El campo literario. Prerrequisitos críticos y principios de método
El campo literario. Prerrequisitos críticos y principios de método
El campo literario. Prerrequisitos críticos y principios de método
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
22 Pierre Bourdieu<br />
cífica o, si se prefiere, según la calidad social y «cultural» <strong>de</strong>l público<br />
alcanzado (medida con su distancia supuesta al foco <strong>de</strong> los valores específicos)<br />
y según el capital simbólico que éste le asegura a los productores al<br />
conce<strong>de</strong>rles su reconocimiento. Es así como, en el seno <strong>de</strong>l sub<strong>campo</strong> <strong>de</strong><br />
producción para productores, que sólo reconoce el principio <strong>de</strong> legitimidad<br />
específica, los que están seguros <strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong> una fracción más o<br />
menos gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> los productores, indicio supuesto <strong>de</strong> un reconocimiento<br />
dura<strong>de</strong>ro, se oponen a los que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> los criterios<br />
específicos también, son relegados en una posición inferior y que, según el<br />
mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la herejía, recusan el principio <strong>de</strong> legitimación dominante en el<br />
seno <strong>de</strong>l sub<strong>campo</strong> autónomo, ora en nombre <strong>de</strong> un principio <strong>de</strong> legitimación<br />
nuevo, ora en nombre <strong>de</strong>l regreso a un principio <strong>de</strong> legitimación antiguo.<br />
Y <strong>de</strong>l mismo modo, en el otro polo <strong>de</strong>l <strong>campo</strong>, <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>l mercado y<br />
<strong>de</strong> la ganancia económica, los autores que llegan a asegurarse los éxitos<br />
mundanos y la consagración burguesa se distinguen, en todos los respectos,<br />
los que están con<strong>de</strong>nados a los llamados éxitos populares —autores <strong>de</strong><br />
novelas rurales, <strong>de</strong> vau<strong>de</strong>villes, o cancionistas.<br />
Esas dos jerarquías parecen correspon<strong>de</strong>r, en el caso <strong>de</strong> la segunda<br />
mitad <strong>de</strong>l siglo XIX —período en el curso <strong>de</strong>l cual el <strong>campo</strong> <strong>literario</strong> llega a<br />
un grado <strong>de</strong> autonomía que, sin duda, apenas ha superado <strong>de</strong>spués—, por<br />
una parte, a la jerarquía propiamente cultural <strong>de</strong> los géneros —poesía,<br />
novela y teatro—, y, secundariamente, a la jerarquía <strong>de</strong> las maneras <strong>de</strong><br />
practicarlos, que, como se ve claramente al examinar el teatro y sobre todo<br />
la novela, varía según la posición <strong>de</strong> los públicos alcanzados en la jerarquía<br />
propiamente cultural. 27 Los cambios que, como las transformaciones profundas<br />
en las jerarquía <strong>de</strong> los géneros, afectan la estructura <strong>de</strong>l <strong>campo</strong> en<br />
27 «Si la novela atrae a tantos autores, es porque se trata <strong>de</strong> un género muy lucrativo, y<br />
lucrativo para un número mayor <strong>de</strong> escritores que el teatro; porque si es verdad que la<br />
novela más difundida reporta mucho menos que la pieza más representada, el éxito <strong>de</strong><br />
una novela, en cambio, no perjudica, como el <strong>de</strong> una pieza <strong>de</strong> teatro, el éxito <strong>de</strong> los<br />
otros escritores» (M. Braunschvig, La littérature française contemporaine — <strong>de</strong><br />
1850 à nos jours, Armand Colin, París, 1931, p. 1205). «De todos los géneros <strong>literario</strong>s,<br />
el teatro es el que, requiriendo el mínimum <strong>de</strong> esfuerzo intelectual y procurando la<br />
diversión más variada, se dirige al público más amplio y, por eso mismo, les ofrece a<br />
los escritores, con el atractivo <strong>de</strong> un éxito resonante, la carnada <strong>de</strong> una ganancia muy<br />
elevada. Pero, como existe un número restringido <strong>de</strong> teatros, cuyos directores tienen<br />
un enorme interés en cambiar el afiche los menos frecuentemente posible, la competencia<br />
resulta muy dura entre los autores dramáticos, y los beneficios vienen a ser<br />
<strong>de</strong>sigualmente repartidos entre ellos» (M. Braunschvig, ob. cit., p. 67).