Identidad y conflictos entre trabajadores en empresas ... - ASET
Identidad y conflictos entre trabajadores en empresas ... - ASET
Identidad y conflictos entre trabajadores en empresas ... - ASET
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
7° Congreso Nacional de Estudios del Trabajo<br />
<strong>ASET</strong><br />
Asociación Arg<strong>en</strong>tina de Especialistas de Estudios del Trabajo.<br />
“Nuevos esc<strong>en</strong>arios <strong>en</strong> el mundo del trabajo: rupturas y continuidades”<br />
10 al 12 de agosto de 2005 <strong>en</strong> la Facultad de Ci<strong>en</strong>cias Económicas de la Universidad de Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Grupo temático 12: <strong>Id<strong>en</strong>tidad</strong>es, cultura y formas de conci<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el proceso de trabajo<br />
Pon<strong>en</strong>cia: IDENTIDAD Y CONFLICTOS ENTRE TRABAJADORES EN EMPRESAS<br />
AUTOGESTIONADAS. LA RECUPERACIÓN DEL MÉTODO.<br />
1. Notas iniciales<br />
Autores: Alberto L. Bialakowsky 1 , José M. Grima, Constanza Zelaschi,<br />
María I. Costa 2 y Oracio Campos 3<br />
La recuperación y autogestión de <strong>empresas</strong> (2001-2005) ha resultado un proceso no lineal<br />
<strong>en</strong> el cual se han afrontado grandes obstáculos, tanto <strong>en</strong> lo que respecta a la compet<strong>en</strong>cia <strong>en</strong><br />
el mercado, como <strong>en</strong> los propios procesos y métodos de trabajo. En estas circunstancias se<br />
ti<strong>en</strong>de tanto al sust<strong>en</strong>to como a la creación de un método productivo alternativo. La crisis<br />
1 Director del Proyecto de investigación UBACyT, S015: “Exclusión - Extinción Social y Procesos de Trabajo<br />
Institucionales. Dispositivos de Interv<strong>en</strong>ción Transdisciplinarios”, Instituto de investigaciones Gino Germani,<br />
Facultad de Ci<strong>en</strong>cias Sociales, Universidad de Bu<strong>en</strong>os Aires. Pte. José E. Uriburu 950, 6º piso, Bu<strong>en</strong>os Aires,<br />
Arg<strong>en</strong>tina. Tel: 4508-3815. E-mail: albiala@mail.fsoc.uba.ar<br />
2 Integrantes del Proyecto de investigación UBACyT, S015, Instituto de investigaciones Gino Germani,<br />
Facultad de Ci<strong>en</strong>cias Sociales, Universidad de Bu<strong>en</strong>os Aires. Pte. José E. Uriburu 950, 6º piso, Bu<strong>en</strong>os Aires,<br />
Arg<strong>en</strong>tina. Tel: 4508-3815. E-mails respectivos: josemagrima@yahoo.com.ar ; mzelaschi@ceil-piette.gov.ar ;<br />
micosta2@yahoo.com.ar<br />
3 Trabajador de la empresa recuperada por sus <strong>trabajadores</strong> IMPA (Industrias Metalúrgicas y Plásticas<br />
Arg<strong>en</strong>tina), La Fábrica-Ciudad Cultural, Cooperativa.<br />
Dejamos expreso agradecimi<strong>en</strong>to por su compromiso con estas iniciativas investigativas y su colaboración a<br />
Cándido González de la empresa recuperada Chilavert Artes Gráficas, a Nora Haimovici integrante del<br />
Proyecto de Investigación, como así a las estudiantes avanzadas de la Carrera de Sociología: Gabriela V.<br />
Blanco, Laura Bojanich y Guillermina Gutierrez cursantes del taller de investigación: “Exclusión social,<br />
nuevos padecimi<strong>en</strong>tos y procesos sociales de trabajo” dirigido por A. L. Bialakowsky.
que atraviesan algunas <strong>empresas</strong> recuperadas y autogestionadas son señales emerg<strong>en</strong>tes de<br />
las dinámicas que subyac<strong>en</strong> a la lucha cotidiana y que, <strong>en</strong> la mayor parte de ellas, no logran<br />
ser visualizadas como tales, g<strong>en</strong>erando fisuras <strong>en</strong> los colectivos de trabajo. Ante este tipo de<br />
f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os nos interrogamos tanto acerca de la cultura laboral acumulada, la posibilidad de<br />
un modelo alternativo coproductivo, la democratización <strong>en</strong> las relaciones laborales, los<br />
procesos de desali<strong>en</strong>ación, como así sobre la producción de conocimi<strong>en</strong>to, la recuperación<br />
del método productivo y su contribuciones al intelecto g<strong>en</strong>eral (Virno, 2003). En nuestro<br />
análisis el “co-trabajo” operativo resulta cambiante y sus instrum<strong>en</strong>tos requier<strong>en</strong> de un<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro discursivo, del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to colectivo y de un <strong>en</strong>foque moebiusiano. Nos<br />
proponemos <strong>en</strong>tonces desarrollar la pon<strong>en</strong>cia con los protagonistas de estas <strong>empresas</strong> para<br />
dar cu<strong>en</strong>ta de un análisis crítico conjunto acerca de sus <strong>conflictos</strong> y desafíos.<br />
El <strong>en</strong>sayo que sigue compr<strong>en</strong>de un desarrollo contextual <strong>en</strong> la dirección de conceptualizar<br />
el sistema capitalista contemporáneo, como así brindar algunos indicadores locales que<br />
sitú<strong>en</strong> las experi<strong>en</strong>cias de <strong>empresas</strong> recuperadas por sus <strong>trabajadores</strong> <strong>en</strong> el espacio local.<br />
Luego pasaremos a describir –con los datos secundarios disponibles- el propio desarrollo de<br />
estas <strong>empresas</strong> y posteriorm<strong>en</strong>te nos abocaremos al tema c<strong>en</strong>tral de nuestro análisis:<br />
id<strong>en</strong>tidad, conflicto y recuperación del método social productivo, c<strong>en</strong>trándonos por una<br />
parte <strong>en</strong> los aspectos de la formación del colectivo y por otra <strong>en</strong> sus intesecciones con los<br />
nuevos rasgos que ofrece esta subjetividad laboral y su id<strong>en</strong>tificación como clase<br />
trabajadora <strong>en</strong> t<strong>en</strong>sión histórica.<br />
Finalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> este inicio debe com<strong>en</strong>tarse que el texto es el resultado de <strong><strong>en</strong>tre</strong>vistas<br />
semiestructuradas acumuladas (2004-2005), <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tros grupales ad hoc con los<br />
<strong>trabajadores</strong> de <strong>empresas</strong> recuperadas y observaciones participantes de reuniones<br />
inter<strong>empresas</strong> del Movimi<strong>en</strong>to Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), tomando<br />
como epic<strong>en</strong>tro del diálogo co-productivo dos <strong>empresas</strong> autogestionadas: Impr<strong>en</strong>ta:<br />
Chilavert. Artes Gráficas (ex Gagliamone Hnos.) e IMPA. Ciudad Cultural (Industrias<br />
Metalúrgicas y Plásticas Arg<strong>en</strong>tina). Debe aclararse que si bi<strong>en</strong> el formato c<strong>en</strong>tral del texto
asume el estilo corri<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las pres<strong>en</strong>taciones cualitativas procede de la consecución de<br />
una iniciativa que d<strong>en</strong>ominamos <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro discursivo y que se opera por medio de una<br />
metodología que d<strong>en</strong>ominamos de coproducción investigativa (Bialakowsky et al, 2002).<br />
2. Contexto I: el trabajador, metamorfosis global<br />
Para compr<strong>en</strong>der la experi<strong>en</strong>cia de las <strong>empresas</strong> recuperadas, aún cuando se trate <strong>en</strong> su<br />
peculiaridad <strong>en</strong> un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o sociolaboral circunscripto, requiere <strong>en</strong> nuestro concepto ser<br />
contextualizado. Desde nuestra visión el capitalismo atraviesa una etapa de mutación que<br />
atraviesa y desdibuja diversas categorías referidas al trabajador que hasta ahora se<br />
consideraban “típicas” (Posthuma, 2001). En esta perspectiva consideramos dos cuestiones<br />
básicas que redefin<strong>en</strong> la visión del sistema: a. un atravesami<strong>en</strong>to del proceso sistémico por<br />
el continuum de exclusión-extinción social (Bialakowsky et al, 2004a) y b. las diversas<br />
formas de dilución del trabajador (Antunes 2003b; Bialakowsky et al, 2003). Así se registra<br />
un proceso donde se agudizan los efectos de la creación de mano de obra superflua y los<br />
efectos autodestructivos del capitalismo (Mészáros, 1999). La mano de obra padece dos<br />
grandes erosiones, una referida a su forma clásica de asalariado, de trabajador <strong>en</strong> relación<br />
de dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia, que pasa a las diversidades trabajador “autónomo”, por cu<strong>en</strong>ta propia, se<br />
int<strong>en</strong>sifica la forma ficcional de trabajador libre. Así las categorías quedan reducidas <strong>en</strong> el<br />
conjunto de los <strong>trabajadores</strong> a un núcleo <strong>en</strong> relación de dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia formal organizados<br />
colectivam<strong>en</strong>te, mi<strong>en</strong>tras que el resto de las fracciones comi<strong>en</strong>zan a correr sobre formas<br />
precarizadas formalizadas con las regulaciones de la flexibilización laboral) o no como las<br />
clandestinas, como así fracciones de desempleados organizados o no, para concluir <strong>en</strong> la<br />
cad<strong>en</strong>a de desafiliación social con el trabajador desasistido y descolectivado (Bialakowsky,<br />
2004b; Battistini, 2004).<br />
Desde esta perspectiva compr<strong>en</strong>der la categoría de trabajador, aquellos que-sólo-pued<strong>en</strong><br />
vivir-de-su-trabajo (Antunes, 2003a), agreguemos <strong>en</strong>aj<strong>en</strong>ado: trabajo mercancía, ha rotado<br />
a categorías múltiples que han sido p<strong>en</strong>etradas por el continuum de la exclusión <strong>en</strong> cuyo<br />
extremos se registra un polo mortífero de aniquilación de la fuerza de trabajo, el ejército de
eserva no conserva su pot<strong>en</strong>cialidad de empleabilidad, <strong>en</strong> sus extremos de esta población<br />
exced<strong>en</strong>te se produce la población descartable productivam<strong>en</strong>te (Marx, 1867), los que<br />
resultan “los inútiles para el mundo” (Karsz, 2004:199). El proceso de exclusiónextinción<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> el cont<strong>en</strong>ido mismo del diseño de las “nuevas” relaciones<br />
laborales, por cuanto que su compon<strong>en</strong>te c<strong>en</strong>tral es un contrato que oculta la relación de<br />
dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia objetiva, la coloca <strong>en</strong> sordina y le otorga la apari<strong>en</strong>cia de mayor autonomía al<br />
mismo tiempo que autoresponsabiliza, revictimiza al trabajador histórico y le otorga un<br />
pasaje al estigma, a la subnormalización, a la fractura, a la evicción (Karsz, 2004). El<br />
capitalismo se comporta con el recurso de la mano de obra, como con cualquiera de sus<br />
insumos, <strong>en</strong> la perspectiva ficcional de su carácter inagotable, de que carece de lógica<br />
atribuirle una lógica que no resulte contradictoria, si bi<strong>en</strong> el plusvalor absoluto colectivo es<br />
la base de sust<strong>en</strong>tación del capitalismo, ello no quita que el sistema evolucione a formas<br />
creci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te contradictorias o a la culminación de su máxima contradicción cuando el<br />
desgaste y el desperdicio de la fuerza de trabajo se maximiza.<br />
En este contexto global, <strong>en</strong> lo local esta experi<strong>en</strong>cia aunque limitada revela <strong>en</strong> su s<strong>en</strong>o estas<br />
grandes t<strong>en</strong>siones de la dilución de la clase trabajadora (Alaluf y Rolle, 2005; Postone,<br />
2005). En lo local el proceso socio<strong>en</strong>ómico muestra que el borde del desplazami<strong>en</strong>to el<br />
trabajador se <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>ta a una realidad sin salida apar<strong>en</strong>te.<br />
3. Contexto II: el trabajador arg<strong>en</strong>tino, el pan de cada día<br />
En los párrafos que sigu<strong>en</strong> repasaremos sintéticam<strong>en</strong>te algunos indicadores que dan cu<strong>en</strong>ta<br />
<strong>en</strong> el esc<strong>en</strong>ario local la crisis que combina reconversión sistémica capitalista con por una<br />
parte de expulsión de fuerza de trabajo del mercado de empleo, como por el otro un<br />
empobrecimi<strong>en</strong>to e indig<strong>en</strong>cia de grandes fracciones de la clase trabajadora, como así una<br />
agudización <strong>en</strong> los patrones de distribución del ingreso y desigualdad social. Estos<br />
indicadores, por supuesto, no resultan exhaustivos sino que int<strong>en</strong>tan ilustrar la coyuntura<br />
especialm<strong>en</strong>te analizada de emerg<strong>en</strong>cia expansiva del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o social de las <strong>empresas</strong><br />
recuperadas por sus <strong>trabajadores</strong> 2001-2003 (ver punto sigui<strong>en</strong>te).
