital and Financial Development in Economic<br />

Growth: New Evi<strong>de</strong>nce Using the Translog Production Function," International Journal of finance and<br />

economics, vol. 7, pp: 123-140.<br />

FINNERTY J. D. (1980). "Real Money Balances and the Firm's Production Function: A Note," Journal of<br />

Money, Credit and Banking, vol. 12, pp: 666-671.<br />

FRIEDMAN M. (1969). The Optimum Quantity of Money and Other Essays. Chicago: Aldine.<br />

FRONDEL M. (2004), "Empirical Assessment of Energy-Price Policies: The Case for Cross-Price Elasticities,"<br />

Energy Policy, 32.<br />

FUSS M. D., MCFADDEN, MUNDLAK Y. (1978) A Survey of Functional Forms in the Economic Analysis of<br />

Production: Production Economics: A Dual Approach to Theory and Applications. North-Holland, bajo la<br />

dirección <strong>de</strong> Melvin Fuss & Daniel McFad<strong>de</strong>n.<br />

GALETOVIC A. (1996). "Specialization, Intermediation and Growth," Journal of Monetary Economics, vol. 38,<br />

pp: 549-559.<br />

GALOR O., ZEIRA. J. (1993): "Income Distribution and Macroeconomics," Review of Economic Studies, vol.<br />

60, pp: 35-52.<br />

GREENWOOD J., JOVANOVIC B. (1990). "Financial Development, Growth and the Distribution of Income,"<br />

Journal of Political Economy, vol 98, pp: 1076-1107.<br />

HASAN M. A., MAHMUD S. F. (1993). "Is Money an Omitted Variable in the Production Function? Some<br />

Further Results," Empirical Economics, vol. 18, pp: 431-445.<br />

HAUSMAN J. A. (1978). "Specification Tests in Econometrics," Econometrica, vol. 46, pp: 1251-1273.<br />

117


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

HICKS N. (1979). "Growth vs Basic Needs: Is There a Tra<strong>de</strong> Off ?", World Development, vol. 7, pp: 985-<br />

994.<br />

ISLAM N. (1995). "Growth Empirics: A Panel Data Approach," Quarterly Journal of Economics, vol.110, pp:<br />

1127-1170.<br />

JACOBY H. G. (1994). "Borrowing Constraints and Progress through School: Evi<strong>de</strong>nce from Peru," Review of<br />

Economics and Statistics, vol. 76, pp: 151-160.<br />

JAPELLI T., PAGANO M. (1994). "Saving, Growth and Liquidity Constraints," Quarterly Journal of<br />

Economics, vol. 109, pp: 83-109.<br />

JUNG W. (1986). "Financial Development and Economic Growth: International Evi<strong>de</strong>nce," Economic<br />

Development and Cultural Change, vol. 34, pp: 333-346.<br />

KHAN A. H., AHMAD M. (1985). "Real Money Balances in the Production Function of a Developing Country,"<br />

Review of Economics and Statistics, vol. 67, pp: 336-340.<br />

KHAN M. S., SENHADJI A. (2000). "Financial Development and Economic Growth : An Overview " IMF<br />

Working Paper, 209, pp: 1-23.<br />

KING R., LEVINE, R. (1993). "Finance, Entrepreneurship and Growth: Theory and Evi<strong>de</strong>nce," Journal of<br />

Monetary Economics, vol. 32, pp: 513-542.<br />

LANDAU D. (1986). "Government and Economic Growth in the Less Developped Countries: An<br />

Empirical Study for 1960-1980.", Economic Development and Cultural Change, vol 35 (1), pp: 35-75.<br />

LAROCHE A. (1995). "Croissance et Marchés Financiers: Une Approche Empirique," Economie Internationale,<br />

vol. 64, pp: 39-60.<br />

LEVHARI D. L., DON-PATINKIN (1968). "The Role of Money in a Simple Growth Mo<strong>de</strong>l," American<br />

Economic Review, vol. 58, pp: 713-53.<br />

LEVINE R. (1997). "Financial Development and Economic Growth: Views and Agenda," Journal of Economic<br />

Literature, vol.35, pp: 688-726.<br />

LUCAS R. (1988). "On the Mechanics of Economic Development," Journal of Monetary Economics, vol. 22, pp:<br />

3-42.<br />

MAHMUD S. F. (1997). "Money in Production Function: Some Further Results," Pakistan Economic and Social<br />

Review, vol. 35, pp: 1-9.<br />

MANKIW G., ROMER D., WEIL D. (1992). "A Contribution to the Empirics of Economic Growth," Quarterly<br />

Journal of Economics, vol. 107, pp: 407-437.<br />

MCKINNON R. I. (1973). Money and Capital in Economic Development. Washington, D.C.: Brookings<br />

Institute.<br />

MINCER J., POLACHEK S. (1974). "Family Investments in Human-Capital-Earnings of Women," The<br />

Journal of Political Economy, vol. 82, pp: 2-76.<br />

MODIGLIANI F. (1986). "Life Cycle, Individual Thrift, and the Wealth of Nations," The American Economic<br />

Review, vol. 76, pp: 297-313.<br />

118


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

NELSON R., PHELPS E. S. (1966) "Investment in Humans, Technological Diffusion, and Economic Growth,"<br />

American Economic Review. Paper and Proceedings, vol. 56, pp: 69-75.<br />

OJO O., OSHIKOYA T. (1995), "Determinants of Long Term Growth: Some African Results.", Journal<br />

of African Economies, vol 4 (2), pp: 163-191.<br />

PINDYCK R., RUBINFELD D. (1993). Econometric Mo<strong>de</strong>ls & Economic Forecasts. McGraw-Hill<br />

International Editions, Fourth Edition.<br />

PRITCHETT L. (1996). "Where Has All the Education Gone? Policy Research Working Paper 1581," World<br />

Bank, Washington, pp: 1-46.<br />

PSACHAROPOULOS G., ARRIAGADA A. M. (1986). "The Educational Composition of the Labour Force:<br />

An International Comparison," International Labour Review, vol.125, pp: 561-574.<br />

RAZIN A. (1976). "Economic Growth and Education: New Evi<strong>de</strong>nce.", Economic Development and<br />

Cultural Change, pp: 317-324.<br />

ROMER P. (1989). "Human Capital and Growth: Theory and Evi<strong>de</strong>nce," NBER Working Paper, 3173, pp: 1-49.<br />

ROMER P. (1993). "I<strong>de</strong>as Gaps and Objects Gaps in Economic Development.", Journal of Monetary Economics,<br />

vol. 32, pp: 543-573.<br />

ROUBINI N., SALA-I-MARTIN X. (1992). "Financial Repression and Economic Growth.", Journal of<br />

Development Economics, vol. 39, pp: 5-30.<br />

SCHULTZ T. W. (1961). "Investment in Human Capital," American Economic Review, vol. 51, pp: 1-17.<br />

SINGH A., WEISSE B. A. (1998). "Emerging Stock Markets, Portfolio Capital Flows and Long-Term Economic<br />

Growth: Micro and Macroeconomic Perspectives," World Development, 26:4, pp: 607-622.<br />

SOLOW R. (1956). "A Contribution to the Theory of Economic Growth.", The Quarterly Journal of<br />

Economics, vol. 70, pp: 65-94.<br />

STEIN J. L. (1970). "Monetary Growth Theory in Perspective," American Economic Review, vol. 60, pp: 85-106.<br />

STERN D. (2003). "Elasticities of Substitution and Complementarity," WP, Rensselaer Polytechnic Institute.<br />

WHEELER D. (1980). "Human Resources Development and Economic Growth in Developing Countries:<br />

A Simultaneous Mo<strong>de</strong>l.", World Bank Staff Working paper, n°407, 130 pp.<br />

YOUNG A. (1928). "Increasing Returns and Economic Progress," Economic Journal, vol. 38, pp: 527-542.<br />

ZETTELMEYER J. (2006). "Growth and Reforms in Latin America: A Survey of Facts and Arguments," IMF<br />

Working Paper, 210, pp: 1-40.<br />

119


(1) M3-EP<br />

(2) M3-ES<br />

(3) M3-GE<br />

(4) M2-EP<br />

(5) M2-ES<br />

(6) M2-GE<br />

(7) CR-EP<br />

(8) CR-ES<br />

(9) CR-GE<br />

Anexo A.<br />

lny<br />

+ λ<br />

nt<br />

1<br />

+ λ<br />

lny<br />

+ λ<br />

+ λ<br />

lny<br />

+ λ<br />

+ λ<br />

lny<br />

+ λ<br />

+ λ<br />

lny<br />

+ λ<br />

+ λ<br />

lny<br />

+ λ<br />

+ λ<br />

lny<br />

+ λ<br />

+ λ<br />

lny<br />

+ λ<br />

+ λ<br />

lny<br />

+ λ<br />

+ λ<br />

Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

Cuadro 1. Especificaciones <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los estimados<br />

( lnknt<br />

* lnM3nt<br />

) + λ2<br />

( lnknt<br />

* lnEPnt<br />

) + λ3<br />

( lnknt<br />

* y80n<br />

)<br />

(lnM3nt<br />

* lny80n)<br />

+ λ6<br />

( lnEPnt<br />

* y80n<br />

) + εnt<br />

5<br />

nt<br />

1<br />

5<br />

1<br />

5<br />

= α<br />

= α<br />

0n<br />

0n<br />

+ α lnk<br />

1<br />

1<br />

nt<br />

+ α lnk<br />

nt<br />

+ α lnM3<br />

2<br />

+ α<br />

2<br />

nt<br />

lnM3<br />

nt<br />

+ α lnEP<br />

3<br />

+ α<br />

nt<br />

+ α<br />

120<br />

4<br />

y80<br />

n<br />

1<br />

+ β1<br />

2<br />

+ λ<br />

( lnk nt * lnM3nt<br />

) + λ2<br />

( lnk nt * lnESnt<br />

) + λ3<br />

( lnk nt * y80n<br />

)<br />

(lnM3nt<br />

* lny80n<br />

) + λ6<br />

( lnESnt<br />

* y80n<br />

) + εnt<br />

nt<br />

1<br />

5<br />

= α<br />

0n<br />

+ α lnk<br />

1<br />

nt<br />

+ α<br />

2<br />

lnM3<br />

nt<br />

+ α<br />

3<br />

lnES<br />

nt<br />

+ α<br />

4<br />

y80<br />

n<br />

2<br />

2<br />

( lnknt<br />

) + β2(<br />

lnM3nt<br />

) + β3<br />

( lnEPnt<br />

)<br />

4<br />

1<br />

+ β1<br />

2<br />

+ λ<br />

( lnk nt * lnM3nt<br />

) + λ2<br />

( lnk nt * lnGEnt<br />

) + λ3<br />

( lnk nt * y80n<br />

)<br />

(lnM3nt<br />

* lny80n<br />

) + λ6<br />

( lnGEnt<br />

* y80n<br />

) + εnt<br />

nt<br />

1<br />

= α<br />

0n<br />

+ α lnk<br />

1<br />

nt<br />

+ α<br />

2<br />

lnM2<br />

nt<br />

+ α<br />

3<br />

lnGE<br />

nt<br />

+ α<br />

4<br />

y80<br />

( lnk nt * lnM2nt<br />

) + λ2<br />

( lnk nt * lnEPnt<br />

) + λ3<br />

( lnk nt * y80n<br />

)<br />

(lnM2nt<br />

* lny80n<br />

) + λ6<br />

( lnEPnt<br />

* y80n<br />

) + εnt<br />

nt<br />

5<br />

1<br />

5<br />

= α<br />

0n<br />

+ α lnk<br />

1<br />

nt<br />

+ α<br />

2<br />

lnM2<br />

nt<br />

3<br />

+ α<br />

lnEP<br />

nt<br />

+ α<br />

4<br />

y80<br />

n<br />

n<br />

(lnM3<br />

nt<br />

1<br />

2<br />

* lnEP<br />

nt<br />

)<br />

1<br />

2<br />

2<br />

2<br />

( lnk nt ) + β2<br />

( lnM3nt<br />

) + β3<br />

( lnESnt<br />

)<br />

4<br />

1<br />

+ β1<br />

2<br />

+ λ<br />

1<br />

+ β1<br />

2<br />

+ λ<br />

( lnk nt * lnM2nt<br />

) + λ 2 ( lnk nt * lnESnt<br />

) + λ3<br />

( lnk nt * y80n<br />

)<br />

(lnM2nt<br />

* lny80n<br />

) + λ 6 ( lnESnt<br />

* y80n<br />

) + ε nt<br />

nt<br />

1<br />

5<br />

= α<br />

0n<br />

+ α lnk<br />

1<br />

nt<br />

+ α<br />

2<br />

lnM2<br />

nt<br />

+ α<br />

3<br />

lnES<br />

nt<br />

+ α<br />

4<br />

y80<br />

n<br />

(lnM3<br />

nt<br />

1<br />

2<br />

* lnES<br />

nt<br />

)<br />

1<br />

2<br />

2<br />

2<br />

( lnk nt ) + β2<br />

( lnM3nt<br />

) + β3<br />

( lnGEnt<br />

)<br />

4<br />

(lnM3<br />

nt<br />

1<br />

2<br />

* lnGE<br />

nt<br />

)<br />

1<br />

2<br />

2<br />

2<br />

( lnk nt ) + β2<br />

( lnM2nt<br />

) + β3<br />

( lnEPnt<br />

)<br />

4<br />

1<br />

+ β1<br />

2<br />

+ λ<br />

( lnk nt * lnM2nt<br />

) + λ 2 ( lnk nt * lnGEnt<br />

) + λ3<br />

( lnk nt * y80n<br />

)<br />

(lnM2nt<br />

* lny80n<br />

) + λ 6 ( lnGEnt<br />

* y80n<br />

) + ε nt<br />

nt<br />

1<br />

5<br />

= α<br />

0n<br />

+ α lnk<br />

1<br />

nt<br />

+ α<br />

2<br />

lnCR<br />

nt<br />

+ α<br />

3<br />

lnGE<br />

nt<br />

+ α<br />

4<br />

y80<br />

( lnk nt * lnCRnt<br />

) + λ 2 ( lnk nt * lnEPnt<br />

) + λ3<br />

( lnk nt * y80n<br />

)<br />

(lnCRnt<br />

* lny80n<br />

) + λ6<br />

( lnEPnt<br />

* y80n<br />

) + εnt<br />

nt<br />

1<br />

5<br />

= α<br />

0n<br />

+ α lnk<br />

1<br />

nt<br />

+ α<br />

2<br />

lnCR<br />

nt<br />

+ α<br />

3<br />

lnEP<br />

nt<br />

+ α<br />

4<br />

y80<br />

n<br />

n<br />

(lnM2<br />

nt<br />

1<br />

2<br />

* lnEP<br />

nt<br />

)<br />

1<br />

2<br />

2<br />

2<br />

( lnk nt ) + β2<br />

( lnM2nt<br />

) + β3<br />

( lnESnt<br />

)<br />

4<br />

1<br />

+ β1<br />

2<br />

+ λ<br />

1<br />

+ β1<br />

2<br />

+ λ<br />

( lnk nt * lnCRnt<br />

) + λ2<br />

( lnk nt * lnESnt<br />

) + λ3<br />

( lnk nt * y80n<br />

)<br />

(lnCRnt<br />

* lny80n<br />

) + λ6<br />

( lnESnt<br />

* y80n<br />

) + εnt<br />

nt<br />

=<br />

α<br />

0n<br />

+ α lnk<br />

1<br />

nt<br />

+ α<br />

2<br />

lnCR<br />

nt<br />

+ α<br />

3<br />

lnES<br />

nt<br />

+ α<br />

4<br />

y80<br />

n<br />

(lnM2<br />

nt<br />

1<br />

2<br />

* lnES<br />

nt<br />

)<br />

1<br />

2<br />

2<br />

2<br />

( lnk nt ) + β2<br />

( lnM2nt<br />

) + β3<br />

( lnGEnt<br />

)<br />

4<br />

(lnM2<br />

nt<br />

1<br />

2<br />

* lnGE<br />

nt<br />

)<br />

1<br />

2<br />

2<br />

2<br />

( lnk nt ) + β2<br />

( lnCRnt<br />

) + β3<br />

( lnEPnt<br />

)<br />

4<br />

1<br />

+ β1<br />

2<br />

+ λ<br />

( lnk nt * lnCRnt<br />

) + λ2<br />

( lnk nt * lnGEnt<br />

) + λ3<br />

( lnk nt * y80n<br />

)<br />

(lnCRnt<br />

* lny80n<br />

) + λ6<br />

( lnGEnt<br />

* y80n<br />

) + εnt<br />

3<br />

lnGE<br />

nt<br />

+ α<br />

4<br />

y80<br />

n<br />

(lnCR<br />

nt<br />

1<br />

2<br />

* lnEP<br />

nt<br />

)<br />

1<br />

2<br />

2<br />

2<br />

( lnk nt ) + β2<br />

( lnCRnt<br />

) + β3<br />

( lnESnt<br />

)<br />

4<br />

1<br />

+ β1<br />

2<br />

+ λ<br />

(lnCR<br />

nt<br />

1<br />

2<br />

* lnES<br />

nt<br />

)<br />

1<br />

2<br />

2<br />

2<br />

( lnk nt ) + β2<br />

( lnCRnt<br />

) + β3<br />

( lnGEnt<br />

)<br />

4<br />

(lnCR<br />

nt<br />

1<br />

2<br />

* lnGE<br />

nt<br />

)<br />

1<br />

2<br />

2<br />

2<br />

2<br />

2<br />

2<br />

2<br />

2<br />

2<br />

2


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

Anexo B. Resultados <strong>de</strong> las estimaciones<br />

Datos en panel, Mo<strong>de</strong>lo con efectos aleatorios (Observaciones: 400)<br />

Todas las variables expresadas en términos per cápita y en logaritmos<br />

Estimador Swamy-Arora<br />

Variable <strong>de</strong>pendiente: lny<br />

Cuadro 2. Estimación <strong>de</strong> una función translogarítmica:<br />

Agregado M3 en la función <strong>de</strong> producción<br />

# M3-EP M3-ES M3-GE<br />

C -11.95 (-5.09)* -18.27 (-5.86)* -14.89 (-7.71)*<br />

k 0.2 (-0.95) 0.36 (1.39)*** 0.08 -0.37<br />

M3 0.5 (3.30)* 0.7 (4.18)* 0.61 (2.66)*<br />

H 0.63 (1.45)*** -0.57 (-1.45)*** 0.08 -0.33<br />

y80 2.89 (7.37)* 3.82 (7.41)* 3.47 (10.63)*<br />

k 2<br />

0.18 (3.57)* 0.11 (1.87)** 0.05 -1.06<br />

M3 2<br />

0.03 (1.04)*** 0.1 (2.52)* 0.11 (2.48)*<br />

(H) 2<br />

0.47 (3.79)* -0.03 (-1.43)*** 0.15 (2.72)*<br />

kM3 0.02 (-0.8) 0.1 (2.71)* 0.16 (3.64)*<br />

kH -0.19 (-3.25)* -0.04 (-1.68) -0.09 (-2.42)*<br />

ky80 -0.19 (-4.09)* -0.2 (-3.55)* -0.11 (-2.55)*<br />

M3H 0.08 (3.82)* 0.01 -0.29 -0.03 (-0.70)<br />

M3y80 -0.09 (-2.72)* -0.2 (-5.32)* -0.26 (-5.69)*<br />

Hy80 0.09 (1.09)*** 0.01 -0.4 0.01 -0.29<br />

R 2 Aj. 0.81 0.64 0.88<br />

Estadística Hausman 48.3 -0.096 45.7 -0.01 62.4 -0.001<br />

Cuadro 3. Agregado M2 en la función <strong>de</strong> producción<br />

# M2-EP M2-ES M2-GE<br />

C -12.09 (-5.69)* -18.31 (-6.76)* -14.09 (-6.32)*<br />

k 0.25 (1.27)*** 0.36 (1.63)*** 0.10 -0.43<br />

M2 0.38 (2.99)* 0.62 (4.57)* 0.37 (1.71) ***<br />

H -0.05 (-0.14) -1.29 (-3.87)* 0.21 -0.85<br />

y80 2.93 (8.26)* 3.73 (8.39)* 3.40 (9.33)*<br />

k 2 0.16 (3.61)* 0.11 (2.30)* 0.10 (2.07)*<br />

M2 2 0.07 (2.60)* 0.13 (5.00)* 0.14 (4.75)*<br />

(H) 2 0.37 (3.51)* -0.03 (-1.73)** 0.17 (3.71)*<br />

kM2 0.01 -0.42 0.07 (2.78)* 0.15 (4.22)*<br />

kH -0.16 (-3.09)* -0.04 (-2.10)** -0.10 (-2.95)*<br />

ky80 -0.16 (-3.75)* -0.19 (-3.70)* -0.13 (-2.88*)<br />

M2H -0.12 (-2.41)* 0.10 (6.01)* -0.04 (-1.33)<br />

M2y80 -0.11 (-4.07)* -0.2 (-7.20)* -0.23 (-5.94)*<br />

Hy80 0.25 (3.14)* 0.08 (2.04)** 0.004 -0.089<br />

R 2 Aj 0.82 0.71 0.83<br />

Hauss 22.4 (-0.08) 12.23 (-0.02) 17.6 (-0.13)<br />

121


Desarrollo financiero, Capital Humano y Pautas <strong>de</strong> interacción:<br />

El Crecimiento Económico en América Latina<br />

Cuadro 4. Crédito en la función <strong>de</strong> producción<br />

# CR-EP CR-ES CR-GE<br />

C -9.3 (-5.96)* -18.81 (-6.50)* -13.5 (-5.88)*<br />

k 0.20 -1.14 0.51 (1.98)** 0.16 -0.64<br />

CR 0.40 (3.44)* 0.60 (4.06)* 0.50<br />

-<br />

(3.10) *<br />

H -0.59 -1.65 0.25 (1.36)*** 1.043 (-2.67)*<br />

y80 2.38 (8.96)* 3.80 (7.97)* 3.10 (8.48)*<br />

k 2<br />

0.11 (2.49)* 0.09 (1.55)*** 0.08 (1.63)***<br />

CR 2<br />

-0.02 (-0.90) 0.04 -1.5 0.03 -1.26<br />

(H) 2<br />

0.52 (4.70)* -0.02 (-1.15) 0.23 (6.01)*<br />

kCR 0.04 (2.35)* 0.11 (4.34)* 0.18 (6.20)*<br />

kH -0.08 (-1.41)*** -0.04 (-1.71)*** -0.14 (-3.67)*<br />

ky80 -0.14 (-3.76)* -0.21 (-3.71)* -0.13 (-2.66)*<br />

CRH -0.11 (-3.39)* 0.14 (2.80)* -0.05 (-1.88)**<br />

CRy80 -0.06 (-2.96)* -0.16 (-5.86)* -0.19 (-6.16)*<br />

Hy80 0.11 (1.72)*** 0.10 (2.19)* 0.00 -0.012<br />

R 2 Aj 0.93 0.69 0.83<br />

Haus 33.4 -0.0008 29.6 -0.0091 30.5 -0.0024<br />

Nota: (…) Estadístico t * Significativo a 99%, ** Significativo a 95%, *** Significativo a 90%.<br />

122


Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Resumen<br />

123<br />

Alfonso Arenaza Cortés<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

arenaza99@hotmail.com<br />

Sadri Slim Cohen<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

sslim@uacj.mx<br />

Este artículo preten<strong>de</strong> contrastar empíricamente la existencia <strong>de</strong> un proceso<br />

<strong>de</strong> racionamiento <strong>de</strong>l crédito privado para México, en el periodo <strong>de</strong> 1994 al<br />

2006. Planteando un mo<strong>de</strong>lo genérico <strong>de</strong> racionamiento <strong>de</strong>l crédito que<br />

autoriza comprobar ó sea la hipótesis <strong>de</strong> equilibrio ó <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio, se<br />

exponen los resultados, obtenidos a través <strong>de</strong> estimaciones con base en<br />

series <strong>de</strong> datos mensuales. Resultan en la evaluación <strong>de</strong> la oferta y <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> crédito, por el método <strong>de</strong> MCO y MCO en dos etapas, así como<br />

los <strong>de</strong>sajustes existentes en dicho periodo.<br />

Los parámetros estimados, bajo la condición <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio y tasa <strong>de</strong><br />

interés endógena, arrojan los resultados más robustos y significativos,<br />

evi<strong>de</strong>nciando la existencia <strong>de</strong> periodos <strong>de</strong> racionamiento <strong>de</strong>l crédito en<br />

México, a inicios <strong>de</strong>l 1994 hasta 1995, así como en el segundo semestre <strong>de</strong><br />

2001. A<strong>de</strong>más, se señala que, a partir <strong>de</strong>l año 2004 y a finales <strong>de</strong> 2005, el<br />

mercado <strong>de</strong>l crédito mexicano se caracterizó por una sobreoferta. Se<br />

muestra, <strong>de</strong> tal forma, que el mercado se encuentra condicionado por la<br />

<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> crédito.<br />

Palabras Clave: Racionamiento <strong>de</strong> crédito, Oferta, Demanda, Mo<strong>de</strong>los<br />

<strong>de</strong> equilibrio y <strong>de</strong>sequilibrio.<br />

Clasificación JEL: C 32, E12, E13, E 51.


1. Introducción.<br />

124<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

La literatura económica tradicional, particularmente el mo<strong>de</strong>lo IS-LM, ha tendido a simplificar<br />

la forma en que el crédito bancario pue<strong>de</strong> influir <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los objetivos intermedios (tasa <strong>de</strong><br />

interés <strong>de</strong> los bonos y oferta monetaria) y finales (tasa <strong>de</strong> interés, inflación y crecimiento<br />

económico) <strong>de</strong> la política monetaria.<br />

La modificación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo, hecha por Blin<strong>de</strong>r (1985), muestra cómo la política monetaria<br />

pue<strong>de</strong> afectar la actividad económica utilizando otro canal que la moneda. Así, las<br />

restricciones <strong>de</strong> en<strong>de</strong>udamiento pue<strong>de</strong>n llevar a una situación <strong>de</strong> instabilidad <strong>de</strong> la producción.<br />

Bernanke-Blin<strong>de</strong>r (1992) incluyen las reservas en el pasivo y los créditos en el activo <strong>de</strong> los<br />

bancos comerciales, lo que permite precisar la manera <strong>de</strong> formalizar el canal <strong>de</strong>l crédito como<br />

herramienta <strong>de</strong> la política monetaria (los préstamos bancarios son sustitutos imperfectos <strong>de</strong> los<br />

títulos). Si el crédito y los bonos son sustitutos perfectos, el mercado <strong>de</strong>l crédito es irrelevante<br />

mientras que en el caso contrario, cuando la moneda y los títulos son perfectamente sustitutos,<br />

el único canal <strong>de</strong> transmisión <strong>de</strong> la política monetaria es el mercado <strong>de</strong> crédito.<br />

Así, el mo<strong>de</strong>lo conlleva a resultados don<strong>de</strong> aumentos en las reservas bancarias generan un<br />

crecimiento en el nivel <strong>de</strong> actividad económica, esto <strong>de</strong>bido al aumento en los volúmenes <strong>de</strong><br />

crédito. El crédito aparece como el mejor instrumento a utilizar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la elaboración <strong>de</strong> la<br />

política monetaria, en la medida que predice, <strong>de</strong> manera más precisa, el nivel <strong>de</strong> la actividad<br />

real <strong>de</strong> una economía.<br />

Por otra parte, el aumento <strong>de</strong> la reservas no se reflejará en un aumento <strong>de</strong> los volúmenes <strong>de</strong><br />

préstamos bancarios ofrecidos. Para un banco, la posibilidad <strong>de</strong> ofrecer más crédito, dado un<br />

aumento en sus capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> fondos disponibles, se contrapone a la verda<strong>de</strong>ra conveniencia<br />

<strong>de</strong> hacerlo. Un análisis intuitivo <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda, que establezca al crédito <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un<br />

mercado perfectamente competitivo, pue<strong>de</strong> ayudar a compren<strong>de</strong>r este punto. Tal análisis<br />

plantearía que, ante una <strong>de</strong>manda mayor, los bancos al tener fondos disponibles, elevarían su<br />

oferta <strong>de</strong> crédito hasta llegar a la condición <strong>de</strong> equilibrio, para incrementar los márgenes <strong>de</strong><br />

ganancias, consecutivos al alza <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> interés. Sin embargo, el fundamento subyacente<br />

<strong>de</strong> este análisis se rige en el supuesto mismo <strong>de</strong> competitividad a través <strong>de</strong>l manejo <strong>de</strong><br />

información completa y <strong>de</strong> precio único.


125<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Por el contrario, la asimetría <strong>de</strong> la información, presente en las relaciones entre prestamistas y<br />

prestatarios, caracteriza vigorosamente el comportamiento <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mercado crediticio. Un<br />

aumento <strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong> interés atrae dos factores que ponen en riesgo la solvencia <strong>de</strong> la misma<br />

institución financiera: La selección adversa y el riesgo moral.<br />

La selección adversa esquematiza el problema <strong>de</strong> la incertidumbre con respecto a un producto<br />

<strong>de</strong> una manera ex ante. Así esta misma incertidumbre permite anticipar las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

frau<strong>de</strong>s lo cual induce comportamientos estratégicos para protegerse. En el mercado <strong>de</strong><br />

créditos, el fenómeno <strong>de</strong> selección adversa surge <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una restricción en la atribución <strong>de</strong><br />

créditos por parte <strong>de</strong> los bancos comerciales: Las empresas con proyectos no riesgosos<br />

posponen o abandonan su inversión. Esta disminución <strong>de</strong> la inversión se traduce por la<br />

imposibilidad <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r a un incremento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda.<br />

En la aplicación <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> selección adversa al sector bancario, hecha por Stiglitz y<br />

Weiss (1981), el prestamista conserva una ventaja en términos <strong>de</strong> información. Esta<br />

distribución imperfecta <strong>de</strong> la información acentúa la dificultad <strong>de</strong> evaluar la capacidad <strong>de</strong><br />

reembolso y el costo <strong>de</strong>l riesgo <strong>de</strong> insolvencia <strong>de</strong> la empresa acreedora. Así, la tasa <strong>de</strong> interés<br />

fijada refleja la capacidad financiera media <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> los prestamistas, lo cual penaliza<br />

los préstamos con poco riesgo (pago <strong>de</strong> una prima mayor al riesgo efectivo), y ventaja los<br />

préstamos riesgosos (pago <strong>de</strong> una prima menor al riesgo real). De una manera similar a<br />

Akerloff (1970), los “buenos” préstamos salen <strong>de</strong>l mercado creando condiciones <strong>de</strong> selección<br />

adversa. Lo cual refleja una situación <strong>de</strong> racionamiento <strong>de</strong> crédito, <strong>de</strong>finida como una solución<br />

imperfecta <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> transparencia y <strong>de</strong> la heterogeneidad <strong>de</strong> los proyectos <strong>de</strong> préstamos.<br />

Así, el rendimiento esperado <strong>de</strong> los bancos crece menos rápidamente que la tasa <strong>de</strong> interés y<br />

pue<strong>de</strong> a partir <strong>de</strong> un cierto punto <strong>de</strong>crecer. El incremento <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> interés, o <strong>de</strong> las<br />

ganancias esperadas, pue<strong>de</strong> resultar no óptimo ante un incremento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> créditos.<br />

Frente a prestamistas indistinguibles, los bancos aceptan algunas solicitu<strong>de</strong>s y rechazan otras.<br />

Al contrario <strong>de</strong> la selección adversa que ocurre ex ante, el riesgo moral surge a partir <strong>de</strong> la<br />

ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los agentes a modificar su comportamiento <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la firma <strong>de</strong>l contrato,<br />

adoptando estrategias más riesgosas para incrementar sus ganancias en caso <strong>de</strong> éxito.


126<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

El problema <strong>de</strong> la incertidumbre es así esquematizado <strong>de</strong> una manera ex post. En el mercado<br />

<strong>de</strong> crédito, el riesgo moral se hace latente ante incrementos <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> interés: Un aumento<br />

<strong>de</strong> los precios <strong>de</strong>l crédito elevará la posibilidad <strong>de</strong> riesgo <strong>de</strong> no reembolso en los créditos ya<br />

otorgados, esto <strong>de</strong>bido a la insolvencia que pudiese presentar el acreedor <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l periodo <strong>de</strong><br />

ajuste. Por tanto, la dificultad <strong>de</strong>l prestamista en evaluar y posteriormente obligar a la empresa<br />

a pagar el monto cedido se vuelve riesgosa. La firma pue<strong>de</strong> preferir <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> pagar y aceptar<br />

las consecuencias <strong>de</strong> ello, ya que esto es percibido como un costo menor. El riesgo moral<br />

también se pue<strong>de</strong> presentar ante fallas en los criterios <strong>de</strong> selección: Si la entidad bancaria no<br />

<strong>de</strong>tecta que los niveles <strong>de</strong> riesgo <strong>de</strong> la empresa son altos a una <strong>de</strong>terminada tasa <strong>de</strong> interés y<br />

otorga el préstamo, el prestatario podría preferir, <strong>de</strong> manera estratégica, incumplir.<br />

Más allá <strong>de</strong> una solución simultánea vía precios entre las cantida<strong>de</strong>s ofrecidas y <strong>de</strong>mandadas,<br />

las características <strong>de</strong> asimetría <strong>de</strong> la información, aversión al riesgo y riesgo moral, <strong>de</strong>finen el<br />

comportamiento <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> crédito. Ante tales situaciones, el prestamista pue<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cidir en racionar (restringir) el volumen <strong>de</strong> préstamos. En este caso, el prestamista<br />

discriminará <strong>de</strong> acuerdo a la información disponible entre acreedores racionados y no<br />

racionados.<br />

Uno <strong>de</strong> los análisis más utilizados, para la medición <strong>de</strong>l racionamiento en el mercado <strong>de</strong><br />

crédito, se <strong>de</strong>sarrolla a través <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los econométricos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio. Con base en<br />

series temporales, se analiza el mercado mediante la estructura <strong>de</strong> la oferta y <strong>de</strong>manda. Los<br />

precios y las cantida<strong>de</strong>s afectan la oferta y la <strong>de</strong>manda, sin por lo tanto satisfacer la condición<br />

<strong>de</strong> equilibrio simultáneo: La existencia <strong>de</strong> excesos en la oferta o <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> crédito <strong>de</strong>termina<br />

el comportamiento <strong>de</strong> vacío <strong>de</strong>l mercado en un tiempo dado.<br />

Por lo anterior, este artículo preten<strong>de</strong> contrastar empíricamente la existencia <strong>de</strong> un<br />

racionamiento <strong>de</strong>l crédito privado para México, <strong>de</strong> 1994 hasta 2006. Así, en una segunda<br />

sección, se <strong>de</strong>scribe un mo<strong>de</strong>lo genérico <strong>de</strong> racionamiento <strong>de</strong>l crédito que permite una<br />

comprobación empírica bajo la hipótesis ó sea <strong>de</strong> equilibrio ó <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio. En la tercera<br />

sección, se especifica la mo<strong>de</strong>lación econométrica, para presentar los resultados obtenidos<br />

para México. En una cuarta sección, se realiza un análisis <strong>de</strong> comparativa en dinámica y<br />

estática. Se exponen, para finalizar, algunas conclusiones.


2. Un Mo<strong>de</strong>lo genérico <strong>de</strong> racionamiento <strong>de</strong>l crédito.<br />

127<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Partiendo <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo econométrico <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio <strong>de</strong> Fair y Jaffe (1972), el mo<strong>de</strong>lo<br />

genérico, <strong>de</strong>sarrollado aquí, se realiza a partir <strong>de</strong> la utilización <strong>de</strong> series temporales para<br />

obtener las ecuaciones <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l crédito privado.<br />

Para este estudio, la metodología econométrica utilizada se distingue <strong>de</strong> acuerdo a las dos<br />

hipótesis a <strong>de</strong>mostrar. La primera, la hipótesis <strong>de</strong> equilibrio, establece la existencia <strong>de</strong> un<br />

equilibrio en todo momento <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> crédito. La segunda, la hipótesis <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sequilibrio, supone la existencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sajustes entre las cantida<strong>de</strong>s ofrecidas y <strong>de</strong>mandadas<br />

<strong>de</strong> préstamos. A su vez, cada hipótesis está sujeta a la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> interés, <strong>de</strong><br />

manera exógena ó endógena. Lo anterior permite una valuación comparativa <strong>de</strong> la hipótesis <strong>de</strong><br />

equilibrio versus la hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio.<br />

Tradicionalmente, el enfoque <strong>de</strong> racionamiento <strong>de</strong>l crédito y <strong>de</strong> contracción <strong>de</strong>l crédito se ha<br />

estudiado por medio <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los econométricos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio. Siguiendo la<br />

metodología <strong>de</strong> Sealey (1979), este trabajo preten<strong>de</strong> averiguar si las estimaciones realizadas<br />

bajo esta metodología brindan estadísticamente mejores resultados que aquellas hechas bajo la<br />

hipótesis <strong>de</strong> equilibrio. Asimismo, la realización <strong>de</strong> estimaciones, con una tasa <strong>de</strong> interés<br />

exógena o endógena al mo<strong>de</strong>lo, permite comparar entre estas formalizaciones y establecer<br />

cuál refleja, <strong>de</strong> manera a<strong>de</strong>cuada, las condiciones <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> crédito<br />

privado.<br />

De esta manera, las ecuaciones <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la hipótesis <strong>de</strong> equilibrio que<br />

consi<strong>de</strong>ra a la tasa <strong>de</strong> interés como exógena al mo<strong>de</strong>lo, se <strong>de</strong>finen <strong>de</strong> la siguiente forma:<br />

S<br />

St<br />

= A1<br />

X t + U t<br />

(1)<br />

D<br />

D = B X + V<br />

t<br />

1<br />

t<br />

t<br />

Don<strong>de</strong> en un tiempo t, St y Dt <strong>de</strong>finen las cantida<strong>de</strong>s ofertadas y <strong>de</strong>mandadas <strong>de</strong> crédito, X S t y<br />

X D t representando un vector <strong>de</strong> variables exógenas y pre<strong>de</strong>terminadas (la tasa <strong>de</strong> interés se<br />

incluye <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta perspectiva). A1 y B1 son parámetros a estimar, Ut y Vt siendo los<br />

términos <strong>de</strong> error (no correlacionados) referentes a cada función.


128<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Dada la hipótesis <strong>de</strong> equilibrio, se establece la condición <strong>de</strong>l mercado siguiente:<br />

Q = D = S<br />

(2)<br />

t<br />

t<br />

t<br />

don<strong>de</strong> Qt es la cantidad <strong>de</strong> crédito observada.<br />

Al haber <strong>de</strong>finido el sistema, el siguiente paso consiste en apreciar las funciones ante el<br />

método <strong>de</strong> Máxima Verosimilitud, <strong>de</strong> las cuales parte el proceso <strong>de</strong> iteración ó sea:<br />

f<br />

f<br />

S<br />

D<br />

1 ⎡ 1<br />

S<br />

( Q ) = exp − ( Q − Â X )<br />

t<br />

σˆ<br />

S<br />

2π<br />

1<br />

⎢<br />

⎣<br />

⎡<br />

D<br />

2<br />

( t ) =<br />

⎢−<br />

( t − B1 X t ) 2<br />

⎥<br />

D<br />

D<br />

⎦<br />

ˆ<br />

Q<br />

exp Q<br />

σˆ 2π<br />

2σˆ<br />

⎣<br />

2σˆ<br />

2<br />

S<br />

1<br />

t<br />

1<br />

t<br />

⎤<br />

⎥<br />

⎦<br />

2<br />

⎤<br />

fS(Qt) y fD(Qt) simbolizan a las funciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> probabilidad normal <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>manda. exp está elevado a la potencia que se encuentra entre corchetes. σS y σD son las<br />

<strong>de</strong>sviaciones estándar <strong>de</strong> cada ecuación. Aquí se utiliza el símbolo (gorro) para representar los<br />

coeficientes estimados bajo los Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO) utilizados como<br />

Valores Iniciales (VI).<br />

Para obtener los valores óptimos <strong>de</strong> los parámetros, se maximiza la función <strong>de</strong> verosimilitud<br />

por medio <strong>de</strong> su expresión logarítmica. Para cada función esto lleva a escribir:<br />

Para la oferta,<br />

T<br />

∑<br />

t=<br />

1<br />

( Q )<br />

L = log f<br />

(4)<br />

S<br />

Para la <strong>de</strong>manda,<br />

T<br />

∑<br />

t=<br />

1<br />

S<br />

t<br />

( Q )<br />

L = log f<br />

(5)<br />

D<br />

D<br />

t<br />

L representa el valor <strong>de</strong> la función logarítmica <strong>de</strong> Máxima Verosimilitud.<br />

(3)


129<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Bajo la hipótesis <strong>de</strong> equilibrio con la tasa <strong>de</strong> interés endógena, el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> mercado se<br />

caracteriza <strong>de</strong> la siguiente manera:<br />

St<br />

S<br />

= A1<br />

X t + A2rt<br />

+ U t<br />

Dt<br />

D<br />

= B1<br />

X t + B2rt<br />

+ Vt<br />

Q = D = S<br />

t<br />

t<br />

t<br />

Aquí, rt representa la tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong> préstamo bancario observada.<br />

La forma inicial por Máxima Verosimilitud en esta especificación es dada por:<br />

f<br />

f<br />

rˆ<br />

S*<br />

D*<br />

t<br />

S<br />

( ) ( A rˆ ) ~<br />

A X<br />

~<br />

1 ⎡ 1<br />

Q = exp − Q − −<br />

=<br />

t<br />

D<br />

( ) ( B rˆ ) ~<br />

B X<br />

~<br />

1 ⎡ 1<br />

Q = exp − Q − −<br />

f<br />

t<br />

( r X )<br />

t<br />

σ ~<br />

σ ~<br />

t<br />

S<br />

D<br />

2π<br />

2π<br />

⎢<br />

⎣<br />

⎢<br />

⎣<br />

σ ~ 2<br />

2<br />

S<br />

σ ~ 2<br />

2<br />

D<br />

t<br />

t<br />

1<br />

1<br />

t<br />

t<br />

2 t<br />

2 t<br />

⎤<br />

⎥<br />

⎦<br />

2<br />

⎤<br />

⎥<br />

⎦<br />

2<br />

fS*(Qt)y fD*(Qt) señalan las funciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> probabilidad normal <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>manda, las cuales contemplan a la tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito como endógena. El símbolo<br />

(til<strong>de</strong>) indica que los coeficientes provienen <strong>de</strong>l método <strong>de</strong> Mínimos Cuadrados en Dos Etapas<br />

(MC2E) establecidos como Valores Iniciales 60 .<br />

En tanto, rˆ t es el valor <strong>de</strong> la forma reducida <strong>de</strong> rt, procedimiento necesario para indicar la<br />

endogenización <strong>de</strong> la variable <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo. En otras palabras, rˆ t es la tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l<br />

crédito estimada por MCO ante todas las variables exógenas utilizadas en el sistema (Xt). De<br />

ahí, la expresión funcional condicionante se escribe como:<br />

( r X )<br />

rˆ = f ,<br />

t<br />

t<br />

t<br />

la tasa <strong>de</strong> interés estimada siendo función <strong>de</strong> la observada, las variables exógenas siendo<br />

dadas.<br />

60<br />

El método <strong>de</strong> Mínimos Cuadrados en Dos Etapas consiste en una doble aplicación sucesiva <strong>de</strong>l método<br />

MCO: En la primera etapa se estima la forma reducida <strong>de</strong> rt y se <strong>de</strong>terminan los valores ajustados <strong>de</strong> la<br />

variable rˆ t . En la regresión <strong>de</strong> la segunda etapa se estiman las ecuaciones <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo<br />

remplazando la variable rt por rˆ t .<br />

(6)<br />

(7)


130<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Las funciones logarítmicas <strong>de</strong> Máxima Verosimilitud que ayudan a encontrar los coeficientes<br />

óptimos <strong>de</strong> las funciones <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda, son respectivamente:<br />

T<br />

∑<br />

t=<br />

1<br />

( Q )<br />

L = log f<br />

(8)<br />

S*<br />

T<br />

∑<br />

t=<br />

1<br />

S*<br />

t<br />

( Q )<br />

L = log f<br />

(9)<br />

D*<br />

D*<br />

t<br />

Para la hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio con la tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito exógena, las<br />

especificaciones en las funciones <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda son las mismas que aquellas<br />

presentadas en la ecuación (1), pero ahora presididos bajo la condición <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio, la<br />

cual se expresa como:<br />

t<br />

{ D , S }<br />

Q = min<br />

(10)<br />

t<br />

t<br />

Si el mercado <strong>de</strong> préstamos bancarios se equilibra continuamente, significaría entonces que la<br />

tasa <strong>de</strong> interés se ajusta <strong>de</strong> manera que asegura el equilibrio entre la oferta y <strong>de</strong>manda. Si las<br />

tasas <strong>de</strong> interés no se ajustan, o no se ajustan lo suficientemente rápido, podrían existir excesos<br />

don<strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong>mandada <strong>de</strong> créditos dista <strong>de</strong> la cantidad ofertada. Si el precio <strong>de</strong>l crédito<br />

no se ajusta <strong>de</strong>l todo, el problema radica en que Dt y St no son observables al mismo tiempo.<br />

El supuesto metodológico, utilizado por Fair y Jaffee (1972), y subsecuentemente por Fair y<br />

Kelejian (1974), Amemiya (1974), Maddala y Nelson (1974), está presentado en la ecuación<br />

(10). El criterio básico se refiere a que la cantidad observada <strong>de</strong> crédito otorgada estará o en la<br />

función <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda o en la función <strong>de</strong> oferta. Cuando la oferta <strong>de</strong> crédito exce<strong>de</strong> a la<br />

<strong>de</strong>manda, entonces la cantidad <strong>de</strong> crédito presente en el mercado estará sobre la <strong>de</strong>manda, y el<br />

mercado se caracteriza por excesos <strong>de</strong> oferta. Cuando la cantidad <strong>de</strong>mandada <strong>de</strong> préstamos<br />

bancarios exceda a la ofertada, el monto observado <strong>de</strong> crédito caerá en la función <strong>de</strong> oferta. La<br />

razón <strong>de</strong> esta condición establece que, ante un mercado que goza <strong>de</strong> intercambios voluntarios,<br />

el lado corto <strong>de</strong>l mercado es el que prevalece.


131<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Maddala y Nelson (1974) muestran que la maximización <strong>de</strong> la función logarítmica <strong>de</strong><br />

verosimilitud que encuentra los coeficientes óptimos es:<br />

T<br />

∑<br />

t=<br />

1<br />

[ f ( Q ) ⋅ F ( Q ) + f ( Q ) ⋅ F ( Q ) ]<br />

L = log<br />

(11)<br />

S<br />

t<br />

D<br />

t<br />

D<br />

t<br />

S<br />

t<br />

siendo fS(Qt) y fD(Qt) las funciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> probabilidad normal, precisadas en la<br />

ecuación (3). FS(Qt) y FD(Qt) representan funciones <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong> probabilidad<br />

acumuladas o CDF (Cumulative Distribution Function) <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda. Tenemos:<br />

F<br />

F<br />

S<br />

D<br />

∞<br />

1 ⎛ ⎡ 1<br />

S<br />

( Q ) = ⎜exp<br />

− ( Q − Â X )<br />

t<br />

D<br />

2<br />

( ) ( t B1 X t ) dQt<br />

ˆ<br />

∞<br />

Q = ⎜exp<br />

− Q − ⎟<br />

t<br />

σˆ<br />

σˆ<br />

S<br />

D<br />

2π<br />

1<br />

2π<br />

∫<br />

Qt<br />

∫<br />

⎜<br />

⎝<br />

Qt<br />

⎛<br />

⎜<br />

⎝<br />

⎢<br />

⎣<br />

⎡<br />

⎢<br />

⎣<br />

2σˆ<br />

2<br />

S<br />

1<br />

2σˆ<br />

2<br />

D<br />

t<br />

1<br />

t<br />

2<br />

⎤⎞<br />

⎥⎟dQ<br />

⎟ t<br />

⎦⎠<br />

⎤⎞<br />

⎥⎟<br />

⎦⎠<br />

La multiplicación <strong>de</strong> (fS(Qt) FS(Qt)) y (fD(Qt) FD(Qt)) representan las funciones <strong>de</strong> probabilidad<br />

condicional <strong>de</strong> la oferta y <strong>de</strong>manda. El primer argumento <strong>de</strong>duce la probabilidad <strong>de</strong> que la<br />

cantidad observada <strong>de</strong> crédito esté sobre la función <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda, lo que significa la existencia<br />

<strong>de</strong> un exceso <strong>de</strong> oferta. El segundo caso infiere la probabilidad <strong>de</strong> un exceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda,<br />

don<strong>de</strong> las cantida<strong>de</strong>s observadas <strong>de</strong>l crédito se encuentran en la función <strong>de</strong> oferta.<br />

Por último, se presenta a la evaluación realizada bajo la hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio con la tasa<br />

<strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito endógena. Ingeniada por Fair y Jaffee (1972), especificada correctamente<br />

por Amemiya (1974) y presentada por Maddala y Nelson (1974), esta especificación también<br />

<strong>de</strong>nominada como el método cuantitativo establece que los cambios en el precio son<br />

proporcionales a los excesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda. Sobre este sentido, el mo<strong>de</strong>lo cuantitativo se <strong>de</strong>fine<br />

como:<br />

S<br />

t<br />

D<br />

Q<br />

t<br />

t<br />

= A X<br />

t<br />

1<br />

= B<br />

1<br />

Δr<br />

= γ<br />

X<br />

= min<br />

S<br />

t<br />

D<br />

t<br />

+ U<br />

( Dt<br />

− St<br />

) ;<br />

{ D , S }<br />

t<br />

t<br />

t<br />

+ V<br />

t<br />

0 ≤ γ ≤ ∞<br />

(12)<br />

(13)


( Δrt rt<br />

− rt<br />

−1<br />

132<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

= ) muestra la evolución o el diferencial <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito en el<br />

tiempo. Específicamente, Δr γ(<br />

D − S )<br />

t<br />

= expresa que la variación en la tasa <strong>de</strong>l préstamo<br />

t<br />

t<br />

bancario es directamente proporcional a los montos <strong>de</strong> exceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda. En mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong><br />

tiempo discreto, el valor <strong>de</strong>l coeficiente <strong>de</strong> proporcionalidad, (γ), cuantifica el grado <strong>de</strong><br />

racionamiento, el cual lo presenta como al tiempo promedio al que la tasa <strong>de</strong> interés se ajusta<br />

hasta llegar a un estado <strong>de</strong> equilibrio entre las funciones. Aquí el valor <strong>de</strong> (γ) está sujeto <strong>de</strong><br />

acuerdo a la extensión <strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong> tiempo <strong>de</strong>l periodo a estudiar.<br />

En casos extremos, y suponiendo mo<strong>de</strong>los en tiempo continuo, (γ) será igual a cero en el caso<br />

<strong>de</strong> no ajuste hacia el equilibrio, y ten<strong>de</strong>rá hacia el infinito cuando el ajuste es instantáneo,<br />

expresando en este último caso que el mercado siempre se encuentra en equilibrio.<br />

Aunada la condición <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio, ahora existen tres ecuaciones y tres variables endógenas<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo. Para po<strong>de</strong>r evaluar a las funciones <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda que consi<strong>de</strong>ran a la<br />

tasa <strong>de</strong> interés como endógena, Fair y Jaffee (1972) reconfiguran el mo<strong>de</strong>lo (12), comenzando<br />

por la curva <strong>de</strong> oferta. Siendo Δr γ(<br />

D − S )<br />

t<br />

= entonces se <strong>de</strong>duce que:<br />

t<br />

t<br />

1<br />

St = Dt<br />

− Δrt<br />

(14)<br />

γ<br />

O sea:<br />

D 1<br />

S t = B1<br />

X t − Δrt<br />

+ V<br />

(15)<br />

t<br />

γ<br />

Para <strong>de</strong>finir a la ecuación <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda, Fair y Jaffee (1972) establecen:<br />

1<br />

Dt = St<br />

− Δr<br />

(16)<br />

t<br />

γ<br />

Es <strong>de</strong>cir:<br />

S 1<br />

D t = A1<br />

X t − Δrt<br />

+ U<br />

(17)<br />

t<br />

γ<br />

siendo t r<br />

Δ , el valor absoluto <strong>de</strong>l diferencial <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> interés.


