Semana Santa 2011 - Unión Ecuatoriana de la Iglesia Adventista ...

impedirlo, se dio cuenta de cuán malas eran las personas. Entonces
concordó con Jesús que la única esperanza que tienen las personas es ser
transformadas por medio del bautismo.
Qué triste se sintió al ver a Jesús sufriendo en la cruz, al escucharlo
pedir agua, porque sentía sed. Vio también a Jesús perdonar al ladrón en
la cruz y deseó ser perdonado de la misma manera.
Cuando finalmente Jesús murió, sus amigos no tenían un lugar
para enterrarlo. Entonces Nicodemo y otro señor rico, llamado José de
Arimatea, fueron a hablar con las autoridades y les pidieron autorización
para sacar el cuerpo de Jesús de la cruz y colocarlo en la sepultura nueva
de José.
Después que Jesús resucitó y volvió al cielo, los discípulos comenzaron
a contar a todo el mundo quien era Jesús. Pero aquellos que lo habían
matado no quería escuchar, por eso comenzaron a perseguir también a
los amigos de Jesús.
Entonces “Nicodemo se adelantó osadamente. Dedicó sus riquezas a
sostener la tierna iglesia que los judíos esperaban ver desaparecer con la
muerte de Cristo. En tiempos de peligro, el que había sido tan cauteloso
y lleno de dudas, se manifestó tan firme como la roca, estimulando la fe
de los discípulos y proporcionándoles recursos con que llevar adelante
la obra del Evangelio. Aquellos que en otro tiempo le habían tributado
reverencia, le despreciaron y persiguieron. Quedó pobre en los bienes
de este mundo, pero no le faltó la fe que había tenido su comienzo en
aquella conferencia nocturna con Jesús” (El deseado de todas las gentes,
p. 148).
Nicodemo fue transformado y debe haber sido uno de los muchos
que fue bautizado.
Aplicación:
Usted va a necesitar:
• Una cruz de madera o de papel.
• Una serpiente de goma o de cualquier otro material.
• Comprimidos, un jarabe y una jeringa para inyecciones.
¿Tú también sientes que necesitas ser transformado? ¿Tienes más
de 10 años y todavía no naciste de nuevo? Tal vez sea tiempo de vivir la
experiencia del bautismo.
Sin embargo, aquellos que ya son bautizados y todavía no se sienten
transformados, deben mirar de nuevo a Jesús.
En aquella noche del encuentro, Jesús le dijo a Nicodemo que los que
mirasen hacia él en la cruz serían atraídos a él.
Un día, cuando el pueblo de Israel estaba en el desierto, en lugar de
estar agradecidos por el pan que Dios les mandaba diariamente desde el
cielo, reclamaron del maná y Dios se apartó de ellos.
Sin la protección de Dios cientos de serpientes venenosas entraron
en el campamento y comenzaron a morder a las personas. Esas personas
Semana Santa 2011
AMIGOS DE ESPERANZA
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