«Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor» - Diócesis de ...

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DÍA DEL SEÑOR DOMINGO DE RAMOS
EVANGELIO
Lucas 19,28-40
«… Y cuando se acercaba ya la bajada
del monte de los Olivos, la masa
de los discípulos, entusiasmados, se
pusieron a alabar a Dios a gritos diciendo:
-¡Bendito el que viene como
rey, en nombre del Señor! Paz en el
cielo y gloria en lo alto».
Lucas 22,14-23,56
“… Era ya eso de mediodía y vinieron
las tinieblas sobre toda la región,
hasta la media tarde; porque se
oscureció el sol. El velo del templo se
rasgó por medio. Y Jesús, clamando
con voz potente, dijo: -Padre, a tus manos
encomiendo mi espíritu. Y dicho
esto, expiró. El centurión, al ver lo que
pasaba, daba gloria a Dios diciendo: -
Realmente, este hombre era justo.
Toda la muchedumbre que había acudido
a este espectáculo, habiendo visto
lo que ocurría, se volvían dándose golpes
de pecho. Todos sus conocidos se
mantenían a distancia, y lo mismo las
mujeres que lo habían seguido desde
Galilea y que estaban mirando”.
Palabra de Dios para la semana
1, DOMINGO DE RAMOS EN LA PA-
SIÓN DEL SEÑOR. Lc 19,28-40; Is 50,4-7; Sal
21; Flp 2,6-11; Lc 22,14-23.56.
2, LUNES SANTO. Is 42,1-7; Sal 26; Jn
12,1-11.
3, MARTES SANTO. Is 49,1-6; Sal 70; Jn
13,21-33.36-38.
4, MIÉRCOLES SANTO. Is 50,4-9a; Sal
68; Mt 26,14-25.
5, JUEVES SANTO. Misa crismal: Is 61,1-
3a.6a.8b-9; Sal 88; Ap 1,5-8; Lc 4,16-21. Santo
Triduo Pascual. Misa de la Cena del Señor: Ex
12,1-8.11-14; Sal 115; 1Co 11,23-26; Jn 13,1-15.
6, VIERNES SANTO. Ayuno y abstinencia.
Celebración de la Pasión del Señor: Is 52,13
- 53,12; Sal 30; Hb 4,14-16;5,7-9; Jn 18,1 - 19,42.
7, SÁBADO SANTO. La Iglesia ora en silencio
junto al sepulcro del Señor. Vigilia Pascual en
la Noche Santa: Gn 1,1 -2,2; Ex 14,15 - 15,1; Ez
36,16-28; Sal 41; Rm 6,3-11; Sal 117; Lc 24,1-12.
8, DOMINGO DE PASCUA DE RESU-
RRECCIÓN. Hch 10,34a.37-43; Sal 117; Col
3,1-4; Jn 20,1-9.
La entrada triunfal de Cristo en Jerusalén
es el primer paso del camino que el
Señor va a recorrer para consumar su
misterio pascual. Entró como si fuera un
rey. Estrenó un borrico, de primera
mano, que nunca nadie había montado.
Entró alfombrado por los mantos de los
jerosolimitanos, la multitud lo aclamaba:
¡Bendito el que viene en el nombre del
Señor!. El próximo domingo también lo
aclamaremos, pero de forma diferente:
¡Ha resucitado!. Entre las dos aclamaciones
dista una larga
distancia. Jesús es acla-
mado de forma diferente
y contradictoria. Se le
aclama como rey, se
pide su muerte… Las
contradicciones: hoy
aclamamos, mañana negamos
lo aclamado; hoy defendemos,
mañana acusamos a aquel a quien hemos
defendido; hoy deseamos larga vida, mañana
somos capaces de pedir la cruz
para quien sea.
Hoy leemos en el evangelio el relato
de la pasión de Jesús, según el evangelista
de esta año litúrgico, Lucas. La pasión
en los evangelios es el punto culminante
de la Buena Nueva. El esquema básico
es; la cena pascual, la oración y detención
de Jesús en el huerto de los olivos,
el juicio por parte del Sanedrín
donde es condenado por blasfemo, el juicio
por parte de Pilato, la crucifixión, las
últimas palabras de Jesús en la Cruz, la
sepultura y el sepulcro vacío.
RECUERDA…
Jesús creía en Dios
«Padre, a tus manos
encomiendo mi
espíritu»
ESTA SEMANA…
Semana Santa
• El camino de conversión que es la Cuaresma
nos debería llevar a recibir el sacramento
de la Penitencia. Es la mejor forma de prepararnos
con gozo a celebrar el Misterio Pascual.
• El santo Triduo Pascual es el punto culminante
de todo el año litúrgico. Comienza con la
Eucaristía de la Cena del Señor en la tarde del
Jueves Santo y, contemplada la Pasión del Señor
en Viernes y Sábado Santo, culmina con la
Vigilia Pascual que se prolonga a lo largo de
todo el Domingo de Resurrección.
• Invitamos a todos los fieles a participar en
la solemne Vigilia Pascual en la noche del Sábado
Santo. Es la más hermosa de todas las celebraciones
cristianas y en la que cada año renovamos
las promesas de nuestro Bautismo por el
que fuimos hechos hijos de Dios y miembros de la Iglesia.
Jesús es condenado a muerte por blasfemo,
el Hijo de Dios, la encarnación de
la divinidad humana muere por la imagen
de Dios que revela. Jesús desenmascara
la mentira religiosa. Con el pretexto de
Dios, se es capaz de matar, denigrar y
vulnerar. Todos y cada uno de los momentos
de la pasión nos pueden ayudar a
meditar y reflexionar. Nos podría ayudar
la afirmación de Jesús justo antes de expirar:
“Padre, a tus manos encomiendo mi
espíritu”. Es la gran afirmación creyente
de Jesús en la soledad y el
abandono. Jesús afirma a
Dios, cree en Él, a pesar de
la experiencia que el
mismo explicita rezando el
salmo 21: “Dios mío, Dios
mío, ¿por qué me has
abandonado?. Es la fe, la
confianza, es el fin definitivo y absoluto,
de la antigua religión, basada en el “doy
para que me des”, la religión que compra
el favor divino. Se inaugura una nueva relación
con Dios, basada en la confianza,
total, absoluta, a pesar de las circunstancia.
Jesús creía en Dios, se fiaba de Él.
Ésta es sin duda la mayor afirmación creyente
que se ha realizado en la historia.
Historia que no ha terminado, que continúa
sin tirar la toalla, sin perder la esperanza,
afirmando el triunfo del bien, de la
bondad, de la belleza, entre tanto horror,
tristeza, dramas humanos. Una historia
que sigue y vive esperando la vida nueva,
la Resurrección.
Enrique Ester Mariñoso
Intenciones del Apostolado de la Oración. Abril. General: «Que todos
los cristianos, dejándose iluminar y guiar por el Espíritu Santo, respondan con
fidelidad y entusiasmo a la llamada universal a la santidad». Misional: «Que
aumente el número de las vocaciones sacerdotales y religiosas en Norteamérica
y en los Países del Océano Pacífico, para responder adecuadamente a sus
exigencias pastorales y misioneras».