133<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Dentro <strong>de</strong> la condición <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio, sólo una cantidad, ya sea <strong>de</strong> oferta o <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda<br />

pue<strong>de</strong> observarse. A través <strong>de</strong> una separación muestral en la tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito, se<br />

pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ducir a que cantidad <strong>de</strong> crédito pertenece.<br />

De acuerdo a esto, el sistema <strong>de</strong> ecuaciones <strong>de</strong>l mercado se establece como:<br />

Para la ecuación <strong>de</strong> oferta:<br />

S 1 S<br />

S t = A1<br />

X t − Δrˆ<br />

t + U<br />

(18)<br />

t<br />

γ<br />

Para la ecuación <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda:<br />

D 1 D<br />

D t = B1<br />

X t − Δrˆ<br />

t + V<br />

(19)<br />

t<br />

γ<br />

Don<strong>de</strong>:<br />

Δrˆ<br />

Δrˆ<br />

⎧ − Δrˆ<br />

t si Δrˆ<br />

t < 0<br />

= ⎨<br />

⎩ 0 resto<br />

S<br />

(20)<br />

t<br />

⎧ Δrˆ<br />

t si Δrˆ<br />

t > 0<br />

= ⎨<br />

⎩ 0 resto<br />

D<br />

(21)<br />

t<br />

Ahora, Δ t t − t−1<br />

rˆ = rˆ rˆ , con rˆ = f ( r X ) , es el valor estimado <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito<br />

mediante el método MC2E.<br />

t<br />

t<br />

t<br />

A partir <strong>de</strong> estas ecuaciones, la función <strong>de</strong> verosimilitud, presentada por Maddala y Nelson<br />

(1974), a estimar es:<br />

∏<br />

( Q , Δr<br />

) ⋅ f ( Q , Δr<br />

)<br />

∏<br />

L = f<br />

(22)<br />

S<br />

Δrt<br />

< 0<br />

t<br />

t<br />

D<br />

Δrt<br />

> 0<br />

t<br />

t


N<br />

N<br />

⎡ ⎤<br />

log indica que:<br />

⎣ n=<br />

1 ⎦ n=<br />

1<br />

La relación<br />

⎢∏<br />

f ( x)<br />

⎥ = ∑log[<br />

f ( x)<br />

]<br />

( Q , Δr<br />

) + log f ( Q , Δr<br />

)<br />

∑ f S t t ∑<br />

= log<br />

D t t<br />

134<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

L (23)<br />

Don<strong>de</strong>:<br />

2<br />

⎡ ⎛<br />

⎤<br />

S 1 S ⎞<br />

S ( t t ) = ⎢−<br />

⎜ t − A 1 X t + Δrˆ<br />

t ⎟ ⎥<br />

2<br />

S ⎢⎣<br />

S ⎝<br />

γ ⎠ ⎥⎦<br />

~<br />

Q<br />

σ ~<br />

1<br />

exp<br />

σ 2π<br />

2<br />

~<br />

1<br />

f Q , Δr<br />

(24)<br />

2<br />

⎡ ⎛<br />

⎤<br />

D 1 D ⎞<br />

D ( t t ) =<br />

⎢−<br />

⎜ t − B 1 X t + Δrˆ<br />

t ⎟ ⎥<br />

2<br />

D ⎢⎣<br />

D ⎝<br />

γ ⎠ ⎥⎦<br />

~<br />

Q<br />

σ ~<br />

1<br />

exp<br />

σ 2π<br />

2<br />

~<br />

1<br />

f Q , Δr<br />

(25)<br />

La maximización <strong>de</strong> la función logarítmica <strong>de</strong> verosimilitud, ecuación (11), se utiliza para<br />

encontrar los coeficientes. En este caso, el sistema <strong>de</strong> ecuaciones se restringe al compartir un<br />

mismo coeficiente (1/γ).<br />

Por último, y a partir <strong>de</strong> los coeficientes óptimos <strong>de</strong> las especificaciones, hechas bajo la<br />

hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio, se aña<strong>de</strong> el aporte <strong>de</strong> Ghosh y Ghosh (1999) así como <strong>de</strong><br />

Bustamante (2005). El método consiste en estimar la probabilidad <strong>de</strong> que, en el periodo t, las<br />

contracciones en la cantidad <strong>de</strong> crédito, por parte <strong>de</strong> los bancos comerciales, sean realmente<br />

originadas por las características <strong>de</strong> la oferta.<br />

De este modo, se calcula la probabilidad <strong>de</strong> que el racionamiento provenga <strong>de</strong> la oferta <strong>de</strong> la<br />

siguiente manera:<br />

( ) ⎟ * * ⎛ S ⎞<br />

t − Dt<br />

θ = pr S < = ⎜<br />

t Dt<br />

Φ<br />

(26)<br />

⎜ 2 2<br />

⎝ σ S + σ D ⎠<br />

don<strong>de</strong>, S * t y D * t, representan las cantida<strong>de</strong>s estimadas a partir <strong>de</strong> los coeficientes que<br />

maximizan la función logarítmica <strong>de</strong> verosimilitud <strong>de</strong> la oferta y la <strong>de</strong>manda, respectivamente,<br />

σ 2 S, σ 2 D las varianzas estimadas y Φ la función <strong>de</strong> distribución normal.<br />

La figura 1, presentada a continuación, resume la estructura <strong>de</strong>l análisis econométrico<br />

expuesta previamente.


Hipótesis <strong>de</strong><br />

Equilibrio<br />

Q t = Dt<br />

= St<br />

Mercado <strong>de</strong><br />

Crédito<br />

Hipótesis <strong>de</strong><br />

Desequilibrio<br />

Q t = min Dt<br />

, St<br />

{ }<br />

1. Tasa <strong>de</strong> Interés Exógena<br />

S<br />

St<br />

= A1<br />

X t + U t<br />

D<br />

Dt<br />

= B1<br />

X t + Vt<br />

Figura 1. Síntesis <strong>de</strong>l enfoque econométrico<br />

2. Tasa <strong>de</strong> Interés Endógena<br />

S<br />

St<br />

= A1<br />

X t + A2rt<br />

+ U t<br />

D<br />

Dt<br />

= B1<br />

X t + B2<br />

rt<br />

+ Vt<br />

rˆ c = f ( rt<br />

X t )<br />

3. Tasa <strong>de</strong> Interés Exógena<br />

S<br />

S = A X + U<br />

t<br />

t<br />

1<br />

D = B X<br />

1<br />

t<br />

D<br />

t<br />

t<br />

+ V<br />

4. Tasa <strong>de</strong> Interés Endógena<br />

S<br />

S = A X + A r + U<br />

t<br />

t<br />

1<br />

D = B X<br />

1<br />

t<br />

D<br />

t<br />

t<br />

2 t<br />

+ B r + V<br />

2 t<br />

t<br />

t<br />

MCO<br />

para V.I.<br />

MC2E<br />

para V.I.<br />

MCO<br />

para V.I.<br />

MC2E<br />

para V.I.<br />

135<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

⎡<br />

S<br />

2<br />

( ) = − ( − − A rˆ ) ~<br />

A X<br />

~<br />

1 1<br />

Q exp Q<br />

D<br />

2<br />

( t ) = ⎢−<br />

( Qt<br />

− 1 X t − 2rˆ<br />

t ) 2<br />

⎥<br />

⎣ σ D<br />

⎦<br />

~<br />

exp<br />

σ 2π<br />

2<br />

~<br />

Q<br />

3 - Presentación <strong>de</strong> las variables explicativas y Resultados <strong>de</strong>l contraste.<br />

Las variables utilizadas, especificando las funciones <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda, se introducen en<br />

línea con los trabajos <strong>de</strong> Sealey (1979), Ghosh y Ghosh (1999) Barajas y Steiner (2002) y<br />

Bustamante (2005). Los mo<strong>de</strong>los estadísticos presentados son evaluados con base en<br />

observaciones expresadas en valores mensuales.<br />

Salvo en los casos don<strong>de</strong> se antepone la tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito como endógena, todas las<br />

variables incluidas se suponen como exógenas o pre<strong>de</strong>terminadas. Asimismo, todas las series<br />

se consi<strong>de</strong>ran en valores reales, y <strong>de</strong>spués ajustadas estacionalmente.<br />

L<br />

L<br />

L<br />

S<br />

D<br />

L<br />

S*<br />

D*<br />

=<br />

L =<br />

L =<br />

=<br />

=<br />

T<br />

∑<br />

t=<br />

1<br />

T<br />

∑<br />

t=<br />

1<br />

=<br />

T<br />

∑<br />

t=<br />

1<br />

T<br />

∑<br />

t = 1<br />

T<br />

∑<br />

t=<br />

1<br />

log<br />

f<br />

f<br />

S<br />

D<br />

f<br />

f<br />

S<br />

D<br />

S<br />

2<br />

( Qt<br />

) = exp⎢−<br />

( Qt<br />

− Â1<br />

X t ) ⎥⎦<br />

t<br />

1 ⎡ 1<br />

σˆ 2π<br />

⎣<br />

2<br />

2σˆ<br />

S<br />

⎡<br />

= ⎢−<br />

2<br />

⎣ D<br />

t − Bˆ 1 1<br />

exp<br />

σˆ 2π<br />

2σˆ<br />

Q<br />

D<br />

2<br />

( Qt<br />

) ( 1 X t ) ⎥⎦<br />

σ 2π<br />

~<br />

1<br />

⎢<br />

⎣<br />

⎡<br />

σ ~ 2<br />

2<br />

S<br />

[ f ( Q ) ⋅ F ( Q ) + f ( Q ) ⋅ F ( Q ) ]<br />

S<br />

t<br />

D<br />

Método Cuantitativo:<br />

Δr = γ D − S<br />

∏<br />

log f<br />

log f<br />

f<br />

S<br />

Δrt<br />

< 0<br />

S<br />

D<br />

log f<br />

log f<br />

t<br />

( Q )<br />

t<br />

( Q )<br />

S*<br />

D*<br />

t<br />

( Q )<br />

t<br />

( Q )<br />

t<br />

( )<br />

t<br />

( Qt<br />

, Δrt<br />

) ⋅ ∏ f D ( Qt<br />

, Δrt<br />

)<br />

t<br />

t<br />

Δrt<br />

> 0<br />

D<br />

t<br />

S<br />

t<br />

1<br />

t<br />

1<br />

B ~<br />

t<br />

2 t<br />

B ~<br />

⎤<br />

⎤<br />

⎤<br />

⎥<br />

⎦<br />


136<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

La ecuación a estimar para la curva <strong>de</strong> oferta <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> crédito en valores mensuales se<br />

expresa como:<br />

S<br />

LCREt<br />

= α<br />

+ α<br />

5<br />

1 + α2<br />

( LrC<br />

− LrD<br />

) + α3LCP<br />

t<br />

t−1<br />

+ α4<br />

LCUDt−1<br />

( LrC<br />

− LrG<br />

) + α6<br />

LIPt<br />

−1<br />

+ α7<br />

LITCt<br />

+ α8<br />

DUE + ut<br />

t<br />

En cuanto a la curva <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda se escribe como:<br />

5<br />

( Lr − Lr ) + β LIP + β ( Lr − Lr )<br />

LCRE<br />

+ β LIMB + β LITC + β DUE + v<br />

Con:<br />

D<br />

t = β1<br />

+ β2<br />

C P t 3 t−<br />

1 4 P G t<br />

(28)<br />

t<br />

- CPt :<br />

Capacidad real <strong>de</strong> fondos disponibles<br />

para Préstamo 61<br />

- CREt :<br />

Crédito otorgado al sector privado<br />

- CUDt :<br />

Coste Unitario real <strong>de</strong> los Depósitos 63<br />

- IPt<br />

Índice <strong>de</strong> Producción industrial<br />

- IMBt :<br />

Índice <strong>de</strong>l Mercado Bursátil <strong>de</strong> México<br />

6<br />

- DUE :<br />

⎧0<br />

Variable Dicótoma tipo Escalón, don<strong>de</strong> DUE = ⎨<br />

⎩1<br />

t<br />

7<br />

t<br />

(27)<br />

- ITCt :<br />

Índice <strong>de</strong>l Tipo <strong>de</strong> Cambio real dólar –<br />

peso<br />

- rC :<br />

Tasa <strong>de</strong> interés real <strong>de</strong>l crédito 62<br />

- rD :<br />

Tasa <strong>de</strong> interés real <strong>de</strong> los <strong>de</strong>pósitos<br />

- rG::<br />

Tasa <strong>de</strong> interés real <strong>de</strong> los bonos <strong>de</strong><br />

gobierno<br />

- rP :<br />

Tasa <strong>de</strong> interés real <strong>de</strong>l papel comercial<br />

si<br />

si<br />

< 1997 : M 1<br />

> 1997 : M 2<br />

El prefijo L <strong>de</strong>nota los logaritmos <strong>de</strong> las observaciones. De esta manera, los coeficientes a<br />

obtener estarán expresados en elasticida<strong>de</strong>s. El análisis contempla el periodo <strong>de</strong> enero <strong>de</strong>l<br />

1994 a octubre <strong>de</strong>l 2006 64 .<br />

61<br />

La fórmula que <strong>de</strong>fine a la Capacidad <strong>de</strong> Préstamo fue obtenida <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> Barajas y Steiner (2002).<br />

62<br />

Las series utilizadas correspondientes a tasas <strong>de</strong> interés expresadas en porcentajes.<br />

63<br />

El Coste Unitario <strong>de</strong> los Depósitos es una variable construida <strong>de</strong> acuerdo a Sealey (1979) y representa el<br />

coste por peso <strong>de</strong>positado en bancos.<br />

64<br />

Para una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> la variable (CPt y CUDt) así como la fórmula empleada para<br />

<strong>de</strong>flactar las series referirse a Arenaza (2008).


137<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

En el caso <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda, se le agregan a las variables (IMBt) e (ITCt) que fungen como<br />

indicadores <strong>de</strong> expectativas. En la construcción <strong>de</strong> la oferta, el valor <strong>de</strong>l activo (CREt) se<br />

evalúa en función <strong>de</strong> su precio (LrCt), <strong>de</strong> sus costos (CPt y CUDt) y <strong>de</strong> los precios <strong>de</strong> los<br />

activos sustitutos (LrGt). De nueva cuenta, (IPt) e (ITCt) actúan como indicadores <strong>de</strong><br />

expectativa <strong>de</strong> los agentes. La variable cualitativa (DUE) contempla los cambios estructurales<br />

sufridos en los mercados <strong>de</strong> crédito por la crisis ocurrida en la economía mexicana en 1995. Se<br />

supone aquí que existieron cambios estructurales que afectaron tanto a la oferta como a la<br />

<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> préstamos bancarios. Dicha variable categórica se activa a partir <strong>de</strong> 1997 ya que<br />

se toma como punto <strong>de</strong> partida el periodo <strong>de</strong> recuperación económica, esto <strong>de</strong> acuerdo a las<br />

cifras <strong>de</strong> tasa <strong>de</strong> crecimiento y comportamiento real en las series (CRE, LrCt) y <strong>de</strong>l PIB real.<br />

La incorporación <strong>de</strong>l Índice <strong>de</strong>l Tipo <strong>de</strong> Cambio Real <strong>de</strong>l Peso-Dólar (ITCt) se justifica en la<br />

importancia histórica que ha jugado el tipo <strong>de</strong> cambio en la economía mexicana. Envolver a<br />

(ITCt) <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo va en el sentido <strong>de</strong> averiguar la reacción que tienen los agentes<br />

económicos ante esta variable en el mercado <strong>de</strong> crédito.<br />

En el mo<strong>de</strong>lo estadístico, las tasas <strong>de</strong> interés se encuentran diferenciadas, dado que estas<br />

relaciones, más que la sola tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito, permiten <strong>de</strong>terminar las cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

oferta y <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> préstamos bancarios. Dado que en este trabajo las tasas <strong>de</strong> interés están<br />

calculadas en sus valores logarítmicos, estas diferencias también se pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rarse como<br />

tasas <strong>de</strong> crecimiento. La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> estas diferencias se expone a continuación.<br />

Se <strong>de</strong>fine la tasa <strong>de</strong> ganancia que los bancos generan por concepto <strong>de</strong> préstamo. Representa la<br />

tasa <strong>de</strong> intermediación bancaria, tasa spread, ó sea:<br />

Lrc<br />

( LrC<br />

LrD<br />

) t<br />

Lr ⎟<br />

D<br />

⎟<br />

⎛ ⎞<br />

− = ⎜<br />

⎝ ⎠<br />

t<br />

Se <strong>de</strong>fine la tasa <strong>de</strong> riesgo, que <strong>de</strong>scribe la relación entre la elección <strong>de</strong> otorgar préstamos<br />

(financiamiento interno) o utilizar estos montos en inversiones con rendimientos bajos pero<br />

con bajo riesgo, como los bonos <strong>de</strong> gobierno (financiamiento externo) ó sea;<br />

LrC<br />

( LrC<br />

LrG<br />

) t<br />

Lr ⎟<br />

G<br />

⎟<br />

⎛ ⎞<br />

− = ⎜<br />

⎝ ⎠<br />

t<br />

Dentro <strong>de</strong> la oferta, este actúa como activo sustituto.


138<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

La tasa <strong>de</strong> en<strong>de</strong>udamiento, para el caso <strong>de</strong> las empresas no bancarias, traduce la alternativa<br />

entre el autofinanciamiento (por medio <strong>de</strong> emisión <strong>de</strong> acciones, por ejemplo) y el<br />

en<strong>de</strong>udamiento vía crédito bancario:<br />

⎛ Lr ⎞<br />

c<br />

( Lrc<br />

LrP<br />

) t<br />

Lr ⎟<br />

P t<br />

⎟<br />

− = ⎜<br />

⎝ ⎠<br />

La tasa <strong>de</strong> financiamiento, para las empresas no bancarias, representa la elección <strong>de</strong><br />

financiamiento interno o financiamiento externo <strong>de</strong> riesgo bajo:<br />

⎛ Lr<br />

P<br />

( LrP<br />

LrG<br />

) t<br />

Lr ⎟<br />

G t<br />

⎟<br />

− = ⎜<br />

⎝ ⎠<br />

⎞<br />

:<br />

En tanto, la tabla 1 consi<strong>de</strong>ra la relación <strong>de</strong> signos esperados:<br />

Tabla 1. Relación esperada con la variable <strong>de</strong>pendiente.<br />

Ecuación <strong>de</strong> Oferta (LCRE S t)<br />

Variable Coeficiente Signo esperado.<br />

(LrC – LrD)t α2 +<br />

LCPt-1 α3 +<br />

LCUDt-1 α4 +<br />

(LrC – LrG)t α5 +<br />

LIPt-1 α6 +<br />

LITCt α7 +<br />

DUE α8 +/-<br />

Ecuación <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda (LCRE D t)<br />

(LrC – LrP)t β2 -<br />

LIPt-1 β3 +<br />

(LrP – LrG)t β4 -<br />

LIMBt β5 +<br />

LITCt β6 +/-<br />

LYt-1 +<br />

DUE β7 +/-<br />

Por último, se estudia la condición <strong>de</strong> estacionaridad en los datos. De acuerdo a la prueba <strong>de</strong><br />

raíces unitarias, todas las series y en consecuencia sus transformaciones logarítmicas, son no<br />

estacionarias. La manera típica <strong>de</strong> corregir esto es mediante la diferenciación <strong>de</strong> las variables.


139<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Sin embargo, el valorar al mo<strong>de</strong>lo en primeras diferencias da como resultado una pérdida <strong>de</strong><br />

información acerca <strong>de</strong> la relación a largo plazo entre la variable <strong>de</strong>pendiente y las variables<br />

explicativas. A<strong>de</strong>más, tal como Ghosh y Ghosh (1999) explican, la estimación en primeras<br />

diferencias pier<strong>de</strong> intuición, es <strong>de</strong>cir, el hecho <strong>de</strong> que el crecimiento <strong>de</strong> la oferta <strong>de</strong> crédito<br />

exceda el crecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> crédito no significa que la oferta <strong>de</strong> crédito no sea la<br />

causante <strong>de</strong>l racionamiento <strong>de</strong>l crédito en la economía.<br />

Las estimaciones realizadas con series <strong>de</strong> tiempo no estacionarias pue<strong>de</strong>n llevar a<br />

conclusiones don<strong>de</strong> los resultados se crean espurios o dudosos. Para que las pruebas<br />

estadísticas tengan vali<strong>de</strong>z las variables no estacionarias que se encuentran en ambos lados <strong>de</strong><br />

la ecuación <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> estar cointegradas. Siguiendo el protocolo <strong>de</strong> trabajos <strong>de</strong> Ghosh y Ghosh<br />

(1999), Schmidt y Nehls (2003) y Bustamante (2005), a partir <strong>de</strong> los coeficientes óptimos<br />

obtenidos vía el método <strong>de</strong> Máxima Verosimilitud, se <strong>de</strong>duce la oferta y <strong>de</strong>manda ajustadas en<br />

sus valores absolutos y se pone a prueba la existencia <strong>de</strong> cointegración con la cantidad <strong>de</strong><br />

crédito observado. Para verificar la presencia <strong>de</strong> cointegración entre las cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> crédito<br />

estimadas con la cantidad efectiva, este estudio utiliza a la prueba <strong>de</strong> cointegración <strong>de</strong><br />

Johansen.<br />

Los resultados para la estimación <strong>de</strong> las funciones <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda <strong>de</strong>l crédito privado,<br />

con datos mensuales, en México, se realiza <strong>de</strong>l 1994 hasta 2006, están presentados en el anexo<br />

A (tabla 3 y 4).<br />

Muestran que los valores finales <strong>de</strong> los parámetros <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio con la tasa <strong>de</strong><br />

interés <strong>de</strong>l crédito exógena difieren en magnitud <strong>de</strong> las otras valoraciones.<br />

En la misma especificación <strong>de</strong> las variables, los casos <strong>de</strong>l logaritmo <strong>de</strong> la razón <strong>de</strong><br />

intermediación (LrC – LrD)t y el valor <strong>de</strong>l coeficiente <strong>de</strong>l logaritmo <strong>de</strong>l Índice Bursátil (LIMBt),<br />

emergieron como contrarios en la relación <strong>de</strong> signo. Otro <strong>de</strong> los productos no esperados yace<br />

en la correspon<strong>de</strong>ncia entre el logaritmo <strong>de</strong>l Índice <strong>de</strong> Producción industrial (LIPt) con el<br />

logaritmo <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> crédito observado en ambas funciones.


140<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

En el caso <strong>de</strong> que esta variable hubiese resultado no significativa, como lo es en la<br />

especificación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda bajo la hipótesis <strong>de</strong> equilibrio con tasa <strong>de</strong> interés exógena,<br />

podría estipularse que los agentes no están consi<strong>de</strong>rando a dicha variable para la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong><br />

pedir u otorgar un préstamo. Sin embargo, al ser altamente significativa en la mayoría <strong>de</strong> los<br />

argumentos, la explicación que se otorga aquí es que, en tiempos <strong>de</strong> crecimiento industrial, los<br />

empresarios utilizan medios <strong>de</strong> autofinanciación o eligen financiamientos externos diferentes a<br />

los <strong>de</strong> crédito para echar a andar sus proyectos <strong>de</strong> inversión.<br />

Para el caso <strong>de</strong> los bancos, las conjeturas planteadas son, o que actúan con mucha cautela en el<br />

suministro <strong>de</strong> préstamos, o que prefieren utilizar sus fondos en inversión <strong>de</strong> activos diversos<br />

diferentes al <strong>de</strong> otorgar créditos. Sin embargo, esta última ilustración resulta contradictoria<br />

puesto que existe evi<strong>de</strong>ncia que indica un crecimiento en el ofrecimiento <strong>de</strong> créditos por parte<br />

<strong>de</strong> la banca comercial. No obstante, en la mayoría <strong>de</strong> los casos los actores respon<strong>de</strong>n<br />

inversamente al Índice <strong>de</strong> Producción Industrial.<br />

De los resultados obtenidos, la relación negativa <strong>de</strong>l coeficiente <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> riesgo (LrC –<br />

LrG)t con la cantidad ofertada <strong>de</strong> crédito también causó <strong>de</strong>sconcierto. La <strong>de</strong>ducción coherente<br />

es que los bancos son adversos al riesgo, prefiriendo la seguridad <strong>de</strong> recuperar sus montos <strong>de</strong><br />

inversión a obtener mayores ganancias, incluso si no existen indicios <strong>de</strong> riesgo por otorgar<br />

créditos. Continuando con relaciones no esperadas, el signo <strong>de</strong>l parámetro <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong><br />

intermediación, (LrC – LrP)t, visto en la función <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda, y los coeficientes <strong>de</strong>l logaritmo<br />

<strong>de</strong> los Costes Unitarios <strong>de</strong> los Depósitos (LCUDt) y <strong>de</strong> razón <strong>de</strong> financiamiento (LrP – LrG)t<br />

correspondientes a la oferta, arrojaron signos negativos en la columna hipótesis <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sequilibrio-tasa <strong>de</strong> interés exógena. Sin embargo en los últimos casos, estos resultaron ser<br />

no significativos. Acerca <strong>de</strong>l índice <strong>de</strong> los tipos <strong>de</strong> cambio, LITCt, su coeficiente mostró, en<br />

todos los procesos, que su relación es totalmente contraria al <strong>de</strong> las cantida<strong>de</strong>s ofertadas y<br />

<strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> crédito. Esta conclusión conlleva a la creencia <strong>de</strong> que los agentes, actores <strong>de</strong>l<br />

mercado, toman a esta variable como un indicador <strong>de</strong> expectativa <strong>de</strong> la estabilidad económica.<br />

Siendo este caso, una <strong>de</strong>preciación <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cambio, por ejemplo, se consi<strong>de</strong>raría como<br />

negativa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> crédito, don<strong>de</strong> tanto empresarios como banqueros<br />

reaccionarían con reserva.


141<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Para la variable categórica que refleja el cambio estructural, DUE, su coeficiente resultó ser no<br />

significativo para las funciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda evaluadas en los casos realizados bajo la hipótesis<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio. Como consecuencia, la variable DUE no refleja el cambio estructural<br />

existente en las funciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda evaluadas en <strong>de</strong>sequilibrio. Dentro <strong>de</strong> las estimaciones,<br />

los valores sigma representan al error estándar <strong>de</strong> la regresión respectiva, los cuales resultaron<br />

pequeños en valor y altamente significativos. En cuanto al resto <strong>de</strong> las variables, estas<br />

presentaron el signo esperado con niveles significativos altos.<br />

De las estimaciones hechas, se <strong>de</strong>be recalcar el valor inverso <strong>de</strong>l coeficiente <strong>de</strong><br />

proporcionalidad (1/γ), obtenido en la especificación respectiva. Consi<strong>de</strong>rando su valor<br />

absoluto, este factor, al resultar significativo con valores mayores al 99% <strong>de</strong> confiabilidad,<br />

proyecta que la cuantificación <strong>de</strong>l racionamiento, es <strong>de</strong>cir γ, es igual a 3.2 meses. Este<br />

resultado señala, que por una parte, existen <strong>de</strong>sajustes en el mercado <strong>de</strong> crédito causados por la<br />

rigi<strong>de</strong>z en la tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito y por las expectativas <strong>de</strong>l medio económico. Por otra<br />

parte, el ajuste que lleva hacia una condición <strong>de</strong> equilibrio entre las cantida<strong>de</strong>s se alcanza en<br />

un periodo poco mayor al <strong>de</strong> los tres meses pero sólo parcialmente, ya que el <strong>de</strong>sequilibrio<br />

exhibido en los resultados tiene una evolución dinámica. En tanto, el signo negativo <strong>de</strong>l<br />

inverso <strong>de</strong>l coeficiente <strong>de</strong> proporcionalidad indica que se han presentado más excesos por<br />

parte <strong>de</strong> la oferta que <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda durante el periodo <strong>de</strong> estudio.<br />

Para contrastar si los parámetros asociados a las variables explicativas <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo manifiestan<br />

el comportamiento <strong>de</strong>l crédito observado en cada función, se utilizó a la prueba <strong>de</strong> Wald. Esta<br />

prueba permite contrastar la hipótesis <strong>de</strong> que ninguna <strong>de</strong> las variables in<strong>de</strong>pendientes ayuda a<br />

explicar la variación que tiene la variable <strong>de</strong>pendiente alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> su media. En otras<br />

palabras, se prueba la hipótesis conjunta que: α1 = α2 =…= αk = 0, en el caso <strong>de</strong> la ecuación<br />

<strong>de</strong> oferta para observaciones mensuales. Por tanto, un valor alto <strong>de</strong>l estadístico ayudará a<br />

rechazar la hipótesis nula, interpretándose al mo<strong>de</strong>lo en conjunto como válido. La tabla 2<br />

presenta también el valor máximo obtenido en la función logarítmica <strong>de</strong> verosimilitud y el<br />

total <strong>de</strong> iteraciones realizadas hasta llegar a la convergencia. Para confirmar que los resultados<br />

obtenidos no son espurios se presenta también los resultados <strong>de</strong> la prueba <strong>de</strong> cointegración.


142<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Aquí los contrastes <strong>de</strong> cointegración fueron hechos a partir <strong>de</strong> los valores absolutos. Aunque<br />

no existen verda<strong>de</strong>ras imposiciones para haber realizado esta prueba con sus transformadas<br />

logarítmicas, se prefirió utilizar los niveles <strong>de</strong> las series, esto a razón <strong>de</strong> que los logaritmos <strong>de</strong><br />

las variables inducen estacionalidad. Se pue<strong>de</strong> así apreciar en la tabla siguiente que el<br />

estadístico <strong>de</strong> Wald resulta altamente significativo en todos los casos, con un número<br />

relativamente pequeño <strong>de</strong> iteraciones para lograr la convergencia.<br />

Tabla 2: Cointegración, Significancia, y Verosimilitud.<br />

Cointegración = C No Cointegración = X<br />

Número <strong>de</strong> Observaciones: 154 (01/1994 –11/2006)<br />

Especificación. Max. Log # <strong>de</strong> Iteraciones Cointegración ADF Estadístico<br />

Likelihood convergencia <strong>de</strong> Johansen 3 Wald<br />

Hipótesis <strong>de</strong> Equilibrio.<br />

Tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l Crédito Exógena.<br />

Oferta Estimada vs. CRE<br />

173.7349 40<br />

C*** C** 4782034.<br />

(0.0000)*<br />

Demanda Estimada vs. CRE<br />

123.2815 96<br />

C*** C** 2493312.<br />

(0.0000)*<br />

Tasa <strong>de</strong> Interés <strong>de</strong>l Crédito Endógena.<br />

Oferta Estimada vs. CRE<br />

173.5322 40<br />

C*** C** 4772469<br />

(0.0000)*<br />

Demanda Estimada vs. CRE<br />

127.7631 77<br />

C*** C** 2633465<br />

(0.0000)*<br />

Hipótesis <strong>de</strong> Desequilibrio.<br />

Tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l Crédito Exógena.<br />

Oferta Estimada vs. CRE<br />

Demanda Estimada vs. CRE<br />

161.8470 132<br />

X<br />

X<br />

C**<br />

X<br />

13027482<br />

(0.0000)*<br />

Tasa <strong>de</strong> Interés <strong>de</strong>l Crédito Endógena.<br />

Oferta Estimada vs. CRE<br />

Demanda Estimada vs. CRE<br />

306.4941<br />

49<br />

C***<br />

C***<br />

C**<br />

C**<br />

11598716<br />

(0.0000)*<br />

ADF 3: Prueba <strong>de</strong> Dickey-Fuller Aumentada sobre los residuos <strong>de</strong> la ecuación Engle-Granger sin intercepto y sin<br />

ten<strong>de</strong>ncia.<br />

* Significativo a niveles <strong>de</strong>l 90% <strong>de</strong> confianza.<br />

** Significativo a niveles <strong>de</strong>l 95% <strong>de</strong> confianza.<br />

*** Significativo a niveles <strong>de</strong>l 99% <strong>de</strong> confianza.


143<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

En general, todas las especificaciones realizadas con observaciones mensuales presentan un<br />

buen ajuste. De entre los estadísticos, los mo<strong>de</strong>los estimados con una tasa <strong>de</strong> interés endógena<br />

proyectaron mejores resultados en los coeficientes <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad. Cabemos señalar que se<br />

realizó también, en este proceso <strong>de</strong> investigación, las mismas pruebas econométricas con datos<br />

en series trimestrales en las cuales la <strong>de</strong>manda estimada fue rechazada dada su grado <strong>de</strong><br />

cointegración al crédito privado, mostrando la ina<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> datos trimestrales para<br />

el análisis <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> crédito en México. La probabilidad <strong>de</strong>l estadístico <strong>de</strong> Jarque-Bera,<br />

presentado en anexo (tabla 5), permite estipular que todas las especificaciones aceptan a la<br />

hipótesis <strong>de</strong> comportamiento normal en los parámetros, excepto en la especificación <strong>de</strong>l<br />

mo<strong>de</strong>lo estimado bajo la hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio-tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito exógena.<br />

Para un mejor contraste <strong>de</strong> las relaciones a largo plazo se presenta en anexo las<br />

representaciones gráficas <strong>de</strong> la relación oferta-<strong>de</strong>manda estimadas con el crédito observado,<br />

ajustada estacionalmente, bajo la hipótesis <strong>de</strong> equilibrio y <strong>de</strong>sequilibrio. Las pruebas e<br />

ilustraciones sobre el ajuste y relación a largo plazo aumentan la evi<strong>de</strong>ncia a favor <strong>de</strong> la no<br />

confiabilidad <strong>de</strong> los acontecidos por parte <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda, en la medida que se presenta como<br />

sobreestimada. Las gráficas presentan valores logarítmicos <strong>de</strong> las series para expresar el<br />

comportamiento <strong>de</strong> las variables en el tiempo.<br />

Así, bajo la hipótesis <strong>de</strong> equilibrio (figura 2 y 3), se pue<strong>de</strong> observar un fuerte ajuste entre la<br />

oferta estimada y el crédito observado. No obstante, existen periodos con oferta sobrestimada,<br />

particularmente en los periodos comprendidos <strong>de</strong> 1994 a 1998, finales <strong>de</strong>l 2001 y el año 2004.<br />

En cuanto a la relación <strong>de</strong>manda estimada-crédito observado, la serie estimada resulta con<br />

valores muy superiores a los verda<strong>de</strong>ros, por lo cual la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> crédito queda<br />

sobrestimada. Los resultados <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo evaluado bajo la hipótesis <strong>de</strong> equilibrio se presentan<br />

como razonablemente buenos para la función <strong>de</strong> oferta pero sobrevaluados para la función <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>manda. En el caso <strong>de</strong> hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio (figura 4y 5) la interpretación es similar a la<br />

especificación anterior. Al retomar los estadísticos presentados en anexo (tabla 6), se pue<strong>de</strong><br />

apreciar que los valores <strong>de</strong> ambas especificaciones son muy similares.<br />

Sin embargo, la Proporción <strong>de</strong> Varianza (U V ) proyectada para esta <strong>de</strong>scripción resulta ser<br />

mucho menor, particularmente la valoración <strong>de</strong> U V <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda estimada.


144<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Tal argumento indica que la variabilidad entre el crédito observado y la serie estimada es<br />

mucho menor <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l periodo <strong>de</strong> estudio. Esta acotación lleva a una mayor confiabilidad en<br />

la interpretación <strong>de</strong> los resultados a<strong>de</strong>más y propone una mayor soli<strong>de</strong>z como instrumento <strong>de</strong><br />

pronóstico.<br />

En hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio con tasa <strong>de</strong> interés exógena, se pue<strong>de</strong> corroborarse la falta <strong>de</strong><br />

ajuste entre las cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> oferta y <strong>de</strong>manda estimadas con los niveles <strong>de</strong> crédito<br />

observado. A largo plazo, la oferta y <strong>de</strong>manda muestran periodos extensos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sajuste. Las<br />

cantida<strong>de</strong>s ofertadas <strong>de</strong> crédito discrepan notablemente <strong>de</strong> los valores observados al comienzo<br />

<strong>de</strong> 1994 hasta a mediados <strong>de</strong> 1995, así como en el periodo 2001-02. De la misma forma la<br />

relación a largo plazo entre la <strong>de</strong>manda estimada y la serie <strong>de</strong>l crédito observado se muestra<br />

una discrepancia al alza (pico) en este periodo. Posterior a esta fecha, la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong>cae<br />

notablemente, mostrando un comportamiento contrario a lo sucedido realmente.<br />

Contrario al caso anterior, el mo<strong>de</strong>lo elaborado bajo la hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio que<br />

consi<strong>de</strong>ra a la tasa <strong>de</strong> interés como endógena ofrece propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ajuste óptimas. Este ajuste<br />

es más parecido a los resultados hechos bajo la hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio. Este resultado<br />

permite, al comprobarse la noción <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> crédito, afirmar la<br />

existencia e influencia <strong>de</strong> los precios rígidos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un ajuste dinámico hacia la búsqueda<br />

<strong>de</strong>l equilibrio.<br />

En conclusión, y al igual que en los contrastes globales, son las especificaciones hechas bajo la<br />

hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio con la tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito exógena quienes divergen en las<br />

relaciones <strong>de</strong> ajuste: en la oferta, al principio <strong>de</strong>l periodo <strong>de</strong> estudio y en la <strong>de</strong>manda al final<br />

<strong>de</strong>l mismo.<br />

4 – Análisis <strong>de</strong> estática y dinámica comparativa.<br />

Se propone aquí <strong>de</strong> evaluar la dinámica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sequilibrio o, interpretar la manera en que el<br />

mercado trata <strong>de</strong> llegar al equilibrio. Se presenta un examen <strong>de</strong> estática comparativa, con la<br />

finalidad <strong>de</strong> conocer cómo, se comporta el mercado <strong>de</strong> crédito en México.


145<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

En su artículo, Fair y Jaffee (1972) exponen que se pue<strong>de</strong> mostrar la dinámica <strong>de</strong> ajuste hacia<br />

el equilibrio entre las cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda y oferta estimadas a través <strong>de</strong> su diferencia, es<br />

Sˆ Sˆ representan respectivamente la <strong>de</strong>manda y oferta estimadas.<br />

<strong>de</strong>cir, Dt t<br />

ˆ − , don<strong>de</strong> t Dˆ y t<br />

Para <strong>de</strong>terminar los excesos en el mercado <strong>de</strong> préstamos bancarios ocurridos durante el<br />

periodo <strong>de</strong> estudio, se utiliza el medio <strong>de</strong> bosquejos. Junto a esto, se presentan en anexo las<br />

probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> que los excesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda vistos en un tiempo <strong>de</strong>terminado se hayan<br />

generado por contracciones <strong>de</strong> la oferta.<br />

El caso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio con tasa <strong>de</strong> interés exógena (figura 6) muestra los excesos <strong>de</strong> oferta y<br />

<strong>de</strong>manda por observación acotada. Los valores positivos muestran los excesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda,<br />

mientras que los valores negativos reflejan los excesos <strong>de</strong> oferta existentes <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l periodo.<br />

De acuerdo a estos resultados, se pudiera llegar a la conjetura general <strong>de</strong> que el mercado <strong>de</strong><br />

préstamos en México, <strong>de</strong> 1994 al 2006, viene <strong>de</strong>terminado por la <strong>de</strong>manda, ya que <strong>de</strong>l total <strong>de</strong><br />

los 154 periodos evaluados, 96 se sitúan en el rango <strong>de</strong> exceso <strong>de</strong> oferta y las restantes 58 se<br />

ubican sobre el rango <strong>de</strong> exceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda. Sin embargo, esta conclusión se mantiene<br />

todavía al margen, puesto que aún faltan otras especificaciones que apreciar. En tanto, la<br />

gráfica que avalúa los excesos <strong>de</strong> oferta-<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> la especificación hecha con la tasa <strong>de</strong><br />

interés endógena se muestra a continuación.<br />

Para las estimaciones <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio con tasa <strong>de</strong> interés como endógena, 84<br />

periodos caen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l exceso <strong>de</strong> oferta y 70 se encuentran <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l exceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda.<br />

Aunque en este caso este hecho es más proporcional, se supone aquí que el comportamiento<br />

<strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> crédito es condicionado a las acciones que realicen los prestatarios. En otras<br />

palabras, los resultados acentúan cada vez más al postulado que el mercado <strong>de</strong> crédito en<br />

México se comporta <strong>de</strong> acuerdo a las acciones que los <strong>de</strong>mandantes realicen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />

mismo.<br />

Se pue<strong>de</strong> también observar que se ha generado en fechas recientes excesos <strong>de</strong> oferta. Estos<br />

excesos han fluctuado <strong>de</strong> manera creciente y continua, siendo incluso más evi<strong>de</strong>ntes en la<br />

mo<strong>de</strong>lación <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> interés exógena.


146<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Por tanto, se <strong>de</strong>staca que a partir <strong>de</strong>l año 2004 (figura 6) y a finales <strong>de</strong>l 2005 (figura7), el<br />

mercado <strong>de</strong> crédito privado en México se caracteriza por una sobreoferta. Se pue<strong>de</strong> explicar<br />

por el hecho que la banca comercial efectivamente ha incrementado sus otorgamientos <strong>de</strong><br />

crédito, o que la <strong>de</strong>manda ha sido incapaz <strong>de</strong> absorber la cantidad <strong>de</strong> crédito ofrecida en un<br />

mismo periodo, acumulándose.<br />

La probabilidad que los excesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda existentes en las especificaciones hayan sido<br />

provocados por parte <strong>de</strong> las empresas bancarias se presenta en anexo (figura 8). En la mayoría<br />

<strong>de</strong> los periodos don<strong>de</strong> existen excesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda se nota que la probabilidad que los excesos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>manda sean <strong>de</strong>terminados por la oferta es muy alta. La especificación con tasa <strong>de</strong> interés<br />

endógena contempla más casos <strong>de</strong> probabilidad. Sin embargo, las probabilida<strong>de</strong>s apreciadas<br />

en el caso <strong>de</strong> tasa <strong>de</strong> interés endógena son en la mayoría superiores al 95%.<br />

5 - Conclusión.<br />

De acuerdo a la evi<strong>de</strong>ncia obtenida, el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> mercado evaluado con observaciones<br />

mensuales cumplió con los atributos que ratifican la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> sus resultados. Apoyándose en<br />

estas apreciaciones, no se encontraron argumentos a favor <strong>de</strong> la intención <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar que el<br />

mo<strong>de</strong>lo, al ser realizado bajo una hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio, presente estadísticamente mejores<br />

resultados. De hecho, el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> variables mensuales estimado bajo la hipótesis <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sequilibrio, que consi<strong>de</strong>ra a la tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito como exógena, presenta a sus<br />

conclusiones como espurias, esto <strong>de</strong> acuerdo a las pruebas <strong>de</strong> cointegración, factor que<br />

<strong>de</strong>smerita aún más a tal objetivo. Sin embargo, aunque las estimaciones realizadas bajo la<br />

condición <strong>de</strong> equilibrio hayan dado <strong>de</strong>scriptivamente mejores proyecciones, estos fallan en la<br />

consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong> interés.<br />

Del total <strong>de</strong> estimaciones realizadas aquí, se <strong>de</strong>duce que los resultados señalados como los<br />

más representativos <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> crédito son realizados bajo la hipótesis <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio<br />

tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito endógena. Se pue<strong>de</strong> así contemplar la condición <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio<br />

que realiza una maximización simultánea <strong>de</strong> todos los coeficientes por medio <strong>de</strong> la ecuación<br />

logarítmica máximo-verosímil. Igualmente, tal método ofrece una medida <strong>de</strong> cuantificación<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sajuste temporal existente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mercado.


147<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Por tanto, la situación macroeconómica <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong>l crédito en México, se consi<strong>de</strong>ra las<br />

conclusiones las más sobresalientes siguientes.<br />

El mercado <strong>de</strong> crédito en México se ha caracterizado más por excesos <strong>de</strong> oferta que por<br />

excesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda a partir <strong>de</strong> 1994. Esto sugiere la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la banca comercial mexicana<br />

tiene mayor confianza en sus acreedores puesto que está dispuesta a otorgar montos mayores<br />

para préstamo, incluso si los <strong>de</strong>mandantes no lo advierten <strong>de</strong> esa manera. Los resultados<br />

indican que el comportamiento que sigue el mercado <strong>de</strong> crédito en México está <strong>de</strong>terminado<br />

por las acciones que los <strong>de</strong>mandantes realicen.<br />

Después <strong>de</strong> la crisis <strong>de</strong> 1995 y la inestabilidad en los años siguientes, los montos <strong>de</strong> crédito<br />

observado se han mantenido estables. Esto se refleja <strong>de</strong> la misma forma en las estimaciones <strong>de</strong><br />

oferta y <strong>de</strong>manda estimadas. A partir <strong>de</strong>l 2003, se visualiza una ten<strong>de</strong>ncia al alza en los<br />

montos observados <strong>de</strong> crédito.<br />

El índice <strong>de</strong> proporcionalidad (γ) indica que, efectivamente, existe una condición <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sequilibrio en el mercado, don<strong>de</strong> existen más excesos <strong>de</strong> oferta que <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />

periodo <strong>de</strong> estudio. El valor γ igual a 3.2 indica que el periodo <strong>de</strong> ajuste <strong>de</strong>l mercado lleva<br />

poco más <strong>de</strong> tres meses.<br />

De los coeficientes, la tasa <strong>de</strong> riesgo resultó con signo negativo, lo cual indica que los bancos<br />

comerciales mexicanos son adversos al riesgo: Prefieren rendimientos bajos, <strong>de</strong> menor peligro<br />

y mayores ganancias pero con mayor grado <strong>de</strong> inseguridad.<br />

El Índice <strong>de</strong> Producción Industrial (IPt) presenta una relación inversa con las cantida<strong>de</strong>s<br />

ofertadas y <strong>de</strong>mandadas <strong>de</strong> crédito. La conclusión <strong>de</strong> este hecho radica en que las empresas, en<br />

tiempos <strong>de</strong> crecimiento, prefieren otros tipos <strong>de</strong> financiamiento, diferentes a los <strong>de</strong> <strong>de</strong>uda.<br />

Por su cuenta, la banca comercial no respon<strong>de</strong> a la misma velocidad que el crecimiento<br />

económico se genera, en la medida actúa con cautela durante los periodos <strong>de</strong> incrementos en<br />

la producción.


148<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Dentro <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> oferta, el coeficiente <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> intermediación es inelástico, es<br />

<strong>de</strong>cir, que el cambio <strong>de</strong> 1% <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> crédito, se presentan cambios menos que<br />

proporcionales (0.4%). En cambio para la <strong>de</strong>manda, la tasa <strong>de</strong> en<strong>de</strong>udamiento es elástica,<br />

don<strong>de</strong> cambios <strong>de</strong>l 1% en las cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> crédito real generan cambios <strong>de</strong> más <strong>de</strong> uno punto<br />

y medio en esta razón.<br />

El coeficiente <strong>de</strong>l Índice <strong>de</strong>l Tipo <strong>de</strong> Cambio ITC, negativo en ambas funciones, representa a<br />

esta variable como un indicador <strong>de</strong> reacción, siendo más elástico para los bancos. Este<br />

indicador se consi<strong>de</strong>ra como un espejo <strong>de</strong> la estabilidad macroeconómica <strong>de</strong>l país.<br />

El parámetro <strong>de</strong> la variable escalón DUE resultó no significativo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la función <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>manda, lo cual, y esto <strong>de</strong> acuerdo a evi<strong>de</strong>ncia adjunta, no refleja un quiebre estructural, es<br />

<strong>de</strong>cir, que los solicitantes <strong>de</strong> crédito no cambiaron sus hábitos <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda aún <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

crisis suscitada en 1995 y los subsecuentes cambios promovidos por tal suceso.<br />

Por otra parte, resulta necesario recalcar el crecimiento que el crédito observado ha tenido a<br />

partir <strong>de</strong>l 2003. Apoyándose con este comportamiento así como <strong>de</strong> los resultados<br />

econométricos, existe evi<strong>de</strong>ncia que postula la estabilidad y confiabilidad sistema <strong>de</strong>l mercado<br />

<strong>de</strong> crédito mexicano, don<strong>de</strong> la relación entre cliente y banco se ve reflejada positivamente con<br />

un crecimiento sostenido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fecha indicada. Sin embargo, se consi<strong>de</strong>ra como<br />

recomendable el revisar las políticas hechas sobre contratos <strong>de</strong> <strong>de</strong>uda, esto con la finalidad <strong>de</strong><br />

solidificar aun más dichas relaciones, dado que este crecimiento pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>rrumbarse si las<br />

expectativas macroeconómicas resultan <strong>de</strong>sfavorables.<br />

Por fin, si bien el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sequilibrio proyecta resultados importantes acerca <strong>de</strong>l mercado<br />

<strong>de</strong> crédito, es necesario señalar que se trata <strong>de</strong> una visión macroeconómica <strong>de</strong>l mercado. Para<br />

enten<strong>de</strong>rle en toda su complejidad sería necesario realizar un análisis <strong>de</strong> carácter<br />

microeconómico <strong>de</strong>l sistema bancario y <strong>de</strong> las empresas. De esta manera se podría <strong>de</strong>terminar<br />

la actitud que los bancos toman con respecto a los diferentes grupos <strong>de</strong> prestatarios.


