La Revolución Bolivariana Tomo I - MinCI

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01.08. El programa ALÓ PRESIDENTE
reinicia su transmisión y deja
en el tapete el polémico
tema de la tenencia de la tierra
05.08. En la primera sesión
de la Asamblea Constituyente,
Hugo Chávez presenta el proyecto
de Constitución de la V República
Año de la Revolución Constituyente, pacífica y democrática 1999 AGOSTO
11.08. La Asamblea Nacional
Constituyente ratifica al presidente
bolivariano, Hugo Chávez,
en el ejercicio de sus funciones
niños y niñas, además de solucionar
problemas en las áreas de la salud, la
educación, vivienda, entre otros.
El Presidente conoce los dolores del
pueblo de forma directa, de la voz de
sus protagonistas, gracias al programa
dominical. Comenta su vivencia —dolorosa
por demás— con las madres de
niños con múltiples enfermedades que
se le acercan en los actos, e incluso en
la misma sede de Radio Nacional, para
clamar por una ayuda para sus hijos.
Al respecto, formuló un llamado
para que la tarea de transformación
del país no recaiga solamente en el
presidente, gobernadores o alcaldes,
sino que sume a todos los venezolanos.
Invocando las palabras de Jesús,
dijo: “Amaos los unos a los otros”,
y de seguida pidió a los que tienen
de más, ayudar a los que mueren de
mengua en las calles.
De otro lado, el mensaje fue muy directo
para los terratenientes, a quienes
conminó a donar las tierras ociosas
para los campesinos, para construir
viviendas, en fin para el pueblo. “En la
Constituyente que viene vamos a ratificar
el criterio y el concepto del interés
social de la propiedad (…), no puede
ser que toda la tierra esté en manos
de unos pocos (…) y la gente no tenga
donde sembrar, ni para hacer sus viviendas.
Aquí hay que poner orden en
el relajo que tenemos desde hace 50
años con la tenencia de la tierra. (…)
Algunos damos la vida, otros que den
un pedazo de tierra”, manifestó.
Instalada en el Aula Magna, la
3 Asamblea Nacional Constituyente.
Primera vez en la historia del país
que un presidente de la República es
bien recibido en la Universidad Central
de Venezuela, cuyos estudiantes
ya se habían acostumbrado a las visitas
“pacíficas” de la policía, que dejaron
varios compañeros —y hasta
periodistas— muertos a las puertas
del recinto universitario.
La directiva de la Asamblea quedó
conformada por Luis Miquilena,
presidente; Isaías Rodríguez, primer
vicepresidente; y Aristóbulo Istúriz,
segundo vicepresidente; además de
Elvis Amoroso y Alejandro Andrade
como secretario y subsecretario, respectivamente.
El exministro de Relaciones Interiores
declaró “el carácter originario de
la Asamblea”, y aseguró: “El pueblo
de Venezuela puede estar seguro de
que el poder soberano y el Ejecutivo
son la garantía de que este proceso
no tiene retroceso. Vamos hacia adelante
en una política de cambios, no
habrá fuerza de ninguna naturaleza
que sea capaz de detenernos”. Manifestó
estar seguro de que “el tratamiento
que recibirán de la soberana
Asamblea Nacional Constituyente
no será de abuso de poder, será de
un diálogo que permita la transición
sin traumas irremediables para nuestra
Patria”.
Presidente Chávez puso su
5 cargo a la orden de la ANC.
“La revolución ha llegado, aquí está
presente una vez más ocupando
un espacio que le pertenece al soberano
pueblo venezolano, como
lo es el Capitolio Federal, símbolo
de libertades, de parlamento, de
deliberación, de igualdades y de
búsquedas. ¡Pueblo y Revolución!”,
fueron las palabras del presidente
Chávez durante la primera sesión
de la Asamblea Nacional Constituyente,
cuando presentó un proyecto
de Constitución que propone modificar
el nombre de la República,
establecer cinco poderes públicos
independientes. El Poder Ejecutivo
integrado por un presidente, un vicepresidente
y un Consejo de Estado;
de igual forma, propone cambiarle
el nombre al Congreso por el
de Asamblea Nacional; conformar
el Poder Judicial con jueces electos
popularmente. El proyecto constituyente
sugiere elegir al presidente de
la República por un período de seis
años y su reelección de forma inmediata
por el mismo lapso de tiempo.
El jefe del Estado alertó a los recién
electos constituyentes sobre la importancia
de cumplir con la misión
asignada por voluntad popular, como
lo es la nueva Constitución, y conminó
a no cometer los mismos errores
que realizaron los que habitaron el
Parlamento durante 40 años, que
convirtieron el Congreso en la casa
de las cúpulas y de los cogollos que
traicionaron la esperanza del pueblo.