12.05.2013 Views

YANQUI EN IRAK - Voces del Periodista

YANQUI EN IRAK - Voces del Periodista

YANQUI EN IRAK - Voces del Periodista

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

música en la trompeta lo mismo que Louis Armstrong.<br />

Porque a todos, blancos, negros, chicos y grandes<br />

pero buenos, los defendían Súperman, El Llanero<br />

Solitario y si se alejaban mucho <strong>del</strong> barrio, Tarzán y<br />

la mona Chita. Sin exageraciones, pocos se atrevían<br />

a criticar esa infantil versión <strong>del</strong> bienestar en libertad y<br />

para mejor, creció la idea de que al saludable proyecto<br />

interno de USA lo dañarían las ideas expansionistas<br />

de los regímenes totalitarios de Japón, Italia y Alemania;<br />

Japón había invadido Manchuria en 1931, Italia,<br />

gobernado por los fascistas, luego de agrandar sus<br />

fronteras hacia Libia en 1935 se apoderó de Etiopía,<br />

en tanto, Hitler en Alemania se había lanzado a un<br />

rearme bélico fenomenal y ocupado la Renania.<br />

Ese panorama amenazante resultó un oportunidad<br />

política para Roosevelt, que bien aprovechó el<br />

deterioro de la situación internacional fijando como política<br />

de su gobierno no posibilitar favores a esas fuerzas beligerantes,<br />

publicitando a la vez que Estados Unidos jamás se<br />

envolvería en una guerra que no fuera de su competencia.<br />

Promesa que de ninguna manera impidió la reeducación de<br />

su industria para la nueva emergencia de conflicto, que se<br />

materializó en 1941 al trenzarse en guerra con los japoneses<br />

que los atacaran en Pearl Harbor.<br />

Un ‘ataque cobarde y sin provocación’, vociferó Roosevelt,<br />

agregando para seguir siendo los buenos de la historia<br />

‘nuestra fuerza está orientada al bien futuro y contra el mal<br />

inmediato. Los norteamericanos no somos destructores,<br />

somos constructores’. Como justificación antibelicista los<br />

hechos resultaron inmejorables para el momento, y al final<br />

de la contienda, para ‘evitar la continuación de la guerra’<br />

contra un enemigo ya casi inexistente como Japón, se<br />

lanzaron dos bombas atómicas sobre su territorio<br />

que casi nadie cuestionó; la seguridad<br />

de que Estados Unidos había actuado en<br />

defensa de la democracia y la libertad<br />

casi resultó irreprochable a las mayorías<br />

<strong>del</strong> mundo entero.<br />

Más bien, la realidad dispuso que<br />

el origen y desenlace de la Segunda<br />

Guerra Mundial en 1945 coincidió con la<br />

misma explicación que daban las agencias<br />

noticiosas -por decir, Associated<br />

Press y Reuter- difusoras de una verdad<br />

que durante un par de generaciones<br />

jamás explicó racionalmente<br />

a la guerra<br />

fuera como un<br />

conflicto intracapitalista y no un simple <strong>del</strong>irio de algunos<br />

dictadores mesiánicos y algo loquitos.<br />

En esa etapa histórica, Estados Unidos ejerció una verdadera<br />

hegemonía basada en su prestigio democrático y al<br />

terminar la Segunda Guerra Mundial, desde 1945 a 1970, logró<br />

cuanto quería en tiempo y espacio; con sus agigantados<br />

antecedentes políticamente liberales dominó a las Naciones<br />

Unidas como una oficina de servicio exterior, contuvo a la<br />

Unión Soviética en los límites de 1945, con el accionar de<br />

sus agencias de inteligencia echó a todo gobierno inamistoso<br />

y hasta se a<strong>del</strong>antó una jugada al asesinar al líder colombiano<br />

Jorge Eliecer Gaitán en 1948. Intervino en Irán en<br />

1953 para exhibir las glorias medievales <strong>del</strong> Reza Pahlevi,<br />