Referencias<br />

149<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

AGÉNOR P., AIZENMAN J., HOFFMAISTER A. (2000). “The Credit Crunch in Asia: What can bank<br />

excess liquid assets tell us?” NBER Working Paper; # 7951.<br />

AKERLOFF G. (1970). “The Market for Lemons: Quality, Uncertainly and the Market Mechanism”; Review of<br />

Economic Studies; vol. 84; pp: 488-500.<br />

AMEMIYA T. (1974). “A Note on a Fair and Jaffee Mo<strong>de</strong>l”; Econometrica; vol. 42 (4); pp: 759-762.<br />

ARENAZA A. (2008). Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado: Estimaciones Comparadas para México a través <strong>de</strong><br />

Mo<strong>de</strong>los Econométricos <strong>de</strong> Desequilibrios”; Tesis; UACJ-MCE, México.<br />

ARESTIS P., EICHNER A. (1988): “The Post-Keynesian and Institutionalist Theory of Money and Credit”.<br />

Journal of Economic Issues; vol. 22 (4), pp: 1003-1021.<br />

BARAJAS A., STEINER R. (2002). “Credit Stagnation in Latin America”; IMF Working Paper; WP/02/53.<br />

BERNANKE B., BLINDER A. (1992). “The fe<strong>de</strong>ral funds rates and the channels of monetary transmission”;<br />

The American Economic Review; vol. 82 (4); pp: 901-921.<br />

BERNANKE B. (1988). “Credit, Money and Aggregate Demand”; NBER; Working Paper; # 2534.<br />

BLINDER A. (1985). “Credit rationing and effective supply failures”; NBER; Working Paper; # 1619.<br />

BRUNNER K., MELTZER A. (1989). Money and the Economy: Issues in Monetary Analysis; Cambridge<br />

University Press.<br />

BUSTAMANTE R. (2005). “El problema <strong>de</strong>l racionamiento <strong>de</strong>l crédito en el sistema bancario peruano: Como<br />

factor explicativo fundamental en el costo <strong>de</strong> crédito”; Tesis Doctoral. <strong>Universidad</strong> Nacional Mayor <strong>de</strong> San<br />

Marcos; Lima.<br />

CALOMIRIS C., HUBBARD R. (1990). “Firm Heterogeneity, Internal Finance and Credit Rationing”;<br />

Economic Journal; vol. 100; pp: 90-104.<br />

CLAIR T., TUCKER P. (1993). “Six Causes of the credit crunch (or why it is so hard to get a loan?)”; Fe<strong>de</strong>ral<br />

Reserve Bank of Dallas; Economic Review.<br />

FAIR R., JAFFEE D.(1972). “Methods of estimation for markets in disequilibrium”. Econometrica; vol. 40 (3);<br />

pp: 497 – 514.<br />

FAIR R., KELEJIAN H. (1974). “Methods of Estimation for Markets in Disequilibrium: A Further Study”;<br />

Econometrica; vol. 42 (1); pp: 177-190.<br />

FAZZARI S., HUBBARD R., PETERSEN B. (1988). “Financing Constraints and Corporate Investment”.<br />

Brookings Papers of Economic Activity; # 1; pp: 141-195.<br />

FREIXAS X.,ROCHET J. (1997). Economía Bancaria; Antoni Bosch; Barcelona; 1997.<br />

FRIEDMAN B. (1981). The Roles of Money and Credit in Macroeconomic Analysis, NBER Working Paper; #<br />

831.<br />

GHOSH A., GHOSH S. (1999). “East Asia in the aftermath: Was there a crunch?” IMF Working Paper; #<br />

WP/99/38.


150<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

GOURINCHIAS P., VALDES R., LANDERRETCHE O. (2001): “Lending Booms: Latin America and the<br />

world”; NBER Working Paper; # 8249.<br />

GREENWALD B., STIGLITZ J. (1986): “Externalities in Economies with Imperfect Information and<br />

Incomplete Markets”, Quarterly Journal of Economics; vol. 101; pp: 229-264.<br />

HUBBARD R., JUDD K. (1986). “Liquidity Constraints, Fiscal Policy and Consumption”; Brookings Papers on<br />

Economic Activity; # 1; pp:1-51.<br />

JAFFEE D., RUSSELL T. (1976). “Imperfect information, uncertainty, and credit rationing”; Quarterly Journal<br />

of Economics; Vol. 90 (4); pp: 651 – 666.<br />

JAFFEE D., STIGLITZ J. (1990). “Credit Rationing”; Handbook of Monetary Economics; vol.2; Elseiver<br />

Science Publisher; pp. 837-888.<br />

LAFFONT J.J., GARCÍA R. (1977). “Disequilibrium Econometrics for Business Loans”. Econometrica; vol.<br />

45, # 5; pp: 1187 – 1204.<br />

MADDALA G., NELSON F. (1974). “Maximum Likelihood Methods for Markets in Disequilibrium”.<br />

Econometrica; vol. 42 (6); pp: 1013 – 1030.<br />

MANKIW N. (1988). “The Allocation of Credit and Financial Collapse”. Quarterly Journal of Economics; vol.<br />

101; pp: 445-470.<br />

RODRÍGUEZ M. (1995). “El racionamiento <strong>de</strong>l crédito: análisis econométrico con datos <strong>de</strong> panel <strong>de</strong> su<br />

inci<strong>de</strong>ncia en las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> inversión <strong>de</strong> las empresas’; 1995. Tesis Doctorado; <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> la Laguna;<br />

España.<br />

SCHMIDT T., NEHLS H. (2003). “Credit Crunch in Germany?” Rheinisch-Westfälisches Institut für<br />

Wirtschaftsforschung, RWI Discussion Papers; # 0006.<br />

SEALEY G. (1979). “Credit Rationing in the Commercial Loan Market: Estimates of a Structural Mo<strong>de</strong>l Un<strong>de</strong>r<br />

Conditions of Disequilibrium”. Journal of Finance; vol. 34 (3); pp: 689 – 702.<br />

STIGLITZ J. (2000). “The Contributions of the Economics of Information to Twentieth Century Economics”;<br />

Quarterly Journal of Economics; vol. 115 (4). Pp: 1441 – 1478.<br />

STIGLITZ J., WEISS A. (1981): “Credit rationing in markets with imperfect information”, American Economic<br />

Review; vol. 71(3), pp: 393 – 410.


Anexo A: Resultados y Figuras.<br />

151<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Tabla 3: Resultados <strong>de</strong> las estimaciones para la oferta <strong>de</strong> crédito ( LCRE )<br />

Variable Coeficiente<br />

Hipótesis equilibrio<br />

rC Exógena rC Endógena<br />

Hipótesis <strong>de</strong>sequilibrio<br />

rC Exógena rC Endógena<br />

Constante<br />

α1 16.42847<br />

(0.944585)<br />

16.29226<br />

(0.989753)<br />

14.37599<br />

(0.560371)<br />

16.20955<br />

(1.182647)<br />

z 17.39226 16.46093 25.65442 13.70616<br />

Prob. 0 0 0 0<br />

(LrC – LrD)t<br />

α2 0.433008<br />

(0.052094)<br />

0.435319<br />

(0.052537)<br />

0.038226<br />

(0.057714)<br />

0.407536<br />

(0.067958)<br />

z 8.311992 8.285932 0.662336 5.996896<br />

Prob. 0 0 0.5078 0<br />

LCPt-1<br />

α3 0.519205<br />

(0.052749)<br />

0.523784<br />

(0.05366)<br />

0.281859<br />

(0.036074)<br />

0.516944<br />

(0.065446)<br />

z 9.842862 9.761081 7.813427 7.898774<br />

Prob. 0 0 0 0<br />

LCUDt-1<br />

α4 0.101826<br />

(0.015714)<br />

0.10413<br />

(0.01557)<br />

-0.002734<br />

(0.015656)<br />

0.101945<br />

(0.018785)<br />

z 6.479863 6.687664 -0.174651 5.427009<br />

Prob. 0 0 0.8614 0<br />

(LrC – LrG)t<br />

α5 -0.556203<br />

(0.168678)<br />

-0.513436<br />

(0.179726)<br />

-0.821579<br />

(0.12788)<br />

-0.49023<br />

0.204785<br />

z -3.297423 -2.856767 -6.424613 -2.393875<br />

Prob. 0.0010 0.0043 0 0.0167<br />

LIPt-1<br />

α6 -0.786555<br />

(0.183278)<br />

-0.772871<br />

(0.181886)<br />

0.491407<br />

(0.150635)<br />

-0.753335<br />

(0.240593)<br />

z -4.291598 -4.24921 3.262229 -3.13116<br />

Prob. 0 0 0.0011 0.0017<br />

LITCt<br />

α7 -1.157199<br />

(0.068162)<br />

-1.156468<br />

(0.068726)<br />

-1.182253<br />

(0.044786)<br />

-1.13532<br />

(0.107806)<br />

z -16.97721 -16.82722 -26.39798 -10.53113<br />

Prob. 0 0 0 0<br />

DUE<br />

α8 0.338453<br />

(0.036364)<br />

0.341204<br />

(0.036454)<br />

0.181253<br />

(0.032438)<br />

0.335453<br />

(0.081749)<br />

z 9.307322 9.359985 5.587626 4.103434<br />

Prob. 0 0 0 0<br />

σS<br />

0.078309<br />

(0.004424)<br />

0.078412<br />

(0.004495)<br />

0.036373<br />

(0.003241)<br />

0.077153<br />

(0.006603)<br />

z 17.7 17.44623 11.22228 11.68479<br />

Prob. 0 0 0 0<br />

Notas: Datos mensuales; 154 observaciones.<br />

El valor <strong>de</strong> los coeficientes se encuentra en negritas.<br />

El número entre paréntesis representa al error estándar <strong>de</strong>l coeficiente.<br />

z es el valor <strong>de</strong>l estadístico zeta.<br />

Prob., indica la probabilidad <strong>de</strong> cometer el error <strong>de</strong> rechazar la hipótesis nula <strong>de</strong> que el valor <strong>de</strong>l<br />

coeficiente sea igual a cero, esto al nivel <strong>de</strong>l 5% <strong>de</strong> significancia.<br />

S<br />

t


152<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Tabla 4: Resultados <strong>de</strong> las estimaciones para la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> crédito ( LCRE )<br />

Variable Coeficiente<br />

Hipótesis equilibrio<br />

rC Exógena rC Endógena<br />

Hipótesis <strong>de</strong>sequilibrio<br />

rC Exógena rC Endógena<br />

Constante.<br />

β1 21.49222<br />

(0.924437)<br />

21.98756<br />

(0.862255)<br />

19.39766<br />

(1.41161)<br />

21.31364<br />

(1.476865)<br />

z 23.249 25.50006 13.74152 14.43168<br />

Prob. 0 0 0 0<br />

(LrC – LrP)t<br />

β2 -1.444283<br />

(0.535725)<br />

-2.993344<br />

(0.765009)<br />

6.223935<br />

(1.994557)<br />

-1.591851<br />

(0.516355)<br />

z -2.695939 -3.912824 3.12046 -3.082864<br />

Prob. 0.0070 0.0001 0.0018 0.0021<br />

LIPt-1<br />

β3 -1.49474<br />

(0.255543)<br />

-1.579147<br />

(0.257664)<br />

-0.154845<br />

(0.348519)<br />

-1.427383<br />

(0.370206)<br />

z -5.849269 -6.128719 -0.444294 -3.855641<br />

Prob. 0 0 0.6568 0.0001<br />

(LrP – LrG)t<br />

β4 -0.429382<br />

(0.158903)<br />

-0.607072<br />

(0.166799)<br />

0.12796<br />

(0.194482)<br />

-0.559095<br />

(0.230787)<br />

z -2.702156 -3.63954 0.657952 -2.42256<br />

0.0069 0.0003 0.5116 0.0154<br />

LIMBt<br />

β5 0.211072<br />

(0.037121)<br />

0.195168<br />

(0.041452)<br />

-0.495692<br />

(0.070882)<br />

0.208246<br />

(0.04705)<br />

z 5.686075 4.708252 -6.993195 4.426109<br />

Prob. 0 0 0 0<br />

LITCt<br />

β6 -0.489846<br />

(0.054325)<br />

-0.484005<br />

(0.057593)<br />

-0.15244<br />

(0.076892)<br />

-0.505049<br />

(0.079791)<br />

z -9.016904 -8.403898 -1.982507 -6.32969<br />

Prob. 0 0 0.0474 0<br />

DUE<br />

β7 0.138597<br />

(0.041196)<br />

0.158485<br />

(0.037707)<br />

0.157032<br />

(0.081806)<br />

0.127176<br />

(0.097075)<br />

z 3.364338 4.203101 1.919574 1.310072<br />

Prob. 0.0008 0 0.0549 0.1902<br />

σD 0.108667 0.105548 0.062562 0.103714<br />

(0.006303) (0.006393) (0.008279) (0.009629)<br />

z 17.24016 16.51061 7.556917 10.77123<br />

Prob. 0 0 0 0<br />

1/γ<br />

-0.312154<br />

(0.069805)<br />

z -4.471779<br />

Prob.<br />

0<br />

Notas: Datos mensuales; 154 observaciones.<br />

El valor <strong>de</strong> los coeficientes se encuentra en negritas.<br />

El número entre paréntesis representa al error estándar <strong>de</strong>l coeficiente.<br />

z : valor <strong>de</strong>l estadístico zeta.<br />

Prob: probabilidad <strong>de</strong> cometer el error <strong>de</strong> rechazar la hipótesis nula <strong>de</strong> que el valor <strong>de</strong>l coeficiente<br />

sea igual a cero, esto al nivel <strong>de</strong>l 5% <strong>de</strong> significancia.<br />

D<br />

t


Tabla 5: Prueba <strong>de</strong> normalidad <strong>de</strong> los residuales<br />

(Valores mensuales, 154 observaciones).<br />

153<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Hipótesis <strong>de</strong> Equilibrio.<br />

Tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito Tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito<br />

exógena.<br />

endógena.<br />

Oferta Demanda Oferta Demanda<br />

Media -8.00E-07 -1.96E-06 1.11E-06 4.84E-06<br />

Mediana 0.003604 0.010760 0.003105 0.007494<br />

Máximo 0.201934 0.332970 0.199522 0.304788<br />

Mínimo -0.275488 -0.352689 -0.273044 -0.315598<br />

Desv. Est. 0.078565 0.111540 0.078652 0.105895<br />

Sesgo -0.095430 -0.172727 -0.089592 -0.145463<br />

Kurtosis 3.499879 3.894177 3.423055 3.272926<br />

Jarque-Bera 1.837138 5.896218 1.354448 1.021062<br />

(Prob.) (0.399090) (0.052439) ( 0.508025) ( 0.600177)<br />

Hipótesis <strong>de</strong> Desequilibrio.<br />

Tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito Tasa <strong>de</strong> interés <strong>de</strong>l crédito<br />

exógena.<br />

endógena.<br />

Oferta Demanda Oferta Demanda<br />

Media 0.018442 0.140857 -6.03E-06 5.32E-06<br />

Mediana -0.000438 0.042960 0.001598 0.005476<br />

Máximo 0.578855 1.627418 0.181313 0.327706<br />

Mínimo -0.368879 -0.410512 -0.250327 -0.297634<br />

Desv. Est. 0.136573 0.364489 0.077405 0.104050<br />

Sesgo 1.042887 2.273879 -0.120336 -0.198170<br />

Kurtosis 7.242857 8.025521 3.113610 3.402804<br />

Jarque-Bera 143.4272 294.7686 0.454497 2.049075<br />

(Prob.) ( 0.0 ) ( 0.0 ) ( 0.796723) (0.358962)


Tabla 6: Evaluación <strong>de</strong>l ajuste <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo<br />

Ecuación <strong>de</strong> oferta<br />

154<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Hipótesis <strong>de</strong> Equilibrio Hipótesis <strong>de</strong> Desequilibrio<br />

Nombre Coeficiente<br />

rc Exógena rc Endógena<br />

rc<br />

Exógena<br />

rc Endógena<br />

Raíz <strong>de</strong>l Error Cuadrático Medio ECM 0.079229 0.079166 0.141355 0.079633<br />

Coeficiente <strong>de</strong> Desigualdad <strong>de</strong><br />

Theil<br />

U 0.002865 0.002863 0.005115 0.002880<br />

Proporción <strong>de</strong> Sesgo U S<br />

0.000480 0.000505 0.014973 0.029927<br />

Proporción <strong>de</strong> Varianza U V<br />

0.000286 0.035580 0.000206 0.050205<br />

Proporción <strong>de</strong> Covarianza U C<br />

0.964859 0.963914 0.984819 0.919866<br />

Ecuación <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda<br />

Hipótesis <strong>de</strong> Equilibrio Hipótesis <strong>de</strong> Desequilibrio<br />

Nombre Coeficiente<br />

rc Exógena rc Endógena<br />

rc<br />

Exógena<br />

rc Endógena<br />

Raíz <strong>de</strong>l Error Cuadrático Medio ECM 0.109939 0.105137 0.394666 0.109713<br />

Coeficiente <strong>de</strong> Desigualdad <strong>de</strong><br />

Theil<br />

U 0.003976 0.003802 0.014346 0.003971<br />

Proporción <strong>de</strong> Sesgo U S<br />

0.000950 0.001039 0.138549 0.012392<br />

Proporción <strong>de</strong> Varianza U V<br />

0.115781 0.104494 0.240499 0.126935<br />

Proporción <strong>de</strong> Covarianza U C<br />

0.883267 0.894465 0.620950 0.860671<br />

1800<br />

1600<br />

1400<br />

1200<br />

1000<br />

800<br />

600<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06<br />

Crédito Oferta Estimada<br />

Figura 2: Relación a largo plazo<br />

(Hipótesis <strong>de</strong> Equilibrio, tasa <strong>de</strong> interés exógena)<br />

1800<br />

1600<br />

1400<br />

1200<br />

1000<br />

800<br />

600<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06<br />

Crédito Demanda Estimada<br />

Especificaciones hechas con datos mensuales. Cifras en miles <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> pesos.


1800<br />

1600<br />

1400<br />

1200<br />

1000<br />

800<br />

600<br />

2000<br />

1800<br />

1600<br />

1400<br />

1200<br />

1000<br />

800<br />

600<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06<br />

Crédito Oferta Estimada<br />

Figura 3: Relación a largo plazo<br />

(Hipótesis <strong>de</strong> Equilibrio, tasa <strong>de</strong> interés endógena)<br />

155<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

1800<br />

1600<br />

1400<br />

1200<br />

1000<br />

800<br />

600<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06<br />

Crédito Demanda Estimada<br />

Especificaciones hechas con datos mensuales. Cifras en miles <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> pesos.<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06<br />

Crédito Oferta Estimada<br />

Figura 4: Relación a largo plazo<br />

(Hipótesis <strong>de</strong> Desequilibrio, tasa <strong>de</strong> interés exógena)<br />

2000<br />

1600<br />

1200<br />

800<br />

400<br />

0<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06<br />

Crédito Demanda Estimada<br />

Especificaciones hechas con datos mensuales. Cifras en miles <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> pesos.


1800<br />

1600<br />

1400<br />

1200<br />

1000<br />

800<br />

600<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06<br />

Figura 5: Relación a largo plazo<br />

(Hipótesis <strong>de</strong> Desequilibrio, tasa <strong>de</strong> interés endógena)<br />

Crédito Oferta Estimada<br />

156<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

1800<br />

1600<br />

1400<br />

1200<br />

1000<br />

800<br />

600<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06<br />

Crédito Demanda Estimada<br />

Especificaciones hechas con datos mensuales. Cifras en miles <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> pesos.<br />

Figura 6: Exceso <strong>de</strong> Oferta y Demanda <strong>de</strong>l Crédito por periodo observado<br />

(Hipótesis <strong>de</strong> Desequilibrio, Tasa <strong>de</strong> Interés Exógena)<br />

800<br />

400<br />

0<br />

-400<br />

-800<br />

-1200<br />

Exceso <strong>de</strong> Demanda<br />

Exceso <strong>de</strong> Oferta<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06<br />

Cifras en miles <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> pesos.


1.0<br />

0.8<br />

0.6<br />

0.4<br />

0.2<br />

0.0<br />

157<br />

Racionamiento <strong>de</strong>l Crédito Privado:<br />

Estimaciones Comparadas para México, 1994-2006<br />

Figura 7: Exceso <strong>de</strong> Oferta y Demanda <strong>de</strong>l Crédito por periodo observado<br />

(Hipótesis <strong>de</strong> Desequilibrio, Tasa <strong>de</strong> Interés Endógena)<br />

200<br />

100<br />

0<br />

-100<br />

-200<br />

-300<br />

-400<br />

Cifras en miles <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> pesos.<br />

Figura 8: Probabilidad <strong>de</strong> Exceso <strong>de</strong>terminado por la Oferta.<br />

Tasa <strong>de</strong> Interés Exógena.<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06<br />

Probabilidad<br />

Exceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda<br />

Exceso <strong>de</strong> oferta<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06<br />

1.0<br />

0.8<br />

0.6<br />

0.4<br />

0.2<br />

0.0<br />

Probabilidad<br />

Tasa <strong>de</strong> Interés Endógena.<br />

94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia<br />

Resumen<br />

158<br />

Faeyz M.J Abuamria<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Granada, España<br />

Departamento <strong>de</strong> Organización <strong>de</strong> Empresas<br />

palestin@ugr.es<br />

Durante los últimos veinte años hubo un crecimiento en gran escala <strong>de</strong> las<br />

finanzas islámicas en los países musulmanes y alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l mundo. Las<br />

amplias reformas macroeconómicas y estructurales en el sistema financiero,<br />

la liberalización <strong>de</strong> movimientos <strong>de</strong> capitales, la integración global <strong>de</strong><br />

mercados financieros y la introducción <strong>de</strong> productos islámicos innovadores,<br />

afectaron a este crecimiento positivamente. Este artículo trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir el<br />

sistema bancario islámico, explicar sus mecanismos <strong>de</strong> funcionamiento y<br />

dar cuenta <strong>de</strong> sus afinida<strong>de</strong>s y divergencias con el sistema bancario<br />

convencional. A<strong>de</strong>más, medir y evaluar la eficiencia <strong>de</strong> los bancos islámicos<br />

para analizar hasta qué punto son capaces <strong>de</strong> competir en los mercados<br />

financieros. Lo anterior se motivo <strong>de</strong>bido a la escasez <strong>de</strong> estudios en este<br />

terreno.<br />

Palabras clave: Bancos Islámicos, Legislación Islámica, Eficiencia,<br />

Contratos Islámicos.<br />

Clasificación JEL: N20, G15, G21


1. Introducción<br />

Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

La economía Islámica es un concepto que hun<strong>de</strong> sus raíces en el advenimiento <strong>de</strong>l Islam,<br />

como religión y como sistema <strong>de</strong> Estado. Como rama <strong>de</strong> la economía contemporánea y<br />

fórmula alternativa al sistema económico occi<strong>de</strong>ntal, i<strong>de</strong>ada ex profeso para un sector<br />

específico, a saber, la población mundial adherida a la fe musulmana, es mucho más reciente.<br />

Las especificida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sistema económico islámico, en cuanto al modo <strong>de</strong> operar y en lo que<br />

a mecanismos <strong>de</strong> funcionamiento se refiere, lo ubican en un terreno a medio camino entre el<br />

Capitalismo y el Socialismo. En el momento actual, se halla en sus fases iniciales <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo, siendo la década <strong>de</strong> los sesenta el punto <strong>de</strong> arranque <strong>de</strong> las primeras investigaciones<br />

en este terreno y <strong>de</strong>l surgimiento <strong>de</strong> los primeros bancos con estas características, que hallaron<br />

una amplia aceptación entre la población musulmana. La exportación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo occi<strong>de</strong>ntal a<br />

estos países había encontrado serias reticencias, puesto que algunos <strong>de</strong> sus fundamentos<br />

contrastaban con los presupuestos islámicos, o eran distintamente contemplados, al ligarlos<br />

estrechamente a la dimensión moral, que implica la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la dicotomía<br />

lícito/ilícito, dictada por la Ley Islámica o shariâ. A raíz <strong>de</strong> los movimientos socioeconómicos<br />

que se venían gestando en los países islámicos, los pensadores musulmanes comienzan a<br />

contemplar su propia posición <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong>l Islam y la posibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar un<br />

sistema financiero que diera respuesta a los problemas específicamente suscitados en sus<br />

socieda<strong>de</strong>s.<br />

El banco islámico, en su esencia, es una entidad financiera que ejerce su actividad en el marco<br />

<strong>de</strong> los postulados <strong>de</strong>l Islam y <strong>de</strong> acuerdo con la legislación islámica. En este sentido, gran<br />

parte <strong>de</strong> su actuación se basa en la intermediación financiera. Sin embargo, la naturaleza y el<br />

mecanismo <strong>de</strong> operar, en este caso, difieren <strong>de</strong> los bancos convencionales, puesto que este tipo<br />

<strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s tiene su propio proce<strong>de</strong>r y usa diferentes técnicas para administrar los recursos<br />

financieros.<br />

159


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

El sistema financiero islámico respon<strong>de</strong> al objetivo <strong>de</strong> contribuir a una economía justa y a una<br />

distribución equitativa <strong>de</strong> las riquezas. De esta manera, la banca islámica, si bien <strong>de</strong>be prestar<br />

los mismos servicios que los bancos convencionales, tiene una serie <strong>de</strong> restricciones y, sus<br />

productos <strong>de</strong>ben observar este criterio, habilitando ingresos en forma <strong>de</strong> ganancias o<br />

inversiones cuyas rentas o riesgos se comparten, en la misma medida.<br />

2. La estructura <strong>de</strong>l sistema financiero islámico y su evolución<br />

Des<strong>de</strong> el comienzo <strong>de</strong>l Estado musulmán se creó una institución financiera llamada Casa <strong>de</strong><br />

Bienes o (baytu al-mal), que tenía como función el proporcionarle a los miembros necesitados<br />

<strong>de</strong> la comunidad, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> su religión o proce<strong>de</strong>ncia, el sustento o la ayuda<br />

necesaria para que pudieran salir a<strong>de</strong>lante. La Shariâ 65 islámica tuvo que contrarrestar el peso<br />

<strong>de</strong> la prohibición <strong>de</strong>l interés, con otros mo<strong>de</strong>los alternativos, permitiendo por ejemplo, la<br />

institución <strong>de</strong> la sociedad, mo<strong>de</strong>lo que implica asumir tanto las ganancias como las pérdidas.<br />

El mo<strong>de</strong>lo islámico financiero ha estado marcado por la proliferación <strong>de</strong> un gran número <strong>de</strong><br />

instituciones financieras islámicas (Ahmed, 2004). Sin embargo, Dar y Presley (1999)<br />

consi<strong>de</strong>ran difícil la aplicación <strong>de</strong>l sistema financiero islámico en su esencia, aunque ya está<br />

aplicado <strong>de</strong> una y otra forma, en realidad, en muchos países, con crecimiento en gran escala en<br />

el mundo musulmán (Zaher y Hassan, 2001; Ross, 2002). Sin embargo, Hume (2004) explica<br />

el crecimiento reciente <strong>de</strong>l sector financiero islámico, sobre todo en la zona <strong>de</strong> la OPEP 66 ,<br />

como consecuencia <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s movimientos <strong>de</strong> capitales que se han concentrado en está zona,<br />

puesto que el crecimiento anual se encuentra entre el 12% y el 15%.<br />

El banco islámico funciona simultáneamente como una institución social y financiera, ya que<br />

trabaja para el <strong>de</strong>sarrollo económico y social en el mundo musulmán. Este sistema ha sido<br />

establecido como alternativa aceptada por los creyentes musulmanes (Siddiqi, 2000; Al-Refaâi<br />

2004). Sin embargo, Dar y Presley (2000) consi<strong>de</strong>ran que el banco islámico es similar a los<br />

bancos convencionales, como un intermediario y un administrador <strong>de</strong>l dinero <strong>de</strong> hogares y<br />

empresas con la diferencia que participa en el beneficio y la pérdida con sus <strong>de</strong>positantes.<br />

160


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

Estos bancos operan en los países don<strong>de</strong> abunda el colectivo musulmán, para po<strong>de</strong>r llevar a<br />

cabo las activida<strong>de</strong>s empresariales que reúnen los requisitos que exige la economía islámica.<br />

Esto quiere <strong>de</strong>cir, respetando el principio <strong>de</strong> la prohibición <strong>de</strong> los intereses, que ofrecen<br />

servicios financieros alternativos (Dixon, 1992; Hassan, 1999). Se trata <strong>de</strong> inversiones directas<br />

don<strong>de</strong> el inversor asume las ganancias y las pérdidas. De esta manera, el funcionamiento <strong>de</strong><br />

los bancos islámicos se somete a las prescripciones <strong>de</strong>l Islam -el Corán 67 y la Sunna 68 – o en<br />

general a la Shariâ (Ley Islámica), pero siempre respetando la legislación <strong>de</strong>l país en que se<br />

afinca la institución bancaria.<br />

Los bancos islámicos manejan fondos públicos, pero su propósito prioriza el interés público o<br />

común sobre el individual (Ariff, 1988). Teóricamente, su objetivo, más que al beneficio<br />

propio, se enfoca hacia la asistencia social. Los bancos islámicos son como un cruce <strong>de</strong> bancos<br />

comerciales, socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> inversión mobiliaria e instituciones <strong>de</strong> inversión que ofrecen un<br />

amplio abanico <strong>de</strong> servicios a sus clientes.<br />

La diferencia básica entre el sistema bancario islámico y el sistema convencional es que los<br />

bancos convencionales garantizan, en gran medida, el capital y la rentabilidad, cuando el<br />

sistema bancario islámico, se erige sobre el principio <strong>de</strong> compartir el beneficio y la pérdida, y<br />

al mismo tiempo, no pue<strong>de</strong> garantizar ningún índice <strong>de</strong> rentabilidad fijo en <strong>de</strong>pósitos, como<br />

indican (Elgari, 2003; Schaik, 2001), ni tampoco garantizar el capital (Khan, 1997). Si hay una<br />

pérdida, ésta tiene que ser <strong>de</strong>ducida <strong>de</strong>l capital. A pesar <strong>de</strong> todo, los bancos islámicos no<br />

pue<strong>de</strong>n invertir en todos los sectores. La inversión no <strong>de</strong>be ser orientada a sectores que son<br />

prohibidos en la religión musulmana, tales como serían la producción <strong>de</strong> bebidas alcohólicas,<br />

lugares <strong>de</strong> ocio o casinos, pornografía, tabaco, fabricación o compra <strong>de</strong> armas <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción<br />

masiva y toda práctica éticamente cuestionable (Ebrahim y Joo, 2001).<br />

65 Legislación islámica<br />

66 Organización <strong>de</strong> Países Exportadores <strong>de</strong> Petróleo<br />

67 Libro que contiene las revelaciones <strong>de</strong> Dios a Mahoma y que es fundamento <strong>de</strong> la religión musulmana.<br />

68 La Sunna es, en su esencia, una recopilación <strong>de</strong> los Hadices <strong>de</strong>l profeta Mahoma (la paz sea con él), que<br />

son el conjunto <strong>de</strong> sentencias, dichos, acciones y hasta <strong>de</strong>terminadas actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l profeta en <strong>de</strong>terminadas<br />

situaciones, que son tomadas como punto <strong>de</strong> referencia en la legislación islámica.<br />

161


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

Entre los musulmanes, ha existido siempre una <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> los productos financieros<br />

adaptados a su credo y conformes con los principios <strong>de</strong> la Shariâ. Sin embargo, tan sólo en los<br />

últimos veinte años las activida<strong>de</strong>s bancarias islámicas se han convertido en una realidad<br />

(IFLR, 2004 y Ross, 2002). El primer experimento mo<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> banco islámico se realizó en<br />

Egipto <strong>de</strong> forma encubierta, sin proyectar una imagen islámica, por miedo a ser visto como<br />

una manifestación <strong>de</strong> fundamentalismo islámico que era el anatema <strong>de</strong>l régimen político. En el<br />

año 1963 en la ciudad egipcia <strong>de</strong> Mit Ghamr, el esfuerzo <strong>de</strong> Dr. Ahmad Najjar condujo a la<br />

fundación <strong>de</strong> una forma <strong>de</strong> caja <strong>de</strong> ahorros que <strong>de</strong>pendía <strong>de</strong> la participación en los beneficios.<br />

Los primeros movimientos para establecer bancos islámicos se produjeron en los años<br />

cuarenta en Malasya y en los cincuenta en Pakistán (Wilson, 2002). Estos bancos, ni cobraban<br />

ni pagaban intereses. Asimismo, invertían sobre todo en proyectos comerciales e industriales,<br />

directamente o financiándolos y compartiendo las ganancias con los inversores (Karim, 2001).<br />

Estas entida<strong>de</strong>s, más que como bancos comerciales, funcionaron esencialmente como<br />

instituciones <strong>de</strong> inversión. De este modo, en 1971 establecieron en Egipto un banco nuevo<br />

llamado el Banco Social <strong>de</strong> Naser, que fue <strong>de</strong>clarado banco comercial sin intereses, aunque su<br />

licencia <strong>de</strong> apertura no hiciera ninguna referencia a las prescripciones <strong>de</strong> la Shariâ.<br />

Según (Ariff, 1988), en los años setenta hubo cambios en el panorama político <strong>de</strong> muchos<br />

países islámicos, <strong>de</strong> modo que no fue necesario crear instituciones financieras islámicas<br />

encubiertas. Un gran número <strong>de</strong> bancos islámicos nacieron en Oriente Medio. Por ejemplo, el<br />

Banco Islámico <strong>de</strong> Dubai en l975, el Banco Islámico <strong>de</strong> Faisal en Sudán en l977, el Banco<br />

Islámico <strong>de</strong> Faisal en Egipto en l977, y el Banco Islámico <strong>de</strong> Bahráin a finales <strong>de</strong> l979. La<br />

región <strong>de</strong> Asia-Océano-Pacífico no era ajena a estos vientos <strong>de</strong> cambio. El Banco Philippine<br />

Amanah (PAB) fue establecido en l973 según Decreto Presi<strong>de</strong>ncial como una institución<br />

bancaria especializada, haciendo caso omiso en su licencia <strong>de</strong> su carácter islámico. El<br />

establecimiento <strong>de</strong>l PAB fue una respuesta <strong>de</strong>l Gobierno Filipino a la rebelión musulmana en<br />

el sur, diseñado para servir a las necesida<strong>de</strong>s especiales bancarias <strong>de</strong> la comunidad islámica.<br />

Sin embargo, la tarea primaria <strong>de</strong>l PAB era la rehabilitación y la reconstrucción en Mindanao,<br />

Sulu y Palawan al sur.<br />

162


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

El PAB tiene ocho sucursales ubicadas en las principales ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las provincias<br />

musulmanas <strong>de</strong>l sur, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la oficina central que se encuentra en la ciudad <strong>de</strong><br />

Zamboanga en Mindanao. El PAB, sin embargo, no es estrictamente un banco islámico, ya<br />

que realiza operaciones con tipo <strong>de</strong> interés pero en paralelo, le proporciona al colectivo<br />

musulmán la posibilidad <strong>de</strong> participar en activida<strong>de</strong>s o inversiones que se ajustan al modus<br />

operandi islámico. Es interesante observar cómo el PAB maneja, a la par, estas dos<br />

posibilida<strong>de</strong>s, la convencional y la islámica.<br />

Los bancos islámicos comenzaron su camino con muchas dificulta<strong>de</strong>s. Sin embargo, muy<br />

pronto pudieron abrirse camino con éxito. Según los datos <strong>de</strong>l Fondo Monetario Internacional,<br />

se extien<strong>de</strong>n por 48 países, lo cual representa una tercera parte <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong>l Fondo<br />

Monetario Internacional. Las últimas estadísticas <strong>de</strong> la Unión Internacional <strong>de</strong> Bancos<br />

Islámicos indican que a finales <strong>de</strong> los setenta no había más que cinco bancos, que a finales <strong>de</strong><br />

los noventa empezaron a multiplicarse hasta llegar a un total <strong>de</strong> “180 bancos e instituciones<br />

financieras que funcionan en Asia, África, Europa y en los EE.UU con más <strong>de</strong> 8,000<br />

sucursales” (Naser; Jamal y Al-Khatib 1999), con activos que alcanzan los 176.000 millones<br />

<strong>de</strong> dólares, y un total <strong>de</strong> <strong>de</strong>pósitos que supera los 112.000 millones <strong>de</strong> dólares.<br />

Los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los accionistas eran más <strong>de</strong> 7.000 millones <strong>de</strong> dólares con un promedio <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo anual <strong>de</strong>l 15% (Martin, 1997; Hassan, 1999). A finales <strong>de</strong> 2001, los bancos<br />

islámicos tenían <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> inversiones <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 100.000 millones <strong>de</strong> dólares, aunque<br />

algunos estudios, como Hamid y Nordin (2001), señalan que todavía hay poco conocimiento<br />

sobre el funcionamiento <strong>de</strong> los bancos islámicos.<br />

Los gráficos 1 y 2 muestran la distribución <strong>de</strong> los bancos islámicos según el número <strong>de</strong> bancos<br />

y el capital por zona. El sur <strong>de</strong> Asia alberga el mayor número <strong>de</strong> bancos islámicos, Oriente<br />

medio, en cambio, concentra el mayor volumen <strong>de</strong> capitales.<br />

163


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

Gráfico 1. Distribución <strong>de</strong> los bancos islámicos según la zona<br />

Fuente: Union of Arab Banks y elaboración propia<br />

Gráfico 2. Distribución <strong>de</strong> los bancos islámicos según el porcentaje <strong>de</strong>l capital<br />

Distribución <strong>de</strong> bancos islámicos según el porcentaje <strong>de</strong>l capital<br />

Sur <strong>de</strong> Asia<br />

13%<br />

Europa y Anereca<br />

8%<br />

El golfo Arabe<br />

18%<br />

Dstribución <strong>de</strong> los bancos islámicos según <strong>de</strong> la zona<br />

Sur <strong>de</strong> Asia<br />

31%<br />

Europa y Anereca<br />

5%<br />

Africa<br />

3%<br />

164<br />

Africa<br />

21%<br />

El golfo Arabe<br />

11%<br />

Su<strong>de</strong>ste <strong>de</strong> Asia<br />

2%<br />

Su<strong>de</strong>ste <strong>de</strong> Asia<br />

18%<br />

Oriente medio<br />

14%<br />

Oriente medio<br />

56%<br />

Fuente: Union of Arab Banks y elaboración propia


3. Las alternativas al tipo <strong>de</strong> interés en los bancos islámicos<br />

Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

El crédito bancario o los préstamos que los bancos ofrecen a hogares y empresas para ejecutar<br />

sus proyectos son un eje importante en la actividad económica. En el supuesto <strong>de</strong> que los<br />

a<strong>de</strong>udados no puedan <strong>de</strong>volver el préstamo, el banco,-en un caso generalizado y extendido un<br />

porcentaje elevado <strong>de</strong> prestatarios-, se expone a la bancarrota, lo cual influye en el nivel <strong>de</strong><br />

confianza <strong>de</strong> los <strong>de</strong>positantes. Existen varias causas por las que los <strong>de</strong>udores pue<strong>de</strong>n hallarse<br />

incapacitados para <strong>de</strong>volver los préstamos, como la mala administración <strong>de</strong>l proyecto por<br />

parte <strong>de</strong>l cliente o la ausencia <strong>de</strong> un estudio específico sobre la viabilidad económica <strong>de</strong>l<br />

proyecto.<br />

El banco islámico, normalmente, no conce<strong>de</strong> préstamos directos (Al-masri, 1998), en cambio,<br />

sí pue<strong>de</strong> participar en las inversiones, don<strong>de</strong> el acreedor y el <strong>de</strong>udor, son participantes en el<br />

trabajo, en las ganancias y en las pérdidas, en función <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> la contribución <strong>de</strong><br />

cada uno o <strong>de</strong> las cláusulas establecidas en el contrato. Tampoco conce<strong>de</strong> préstamos<br />

personales al consumo, porque este tipo <strong>de</strong> préstamos se <strong>de</strong>stina a cubrir unas <strong>de</strong>terminadas<br />

necesida<strong>de</strong>s personales y no a la inversión. Para este fin específico, los bancos islámicos<br />

<strong>de</strong>stinan un fondo cuya financiación corre a cargo <strong>de</strong> los fondos recaudados <strong>de</strong> la Zakat y que<br />

tiene la función <strong>de</strong> facultar estos préstamos, sin ningún tipo <strong>de</strong> interés, con la condición <strong>de</strong><br />

que sea un préstamo justificado y para personas que realmente lo necesiten.<br />

El sistema financiero islámico es muy afín al sistema financiero convencional (Dar y Presley,<br />

2000) y, <strong>de</strong> hecho, presta los mismos servicios que pueda ofrecer éste: cuenta corriente y<br />

ahorro, fondos <strong>de</strong> inversión etc. No obstante, hay dos peculiarida<strong>de</strong>s que lo distinguen <strong>de</strong><br />

forma patente y marcan obviamente la diferencia <strong>de</strong> este sistema con respecto al otro,<br />

diferencia que queda patente no sólo en el concepto, sino en los mecanismos <strong>de</strong> actuación <strong>de</strong><br />

todo el sistema.<br />

La primera salvedad que marca la diferencia <strong>de</strong>l sistema financiero islámico con respecto al<br />

capitalista es la ausencia <strong>de</strong> un interés fijo carente <strong>de</strong> riesgo por el capital, o lo que es lo<br />

mismo, en términos económicos estrictamente islámicos, carente <strong>de</strong> usura.<br />

165


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

La segunda estriba en el freno <strong>de</strong> la especulación en general y en el mercado financiero en<br />

particular. De esta manera, en el marco <strong>de</strong> la economía islámica, las cuentas <strong>de</strong> crédito con<br />

interés fijo no existirían como tales, sino más bien la banca sería administradora <strong>de</strong> capitales<br />

para su inversión, a la vez que apoyaría la creación, administración y promoción <strong>de</strong> las nuevas<br />

empresas.<br />

El banco islámico, por tanto, no correspon<strong>de</strong> al paradigma <strong>de</strong> los bancos mundiales o <strong>de</strong> las<br />

financieras que se erigen en calidad <strong>de</strong> prestamistas que hipotecan y que cobran los intereses<br />

acordados, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> los resultados <strong>de</strong>l negocio, sino que el banco islámico<br />

interviene en el proceso productivo como socio, en virtud <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> asociación entre<br />

esfuerzo, capital y riesgo que estipula la shariâ islámica, asumiendo tanto riesgos como<br />

coposesión <strong>de</strong> bienes. Se presentan a continuación los diferentes contratos islámicos.<br />

1. La sociedad (Almusharakah): Básicamente, Almusharakah o la Sharikah se refiere a la<br />

asociación entre dos personas o más.<br />

La sociedad es un tipo <strong>de</strong> inversión con un plazo limitado para ejecutar un proyecto comercial,<br />

industrial o empresarial (Hassan, 1999), exceptuando los negocios que están prohibidos o son<br />

ilícitos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l Islam, como la industria <strong>de</strong>l alcohol, por ejemplo. La<br />

sociedad es similar a las empresas por acciones, <strong>de</strong> riesgo limitado, en que es posible<br />

participar en un proyecto nuevo o en fase <strong>de</strong> ejecución, financiándolo o suministrando el<br />

capital necesario para su ejecución.<br />

Dixon (1992) <strong>de</strong>fine Almusharakah como la participación conjunta <strong>de</strong>l banco y <strong>de</strong>l empresario<br />

en el capital <strong>de</strong> una empresa o proyecto. El banco recibe un porcentaje preestablecido <strong>de</strong> la<br />

potencial ganancia. En el caso <strong>de</strong> pérdidas, el banco las asume en proporción a su contribución<br />

en el capital total <strong>de</strong> la empresa. En este tipo <strong>de</strong> sociedad, los contribuyentes acuerdan, por<br />

a<strong>de</strong>lantado, la distribución <strong>de</strong> las ganancias (así como <strong>de</strong> las pérdidas) en función <strong>de</strong>l<br />

porcentaje <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> cada accionista en el capital. En este caso, el banco realiza la<br />

función <strong>de</strong> un accionista que participa en un proyecto con su capital compartiendo con el<br />

cliente o el empresario la administración <strong>de</strong>l mismo.<br />

166


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

2. Contrato <strong>de</strong> Almudarabah: Es una variante <strong>de</strong>l contrato <strong>de</strong> sociedad don<strong>de</strong> una parte<br />

contribuyente -o más- aporta todo el capital a una segunda que contribuye exclusivamente<br />

con el trabajo. La financiación proce<strong>de</strong> <strong>de</strong>l primer participante llamado rabbu al-mal, mientras<br />

que la dirección y el trabajo son responsabilidad exclusiva <strong>de</strong>l segundo, llamado almudarib<br />

(Hassan, 1999; Karim, 2001 y Alam, 2000). Almudarabah como contrato se utilizaba antes <strong>de</strong>l<br />

Islam, pero el Islam más a<strong>de</strong>lante lo reconoció como una formula legítima (Eltegani, 2003).<br />

En este contexto, la Almudarabah, cuando la lleva a cabo un banco, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>finir en los<br />

términos <strong>de</strong> un contrato que funciona en base a reglas jurídicas extraídas <strong>de</strong> la Shariâ y que<br />

regula la relación entre los titulares <strong>de</strong> una cuenta <strong>de</strong> inversión, en su calidad <strong>de</strong> Almudaribes y<br />

el banco como abastecedor <strong>de</strong> fondos.<br />

3. La venta <strong>de</strong> la Almurabaha: Es una operación comercial que realiza el banco, comprando<br />

un producto en base a la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> un cliente (Alam, 2000; Dudley, 2004) para revendérselo<br />

con un margen <strong>de</strong> ganancia, acordando, en un contrato <strong>de</strong> compra-venta, que este último <strong>de</strong>ba<br />

retribuir su precio a plazos. La mayoría <strong>de</strong> los bancos e instituciones financieras islámicas<br />

admiten la Almurabaha como un instrumento financiero a<strong>de</strong>cuado y acor<strong>de</strong> con la Ley<br />

Islámica. Cabe señalar que existe un <strong>de</strong>sacuerdo con este procedimiento y muchos expertos en<br />

el <strong>de</strong>recho islámico lo han rechazado por no consi<strong>de</strong>rarlo un instrumento financiero<br />

estrictamente islámico y por estimar que es lo más afín al proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los bancos<br />

convencionales que operan con intereses. Almurabaha es el instrumento más usado – como<br />

muestran los cuadros 1 y 2- por los bancos islámicos como lo confirman muchos<br />

investigadores islámicos, porque la ventaja que distingue Almurabaha <strong>de</strong> otros tipos <strong>de</strong><br />

financiación es que el riesgo es mucho menor comparado con los <strong>de</strong>más instrumentos<br />

islámicos.<br />

Cuadro 1. Porcentajes <strong>de</strong> financiación bancaria según las cláusulas islámicas<br />

Cláusula 1996 1997 1998 1999<br />

Almurabaha 53% 52% 54.3% 49.3%<br />

Almusharakah 32% 22.6% 21.1% 30.8%<br />

Almudarabah 2% 5.4% 6.1% 4.1%<br />

Venta <strong>de</strong> Alsalam 4% 8.4% 6.5% 5.1%<br />

Otras 9% 11.6% 12 10.9<br />

Total 100% 100% 100% 100%<br />

Fuente: Union of Arab Banks (2002:267).<br />

167


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

Cuadro 2. Las cláusulas <strong>de</strong> la financiación islámica organizadas según el porcentaje <strong>de</strong> su uso<br />

Cláusulas <strong>de</strong> financiación islámica Porcentaje <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> Almurabaha en<br />

los bancos islámicos<br />

Almurabaha (venta) 72%<br />

Almusharaka (la participación) 10.8%<br />

Las inversiones directas 5.6%<br />

Almudarabah´s 4.6%<br />

Almutayarah´s(el comercio) 2%<br />

Colaboraciones permanentemente 1.7%<br />

Otras cláusulas 3.1%<br />

Fuente: Union of Arab Banks (2002:198).<br />

4. La Almutayarah (el comercio): El banco islámico realiza transacciones comerciales que<br />

requieren un amplio conocimiento <strong>de</strong>l mercado, <strong>de</strong> las fuentes, <strong>de</strong> los precios y <strong>de</strong> las<br />

condiciones que <strong>de</strong>be saber todo comerciante, ya que el banco, en este caso funciona como<br />

tal. Almutayarah se realiza <strong>de</strong> dos maneras:<br />

La Almutayara directa: el banco compra y ven<strong>de</strong> productos por su cuenta, previa realización<br />

<strong>de</strong> un estudio <strong>de</strong> viabilidad y <strong>de</strong>l mercado.<br />

Almutayara indirecta: se realiza a través <strong>de</strong> una compañía comercial que le pertenece y le<br />

representa.<br />

La diferencia básica entre Almurabaha y Almutayarah es que el banco, en la primera, compra<br />

la mercancía para una venta segura a un cliente que la ha pedido, mientras que en el caso <strong>de</strong><br />

Almutayarah compra la mercancía para ven<strong>de</strong>rla por su cuenta. En los dos tipos, el banco<br />

islámico no sería un intermediario comercial o financiero (Elgari, 1998).<br />

5. Bai muaáyal (la venta aplazada): Es un tipo <strong>de</strong> venta don<strong>de</strong> el banco entrega la mercancía y<br />

aplaza el cobro <strong>de</strong> su coste a una fecha específica, o bien lo recobra a plazos, según lo que<br />

conste en el contrato.<br />

168


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

6. Venta con entrega aplazada: Al contrario <strong>de</strong> la venta aplazada, en este tipo <strong>de</strong> venta, se<br />

cobra el coste <strong>de</strong> la mercancía antes <strong>de</strong> su entrega.<br />

7. Venta <strong>de</strong> Alsalam: La venta <strong>de</strong> Alsalam o Salam (entrega) consiste en ven<strong>de</strong>r una<br />

mercancía que <strong>de</strong>be ser entregada en una fecha posterior, cobrando su precio <strong>de</strong> antemano<br />

(Eltegani, 2000). La mercancía <strong>de</strong>be ser especificada y el precio <strong>de</strong>be ser íntegramente<br />

retribuido, en el mismo momento <strong>de</strong> la firma <strong>de</strong>l contrato.<br />

Según las condiciones que establece el Islam para la venta, la mercancía a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> existir<br />

efectivamente, tiene que ser propiedad <strong>de</strong>l ven<strong>de</strong>dor. De otro modo, se consi<strong>de</strong>ra como<br />

Gharar 69 . La <strong>de</strong> Alsalam, en este sentido, constituye una excepción, ya que en ella se permite<br />

ven<strong>de</strong>r una mercancía inexistente en el momento <strong>de</strong> su venta. Este tipo <strong>de</strong> contrato es<br />

concebido básicamente para comerciar con productos agrícolas. Es evi<strong>de</strong>nte que la venta <strong>de</strong><br />

Alsalam se permitió por la Shariâ para cumplir unos fines específicos, que respon<strong>de</strong>n<br />

básicamente a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un sector particular que es el <strong>de</strong> los agricultores y el <strong>de</strong> los<br />

comerciantes que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> su producción.<br />