La crisis socioeconómica que se desata <strong>en</strong> el último trimestre del año 2001 responde a un<br />
largo proceso de acumulación con la aplicación de políticas neoliberales de los últimos tres<br />
décadas (Battistini, 2002). Una mejor compr<strong>en</strong>sión de esta realidad <strong>en</strong> esa coyuntura se<br />
expresa <strong>en</strong> los sigui<strong>en</strong>tes datos provistos: “En octubre de 2002, el índice de desigualdad<br />
(coefici<strong>en</strong>te de GINI) <strong>en</strong> los aglomerados urbanos del país relevados por la EPH (Encuesta<br />
Perman<strong>en</strong>te de Hogares) fue 0,532; su valor era 0,470 <strong>en</strong> mayo de 1995. Según el<br />
SIEMPRO (Ministerio de Desarrollo Social), el increm<strong>en</strong>to de la desigualdad del ingreso<br />
tuvo una gran incid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el crecimi<strong>en</strong>to de la pobreza <strong>en</strong> el periodo 1998-2001”<br />
(INDEC) 4 . Un análisis de la distribución de los ingresos <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina permite establecer<br />
la evolución de los niveles de desigualdad a lo largo de la década como sigue: 1990:0,501<br />
(medio); 1994: 0,508 (medio); 1997:0,530 (alto); 1999:0,542 (alto) y 2002: 0,590 (muy<br />
alto).<br />
La misma fu<strong>en</strong>te INDEC indicaba que, “... durante el segundo semestre de 2003, se<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran por debajo de la línea de pobreza 2.524.000 hogares (36,5%), los que incluy<strong>en</strong><br />
11.074.000 personas (47,8%). En ese conjunto, 1.044.000 hogares (15,1%) se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran,<br />
a su vez, bajo la línea de indig<strong>en</strong>cia, lo que supone 4.749.000 personas indig<strong>en</strong>tes<br />
(20,5%)” 5 . Por otra parte las transformaciones operadas <strong>en</strong> el mercado de trabajo se<br />
expresaban <strong>en</strong> altos índices de vulneración laboral: para el cuarto trimestre del 2003 <strong>en</strong> la<br />
Arg<strong>en</strong>tina se registraban los sigui<strong>en</strong>tes datos: 14.5% de desocupados y una tasa de<br />
subocupación del 16.3%. Así, <strong><strong>en</strong>tre</strong> desocupados y subocupados alcanzaban al 30,8% de la<br />
PEA 6 .<br />
4 “Nuevos pobres, pobres NBI y desigualdad del ingreso” <strong>en</strong> Página Web: www.cambiocultural.com.ar, Noviembre de<br />
2003. Otra forma de expresar la desigual distribución del ingreso <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina es a través de la distribución<br />
por quintiles: difer<strong>en</strong>cia porc<strong>en</strong>tual quintil 1, 1974-2002: -3.2; difer<strong>en</strong>cia porc<strong>en</strong>tual quintil 5, 1974-2002:<br />
12.3. Fu<strong>en</strong>te: Bialakowsky, A. L. (2002) – “Políticas sociales y exclusión social <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina finisecular<br />
fr<strong>en</strong>te a la integración contin<strong>en</strong>tal”, Robarts C<strong><strong>en</strong>tre</strong> for Canadian Studies, 2001, mimeo.<br />
5 Fu<strong>en</strong>te: Encuesta Perman<strong>en</strong>te de Hogares, Datos para el total de aglomerados urbanos (28), Informe de<br />
Pr<strong>en</strong>sa, Instituto Nacional de Estadísticas y C<strong>en</strong>sos, 25-3-04.<br />
6 Fu<strong>en</strong>te: Encuesta Perman<strong>en</strong>te de Hogares, Datos para el total de aglomerados urbanos (28), Informe de<br />
Pr<strong>en</strong>sa, Instituto Nacional de Estadísticas y C<strong>en</strong>sos, 11-3-04. El porc<strong>en</strong>taje de desocupados que aquí se<br />
pres<strong>en</strong>ta no incluye a los b<strong>en</strong>eficiarios de los Planes Jefes y Jefas de Hogar Desocupados
Como se observa una de las características c<strong>en</strong>trales de aquel lapso histórico fue la<br />
g<strong>en</strong>eración de tasas de desocupación que fluctuaron <strong><strong>en</strong>tre</strong> el 13% y el 22% de la PEA<br />
mant<strong>en</strong>iéndose desde el año 1995 <strong>en</strong> adelante con tasas superiores a los dos dígitos. Uno de<br />
los f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os complem<strong>en</strong>tarios a la hora de reflexionar acerca del orig<strong>en</strong> de dicha realidad<br />
es el singular proceso de desindustrialización que acompañó la implem<strong>en</strong>tación de aquellas<br />
políticas que trastrocaban radicalm<strong>en</strong>te el modelo ISI (industria sustitutiva de<br />
importaciones). Así la prosecución de concursos de acreedores y quiebras fraudul<strong>en</strong>tas se<br />
increm<strong>en</strong>taron a lo largo de los 90, como así la exportación de capitales y el giro de<br />
ganancias hacia el exterior.<br />
La evolución de la tasa de desocupación <strong>en</strong> los 90 pres<strong>en</strong>tó altibajos que van del 8.6% a<br />
comi<strong>en</strong>zos de los 90, con increm<strong>en</strong>tos del 18,4% <strong>en</strong> 1995 alcanzando 21,5% <strong>en</strong> mayo del<br />
2002 (INDEC). Los últimos datos disponibles revelan comparativam<strong>en</strong>te una reducción <strong>en</strong><br />
el valor de este indicador para el último trimestre de 2004 (12,6%), sin embargo resulta<br />
importante aclarar que estas cifras excluy<strong>en</strong> a los b<strong>en</strong>eficiarios del Plan Jefes y Jefas de<br />
Hogar Desocupados por considerárselos <strong>en</strong> el cómputo como ocupados (INDEC, Mercado<br />
de trabajo: principales indicadores, 2004).<br />
4. Contexto III: El aquí y ahora de las <strong>empresas</strong> recuperadas: Dim<strong>en</strong>siones<br />
cuantitativas del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o 7<br />
Según los registros disponibles hasta diciembre de 2003 se estipulaba una cantidad de 170<br />
<strong>empresas</strong> recuperadas por sus <strong>trabajadores</strong> (G. Fajn, 2003) que compr<strong>en</strong>dería unos 8.000<br />
<strong>trabajadores</strong> aproximadam<strong>en</strong>te. M. Kulfas (2003) estima que involucran a 10.000<br />
(subsidio promedio –no asalarizado- es de 50 dólares m<strong>en</strong>suales). Estos han sido relevados<br />
como ocupados.<br />
7 Este apartado se basa <strong>en</strong> datos incluidos <strong>en</strong> la pon<strong>en</strong>cia pres<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> la Universidad de Chapecó<br />
“Recuperadores de Trabajo. Resist<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> la Postmodernidad” de Alberto L. Bialakowsky, Oracio Campos,<br />
José Manuel Grima, Guillermo Robledo, María Ignacia Costa y Nora M. Haimovici y <strong>en</strong> la Confer<strong>en</strong>cia<br />
pres<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> el II Congreso Internacional de Ger<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> América Latina, Ger<strong>en</strong>cia para el Desarrollo<br />
Sust<strong>en</strong>table, "Nuevas Políticas de Ger<strong>en</strong>cia. Dilemas <strong>en</strong> la distribución del saber, el poder y la cooperación.<br />
Análisis de experi<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> <strong>empresas</strong> cooperativas recuperadas por sus <strong>trabajadores</strong> <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina, (1998-<br />
2004)" de Alberto L. Bialakowsky y equipo.
<strong>trabajadores</strong>. Una actualización de estos datos <strong>en</strong> el año 2004 revela que la cantidad de<br />
<strong>empresas</strong> recuperadas por sus <strong>trabajadores</strong> asci<strong>en</strong>de a 161 y compr<strong>en</strong>de a 9100 <strong>trabajadores</strong><br />
<strong><strong>en</strong>tre</strong> los que se incluye a los 2.200 <strong>trabajadores</strong> del Ing<strong>en</strong>io La Esperanza, <strong>en</strong> la provincia<br />
de Jujuy. Se trata de un caso particular <strong>en</strong> el cual no se ha dado una recuperación de la<br />
empresa, sino una lucha gremial que se dirige <strong>en</strong> ese s<strong>en</strong>tido (FFyL, 2005) 8 . Sobre este<br />
punto señalamos que no es tanto el impacto cuantitativo del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de las <strong>empresas</strong><br />
recuperadas, como el acelerado proceso de expansión de esta modalidad de reivindicación<br />
sociolaboral que se distingue de otras luchas, tales como el reclamo por seguros de<br />
desempleo e incluso del salario mínimo universal, llevando a los <strong>trabajadores</strong> a plantearse<br />
la apropiación y administración de la fu<strong>en</strong>te productiva como un bi<strong>en</strong> social.<br />
Cuadro 1. Increm<strong>en</strong>to porc<strong>en</strong>tual del f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de las <strong>empresas</strong> recuperadas<br />
8 En la pres<strong>en</strong>te versión se han incluido datos reci<strong>en</strong>tes brindados por el Informe del Segundo Relevami<strong>en</strong>to:<br />
Las Empresas Recuperadas <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina (2005) del Programa Facultad Abierta de la Secretaría de<br />
Ext<strong>en</strong>sión Universitaria y Bi<strong>en</strong>estar Estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de<br />
Bu<strong>en</strong>os Aires (FFyL-UBA), equipo dirigido por Héctor H. Trinchero, co-dirigido por Silvia Llomovatte y<br />
Francisco J. Grasso, e integrado por los investigadores coordinadores Andrés Ruggeri, y Carlos Martínez a<br />
qui<strong>en</strong>es agradecemos especialm<strong>en</strong>te el <strong>en</strong>vío de estos valiosos aportes para introducir <strong>en</strong> el texto datos<br />
actualizados.
