revista sept 2007-web.pmd - Revista Mundo Nuevo

no poseen suficiente dinero. Los
millonarios mundiales sufren
enormemente en su relación con el
dinero. Se sienten oprimidos por él, no
pueden pensar fuera de él; si las acciones
suben o bajan, si sus inversiones están
rentando o no, etc., hasta el punto de
que comienzan a pensar
que eso es lo que son,
que ellos son las
acciones, que son sus
inversiones. Empiezan
a sentirse inmensamente
apegados a esas
cosas y su propia
sobrevivencia depende
de aumentar sus redes,
incluso si eso cuesta
millones de dólares.
Pienso que nuestra
relación con el dinero
está llena de mentiras.
Y digo la palabra
mentira intencionalmente,
porque la mayoría de la gente se
da cuenta –tal como dijo Buda- de que
la fuente de todo sufrimiento es la
mentira y el sufrimiento que tenemos en
nuestra relación con el dinero, sin
importar que seamos multimillonarios,
millonarios o que tengamos sólo unos
cuantos pesos en el bolsillo. El
sufrimiento está basado en la mentira que
perpetuamos sobre el dinero, y que lo
hace más importante que la vida humana,
el medio ambiente, e incluso que Dios.
Es una mentira que no la admitimos, pero
que la decimos a diario en nuestras
acciones, en nuestras conductas, en la
forma en que vivimos nuestra vida, en la
cultura de consumo que nos ha
esclavizado.
¿Cómo crees tú que la gente podría
hacer un cambio de paradigma al
respecto?
Primero, aceptar el hecho de que
hemos dado más importancia al dinero
que a la vida humana, al medio ambiente
o a Dios. Debemos reconocer y abrir los
ojos al hecho de que hemos puesto al
dinero por sobre nuestras relaciones, que
por dinero podemos romper una amistad
o incluso dejar de hablar a un miembro
de la familia. Hemos convertido el hecho
de ganar dinero en algo más importante
que nuestras relaciones, cuando todos
sabemos en lo profundo de nuestro
corazón que el dinero no es más
importante que los amigos, los hijos, los
Cualquiera que sea tu
situación económica, el
dinero fluye a través tuyo.
Es como el agua, va y
viene, y existe la
oportunidad de ver que
realmente no es tuyo, sino
que pertenece a todos. Es
un bien común y tú eres el
custodio por el momento.
esposos y las esposas. Si entrevistáramos
a cada persona en la Tierra, habría muy
pocos que cortarían toda relación
humana en el nombre del dinero.
Pero nuestro comportamiento dice
que el dinero es más importante. Hay
poca gente que admite que el dinero es
más importante que el
medio ambiente. Sin
embargo, estamos
dispuestos a arrasar una
selva por dinero,
contaminaríamos un
río por dinero,
destruiríamos el aire
por dinero y, aunque
todos sabemos que eso
está equivocado y no
queremos que
continúe, somos
cómplices al elegir
vivir la vida de esa
forma. De manera que
estamos todos
atrapados en este problema profundo
con el dinero, que nos genera
sufrimiento, daño y heridas y que nos
hace sentir mal en la relación con él.
Casi nunca se encuentra a alguien –muy
poca gente en realidad- que se sienta
bien, limpio e inspirado en su relación
con el dinero. La gente en general se
siente mal, oprimida y también
avergonzada. Y esto es el resultado de
las mentiras acerca del dinero, y que
parten de la gran mentira de la escasez.
Primera Mentira: No Hay
Suficiente
La gran mentira de la escasez es ésta:
no hay suficientes recursos para todos y,
por lo tanto, siempre habrá alguien a
quien le faltará. Es desde luego una visión
inconsciente y sin análisis del mundo.
Es algo así como un dogma, un marco
de referencia preestablecido de la forma
en que vemos el mundo. Cuando piensas
que no hay suficientes recursos y que
alguien en algún lugar quedará excluido,
esa forma de pensar y de ver el mundo
produce conductas que llevan hacia la
marginación, y hace que algunas personas
acumulen mucho más de lo que necesitan
por miedo a quedar sin nada o a que
alguna persona cercana quede sin nada.
Justifica actos horrendos, actos políticos
en donde se justifica acumular mucho
más de lo necesario; por ejemplo, en los
Estados Unidos, a costa de millones y
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