8. La venta <strong>de</strong> Alistiznae (la excepción): Es un tipo <strong>de</strong> venta o financiación en que el<br />

comprador pi<strong>de</strong> un producto <strong>de</strong>l fabricante previo compromiso <strong>de</strong> éste <strong>de</strong> producir la<br />

mercancía en el tiempo concretado y respetando las condiciones especificadas en el contrato<br />

entre las dos partes. La condición principal <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> venta es que el precio <strong>de</strong> la<br />

mercancía se mantenga estable una vez formalizado dicho contrato. La diferencia entre este<br />

tipo <strong>de</strong> financiación y el que proporcionan los bancos convencionales es que, el banco<br />

islámico <strong>de</strong>be comprar la tierra o la vivienda obe<strong>de</strong>ciendo a las condiciones que impone el<br />

cliente y <strong>de</strong>spués traspasar su propiedad al cliente, que reembolsa su importe a plazos, en un<br />

contrato <strong>de</strong> venta <strong>de</strong>l tipo Istiznae.<br />

9. Almuqarada (bono islámico): El bono islámico es un mecanismo <strong>de</strong> financiación <strong>de</strong> un<br />

proyecto comercial o industrial.<br />

169


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

El banco islámico emite bonos, que los inversores compran, si bien, en este caso, participan<br />

tanto <strong>de</strong> las ganancias como <strong>de</strong> las pérdidas, aunque no participan en la administración <strong>de</strong>l<br />

proyecto ni tienen el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> voto.<br />

Se exponen, así, los otros productos habituales <strong>de</strong> los bancos islamicos.<br />

La cuenta corriente: el <strong>de</strong>positante pue<strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> su dinero en cualquier momento y el<br />

banco obtiene una comisión por el servicio ofrecido.<br />

La cuenta <strong>de</strong> ahorro: en los bancos tradicionales el <strong>de</strong>positante obtiene habitualmente un<br />

interés específico, mientras que los bancos islámicos ofrecen las siguientes alternativas al<br />

interés: (i) un <strong>de</strong>pósito sin ningún tipo <strong>de</strong> interés o renta. En este caso el <strong>de</strong>positante pue<strong>de</strong><br />

disponer <strong>de</strong> todo o parte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>pósito sin ninguna restricción; (ii) el <strong>de</strong>positante pue<strong>de</strong> ingresar<br />

su dinero en una cuenta <strong>de</strong> inversión o <strong>de</strong> sociedad (Almusharakah). En este caso, su dinero<br />

participa tanto en las ganancias como en las pérdidas (Dixon, 1992). Al mismo tiempo, se<br />

dispone <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>pósito, como si se tratara <strong>de</strong> una cuenta corriente.<br />

Cuenta <strong>de</strong> <strong>de</strong>pósito a largo plazo: son <strong>de</strong>pósitos a largo plazo, como los <strong>de</strong> inversión, pero el<br />

cliente no dispone <strong>de</strong>l dinero antes <strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong>l plazo fijado.<br />

Las transferencias financieras: los bancos islámicos realizan trasferencias interbancarias e<br />

internacionales, cobrando una comisión estipulada, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> realizar operaciones <strong>de</strong> cambio<br />

<strong>de</strong> divisas con comisión.<br />

La cuenta corriente <strong>de</strong> crédito: esta cuenta es la más común entre los bancos comerciales. Los<br />

bancos la habilitan para facilitar a los clientes sus activida<strong>de</strong>s financieras y obtienen, a cambio,<br />

un interés por las facilida<strong>de</strong>s proporcionadas al cliente. Este procedimiento, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong><br />

vista islámico, no es legítimo y hasta hoy, los pensadores musulmanes procuran buscarle una<br />

alternativa legal.<br />

Los cheques: el banco islámico acepta rembolsar el valor <strong>de</strong>l cheque sólo si la cuenta <strong>de</strong> su<br />

cliente dispone <strong>de</strong> saldo para cubrir el valor <strong>de</strong>l cheque.<br />

69 El Gharar, significa tanto riesgo como incertidumbre.<br />

170


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

El crédito: el banco islámico realiza este tipo <strong>de</strong> crédito y obtiene una comisión fija, la cual no<br />

pue<strong>de</strong> aumentar en caso <strong>de</strong> que el cliente no pueda retribuirlo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l plazo establecido.<br />

4. Análisis <strong>de</strong> eficiencia <strong>de</strong> los bancos islámicos<br />

Los estudios <strong>de</strong> eficiencia <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s financieras son, generalmente, una referencia fiable<br />

sobre el funcionamiento <strong>de</strong> las mismas. En el caso concreto <strong>de</strong> los bancos islámicos, y <strong>de</strong>bido<br />

a la escasez <strong>de</strong> información disponible al respecto, el análisis <strong>de</strong> la eficiencia es importante en<br />

la medida que contribuye a una mejor comprensión <strong>de</strong>l funcionamiento <strong>de</strong> los mismos,<br />

cobrando especial interés en este tipo <strong>de</strong> banca, que no opera con intereses, puesto que el<br />

cliente, en su calidad <strong>de</strong> inversor en un proyecto comercial, industrial, agrícola, etc., no recibe<br />

una retribución fija ni segura, <strong>de</strong>bido a que participa a través <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong>l PLS (profit-andloss<br />

sharing). De esta manera, para el cliente tener una información fi<strong>de</strong>digna sobre la<br />

eficiencia <strong>de</strong>l banco en el que va a participar es <strong>de</strong>cisiva, puesto que en función <strong>de</strong> ella, tomará<br />

una <strong>de</strong>cisión u otra.<br />

La proliferación <strong>de</strong> los bancos islámicos empieza a ser notoria a partir <strong>de</strong> los últimos diez<br />

años, aunque son cada vez más, los bancos convencionales que ofrecen servicios financieros<br />

islámicos. De esta manera, se ha generado un <strong>de</strong>bate sobre el funcionamiento <strong>de</strong> los bancos<br />

islámicos y el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> sus servicios financieros, puesto que la teoría <strong>de</strong> la banca islámica ha<br />

sido establecida en base a la prohibición <strong>de</strong> los intereses, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la religión musulmana. Por<br />

tanto, la mayoría <strong>de</strong> los usuarios o <strong>de</strong>mandantes <strong>de</strong> estos servicios son, obviamente,<br />

seguidores <strong>de</strong> esta religión y <strong>de</strong> la teoría islámica que prohíbe los intereses y algunos tipos <strong>de</strong><br />

inversión.<br />

La eficiencia mi<strong>de</strong>, en términos amplios, la capacidad <strong>de</strong> las instituciones bancarias para<br />

minimizar costes y maximizar ingresos, con un uso y una asignación óptima <strong>de</strong> los recursos y<br />

mediante la observación <strong>de</strong> los valores óptimos <strong>de</strong> inputs, outputs y la mezcla <strong>de</strong> ambas<br />

(Maudos y Pastor, 2003).<br />

171


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

Los esfuerzos para medir el nivel <strong>de</strong> eficiencia con que una empresa produce a partir <strong>de</strong> sus<br />

inputs han conducido al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> varios conceptos <strong>de</strong> eficiencia, incluyendo la <strong>de</strong> escala,<br />

la <strong>de</strong> gama y la eficiencia-X. El cuadro 3 muestra los métodos más utilizados para medir la<br />

eficiencia bancaria.<br />

Cuadro 3. Los métodos utilizados para medir la eficiencia en el sector bancario<br />

NO PARAMÉTRICOS PARAMÉTRICOS<br />

DEA Data Envelopment Analysis SFA Stochastic Frontier Approach<br />

FDH Free Disposal Hull DFA Distribution Free Approach<br />

IN In<strong>de</strong>x Numbers TFA Thick Frontier Approach<br />

MOS Mixed Optimal Strategy<br />

Fuente: Berger, A. N. y Humphrey, D. (1997)<br />

Con el fin <strong>de</strong> medir la eficiencia <strong>de</strong> los bancos islámicos, y compararla con el nivel <strong>de</strong> la<br />

eficiencia <strong>de</strong> los bancos comerciales y “el grupo <strong>de</strong> otros bancos” que incluye (Cajas <strong>de</strong><br />

ahorros, entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tipo cooperativo, entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> crédito, bancos <strong>de</strong> crédito a medio y largo<br />

plazo, bancos <strong>de</strong> inversión e instituciones <strong>de</strong> crédito no bancarias), hemos seleccionado una<br />

muestra que compren<strong>de</strong> un total <strong>de</strong> 204 bancos, - como lo muestra el cuadro 4- <strong>de</strong> los cuales<br />

38 son islámicos, que se reparten entre 20 países y que pertenecen a las siguientes áreas<br />

geográficas: Este <strong>de</strong> Asia, Golfo árabe y pérsico, Oriente próximo y África, abarcando el<br />

estudio el período comprendido entre 1996 y 2003.<br />

Para la medición <strong>de</strong> la eficiencia en la muestra señalada se emplea la técnica <strong>de</strong> programación<br />

<strong>de</strong> Análisis Envolvente <strong>de</strong> Datos (Data Envolopment Analysis o DEA) no paramétrica o<br />

matemática, es un método alternativo <strong>de</strong> estimar la eficiencia productiva en el sector<br />

financiero propuesto por (Charnes, A; Cooper, w.w; Ro<strong>de</strong>es, E. 1978). DEA es un método no<br />

paramétrico en el sentido <strong>de</strong> que, simplemente, construye la frontera <strong>de</strong> las proporciones <strong>de</strong><br />

input-output observadas por técnicas <strong>de</strong> programación lineales.<br />

172


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

Cuadro 4. Número <strong>de</strong> los bancos <strong>de</strong> diferentes tipos en cada país recogidos en la muestra<br />

País<br />

Bancos<br />

comerciales<br />

Bancos<br />

islámicos<br />

Otros tipos<br />

<strong>de</strong> bancos<br />

173<br />

Total<br />

Porcentaje <strong>de</strong> bancos<br />

islámicos<br />

Arabia Saudí 8 1 2 11 9,09%<br />

Argelia 3 1 0 4 25,00%<br />

Bahamas 2 1 1 4 25,00%<br />

Bahrein 5 5 3 13 38,46%<br />

Bangla<strong>de</strong>sh 11 1 0 12 8,33%<br />

Brunei 2 3 0 5 60,00%<br />

Emiratos A 12 3 1 16 18,75%<br />

Egipto 0 2 2 4 50,00%<br />

Gambia 2 1 0 3 33,33%<br />

Irán 3 3 0 6 50,00%<br />

Jordania 8 2 3 13 15,38%<br />

Kuwait 6 1 5 12 8,33%<br />

Líbano 26 2 0 28 7,14%<br />

Malasia 23 2 11 36 5,56%<br />

Mauritania 1 1 0 2 50,00%<br />

Qatar 2 2 1 5 40,00%<br />

Senegal 4 1 0 5 20,00%<br />

Sudán 1 3 0 4 75,00%<br />

Túnez 9 1 4 14 7,14%<br />

Yemen 4 2 1 7 28,57%<br />

TOTAL 132 38 34 204 18,63 %<br />

Fuente: Elaboración propia


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

La aplicación <strong>de</strong>l DEA, permite evaluar la eficiencia <strong>de</strong> los bancos islámicos a partir <strong>de</strong> una<br />

frontera <strong>de</strong> eficiencia generada por los mejores <strong>de</strong>sempeños <strong>de</strong> todos los bancos <strong>de</strong>l sector<br />

durante el periodo <strong>de</strong> estudio, permitiendo comparar los recursos empleados y la obtención <strong>de</strong><br />

resultados, siendo este análisis y la pon<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> inputs y outputs los resultados <strong>de</strong> la<br />

aplicación <strong>de</strong>l DEA. La técnica <strong>de</strong>l DEA, <strong>de</strong> este modo, evalúa la eficiencia productiva <strong>de</strong> las<br />

unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones (DMUs) en comparación con el mejor productor. Para<br />

compren<strong>de</strong>r el funcionamiento <strong>de</strong>l DEA, es conveniente revisar los conceptos referidos a<br />

eficiencia en un sentido amplio. Para medir la eficiencia planteamos la relación siguiente:<br />

Eficiencia<br />

Output<br />

= (1)<br />

Input<br />

Normalmente para observar la eficiencia <strong>de</strong> cualquier unidad o firma es necesario más <strong>de</strong> un<br />

input y más <strong>de</strong> un output. Por lo tanto la relación será;<br />

Eficiencia<br />

( pon<strong>de</strong>rado) Output<br />

=<br />

( pon<strong>de</strong>rado) Input<br />

∑<br />

∑<br />

El DEA pue<strong>de</strong> estimar la eficiencia bajo las hipótesis <strong>de</strong> rendimientos constantes a escala<br />

(CRS) y rendimientos variables a escala (VRS). La hipótesis CRS es sólo apropiada cuando<br />

todos DMUs (bancos) funcionan en la escala óptima. Sin embargo, factores como, por<br />

ejemplo, la competencia imperfecta, pue<strong>de</strong>n hacer que los bancos no funcionen en la escala<br />

óptima.<br />

El Cuadro 5 muestra el ratio <strong>de</strong> la eficiencia <strong>de</strong> los 204 bancos que funcionan en los 20 países<br />

a lo largo <strong>de</strong>l período 1996-2003, don<strong>de</strong> el DEA estima la eficiencia bajo la hipótesis <strong>de</strong><br />

rendimientos variables a escala (VRS) y orientación hacia el input. El resultado <strong>de</strong> la<br />

eficiencia en general se expresa como un número entre el 0 y el 100 por 100, don<strong>de</strong> se<br />

consi<strong>de</strong>ra que los bancos que tienen un nivel <strong>de</strong> eficiencia por encima <strong>de</strong>l umbral <strong>de</strong>l 75 por<br />

100 son eficientes. A tenor <strong>de</strong> los datos <strong>de</strong>l cuadro 5, los bancos <strong>de</strong> la muestra superan este<br />

umbral en promedio en todos los años analizados.<br />

174<br />

(2)


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

Cuadro 5. Estimaciones <strong>de</strong> eficiencia (muestra total para el periodo <strong>de</strong> 1996-2003)<br />

AÑOS RATIO DE EFICIENCIA (MUESTRA TOTAL)<br />

1996 78,54<br />

1997 76,78<br />

1998 78,29<br />

1999 77,87<br />

2000 78,20<br />

2001 78,12<br />

2002 77,71<br />

2003 77,62<br />

El cuadro número 6 indica la eficiencia media <strong>de</strong> los bancos comerciales en las cuatro zonas<br />

seleccionadas. Como se pue<strong>de</strong> apreciar, los bancos comerciales <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong>l Golfo Árabe<br />

resultan los más eficientes.<br />

Cuadro 6. Eficiencia media <strong>de</strong> los bancos comerciales por zona para el periodo 1996-2003<br />

ZONA EFICIENCIA MEDIA<br />

Oriente Próximo 0,77<br />

Golfo árabe y pérsico 0,78<br />

Este <strong>de</strong> Asia 0,77<br />

África y Bahamas 0,74<br />

El cuadro 7 muestra que los bancos islámicos en la zona <strong>de</strong>l Este <strong>de</strong> Asia son más eficientes:<br />

Cuadro 7. Eficiencia media <strong>de</strong> los bancos islámicos por zona para el periodo 1996-2003<br />

ZONA EFICIENCIA MEDIA<br />

Oriente Próximo 0,75<br />

Golfo árabe y pérsico 0,77<br />

Este <strong>de</strong> Asia 0,78<br />

África y Bahamas 0,74<br />

175


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

En relación al grupo <strong>de</strong> “otros bancos” los bancos más eficientes se encuentran en la zona <strong>de</strong><br />

África y Bahamas como muestra el cuadro 8.<br />

Cuadro 8. Eficiencia media <strong>de</strong> los otros bancos por zona para el periodo 1996-2003<br />

ZONA EFICIENCIA MEDIA<br />

Oriente Próximo 0,80<br />

Golfo árabe y pérsico 0,80<br />

Este <strong>de</strong> Asia 0,82<br />

África y Bahamas 0,91<br />

Por otro lado, el cuadro número 9 muestra la media <strong>de</strong> eficiencia <strong>de</strong> los tres tipos <strong>de</strong> bancos,<br />

(islámicos, comerciales y el grupo <strong>de</strong> “otros bancos”), por zona geográfica y para el mismo<br />

periodo. La eficiencia más alta <strong>de</strong> los bancos comerciales se observa en el Golfo Árabe y<br />

Pérsico. La más alta <strong>de</strong> los bancos islámicos se registra en Este <strong>de</strong> Asia, y en cuanto al grupo<br />

<strong>de</strong> otros bancos, la más alta en África y Bahamas.<br />

Cuadro 9. Eficiencia media según el tipo <strong>de</strong>l banco para el período 1996-2003<br />

TIPO 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 MEDIA<br />

COMERCIALES 0,76 0,76 0,78 0,76 0,77 0,78 0,77 0,78 0,77<br />

ISLÁMICOS 0,80 0,75 0,76 0,74 0,72 0,73 0,73 0,72 0,74<br />

OTROS 0,85 0,83 0,84 0,90 0,89 0,85 0,86 0,83 0,86<br />

5. Conclusiones<br />

En este artículo, se realiza una revisión <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong> los bancos islámicos, y arrojar la luz<br />

sobre las aplicaciones o los funcionamientos <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> banca. La historia <strong>de</strong> estos bancos<br />

revela que la principal causa <strong>de</strong> su existencia es la incompatibilidad <strong>de</strong> los intereses bancarios<br />

con los principios <strong>de</strong> la religión musulmana. De esta manera, los bancos islámicos ofrecen<br />

mutatis mutandis los mismos servicios que los bancos convencionales, haciendo uso <strong>de</strong><br />

fórmulas contractuales compatibles con las exigencias <strong>de</strong> la legislación islámica.<br />

176


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

Respetan la prohibición <strong>de</strong>l interés o <strong>de</strong> la usura, sin que esta eliminación <strong>de</strong>l interés incida <strong>de</strong><br />

forma negativa en el nivel <strong>de</strong> rendimiento o rentabilidad, puesto que los bancos islámicos<br />

realizan prácticamente los mismos servicios que el resto <strong>de</strong> los bancos, a pesar <strong>de</strong> las<br />

restricciones que presupone la observancia <strong>de</strong>l elemento religioso y la compatibilidad con la<br />

Shariâ<br />

Aunque parezca que los bancos islámicos asumen un nivel <strong>de</strong> riesgo más alto que los bancos<br />

convencionales, prácticamente, los contratos islámicos requieren la participación <strong>de</strong>l banco<br />

por un lado y el <strong>de</strong>positante por otro, así el riesgo no es asumido únicamente por el banco.<br />

Los resultados <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> la eficiencia muestran que los bancos islámicos son eficientes<br />

en general, porque la banca islámica, al igual que otros tipos <strong>de</strong> banca especializada, controla<br />

el riesgo por su experiencia en los mercados y el estudio extenso <strong>de</strong> los proyectos<br />

empresariales o industriales. Por otra parte, la eficiencia <strong>de</strong> los bancos islámicos no es<br />

necesariamente <strong>de</strong>bida al nivel <strong>de</strong> competencia con los bancos convencionales, porque entre<br />

los clientes que eligen el banco islámico, más <strong>de</strong> un 70% lo hace por el motivo <strong>de</strong> la religión o<br />

las obligaciones <strong>de</strong> la legislación islámica.<br />

Referencias<br />

AHMED A. (2004). “Economic Development In Islamic Perspective Revisited”, Review of Islamic Economics,<br />

vol.17 (1), pp:53-83.<br />

AL-REFAÂI M.F. (2004). “Los bancos Islámicos”, Beirut: Al-halabi, pp. 17, 181, 177, (1975).<br />

ARIFF M. (1988). “Islamic Banking, Asian-Pacific Economic Literature”, University of Malaya, vol. 2, No. 2<br />

AL-MASRI Y.R. (1998). “Naturaleza <strong>de</strong>l banco islámico”, Revista <strong>de</strong> la universidad <strong>de</strong>l rey Abdulaziz, vol.10,<br />

pp: 61-67.<br />

AFRIAT S. N. (1972). “Efficiency Estimation of Production Functions”, International Economic Review, vol. 13<br />

(3), pp: 568-598.<br />

ALAM N. M. (2000). “Islamic banking in Bangla<strong>de</strong>sh: a case study of IBBL”, International Journal of Islamic<br />

Financial Services, vol. 1 (4), pp: 10-27.<br />

BERGER A.N. Y HUMPHREY D. (1997). “Efficiency of Financial Institutions: International Survey and<br />

Directions for Future Research”, European Journal of Operational Research vol. 98, pp: 175–212.<br />

BUCKWORTH N. Y PICK, T. (2003). “Finding Sharia solutions”, Middle East Economic Digest; vol. 47 Issue<br />

39, 1c, pp: 1-12.<br />

177


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

CHARNES, A. COOPER W.W. Y RODEES E. (1978). “Measuring the efficiency of <strong>de</strong>cisional making units”,<br />

European Journal of Operational Research, vol. 2, pp: 129,444.<br />

DAR. A.H. Y PRESLEY, R. (1999). “Islamic Finance: A Western Perspective”, International Journal of Islamic<br />

Financial Services, vol. 1(1), pp: 1-6.<br />

DAR A.H. Y PRESLEY R. (2000). “Lack of profit loss sharing in Islamic banking: management and control<br />

imbalances”, International Journal of Islamic Financial Services, vol. 2(2), pp: 3-18.<br />

DIXON R. (1992). “Islamic banking”, the international journal of bank marketing, Bradford, vol.10, Iss. 6, pp: 6-<br />

32.<br />

DUDLEY N. (2004). “Islamic finance needs solid foundations”, Euromoney, vol. 35, Issue 417, pp: 5-38.<br />

EBRAHIM M.SH. Y JOO K. T. (2001). “Islamic banking in Brunei Darussalam”, International Journal of<br />

Social Economics, Tomo 28, N4, pp: 314.<br />

ELGARI M.A. (1998). “The Islamic Bank: Merchant or Intermediary?” Journal of Abdul-Aziz university, vol.10,<br />

pp: 69-76.<br />

ELGARI M.A. (2003). “Guarantee of Islamic Bank for Investment Deposit”, Journal of Abdulaziz university,<br />

vol.16 (2), pp: 61-65.<br />

ELTEGANI A.A. (2000). “Salam, A Shari’ah Alternative for Conventional Finance: Financial and Accounting<br />

Perspective”, Revista <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Abdulaziz: Islamic economy. N14, pp: 51-92.<br />

ELTEGANI A.A. (2003). “Guarantee of Bank Deposits by the User of Fund”, Revista <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong><br />

Abdulaziz: Islamic economy, vol.1 (14), pp: 61-72.<br />

HAMID A.A Y NORDIN N.A.M (2001). “A study on Islamic banking education and strategy for the new<br />

millenium - malaysian experience”. International Journal of Islamic Financial Services, vol. 2 No.4<br />

HASSAN M.K. (1999). “Islamic banking in theory and practice: The experience of Bangla<strong>de</strong>sh, Managerial<br />

Finance. Parrington: Barmarick Press, tomo 25, Nº 5, pp: 54-60.<br />

HUME, JAMES, (2004). “Islamic finance: provenance and prospects”, International Financial Law Review, vol.<br />

23, Issue5.<br />

IFLR, INTERNATIONAL FINANCIAL LAW REVIEW. (2004). “Client gui<strong>de</strong> to Islamic finance”, vol. 23<br />

Issue 5, pp: 1-45.<br />

KARIM R.A.A. (2001). “International accounting harmoniza- tion, banking regulation, and Islamic banks”, The<br />

International Journal of Accounting, vol. 36, pp: 169–193.<br />

KHAN M.S. (1997). “Islamic Interest-Free Banking: A Theoretical Analysis”, Revista <strong>de</strong> la <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong>l rey<br />

Abduaziz, Economía islámica, vol. 9, pp: 3-35.<br />

MAUDOS J. AND PASTOR J.M. (2003). “Cost and profit efficiency in the Spanish banking sector (1985–<br />

1996): a nonparametric approach”, Applied Financial Economics, vol. 13, pp:1–12.<br />

MARTIN, J. (1997). “Islamic banking raises interest”, Management Review, New York, Nov. Tomo 86, Nº<br />

10 ,<br />

pp: 5-25.<br />

178


Bancos Islámicos en el mundo: Su historia, Crecimiento,<br />

Evolución y Análisis <strong>de</strong> eficiencia.<br />

NASER K., JAMAL A. Y AL-KHATIB K. (1999). “Islamic banking: a study of customer satisfaction and<br />

preferences in Jordan”, The International Journal of Bank and Marketing. Bradford, Tomo 17, Nº3, pp: 135.<br />

ROSS M. CH. (2002). “Islamic Banking and Finance: Poised for a Breakthrough”, U.S.-Arab Tra<strong>de</strong>line,<br />

< http://www.mafhoum.com/press4/117E17.htm> (October 1st, 2002).<br />

SCHAIK D.V. (2001). “Islamic Banking”, The Arab Bank review, vol. 3, (1), pp:45-52.<br />

SIDDIQI N.M. (2000). “Evolution of Islamic Banking and Insurance as Systems Rooted in Ethics”, working<br />

paper, Conference, NewYork in Takaful Forum, <br />

(26 April, 2000).<br />

UNION OF ARAB BANK, (2002). “La gestión <strong>de</strong> activos y riesgos <strong>de</strong> la financiación en las activida<strong>de</strong>s<br />

bancarias (convencional e islámica)”, Líbano, UAB, (2002).<br />

WILSON R. (2002). “Islamic Banking”, Institute for Middle Eastern and Islamic studies, university of Durham,<br />

Economic Record; Sep 2002; 78, 242; ABI/INFORM Global, pp: 373-374.<br />

ZAHER T.S. Y HASSAN, M.K. (2001). “A comparative literature survey of Islamic finance and banking<br />

Financial Markets”, Jo u rnal o f Institutions & Instruments, vol. 10(4), pp: 155-199.<br />

179


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

Resumen<br />

180<br />

Angélica Holguín López<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

aholguin@uacj.mx<br />

Debido a la globalización y la liberalización, las personas que se encargan<br />

<strong>de</strong>l crimen organizado aprovechan la apertura <strong>de</strong> fronteras, la privatización,<br />

las zonas <strong>de</strong> libre comercio, los estados débiles, la banca extraterritorial, las<br />

transferencias financieras electrónicas, las tarjetas inteligentes y la banca<br />

cibernética para blanquear a diario los millones <strong>de</strong> dólares <strong>de</strong> ganancias<br />

provenientes <strong>de</strong>l negocio ilícito <strong>de</strong> las drogas. En un día ocurren cerca <strong>de</strong><br />

70,000 transferencias internacionales al término <strong>de</strong> las cuales unos US$2<br />

trillones han cruzado el globo terráqueo. El Fondo Monetario Internacional<br />

(FMI) estima que cerca <strong>de</strong>l 2% <strong>de</strong> la economía mundial involucra al tráfico<br />

<strong>de</strong> drogas. "El blanqueo <strong>de</strong> capitales pue<strong>de</strong> hacerse en cualquier parte <strong>de</strong>l<br />

mundo, pero los <strong>de</strong>lincuentes seleccionan especialmente aquéllos lugares<br />

don<strong>de</strong> o no existe legislación al respecto, o bien las leyes son laxas o los<br />

esfuerzos <strong>de</strong> la policía no son lo suficientemente fuertes para capturarlos",<br />

indica Tom Brown <strong>de</strong> la Unidad <strong>de</strong> Anti Blanqueo <strong>de</strong> Capitales <strong>de</strong> la<br />

Organización Internacional <strong>de</strong> Policía Criminal, INTERPOL. Los<br />

blanqueadores <strong>de</strong> dinero están buscando permanentemente nuevas maneras<br />

<strong>de</strong> burlar las reglamentaciones y las incautaciones <strong>de</strong> activos. A pesar <strong>de</strong> la<br />

existencia <strong>de</strong> esquemas sofisticados <strong>de</strong> control, cantida<strong>de</strong>s consi<strong>de</strong>rables <strong>de</strong><br />

dinero en efectivo continúan circulando <strong>de</strong> contrabando.<br />

Palabras clave: Lavado <strong>de</strong> Dinero, Narcotráfico, Corrupción.<br />

Clasificación JEL: C22, O17.


1. Introducción<br />

Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

El lavado <strong>de</strong> dinero es la canalización <strong>de</strong> efectivo y otros fondos generados en activida<strong>de</strong>s<br />

ilegales, a través <strong>de</strong> instituciones financieras y negocios legales para ocultar la fuente <strong>de</strong> esos<br />

fondos. Según John Walter (1998) la cantidad global que se lava por año ascien<strong>de</strong> a $2.85<br />

billones <strong>de</strong> dólares concentrados en Europa y América <strong>de</strong>l Norte. Se estima que en México se<br />

lavan más <strong>de</strong> 25 mil millones <strong>de</strong> dólares al año, ocupando el lugar 14 a nivel mundial en<br />

materia <strong>de</strong> corrupción [Sierra, 2006].<br />

El propósito <strong>de</strong>l lavado <strong>de</strong> dinero es la legalización <strong>de</strong> capitales que se obtuvieron <strong>de</strong><br />

activida<strong>de</strong>s ilícitas, tales como narcotráfico, comercio <strong>de</strong> armas, frau<strong>de</strong> fiscal, etc. El blanqueo<br />

<strong>de</strong> capitales no se refiere solamente al efectivo; No es un problema aislado <strong>de</strong> las instituciones<br />

financieras y activida<strong>de</strong>s convencionales que reciben <strong>de</strong>pósitos y prestan efectivo. Los<br />

blanqueadores han diversificado muchísimo sus operaciones a través <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong> servicios<br />

financieros y a través <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s financieras básicas y no básicas <strong>de</strong> los negocios <strong>de</strong><br />

servicios no financieros.<br />

Para eliminar sospechas <strong>de</strong>l dinero ilegal, los “blanqueadores” disponen <strong>de</strong> diversos<br />

mecanismos y prácticas que pue<strong>de</strong>n ser caracterizados según dos topologías. La primera<br />

<strong>de</strong>scribe los mecanismos <strong>de</strong>l lavado <strong>de</strong> dinero, a partir <strong>de</strong> tres etapas sucesivas: Colocación,<br />

estratificación e integración (Grupo <strong>de</strong> Acción Financiera, GAFI, 1989). La segunda relaciona<br />

el proceso <strong>de</strong> lavado a la actividad económica informal que generó el capital ilegal y el grado<br />

<strong>de</strong> credibilidad otorgado por el proceso [Slim 2002].<br />

Las instituciones financieras en México han realizado un importante esfuerzo para<br />

implementar herramientas que prevengan el lavado <strong>de</strong> dinero con la finalidad <strong>de</strong> integrarse a<br />

la vanguardia internacional en este rubro. Ahora, lo importante es asegurarse que sus<br />

empleados apliquen estas herramientas y sean conscientes <strong>de</strong> su uso.<br />

El narcotráfico es uno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>litos fe<strong>de</strong>rales más graves en México [Sayeg 2003]. En estos<br />

últimos años, se han logrado <strong>de</strong>tener 14,300 presuntos <strong>de</strong>lincuentes relacionados con el<br />

narcotráfico y la incautación <strong>de</strong> 5 mil millones <strong>de</strong> dólares en drogas. Se cree que el 75% <strong>de</strong> la<br />

droga que se consume en Estados Unidos entra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> México.<br />

181


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

Después <strong>de</strong> los atentados <strong>de</strong>l 11 <strong>de</strong> Septiembre <strong>de</strong>l 2001 aumentó la seguridad en la frontera<br />

<strong>de</strong> México con Estados Unidos haciendo más difícil el transito <strong>de</strong> la droga. Esto llevó a un<br />

aumento en el consumo interno <strong>de</strong>l país: Según la encuesta nacional <strong>de</strong> adicciones, en los<br />

últimos cinco años, el consumo <strong>de</strong> cocaína ha aumentado <strong>de</strong> 0.4 a 2.1% y el consumo <strong>de</strong><br />

marihuana <strong>de</strong>l 3.6 al 9.8%.<br />

Según un estudio hecho por la Unión Europea 70 , México está fallando en el combate contra el<br />

blanqueo <strong>de</strong> capitales provenientes <strong>de</strong>l narcotráfico, lo que se atribuye a la falta <strong>de</strong><br />

cooperación entre la Secretaria <strong>de</strong> Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Procuraduría<br />

General <strong>de</strong> la República (PGR). Un reporte <strong>de</strong>l Centro Nacional <strong>de</strong> Inteligencia sobre Drogas<br />

calculó que el lavado <strong>de</strong> dinero por los cárteles <strong>de</strong> droga <strong>de</strong> México y Colombia pue<strong>de</strong><br />

alcanzar hasta 24 mil 500 millones <strong>de</strong> dólares 71 .<br />

En el estado <strong>de</strong> Chihuahua, se encuentra la Sierra Madre Occi<strong>de</strong>ntal que es utilizada por los<br />

narcotraficantes para escon<strong>de</strong>rse y cultivar droga; esto es un gran atractivo para la gente que se<br />

<strong>de</strong>dica a lavar dinero, ya que se pue<strong>de</strong> producir y ven<strong>de</strong>r en el estado (si hablamos <strong>de</strong><br />

marihuana). La PGR en un año ha <strong>de</strong>smantelado a seis <strong>de</strong> los nueve cárteles <strong>de</strong> la droga con<br />

se<strong>de</strong> en el estado, al <strong>de</strong>tener a sus principales lí<strong>de</strong>res, la mayoría <strong>de</strong> ellos ciudadanos<br />

estadouni<strong>de</strong>nses en proceso para ser <strong>de</strong>portados.<br />

El objetivo <strong>de</strong> este artículo es la evaluación <strong>de</strong>l lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong> la droga que<br />

se <strong>de</strong>comisa en Chihuahua, sin importar si es ruta <strong>de</strong> transporte <strong>de</strong> droga que entra por mar o<br />

aire proveniente <strong>de</strong> otros países, dirigida a Estados Unidos o a Europa. En una segunda<br />

sección, se presentarán, entonces, las características <strong>de</strong>l fenómeno <strong>de</strong> narcotráfico en México,<br />

en términos históricos, <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> los cárteles así como los mecanismos <strong>de</strong> lavado <strong>de</strong><br />

dinero. La tercera sección se <strong>de</strong>dicará a exponer la metodología <strong>de</strong>l contraste econométrico,<br />

con la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> las variables utilizadas y el comentario <strong>de</strong> los resultados obtenidos, para<br />

concluir en una última sección.<br />

70 El informe se fechó el 4 <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong>l 2002 en Bruselas, Bélgica.<br />

71 LA JORNADA, 29 <strong>de</strong> Junio <strong>de</strong>l 2007<br />

182


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

2. Antece<strong>de</strong>ntes históricos y características <strong>de</strong>l narcotráfico en México<br />

En México, el fenómeno <strong>de</strong>l narcotráfico tiene sus orígenes en Sinaloa, con el cultivo <strong>de</strong> la<br />

amapola que en la década <strong>de</strong> los 40's se intensificó en la región <strong>de</strong> Badiraguato 72 con motivo<br />

<strong>de</strong> la Segunda Guerra Mundial, para abastecer <strong>de</strong> heroína a Estados Unidos, lo que era<br />

permitido por las autorida<strong>de</strong>s fe<strong>de</strong>rales, que fijaban un tributo a los campesinos productores.<br />

En consecuencia, los cultivos se expandieron sin evi<strong>de</strong>ntes obstáculos legales e incluso se<br />

llegó a hablar <strong>de</strong> un supuesto convenio entre el gobierno <strong>de</strong> México y el <strong>de</strong> Estados Unidos<br />

que los protegía. El cuadro 1 muestra la población <strong>de</strong>dicada al cultivo <strong>de</strong> drogas <strong>de</strong>stacando a<br />

Chihuahua en segundo lugar.<br />

Cuadro 1. Trabajadores <strong>de</strong>dicados al cultivo <strong>de</strong> drogas por estados (1992-1995)<br />

Estado Trabajadores Porcentaje <strong>de</strong> la población activa<br />

Sinaloa 30.408 4,5<br />

Chihuahua 27.427 3,7<br />

Guerrero 22.483 ND<br />

Durango 15.388 7,4<br />

Oaxaca 6.749 1,7<br />

Jalisco 6.285 ND<br />

Fuente: Centro <strong>de</strong> Planeación para el Control <strong>de</strong> Drogas, Procuraduría General <strong>de</strong> la República<br />

(La Jornada, 5 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1996).<br />

Con excepción <strong>de</strong> cuatro estados, en todo el territorio mexicano, operan 50 células bien<br />

organizadas <strong>de</strong> los siete principales "cárteles" que dominan el narcotráfico en México.<br />

Un reporte interno <strong>de</strong> la Procuraduría General <strong>de</strong> la República (PGR) establece que los únicos<br />

estados que están exentos <strong>de</strong> una actividad <strong>de</strong> narcotráfico en forma más organizada son<br />

Aguascalientes, Tlaxcala, Hidalgo y Querétaro. Por el contrario, la única entidad don<strong>de</strong> operan<br />

todos los "cárteles" es el Distrito Fe<strong>de</strong>ral.<br />

72 En la década <strong>de</strong> 1940, la extrema pobreza orilló a campesinos <strong>de</strong> Sinaloa a cultivar marihuana y amapola.<br />

Con el tiempo surgieron figuras como ´Don Neto´ y Caro Quintero. Fuente: Javier Cabrera Martínez,<br />

“Badiraguato, mina <strong>de</strong> oro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los "gomeros", El Universal Junio 2007.<br />

183


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

“El narcotráfico, sí ha crecido, no a niveles <strong>de</strong>sbordantes, pero ha crecido bajo el esquema <strong>de</strong><br />

las células", lo que hace que sus estructuras sean prácticamente impenetrables”, señala el mapa<br />

más reciente <strong>de</strong> Áreas <strong>de</strong> Influencia <strong>de</strong> Organizaciones Criminales 73 que realizó la PGR.<br />

Las organizaciones <strong>de</strong> narcotraficantes o los <strong>de</strong>nominados 'cárteles' han sufrido una serie <strong>de</strong><br />

cambios; ya no presentan las gran<strong>de</strong>s estructuras como se conocían antes, en forma piramidal<br />

y bajo la hegemonía o mando <strong>de</strong> una persona específica, revela el análisis <strong>de</strong> la PGR.<br />

A ese nuevo modo <strong>de</strong> operar se le i<strong>de</strong>ntifica y <strong>de</strong>nomina: células <strong>de</strong>l narcotráfico. Esta es otra<br />

etapa <strong>de</strong>l narcotráfico en México. Las células se encuentran bajo la protección tutelar <strong>de</strong> las<br />

organizaciones criminales y se manejan con cierta in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia económica, <strong>de</strong><br />

financiamiento.<br />

Cabe aclarar que aunque comparten las mismas rutas y territorio con células <strong>de</strong> otras<br />

organizaciones, no hay relación entre unas y otras.<br />

La PGR concluye que el cambio <strong>de</strong> estructura <strong>de</strong> los "cárteles" <strong>de</strong> la droga fue propiciado por<br />

las acciones que emprendió el gobierno fe<strong>de</strong>ral en contra <strong>de</strong> ellos. A manera <strong>de</strong> ejemplo, el<br />

caso <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Amado Carrillo Fuentes, se asegura que tras su <strong>de</strong>ceso la organización<br />

criminal quedó <strong>de</strong>scabezada, por lo que al no contar con un mando, tuvo que recomponerse.<br />

Algo similar ha ocurrido con los Arellano Félix, a raíz <strong>de</strong> las <strong>de</strong>tenciones <strong>de</strong> su operador<br />

financiero "El Chuy" Labra, y <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus más importantes lugartenientes como "El Mayel".<br />

La recomposición <strong>de</strong> los "cárteles" implica para la PGR la realización <strong>de</strong> un mayor esfuerzo<br />

institucional, puesto que se encuentran por todo el país, y esto implica una mayor<br />

investigación y más esfuerzo policial y ministerial.<br />

Las nuevas organizaciones criminales presentan un perfil diferente <strong>de</strong> producción, pues ahora<br />

buscan financiar a los agricultores para exten<strong>de</strong>r su radio <strong>de</strong> influencia, pero aquí lo<br />

interesante, es ver cómo se transformaron los grupos bajo este esquema <strong>de</strong> producción; en esta<br />

dinámica se observa la división <strong>de</strong>l trabajo. Por ejemplo, la figura <strong>de</strong> una especie <strong>de</strong> gerente <strong>de</strong><br />

producción, o bien, <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> producción y distribución.<br />

73 Consultado el 15 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>l 2007, disponible en<br />

http://72.14.253.104/search?q=cache:LnayOEyNSLgJ:iteso.mx/~<strong>de</strong>51245/ensayofinal.doc+%22%C3%81r<br />

eas+<strong>de</strong>+Influencia+<strong>de</strong>+Organizaciones+Criminales%22&hl=es&ct=clnk&cd=3&gl=mx<br />

184


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

El comercio <strong>de</strong> drogas ilícitas es un negocio global <strong>de</strong> dimensiones multimillonarias. La ONU<br />

calcula que, a nivel mundial, hay más <strong>de</strong> 50 millones <strong>de</strong> personas que consumen regularmente<br />

heroína, cocaína y /o drogas sintéticas. Millones más están vinculados a la producción, tráfico,<br />

distribución y venta <strong>de</strong> drogas.<br />

Otros <strong>de</strong> los daños causados por el narcotráfico es el golpe a la economía <strong>de</strong>l país, pero aquí es<br />

don<strong>de</strong> intervienen dos factores que son algo contradictorios:<br />

- El narcotráfico hace que se introduzcan cantida<strong>de</strong>s enormes <strong>de</strong>l dinero al país, lo cual nos da<br />

algunos beneficios como la atracción <strong>de</strong> tecnologías al país que <strong>de</strong> otra forma el gobierno no<br />

nos brindaría y la creación <strong>de</strong> nuevos empleos;<br />

- La contraparte <strong>de</strong> esto es que este tipo <strong>de</strong> inversiones no ayudan por otra parte a la economía,<br />

ya que resulta imposible recaudar impuestos por estos conceptos ya que todo el dinero<br />

manejado en estos negocios, no proviene <strong>de</strong> ninguna actividad legal lo que hace imposible<br />

tener conocimiento <strong>de</strong>l y así acreditarle un impuesto.<br />

También involucra el lavado <strong>de</strong> dinero, y sus técnicas, que es tan famoso en nuestro país,<br />

puesto que esta actividad tampoco beneficia a la economía, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que crea conflictos en<br />

las investigaciones.<br />

Una técnica consiste en transformar el dinero sucio, ganado ilícitamente, en moneda<br />

reutilizable, para continuar la actividad criminal u operar inversiones financieras, con el interés<br />

<strong>de</strong> eliminar todo rastro <strong>de</strong>l origen ilegal. Sin embargo, la necesidad <strong>de</strong> ocultar este capital<br />

ganado ilegalmente conducirá a los <strong>de</strong>lincuentes a usar un proceso más o menos complejo, <strong>de</strong><br />

acuerdo a los siguientes métodos: Colocación, estratificación e integración.<br />

La colocación suce<strong>de</strong> cuando el dinero obtenido por la venta <strong>de</strong> droga es puesto en<br />

instituciones financieras, mediante operaciones legitimas en estas (<strong>de</strong>pósitos, giros<br />

cablegráficos, etc.).<br />

En la estratificación, se busca distanciar <strong>de</strong> su origen las ganancias proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s<br />

ilícitas (drogas) por medio <strong>de</strong> varias transacciones financieras complejas, diseñadas para<br />

obstaculizar el rastro en la auditoria y anonimidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>lincuentes.<br />

185


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

El proceso <strong>de</strong> integración representa un proceso <strong>de</strong> emplear una transformación aparentemente<br />

legítima para disfrazar ganancias ilícitas, por ejemplo, negocios fantasmas, presta nombres,<br />

utilización <strong>de</strong> territorios don<strong>de</strong> su regulación bancaria es <strong>de</strong>ficiente, inversiones inmobiliarias.<br />

El siguiente esquema muestra las etapas <strong>de</strong>l lavado <strong>de</strong> dinero y las técnicas más usadas en<br />

cada proceso:<br />

ETAPAS DEL LAVADO DE DINERO<br />

*Socieda<strong>de</strong>s Holding: Forma <strong>de</strong> organización <strong>de</strong> empresa según la cual una compañía financiera se hace con la<br />

mayoría <strong>de</strong> las acciones <strong>de</strong> otras empresas a las que controla: un holding posee un solo órgano directivo.<br />

Fuente: Elaboración Propia.<br />

La relación existente entre el narcotráfico y el lavado <strong>de</strong> dinero en nuestro país se <strong>de</strong>be a la<br />

corrupción que impera: Chihuahua ocupa la posición 17 74 . El índice se obtiene mediante una<br />

encuesta <strong>de</strong> 35 trámites que se realizan en la entidad, <strong>de</strong> los cuales varios se relacionan al<br />

lavado <strong>de</strong> dinero porque se evita revisar lo que se transporta, manda, etc. fuera <strong>de</strong>l estado.<br />

74 Ver Encuesta <strong>de</strong> Corrupción y Buen Gobierno. Anexo A.<br />

186


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

En el cuadro 2, se muestran estos rubros importantes relacionados con el blanqueo <strong>de</strong><br />

capitales. El número <strong>de</strong> carteles que disputan el control <strong>de</strong>l tráfico <strong>de</strong> droga en México varía<br />

según distintas fuentes oficiales. La Procuraduría General <strong>de</strong> la República (PGR), equivalente<br />

a la Fiscalía, estima que en el narcotráfico hay dos gran<strong>de</strong>s grupos, dirigidos por Joaquín<br />

Guzmán y Osiel Cár<strong>de</strong>nas.<br />

Cuadro 2. Rubros (5 <strong>de</strong> 32) utilizados por Transparencia Mexicana para la obtención<br />

<strong>de</strong>l índice <strong>de</strong> corrupción.<br />

2001 2003 2005<br />

Rubro<br />

(A menor valor, menor inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> corrupción)<br />

4.1 1.5 3<br />

Obtener crédito o préstamo para su casa, negocio ó<br />

automóvil en instituciones privadas.<br />

3.4 1.7 6.5<br />

Obtener o acelerar el pasaporte en el Secretaría <strong>de</strong><br />

Relaciones Exteriores.<br />

Evitar ser <strong>de</strong>tenido en el Ministerio Público / realizar una<br />

13.6 7.5 13.9 <strong>de</strong>nuncia, acusación o levantar un acta/ lograr que se le dé<br />

seguimiento a un caso.<br />

36.3 45.3 27.7 Evitar ser infraccionado o <strong>de</strong>tenido por un agente <strong>de</strong> tránsito.<br />

23 27.7 42<br />

Pasar sus cosas en alguna aduana, retén, garita o puerto<br />

fronterizo.<br />

Fuente: Transparencia Mexicana http://www.transparenciamexicana.org.mx<br />

Otras informaciones judiciales cifran en ocho el número <strong>de</strong> carteles <strong>de</strong> la droga que operan en<br />

la geografía mexicana. El General retirado Barry McCaffrey, antiguo zar antidrogas <strong>de</strong> la<br />

Administración Clinton, ha rebatido ambas versiones a su paso por la capital mexicana.<br />

Asegura McCaffrey, con datos <strong>de</strong> la Agencia Antinarcóticos Estadouni<strong>de</strong>nse (DEA), que en la<br />

frontera norte <strong>de</strong> México operan unos 100 grupos <strong>de</strong>lictivos <strong>de</strong>dicados al tráfico <strong>de</strong> droga que<br />

pertenecen a 30 gran<strong>de</strong>s organizaciones criminales. Para el General, que actualmente es<br />

consultor externo <strong>de</strong> la Administración Bush, la guerra contra el narcotráfico es más mortífera<br />

que la guerra contra el terrorismo. Estas son sus cifras: “52,000 personas pier<strong>de</strong>n la vida cada<br />

año a causa <strong>de</strong> las drogas, comparados con los 12,000 soldados estadouni<strong>de</strong>nses que han<br />

muerto en Irak <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que empezó la guerra”.<br />

187


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

Las organizaciones criminales están cada vez más subcontratando el blanqueo <strong>de</strong> capital a<br />

profesionales especializados porque los métodos requeridos para burlar a los oficiales<br />

encargados <strong>de</strong> hacer cumplir las leyes son cada vez más complejos. Los profesionales están<br />

siendo utilizados no solamente para ocultar el origen <strong>de</strong> las ganancias, sino a<strong>de</strong>más para que<br />

administren las inversiones en acciones lícitas <strong>de</strong> raíz y en otros activos.<br />

Se cree que ha habido un notorio incremento <strong>de</strong> las tarifas promedio establecidas para pagar<br />

los servicios <strong>de</strong> los blanqueadores <strong>de</strong> capitales, pasando <strong>de</strong> un 6 a 8 por ciento a comienzos <strong>de</strong><br />

la década <strong>de</strong> los 80 a un 25 por ciento hoy en día.<br />

3. Metodología y Resultados<br />

De acuerdo a las características <strong>de</strong>scritas acerca <strong>de</strong>l narcotráfico y <strong>de</strong>l lavado <strong>de</strong> dinero<br />

existente en Chihuahua, se realizan estas activida<strong>de</strong>s por el alto índice <strong>de</strong> corrupción. En este<br />

mo<strong>de</strong>lo, la variable <strong>de</strong>pendiente está representada por las transferencias electrónicas (TE) en<br />

millones <strong>de</strong> dólares. Esta herramienta la utiliza la organización <strong>de</strong>lictiva para distanciar<br />

(estratificación) las ganancias ilícitas <strong>de</strong> su origen.<br />

Las variables in<strong>de</strong>pendientes, que podrían incorporarse, se <strong>de</strong>finen como a continuación. Se<br />

contempla el tipo <strong>de</strong> cambio, cuya importancia resulta en que podría “asegurar” el capital<br />

<strong>de</strong>positado en los bancos. Se esperaría que si el tipo <strong>de</strong> cambio fluctúa mucho los <strong>de</strong>lincuentes<br />

evitarían blanquear capitales por lo que el signo esperado seria positivo. Asimismo, se emplea<br />

la variable, <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> ahorros en miles <strong>de</strong> pesos a saldos corrientes, ya que uno <strong>de</strong> los<br />

mecanismos para el blanqueo es “trabajo <strong>de</strong> pitufo”. Consiste en hacer <strong>de</strong>pósitos inferiores <strong>de</strong><br />

$10,000 dlls por persona.<br />

Las instituciones financieras <strong>de</strong>ben reportar cualquier transacción dudosa junta con la<br />

verda<strong>de</strong>ra i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l cliente, el tipo <strong>de</strong> actividad que realiza en el banco y controlar las<br />

<strong>de</strong>sviaciones <strong>de</strong> dichos <strong>de</strong>pósitos; como indica Garver (2000). A<strong>de</strong>más, los intermediarios<br />

financieros <strong>de</strong>ben archivar la documentación <strong>de</strong> transacciones durante 10 años.<br />

188


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

Menciona que existen cinco principios que se aprobaron en 1998 para regular las cuentas<br />

bancarias, que son: I<strong>de</strong>ntificación positiva <strong>de</strong>l cliente (el que abra la cuenta sea quien dice ser);<br />