%<br />
50<br />
40<br />
30<br />
20<br />
10<br />
0<br />
2<br />
Antes<br />
del año<br />
1994<br />
2 3<br />
2<br />
3 2<br />
Año<br />
1994<br />
Año<br />
1995<br />
Año<br />
1996<br />
Año<br />
1997<br />
Fu<strong>en</strong>te: Extraído del Programa Facultad Abierta, Secretaría de Ext<strong>en</strong>sión Universitaria,<br />
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Bu<strong>en</strong>os Aires, 2003. En base a 59 casos.<br />
En el cuadro 2 que se pres<strong>en</strong>ta a continuación, puede observarse la distribución geográfica<br />
de las <strong>empresas</strong> recuperadas o <strong>en</strong> procesos de recuperación conc<strong>en</strong>trándose la mayor<br />
proporción <strong>en</strong> el Gran Bu<strong>en</strong>os Aires (45%) e interior del país (39%).<br />
Año<br />
1998<br />
Cuadro 2. Distribución geográfica de las <strong>empresas</strong><br />
5<br />
Año<br />
1999<br />
10<br />
Año<br />
2000<br />
Localidad %<br />
Ciudad de Bu<strong>en</strong>os Aires 15.0%<br />
Gran Bu<strong>en</strong>os Aires 45.0%<br />
Interior 39.0%<br />
Total 100%<br />
Fu<strong>en</strong>te: Extraído del Programa Facultad Abierta, Secretaría de Ext<strong>en</strong>sión Universitaria,<br />
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Bu<strong>en</strong>os Aires, 2005. En base a 72 casos<br />
relevados <strong>en</strong> 2004.<br />
27<br />
Año<br />
2001<br />
44<br />
Año<br />
2002-<br />
2003
Entre las figuras jurídicas que han adoptado las <strong>empresas</strong> recuperadas por los <strong>trabajadores</strong>,<br />
el 94% de los casos ha adoptado la forma de cooperativa de trabajo. Entre las razones que<br />
pudieran <strong>en</strong>umerarse como causales de esta elección, m<strong>en</strong>cionamos la horizontalidad de las<br />
relaciones que se establec<strong>en</strong> al interior de las <strong>empresas</strong>, tanto <strong>en</strong> los modos de producción<br />
como <strong>en</strong> la toma de decisiones por medio de asambleas y los condicionami<strong>en</strong>tos legales que<br />
impone la Ley de Concursos y Quiebras, para dar lugar a la administración de los<br />
<strong>trabajadores</strong> de los espacios productivos.<br />
Cuadro 3. Distribución porc<strong>en</strong>tual según figura jurídica de las ERT<br />
Figura Jurídica de las ERT<br />
%<br />
Cooperativa 94.0<br />
Otro tipo de cooperativa 1.0<br />
Estatización con control obrero 1.0<br />
NS/NC 3.0<br />
No ti<strong>en</strong>e 1.0<br />
Total 100<br />
Fu<strong>en</strong>te: Extraído del Programa Facultad Abierta, Secretaría de Ext<strong>en</strong>sión Universitaria,<br />
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Bu<strong>en</strong>os Aires, 2005. En base a 72 casos<br />
relevados <strong>en</strong> 2004.<br />
Asociada a la cuestión de la figura jurídica se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra la organización de refer<strong>en</strong>cia de<br />
cada una de las <strong>empresas</strong> recuperadas. Inicialm<strong>en</strong>te la discusión acerca de optar por una<br />
forma cooperativa o bregar por la estatización bajo control obrero se vio reflejada <strong>en</strong> el<br />
despr<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to del Movimi<strong>en</strong>to Nacional de Fábricas Recuperadas (MNFR) del<br />
Movimi<strong>en</strong>to Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), Movimi<strong>en</strong>tos que <strong>en</strong> la<br />
actualidad nuclean a la mayor parte de las <strong>empresas</strong> (34% respectivam<strong>en</strong>te). No obstante<br />
esto, un número m<strong>en</strong>or de <strong>empresas</strong> se refer<strong>en</strong>cian <strong>en</strong> otras organizaciones tales como
FECOOTRA (8%) y FENCOOTER (1%). Resulta importante aclarar que “la<br />
FENCOOTER, (...) se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> estado de disolución, y la FECOOTRA, además, ti<strong>en</strong>e<br />
el inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te (para la estadística) de compartir la adhesión de muchos de sus miembros<br />
con algunos de los otros movimi<strong>en</strong>tos y de limitar su accionar a la Provincia de Bu<strong>en</strong>os<br />
Aires. Por otra parte, no está compuesta exclusivam<strong>en</strong>te por <strong>empresas</strong> recuperadas” (FFyL,<br />
2005:78).<br />
Cuadro 4: Adscripción organizativa de las ERT<br />
20%<br />
3%<br />
1%<br />
8%<br />
34%<br />
Fu<strong>en</strong>te: Extraído del Programa Facultad Abierta, Secretaría de Ext<strong>en</strong>sión Universitaria,<br />
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Bu<strong>en</strong>os Aires, 2005. En base a 72 casos<br />
relevados <strong>en</strong> 2004.<br />
Asimismo, de las ERT que participan <strong>en</strong> alguna organización, una mayoría declara que lo<br />
hace int<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>te (64%), y una minoría importante, solo <strong>en</strong> forma esporádica (28%).<br />
Según relatan los autores del Segundo relevami<strong>en</strong>to de ERT de la Facultad de Filosofía y<br />
Letras de la UBA, si se distribuye esa información por organización se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra que esa<br />
int<strong>en</strong>sidad es importante <strong>en</strong> ambos movimi<strong>en</strong>tos mayoritarios, sin gran disparidad <strong><strong>en</strong>tre</strong><br />
ellos <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido.<br />
Por último, haremos refer<strong>en</strong>cia a los apoyos recibidos por las <strong>empresas</strong> recuperadas, ya sea<br />
<strong>en</strong> el mom<strong>en</strong>to de la recuperación como <strong>en</strong> la puesta <strong>en</strong> marcha de las <strong>empresas</strong>. En cuanto<br />
34%<br />
MNER MNFRT FECOOTRA<br />
FENCOOTER NS/NC NO
al primer aspecto, si bi<strong>en</strong> los procesos de recuperación han recibido muestras de solidaridad<br />
y el apoyo externo por parte de diversas organizaciones y particulares que otorgaron<br />
legitimidad a estas iniciativas, se destaca el papel de otras <strong>empresas</strong> recuperadas y el de los<br />
movimi<strong>en</strong>tos sociales (asambleas barriales, por ejemplo). En lo que respecta al rol<br />
desempeñado por actores claves <strong>en</strong> la gestión de las relaciones laborales, como lo son los<br />
sindicatos y el Estado, puede decirse que: “Los sindicatos, a pesar de todo, han contribuido<br />
<strong>en</strong> forma decisiva <strong>en</strong> algunos casos a la superviv<strong>en</strong>cia de algunas ERT, y a medida que<br />
avanza el proceso, por lo m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> algunos gremios, su resist<strong>en</strong>cia inicial parece ir<br />
quebrándose. El Estado, por su parte, aparece fraccionado <strong>en</strong> numerosas y difer<strong>en</strong>tes<br />
instancias muy relacionadas con el impacto que cada caso pueda t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> la opinión<br />
pública, y su participación librada a veces a la iniciativa de un funcionario o a la capacidad<br />
de presión y negociación de los <strong>trabajadores</strong>” (FFYL, 2005:53-54).
