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CARLOS ACURSO PATRICIA SOPRANZETTI - AcursoNet

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Washington<br />

Napoleón<br />

Caballeros<br />

Vs.<br />

Ciudadanos<br />

La estirpe de los Cid Campeador, los San Luis, los<br />

Ricardo Corazón de León, caballeros de honor, de<br />

palabra y de corazón enfrentaba la decadencia de una<br />

época representada por oligarcas ambiciosos que ya<br />

nada tenían de aristócratas o nobles pero que aún<br />

permanecían mezclados en la filas de la tradición.<br />

Con esta carga de incertidumbre en sus propias filas<br />

daba batalla a los defensores de una Idea que<br />

demostraron que además de saber matar en su<br />

nombre tuvieron la convicción de dejarse matar por<br />

ella cuando hizo falta. Esto los acercaba a los nobles<br />

caballeros.<br />

En este segundo equipo también había miserias, los<br />

ambiciosos de toda laya, los pequeños artesanos de la<br />

intriga y el escalamiento.<br />

Caballeros A y B vs. Ciudadanos A y B en la realidad<br />

el resultado fue una combinación de los intereses por<br />

ellos representados y subsisten Caballeros y<br />

Ciudadanos de tipo A y B. Cada uno puede estimar en<br />

que medida y con que consecuencias para todos.<br />

Don Quijote fue “el loco” defensor de la caballería<br />

terminada en la representación literaria pero el Cid fue<br />

la encarnadura del caballero real que combatió a los<br />

moros y al lado de ellos cuando sus principios le<br />

indicaron que así correspondía.<br />

En Argentina hubo otro Quijote, un criollo, Martín<br />

Fierro hijo literario de otro masón José Hernández.<br />

Quien ante una circunstancia terrible de su héroe a<br />

punto de ser abatido por la policía hace surgir de esas<br />

misma partida un personaje que dice “Cruz no<br />

conciente que se cometa el delito de matar así a un<br />

valiente” y con esa frase, con esa actitud rescata toda<br />

la herencia de la caballería, de la nobleza de la<br />

aristocracia y la pone en la mano de los miembros de<br />

esa raza cuyo personajes mitológicos estaba creando.<br />

Ahora los criollos podían soñar con ser semidioses<br />

porque Cruz los redimía como una especie de<br />

Prometeo Cetrino<br />

El Choque de los Vientos<br />

El escenario es Francia, los actores y<br />

fuerzas compiten en algo que conocemos<br />

como La Revolución. Luego vendrá la<br />

difusión de dicha revolución mediante la<br />

gesta napoleónica que llegará a España y<br />

América. Bolívar y San Martín serán sus<br />

principales motores en esta última. Las<br />

olas impulsadas por los vientos llegan a<br />

otras costas. Buenos Aires es una de ellas<br />

Bolivar<br />

La Revolución<br />

mata al Rey<br />

Miranda<br />

San Martín<br />

Este conjunto de fuerzas seguramente no eran fáciles de<br />

distinguir por los actores. Uno de ellos, principal pero no<br />

necesariamente más lúcido o mejor informado fue el Rey,<br />

Luis XVI, nieto del Rey Sol, esposo de la Archiduquesa de<br />

Austria, familiarmente María Antonieta y padre del Delfín de<br />

Francia y futuro Luis XVII y de una niña.<br />

Sorprendido por los acontecimientos pretendió permanecer al<br />

margen gozando de un pasar de pequeño burgués que sentaba<br />

mejor a su perfil que la grandilocuencia de la realeza francesa.<br />

Posiblemente hubiera sido más feliz siendo barón de alguna<br />

pequeña tierra en la campiña. Sin las presiones del gobierno, de<br />

los miembros de la realeza, de los burgueses, de la iglesia, del<br />

pueblo, de su mujer más fuerte y ambiciosa, de sus familiares<br />

en el extranjero. Todos presionaron al Rey y cuando no<br />

respondió como debía, como El Rey, entonces lo<br />

presionaron más y cuando ya no respondía casi de ninguna<br />

manera lo mataron.<br />

Hoy es como hablar de símbolos, murió el Rey –casi de ajedrez<br />

o de cuento- pero Luis tenía 39 años, le gustaba componer los<br />

complicados engranajes de los relojes de la época que<br />

correspondían a la avanzada tecnológica del momento (simil<br />

quizás del computador de hoy). Sus hijos eran pequeños e<br />

incluso intentó huir con ellos y su mujer al extranjero pero<br />

fracasó. Cuando intentó huir era todavía el Rey de Francia y<br />

dejaba este rol para ir al exilio con su familia.<br />

Sin duda cabe su juicio como hombre público, tampoco puede<br />

negarse su condición simbólica de Rey pero es conveniente a<br />

nuestros fines rescatar a Luis el hombre.<br />

Tuvo una buena vida al principio, una mala vida luego y un<br />

pésimo final, preso los últimos años en El Temple muere<br />

decapitado en la guillotina. Su mujer María Antonieta corre<br />

igual suerte.<br />

Sus hijos permanecen en prisión y luego la historia es<br />

confusa como la revolución en esos momentos. Para<br />

algunos mueren tiempo después para otros no.

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