Comprensión <strong>de</strong> su negocio; Instruidas las fuentes <strong>de</strong> fondos <strong>de</strong> sus clientes; Justificación <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> la actividad normal; Determinar si la <strong>de</strong>sviación se califica como actividad<br />

sospechosa.<br />

En gran parte <strong>de</strong> la república si no es que toda se tiene que luchar en contra <strong>de</strong> la corrupción<br />

aparte <strong>de</strong> combatir el lavado <strong>de</strong> dinero. Si existe corrupción en el país, entonces es más<br />

atrayente para el <strong>de</strong>lincuente ir a realizar sus operaciones ilegales, ya que cualquier<br />

impedimento legal lo arreglaría con una simple “mordida” a la persona que no le permita el<br />

paso al estado, por lo cual el signo esperado seria positivo. Sin embargo, el INC sólo está<br />

disponible para el 2001, 2003 y 2005, por lo cual es muy poco probable que se incluya.<br />

Se incluye el PIB que es un indicador <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo y riqueza <strong>de</strong>l estado. Se podría <strong>de</strong>cir que es<br />

un poco ambiguo para <strong>de</strong>terminar el signo, ya que si un país tiene un PIB bajo y <strong>de</strong> repente<br />

aumenta esto <strong>de</strong>spertaría sospechas en el estado, por lo que sería con signo negativo. Ahora si<br />

el PIB es alto esto ayudaría a los <strong>de</strong>lincuentes a lavar dinero en este lugar y las altas<br />

autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l país no se percatarían <strong>de</strong> estos movimientos. Entonces el signo esperado es<br />

positivo.<br />

A<strong>de</strong>más, se consi<strong>de</strong>ra los flujos <strong>de</strong> remesas que son importantes ya que se utilizan en la última<br />

etapa <strong>de</strong>l lavado <strong>de</strong> dinero para legitimizar las ganancias mal habidas.<br />

Por en<strong>de</strong>, se insertan los <strong>de</strong>comisos <strong>de</strong> droga que se hacen en la región. Esta variable ha sido<br />

muy difícil trabajarla ya que no se pudo encontrar una serie completa <strong>de</strong> <strong>de</strong>comisos <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

1993. Ya sea por x o y la información nunca estuvo lista por parte <strong>de</strong> la Procuraduría General<br />

<strong>de</strong> la Republica.<br />

Debido a la escasez <strong>de</strong> datos para algunas variables, se usarán como variables in<strong>de</strong>pendientes:<br />

El tipo <strong>de</strong> cambio (TC), las remesas (R), las remesas por money or<strong>de</strong>r (RMO), el PIB, los<br />

<strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> ahorro (DA) y los <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> ahorro en dólares (DCE). Tanto el PIB como los<br />

<strong>de</strong>pósitos son en relación al país, por falta <strong>de</strong> datos.<br />

189


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

La forma a estimar, que se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> lo anterior, se expresa como a continuación:<br />

TE = β1TC + β2R + β3DA+ β4DCE + β5RMO + β6PIB + C + ε. (1)<br />

La base <strong>de</strong> datos se conforma trimestralmente, <strong>de</strong> 1993 hasta 2007, para el estado <strong>de</strong><br />

Chihuahua. Las variables <strong>de</strong> <strong>de</strong>pósitos y el PIB no cuentan con suficiente información por<br />

entidad fe<strong>de</strong>rativa por lo que se empleó el <strong>de</strong>l país. Consecutivamente, los resultados<br />

obtenidos <strong>de</strong>l contraste econométrico se exponen en el cuadro 3.<br />

Cuadro 3. Estimaciones obtenidas<br />

Variable Dependiente: TE<br />

Observaciones: 20<br />

Variable<br />

Coeficiente (β) Estadístico t Probabilidad<br />

In<strong>de</strong>pendiente<br />

PIB 1.59 x 10 -7 1.0990 0.2917ª<br />

DCME 3.25 x 10 -5 1.8250 0.0910 b<br />

DA 0.2103 0.3952 0.6991 c<br />

R 0.9186 30.8122 0.0000 d<br />

TC -0.1243 -0.1431 0.8884 e<br />

C -463.8226 -2.4267 0.0305 f<br />

R 2 ajustada = 0.9963<br />

F = 703.5391 Probabilidad = 0.000<br />

DW = 2.0607<br />

a, significancia <strong>de</strong>l 70.83%<br />

b, significancia <strong>de</strong>l 90.90%<br />

c, significancia <strong>de</strong>l 30.09%<br />

d, significancia <strong>de</strong>l 100%<br />

e, significancia <strong>de</strong>l 11.60%<br />

f, significancia <strong>de</strong>l 96.95%<br />

De este modo, la ecuación estimada queda expresada como:<br />

TE = 1.59x10 -7 PIB + 3.25x10 -5 DCME + 0.21DA + 0.92R – 0.12TC – 463.8 + ε. (2)<br />

La variable <strong>de</strong>pendiente (transferencias electrónicas) es explicada por este mo<strong>de</strong>lo en 99.63%<br />

por las variables in<strong>de</strong>pendientes.<br />

190


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

Sin embargo, la variable tipo <strong>de</strong> cambio (TC) y <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> ahorro (DA) no explican la<br />

variable <strong>de</strong>pendiente, ya que su nivel <strong>de</strong> aceptación esta entre el 11% y 31%, por lo que<br />

eliminaremos estas dos variables. Lo anterior proporciona los resultados presentados en el<br />

cuadro 4.<br />

Cuadro 4. Estimaciones ajustadas<br />

Variable Dependiente: TE<br />

Observaciones: 20<br />

Variable<br />

Coeficiente (β) Estadístico t Probabilidad<br />

In<strong>de</strong>pendiente<br />

PIB 1.80 x 10 -7 1.4074 0.1797ª<br />

DCME 3.10 x 10 -5 1.9154 0.0474 b<br />

R 0.9163 33.3828 0.0000 c<br />

C -488.6315 -2.9224 0.0105 d<br />

R 2 ajustada = 0.9955<br />

F = 1335.473 Probabilidad = 0.000<br />

DW = 2.0074<br />

a, significancia <strong>de</strong>l 82.03%<br />

b, significancia <strong>de</strong>l 95.26%<br />

c, significancia <strong>de</strong>l 100%<br />

d, significancia <strong>de</strong>l 98.95%<br />

Así, la ecuación queda expresada como:<br />

TE = 1.80x10 -7 PIB + 3.10x10 -5 DCME + 0.9163R – 488.6315 + ε. (3)<br />

El PIB, tiene una significancia <strong>de</strong>l 82.03%. Si aumenta el PIB se podría esperar que las<br />

transferencias electrónicas aumenten 0.00018 pesos aproximadamente.<br />

La variable <strong>de</strong>pósitos <strong>de</strong> ahorro en dólares (DCME) es confiable en 95.26%. Esto nos indica<br />

que si aumentan los <strong>de</strong>pósitos en un dólar las transferencias electrónicas aumentan 0.031<br />

dólares aproximadamente.<br />

La variable, remesas (R), estadísticamente es significativa con una confianza <strong>de</strong>l 100%. El<br />

aumento <strong>de</strong> un dólar en las remesas generara un aumento <strong>de</strong> 0.9163 dlls en las transferencias<br />

electrónicas.<br />

Respecto al estadístico F, la hipótesis nula se acepta a un nivel <strong>de</strong>l 100%, entonces no existe<br />

heterosedasticidad. La DW es próxima a dos entonces no hay correlación serial.<br />

191


4. Conclusión<br />

Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

El lavado <strong>de</strong> dinero es una actividad que muy pocas veces respeta las fronteras locales,<br />

nacionales o internacionales. La transformación <strong>de</strong> dinero ilegal a legal se lleva mediante<br />

varios mecanismos para eliminar el rastro <strong>de</strong> su proce<strong>de</strong>ncia, que son colocación,<br />

estratificación e integración. Para po<strong>de</strong>r llevar a cabo estos, los lavadores usan la presentación<br />

<strong>de</strong> un cliente por parte <strong>de</strong> un asociado o institución financiera localizada en un país o<br />

jurisdicción conocida por tráfico y producción <strong>de</strong> drogas.<br />

En el análisis econométrico presentado en este trabajo, la variable <strong>de</strong>pendiente son las<br />

transferencias electrónicas que se encuentran en la segunda etapa <strong>de</strong>l lavado <strong>de</strong> dinero<br />

(estratificación), que consiste en distanciar las ganancias <strong>de</strong> su origen. Se usaron tres variables<br />

in<strong>de</strong>pendientes: PIB, Depósitos <strong>de</strong> Ahorro en Dólares, Remesas. Las pocas variables utilizadas<br />

son por la falta <strong>de</strong> información estadística actualizada en materia <strong>de</strong>l narcotráfico y lavado <strong>de</strong><br />

dinero existente en nuestro país.<br />

El lavado <strong>de</strong> dinero no se refiere solamente al efectivo; tampoco es un problema aislado <strong>de</strong><br />

instituciones y activida<strong>de</strong>s convencionales que reciben <strong>de</strong>pósitos y prestan dinero. Los<br />

lavadores <strong>de</strong> dinero han diversificado muchísimo sus operaciones a través <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong><br />

servicios financieros y, cada vez más, mediante las activida<strong>de</strong>s financieras básicas y no básicas<br />

<strong>de</strong> los negocios <strong>de</strong> servicios no financieros<br />

Debe <strong>de</strong> existir una amplia comunicación a nivel nacional en relación a los <strong>de</strong>comisos <strong>de</strong><br />

drogas y lavado <strong>de</strong> dinero para prevenir o <strong>de</strong>tectar estas activida<strong>de</strong>s ilícitas y así repórtalas a<br />

las autorida<strong>de</strong>s mexicanas. Implementar medidas don<strong>de</strong> se prohíba el ingreso <strong>de</strong> recursos<br />

financieros que provengan <strong>de</strong> personas acusadas <strong>de</strong> narcotráfico o que tengan inmuebles<br />

incautados por este <strong>de</strong>lito. A<strong>de</strong>más la información relacionada con el narcotráfico (<strong>de</strong>comisos,<br />

incautaciones, etc.) estén más actualizadas.<br />

192


Referencias<br />

El Universal <strong>de</strong> México, México, 8 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 2000, disponible en<br />

http:///www.usembassy.state.gov/colombia/wwwsbm15.html<br />

Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

GAMBINA J. (2001). “Lavado <strong>de</strong> Dinero y Movimiento <strong>de</strong> Capitales”, Buenos Aires Argentina.<br />

GARVER R. (2000). “Basel proposals on laun<strong>de</strong>ring”, American Banker, 2000, vol. 165, Núm. 213, pág. 4.<br />

GOMEZ E. (2000). “Revista mexicana <strong>de</strong> Política Exterior”, Política y Gobierno, Núm. 61, México<br />

SLIM S. (2002). “Cooperación y Blanqueo: Una Aplicación en la Teoría <strong>de</strong> Juegos”, 26 pp.<br />

SIERRA R. (2006) “Evolución y Situación Actual <strong>de</strong> la Prevención <strong>de</strong> Lavado <strong>de</strong> Dinero en el Sistema<br />

Financiero Mexicano”, KPMG en México, 2006.<br />

WALKER, J. (1998). “Mo<strong>de</strong>ling Global Money Laun<strong>de</strong>ring Flows”, [página web]<br />

http://members.ozemail.com.au/~born1820/mlmethod.htm.<br />

193


Anexo A. Transparencia Mexicana<br />

Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

Transparencia Mexicana, creada a principios <strong>de</strong> 1999, es un organismo <strong>de</strong> la sociedad civil<br />

que promueve políticas públicas y actitu<strong>de</strong>s privadas en contra <strong>de</strong> la corrupción y a favor <strong>de</strong><br />

una cultura <strong>de</strong> integridad, promoción <strong>de</strong> la legalidad y rendición <strong>de</strong> cuentas.<br />

(http://www.transparenciamexicana.org.mx)<br />

Posición<br />

Entidad<br />

194<br />

Índice <strong>de</strong> Corrupción<br />

(A menor valor, menor inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

corrupción)<br />

2001 2003 2005<br />

2001 2003 2005<br />

24 18 1 Querétaro 8.1 6.3 2.0<br />

16 6 2 Chiapas 6.8 4.0 2.8<br />

2 1 3 Baja California Sur 3.9 2.3 4.8<br />

6 8 4 Sonora 5.5 4.5 5.2<br />

9 25 4 Guanajuato 6.0 8.9 5.2<br />

11 13 6 Zacatecas 6.2 5.6 5.3<br />

13 16 7 Nayarit 6.4 5.8 5.7<br />

3 5 8 Aguascalientes 4.5 3.9 6.2<br />

4 7 9 Coahuila 5.0 4.4 6.5<br />

7 27 10 San Luis Potosí 5.7 10.2 6.6<br />

22 12 10 Sinaloa 7.8 5.5 6.6<br />

17 10 12 Yucatán 6.8 4.8 6.7<br />

12 11 13 Tamaulipas 6.3 5.1 6.8<br />

8 17 14 Baja California Norte 5.7 6.0 6.9<br />

1 3 15 Colima 3.0 3.8 7.0<br />

28 20 16 Jalisco 11.6 6.5 7.2<br />

5 15 17 Chihuahua 5.5 5.7 7.4<br />

19 14 18 Campache 7.3 5.7 7.8<br />

20 21 19 Oaxaca 7.4 6.8 8.1<br />

18 26 20 Nuevo León 7.1 9.9 9.3<br />

10 2 21 Quintana Roo 6.1 3.7 9.4<br />

14 23 22 Tlaxcala 6.6 7.8 10.0<br />

27 9 23 Michoacán 10.3 4.8 10.8<br />

23 19 23 Veracruz 7.9 6.4 10.8<br />

29 32 25 Puebla 12.1 18.0 10.9<br />

21 24 26 Morelos 7.7 8.3 11.0<br />

26 29 27 Durango 8.9 12.6 11.1<br />

30 28 27 Guerrero 13.4 12.0 11.1<br />

15 4 29 Hidalgo 6.7 3.9 11.4<br />

31 30 30 Estado <strong>de</strong> México 17.0 12.7 13.3<br />

25 22 31 Tabasco 8.5 6.9 13.6<br />

32 31 32 Distrito fe<strong>de</strong>ral 22.6 13.2 19.8<br />

A menor valor, menor inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> corrupción por tercera ocasión (2001, 2003 y 2005) se mi<strong>de</strong>n experiencias y<br />

percepciones <strong>de</strong> los ciudadanos mexicanos <strong>de</strong> las 32 entida<strong>de</strong>s fe<strong>de</strong>rativas <strong>de</strong>l país acerca <strong>de</strong> la corrupción,<br />

respecto <strong>de</strong> 35 servicios públicos. Es la primera serie histórica <strong>de</strong>l país en materia <strong>de</strong> corrupción. En la edición<br />

2005, se eliminaron 7 trámites<br />

.


Anexo B. Presentación <strong>de</strong> los datos<br />

Trimestre Depósitos<br />

<strong>de</strong> ahorro<br />

Depósitos<br />

<strong>de</strong><br />

captación<br />

en<br />

moneda<br />

extranjera<br />

Total<br />

Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

Money<br />

or<strong>de</strong>rs<br />

195<br />

Transferencias<br />

electrónicas<br />

TC PIB<br />

DA DCME R RMO RTE TC PIB<br />

1993:01 425.00 ND ND ND ND 3.10 1,248,725,336<br />

1993:02 43.67 ND ND ND ND 3.11 1,260,351,974<br />

1993:03 23.00 ND ND ND ND 3.11 1,211,579,717<br />

1993:04 0.00 ND ND ND ND 3.12 1,304,126,855<br />

1994:01 182.67 ND ND ND ND 3.17 1,277,838,033<br />

1994:02 0.00 ND ND ND ND 3.34 1,331,435,052<br />

1994:03 0.00 ND ND ND ND 3.39 1,267,386,307<br />

1994:04 5.00 ND ND ND ND 3.64 1,372,142,329<br />

1995:01 105.33 ND 263.37 97.70 140.43 6.31 1,272,241,550<br />

1995:02 0.00 ND 336.33 135.03 173.53 4.59 1,209,052,700<br />

1995:03 36.67 ND 339.80 140.97 172.17 6.21 1,165,580,183<br />

1995:04 0.00 ND 284.80 111.70 144.33 7.34 1,275,557,485<br />

1996:01 174.33 ND 310.90 111.37 161.37 7.51 1,273,078,048<br />

1996:02 74.33 ND 390.73 142.97 208.67 7.47 1,287,401,277<br />

1996:03 179.33 ND 366.37 135.13 193.43 7.55 1,248,665,098<br />

1996:04 0.00 ND 339.93 117.13 177.17 7.82 1,366,292,008<br />

1997:01 96.33 ND 350.73 117.10 190.77 7.86 1,331,526,939<br />

1997:02 0.00 ND 341.45 124.58 186.45 7.91 1,395,247,461<br />

1997:03 108.00 ND 434.03 162.70 234.87 7.80 1,342,047,951<br />

1997:04 86.00 ND 381.63 130.37 205.07 8.23 1,457,278,334<br />

1998:01 111.00 ND 392.03 112.63 234.23 8.51 1,431,861,730<br />

1998:02 75.67 ND 487.97 174.80 270.17 8.76 1,455,594,109<br />

1998:03 8.00 ND 485.73 170.50 280.03 9.70 1,412,881,987<br />

1998:04 378.67 ND 509.90 165.73 299.03 9.99 1,496,902,413<br />

1999:01 35.33 ND 417.80 98.93 275.60 9.88 1,462,740,219<br />

1999:02 57.00 ND 520.90 131.03 352.60 9.47 1,506,307,509<br />

1999:03 20.33 ND 509.77 136.23 336.93 9.38 1,475,502,422<br />

1999:04 21.00 ND 521.40 116.63 346.57 9.52 1,577,232,012<br />

2000:01 0.67 ND 466.00 109.87 313.70 9.45 1,571,295,897<br />

2000:02 19.33 ND 543.73 135.10 373.47 9.58 1,617,057,388<br />

2000:03 18.00 ND 578.10 124.37 420.87 9.33 1,579,482,685<br />

2000:04 21.00 ND 603.17 108.77 439.30 9.55 1,651,503,308<br />

2001:05 230.00 ND 670.27 66.47 577.40 9.62 1,601,651,818<br />

2001:02 10.33 ND 760.27 79.53 667.23 9.15 1,619,638,419<br />

2001:03 41.67 ND 786.00 63.43 706.53 9.30 1,558,906,267


Lavado <strong>de</strong> dinero proveniente <strong>de</strong>l narcotráfico en Chihuahua<br />

2001:04 237.33 ND 748.53 58.33 643.43 9.22 1,629,065,426<br />

2002:01 155.00 ND 716.27 59.00 629.77 9.10 1,564,985,780<br />

2002:02 71.33 ND 859.37 64.57 775.40 9.67 1,650,489,183<br />

2002:03 136.00 ND 850.93 53.67 780.63 10.01 1,585,255,698<br />

2002:04 0.00 4,677,995 836.37 49.53 742.50 10.25 1,661,515,649<br />

2003:01 22.67 4,347,655 922.00 106.70 795.40 10.90 1,601,885,548<br />

2003:02 0.00 4,398,714 1163.50 150.63 997.00 10.35 1,649,347,617<br />

2003:03 0.00 4,073,209 1258.27 155.57 1084.23 10.88 1,601,803,302<br />

2003:04 0.00 4,036,126 1121.60 128.17 960.70 11.22 1,696,548,952<br />

2004:01 45.67 4,030,063 1124.03 140.70 968.13 53.06 1,660,214,041<br />

2004:02 0.00 4,127,602 1502.00 171.17 1316.53 11.46 1,710,905,556<br />

2004:03 0.00 4,243,620 1505.30 159.83 1332.83 11.39 1,673,247,987<br />

2004:04 0.00 4,720,544 1406.27 156.00 1214.57 11.31 1,778,825,973<br />

2005:01 0.00 5,061,133 1355.00 140.83 1197.43 11.15 1,700,329,605<br />

2005:02 0.00 5,073,537 1737.80 158.27 1563.03 10.90 1,765,160,051<br />

2005:03 0.00 4,237,912 1813.37 166.13 1628.80 10.71 1,725,789,018<br />

2005:04 0.00 5,415,447 1772.10 157.10 1575.70 10.66 1,823,100,793<br />

2006:01 0.00 4,718,145 1223.63 134.23 1125.53 10.61 1,793,599,652<br />

2006:02 0.00 5,738,571 2080.13 117.43 1938.07 11.28 1,851,650,397<br />

2006:03 0.00 5,929,214 2006.03 105.90 1862.40 10.95 1,802,904,173<br />

2006:04 52.67 5,162,717 1870.23 102.27 1729.47 10.86 1,900,890,360<br />

2007:01 0.00 5,159,979 1786.67 88.83 1667.47 11.08 1,839,405,175<br />

2007:02 0.00 5,872,345 2046.00 78.63 1937.03 10.83 1,903,573,534<br />

2007:03 0.00 ND 702.47 24.63 664.90 10.99 ND<br />

2007:04 0.00 ND ND ND ND ND ND<br />

DA Saldos corrientes en miles <strong>de</strong> pesos, Depósitos <strong>de</strong> ahorro <strong>de</strong>l país. Fuente: Banco <strong>de</strong> México.<br />

La moneda extranjera está convertida al tipo <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> la fecha <strong>de</strong> cierre contable, utilizado para<br />

DCME solventar obligaciones <strong>de</strong>nominadas en esa moneda, paga<strong>de</strong>ras en la República Mexicana. Saldos<br />

corrientes en miles <strong>de</strong> pesos. Fuente: Banco <strong>de</strong> México.<br />

R<br />

Las cifras <strong>de</strong> remesas familiares tienen carácter <strong>de</strong> preliminar y están sujetas a revisiones posteriores. En<br />

millones <strong>de</strong> dólares. Fuente: Banco <strong>de</strong> México<br />

RMO<br />

Las cifras <strong>de</strong> remesas familiares tienen carácter <strong>de</strong> preliminar y están sujetas a revisiones posteriores. En<br />

millones <strong>de</strong> dólares. Fuente: Banco <strong>de</strong> México<br />

RTE<br />

Las cifras <strong>de</strong> remesas familiares tienen carácter <strong>de</strong> preliminar y están sujetas a revisiones posteriores. En<br />

millones <strong>de</strong> dólares. Fuente: Banco <strong>de</strong> México<br />

TC<br />

Para operaciones al mayoreo entre bancos, casas <strong>de</strong> bolsa, casas <strong>de</strong> cambio y particulares. 1 DOLAR A<br />

PESOS. Fuente: Banco <strong>de</strong> México<br />

PIB<br />

A precios <strong>de</strong> 1993, valores absolutos, total <strong>de</strong> la actividad económica. PIB <strong>de</strong>l país. Miles <strong>de</strong> pesos a<br />

precios <strong>de</strong> 1993. Fuente: INEGI<br />

196


Demanda industrial <strong>de</strong> Agua: Una Revisión <strong>de</strong> la Literatura<br />

Resumen<br />

197<br />

Hilda R. Guerrero García Rojas*<br />

Facultad <strong>de</strong> Economía “Vasco <strong>de</strong> Quiroga”<br />

<strong>Universidad</strong> Michoacana <strong>de</strong> San Nicolás <strong>de</strong> Hidalgo<br />

hildaguerrero@prodigy.net.mx<br />

En este capítulo se realiza un análisis <strong>de</strong> la literatura sobre la valoración<br />

econométrica <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda industrial <strong>de</strong>l agua, <strong>de</strong>jando evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la<br />

poca investigación que se ha realizado al respecto. En general, los estudios<br />

encontrados se ocupan <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir el precio <strong>de</strong>l agua. Los<br />

autores proponen diversos métodos y técnicas para aten<strong>de</strong>r este asunto, pero<br />

regularmente se acentúa el trabajo <strong>de</strong>safiador que implica ocuparse <strong>de</strong> los<br />

recursos naturales sin mercado, como es el agua. La información interesante<br />

que surge <strong>de</strong> esta revisión bibliográfica es que la forma funcional<br />

Translogarítmica es el instrumento más utilizado para estimar la <strong>de</strong>manda<br />

industrial, <strong>de</strong>bido a las ventajas que ofrece, como es la capacidad <strong>de</strong><br />

mo<strong>de</strong>lar relaciones <strong>de</strong> producción con varios insumos usando una forma<br />

flexible.<br />

Palabras clave: Demanda industrial <strong>de</strong> agua, Función <strong>de</strong> Costos<br />

Translog.<br />

Clasificación JEL: C3, Q21, Q25.<br />

* Este trabajo, en general, correspon<strong>de</strong> al contenido <strong>de</strong>l capítulo 2 <strong>de</strong> la tesis <strong>de</strong> Doctorado <strong>de</strong> la autora (Guerrero,<br />

2005)


1. Introduction<br />

Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

The literature concerning industrial water <strong>de</strong>mands econometric estimation is quite concise<br />

with respect to other water uses. Renzetti (2002) in the Economics of Industrial Water Use’s<br />

introduction already mentions that in an ECONLIT search for “Industrial Water” for the<br />

period 1982-1998, there were only five titles while for “Resi<strong>de</strong>ntial/Urban Water” were<br />

returned 63 citations and for “Agriculture/Irrigation Water” 105 references existed.<br />

Renzetti’s works are the first documented studies where water use is analyzed, not just as one<br />

more input for industrial production together with capital, labor and other inputs, but<br />

consi<strong>de</strong>ring the different uses water may have within industrial production processes. That is,<br />

he takes into account different production steps consi<strong>de</strong>ring water from a technical point of<br />

view: intake water, recirculation, water treatment prior to use and water treatment prior to<br />

discharges (Renzetti 1988); or intake and recirculation (Dupont and Renzetti 2001). Reynaud<br />

(2003) consi<strong>de</strong>rs the origin of water source translated into three water inputs: water bought to<br />

the water utility (network), autonomous water (self-supplied) and water treated before use.<br />

Apart from these studies, all the others only consi<strong>de</strong>r plain intake water.<br />

Translog functional form has become the most popular tool for estimating industrial input<br />

<strong>de</strong>mand, due to the advantages it offers, like the capability to mo<strong>de</strong>l production relationships<br />

with numerous inputs without imposing restrictive conditions on the elasticities of<br />

substitution.<br />

2. A short analysis on Industrial Water Demand<br />

In this chapter we present a survey on industrial water <strong>de</strong>mand Table 1 highlights the main<br />

features and results of the so far documented econometric studies to estimate the <strong>de</strong>mand for<br />

water in industry.<br />

The main features of these studies are briefly <strong>de</strong>scribed below.<br />

198


Authors / Country (*)<br />

(1) Rees (1969) / England<br />

(Southeast)<br />

(2) Turnovsky (1969) / USA<br />

(Massachusetts Towns) (n =<br />

19, years 1962 & 1965)<br />

(3) De Roy (1974) / USA (New<br />

Jersey) (n = 30, year 1965)<br />

(4) Grebenstein and Field (1979) /<br />

USA (year 1973)<br />

(5) Babin, Willis and Allen (1982)<br />

/USA (year 1973)<br />

(6) Ziegler and Bell (1984) / USA<br />

(Arkansas) (n = 23)<br />

(7) Renzetti (1988) / Canada (British<br />

Columbia) (n = 372; year 1981)<br />

(8) Renzetti (1992) / Canada (n =<br />

1068, year 1985)<br />

(9) Renzetti (1993) / Canada (n<br />

= 1068, year 1985)<br />

(10) Dupont and Renzetti (2001) /<br />

Canada (n=58 for each year 1981,<br />

1986 & 1991)<br />

(11) Wang and Lall (2002) / China<br />

(n=2000, year 1993)<br />

Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

Table 1. Econometrics Applications to Analyze Industrial Water Demand.<br />

Functional Form (Method) /<br />

Inputs<br />

Variety of forms (OLS) / Intake<br />

water<br />

Linear equation (OLS) /<br />

Industrial and Domestic<br />

Cobb-Douglas (OLS) / Water<br />

Intake for chemical industry<br />

Translog (SUR) /<br />

K, L and Water Intake<br />

Translog (SUR) / K, L and<br />

Water Intake<br />

Cobb-Douglas (OLS) paper and<br />

chemical / Intake water<br />

Cobb-Douglas (2SLS) / Intake<br />

water; Treatment prior use;<br />

Recirculation; Discharge<br />

Translog (I3SLS) / Intake water;<br />

Treatment prior use;<br />

Recirculation; Discharge<br />

Probit and Regression Mo<strong>de</strong>l<br />

(ML) / public and private<br />

supply. External and internal<br />

water price<br />

Translog (SUR) / Intake and<br />

Recirculation and KLEM<br />

Translog Production (SUR) /<br />

KLEM and Water Intake<br />

199<br />

Main Results (**)<br />

(price elasticities)<br />

Chemical (-0.958); food (3.28); drink (1.3);<br />

non-metallic (2.5); paper (1.44) at lowest<br />

price.<br />

From (-0.473) to (-0.836)<br />

Cooling (-0.894); Processing (-0.354);<br />

Steam Generation (-0.590)<br />

AWWA series (-0.326) MM<br />

series (-0.801). L & W substitutes; K & W<br />

complements<br />

Pooled (-0.56): food (0.14) to paper (-<br />

0.66). Labor substitutes for K and W.<br />

Average cost better estimates than marginal<br />

cost<br />

Intake: petrochemical (-0.12) to light<br />

industry (-0.54). Intake & discharge<br />

complement. Intake & Recirculation<br />

substitutes<br />

Intake manufacturing (-0.3817): plastic (-<br />

0.1534) to paper (-0.5885). Recirculation<br />

substitute for Intake & Discharge.<br />

Intake External: self (-0.308) public (-<br />

0.755). Internal: self (-0.090) public (-<br />

0.068). So, public supply intake more<br />

sensitive to external price.<br />

Elasticity (-0.7752). Intake and<br />

Recirculation Subs. Intake substitute for K,<br />

L & E, but complement to M. Recirculation<br />

substitute to L<br />

Elasticity (-1.0) Mean Marginal Productivity<br />

2.5 yuan/m 3 .


Authors / Country (*)<br />

(12) Reynaud (2003) / France<br />

(n=51 for each year from 1994 to<br />

1996)<br />

(13) Renzetti and Dupont (2003) /<br />

Canada (n=58 for each year 1981,<br />

1986 & 1991)<br />

(14) Féres and Reynaud (2004) /<br />

Brazil (n=404 for year 1999)<br />

(15) Guerrero and Thomas (2005) /<br />

México (n= 500; year 1994)<br />

Functional Form (Method) /<br />

Inputs<br />

Translog (SUR & FGLS)/<br />

Water Network; Autonomous<br />

and treated prior use<br />

Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

Translog (SUR) / Recirculation,<br />

Treatment and KLEM. Intake<br />

quasi-fixed<br />

Translog (SUR) / KLEMW and<br />

plants effluents discharges<br />

Translog cost function (SUR) /<br />

LWM<br />

Source: own elaboration<br />

200<br />

Main Results (**)<br />

(price elasticities)<br />

Network (-0.29): alcohol (-0.10) to (0.79)<br />

for various. Treated (-1.42): alcohol (-0.9)<br />

to (-2.21) for chemical. Autonomous &<br />

Treatment Complements. Network &<br />

Treatment substitutes.<br />

Intake: elasticity (-0.1308) and Shadow<br />

value 0.046CAN$/m 3 .<br />

Elasticity for water (-1.085), for effluent<br />

discharge (-0.16), and for production (0.91).<br />

Water substitute to K, L & E, complement to<br />

M.<br />

Elasticity for water (-0.2976), water is a<br />

substitute for both labor and materials in the<br />

sense of Morishima Elasticity of<br />

Substitution.<br />

Regarding table 1 the meaning of symbols used is: (*) Data base information (n= number of<br />

observations and year) when available. (**) K, L, E, M, W stand for Capital, Labor, Energy,<br />

Materials and Water, respectively. Regarding the methods used OLS stands for Ordinary<br />

Least Square; SUR for Seemingly Unrelated Regression; 2SLS for Two-Stage Least Square;<br />

I3SLS for Iterate Three-Stage Least Square; FGLS for Feasible Generalized Least Square; and<br />

ML stands for Maximum Likelihood.<br />

(1) Rees (1969) analyzes the different way industrial groups use water as well as the different<br />

source to satisfy water <strong>de</strong>mand. Her data set consist of manufacturing firms in southeastern<br />

England. She takes into account, among others, the price of water bought and extraction costs<br />

to explain some of the differences in the water <strong>de</strong>mand at the inter- and intra-industry level.<br />

She mentions that almost all firms in every industry group use water for staff hygiene but that<br />

it is unknown if this use is important regarding quantity of water <strong>de</strong>man<strong>de</strong>d by group.<br />

Contrary to this, she finds wi<strong>de</strong> differences in the proportion of firms using water for cooling.


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

While for the food group 65% of its firms use water for cooling, for the non-metallic minerals<br />

group less than 27% of its firms <strong>de</strong>mand water for this use, and no firms in the clothing and<br />

leather industry require water for cooling. According to Rees data, almost all firms from drink<br />

industry <strong>de</strong>mand water for each one of the different uses where water is utilized for industrial<br />

purpose.<br />

Regarding the variation in the sources of water supplied she finds that surface water is the<br />

principal source in terms of quantity, <strong>de</strong>spite that the number of wells and bores from where<br />

water is taken is more important. But she points out that rarely a firm use its groundwater<br />

extraction for staff hygiene purposes. Paper and chemical industries are the biggest water<br />

users. All industry groups purchase water from local enterprises at least in small volumes.<br />

Rees uses a variety of functional forms to study intake <strong>de</strong>mand equations. She uses Ordinary<br />

Least Square (OLS). She estimates price elasticities of water intake for different industry<br />

groups. For all industry groups where price elasticity of water is estimated, it shows to be<br />

elastic except for chemical firms at its lowest observed price, where water price elasticity is<br />

inelastic at value (-0.958) but it becomes elastic when price is increased. For food group the<br />

price elasticity at all observed prices is shown to be elastic (3.28). The price elasticity for drink<br />

firms is also elastic at value (1.3) at its lowest observed price. Regarding paper group its water<br />

price elasticity is 1.44 un<strong>de</strong>r same condition. Non-metallic minerals group has elasticity equal<br />

to 2.5 and it increases as price increases.<br />

(2) Turnovsky (1969) estimates a <strong>de</strong>mand equation for water un<strong>de</strong>r circumstances where<br />

supplies are known to be stochastic. The sample data covers the beginning (1962) and the end<br />

(1965) of the New England drought, then two cross-sections are estimated, one for each year.<br />

He uses a sample from 19 Massachusetts towns and he estimates by Ordinary Least Square<br />

(OLS) separately a linear equation for households and a linear equation for industrial <strong>de</strong>mand.<br />

Regarding industrial <strong>de</strong>mand, both average price and in<strong>de</strong>x of per-capita industrial production<br />

in town as a proxy for output are the explanatory variables together with the variance of<br />

supply in town. He found that per-capita industrial water <strong>de</strong>mand is in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt of production<br />

level of the industry.<br />

201


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

The <strong>de</strong>mand for water is basically constant and it oscillates through price and variance<br />

discrepancy. He estimates elasticity which is calculated at the mean value of the variables. The<br />

industrial price elasticity goes from -0.473 for year 1962 to -0.836 for year 1965.<br />

(3) De Roy (1974) uses a Cobb-Douglas form to estimate industrial water <strong>de</strong>mand through<br />

Ordinary Least Square (OLS). His data source is from New Jersey 30 chemical plants, for year<br />

1965. The firm outputs are composed of a quite heterogeneous list of products from paints to<br />

gases to toiletries. De Roy points out two aspects, first that his mo<strong>de</strong>l is incomplete since it<br />

does not explain the behavior of the firms regarding the introduction of substitutes for water<br />

withdrawals, such as recycled effluent emissions. And secondly, the fact that many firms do<br />

not recycle effluent emissions indicates either water is still very cheap or that industrialists do<br />

not known the saving that could be realized by using other factors.<br />

He estimates separate <strong>de</strong>mand equations for cooling, processing, steam generation and<br />

sanitation. The price of water intake and price of water circulation both, through a weighted<br />

average, form the price of water for the mo<strong>de</strong>l. These together with plant output and a<br />

technology in<strong>de</strong>x are the explanatory variables. The estimated price elasticities for each water<br />

application are: cooling (-0.894), processing (-0.745) and steam generation (-0.741).<br />

(4) Grebenstein and Field (1979) estimate the elasticities of substitution between water and<br />

other productive inputs for the aggregate U.S. manufacturing sector. Their data is for year<br />

1973. Water is consi<strong>de</strong>red as input. The analysis is ma<strong>de</strong> for two different series in what<br />

concern price of water. One constructed by the American Water Work Association (AWWA)<br />

whereas the other was created by Montanary and Mattern (MM). They use these two series to<br />

construct the cost of water, multiplying these prices by the quantities of withdrawals.<br />

The cost share of water is 1.2% for AWWA series and 1.9% for MM series. They note that<br />

water prices of these two series represent a very high <strong>de</strong>gree of aggregation since they assume<br />

that these rates reflect the water cost to all industrial sectors within each state. They use a<br />

Translog cost function to estimate the empirical elasticities. And they assume the drawback it<br />

implies of using a single production function for the entire US manufacturing sector.<br />

202


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

The price elasticity of <strong>de</strong>mand for water for AWWA series is -0.326 and -0.801 for the MM<br />

series. Finally, they found that water and capital inputs show to be complements, not<br />

substitutes (as “normal neoclassical expectations”) and that labor and water are substitutes in<br />

production.<br />

(5) Babin, Willis and Allen (1982) followed between others Grebenstein and Field work; they<br />

examine water use for different U.S. manufacturing industries. They estimate by Seemingly<br />

Unrelated Regression (SUR) procedure the parameters in the share equations. Their results<br />

show significant differences in the parameter estimates between the individual industry groups<br />

and the pooled data set. Whereas water price elasticity for the pooled data is -0.56 it varies<br />

from positive values (0.14) for food sector as well as for machinery industries, to an inelastic<br />

value (-0.66) for paper industry.<br />

Regarding the relationship between factors and sectors, the differences are remarkable. For<br />

pooled data water and capital are complements as well as in other 3 sectors: paper, stone and<br />

machinery. But these two factors are shown to be substitutes in other three sectors analyzed:<br />

food, metal and electric. From their results, changes in the price of water will have little effect<br />

in other inputs use but the reverse is not true since, for example, cross price elasticity between<br />

capital and water is -0.16 while cross price elasticity for energy and capital is -0.71 both for<br />

paper sector. Capital and labor are substitutes in all industries analyzed.<br />

(6) Ziegler and Bell (1984) test the hypothesis that there are no significant differences in the<br />

estimates of industrial water <strong>de</strong>mand using either average cost of intake water or marginal<br />

costs. They estimate the intake water <strong>de</strong>mand using a Cobb-Douglas functional form for selfsupplied<br />

industries. They employ a cross section data collected from a sample of 23 highvolume<br />

water-using firms (paper and chemical) in Arkansas, USA. They found that the use of<br />

average cost results in a different and better estimate of the water use for self-supplied<br />

industries.<br />

(7) Renzetti (1988) consi<strong>de</strong>rs the industrial water <strong>de</strong>mand for 4 different aspects: water intake,<br />

treatment prior to use, recirculation and treatment prior to discharge. In that way, with the<br />

introduction of these aspects, he consi<strong>de</strong>rs the mo<strong>de</strong> water is used insi<strong>de</strong> production process.<br />

203


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

Renzetti estimates, through a Two Stage Least Square (2SLS) procedure, the input <strong>de</strong>mand<br />

from a Cobb-Douglas cost function assuming weak separability in the water inputs. He<br />

consi<strong>de</strong>rs 4 manufacturing subgroups: petrochemicals, heavy industry, forest industry and<br />

light industry. The data set is from a survey of water use by Canadian manufacturing firms<br />

conducted in 1981. He uses 372 observations of British Columbia, Canada.<br />

Renzetti results show that intake price elasticities range from -0.1186 in petrochemical<br />

industry to -0.5368 in light industry. He points out that the relative magnitu<strong>de</strong> of these<br />

elasticities correspond to previous expectations such that the cost share of water is smallest in<br />

the petrochemical industry as well as in heavy industry, whereas water’s cost share is largest in<br />

the light industry. And the absolute size of the respective elasticity for intake water follows the<br />

same behavior. Regarding the cross price elasticity the results show that for all industries<br />

water intake and water discharge are complements; while water intake and recirculation are<br />

substitutes.<br />

(8) Renzetti (1992) mo<strong>de</strong>ls industrial water use consi<strong>de</strong>ring the same four components from<br />

Renzetti (1988), which are: water intake, treatment prior to use, recirculation and treatment<br />

prior to discharge. The difference is that here each one of the four components is treated as a<br />

separate input and the four <strong>de</strong>mands are estimated as a system of interrelated equations from a<br />

water-use cost function. He uses the Translog functional form to estimate the cost function by<br />

means of an Iterative Three Stage Least Square (3SLS) procedure.<br />

Data is from Canadian manufacturing firms (Industrial Water Use Survey and Survey of<br />

Municipal Water Prices), for 1985 including 1068 firms. The estimation results show that<br />

industrial water use is sensitive to economic factors. Intake and recirculation are substitutes.<br />

Water intake price elasticity varies from -0.1534 (plastic) to -0.5885 (paper). Recirculation and<br />

Discharge are also substitutes. These results point out the potential for using economic<br />

incentive to reduce industrial water pollution.<br />

(9) Renzetti (1993) estimation procedure in this study proceeds in two stages. One for<br />

estimating a Probit mo<strong>de</strong>l with the firms’ selection of either public or private supply stands for<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt variable.<br />

204


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

And in the second step a regression is applied to <strong>de</strong>rive Maximum Likelihood (ML) estimates<br />

of publicly and self-supplied industrial water <strong>de</strong>mands. He utilizes the same source data set<br />

used in Renzetti (1992), a cross-sectional survey of Canadian manufacturing firm’s water<br />

consumption and expenditures for year 1985.<br />

His estimation consi<strong>de</strong>rs two types of water price: (1) external price, which is the price of<br />

water intake either public or self-supplied; and (2) internal price of water, calculated as the<br />

sum of the marginal estimated of water treatment, recirculation and discharge. He applies all<br />

these to the six industry sub-groups and a pooled data set for the manufacturing firms.<br />

Elasticities of the intake pooling data with respect to external price are for self-supplied firms -<br />

0.3086 and for publicly supplied -0.7555. The related elasticities for internal prices are for<br />

self-supplied -0.0904 and -0.0686 for publicly supplied. So, he shows that publicly supplied<br />

firms’ water intake <strong>de</strong>mand is more sensitive to external prices. It holds for all industrial subgroups<br />

except for paper firms where, in this case, publicly supplied intake water <strong>de</strong>mand is<br />

more sensitive to internal price.<br />

(10) Dupont and Renzetti (2001) mo<strong>de</strong>l first water intake and water recirculation as variable<br />

factors of production to insert them into an econometric KLEM mo<strong>de</strong>l of manufacturing<br />

Canada industry. The data set is from a three cross-sectional survey of water use for 1981,<br />

1986 and 1991. They estimate a Translog cost function, by Seemingly Unrelated Regression<br />

(SUR) procedure, for a total of 58 cross-sectional observations for each year un<strong>de</strong>r study.<br />

The own-price elasticity for intake water is -0.7752 and for recirculation is -0.6901, but the<br />

latter is not significant. Their results show that water intake and water recirculation are<br />

substitutes. Intake is substitute for capital, labor and energy; and complement to materials.<br />

Recirculation is only substitute to labor. Regarding the input <strong>de</strong>mand elasticity in relation to<br />

the level of output, they found that a manufacturing output growth in 1% will produce an<br />

augmentation of both water intake and recirculation by approximately 0.7%, while other<br />

inputs will rise at the same proportion of output, that is by 1%.<br />

205


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

(11) Wang and Lall (2002) examine the value of water for industry by estimating, via<br />

Seemingly Unrelated Regression (SUR) procedure, a Translog production function with data<br />

for about 2000 Chinese industrial firms for 1993. Water is treated as an input in the production<br />

process along with capital, labor, energy and raw materials. They <strong>de</strong>velop a mo<strong>de</strong>l of price<br />

elasticity of water <strong>de</strong>mand associated with the marginal productivity approach, which is<br />

estimated assuming the price being set equal to marginal cost of water use. Their results show<br />

that the average price elasticity of water for the whole Chinese industry is about -1.0. The<br />

marginal productivity of water for industry varies among sectors in China with an industry<br />

average of 2.5 yuan/m 3 .<br />

(12) Reynaud (2003) studies the structure of industrial water in France. His mo<strong>de</strong>l of industrial<br />

water use consi<strong>de</strong>rs three components: quantity of water bought to a water utility, network<br />

water quantity of autonomous water and quantity of water treated prior use. Each one is<br />

treated as a separate input. He estimates all as a system of simultaneous equations. He uses a<br />

sample of 51 industries in the Giron<strong>de</strong> district observed from 1994 to 1996 using Seemingly<br />

Unrelated Regression (SUR) and Feasible Generalized Least Square (FGLS) in a Translog<br />

cost function.<br />

His results show that industrials are sensitive to water price inputs. Elasticity for network<br />

water is -0.290; it varies from -0.095 for Alcohol industry to -0.787 for various industries.<br />

Treated water elasticity is -1.262; it goes from -0.899 for Alcohol industry to -2.173 for<br />

Chemical one. Autonomous water price elasticity is not significant. Network and treated water<br />

are substitute’s production inputs, while autonomous water is a complement for both network<br />

water and treated water. In his analysis, by type of industry, network water and autonomous<br />

water are complements, excepting commercial and services. Finally, network water and<br />

treated water are substitutes in all the industries inclu<strong>de</strong>d. So, an increase in the price of<br />

network water will result in an increase of treated water. This work represents the first<br />

econometric estimation of industrial water <strong>de</strong>mand in France.<br />

(13) Renzetti and Dupont (2003) examine the value of water in manufacturing processes, by<br />

estimating firms’ own valuation of their water use.<br />

206


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

They combine information on water and non-water inputs to estimate a restricted cost function<br />

(Translog) for Canadian manufacturing by Seemingly Unrelated Regression (SUR) procedure.<br />

Their inputs are internal water recirculation, water treatment, Capital, Labor Energy and<br />

Materials (KLEM). Intake water is taken as a quasi-fixed factor. They use the same source<br />

data set used in Dupont and Renzetti (2001).<br />

Their results show that the elasticity of cost in relation to the quantity of intake water is -<br />

0.1308, and the mean shadow value of intake water is 0.046 $/m 3 (1991 CAN$). This value,<br />

although positive, is inferior to those in previous studies. Authors claim that an important<br />

factor to explain this result could be the environmental regulation controlling manufacturing<br />

water use, such that in most provinces, self-supplied water intake is available at almost zero<br />

external cost.<br />

(14) Féres and Reynaud (2004) characterize Brazilian manufacturing plants water <strong>de</strong>mand by<br />

estimating a multi-product Translog cost function by Seemingly Unrelated Regression (SUR)<br />

procedure. They ma<strong>de</strong> a special emphasis on the structure of cost and on pollution. Their<br />

database contains information on 404 industrial plants in the State of São Paulo, Brazil, for<br />

year 1999. Their cost function inclu<strong>de</strong>s five inputs: Capital, Labor, Energy, Materials and<br />

Water. And the multi-output cost function inclu<strong>de</strong>s two different outputs: a measure of<br />

production, Y1, and a measure of plants effluents, Y2, which is interpreted as an in<strong>de</strong>x of<br />

effluent discharge.<br />

Their results show that the cost elasticity for the production Y1 is 0.91%, then a 1% increase<br />

of the production Y1 results in a 0.91% rise in costs. Regarding the cost elasticity for the<br />

effluent discharge in<strong>de</strong>x, Y2, it is equal to -0.16 which imply that a minor reduction of<br />

industrial effluents can be realized without a huge cost increment. They found that Brazilian<br />

industry displays a significant price elasticity since its value is -1.085 at the sample mean.<br />

Water is shown to be substitute to capital, labor and energy; and complement to materials.<br />

Regarding the effluent discharge analysis, they found that more polluting plants have a<br />

ten<strong>de</strong>ncy to be more material-intensive. For the other inputs, they note that capital-intensive<br />

plants appear to produce lower effluent discharge, similar for labor-intensive plants.<br />

207


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

The sanctioned firms are inclined to have lower capital share than those firms fulfilling<br />

environmental standards, revealing that capital investment may be a way of reducing effluent<br />

discharges. Finally, they simulate changes in production cost, input cost share and water<br />

<strong>de</strong>mand produced by different water price increases. They find that a 100% increment in the<br />

price of water produces less than 0.5% rises in total cost, since the cost share of water is low.<br />

As the water price elasticity is high (-1.085) a 10% increase in water price leads to a 9.33%<br />

reduction in water extraction. But on the contrary, reducing effluent discharge will result in an<br />

important change in total cost. Total cost rises by 11.24% when the effluent discharge in<strong>de</strong>x<br />

diminishes by 50%, but this reduction level in the in<strong>de</strong>x of the effluent discharge also<br />

generates an augmentation of 44% in water extraction. Then, they suggest a combined water<br />

policy where in addition to reduce the effluent discharge in<strong>de</strong>x, water price is increased<br />

through an extraction tax. They <strong>de</strong>monstrate that a 20% <strong>de</strong>cline of the effluent in<strong>de</strong>x jointly<br />

with a 12.5% increase in the water price will cause water extraction to remain at the same<br />

level. They conclu<strong>de</strong> that effluent rules and water charge should be consi<strong>de</strong>red more<br />

complementary tools than substitutes.<br />

(15) Guerrero and Thomas (2005). A Translog cost system is estimated by the Seemingly<br />

Unrelated Regression (SUR) procedure, using data from 500 firms of eight industrial sectors<br />

(mining, food, sugar, beverage, textile, paper, chemical, and steel) for the year 1994. In this<br />

paper, they first performed a conditional analysis of characteristics regarding water use. It is<br />

ma<strong>de</strong> in three different ways: by industry, by availability water zone and by administrative<br />

region. Some of their results are that beverage and food industries jointly concentrate 55% of<br />

their total observations. They got, by type of industry, water average productivity, which is<br />

<strong>de</strong>fined as the result of dividing the value of output by water consumption. For the whole<br />

sample, the average productivity of water is close to 300 pesos per cubic meter of water.<br />

Regarding the category of industry, food has the highest water average productivity, 935 pesos<br />

per cubic meter of water used. For their sample, mining represents the lowest water average<br />

productivity, with 107 pesos per m 3 . Concerning the quantity of water drawn on, paper<br />

industry is the largest user (37.29%) pursued by beverage (18.74%) but this one reports threetime<br />

higher water average productivity. Mining is the third water user (15.9%).<br />

208


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

These three industries concentrate 72% of total water use and represent 51.6% of their firms in<br />

the sample. When they perform the analysis by availability water zone, they also found that<br />

water average productivity is highly and positively correlated with water price.<br />

Cost estimates allow obtaining price elasticities and Morishima Elasticities of Substitution<br />