Cuadro 5: Apoyos para la recuperación de<br />
la empresa<br />
30%<br />
25%<br />
20%<br />
15%<br />
10%<br />
5%<br />
0%<br />
11%<br />
19% 21%<br />
2%<br />
11%<br />
25%<br />
Fu<strong>en</strong>te: Extraído del Programa Facultad Abierta, Secretaría de Ext<strong>en</strong>sión Universitaria,<br />
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Bu<strong>en</strong>os Aires, 2005. En base a 72 casos<br />
relevados <strong>en</strong> 2004.<br />
En cuanto al segundo y último aspecto, el apoyo estatal a las <strong>empresas</strong> recuperadas se ha<br />
evid<strong>en</strong>ciado <strong>en</strong> la legislación cooperativa y la Ley de quiebras, las decisiones judiciales, la<br />
política de subsidios a pymes y a cooperativas. “El problema no es la aus<strong>en</strong>cia absoluta de<br />
política estatal, sino la escasa coher<strong>en</strong>cia de esta. La falta de una legislación apropiada y<br />
coher<strong>en</strong>te provoca, <strong><strong>en</strong>tre</strong> otras cosas, que los jueces t<strong>en</strong>gan una excesiva libertad de acción<br />
e interpretación, que los puede llevar desde b<strong>en</strong>eficiar a los <strong>trabajadores</strong> (<strong>en</strong> los m<strong>en</strong>os de<br />
los casos) hasta actuar como testaferros de las patronales o de los interesados <strong>en</strong> los bi<strong>en</strong>es<br />
17%<br />
4%<br />
17%<br />
8% 6%<br />
2%<br />
Estado Nacional<br />
Sindicatos<br />
Movimi<strong>en</strong>tos Sociales<br />
Poder Judicial<br />
Estado Provincial<br />
Otras Empresas Recuperadas<br />
Vecinos/Comunidad<br />
Medios de Comunicación<br />
Municipio<br />
Universidad<br />
Partidos Políticos<br />
Ninguno
de la empresa <strong>en</strong> cuestión, o mandar desalojos <strong>en</strong> cualquier circunstancia sin t<strong>en</strong>er <strong>en</strong><br />
cu<strong>en</strong>ta la voz de los perjudicados” (FFyL, 2005:71).<br />
La evid<strong>en</strong>cia directa de la relación <strong><strong>en</strong>tre</strong> las <strong>empresas</strong> recuperadas por sus <strong>trabajadores</strong> y el<br />
Estado resulta del porc<strong>en</strong>taje de <strong>empresas</strong> que han recibido subsidios o créditos por parte<br />
del mismo. En este s<strong>en</strong>tido, podemos señalar que el 46% de las ERT ha recibido subsidios<br />
estatales. Sin embargo, si bi<strong>en</strong> esta ayuda económica “a veces, ha sido decisiva para la<br />
solución de algunos problemas claves <strong>en</strong> el arranque de los procesos; otras veces ha<br />
contribuido a solucionar los problemas, luego de la puesta <strong>en</strong> producción. Pero una parte<br />
importante de ella no repres<strong>en</strong>tó un aporte significativo, sea por el escaso monto o por las<br />
trabas burocráticas o políticas para su otorgami<strong>en</strong>to” (FFyL, 2005:72).<br />
5. Id<strong>en</strong>tificando el colectivo<br />
Aquí haremos m<strong>en</strong>ción a algunos puntos que creemos c<strong>en</strong>trales para la compr<strong>en</strong>sión de lo<br />
que <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos repres<strong>en</strong>ta el movimi<strong>en</strong>to de <strong>empresas</strong> recuperadas. Como ya fuera<br />
señalado, se observa que las experi<strong>en</strong>cias internas del conjunto de las <strong>empresas</strong> recuperadas<br />
no resultan homogéneas y que ello responde a las características tan diversas de orig<strong>en</strong>,<br />
rama de actividad, localización y número de <strong>trabajadores</strong>, pero así también por las distintas<br />
ori<strong>en</strong>taciones y alianzas que se fueron g<strong>en</strong>erando a lo largo de este proceso federativo.<br />
(2001-2005) (Rebón, 2004), la conformación de los colectivos, p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to y espacios<br />
comunes <strong>en</strong> los cuales la propuesta va más allá de la “recuperación de una fu<strong>en</strong>te de<br />
trabajo”. Ya sea <strong>en</strong> la etapa inicial de la toma, como <strong>en</strong> la resist<strong>en</strong>cia, el redescubrimi<strong>en</strong>to<br />
del colectivo se hace necesario para la continuidad, poner <strong>en</strong> debate la subsist<strong>en</strong>cia de la<br />
empresa es colocar también <strong>en</strong> debate el propio movimi<strong>en</strong>to, <strong>en</strong> este caso de Movimi<strong>en</strong>to<br />
Nacional de Empresas Recuperadas:<br />
“...mañana hay una reunión que muy posiblem<strong>en</strong>te la vamos a hacer acá …según el<br />
problema y la urg<strong>en</strong>cia, viste...hemos t<strong>en</strong>ido que hacer un par de Asambleas ahí…<strong>en</strong> el<br />
medio del taller. Porque eran cosas más urg<strong>en</strong>tes…El sábado, hacemos una acá…para ir
delineando algunos puntos de…qué es lo que vamos a hacer hacia delante, algunos<br />
problemas internos que t<strong>en</strong>emos, todas esas cosas vamos a debatir...”<br />
Esta convocatoria cobra nuevos significados, el descubrimi<strong>en</strong>to de la modulación del<br />
colectivo y de sus contradicciones por un lado y, por el otro, la rotación de la relación de<br />
dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a la autogestión implica la gestión del colectivo. El colectivo no se sosti<strong>en</strong>e<br />
naturalm<strong>en</strong>te, exige debate y el debate exige tiempo y <strong>en</strong>ergía adicional para la<br />
convocatoria a asamblea con todos los <strong>trabajadores</strong>. En el caso que se relata el día<br />
establecido fue el sábado, día usualm<strong>en</strong>te no laborable. Cuando se interroga sobre la<br />
manera <strong>en</strong> la cual tomaban las decisiones, nos respond<strong>en</strong>:<br />
“...<strong>en</strong> asamblea…y después ya sabemos lo que t<strong>en</strong>emos que hacer y después se pone <strong>en</strong><br />
práctica. Hay cosas que no las podemos llevar a cabo, pero para eso hay otra asamblea<br />
que decimos t<strong>en</strong>emos que hacer esto que lo íbamos a hacer y al final no lo hicimos...”<br />
Este colectivo no se reduce <strong>en</strong> los casos analizados a los <strong>trabajadores</strong>, se expande como<br />
señalamos a las propuesta federativas que se exti<strong>en</strong>d<strong>en</strong> a g<strong>en</strong>erar alianzas con una fuerte<br />
pres<strong>en</strong>cia de grupos de la comunidad, especialm<strong>en</strong>te “asambleas barriales” (Lewkowicz,<br />
2002) vecinas a las fábricas, motivados seguram<strong>en</strong>te tanto por g<strong>en</strong>erar soportes <strong>en</strong> la lucha<br />
por la recuperación, que luego fue g<strong>en</strong>erando una red solidaria <strong><strong>en</strong>tre</strong> la fábrica recuperada y<br />
la comunidad que <strong>en</strong> muchos casos perdura hasta hoy. En palabras de uno de nuestros<br />
<strong><strong>en</strong>tre</strong>vistados:<br />
“..... Una cosa es que vos hagas la cooperativa, otra cosa es que vos vayas a laburar, pero<br />
otra cosa es def<strong>en</strong>derla, viste…y para nosotros eso fue importante…y estuvo bu<strong>en</strong>o…<br />
porque sin planificarlo fue una organización bi<strong>en</strong> aceitadita con la Asamblea popular,<br />
viste; porque <strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to si vos t<strong>en</strong>és que avisar a todos, corrés el riesgo de…de que te<br />
<strong><strong>en</strong>tre</strong>n, viste…En cambio ya habíamos arreglado todos de que avisábamos a la asamblea<br />
popular de Pompeya, y ellos avisaban a Impa, Impa avisaba al abogado y después la<br />
Asamblea seguía avisando a las demás Asambleas, todas las organizaciones. O sea, una<br />
cosa bi<strong>en</strong>…como un reloj suizo, viste. La verdad que yo digo…cómo hicimos, no se…cómo
hicimos no, nosotros solos, sino cómo se organizó toda la sociedad ahí, <strong>en</strong> torno a eso,<br />
apartir de que ya nosotros v<strong>en</strong>íamos trabajando con la Asamblea de Pompeya; inclusive<br />
antes de que p<strong>en</strong>sáramos que esto iba a cerrar; yo pi<strong>en</strong>so que ahí estuvo la clave<br />
también… y creo que eso fue lo fundam<strong>en</strong>tal: el <strong>en</strong>lace <strong><strong>en</strong>tre</strong> todas las organizaciones..”<br />
En la ger<strong>en</strong>cia taylorista el <strong>en</strong>torno es un descubrimi<strong>en</strong>to tardío. En la gestión recuperada el<br />
<strong>en</strong>torno puede ser la base de la subsist<strong>en</strong>cia, ya que la comunicación y la movilización<br />
constituy<strong>en</strong> sus compon<strong>en</strong>tes básicos, aunque no siempre, claro está se pres<strong>en</strong>ta este mismo<br />
esc<strong>en</strong>ario. En ocasiones la comunidad ti<strong>en</strong>e una fuerte pres<strong>en</strong>cia al comi<strong>en</strong>zo de la toma, y<br />
después se va diluy<strong>en</strong>do con el tiempo. El “debilitami<strong>en</strong>to” o desaparición de este vínculo,<br />
responde <strong>en</strong> la mayoría de los casos, al retiro de apoyo y participación de los <strong>trabajadores</strong><br />
hacia distintos espacios de lucha de la comunidad, registramos que paralelam<strong>en</strong>te a este<br />
hecho, la empresa comi<strong>en</strong>za a t<strong>en</strong>er una política de “<strong>en</strong>cierro”, de puertas ad<strong>en</strong>tro. En estos<br />
casos se observa como poco a poco lo que <strong>en</strong> un principio com<strong>en</strong>zó si<strong>en</strong>do una apuesta a la<br />
g<strong>en</strong>eración de la gestión de un “nuevo modelo”, vuelve a tomar las mismas características<br />
que <strong>en</strong> la etapa anterior a la recuperación. El ocupar, resistir y producir, se visualizan<br />
como etapas y como esferas reivindicativas, <strong>en</strong> esta medida la captación de la dim<strong>en</strong>sión<br />
del colectivo se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra t<strong>en</strong>sionada <strong><strong>en</strong>tre</strong> las diversas constructivas del poder, lo social se<br />
materializa <strong>en</strong> un círculo más amplio empresa-federación-comunidad, y luego se estrecha<br />
porque el producir conti<strong>en</strong>e una lógica de dominación coercitiva sobre el hacer y su<br />
autoc<strong>en</strong>tración, <strong>en</strong> el largo plazo pued<strong>en</strong> quedar <strong>en</strong>tonces sujetas a la t<strong>en</strong>sión competitiva<br />
del mercado y por <strong>en</strong>de al trabajo mercancía fuera del soporte social más amplio.<br />
Esta relación <strong><strong>en</strong>tre</strong> el “afuera” y el “ad<strong>en</strong>tro” de la fábrica y su importancia, se expresa<br />
claram<strong>en</strong>te a través del diálogo desarrollado con los <strong>trabajadores</strong>:<br />
“si fracasa la fábrica fracasa el c<strong>en</strong>tro cultural, la relación con los vecinos, etc., es jodido<br />
por la cantidad de fr<strong>en</strong>tes que esto implica pero no queremos quedarnos sólo con la<br />
fábrica sola. En algunas fábricas participan todos, <strong>en</strong> otras no participan ninguno, etc. , no
todos reaccionan de la misma manera, hasta <strong>en</strong> la misma fábrica por ahí salimos dos o<br />
tres, sino la impr<strong>en</strong>ta se va a pique”.<br />
El mant<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de la empresa implica un conflicto perman<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> oportunidades asume<br />
un cierta opacidad, pero esta lucha implicará más allá de un “sobrevivir” g<strong>en</strong>erar un<br />
modelo alternativo, difer<strong>en</strong>te al mom<strong>en</strong>to previo de la recuperación de la fábrica. Sus<br />
