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i FIESTAS PATRONALES, 2OO7 Excmo. Ayto. de <strong>Trasierra</strong> 1928, fecha clave para A través de este artículo sólo pretendo ofrecer unos cuantos datos de carácter histórico, para que quede constancia, de cara a las generaciones presentes y futuras, sobre una serie de edificios que, un buen día ya lejano, se levantaron en nuestro pueblo de <strong>Trasierra</strong>. Me refiero a las Escuelas, el Ayuntamiento, las Casas de los Maestros, el Puente, el Pilar y el Cementerio. Son realidades que están ahí, con las que hemos crecido y vivido, pero seguro que más de uno de nosotros, no sabemos ni cómo ni cuándo se construyeron. Al formar parte de nuestro paisaje común, nos hemos acostumbrado a verlas, a usarlas, a frecuentarlas, pero nunca nos hemos parado a ir un poco más allá, adentrándonos en su historia. A mí, os confieso, que tampoco se me hubiera ocurrido meterme en semejantes berenjenales. Pero la oportunidad me la ha brindado en bandeja, José Maldonado, quien no hace mucho, se tropezó con un recorte de periódico, que su tía Antoñita, "la que vivía junto al Pilar", había guardado celosa y cuidadosamente en el doblado de su casa. El conocimiento de este periódico, editado nada más y nada menos que el 13 de septiembre de 1928, es el que ha suscitado en mí el deseo de que vosotros también conozcáis, por medio de esta Revista que ve la luz en torno a nuestras Fiestas Patronales, los datos de ese artículo que apareció en el Correo Extremeño y que me parece, no tienen desperdicio. En plena Dictadura de Primo de Rivera, el Noticiario Extremeño y el Correo de la Mañana, se fundieron, dando origen al Correo Extremeño. Esto ocurría en 1926. Este Diario de noticias, de periodicidad diaria, difundido a lo largo y ancho de toda la región extremeña, tuvo como fundador a D. Sebastián García Guerrero, como Director, en esa primera etapa, a Don José López Prudencio y como redactor-jefe a Don Juan Berenguer Rodríguez. Un dato curioso: el precio del periódico era de 0,05 ptas. y la suscripción mensual de 1,25 ptas. El objetivo que pretendía alcanzar la prensa extremeña, en esos primeros años del siglo XX, era doble: por una parte intentaba informar y, por otra, se proponía defender los intereses de la región. El hecho que nos ocupa respondía perfectamente a esa doble finalidad, ya que si por un lado se pretendía dar a conocer las "obras realizadas por el Ayuntamiento de <strong>Trasierra</strong>, por importe de 100.000 pesetas", elogiándose al mismo tiempo la meritoria labor llevada a cabo por el municipio en la realización de las mismas, por otro lado, como consecuencia de lo que estas obras "representaban de notable adelanto para el pueblo ", se echan las campanas al vuelo para que esta grata noticia llegara a todos los rincones de la geografía extremeña, a través de los 400 ejemplares, que era la tirada habitual, en esos años, de ese informativo regional. Entre estas obras, como ya hemos apuntado, está el ayuntamiento, sede de la corporación municipal, compuesta en ese momento, -según se desprende del Libro de Actas, correspondiente al pleno municipal del tercer trimestre de 1928- por el alcalde, Felipe Burgos y por los concejales, Antonio Frieres, Severiano Maldonado, Antonio Espino, Isidro Jiménez, Ramón Gato, Antonio Maldonado, Antonio Méndez y Ramón Burgos que desempeñaba el cargo de secretario. Éstas eran pues, las personalidades que en aquel entonces llevaban las riendas administrativas del pueblo. Sobre ellos recaía la difícil responsabilidad de velar y conjugar los intereses individuales con el bien común de la gran familia de <strong>Trasierra</strong>. Durante el Directorio Militar de Primo de Rivera tiene lugar una de las disposiciones más importantes sobre la Instrucción Pública española. Se trata del Real Decreto de 13 de septiembre de 1924, en una de cuyas secciones se alude a la "creación de Escuelas de Primera Enseñanza". A esta disposición de 1924 obedece también, sin duda, la puesta en marcha de la construcción, pocos años después, en 1928, de nuestras escuelas. A estas escuelas, lugar de San Antonio y Santa Marta 43