(MES). The result was that industrial water <strong>de</strong>mand is poorly elastic and slightly reactive to<br />

change in water price (elasticity -0.2976). Respecting the relationship of water with other<br />

inputs they found that water is a substitute for both labour and materials, in the sense of<br />

Morishima Elasticities of Substitution. The authors of this research work pointed out that,<br />

other authors, Babin et all (1982), Grebenstein and Field (1979), and Dupont and Renzetti<br />

(2001), all of them find that water is substitute to labour, but Dupont and Renzetti (2001)<br />

report complementarity between water and materials. An important <strong>de</strong>tail on which Guerrero<br />

and Thomas call attention is on the followed procedure to obtain the previous results, since<br />

they use Morishima Elasticities of Substitution, whereas estimates in the literature, which is<br />

reported in Table 1, the authors used the standard cross-price elasticity measures as an<br />

alternative.<br />

Finally, they carry out an experiment whose purpose was to evaluate the consistency of the<br />

industrial firm allocation concerning water availability zones. They calculate for each firm, the<br />

relative average-cost differential for being in other zone (actual cost / new cost - 1). From this<br />

analysis a crucial piece of information they rescue is that “64% of paper firms, the biggest<br />

water user, are suitably located, as well as for beverage sector (61%) which is the second<br />

water user”. In fact, from previous paragraphs we have that these two industries jointly make<br />

use of about 56% of total industrial water.<br />

3. Approaching a summary<br />

From this brief survey on industrial water <strong>de</strong>mand, we see that Renzetti’s works are the first<br />

documented studies in which water use is analyzed, not just as a one more input for the<br />

industry together with capital, labor and other inputs, but consi<strong>de</strong>ring the different uses water<br />

may have within industrial production processes.<br />

209


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

That is, he remarks different production steps taking into consi<strong>de</strong>ration water from a technical<br />

point of view: intake water, recirculation, water treatment prior to use and water treatment<br />

prior to discharges (Renzetti 1988); or intake and recirculation (Dupont and Renzetti 2001).<br />

Reynaud (2003) consi<strong>de</strong>rs the origin of water source, that is, he consi<strong>de</strong>rs three water inputs:<br />

water bought to the water utility (network), autonomous water (self-supplied) and water<br />

treated before use. Apart from these studies, all the others only consi<strong>de</strong>r intake water.<br />

In general, these studies <strong>de</strong>al with the problem of <strong>de</strong>fining the price of water. The authors<br />

propose different methods and techniques to address this issue, but it is often stressed that<br />

working with non-market natural resources, like water, is problematic. As an example,<br />

Halvorsen and Smith (1986) use a restricted cost function (Translog) to estimate by Iterative<br />

Three Stage Least Square (I3SLS) procedure, substitution possibilities for unpriced natural<br />

resources. They use an annual time series data for the Canadian metal mining industry<br />

(metallic ore) for year 1954 through 1974. They found that the elasticity of substitution<br />

between reproducible inputs and the natural resources is equal to unity. Water is treated as a<br />

quasi-fixed input.<br />

There are also other econometric studies where water is viewed as an output.<br />

Teeples and Glyer (1987) present a production function mo<strong>de</strong>l of water <strong>de</strong>livery which is<br />

estimated from a multi-product dual cost function (Translog) by Seemingly Unrelated<br />

Regression (SUR) procedure. They measure the price of purchased water as an average cost<br />

(the sum of amounts paid by a firm to its suppliers divi<strong>de</strong>d by total units received). Data are<br />

for year 1980 in Southern California for 119 water <strong>de</strong>livery firms. Their results show that<br />

purchased and own-water inputs are strong direct substitutes (elasticity of substitution equal to<br />

4.14), but the interaction of each one with other inputs is different. Own-water is substitute<br />

with the capital-materials input and complementary uses with energy. Purchased water has<br />

these two relationships reversed.<br />

Garcia and Thomas (2001) mo<strong>de</strong>l the structure of production for municipal water utilities with<br />

two outputs: water sold to final customer and water network losses.<br />

210


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

They estimate the cost structure of water utilities via a Generalized Method of Moments<br />

procedure with a Translog cost function and panel data, using 55 water utilities (53 privately<br />

operated) located in the Bor<strong>de</strong>aux region (France) for the years 1995 to 1997. They compute<br />

economies of <strong>de</strong>nsity, scale and scope in the water industry. Concerning substitution<br />

elasticities, they found that all inputs (Labor, Electricity and Materials) are significant<br />

substitutes in the Morishima sense.<br />

A Mexican study (IMTA, 1998) and its associated paper (Guerrero et al, 1998) assumes a<br />

given price elasticity, which strongly argues that water tariffs in Mexico can achieve water<br />

savings without lowering the industries’ profitability for some of the industries consi<strong>de</strong>red in<br />

this present research work. In the former, water price elasticity was not the target but how<br />

increment in water tariff affects industry benefits.<br />

An interesting fact that comes out from this literature review is that Translog functional form<br />

has become the most popular tool for estimating industrial input <strong>de</strong>mand, due to the<br />

advantages it offers, like the capability to mo<strong>de</strong>l production relationships with numerous<br />

inputs using a flexible form. Hence, restrictions from production theory can easily be imposed<br />

and tested, while elasticities of substitution are left unrestricted.<br />

References<br />

BABIN F., WILLIS C.E., AND ALLEN P.G (1982), “Estimation of Substitution Possibilities between Water<br />

and Other Production Inputs”, American Journal of Agricultural Economics vol. 64 (1), pp: 149-152. In The<br />

Economics of Industrial Water Use, edited by Steven Renzetti, The management of water resources; 4. Edward<br />

Elgar Publishing, 2002.<br />

DE ROOY J. (1974), “Price Responsiveness of the Industrial Demand for Water” Chapter 5 in The Economics of<br />

Industrial Water Use edited by Steven Renzetti an Edward Elgar Reference Collection 2002.<br />

DUPONT D. AND RENZETTI S. (2001), “The Role of Water in Manufacturing”, Environmental and Resource<br />

Economics, vol. 18 (4), pp: 411-432.<br />

FÉRES J. AND REYNAUD A. (2004), “Assessing the Impact of Environmental Regulation on Industrial Water<br />

Use: Evi<strong>de</strong>nce from Brazil”. LERNA Internal Report, Université <strong>de</strong> Toulouse I. July 2004, France. Forthcoming<br />

in Land Economics.<br />

GARCIA S. AND THOMAS A. (2001), “The Structure of Municipal Water Supply Costs: Application to a<br />

Panel of French Local Communities.”, Journal of Productivity Analysis vol. 16, pp: 5-29.<br />

GREBENSTEIN C.R. AND FIELD B.C. (1979), “Substituting for Water Inputs in U.S. Manufacturing.” Water<br />

Resources Research vol. 15 (2), pp:228-232.<br />

211


Demanda industrial <strong>de</strong> agua: Una revisión <strong>de</strong> la literatura<br />

GUERRERO H., ALONSO P. AND ORTIZ G. (1998). “Derechos <strong>de</strong> agua para uso industrial: El cierre <strong>de</strong><br />

empresas”. XV National Hydraulic Meeting. Oaxaca, Mexico. October.<br />

GUERRERO G.R., H. AND THOMAS A. (2005). “Water Pricing Reforms in Mexico: The case of the<br />

manufacturing sector". In Econometrics informing Natural Resources Management: Selected Empirical Analyses,<br />

Edward Elgar Publishing, Phoebe Koundouri (ed.), February.<br />

GUERRERO G.R., H. (2005). “Industrial Water Demand in Mexico: Econometric analysis and implications for<br />

water management policy”. PhD Thesis. Université <strong>de</strong>s Sciences Sociales – Toulouse 1. Toulouse. (Laboratoire<br />

d'Economie <strong>de</strong>s Ressources Naturelles (LERNA) Laboratorio <strong>de</strong> Economía <strong>de</strong> los Recursos Naturales). February<br />

HALVORSEN R. AND SMITH T. (1986) “Substitution Possibilities for Unpriced Natural Resources:<br />

Restricted Cost Functions for the Canadian Metal Mining Industry”. The Review of Economics and Statistics vol.<br />

68 (3), pp:398-405.<br />

IMTA (1998). “Aplicacion <strong>de</strong> Instrumentos <strong>de</strong> Mercado como mecanismo para regular la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> agua para<br />

uso industrial” Internal Report No. DP-9728. Instituto Mexicano <strong>de</strong> Tecnologia <strong>de</strong>l Agua - Mexico.<br />

RENZETTI S. (1988), “An Econometric Study of Industrial Water Demands in British Columbia, Canada.”<br />

Water Resources Research, vol. 24 (10), pp:1569-1573.<br />

RENZETTI S. (1992), “Estimating the Structure of Industrial Water Demands: The Case of Canadian<br />

Manufacturing” Land Economics vol. 68 (4), pp: 396-404.<br />

RENZETTI S. (1993), “Examining the Differences in Self- and Publicly Supplied Firms’ Water Demands” Land<br />

Economics May 1993, vol. 69 (2), pp: 181-88.<br />

RENZETTI S. (2002), “Introduction” in The Economics of Industrial Water Use. Edward Elgar Publishing, Inc.,<br />

UK.<br />

RENZETTI S. AND DUPONT D. (2003), “The Value of Water in Manufacturing” CSERGE Working Paper<br />

ECM 03-03.<br />

REYNAUD, A. (2003), “An Econometric Estimation of Industrial Water Demand in France”..Environmental and<br />

Resource Economics, June 2003, vol. 25 (2), pp: 213-232(20) Kluwer Aca<strong>de</strong>mic Publishers<br />

RESS J.A. (1969), “Inter-industry variation in the Demand for Water”, Chapter 3 in The Economics of Industrial<br />

Water Use edited by Steven Renzetti an Edward Elgar Reference Collection 2002.<br />

TEEPLES R. AND GLYER D. (1987), “Production Function for Water Delivery Systems: Analysis and<br />

Estimation Using Dual Cost Function and Implicit Price Specification” Water Resources Research, vol. 23 (5) pp:<br />

765-773.<br />

TURNOVSKY S.J. (1969), “The Demand for Water: Some Empirical Evi<strong>de</strong>nce on Consumers’ Response to a<br />

Commodity Uncertain in Supply” Chapter 4 in The Economics of Industrial Water Use edited by Steven Renzetti<br />

an Edward Elgar Reference Collection 2002.<br />

WANG H. AND SOMIK LALL (2002). “Valuing Water for Chinese Industries: A Marginal Productivity<br />

Analysis” Applied Economics vol. 34, pp: 759-765.<br />

ZIEGLER J.A. AND BELL S.E. (1984), “Estimating Demand for Intake Water by Self-Supplied Firms”.<br />

Chapter 6 in The Economics of Industrial Water Use edited by Steven Renzetti an Edward Elgar Reference<br />

Collection 2002.<br />

212


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

Resumen<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

213<br />

Bruno Romagny<br />

Institut <strong>de</strong> Recherche pour le Développement (IRD)<br />

Laboratoire Population-Environnement-Développement (LPED)<br />

Université <strong>de</strong> Provence, Marseille, France.<br />

Bruno.Romagny@ird.fr<br />

Sadri Slim Cohen<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

sslim@uacj.mx<br />

Ante los <strong>de</strong>safíos y dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la gestión sustentable <strong>de</strong>l recurso hídrico,<br />

este artículo presenta dos casos regionales que se enfrentan a dilemas<br />

particulares en cuanto al agua, el Norte <strong>de</strong> México, particularmente el estado<br />

<strong>de</strong> Chihuahua, y la región Sur-Este <strong>de</strong> Túnez. Al compartir, ambas, un<br />

ecosistema <strong>de</strong>sértico y al experimentar, ambas, cambios sociales<br />

sustanciales, esto encamina a problemas similares <strong>de</strong> los cuales <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> el<br />

diseño <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> aguas. Como en la mayoría <strong>de</strong> las zonas áridas ó<br />

semi-áridas, las dos regiones <strong>de</strong> interés se insertan en un esquema <strong>de</strong><br />

sobreexplotación, <strong>de</strong> contaminación y hasta <strong>de</strong> <strong>de</strong>sperdicio <strong>de</strong>l agua que<br />

acarrea procesos <strong>de</strong> rarefacción, generando <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso al agua<br />

y saneamiento. La reorientación necesaria <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> agua y la<br />

reorganización <strong>de</strong>l marco institucional recalca la importancia <strong>de</strong>l balance<br />

entre local y global, entre actores y sectores <strong>de</strong> actividad. Este artículo<br />

preten<strong>de</strong>, así, examinar las medidas con respecto a la gobernanza <strong>de</strong> los<br />

recursos hídricos que ofrece el Sur-Este tunecino, en términos <strong>de</strong><br />

movilización óptima <strong>de</strong>l recurso, <strong>de</strong> competencia intersectoriales, <strong>de</strong> gestión<br />

<strong>de</strong>scentralizada <strong>de</strong>l agua agrícola y potable. Lo anterior pue<strong>de</strong>, así,<br />

proporcionar algunas orientaciones consi<strong>de</strong>rando las dificulta<strong>de</strong>s que se<br />

plantean, para el estado <strong>de</strong> Chihuahua, en cuanto al proceso <strong>de</strong> construcción<br />

<strong>de</strong> una gestión integrada <strong>de</strong>l recurso.<br />

Palabras clave: Agua, Gestión integrada, Gobernanza, Recursos<br />

renovables.<br />

Clasificación JEL: Q01, Q 24, Q 28.


1. Introducción<br />

La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

El recurso en agua representa un <strong>de</strong>safío vital y estratégico en numerosos países en vías <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo por lo que plantean cuestiones sustanciales como el abastecimiento en agua potable<br />

y la mejora en su saneamiento, la conservación <strong>de</strong>l agua y <strong>de</strong> los suelos, la contaminación <strong>de</strong><br />

aguas dulces etc. Ante los retos y dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong>l recurso hídrico, se optó por<br />

confrontar dos regiones particulares, el Norte <strong>de</strong> México, con el estado <strong>de</strong> Chihuahua, y la<br />

región Sur-Este <strong>de</strong> Túnez, cuyas características encaminan a dificulta<strong>de</strong>s similares a las cuales<br />

<strong>de</strong>be contestar el diseño <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> aguas.<br />

Ambas regiones se enfrentan, así, a una problemática <strong>de</strong>l agua que se origina en dos causas<br />

esenciales. La primera coinci<strong>de</strong> con la posición geográfica y el carácter árido <strong>de</strong> las regiones 75 :<br />

El Sur-Este tunecino cubre 37% <strong>de</strong>l territorio nacional a las puertas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong>l Sahara y el<br />

66% <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Chihuahua se encuentra en zona <strong>de</strong>sértica y semi-<strong>de</strong>sértica. Lo anterior<br />

implica una distribución espacial y temporal irregular <strong>de</strong> la lluvia 76 . La segunda causa<br />

correspon<strong>de</strong> a un incremento sustancial <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s en agua que se explica por un cierto<br />

número <strong>de</strong> evoluciones socio-territoriales. Para el Sur-Este tunecino, el se<strong>de</strong>ntarismo <strong>de</strong> las<br />

poblaciones y el mejoro <strong>de</strong> sus condiciones <strong>de</strong> vida, una fuerte expansión <strong>de</strong>mográfica y/ó la<br />

intensificación <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s agrícolas ejercen una presión alta sobre los recursos hídricos<br />

(Genin et al., 2006). Asimismo, el Estado <strong>de</strong> Chihuahua experimenta transformaciones<br />

idénticas en términos <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> urbanización, <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la agricultura etc.<br />

(Jiménez, 1996).<br />

Consecutivamente, como en múltiples regiones áridas ó semi-áridas, las políticas hidráulicas<br />

se centraron en el incremento <strong>de</strong> la oferta por lo que condujo a una presión alta sobre los<br />

acuíferos subterráneos.<br />

75 Un aspecto, que diferencia el Estado <strong>de</strong> Chihuahua, resi<strong>de</strong> en el a<strong>de</strong>udo <strong>de</strong> agua a Estados Unidos, dado<br />

el Tratado Internacional <strong>de</strong> Aguas, con agua proveniente esencialmente <strong>de</strong> la cuenca <strong>de</strong>l Río Conchos,<br />

ubicada a lo largo <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Chihuahua (Gads<strong>de</strong>n, et al., 2003).<br />

76 En la región <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino, la precipitación, en promedio anual, es <strong>de</strong> 180 mm y, para el Estado<br />

<strong>de</strong> Chihuahua, <strong>de</strong> 419 mm, por lo que ubica el Estado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las primeras entida<strong>de</strong>s fe<strong>de</strong>rativas con las<br />

precipitaciones más bajas a nivel nacional (CNA, 2003).<br />

214


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

De la misma forma, las dos regiones <strong>de</strong> interés se insertan en un esquema <strong>de</strong><br />

sobreexplotación 77 , <strong>de</strong> contaminación hasta <strong>de</strong> <strong>de</strong>sperdicio <strong>de</strong>l agua que acarrea procesos <strong>de</strong><br />

rarefacción generando <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso al agua y al saneamiento. Lo anterior resultó<br />

en una disminución <strong>de</strong>l rendimiento <strong>de</strong> los pozos, un incremento <strong>de</strong> los costos <strong>de</strong> extracción,<br />

la contaminación <strong>de</strong>l agua subterránea, y una fuerte competencia entre sectores.<br />

Dentro <strong>de</strong> esta perspectiva, surge la necesidad <strong>de</strong> una gestión integrada <strong>de</strong> los recursos<br />

hídricos 78 , que implica una estabilización y preservación <strong>de</strong> los acuíferos así como una<br />

prevención <strong>de</strong> nuevos casos <strong>de</strong> sobreexplotación. Progresivamente, orientada por las<br />

organizaciones internacionales, se normó una nueva política <strong>de</strong>l agua cuyo objetivo preten<strong>de</strong><br />

hallar sistemáticamente una mejor eficacia en la utilización <strong>de</strong>l recurso, ó sea una eventual<br />

reasignación, generalmente en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong>l principal sector <strong>de</strong> consumo en los países <strong>de</strong>l<br />

Sur: La agricultura. La difusión <strong>de</strong> semejante política “juega el mismo papel que el<br />

« Consenso <strong>de</strong> Washington » en el campo <strong>de</strong> las finanzas públicas.” (Blanchon, 2006).<br />

De este modo, México y Túnez experimentaron un proceso <strong>de</strong> reestructuración <strong>de</strong> la gestión<br />

<strong>de</strong> agua que se basa en dos pilares centrales: La transformación <strong>de</strong>l marco legal que rige y<br />

norma la gestión <strong>de</strong>l agua así como la <strong>de</strong>sconcentración y la <strong>de</strong>scentralización <strong>de</strong>l recurso.<br />

Bajo las presiones <strong>de</strong> los organismos financieros internacionales, mediante por ejemplo el<br />

otorgamiento <strong>de</strong> créditos, se inició un cambio <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo, <strong>de</strong> una gestión administrativa y<br />

altamente centralizada a una gestión territorial y participativa, por lo que confiere más lugar a<br />

una cooperación pública-privada y a los actores locales (stakehol<strong>de</strong>rs). La reorientación<br />

necesaria <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> agua y la reorganización <strong>de</strong>l marco institucional recalca la<br />

importancia <strong>de</strong>l balance entre local y global, entre actores y sectores <strong>de</strong> actividad, <strong>de</strong> la<br />

convergencia <strong>de</strong> las escalas <strong>de</strong> gestión, <strong>de</strong> la conciliación <strong>de</strong> diferentes objetivos económicos,<br />

sociales y ambientales.<br />

77 En México, 104 acuíferos están sujetos a la sobreexplotación, <strong>de</strong> los cuales 11 se ubican en el estado <strong>de</strong><br />

Chihuahua y se asocian a las principales ciuda<strong>de</strong>s y a los principales Distritos <strong>de</strong> Riego.<br />

78 El objetivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las Naciones Unidas para el Milenario consiste en “(…) reducir <strong>de</strong> mitad, en<br />

el mismo periodo, la proporción <strong>de</strong> las personas que no tiene acceso a agua potable o que no tienen los<br />

medios para conseguirla.” (Naciones Unidas, 2000). Según el mismo reporte, 1.1 mil millones <strong>de</strong> personas<br />

no tienen acceso a recursos suficientes en agua potable y 2.6 mil millones <strong>de</strong> personas no tienen acceso a un<br />

servicio <strong>de</strong> saneamiento <strong>de</strong> base.<br />

215


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

La problemática se precisa, entonces, en términos <strong>de</strong> cómo conciliar la satisfacción <strong>de</strong> las<br />

necesida<strong>de</strong>s inmediatas <strong>de</strong> las poblaciones locales y los objetivos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo a largo plazo<br />

<strong>de</strong> estos territorios, mientras existen restricciones sobre el recurso así como presiones sociales<br />

para el acceso al agua. A<strong>de</strong>más, se cuestiona sobre la estabilización <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda global <strong>de</strong><br />

agua, en un contexto <strong>de</strong> urbanización e intensificación <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s humanas. Al<br />

contestar a estas interrogaciones, se requiere consi<strong>de</strong>rar la diversidad <strong>de</strong> los modos <strong>de</strong> gestión<br />

y <strong>de</strong> los actores por lo que surge la temática <strong>de</strong> la buena gobernanza. Como lo señalan Bied-<br />

Charreton et al. (2006), la gobernanza <strong>de</strong> los recursos en agua, en los países en vías <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo, correspon<strong>de</strong> al objetivo prioritario <strong>de</strong> los gobiernos y <strong>de</strong> las instituciones<br />

internacionales, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la agenda política <strong>de</strong>l siglo XXI.<br />

Este artículo preten<strong>de</strong>, así, examinar las propuestas con respecto a la gobernanza <strong>de</strong> los<br />

recursos hídricos que ofrece el Sur-Este tunecino: Las políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo rural y <strong>de</strong> gestión<br />

<strong>de</strong> los recursos naturales en Túnez, relativamente precursoras, acumularon una experiencia<br />

valiosa (Elloumi et al., 2007). Lo anterior pue<strong>de</strong>, así, proporcionar algunas orientaciones ante<br />

las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gestión integrada <strong>de</strong>l recurso presente en el estado <strong>de</strong> Chihuahua, en<br />

términos <strong>de</strong> movilización óptima <strong>de</strong>l recurso, <strong>de</strong> competencia intersectoriales, <strong>de</strong> gestión<br />

<strong>de</strong>scentralizada <strong>de</strong>l agua agrícola y potable.<br />

Consecutivamente, el documento consta <strong>de</strong> cuatro secciones, ajustándose a la experiencia <strong>de</strong><br />

la región <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino. En una segunda sección, se precisarán el concepto <strong>de</strong><br />

gobernanza así como el marco teórico que se ofrece para analizar la gestión <strong>de</strong> los recursos<br />

naturales renovables. En una tercera sección, se expondrá la evolución <strong>de</strong> la política hidráulica<br />

<strong>de</strong> una gestión centralizada privilegiando el incremento <strong>de</strong> la oferta <strong>de</strong> agua hasta una gestión<br />

integrada. En una cuarta sección, se analizarán la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> agua así como la movilización<br />

<strong>de</strong> los recursos hídricos. En una quinta sección, se enfatizarán las estrategias para conciliar<br />

<strong>de</strong>sarrollo económico, equidad social y preservación <strong>de</strong> los recursos en términos <strong>de</strong> gestión<br />

integrada y participación <strong>de</strong> los actores locales, para luego concluir.<br />

216


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

2. Or<strong>de</strong>nación y gestión eficaz <strong>de</strong>l agua: El concepto <strong>de</strong> gobernanza<br />

La cuestión <strong>de</strong> una gestión eficaz <strong>de</strong> los recursos hídricos enfatiza la evolución <strong>de</strong> los modos<br />

<strong>de</strong> gobernanza, bajo el impulso <strong>de</strong> un proceso creciente <strong>de</strong> <strong>de</strong>scentralización en materia <strong>de</strong><br />

administración <strong>de</strong> los recursos naturales. Una aclaración <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> gobernanza se refiere<br />

a la intervención combinada <strong>de</strong> diferentes actores en un territorio así como a la capacidad <strong>de</strong><br />

dichos actores a producir políticas públicas coherentes. Requiere, a la vez, una coordinación<br />

<strong>de</strong> las acciones, lo que necesita un proceso <strong>de</strong> sincronización tal como la or<strong>de</strong>nación, y una<br />

coherencia que funda el reconocimiento <strong>de</strong> finalida<strong>de</strong>s comunes a lograr (Bertacchini, 2002).<br />

Asimismo, la gobernanza representa un proceso <strong>de</strong>volutivo que proce<strong>de</strong> en una transferencia<br />

<strong>de</strong> po<strong>de</strong>res, funciones y competencias <strong>de</strong>l Estado a instancias locales (colectivida<strong>de</strong>s,<br />

organización <strong>de</strong> sociedad civil, grupos <strong>de</strong> población…).<br />

De este modo, la problemática <strong>de</strong> la gobernanza sigue siendo un tema actual en la medida que<br />

se observa, en la mayoría <strong>de</strong> los casos, una intervención pública, todavía, prepon<strong>de</strong>rante.<br />

A<strong>de</strong>más, supone la existencia <strong>de</strong> una representación local legítima y responsable así como la<br />

eficacia en los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión. Por lo tanto, la presencia <strong>de</strong> varias normas, múltiples<br />

procedimientos e instancias genera legitimida<strong>de</strong>s diferentes que impactan en la or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong><br />

los recursos, introduciendo, en una cierta medida, confusión e incertidumbre.<br />

La naturaleza particular <strong>de</strong> los recursos hídricos condiciona, entonces, las dificulta<strong>de</strong>s en<br />

cuanto a la or<strong>de</strong>nación y a la gestión <strong>de</strong> tales recursos. Des<strong>de</strong> Samuelson (1954), los recursos<br />

hídricos pue<strong>de</strong>n caracterizarse por las propieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> non-exclusión 79 y <strong>de</strong> rivalidad 80 por lo<br />

que se clasifican <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una categoría particular, los bienes en común (Ostrom, 1990). En<br />

esta perspectiva, la contribución referente <strong>de</strong> Hardin (1968) señaló la situación en que varios<br />

usuarios se apropian un recurso común sin posibilidad <strong>de</strong> exclusión implicando que los costos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>gradación son colectivos mientras que los beneficios son individualizados.<br />

79 Un bien se <strong>de</strong>fine como non-exclusivo cuando es imposible <strong>de</strong> excluir un usuario <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong>l bien.<br />

80 La rivalidad ó divisibilidad <strong>de</strong>l bien significa que un bien no pue<strong>de</strong> ser consumido simultáneamente por<br />

un conjunto <strong>de</strong> individuos sin que la cantidad y la calidad, consumida por un individuo, reduzcan el<br />

consumo para los <strong>de</strong>más individuos. En otros términos el consumo <strong>de</strong> una cierta cantidad, por parte <strong>de</strong> un<br />

individuo, pue<strong>de</strong> limitar la cantidad y la calidad disponible para <strong>de</strong>más individuos potenciales (Samuelson,<br />

1954; Cornes & Sandler, 1996).<br />

217


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

De este modo, semejante recurso estaría inexorablemente con<strong>de</strong>nado a la sobreexplotación y<br />

al agotamiento. Lo anterior resulta en la “tragedia <strong>de</strong> los comunes”, “The tragedy of the<br />

Commons”, o cuando las estrategias individuales racionales conducen a resultados colectivos<br />

irracionales (Ostrom, 1990). Consecutivamente, cuando no existen reglas, el uso ó la gestión<br />

<strong>de</strong> los recursos colectivos se realiza bajo un esquema <strong>de</strong> libre acceso, con el riesgo <strong>de</strong> actuar,<br />

por parte <strong>de</strong> los usuarios, como pasajeros clan<strong>de</strong>stinos ó “free-ri<strong>de</strong>r”. Cada individuo pue<strong>de</strong>,<br />

entonces, utilizar el recurso público en agua sin contribuir, por ejemplo, al cuidado o<br />

mantenimiento <strong>de</strong> los equipamientos locales.<br />

Se subrayan, entonces, las dificulta<strong>de</strong>s en cuanto a la gestión <strong>de</strong> los recursos naturales, en la<br />

medida que se requiere resolver los problemas <strong>de</strong> interacciones individuales y los conflictos <strong>de</strong><br />

interés inducidos por el uso <strong>de</strong>l recurso. Se cuestiona, así, el régimen <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad<br />

sobre el recurso asimismo la contribución <strong>de</strong>l último a la asignación eficaz <strong>de</strong> los recursos, en<br />

particular en términos <strong>de</strong> gestión durable.<br />

Para Hardin (1968), ante la imposibilidad <strong>de</strong> una acción colectiva, se plantea, como solución,<br />

ó sea una privatización 81 con propiedad individual ó sea una intervención pública<br />

<strong>de</strong>terminando las condiciones <strong>de</strong> uso <strong>de</strong>l recurso colectivo. Por consiguiente, la reflexión<br />

previa ofrece los enfoques teóricos tradicionales, que confrontan los mecanismos <strong>de</strong><br />

colocación eficaz <strong>de</strong> los recursos, ó sea mediante el funcionamiento <strong>de</strong>l mercado o sea<br />

mediante la intervención pública para reducir las fallas <strong>de</strong>l mercado.<br />

Precisamente, la noción <strong>de</strong> gobernanza preten<strong>de</strong> “rebasar la dicotomía convencionalmente<br />

operada entre el mercado y el Estado como constituyendo las dos alternativas <strong>de</strong> asignación y<br />

gestión <strong>de</strong> recursos.”, (Bied-Charreton et al., 2006). Ciertas contribuciones <strong>de</strong>stacaron,<br />

entonces, la ambigüedad <strong>de</strong> la tesis <strong>de</strong>sarrollada por Hardin, resaltando que “la tragedia <strong>de</strong> los<br />

comunes” no se <strong>de</strong>be al carácter común <strong>de</strong> los recursos (propiedad común) sino a su libre<br />

acceso (Stevenson, 1991; Lych, 1999).<br />

81 En particular, según la escuela <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad, “Property Rights School”, se postula que la<br />

propiedad privada permita internalizar las externalida<strong>de</strong>s y garantice una gestión eficiente <strong>de</strong> los recursos.<br />

Se argumenta que una apropiación privativa sería la condición sine qua non a favor <strong>de</strong> una solución<br />

eficiente ante las externalida<strong>de</strong>s ambientales.<br />

218


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Asimismo, en oposición con la escuela estándar, se propuso una tercera vía mediante un<br />

régimen <strong>de</strong> propiedad común 82 para la asignación <strong>de</strong> los recursos (Ostrom, 1990; Stevenson,<br />

1991). Se formularon, así, los principios <strong>de</strong> un enfoque institucionalista que <strong>de</strong>staca<br />

mecanismos <strong>de</strong> regulación, formales ó informales, gobernando la viabilidad <strong>de</strong> los<br />

ecosistemas (Wa<strong>de</strong>, 1987; 1988; Ostrom, 1990; Bromley, 1991; Stevenson, 1991; entre otros).<br />

Así, Calvo-Mendieta (2004) indica que, bajo ciertas circunstancias, el régimen <strong>de</strong> propiedad<br />

común es perenne y quizás más eficaz que los regímenes <strong>de</strong> propiedad individual. Sería,<br />

entonces, conveniente referirse a la “tragedia <strong>de</strong> recursos en libre acceso” al lugar <strong>de</strong> la<br />

“tragedia <strong>de</strong> los comunes” para calificar la sobreexplotación <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong>scrita por<br />

Hardin (Weber 1992; Weber & Reveret 1993).<br />

Resulta que se perfilan diferentes formas <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad con una gestión <strong>de</strong> los<br />

recursos correspondiente, y esto en términos <strong>de</strong>l criterio <strong>de</strong> eficacia económica. En particular,<br />

lo anterior plantea el <strong>de</strong>sempeño sustancial <strong>de</strong> los costos <strong>de</strong> transacción 83 (Coase 1937, 1960;<br />

Williamson, 1985, 1996, 2000). De este modo, una <strong>de</strong> las causas <strong>de</strong> la ineficacia <strong>de</strong> la gestión<br />

pública se explica por el nivel <strong>de</strong> los costos <strong>de</strong> transacción que son, principalmente, costos <strong>de</strong><br />

exclusión, <strong>de</strong> control y <strong>de</strong> negociación, los cuales requieren medios financieros y físicos altos<br />

que pue<strong>de</strong>n ser fuentes <strong>de</strong> externalida<strong>de</strong>s negativas. Asimismo, ante los costos <strong>de</strong> transacción<br />

altos, la privatización pue<strong>de</strong> justificarse técnicamente. Por lo tanto, acarrea un costo social<br />

efectivo dado que pue<strong>de</strong>n excluirse las poblaciones locales por lo que cuestiona la eficacia <strong>de</strong><br />

tal régimen.<br />

82 Por “régimen <strong>de</strong> propiedad común”, se entien<strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres que un grupo <strong>de</strong><br />

usuarios comparten con respecto al recurso dado, así como las instituciones que <strong>de</strong>finen las condiciones <strong>de</strong><br />

acceso, <strong>de</strong> control, y los bienes y servicios <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>l recurso. Lo anterior pue<strong>de</strong> recubrir diferentes<br />

formas en función <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong>l recurso, <strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong>l grupo, <strong>de</strong> la cultura local y <strong>de</strong> los sistemas<br />

políticos, económicos y sociales que influyen en el territorio <strong>de</strong> un país dado (Bromley & Cernea, 1989;<br />

Ostrom, 1990).<br />

219


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

En cuanto a la gestión comunitaria, ésta faculta la reducción <strong>de</strong> los costos <strong>de</strong> control,<br />

esenciales en términos <strong>de</strong> externalida<strong>de</strong>s negativas y fenómenos <strong>de</strong> pasajeros clan<strong>de</strong>stinos 84 ,<br />

así como <strong>de</strong> los costos <strong>de</strong> gestión. Sin embargo, la alternativa <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad en<br />

común exige condiciones específicas como la capacidad <strong>de</strong> cooperación entre usuarios<br />

(Ostrom, 1990, 2003; Chandrakanth et al., 2004; Durant et al., 2004). Lo último solicita,<br />

entonces, la existencia <strong>de</strong> instituciones locales viables por lo que se necesitan reglas precisas<br />

<strong>de</strong> gestión y sanciones en cuanto a las conductas <strong>de</strong>svientes. Una gestión comunitaria non<br />

regulada, a cambio, equivaldría a un libre acceso con un riesgo alto <strong>de</strong> sobreexplotación y<br />

<strong>de</strong>gradación <strong>de</strong>l recurso. Baland y Platteau (1996) distinguen los recursos comunes<br />

“regulados” para los cuales la explotación y el acceso están regulados por reglas cotidianas<br />

localmente concebidas, <strong>de</strong> los recursos que no son regulados, es <strong>de</strong>cir que sólo el acceso está<br />

reglamentado sin estrategia <strong>de</strong> explotación.<br />

A continuación, se <strong>de</strong>mostró ampliamente que un recurso común no correspon<strong>de</strong> a un recurso<br />

con libre acceso por lo que numerosos recursos en propiedad común se gestionan <strong>de</strong> manera<br />

viable a largo plazo (Berkes et al., 1989). En el marco <strong>de</strong> la teoría neoclásica, Stevenson<br />

(1991) subrayó, a<strong>de</strong>más, que la propiedad común es menos eficiente a corto plazo pero más<br />

eficiente a mediano y largo plazo.<br />

Concretamente, no se halla, aún, una gestión comunitaria total, en el sentido <strong>de</strong> Ostrom,<br />

(1990), puesto que se presencia generalmente la intervención <strong>de</strong>l Estado a un nivel ó otro. Lo<br />

anterior conduce a consi<strong>de</strong>rar la importancia <strong>de</strong> la co-gestión <strong>de</strong>l recurso hídrico y la partición<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad entre el Estado y las comunida<strong>de</strong>s locales. En suma, el análisis<br />

teórico señala el concepto <strong>de</strong> gobernanza como una solución alternativa para la or<strong>de</strong>nación y<br />

la gestión <strong>de</strong> los recursos hídricos, más allá <strong>de</strong> la dicotomía “mercado-Estado”.<br />

Consecutivamente, la asignación eficaz <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> las instituciones, formales<br />

ó informales, <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad y <strong>de</strong> los costos <strong>de</strong> transacción.<br />

83 El aporte <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> los costos <strong>de</strong> transacción propone un marco teórico para explicar el conjunto <strong>de</strong><br />

las configuraciones institucionales que establecen la gestión <strong>de</strong> los recursos hídricos: Se selecciona la<br />

estructura organizacional que minimiza los costos (<strong>de</strong> producción y <strong>de</strong> transacción).<br />

84 Agrawal et al (2001) precisa que la existencia <strong>de</strong> un dispositivo para la resolución <strong>de</strong> los conflictos, <strong>de</strong><br />

reglas negociadas, <strong>de</strong> homogeneidad <strong>de</strong>l grupo, etc., permite limitar los comportamientos <strong>de</strong> “free-ri<strong>de</strong>r” y<br />

controlar <strong>de</strong> manera eficaz el acceso y el uso <strong>de</strong> los recursos.<br />

220


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Una gestión eficaz preten<strong>de</strong> lograr una minimización <strong>de</strong> los costos así como restringir los<br />

comportamientos oportunistas <strong>de</strong> los agentes económicos. A<strong>de</strong>más, requiere una aceptación y<br />

legitimidad por parte <strong>de</strong> los principales actores. Así, el cambio <strong>de</strong> los modos <strong>de</strong> gobernanza,<br />

con la transferencia <strong>de</strong> ciertos po<strong>de</strong>res a nivel local, implica negociaciones para la gestión<br />

durable <strong>de</strong>l recurso. Consecutivamente, las perspectivas <strong>de</strong> investigación confrontan, entonces,<br />

las realida<strong>de</strong>s concretas a los fundamentos teóricos previamente reseñados, lo que propone<br />

contemplar el análisis siguiente <strong>de</strong> las medidas a favor <strong>de</strong> la gobernanza <strong>de</strong>l agua en el Sur-<br />

Este tunecino.<br />

3. Evolución <strong>de</strong> la política regional <strong>de</strong>l agua en el Sur-Este tunecino<br />

La mayor parte <strong>de</strong> los recursos hidráulicos <strong>de</strong> la región se concentra en los recursos<br />

subterráneos aún si su utilización ha sido limitada. Sin embargo, la situación hidráulica <strong>de</strong>l<br />

Sur-Este tunecino presenta numerosas restricciones naturales, que traducen problemas <strong>de</strong><br />

acceso a capas subterráneas así como una <strong>de</strong>sigual distribución espacial <strong>de</strong> los recursos en<br />

agua dulce. El <strong>de</strong>sarrollo progresivo <strong>de</strong> las técnicas <strong>de</strong> perforación en los acuíferos<br />

profundos 85 permitió el auge <strong>de</strong> un cierto número <strong>de</strong> usos <strong>de</strong>l agua: Urbanos, turísticos,<br />

agrícolas, industriales.<br />

Insertada en las acciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo agrícola y rural realizadas en la región, la política <strong>de</strong>l<br />

agua ha representado, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el protectorado (1881), un eje fundamental <strong>de</strong> la estrategia <strong>de</strong>l<br />

Estado con respecto a la or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong>l territorio. Los primeros inventarios <strong>de</strong> recursos<br />

empezaron <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ese periodo. Los trabajos conducidos <strong>de</strong> pequeña y media hidráulica<br />

apuntaron como objetivo esencial el <strong>de</strong> hacer se<strong>de</strong>ntarias las poblaciones. Permitieron la<br />

ocupación permanente <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s, como Ben Guerdane, así como el auge <strong>de</strong> la<br />

agricultura en el litoral. Valorizar los territorios, mejorar las condiciones <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> las<br />

poblaciones rurales y, generalmente, pacificar el Sur-Este fueron motivos asociados a la<br />

planeación hidráulica <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la administración colonial. Hasta los años sesenta, la<br />

explotación <strong>de</strong>l agua era menor a los recursos, realmente estimados <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ese periodo.<br />

85 Las primeras tentativas se realizaron en 1896 durante el Protectorado en la región <strong>de</strong> Zarzis.<br />

221


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Ante los riesgos <strong>de</strong> déficit en agua y <strong>de</strong>l incremento <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s sectoriales, Túnez<br />

diseñó, a finales <strong>de</strong> los años sesenta, una política ambiciosa <strong>de</strong> gestión centralizada <strong>de</strong>l agua,<br />

orientada por el incremento <strong>de</strong> la oferta. Los po<strong>de</strong>res públicos integraron rápidamente, en sus<br />

planes <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo económico, consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> política hidráulica. La última, revisada<br />

cada cinco años, <strong>de</strong>staca como prioritaria la satisfacción <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s urbanas y<br />

turísticas. Semejantes <strong>de</strong>cisiones, con respecto al agua, se justificaron por el apoyo a las<br />

activida<strong>de</strong>s nacientes, fuentes <strong>de</strong> <strong>de</strong>visas, y por el análisis <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s económicas<br />

en<strong>de</strong>bles por parte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la agricultura irrigada en la región. Sin embargo, la<br />

partición <strong>de</strong>l recurso generó fuertes <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sectoriales así como espaciales por lo que el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la zona litoral se organizó a costa <strong>de</strong> los espacios <strong>de</strong> llanura.<br />

Con respecto al agua potable, las soluciones técnicas adoptadas procedieron en la<br />

multiplicación <strong>de</strong> perforaciones profundas, la creación <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> transferencias intercapas<br />

y <strong>de</strong> interconexiones <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s. Por lo tanto, las realizaciones hidráulicas, en los años<br />

sesenta y setenta, se vieron limitadas por el interés marginal que el Estado concedió a la<br />

región. La prioridad dada al suministro <strong>de</strong> agua potable en los centros urbanos y zonas<br />

turísticas, favoreció, a<strong>de</strong>más, la utilización <strong>de</strong> recursos non convencionales, para satisfacer el<br />

incremento <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s en un contexto competitivo entre usos sectoriales.<br />

La política <strong>de</strong> agua se tradujo, entonces, por un aumento sustancial <strong>de</strong> la presión sobre las<br />

capas subterráneas más dulces <strong>de</strong> la llanura <strong>de</strong> la Jeffara 86 . Lo anterior resultó, en los años<br />

ochenta, en la sobreexplotación <strong>de</strong> ciertas capas, como la manta <strong>de</strong> Zeuss-Koutine.<br />

La reorientación <strong>de</strong> la política hidráulica regional inició con la aplicación <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong><br />

ajuste estructural en Túnez, a finales <strong>de</strong> los años ochenta, y con una cierta liberación <strong>de</strong>l<br />

Estado. Hoy en día, la política hidráulica nacional se basa en dos ejes complementarios e<br />

integrados. El primero trata <strong>de</strong> una estrategia <strong>de</strong> movilización óptima <strong>de</strong> todos los recursos<br />

disponibles, convencionales ó no.<br />

86 Principal región natural, la Jeffara se presenta bajo la forma <strong>de</strong> una inmensa llanura aluvial. Tenuemente<br />

ondulada, se compone <strong>de</strong> estepas bastante pobres <strong>de</strong>sarrollándose en suelos sensibles a la erosión hídrica y<br />

eólica.<br />

222


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

El segundo eje privilegia la gestión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda que se apoya, principalmente, en un sistema<br />

<strong>de</strong> incentivos financieros para la promoción <strong>de</strong> equipamientos y tecnologías ahorrando el<br />

agua 87 , asociado a un sistema <strong>de</strong> incitaciones <strong>de</strong> tarifas para racionalizar los usos <strong>de</strong>l agua<br />

(agrícolas ó no). A<strong>de</strong>más, los po<strong>de</strong>res públicos buscan a modificar las formas <strong>de</strong> organización<br />

<strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong>l agua mediante medidas jurídicas, técnicas e institucionales.<br />

De este modo, el régimen jurídico ha evolucionado <strong>de</strong> una concepción patrimonial, dominada<br />

por el <strong>de</strong>recho privado y musulmán, hasta una concepción dominada por el <strong>de</strong>recho<br />

administrativo y las prerrogativas <strong>de</strong> la potencia pública. Lograda al momento <strong>de</strong> la<br />

colonización y reforzada <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en 1956, la organización <strong>de</strong> los modos<br />

<strong>de</strong> gestión <strong>de</strong>l agua fue inicialmente copiada sobre el mo<strong>de</strong>lo francés <strong>de</strong> un estado centralizado<br />

e intervencionista. Implementado en 1975, el código <strong>de</strong> aguas se enriqueció progresivamente<br />

por lo que <strong>de</strong>bía consi<strong>de</strong>rar los cambios estratégicos como las medidas para ahorrar el agua, la<br />

búsqueda <strong>de</strong> una valorización óptima etc. Al iniciar, dicho código se interesaba más en regir la<br />

movilización <strong>de</strong> los recursos que en administrar los múltiples factores susceptibles <strong>de</strong> influir<br />

en las <strong>de</strong>mandas sectoriales. Esta ten<strong>de</strong>ncia condujo al Estado a promulgar un cierto número<br />

<strong>de</strong> nuevos textos reglamentarios en el transcurso <strong>de</strong> los años 2000, los cuales hallan una mejor<br />

gobernanza <strong>de</strong>l agua mediante la sensibilización <strong>de</strong> los usuarios a fines <strong>de</strong> preservar este<br />

recurso.<br />

Sin embargo, aunque los fenómenos <strong>de</strong> sobreexplotación son, actualmente, más controlados,<br />

se utilizan, por lo tanto, las dos principales reservas <strong>de</strong> agua potable <strong>de</strong> la región a nivel <strong>de</strong> su<br />

capacidad <strong>de</strong> renovación natural, como lo indica el gráfico 1.<br />

La evolución <strong>de</strong> las captaciones en la manta <strong>de</strong> Zeuss-Koutine indica que, tras un primer<br />

periodo <strong>de</strong> disminución a finales <strong>de</strong> los años noventa, la curva se invirtió nuevamente. Las<br />

punciones operadas por los agricultores en las capas freáticas, que comunican con estos<br />

acuíferos, la constitución <strong>de</strong> perímetros irrigados por perforaciones profundas públicas y<br />

privadas etc. pue<strong>de</strong>n, entonces, generar otros procesos <strong>de</strong> sobreexplotación localizada.<br />

87 Mediante los subsidios públicos, 75% <strong>de</strong> la superficie nacional irrigada utiliza equipamientos ahorradores<br />

<strong>de</strong> agua, sea alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 300,000 ha (Banco Mundial, 2006). El objetivo <strong>de</strong>l Banco resi<strong>de</strong> en alcanzar<br />

perímetros irrigados integrablemente cubiertos por técnicas ahorradoras <strong>de</strong> agua en 2009.<br />

223


800<br />

700<br />

600<br />

500<br />

400<br />

300<br />

200<br />

100<br />

La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Gráfico 1: Evolución <strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong> las principales mantas profundas<br />

en el municipio <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>nine (en miles <strong>de</strong> m 3 ).<br />

0<br />

1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004<br />

Explotación <strong>de</strong> Zeuss-Koutine<br />

Explotación <strong>de</strong> Grès <strong>de</strong> Trias (Sahel el Ababsa Me<strong>de</strong>nine)<br />

Explotación moi-pliocène <strong>de</strong> la Jeffara<br />

Fuente: Elaboración propia<br />

Cabe mencionar que la sobreexplotación <strong>de</strong> las capas profundas <strong>de</strong> la Jeffara, a la mitad <strong>de</strong> los<br />

años noventa, condujo a una baja sustancial <strong>de</strong>l nivel piezométrico (alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> trece metros<br />

para la manta <strong>de</strong> Zeuss-Koutine) así como a una alteración progresiva <strong>de</strong> la calidad química <strong>de</strong><br />

las aguas. La sociedad nacional <strong>de</strong> explotación y <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong>l agua (SONEDE) se<br />

enfrentó a dificulta<strong>de</strong>s puntuales con respecto al abastecimiento correcto <strong>de</strong> la población <strong>de</strong><br />

Djerba, en particular durante los periodos estivales. A<strong>de</strong>más, las aguas movilizadas<br />

presentaron una salinidad alta, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2.8 gramos por litro en promedio. Esto se explica<br />

por el incremento <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s en uso <strong>de</strong> agua que se exponen a continuación.<br />

4. Demanda <strong>de</strong> agua y movilización óptima <strong>de</strong> los recursos<br />

El Sur-Este tunecino reagrupa alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 6% <strong>de</strong> la población tunecina y exhibe <strong>de</strong>nsida<strong>de</strong>s<br />

altas en las <strong>de</strong>legaciones <strong>de</strong> la isla <strong>de</strong> Djerba y en el litoral. Paralelamente, el crecimiento<br />

<strong>de</strong>mográfico fue alto en los años ochenta y noventa, a pesar <strong>de</strong> movimientos fuertes <strong>de</strong><br />

migración hacia ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Norte <strong>de</strong> Túnez, Europa y países árabes (Libia, Argelia…).<br />

224


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Lo anterior se acompañó <strong>de</strong> una urbanización sustancial en la llanura, que se tradujo por una<br />

partición <strong>de</strong>l territorio en cinco ciuda<strong>de</strong>s: Zarzis, Mé<strong>de</strong>nine, Tataouine, Ben Guerdane y<br />

Houmt Souk. No obstante, la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> agua en la región se caracteriza por un equilibrio<br />

relativo entre las necesida<strong>de</strong>s en agua <strong>de</strong> irrigación y en agua potable 88 . Los últimos años<br />

revelan, sin embargo, un crecimiento general <strong>de</strong> las extracciones por parte <strong>de</strong> los diferentes<br />

sectores <strong>de</strong> consumo.<br />

Los usos <strong>de</strong> agua se generan esencialmente a partir <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sector agrícola, <strong>de</strong> la<br />

alimentación en agua potable ó <strong>de</strong>l turismo (Cuadro 1). Aún, si es importante a escala<br />

regional, el sector industrial no ejerce una presión tan significativa sobre el agua 89 .<br />

El sector agrícola, al cual Túnez <strong>de</strong>dica más <strong>de</strong> 80% <strong>de</strong> sus recursos en agua, representa el<br />

primer sector <strong>de</strong> consumo, en la región, con 45% <strong>de</strong> los recursos subterráneos movilizados.<br />

Por lo tanto, el fenómeno reciente <strong>de</strong> explotación <strong>de</strong> las mantas profundas <strong>de</strong> la Jeffara, por el<br />

sector agrícola, crea una dinámica <strong>de</strong> extracciones que indica una intensificación <strong>de</strong> su<br />

participación, y esto dada la política <strong>de</strong> multiplicación <strong>de</strong> las superficies irrigadas: De 2,000,<br />

en los años noventa, hasta 7, 500 hectáreas actualmente.<br />

Así, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> este sector <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> altamente <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s<br />

públicas con respecto al acceso <strong>de</strong> las mantas profundas así como al apoyo financiero<br />

otorgado.<br />

En cuanto al uso doméstico, se prevé, para los próximos años, el crecimiento <strong>de</strong>l consumo <strong>de</strong><br />

agua doméstica, favorecido por la evolución <strong>de</strong> los comportamientos y el mejoro <strong>de</strong> los<br />

equipamientos <strong>de</strong> los hogares.<br />

La acentuación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda regional en agua se origina en la generalización <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong><br />

agua. Actualmente, la casi-totalidad <strong>de</strong> la población urbana y rural tiene acceso al agua<br />

potable, sea mediante la concesión directa a la red, sea mediante puntos <strong>de</strong> agua individuales ó<br />

gestionados en el marco <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> interés colectivo, como lo indica el cuadro 2.<br />