<strong>trabajadores</strong> nos señalan la constante t<strong>en</strong>sión por la cual ti<strong>en</strong><strong>en</strong> que atravesar<br />
cotidianam<strong>en</strong>te para el desafío del “sost<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to” de estos espacios colectivos. La<br />
práctica es visualizada como g<strong>en</strong>eradora de nuevas estrategias de lucha, difer<strong>en</strong>tes a las<br />
conocidas al mom<strong>en</strong>to, la mutación de las confrontaciones giran hacia nuevas formas de<br />
agrupami<strong>en</strong>to, ya que las conocidas por ellos no abarcaban tanto a la cúspides gremiales<br />
como a los pares desalojados del mercado de trabajo.<br />
“ nosotros nos s<strong>en</strong>timos parte de la lucha de <strong>trabajadores</strong> <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, ahora los<br />
<strong>trabajadores</strong> ya t<strong>en</strong>emos una herrami<strong>en</strong>ta nueva por fuera del sindicato”.<br />
La dificultad <strong>en</strong> “sost<strong>en</strong>er” estos espacios implica grandes desafíos, particularm<strong>en</strong>te de<br />
compromiso colectivo no sólo con la tarea productiva, sino también con los objetivos que<br />
trasci<strong>en</strong>d<strong>en</strong> el ámbito de la fábrica; para ello, la construcción de reciprocidad, de normas<br />
cons<strong>en</strong>suadas resulta vital. Es posible proyectar, como lo hemos señalado <strong>en</strong> otros análisis<br />
compartidos con los <strong>trabajadores</strong>, que <strong>en</strong> este punto clave radicará gran parte de los futuros<br />
debates y <strong>conflictos</strong> que se insinúan al interior de las fábricas recuperadas. El “viejo<br />
modelo” ti<strong>en</strong>e aún mucha capacidad de reproducción colectiva y subjetiva. La relación de<br />
dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia g<strong>en</strong>eraba una sustracción, a través de un régim<strong>en</strong> de cooperación despótica, <strong>en</strong><br />
la cual la trama colectiva era opacada, invisibilizada, y puesta de este modo <strong>en</strong> control<br />
c<strong>en</strong>tralizado de la ger<strong>en</strong>cia, ficcionalizaba la corresponsabilidad del proceso productivo,<br />
reduci<strong>en</strong>do el proceso a la percepción de una simple ejecución de tareas programadas. Estas<br />
repres<strong>en</strong>taciones históricas, <strong>en</strong> mom<strong>en</strong>tos de crisis, se reinstalan fuertem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> los<br />
colectivos de los <strong>trabajadores</strong> g<strong>en</strong>erando <strong>conflictos</strong>. Necesariam<strong>en</strong>te la recuperación<br />
implica un más allá y un más acá, no basta recuperar el espacio (Bourdieu, 1999), se torna
visible que se trata también de recuperar el método productivo y un cuestionami<strong>en</strong>to de la<br />
programación despótica, ese más acá implica un cambio subjetivo, un estrechar los campos<br />
de dominio del hacer individual y del hacer colectivo, un cuestionami<strong>en</strong>to del trabajo<br />
ali<strong>en</strong>ado competitivo. En palabras de algunos de los <strong>trabajadores</strong>:<br />
“cada compañero ti<strong>en</strong>e una visión difer<strong>en</strong>te del movimi<strong>en</strong>to; está vinculado a las<br />
contradicciones internas, a los <strong>conflictos</strong> personales, etc.…”<br />
“ yo lo que veo es un ataque de amnesia, hay compañeros que se olvidan, para mi eso es lo<br />
más grave. Por otra parte pierd<strong>en</strong> interés <strong>en</strong> la lucha, a su vez hay falta de memoria de<br />
donde se gestó el movimi<strong>en</strong>to”<br />
Si bi<strong>en</strong> podría g<strong>en</strong>eralizarse que <strong>en</strong> un primer mom<strong>en</strong>to la recuperación de <strong>empresas</strong> ti<strong>en</strong>e<br />
como casi único objetivo la “recuperación de la fu<strong>en</strong>te de trabajo”, <strong>en</strong> un contexto donde el<br />
continuum de exclusión-extinción no brinda otras alternativas que las asist<strong>en</strong>ciales o la<br />
desafiliación, <strong>en</strong> un segundo mom<strong>en</strong>to ese objetivo originario puede diluirse. Ya no se trata<br />
<strong>en</strong>tonces de la recuperación de un empleo sino la recuperación y g<strong>en</strong>eración de un nuevo<br />
método productivo, hacerse cargo del por cu<strong>en</strong>ta propia <strong>en</strong> la ficcional figura del<br />
trabajador libre, autónomo. Aquí se insinúa un nuevo “proyecto colectivo” con objetivos,<br />
<strong>en</strong> casos, radicalm<strong>en</strong>te difer<strong>en</strong>te al preced<strong>en</strong>te. Es justam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> estos casos que hallamos<br />
una fuerte id<strong>en</strong>tificación de los <strong>trabajadores</strong> para con la empresa, la empresa como la<br />
historia compartida <strong>en</strong> el proceso de recuperación inicial, hecho que los distinguirá <strong>en</strong><br />
delante de los nuevos <strong>trabajadores</strong> que ingresan o reingresan a la planta.<br />
En estos inicios por ejemplo, cuando sólo se buscaba el cobro de una indemnización como<br />
despido, producto del cierre de la fábrica, se crea más tarde <strong>en</strong> la misma acción colectiva la<br />
idea de constituirse <strong>en</strong> grupo operativo como cooperativa de trabajo. A partir de allí, se<br />
produce –al decir de los <strong>trabajadores</strong>- un profundo cambio <strong>en</strong> lo que respecta a los<br />
objetivos que t<strong>en</strong>ían como colectivo de <strong>trabajadores</strong>:
“...después hicimos la cooperativa y ya cambió…ya empezamos a cambiar, yo te lo digo<br />
ahora mirando hacia atrás yo veo el cambio donde empezamos... a v<strong>en</strong>der la plancha a<br />
IMPA y compramos la batería para el grupo electróg<strong>en</strong>o…ahí ya vi yo el cambio.... o sea<br />
fue la primera compra <strong>en</strong> cooperativa y estábamos haci<strong>en</strong>do algo ya por nosotros, y no<br />
para cobrar la indemnización. Entonces, el cambio yo lo marco desde la primer compra<br />
que hicimos como cooperativa, sin todavía estar como cooperativa...”<br />
A esta emerg<strong>en</strong>cia de un colectivo, como grupo que comparte objetivos, la ocupación,<br />
resist<strong>en</strong>cia y producción <strong>en</strong> el proceso de recuperación les pres<strong>en</strong>ta difer<strong>en</strong>tes retos y<br />
obstáculos. Proseguir <strong>en</strong> el continuo de producir pres<strong>en</strong>ta la dificultad de sost<strong>en</strong>er la<br />
propuesta de un modelo alternativo, <strong>en</strong> tanto, <strong><strong>en</strong>tre</strong> otras barreras como las jurídicas,<br />
económicas, tecnológicas que sus productos se comercializan bajo “reglas de mercado” lo<br />
cual los somete al juego de las coerciones de este “juego” que pone <strong>en</strong> riesgo su<br />
superviv<strong>en</strong>cia. Hemos observado que las crisis más profundas, acaecidas una vez<br />
recuperada la empresa, se g<strong>en</strong>eran <strong>en</strong> lo que se señala como la “tercer etapa” d<strong>en</strong>tro de este<br />
proceso: “producir. Es a partir de esta etapa, donde gran parte de las <strong>empresas</strong> comi<strong>en</strong>zan a<br />
replantearse las formas bajo las cuales se sust<strong>en</strong>ta su organización del trabajo. Es decir,<br />
surge cada vez con más fuerzas ciertas características propias del modelo taylorista-fordista<br />
prec<strong>en</strong>d<strong>en</strong>te a la ocupación, se opera el poder del método maquínico que permanecía<br />
invisibilizado tras el plan neutral de producción (Gaudemar, 1991).<br />
Con respecto a estas observaciones sobre el método, los elem<strong>en</strong>tos más cuestionados y que<br />
g<strong>en</strong>eran debate, cuando no conflicto <strong><strong>en</strong>tre</strong> los <strong>trabajadores</strong>, rondan <strong>en</strong> temas tales como:<br />
necesidad de aceleración de los ritmos de trabajo, riesgos <strong>en</strong> la salud de los <strong>trabajadores</strong>,<br />
replanteo de responsabilidades <strong><strong>en</strong>tre</strong> los <strong>trabajadores</strong> con el objeto de reestablecer o no una<br />
escala jerárquica y su correspondi<strong>en</strong>te traslado a la difer<strong>en</strong>ciación <strong><strong>en</strong>tre</strong> salarios,<br />
conc<strong>en</strong>tración de las decisiones y con sus implicancias respecto a los atravesami<strong>en</strong>tos del<br />
poder <strong>en</strong> el colectivo de trabajo, pérdida del trabajo cooperativo y de espacios colectivos<br />
compartidos d<strong>en</strong>tro de la fábrica, <strong><strong>en</strong>tre</strong> otras.
“… me si<strong>en</strong>to partícipe del cambio del sistema. El sistema es una montaña que hay que<br />
moverla de un lado para otro, bu<strong>en</strong>o... si<strong>en</strong>to como que estamos movi<strong>en</strong>do un granito de<br />
ar<strong>en</strong>a... granito de ar<strong>en</strong>a que <strong>en</strong> una montaña no se ve, pero esos granitos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> la fuerza<br />
de despertar mucha conci<strong>en</strong>cia, me <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dés... <strong>en</strong>tonces, ese es el valor que le doy yo... no<br />
tanto lo que hacemos, sino la conci<strong>en</strong>cia que se despierta a partir de lo poco que<br />
hacemos...”<br />
“... te despierta la conci<strong>en</strong>cia de que vos t<strong>en</strong>és derechos y que podés hablar <strong>en</strong> cualquier<br />
lugar porque vos t<strong>en</strong>és derecho a hablar, sos un trabajador que está def<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do su<br />
puesto de trabajo...”<br />
Mant<strong>en</strong>er este “espacio recuperado” implica un conflicto externo-interno, no es meram<strong>en</strong>te<br />
una fu<strong>en</strong>te de trabajo como medio para subsistir, sino abre a la posibilidad de “despertar” la<br />
conci<strong>en</strong>cia, de crecer como colectivo y de apreh<strong>en</strong>der una nueva subjetividad que abandona<br />
el sil<strong>en</strong>cio impuesto por el método.<br />
En contraposición a estas expresiones, <strong>en</strong>contramos otros <strong>trabajadores</strong> a cuyos principales<br />
repres<strong>en</strong>tantes dic<strong>en</strong> no “importarles” la política, simplem<strong>en</strong>te optan por interesarse por<br />
trabajar y v<strong>en</strong>der lo producido. En estos casos prima otro tipo de lógica, los colectivos<br />
ti<strong>en</strong><strong>en</strong> m<strong>en</strong>or cohesión grupal, la comunicación es vertical y parecería que hablar de las<br />
difer<strong>en</strong>cias sólo se reduciría al ámbito del método operativo, es decir, las crisis no se<br />
relacionan como producto de <strong>conflictos</strong> <strong><strong>en</strong>tre</strong> los <strong>trabajadores</strong> como resultado de relaciones<br />
de fuerza y alternativas <strong><strong>en</strong>tre</strong> modelos de gestión.<br />
“Lo que haría <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> crisis a la empresa sería una cuestión del mercado, <strong>en</strong>tonces...<br />
Bu<strong>en</strong>o si vos sabés manejar el mercado no t<strong>en</strong>és problema, porque vos haces todos los<br />
productos que te pide el mercado, por ejemplo, Felfort te pide 1000 kilos de material, vos<br />
le v<strong>en</strong>dés ponele acá ... alfajores Havana te pide 1500 kilos y vos le v<strong>en</strong>des y así esas<br />
cosas...”
