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¿Cabe aún la Pastoral Vocacional en nuestros proyectos? Avisos ...

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compromiso, aunque no siempre produzca los frutos esperados. Nunca quedará<br />

justificada con hueras fórmu<strong>la</strong>s prefabricadas; hay que involucrarse.<br />

Ni siquiera debe ser una oración ori<strong>en</strong>tada al eficacismo, hijo del voluntarismo <strong>en</strong><br />

el que priman los resultados contables. El bu<strong>en</strong> animador vocacional ora y se<br />

compromete <strong>en</strong> serio con su tarea. Pero, a difer<strong>en</strong>cia de los voluntaristas, <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra su<br />

fuerza <strong>en</strong> una fu<strong>en</strong>te más honda que una voluntad <strong>en</strong>tr<strong>en</strong>ada. A esta fu<strong>en</strong>te “que mana<br />

y corre”, que está más acá y más allá de cualquier compromiso, se accede a través de <strong>la</strong><br />

oración. ¡Este es su gran secreto! En su manual de instrucciones, el animador vocacional<br />

<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra una reiterada interpe<strong>la</strong>ción a orar. Por eso, <strong>en</strong> medio de <strong>la</strong> p<strong>en</strong>uria manti<strong>en</strong>e<br />

una insólita fidelidad. Sabe además que <strong>la</strong> oración no es solo un ejercicio personal, sino<br />

una experi<strong>en</strong>cia comunitaria, eclesial. Por eso se esfuerza también <strong>en</strong> crear redes de<br />

orantes.<br />

DESEO EFICAZ<br />

Tanto el sustantivo como el adjetivo están cargados de s<strong>en</strong>tido. Desear es<br />

canalizar todas <strong>la</strong>s <strong>en</strong>ergías <strong>en</strong> dirección a algo que es importante <strong>en</strong> sí mismo. Un bu<strong>en</strong><br />

animador vocacional no naufraga <strong>en</strong> deseos inútiles o imposibles. El deseo es eficaz<br />

cuando nace de una insatisfacción y alcanza su propósito: el nacimi<strong>en</strong>to, el<br />

discernimi<strong>en</strong>to y el acompañami<strong>en</strong>to de <strong>la</strong>s vocaciones. El deseo eficaz es eficaz si es<br />

creativo, si sabe <strong>en</strong>contrar medios y traduce sus objetivos <strong>en</strong> acciones posibles y metas<br />

intermedias. No está ll<strong>en</strong>o sólo de bu<strong>en</strong>as int<strong>en</strong>ciones, sino que cu<strong>en</strong>ta, además con <strong>la</strong><br />

t<strong>en</strong>acidad y disciplina necesarias para llevar<strong>la</strong>s a cabo.<br />

Es importante subrayar el rostro ambival<strong>en</strong>te del deseo <strong>en</strong> <strong>la</strong> animación<br />

vocacional: Puede urgir a empr<strong>en</strong>der una pastoral auténtica pero, por otra parte, puede<br />

también def<strong>en</strong>der meras aspiraciones y sueños humanos. Por ello, convi<strong>en</strong>e que los<br />

animadores vocacionales examin<strong>en</strong> a fondo sus propias motivaciones. Hay deseos lícitos<br />

y los hay adulterados. El rell<strong>en</strong>ar <strong>nuestros</strong> huecos, o buscar <strong>la</strong> mera superviv<strong>en</strong>cia<br />

institucional, o ser más competitivos, o fundar <strong>en</strong> más países, o increm<strong>en</strong>tar el<br />

patrimonio, etc. son algunos de los deseos no evangélicam<strong>en</strong>te sanos. A veces, es<br />

necesario un lúcido trabajo de depuración.<br />

La purificación del deseo requiere de <strong>la</strong> oración, de un cierto tipo de oración, <strong>en</strong><br />

concreto <strong>la</strong> “in-vocación” 30 al Espíritu, que es el reve<strong>la</strong>dor del deseo de Dios, de su<br />

proyecto sobre nosotros. Ese mom<strong>en</strong>to de oración es el lugar de <strong>la</strong> purificación del<br />

deseo. Esa purificación es <strong>la</strong> transformación del mismo, no su anu<strong>la</strong>ción. Gracias a el<strong>la</strong> se<br />

consigue dirigir <strong>la</strong>s <strong>en</strong>ergías hacia el objetivo adecuado: el proyecto de Dios.<br />

ACCIÓN<br />

Es consecu<strong>en</strong>cia de lo anterior. ¿Qué <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de un animador vocacional por<br />

hacer? ¿Cómo conjuga este verbo? No debemos caer <strong>en</strong> el riesgo de reducir <strong>la</strong> acción a<br />

actividades. Hacerlo propiam<strong>en</strong>te no es un error sino una visión parcial de <strong>la</strong>s cosas y, a<br />

veces, equívoca. La acción nunca puede ser el polo opuesto de <strong>la</strong> oración. ¿En qué se<br />

reconoce <strong>la</strong> acción típica de una sana espiritualidad vocacional? Sobre todo <strong>en</strong> dos<br />

indicadores que pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a su misma dinámica:<br />

30 Nuevas vocaciones para una nueva Europa, n. 35. d.<br />

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