88 Este equilibrio se explica por la prepon<strong>de</strong>rancia <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> producción agrícola en “seco” y por la<br />

voluntad <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mantener la calidad <strong>de</strong> los recursos subterráneos para el agua potable,<br />

regulando el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la agricultura irrigada.<br />

89 A excepción <strong>de</strong> la zona petrolera y <strong>de</strong>sértica <strong>de</strong> El Borma en la frontera argelina.<br />

225


Municipio<br />

<strong>de</strong> Mé<strong>de</strong>nine<br />

Municipio <strong>de</strong><br />

Tataouine<br />

Total<br />

Sur-Este<br />

La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Cuadro 1: Distribución por usos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda en agua subterránea (Sur-Este tunecino).<br />

Usos<br />

Capas profundas<br />

(Datos 2003)<br />

Capas freáticas<br />

(Datos 2005)<br />

Total en Mm 3 Proporción en %<br />

Agricultura 5.67 13.52 19.19 39.9<br />

Doméstica 20.78 - 20.78 43.2<br />

Turismo 7.82 - 7.82 16.3<br />

Industria 0.30 - 0.3 0.6<br />

Sub-total 34.57 13.52 48.09 100<br />

Agricultura 5.58 7.32 12.90 55.4<br />

Doméstica 3.41 - 3.41 14.6<br />

Turismo 0.04 - 0.04 0<br />

Industria 6.94 - 6.94 30<br />

Sub-total 15.97 7.32 23.29 100<br />

Agricultura 11.25 20.84 32.09 45<br />

Doméstica 24.19 - 24.19 33.9<br />

Turismo 7.86 - 7.86 11<br />

Industria 7.24 - 7.24 10.1<br />

Sub-total 50.44 20.84 71.38 100<br />

Fuente: DGRE/SONEDE, datos en millones <strong>de</strong> metros cúbicos (Mm 3 ).<br />

Cuadro 2: Tasa <strong>de</strong> cobertura y <strong>de</strong> conexión al agua potable (Sur-Este tunecino).<br />

Municipios<br />

Tasa <strong>de</strong> cobertura (en %) Tasa <strong>de</strong> conexión (en %)<br />

Urbano Rural Total Urbano Rural Total<br />

Mé<strong>de</strong>nine 100 95,4 98,9 91,5 35 78,9<br />

Tataouine 100 98 99,2 94,4 53,8 78,1<br />

Fuente: Oficina <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong>l Sur (ODS), 2003, según los datos <strong>de</strong> la SONEDE.<br />

Paradójicamente, este cambio implicó un acceso efectivo al recurso hídrico mediante nuevas<br />

exigencias financieras, por parte <strong>de</strong> los usuarios cuyas necesida<strong>de</strong>s en agua se incrementan, y<br />

esto aún si la cuestión <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong> agua potable (pero no el saneamiento) tien<strong>de</strong> a<br />

solucionarse.<br />

Esta paradoja se traduce por formas mercantiles <strong>de</strong> abastecimiento (Gráfico 2). Los hogares<br />

rurales compran a los suministradores, por camión cisterna <strong>de</strong> transporte <strong>de</strong> agua.<br />

226


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

El merchandising <strong>de</strong> las aguas subterráneas origina, entonces, nuevas restricciones financieras<br />

y riesgos <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las poblaciones rurales, mientras traduce el cambio <strong>de</strong> una cultura<br />

<strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> penuria a una cultura <strong>de</strong> permanencia <strong>de</strong>l abastecimiento en agua. De este modo,<br />

implica la vigilancia <strong>de</strong>l Estado para que este fenómeno no se convierta en un factor<br />

suplementario <strong>de</strong> aumento <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s entre usuarios. De hecho, existen diferencias<br />

<strong>de</strong> tarifas importantes a nivel <strong>de</strong>l abastecimiento en agua potable <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las zonas rurales<br />

según el tipo <strong>de</strong> operador (Romagny & Guillaume, 2004).<br />

Gráfico 2: Esquema <strong>de</strong> abastecimiento en agua: Zonas rurales <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Recarga<br />

GIC<br />

Irrigación<br />

(ex PPI)<br />

Cisternas enterradas<br />

(Majels, Fesguias)<br />

Usos mixtos<br />

Irrigación complementaria,<br />

abrever el ganado, usos<br />

domésticos etc.<br />

AGUAS SUPERFICIALES<br />

Fuente: Elaboración propia<br />

227<br />

Movilización Instalaciones <strong>de</strong> CES<br />

(Jessour, Tabias,…)<br />

AGUAS SUBTERRANEAS<br />

Movilización<br />

Irrigación<br />

Perforaciones públicas Perforaciones privadas<br />

SONEDE<br />

Venta y compra <strong>de</strong> agua<br />

AEP: Alimentación en Agua Potable<br />

CES: Conservación <strong>de</strong> Aguas y<br />

Suelos<br />

GIC: Grupo <strong>de</strong> Interés Colectivo<br />

GIC, AEP<br />

Usos mixtos<br />

Llenado <strong>de</strong> los majels en periodos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>fícit hidrico, irrigación<br />

complementaria directa en las<br />

parcelas y usos domesticos<br />

PPI: Perímetro Público Irrigado<br />

SONEDE: Sociedad Nacional <strong>de</strong> Explotación y Distribución <strong>de</strong> Agua<br />

Transportadores<br />

Cisternas remolcadas<br />

Perimetros irrigados<br />

privados


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Por en<strong>de</strong>, la actividad turística <strong>de</strong>berá ejercer una fuerte presión sobre el consumo <strong>de</strong>l agua. La<br />

zona <strong>de</strong> Djerba-Zarzis constituye uno <strong>de</strong> los principales polos turísticos <strong>de</strong> Túnez y representa<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 20% <strong>de</strong>l parque hotelero nacional 90 . El <strong>de</strong>sarrollo turístico <strong>de</strong> dicha zona inició a<br />

partir <strong>de</strong> los finales <strong>de</strong> los años ochenta, el número <strong>de</strong> turistas multiplicándose por 4 y la<br />

capacidad por 3 entre 1984 y 1999 (Palluault, 2003). No obstante, la expansión <strong>de</strong> la actividad<br />

generó fuertes necesida<strong>de</strong>s en agua por lo que se <strong>de</strong>finió como un eje central <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong><br />

or<strong>de</strong>nación <strong>de</strong>l territorio. A<strong>de</strong>más, estimula sustancialmente el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> otras activida<strong>de</strong>s,<br />

artesanía, transportes y construcción, lo que le confiere un papel primordial en la economía <strong>de</strong><br />

la región. Dado lo anterior, se justificaron las transferencias costosas inter-cuencas y la<br />

creación <strong>de</strong> dos plantas <strong>de</strong> <strong>de</strong>salinización <strong>de</strong> aguas salobres 91 .<br />

Así, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años ochenta, la participación <strong>de</strong>l turismo en el consumo global <strong>de</strong> agua potable<br />

<strong>de</strong>l municipio <strong>de</strong> Mé<strong>de</strong>nine varía entre 15% y 35%. Por lo tanto, ésta tien<strong>de</strong> a reducirse en los<br />

últimos años, por las medidas ahorradoras <strong>de</strong> agua, los eventos geopolíticos etc. El sector<br />

consume, sin embargo, ocho millones <strong>de</strong> metros cúbicos <strong>de</strong> agua en 2003, dos veces más que<br />

en 1992 92 .<br />

Los usos <strong>de</strong>l agua, previamente señalados, ejercen, entonces, una presión fuerte en las capas<br />

profundas <strong>de</strong> agua dulce, que constituyen reservas estratégicas dado su papel en el<br />

abastecimiento <strong>de</strong> las zonas urbanas y turísticas. Sin embargo, la preservación a largo plazo <strong>de</strong><br />

la calidad apareció como un objetivo mayor <strong>de</strong> la política hidráulica regional. Así, la gestión<br />

está regida por un conjunto <strong>de</strong> medidas <strong>de</strong>stinadas a limitar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las captaciones<br />

agrícolas y/ó a favorecer la infiltración <strong>de</strong> las aguas <strong>de</strong> escurrimiento pluvial mediante<br />

instalaciones <strong>de</strong> conservación <strong>de</strong> aguas y suelos.<br />

90 Túnez, con 4 millones <strong>de</strong> turistas por año, representa uno <strong>de</strong> los principales <strong>de</strong>stinos turísticos <strong>de</strong>l<br />

continente africano. Su posición dominante se explica por el auge <strong>de</strong>l turismo en Djerba y la constitución<br />

<strong>de</strong> polos atractivos en el Sur tunecino. La creación, en 2009, <strong>de</strong> una estación <strong>de</strong> <strong>de</strong>salinización <strong>de</strong> agua <strong>de</strong>l<br />

mar en Djerba se relaciona directamente al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la capacidad hotelera <strong>de</strong> la isla.<br />

91 La primera estación <strong>de</strong> este tipo en Túnez ha sido realizada en la isla <strong>de</strong> Kerkennah en 1974, seguida por<br />

otras en el Sur <strong>de</strong>l país. Estas unida<strong>de</strong>s utilizan la técnica <strong>de</strong> la ósmosis inversa para la <strong>de</strong>salinización <strong>de</strong><br />

aguas salobres <strong>de</strong> las capas. Las capacida<strong>de</strong>s instaladas actualmente alcanzan 80,000 m 3 /día. Conciernen la<br />

ciudad <strong>de</strong> Gabès, la isla <strong>de</strong> Djerba (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1999) y la región <strong>de</strong> Zarzis (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2000).<br />

92 De este modo, un turista en Djerba utiliza todavía cuatro a cinco veces más agua que un habitante <strong>de</strong>l<br />

Sur-Este tunecino, esto a pesar <strong>de</strong> los esfuerzos en dirección <strong>de</strong>l ahorro <strong>de</strong>l agua y <strong>de</strong> las campañas <strong>de</strong><br />

sensibilización.<br />

228


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Consecutivamente, la <strong>de</strong>salinización <strong>de</strong> aguas salobres se presentó como una solución parcial<br />

ante el problema <strong>de</strong> <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>l agua distribuida por la red <strong>de</strong> aducción en el<br />

bor<strong>de</strong> litoral. Se <strong>de</strong>sarrolló, así, el uso <strong>de</strong> recursos non-convencionales por lo que, a finales <strong>de</strong><br />

los noventas, la apertura <strong>de</strong> plantas <strong>de</strong> <strong>de</strong>salinización empujó el ritmo <strong>de</strong> creación <strong>de</strong><br />

estructuras hoteleras sobre el litoral así como el ritmo <strong>de</strong> generación <strong>de</strong> perímetros irrigados en<br />

la llanura. Por lo tanto, las disponibilida<strong>de</strong>s ofrecidas por las aguas non-convencionales no<br />

permitieron respon<strong>de</strong>r a una <strong>de</strong>manda creciente dada la emergencia <strong>de</strong> nuevos actores. Así, la<br />

utilización <strong>de</strong>l agua salada pue<strong>de</strong> crear la ilusión <strong>de</strong> una solución <strong>de</strong>finitiva para la cuestión <strong>de</strong><br />

la escasez <strong>de</strong>l agua. No obstante, las plantas <strong>de</strong> <strong>de</strong>salinización implican restricciones<br />

tecnológicas, energéticas y financieras 93 que <strong>de</strong>ben ser comparadas a los beneficios esperados.<br />

Por ejemplo, las gran<strong>de</strong>s presas generaron costos humanos y ambientales notables evaluados<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su construcción. En consecuencia, aún si la solución <strong>de</strong> la <strong>de</strong>salinización se<br />

extien<strong>de</strong> al Norte y al Sur <strong>de</strong>l Mediterráneo 94 , existen técnicas alternativas menos costosas y<br />

menos agresivas para el medio ambiente.<br />

Lo anterior conduce a valorizar dicha agua <strong>de</strong>salada, es <strong>de</strong>cir dirigirla en prioridad a sectores<br />

con un valor añadido alto, como el turismo. Asimismo, cuando las aguas se <strong>de</strong>stinan a la<br />

alimentación <strong>de</strong> agua potable, convendría reutilizarla sistemáticamente para ciertos usos (riego<br />

<strong>de</strong> los espacios ver<strong>de</strong>s). Por en<strong>de</strong>, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una perspectiva <strong>de</strong> lucha en contra <strong>de</strong>l cambio<br />

climático, las nuevas necesida<strong>de</strong>s energéticas, en cuanto a la producción <strong>de</strong> recursos en agua<br />

non convencionales, <strong>de</strong>ben ser optimizadas.<br />

Paralelamente, mediante el tratamiento bioquímico 95 que mejora, el uso <strong>de</strong> las aguas usadas se<br />

percibe más como un recurso fecundo y provi<strong>de</strong>ncial, que pue<strong>de</strong>n limitar las situaciones <strong>de</strong><br />

penuria y pobreza.<br />

93<br />

El costo medio <strong>de</strong>l metro cúbico <strong>de</strong> agua <strong>de</strong>salada pasó <strong>de</strong> 1.2 dólares en 1995 hasta 0.5-1 dólar en 2005,<br />

según el método utilizado.<br />

94<br />

África <strong>de</strong>l Norte y el Medio Oriente tienen 60% <strong>de</strong> la capacidad mundial en <strong>de</strong>salinización <strong>de</strong> agua <strong>de</strong>l<br />

mar y aguas salobres. El conjunto <strong>de</strong> la región produce 2.5 mil millones <strong>de</strong> metros cúbicos <strong>de</strong> agua por año.<br />

Argelia anunció recientemente la creación <strong>de</strong> 13 unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>salinización en el Oeste <strong>de</strong>l país. El Sur <strong>de</strong><br />

España utiliza ya esta técnica masivamente para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la agricultura irrigada.<br />

229


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Cirelli (2006) precisa que la reutilización <strong>de</strong> las aguas usadas se practica intensivamente en los<br />

cultivos urbanos y permite sostener una agricultura <strong>de</strong> subsistencia por lo que presenta varias<br />

ventajas como una economía <strong>de</strong> agua limpia, la extensión <strong>de</strong> la superficie cultivada, la<br />

reducción <strong>de</strong> la presión sobre los recursos en agua, en particular en las zonas áridas etc. Por lo<br />

tanto, las aguas usadas brutas se utilizan, sin tratamiento previo, para la irrigación <strong>de</strong> cultivos<br />

hortofrutícolas lo que pue<strong>de</strong>n causar problemas <strong>de</strong> salud, entre otros 96 .<br />

De este modo, si respecta el medio ambiente y los principios <strong>de</strong> una concertación entre todos<br />

los actores, el esparcimiento <strong>de</strong> aguas usadas representa una solución “integrada”, adaptada a<br />

los problemas <strong>de</strong> saneamiento urbano y <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> alimentos, en particular para los<br />

territorios con restricciones hídricas. El reciclo <strong>de</strong> aguas usadas urbanas así como <strong>de</strong> los<br />

residuos domésticos, para la fertilización <strong>de</strong> los suelos, permitiría no sólo respon<strong>de</strong>r a una<br />

preocupación legitima <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> los hombres y <strong>de</strong>l medio ambiente, sino igualmente<br />

crear perímetros irrigados, bajo ciertas condiciones. Dichas condiciones son principalmente<br />

financieras por lo que se relacionan a altos costos que implican los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>puración <strong>de</strong><br />

aguas 97 : Las recaudaciones percibidas por la SONEDE para la oficina nacional <strong>de</strong><br />

saneamiento (ONAS) duplican la factura <strong>de</strong> agua pagada por los consumidores, en las<br />

ciuda<strong>de</strong>s tunecinas; La realización <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> saneamiento en las zonas <strong>de</strong> habitación<br />

dispersada es costosa etc.<br />

A estos aspectos financieros, se aña<strong>de</strong>n problemas <strong>de</strong> escala que restringen el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los<br />

perímetros irrigados a zonas peri-urbanas ó hábitat rural aglomerado. Se necesitan volúmenes<br />

<strong>de</strong> aguas usadas suficientes para satisfacer las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> irrigación importantes, en<br />

función <strong>de</strong> las condiciones climáticas y <strong>de</strong> los tipos <strong>de</strong> cultivos.<br />

Los proyectos integrados correspon<strong>de</strong>n a objetivos <strong>de</strong>finidos por el Estado en el área <strong>de</strong> la<br />

conservación <strong>de</strong> los recursos en aguas subterráneas.<br />

95<br />

Aún si está <strong>de</strong>batido por consi<strong>de</strong>raciones sanitarias y ambientales (contaminación posible <strong>de</strong> los suelos y<br />

<strong>de</strong> las capas freáticas).<br />

96<br />

Aunque existen reglamentaciones recientes, frecuentemente poco aplicadas ó ineficaces en los países <strong>de</strong>l<br />

Sur.<br />

97<br />

El tratamiento <strong>de</strong> las aguas usadas, para su uso sin peligro en la agricultura, es complejo a gestionar y<br />

costoso a implementar. Para rebasar el nivel <strong>de</strong> tratamiento segundario, que se <strong>de</strong>fine como la norma<br />

admitida para ciertos usos agrícolas <strong>de</strong> las aguas usadas tratadas, se aña<strong>de</strong>n 5 centavos <strong>de</strong> euro por metro<br />

230


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Tal opción requiere obviamente una coordinación reforzada entre la SONEDE y ONAS así<br />

como una implicación <strong>de</strong> los agricultores que <strong>de</strong>ben reagruparse en la perspectiva <strong>de</strong> una<br />

gestión <strong>de</strong>scentralizada <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> reutilización <strong>de</strong> las aguas usadas tratadas. Por en<strong>de</strong>,<br />

la implementación <strong>de</strong> las instalaciones a<strong>de</strong>cuadas solicita un grado avanzado <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong><br />

las aguas para superar las restricciones en cuanto a la utilización <strong>de</strong> las aguas usadas con fines<br />

agrícolas. Se impone, entonces, en calidad <strong>de</strong> alternativa ineludible en numerosas regiones aún<br />

si se dificulta la generalización <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> aplicación 98 . En los países en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo,<br />

existe una fuerte <strong>de</strong>manda para nuevas opciones tecnológicas <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong> aguas usadas<br />

que <strong>de</strong>muestran un funcionamiento sencillo, un consumo bajo <strong>de</strong> consumo energético, costos<br />

<strong>de</strong> gestión y mantenimiento bajos, etc. dado que el costo total <strong>de</strong> las instalaciones no <strong>de</strong>be ser<br />

mayor al costo <strong>de</strong> un tratamiento convencional 99 .<br />

En suma, el incremento actual <strong>de</strong> las captaciones tien<strong>de</strong>, entonces, a generar expectativas <strong>de</strong><br />

una movilización <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> los recursos disponibles en la región. Las autorida<strong>de</strong>s<br />

tunecinas supieron satisfacer las necesida<strong>de</strong>s crecientes mientras limitaron las situaciones <strong>de</strong><br />

sobre-explotación. A<strong>de</strong>más, fueron capaces <strong>de</strong> mantener la calidad <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong> agua<br />

potable, creando al mismo tiempo nuevos recursos útiles para la agricultura irrigada. Sin<br />

embargo, <strong>de</strong>ben apoyarse en una estrategia hidráulica adaptada que favorece una mejor<br />

complementariedad entre los recursos y los territorios así como una participación <strong>de</strong> los<br />

actores locales.<br />

5. Participación <strong>de</strong> los actores locales y gestión integrada <strong>de</strong>l recurso<br />

Como se señaló previamente, las políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo rural y la gestión <strong>de</strong> recursos naturales<br />

experimentaron importantes transformaciones, a partir <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> lucha en contra <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sempleo y <strong>de</strong> la pobreza, implementados en los primeros años <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia hasta las<br />

diferentes generaciones <strong>de</strong> proyectos integrados (Romagny & Hajji, 2006).<br />

cúbico <strong>de</strong> agua <strong>de</strong>purada. Para lograr las normas ambientales más altas, se necesitan al menos 15 centavos<br />

<strong>de</strong> euro suplementarios por metro cúbico <strong>de</strong> agua tratada.<br />

98<br />

En el Sur-Este tunecino, se utiliza sólo una parte pequeña <strong>de</strong> las aguas usadas en el contexto <strong>de</strong> la<br />

explotación agrícola y espacios ver<strong>de</strong>s en la isla <strong>de</strong> Djerba.<br />

99<br />

Las investigaciones se orientan hacia los bio-reactores anaeróbicos funcionando a temperatura ambiente<br />

y produciendo energía.<br />

231


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Por lo tanto, el cambio más notable consistió en reconocer el papel-clave <strong>de</strong> los actores<br />

locales, mediante asociaciones <strong>de</strong> usuarios <strong>de</strong>l agua que se <strong>de</strong>nominaron sucesivamente:<br />

Asociación <strong>de</strong> interés colectivo (AIC), Agrupamiento <strong>de</strong> interés colectivo (GIC),<br />

Agrupamiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo agrícola (GDA).<br />

La <strong>de</strong>scentralización <strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong>l agua a nivel <strong>de</strong> los municipios se tradujo por la<br />

generalización progresiva <strong>de</strong> las formas <strong>de</strong> gestión asociativa. En 1989, todos los organismos<br />

agrícolas regionales se fusionaron en un organismo único, el centro regional <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

agrícola (CRDA). Paralelamente, se buscó la implicación <strong>de</strong> los usuarios locales en la gestión<br />

<strong>de</strong>l recurso mediante la reactivación, en 1987, <strong>de</strong> las antiguas AIC, <strong>de</strong>nominadas GDA en<br />

2004. Estas revisiones sucesivas, al marco legislativo <strong>de</strong> las asociaciones <strong>de</strong> usuarios <strong>de</strong> agua,<br />

ilustran una cierta forma <strong>de</strong> tanteo por parte <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s tunecinas en cuanto a las<br />

orientaciones <strong>de</strong>finidas para estas nuevas organizaciones: Mantener un lugar para la gestión <strong>de</strong><br />

la administración u orientarse hacia una real autonomía <strong>de</strong> las asociaciones y, entonces, hacia<br />

mecanismos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones y participaciones más <strong>de</strong>mocráticas (Bachta & Zaïbet, 2007).<br />

Actualmente, el país cuenta con más <strong>de</strong> 3,000 agrupaciones <strong>de</strong> tres tipos: Grupo <strong>de</strong> Interés<br />

Colectivo (GIC) <strong>de</strong> irrigación cuyo número dobló entre 1995 y 2004, GIC <strong>de</strong> agua potable<br />

abasteciendo 219,000 hogares y GIC mixtos. La ausencia <strong>de</strong> perspectiva histórica, la fuerte<br />

disparidad entre las situaciones regionales, así como las múltiples modificaciones <strong>de</strong> los textos<br />

reglamentarios no permiten evaluar claramente los resultados <strong>de</strong> dicho acuerdo institucional<br />

en términos <strong>de</strong> viabilidad <strong>de</strong> las infraestructuras, <strong>de</strong> eficacia <strong>de</strong> gestión y <strong>de</strong> buen<br />

funcionamiento <strong>de</strong> los mecanismos <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión colectiva (Bachta & Zaïbet, 2007).<br />

De este modo, trabajos indican que sólo un cuarto <strong>de</strong> las GIC son eficaces mientras la mitad<br />

necesita todavía la organización <strong>de</strong> Comisarías Regionales <strong>de</strong> Desarrollo Agrícola (CRDA),<br />

un cuarto estando subsidiado por el Estado. Varios estudios <strong>de</strong> casos subrayan igualmente<br />

importantes disfunciones <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las GIC y sus dificulta<strong>de</strong>s para lograr una verda<strong>de</strong>ra<br />

autonomía (Boukraa, 2002; Al Atiri, 2005; Elloumi et al., 2005; Gana & El Amrani, 2005;<br />

Romagny et al., 2006, etc.).<br />

232


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Sin embargo, en cuanto a la transformación <strong>de</strong> las GIC en Grupos <strong>de</strong> Desarrollo Agrícola<br />

(GDA), a través <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>l 15 marzo <strong>de</strong> 2004, el reporte <strong>de</strong>l Banco Mundial (2006) se<br />

cuestiona sobre el funcionamiento <strong>de</strong> “esta visión <strong>de</strong> agrupaciones <strong>de</strong> agricultores con<br />

intereses múltiples, gestionando el agua <strong>de</strong> irrigación, la producción agrícola, la compra <strong>de</strong><br />

insumos y la comercialización <strong>de</strong> los productos”. Los expertos temen que las necesida<strong>de</strong>s<br />

específicas <strong>de</strong> los agricultores ó grupos <strong>de</strong> agricultores no puedan ser cubiertas por “un<br />

mo<strong>de</strong>lo “cajón <strong>de</strong> sastre”.<br />

En la mayoría <strong>de</strong> los países en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, la existencia previa <strong>de</strong> una organización<br />

local y la participación <strong>de</strong> los usuarios se volvieron condiciones sine qua non para cualquier<br />

ayuda a las políticas agrícolas e hidráulicas, por parte <strong>de</strong> las organizaciones acreedoras. Por lo<br />

tanto, se dificulta el reconocimiento <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s locales como socios <strong>de</strong> pleno <strong>de</strong>recho<br />

en el proceso <strong>de</strong> negociación con respecto a la gestión <strong>de</strong> recursos comunes como el agua. La<br />

noción <strong>de</strong> participación no pue<strong>de</strong> ser analizada afuera <strong>de</strong> los actores, tampoco afuera <strong>de</strong> los<br />

contextos <strong>de</strong> acción en que se ejerce (Leroy, 2005). Uno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> semejante enfoque,<br />

sería conseguir un verda<strong>de</strong>ro proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>scentralización en el que la participación <strong>de</strong> las<br />

poblaciones apareciera como un fin en sí en vez <strong>de</strong> una herramienta que facilite los proyectos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, asegurando un acuerdo entre los intereses que animan los diferentes po<strong>de</strong>res.<br />

Implica el logro <strong>de</strong> compromisos explícitos y negociados entre los actores interviniendo en las<br />

estructuras.<br />

Aunque las reformas entabladas en el área <strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong> agua a nivel local y la<br />

implementación <strong>de</strong>l enfoque participativo constituyen un eje central <strong>de</strong> las políticas hidráulicas<br />

nacionales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años noventa, su aplicación concreta genera problemas, particularmente<br />

en términos <strong>de</strong> re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> las modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso al agua y <strong>de</strong> reorganización <strong>de</strong> las<br />

relaciones entre los agricultores y el Estado.<br />

Por falta <strong>de</strong> una transferencia real <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> las asociaciones, la reforma lleva a<br />

veces a resultados opuestos a los esperados. La acción colectiva no se refuerza y, al contrario,<br />

se observa una exacerbación <strong>de</strong> las estrategias individuales y una diferenciación creciente<br />

entre los agricultores.<br />

233


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Sólo los que pue<strong>de</strong>n asegurarse una cierta autonomía en el abastecimiento <strong>de</strong> agua, mediante<br />

construcción <strong>de</strong> perforaciones individuales, encuentran en la irrigación un medio a favor <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sus explotaciones.<br />

El marco colectivo <strong>de</strong> las GIC se traduce, así, siendo un elemento que restringe, en lugar <strong>de</strong><br />

ayudar, la gestión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s locales (Romagny & Riaux, 2007). El<br />

reto <strong>de</strong> una verda<strong>de</strong>ra gestión <strong>de</strong>l agua concertada entre todos los actores, <strong>de</strong>l local al global,<br />

lleva al tema <strong>de</strong> la gestión integrada <strong>de</strong> los recursos, bajo una forma convencional ó no, con<br />

formas <strong>de</strong> complementariedad entre recursos, usos y territorios.<br />

Así, en el último <strong>de</strong>cenio, el crecimiento generalizado <strong>de</strong> los sectores <strong>de</strong> consumo genera<br />

riesgos <strong>de</strong> exacerbación <strong>de</strong> la competición intersectoriales para el acceso y el uso <strong>de</strong> los<br />

recursos subterráneos. Este fenómeno se inició en los años sesenta, cuando el abastecimiento<br />

<strong>de</strong> los centros urbanos se basaba en la explotación <strong>de</strong> capas freáticas locales. El surgimiento <strong>de</strong><br />

señales <strong>de</strong> sobreexplotación <strong>de</strong> estas capas condujo a las autorida<strong>de</strong>s a concebir, a escala<br />

regional, una interconexión <strong>de</strong> las re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> transferencias para alimentar las zonas urbanas en<br />

agua potable mediante perforaciones profundas. A partir <strong>de</strong> los años setenta, la estrategia<br />

hidráulica regional diferenció estrictamente entre los usos <strong>de</strong> los acuíferos según la<br />

profundidad y calidad: Las capas freáticas se <strong>de</strong>stinaron a los usos agrícolas así que la capa<br />

costera salobre <strong>de</strong> la Jeffara. En cambio, las mantas profundas dulces se consi<strong>de</strong>raban como<br />

reservas estratégicas para la SONEDE y se explotaban para usos non-agrícolas. Sin embargo,<br />

este sistema tien<strong>de</strong> a modificarse ante la <strong>de</strong>salinización <strong>de</strong> aguas en la capa costera, la<br />

reducción <strong>de</strong> las restricciones <strong>de</strong> acceso al agua con fines <strong>de</strong> irrigación, por lo que los riesgos<br />

<strong>de</strong> competición intersectorial reaparecen.<br />

Lo anterior participa a un <strong>de</strong>bate que opone los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sarrollo intensivo <strong>de</strong> la<br />

agricultura irrigada y los que insisten en la necesidad <strong>de</strong> favorecer los sectores con alto valor<br />

añadido, como el turismo, la industria y los servicios. Más allá <strong>de</strong> los aspectos <strong>de</strong> equidad<br />

social en el acceso al agua, conviene relativizar la importancia <strong>de</strong> las formas <strong>de</strong> competición y<br />

los riesgos que pue<strong>de</strong>n originarse a corto plazo, aunque ciertos estudios <strong>de</strong>stacan el impacto <strong>de</strong><br />

un crecimiento simultáneo <strong>de</strong> todos los usos sobre las extracciones <strong>de</strong> la capa <strong>de</strong> los grès <strong>de</strong><br />

Trias (Palluault, 2003; Romagny et al., 2006).<br />

234


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Esta competición se relaciona esencialmente a la expansión, en los años noventa, <strong>de</strong><br />

perímetros irrigados a los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> perforaciones públicas y <strong>de</strong> explotaciones<br />

disponiendo <strong>de</strong> autorizaciones <strong>de</strong> perforaciones profundas en los sectores reservados,<br />

anteriormente, a la captación <strong>de</strong>l agua potable.<br />

Paralelamente, las prácticas <strong>de</strong> “re-cavaduras” <strong>de</strong> pozos <strong>de</strong> superficie llevan a veces a una<br />

movilización creciente <strong>de</strong> los acuíferos con una profundidad media. Lo último señala los<br />

límites <strong>de</strong>l marco legislativo que no permite una protección eficaz <strong>de</strong> las reservas <strong>de</strong> aguas<br />

dulces. Por lo tanto, el proceso <strong>de</strong> sobreexplotación <strong>de</strong> las capas proce<strong>de</strong> más <strong>de</strong> la<br />

intensificación <strong>de</strong> la utilización por parte <strong>de</strong> la SONEDE que al crecimiento <strong>de</strong> las<br />

extracciones para el sector agrícola 100 .<br />

A medida que los riesgos <strong>de</strong> sobreexplotación se precisen, arbitrajes se realizan para limitar el<br />

ritmo <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> nuevas perforaciones. La gestión <strong>de</strong>l agua indica, entonces, una ten<strong>de</strong>ncia<br />

hacia una cierta forma <strong>de</strong> flexibilidad <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s públicas 101 con el otorgamiento <strong>de</strong><br />

autorización para perforaciones privadas y restricciones <strong>de</strong> acceso en las zonas <strong>de</strong> captaciones.<br />

De este modo, aún si no son <strong>de</strong>spreciables, las formas <strong>de</strong> competición entre sectores son<br />

limitadas y relativamente controladas. El dispositivo hidráulico actual busca a integrar las<br />

formas <strong>de</strong> complementariedad entre recursos, usos y territorios (Palluault & Romagny, 2007),<br />

como lo indica el cuadro 3. Esta integración en la gestión <strong>de</strong> los recursos emana <strong>de</strong> estrategias<br />

antiguas, basadas en la utilización <strong>de</strong> varias fuentes en un mismo lugar en función <strong>de</strong> su<br />

calidad y <strong>de</strong> su caudal.<br />

Se hallan igualmente formas <strong>de</strong> complementariedad entre territorios mediante la<br />

implementación <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> transferencias, sistemas <strong>de</strong> canalizaciones, sobre distancias<br />

medias (entre 15 y 50 km), para la irrigación <strong>de</strong> nuevos perímetros.<br />

100 El uso agrícola es ampliamente un uso segundario en lo que concierne las capas <strong>de</strong> Zeuss-Koutine y <strong>de</strong><br />

los grès <strong>de</strong> Trias <strong>de</strong> Mé<strong>de</strong>nine (respectivamente 4,2 % y 11,8 % en 2004), aunque su participación haya<br />

sensiblemente aumentado en estos últimos años.<br />

101 El CRDA <strong>de</strong> Tataouine ha observado el mismo tipo <strong>de</strong> comportamiento con respecto a las capas<br />

profundas en la llanura. Después <strong>de</strong> haber tratado <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r a una <strong>de</strong>manda social para el acceso al agua<br />

agrícola, las autorida<strong>de</strong>s adoptan actualmente una postura pru<strong>de</strong>nte frente a riesgos <strong>de</strong> extensión rápida <strong>de</strong><br />

la actividad agrícola en la región.<br />

235


Recursos<br />

Usos<br />

AEP rural<br />

(hábitat<br />

dispersado)<br />

AEP urbano<br />

(hábitat <strong>de</strong>nso)<br />

Turismo (hoteles)<br />

Industria<br />

Agricultura pluvial<br />

Agricultura<br />

irrigada<br />

La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Cuadro 3: Relaciones recursos-usos sectoriales <strong>de</strong>l agua (2005).<br />

Aguas <strong>de</strong><br />

superficie (lluvias<br />

etc.)<br />

Cisternas<br />

enterradas (majels,<br />

fesguias)<br />

Cisternas<br />

enterradas<br />

Instalaciones <strong>de</strong><br />

CES (jessour,<br />

tabias)<br />

Capas<br />

freáticas<br />

236<br />

Aguas subterráneas<br />

Capas profundas<br />

GIC <strong>de</strong> agua potable<br />

Red <strong>de</strong> la SONEDE :<br />

medidores privados<br />

Red SONEDE +<br />

Perforaciones privadas<br />

(irrigación)<br />

Red SONEDE +<br />

Perforaciones privadas<br />

Compras <strong>de</strong> agua hacia GIC o puntos <strong>de</strong><br />

agua privados por la irrigación<br />

complementaria<br />

Pozos <strong>de</strong> Perforaciones privadas o<br />

superficie públicas gestionadas por<br />

privados GIC<br />

Recursos non<br />

convencionales<br />

Desalinización <strong>de</strong><br />

aguas salobres<br />

Desalinización <strong>de</strong><br />

aguas salobres<br />

Desalinización <strong>de</strong><br />

agua <strong>de</strong> mar<br />

(prevista en 2009)<br />

Aguas usadas<br />

tratadas<br />

(GIC <strong>de</strong> irrigación)<br />

Por lo tanto, tales proyectos no correspon<strong>de</strong>n a objetivos económicos sino a la necesidad <strong>de</strong><br />

ofrecer perspectivas locales bajo la forma <strong>de</strong> empleos: Los ingresos generados por la actividad<br />

agrícola no pue<strong>de</strong>n cubrir los gastos <strong>de</strong> funcionamiento y <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> estos sistemas<br />

hidráulicos. Traduce, así, las contradicciones <strong>de</strong> una política <strong>de</strong>l agua que persigue objetivos<br />

<strong>de</strong> movilización óptima <strong>de</strong> los recursos pero cuya finalidad socio-económica no está<br />

claramente <strong>de</strong>finida. Según el Banco Mundial (2006), el Estado tunecino interviene en el<br />

sector agrícola esencialmente por razones sociales por lo que existe un arbitraje entre los<br />

diferentes objetivos <strong>de</strong> la política agrícola: Se trata <strong>de</strong> mantener la estabilidad social y la<br />

seguridad alimenticia por lo que tiene impactos negativos sobre la competitividad <strong>de</strong>l sector.<br />

Lo anterior lleva a una ina<strong>de</strong>cuación entre los instrumentos y los objetivos. Resulta que ni los<br />

objetivos sociales ni los económicos están contemplados <strong>de</strong> manera óptima. Estas<br />

contradicciones se observan en los perímetros irrigados colectivos, mediante las dificulta<strong>de</strong>s<br />

que enfrentan las nuevas instituciones locales como los GIC ó GDA.


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

A través <strong>de</strong> diferentes experiencias relacionadas a proyectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo participativos y <strong>de</strong><br />

gestión integrada <strong>de</strong> recursos naturales, Túnez trata <strong>de</strong> recrear condiciones <strong>de</strong> una acción<br />

colectiva eficaz y <strong>de</strong>scentralizada, penalizada por varios <strong>de</strong>cenios <strong>de</strong> intervenciones públicas.<br />

Hoy en día, la ten<strong>de</strong>ncia se orienta hacia una necesaria <strong>de</strong>scentralización y, entonces, una<br />

participación creciente <strong>de</strong> los actores locales. Por lo tanto, cómo se concilia esta exigencia con<br />

las estructuras tradicionales <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> recursos locales que <strong>de</strong>saparecieron ampliamente,<br />

mientras que se mantuvieron, por ejemplo, en las montañas marroquíes. La participación se<br />

funda en una representación <strong>de</strong> los actores locales que no du<strong>de</strong>n en orquestar una renovación<br />

continúa <strong>de</strong> las estructuras <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo.<br />

6. Conclusión<br />

La problemática <strong>de</strong>l agua, a la cual se enfrentan las regiones áridas, cuestiona, entonces, el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sectores económicos, <strong>de</strong> la agricultura irrigada etc., que dificulta el proceso <strong>de</strong><br />

construcción <strong>de</strong> una gestión integrada y <strong>de</strong> buen gobernanza <strong>de</strong> los recursos hídricos. La<br />

situación reseñada, para la región <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino, presenta, sin embargo, un panorama<br />

favorable en términos <strong>de</strong> seguridad en el aprovisionamiento y preservación <strong>de</strong> los recursos<br />

subterráneos. La utilización progresiva <strong>de</strong> aguas non-convencionales, las medidas ahorradoras<br />

<strong>de</strong> agua y la orientación <strong>de</strong> las extracciones hacia mantas poco explotadas permitieron<br />

garantizar las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s estratégicas, <strong>de</strong>sarrollar nuevos sectores<br />

económicos y favorecer un re-equilibrio regional a favor <strong>de</strong> las zonas marginales <strong>de</strong> la Jeffara.<br />

Sin embargo, la seguridad <strong>de</strong>l abastecimiento <strong>de</strong> agua potable se realizó mediante inversiones<br />

sustanciales en las técnicas <strong>de</strong> <strong>de</strong>salinización. Por lo tanto, la multiplicación <strong>de</strong> los perímetros<br />

irrigados y el aumento <strong>de</strong> las manchas urbanas siguen cuestionado la preservación <strong>de</strong> los<br />

acuíferos. De esta forma, las reformas implementadas, a nivel local, para la gestión <strong>de</strong>l agua y<br />

el impulso <strong>de</strong> un enfoque participativo constituyen ejes centrales <strong>de</strong> las políticas hidráulicas<br />

nacionales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años noventa. No obstante, la aplicación concreta <strong>de</strong> dichas reformas<br />

implica problemas, en particular, en cuanto a la re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> las modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso al<br />

agua y <strong>de</strong> la reorganización en las relaciones entre agricultores y Estado.<br />

237


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

Este análisis indica, así, que la gobernanza <strong>de</strong>l agua en las regiones áridas ó semi-áridas<br />

contempla una multiplicidad <strong>de</strong> objetivos, a veces antagónicos. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l control <strong>de</strong> los<br />

riesgos, se trata <strong>de</strong> conciliar una valorización económica, ambiental, patrimonial y cultural <strong>de</strong>l<br />

agua con su preservación a largo plazo. Al implementar una gestión integrada <strong>de</strong> los recursos,<br />

se <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rar el agua bajo todas sus formas, convencional ó no, para todos los usuarios,<br />

asociando una gestión concertada entre todos los actores, <strong>de</strong>l local al global. En consecuencia,<br />

en el Sur-Este tunecino, la gestión <strong>de</strong> los recursos en agua no se limita a la sola a<strong>de</strong>cuación<br />

entre oferta y <strong>de</strong>manda. Ante el grado actual <strong>de</strong> movilización <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> los recursos, el<br />

seguimiento <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> agua requiere una modificación <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong>l Estado, es <strong>de</strong>cir<br />

promover formas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo adaptadas a la rarefacción <strong>de</strong> los recursos. A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>be<br />

estimular nuevos arbitrajes a diferentes niveles, intersectoriales, interregionales e<br />

intergeneracionales (Margat, 2004). En las zonas <strong>de</strong>sfavorecidas, dichos arbitrajes no <strong>de</strong>ben<br />

traducirse por una <strong>de</strong>bilitación <strong>de</strong> los actores más vulnerables. Las políticas públicas pue<strong>de</strong>n<br />

lograr un equilibrio entre el apoyo a proyectos individuales ó colectivos <strong>de</strong> las poblaciones<br />

locales, por parte, y la protección <strong>de</strong> los intereses generales, como la preservación <strong>de</strong> los<br />

recursos hídricos, por otra parte. Conviene, entonces, renunciar a una visión rígida y normativa<br />

<strong>de</strong> la explotación <strong>de</strong> los recursos a beneficio <strong>de</strong> una eficacia generada por los actores locales<br />

que son los primeros beneficiarios y actores <strong>de</strong> su gestión. Por en<strong>de</strong>, uno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las regiones áridas resi<strong>de</strong> en una <strong>de</strong>scentralización <strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong>l agua que<br />

pueda mantener ó recuperar una gestión comunitaria autónoma, frente una mo<strong>de</strong>rnización<br />

legítima que implica una intervención benéfica <strong>de</strong>l Estado.<br />

Referencias<br />

AGARWAL A. & NARAIN S. (1991). Global Warming in an Unequal World: A Case of Environmental<br />

Colonialism. New Delhi: Centre for Science and Environment, 1991.<br />

AL ATIRI R. (2005). “Analyse <strong>de</strong>s politiques hydrauliques. Cas <strong>de</strong> la Tunisie.”, en : L'avenir <strong>de</strong> l'agriculture<br />

irriguée en Méditerranée. Nouveaux arrangements institutionnels pour une gestion <strong>de</strong> la <strong>de</strong>man<strong>de</strong> en eau,<br />

S. Bouarfa et al. (éds. sci.), actes du séminaire Wa<strong>de</strong>med, Cahors, France, novembre 2006. CIRAD, Montpellier,<br />

France.<br />

ARNOULD P. & HOTYAT M. (TEXTES REUNIS PAR) (2003). Eau et environnement. Tunisie et milieux<br />

méditerranéens. ENS Éditions, 201 p.<br />

238


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

AUBIN J.P. (1977). La mort du <strong>de</strong>vin, l’émergence du démiurge. Essai sur la contingence et la viabilité <strong>de</strong>s<br />

systèmes. Paris, Seuil. 1977<br />

BACHTA M.S. & ZAÏBET L. (2007). “Les innovations institutionnelles comme adaptations à l'évolution du<br />

contexte <strong>de</strong>s périmètres irrigués : cas <strong>de</strong> la Tunisie. ” en : L'avenir <strong>de</strong> l'agriculture irriguée en Méditerranée.<br />

Nouveaux arrangements institutionnels pour une gestion <strong>de</strong> la <strong>de</strong>man<strong>de</strong> en eau, S. Bouarfa et al. (éds. sci.), actes<br />

du séminaire Wa<strong>de</strong>med, Cahors, France, novembre 2006. CIRAD, Montpellier, France.<br />

BALAND J.M & PLATTEAU J.P (1996). Halting Degradation of Natural Resources. Is therea Role for Rural<br />

Communities?, Oxford University Press. 1996.<br />

BANQUE MONDIALE (2006). Tunisie, examen <strong>de</strong> la politique agricole. Eau, environnement, développement<br />

social et rural, région Moyen-Orient et Afrique du Nord. Version finale, rapport n°35239-TN, 20 juillet, 108 p.<br />

BEN OUEZDOU H. & TROUSSET P. (2002). “Aménagements hydrauliques dans le Sud-est tunisien. ” en :<br />

actes du colloque "Contrôle et distribution <strong>de</strong> l'eau dans le Maghreb antique et médiéval", 22-25 mars, Tunis,<br />

Tunisie.<br />

BERKES F., FEENY D., MCCAY B.J., ACHESON J.M. (1989). “The Benefits of the Commons”, Nature,<br />

vol. 340, 13, pp: 91-93.<br />

BERTACCHINI Y. (2002). “Concertation territoriale et politique territoriale concertée”, Laboratoire Le Pont,<br />

Département Services et Réseaux <strong>de</strong> Communication, Université <strong>de</strong> Toulon et du Var.<br />

BIED-CHARRETON M., MAKKAOUI R., PETIT O., REQUIER-DESJARDINS M. (2006). “La<br />

gouvernance <strong>de</strong>s ressources en eau dans les pays en développement : enjeux nationaux et globaux. ”, Mon<strong>de</strong>s en<br />

Développement, vol.34 (3), pp: 39-62.<br />

BLANCHON D. (2006). “Marchés <strong>de</strong> l'eau et hiérarchies territoriales en Afrique du Sud. ” en : La mondialisation<br />

côté Sud. Acteurs et territoires, J. Lombard et al. (éds. sci.), IRD Éditions, ENS, Paris, p. 231-248.<br />

BONVALLOT J. (1979). “Comportement <strong>de</strong>s ouvrages <strong>de</strong> petite hydraulique dans la région <strong>de</strong> Mé<strong>de</strong>nine au<br />

cours <strong>de</strong>s pluies exceptionelles <strong>de</strong> Mars 1972. ”, Cahiers ORSTOM, Série Sciences Humaines, vol XVI (3), pp:<br />

223-249.<br />

BONVALLOT J. (1992). “Plaidoyer pour les jessour. Tunisie du Sud. ”, en : L'aridité : une contrainte au<br />

développement. Caractérisation, réponses biologiques, stratégies <strong>de</strong>s sociétés, E. Le Floc'h et al. (éds. sci.),<br />

ORSTOM Éditions, coll. Didactiques, Paris, p. 507-517.<br />

BOUKRAA R. (2002). “Gestion étatique et gestion associative <strong>de</strong> l'eau potable en milieu rural. Analyse <strong>de</strong><br />

l'expérience tunisienne. ” en : Mondialisation et sociétés rurales en Méditerranée. États, société civile et stratégies<br />

<strong>de</strong>s acteurs, M. Elloumi (sous la dir. <strong>de</strong>), IRMC-Karthala, Paris, p. 399-405.<br />

BROMLEY D.W. (1991). Environment and Economy. Property Rights and Public Policy, Cambridge- MA,<br />

Basil Blackwell, 1991.<br />

BROMLEY, D.W & CERNEA M. M. (1989). The Management of Common property Resources: Some<br />

Conceptual and Operational Fallacies. Washington: The World Bank. 1989.<br />

CALVO-MENDIETA I. (2004), “Conflits d’usage dans la gestion <strong>de</strong>s ressources en eau: analyse territoriale <strong>de</strong>s<br />

mo<strong>de</strong>s <strong>de</strong> régulation”, Actes <strong>de</strong> la journée d’étu<strong>de</strong>s « Les territoires <strong>de</strong> l’eau », Université d’Artois, Arras, 26 mars<br />

2004.<br />

239


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

CHANDRAKANTH, M.G., BHAT MAHADEV, G., ACCAVVA, M.S. (2004), “Socio-economic changes<br />

and sacred groves in South India: Protecting a community-based resource management institution”, Natural<br />

Resources Forum, vol. 28, pp: 102–111.<br />

CIRELLI C. (2006). “La vulnérabilité sociale d'une ressource abondante : épandage <strong>de</strong>s eaux usées et protection<br />

<strong>de</strong> l'environnement au Mexique. ”, Géocarrefour, "La pénurie d'eau (2) : donnée naturelle ou question sociale ?",<br />

vol. 81 (1) pp: 73-82.<br />

CLARK C.W. (1976). Mathematical bioeconomics: the optimal management of renewable resources. N.Y.,<br />

Wiley & Sons, 1976.<br />

COASE, R.H. (1937). “The Nature of the Firm”. Economica, n° 4, pp: 386-405.<br />

COASE, R. (1960). “The problem of Social Cost”, Journal of Law and Economics, vol. 3, pp: 1-44.<br />

COMISIÓN NACIONAL DEL AGUA (2003). “Estadísticas <strong>de</strong>l agua en México.”, 1ª Ed. México D.F.<br />

CORNES R. & SANDLER T. (1996). The Theory of Externalities, Public Goods and Club Goods, Cambridge<br />

University Press, 303 p. 1996.<br />

DURANT, R F., CHUN, Y-P., KIM, B., LEE, S. (2004) “Toward a new governance paradigm for<br />

environmental and natural resources management in the 21st century?” Administration and Society, vol. 35 (6),<br />

pp : 643-682.<br />

ELLOUMI M. & SGHAIER M. (2005). L'agriculture et les différents usages <strong>de</strong> l'eau dans la zone SASS en<br />

Tunisie. Analyse socio-économique. Rapport OSS-SASS, phase II, 73 p.<br />

ELLOUMI M., SELMI S., CHEMAK F. (2005). “Les nouvelles formes <strong>de</strong> gouvernance et <strong>de</strong> gestion <strong>de</strong>s<br />

ressources naturelles en Tunisie”. en : actes du colloque "Les institutions du développement durable <strong>de</strong>s<br />

agricultures du Sud", SFER, 7-9 novembre, Montpellier, France.<br />

GADSDEN H., RODRÍGUEZ J., MUÑOZ C., NÚÑEZ D. & HINOJOSA O. (2003). Monitoring Drought in<br />

Chihuahua. Voices of Mexico, CISAN-UNAM. Number 63. April-June.<br />

GANA A. & EL AMRANI M. (2005). “Dynamiques institutionnelles et gestion <strong>de</strong>s risques hydrauliques en<br />

Tunisie et au Maroc : vers un développement durable ? ” en : actes du colloque "Les institutions du développement<br />

durable <strong>de</strong>s agricultures du Sud", SFER, 7-9 novembre, Montpellier, France.<br />