Cuando se interroga por los Consejos de Administración de la cooperativa y sobre el<br />
porqué creían que se había “echado” a la anterior administración de pares, a partir de una<br />
acción de retoma de la fábrica por parte de un sector de los <strong>trabajadores</strong>, se respondía:<br />
“Y bu<strong>en</strong>o... porque llega el mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> que se maneja mal, porque vos por ejemplo,<br />
trabajas cinco años con un Consejo, estas trabajando bi<strong>en</strong>, ti<strong>en</strong>e ganancia, vos no t<strong>en</strong>és<br />
problema de materia prima, cobrás tu sueldo... vos trabajás tranquilo. Pero si empieza el<br />
déficit, hoy te saca 10 pesos porque no alcanza, para pagarte, mañana te saca 10 pesos<br />
más y ¿qué haces vos?... ahí vi<strong>en</strong><strong>en</strong> los problemas, como es cooperativa te pued<strong>en</strong> sacar la<br />
plata, pero tampoco... buscan la forma porque vos t<strong>en</strong>és que llevar un mango a la casa<br />
también....viví y deja vivir también, ¿o no?... no se si me explico bi<strong>en</strong>...”<br />
“La g<strong>en</strong>te quiere trabajar, porque si no trabajás hoy, no trabajás mañana, la semana que<br />
vi<strong>en</strong>e, no cobras un mango. Cuando no hay materia prima o alguna tinta y todas esas<br />
cosas que se necesita...”<br />
T<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> este proceso cambios que se van produci<strong>en</strong>do <strong>en</strong> el tiempo, producto de las<br />
“trampas” que va g<strong>en</strong>erando el propio sistema productivo <strong>en</strong> el plano interno y externo <strong>en</strong><br />
el cual se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran insertas las <strong>empresas</strong> recuperadas, así las etapas son marcadas por<br />
mom<strong>en</strong>tos crísicos de unidad y ruptura. Un atributo necesario al decir de los <strong>trabajadores</strong><br />
para prev<strong>en</strong>ir y at<strong>en</strong>der las crisis es obt<strong>en</strong>er el compromiso e implicación de los propios<br />
<strong>trabajadores</strong> con el proyecto de la recuperación de la fábrica como espacio de un modelo<br />
alternativo de trabajo.<br />
“...desde lo individual es como que…yo v<strong>en</strong>go de un proceso separado… o sea desde las 7<br />
hasta… ponele… a veces nos quedamos hasta las 19, .antes era ese proceso de trabajo… y<br />
después de ahí se separaba, t<strong>en</strong>ía mi vida privada… En este mom<strong>en</strong>to no… <strong>en</strong> este<br />
mom<strong>en</strong>to es toda mi vida… o sea yo estoy p<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> casa <strong>en</strong> la recuperada, o sea… que<br />
unificás todo <strong>en</strong> tu casa. En el caso mío porque mi señora me acompaña a la toma, me<br />
acompaña a los juzgados, me acompaña a la legislatura,…lleva g<strong>en</strong>te a visitar a otras<br />
<strong>empresas</strong>, a veces cuando yo no puedo. Mi hijo que está <strong>en</strong> Córdoba que también participó
<strong>en</strong> la toma de acá, siempre me habla… o sea que el ambi<strong>en</strong>te familiar, <strong>en</strong> mi caso<br />
particular, se mueve alrededor de la toma, de este nuevo proceso de lucha, o esta nueva<br />
herrami<strong>en</strong>ta que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> los <strong>trabajadores</strong> por fuera del sindicato, viste…”<br />
Aquí aparece un nuevo circuito del colectivo que se añade o <strong>en</strong>laza a los otros eslabones del<br />
colectivo: lo federativo, lo productivo, lo vecinal. Lo familiar queda expuesto y comprometido <strong>en</strong> la<br />
acción de la toma, y nuevam<strong>en</strong>te esta etapa originaria se r<strong>en</strong>ueva <strong>en</strong> el continuo del producir,<br />
también la sosti<strong>en</strong>e, esta cultura labora int<strong>en</strong>ta restituir lo fragm<strong>en</strong>tado por el método taylorista. La<br />
fábrica, <strong>en</strong> estos caso, se trona un lugar vital de pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia tanto <strong>en</strong> el plano laboral como<br />
subjetivo. Esta id<strong>en</strong>tidad cobra otro s<strong>en</strong>tido.<br />
6. Dim<strong>en</strong>siones subjetivas, id<strong>en</strong>tidad y conflicto<br />
En este <strong>en</strong>sayo parafraseando a Saussure: “no pudi<strong>en</strong>do captar directam<strong>en</strong>te las <strong>en</strong>tidades<br />
concretas o unidades de la l<strong>en</strong>gua, operamos sobre las palabras” (1975: 194), analizaremos<br />
desde los dichos de los trabajadoras y <strong>trabajadores</strong> de las <strong>empresas</strong> autogestionadas, lo que<br />
podríamos reconocer como elem<strong>en</strong>tos de la id<strong>en</strong>tidad laboral gestante <strong>en</strong> estos espacios.<br />
Desde allí trataremos de captar las dim<strong>en</strong>siones tanto singulares como colectivas de esas<br />
id<strong>en</strong>tidades (Dubar, 2000).<br />
Al referirnos a la id<strong>en</strong>tidad, debemos t<strong>en</strong>er pres<strong>en</strong>te los difer<strong>en</strong>tes modos de id<strong>en</strong>tificación<br />
a partir de los cuales se construy<strong>en</strong> y deconstruy<strong>en</strong> las repres<strong>en</strong>taciones subjetivas. Estos<br />
modos de id<strong>en</strong>tificación pued<strong>en</strong> ord<strong>en</strong>arse <strong>en</strong> dos tipos: las id<strong>en</strong>tificaciones atribuidas por<br />
otros (id<strong>en</strong>tidades para otros) y las id<strong>en</strong>tificaciones reinvindicadas por el sí mismo<br />
(id<strong>en</strong>tidades para sí). Es sobre la base de la relación <strong><strong>en</strong>tre</strong> estos dos procesos de<br />
id<strong>en</strong>tificación, que se podría formular un esquema refer<strong>en</strong>cial de las formas id<strong>en</strong>titarias<br />
(Dubar, 2000).<br />
El ac<strong>en</strong>to puesto a lo procesual de los modos de id<strong>en</strong>tificación, ya implica el<br />
reconocimi<strong>en</strong>to de su carácter construido y nunca acabado de la id<strong>en</strong>tidad. Por el contrario,<br />
la id<strong>en</strong>tidad se construye y deconstruye a lo largo de la historia personal <strong>en</strong> un proceso<br />
nunca terminado. Este proceso a su vez, remite a un segundo punto clave, que es la
concepción de esta construcción como una articulación <strong><strong>en</strong>tre</strong> el plano biográfico, personal<br />
y el plano social o relacional. “Podemos p<strong>en</strong>sar a la id<strong>en</strong>tidad como la doble conjunción de<br />
la <strong>en</strong>tidad y la unidad; como aquello que hace a una parte material, lo hace similar a otros,<br />
preservando a su vez un aspecto que trasci<strong>en</strong>de su materia que es a lo que apunta el<br />
segundo elem<strong>en</strong>to, aquello que lo hace único y difer<strong>en</strong>te a los ‘otros semejantes´”<br />
(Saussure, 1975: 186).<br />
Desde el punto de vista de la problemática de la construcción id<strong>en</strong>titaria, cobra importancia<br />
de la elaboración simbólica de cada sujeto para unificar las diversas dim<strong>en</strong>siones de su<br />
experi<strong>en</strong>cia social y sus id<strong>en</strong>tificaciones (Margel, 2000). Esta perspectiva coloca su mirada<br />
<strong>en</strong> los intercambios como lugar de creación, reformulación y transformación de<br />
significaciones e id<strong>en</strong>tificaciones. Estos elem<strong>en</strong>tos conceptuales y perspectivas permite<br />
<strong>en</strong>riquecer la compr<strong>en</strong>sión a la hora de p<strong>en</strong>sar al sujeto trabajador como participe activo de<br />
su propia trayectoria. El espacio de trabajo así se ll<strong>en</strong>a de cont<strong>en</strong>idos transidos por<br />
múltiples t<strong>en</strong>siones <strong>en</strong> la secu<strong>en</strong>cia de expulsión <strong>en</strong> contextos empresariales destructivos, la<br />
asunción de nuevos riesgos y la recreación de lo colectivo <strong>en</strong> sus diversas esferas como las<br />
señaladas, la fábrica no constituye sólo un <strong>en</strong>torno subjetivo sino un atravesami<strong>en</strong>to, otorga<br />
históricam<strong>en</strong>te una expulsión o una pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia como clase trabajadora.
El grupo es un lugar privilegiado <strong>en</strong> el proceso que, por vía de las id<strong>en</strong>tificaciones, otorga y<br />
sosti<strong>en</strong>e la id<strong>en</strong>tidad personal. Ent<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do por id<strong>en</strong>tificación, como una modalidad del<br />
funcionami<strong>en</strong>to psíquico que intervi<strong>en</strong>e <strong>en</strong> los más variados procesos y manifestaciones,<br />
constituy<strong>en</strong>do a su vez, un mecanismo tributador de estructuras. Las id<strong>en</strong>tificaciones,<br />
<strong>en</strong>t<strong>en</strong>didas como proceso psicosocial, permit<strong>en</strong> por una parte, asimilar algún rasgo o<br />
propiedad de otros sujetos; y por otra, interiorizar la experi<strong>en</strong>cia de una relación<br />
interpersonal. Así puede p<strong>en</strong>sarse que la id<strong>en</strong>tificación <strong>en</strong> esta circunstancia del espacio<br />
fabril recuperado, cobra nuevos atributos, y el espacio de trabajo aparece como lugar<br />
resignificado de construcción de una id<strong>en</strong>tidad singular pero es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te colectiva.<br />
“…Yo cuando me jubile quiero v<strong>en</strong>ir a tomar mate, me faltan algunos años, todavía…<br />
pero, <strong>en</strong>tonces, quiere decir que hay una forma difer<strong>en</strong>te de relacionarse con los<br />
compañeros, con los cli<strong>en</strong>tes y con los militantes que vi<strong>en</strong><strong>en</strong>, viste…”<br />
Las id<strong>en</strong>tificaciones de los pares más cercanos, tal como lo señalaba <strong>en</strong> sus investigaciones<br />
J. Rebón, produc<strong>en</strong> <strong>en</strong> lo que deducimos cercanías y equidistancias d<strong>en</strong>tro de la clase de los<br />
que sólo viv<strong>en</strong> de su trabajo: “Esta metodología -dirá Rebón- nos permitió construir un<br />
índice con base <strong>en</strong> las variables de percepción de ´cercanía-lejanía´ a las distintas<br />
id<strong>en</strong>tidades sociales y políticas…El índice <strong>en</strong> cuestión ti<strong>en</strong>e una importante correlación<br />
positiva con mayor cercanía a los cartoneros, villeros, piqueteros, desocupados y obreros.”<br />
(2004:130).<br />
En este s<strong>en</strong>tido las categorías de refer<strong>en</strong>cia e id<strong>en</strong>tificación implican un posicionami<strong>en</strong>to<br />
difer<strong>en</strong>ciado ante la pres<strong>en</strong>cia del continuum de exclusión, que también acecha y actúa<br />
como oposición refer<strong>en</strong>cial:<br />
“…Es muy triste estar haci<strong>en</strong>do cola <strong>en</strong> un comedor popular pidi<strong>en</strong>do un platito de<br />
comida. Realm<strong>en</strong>te a uno le da gusto comer algo, un sándwich, con lo que yo he trabajado,<br />
por ejemplo, el no t<strong>en</strong>er algo y luego al t<strong>en</strong>er algo por la lucha no es poca cosa”.
