13.05.2013 Views

Noviembre (3.64 Mb) - Instituto Maurer

Noviembre (3.64 Mb) - Instituto Maurer

Noviembre (3.64 Mb) - Instituto Maurer

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Día a día requerimos de su trabajo y constatamos o ponemos en duda, casi siempre injustamente, su<br />

eficiencia. Desconocemos su nombre y su rostro nos resulta ajeno, no obstante que es portador de noticias,<br />

mensajero de novedades y anunciador de acontecimientos. Por el contrario, él sí sabe quién somos, dónde y<br />

con quién vivimos y cuándo es posible encontrarnos.<br />

Su sencillez, su lealtad y el empeño que pone en su trabajo le han valido la permanencia a pesar de los<br />

adelantos tecnológicos y de nuestra resistencia cada vez más evidente a tomar una pluma y una hoja de<br />

papel y a sentarnos, tranquilamente, a escribir.<br />

El cartero, personaje anónimo, es ignorado la mayor parte del tiempo. Sólo se hace presente una vez al año<br />

al deslizar debajo de nuestra puerta una sencilla tarjeta anunciando la cercanía de la celebración del 12 de<br />

noviembre.<br />

Joseph Lazcano, fue el primer cartero de oficio de la Nueva España, el nombramiento se hizo en 1763 o<br />

1764, cuando la capital de la Nueva España estaba dividida en barrios y empezaba a despuntar como una<br />

gran metrópoli. En su tiempo, Joseph Lazcano fue el único cartero de la ciudad de México, mientras que en<br />

aquellos años París contaba ya con 117. Inexplicablemente, en 1770 se suprimió el cargo de cartero hasta<br />

1795 cuando gracias a una nueva ordenanza se crearon plazas postales en México y Veracruz y se instalaron<br />

oficinas subalternas de correos en numerosas ciudades y villas.<br />

Durante la guerra de Independencia nuevamente los carteros desaparecieron del escenario. No se sabe si los<br />

pocos que quedaban lograron subsistir sólo con los donativos de los destinatarios. Hay constancia de que las<br />

cartas permanecían en las oficinas de correos, en listas interminables hasta que eran reclamadas.<br />

Hacia 1870 el movimiento general de correspondencia rebasó todas las expectativas. A finales del siglo XIX<br />

el correo ya manejaba 123 millones de piezas al año. En 1932 se formó un grupo de 14 carteros dotados de<br />

bicicletas para la correspondencia de “entrega inmediata”. Este servicio desapareció en 1978, fecha en<br />

que, fueron contratadas en Mexicali, Baja California, las dos primeras mujeres carteras.<br />

Aparentemente, tanto el uso del código postal, vigente desde 1981, como la utilización de los vehículos<br />

motorizados simplificaron la tarea del cartero, pero en el desempeño de su oficio surgieron nuevos<br />

obstáculos, entre otros las grandes distancias, los peligros de las vías rápidas, la inseguridad y, sobre todo,<br />

la deshumanización característica de las ciudades de finales del siglo XX.<br />

Hacia 1980, en México había más de ocho mil carteros, la mitad de los cuales trabajaba en la capital. En<br />

promedio, cada uno repartía diariamente trescientas piezas de correspondencia, y llevaba una cartera que<br />

podía pesar hasta veinte kilos.<br />

Depositarios de la confianza popular, los carteros son símbolo de civilización. En el contenido de su saco<br />

llevan hasta los más apartados rincones la alegría, la tristeza, el reconocimiento, la presencia de los<br />

ausentes. Su lealtad y su esfuerzo propician que entre el remitente y el destinatario se establezca o se<br />

reafirme un lazo ya casi irrecuperable: el privilegio de conversar.<br />

Extraído de www.mexicodesconocido.com.mx

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!