GENIN D., GUILLAUME H., OUESSAR M., OULED BELGACEM A., ROMAGNY B., SGHAIER M.,<br />

TAÂMALLAH H. (ÉDS. SCI.) (2006). Entre désertification et développement. La Jeffara tunisienne, Tunis,<br />

Céres éditions-IRD-IRA, 351 p.<br />

GUILLAUME H., GENIN D., NOURI H. (2006). “Entre jessour, oliveraies et steppes : <strong>de</strong>s dynamiques agroterritoriales<br />

en question. ”, en : Entre désertification et développement. La Jeffara tunisienne, D. Genin et al.<br />

(éds. sci.), Céres éditions-IRD-IRA, Tunis, p. 217-233.<br />

HARDIN G. (1968). “The Tragedy of the Commons.”, Science, vol.162. pp: 1243-1248.<br />

HILL J. & WOODLAND W. (2003). “Contrasting water management techniques in Tunisia: towards<br />

sustainable agricultural use. ”, The Geographical Journal, vol.169 (4), pp: 342-357.<br />

JIMÉNEZ U. M. (1996). “Inestabilidad climática e implicaciones para la agricultura. Necesidad <strong>de</strong> Renovación<br />

<strong>de</strong> Políticas: El caso <strong>de</strong> la sequía.”, Presentado en el V Congreso Internacional “La Transformación <strong>de</strong> la Empresa<br />

en la Agricultura”, San José, Costa Rica. Septiembre 16-19 <strong>de</strong> 1996.<br />

240


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

LE CERCLE DES ECONOMISTES & ORSENNA E (2007). Un mon<strong>de</strong> <strong>de</strong> ressources rares.<br />

PERRIN/Descartes & Cie, 207 p.<br />

LEROY M. (2005). La participation et l'implication <strong>de</strong>s populations dans les projets <strong>de</strong> développement et <strong>de</strong><br />

coopération décentralisée : une revue critique <strong>de</strong> la littérature. EDF R&D, département ICAME, 90 p.<br />

LYCH O.J. (1999). “Promoting legal recognition of community based property rights, including the commons:<br />

some theoretical consi<strong>de</strong>rations”, Paper presented at a Symposium of the International Association for the study of<br />

Common Property and the Workshop in Political Theory and Policy Analysis, Indiana University, Bloomington,<br />

Indiana, June 7.<br />

MARGAT J. (AVEC LA COLLABORATION DE S. TREYER) (2004). L'eau <strong>de</strong>s Méditerranéens : situation<br />

et perspectives. MEDA, Agence <strong>de</strong> l'eau Rhône-Méditerranée-Corse, Plan Bleu PNUE/PAM, Sophia-Antipolis,<br />

347 p.<br />

NATION UNIES, (2000). Déclaration du Millénaire <strong>de</strong>s Nations Unies.<br />

http://www.un.org/french/millenaire/ares552f.htm<br />

OSTROM E. (1990). Governing the Commons: The Evolution of Institutions for Colective Action. Cambridge<br />

Univ. Press. New York, 1990.<br />

OSTROM, E. (2003). “How types of goods and property rights jointly affect collective action”, Journal of<br />

Theoretical Politics, vol. 15 (3), pp: 239-270.<br />

PALLUAULT S. & ROMAGNY B. (2007). Quelle gouvernance <strong>de</strong> l'eau dans un espace ari<strong>de</strong> en mutation ?<br />

Réflexions à partir du cas du Sud-est tunisien. Rapport final du programme JEFF-OR, volet "eau", 39 p.<br />

PALLUAULT S. (2003). Le développement <strong>de</strong>s périmètres irrigués privés en Jeffara. Mémoire <strong>de</strong> DEA<br />

"Géographie et pratique du développement", université Paris X-INAPG, 150 p.<br />

PALLUAULT S. (2006). “Les modalités d'inscription <strong>de</strong>s politiques publiques <strong>de</strong> l'eau en milieu ari<strong>de</strong> : Enjeux,<br />

Pratiques, Régulations. Le cas du Sud-est tunisien. ”, en : actes <strong>de</strong> "la III e conférence internationale sur les<br />

ressources en eau dans le bassin méditerranéen", 1-3 novembre, Tripoli, Liban, CD-Rom, 14 p.<br />

PALLUAULT S., ELLOUMI M., ROMAGNY B., SGHAIER M., (2005). “Gestion <strong>de</strong> la rareté <strong>de</strong> l'eau et<br />

inégalités face à la ressource dans le Sud-est tunisien. ”, en : actes du colloque international "Pauvreté hydraulique<br />

et crises sociales, perspectives <strong>de</strong> recherche et d'actions". IRD UR 044-ISIIMM-université Ibn Zohr d'Agadir,<br />

faculté <strong>de</strong>s lettres et <strong>de</strong>s sciences humaines d'Agadir-Ford foundation, Agadir, Maroc, 12-15 décembre, 15 p.<br />

PEARCE D. & WARFORD J.J. (1993). World without end. Economics, environment and sustainable<br />

<strong>de</strong>velopment. World Bank and Oxford University Press, 440 p. 1993.<br />

RODRÍGUEZ P. J., GIDDINGS L., GADSDEN H. & BOKEN, K. (2005). “Agricultural Drought in North-<br />

Central Mexico.”, en "A Comprehensive Book on Drought, Monitoring and Predicting Agricultural Droughts: A<br />

Global Study". Oxford University Press, 2005.<br />

ROMAGNY B. & GUILLAUME H. (2004). “L'accès à l'eau potable dans la Jeffara tunisienne : contradictions<br />

et nouvelles perspectives. ”, La Houille Blanche, n° 1, pp: 52-59.<br />

ROMAGNY B. & HAJJI A. (2006). “Principales orientations et évolution <strong>de</strong>s politiques publiques <strong>de</strong><br />

développement rural <strong>de</strong> 1960 à nos jours. ”, en : Entre désertification et développement. La Jeffara tunisienne,<br />

D. Genin et al. (éds. sci.), Céres éditions-IRD-IRA, Tunis, p. 115-136.<br />

241


La gobernanza <strong>de</strong>l agua en espacios áridos en mutación:<br />

La experiencia <strong>de</strong>l Sur-Este tunecino<br />

ROMAGNY B. & RIAUX J., (2007). “La gestion communautaire <strong>de</strong> l'eau agricole à l'épreuve <strong>de</strong>s politiques<br />

participatives : regards croisés Tunisie/Maroc. ”, Hydrological Sciences-Journal-<strong>de</strong>s Sciences Hydrologiques, vol.<br />

52(6), Special Section: Dryland Hydrology in Mediterranean Regions : pp : 1179-1196.<br />

ROMAGNY B., PALLUAULT S., BEN OUEZDOU H., (2006). “L'eau au coeur <strong>de</strong>s stratégies <strong>de</strong><br />

développement durable. ”, en : Entre désertification et développement. La Jeffara tunisienne, D. Genin et al. (éds.<br />

sci.), Céres éditions-IRD-IRA, Tunis, p. 245-264.<br />

SAMUELSON P. A. (1954). “The Pure Theory of Public Expenditure.”, Review of Economics and Statistics,<br />

November.<br />

STEVENSON G.G. (1991). Common Property Theory; a General theory and Land Use Applications. Cambridge<br />

University Press, 256 p., 1991.<br />

WADE R. (1987). Common Property Resource Management. Washington, D.C.: National Aca<strong>de</strong>my Press, 1987.<br />

WADE R. (1988). Village Republics: Economic Conditions for Collective Action in South India. Cambridge,<br />

New York : Cambridge University Press, 1988.<br />

WALTERS C. (1986). Adaptive management of renewable resources. N.Y., Mc Millan Publ. Comp.<br />

WEBER J. & REVERET J.P. (1993). “Biens communs: Les leurres <strong>de</strong> la privatisation. Le Mon<strong>de</strong><br />

Diplomatique. Savoirs, n°2, “Une terre en renaissance. Les semences du développement durable”.<br />

WEBER J. & REVERET J.P. (1993). “Biens communs: Les leurres <strong>de</strong> la privatisation”, dans Une terre en<br />

renaissance, ORSTOM, Le Mon<strong>de</strong> Diplomatique, Collection Savoirs, pp :1-6.<br />

WEBER J. (1992). “Environnement, Développement et Propriété : Une approche épistémologique. », In J. Pra<strong>de</strong>s<br />

& G. Vaillancourt, Environnement, Développement, Ethique, Montréal, ed. Fi<strong>de</strong>s, 1992.<br />

WILLIAMSON, O.E. (1985). The economic institution of capitalism. The Free Press, New York. 1985.<br />

WILLIAMSON, O.E (1996). The Mechanisms of Governance. Oxford University Press, New York. 1996.<br />

WILLIAMSON, O.E. (2000). “The New Institutional Economics: Taking Stock, Looking Ahead”, Journal of<br />

Economic Literature, Vol. 38, pp: 595–613.<br />

242


Resumen<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

243<br />

Alfonso Cortazar Martínez<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong><br />

Chihuahua, México<br />

Instituto <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Administración<br />

acortaza@uacj.mx<br />

Especificar clara y plenamente los campos o áreas en las que <strong>de</strong>ben<br />

localizarse en su funcionamiento los elementos <strong>de</strong> la evaluación <strong>de</strong><br />

proyectos, es uno <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong> este artículo. Precisamente, se preten<strong>de</strong><br />

establecer el lugar correspondiente a la evaluación social en un marco <strong>de</strong><br />

activida<strong>de</strong>s simples y complejas, singulares y plurales, particulares y<br />

generales, i<strong>de</strong>ales y realizables, que se forman entre los grupos económicos<br />

y sociales conformados por seres que diariamente viven a expensas <strong>de</strong> los<br />

mejores atinos <strong>de</strong> los tomadores <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, sean éstos públicos o<br />

privados. Así, el proyecto <strong>de</strong> inversión <strong>de</strong>be <strong>de</strong>mostrar la factibilidad al usar<br />

los recursos en una acción específica. Sin consi<strong>de</strong>rar los términos metódicos<br />

que se aplican a la formulación <strong>de</strong> un proyecto, es en la evaluación <strong>de</strong>l<br />

mismo don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong> radicar la discrepancia entre una toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión que<br />

busca impactos sociales, frente a una toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión cuyo fin es la<br />

recuperación aumentada <strong>de</strong> la inversión. Entonces, los indicadores para<br />

evaluar y <strong>de</strong>cidir sobre un proyecto son distintos porque el objetivo y el<br />

interés también lo son. La i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> una problemática social llevará a<br />

caracterizar un proyecto social como un conjunto <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s<br />

coordinadas que realizan personas e instituciones para alcanzar finalida<strong>de</strong>s<br />

compartidas y <strong>de</strong>seadas como soluciones <strong>de</strong> esos problemas y carencias <strong>de</strong><br />

ahí que el proyecto es la movilización <strong>de</strong> recursos para la solución buscada.<br />

Así, los puntos, relacionados con la evaluación social en las ciencias<br />

sociales, se sujetan a la siguientes cuestiones generales: ¿Se <strong>de</strong>be hablar <strong>de</strong><br />

evaluación social, evaluación económica o evaluación económico-social<br />

(socioeconómica)?; ¿Cuáles son las <strong>de</strong>cisiones a las que <strong>de</strong>be llegarse con<br />

base en los indicadores <strong>de</strong> evaluación social y en los <strong>de</strong> evaluación<br />

económica?<br />

Palabras Clave: Evaluación social, Evaluación económica,<br />

Indicadores, Proyectos <strong>de</strong> inversión.<br />

Clasificación JEL: Y4, Y 80<br />

Este documento fue la base <strong>de</strong> la conferencia La Evaluación Social en las Ciencias Sociales, que sustentó<br />

el autor el 27 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2006, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l IX Ciclo <strong>de</strong> Conferencias: Temáticas, Problemáticas y Diálogos<br />

entre Disciplinas, organizado por el Programa <strong>de</strong> Licenciatura en Sociología.


1. Introducción.<br />

244<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

Uno <strong>de</strong> los problemas que se generó al separarse el diseño y el análisis <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong><br />

inversión <strong>de</strong> acuerdo a su interés y objetivo –privado y público- fue la construcción y<br />

aplicación <strong>de</strong> metodologías que soportaran la argumentación <strong>de</strong> realizar o no una inversión,<br />

conforme a los fines buscados.<br />

Pero, si finalmente el proyecto ha <strong>de</strong> mostrar la bondad <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> los recursos en una acción<br />

específica ¿en qué se basa la principal diferencia entre la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones sobre una<br />

inversión pública (social) respecto a una inversión privada?<br />

Sin consi<strong>de</strong>rar los términos metódicos que se aplican a la formulación <strong>de</strong> un proyecto, es en la<br />

evaluación <strong>de</strong>l mismo don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong> radicar la discrepancia entre una toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión que<br />

busca impactos sociales, frente a una toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión cuyo fin es la recuperación aumentada<br />

<strong>de</strong> la inversión. Entonces, los indicadores para evaluar y <strong>de</strong>cidir sobre un proyecto son<br />

distintos porque el objetivo y el interés también lo son.<br />

En estos casos, el diagnóstico es una parte importante en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> los problemas, así<br />

como para conocer los actores y grupos <strong>de</strong> interés que intervienen en la solución o<br />

manutención <strong>de</strong>l mismo. Es la actividad a través <strong>de</strong> la cual se interpreta la realidad que<br />

interesa transformar, permite <strong>de</strong>scribir los problemas que afectan a los sectores con los que se<br />

trabaja.<br />

Asimismo, la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l problema social llevará a i<strong>de</strong>ntificar los que afectan las<br />

condiciones <strong>de</strong> vida y la integración social <strong>de</strong> los sectores <strong>de</strong> la sociedad como campo <strong>de</strong><br />

acción <strong>de</strong> los proyectos impulsados por las instituciones públicas.<br />

Asumiendo que un proyecto social es un conjunto <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s coordinadas que realizan<br />

personas e instituciones para alcanzar finalida<strong>de</strong>s compartidas y <strong>de</strong>seadas como soluciones a<br />

problemas y carencias que tienen los sujetos <strong>de</strong> la acción, este tipo <strong>de</strong> proyecto nace a partir<br />

<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> un problema <strong>de</strong>l que se <strong>de</strong>finen sus causas, se formulan estrategias <strong>de</strong><br />

acción y se i<strong>de</strong>ntifican como unida<strong>de</strong>s específicas <strong>de</strong> acción, <strong>de</strong> ahí que el proyecto es la<br />

movilización <strong>de</strong> recursos para la solución <strong>de</strong>l problema: es una hipótesis <strong>de</strong> intervención<br />

sobre la realidad que se sustenta en una teoría.


245<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

Por su parte, la evaluación es el estudio <strong>de</strong> los resultados <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s realizadas que<br />

sigue un proceso diseño–evaluación-ejecución–seguimiento en la evaluación <strong>de</strong>l proceso, <strong>de</strong><br />

los resultados y <strong>de</strong> los impactos. (Martinic, 1997)<br />

Con base en lo anterior, en este trabajo, se puntualizan los siguientes elementos relacionados<br />

con la evaluación social en las ciencias sociales, acudiendo a lo dicho por varios autores al<br />

respecto. La problemática correspon<strong>de</strong>, entonces, a la distinción que se realiza entre la<br />

evaluación social, económica o evaluación económico-social (socioeconómica), enfatizando la<br />

<strong>de</strong>finición, el funcionamiento y las características distintivas y discriminatoias <strong>de</strong> cada una.<br />

Así, se requiere <strong>de</strong>terminar la relación que existe entre el llamado “beneficio social” <strong>de</strong> la<br />

economía con la evaluación social. A<strong>de</strong>más, se cuestionan los indicadores específicos a la<br />

evaluación social y económica para una toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, tal como la creación ó el uso <strong>de</strong><br />

tasas <strong>de</strong> interés. Por en<strong>de</strong>, con base en dichos inidcadores, se especifican las <strong>de</strong>cisiones a las<br />

que se <strong>de</strong>be llegar.<br />

Consecutivamente, el presente artículo se estructura en dos secciones. La segunda resalta los<br />

antece<strong>de</strong>ntes sobre la cuestión <strong>de</strong> la evaluación social. La terecra expone las cuestiones básicas<br />

sobre la evaluación social. Finalmente, se concluye sobre el estado <strong>de</strong> la evaluación social en<br />

las Ciencias Sociales.<br />

2. Aspectos <strong>de</strong> la Evaluación Social Abordados por Varios Autores.<br />

La revisión bibliográfica sobre el tema que se aborda aquí arroja los siguientes resultados<br />

respecto a algunos <strong>de</strong> los principales elementos incorporados a la evaluación social, que pue<strong>de</strong><br />

ser aplicada en distintas disciplinas y a diversas temáticas.<br />

En uno <strong>de</strong> los casos, Sergio Martinic (1997) trata el concepto “proyecto social y educativo<br />

como las acciones que realizan las personas e instituciones para solucionar problemas que<br />

afectan la calidad <strong>de</strong> vida y la integración social <strong>de</strong> los grupos”, don<strong>de</strong> la evaluación es una<br />

actividad externa al trabajo <strong>de</strong> los equipos y es realizada al final <strong>de</strong>l proyecto como actividad<br />

<strong>de</strong> aprendizaje <strong>de</strong> esos equipos y <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> conocimientos, para mejorar la calidad y<br />

eficiencia <strong>de</strong> los proyectos sociales.


246<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

El objetivo <strong>de</strong> la evaluación (como punto permanente e integrador al ciclo <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>l<br />

proyecto) es dar cuenta <strong>de</strong> los resultados obtenidos: se propone verificar el cumplimiento <strong>de</strong><br />

los objetivos prometidos y el buen uso <strong>de</strong> los recursos.<br />

Para abordar la problemática cultural y subjetiva son necesarias las evaluaciones <strong>de</strong> tipo<br />

cualitativo: datos directos relacionados con un marco teórico o un paradigma y, aunque en la<br />

evaluación cuantitativa tien<strong>de</strong> a respon<strong>de</strong>rse ¿qué hacen los sujetos y qué variables mi<strong>de</strong>n sus<br />

comportamientos?, lo importante es saber qué significa para los que usan este enfoque y<br />

cómo trabajan con <strong>de</strong>finiciones previas o teorías: cómo se enfrentan las <strong>de</strong>finiciones previas<br />

(lo cuantitativo) a <strong>de</strong>scubrimientos que relacionan la teoría con la realidad (cualitativo).<br />

Aquí intervienen varios momentos <strong>de</strong> evaluación:<br />

Evaluación externa: la realizan personas ajenas al equipo que realiza el proyecto <strong>de</strong><br />

inversión.<br />

La evaluación interna: se hace al interior <strong>de</strong> la organización.<br />

(Según el momento en que se evalúa). Evaluación ex–ante. Trata a los proyectos<br />

como alternativas más a<strong>de</strong>cuadas para su ejecución; se or<strong>de</strong>nan según su eficiencia y<br />

factibilidad para alcanzar los objetivos planteados (análisis costo-beneficio y costo–efectividad<br />

como metodologías para esta evaluación social).<br />

La evaluación ex–post se realiza durante la ejecución o <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> terminado el<br />

proyecto; se usa para tomar <strong>de</strong>cisiones sobre los resultados <strong>de</strong>l proyecto porque realiza una<br />

revisión periódica para ver si se continúa con el proyecto o se suspen<strong>de</strong>.<br />

Evaluación <strong>de</strong> procesos <strong>de</strong> impactos (según el objeto a evaluar). Estudia la relación<br />

existente entre las activida<strong>de</strong>s realizadas y los productos o resultados alcanzados, observados<br />

como cambios que produce el proyecto en la situación que aborda, una vez terminado el<br />

proyecto.<br />

Enfoque integrado <strong>de</strong> evaluación. Busca enten<strong>de</strong>r la evaluación como parte <strong>de</strong>l<br />

diseño, ejecución y análisis <strong>de</strong> los resultados <strong>de</strong>l proyecto.


247<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

En un caso en el que se aborda la evaluación <strong>de</strong> la educación, Jean Pierre Vielle acu<strong>de</strong> al<br />

Análisis Beneficio–Costo aplicado a la educación superior, reducido a una técnica <strong>de</strong><br />

evaluación <strong>de</strong> universida<strong>de</strong>s con fines <strong>de</strong> atribución <strong>de</strong> presupuestos, consi<strong>de</strong>rando que el<br />

problema <strong>de</strong> la política <strong>de</strong> asignación <strong>de</strong> recursos <strong>de</strong>scansa, en primera instancia, en una<br />

correcta evaluación <strong>de</strong> su rendimiento.<br />

Los criterios <strong>de</strong> asignación pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>scansar en una evaluación <strong>de</strong> eficiencia don<strong>de</strong> se<br />

muestre que el costo <strong>de</strong> la educación tenga como contrapartida un a<strong>de</strong>cuado beneficio. En la<br />

perspectiva <strong>de</strong> estos objetivos, los aumentos <strong>de</strong> presupuestos pue<strong>de</strong>n otorgarse a quienes<br />

incrementen el número <strong>de</strong> sus alumnos con menor costo por alumno, sin afectar la calidad <strong>de</strong><br />

su enseñanza y con preferencia a los que logren aumentar el número <strong>de</strong> sus egresados con un<br />

menor costo por egresado.<br />

El análisis costo beneficio pue<strong>de</strong> realizarse partiendo <strong>de</strong>l costo presupuestado por alumno,<br />

como concepto dinámico <strong>de</strong> costo fijo que pue<strong>de</strong> servir para fines <strong>de</strong> planificación a mediano<br />

plazo. Dicha relación se llega a expresar en términos <strong>de</strong> costos y beneficios medios y<br />

marginales.<br />

Uno <strong>de</strong> los errores en que se incurre cuando el cálculo se reduce a la estimación <strong>de</strong> los costos,<br />

es no resolver la dificultad <strong>de</strong> estimar los beneficios porque se supone que siempre son<br />

superiores a los costos, sin mostrar la relevancia que tiene su estimación completa y, en<br />

consecuencia, compararlos con los costos.<br />

Aquí, los beneficios son la modificación <strong>de</strong>l conocimiento y la adquisición <strong>de</strong> nuevas<br />

aptitu<strong>de</strong>s; incremento <strong>de</strong> ingresos para los egresados, y una mejor satisfacción <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s<br />

sociales.<br />

Las limitaciones <strong>de</strong>l análisis beneficio–costo aplicado en la evaluación <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong><br />

educación superior están en el aspecto financiero <strong>de</strong>l problema que muestra el costo contable<br />

para la universidad, pero no el costo social, aunque a la vez presenta el costo <strong>de</strong> oportunidad<br />

que pue<strong>de</strong> ser un costo para el estudiante o para la sociedad.


248<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

Este mo<strong>de</strong>lo está limitado porque solo utiliza la mitad <strong>de</strong>l Análisis Beneficio–Costo ya que se<br />

omite el análisis <strong>de</strong> los beneficios, bajo pretexto <strong>de</strong> que son difícilmente cuantificables y se<br />

refugia en el análisis <strong>de</strong> los costos, que son confundidos con el gasto presupuestado.<br />

Pero si se enfocan los beneficios se pue<strong>de</strong> ver que existen beneficios sociales como son los<br />

servicios que brindan los egresados <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s a la sociedad como beneficios<br />

institucionales <strong>de</strong> las instituciones <strong>de</strong> educación superior, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los beneficios personales<br />

que están referidos al aumento <strong>de</strong> la remuneración <strong>de</strong>l egresado <strong>de</strong> estas instituciones.<br />

El problema se presenta cuando el mercado empieza a saturarse, por lo que los beneficios<br />

tien<strong>de</strong>n a la reducción.<br />

En otros aspectos sociales, Samuelson y Nordhaus (1999) abordan la relación estrecha entre la<br />

población, la contaminación y el nivel <strong>de</strong> vida; los recursos (apropiables -<strong>de</strong> propiedad<br />

privada con costos, beneficios <strong>de</strong> la producción y consumo que se recogen en el mercado-,<br />

inapropiables -cuyo uso es gratuito para el individuo pero costoso para la sociedad y generan<br />

externalida<strong>de</strong>s-, no renovables -su oferta es esencialmente fija y no se regeneran <strong>de</strong> prisa para<br />

que sean económicamente relevante-, renovables -se reponen periódicamente: luz solar, el<br />

suelo, etc.-).<br />

Para ellos la limitación <strong>de</strong> las externalida<strong>de</strong>s está en la economía <strong>de</strong>l medio ambiente y<br />

analizan el carácter <strong>de</strong> las externalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l medio ambiente, explicando por qué generan<br />

ineficiencias económicas. Aquí, la externalidad se refiere a la producción o al consumo que<br />

imponen costos o beneficios a otros, y pue<strong>de</strong>n ser positivas (economía externa) o negativas<br />

(<strong>de</strong>seconomías externas).<br />

Relacionados con lo anterior, están los bienes públicos (mercancía que pue<strong>de</strong> subministrarse a<br />

todo el mundo cuyos beneficios se extien<strong>de</strong>n <strong>de</strong> manera indivisible in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong><br />

que los individuos <strong>de</strong>seen comprarlo o no) y los bienes privados (pue<strong>de</strong> dividirse por separado<br />

sin que produzca beneficios ni costos externos a otros).


249<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

La eficiencia social exige que el beneficio social marginal <strong>de</strong> la eliminación sea igual a sus<br />

costos sociales marginales. Esta igualdad se produce cuando los beneficios marginales que<br />

tiene para la salud y la propiedad <strong>de</strong> un país la reducción <strong>de</strong> la contaminación en una unidad<br />

son iguales a los costos marginales <strong>de</strong> esta reducción. En una economía no regulada hay muy<br />

poca eliminación y una excesiva contaminación.<br />

Las medidas para corregir externalida<strong>de</strong>s están en una solución basada en el mercado, como<br />

son los impuestos sobre las emisiones para internalizar la externalidad,<br />

Los enfoques privados son la celebración <strong>de</strong> negociaciones voluntarias entre las partes<br />

afectadas que dan un resultado eficiente cuando existen <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> propiedad perfectamente<br />

<strong>de</strong>finidos; los costos <strong>de</strong> las negociaciones son bajos cuando existe el sistema <strong>de</strong><br />

responsabilida<strong>de</strong>s basado en el marco jurídico o en el sistema <strong>de</strong> daños con reglamentaciones<br />

directas, don<strong>de</strong> el causante <strong>de</strong> la externalidad está obligado a pagar por lo daños causados.<br />

En la práctica mexicana, algunas instituciones <strong>de</strong> investigación y educativas han <strong>de</strong>sarrollado<br />

indicadores económicos, sociales y físicos con los cuales preten<strong>de</strong>n evaluar las activida<strong>de</strong>s y<br />

el comportamiento sociales <strong>de</strong> tal manera que, con base en índices, pue<strong>de</strong>n medir el <strong>de</strong>sarrollo<br />

económico-social (índice <strong>de</strong> pobreza) o el <strong>de</strong>sarrollo y educación (Índice <strong>de</strong> cobertura<br />

educativa) en la frontera norte <strong>de</strong> México. 102<br />

3. Acerca <strong>de</strong> Cuestiones Básicas Sobre Evaluación Social en las Ciencias Sociales.<br />

Con base en lo antes expuesto, cuando se habla <strong>de</strong> evaluación se refiere al análisis <strong>de</strong> un<br />

conjunto <strong>de</strong> estudios previos realizados con el fin <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r elegir alguna alternativa que<br />

solucione una problemática, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> que contribuye a aumentar el aprendizaje y los<br />

conocimientos que tienen los evaluadores sobre el tema. En ese sentido, a continuación se<br />

cuestiona sobre las características <strong>de</strong> los tipos <strong>de</strong> evaluación, incluida la social, relacionados<br />

con las ciencias sociales.<br />

102 En Indicadores Económicos, Sociales y Físicos <strong>de</strong> la Frontera Norte, Documento <strong>de</strong>l COLEF.


250<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

Así, cuando se trata <strong>de</strong> evaluación, se requiere precisar en cuáles términos se <strong>de</strong>fine: social,<br />

económica ó económico-social ó socioeconómica.<br />

De manera general, hablar <strong>de</strong> evaluación social es mencionar aspectos como educación, salud,<br />

calidad <strong>de</strong> vida, y bienestar social; es a<strong>de</strong>ntrarse a un entorno don<strong>de</strong> se contempla a toda la<br />

sociedad en general.<br />

Abordar la evaluación económica es hacer alusión a aspectos <strong>de</strong> beneficio / costo que por lo<br />

general son utilizados por agentes privados, especialmente para el análisis <strong>de</strong>l beneficio<br />

particular.<br />

La referencia a los dos conceptos es para conocer qué es más importante: el aspecto<br />

económico o el social, ya que con ambos se tratan aspectos sociales aunque su or<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />

importancia es distinto.<br />

De manera particular se consi<strong>de</strong>ra que es importante conocer, en primer lugar, el aspecto<br />

social porque éste pue<strong>de</strong> impulsar un <strong>de</strong>sarrollo económico don<strong>de</strong> se estudian los aspectos<br />

sociales, a partir <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> diversas variables o indicadores para la evaluación.<br />

Consecutivamente, cabe resaltar lo que abarca cada tipo <strong>de</strong> evaluación. Así, la evaluación<br />

social es realizada por instituciones públicas o por organizaciones no gubernamentales;<br />

generalmente hace sus estudios sobre aspectos como calidad <strong>de</strong> vida, problemas <strong>de</strong> tipo<br />

cultural, la integración social <strong>de</strong> los grupos más pobre <strong>de</strong> la sociedad. Se enfoca a la calidad y<br />

pertinencia <strong>de</strong> las acciones emprendidas y plantea como importantes las que se llevan a cabo<br />

en términos efectivos con impactos reales en la calidad <strong>de</strong> vida, para así buscar soluciones<br />

sustentables para la sociedad.<br />

La evaluación económica hace referencia al enfoque relación costo–beneficio, don<strong>de</strong> se<br />

expresa que un proyecto es exitoso si los beneficios que genera una inversión son mayores a<br />

los que se pue<strong>de</strong>n obtener con otra alternativa en el mismo periodo. En este concepto se<br />

encuentra el que generalmente se realiza por agentes privados. (Fontaine, 1991)


251<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

Por en<strong>de</strong>, la evaluación económica–social (socioeconómica) se está introduciendo cada vez<br />

más en los proyectos <strong>de</strong> inversión ya que permite generar una mayor eficiencia para toda la<br />

sociedad, tratando <strong>de</strong> buscar la calidad y pertinencia <strong>de</strong>l proyecto, sin olvidar costos y<br />

beneficios. Por ello se pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar que este tipo <strong>de</strong> evaluación es más completo que las<br />

anteriores; su utilización <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> totalmente <strong>de</strong> los agentes responsables <strong>de</strong>l proyecto.<br />

A continuación, se precisa cómo funciona cada tipo <strong>de</strong> evaluación. La evaluación social se<br />

realiza generalmente para proyectos <strong>de</strong> inversión que tienen un impacto social en alguna zona<br />

<strong>de</strong>terminada en aspectos que tienen que ver con educación, pobreza, salud, vivienda, etc.<br />

Generalmente ésta es utilizada por el Estado para medir los beneficios sociales.<br />

Esta se realiza mediante la focalización <strong>de</strong> algún problema social que atañe a un grupo<br />

<strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> agentes; <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar el problema se buscan los objetivos, metas a<br />

realizar, los indicadores para medir el problema y darle solución (en esta evaluación <strong>de</strong>ben<br />

generarse indicadores específicos para obtener resultados).<br />

La evaluación económica busca principalmente hacer un análisis <strong>de</strong> cómo se recupera la<br />

inversión, en cuánto tiempo, y qué se necesita para recuperarla, tomando en cuenta<br />

principalmente el enfoque costo-beneficio. Para esto se realiza un estudio financiero que<br />

permite i<strong>de</strong>ntificar el movimiento <strong>de</strong> las unida<strong>de</strong>s monetarias <strong>de</strong> la inversión.<br />

Al igual que en la evaluación anterior, aquí también se hace un análisis <strong>de</strong> objetivos y metas,<br />

aunque el beneficio que se busca es privado y no permite un beneficio tan amplio como la<br />

evaluación social.<br />

La evaluación económica–social (socioeconómica) se presenta como una unión <strong>de</strong> las<br />

evaluaciones anteriores, aunque es importante <strong>de</strong>stacar que en cada una <strong>de</strong> ellas sus objetivos<br />

tienen una importancia diferente. Por un lado, en la primera el factor primordial que se busca<br />

es el beneficio social y en el segundo tipo <strong>de</strong> evaluación es el interés económico.<br />

La elección <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> evaluación que se va a realizar <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> única y exclusivamente <strong>de</strong> los<br />

agentes que van a realizar la evaluación. Ya que ellos son los que <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n.<br />

Lo anterior permite establecer las características distintivas – particulares- y discriminatorias<br />

<strong>de</strong> cada tipo <strong>de</strong> evaluación, como lo indica el cuadro 1.


252<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

De este modo, se pue<strong>de</strong> recalcar la relación existente entre el llamado beneficio social <strong>de</strong> la<br />

economía con la evaluación social. Se llama beneficio social al que da repuesta a diversos<br />

problemas que se generan en torno a la calidad <strong>de</strong> vida y a las relaciones que se presentan<br />

entre las personas más pobres y su entorno en general.<br />

Cuando se realiza la evaluación <strong>de</strong> un proyecto social, esto permite encontrar la solución a<br />

algún problema que afecta a ciertos actores sociales, generalmente públicos. Con la evaluación<br />

se <strong>de</strong>fine cuál es la opción más a<strong>de</strong>cuada o pertinente que presenta cada proyecto, la cual se<br />

llama beneficio y se encuentra en la solución <strong>de</strong>l problema al brindar bienestar a los actores<br />

sociales que intervienen en el conflicto i<strong>de</strong>ntificado.<br />

Es importante que este beneficio se maneje con mucho cuidado ya que para <strong>de</strong>terminar que es<br />

la opción a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong>ben tomarse en cuenta todas las externalida<strong>de</strong>s que genere el proyecto,<br />

para así <strong>de</strong>finir <strong>de</strong> la mejor manera la opción que genere beneficios a la población objetivo. Al<br />

realizar la evaluación social, surge <strong>de</strong> ese análisis un beneficio social.<br />

Temas<br />

Cuadro 1. Características <strong>de</strong> la evaluación<br />

Evaluación Social Económica Socio-económica<br />

Indicadores<br />

Realización<br />

Objetivo<br />

Meta<br />

Calidad <strong>de</strong> vida,<br />

educación, etc.<br />

Debe crear sus<br />

indicadores<br />

respectivos<br />

Estado, como agente<br />

benefactor <strong>de</strong> los<br />

grupos sociales<br />

Búsqueda <strong>de</strong>l<br />

beneficio social<br />

Búsqueda <strong>de</strong> la<br />

calidad y pertinencia<br />

Estudios<br />

financieros/costos<br />

beneficios<br />

Utiliza indicadores<br />

cuantitativos<br />

Generalmente, por<br />

empresas privadas.<br />

Búsqueda <strong>de</strong>l<br />

beneficio privado/ No<br />

se preocupa por<br />

aspectos sociales<br />

Recuperación <strong>de</strong> la<br />

inversión mediante el<br />

estudio <strong>de</strong>l beneficio–<br />

costo<br />

Fuente: Elaboración propia<br />

Importancia a los<br />

aspectos social y<br />

económico<br />

Tiene indicadores<br />

específicos<br />

Unión entre los dos<br />

tipos <strong>de</strong> evaluación<br />

social/económica<br />

Prioridad al beneficio<br />

social<br />

Unión entre los dos<br />

tipos <strong>de</strong> evaluación<br />

social/económica


253<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

Lo anterior subraya la distinción precisa a concebir entre los indicadores <strong>de</strong> la evaluación<br />

social y económica, así como la pertinencia <strong>de</strong> su cálculo, aplicación al momento <strong>de</strong> la toma<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones. A<strong>de</strong>más, se cuestiona la necesidad <strong>de</strong> la creación ó <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> tasa <strong>de</strong> interés en<br />

cada grupo <strong>de</strong> indicadores.<br />

Los indicadores sociales evalúan aspectos que tienen que ver con el sector social como son:<br />

costo por empleo generado, valor agregado que tiene que ver con empleo, remuneraciones e<br />

incremento en la producción total (NAFIN, 2001); índices pobreza, servicios básicos, salud,<br />

educación; proporción <strong>de</strong> personas por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> pobreza y brecha <strong>de</strong> pobreza;<br />

índice <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo humano.<br />

Cada indicador <strong>de</strong>termina el aspecto al que está haciendo referencia. Sin embargo,<br />

<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> lo que se quiera lograr en el proyecto, serán los indicadores que se van a<br />

utilizar para medir cada elemento: <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> evaluación que se realice.<br />

Los indicadores económicos generalmente analizan la eficiencia <strong>de</strong> la inversión mediante las<br />

ganancias que se manejan con el movimiento <strong>de</strong> la inversión. Algunos indicadores son:<br />

criterios <strong>de</strong> eficiencia interna, tasa <strong>de</strong> eficiencia económica, tasa <strong>de</strong> eficiencia económica en<br />

ampliaciones <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s, tasa <strong>de</strong> eficiencia económica en ampliaciones con reposición <strong>de</strong><br />

activos fijos, periodo <strong>de</strong> restitución <strong>de</strong>l capital (Cortazar, 2001). A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>: Tasa Interna <strong>de</strong><br />

Retorno, Valor Presente Neto, Relación Beneficio Costo, Periodo <strong>de</strong> recuperación, Balance <strong>de</strong><br />

Divisas (NAFIN, 2001)<br />

Por en<strong>de</strong>, los indicadores <strong>de</strong> evaluación social y los <strong>de</strong> evaluación económica permiten<br />

<strong>de</strong>terminar las <strong>de</strong>cisiones a las que se <strong>de</strong>be llegar.<br />

Con la evaluación social se pue<strong>de</strong> conocer el impacto que tendría un proyecto, a cuántas<br />

personas y cómo ayudaría la implementación <strong>de</strong> dicho proyecto, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> cómo influiría la<br />

realización o solución <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong>tectado, o sea, cuál representa mayor beneficio para la<br />

sociedad en su conjunto.


254<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

El caso <strong>de</strong> la evaluación económica, permite visualizar si la inversión va a generar las<br />

ganancias o no y en función <strong>de</strong> qué <strong>de</strong>terminantes, sin importar o analizar las externalida<strong>de</strong>s<br />

que pue<strong>de</strong> generar a la sociedad en general.<br />

4. Conclusiones referidas a la Evaluación Social en las Ciencias Sociales.<br />

Aquí se analizaron los principales elementos económico-sociales que pue<strong>de</strong>n ser incorporados<br />

a procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> cualquier entidad don<strong>de</strong> el Estado, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> adquirir cierto grado<br />

<strong>de</strong> control <strong>de</strong> la sociedad, tiene la función inversionista en cuanto a selección, elaboración y<br />

negociación <strong>de</strong> financiamiento <strong>de</strong> un proyecto <strong>de</strong> inversión, variando la experiencia según el<br />

nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo.<br />

Cuando México se encontró tratando <strong>de</strong> lograr un avance en su economía se vio en la<br />

necesidad <strong>de</strong> elaborar y evaluar proyectos <strong>de</strong> inversión para <strong>de</strong>terminar la eficiencia y<br />

racionalización <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong> inversión para la micro, pequeña y mediana empresa por lo<br />

que, con la evaluación <strong>de</strong>l proyecto, se trata <strong>de</strong> contribuir <strong>de</strong> alguna manera a evitar que se<br />

acuda a corazonadas para realizar las inversiones.<br />

Este análisis parte <strong>de</strong> algunos supuestos como lo son que la <strong>de</strong>cisión por invertir está dada por<br />

estudios que se realizaron y los que correspon<strong>de</strong>n a un proyecto que fue seleccionado, aunque<br />

también pue<strong>de</strong> ser por disposiciones basadas en <strong>de</strong>cisiones políticas y sociales <strong>de</strong> interés<br />

particular; se preten<strong>de</strong> el funcionamiento <strong>de</strong> una empresa consi<strong>de</strong>rada como micro, pequeña o<br />

mediana y, según sean los resultados <strong>de</strong> los estudios que se realizan, se <strong>de</strong>finirá su eficiencia<br />

en la elaboración y evaluación <strong>de</strong>l proyecto en el que participará un grupo multidisciplinario<br />

que realizará el análisis <strong>de</strong> ese trabajo.<br />

Dada la necesidad <strong>de</strong> la evaluación <strong>de</strong>l proyecto, ésta consiste en pon<strong>de</strong>rar todos los factores<br />

que afecten a la inversión como tal, así como sus beneficios y limitantes, con lo que la<br />

evaluación ten<strong>de</strong>rá a <strong>de</strong>terminar la llamada eficiencia social <strong>de</strong> la empresa <strong>de</strong>l proyecto para<br />

seguir la información a través <strong>de</strong> todos sus estudios.


255<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

Aquí se estudian los objetivos sociales a la vez que se consi<strong>de</strong>ran costos y beneficios sociales<br />

directos e indirectos, con antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la evaluación social que se refieren al análisis<br />

financiero y análisis económicos <strong>de</strong>l beneficio-costo (ABC); este sistema partió <strong>de</strong> algunos<br />

cuestionamientos sobre la buena utilización <strong>de</strong> recursos.<br />

Según otro autor lo evaluación social se sugiere cuando un país no tiene abundancia en<br />

recursos financieros y solamente existe un método <strong>de</strong> evaluación para todos los países, que es<br />

el <strong>de</strong> evaluación económica nacional.<br />

La evaluación social requiere dos sentidos específicos: su uso a nivel <strong>de</strong> medición <strong>de</strong> impactos<br />

<strong>de</strong> un proyecto <strong>de</strong> inversión individual como unidad productiva y su manejo en los proyectos<br />

<strong>de</strong> inversiones nacionales, don<strong>de</strong> la secuencia en el proyecto sería:<br />

Aprobación <strong>de</strong>l proyecto<br />

Ejecución<br />

Inicio <strong>de</strong> operaciones<br />

Evaluación ex - post<br />

Informes <strong>de</strong> la evaluación<br />

Análisis<br />

Promoción y preparación <strong>de</strong> otros proyectos.<br />

La base <strong>de</strong>l análisis social son los principios correctos aún y cuando los resultados no sean<br />

previstos, ya que la evaluación ex-post los replanteará para otros proyectos.<br />

Los beneficios y los costos <strong>de</strong>ben medirse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminado grupo <strong>de</strong> precios <strong>de</strong><br />

adquisición social impactantes en un aumento <strong>de</strong> la producción, por lo que finalmente se<br />

aconseja seleccionar los proyectos en los que: El valor presente <strong>de</strong> los beneficios supere al<br />

valor presente <strong>de</strong> los costos; La razón <strong>de</strong>l valor presente <strong>de</strong> los beneficios contra el <strong>de</strong> los<br />

costos sea mayor que uno; La tasa <strong>de</strong> rendimiento supere a la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>scuento escogida.


Referencias<br />

256<br />

La Evaluación Social en las Ciencias Sociales<br />

APUNTES DEL COLEF (2201). Indicadores Económicos, Sociales y Físicos <strong>de</strong> La Frontera Norte. COLEF<br />

Tijuana, 2001.<br />

CORTAZAR A. (1999). Introducción al análisis <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> inversión. 2ª reimpresión. Editorial TRILLAS.<br />

México, 1999.<br />

CORTAZAR A. (2002). “La evaluación <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> inversión en la estrategia <strong>de</strong>l manejo en los recursos<br />

disponibles (la evaluación social <strong>de</strong> proyectos para el <strong>de</strong>sarrollo)”, Boletín <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Economía,<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> Yucatán. Yuc., 2002.<br />

CORTAZAR A. (2005). Enfoques para evaluar una inversión proyectada, 1ª edición, Programa <strong>de</strong> Licenciatura<br />

en Economía. DCS, ICSA, UACJ, Cd. <strong>Juárez</strong>, Chih., 2005.<br />

FONTAINE E. (1999). Evaluación social <strong>de</strong> proyectos. 12ª edición. <strong>Universidad</strong> Católica <strong>de</strong> Chile-Alfaomega.<br />

Colombia, 1999.<br />

MARTINIC S. (1997). “Herramientas para el aprendizaje”, Diseño y Evaluación <strong>de</strong> Proyectos Sociales.<br />

COMEXANI / CEJUV. México, 1997.<br />

SALAZAR P. y GERONÉS E. (1995). Tomo Guía para la formulación y evaluación <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> inversión.<br />

Material bibliográfico <strong>de</strong>l Curso Diplomado en el Ciclo <strong>de</strong> Vida <strong>de</strong> los Proyectos <strong>de</strong> Inversión, Nacional<br />

Financiera, México, 1995.<br />

SAMUELSON P. y NORDHAUS W. (1999). Economía. <strong>Capítulo</strong> XIX Los recursos naturales y la economía<br />

<strong>de</strong>l medio ambiente. 15ª edición. Editorial McGraw Hill. México, 1999.<br />

VIELLE J. P. Importancia <strong>de</strong>l análisis beneficio-costo para la evaluación <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> educación superior,<br />

MIMEO.


Lista <strong>de</strong> los autores<br />

Faeyz M.J Abuamria:<br />

Candidato a Doctorado en la <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Granada, España.<br />

Alfonso Arenaza Cortés:<br />

Maestría en Ciencias Económicas, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>, Chihuahua, México. Asociado al<br />

Cuerpo Académico <strong>de</strong> “Desarrollo Económico y Globalización”.<br />

Christine Carton Madura:<br />

Profesora-Investigadora, Departamento <strong>de</strong> Ciencias Sociales, <strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>,<br />

Chihuahua, México. Doctorado en Ciencias Económicas, especialidad en Teorías <strong>de</strong>l crecimiento y<br />

Capital humano, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Nice Sophia-Antipolis, Francia. Miembro <strong>de</strong>l Sistema Nacional <strong>de</strong><br />

Investigadores (Conacyt). Integrante <strong>de</strong>l Cuerpo Académico <strong>de</strong> “Desarrollo económico y<br />

Globalización”.<br />

Alfonso Cortazar Martínez:<br />

Profesor-Investigador, Departamento <strong>de</strong> Ciencias Sociales, <strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>,<br />

Chihuahua, México. Jefe <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong> Ciencias Sociales. Doctorado en Ciencias Económicas,<br />

especialidad en Programas <strong>de</strong> Inversión para el Desarrollo, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> la Habana, Cuba.<br />

Integrante <strong>de</strong>l Cuerpo Académico <strong>de</strong> “Desarrollo económico y Globalización”.<br />

Hilda R. Guerrero García Rojas:<br />

Profesora-Investigadora, Facultad <strong>de</strong> Economía “Vasco <strong>de</strong> Quiroga”, <strong>Universidad</strong> Michoacana <strong>de</strong> San<br />

Nicolás <strong>de</strong> Hidalgo, Morelia, México. Doctorado en Ciencias Económicas, especialidad en Economía<br />

ambiental, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Toulouse, Francia. Miembro <strong>de</strong>l Sistema Nacional <strong>de</strong> Investigadores<br />

(Conacyt). Coordinadora <strong>de</strong>l Cuerpo Académico <strong>de</strong> “Economía Social y Políticas <strong>de</strong> Desarrollo Local<br />

Sustentable”.<br />

Laura Gúzman Villagran:<br />

Maestría en Ciencias Económicas, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>. Asociada al Cuerpo Académico <strong>de</strong><br />

“Desarrollo Económico y Globalización”.<br />

Angélica Holguín López:<br />

Profesora-Investigadora, Departamento <strong>de</strong> Ciencias Sociales, <strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>,<br />

Chihuahua, México. Maestría en Ciencias Económicas, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>. Asociada al<br />

Cuerpo Académico <strong>de</strong> “Desarrollo económico y Globalización”.<br />

Ramsés Jiménez Castañeda:<br />

Profesor-Investigador, Departamento <strong>de</strong> Ciencias Sociales, <strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>,<br />

Chihuahua, México. Coordinador <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Licenciatura en Economía. Maestría en Ciencias<br />

Económicas, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>. Integrante <strong>de</strong>l Cuerpo Académico <strong>de</strong> “Estudios<br />

Territoriales <strong>de</strong> Economía, Población y Desarrollo”.<br />

257


Enoch Montaño Raygoza:<br />

Profesor, Departamento <strong>de</strong> Ciencias Sociales, <strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>, Chihuahua,<br />

México. Maestría en Ciencias Económicas, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>. Asociado al Cuerpo<br />

Académico <strong>de</strong> “Desarrollo Económico y Globalización”.<br />

Raúl Ponce Rodríguez:<br />

Profesor-Investigador, Departamento <strong>de</strong> Ciencias Sociales, <strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>,<br />

Chihuahua, México. Doctorado en Ciencias Económicas, especialidad en Economía Pública,<br />

<strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Georgia State, Atlanta, Estados-Unidos. Miembro <strong>de</strong>l Sistema Nacional <strong>de</strong><br />

Investigadores (Conacyt). Integrante <strong>de</strong>l Cuerpo Académico <strong>de</strong> “Desarrollo económico y<br />

Globalización”.<br />

Bruno Romagny:<br />

Investigador, Instituto <strong>de</strong> Investigación para el Desarrollo (IRD) y Laboratorio Población-Medio<br />

Ambiente-Desarrollo (LPED), Francia. Doctorado en Ciencias Económicas, especialidad Economía<br />

ambiental, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Nice Sophia-Antipolis, Francia.<br />

Cely Ronquillo Chávez:<br />

Profesora-Investigadora, Departamento <strong>de</strong> Ciencias Sociales, <strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>,<br />

Chihuahua, México. Candidata a Doctorado, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Granada, España. Maestría en Ciencias<br />

Económicas, <strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>. Integrante <strong>de</strong>l Cuerpo Académico <strong>de</strong><br />

“Desarrollo económico y Globalización”.<br />

Gary L. Shelley:<br />

Profesor-Investigador, Departamento <strong>de</strong> Economía, Finanzas y Estudios Urbanos, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong><br />

Tennessee, Estados-Unidos.<br />

Sadri Slim Cohen:<br />

Profesor-Investigador, Departamento <strong>de</strong> Ciencias Sociales, <strong>Universidad</strong> <strong>Autónoma</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>Juárez</strong>,<br />

Chihuahua, México. Doctorado en Ciencias Económicas, especialidad en Macroeconomía abierta y<br />

Economía informal, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong> Nice Sophia-Antipolis, Francia. Integrante <strong>de</strong>l Cuerpo Académico<br />

<strong>de</strong> “Desarrollo económico y Globalización”.<br />

Fre<strong>de</strong>rick H. Wallace:<br />

Profesor-Investigador, Departamento <strong>de</strong> Ciencias Económico-Administrativas, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong><br />

Quintana Roo, Chetumal, Quintana Roo, México. Doctorado en Ciencias Económicas, <strong>Universidad</strong> <strong>de</strong><br />

Rice, Texas, Estados-Unidos. Miembro <strong>de</strong>l Sistema Nacional <strong>de</strong> Investigadores (Conacyt). Integrante<br />

<strong>de</strong>l Cuerpo Académico <strong>de</strong> “Desarrollo económico Regional”.<br />

258

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!