“Ocupar, resistir y producir” son etapas de un proceso por las cuales deb<strong>en</strong> atravesar las<br />
<strong>empresas</strong> recuperadas. Ahora bi<strong>en</strong>, <strong>en</strong> el transcurso de esas fases y <strong>en</strong> el esfuerzo por seguir<br />
mant<strong>en</strong>iéndose <strong>en</strong> un “sistema” <strong>en</strong> el pret<strong>en</strong>d<strong>en</strong> construirse a partir de otra lógica, estas<br />
<strong>empresas</strong> atraviesan por múltiples <strong>conflictos</strong>, algunos de los cuales las lleva a viv<strong>en</strong>ciar una<br />
profunda crisis. Crisis que <strong>en</strong> más de un caso, provocan fisuras <strong>en</strong> los colectivos de<br />
<strong>trabajadores</strong>, llegando a correr el riesgo de diluirse <strong>en</strong> el corto plazo. Ante este tipo de<br />
situaciones, particularm<strong>en</strong>te un trabajador indicaba la importancia de “conservar <strong>en</strong> la<br />
memoria” parte de la historia que dio orig<strong>en</strong> a estos colectivos, el ritual fundacional. Este<br />
sería uno de los puntos más s<strong>en</strong>sibles fr<strong>en</strong>te al cual girarían parte de los ejes de crisis<br />
d<strong>en</strong>tro de las <strong>empresas</strong>:<br />
“...que se olvid<strong>en</strong> de lo que hicieron…se olvid<strong>en</strong> de la lucha, viste…que se olvid<strong>en</strong> de la<br />
solidaridad, de los compañeros. Si vos sos solidario con otro compañero, ese espíritu se va<br />
a mant<strong>en</strong>er; ahora si vos después te metés y te quedás <strong>en</strong> las cuatro paredes de la fábrica,<br />
ahí la perdiste… Que si vos te olvidás de la lucha, tal vez podés perder lo que t<strong>en</strong>és...”<br />
Habría un antes y un después de la recuperación de la fábrica, <strong>en</strong> cuanto a la implicación de<br />
los <strong>trabajadores</strong> con este nuevo espacio. La fábrica al adquirir estos cont<strong>en</strong>idos debe<br />
refer<strong>en</strong>ciar –según el trabajador- un espacio social más amplio, no podrá haber un interior<br />
sin ese lazo que instituyó la fundación y que los integra como clase para sí, se r<strong>en</strong>ueva el<br />
lazo que exige reciprocidad.<br />
“...Si ves que estás haci<strong>en</strong>do el trabajo mal te des<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dés; y acá no, acá estamos todos<br />
para que salga lo mejor posible, y si hay errores, bu<strong>en</strong>o, pasan, pero tratamos de ser todos<br />
responsables, viste…cuando hacemos las reuniones, el que ti<strong>en</strong>e un <strong>en</strong>tripado que lo<br />
suelte! Y se arma la podrida…”<br />
Quizás la gran contribución de las <strong>empresas</strong> recuperadas sea, justam<strong>en</strong>te esa, la conci<strong>en</strong>cia<br />
de la percepción compleja de la solidaridad, transformando la cooperación despótica<br />
(Marx, 1867) <strong>en</strong> una cooperación que supere el cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to y arribe al cons<strong>en</strong>so de<br />
clase. Desconocer el conflicto es situarse <strong>en</strong> una postura ing<strong>en</strong>ua que no lo disuelve de
ningún modo, desconocer al mismo tiempo su interdep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia de lo social iría <strong>en</strong> la<br />
misma dirección disolv<strong>en</strong>te, es necesario <strong>en</strong>tonces incorporar la noción de id<strong>en</strong>tidad y<br />
modulación del poder (Foucault, 1992).<br />
“...para nosotros el día más conflictivo fue el 24 de mayo del 2002, porque ahí es donde<br />
ganamos la impr<strong>en</strong>ta, viste…y no la ganamos solos, sino con el conjunto de la sociedad.<br />
Por eso digo yo que nunca hay que olvidarse de dónde v<strong>en</strong>imos… Porque ahí es donde<br />
ganamos la impr<strong>en</strong>ta, se puso <strong>en</strong> juego el movimi<strong>en</strong>to, las organizaciones barriales, las<br />
asambleas populares…”<br />
Así el compromiso con el afuera resulta es<strong>en</strong>cial como hecho fundador, <strong>en</strong> el que se<br />
<strong>en</strong>tabla el inicio de una lucha inédita <strong>en</strong> sus características, hasta aquí se la ha asociado a un<br />
hecho def<strong>en</strong>sivo, sin embargo la conci<strong>en</strong>cia del semejante se unifica <strong>en</strong> la percepción de<br />
cuestiones de vínculo que lo trasci<strong>en</strong>d<strong>en</strong>. Así advi<strong>en</strong>e el descubrimi<strong>en</strong>to del derecho, <strong>en</strong> el<br />
s<strong>en</strong>tido del poder judicial y <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido ciudadano, derecho del trabajo versus derecho de<br />
propiedad, de lo político, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido tanto crítico como participativo (leyes de<br />
expropiación, repres<strong>en</strong>taciones políticas diversas), como solidarias: “si tocan a una nos<br />
tocan a todas” (18 de Diciembre –ex Brukman-, Bu<strong>en</strong>os Aires Una Empresa Nacional<br />
Hotel Bau<strong>en</strong>, por ejemplo). Lo social estaba pres<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la empresa taylorista,<strong>en</strong> estas<br />
experi<strong>en</strong>cias se materializan e introyectan como ser g<strong>en</strong>érico redescubierto.<br />
“...Bu<strong>en</strong>o, desde lo colectivo no terminó… sigue… porque no sólo estamos trabajando acá<br />
<strong>en</strong> la producción sino que estamos sali<strong>en</strong>do a la calle a otros <strong>conflictos</strong>, …reuniones o<br />
algún lugar donde nos invit<strong>en</strong> que podemos volcar nuestras premisas también… o sea que<br />
para nosotros es lo mismo que antes pero con más trabajo, … antes hacíamos lo mismo<br />
con poco trabajo <strong>en</strong> la impr<strong>en</strong>ta… ahora hacemos lo mismo con mucho trabajo <strong>en</strong> la<br />
impr<strong>en</strong>ta…”<br />
Es posible interrogarse e interrogar <strong>en</strong> diálogo con los <strong>trabajadores</strong> para compr<strong>en</strong>der que<br />
muchas categorías estallan, qué es la sociedad, qué es padecer, qué es la salud <strong>en</strong> el trabajo,<br />
qué es trabajar. Ser <strong>en</strong> la unidad de trasc<strong>en</strong>der <strong>en</strong> lo social y <strong>en</strong> la clase, ser más allá del
hecho productivo reducido, es producirse <strong>en</strong> esta práctica recuperada. El descubrimi<strong>en</strong>to de<br />
un método propio.<br />
“... Si. No es el mejor, no es el único (<strong>en</strong> relación a ser un “modelo alternativo”). Es algo<br />
que es posible, que se puede por fuera de los sindicatos; que se puede con la sociedad, y<br />
que se puede trabajar de otra forma más dist<strong>en</strong>dida…o sea, podés ganar un poco m<strong>en</strong>os,<br />
pero te divertís un poco más; por eso está esa variación. Nosotros no ganamos todavía el<br />
salario que queremos, pero nos divertimos <strong>en</strong> el trabajo…te s<strong>en</strong>tís bi<strong>en</strong> acá…”<br />
O bi<strong>en</strong>:<br />
“... Si se pierde el espíritu, perdés la batalla, te vas a quedar acá ad<strong>en</strong>tro con una fábrica<br />
produci<strong>en</strong>do, con el peligro de tomar g<strong>en</strong>te, y…a la larga, se hace patrón, viste…te pasa lo<br />
de SANCOR...”<br />
La recuperación de un método productivo social propio no puede sino tejerse <strong>en</strong> conflicto<br />
con el método y el contexto que p<strong>en</strong>etran las experi<strong>en</strong>cias autogestivas y las disuelv<strong>en</strong>. El<br />
mérito sin duda será seguir demostrando que la experi<strong>en</strong>cia puede ser, a la par que<br />
cuestionada, reflexionada.<br />
7. Nota final a modo de conclusión<br />
Las reflexiones <strong>en</strong> torno a las modificaciones operadas <strong>en</strong> la subjetividad y al colectivo de<br />
los <strong>trabajadores</strong> que recuperaron sus fu<strong>en</strong>tes laborales, pued<strong>en</strong> ser elaboradas <strong>en</strong> dos<br />
direcciones, <strong>en</strong> un proceso anclado <strong>en</strong> lo individual singular o bi<strong>en</strong> c<strong>en</strong>trando el análisis <strong>en</strong><br />
los niveles de las id<strong>en</strong>tificaciones que se disparan a partir de la mutación sistémica y el<br />
continuum de exclusión-extinción social, producto <strong>en</strong> bu<strong>en</strong>a medida de los procesos de<br />
superfluidización de la fuerza de trabajo. En este cruce se int<strong>en</strong>ta compr<strong>en</strong>der la dinámica<br />
de la construcción id<strong>en</strong>titaria que <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tan los <strong>trabajadores</strong> de <strong>empresas</strong> recuperadas <strong>en</strong><br />
esta coyuntura, tanto como <strong>en</strong> lo singular de la experi<strong>en</strong>cia como <strong>en</strong> los elem<strong>en</strong>tos de<br />
descubrimi<strong>en</strong>to que arrojan <strong><strong>en</strong>tre</strong> múltiples t<strong>en</strong>siones y <strong>conflictos</strong> tanto externos como al<br />
interior de la planta.