<strong>del</strong>egó a un tal Castillo Armas quien desde el mismo territorio<br />

yanqui, invadió Guatemala en 1954 para liquidar al gobierno<br />

popular de Jacobo Arbenz.<br />

A sus soldados les sobraron pertrechos<br />

para tomar el Líbano en 1956 y la República<br />

Dominicana en 1965, mordiendo<br />

cierta bronca por el leve contratiempo<br />

que le ocasionó hasta hoy el pueblo<br />

cubano, principalmente a los habitantes<br />

de Miami. Además y porque<br />

su ventaja económica y militar se<br />

lo permitía, con Europa Occidental<br />

y Japón diseñó una imbatible tríada<br />

de poder, esa especie de<br />

alianza natural que<br />

aunque últimamente viene rengueando bastante,<br />

eso será parte de otra historia… Después, en 1973,<br />

perdió la Guerra de Vietnam, el Irán de Khomeini lo<br />

despreció en 1980 y como si hubieran olvidado la<br />

historia, hoy se exponen en la misma región a otro<br />

papelón parecido al de Ronald Reagan, cuando en<br />

1982 ordenó el raje de los marines <strong>del</strong> Lïbano dos<br />

días después de jurar que jamás lo haría.<br />

Es que por entonces ya el guapo <strong>del</strong> barrio perdía<br />

prestigio, y aunque pese a que en Irak y la resistencia<br />

de Hezbolá en el Líbano no se la hicieron demasiado<br />

fácil a ellos ni a sus aliados de Israel, la fuerza de los<br />

belicistas norteamericanos no está acabada ni mucho<br />

menos. Es sí, pareciera que el imperio yanki obtuvo<br />

todo cuanto quería y por última vez cuando en 1973<br />

ordenó al militar chileno Pinochet asesinar al presidente<br />

socialista Salvador Allende, y más tarde al prohijar<br />

el golpe militar en la Argentina de 1976; tarea conjunta que<br />

hicieran con la servicial dirigencia nativa de turno entre los<br />

argentinos, aplicando a sangre el más crudo proyecto neoliberal<br />

soñado por Milton Friedman, desaparecido en estos<br />

días.<br />

Acaso, y sin entusiasmo ingenuo, ahora se vislumbra<br />

una nueva instancia en el planeta. No hablaremos de una<br />

catastrófica decadencia imperial, precisamente, sino de un<br />

repliegue forzado por la realidad más crítica y dinámica. Las<br />

últimas resonancias electorales de América Latina, -el triunfo<br />

de Lula en Brasil, <strong>del</strong> candidato no proyanki Rafael Correa en<br />

Ecuador, y la reelección de Chávez en Venezuela con más la<br />

pérdida de las representaciones parlamentarias <strong>del</strong> gobierno<br />

de George Bush en Estados Unidos, obligarían a reconsiderar<br />

la ubicación de los actores en el nuevo escenario, algo<br />

impensable hace una década. Las fantasías diseñadas y<br />

exhibidas por los mecanismos propagandísticos <strong>del</strong> Poder<br />

con mayúscula, cada día suman menos partidarios y eso es<br />

numéricamente cierto.<br />

Quizá existan novedosas causas y efectos no estimadas<br />

hasta ahora, como podrían ser las actitudes menos dóciles<br />

de los musulmanes, por ejemplo, aunque como en cualquier<br />

reacomodo táctico los acuerdos para fijar los tiempos<br />

y condiciones en hacerlo no son automáticos; y más aún<br />

cuando peligran negocios ciertos y negociados ilícitos de<br />

magnitudes tan increíbles que sin adentrarnos mucho en la<br />

imaginación, y por razones poco entendibles para los humanos<br />

en general, cada tanto una banda de forajidos cómplices<br />

se organizan alguna guerra para seguir funcionando. Hoy<br />

la realidad contradice algunos designios de los poderosos,<br />

sin duda, pero los intereses económicos y estratégicos de<br />

este precipitado imperio contra natura son tan diversos,<br />

que aunque exista ya la certeza de que las aspiraciones de<br />

seguir dictando las costumbres y hábitos ajenos tienen menos<br />

espacio que hace veinte años, la tarea de salvar todos<br />

los muebles en el inevitable incendio lo harán con la mejor<br />

disciplina posible.<br />

Si mientras tanto y aunque las guerras no existieran,<br />

la constante masacre de la humanidad ellos la<br />

siguen produciendo, silenciosamente, con las<br />

desigualdades y el implacable hambre<br />

que generan. VP<br />

Tomado de Angenpress Imfo.<br />

No. 152 16 AL 31 DE DICIEMBRE DE 2006 V O C E S D E L P E R I O D I S T A Pág. 23

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!