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Siempre, al inicio de nuestro sendero
espiritual, se nos pregunta si hemos
tomado en cuenta el costo de la empresa
en la que nos hemos embarcado.
Invariablemente, la gente dirá que sí lo
ha hecho. Sin embargo, únicamente
con el tiempo y con la aparición de los
inevitables desafíos comprenderemos
totalmente las verdaderas implicancias
de nuestro juramento inicial. Sólo si
persistimos en nuestros esfuerzos,
encontraremos que finalmente hay
compensaciones al viajar en esa
dirección.
Qué es el Servicio Espiritual
Muy frecuentemente damos una
interpretación demasiado concreta a
nuestra comprensión del servicio, y de
esta forma ponemos la carreta por
delante de los bueyes. Por eso es que
cualquier método sincero de
entrenamiento espiritual pone énfasis
en la meditación y en el cultivo de las
Reglas y Mandamientos descritos por
Patanjali. Luego, mediante nuestro
trabajo de servicio, al dar lo mejor de
nuestra esencia, nuestra espiritualidad
puede florecer en forma segura a medida
que se expande hacia el exterior y
abarca todo nuestro entorno. De nada
sirve permanecer como buscadores
espirituales en una “torre de marfil”,
viviendo desapegados y aislados del
mundo, captando abstracciones
intelectuales y nunca bajando de la
cima de nuestra montaña para compartir
y “distribuir” lo que sabemos y que
nos ha sido dado. Nuestro
entendimiento se torna cada vez más
refinado y el cambio de enfoque se
dirige progresivamente hacia los
aspectos subjetivos de la vida en la
medida que aprendemos a servir tras
bambalinas, como lo hacen los grandes
Maestros. Eso no quiere decir que no
seamos agentes activos en el mundo.
Sin embargo, en lugar de que ése sea
nuestro propósito principal, nos
movemos hacia áreas más sutiles de
trabajo.
La Técnica del Influjo Espiritual
El símbolo que rige nuestras vidas
es “la cruz del discipulado”, cruz en la
que permanecemos recibiendo
inspiración desde lo alto (el eje vertical
de la cruz) y, a la vez, nos damos a
nosotros mismos en servicio (el eje
horizontal), mientras mantenemos el
foco de nuestra conciencia en el centro,
el punto medio. Nuestra vida espiritual
sólo puede ser efectiva si aprendemos
a “distribuir” lo que hemos recibido
en nuestro entorno. Mientras
transitamos por nuestro sendero,
encontramos que nuestro medio
Michael Robbins tiene un
Ph.D en psicología y un Ph.D E. en
filosofía esotérica. Como co-fundador y
presidente de la University of the Seven
Rays, tiene una larga trayectoria como
profesor de Sabiduría Ancestral a través
del estudio de los siete rayos, astrología
esotérica, cosmología y rayología,
inspirando a estudiantes a través del
mundo entero. Michael asimismo es autor
de Tapestry of the Gods (tratado sobre
psicología y rayología en dos volúmenes)
Infinitization of Selfhood (un tratado
filosófico acerca de la naturaleza de la
identidad) y actualmente se encuentra
trabajando en un tratado de Astrología
Esotérica. Micahel es autor y compositor
de 16 piezas musicales de carácter ritoceremonial
que facilitan la invocación y la
expresión de las energías de los doce
signos zodiacales de cada mes en el
marco de la emergente Nueva Religión
Mundial. Michael actualmente enseña
en siete lugares internacionales un
programa de cinco años basado en el
libro Tratado sobre Fuego Cósmico.