Hemos <strong>en</strong>fatizado que ya no es posible avanzar con el análisis sin t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta estas<br />
grandes mutaciones que alteran la histórica construcción asalariada dando lugar a nuevas<br />
categorías analíticas. Por un lado se sosti<strong>en</strong>e el concepto de trabajo mercancía, pero al<br />
mismo tiempo <strong>en</strong> estas experi<strong>en</strong>cias se reformula ya que el trabajo peculiar autogestivo<br />
exige poner al descubierto el trabajo <strong>en</strong> la cad<strong>en</strong>a del colectivo como cooperación<br />
despótica, para pasar al trabajo <strong>en</strong> cooperación cons<strong>en</strong>suada, es decir el co-trabajo con la<br />
toma de conci<strong>en</strong>cia que no es posible subsistir como empresa ni como sujetos <strong>trabajadores</strong><br />
sino es por medio del sost<strong>en</strong>er el colectivo <strong>en</strong> todas sus amplias dim<strong>en</strong>siones internoexterno<br />
a la empresa.<br />
Sin duda el lazo social (de Ipola, 1997), se materializa <strong>en</strong> esta doble percepción <strong>en</strong> la tarea<br />
y <strong>en</strong> la lucha converg<strong>en</strong>te del movimi<strong>en</strong>to y la propia comunidad circundante y sus<br />
organizaciones asamblearias, como un círculo que se estrecha y se amplía p<strong>en</strong>dular y<br />
continuam<strong>en</strong>te para atravesar la muralidad fabril taylorista, int<strong>en</strong>tando desbordar –como se<br />
demuestra- la restringida práctica productiva <strong>en</strong> la dirección de estrechar lo social y lo<br />
comunicativo (Hardt y Negri, 2002). La insinuada nueva id<strong>en</strong>tidad social del trabajador de<br />
fabricas recuperadas se nutre de estos vínculos polimorfos, de estas singulares caras<br />
poliédricas que lo atraviesan.<br />
Así aparece la cuestión del método y del intelecto colectivo. Recuperar el espacio físico,<br />
infraestructural, no es más que un punto de partida, una territorialización <strong>en</strong> el desarraigo<br />
expulsivo del mercado laboral, es el inicio de descubrir las t<strong>en</strong>siones, los <strong>conflictos</strong> de la<br />
superviv<strong>en</strong>cia cuando este por cu<strong>en</strong>ta propia se materializa <strong>en</strong> medio de las negaciones<br />
ficcionales del trabajador libre. Adv<strong>en</strong>ir a otra lógica es reapropiarse de la <strong>en</strong>aj<strong>en</strong>ación del<br />
método y su previa asignatura siempre p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te, es la apropiación del saber colectivo y de<br />
la propia materialidad del colectivo cooperativo.<br />
Bibliografía<br />
Alaluf, M. y Rolle, P. (2005), “¿Clase sin obreros?, ¿obreros sin clase?, <strong>en</strong> Lo que el<br />
trabajo esconde. Materiales para un replanteo de los análisis sobre el trabajo, textos de B.<br />
Lahire y otros, Bifurcaciones. Traficantes de sueños, Madrid.
Almeida Filho (1992), N., Epidemiología sin números, Serie Paltex, Nro.28, OPS/OMS,<br />
Washington.<br />
Antunes, R. (2003a), ¿Adiós al trabajo? Ensayo sobre la metamorfosis y el rol c<strong>en</strong>tral del<br />
mundo del trabajo, Ed. Herrami<strong>en</strong>ta, Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Antunes, R. (2003b), “Trabajo y superfluidad”, <strong>en</strong> Revista Herrami<strong>en</strong>ta, Invierno de 2003,<br />
Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Battistini, O. (coord.) (2002), Lsa atmósfera incandesc<strong>en</strong>te. Escritos políticos sobre la<br />
Arg<strong>en</strong>tina movilizada, Asociación Trabajo y Sociedad, Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Battistini, O. (2004), “Las interacciones complejas <strong><strong>en</strong>tre</strong> el trabajo, la id<strong>en</strong>tidad y la acción<br />
colectiva, <strong>en</strong> El trabajo fr<strong>en</strong>te al espejo. Continuidades y rupturas <strong>en</strong> los procesos de<br />
construcción id<strong>en</strong>titaria de los <strong>trabajadores</strong>, O. Battistini (coord.), Prometeo, Bu<strong>en</strong>os<br />
Aires.<br />
Bialakowsky, A. L. y Fernández, B. (1994), Las articulaciones laborales, C<strong>en</strong>tro Editor de<br />
América Latina, Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Bialakowsky, A.L.; Ros<strong>en</strong>do, E.; Haimovici, N. (2002), “Coproducción investigativa. El<br />
<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro de los discursos”, <strong>en</strong> Ci<strong>en</strong>cias Sociales, Revista de la Facultad de Ci<strong>en</strong>cias<br />
Sociales Nro. 51, Universidad de Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Bialakowsky, A.L.; Hermo, J.P. y Lusnich, C. (2003), “Dilución y mutación del trabajo <strong>en</strong><br />
la dominación social local”, <strong>en</strong> Revista Herrami<strong>en</strong>ta, Invierno de 2003, Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Bialakowsky, A.L.; Reynals, C.; Zagami, M.; Crudi, R.; Costa, M.I. y Haimovici,<br />
N. (2004a), “Procesos sociales de exclusión-extinción. Compr<strong>en</strong>der y coproducir <strong>en</strong><br />
las prácticas institucionales <strong>en</strong> núcleos urbanos segregados”, <strong>en</strong> Desigualdad,<br />
pobreza, exclusión y vulnerabilidad <strong>en</strong> América Latina. Nuevas perspectivas<br />
analíticas, L. Mota Díaz y A. D. Cattani (coord.), UAEM-CEMAPEM-UFRGS-ALAS,<br />
Toluca, México.<br />
Bialakowsky, A.L. (2004b), “Prólogo. <strong>Id<strong>en</strong>tidad</strong>es <strong>en</strong> el mundo del trabajo. Entre la<br />
implicación y la interpelación”, <strong>en</strong> El trabajo fr<strong>en</strong>te al espejo…Op. Cit.<br />
Bourdieu, P. (1999), “Efectos de lugar”, <strong>en</strong> La miseria del mundo, P. Bourdieu (direc.),<br />
FCE, Madrid.<br />
Castel, R. (1997), La metamorfosis de la cuestión social, Paidós, Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Coraggio, J. L. (1999), Política social y economía del trabajo. Alternativas a la política<br />
neoliberal para la ciudad, Miño y Dávila editores, Madrid.<br />
de Ipola, E., Las cosas del creer. Cre<strong>en</strong>cia, lazo social y comunidad política, Ariel, Bu<strong>en</strong>os<br />
Aires.<br />
Dubar, Claude (1991), La socialisation, construction des id<strong>en</strong>tités sociales et<br />
professionelles, Armand Colin, Collection U., Paris.<br />
Dubar, Claude (2000), La socialisation, Armand Colin, Paris<br />
Fajn, G. (coord.) (2003), Fábricas y <strong>empresas</strong> recuperadas. Protesta social, autogestión y<br />
rupturas <strong>en</strong> la subjetividad, C<strong>en</strong>tro Cultural de la Cooperación, Bu<strong>en</strong>os Aires, 2003.<br />
FFyL (2005), “Las <strong>empresas</strong> recuperadas <strong>en</strong> la Arg<strong>en</strong>tina”, Informe del Segundo<br />
Relevami<strong>en</strong>to del Programa Facultad Abierta (SEUBE - Facultad de Filosofía y Letras -
UBA), <strong>en</strong> el marco del Programa Interdisciplinario de Transfer<strong>en</strong>cia Ci<strong>en</strong>tífico - Técnica<br />
con Empresas Recuperadas por sus Trabajadores (UBACyT de Urg<strong>en</strong>cia Social F-701).<br />
Foucault, M. (1992), “las relaciones de poder p<strong>en</strong>etran <strong>en</strong> los cuerpos”, <strong>en</strong> Microfísica del<br />
poder, Las ediciones de La Piqueta, Madrid.<br />
Gaudemar, Jean-Paul (1991), "Preliminares para una g<strong>en</strong>ealogía de las formas de<br />
disciplina <strong>en</strong> el proceso capitalista del trabajo", <strong>en</strong>: Espacios de Poder, Ed. La Piqueta,<br />
Madrid.<br />
Gidd<strong>en</strong>s, A. (1998), La Transformación de la <strong>Id<strong>en</strong>tidad</strong>, Ediciones Cátedra, Madrid.<br />
Hardt, M. y Negri, A. (2002), “Los pasajes de la producción”, <strong>en</strong> Imperio, Paidós, Bu<strong>en</strong>os<br />
Aires.<br />
“Informe del relevami<strong>en</strong>to <strong><strong>en</strong>tre</strong> <strong>empresas</strong> recuperadas por los <strong>trabajadores</strong>”, Programa<br />
Facultad Abierta, Secretaría de Ext<strong>en</strong>sión Universitaria, Facultad de Filosofía y Letras,<br />
Universidad de Bu<strong>en</strong>os Aires, 2003.<br />
Karsz, Saül (2004) “La exclusión: concepto falso, problema verdadero, <strong>en</strong> S. Karsz<br />
(comp.), La exclusión:bordeando sus fronteras. Definiciones y matices, Gedisa,<br />
Barcelona.<br />
Kulfas, M. (2003), “El contexto económico: destrucción del aparato productivo y<br />
reestructuración regresiva”, <strong>en</strong> Empresas recuperadas. Ciudad de Bu<strong>en</strong>os Aires, Gobierno<br />
de la Ciudad Autónoma de Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Lewkowicz, I. (2002), “Asambleas: obstáculos, límites, producciones”, <strong>en</strong> Sucesos<br />
arg<strong>en</strong>tinos. Cacerolazo y subjetividad postestatal, Paidós, Prov. Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Margel G. (2000), “La reconfiguración de las id<strong>en</strong>tidades profesionales antes los cambios<br />
sociotécnicos: la difícil tara de construír una nueva definición de Si”. Pon<strong>en</strong>cia pres<strong>en</strong>tada<br />
<strong>en</strong> el 3er Congreso Latinoamericano de Sociología del trabajo.<br />
Marx, K. (1867), El Capital. Crítica de la Economía Política, Tomo I, Cap. XI, FCE<br />
(1973), México.<br />
M<strong>en</strong>éndez, E. (1992), “El modelo médico hegemónico. Estructura, función y crisis” <strong>en</strong><br />
Morir de alcohol. Saber y hegemonía médica, Alianza Editorial, México.<br />
Mészáros, I. (1999), Más allá del Capital, Vadell Hnos. Editores, Caracas.<br />
Novo, L. (2005), “El lugar social del Trabajo. El papel del mecanismo empleo – desempleo<br />
<strong>en</strong> el capitalismo mundial integrado, <strong>en</strong> Trabajo y Subjetividad, Paidós, Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Póstuma, A.C. (2001), “T<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> la reconversión de los mercados de trabajo:<br />
comparando la OCDE con América Latina”, <strong>en</strong> Revista Latinoamericana de Estudios del<br />
Trabajo - ALAST, Año 7, Número 14, Prov. Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Postone, M. (2005), “Rep<strong>en</strong>sando a Marx (<strong>en</strong> un mundo post-marxista?), <strong>en</strong> Lo que el<br />
trabajo esconde…, Op. Cit.<br />
Rebón, J. y equipo (2004), Desobedeci<strong>en</strong>do al desempleo. La experi<strong>en</strong>cia de la <strong>empresas</strong><br />
recuperadas, Ediciones Picaso/La Rosa Blindada, Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Saussure F. (1975), Curso de Lingüística G<strong>en</strong>eral, Ed. Losada, Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />
Susser, M. (1991), Conceptos y estrategias <strong>en</strong> epidemiología. El p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to causal <strong>en</strong> las<br />
ci<strong>en</strong>cias de la salud, FCE, México.
Virno, P. (2003), Gramática de la multitud. Para un análsis de las formas de vida<br />
contemporáneas, Ed. Colihue, Bu<strong>en</strong>os Aires.